El Concepto de Institución Desde La Perspectiva de René Lourau
El Concepto de Institución Desde La Perspectiva de René Lourau
El Concepto de Institución Desde La Perspectiva de René Lourau
Este informe se presenta a “modo de síntesis” de los desarrollos del concepto Institución,
realizados por René Lourau, en algunos capítulos del libro “Análisis Institucional” con el fin de
comprender y aprehender el concepto desde esa perspectiva, en función de la línea temática
del proyecto de investigación: “Sentidos sobre el trabajo y la educación en poblaciones
problemáticas: Estudio sobre Representaciones sociales y Subjetividad”(2008).
Para este propósito se tendrá como referencia además de los aportes de Lourau, las fichas y
notas de cátedra de Psicología Social. .
En el primer capitulo del libro mencionado, Lourau, realiza un análisis de la génesis conceptual
del concepto de Institución. Para lo cual realiza un recorrido por distintas posiciones teóricas.
Con respecto al modelo utópico de la Abadía de Thélème creado por Rabelais, Lourau
menciona los siguientes aspectos a tener en cuenta:
Por un lado, el contenido del concepto Institución designa aquí establecimientos -delimitados
dentro del espacio y tiempo social - organizaciones o grupos, definidos por selección y
características propias. Es un lugar clausurado, de represión libidinal, sometido a normas
imperativas que acentúan las normas de la clase dominante.
Por otro lado, el modelo de la Abadía acentúa el momento (del concepto Institución) de la
norma universal que busca encarnarse en las formas singulares, institucionalizadas, de
sociabilidad. En este caso, “…el momento de la universalidad del concepto de la institución
Abadía, corresponde al de la educación como función social, permanente, transhistórica,
institucionalizada en todas las culturas, cualesquiera que sean las formas en que se inscriba
dicha función…” (Lourau, 1985).
Continuando Lourau en la revisión de la génesis del concepto, al hacer referencia a las ideas de
Rousseau y el derecho subjetivo, plantea que en la utilización del concepto Institución, por
parte de este último, se deslizan tres significados:
-Las instituciones son ideas dotadas de realidad, ya existen cuando el hombre aparece.
Pretender modificarlas o derribarlas es atacar la naturaleza, la obra de Dios. Se busca un
núcleo que garantice la ideología de la estabilidad frente a los cambios y la fragilidad.
-Bonald, tiene una visión preorganicista y naturalista de las instituciones como estructuras
existentes de siempre y para siempre.
Cuando Lourau esboza las ideas del Derecho objetivo toma como referencia los aportes de
Hegel sobre los criterios objetivos de la Institución
1. El sistema de necesidades refiere a la relación de los hombres con los objetos (por
ejemplo alimentos, vestimentas, etc.) y de los hombres entre si, para satisfacer sus
necesidades, mediante el trabajo.
3. Defensa del interés particular, como algo común, mediante el poder de policía y la
corporación.
- La Clase sustancial que se fundamenta en la posesión del suelo que trabaja, es el grupo
agrícola, mediadores entre la naturaleza y la producción. Son “los fundadores de la institución
estatal, la propiedad privada y el matrimonio”. Representan la esencia de la institución, es
decir, los rasgos sobresalientes de esas instituciones en su forma universal: seguridad,
consolidación y permanencia en la satisfacción de las necesidades.
Con respecto a lo anterior Hegel, plantea que todas las clases pueden alcanzar
inmediatamente la “individualidad extrema conciente y voluntaria”, en ese sentido la
Institución es una mediación Inconsciente e interiorizada.
Se enuncia así, una idea relevante sobre el concepto de Institución: Hegel plantea que
mediante la Institución se adquiere la conciencia de si. El dice: “La autodeterminación del yo
consiste en ponerse a si mismo en un estado que es la negación del yo, por ser determinado y
limitado y, en seguir siendo si mismo. El yo se determina en tanto es relación de negatividad
consigo mismo.” Es decir, el sujeto no esta dado antes de la institución, ni a pesar ni en contra
de ella sino que se da en tanto instituido. “El yo es un revoltijo de instituciones”.
-No advirtió que para realizarse el concepto de institución debía articularse plenamente en sus
tres momentos[1], no solo la universalidad.
-Al confundir el poder instituido del Estado como la única acción legítima arroja al pueblo a la
pura negatividad. Esta masa no tiene esperanza de alcanzar la universalidad si no es
sometiéndose al orden instituido, bajo la forma intangible de las instituciones burguesas y de
la organización capitalista del trabajo.
Siguiendo el análisis, Lourau toma los aportes de Harriou, quien considera que las instituciones
para existir necesitan de una operación de fundación, que constituye el fundamento de la
sociedad y el Estado. El mismo subraya que el Estado no viene dado, sino que como institución
esta ligado a la génesis de las demás instituciones ya que también necesita de una operación
de fundación.
A la definición que Harriou da sobre el concepto Institución, se la puede desglosar en distintos
elementos:
• “Una institución es una idea de obra o de empresa que se realiza y dura jurídicamente en
un medio social;…”
-Definición morfológica: lo que esta constituido, lo que ya esta dado como poder de
realización es aquello que tiene una forma social determinado y esta legitimado por la
prolongación de su existencia
• “…por otra parte, entre el grupo social interesado en esa idea, se producen
manifestaciones de comunión dirigidas por los órganos del poder y reguladas por
procedimientos…”
-Definición dinámica: La institución que ya esta ahí es fundada por los agentes de poder, y
supone una vida social anterior desconocida que tiene su origen en la operación de fundación,
que es, el acto instituyente.
Sintetizando, para Harriou la fundación es una operación subjetiva, que exige consenso: un
acto instituyente colectivo. Otra de las ideas fundamentales es que la relación de los individuos
con las instituciones se da a través del proceso de “interiorización”. Esto se refiere a que
existen dos procesos a través del cual se produce la interiorización: la Introyección de la norma
y la Proyección individual (adhesión libre).
La última perspectiva tomada en cuenta por Lourau, para el análisis del concepto, es la de
Renard quien enfatiza el momento de la participación de los individuos dentro de los marcos
institucionales y viceversa. Ya que considera que “la institución vive únicamente mediante la
participación de las personas individuales que habitan dentro de los marcos que ella establece;
pero recíprocamente, por su misma constitución individual, la persona humana no puede vivir
sino en el marco de las instituciones”
Este sistema institucional con sus instancias es considerado un código de vida con sus
prescripciones e imperativos, al mismo tiempo que un mensaje en si mismo con los efectos de
identificaciones y asociaciones producidos en el inconsciente de los individuos. Simplemente
por ser metalingüística y simbólica, la instancia institucional tiene derechos y deberes respecto
de las demás instancias. La ley de las relaciones entre las instancias es imperativa, es decir,
todo se cumple dentro de un sistema institucional y es con esta condición que el hombre pese
a no estar obligado por ninguna institución (en el sentido de obligado por la ley) esta referido a
todo el sistema, puede inscribirse en múltiples posiciones dentro del mismo. Por ende el
hombre pertenece a una cantidad de instituciones independientes unas de otras. A pesar de
los múltiples o contradictorio de estas pertenencias ellas tienen la finalidad de representar
ante si y ante los otros el grado de pertenencia del individuo al sistema total.
Si no hubiera más que una institución no habría género humano, ninguna institución por más
primordial que sea instituye el género humano, sino un sistema de instituciones que se
determinan recíprocamente.
En función a sus desarrollos, Renard concluye que el secreto de la institución consiste en que
puede ser percibida a la vez como totalmente real o totalmente imaginaria, a la vez que
simbólica y productora de símbolos sociales necesarios para desenvolvimiento de la vida
cotidiana, la sociabilidad y la productividad de los sujetos.
Lourau concluye que lo contractual contrapuesto tanto por Renard, Harriou y Hegel a lo
institucional, esta en realidad dialécticamente ligado a lo institucional. El pacto entre el
hombre y la naturaleza es también una lucha permanente, lo mismo que ocurre con el pacto
social. Es por esto que dice que el misterio de la institución es que esta es represión y
consenso indisolublemente ligados.
En esta instancia de la exposición teórica, es relevante considerar lo que Lourau define como
Institución, teniendo en cuenta especialmente los aportes sobre la génesis conceptual y los
momentos del concepto siguiendo la línea de la dialéctica hegeliana.
Por último, la enuncia como Formas Sociales visibles dotadas de una organización jurídica y/o
material, como una escuela, un hospital, una empresa.
En los tres casos el concepto Institución tiene diferente contenido, aunque analizándolo
dialécticamente, se lo puede pensar como tres momentos del mismo:
“Su contenido son las formas organizacionales jurídicas o anomicas para el logro de
objetivos”(op. cit).
La sociedad funciona en tanto las normas universales no se encarnan directamente sobre los
individuos, sino que pasan por la mediación de formas singulares, de modos de organización
más o menos adaptados a algunas funciones.
Como cualquier ordenamiento, instituye una ruptura tanto entre lo permitido y no permitido,
como entre lo deseable y obligatorio y no deseable ni obligatorio, dentro de una forma social
determinada.
Toda forma social tiene una función , es decir, una “finalidad oficial”(operativa), como ser la
producción, educación, protección, etc., sin embargo, esta función esta ligada a otras, creadas
por las relaciones entre las organizaciones y entre estas y el sistema social. Entonces (como
plantea Hegel con respecto al momento de la singularidad), la unidad funcional de toda forma
social es negativa, ya que afirma unas funciones privilegiadas al mismo tiempo que contradice
otras funciones, otros sistemas de pertenencia y referencias enfatizados en otras formas
sociales.
Con respecto a lo anterior, Lourau señala que: “estas funciones negadas, presentes-ausentes,
actúan simbólicamente, es decir, por intermedio de actos y de palabras, de no actos y de
silencios que no se pueden vincular unívocamente con una o varias funciones privilegiadas”.
Bibliografía consultada
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[1] Según Samaja, Hegel emplea la palabra “momentos” no en sentido temporal sino en tanto
lados o dimensiones, en sentido de componente esencial. Samaja J. “Semiótica y Dialéctica”,
Buenos Aires, 2000