Publicidad Corporativa
Publicidad Corporativa
Publicidad Corporativa
La publicidad corporativa se puede definir como una actividad de la publicidad que mediante un mensaje publicitario o
campaña publicitaria tiene el propósito de: 1) Promover el nombre, la imagen, la actividad o la reputación de una empresa
o corporación; y 2) crear y establecer una actitud favorable en su público objetivo y en los medios de comunicación.
Complementando ésta definición, cabe señalar que la publicidad corporativa transmite la imagen de la empresa, por
ejemplo, dando a conocer la antiguedad de ésta, los proyectos sobresalientes que haya o esté realizando, el prestigio y
reconocimiento de los clientes de un producto o servicio y todos los beneficios que distingan a la empresa sobre la
competencia.
Conseguir una publicidad corporativa verdaderamente eficaz requiere partir siempre de un concepto sólido, verosímil. No
basta con que sea verdadero, ha de ser creíble. Debe ser, además, relevante, es decir, lo suficientemente atractivo como
para con la filosofía de empresa y con la estrategia de futuro de la misma. Y debe mantener, por encima de todo, su
vocación de continuidad.
- Establecer la imagen de la empresa entre clientes, accionistas, la comunidad financiera y el público en general.
- Crear o generar una actitud positiva en el público objetivo y en los medios de comunicación, hacia la empresa en su
conjunto.
- Mejorar la posición de los productos de la compañía frente a la competencia, en especial la extranjera, de la que a
menudo se cree que tiene mayor calidad.
- Desempeñar un papel en las comunicaciones integradas de mercadotecnia como apoyo para la publicidad del producto o
servicio principal.
En definitiva, la publicidad corporativa es a la empresa lo que la publicidad institucional es a una ciudad o a un país.
En la actualidad, son muchas las empresas que hacen uso de la publicidad corporativa para promover su nombre, imagen,
actividad o reputación en su público objetivo y en los medios de comunicación; razón por la cual, los mercadólogos deben
tener un buen conocimiento acerca de este importante tema para que puedan participar activamente en su planificación e
implementación.
En ese sentido, y con la finalidad de brindar a los mercadólogos un texto de consulta básico acerca de este tema, en el
presente artículo se incluye lo siguiente: 1) la definición de publicidad corporativa, y 2) los objetivos que ésta persigue.
O'Guinn, Allen y Semenik, definen la publicidad corporativa como la publicidad que tiene el propósito de
establecer una actitud favorable hacia una empresa como un todo, no solo hacia una marca específica [1].
Según el Diccionario de Marketing de Cultural S.A., la publicidad corporativa es una actividad de la publicidad
y de relaciones públicas que tiene como objetivo diseminar la imagen y actividad de la compañía, para crear una
actitud favorable en el público y en los medios de comunicación [2].
Para la American Marketing Association (A.M.A.), la publicidad institucional (institutional advertising) es un
mensaje de publicidad o una campaña publicitaria que tiene el propósito primario de promover el nombre, la
imagen, el personal o la reputación de una compañía, organización o industria. Cuando es empleada por una
compañía o corporación se llama a veces publicidad corporativa [3].
En síntesis, la publicidad corporativa se puede definir como una actividad de la publicidad que mediante un mensaje
publicitario o campaña publicitaria tiene el propósito de: 1) Promover el nombre, la imagen, la actividad o la reputación
de una empresa o corporación; y 2) crear y establecer una actitud favorable en su público objetivo y en los medios de
comunicación.
Complementando ésta definición, cabe señalar que la publicidad corporativa transmite la imagen de la empresa, por
ejemplo, dando a conocer la antiguedad de ésta, los proyectos sobresalientes que haya o esté realizando, el prestigio y
reconocimiento de los clientes de un producto o servicio y todos los beneficios que distingan a la empresa sobre la
competencia [3].
Según O'Guinn, Allen y Semenik, los objetivos de la publicidad corporativa están bien dirigidos. De hecho, ésta
comparte con las relaciones públicas proactivas el propósito de alcanzar las metas de la empresa [1].
Establecer la imagen de la empresa entre clientes, accionistas, la comunidad financiera y el público en general [1].
Crear o generar una actitud positiva en el público objetivo y en los medios de comunicación, hacia la empresa en
su conjunto.
Comunicar el punto de vista de la organización sobre temas sociales, políticos y ambientales [1].
Mejorar la posición de los productos de la compañía frente a la competencia, en especial la extranjera, de la que a
menudo se cree que tiene mayor calidad [1].
Desempeñar un papel en las comunicaciones integradas de mercadotecnia como apoyo para la publicidad del
producto o servicio principal [1].