Levantando Una Nueva Generación de La Ventana 414
Levantando Una Nueva Generación de La Ventana 414
Levantando Una Nueva Generación de La Ventana 414
◦ “No sólo por el simple hecho de que sean niños, sino que
algunos de los más significantes actos y revelaciones de
Dios fueron hechos a través de estos niños. Su fe y acción
son críticamente importantes en el recuento y surgimiento
de los propósito de Dios.”
Keith White, fundador y director del Movimiento “Child Theology”
¿Quiere usted entrar al reino de Dios? Hágase como los
niños.
¿Quiere ser grande a los ojos de Dios? Entonces hágase
como los niños.
¿Quiere permitir que Jesús le conozca, acogerlo y desea
recibirlo? Entonces acoja a los niños.
¿Quiere evitar el juicio de la mano de Dios? Entonces no haga
descarriar a los niños.
¿Quiere identificarse con los planes de Dios? Entonces no
menosprecie ni desprecie a los niños.
¿Quiere seguir el ejemplo de Jesús? Entonces ame, ore,
acepte, acompañe y bendiga a los niños.
El 90% de nuestro cerebro se forma antes de que lleguemos a
los 3 años de edad y el 85% de nuestra personalidad adulta
está formada para cuando llegamos a los 6 años de edad. Es
un desafío multifacético y sólo se puede enfrentar con un
enfoque integral.
Al levantar la generación 4/14 para un impacto
transformador, tenemos que tratar sus necesidades físicas
(sobre todo las necesidades físicas de los pobres), sus
necesidades intelectuales y todas las dimensiones
relacionales, sociales y espirituales de sus vidas. Tenemos
que abrazar la persona integral, esforzándonos a ver al
Grupo 4/14 como Dios los ve.
La mayoría de las personas quienes decidirán seguir a Cristo,
lo harán antes de cumplir sus quince años.
En la gran mayoría, la gran parte de los cimientos morales y
espirituales están formados a la edad de nueve años. Las
perspectivas fundamentales sobre la verdad, la honestidad, el
significado, la justicia, la moralidad y la ética son formadas
en esta etapa temprana de la vida.
A la edad de trece años, la identidad espiritual de uno es en
gran parte establecida.
Si podemos alcanzar a los niños y a los jóvenes y
discipularlos cuando las perspectivas y la cosmovisión de su
vida están siendo formadas, los pondremos sobre una roca
que no se puede mover fácilmente.
Tenemos que priorizar nuestro esfuerzo para alcanzar al
grupo más grande, más receptivo y más moldeable – los de 4
a 14 años.