MONEO Rafael - Inquietud Teorica y Estrategia Proyectural

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ponde a una actitud inculta y superficial."6 Pessoa, como saben, fue un autor que
utiliz cuatro o cinco heternimos para publicar su obra: son otros quienes escriben
y actan por nosotros. Y eso es lo que Siza pretende. Al observar, por ejemplo, el
Poblado de Evora, se puede llegar a pensar que aquello se produjo sin arquitecto. La
figura de Siza, en cuanto que arquitecto, habra desaparecido. Y, efectivamente, en
Evora Siza desaparece, virtual y realmente. Aquellas frgiles casas se transforman,
se destruyen, se rehacen. Tan solo queda la estructura que Siza pidi prestada
a la propia ciudad. La personalidad del arquitecto no se impone violentamente.
La estructura es la que prevalece y, atrapados en ella, son los accidentes lo que
percibimos. Dice Siza: "Cada uno de mis proyectos pretende apoderarse, con el
mayor rigor, de una imagen fugaz con todas sus sombras; en la medida en la que se
consigue aferrar esta cualidad que escapa a la realidad, el diseo resultar ms o
menos claro y ser tanto ms vulnerable cuanto ms preciso sea." 7 Esas sombras
de las que hablaba Pessoa, "las sombras de las cosas pequeas, todava ms humil
des que ellas." Las sombras hablan del sol, de la luz, del momento, del instante. Del
"hacerse" de las cosas y no de "cmo las cosas se hacen", que es aquello que le
preocupa a Gehry, obsesionado por ensearnos cmo se hace la arquitectura. Siza
tiene otros intereses. Le atrae el ser testigo de cmo una estructura es capaz de
capturar el tiempo fugitivo, quiere demostrarnos su continuidad. El tiempo dota a
la realidad de aquella condicin contingente en la que el arquitecto se recrea. De ah
que la arquitectura de Siza reconozca el valor del instante, que se sorprenda ante
un ser de las cosas que podra haber sido de otro modo. Nada en la arquitectura de
Siza reclama la condicin de lo inevitable. Ello provoca nuestro agradecimiento, al
reconocer que Siza, con su arquitectura, abri nuestros ojos a un preciso y espec
fico instante que, para nuestro asombro, qued materializado en ella.
Aristteles distingua entre acto y potencia. En la arquitectura de Rossi
contemplbamos la plenitud del acto. En l se agotaba la idea de la que se parta,
al consumirse su imagen en el proceso de materializacin al que obliga la construc
cin. En Siza disfrutamos de la condicin potencial de sus obras, y stas reclaman
que les den fin quienes a ellas se acercan: las obras slo adquieren la condicin de
tales con la fruicin que de ellas se haga. A pesar de que a menudo contemplamos
las obras de Siza en un estado de completa decrepitud fsica que las hace estar
prximas a la ruina, nunca llegan a alcanzarla, ya que siempre son capaces de ofre
cernos algn descubrimiento. De ah que estemos en condiciones de afirmar que
la obra de Siza nunca es ajena a quien la contempla y que entendamos su fluidez
6 SIZA, A. lmmo
ginore l'evKlenzo.
Roma, Latena,
Bari, 1998, pg.
133. Traduccin de
esta cita y de las
siguientes, Rafael
Moneo
? SIZA, A. "Sul mo
lavoro, publicado
en lvoro Sizo.
Turre le opere.
Miln, Electa,
1999, pg. 73.
Traduccin de la
cita, Rafael Moneo
ro-,
recordando lo que dijeron pensadores como Herclito o Bergson: las obras de Siza
nos ofrecen siempre experiencias arquitectnicas inesperadas y diversas.
Pero volvamos a la pregunta que nos hacamos antes: cmo trabaja Siza?
Trataremos de responder a la misma sirvindonos de sus propias palabras. Aunque
ha escrito relativamente poco, s es cierto que disponemos de una cincuentena o
ms de pginas suyas-densas y todas ellas aprovechables- en las que nos habla
de cmo trabaja, haciendo hasta ocho consideraciones acerca de lo que cabra cali
ficar como su mtodo. Creo que bien vale la pena que nos detengamos ante ellas,
utilizndolas como prembulo a su obra:
1. "Comienzo el proyecto cuando voy a ver el terreno (el programma y los
105
condicionamientos son, casi siempre, genricos) . Otras veces comienzo a partir

de la idea de un lugar, una descripcin, una fotografa, algo que me han dicho. Todo
tiene un comienzo. Un lugar vale por lo que es y por aquello que quiere ser, cosas
a veces opuestas pero nunca sin una cierta relacin. Mucho de lo que he diseado
hasta ahora (mucho de lo que han diseado otros por m) flucta en el interior
del primer dibujo. Desordenadamente. Tanto, que bien poco permanece del primer
lugar que evoca el todo. Ningn lugar est desierto. Puedo siempre ser uno de sus
8 SIZA, A. Archi
habitantes. El orden es el acercarse de los opuestos.8
tecture Writings.
La arquitectura de Siza nace muchas veces de la dialctica que genera el Miln, Skira, 1977,
encuentro de los opuestos. Un programa y el suelo, por ejemplo. Las piscinas de editado por Anto
Lefa da Palmeira valdran para justificar lo dicho. El hacer de la dificultad virtud nio Angelillo, pg.
203. Traduccin:
podra valer como lema para entender buena parte de la obra de Siza Vieira.
Oekryptos, Bru
se las
2. Dicen que proyecto en el caf[...] El caf es un lugar, aqu en Oporto, que 9 Ibdem, pg. 205
permite el anonimato y la concentracin[ ...] Se trata de conquistar las bases para
el trabajo." 9
Siza va a trabajar a los cafs porque all siente fsicamente que su persona
se funde y confunde con la de todos aquellos que buscan en el espacio pblico el
respeto a la condicin privada que acompaa al individuo, sin que ello suponga
perder de vista al "otro". Los cafs en Oporto no son tanto para Siza lugares de
esparcimiento como la ocasin de entender lo que significa el cuerpo social. Oe ah
que los sienta como el lugar adecuado para alumbrar un trabajo como la arquitec
tura. Concentrarse significa, para Siza, sentir el peso de las obligaciones que para
con los dems tiene como arquitecto.
3. "Algunos de mis proyectos han pasado a travs de una larga discusin

con inquilinos o futuros inquilinos. [ ... ]" 1
Con ello Siza insiste una vez ms en la importancia instrumental que la
arquitectura tiene. El usuario, quien utiliza una obra de arquitectura, no puede ser
olvidado, sobre todo sabiendo que en sus manos va a quedar la obra en la que el
arquitecto deposit tantas ilusiones.
10 Ibdem, pg. 205

U Ibdem, pg. 205
12 Ibdem, pg. 206
4. "De algunas de mis obras dicen que se basan en la arquitectura tradicional de la regin [ ... ] La tradicin es un desafo a la innovacin. Est hecha de
contribuciones sucesivas. Soy conservador y tradicionalista: me muevo entre
conflictos, compromisos, mestizajes y transformaciones." 11
Otra vez Siza nos habla del valor que concede al conflicto y, junto con l, a los
"compromisos, mestizajes y transformaciones". Siza desconfa de la pureza y est
dispuesto a aceptar como punto de partida la condicin hbrida que la arquitectura
tiene. Para l la arquitectura no se produce partiendo de una tabula rasa. Hacer
arquitectura es, para Siza, transformar lo que se conoce, alcanzando, desde el
compromiso, el mestizaje.
20G
S. "Me dicen algunos amigos que no tengo ni una teora ni un mtodo, que
no soy un pedagogo, que soy una nave a merced de las olas. No pongo a prueba
la madera de la nave en el mar. Los excesos la destruiran. Estudio las corrientes,
los remolinos [ ...] Puedo ser visto paseando a solas en la cubierta. Pero toda la
tripulacin y todos los medios estn all.[ .. .] No me atrevo a poner las manos en
el timn cuando apenas se ve la Estrella Polar. Y no indico cul es la va clara. Los
caminos no son nunca claros." 12
Se trata de un prrafo especialmente hermoso y revelador para entender
cmo trabaja Siza. Le gusta no ver la Estrella Polar, no saber bien adnde va,
encontrarse con la solucin del problema inesperadamente, disfrutando de la
sorpresa . Sabe que lo contingente implica multiplicidad y ambivalencia. Le gusta
ser consciente de los conflictos, ya que es a travs de ellos como se manifiesta
la contingencia: slo desde el reconocimiento de sta cabe la respuesta a los
problemas especficos que plantea la arquitectura.

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1. "Comienzo el proyecto cuando voy a ver el terreno (el programma y los

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3. "Algunos de mis proyectos han pasado a travs de una larga discusin

10 Ibdem, pg. 205

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