LEER Y COMPRENDER Psicologia de La Lectura
LEER Y COMPRENDER Psicologia de La Lectura
LEER Y COMPRENDER Psicologia de La Lectura
Leer y comprender
Psicologa de la lectura
C AROL IN E G OL DER Y DA NIEL GAO NAC H
siglo
veintiuno
editores
Introduccin
UNA APROXIMACIN A
LA PSICOLOGA COGNOSCITIVA
Se lee para comprender, todos estarn de acuerdo, pero, para comprender cmo funciona el lector, es necesario distinguir las capacidades de lectura (en el
sentido de interpretacin) de las capacidades de comprensin. Algunos alumnos no tienen ninguna dificultad para comprender cuando se les lee un texto,
pero son incapaces de comprenderlo al leerlo individualmente.
Para alcanzar un nivel de comprensin suficiente, hay que dominar los mecanismos bsicos de la actividad de la lectura (los que permiten la identificacin
de las palabras). Tomaremos de Sprenger-Charolles y Casalis la imagen con la
que ilustran la relacin entre las capacidades bsicas de lectura y de comprensin: A nadie se le ocurre decir que lo que le hace falta a un nio que no sabe
caminar es la finalidad de esa actividad. Es evidente que lo que requiere son los
mecanismos que le permitirn mantener el equilibrio sobre sus piernas poniendo un pie delante del otro, para seguir su camino y sin tener que ocuparse
conscientemente de lo que hacen sus pies.1
En la escuela, se puede decir que, ms o menos en general, las actividades dirigidas a la automatizacin de ciertas competencias llamadas de bajo nivel (como
la capacidad de establecer correspondencias entre los grafemas y los fonemas)
estn un poco abandonadas en favor de otras dirigidas a la adquisicin de competencias de alto nivel (la comprensin, por ejemplo). Las primeras se basan en
un aprendizaje repetitivo (establecer correspondencias entre grupos de letras y
sonidos) y a priori aburrido, aun cuando el aprendizaje de esas correspondencias no se haga a partir de slabas sin significacin. En lo que respecta a las actividades de alto nivel, stas recurren a capacidades intelectuales que se pueden
considerar ms nobles: utilizar nuestros conocimientos para construir hiptesis sobre el texto, establecer inferencias para comprender las relaciones entre las
diferentes oraciones, etc. Sin embargo, aqu defenderemos la idea de que leer es,
ante todo, descodificar, o de manera ms exacta, que la interpretacin debe hacerse de un modo relativamente automatizado para permitir el funcionamiento de los procesos de alto nivel.
1 L. Sprenger-Charolles y S. Casalis, Lire, lecture et criture: acquisition et troubles du dveloppement,
PUF, .
Nuestro anlisis tiene que ver con los procesos cognoscitivos que estn en juego en
la actividad de la lectura. De algn modo, se centra en las piezas que componen
el motor, que es el sistema cognoscitivo, y en la organizacin de todas esas piezas
en el motor. En cambio, casi no pretende saber hacia dnde se dirige el vehculo
(aunque los objetivos de lectura se mencionan a propsito de los procesos integradores), ni quin es el conductor (aun cuando se sealen ciertas estrategias
individuales a propsito de las dislexias, por ejemplo).
En nuestra opinin, el mayor inters de la psicologa cognitiva reside en que
sus procedimientos son indispensables si queremos llegar a desprendernos de
ciertas intuiciones que pueden conducir al pedagogo, y por lo tanto al aprendiz
de lector, a callejones sin salida e incluso a caminos peligrosos. Hoy, tenemos
algunos ejemplos de falsas verdades admitidas por mucho tiempo como evidencias.
La psicologa cognoscitiva puso en tela de juicio los fundamentos de ciertos
mtodos de lectura rpida que supuestamente permiten, por ejemplo, ampliar el palmo de lectura; veremos ms adelante que las cosas son un poco
ms complicadas.
La psicologa cognoscitiva llev a rechazar claramente la hiptesis de acceso
directo al sentido a partir de la imagen visual de la palabra, por lo menos en
su versin ms aguda y, por ende, posiblemente simplista, de la adivinanza
psicolingstica; veremos, tambin, que las vas de acceso al sentido son mltiples y que, tal vez, la eficacia de la lectura se base sobre todo en la plasticidad de los mecanismos involucrados en ella.
La psicologa cognoscitiva ya ha puesto en evidencia el papel de lo fonolgico en
la lectura experta, y puede adelantar algunas pistas interesantes para entender su funcin: explotar de manera eficaz las representaciones fonolgicas de
lo que se lee, no es balbucear.
Este ltimo ejemplo muestra claramente que estamos muy lejos de la intuicin:
el papel del proceso de recodificacin fonolgica parece ser fundamental en el lector experto, y no en el aprendiz de lector, cosa que un lector experto no admite con
facilidad! Justamente, el problema est en que, por ser experto y, en consecuencia, haber automatizado perfectamente ciertos procesos de los ms fundamentales, ya no los puede analizar! El profesor (por regla muy general) es un experto
en lectura y, por lo mismo, paradjicamente poco capaz de analizar con correccin (slo por intuicin) los mecanismos que le permiten ser experto. Nuestro
objetivo ser sobre todo descubrir algunos de esos lados ocultos de la lectura.
UNA FAMILIARIDAD CEGADORA
DE LA TEORA A LA PRCTICA...
mbitos: la exploracin sistemtica del cdigo alfabtico sobre todo, las relaciones grafemas/fonemas que no se han adquirido totalmente al trmino del
ciclo de aprendizajes bsicos y la lectura atenta de textos cada vez menos
simples y ms largos, que implican una progresin de exigencias, tanto en el
nivel de los textos en cuestin (descriptivos, informativos, explicativos)
como en el de los conocimientos que transmiten.
Nos parece que este balance seala elementos muy interesantes que no dejaremos de retomar continuamente a lo largo de este manual: no se puede considerar que al trmino del ciclo de aprendizaje bsico se domine la lectura, en
la medida en que se apoya en la automatizacin de la descodificacin; el hecho
de que en apariencia la mayora de los alumnos la domine en secundaria (porque leen con una velocidad aceptable y no cometen demasiados errores de lectura), no quiere decir que sea lo suficientemente eficaz como para que permita
alcanzar un buen nivel de comprensin. En efecto, cuando las exigencias que
pesan sobre la tarea de la lectura aumentan (por ejemplo, cuando el texto es largo, complejo o el contenido no es familiar), es muy posible que una descodificacin que no se domine lo suficiente bloquee la comprensin.
En pocas palabras, sin querer ser alarmistas, nos parece que muchas dificultades de lectura/comprensin que se consideran normales al principio del
aprendizaje, pueden persistir en la secundaria y ms adelante, y, por lo tanto,
llegar a obstaculizar o bloquear el resto del aprendizaje. Tomemos un ejemplo
muy simple: una leccin es ms difcil de aprender mientras ms lenta y difcil
sea la descodificacin.
LEER: UNA HERRAMIENTA DEL XITO ESCOLAR
os textos bsicos para la escuela primaria han recordado constantemente y en trminos que casi no han variado
la importancia de la lectura. Las Instrucciones de 1923, que durante varias dcadas
constituyeron una referencia para los
maestros, subrayaban esa importancia en
estos trminos: En la escuela primaria, la
enseanza de la lectura tiene dos fines.
Pone en manos del nio uno de los dos
tiles el otro es la escritura indispensables para cualquier educacin escolar. Le
proporciona el medio para iniciarse en el
conocimiento de la lengua y de la literatura
YA NO SABEN LEER
o especfico de la lectura en relacin con la comprensin oral, est vinculado esencialmente con la naturaleza del cdigo que sirve para transcribir los sonidos del lenguaje. Dado que, histricamente, la lengua oral
antecede, las modalidades de su transcripcin a la lengua escrita han tomado
formas muy variadas en las diferentes culturas, han evolucionado mucho con los
tiempos y siempre responden a sistemas muy variados. Esos sistemas implican
procesamientos cognoscitivos diferenciados y un anlisis comparativo de los
mismos puede ser til para tomar conciencia en cuanto a que el establecimiento de una correspondencia entre grafemas y fonemas no es algo tan evidente, que
responde a soluciones variadas segn las lenguas y, en consecuencia, que en el
plano cognoscitivo, impone obligaciones diferentes segn las lenguas.
oral: un mismo signo siempre representa el mismo sonido y un sonido determinado siempre se representa con el mismo signo. En la escuela, la instruccin elemental empieza con el aprendizaje del sistema Kana, y se considera que
despus de los o aos prcticamente ya no hay dificultad en el dominio
del Kana. Con base en esto, con frecuencia se ha admitido que no hay nios
dislxicos en Japn, afirmacin que en ocasiones se ha puesto en duda.
En la mayora de las escrituras occidentales, los sistemas de correspondencia grafemas/fonemas son mucho ms complejos. Una propiedad fundamental de estos sistemas es que no son biunvocos:
Un mismo signo escrito puede corresponder a muchos sonidos:
la letra c puede ser [k] (cuello) o [s] (cielo),
y un mismo signo puede desempear varias funciones: la e en francs, por
ejemplo, puede ser muda [table, pronunciada tabl] (mesa) o no; puede modificar el sonido de la letra anterior o de la posterior.
Un mismo sonido en francs, se puede transcribir con ayuda de varios signos
diferentes:
el sonido [e] puede transcribirse como o er;
el sonido [e] puede transcribirse como ai o et;
el sonido [o] puede transcribirse como eau, au u os;
- el sonido [k] puede transcribirse como c, k, qu;
- el sonido [f] puede transcribirse como f o ph;
Si comparamos los sistemas de escritura occidental con el Kana, encontramos
dos diferencias principales:
en Kana, tenemos una correspondencia estricta: sonido = signo, existe una
relacin estable entre los sonidos y los smbolos de la lengua escrita;
en Kana, cada smbolo escrito representa un sonido completo: no hay que
reagrupar letras entre s para construir un sonido.
Otra ventaja del sistema Kana, quizs menos importante, es que evita la utilizacin de signos en espejo (b y d, q y p), que a veces son fuente de dificultades para los nios. Sin embargo, esta dificultad no parece fundamental o, al menos, no
es muy persistente.1
La ventaja evidente de las escrituras occidentales es que se basan en un reducido nmero de elementos bsicos ( letras en el alfabeto francs, en el es-
KANJI Y KANA
Espaol
Fontica
rbol
[ ki ]
lluvia
[ am ]
pjaro
[ toli ]
montaa
[ jama ]
ro
[ kawa ]
nido
[ sy ]
*
El cruce de cada lnea
y de cada columna
corresponde a las
diferentes slabas Kana.
* vocal sola
E
O
La actividad de la lectura pone en juego un conjunto de competencias complejas. Cules son esas competencias o, al menos, cules son las competencias especficas de la escritura?
lino
huella
El problema cognoscitivo que se plantea cuando hay que procesar estas palabras es especfico de lo escrito o, con mayor exactitud, de nuestro sistema de escritura:
En la inmensa mayora de los casos, no hay problema de percepcin auditiva: supongamos que la repeticin oral de estas palabras no representa ningn
problema especfico.
En la mayora de los casos, no hay problema de percepcin visual: supongamos que el nio reconoce perfectamente cada letra tomada individualmente.
Ahora bien, pronunciar cada letra, una tras otra, no funciona. Para lograr una
coordinacin eficaz de los smbolos escritos y de los sonidos conocidos, hay
que resolver varios problemas:
Hay que tomar conciencia de que las palabras escritas deben corresponder a
sonidos conocidos, odos y que signifiquen algo: es una competencia metacognoscitiva, que no resulta tan evidente.
Hay que construir sonidos conocidos a partir de las letras percibidas, como
E + I o N + O, por ejemplo.
Por otra parte, hay que parear los sonidos conocidos con los sonidos de palabras conocidas.
Esta actividad es muy diferente de la que tiene que ver con el reconocimiento de
letras aisladas. Ahora sabemos que los problemas de lectura difcilmente provienen de los problemas de percepcin de las letras aisladas. O al menos que las
dificultades debidas a las letras en espejo, por ejemplo, puedan resolverse con
un poco de prctica. Por ejemplo, no hay diferencias entre buenos y malos lectores en las tareas de pareamiento de letras aisladas. De igual manera, los malos
lectores no cometen ms errores que los buenos al copiar sucesiones de letras.
La dificultad real est en juntar letras sucesivas para construir una palabra: se
trata de un problema de recuperacin de los sonidos (tambin se dice de acceso
a los sonidos) a partir de signos escritos.
el criterio de xito en la condicin silbica, mientras que slo una sexta parte llega a la condicin segmental. Los nios de
seis aos, los nicos que haban iniciado el
aprendizaje formal de la lectura, eran
mucho ms eficientes que los menores
en la tarea de conteo de segmentos: ms
de dos terceras partes de ellos alcanzaron el criterio []. Un hecho importante, tanto en el plano terico como por
sus consecuencias pedaggicas, es que el
nio no parece aislar mentalmente de
manera espontnea las unidades segmentales de la palabra.
J.Morais, Lart de lire, ditions Odile Jacob, ,
pp. -.
El acceso al lxico mental, es decir, la reactivacin del conjunto de conocimientos relativos a un tem lxico (palabra), puede causar problemas tanto en lo oral
como en lo escrito. Su eficacia depende mucho del grado de familiaridad con
la palabra que se presente. Si presentamos una palabra espaciando las slabas
Memorizar
Adems, en el plano cognoscitivo, la dificultad en la actividad de la lectura radica en que no slo se debe dominar cada una de esas competencias, sino que
tambin se deben aplicar de manera conjunta y articulada. Entonces, se puede
plantear un problema de carga cognoscitiva: si los recursos cognoscitivos del
sujeto son limitados (no se puede hacer todo al mismo tiempo), puede que el sujeto se encuentre con una sobrecarga cognoscitiva: a falta de recursos disponibles, no puede hacer funcionar de manera interactiva los diferentes procesos
involucrados en la actividad de lectura/comprensin. Nosotros queremos situarnos en esta perspectiva fundamentalmente de interaccin.
CMO EST ORGANIZADO ESTE LIBRO?
Parte 1
QU ES EN REALIDAD DESCODIFICAR?
PARA RECORDAR
J. Morais, Lart de lire: du lecteur habile lapprenti-lecteur?, en Revue de Psychologie de lducation, nm. , , pp. -.
Para entender bien lo que viene a continuacin, el lector debe recordar un principio que puede parecer trivial, pero que constituye un requisito previo para
aceptar las ideas que se van a enunciar: contrario a lo que sucede en el animal, la
exploracin ocular en el hombre recurre a las funciones psicolgicas superiores,
puesto que se trata de una organizacin inteligente de captacin y procesamiento de las informaciones visuales vinculadas con ciertas propiedades del lenguaje.
Dicho esto, aqu hay que establecer lmites: el anlisis de los movimientos de los
ojos jams podr revelar todos los secretos de los procesos mentales aun cuando no se trata de mirarse a travs de los ojos, sino de mirar entre ambos en la
misma direccin y adems tampoco resolveremos todos los problemas (de
lectura, desde luego!) conduciendo correctamente la mirada.
En suma, la actividad de la mirada es slo un aspecto de la actividad cerebral
durante la lectura, cuyo inters estriba en que es observable. Y veremos en este
captulo que los escasos milisegundos necesarios para la percepcin de cada
palabra (s, en un texto se lee cada palabra o casi cada palabra) permiten realizar
una multitud de procesamientos de distinta naturaleza, cuyas caractersticas estn fuertemente vinculadas, por ejemplo, con los objetivos del lector. Es decir,
que estamos muy lejos de nuestras intuiciones de lector diestro
Durante los pocos segundos necesarios para la lectura de estas lneas, su ojo
habr efectuado una veintena de saltos de un punto al otro del texto. Si bien ese
fenmeno de los saltos oculares en la lectura es muy conocido en nuestros das,
sigue siendo difcil de aprehender, ya que es extremadamente contraintuitivo.
Cuando leemos, tenemos la impresin de abarcar gran parte del texto, de deslizarnos a lo largo del texto, para fijar de manera ms o menos particular una
parte, al mismo tiempo que vemos el conjunto, o por lo menos una gran parte
de l. Si tenemos esa impresin es porque nuestros ojos se mueven con mucha velocidad a lo largo del texto, mientras que cada punto de fijacin apenas
cubre una parte muy reducida del mismo. Para entender algunos de los mecanismos bsicos de la lectura, hay que remitirse a datos precisos sobre los movimientos oculares.
LAS TCNICAS DE CAPTACIN DE LOS MOVIMIENTOS OCULARES
tiempo
Figura 3. Contrario de lo que habitualmente se piensa, la mirada no efecta una exploracin continua
del texto que recorre. En realidad, se fija en ciertos puntos y se desplaza a saltos. Los investigadores
han registrado los movimientos oculares de un sujeto leyendo la oracin que aparece abajo. Este
trazado de lectura reproduce las fijaciones y los saltos efectuados por
los ojos. Los puntos representan la posicin de la mirada sobre la
lnea del texto, en una muestra cada diez milisegundos. Cada
apilamiento de puntos representa una fijacin. La mirada se ha estacionado
en los lugares del texto que indican las flechas. La duracin de cada fijacin
se mide por el nmero de puntos apilados (250 milisegundos en
promedio). Los segmentos horizontales representan los saltos, que
slo duran de 20 a 50 milisegundos, y mientras ms largo es el
segmento, mayor es el nmero de saltos de caracteres. Estos
saltos son progresiones cuando el movimiento va de izquierda
a derecha y regresiones cuando, con escasa frecuencia,
vuelve de derecha a izquierda. Fijaciones, saltos
y regresiones permiten evaluar el grado de
dificultad de la lectura, ya que cuanto ms
difcil es el texto para el lector examinado,
ms tiempo duran las fijaciones, ms cortos
son los saltos y ms
numerosas las regresiones.
EN RESUMEN
Las fijaciones
Los saltos
LOS MOVIMIENTOS DEL OJO SEGN EL TIPO DE TEXTO
Tipo de texto
Duracin media
de las fijaciones (ms)
Longitud de los
saltos (caracteres)
Proporcin de
regresiones (%)
Novela
200
Peridico
210
Psicologa
220
11
Economa
230
11
Biologa
260
6.5
18
Longitud y frecuencia
EL TAQUISTOSCOPIO
Factores ms complejos
La existencia de efectos de contexto no siempre es tan clara; vase El lxico y el papel del contexto, p. .
En la retina existe una zona de mxima acuidad, llamada fvea, que corresponde a la proyeccin del centro del campo perceptivo fijado por el sujeto. Alrededor de ese punto (es decir, en visin perifoveal o visin perifrica), la acuidad visual cae rpidamente. Esta propiedad de la retina es una particularidad del ser
humano y de los mamferos superiores. Tiene como ventaja una acuidad muy
fina en una zona precisa del campo visual. En estas especies, la cada de la acuidad alrededor de este punto (no se puede tener todo al mismo tiempo) se
compensa mediante una gran movilidad del globo ocular.
Si presentamos una sucesin de letras sin lazo entre s (es decir que no constituyen una palabra de la lengua), podemos identificar tres o cuatro de ellas. Las
otras son visibles (el sujeto puede ver que hay otras letras) pero no son identificables (el sujeto no puede decir de qu letras se trata).
El palmo en la lectura (sucesin de letras que constituyen palabras de la
lengua) presenta caractersticas particulares. Es disimtrico: ms amplio a la
derecha del punto de fijacin que a la izquierda (para los sistemas de escritura
de izquierda a derecha). Es muy constante, sea cual fuere la distancia del ojo con
respecto al texto. Las variaciones que se observan estn vinculadas con la dificultad del texto ledo, los propsitos de la lectura y la experiencia del lector. En
promedio es de:
a letras a la izquierda;
a letras a la derecha, a veces hasta letras identificables.
EL PALMO DE VISIBILIDAD
l trmino palmo, del latn palmus, significa la extensin que puede abarcar una mano abierta, entre el pulgar y el
dedo meique. Aqu extendemos esta
nocin al terreno de la visin: es la extensin de los elementos grficos que el sis-
Un preprocesamiento
LA TCNICA DE LA FRONTERA (BOUNDARY)
LO QUE SE PUEDE VER A LA DERECHA DEL PUNTO DE FIJACIN
Nmero de caracteres legibles a
la derecha del punto de fijacin
segn a qu se refiera la
informacin procesada
12
15
la longitud de la palabra
3 y 5 letras
5.3 letras
3 y 10 letras
7.6 letras
7 y 10 letras
8.8 letras
4 J.K. ORegan,The convenient viewing position hypothesis, en D.F. Fisher, R. A. Monty y J.W. Sen-
ders (eds.), Eye movements: cognition and visual perception, Hillsdale, Erlbaum, ; J.K. ORegan,
Elementary perception and eye movement control processes in reading, en K. Rayner (eds.), Eye
movements in reading: perceptual and language processes, Nueva York, Academic Press, .
De manera que, lo que ORegan llama la conduccin perifrica de los movimientos oculares, est determinada al mismo tiempo por la naturaleza de las
letras identificadas justo a la derecha del punto de fijacin y por la longitud de
la palabra siguiente, sobre la base de la percepcin en visin perifoveal del espacio siguiente.
As, los diferentes procesamientos necesarios para reconocer una palabra se cubren parcialmente y se puede ver que los pocos milisegundos que corresponden a la lectura de una palabra ataen a mecanismos de por s complejos, de los
cuales es muy difcil tomar conciencia
Nos referimos claramente al reconocimiento de cada palabra, aun cuando
nuestra intuicin y una literatura pedaggica abundante nos dejan pensar que
no leemos un texto palabra por palabra. Como hemos visto, fijamos casi siste
mticamente todas las palabras o, en todo caso, procesamos cada palabra por s
misma aunque, eventualmente, de acuerdo con modalidades que pueden variar.
Claro est que no rechazamos la idea de que, en el reconocimiento de una palabra, se utiliza su contexto: dedicaremos un captulo a este tema que, por lo dems, no es tan simple como parece! Desde luego, tampoco rechazamos la idea de
que existe una interaccin entre las actividades de comprensin y la descodificacin (el procesamiento de los signos grficos que componen una palabra, para
su reconocimiento). Pero, aqu, pretendemos mostrar que la propia actividad
de descodificacin es en s muy compleja (aunque para usted, lector experto, sea
perfectamente transparente), y que se basa en informaciones de diferentes tipos.
Diferentes procesamientos
os captulos siguientes se caracterizan por un problema central en la mayor parte de los enfoques recientes de la lectura: el lugar del contexto en
el que se sita una palabra en los mecanismos de reconocimiento. El
reconocimiento de una palabra se realiza con base en los elementos que la constituyen, las letras, o bien toma en cuenta tambin los conocimientos previos del
lector, as se trate de conocimientos permanentes, explotados para facilitar la
comprensin de un texto donde no todo es completamente nuevo, o de conocimientos construidos a travs de la lectura de los pasajes anteriores del texto y
que pueden servir de apoyo para lograr una la lectura cada vez ms eficaz?
Reconoceremos en esto una idea expuesta por autores como Goodman o Smith,1
y sumamente mediatizada, podramos decir tambin, a lo largo de numerosos
escritos relativos a la adquisicin de la lectura. De manera esquemtica, esos
puntos de vista defienden la idea de que leer/comprender consiste en interrogar
al texto, formular hiptesis sobre el sentido e ir en busca de indicios lingsticos
en el texto, para confirmar esas hiptesis. Con base en esto, se considera que la
1 K.-S. Goodman, Reading: a psycholinguistic guessing game, en Journal of the Reading Specialist,
Ver y entender
Ahora bien, antes de analizar el papel efectivo del contexto, uno de los aspectos
del presente captulo ser el de poner en tela de juicio la hiptesis de la adivinanza psicolingstica; por lo tanto, el captulo trata esencialmente de la manera como
se reconocen las palabras en un texto: por medio de las letras que las componen o gracias a un juego de adivinanza basado en el contexto en el que se sita la
palabra leda? Ahora bien, esta imputacin aparecer tambin bajo otro aspecto, al cual, habida cuenta de su importancia en el plano pedaggico, se le dedicar enseguida un captulo entero: la lectura en silencio es puramente visual
(o al menos debe serlo para ser eficaz?), o tambin se apoya en lo fonolgico?
Este problema tambin tiene que ver con el del papel respectivo de la descodificacin (el hecho de que se tomen en cuenta signos grficos y su correspon
dencia grafofonmica), por una parte, y del sentido global del texto, por la otra.
Si bien, de alguna manera, el debate entre mtodos alfabticos y mtodos globales est oficialmente cerrado, la referencia a un mtodo mixto o, en el plano de los
mecanismos cognoscitivos invocados, la referencia a la interactividad de los procesos de descodificacin y de comprensin no resuelve todos los problemas.
Todava es preciso definir las modalidades de esa calidad mixta, es decir, el modo de articulacin entre descodificacin y comprensin: de qu forma permite
la descodificacin eficaz que se produzcan procesos generales de comprensin
y, a cambio, cmo facilitan stos la descodificacin?
Descodificar y comprender
Admitir la complementariedad de los procesos de descodificacin y de comprensin no implica no interrogarse sobre su peso respectivo en el proceso de
la lectura y, sobre todo, en las diferentes fases de su aprendizaje. Constituye la
descodificacin un prerrequisito para cualquier otro aprendizaje? En qu procesos se basa la lectura experta? Qu mecanismos entran en juego cuando hay
disfuncin en la lectura? En efecto, los mecanismos de la lectura, y, an ms, los
mecanismos de aprendizaje de sta, son particularmente complejos, rpidos, con
frecuencia inaccesibles para la conciencia del lector, lo cual justifica dedicarles
un poco de tiempo. As, este captulo sobre los mecanismos de descodificacin
de lo escrito, en especial sobre las relaciones entre grafas y fonas, constituye la
base de un anlisis fino de los mecanismos de la lectura, til para comprender
el aprendizaje y los trastornos de la lectura, que posteriormente se tratan.
Desde el punto de vista de la psicologa cognitiva, el problema central que se
plantea es el del papel de la informacin fonolgica en la identificacin visual
de las palabras escritas: es til, e incluso necesario, pasar por lo fonolgico para
procesar las palabras escritas? Dicho de otro modo, para descodificar siempre
hay que pasar por las reglas de correspondencia grafema/fonema? No se puede
responder de un modo simple a esta pregunta, negando el papel de la informacin fonolgica o considerndola necesaria en el acto de leer: esas tesis radicales
han fracasado.
El papel de lo fonolgico y, en consecuencia, de la descodificacin grafofonmica, ya no se puede negar. Pero es complejo, sobre todo si se pretende dar
cuenta de los procesos de adquisicin de lo escrito.
La formulacin extrema de la hiptesis de acceso directo es muy simple: se supone que la informacin fonolgica no desempea ningn papel en la lectura
silenciosa; vale decir que el sujeto no requiere repetir las palabras en su cabeza
para asignarles una significacin. La informacin fonolgica puede existir, ciertamente, como fenmeno marginal, sobreaadido, vinculado con una vocalizacin ms o menos explcita, pero no cumple funcin alguna en la identificacin
de las palabras.
Un argumento lgico
Dos dificultades
de este tipo son sin duda ms numerosos en ingls, lengua particularmente irregular desde este punto de vista:
lead [li:d) = conducir / [led] = plomo
invalid [inv&lid] = enfermo / [invaelid] = no vlido, obsoleto
tear [tea*] = desgarrar / [tia*) = lgrima.
En francs, los casos ms frecuentes no tienen que ver con la palabra completa, sino con grafemas que desempean un papel variable en la pronunciacin;
por ejemplo:
la tiare [tiar] pontificale / un engin spatial [spacial].
Por otra parte, estos fenmenos estn vinculados con propiedades significativas de los morfemas, como en el caso del morfema tion:
que indica pasado (nous montions) (montbamos);
que indica accin (une finition) (fin).
De modo que, si en estos casos, la significacin es la que de hecho determina la
pronunciacin, no vemos de qu manera podra esta ltima permitir el acceso al significado!
2 J. L. Bradshaw, Peripherally presented and unreported words may bias the meaning of
cesiva (palabra-anzuelo que se presenta muy rpidamente justo antes de la palabrablanco). En todos los casos, esta facilitacin se obtiene incluso cuando el
sujeto no est consciente de la presencia de una palabra asociada, en especial
cuando su presentacin es muy rpida. As, el razonamiento de los que sostienen
las teoras de acceso directo es simple: si el sujeto no est consciente ni siquiera
de la presencia de una palabra-anzuelo, es que no efecta ningn procesamiento fonolgico. En suma, la existencia de una facilitacin semntica muestra que
se ha realizado un procesamiento semntico, lo que constituira una prueba de
la posibilidad de procesamientos semnticos independientes de cualquier procesamiento fonolgico.
sentaban primero las palabras en contexto y luego las palabras aisladas, se anulaba5 el efecto facilitador del contexto. Este resultado sugiere que la lectura en
contexto induce una estrategia (recurrir al conjunto de la oracin para leer cada palabra), que persiste an en la lectura de las palabras aisladas.
Pero, sobre todo, Goodman no tomaba la precaucin de distinguir entre buenos y malos lectores. Ahora bien, hoy6 sabemos que, paradjicamente, los malos lectores son los que ms utilizan el contexto para reconocer las palabras! Por
otra parte, el efecto del contexto disminuye tambin con la edad, lo que confirma la idea (que no es tan evidente) de que mientras ms experto es un lector
menos utiliza el contexto para reconocer las palabras escritas. Contrario a lo
que sealan los partidarios de la adivinanza psicolingstica, recurrir al contexto no es un signo de invulnerabilidad en el lector, sino un signo disfuncin de
ciertos mecanismos.
Ahora podemos afirmar que la insuficiencia de mecanismos de descodificacin lleva, a los malos lectores, a recurrir ms al contexto: en efecto, se puede
mostrar que los buenos lectores tambin recurren al contexto cuando se les pone en situaciones de presentacin visual degradada (un texto mal escrito, por
ejemplo). De modo que, es probable que sea la ineficacia para obtener informacin grafmica la que, en los malos lectores, obliga a referirse ms al contexto. Tomarlo en cuenta no corresponde a una estrategia para mejorar la eficacia
en la lectura; ms bien se trata de una llanta de repuesto, utilizada por aquellos que
descodifican mal, y en las situaciones en las que la descodificacin no se puede
realizar en buenas condiciones. Sin duda, en ciertos casos esa llanta de repuesto
presenta algunas ventajas. Sin embargo, muy rpidamente encuentra sus lmites
cuando la actividad de la lectura se vuelve muy compleja: mbito de conocimiento no familiar, utilizacin del texto para adquirir conocimientos o resolver problemas, etc., lo que puede explicar que las insuficiencias en la descodificacin
slo se aprecien al final de la primaria o incluso en la secundaria.
La lectura se aprende
T. Nicholson, Do children read words better in context or in lists? A classic study revisited, en
Journal of Educational Psychology, nm. , , pp. -.
6 K.-E. Stanovich, Attentional and automatic context effects in reading, en A.-M. Lesgold y C.-A.
Perfetti (eds.), Interactive processes in reading, Hillsdale, Lawrence Erlbaum, .
Argumentos lgicos
Una ventaja esencial del ensamblaje fonolgico, que se puede exponer de inmediato, es la posibilidad de leer una palabra jams encontrada antes en lo escrito.
Una situacin de este tipo impone pasar por una etapa en la cual, a partir de la
palabra escrita, se fabrica una representacin mental que especifica cmo se oye
y se pronuncia la palabra. Una posicin lgica sera, pues, admitir al menos la
necesidad de una va indirecta para las nuevas configuraciones grficas. Cuando un lector encuentra en el escrito una palabra nueva (que puede o no conocer de manera oral), necesariamente debe traducir los grafemas en fonemas.
Se puede admitir que esta posibilidad sera una caracterstica de las escrituras alfabticas, en las cuales existe una correspondencia estable entre signos
escritos y sonidos hablados. Desde luego, existen excepciones a esta correspondencia pero, hechas las cuentas, son relativamente raras. En ingls, no obstante
considerado una lengua inestable, como vimos antes, el grado de regularidad
se estima en un % aproximadamente. Se calcula que el francs es regular en
un %, si se admite la existencia de correspondencias complejas, que implican
varias letras y que toman en cuenta el contexto intralexical. En todo caso, esta
correspondencia es bastante buena en el sentido de lo escrito hacia la pronunciacin, lo que permite las operaciones de ensamblaje, aun cuando es ms difcil para el francs, en el sentido de la pronunciacin hacia la escritura. En todo caso,
parece difcil rechazar a priori la hiptesis de la conversin grafo-fonolgica,
como lo han hecho los partidarios de la teora de acceso directo, con base en la
existencia de cierto nmero de excepciones.
Los registros electromiogrficos (EMG: recoleccin de seales elctricas vinculadas con la actividad neuromuscular). Los registros de la faringe muestran que, aun en una lectura silenciosa, siempre existe una actividad muscular de las cuerdas vocales.
Las llamadas pruebas de tachadura: los sujetos deben tachar en un texto
todas las ocurrencias de la letra e, por ejemplo. En ese caso, olvidan ms las
e mudas (en el caso del francs) que las otras, aunque la lectura sea en silencio.7 Este fenmeno nos lleva a pensar que la localizacin de las e en el texto
se hace, al menos en parte, con base en una imagen sonora del texto, es decir,
EL ANZUELO FONOLGICO
l utilizar la tcnica del anzuelo (vase el recuadro p. 51), se puede hacer variar la naturaleza de la relacin
entre anzuelo y blanco. Si el blanco es,
por ejemplo, la palabra rosa, se puede
presentar como anzuelo, ya sea roza
(vinculada fonolgicamente con el blanco) o rova, que slo est ligada desde el
punto de vista grfico (una sola letra diferente, igualmente, pero cuya pronuncia-
EL EFECTO SEUDOHOMFONO
n el experimento de Rubinstein y
otros,* para mostrar el efecto seudohomfono, se les propone a los sujetos
una tarea de decisin lxica (vase el
recuadro de la p. 50). Los autores comparan el tiempo de reaccin ante diferentes tipos de seudopalabras. Se trata
de sucesiones de letras que no forman
palabras de la lengua (en decisin lxica
se espera de los sujetos la respuesta no)
pero que corresponden ms o menos a
las reglas implcitas de construccin de las
palabras en una lengua dada: en ingls
(lengua de los sujetos de Rubinstein y
otros) la sucesin fime es ms verosmil
que la sucesin fkte, por ejemplo. El anlisis de los tiempos de respuesta conduce
a las siguientes conclusiones:
el tiempo ms breve corresponde a las
seudopalabras no pronunciables, como
fkte;
Los efectos de anzuelo fonolgico (vase recuadro de la p. ). De estos experimentos se concluye que la activacin de la informacin fonolgica es
rpida y automtica (los sujetos no son conscientes de la naturaleza del
anzuelo, ni siquiera de la presencia de una palabra-anzuelo) y, en consecuencia, que en la lectura normal es posible, sin que ello impida la actividad
de comprensin propiamente tal.
El efecto seudohomfono (vase recuadro de la p. ). La lectura eficaz tambin recurre a la mediacin fonolgica, pero falta determinar para qu puede
servir. La interpretacin de este resultado es que la actividad de reconocimiento lxico se hace en varias etapas y que, eventualmente, cada una de ellas
permite rechazar una seudopalabra:
La primera etapa consiste en construir un cdigo fonolgico y permite rechazar con rapidez las sucesiones de letras no pronunciables, como fkte.
La segunda etapa consiste en una bsqueda en el lxico mental: esa sucesin de letras tiene correspondencia en el lxico oral? Permite rechazar fime,
que no existe en el lxico, pero lleva a mantener fite, que existe en el lxico
oral.
La tercera etapa consiste en una verificacin ortogrfica en el lxico: fite se
rechaza porque no es compatible con las representaciones lxicas escritas.
En otros trminos, estos resultados conducen a pensar que, cuando se descodifica lo escrito, no slo hay referencia al cdigo fonolgico, sino tambin que esa
referencia est primero, en relacin con otras formas de representaciones.
Se pueden encontrar equivalentes de efectos seudohomfonos cuando se trabaja con oraciones. Es el caso de seudoraciones como: He was weke after his illness,
homfona de He was weak after his illness. Tambin sucede en los experimentos
de categorizacin semntica: los sujetos cometen ms errores de categorizacin
cuando deben decir si laid [feo] (homfono de lait [leche]) es una bebida no
alcohlica, que cuando deben responder a la misma pregunta para la sucesin
de letras lent [lento].8
Sin embargo, podemos interrogarnos sobre el grado de generalidad de mecanismos de este tipo: ciertamente, se sabe que el efecto seudohomfono no
siempre se reproduce: depende del nmero de seudohomfonos utilizados en
la prueba de denominacin, lo que sin duda corresponde a diferentes estrategias de lectura por parte de los sujetos.
Para ilustrar la existencia de un procesamiento fonolgico, aun durante la lectura en silencio, partiremos de un ejemplo vivido: un formador de IUFM interroga
a un nio que se presenta diciendo que no sabe leer bien; entonces, el formador
le pide que lea un pasaje; la lectura es fluida, sin dificultades. Enseguida, el formador le dice que est sorprendido por su lectura tan eficaz, y el joven alumno
le confa: S, pero el problema es que cuando leo en silencio, escucho una musiquilla!
Con mayor seriedad, la existencia de esa codificacin fonolgica tambin se
demuestra con pruebas de deteccin de intrusos: los sujetos logran identificar
mejor los errores cuando la palabra-blanco (dent) [diente] se remplaza por una
palabra no homfona cercana ortogrficamente (dint) que cuando se remplaza con una palabra homfona (dens). En suma, cuando la palabra por detectar
se pronuncia como la palabra que remplaza, en la cabeza se escucha la misma
msica y la deteccin es difcil! Contrario a lo que afirman ciertos pedagogos
(la lectura es demasiado rpida como para producir sonidos), no existe la lectura puramente visual, y la codificacin fonolgica (que no hay que confundir
con las codificaciones articulatorias, que son mucho ms lentas y recurren a la
laringe y la boca) es necesaria incluso en la lectura en silencio, as el lector sea
lento o rpido. Los pedagogos que predican la supresin de la subvocalizacin
con el pretexto de que disminuye la velocidad de la lectura, no estn conscientes
de los riesgos que hacen correr a los aprendices.
Un papel esencial
En efecto, cualquier supresin articulatoria altera la comprensin; como prueba tenemos el siguiente experimento. Se les pide a algunos estudiantes que detecten errores en oraciones; paralelamente a esta tarea de lectura, se les pide que
realicen una tarea secundaria: un primer grupo debe repetir el artculo ingls
the al ritmo de un metrnomo (as se impide la subvocalizacin); un segundo
grupo debe golpear con el dedo sobre la mesa tambin al ritmo del metrnomo
(esta condicin se utiliza para asegurarse de que los efectos eventuales estn
vinculados con la supresin de la subvocalizacin, y no con la sobrecarga cognoscitiva ocasionada por la realizacin de la doble tarea); un tercer grupo no
realiza tarea secundaria alguna y, en consecuencia, puede subvocalizar. Los
resultados demuestran claramente que slo en la primera condicin, cuando se
suprime la subvocalizacin mediante la repeticin de the, se altera la comprensin.
Adems del papel, an discutido, que puede desempear la mediacin fonolgica en el lector experto,9 podemos afirmar que tambin desempea un papel
esencial en la adquisicin, como proceso que permite que se den otras adquisiciones: recurrir a la correspondencia grafofonolgica permite la adquisicin de
vocabulario nuevo por medio del escrito y la construccin progresiva de otras
unidades ms eficaces que el fonema, basadas sobre todo en caractersticas ortogrficas y morfolgicas de las palabras.
El papel central de la medicin fonolgica justifica que nos detengamos un
poco ms en sus propiedades y los diferentes papeles que desempea. ste ser
el objetivo del prximo captulo.
9 Vase Por qu
EL FUNCIONAMIENTO Y EL PAPEL
DEL CDIGO FONOLGICO
QU ES EL CDIGO FONOLGICO?
Qu es un fonema?
LOS PARMETROS ACSTICOS: EL ESPECTROGRAMA
Hz
msec
[bab]
[dad]
[gag]
Frecuencia en Hz
[ di ]
[ du ]
Frecuencia en Hz
[ di ]
[ de ]
[ di ]
[ d ]
[ do ]
[ d c]
[ du ]
. seg
[ gi ]
[ ge ]
[ gi ]
[ g ]
[ go ]
[ gc
[ gu ]
demos remplazarlo por otras unidades, que ya no constituyen sonidos autnomos: m para hacer mar, p para par, etc. La pronunciacin global de estas palabras es fcil y directamente accesible para la conciencia. En cambio, incluso para
el adulto, la naturaleza exacta del sonido con que comienza cada una de estas palabras es difcil de definir, salvo que pase por algo que ha sido objeto de un largo
aprendizaje: la representacin escrita!
LOS FONEMAS: UNIDADES DISTINTIVAS
LOS FONEMAS
As, la mayor dificultad de nuestro sistema de escritura radica en que no hay correspondencia clara entre la estructura fonolgica subyacente (la composicin
de los sonidos odos) y el sonido escuchado: bar comporta tres unidades fonolgicas, representadas por tres letras, pero se pronuncia de un solo impulso, es
decir que, espontneamente, cuando se pronuncia slo escuchamos un sonido.
Los fonemas no se oyen; se representan de manera inconsciente y automtica
por medio de una correspondencia inmediata grafemas/fonemas: incluso el
adulto letrado tiene que hacer un esfuerzo para tomar conciencia de la presencia de los tres componentes.
Este anlisis es uno de los argumentos esenciales para exponer la idea de que
las dificultades especficas del aprendizaje de la lectura no son de tipo sensorial
(es decir, relativas al procesamiento de formas grficas o de sonidos), sino cognoscitivas, ya que tienen que ver con la estructura fonolgica de la lengua, compuesta de elementos abstractos. Cuando se aprende a leer, una de las tareas que
hay que realizar es aislar mentalmente los elementos del habla a los que corresponden las letras.
Probablemente, en lo oral se realiza una actividad de este tipo cuando percibimos las palabras. Pero entonces es inconsciente, est fuertemente automatizada, cosa que explica que tengamos muchas dificultades para explicitarla. En
lo oral, no slo es intil aislar las unidades constituyentes de las palabras (la distincin de palabras entre s funciona muy bien sin esto), sino que tambin es
intil tomar conciencia de que las palabras estn constituidas de segmentos que,
en determinado nivel de abstraccin en el funcionamiento de la lengua, tienen
cierta autonoma.
No sucede lo mismo con lo escrito. Comprender el cdigo alfabtico requiere
una toma de conciencia, y se sabe que los nios no efectan ese corte de manera espontnea. Tambin se sabe que el dominio del cdigo alfabtico permite al
adulto efectuar con bastante facilidad un anlisis de esa ndole, incluso en lo oral:
pero lo que hace es segmentar con base en lo que conoce del sistema escrito
Para estudiar las capacidades de los nios en este terreno, se pueden utilizar
tareas que implican efectuar operaciones explcitas en segmentos: contarlos,
suprimirlos, agregarlos, invertirlos, remplazarlos, etc. En el experimento de Liberman,1 por ejemplo, se les peda a los nios (de cuatro, cinco y seis aos) que
contaran el nmero de slabas, o el nmero de fonemas (responder para /a/,
para /pa/ y para /pan/), en las palabras pronunciadas por el aplicador.
1 I. Y. Liberman et al.,Segmentation of the spoken word and reading acquisition, en Bulletin of the
Orton Society, nm. , , pp. -.
Si la mediacin fonolgica parece ineludible, tiene que haber razones. En el captulo anterior, adujimos el argumento lgico que pretende que es absolutamente posible establecer una relacin directa entre una configuracin grfica y la
significacin correspondiente. Por qu, entonces, el sistema cognoscitivo de
hecho siempre ha recurrido ms o menos al cdigo fonolgico? Se pueden invocar tres razones.
La identificacin de las palabras con base en la correspondencia grafofonolgica se puede realizar aplicando una serie de reglas de correspondencia. La utilizacin de esas reglas debe costar menos que el almacenamiento en la memoria
de la forma grfica de las palabras, a medida que se encuentren, pero este argumento tiene sus lmites.
Por una parte, muchos aprendizajes se efectan de manera poco econmica, con base en ejemplos tpicos. Esto se ha mostrado con frecuencia, cuando
se ha pretendido analizar en qu consiste la destreza en un terreno dado: mientras que los principiantes tienen estrategias de razonamiento exhaustivas en
cuanto a los medios para lograr un objetivo (diagnosticar una descompostura,
2
por ejemplo), los expertos, por su parte, ms bien se refieren a casos prototpicos, al menos en un primer momento.
Por otro lado, las adquisiciones lxicas no han terminado cuando el nio
tiene acceso a lo escrito. Todas las palabras que un nio puede leer (a partir de
procedimientos de descodificacin grafofonolgicos) no son forzosamente comprensibles para l, ya que no las ha encontrado en la lengua oral. En realidad, muchas adquisiciones lxicas se hacen directamente por medio de lo escrito y, por
ende, podran realizarse estableciendo una correspondencia directa entre signo
grfico y significacin.
Por ltimo, la adquisicin de la ortografa es, de todos modos, una necesidad
en s misma. As, el dominio de las secuencias ortogrficas podra conducir al
nio a prescindir de la referencia al cdigo fonolgico.
Este argumento general, que tendra que ver con una propiedad fundamental del sistema cognoscitivo, no es totalmente convincente en lo que respecta
al papel de la mediacin fonolgica. Hay que evocar argumentos ms especficos relativos al papel parcial de la mediacin fonolgica en el proceso de
comprensin.
La funcin de llanta de repuesto de la mediacin fonolgica
El argumento se puede ubicar en un nivel global, cercano entonces al argumento de economa cognoscitiva: la eficacia en la identificacin de las palabras
con base en la medicin fonolgica permitira prestar ms atencin a los procesos de integracin semntica (la construccin de la significacin).
La memoria de trabajo es un proceso que permite la memorizacin de informaciones durante un tiempo suficientemente
largo para su procesamiento dentro del marco de una tarea dada
(en este caso, su integracin).
D. Gaonach y C. Golder, Manuel de psychologie pour lenseignement, Hachette, .
Por lo dems, se puede decir que la prueba de que el recurso de la mediacin fonolgica es til para la comprensin est en que precisamente son los mejores
lectores los que recurren a l y no, como a veces se cree, los malos lectores. Disponemos de datos para demostrar una falta de eficacia en los malos lectores en
la codificacin de las informaciones verbales en forma fonolgica para mantenerlas en la memoria inmediata.
Hay que volver a ubicar este razonamiento en el contexto terico de las concepciones de la memoria inmediata (o la memoria de trabajo), que ponen
acento en el papel del cdigo fonolgico, cuando se deben memorizar pocas
informaciones en un tiempo corto para las necesidades de una tarea determinada. El recurso privilegiado de un cdigo fonolgico, si bien asegura globalmente una mejor memorizacin a corto plazo, tiene un inconveniente importante: conduce a una memorizacin menor, incluso a errores (confusiones)
cuando, en el seno del material por memorizar, existen semejanzas fonolgicas.
Por ejemplo, la lista de letras: R Q N, compuesta por letras poco similares
cuando se las pronuncia, es ms fcil de memorizar que la lista: B D G, compuesta por letras entre las cuales hay mucha semejanza de pronunciacin. Este
efecto se observa incluso cuando las listas por recordar se presentan visualmente, lo que muestra la existencia de una recodificacin de las informaciones.
Se puede mostrar que todos los sujetos no son sensibles a ese efecto de similitud fonolgica de la misma manera. Es lo que confirman, por ejemplo, Shankweiler, Liberman, Mark Fowler y Fisher,5 al pedir que se recuerden en serie (los
sujetos deben recordar en el orden de presentacin) sucesiones de letras de
diferentes composiciones.
5 D. Shankweiler, I. Y. Liberman, L.S. Mark, C.A. Fowler y F. W. Fischer, The speech code and
learning to read, en Journal of Experimental Psychology: Human Learning and Memory, nm. ,
, pp.-.
Los sujetos eran nios de ocho aos, clasificados en buenos y malos lectores
en funcin de su desempeo escolar en la lectura. As se aprecia que, en las listas sin semejanza fonolgica, en los buenos lectores, el desempeo de su
memoria es claramente superior al de los malos lectores. En cambio, en las listas con semejanzas fonolgicas, las ejecuciones de los buenos lectores son
equivalentes, e incluso inferiores, a las de los malos lectores. Tambin se puede
decir que en el caso de los buenos lectores, el efecto de las confusiones fonolgicas potenciales es mayor que en los malos lectores. En otros trminos, los
buenos lectores son ms sensibles a las posibilidades de confusin fonolgica,
lo cual indicara que, para memorizar, recurren ms a la codificacin fonolgica. Este recurso significativo del cdigo fonolgico constituye a la vez una ventaja (utilizacin de un cdigo ms eficaz en la memoria a corto plazo), y un
impedimento (riesgos de confusiones en funcin de la construccin de la
materia por memorizar). Una vez ms, no se puede tener todo al mismo tiempo. Igualmente, se sabe que la diferencia entre buenos y malos lectores slo
aparece cuando los stimuli por memorizar son en efecto verbalmente recodificables. En un experimento que tambin compara buenos y malos lectores,
Katz, Shankweiler y Liberman6 presentan cinco figuras, que pueden ser cinco
figuras recodificables (puede ser que les corresponda una palabra de la lengua),
o cinco figuras no recodificables (no es posible que les corresponda una palabra
de la lengua.Vase recuadro p. ).
Las figuras exhibidas se retiran, y luego se presentan de nuevo ante al sujeto
en un orden aleatorio. Los sujetos (nios de siete aos) deben reconstituir el
orden inicial. La reconstitucin de los elementos recodificables es mejor en
todos los sujetos, pero la diferencia entre buenos y malos lectores aparece esencialmente en el nivel de esos elementos recodificables, y muy poco en el nivel
de los elementos no recodificables.
6 R. B. Katz, D. Shankweiler e I. Y. Liberman, Memory for item order and phonetic recoding in the
beginning reader, en Journal of Experimental Child Psychology, nm. , , pp. -.
EL PAPEL DEL CDIGO VERBAL EN LA MEMORIZACIN
Figuras no recodificables
Figuras recodificables
Recodificables
Buenos lectores
Malos lectores
No recodificables
Buenos lectores
Malos lectores
Algunos estudios correlativos tambin arrojan estos datos. Jorm7 mostr que
existe una correlacin positiva entre la memoria inmediata de oraciones, en
presentacin oral, y la comprensin en la lectura, pero no con la eficacia de la
lectura de palabras aisladas. Este resultado confirma que la memoria inmediata desempea aqu un papel sobre todo en el nivel de la integracin de los elementos del discurso.
7 A.F.Jorm, Specific reading retardation and working memory: a review, en British Journal of Psy-
Por otra parte ya vimos, al hacer la crtica de la teora de acceso directo, que los
malos lectores son los ms sensibles al contexto. En consecuencia, si se examinan las diferencias individuales en las ejecuciones de comprensin, la explotacin del contexto no es un buen criterio de xito, ni mucho menos!8 Disponemos de un buen nmero de datos que permiten afirmar que las ejecuciones de
lectura oral de seudopalabras predicen de manera excelente la velocidad de lectura y la comprensin de lectura en silencio.9
Veamos algunos resultados de estas investigaciones:
La latencia de pronunciacin de palabras escritas aisladamente, medida en
primer ao de primaria, est correlacionada con la comprensin de las oraciones, medida en tercer ao de primaria. Lo contrario no es cierto: los resultados de comprensin en primero de primaria no permiten predecir la latencia de pronunciacin en tercer ao.10
Los buenos descodificadores en segundo y tercer ao de primaria son los que
ms progresan en comprensin. Tambin son los que pueden adquirir ms
las palabras irregulares.11
Juel,12 en primero de primaria, tom en cuenta a nios con las mismas competencias de comprensin y de produccin. Entre los que llegaron a cuarto
ao, observ a los que entonces eran los mejores lectores (desde el punto de
vista de la comprensin escrita). Pudo mostrar que esos nios eran tambin los
mejores descodificadores cuando estaban en primer ao, y que tambin comprendan bien lo oral en cuarto ao. En consecuencia, se puede concluir que
las habilidades de descodificacin determinan no slo la habilidad general en la
lectura, sino tambin una habilidad ms general de comprensin, desarrollada tanto en lo oral como en lo escrito, habilidad no detectable en primer ao.
C. A. Perfetti, Reading ability, Nueva York, Oxford University Press, ; K. E. Stanovich, Matthew effects in reading: some consequences of individual differences in the acquisition of literacy,
en Reading Research Quarterly, nm. , ; P.B. Gough y C. Juel, The first stages of word recognition, en L. Rieben y C. Perfetti (eds.), Lapprenti-lecteur. Recherches empiriques et implications
pdagogiques, Neuchtel, Delachaux et Niestl, ; M. Taft, Reading and the mental lexicon, Lawrence Erlbaum, Hillsdale, .
9 C. A.Perfetti y T.W. Hogaboam, The relationship between single word decoding and reading
comprehension skill, en Journal of Educational Psychology, nm. , .
10 A.M. Lesgold, L. B. Resnick y K. Hammond,Learning to read: a longitudinal study of word skill
development in two curricula, en T.G. Waller y G.E. McKinnon (eds.), Reading research: Advances
in theory and practice, Nueva York, Academic Press, .
11 P. Freebody y B. Byrne, Word-reading strategies in elementary school children: relations to comprehension, reading time, and phonemic awareness, en Reading Research Quarterly, nm. , ,
pp. -.
12 C. Juel,Learning to read and write: a longitudinal study of 54 children from first through fourth
grades, en Journal of Educational Psychology, nm. , , pp. -.
8
Se sabe, tambin, que ste es un punto muy sensible en el plano de la intervencin pedaggica, que los dficit en el terreno de las capacidades fonolgicas
pueden perdurar por mucho tiempo y tener repercusiones a mediano plazo,
directa o indirectamente.
LAS DEFICIENCIAS EN LAS CAPACIDADES FONOLGICAS SON MUY TENACES
Las capacidades de anlisis fonmico en los jvenes han sido objeto de numerosos estudios. El de Byrne, por ejemplo,13 presenta a nios de cinco aos (antes del aprendizaje formal de la lectura) palabras escritas como: fat y bat.
Se les explica cmo se pronuncian, asegurndose de que han establecido bien
la relacin entre pronunciacin y palabra escrita. Enseguida se les muestra la
palabra fun y se les pregunta si se trata de fun o de bun (los nios an no han
conocido las letras un). Responden al azar, no han localizado las letras f y b para hacerlas corresponder con los fonemas correspondientes, lo cual indica que
no han descubierto el principio alfabtico y que aprenden las relaciones entre
pronunciacin y palabra escrita de manera global.
De modo que hay que recordar que la conciencia fonmica y el conocimiento del cdigo alfabtico aparecen juntos:
no hay xito en los tests fonmicos sin conocimiento mnimo del cdigo alfabtico;
los nios que pueden leer palabras nuevas o seudopalabras tienen xito en los
tests fonmicos.
Desde este punto de vista se puede considerar que el nivel de conciencia fonmica es una manera de predecir el xito en lectura. Pero tambin puede contemplarse como un prerrequisito en relacin con el aprendizaje de la lectura y,
al respecto, podemos interrogarnos sobre las posibilidades de adiestramiento en
las capacidades de anlisis fonmico. No obstante, es delicado definir la naturaleza de los adiestramientos tiles para una toma de conciencia de este tipo, ya que
las unidades fonolgicas en general no pueden presentarse de manera aislada.
Los programas insisten en la necesidad de adiestrar en las dos competencias
y no en una sola:
la habilidad de anlisis fonmico intencional;
el conocimiento de las correspondencias entre letras y sonidos.
El adiestramiento en la correspondencia no es eficaz si no aparece el elemento
fonema. El adiestramiento en los fonemas no concluye si no hay correspondencia letras-sonidos.
JUGAR CON LOS SONIDOS
base en las informaciones ortogrficas, mientras que en palabras ms raras, se recurrira a lo fonolgico, con base en una representacin fonolgica ensamblada, es decir, constituida a partir de reglas de correspondencia grafofonolgica.
As, nos sentimos inclinados a pensar que el acceso a la pronunciacin y a la
significacin de las palabras es posible a partir de un lxico mental que almacena representaciones ortogrficas.
Sin embargo, esta posibilidad no constituye una explicacin vlida del conjunto de mecanismos de acceso a la significacin de las palabras. En efecto, cualquier
hablante de una lengua puede leer sucesiones de palabras que no constituyan
una palabra, con la condicin de que respondan a las reglas habituales de formacin de palabras en esa lengua, es decir que dichas sucesiones sean pronunciables. Tambin es posible decidir si esa sucesin se pronuncia como una palabra
que efectivamente pertenece a la lengua (lopan). En estos casos, necesariamente
se construye una representacin fonolgica a partir de la informacin ortogrfica, y se parea la representacin fonolgica construida as con el lxico de las representaciones fonolgicas de las palabras conocidas.
Para Forster,1 las informaciones de los niveles inferiores (los rasgos perceptivos
y las letras) y las caractersticas formales del lxico determinan los procedimientos de acceso en la percepcin de las palabras. En consecuencia, se utiliza el
cdigo sensorial para recorrer las vas de acceso en el seno del lxico, el cual proviene de la presentacin de una palabra, con el objetivo de establecer una correspondencia entre ese cdigo sensorial y la representacin mental, con base en
las propiedades formales del cdigo. Lo que se llama acceso al lxico es, pues, el
contacto con, o la activacin de, una o varias (en particular en el caso de las palabras ambiguas) representaciones lxicas a partir de la estimulacin sensorial.
Ahora bien, falta precisar la naturaleza de las caractersticas formales sobre
cuya base se establecera esa activacin. Clsicamente, se considera que son de
tres tipos: las propiedades ortogrficas, morfolgicas y fonolgicas de las palabras. Las propiedades fonolgicas y su papel en la lectura se analizaron en los captulos anteriores. De manera que el presente captulo aborda las propiedades
ortogrficas y morfolgicas.
1 K.I. Forster, Visual perception of rapidly presented word sequences of varying complexity, en
Perception and Psychophysics, nm. , , pp. -.
LAS PROPIEDADES ORTOGRFICAS:
EL EFECTO DE SUPERIORIDAD DE LA PALABRA
Los razonamientos anteriores sugieren que hay varias rutas posibles basadas en
cdigos de diferente naturaleza. El principio bsico de esta teora2 consiste en que
el reconocimiento de las palabras se puede realizar a travs de dos rutas diferentes: visual y fonolgica. La codificacin que proviene de la primera ruta es ms
Podemos observar que esta teora es dicotmica: el acceso al lxico pasa ya por
una ruta, ya por lo otra, pero no por las dos. Dado que ambos procesos acceso directo y mediacin fonolgica se realizan con velocidades diferentes, el
ms rpido (el acceso directo) es el que en general lleva la delantera, salvo cuando las caractersticas del stimulus (nombre propio, palabra desconocida o palabra rara) le impiden lograrlo.
Sin embargo, no todo el mundo acepta este aspecto dicotmico, y hoy, a menudo se defiende la idea de que ambos tipos de informaciones, ortogrficas y
fonolgicas, desempean cada cual un papel en la identificacin de las palabras
escritas. De modo que habra una activacin general de ambas fuentes de informaciones:
As se muestra que hay un efecto de facilitacin (la decisin lxica sobre la palabrablanco es ms rpida) a la vez gracias a la
semejanza ortogrfica y gracias a la semejanza fonolgica entre palabra anzuelo y
palabra-blanco:
Ortografa
Facilitacin (ms)
Fonologa
indica que esos efectos son independientes de los conocimientos lxicos del
sujeto: se dice que las representaciones
que estn en juego son prelxicas.
Esos efectos se observan de la misma
manera, sea cual fuere la composicin
de la lista de tems sucesivos. Por lo tanto, en esto no hay efectos estratgicos,
cosa que indica que la activacin de
ambos tipos de representaciones implicadas se hace de manera automtica.
Por ltimo, cuando se hace variar la
duracin del anzuelo, se puede mostrar
que la que desempea un papel facilitador,
en primer lugar, es la informacin ortogrfica (hasta 50 ms) y, posteriormente, la
informacin fonolgica.
* L. Ferrand propone una sntesis de esto en
valuation du rle de linformation phonologique dans lidentification des mots crits, en
LAnne Psychologique, nm. , , pp. -.
Podemos insistir en un aspecto de la utilizacin de las representaciones ortogrficas: stas permiten la explotacin de analogas entre palabras que poseen
pares comunes. As, una estrategia de identificacin de una palabra por analoga se basa en un pareamiento parcial de su estructura ortogrfica con la de
una palabra cercana.
Efectivamente, disponemos de algunas investigaciones que muestran que la
presentacin de un indicio (una palabra cercana conocida por el sujeto) puede
favorecer la identificacin de una nueva palabra o de una no-palabra. Adems
del efecto inmediato para el lector (identificacin de una palabra nueva), sin
duda la explotacin de las analogas constituye una incitacin importante a
analizar la composicin de las palabras y, por lo tanto, a prestar atencin a la
correspondencia grafofonmica.
LEER UTILIZANDO ANALOGAS
y desarrollar su lxico
Al entrar en el ciclo de conocimientos
avanzados, el nio est obligado a dominar los problemas del desciframiento. Sin
embargo, ello no significa que la identificacin de las palabras de todas las palabras se efecte de manera segura y sin
esfuerzo. De hecho, el nio de ocho a
nueve aos contina incrementando el
capital de palabras que estn en la memoria. En sus lecturas, las reconoce con
mayor facilidad si las encuentra con mayor frecuencia. De modo que este trabajo
debe continuar en los ltimos aos de la
primaria, con la programacin de lecturas
ms difciles. Las tablas de frecuencia de
palabras pueden ser muy tiles como
guas. En la medida en que jerarquizan
las palabras del vocabulario comn y no
Goswami3 pudo mostrar que los ejemplos analgicos sobre los que podemos
basarnos para descodificar una palabra nueva parecen desempear un papel,
3 U. Goswami, Childrens use of analogy in learning to read: a developmental study, en Journal of
Experimental Child Psychology, nm. , , pp. -; Ortographic analogies and reading development, en The Quarterly Journal of Experimental Psychology, nm. , , pp. -.
sobre todo con base en su rima. Acaso ciertas partes de las palabras constituyen elementos particularmente eficaces para llevar a cabo procedimientos analgicos? El debate se da esencialmente a propsito de la utilizacin del inicio y
del final (la rima) de las palabras.
Se adiestra a los nios para leer una lista de palabras que tienen, todas, una
misma estructura (por ejemplo, palabras de tres letras CVC: consonante-vocalconsonante). Enseguida se examina el nmero de intentos necesarios para
aprender a leer otra palabra, algunas de cuyas letras coinciden con las de las
palabras de la lista de adiestramiento: pueden ser las del inicio (CV), la parte
central (V), o el final de la palabra(VC). As se puede mostrar que la referencia al final de la palabra es la ms eficaz. Pero esta ventaja es bastante relativa: es transitoria (un aprendizaje realizado al da siguiente ya no se beneficia del
adiestramiento del da anterior); no es generalizable para la lectura de seudopalabras.
Cuando el final de la palabra no es el elemento ms pertinente, la vocal central constituye la referencia ms eficaz: entonces el nio usa sobre todo la informacin respecto a las correspondencias entre grafemas y fonemas. De hecho,
este anlisis parece vlido ms que nada en los lectores principiantes, porque
probablemente la utilizacin de analogas se vuelve intil, en vista de que las
competencias de descodificacin bastan para leer palabras nuevas (en todo
caso es lo que se observa en los mejores decodificadores); o porque la utilizacin
de analogas se ha vuelto difcil por la insuficiencia de conocimientos alfabticos: fusionar un inicio nuevo con una rima conocida para formar una palabra
nueva implica habilidades metafonolgicas no despreciables.
De hecho, es ms tarde (por ejemplo en tercer ao de primaria, segn ciertos trabajos) cuando la utilizacin de analogas puede parecer particularmente
til: una vez dominada la utilizacin del principio alfabtico, los nios pueden
evolucionar hacia la constitucin de unidades ortogrficas ms amplias, entre
ellas la rima, y explotarlas para conseguir una lectura ms eficaz, aun la de palabras nuevas. Esta evolucin concuerda con lo que se conoce de las capacidades
de corte silbico: los lectores principiantes no separan espontneamente las palabras en inicio y rima, aunque ya sean capaces de separarlas en fonemas.
Observemos, no obstante, que el peso relativo de las diferentes maneras de
cortar la palabra puede depender de manera bastante sensible de las caractersticas de cada lengua: el grado de regularidad del sistema alfabtico utilizado en
una lengua introduce variaciones en el peso respectivo de las representaciones
alfabticas y ortogrficas.
Un proceso complejo
5 L. Ferrand y J. Grainger, Phonology and orthography in visual word recognition: evidence from
masked non-word priming, en Quarterly Journal of Experimental Psychology, A, , pp. . Vase tambin J.-L. McClelland y D.E. Rumelhart, An interactive activation model of context
effects in letter perception: Part 1: An account of basic findings, en Psychological Review, nm. ,
, pp. -.
vez unidades palabras y unidades fonolgicas (vase esquema). De tal forma que
stas tambin desempean un papel especfico en el reconocimiento, pero que se
apoya en la activacin de las unidades ortogrficas. Para las duraciones largas
de procesamiento (superiores a los ms), las unidades palabras se benefician de la activacin de las unidades ortogrficas y de las unidades fonolgicas
al mismo tiempo.
Unidades
palabras
Unidades
ortogrficas
infralxicas
Unidades
fonolgicas
infralxicas
Entrada visual
Hay que recordar que la fortsima interactividad de este conjunto de mecanismos permite tambin una gran flexibilidad en su peso respectivo y en su articu-
lacin. En especial, esa flexibilidad es visible en el papel que desempea el sistema de escritura. En la introduccin vimos que los diferentes sistemas de escritura correspondan a lgicas muy diferentes. Qu consecuencias puede tener
esto en la organizacin del sistema de reconocimiento?
Las escrituras logogrficas
Hemos demostrado que el papel de lo fonolgico es, lgicamente, muy diferente en chino (escritura logogrfica donde cada signo representa una palabra o un
morfema) en relacin con las escrituras alfabticas occidentales. En los experimentos de anzuelo, se obtienen efectos de preparacin en el nivel grafmico.
Desde luego que el lector chino puede representarse la pronunciacin de las
palabras que lee, pero est demostrado que recurrir a esa representacin sin duda no es til para realizar una identificacin lxica, contrario a lo que sucede en
las escrituras alfabticas.
Pero el sistema de escritura chino es en realidad ms complejo, puesto que los
signos poseen en general dos componentes: una raz semntica y una raz fontica, esta ltima da al lector una indicacin sobre la pronunciacin del lexema a partir de su rima. As, en ciertas condiciones, puede haber explotacin de
las informaciones fonolgicas: la presencia de un elemento fontico facilita la
pronunciacin de los caracteres raros, pero no la de los frecuentes.
El hebreo ofrece la posibilidad de utilizar, sin que sea obligatorio, marcas diacrticas (puntos, tildes) que representan a las vocales. Aqu tambin podemos
mostrar que esas marcas facilitan la decisin lxica slo en el caso de las palabras raras.
Las escrituras alfabticas
Si permanecemos dentro del marco de los sistemas de escritura alfabtica, podemos observar diferencias que no dejan de tener consecuencias en los procesos
de lectura. Se sabe que las irregularidades de la correspondencia grafofonolgica son bastante frecuentes en francs, ms an en ingls, pero son escasas en
italiano e inexistentes en una lengua como el serbocroata que, desde este punto de vista, se aproxima un poco al kana japons, aunque sobre la base de principios muy diferentes (vase la Introduccin). En serbocroata, a cada grafema
(a menudo una sola letra) slo le corresponde un fonema y a cada fonema slo
le corresponde un grafema. De esto se dedujo que ciertos efectos observados en
lenguas poco regulares, como el ingls, no deban observarse en serbocroata, lo
cual se confirm.
As, la diferencia de tiempo de procesamiento entre palabras y seudopalabras
(o efectos de lexicalidad) y el efecto de frecuencia (el tiempo de pronunciacin
es ms corto en las palabras frecuentes que en las raras) es ms fuerte en ingls
o en hebreo no puntuado (sin marcas de vocales) que en serbocroata. Los efectos de anzuelo semntico, que existen en ingls, aunque en ciertas condiciones
predomine el anzuelo fonolgico, no existen en serbocroata o en italiano, lengua
igualmente regular. Estos fenmenos se interpretan con la suposicin de que
las lenguas muy regulares en cuanto a la correspondencia grafofonmica favorecen la explotacin de los procesos de ensamblaje fonolgico, en detrimento
de los procesos de acceso lxico directo.
No obstante, en italiano se ha podido mostrar la aparicin de fenmenos de
anzuelo semntico, con una condicin: que la lista de elementos lxicos utilizada por el investigador no contenga ninguna seudopalabra. En efecto, en este
caso el procedimiento de ensamblaje en realidad no es til, puesto que el sujeto
puede aplicar una estrategia basada nicamente en el acceso lxico directo. Tambin es lo que sucede cuando el lector procesa slo palabras frecuentes, como
vimos. En otros trminos, en lectura existen interacciones significativas entre
las representaciones lxicas, por una parte, y los procedimientos fonolgicos,
por la otra. El peso respectivo de esos dos mecanismos y su modo de articulacin dependen al mismo tiempo de las caractersticas del sistema de escritura y
de las caractersticas de la tarea o de la situacin, que pueden inducir estrategias variadas por parte del lector.
emos insistido ampliamente en los procesos que se activan en la descodificacin de las informaciones grafmicas, no tanto por su importancia pedaggica como por el hecho de que son poco accesibles
para la conciencia del lector experto (por lo tanto, para los profesores en particular). Por lo dems, la destreza en la lectura consiste precisamente, y en gran
parte, en saber no cmo evitar los mecanismos de descodificacin, sino en utilizarlos con tal maestra de manera casi totalmente automatizada que para
el lector se vuelvan transparentes.
DESCONFE DEL CONTEXTO!
Por lo tanto, ahora abordaremos aspectos ms amplios con base en este detallado
anlisis, que sin duda dirn algo ms al pedagogo. En efecto, desde nuestro punto de vista, las competencias de descodificacin y las competencias de comprensin no slo son compatibles, sino tambin complementarias. Para leer de
manera eficaz, hay que:
ser capaz de explotar al mximo el cdigo alfabtico, explicitar las relaciones
entre letras y sonidos;
desarrollar competencias generales de lenguaje: hacer que intervengan nuestros conocimientos en el mbito que aborda el texto para comprender lo que
se dice, establecer relaciones causales entre las oraciones, etc.
Volvemos a encontrar ahora, aunque sin duda con mejores armas para procesarlo, el problema del papel del contexto, que comenzamos a revisar a propsito de la hiptesis que rechazamos de la adivinanza psicolingstica. Claro
est que el papel del contexto en la lectura no se puede limitar a los procesamientos lxicos. El contexto puede desempear un papel en diferentes niveles.
Ya hemos visto que es ms fcil identificar letras insertadas en una palabra que
letras sin vnculos entre s, lo que nos remite a un problema de contexto. En el
otro extremo de la cadena, sabemos que los conocimientos textuales que el lector aplica pueden desempear un papel no desdeable en los procesos de integracin semntica (vase Los aspectos textuales, p. ). Sin embargo, podemos
decir que el caso de los procesamientos lxicos, en su (relativa) simplicidad, ejemplifica muy bien los problemas que se plantean al sujeto ante la nocin, con frecuencia muy frgil, del papel del contexto. Para explorar mejor el problema, se
impone una exposicin terica preliminar.
Los procesos mentales son mdulos independientes?
ara lograr una lectura eficaz, el lector debe actuar de manera que se
superpongan ciertos procesamientos.
Puede tratarse de terminar el procesamiento de una palabra, mientras comienza el procesamiento de la siguiente:
puede ser tambin la capacidad de procesar una palabra cuando ya no est fija.
Dicho de otro modo, para ser eficaz, el
lector debe lograr disociar la percepcin
cin de letras); da el resultado de sus propios procesamientos al mdulo situado hacia abajo (para el lxico: despus de la identificacin de una palabra, interpretacin semntica de la palabra as reconocida). Pero no hay posibilidad de
retorno, es decir, para continuar con el ejemplo del lxico, de influencia de una
interpretacin semntica (una hiptesis) sobre los mecanismos de reconocimiento de la palabra.
As, los que sostienen estas teoras consideran la comprensin del lenguaje
como una actividad modular: los procesamientos realizados a partir de la entrada perceptiva concluyen en la elaboracin del sentido literal, que constituye la
salida del mdulo, el sentido literal que, entonces, sirve de entrada para los procesadores centrales que, por su parte, efectan el ajuste contextual (la interpretacin del sentido global).
Estas teoras atribuyen muchas propiedades centrales a los mdulos implicados en una actividad cognoscitiva:
estn encapsulados, es decir que no tienen acceso a las informaciones en procesamiento en los otros mdulos;
son impermeables a la accin de los procesos centrales, que por ende no pueden actuar de manera estratgica en su aplicacin, en funcin de los objetivos
de la tarea, por ejemplo;
son irreprimibles: el sujeto no puede ejercer control sobre su aplicacin, por
lo cual no puede impedir su realizacin (frente a una sucesin que constituye
una palabra, es imposible para un sujeto-lector no reconocer esa palabra).
De modo que, dentro de esta perspectiva, hay clara independencia entre los diferentes procesamientos en juego en la comprensin. Hay interacciones posibles
en el nivel del resultado de los procesamientos (las entradas-salidas), y no en el
nivel de los propios procesamientos. En especial, se supone que el contexto slo
acta en el nivel de la interpretacin y de ninguna manera en el nivel del reconocimiento de los elementos del lenguaje. En lo que respecta al lxico, veremos
que, en una perspectiva modularista, el mdulo de acceso lxico:
toma en cuenta el resultado de los niveles inferiores (rasgos visuales, letras);
realiza procesamientos sobre la base de las propiedades formales del lxico:
propiedades ortogrficas, frecuencia de las palabras en la lengua;
pero esos procesamientos se realizan independientemente de las significaciones implicadas.
As, se puede decir que, dentro de ese marco terico, una palabra es una sucesin de letras, y no una unidad de significacin, cuando el sujeto la procesa para
EL CONTEXTO, UNA AYUDA PARA LA INTERPRETACIN Y NO PARA EL
RECONOCIMIENTO DE LAS PALABRAS: EL EXPERIMENTO DE SWINNEY, 1979
El lxico mental
LAS ASOCIACIONES VERBALES
ara dar cuenta de los lazos permanentes entre las palabras, la tcnica
que se utiliza consiste en presentar al sujeto una palabra inductora, y pedirle que
enuncie, lo ms rpidamente posible, todas las palabras que le vengan a la mente
(palabras inducidas) a partir de este inductor. Esta operacin se repite con un gran
nmero de palabras indicadoras en un
mismo sujeto y en un gran nmero de
sujetos; as, con cada palabra inductora, se
obtiene una lista de palabras inducidas,
con la frecuencia con la cual las produjo
ese inductor. Las tablas de frecuencia asociativa construidas as tambin pueden incluir datos sobre la latencia de induccin,
es decir, el rango medio de producciones
de un inducido para cada inductor. Ambos
ndices, frecuencia y latencia, constituyen
una medida de la fuerza de la relacin entre palabra inductora y palabra inducida.
As, las tablas de frecuencia asociativa, o de
normas asociativas, pretenden dar cuenta
de las relaciones privilegiadas entre los
elementos del lxico. La recoleccin de
esas normas ha permitido mostrar que esas
relaciones son muy estables en los diferentes individuos en una lengua y una cultura dadas, pero tambin en un mismo
individuo cuando se repite la medicin.
La teora detrs de esta tcnica es la
siguiente: el acceso a una unidad lxica
(una palabra) a partir de otra unidad lxica (otra palabra) da cuenta de una
relacin permanente, establecida entre
esas unidades durante experiencias anteriores del sujeto. Esta teora se encuentra
profundamente marcada por corrientes
clsicas en psicologa del aprendizaje: asociacionismo y conductismo.* Igualmente,
*Vase Manuel de psychologie pour lenseignement, op. cit., captulos sobre el aprendizaje y la
psicologa cognoscitiva.
amarillo (canario)
cantar (canario)
volar (pjaro)
tener plumas (pjaro)
Estas relaciones se pueden resumir en forma de rbol, con el cual se intenta representar la estructura de la memoria semntica. La articulacin de las relaciones
Animal
tiene piel
se desplaza
come
respira
tiene alas
puede volar
tiene plumas
Pjaro
tiene aletas
puede nadar
tiene branquias
Pez
es rosa
Canario
puede cantar
puede
morder
Tiburn
comestible
Salmn
es amarillo
Avestruz
es peligroso
tiene largas
y finas patas
remonta los
ros para
desovar
es grande
no puede volar
la validez psicolgica de una red solicitando a los sujetos que verifiquen la veracidad de oraciones como:
un canario puede cantar
un canario puede volar
un canario tiene piel
El tiempo para verificar estas oraciones
(es decir, para responder s, esta oracin
es verdadera, o no, esta oracin es falsa)
depende del nmero de etapas para efectuar las inferencias necesarias en el seno
de la red (vase grfica de resultados).
No obstante, estos resultados no
siempre se confirman. Por ejemplo, se
puede mostrar que un perro es un animal
se analiza con mayor rapidez que un perro
es un mamfero.
Este dato contradictorio se interpreta
considerando que, en nuestras representa-
Un canario
puede volar
Un canario
puede cantar
Un canario
es un animal
Un canario
es un pjaro
Un canario
es un canario
A.M. Collins y M.R. Quillian, Retrieval time from semantic memory, en Journal of Verbal Learning and
Verbal Behavior, nm. , , pp. -.
Un tema central de diversas investigaciones clsicas tiene que ver con el papel de
las relaciones formales entre elementos del lxico, y el de las relaciones semnticas entre esos mismos elementos. Ellas estn fundadas en tcnicas de anzuelo
(vase recuadro p. ). La identificacin de una palabra se facilita con la presentacin previa de otra asociada con ella? En el caso de que la respuesta sea
afirmativa, cul es la naturaleza de la relacin entre esas dos palabras, cul de
ellas desencadena el mayor efecto de facilitacin?
La existencia de esa facilitacin ha sido demostrada desde hace mucho tiempo. Meyer y Schvaneveldt2 () mostraron que la identificacin de una palabra
se facilita con la presentacin previa de otra palabra semnticamente asociada
con ella.
2 D.E. Meyer y R.W. Schvaneveldt, Facilitation in recognizing pairs of words: evidence of dependence between retrieval operations, en Journal of Experimental Psychology, nm. , , pp. .
Estos autores interpretan ese fenmeno con la suposicin de que la presentacin de la primera palabra ha activado su propia representacin, pero tambin la de otras palabras con las que est vinculada en la memoria permanente.
Sin embargo, falta determinar el funcionamiento de esa activacin indirecta que puede ser:
automtica: se trata entonces de una irradiacin de la activacin entre varias representaciones mentales, con base en las conexiones especficas que existen en
la memoria permanente;
estratgica: entonces es efecto de expectativas cognoscitivas generadas a partir de
la palabra anzuelo, con base en los conocimientos que el sujeto posee en la
memoria permanente.
Los trabajos sobre este aspecto destacan un efecto importante de las relaciones
formales, ms que de las relaciones semnticas (vase recuadro), al menos cuando el intervalo temporal entre ambas palabras presentadas sucesivamente es corto. Esta dimensin temporal de los procesamientos lxicos es el elemento del
que ahora nos ocuparemos principalmente, puesto que lleva a una distincin
fundamental cuando intentamos analizar la naturaleza de los procesos cognoscitivos en juego en la actividad de la lectura: la distincin entre procesos automatizados y procesos controlados.
Las investigaciones de Neely (en especial en ) permiten diferenciar esos
dos tipos de efectos en el seno de una misma tarea, haciendo variar a la vez el
tiempo de procesamiento disponible y el de las consignas estratgicas. As se
muestra que los efectos de facilitacin o de inhibicin en la identificacin
pueden provenir, segn el caso, ya sea de procesos automticos o de tratamientos estratgicos.
LOS EXPERIMENTOS DE NEELY
que, por el contrario, los procesos de reconocimiento de las palabras slo pueden estar sumamente automatizados. Este razonamiento no excluye en absoluto
la posibilidad de invocar estrategias contextuales cuando, ms all del reconocimiento de las palabras, se trata de aplicar procesos de integracin semntica.
En lo queremos insistir es en que ahora existe un nmero considerable de trabajos que muestran que se debe realizar una primera etapa de procesamiento,
muy rpida, ineludible (irreprimible), poco costosa, si se basa en mecanismos
bien adiestrados, es decir, una etapa de procesamiento muy automatizado, antes de que se apliquen los procesamientos ms elaborados de integracin semntica. Esta etapa es muy corta: se puede suponer que se realiza dentro del marco de
cada fijacin sucesiva de la mirada del lector. Por lo tanto, es totalmente inaccesible, y por eso es imposible recurrir a la intuicin para tratar de concebir de
manera ms concreta su naturaleza.
Lo nico que podemos hacer es remitirnos a los datos experimentales que permiten construir progresivamente conceptos susceptibles de inducir a la comprensin de lo que sucede durante esa fraccin de segundo.
No obstante, existen datos que permiten pronunciarse en favor de la presencia de efectos de contexto en el procesamiento de las oraciones. Pero hay
que interpretar convenientemente esos fenmenos.
Por ejemplo, se sabe que los tiempos de denominacin de las palabras son
ms cortos cuando se trata de palabras colocadas al final de la oracin, en relacin con otras palabras de la oracin.3 Este fenmeno puede ser el indicio de que
los procesamientos integradores ya realizados sobre la casi totalidad de la oracin, salvo el final, constituyen una preparacin para el procesamiento de las palabras al final de la oracin. De manera ms general, se puede mostrar que una
palabra se reconoce con mayor facilidad en el contexto de una oracin, que
cuando se presenta de manera aislada. Adems es preciso sealar:
que esos efectos de facilitacin slo se observan con palabras muy predecibles
dentro del contexto de una oracin dada: en la mayora de los casos, pocas
veces la predictibilidad es tan fuerte como lo que se puede pensar de manera
intuitiva, y los efectos de contexto son entonces muy escasos, o incluso nulos;
que nada muestra que esos efectos de contexto efectivamente tengan que ver
con los procesos de reconocimiento de las palabras: en realidad se pueden relacionar con los procesos de verificacin y de integracin de las informaciones semnticas y sintcticas. Un indicio interesante en este sentido consiste en
que se pueden observar efectos de inhibicin significativos (se reduce mucho
el reconocimiento de la palabra) cuando la palabra-blanco constituye una sucesin no aceptable de la oracin presentada (aqu no aceptable significa que
la palabra-blanco es incompatible con el contexto y no slo neutra en relacin
con ese contexto). As, para que haya inhibicin, an ser necesario que antes
haya habido activacin de la palabra-blanco, y eso probablemente de manera
automtica, sea o no compatible con el contexto. De este modo, no puede ser
la activacin misma la que plantee problemas para una palabra-blanco incompatible, sino ms bien su integracin en el marco de un proceso de elaboracin semntica en curso y que se relacione con un conjunto de palabras ya
reconocidas.
3 W.D. Marlsen-Wilson y L.K. Tyler, The temporal structure of spoken language processing, en
Cognition, nm. , , pp. -.
Parte 2
LA COMPRENSIN DE LA ORACIN
Sintaxis y semntica
No hay treinta y cinco maneras de atribuir sentido a esta sucesin de palabras, y la construccin sintctica no tiene ninguna importancia!
As que puede haber expresiones sintcticamente correctas sin significacin,
y semnticamente correctas sin sintaxis. Significa esto, como ya lo sugera un
primer ejemplo, que los mecanismos que permiten la comprensin de oraciones funcionan por separado o, en todo caso, que pueden funcionar por separado?
Una anlisis intuitivo de este asunto puede desembocar en cuestiones bastante
contradictorias.
Por un lado, cuando leemos un texto podemos tener la impresin de hacer
todo simultneamente: la comprensin del sentido es inmediata y las palabras
se articulan entre s sin que haya que hacer un esfuerzo particular: no hacemos
sintaxis por un lado y semntica, por otro Aunque a veces tengamos que volver atrs ms de una ocasin para leer una oracin algo complicada o para interpretar una oracin ambigua (El palafrenero cuida al caballo de su amigo que
est fatigado): en este caso, debemos pensar en distintos cortes sintcticos posibles (quin est fatigado?) y efectuar una eleccin en funcin de lo que sea ms
verosmil. Por otra parte, si se nos pide describir los mecanismos de la comprensin, es probable que expresemos de manera bastante espontnea un modelo
ms bien lineal, lo que, por lo dems, hacen muchos especialistas en psicologa
del lenguaje:
comprensin de la significacin de cada palabra: procesamientos lxicos;
localizacin de las funciones de las diferentes palabras y sus relaciones: procesamientos sintcticos;
anlisis del sentido literal: procesamientos semnticos;
contextualizacin e interpretacin en relacin con la intencin de significacin del locutor: procesamientos pragmticos.
Tambien, a veces podemos tener la impresin de llegar muy rpido a la significacin de la oracin, sin necesidad de tomar en cuenta sus componentes, lo cual
puede llevar a interpretaciones errneas. En este caso, lo semntico, o lo pragmtico, parecen preceder a lo sintctico!
sta ser la primera pregunta que plantearemos en esta parte: cuando escuchamos o leemos una oracin, los procesamientos sintcticos preceden a los
semnticos o a la inversa? Ms an: hay autonoma en estos dos tipos de procesamiento?
La manera como concebimos los procesamientos sintcticos en psicologa cognoscitiva est muy marcada por los conceptos que introdujo el lingista estadunidense Noam Chomsky.1 La palabra gramtica sin duda evoca muchas cosas
para ustedes (el sujeto, el verbo, el complemento, el objeto directo y el objeto
indirecto, los relativos, etc.): se trata sobre todo de reglas, es decir, de normas
que indican cmo hay que construir oraciones correctamente. Chomsky habla
de gramtica interiorizada, lo que significa que cada uno de nosotros posee
un conjunto de reglas, que no son forzosamente las reglas escritas de la gramtica tradicional, cuya funcin es la de generar todas las oraciones aceptables de
una lengua dada y rechazar las que no lo son en esa lengua.
APRENDER A SEGMENTAR
Reglas generales
UN EJEMPLO DE ARBORESCENCIA SINTAGMTICA
O
SN
Det
SV
N
SP
PP
El
nio
juega
en
SN
Det
el
patio.
EL PROCESAMIENTO DE LA ORACIN:
CORTAR EN EL LUGAR ADECUADO
En primer lugar, vamos a ilustrar esta segunda hiptesis, que ha sido objeto
de muchas investigaciones, y enseguida veremos sus lmites. A menudo, esta hiptesis se presenta en referencia al mecanismo del garden path: en efecto, supone que el sujeto que interpreta una oracin en ciertos casos puede dejarse llevar
por una pista falsa por medio de un primer anlisis sintctico, antes de rectificar la mira, si su primer anlisis sintctico se muestra no pertinente (to lead somebody up the garden path = despistar, hacer que alguien camine).
De modo que, si se admite esta hiptesis, el lector / auditor tomara en consideracin en primer lugar una estructura sintctica sin tener en cuenta la significacin de la oracin procesada. Luego, tenemos que establecer en qu se basa
para escoger la estructura sintctica que privilegia. Una de los investigadores que
ms ha estudiado esta hiptesis, Frazier, propone que el sujeto escoge la estructura sintctica ms simple. Lo simple se define mediante dos principios:
El principio de minimal attachment: siempre se prefiere la estructura que
produce el menor nmero posible de unidades. Esta estrategia consiste en
estructurar la oracin de manera econmica, es decir, utilizando el menor
nmero de nudos sintcticos posible.
Tomemos el siguiente ejemplo:
El muchacho mira los fuegos artificiales en su recmara.
El muchacho mira los fuegos artificiales en el cielo.
El muchacho mira los fuegos artificiales cerca del ro.
Si bien en los dos primeros casos nuestro conocimiento de las cosas que pasan
habitualmente (dnde pueden producirse los fuegos artificiales?) conduce de
inmediato a una interpretacin sin ambigedades, en el tercero, la interpretacin mayoritaria consiste en relacionar el sintagma cerca del ro, con el verbo mira; en efecto, la otra interpretacin (los fuegos se lanzan cerca del ro), implicara
constituir una nueva unidad sintagmtica.
El principio de late closure: las palabras nuevas que se encuentran durante
el procesamiento de la oracin estn vinculadas con la estructura que se est
procesando hasta donde es posible. Por ende, el procesamiento sintctico de
las oraciones se efectuar de inmediato, a medida que el lector vaya identificando las palabras que las componen.
En el ejemplo Se arriesgaba mucho rodando el casete mientras manejaba, sin duda usted relacion primero rodando con la estructura ya construida, lo que im
Entre los numerosos datos empricos que pueden sostener esta hiptesis, se
pueden citar los que tienen que ver con variaciones en el tiempo de lectura de
los diferentes elementos de una oracin. En el experimento de Frazier y Rayner3
se solicita la lectura de oraciones ambiguas, que slo se pueden desambiguar
(es decir, llegar a una sola interpretacin) cuando el lector llega a cierto punto
de la oracin, como en el ejemplo siguiente:
Since Jay always jogs a mile it seems like a short distance to him (Como Joy siempre corre una milla, le parece una distancia corta).
Since Jay always jogs a mile seems like a short distance to him (Como Jay siempre corre, una milla le parece una distancia corta).
Cuando el lector encuentra a mile, puede interpretarla como objeto del verbo
jog (primer caso) o como sujeto del sintagma siguiente (segundo caso).
Si medimos el tiempo de lectura de cada palabra, podemos mostrar que es
mayor en el punto de desambiguacin (en la palabra que permite interpretar
correctamente la oracin: seems e it), pero esa disminucin de la velocidad no
se produce de repente, sino slo cuando, aplicando los dos principios de Frazier, el comienzo de la oracin conduce al lector a construir una estructura no
compatible con la estructura correcta. En nuestro ejemplo, a mile est relaciona-
2 Sobre este concepto, vase Psychologie cognitive, en Manuel de psychologie pour lenseignement,
op. cit.
3 L. Frazier y K. Rayner,Making and correcting errors during sentence comprehension: eye movements in analysis of structurally ambiguous sentences, en Cognitive Psychology, nm. , , pp.
-.
FRAZIER: UN MODELO AUTNOMO QUE SE INSPIRA
EN LA TEORA MODULAR DE FODOR
Esta teora toma en cuenta el hecho de que los diferentes papeles en una oracin pueden expresarse de distintas maneras segn las lenguas. Por ejemplo, la
relacin prototpica agente / accin / paciente (desde el punto de vista gramati-
LA SINTAXIS, DE ACUERDO, PERO EL RESTO?
cal sujeto / verbo / objeto, o SVO) pueden corresponder a diferentes codificaciones lingsticas:
el orden SVO, sin flexin especfica de las palabras (a menudo es el caso en ingls);
el orden SVO, con flexiones que marcan el caso de ciertas palabras, el acusativo por ejemplo (en serbocroata o en hebreo);
un orden libre, con flexiones que marcan el papel de cada sustantivo (en turco);
o tambin el orden SOV, con marcas (a veces en alemn), etctera.
Ciertas lenguas, como el italiano, incluso aceptan un orden relativamente libre
de las palabras (lo cual permite insistir en algunas palabras), casi sin marcas de
los papeles funcionales, lo que supone interpretaciones basadas en criterios distintos de los lingsticos.
Estas diferencias no dejan de tener consecuencias en las dificultades relativas
de adquisicin de estructuras sintcticas en las diferentes lenguas, pero nosotros aqu nos dedicaremos sobre todo a determinar algunas consecuencias de
un sistema de esta ndole en el funcionamiento del sujeto adulto: las estrategias
de anlisis de las estructuras de la oracin varan segn las caractersticas de la
lengua materna del sujeto.
Este modelo se basa en la idea siguiente: es muy raro que las marcas superficiales y las funciones que ellas desempean estn totalmente cubiertas: con frecuencia las marcas son plurifuncionales y las funciones pueden tomar distintas formas.
Tomemos un ejemplo simple: en ingls, la funcin sujeto a menudo est marcada por la posicin preverbal; tambin por la concordancia en persona y nmero con el verbo, etctera.
El modelo de competicin toma en cuenta la existencia de cuatro marcas
diferentes para representar lingsticamente las relaciones entre las palabras y
el hecho de que esas distintas marcas puedan entrar en competencia unas con
otras. Esas marcas son las siguientes:
el orden de las palabras: en muchas lenguas, el agente aparece primero en la
oracin, pero no es un caso general;
las marcas morfolgicas sobre las palabras: en ciertas lenguas el sustantivo
que representa al objeto de una accin es modificado por una marca llamada de acusativo; en muchas lenguas se marca la concordancia entre el sujeto
y el verbo, pero no entre el verbo y el complemento;
las caractersticas semnticas y pragmticas de las palabras: la principal
propiedad que se toma en cuenta es el carcter animado o no animado, es poco probable el papel del sujeto en el segundo caso.
en lengua oral, el entorno entonativo: una marca de insistencia corresponde con frecuencia al papel de agente.
Suponga que se enfrenta a una sucesin de palabras como:
El muchacho lanza pelotas.
Imagine, en primer lugar, que no es espaol, sino una lengua cualquiera; los elementos sucesivos estn marcados de la siguiente manera: (la forma exacta de la
marca de cada palabra puede variar segn las lenguas):
muchacho (singular, definido);
lanzar (3a. persona, singular, presente del indicativo);
pelotas (plural, indefinido).
Dado que la primera palabra es un sustantivo, puede ser S (sujeto) u O (objeto): en consecuencia, son posibles las estructuras SVO, SOV, OSV, OVS. Como
la segunda palabra es un verbo, permanecen las estructuras SVO y OVS.
Para escoger entre estas dos estructuras, en ciertas lenguas como el ingls o el
francs, que no permiten el orden OVS, bastar con la posicin. En espaol s se
autoriza este orden, pero observaremos que otro indicio marca claramente el papel del sujeto: la concordancia entre la palabra muchacho y el verbo, que excluye
que el otro sustantivo pueda ser sujeto. No sucedera lo mismo en la sucesin:
DISPONIBILIDAD Y FIABILIDAD DE LOS INDICIOS
Podemos ilustrar el inters de esta teora mediante la exposicin de una investigacin relativamente simple sobre las estrategias mayoritarias de interpretacin
de enunciados de diferentes formas en ingls y en alemn: el experimento de Kilborn.8 En l, los sujetos deben interpretar oraciones (siempre compuestas de dos
8 K.Kilborn, Sentence
ORACIONES PRESENTADAS POR KILBORN, CON LOS INDICIOS DISPONIBLES
Oracin
Orden de
las palabras
Sustantivos:
animado /
no animado
Concordancia
con el verbo
NV N
AA
1er. sustantivo
NV N
IA
2o. sustantivo
VNN
II
ambos sustantivos
N NV
IA
2o. sustantivo
NV N
AI
ambos sustantivos
VNN
II
1er. sustantivo
NV N
AI
2o. sustantivo
N NV
IA
1er. sustantivo
DE LA SNTESIS A LA SIGNIFICACIN
dems del procesamiento sintctico, el lector debe efectuar un procesamiento del sentido de la oracin. Las
diferentes palabras de las oraciones se
analizan con ayuda de las diferentes informaciones almacenadas en la memoria a
largo plazo en el lxico. Pero la comprensin de la oracin no slo se basa en el
anlisis de cada una de las palabras; el lector debe construir una representacin del
sentido de la oracin. Debe transformar
la sucesin de palabras en una forma simblica que se llama proposicin, y que corresponde globalmente a una idea. En la
teora de Kintsch y de Van Dijk, que abordaremos en el captulo siguiente, la proposicin se considera una unidad de
procesamiento; as, mientras ms proposi-
e una manera muy esquemtica, podemos extraer dos grandes componentes de la lectura / comprensin: el texto y el lector. El primero
puede variar en cuanto a su forma y a su contenido; el segundo, en
cuanto a los conocimientos y a las operaciones cognoscitivas que el lector pone
en juego. Es evidente que estos dos componentes estn estrechamente vinculados; para dar un ejemplo, digamos que el grado de familiaridad del texto depende de los conocimientos que el lector tiene del mbito abordado en ese texto.
UN MODELO COMPONENCIAL DE LA LECTURA / COMPRENSIN
Ahora nos centraremos en los aspectos textuales, es decir, los que permiten la
integracin de alto nivel de la informacin textual de la lectura / comprensin:
la construccin de la representacin de conjunto del texto. No hablaremos de los
aspectos lxicos y sintcticos, que ya se abordaron en los captulos anteriores
(stos intervienen, claro est, en la comprensin y pertenecen al texto).
Desde el punto de vista lingstico, los aspectos textuales corresponden a ciertas dimensiones que se pueden manipular: tipo de texto, familiaridad con el entorno que evoca el texto, marcas que aseguran la cohesin Trataremos aqu de
analizar las operaciones cognoscitivas que el lector pone en juego para procesar esos aspectos textuales y las dificultades que pueden convertirse en obstculo
para la comprensin.
Para permitir al lector construirse una representacin ms o menos coherente del problema, a veces presentaremos las cosas de una manera un poco segmentada y parcelaria, aunque probablemente dicha presentacin est bastante
alejada de la realidad del funcionamiento psicolgico del lector! En la actividad
de la lectura, las diferentes dimensiones que permiten caracterizar el texto (contenido familiar o no, estructura textual estndar o no, etc.) tienen repercusiones
sobre los numerosos procesos en juego: seleccionar las informaciones importantes, segmentar la informacin en paquetes coherentes, etc. Pero todos estos
aspectos mantienen relaciones muy estrechas entre s: existen fuertes interacciones en la medida en que los efectos que puede tener una dimensin textual
(por ejemplo, la familiaridad del entorno) varan en funcin de las otras dimensiones textuales (la estructura del texto, los conectores, etc.). Adems, una misma
dimensin textual tiene repercusiones en cascada sobre los procesos cognoscitivos aplicados: un entorno familiar, en la medida en que permite la activacin
de conocimientos especficos, facilita los procesos inferenciales, los cuales, a su
vez, facilitan la integracin de los elementos de la oracin, etctera.
En general, digamos que comprender un texto consiste en construir un modelo mental de situacin en el cual la informacin del texto se elabora e interpreta
a partir de los conocimientos previos de los lectores, y se integra en stos. Esos
conocimientos previos facilitan la activacin de cierto nmero de procesos esenciales para la comprensin del texto: inferencias para restablecer lo implcito,
relacin de las diferentes informaciones del texto para construir una representacin coherente, etctera.
Un modelo de situacin
Para ilustrar esta nocin de modelo de situacin, tomamos de Bransford, Barclay y Franks el ejemplo siguiente, en el cual se pide a los sujetos que lean una
de estas dos oraciones:1
a) Tres tortugas reposaban sobre una tabla flotante y un pez nadaba bajo ella;
b) Tres tortugas reposaban al lado de una tabla y un pez nadaba bajo ella.
Posteriormente, se les pide que recuerden la oracin que leyeron: los sujetos
que leyeron la oracin a) no logran saber si terminaba con bajo ella o bajo ellas.
En efecto, en el caso de esta oracin, los sujetos construyen mentalmente una
representacin en la cual el pez est a la vez bajo la tabla (bajo ella) y bajo las
tortugas (bajo ellas).
UN MODELO MENTAL?
sentacin no pretende ser exhaustiva; ms bien, se trata de dar al profesor cierta cantidad de informaciones que le permitirn comprender mejor la manera
como el alumno puede funcionar, y que, eventualmente, le permitirn controlar mejor ciertos aspectos textuales que aqu analizaremos, conociendo los efectos que produce cuando manipula tal o cual de ellos.
Inferencia y coherencia
Es muy raro que se diga todo en los textos; en el momento de la lectura, se hacen numerosas inferencias necesarias para el restablecimiento de la coherencia
del texto inicial. As, por ejemplo, cuando se propone a los sujetos la oracin el
profesor distrado no tena sus llaves, los sujetos transforman ese enunciado inicial mediante el juego de un proceso inferencial: si no las tiene, es porque las
olvid. Cuando se les pide que recuerden el enunciado, el recuerdo se basa a la
vez en las informaciones textuales de partida y los conocimientos generales del
sujeto. El enunciado que se recuerda puede entonces convertirse en: El profesor
distrado haba olvidado sus llaves.
Se han llevado a cabo numerosos trabajos sobre las inferencias. El problema
es bastante complejo en la medida en que las dimensiones que permiten clasificar los diferentes tipos de inferencias varan de un autor a otro. Se pueden distinguir inferencias lgicas (que permiten la integracin de la informacin relativa
a las relaciones de condicin, de conjuncin, de disyuncin, etc.) y las inferencias
pragmticas (que no son universales, sino que se basan en encadenamientos
Leer es interpretar
damos), de todos modos podemos hacer que intervengan criterios ms objetivos para juzgar esa importancia. Con base en anlisis lingsticos, podemos
tener en cuenta las informaciones importantes y las informaciones menos importantes. Es lo que proponen Kintsch y Van Dijk con el anlisis predicativo.2
As, la informacin textual puede jerarquizarse en niveles de importancia variable, con base en cierto nmero de principios.
Micro y macroestructuras
En general, la informacin del texto se puede descomponer en dos grandes categoras: la informacin microestructural y la informacin macroestructural.
La microestructura del texto describe la significacin local, literal del texto. Por
ejemplo, analicemos el prrafo siguiente:3
A los griegos les gustaba el arte. Cuando los romanos conquistaron a los griegos,
les copiaron, y as aprendieron a crear arte bello.
Este texto se puede descomponer en ocho microproposiciones:
gustar (griegos, arte)
bello (arte)
conquistar (romanos, griegos)
copiar (romanos, griegos)
(cuando , ).
aprender (romanos, )
consecuencia (, ).
crear (romanos, )
La microestructura est constituida por una red jerarquizada de proposiciones
con la proposicin ms importante en la cima y, en los niveles inferiores, proposiciones que, a medida que se desciende, son cada vez menos importantes. De
hecho, la estructura es relativamente compleja: las proposiciones se jerarquizan
en funcin de la repeticin de los argumentos que comportan.
La macroestructura, por su parte, est constituida por proposiciones (las
macroproposiciones) que no corresponden al contenido literal del texto (ex2 W. Kintsch y T. -A. Van Dijk, Towards a model of
cepto los casos en los que una microproposicin de alto nivel se adopta directamente como macroproposicin), pero el lector las construye mediante la aplicacin de las macrorreglas. De manera esquemtica, estas ltimas consisten en
suprimir o en organizar ciertas microproposiciones (supresin de los elementos de detalles o resumen de varias microproposiciones en una sola), o tambin
en elaborar proposiciones ms complejas. As, Juan sale de viaje en tren es una
macroproposicin construida a partir del siguiente contenido literal: Juan fue a
la estacin, compr un boleto, y se dirigi al andn. Comprendemos aqu que la
elaboracin de la macroestructura se desprende la mayor parte de las veces de
la interpretacin y de la construccin de la microestructura.
para vincular las informaciones actualmente ledas con las informaciones ledas
con anterioridad, y, por lo tanto, establecer la continuidad del texto.
Junto a este procesamiento microestructural, el lector efecta un procesamiento macroestructural; construye la
informacin importante del texto (que
corresponde aproximadamente a un resumen del mismo) por generalizacin,
supresin, etc., de las informaciones textuales. Esos procesamientos estn estrechamente ligados con las estrategias del
lector: el propsito de la lectura y la consideracin de superestructuras textuales
(organizacin prototpica de los diferentes
tipos de texto) determinan la comprensin del texto.
Qu sucede entonces con el modelo de situacin que evocbamos antes? La elaboracin del modelo de situacin en realidad constituye un nivel de procesamiento superordinado al de la elaboracin macroestructural; no se trata de una
representacin textual, sino de una representacin que integra a la vez lo que se
da en el texto y los conocimientos del lector relativos al mbito que aborda el
texto y al contexto.
En pocas palabras, leer es una actividad de reconstruccin; la significacin del
texto no se ofrece de entrada al lector, no se puede extraer, sino que debe construirse activamente mediante la aplicacin de cierto nmero de operaciones.
La lectura implica la realizacin de una serie de procesamientos de diferentes niveles: significacin de las palabras, interpretacin de los grupos de palabras,
integracin de las informaciones nuevas con las informaciones previas. Dado
que el sujeto no puede conservar todo en la memoria, a medida que avanza en
su lectura, debe integrar los paquetes de informaciones, llevarlos a la memoria
permanente y guardar en la memoria de trabajo slo la informacin necesaria
para las integraciones siguientes.
Los procesamientos integradores no se realizan paso a paso, sino en lugares
propicios; ms adelante veremos que algunas marcas textuales (puntuacin,
ruptura de prrafo, etc.) constituyen lo que se llama seales de integracin, lo
cual no significa que todos los procesamientos integradores dependan necesariamente de esas seales. La integracin requiere mantener informaciones temporalmente en la memoria de trabajo, con el fin de permitir la relacin entre las
informaciones actuales y las ledas previamente. Un buen nmero de trabajos
(vase recuadro) muestran que las diferencias entre buenos y malos lectores no
tienen que ver tanto con la capacidad de almacenamiento de la memoria de trabajo (mantenimiento a corto plazo de una serie de elementos) como con su capacidad funcional (procesamiento de la informacin que se encuentra ah para
integraciones necesarias para la comprensin). La capacidad de procesamiento de la memoria de trabajo es limitada, por eso el sujeto no puede realizar conjuntamente ms que una cantidad reducida de operaciones.
IMAGINA, IMAGINA
mentales para comprender los textos ledos; los impulsan para que recurran a tales imgenes por medio de preguntas de
tres tipos: preguntas factuales (cuntas
hay?), preguntas inferenciales (por qu
Terry llora?), preguntas descriptivas
(describe la recmara donde ocurre
esto). Los adiestramientos parecen particularmente eficaces para quienes
tienen problemas para comprende,
en la medida en que se les estimula
mucho para que integren la informacin
del texto de una manera diferente a la
que acostumbran.
aos, las capacidades de los nios para mantener una serie de tems a corto plazo son casi equivalentes a las de los adultos; por el contrario, las capacidades
funcionales de su memoria de trabajo son menores que las de los buenos lectores. Esas capacidades funcionales conciernen tanto al almacenamiento como
al procesamiento de las informaciones: en la memoria de trabajo, el sujeto procesa la informacin, que se mantiene ah por un tiempo y conserva la informacin para que sea procesada. Entonces, es necesario concebir una negociacin
entre esas dos categoras de procesos: si los procesamientos son demasiado costosos, el mantenimiento se ve afectado, y a la inversa. As, cuando se somete a
los sujetos a un test de palmo en lectura (para medir las capacidades de almacenamiento y de procesamiento de la memoria de trabajo: leer un conjunto de
oraciones y luego recordar la ltima palabra de cada una de ellas), se observan
correlaciones positivas entre los resultados obtenidos en el test de palmo en lectura y los obtenidos en tests de comprensin (por ejemplo, la identificacin de
los referentes pronominales en un texto). En consecuencia, la que parece responsable de los dficit en lectura/comprensin es la capacidad funcional de la memoria de trabajo: cuando la tarea exige que se procese y se mantenga simultneamente la informacin en la memoria de trabajo, se encuentran correlaciones
entre memoria de trabajo y comprensin.
ESTRS Y COMPRENSIN
A manera de ejemplo, podemos pensar que es menos costoso (desde el punto de vista de energa cognoscitiva) leer una novela que comprender una nota
explicativa. En efecto, si la representacin que uno se construye de la novela no
concuerda con lo que se lee, no tiene mayor importancia (salvo que nos traten
de tontos por no haber comprendido nada de la historia); en cambio, si la representacin que uno se construye de una nota explicativa es muy sesgada, las
consecuencias corren el riesgo de ser peores (por ejemplo, si no logramos que
funcione el ltimo aparato electrodomstico que acabamos de adquirir).
En realidad, el problema no es tan simple; el porqu se lee deja al lector una
libertad ms o menos amplia en la construccin de la representacin. Si leemos
una novela para distraernos, poco importa que la representacin concuerde; en
cambio, si la leemos para hacer una crtica literaria, el problema es completamente diferente. Por lo tanto, podemos ver que el tipo de texto y el propsito
de la lectura estn estrechamente vinculados.
No obstante, aun cuando el alumno domine la descodificacin de manera suficientemente automatizada, puede que no llegue a aplicar esos procesos de alto
nivel. Tambin nos sucede a los lectores adultos expertos, es decir, con un grado de automatizacin de la descodificacin suficiente a priori, que no llegamos
a comprender algunos textos por razones de conocimientos conceptuales, estilos literarios, etctera.
Cabe sealar que no existe correlacin sistemtica entre descodificacin y
comprensin. En otros trminos, no basta con descodificar bien para comprender bien. Si, como lo hemos sealado con anterioridad, es necesario que la
descodificacin est suficientemente automatizada de manera que el lector pueda aplicar los procesos de alto nivel, no todas las dificultades de comprensin
son imputables a las carencias en la descodificacin.
Tambin puede suceder que los buenos descodificadores no sean buenos para comprender, porque presentan dficit de comprensin tanto en una situacin oral como en una situacin escrita. Digamos que la lectura/comprensin
resulta de dos capacidades: la capacidad de descodificar palabras escritas y la
capacidad de comprender el lenguaje hablado. Los dficit de lectura/comprensin pueden estar vinculados con una u otra de esas capacidades, o tambin con
ambas conjugadas. De tal forma que el reconocimiento de las palabras escritas
no es suficiente. Los nios hiperlxicos, por ejemplo, reconocen muy bien las palabras pero tienen serias dificultades en la comprensin de los textos. De hecho,
esos nios hiperlxicos tambin muestran deficiencias importantes en la comprensin del lenguaje hablado.
Por otra parte, digamos que cuando la tarea es demasiado difcil, una descodificacin, no obstante aparentemente dominada (descodificacin rpida con
pocos errores), de todos modos puede dificultar la comprensin. Sucede con los
lectores avanzados (por ejemplo, en secundaria) cuando la lectura ya no es un
fin en s (ya no se lee para aprender a leer), sino que tiene otras finalidades: leer
para hacer un resumen, leer una consigna para hacer un ejercicio, etctera.
En suma, el nivel de comprensin de los textos escritos depende de la descodificacin y de las facultades de comprensin en general, en relacin con el costo cognoscitivo de la actividad de la lectura. Ese costo cognoscitivo depende de
cierto nmero de factores textuales.
Los tipos textuales intervienen de manera significativa en la actividad de comprensin. En general, estn estrechamente ligados con los objetivos de la lectura: no se lee una receta de cocina para distraerse, salvo, desde luego, en situaciones particulares: por ejemplo, en primaria se leen recetas de brujas para
hacer sopa de colas de ratas Cada tipo de texto tiene una finalidad comunicativa relativamente determinada: las historias para distraerse, los instructivos
y las notas explicativas para llevar a cabo alguna accin, los textos argumentativos para informarse de puntos de vista contrarios sobre un tema polmico
No es posible establecer una relacin directa entre tipo de texto y nivel de
Desde el punto de vista de la investigacin, se han desarrollado numerosos modelos tericos, de orientacin lingstica o psicolgica, a propsito de lo que se
llama esquemas textuales. Es probable que los ms numerosos tengan que ver
con la estructura del relato (esquema narrativo), que ha sido objeto de cierto
nmero de validaciones empricas.8
SENSIBILIZAR A LOS ALUMNOS CON LOS TIPOS DE TEXTO
J.-M. Adam, Les textes, types et prototypes. Rcit, description, argumentation et dialogue, Nathan,
; G. Denhire, Il tait une fois Comprhension et souvenir de rcits, Lille, PUL, ; M. Fayol,
Le Rcit et sa construction, Neuchtel, Delachaux et Niestl, .
La mayor parte de los relatos de una cultura comparten estructuras de contenido idnticas. Se habla de estructura cannica, compuesta de una exposicin
(descripcin de los personajes, lugar, tiempo, situacin inicial), de una complicacin (nudo de la intriga), de una resolucin (desenlace de la intriga), de una
evaluacin (reacciones mentales de los personajes o del narrador) y de una moraleja (observaciones de tipo general).
El asunto es saber si esas categoras tienen existencia psicolgica: es decir,
existen estructuras mentales comunes (por consiguiente, construidas socialmente) que conduzcan a procesar los relatos (tanto en comprensin como en
produccin) en relacin con esas categoras?
Para validar la existencia psicolgica del esquema narrativo (categoras narrativas que se ejerceran automticamente a medida de la lectura / comprensin),
Stein y Nezworsky () proponen a los sujetos leer un relato en varias versiones (el relato propuesto se presenta en el recuadro siguiente): la estructura propuesta concuerda con el esquema, o est ligeramente modificada, o el orden de
las oraciones es aleatorio, o las oraciones aparecen unas despus de otras sin relacin. Enseguida, los sujetos deben recordar los enunciados de la historia con la
consigna ya de volverlas a poner en el orden inicial, ya simplemente de hacer
una historia. El examen de la grfica siguiente seala que las historias conformes a la estructura cannica siempre se recuerdan mejor, y que la consigna haga una historia facilita el recuerdo sobre todo cuando se altera la estructura
(historias que se vuelven aleatorias y sucesiones de oraciones sin relaciones).
UN EJEMPLO DE ESTRUCTURA CANNICA
Episodio 2
Principio: Tres caballeros oyeron sus llantos.
Reaccin: Tuvieron piedad de ellas.
Objetivo: Quisieron liberarlas.
Intento: Los caballeros atacaron y combatieron al dragn.
Resultado: Finalmente, mataron al feroz
monstruo.
Fin: Los caballeros salvaron a las hijas
del rey.
N. L. Stein y Nezworsky, The effects of organization and instructional set on story memory,
en Discourse Processes, nm. , , pp. -.
Historias aleatorias
Consigna
orden inicial
Consigna
hacer una historia
ENTONCES, QU VA A HACER ERIC AL RESTAURANTE?
os esquemas cognoscitivos corresponden a acontecimientos organizados en la memoria relativos a las relaciones causales, cronolgicas que existen
entre los sucesos, los hechos As, construimos una representacin de la manera
como los elementos se encadenan, en lo
que se refiere a ciertas situaciones usuales de nuestra vida cotidiana. Situaciones
como ir al restaurante o al dentista tienen,
cada una, cierto nmero de regularidades,
que el sujeto extrae, a medida que se desarrolla, para constituir lo que se llama un
script (cuando se va al restaurante, se pide, se come, se paga).
Para validar la existencia de scripts en
la cabeza del sujeto, Schank y Abelson*
presentan el siguiente pasaje a algunos
sujetos:
De manera ms general, los trabajos sobre la estructura cannica del relato muestran que el recuerdo siempre es mejor si la estructura del relato concuerda con
la estructura cannica, que los tiempos de procesamiento son ms largos al final de los episodios (efectos de frontera), y que, desde un punto de vista del desarrollo, se observa una capacidad cada vez mayor de recordar y producir relatos complejos en relacin con la organizacin.
As, los esquemas textuales constituyen herramientas cognoscitivas que permiten producir y comprender los textos: la construccin de la significacin es
ms costosa si la organizacin del texto no se conforma a la estructura cannica; entonces la integracin de los elementos textuales es difcil debido a una sobrecarga en la memoria de trabajo (hay que mantener por mucho tiempo elementos esparcidos antes de poder juntarlos). Las desviaciones de la estructura
cannica dificultan la comprensin, sobre todo cuando la velocidad de lectura se
impone y el lector ya no puede regular su obtencin de informaciones. Por lo
tanto, cuando se les pide a los sujetos recordar una historia, ya sea en orden cannico o en desorden, se aprecia una diferencia importante en los recuerdos,
sobre todo cuando se impone la velocidad de la lectura.9
En consecuencia, la comprensin se basa en el reconocimiento de gneros
convencionales (descripcin, texto periodstico, informes cientficos), que
los alumnos van dominando progresivamente.
El experimento de Birkmire
Se propone un texto que trata de lsers y otro texto que trata de la historia de la
notacin musical, a estudiantes de fsica por una parte y, por otra, a estudiantes de musicologa; tienen la tarea de extraer las diferentes ideas de cada texto y
atribuir a cada una de ellas una calificacin de importancia. Este trabajo preparatorio (efectuado tambin con un texto neutro, que trata de pericos) permite
exponer la organizacin jerrquica de cada texto. En un segundo momento, una
vez extradas las ideas importantes por los dos primeros grupos de estudiantes,
se hace leer cada uno de los textos a dos nuevos grupos de estudiantes de fsica
y de musicologa. Los textos se presentan segmento por segmento (aqu un segmento corresponde a una unidad de idea) en una pantalla de computadora con
el fin de medir con precisin los tiempos de lectura de cada idea y analizarlos
en funcin de la importancia que se les ha atribuido anteriormente. Se observa
que en un mbito dado los novatos (por ejemplo, los estudiantes de musicologa que leen un texto que trata de lsers), al contrario de los expertos, no modulan su velocidad de lectura en funcin de la jerarqua de las informaciones. Los
expertos, por su parte, leen ms rpido las ideas consideradas importantes porque ya las conocen. En cambio, en el texto neutro (los pericos), los dos grupos
de estudiantes tienen el mismo comportamiento, lo que demuestra que la regulacin de la velocidad de lectura depende claramente del grado de destreza, medido por el nivel de conocimientos conceptuales.
10 D.P. Birkmire, Text processing. The influence of text structure, background knowledge, and
purpose, en Reading Research Quarterly, nm. , , pp. -.
Por consiguiente, los conocimientos previos permiten al lector experto construir la idea principal del texto cuando no se da explcitamente; tambin permiten obtener altos resultados de comprensin cuando sta se refiere a las relaciones
causales entre informaciones del texto. Los conocimientos previos permiten
entonces compensar las incapacidades o las dificultades del lector para inferir las
relaciones causales en juego en el texto. Algunos trabajos empricos muestran
que la comprensin de los textos se puede mejorar notablemente disminuyendo
la proporcin de las inferencias que el lector debe efectuar. As, por ejemplo,
cuando se presentan textos en los cuales los hechos descritos en las proposiciones sucesivas se vinculan de manera explcita, la memorizacin y la comprensin se facilitan.
Los investigadores son formales: la proporcin de informaciones nuevas no debe ser demasiado importante. Esto quiere decir que necesariamente hay que
proponer al alumno textos cuyo contenido ya conoce lo suficiente? Por supuesto que no; el inters en la lectura con frecuencia es motivado por las ganas o la
necesidad de adquirir nuevas informaciones. Cruel dilema: se lee para adquirir
informaciones nuevas y stas slo se pueden integrar si el lector ya conoce lo
suficiente respecto del tema. En suma, lo que representa el inters de un texto
es su novedad (aqu no hablamos de lecturas particulares, aunque frecuentes,
como la lectura de poesa, en la que el placer viene de la meloda, del ritmo, y
por lo tanto se acrecienta con las relecturas). En consecuencia, es necesario dar
al alumno textos bastante nuevos como para suscitar su inters y al mismo
tiempo deben ser lo suficientemente conocidos de manera que los comprenda.
Luego, se abren dos posibilidades para el profesor: actuar sobre el texto o
sobre el alumno. En el primer caso, la estrategia tiene que ver con la eleccin y
el aprovechamiento del texto; el profesor tendr que sealar aspectos de la informacin temtica que permitirn la activacin de los conocimientos pertinentes
(presencia de negritas, ttulo, subttulo, etc.). En el segundo caso, de algn modo
hay que dotar al alumno de estructuras de recepcin para permitir la integracin de la informacin: de antes de la lectura, se puede elaborar con los alumnos una base de conocimientos por medio de una discusin, la presentacin de
los conceptos ms importantes o tambin la presentacin de un esquema. Igualmente, se puede pensar en dar al alumno una estructura del texto que tendr que
comprender, presentndole los ttulos y subttulos, las ideas organizadoras, etc.
CONOCIMIENTOS EN GENERAL?
Estos resultados son compatibles con los que obtuvo Yekovich,11 a saber, que
los individuos malos lectores / con dificultades para comprender son, no obstante, capaces de integrar e interpretar las informaciones textuales cuando leen
un texto compatible con su destreza. En pocas palabras, las capacidades generales de la lectura y los conocimientos especficos se compensan en el momento
de la actividad de la lectura, y permiten a los buenos lectores / novatos alcanzar
un nivel de comprensin global comparable con el de los malos lectores / expertos. Los conocimientos del mbito aparecen as como un componente central de
la comprensin, con variantes de acuerdo con la familiaridad del contenido.12
domain Knowledge or
inferencing in low-aptitud individuals, en A. C. Graesser y G.M. Bower (eds.), Inferences and text
comprehension, Nueva York, Academic-Press, .
12 J.-M. Adam, Les textes, types et prototypes. Rcit, description, argumentation et dialogue, Nathan,
; G. Denhire, Il tait une fois Comprhension et souvenir de rcits, Lille, PUL, ; M.-Fayol, Le
rcit et sa construction, Neuchtel, Delachaux et Niestl, .
13 W. Kintsch, Macroprocesses and microprocesses in the development of summarization skill,
en Cognition and instruction, nm. , , pp. -.
En el experimento anterior, tambin se observa que, cuando la macroestructura es difcil, los resmenes de los alumnos de / aos contienen menos
macroproposiciones que cuando la macroestructura es fcil, lo cual es comprensible; pero este resultado se invierte con los universitarios, lo cual es ms sorprendente. As, las dificultades del texto parecen interferir en la comprensin de
Es posible estimular la construccin activa de la significacin del texto por parte del lector, ensendole estrategias de lectura activa. Se pueden considerar
dos grandes tipos de estrategias. La primera consiste en entrenar al alumno en
estrategias de autoexplicacin; el simple hecho de que se explique el texto a s
mismo le permite alcanzar un nivel profundo de comprensin. La segunda consiste en interrogar al autor del texto, es decir, en no aceptar tal cual lo que escribe, sino en interrogarlo sobre lo que dijo y la manera en que lo dijo.
Si bien estas estrategias vienen a agregar dificultades suplementarias a la actividad de la lectura (la tarea es ms pesada), parece, sin embargo, que permiten
una comprensin ms profunda en la medida en que permiten la construccin
de un modelo de situacin que integra la informacin textual con los conocimientos previos.
14 J.-V Oakhill, Inferential and memory skills in childrens comprehension of stories, en British
Journal of Educational Psychology, nm. , , pp. -.
obtienen mejores resultados que los malos, sea cual fuere el tipo de pregunta.
En cambio, en presencia del texto, los resultados de los que tienen dificultades
para comprender llegan a igualarse a los de los buenos para comprender, pero
slo en las preguntas literales. Sobre las preguntas que requieren inferencias, los
que tienen dificultad cometen un % de errores, mientras que la tasa de buenos para comprender no rebasa el por ciento.
De modo que este bajo desempeo de los que tienen dificultades no puede
atribuirse slo a problemas de memoria, en la medida en que experimentan
problemas para establecer inferencias aun en presencia del texto. Estas dificultades para establecer inferencias tampoco parecen ligadas al dominio conceptual de las informaciones (mbito de conocimientos que sera restringido):
algunos trabajos muestran que, en efecto, algunos de los que tienen dificultades
para comprender tienen un mbito de conocimientos suficientemente extenso
como para efectuar las inferencias necesarias. En realidad, las dificultades para
establecer inferencias se desprenderan de la manera como algunos malos para
comprender procesan el texto: ste se procesara en un nivel superficial, porque
los lectores centran su atencin en las palabras. Volvemos a encontrar aqu los
problemas que plantea la interactividad de los procesos: cuando el lector se centra en el acceso lxico, ya no hay recursos cognoscitivos disponibles suficientes
para permitir la interactividad, y, por ende, lograr la integracin semntica.
Segn el modelo clsico de Meyer,15 la importancia se caracteriza segn dos dimensiones: una estructural, que define la relacin de superordinacin que las
informaciones mantienen entre s en la estructura del texto; y una dimensin
subjetiva, que corresponde a lo que el lector considera importante en funcin de
su perspectiva, de sus intereses.
La lectura de texto (cuando tiene por objetivo la comprensin) no puede reducirse a una sucesin lineal de palabras. Usted que es lector experto, haga una
pequea reflexin metacognoscitiva y analice sus propias estrategias de lectura:
procesa todas las palabras de manera idntica, o le sucede que fija por ms tiem15 B. J. F. Meyer, The organisation of prose and its effects on memory, Amsterdam, NorthHolland,
.
Dentro del marco de una teora interactiva de la lectura, la atribucin de importancia se puede concebir como la localizacin de elementos importantes (lo
que se denomina marcas de importancia, que pueden ser lingsticas, como en
resumen, o paralingsticas como el subrayado). Esta localizacin conduce a la
activacin de representaciones de alto nivel, las cuales facilitan la integracin de
la significacin de conjunto del texto, o de una parte de ste. La identificacin
de los elementos importantes del texto, puede realizarse igualmente con base en
las caractersticas semnticas del mismo, como por ejemplo la posicin de un
enunciado en la estructura jerrquica subyacente en el texto: entonces se trata de
una importancia estructural. Cuando la importancia se define en relacin con
las expectativas y los objetivos de lectura del sujeto, se habla de importancia subjetiva. Por ltimo, cuando una unidad sirve como detonador de la activacin
de representaciones tiles para la comprensin (independientemente de su posicin en la estructura jerrquica), entonces se habla de importancia funcional.
Por ejemplo, cuando se dice rase una vez, que orienta al lector hacia la construccin de una historia.
tos del mbito favorecen el procesamiento del texto facilitando la seleccin de los
elementos importantes, limitando el nmero de inferencias necesarias y, por lo
mismo, facilitando la integracin.
Las representaciones relativas a la estructura de los textos; se trata de conocimientos vinculados con la organizacin de los textos en general, o con la organizacin especfica de ciertos textos (el esquema narrativo, por ejemplo).
La utilizacin de las representaciones de alto nivel slo es posible si cierto nmero de indicios sacados del texto inducen su activacin; la localizacin de esos
indicios se facilita cuando los elementos susceptibles de generar dicha activacin
se ponen en evidencia mediante marcas lingsticas o paralingsticas. Numerosos medios se ofrecen al autor para marcar esa importancia de los elementos:
tipografa (negritas, cursivas, subrayado), utilizacin de expresiones como lo
que hay que subrayar, etctera. Estas marcas que sealan la importancia del elemento conducen al lector a prestar ms atencin; este procesamiento privilegiado tambin tiene consecuencias en el procesamiento de las unidades ulteriores:
la unidad textual marcada como importante conduce a la activacin de una representacin de alto nivel, susceptible de controlar los procesamientos ulteriores volvindolos menos costosos en recursos cognoscitivos. La capacidad de localizar los elementos importantes constituye una clara diferencia entre los buenos
y los malos lectores; y si bien los jvenes lectores no la dominan, no obstante,
parece permitir adiestramientos eficaces.
En general, cuando se sealan las informaciones importantes a los sujetos utilizando marcas lingsticas (lo que hay que recordar aqu) o paralingsticas
(un subrayado, por ejemplo) se leen ms detenidamente, se recuerdan mejor, y
comnmente se insertan en un resumen.
Junto con esas marcas que sealan la importancia de las informaciones, existe otro conjunto de marcas lingsticas, cuya funcin es incitar al lector a realizar algunos procesamientos.
Los conocimientos conceptuales mencionados anteriormente se activan a partir de los elementos lingsticos presentes en el texto. Desde luego, si el lxico
utilizado en el texto permite activar un mbito de conocimientos particular, de
igual manera existen marcas (en sentido amplio) que parecen funcionar como
indicadores de procesamiento, dicho de otra manera, que incitan al lector a efec
e acuerdo con los datos de la psicolingstica textual, se puede establecer una lista, al menos hipottica, de
los componentes de un buen texto? Nos
parece que hay que tomar en cuenta
cuatro direcciones principales:
Definir el tema central. La legibilidad aumenta si de entrada el lector puede referirse a un tema nico claramente
explicitado: un objeto (de una descripcin), un suceso (de un relato), una
idea (en una argumentacin).
Ordenar pausas e ilaciones. Establecer
resmenes de manera regular, o recapitular, explicitar transiciones [].
Permitir al lector localizar fsicamente la
estructura global del texto (en el nivel
del manual, del captulo o de un parte
de un captulo). Este aspecto tiene
vnculos con los problemas de conceptualizacin en el nivel de los contenidos, pero tambin se desprende de lo
que hemos llamado la manipulacin
por medio del editor de los procesamientos realizados por el lector. Pero la
disposicin del texto en el nivel fsico
(tipografa) y el nivel lingstico (subttulo, definicin de los subtemas) debe ser
explcita, debe poseer coherencia interna y ser compatible con la estructura
conceptual.
Actuar de manera que la funcin de la
lectura sea lo suficientemente clara
Puntuacin e integracin
Se toma en cuenta la jerarqua en el grado de ruptura creada por diferentes marcas de puntuacin (coma < punto < punto y aparte), para establecer las relaciones entre los distintos elementos de la representacin construida por el lector.
Las marcas de puntuacin aparecen como buenos predictores, a la vez del lugar y la duracin de las pausas en la lectura; constituyen instrucciones que permiten establecer relaciones entre los diferentes elementos de la representacin.16
La consideracin de esas marcas de puntuacin no se hara antes de los /
aos. Fayol17 presenta a alumnos de a aos, un texto en dos versiones diferentes: una versin normal, donde la puntuacin es conforme a la organizacin jerrquica del script, y otra, donde la puntuacin no se conforma a esa organizacin.
Se puede definir un script como la representacin que los individuos se construyen a propsito de sucesos frecuentes y estereotipados de la vida cotidiana,
como por ejemplo ir al restaurante o al dentista. Como un script est constituido de varios episodios (pedir la carta, ordenar, comer, pagar), la puntuacin lgicamente es ms fuerte entre esos episodios que en el interior.
Se les presentan a los sujetos las diferentes versiones, segmento por segmento, en una pantalla de computadora; los sujetos despliegan el texto a su propio
ritmo con ayuda de una tecla, lo que permite registrar las disminuciones y las
aceleraciones del tiempo de lectura. Se parte de la hiptesis de que el procesamiento de la puntuacin debe provocar una lectura ms lenta (el sujeto hace una
pausa para integrar lo que acaba de leer).
El anlisis de los tiempos de lectura muestra que los nios de nueve a diez
aos no toman en cuenta la puntuacin para integrar los contenidos del texto.
As, la puntuacin permite la administracin de los diferentes procesamientos realizados en el texto. En efecto, en el momento de la lectura de un texto, se
realizan procesamientos de diferentes niveles; algunos pueden diferirse, es decir
que el lector mantiene en la memoria de trabajo algunas informaciones hasta
no localizar un lugar propicio para su integracin (por ejemplo, el fin de la oracin). Una administracin eficaz de los procesamientos consiste en localizar lugares donde realizar esta integracin; las marcas de puntuacin son indicios de
lugares que pueden localizarse en visin perifrica.
Conviene insistir aqu en la existencia de estrategias diferentes segn se trate de
16 J.-M Passerault, La ponctuation, recherche en psychologie du langage, en D. Bessonat (ed.), La
LA PUNTUACIN: DE LA NECESIDAD DE INTERVENCIONES
DIDCTICAS ASIDUAS
miento de los ttulos, subttulos, subrayados, etc., plantea varios problemas. Esas
realidades grficas normadas, que pertenecen a la cultura tipogrfica, adquieren
mayor importancia cuando los jvenes
lectores frecuentan obras completas ms
largas, as sean literarias o documentales.
El profesor no debe olvidar que se trata
de elementos de un cdigo. Ahora bien,
un cdigo debe aprenderse, a falta de lo
cual corre el riesgo de ser mal o no comprendido.
La matrise de la langue lcole, op. cit., p. .
J.-M. Passerault y DGaonach, Delayed process monitoring during reading in slow and fast
readers, en European Bulletin of Cognitive Psychology, nm. , , pp. -.
LA RUPTURA DE UN PRRAFO: UNA INSTRUCCIN DE CIERRE
La longitud ptima de un segmento corresponde a un palmo perceptual en lectura, es decir, a la extensin de lo que el lector puede percibir en cada punto de
fijacin.
Un buen nmero de trabajos ha mostrado que en el caso de los lectores lentos que tienen dificultades para controlar los movimientos de los ojos en condiciones de lectura normal, una presentacin del texto en RSVP (Rapid Serial
Visual Presentation: el texto desfila segmento por segmento en una pantalla de
computadora; el aplicador escoge el tamao de los segmentos y la velocidad de stos para desfilar) tiene por consecuencia una aceleracin de la lectura, en la medida en que suprime ese control.
Siempre dentro de la perspectiva de analizar el tamao de los segmentos
procesados por los sujetos y, por ende, el impacto de las caractersticas textuales
en la eficacia de los procesos de integracin, Wingfield y Butterworth19 proponen a algunos sujetos un texto presentado oralmente en diferentes condiciones:
19 A. Wingfield
y B. Butterworth, Running memory for sentences and parts of sentences: syntactic pursing as a control function in working memory, en H. Bouma y D. Bouwhis (eds.), Attention
and performance X, Hillsdale, Erlbaum, , pp. -.
Los trabajos sobre los conectores abundan y parece difcil hacer una sntesis de
las diversas funciones que desempean en la comprensin del texto. En general,
podemos decir que uno de los papeles de los conectores es el de facilitar la integracin semntica precisando el tipo de relacin que dos oraciones sucesivas
mantienen. Al anunciar que se trata de una relacin de causalidad, de concesin, u otra, los conectores, cuando se procesan correctamente, aceleran la velocidad de lectura. As, por ejemplo, si despus de El avin acaba de despegar. El
motor izquierdo comenz a incendiarse. Los pasajeros estaban aterrorizados, se
presenta El piloto aterriz sin dificultad, esta segunda oracin se lee mucho ms
rpido si va introducida por el conector sin embargo.
Para que los alumnos tomen conciencia de la importancia de los conectores
para la comprensin, se pueden idear ejercicios en los cuales se supriman los
diferentes conectores, pidiendo a los alumnos que restablezcan el texto original.
Las anforas
Yuill y Oakhill21 proponen a los que tienen problemas para comprender sesiones de entrenamiento durante las cuales se incita insistentemente a los alumnos a hacer inferencias y a registrar su actividad de comprensin. Las sesiones
20 N.M. Yuill y J.-V. Oakhill, Effects of inference awareness training on poor reading comprehension, en Applied Cognitive Psychology, nm. , , pp. -.
se suceden a lo largo de dos meses y los ejercicios propuestos son de tres tipos:
inferencias lxicas (hacer inferencias a partir de palabras insertas en textos cortos), generacin de preguntas (se incita a los alumnos a plantear preguntas a
partir de los pasajes ledos: quin llora?, quin es Billy?) y prediccin (se oculta
una parte del texto y se le pide al alumno que prediga lo que sigue). Estos entrenamientos son particularmente benficos en el caso de los que tienen problemas para comprender. Falta conocer sus efectos a largo plazo
Cuando el alumno no logra registrar su actividad de lectura/comprensin, cuando no se da cuenta de los fracasos en la comprensin, se pueden considerar tres
grandes medios de intervencin:
En primer lugar, se puede modificar el texto de manera que mejore su capacidad de comprender; imgenes, subttulos, resmenes pueden a veces servir de
ayuda, no obstante, con la condicin de que esos apoyos realmente ayuden al
lector y no impliquen un esfuerzo complementario de su parte;
enseguida se puede estimular a los lectores para que lleven a cabo diversas actividades durante y despus de la lectura: tomar notas, subrayar, resumir, probablemente sirva de ayuda para la integracin;
por ltimo, se puede entrenar al lector en la aplicacin de estrategias de procesamiento durante la lectura, impulsndolo a pensar el texto de cierta manera: vincularlo con conocimientos anteriores, estimar la pertinencia de lo que
se comprende. Aqu se trata de modificar la cabeza del lector y no de proporcionarle apoyos externos; esas estrategias, una vez dominadas, podrn aplicarse al conjunto de los textos sin que tengan que sufrir modificaciones.
A manera de conclusin
Al final de este captulo, esperamos haber permitido al lector captar la complejidad de los aspectos textuales que intervienen en la lectura / comprensin.
Comprender es necesariamente reconstruir lo que se dice en el texto; esa reconstruccin implica el procesamiento del contenido y la forma (conectores,
puntuacin, etc.) que, como hemos visto, indica al lector el medio de procesar el
contenido. Y, en la medida en que, en general, las cosas no existen en s mismas
sino en relacin con la representacin que nos hacemos de ellas, y dado que la
significacin de las palabras, de las oraciones, del texto, no puede extraerse, ser
propia de cada individuo. Todo el problema se reduce a evaluar el nivel de comprensin que alcancen los alumnos: qu es comprender bien: recordar lo ms posible informaciones textuales? No, uno puede recordar perfectamente numerosas informaciones sin comprender nada (por lo dems, qu otra cosa hemos
hecho al aprobar algunos exmenes?). Comprender bien sera, entonces, recordar las informaciones esenciales? S, pero esenciales para quin? Para el anlisis predictivo de Kintsch y Van Dijk? O, ms exactamente sera recordar las ideas
importantes? Pero acaso la importancia no se define en relacin con un lector
dado? En pocas palabras, los profesores lo saben bien, es particularmente difcil evaluar de manera objetiva el nivel de comprensin que alcanzan los alumnos.
Sin embargo, un mejor conocimiento de los procesos implicados en la lectura / comprensin permite, como vimos, pensar en ciertas pistas para mejorar
la comprensin. Esas pistas no son instructivos para mejorar la comprensin en
general. Deben ser personalizadas para cada alumno en funcin de sus competencias de lector. Para dar slo un ejemplo, vimos que si bien los lectores experimentados parecen beneficiarse de un esfuerzo por hacer para construir el sentido, no sucede lo mismo con los lectores novatos.
Esperamos que los elementos tericos expuestos en este captulo constituyan una base de reflexin para el profesor y le permitan analizar mejor su prctica pedaggica.
Parte 3
EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA
La hiptesis central que debe guiar la lectura de este captulo se puede resumir
as: leer es evidentemente comprender. Pero para aprender a comprender no
basta con ejercitar la comprensin; hay que ejercitar los mecanismos que per
Tres fases
En general, se considera que el aprendizaje de la lectura se desarrolla en tres fases (no hablaremos aqu de etapas, porque este concepto puede inducir en la
mente del lector una representacin del aprendizaje de la lectura un poco rgida,
con pasos obligados, lo cual, como veremos ms adelante, no siempre es as).
En la primera, llamada fase logogrfica, el nio utiliza todos los indicios que
le permiten el reconocimiento de la palabra; de hecho, el nio establece vnculos entre las configuraciones escritas y las significaciones; la palabra se aprende
de memoria y luego ser reconocida de manera global, en especial a partir de diversos indicios extralingsticos presentes en el entorno, como colores, imgenes
de avisos publicitarios, as como ciertos rasgos visuales internos en la palabra,
como su longitud o ciertos trazos presentes en lugares precisos de la misma. El
nio reconoce logos (de ah el trmino logogrfica) como Coca-Cola. Pero la palabra no se analiza; el nio no relaciona sus diferentes constituyentes (letras y
grupos de letras) con las partes de las palabras correspondientes. Durante esta
fase, que precede al ingreso a la escuela primaria, el nio comete errores semnticos frecuentes ya no lee la palabra, sino que la adivina (Pepsi en lugar de Coca). Algunos autores consideran esa lectura adivinanza como una estrategia
que consiste en seleccionar la respuesta ms probable a partir de cierto nmero
de indicios; de hecho, se trata de una lectura con trampas. Si bien se puede
hablar de aprendizaje en el sentido de que el nio aprende a establecer rela-
ciones entre las palabras y ciertas situaciones, no siempre se trata de un aprendizaje explcito: el nio puede aprender solo, sin la intervencin del adulto, a
establecer correspondencias. En la escuela maternal, puede tratarse de un aprendizaje explcito, en el sentido de que el objetivo del profesor es que el nio establezca esas correspondencias en las situaciones estructurales que se le proponen; no obstante, no se trata en absoluto de aprendizajes sistemticos.
* B.R. Foorman, D.M. Novy, D.J. Francis y D. Liberman, How letter-sound instruction mediates
progress in first grade reading and spelling, en
Journal of Educational Psychology, nm. , ,
pp. -.
DE LA NECESIDAD DE LA DESCODIFICACIN
SIRVEN LAS RIMAS PARA APRENDER A LEER?
EL MODELO DE GOSWAMI Y BRYANT
to de lectura que depende de esta segunda habilidad procesa todas las unidades grficas y aplica las reglas de
correspondencia entre grafema y fonema.
As, estos dos procedimientos de lectura, por analoga de las rimas y por correspondencia entre grafema y fonema,
son segn este modelo procedimientos
diferentes que se apoyan en distintas
capacidades de anlisis fonolgico. Esta
consideracin es importante en dos niveles que estn estrechamente ligados. En
primer lugar, permite establecer un lazo
entre lo que el nio es capaz de hacer
antes de que aborde la lectura y la manera como procesa las palabras escritas.
Tambin permite integrar los numerosos
trabajos que han puesto en evidencia la
importancia de las relaciones entre las
capacidades metafonolgicas y la adquisicin de la lectura.
L. Sprenger-Charolles y S., Casalis, Lire. Lecture
et criture: acquisition et troubles du dveloppement, PUF, , pp. -.
CORRESPONDENCIA GRAFO-FONMICA
l grafema corresponde a una o varias letras que representan un fonema. La correspondencia grafo-fonmica
consiste en reconocer sonidos a partir de
Fases y no etapas
Pero, cuidado, realmente no se trata de etapas, ya que en el lector experto coexisten esos diferentes procedimientos; l dispone de representaciones ortogrficas con base en las cuales puede identificar un gran nmero de palabras de
manera directa, as como de un sistema de conversin de la representacin
escrita de las palabras en representacin fonolgica, sistema que permite identificar las palabras que no han podido serlo por la va directa.4
En efecto, esta explicacin en trminos de etapas sucesivas no debe concebirse de manera demasiado rgida. Como los subrayan algunos autores,5 la lectura logogrfica puede utilizarse en ciertos casos, aun en el lector experto: es
posible que identifiquemos algunas palabras con base en sus caractersticas visuales. El paso de una etapa a la otra no implica la desaparicin del mecanismo
utilizado con anterioridad, sino la disminucin de su frecuencia de utilizacin.
Por otra parte, cuando los nios abordan el aprendizaje sistemtico de la lectura, de hecho slo disponen de un nmero limitado de palabras escritas que
pueden reconocerse mediante procedimiento logogrfico. En consecuencia,
hay grandes posibilidades de que ambos procedimientos, logogrfico y alfabtico, coexistan en el lector principiante desde el principio del aprendizaje, sea
cual fuere el medio socioeconmico del nio. De manera un poco esquemtica,
digamos que hay nios que, muy pronto, reciben un fuerte estmulo para la lectura y se ven confrontados con un gran nmero de palabras escritas mucho antes del ingreso a la primaria; sin embargo, en muchos casos, esa confrontacin
va acompaada de explicaciones que tienen que ver con las correspondencias
grafemas / fonemas. Por otra parte, hay nios que abordan el aprendizaje de la
lectura (el principio alfabtico) reconociendo slo un reducido nmero de palabras, y enriquecen su vocabulario identificndolas con trampas (con base en sus
configuraciones visuales), al mismo tiempo que aprenden a convertir las letras
en sonidos. En ambos casos, coexisten el procedimiento logogrfico y el procedimiento alfabtico. A fin de cuentas, como lo subrayamos antes, el lector utiliza ambos procedimientos.
Por otro lado, justamente como lo seala Goigoux, conviene interrogarse sobre las relaciones que pueden existir entre esas etapas y la progresin en el
aprendizaje de la lectura (vase recuadro p. ).
Con toda probabilidad, el proceso de adquisicin de la lectura se presenta, esencialmente en cascada. En lugar de etapas, se podra hablar de
una jerarqua de condiciones mnimas. La primera de ellas es la conjuncin de una conciencia fonmica rudimentaria y del conocimiento
de algunas correspondencias grafema / fonema; esa conjuncin constituye la condicin mnima de la aparicin de la descodificacin secuencial. La conciencia fonmica y el conocimiento de las correspondencias
continan profundizndose durante y ms all de la descodificacin
secuencial. La conjuncin de esta ltima y de una capacidad de elaboracin de relaciones grafofonolgicas ms amplias de la pareja grafema/fonema constituye la segunda condicin mnima; con mayor precisin, esta segunda conjuncin es la condicin de aparicin de una
descodificacin fonolgica parcialmente en paralelo. Descodificacin
secuencial y descodificacin paralela coexisten por mucho tiempo, as
como con el proceso que comportar la tercera condicin mnima. sta
est representada por la conjuncin de la descodificacin en paralelo y
de la capacidad de constitucin de representaciones ortogrficas correspondiente a la palabra; esa conjuncin da lugar al proceso ortogrfico.
Morais, op.cit., , p. .
LAS ETAPAS Y EL APRENDIZAJE
ocos son los psiclogos que han estudiado los progresos de los nios
tomando en cuenta la diversidad de prcticas pedaggicas. A menudo, en los informes de investigacin no se precisan las
condiciones de enseanza, y cuando se
hace, se puede confirmar que los nios
estudiados se benefician de una enseanza con frecuencia tradicional, basada esencialmente en la enseanza precoz de las
correspondencias grafofonolgicas.
En este caso, es interesante comprobar que las trayectorias de los nios estn
sumamente relacionadas con las progresiones de enseanza de los maestros. Las
tres etapas descritas por U. Frith (1985)
recuerdan, por ejemplo, un escenario pedaggico muy conocido: una corta fase
global que precede a un intenso trabajo
con las correspondencias grafofonolgicas, con el fin de llegar a una lectura
UN EJEMPLO DE MTODO SILBICO
una
u
mula
mu
cuadra cu
a e a e a
u
u
con en la una
la cuadra la granja la mula
una granja una mula una cuadra
El principio de este mtodo puede resumirse de la manera siguiente: la enseanza de la lectura pasa por la de las letras, de las slabas y, por ltimo, de las
palabras.
De hecho se distinguen dos tipos de mtodos: el mtodo silbico de entrada
alfabtica y el mtodo silbico de entrada fnica.
En el primero (vase el ejemplo reproducido en el recuadro) la letra es la unidad bsica de cada leccin. El objetivo es establecer relaciones casi automticas
entre el reconocimiento de la forma grfica, la emisin del sonido correspondiente y la reproduccin de la forma grfica. En cada leccin, se descomponen
las palabras que componen la oracin para aislar las slabas formadas con la letra del da: una mula est en la cuadra.
A partir de una nueva serie de ejercicios, los nios deben memorizar las palabras de la oracin y el reconocimiento visual de la letra del da. Es evidente que
este mtodo presenta cierto nmero de inconvenientes: conduce al nio a silabear, lo cual plantea numerosos problemas de segmentacin. Adems, la letra
no es la unidad lingstica de nuestro cdigo escrito; en francs hay letras que no
se pronuncian, como la h en espaol; en pocas palabras, la lectura de una palabra no se puede reducir a la oralizacin de la suma de letras que la componen:
anhelo
no es
a + n + h + e + l + o
Y el mtodo global?
De modo que el debate entre mtodo global y mtodo fnico data de hace ms
de un siglo y opone dos concepciones. En la primera, acabamos de verlo, aprender a leer es ante todo aprender el cdigo (hacer corresponder los grafemas y
los fonemas, de ah el trmino mtodo fnico). En la segunda, como veremos,
hay que asociar directamente las palabras y su significacin. Pero cmo hacerlo si los nios no saben leer? Bueno, sobre la base de un aprendizaje de memoria de una lista de palabras. La lectura de palabras nuevas slo se har ms tarde, gracias (finalmente!) a un anlisis de las diferentes partes de la palabra.
Grandes pedagogos han impulsado ampliamente el mtodo global (por estar basado en el reconocimiento de la palabra en su globalidad): Decroly, a principios del siglo XX; ms tarde, Freinet (sin que por ello podamos reducir la pe
El mtodo global
La innovacin del procedimiento que consiste en privilegiar el sentido data del siglo
XVIII. El abad Nicolas Adam, en la Verdadera
manera de aprender una lengua cualquiera,
propone un camino radicalmente inverso
al que acabamos de describir. Se parte de
la oracin para llegar a la letra o al sonido.
Se ejercita el juicio del nio en las oraciones en relacin con sus vivencias, es decir,
utilizando palabras familiares. Se realizan
actividades ldicas para motivar al alumno.
6 E. Fijalkow
El mtodo ideovisual
En los aos ochenta, . Charmeux y J.
Foucambert asumen el principio de partida del mtodo global, que da prioridad al
sentido. Predican el acceso directo al sen-
Esta encuesta sobre los mtodos de aprendizaje, realizada entre varios cientos
de profesores de primero y segundo de primaria (dentro del marco de un convenio con la Direccin de Evaluacin y Prospectiva del Ministerio de Educacin
Nacional de Francia), pone en evidencia a tres grandes grupos de profesores,
segn la forma que adoptan en la enseanza de la lectoescritura.
El primer grupo, calificado de tradicional (% de los efectivos) est compuesto por profesores de prcticas clsicas en la actividad de la lectura, como el
descubrimiento de letras y slabas y la utilizacin de un manual de lectura de
acuerdo con las indicaciones que ah aparecen.
En el segundo grupo, calificado de innovadores (% de los efectivos), la actividad de la lectura ya no se centra nicamente en el descubrimiento de letras
y slabas, sino tambin en el del sentido. Los alumnos se valen de la lectura en
voz alta para comunicar informacin oralmente (y no slo para verificar las adquisiciones, como lo hace el primer grupo). La lectura se evala con la ejecucin de una tarea o la comprensin de una consigna.
Por ltimo, en el tercer grupo encontramos profesores tradicionales-innovadores (%) que, al mismo tiempo que adoptan formas ms bien tradicionales,
tambin inyectan elementos innovadores.
segn el cdigo alfabtico, a menudo estn presentes en la clase, pero casi nunca
se recurre metdica y sistemticamente a
esos tiles. Cmo procede el alumno en
la lectura de una palabra? A qu se remite? Pocos son los maestros que toman
en cuenta estos aspectos en su enseanza.
La secuencia de la lectura prosigue, ligada con la escritura, con ejercicios de
descodificacin, actividades de discriminacin auditiva o visual, recomposicin de
oraciones
El trabajo con oraciones o palabras
aisladas se lleva a cabo de manera individual, en general en forma escrita, y con
frecuencia sirve para la evaluacin. Se trata de relacionar palabras y dibujos, reconocer una palabra en una lista, completar
oraciones, copiar palabras u oraciones,
separar las palabras de una oracin u
ordenarlas, o tambin determinar si una
oracin es verdadera o falsa.
(Estas observaciones se realizaron en 153
clases de primero y segundo de primaria,
diversas por su situacin geogrfica y su
poblacin: sectores urbanos, zonas de educacin prioritaria [ZEP], comunas rurales.)
IGEN, Lapprentissage
En materia de lectura, las cosas no son tan simples y las conclusiones de las investigaciones a veces son contradictorias
Esquemticamente, podemos presentar las cosas as: el mtodo global, por s
solo, no permite aprender a leer, es absolutamente necesario adiestrar en la descodificacin. Pero ese adiestramiento tambin puede hacerse mediante el mtodo global.
En realidad, hay varias maneras de aprender a leer, pero algunas tal vez sean
ms seguras que otras; al menos, puede ser que el aprendizaje de la lectura tenga ms oportunidades de xito si se renen todas las condiciones favorables para
UN MTODO SEDUCTOR?
aparentemente menos efectiva del mtodo fnico. A primera vista, esto slo
estara relacionado con la lectura.
En parte, la atraccin que ejerce el
mtodo global tambin est vinculada
con el hecho de que se basa en ideas justas que los partidarios del mtodo fnico
dado su deseo de que se crea en la
importancia del aprendizaje del cdigo
desprecian. Es evidente que el nio
aprende a leer con mayor facilidad si se
beneficia de un medio altamente letrado,
si a sus padres les gusta leer, si le leen historias en voz alta y le inspiran el deseo
de leer.
ese aprendizaje. Ms adelante veremos que dicho aprendizaje requiere condiciones mnimas, y que ciertos mtodos son ms adecuados para desarrollar
esas condiciones. Sin afirmar que slo el mtodo fnico parece reunir todas las
condiciones favorables para un aprendizaje de la lectura, una instruccin explcita sobre el cdigo alfabtico parece, no obstante, necesaria puesto que las palabras nuevas, para ser descifradas, necesitarn siempre que se recurra a las reglas de correspondencia grafema / fonema.
Si lo que tradicionalmente se llama mtodo fontico nos parece el ms adecuado para permitir al alumno desarrollar las competencias necesarias para el
aprendizaje de la lectura, es porque implica que se realicen necesariamente correspondencias de grafemas y fonemas. Ahora bien, eso no quiere decir que sea
el Mtodo.
No hay un mtodo obligatorio de aprendizaje de la lectura. Se puede
utilizar cualquier mtodo con la condicin de que se demuestre su eficacia y que responda a las necesidades y a las posibilidades de los alumnos. Es responsabilidad de cada profesor determinar las prcticas y los
procedimientos pedaggicos ms apropiados.
Programmmes de lcole primaire, Ministre de lducation Nationale, .
Ibid.
Estrategias de lectura
Por Ejemplo, Seymor y Elder9 estudian los mecanismos de lectura que aplican
los nios de seis aos sometidos al mtodo global estricto. Esos nios son
capaces de reconocer sin error las palabras que han memorizado con anterioridad. Pero en ningn momento se utiliza la mediacin fonolgica para identificar las palabras. Evidentemente, la ausencia de la mediacin fonolgica tiene
como consecuencia numerosos errores de lectura (aqu sera mejor hablar de
errores de reconocimiento), en la medida en que el nio se basa en indicios
a menudo no pertinentes. Por ejemplo, para identificar una palabra desconocida, el alumno se apoya en palabras conocidas y lee perro en lugar de pat, porque
ambas comienzan con p. Para reconocer, se apoya en indicios visuales y en la
longitud de las palabras. Es decir que se trata ms de estrategias de lectura (eficaces nicamente con las palabras que el nio conoce) que de mecanismos de
lectura propiamente dichos.
Este captulo, como lo sealamos antes, no constituye una defensa en favor
de un mtodo particular de aprendizaje de la lectura. Su objetivo consiste en
subrayar la relacin entre los mecanismos implicados en la lectura y las condiciones de su aplicacin. Ni con la mejor voluntad del mundo es posible dar al
lector un instructivo para la lectura.
En gran parte, la imposibilidad de dar una receta est vinculada con el hecho
de que el lector aplica estrategias de lectura (que dependen de su edad y tambin de las dificultades que pueden tener para aplicar ciertos mecanismos) y, en
consecuencia, no existe una relacin unvoca entre mtodo de aprendizaje y
mecanismos utilizados. Lo hemos subrayado muchas veces, los efectos de los mtodos no son los mismos en funcin de las caractersticas individuales de los
alumnos. As, para tomar slo un ejemplo, los nios que tienen altas capacidades lingsticas cometen numerosos errores de lectura si utilizan la estrategia de
la adivinanza psicolingstica (recurren mucho a esa adivinanza debido a sus
grandes capacidades lingsticas y, por lo tanto, se equivocan con frecuencia).
Una vez establecidos los mecanismos fundamentales implicados en la lectura, estamos en condiciones de abordar las relaciones que las capacidades de
lectura mantienen con otras capacidades y, por lo tanto, discutir los prerrequisitos para aprender a leer.
Cuando el nio comienza el aprendizaje sistemtico de la lectura, no est totalmente desprovisto de herramientas En primer lugar (aun cuando sea algo
trivial), sabe hablar. En otros trminos, la adquisicin de la lectura no es un
aprendizaje absolutamente nuevo, sino un redescubrimiento de la lengua escrita.
Le debemos a E. Ferreiro, en particular, que haya puesto nfasis en las relaciones entre lo oral y lo escrito. Si la adquisicin de la escritura no se hace como
una prolongacin de lo oral, el aprendizaje no puede ser ms que artificial.
una imagen (situacin de lectura que se encuentra con frecuencia en la escuela); tambin deben sealar con el dedo el lugar donde creen que estn escritas
las palabras. El anlisis de las estrategias que llevan a cabo los nios, permite establecer algunas grandes categoras (dentro de las cuales encontramos an varios
procesos diferentes, pero nos limitaremos a la descripcin de las cuatro categoras principales).
llas) logra fusionar el reconocimiento de las palabras (con base en sus patrones ortogrficos), con la descodificacin y las predicciones semnticas
Para los autores, slo los nios de los niveles y han comprendido a la vez la
funcin y el funcionamiento del texto escrito, que cuenta una historia y est
compuesto de palabras que hay que descodificar; por lo tanto, hay que ser buscadores de sentido y de cdigo al mismo tiempo. En pocas palabras, hay que
aplicar estrategias recurriendo a indicios mltiples (letras, palabras, dibujos)
y a procedimientos diversos (reconocer palabras, descodificarlas, anticiparlas a
partir de una ilustracin).
Enseguida, la escritura de las letras favorece su reconocimiento. Finalmente, encontramos en la escritura fases semejantes a las descritas por Frith para la lectura; como veremos, las capacidades son transferibles de una actividad a la otra.
En general, cuando el nio copia las palabras que acaba de aprender a leer, esa
escritura le permite superar la etapa logogrfica, gracias a la formacin de re
presentaciones ortogrficas (para escribirla, el nio analiza la palabra para aprehender la secuencia de letras que la constituye).
De tal forma que en la escritura logogrfica, as como en la lectura de una
misma palabra, el orden de las letras no se toma en cuenta. Este orden slo se
toma en cuenta en la escritura alfabtica, incluso de manera parcial. El anlisis
de las actividades de la escritura espontnea revela, en efecto, un inicio de discriminacin de los diferentes sonidos y letras: el nio escribe, por ejemplo TT
por TONTO.
Esta estrategia alfabtica que se aplica en la escritura podr transferirse a la
lectura, lo cual evitara los errores semnticos que mencionamos al describir
la fase alfabtica. As, la escritura alfabtica precede a la lectura alfabtica.
* J. Morton, An information-processing
account of reading acquisition, en A.-M. Galaburda (eds.), From neuron to reading, Cambridge, MIT Press, , pp. -.
* y ** U. Frith, Beneath the surface of developmental dyslexia, en K. E. Patterson, J.-C Marshall y M. Coltheart (eds.), Surface dyslexia:
Cognitive and neuropsychological studies of phonological reading, Londres, Erlbaum, , pp.
-.
* y ** U. Frith, A developmental framework for
developmental dyslexia, en Annals of Dyslexia,
nm. , , pp. -.
Sin embargo, si bien esta estrategia alfabtica es eficaz en la escritura (se debe
descomponer la palabra para escribirla, analizar las palabras en fonemas), no
siempre basta para la lectura: es demasiado lenta y no puede aplicarse al conjunto
de las palabras por leer. La lectura alfabtica deber abandonarse progresivamente en provecho de la lectura ms rpida, segura y precisa, que es la ortogrfica.
Por lo dems, tambin habra problemas para leer esas palabras por
descodificaciones secuenciales. Por ejemplo, slo despus de haber ledo los ltimos tres versos del poema Casi a la orilla de Elas Nandino
podemos ver que son enteramente homfonos.
Despus de lo gozado
y lo sufrido,
despus de lo ganado
y lo perdido
siento
que existo an
porque ya,
casi a la orilla de mi vida,
puedo recordar
y gozar
enloquecido:
en lo que he sido,
en lo que es ido
Cerca de lo lejos, FCE, .
Cunto tiempo se necesitara para lograr leer el principio de la carta
de Charles Fourier a su prima Laura:Re s vi mi querida Lau rala invita cin que me manda hazte parir a des ayunar.
Morais, op. cit., ,p. .
El proceso ortogrfico se va a desarrollar esencialmente en la lectura y se transferir enseguida a la escritura, permitiendo al alumno escribir as todas las palabras. La lectura ortogrfica precede as a la escritura ortogrfica.
As como lo sealamos anteriormente en el caso de la lectura, esta concepcin de Frith no debe concebirse de manera demasiado rgida. Para muchos
nios que reciben informaciones sobre las correspondencias grafemas-fonemas antes del aprendizaje de la lectura, la escritura alfabtica no precede a la
lectura alfabtica.
Lo que hay que subrayar aqu es que si, en general, existen estrechas correlacio
nes positivas entre escritura y lectura, de todos modos podemos observar alumnos cuyas ejecuciones en lectura son normales, pero que fracasan en la escritura.
En realidad, su dificultad en la escritura est vinculada con deficiencias fonolgicas que no tienen un efecto inmediato en la lectura, ya que se compensan mediante el procedimiento logogrfico en la lectura, pero tienen repercusiones que
no se pueden compensar en la escritura (la escritura logogrfica no es eficaz).
Este fracaso est ligado a la mayor dificultad para la escritura en comparacin
con la lectura. En efecto, un mismo fonema puede escribirse de maneras diferentes segn las reglas contextuales (un sonido puede escribirse de distintas
maneras segn las letras que lo preceden y/ o lo siguen). Al respecto, un estudio
reciente de Alegria y Mousty12 realizado con nios de segundo de primaria, muestra las dificultades que stos tienen para tomar en cuenta las reglas contextuales
cuando escriben, mientras que llegan sin problemas a escribir los fonemas que
se pueden deducir de las reglas de conversin grafofonmica. Esta dificultad, segn los autores, debe atribursele a la falta de instruccin en relacin con las reglas contextuales durante los dos primeros aos de escuela primaria. En efecto,
la ejecucin mejora notablemente durante el tercer ao. La instruccin explcita
que reciben a propsito de las reglas contextuales permite escribir correctamente palabras cuya ortografa es difcilmente previsible, por ejemplo /taza/ (con
frecuencia el sonido /s/ se traduce por ss).
En suma, siempre volvemos al mismo punto: leer es establecer correspondencias entre signos escritos y sonidos; correspondencias que requieren ante todo
un anlisis de la cadena sonora. De modo que la conciencia fonmica est fuertemente implicada en el aprendizaje de la lectura. S, pero en qu momento y de qu manera?
Se han llevado a cabo numerosas investigaciones sobre el vnculo entre conciencia fonmica y habilidades en la lectura. En general, si se obtienen altas
ejecuciones antes de la entrada a primaria, en pruebas que evalan la conciencia fonmica (deteccin de rimas, inversin y supresin de slabas, segmentacin) se puede predecir un xito ulterior en la lectura evaluada al final del
primer ao. Entonces, dir usted, entrenemos a los nios lo ms rpido posible en analizar la palabra! De hecho, por varias razones, conviene ser prudente
en el momento de interpretar este resultado.
En primer lugar, muchas otras variables estn correlacionadas con las habilidades de conciencia fonmica. Por otra parte, y sobre todo, no se puede concluir, slo con base en las correlaciones, que las habilidades de conciencia
fonmica determinan de manera causal las habilidades ulteriores de lectura.
Puede existir un vnculo total en el otro sentido: el desarrollo de capacidades de
lectura que permitan tomar conciencia de que las palabras estn constituidas
por letras, que corresponden a sonidos de una manera que casi no vara. Tambin parece que el mtodo de aprendizaje de la lectura no es independiente de
las capacidades de conciencia fonmica: los alumnos que han sido sometidos al
mtodo fnico se muestran, claro est, ms sensibles a los fonemas.
Qu podemos concluir? En un primer momento, que si bien la capacidad de
segmentar la palabra (anlisis segmental) es una condicin necesaria para aprender a leer, no constituye una condicin suficiente. Los experimentos, realizados en
Bruselas por el equipo de Morais,13 permiten captar mejor los complejos vnculos que unen conciencia fonmica y habilidad de lectura, superando la explicacin
causal, un poco simplista, segn la cual la conciencia fonmica determinara el
xito en la lectura.
CONCIENCIA FONOLGICA Y FONMICA
a conciencia fonolgica se define como cualquier forma de conocimiento consciente, reflexivo, explcito, sobre las
propiedades fonolgicas del lenguaje. Esos
conocimientos son susceptibles de utilizarse de manera intencional.
La conciencia fonmica es la forma
de conciencia fonolgica que se relaciona
con los fonemas.
El fonema es el elemento constitutivo
ms pequeo de la cadena hablada y permite distinciones semnticas. Por ejemplo,
la palabra pan puede describirse como el
resultado de la combinacin del orden de
/p/, /a/ y /n/, ya que puede distinguirse,
As, se comparan las capacidades para manipular segmentos y slabas en nios de seis aos. Los nios se reparten en dos grupos segn el mtodo al que hayan sido sometidos, fnico (insistencia en el cdigo alfabtico) o global estricto
13 Para una sntesis, vase Morais, op.cit., .
(no se les presenta el cdigo alfabtico; el aprendizaje se hace por memorizacin de un conjunto de palabras que los nios pueden reconocer enseguida de
memoria sin pasar por el anlisis segmental). Las pruebas consisten en invertir
un par de segmentos (convertir /os/ en /so/) o un par de slabas (convertir /cedi/
en /dice/. La diferencia entre las ejecuciones de los dos grupos de nios es importante, pero slo en la tarea segmental: mientras que los nios sometidos al
mtodo fnico obtienen un % de respuestas correctas, los sometidos al mtodo global no rebasan el %. En la tarea de inversin de slabas, los resultados
son altos en ambos grupos y cercanos al % de respuestas correctas. Algunas
investigaciones ulteriores confirman y afinan estos resultados: la gran mayora
de los nios sometidos al mtodo global progresa muy poco en las tareas de anlisis segmental.
En resumen, nicamente los nios sometidos al mtodo fnico y que, en consecuencia, reciben una instruccin explcita sobre el cdigo alfabtico, son capaces de efectuar tareas de manipulacin de segmentos. Por lo tanto, la habilidad
de anlisis segmental no est determinada por el hecho de aprender a leer, sino
por la confrontacin con el principio alfabtico.
En pocas palabras, conciencia fonmica y conocimiento del cdigo alfabtico emergen juntos y determinan, ambos, todo el xito del aprendizaje de la lectura y de la escritura. El adiestramiento en el anlisis de la palabra en fonemas
no puede ser eficaz ms que con la condicin de volver explcita su relacin con
los signos escritos.
Aun cuando la conciencia fonmica puede aparecer antes de entrar a la escuela primaria (en consecuencia antes del aprendizaje sistemtico de la lectura), es evidente que los nios que muestran evidencias de conciencia fonmica
tambin han adquirido, en parte, el principio alfabtico. Morais hace notar que
en Estados Unidos, del al % de los nios de cuatro aos logran identificar
palabras aisladas y reconocen casi todas las letras del alfabeto (los programas
estadunidenses de escuela maternal incluyen una preparacin para la lectura
con explicaciones del cdigo alfabtico). Por lo dems, cierto nmero de nios
estn expuestos al alfabeto en sus hogares; sus padres les dan algunas correspondencias fonmicas de las letras, permitindoles as escribir palabras. De tal
forma que, aun cuando todava no son capaces de leer palabras, esos nios que
se han sensibilizado con el cdigo alfabtico muestran tambin cierta conciencia de los fonemas.
Cabe sealar aqu que ni la conciencia fonmica lleva al dominio del cdigo
alfabtico, ni el cdigo alfabtico provoca el surgimiento de la conciencia fonmica. Estos dos componentes aparecen juntos y son responsables del aprendizaje de la lectura.
Para ms informacin
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As, si los alumnos presentan dificultades de lectura, en parte hay que buscar las causas en la incapacidad de representarse mentalmente los segmentos de
la palabra que corresponden ms o menos a las letras.
Aqu no se trata de evocar las dificultades que puede encontrar el alumno cuando aprende a leer: de hecho, esas dificultades de aprendizaje se analizan en los diferentes captulos (dificultades de anlisis visual, de acceso al lxico, en el proce
En conclusin
Para ms datos
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de la lecture, PUF, .
LAS DISLEXIAS
En primer lugar, a partir de qu momento puede considerarse a alguien dislxico? Tradicionalmente, se distingue al mal lector del lector dislxico con base
en el cociente intelectual: evidentemente ste es bajo slo en el mal lector. El dislxico se caracterizara por una distancia importante entre cociente intelectual
(normal) y ejecucin en lectura (baja).
Para definir la dislexia de desarrollo, tomaremos la definicin de la Federacin
Mundial de Neurologa: Desorden manifestado por una dificultad en el aprendizaje de la lectura pese a una enseanza convencional, una inteligencia adecuada y
una comodidad sociocultural. Depende de dficit cognoscitivos fundamentales de
origen constitutivo.
Ms concretamente, se considera que un nio es dislxico cuando presenta un
retraso en la lectura de al menos dos aos, y cuyo cociente intelectual est dentro de la norma. En general, los nios dislxicos representan cerca de un % de
los nios escolarizados.
Antes de explicar las causas de la dislexia, parece importante distinguir entre
las consecuencias del fracaso en el aprendizaje de la lectura y las causas de la dislexia. Si las dificultades en la lectura con frecuencia se asocian con dficit lingsticos, no quiere decir que concluyamos que los dficit lingsticos sean lo
que bloqueen el aprendizaje de la lectura. En efecto, si los dislxicos obtienen
ejecuciones inferiores en numerosas tareas (adems de la lectura), stas no representan la causa, sino, ms bien, la consecuencia de las dificultades del aprendizaje de la lectura: cuando se tienen dificultades para aprender a leer, tambin se
tienen en muchos otros mbitos en la medida en que la lectura permite adquirir competencias diversas (enriquecimiento del vocabulario, conocimientos,
complejizacin de la sintaxis, etc.). As, los trabajos realizados por Juel en Estados Unidos muestran que no existen diferencias entre buenos y malos lectores
en cuanto a sus capacidades lingsticas generales cuando stas se evalan en
primer ao de primaria. Pero las diferencias aparecen ms tarde, a medida que
se aprende a leer (o no se aprende en el caso de los lectores que fracasan). En
realidad, se trata de un efecto de bola de nieve: las dificultades en el aprendizaje de la lectura se propagan a otras habilidades distintas de la lectura.
BINICLETA Y DISLEXIA
binicleta
no est el comienzo
s, lo que est escrito es bici.
A. Khomsi, Les troubles cognitifs de la scolarit, en D. Gaonach y C. Golder (eds.), Manuel
de psychologie pour lenseignement, Hachette,
, p. .
Hoy se asume lo hemos visto en los captulos anteriores (en especial el que
est dedicado al aprendizaje) que la adquisicin de la lectura se hace por etapas durante las cuales los procedimientos de procesamiento se instalan progresivamente (procedimiento logogrfico, alfabtico y ortogrfico, en el modelo
de Frith). Por lo tanto, la lectura no se adquiere de manera lineal en la medida en
que no puede considerarse un simple incremento de las ejecuciones. En cada
etapa, hay un cambio cualitativo de procesamiento: cuando el nio pasa de la etapa logogrfica a la alfabtica, el procesamiento que aplica a la palabra pasa de
un procesamiento de la palabra en su globalidad a un procesamiento analtico.
Cuando uno se interesa en la dislexia, el problema es, pues, saber si esos nios
con deficiencias siguen el mismo recorrido en su desarrollo que los lectores normales (con retraso), o si utilizan un recorrido cualitativamente diferente. En pocas palabras, los mecanismos de adquisicin de la lectura son idnticos en el
lector normal y en el lector dislxico? Para comprender los trastornos, hay que
saber si el nio aplica los mecanismos generalmente involucrados en la lectura
(que fallaran en el lector dislxico), o si utiliza mecanismos de naturaleza diferente, que estaran menos adaptados y seran menos eficaces.
De manera esquemtica, el asunto que est en el centro del debate relativo a la
naturaleza de los trastornos dislxicos se puede formular de la siguiente mane
ra: los trastornos tienen que ver con la mediacin fonolgica o con el procedimiento ortogrfico?1 Dicho de otro modo, el lector dislxico experimenta dificultades en la aplicacin del procedimiento de ensamblaje (segmentacin de la
palabra escrita en unidades grafmicas, conversin de grafemas en fonemas, ensamblaje de los fonemas) o en la del procedimiento del direccionamiento (pareamiento directo entre la representacin ortogrfica de la palabra escrita y su
representacin en la memoria)?
Habra dislxicos fonolgicos, caracterizados por una incapacidad de descodificacin fonolgica, que se manifiesta en la imposibilidad de leer seudopalabras. En la mediada en la que esos sujetos dislxicos no logran identificar y
manipular los fonemas, la nica va que pueden utilizar para leer las palabras
es la va directa, la cual, desde luego, no se puede utilizar con las seudopalabras.
Tambin habra dislxicos ortogrficos (o dislxicos superficiales) que, por su
parte, experimentaran dificultades en el nivel del procesamiento ortogrfico y,
en consecuencia, se veran en la incapacidad (ms o menos total) de leer palabras irregulares (a propsito de las cuales no funciona la aplicacin de las reglas
de correspondencia grafofonmica: excepto, hielo, consciente, etc.). Los sujetos
slo pueden leer por la va indirecta (conversin de los grafemas en fonemas),
la cual no permite leer palabras que no se escriben como se pronuncian.
Luego, existiran dislxicos mixtos, caracterizados por dificultades tanto en el
componente fonolgico como en el ortogrfico.
Para terminar, podramos distinguir a los lectores atrasados, los cuales slo se
diferenciaran de los lectores normales desde un punto de vista cuantitativo; su
patrn de lectura sera comparable con el de los lectores normales ms jvenes.
De hecho, la distincin no es tan simple en la medida en que la descodificacin fonolgica permite la constitucin de representaciones ortogrficas: la
hiptesis a la que generalmente se recurre para explicar el origen de la dislexia
es la del dficit fonolgico (vase recuadro p. ).
Errores semnticos
Errores de derivacin
Errores visuales**
Paciente 1
Acto-pieza
Clausurado-cerrado
Cena-alimento
To-primo
56%
Sabio-sabidura
Extrao-extranjero
Orar-oracin
Nacimiento-nacido
11%
Store-spore
Quille-queue
Saucire-saucisse
Foule-four
22%
Paciente 2
Unidad-uno
Ocasin-suceso
Lado-orilla
Cementerio-entierro
54%
Calor-caliente
Hablar-habla
Altura-alto
Casamiento-casado
22%
Bosse-brosse
Gain-grain
Bas-bras
Crabe-crne
13%
Paciente 3
Lgrima-llorar
Partido-persona
Estudio-estudiante
Servicio-ejrcito
4%
Ingls-Inglaterra
Silencio-silencioso
Adornado-adorno
Bretn-Bretaa
19%
Flon-fouler
Net-nef
Venir-venin
Gros-grotte
61%
do se enfrentan a una tarea de sustraccin de fonemas; esas dificultades subsisten incluso despus de haber entrenado a los sujetos en el anlisis fonmico. En
muchos experimentos, cuando se comparan las ejecuciones de nios dislxicos
y de lectores normales, ambos grupos alcanzan el mismo nivel de lectura. Si no
se toma la siguiente precaucin, se comparan cosas que no son comparables: el
nivel de lectura interviene en el anlisis fonmico y, en consecuencia, si se compara un grupo de lectores normales con un buen nivel de lectura y un grupo de
sujetos dislxicos con un bajo nivel de lectura, la ejecucin de los primeros en
las tareas de anlisis fonmico necesariamente ser mejor que la de los otros. Dado que los dos grupos son pareados con base en su nivel de lectura, se obtienen
los siguientes resultados: los dislxicos de siete aos logran resultados de % de
xito, contra un % de los lectores normales; a los ocho aos, los resultados
de respuestas correctas son de % y de % respectivamente para los lectores
dislxicos y normales. Sin embargo, objetar usted, se trata quizs simplemente
de un dficit de anlisis auditivo, no especfico de la palabra, sino un dficit de
tipo general. Claro que no: los sujetos dislxicos no tienen dificultades para
extraer la nota inicial en una secuencia de notas tocadas en xilfono. La dificul
LA HIPTESIS DEL DFICIT FONOLGICO
tad es especfica del anlisis fonolgico y, como lo hace notar Morais,2 los sujetos dislxicos de todos modos podrn ser matemticos o lgicos Sucede
tambin que las ejecuciones de los poetas analfabetos son muy bajas en las tareas de anlisis fonmico... En suma, la conciencia fonolgica slo se puede
desarrollar en un contexto de instruccin del principio alfabtico.
Pero usted objetar enseguida que la explicacin es quizs otra: de hecho, los
dislxicos tienen un nivel de lectura demasiado bajo y por eso no logran categorizar los sonidos del lenguaje como pertenecientes a tal o cual categora y, por
lo tanto, no pueden hacer un anlisis fonmico consciente. En efecto, es posible que un bajo nivel de lectura dificulte la categorizacin de sonidos como ga,
ba o da. No, esta explicacin de las dificultades de anlisis de los fonemas como
producto de un nivel de lectura demasiado bajo debe rechazarse: si se comparan las ejecuciones de adultos letrados e iletrados en una tarea de categorizacin de sonidos, no hay diferencia. El hecho de no saber leer no impide la
categorizacin de los sonidos.
En resumen, en el nio dislxico, al principio hay claramente dificultades de
percepcin y de anlisis de la palabra, las cuales obstaculizan el anlisis fonolgico y, en consecuencia, el aprendizaje de la lectura. De esta manera, las deficiencias auditivas, en la medida en que alteran el procesamiento fonolgico de las
palabras, necesariamente tienen repercusiones en el aprendizaje de la lectura.
La ausencia de experiencia auditiva dificulta el desarrollo de los cdigos fonolgicos, lo cual bloquea la comprensin y la produccin del lenguaje hablado y
escrito.
Op. cit., .
EJEMPLOS DE PRUEBAS FONOLGICAS
Pruebas
Ejemplos
Pareamiento sonido-palabra
Pareamiento de 2 palabras por un sonido
Reconocimiento de rima
Produccin de rima
Aislamiento de un sonido
Segmentacin de fonemas
Conteo de fonemas
Fusin de fonemas
Sustraccin de fonemas
Sustraccin-identificacin de fonemas
Inversin de problemas
Categorizacin de fonemas
Op. cit., .
PARA LEER LAS PALABRAS, HAY QUE ANALIZAR SUS FONEMAS,Y MIENTRAS
MS SE SABE LEERLAS, MEJOR SE ANALIZAN SUS FONEMAS
Y EL CIRCUITO ARTICULATORIO?
i el circuito articulatorio parece importante en el aprendizaje de la lectura, por qu es as? Cuando escuchamos
a los nios que deben leer en voz alta
una palabra no familiar o que comienzan
a aprender a leer, podemos darnos una
idea de las exigencias que se imponen. En
primer lugar, tienden a procesar las letras
una por una, las pronuncian por s mismos
y tratan de retenerlas mientras procesan
la siguiente, luego intentan fusionar todas
las letras de manera que se cree un conjunto pronunciable que se parezca a una
palabra real, que se esforzarn por reconocer consultando su lxico interno. Manifiestamente, el sistema utilizado para
almacenar y fusionar los grafofonemas es
el circuito articulatorio. Cuando el nio
comienza a aprender a leer, conoce los
nombres de las letras; las consonantes
crean un problema particular puesto que
su nombre corresponde a una slaba
Entre las otras causas de la dislexia de desarrollo, a veces se invoca una naturaleza gentica. Si bien es verdad que un buen nmero de lectores deficientes
tienen padres lectores deficientes, lo contrario no es algo tan evidente. Los nios
que tienen padres lectores deficientes pueden volverse lectores totalmente normales, cuyo desarrollo sintctico, fonolgico y lxico sea comparable al de los
otros nios.
Sin embargo, la comparacin de gemelos monocigticos y bicigticos en una
tarea de reconocimiento de palabras escritas manifiesta menos diferencias en
los primeros: las ejecuciones de los gemelos monocigticos son relativamente
cercanas y bajas, en especial en la lectura de seudopalabras (que necesariamente implica que intervenga el procedimiento fonolgico).
En consecuencia, si bien no existe, propiamente dicho, un gen de la dislexia,
s hay transmisin gentica de potencialidades, las cuales desde luego sern moduladas por la experiencia lingstica del nio. De hecho, la que determina las
capacidades fonolgicas y, por tanto, el aprendizaje de la lectura es la interaccin gen / entorno.
Y en el nivel del cerebro?
APRENDER A ANALIZAR LOS FONEMAS
Remedios?
tencias en lectura. En suma, para leer hay que tener ganas y, para tener ganas,
es preciso que leer no tenga un costo (en energa cognoscitiva, claro). Se
estima que al finalizar la escuela primaria, un lector muy motivado lee cerca de
millones de palabras por ao, mientras que un lector poco motivado slo lee
.
Para los lectores deficientes que presentan trastornos en el nivel fonolgico,
el nico mtodo que parece prometedor consiste en relacionar la concienciacin de los gestos articulatorios con la percepcin de los sonidos de la palabra
y sus smbolos grficos. Por ejemplo, puede tratarse de observar en un espejo
los movimientos de los labios que hay que efectuar para producir un sonido; luego se pueden representar cada sonido con un dibujo de la boca. Se utilizan hojas de distintos colores para representar el nmero, el orden y la identidad de los
sonidos de una palabra. Posteriormente, las hojas de colores se remplazan por
letras. En un primer momento, un entrenamiento de este tipo permite mejorar
las capacidades metafonolgicas y la lectura de seudopalabras. Ms tarde, la
descodificacin fonolgica se generaliza en la lectura de las palabras. Finalmente, falta precisar que algunos lectores dislxicos logran compensar su dficit
fonolgico; los mecanismos compensatorios que les permiten tener acceso a
una lectura normal (y, en todo caso, seguir estudios superiores) siguen siendo difciles de delimitar.
Conclusin
l llegar al final de esta obra, parece muy difcil sacar una conclusin.
Qu decir que, de una u otra manera, no hayamos dicho? As que
tratemos de insistir otra vez en algunos puntos que nos parecen fundamentales.
La lectura es una actividad compleja en la cual estn implicados numerosos
procesos cognoscitivos, pero desafortunadamente no siempre se conoce con
exactitud el funcionamiento de la mquina para leercomprender. En pocas
palabras, aunque existan modelos que permiten describir el funcionamiento de
algunos procesos implicados en la lectura, actualmente, estos mtdodos son incapaces de dar cuenta del funcionamiento del lector. Dicho de otro modo, y lo
hemos subrayado en muchas ocasiones, nadie puede pretender que posee la
mejor frmula, el mejor mtodo para aprender a leer.
Pero seamos prudentes; el hecho de que no podamos dar cuenta del funcionamiento del buen lector (a menos que se trate del buen funcionamiento del
lector) no quiere decir que no se pueda aprender a leer de cualquier manera.
Repitmoslo: leer es ante todo descodificar, pero si bien el dominio de la descodificacin es una condicin necesaria para aprender, no es una condicin suficiente. Hemos visto que para procesar las oraciones, para procesar el texto, el
lector recurre a procesos de alto nivel que se sitan ms all de la descodificacin (desencadenados al principio por la lectura de las palabras) y que, a cambio, facilitan la descodificacin (utilizacin de los conocimientos previos, del
contexto).
Dado que la psicologa cognoscitiva es una ciencia joven, an tiene mucho trabajo por delante. El propio lector tal vez habr notado algunas zonas oscuras
que nos brincamos olmpicamente. Citemos tres de ellas que ya son evidentes:
Hemos tocado muy poco las relaciones entre la lectura y otras habilidades
cognoscitivas en el terreno del lenguaje: produccin escrita, lengua oral. Los
trabajos recientes sobre estos asuntos sin duda conducirn a una mejor integracin de las problemticas. Para tomar un solo ejemplo, el papel que le hemos conferido a la ortografa, con certeza podr encontrar una aclaracin
interesante a partir de los trabajos sobre produccin escrita.
Los nuevos medios de comunicacin de masas (hipertextos, internet) son al
mismo tiempo herramientas extraordinariamente ricas, y surgen exigencias
Caroline Golder es conferencista de psicologa en el Instituto Universitario de
Formacin de Maestros (IUFM) de la Academia de Poitiers de Francia.
Daniel Gaonach es profesor de psicologa en la Universidad de Poitiers.
Ambos son miembros del laboratorio Lenguaje y cognicin (Universidad de Poitiers-CNRS).
Actualmente trabajan en varios temas de investigacin relacionados con el lenguaje: la lectura, la argumentacin, el papel de la memoria de trabajo en las
actividades del lenguaje. Adems de tener la autora de varias obras especializadas relacionadas con las lenguas extranjeras, la argumentacin, etc., en publicaron Manuel de psychologie pour lenseignement.
A nuestros hijos.
A aquellos que saben leer y comprenden. Lo que leen
pudiera a veces parecer extrao, pero lo esencial es que,
al hacerlo, sientan placer.
A aquellos que estn aprendiendo a leer y para los que
el cdigo alfabtico a veces representa una dura prueba. nimo
A aquellos que pronto aprendern a leer
NDICE
Introduccin
Descodificar y comprender o comprender y descodificar
Los lados ocultos de la lectura
De la teora a la prctica
La lectura, un aprendizaje que se extiende al conjunto de la escolaridad
:
Ideogramas y slabas: ver y escuchar
La naturaleza de la actividad de la lectura: construir la significacin
a partir de un cdigo grfico
:
La lectura no es una adivinanza
Qu es el cdigo fonolgico?
Por qu recurrir al cdigo fonolgico?
Cmo adiestrar en el cdigo fonolgico?
:
El papel del cdigo ortogrfico
Las diferentes vas de acceso a la significacin
En qu nivel acta el contexto?
Acceso lxico y organizacin del lxico
El contexto, s, pero cul?
Leer: construir un modelo textual
En un texto, no todo est dicho: hay que inferir e interpretar
Leer es integrar
Los conocimientos conceptuales: estructura y contenido del texto
Los conocimientos conceptuales permiten comprender:
las inferencias
Los conocimientos conceptuales: seleccionar la informacin
importante
Los conocimientos lingsticos
Los procesos de administracin: saber localizar lo que no funciona
Un problema difcil de definir
Dislxico y lector normal: Un mismo recorrido en el desarrollo?
Las causas de la dislexia
Conclusin