Trifonía
Trifonía
Trifonía
r
interculturale.r*
por Cristina Alvarez y Mara Ester Grebe
1.
INTRODUCCIN.
* El
21
* 22 *
La trifona atacamea . ..
23
Se debe dejar en claro que el presente trabajo no es exhaustivo ni completo. Muy por el contrario, intenta realizar una exploraci6n preliminar sobre un terna que podra profundizarse mucho ms, aportando mayor cantidad de ejemplos analizados provenientes de diversos otros pases y culturas,
incluso talvez de otros continentes.
JI.
MATERIAL y MTODO.
24
de la interpretacin 2. Fue necesario, por lo tanto, agregar a los signos tradicionales de notacin, una serie de signos especiales que ya fueron utilizados
en un trabajo previo (Grebe y Alvarez, 1972:3).
TABLA CON SIGNOS ESPECIALES
Jo
'ir rr'=
i,
LJ
Cada transcripcin lleva, adems, el acompaamiento rtmico. Cuando ste posee un esquema permanente se ha anotado slo el patrn rtmico; en
caso contrario, se ha includo todo el acompaamiento como partitura. Se
incluye tambin la medida metronmica de cada ejemplo.
En el anlisis de esta seleccin de trozos musicales trifnicos, se han considerado los aspectos tonales, formales, interpretativos, mtricos y rtmicos,
sumndose informaciones sobre el contexto cultural en el cual ellos se manifiestan. Con el fin de ofrecer una visin esquemtica de la organizacin
tonal y sus funciones, se ha utilizado diversos signos en el Ej. 16: el centro
tonal aparece en nota cuadrada, siguiendo en importancia la redonda para
indicar la ubicacin del quinto grado del arpegio, luego siguen la blanca,
negra y corchea para los sonidos de menor importancia.
2 Las transcripciones tomadas de otros autores, correspondientes a los Nos. 11 al 15, son
solamente prescriptivas esquemticas.
25
Puesto que el presente trabajo estudia en forma preliminar un tema escasamente tratado en las investigaciones de msica verncula de Chile, su
ordenacin metodolgica es primordialmente inductiva y posee un alcance
exploratorio.
lIl. EL
REPERTORIO TRlFNICO.
Lq tri/o na atacamea.
La organizacin tonal trifnica caracteriza y tipifica a la msica atacamera:rrcaica, de-'a-Iluguoancestro cunza. Como dijiinos anteriorment;' ea
~~.c::'eiii en dos fitos indigenas de fertiliaad: e~!It.U'...el convjjo.. aJa
semillt!}J~ ~uales se asocian respectivamente a la limpieza de las acequias
y riego de l!i tierra y a la siinbia: .
Por ser el agua el elemento de mayor importancia para la economa agrario-pastoril de la desrtica tierra atacamea, la gente de sus oasis manifiesta
por ella una profunda veneracin. Puesto que el agua de las vertientes,
originada de las altas montaas nevadas de la cordillera andina, y sus correspondientes sistemas de regado a base 'de canales, determinan la fertilidad
y productividad de la tierra, ella es decisiva para la supervivencia del pueblo atacameo (Mostny, 1954:95). No es extrao, entonces, que al agua
se le asignen connotaciones mgicas o sobrenaturales. Segn Bartbel (1959:
20), para los atacameos el agua es recibida gracias a la efectividad del
acto ritual del talatur. Y, de acuerdo a informaciones recibidas del cantal'
Saturno Tejerino de Socaire --corroborado por otros cantales-, el canto
ritual se genera y es enseado por el agua. "Al escuchar en la noche, sen
cantar al agua y me sobrevino susto. Luego volv al pueblo, mientras la
voz del agua me persigui. Me ense encontrar la meloda justa para las
palabras. En una sola noche aprend todo lo que hay que saber ... Este canto se origin en la humedad del agua. El agua lo cant, del agua hay que
aprenderlo" (ibid.: 22). La calidad secreta de estas creencias --claramente
desprendidas del pensamiento mgico del hombre del desierto- es corroborada por el mismo cantal, quien afirma: "Estas son cosas muy secretas"
(loe. cit.). La identificacin de la meloda del talatur con el "canto del
agua" fue comprobada reiteradamente por Barthel en el transcurso de su
sobresaliente trabajo antropolgico en los oasis atacameos. Sus datos empricos aclaran la presencia de una imagen antropomrfica del agua. En este
sentido, se destaca un relato del cantal Saturno: "En la quebrada de Cuno
escuch cmo muchas personas conversaban con el agua. Sent durante el
3 El cantal es el sacerdote sacrificador y oficiante del ritual talatur. Su funci6n principal
es mantener vivos y transmitir los textos cantados en lengua cuma, an no descifrada integramente por los lingistas. Dicha lengua mantiene hoy su vigencia slo en el contexto
del ritual, puesto que ha perdido su funci6n comunicativa en la vida cotidiana al ser
desplazada por el espaol.
26
talatur cmo un gran tambor marcaba el comps dentro del agua: i tamtatamta-tamta!" (loe. cit.). Luego, "compar el correr del agua en la acequia con una delgada pero alegre voz humana" (loe. cit.). El cantal Cosme,
discpulo e hijo de Saturno, ratific las informaciones de su padre y maestro, afirmando que "en una noche al aire libre habia escuchado y compren~
dido el canto del agua" (loe. cit.).
Deducimos, por tanto, que la organizacin tonal trifnica -la cual caracteriza a todas las melodas del talatur y a la antigua msica cunza- personifica al canto del agua y, consecuentemente, al agua misma. Personifica
tambin a aquellos elementos asociados directa o indirectamente con el ceremonial del agua o talatur: la siembra y germinacin de la tierra frtil que
culmina en la cosecha y su produccin agrcola; la alimentacin y el bienestar general del grupo tnico; los rituales cuya poderosa efectividad permite
la llegada y buen uso del agua; los textos poticos tradicionales en lengua
cunza, principal medio de comunicacin ritual que va unido al canto; los
tres instrumentos musicales de uso ritual: el clarln, el putu y el chorimori';
y las danzas tradicionales que se desarrollan junto a la msica instrumental
y vocal. Todo este complejo cultural del agua y de la fertilidad otorga coherencia y continuidad a la vida ceremonial del pueblo atacameo y explica
la permanencia de sus supervivencias arcaicas a pesar de la extincin de la
lengua nativa en el momento presente.
La trifonia no es una organizacin tonal exclusiva de la cultura indgena.
En efecto, ella aparece incorporada, asimismo, a las coplas en idioma espaol que se interpretan durante el carnaval atacameo. As, la trifona
desafa incluso las barreras de lenguaje denotando una pertinaz permanencia y perdurabilidad de rasgos que le permite enfrentar y superar el flujo
incontenible del proceso de acuIturacin, el cual ha afectado profundamente
la pervivencia cultural del pueblo atacameo. Cmo se explica, entonces,
la slida permanencia de este elemento de la cultura musical nativa? Hemos
dicho que la trifona aparece identificada con el agua y la fertilidad de la
El clarn se clasifica como una trompeta natural, tubular, lateral, recta, con emboca..
dura. Est formada por un tubo de caa envuelto en hebras multicolores de lana, cuyo
largo oscila entre 1,30 Y 1,50 metros. Por compartir algunas caractersticas morfol6gicas
y musicales, est vinculado con el eTke argentino y la ITuITuka mapuche (Orebe, 1971:
34). El putu es una trompeta natural, tubular, vertical o lateral, curva, Con o sin embo..
cadura. Est construda por un cuerno de vacuno ornamentado con borlas de lanas mul..
ticolores. Se relaciona con el eTkencho argentino, la pulula altiplnica (trompeta de
caracol) y el kll-kll mapuche (Orebe, loe. cit.). El choTimori es una sonaja enfilada,
de golpe indirecto, sacudido y suspendido, formado por cencerros de bronce sin badajo,
cuya parte superior est perforada para dejar pasar el cordel o correa que sirve de asa.
Se agrupan de a tres (Mostny, 1954: 101); o bien de a seis: seis delgados o femeninos
y seis gruesos o masculinos, formando un conjunto de doce cascabeles (Barthel, 1959: 21).
Sobre el origen de este instrumento no hay acuerdo, asignndosele procedencia boliviana
(Barthel, loe. cit.), diaguita (Mostny, 1954:97) y atacamea precolombina, esta ltima
de acuerdo a recientes investigaciones organolgicas reaJizadas en 1971 por M. E. Grebe
con materiales arqueolgicos atacameos proporcionados por el padre Gustavo Le Paige.
4
* 27 *
28
29
EJEMPLO
N'
.J
2'!'4
Fi?\J J---!tu J j
Jr ! r 3Dr?
J J J J~
----Jf; r 77Ef
li a m<J J1Jf J!J
3JfJ.
!411
if?s Ir
J J,
fr
*
30
EJEMPLO N'J
l'I~;i.'I'4 ) H
i J Ji)
Va-mos, va - mos,
l'
4
50 -
~
gan,
Ma .. mai
re'
ven
!d
J
'.
mai
se
110
se
~'j
gllll
Ta - tal
va - mos,
3 3 3
;1
Id J
ra'
l ,.
N- fias ven-
)), J
ri
se -
ti
110 - ra'
J jJ
la ca - ba
t;'I
Yi
1',
l'
Ma
si.
lIa
rI
Ta - tai
se
110 re'.
EJEMPLO N"
J =104
" ~I ~
Va
EJ I[r r
r
-
mos
can -
tan - d~
O F ij?ar JI
flor
s':.!!a
cai
PERCUSIO,i
do ce
bai
(s: i
Va mas
lan
lo -
J~ J :11
*
31
yla
le -gran-do - nos
quc ~a!<
sa pa'
do
r r Ir tQ
'ff p r I r r r
p'r
sien -
do
tr 1 r r a
Fr
trai -, do.
11
EJEMPLO N"5
J.: 76 -~~:----:-~--:----:-------..
I~ B.P
Es
Ha
j
-
te
br
jo
ven
d
trai
lle
~'l9a
ue - na'
,) J
qu'l9a- br Ira;
que
can.- te
d
pa
Ij
pa'
ra
Jt
ga
co
do
pla'
JPt
J_
ven - der.
'pren- de'.
, I
PERCUSION:4
EJEMPLO N"5
IJl J
~
I; J
Por
la
fal - d
dllJl
si - ll~n
mi ne
PERCUSION:
flo - ra
- . gra
'-'
rr
quel ce
ij l.L jjs\f
da
IJ1
pa - ra
ten
se
~-nB
. sen-tar
) 1}1 J I;nJ
I)J=U
so - bre la
no - ra
si - lIaen
da.
111
-'
32
159) .
Las bebidas tradicionales del carnaval son la chicha de malz y la aloja de algarrobo,
cuya preparacin e ingestin responde a antiguas costumbres de los indgenas de antao.
El perodo de su elaboracin coincide con los meses de cosecha.
11
* 33 *
durante la despedida y entierro del carnaval, fase final en la que interviene pujllay 12, smbolo del carnaval. Este se personifica ya sea en un mueco
o un hombre disfrazado de viejo andrajoso y pintarrajeado que recorre la
aldea casa por casa montado en un burro y acompaado por una comparsa
pidiendo ddivas, las cuales acumula en sus alforjas y bolsas (ibid.: 204).
Cuando finaliza dicho paseo procesional, se procede a sepultar al mueco
pujllay junto al cual se depositan frutos y otros objetos simblicos, invocndose a pachamama, la diosa telrica (ibid.: 100-215). Durante el transcurso
del carnaval, la interpretacin de coplas y tonadas --o sea, bagualas trifnicas acompaadas por caja-, cobra especial relieve (ibid.: 175-194) 1 Por
sus caractersticas de contexto cultural y estilo musical, la baguala se vincula
estrechamente con la trifona atacamea y peruana, lo cual no es de extraar dada la vecindad geogrfica de sus manifestaciones musicales.. (Vase
Ejs. Ns. 7 al 10).
EJEMPLO N'?
J =132
)1 )' 1J
1'1'2' P
I~n
}l
trai
WI
con
~a
~u
EJEMPLO N'a
- r~
se
de
da
sien
J IJ
eo
la
que
"La
Eo
"Pa'
mI
la
-
00
oe
Vir
si
gri
J1 }l
-
mi
d.,a
ta
som
quel
mi
J
Ma
no
que
feo
lo
to
IJ
r
ri
ri
J J
Me
ce
sue
-- rroro
-
gra
J :.
11
a.
do
do.:.
BAGUALA (Argentina)
J =76
muer .. to
~rcus/n
12 Pujllay es un antiguo dios festivo y hquico de la mitologia indigena quechua que simboliza a la prosperidad y abundancia (ibid.: 204-210).
"Segn Isabel Aretz (1952:177-178), en Jujuy se danzan bailes carnavalescos al son de
coplas trit6nicas acompaadas de erkencho o erke, aerfonos similares al cIarEn, y al pul ..
atacameos.
34
I
sien
- ya
vuel- vai
se
I
I
EJEMPLO N'9
BAGUALA (Argentina)
I~
La tie
if ~lp r
del es
ser pie
rra con
------
IV ~ p I
y"~l
dra
gol- pe
@r
e - lla tam-
la - bn
que se- r
mi co
ra -zn
le r J
ti
te'i
de
ro -
bar
mi - dir
11
pa'
te - neto
con quin
dar -mir.
PERCUSION:4
35
EJEMPLO NIO
1\
BAGUALA (Argentina)
J:72
1&
Yo
no
por qu~n el
muo-do
Plfcusn
co - sa
---r
tu
de cual-quier
5a - bes que
la
36
La trifona atacamea . ..
Las ofrendas dirigidas al cerro, la importancia de ste y del agua, los instrumentos musicales tpicos, el desarrollo general de la fiesta, unidos a la
meloda trifnica caracterstica, evidencian su estrecha analoga y, quizs,
su parentesco cultural tanto con el talatur y el floramiento del ganado de
los atacameos, como con el carnaval calchaqu argentino.
Las culturas jvara de Ecuador y aguaruna del Per -ambas pertenecientes a reas selvticas vecinas de dichos pases andinos- utilizan prolusamente la trifona en sus manifestaciones musicales. Entre los jvaros, dicha organizacin tonal aparece principalmente ligada al trabajo agrcola y
a las ceremonias rituales que acompaan a dichas faenas (List, 1965: 138139). Muchos de sus cantos son dirigidos ya sea a la madre tierra (nungi) ,
a un instrumento de labranza especial para cavar la tierra (shingi) y a los
espritus de las plantas (loe. cit.). Como ejemplo de estos ltimos, citamos el
caso de la ceremonia dedicada al fruto de la palma chonta, en la cual se
incluyen adems danzas imitativas de los pjaros (ibid.: 141). A sta y otras
ceremonias y sus cantos, se les atribuye el poder de "influir benficamente
en el crecimiento de los cultivos" (ibid.: 139), revelndose as su carcter
eminentemen~e telrico de fertilidad. Las ceremonias jvaras que utilizan melodas trifnicas incluyen, asimismo, ritos de reduccin de cabezas y chamnicos, poseyendo estos ltimos la finalidad de curar a un individuo posedo por los espritus malignos (ibid.: 142). (Vase Ejs. Ns 11 y 12).
JIVAROS (Ecuador)
EJEMPLO N'"
Nun - gi
no - a
V
gi
no - a
j J
chi
as -
I r Jj J
- na,
no- a na,
) J
a
hei
tao
)1
unt-su - a
5a
na,
Ir
Ma-man
- ku
hei - ta,
,
r
Nun -
fI
tu
unt-.u-
J J
unt-su - a
- hei -
tao
37
1I
JIVAROS (E\:uador)'
EJENPLO .o"
f,a
p J~ PP ji;)
I ;~ P J~ P ;) Jq
;)"
l' p p p )1 P JI ;).
I w' p Ji P J)
a - ha ha ha
Wi-sha ha-hu-cM
Ka- pa - Ita pa - ha - wi
ji ;)
ha
hel
wi-sha ha-hu-chi
lB) P l,; J I
Sum- 8"
no - a
tu
as - sa
na - ku - ra
hei.
EJEMPLO N'3
If 1 J J
l'
r re r
r r re
r r r IJ J r r r
IF r
r lB r r r r r 12 J
J J JI
F F r r 1I J J J j
"11
J J I
EJEMPLO N'"
1:.
l,v8 [
rrr
I IR; J J j
-.,
r ..
U la
rr
lB (r
j
11
EJ 1I J J I
h
la F r lB t r r r-II r J 4a r r I
-
....J
38
Por su parte, los aguarunas utilizan tambin los cantos trifnicos en ceremonias rituales de reduccin de cabezas y de caza, apareciendo adems en
la msica no ritual: canciones amorosas, masculinas, de despedida y algunas
dirigidas a nios (Roel Pineda, 1969: 4-5). La intervenci6n de la tinya andina, como instrumento musical acompaante de la cancin trif6nica aguaTuna,
es una s61ida evidencia del parentesco cultural existente entre esta msica
selvtica y aquella del carnaval de Chanka anteriormente citada.
En las culturas indgenas del Chaco argentino-boliviano, reaparece caractersticamente la trifona asociada a ceremonias chamnicas. Entre los matacos y tobas, dichas ceremonias son dirigidas generalmente por dos chamanes que cantan, danzan y sacuden una sonaja. Ciertos ritos medicinales de
los matacos se destinan a la curaci6n de animales enfermos (Karsten, 1932:
138). Otros, propios de los tobas, consisten en conjuros danzados cuya finalidad es tanto teraputica como profilctica, sirviendo para prevenir epidemias (ibid.: 146). Dichos conjuros suelen ejecutarse a la luz de la luna
cerca de grandes fogatas (bid.: 148).
Un contexto cultural similar se da entre los onas argentinos, cuyos chamanes entonan extensos cnticos trifnicos de funci6n teraputica sin acompaamiento instrumental. A pesar de que la trifona no es una organizaci6n
tonal tpica de los mapuches de Chile, existen interesantes muestras de ella
en pasajes o fragmentos de cnticos chamnicos a los cuales se suman algunas canciones profanas. (Vase Ej. NQ 15).
EJEMPLO N /5
I"! ,!$
Af
I~ r
duam
le
'la
.'l~nfili
J J
muan
!jO
na
peli
Jl
) ;1 jl
Ceu na
'la,
amuan,
peli
IJ
1\0
peli
J J
piu
Af - le
'la,
J IJ
J J
peli ,na,
ke
'la,
Ceu
,na,
Ji
di
J J
pe
39
di
peli
!JO
Ji
v
':la
;,
J J J
rumean
ro -men 'IJa
r- J
tBiii
J IJ J I ~~ j ;P
!jo
duam
J J ,J
I~ 4
l'
)j )j ;p
na.
::,
a
J I
'la;
40
La trifona atacamea . ..
tiago, baguala, culturas chaquenses y atacamea. En efecto, tanto la emisin vocal como el registro y la ornamentacin confluyen en una modalidad
expresiva comn, aunque en la msica atacarnea sta pierde su riqueza y
complejidad. En todos estos grupos, e! timbre instrumental de los acompaamientos es bastante similar, por realizarse con trompetas naturales y/o
tambores.
Encontramos un estilo opuesto en la trifona aguaruna y ona. La emisin
vocal solista de la primera es relajada, tranquila y, por lo general, no enftica. Sus voces se mueven en un registro medio sin exagerar la intensidad,
agregando ocasionalmente vocalizaciones y ornamentaciones a base de grupos de sonidos auxiliares. Tanto en esta cultura como en las chaquenses aparece tambin la trifona en la msica instrumental solista de! lad, violn y
flauta. Por su parte, la peculiar trifona vocal de los chamanes onas se caracteriza por un estilo enftico, entonacin fluctuante, vocalizaciones frecuentes y carencia de acompaamiento instrumental.
La organizacin formal del repertorio trifnico perteneciente a tres de las
culturas estudiadas presenta gran analoga con aquella de la msica atacamea. As, tanto el Santiago como las bagualas y los trozos chaquenses se
desarrollan en base a la repeticin variada de una o dos frases meldicas,
con una clara tendencia a la estructura estrfica determinada por e! texto.
En cambio, en las canciones jvaras, aguarunas y onas predomina la forma
tipo mosaico, propia del estilo indgena ms puro, en la cual se yuxtaponen
pequeas clulas meldicas leve o profundamente variadas.
Desde el punto de vista de la organizacin mtrica y rtmica, algunos de
los grupos estudiados evidencian un parentesco con la msica atacamea,
compartiendo las siguientes caractersticas: pulso regular y mtrica aditiva
con frecuentes cambios del metro binario al ternario y viceversa. El pulso
regular de la baguala y del Santiago es subrayado por el acompaamiento
de tambor. Sin embargo, en dos de las bagualas seleccionadas (Ejs. Ns 8
Y 10) se presenta una mtrica bastante cambiante, lo cual se manifiesta tambin en el desarrollo de la msica vocal del Santiago. En general, la mtrica
y ritmo de estos repertorios dependen de la acentuacin de sus textos poticos. Segn Vega (1944: 118), la baguala adopta el verso octosilbico espaol canalizando as la organizacin mtrica dependiente de la acentuacin
prosdica del nuevo idioma.
En los trozos trifnicos de las culturas aguaruna y ona se presenta, por
el contrario, un metro y ritmo libres e irregulares en los cuales la velocidad
se acomoda flexiblemente a las necesidades expresivas del canto y su texto
potico.
En suma, es posible distinguir dos especies de estilos y estructuras musicales trifnicas en las culturas estudiadas: aquel de los atacameos, serranos
y montaeses argentinos (baguala), quechuas (Santiago), y chaquenses, grupos aculturados o en proceso de aculturacn que regularizan un estilo de
raigambre indohispnica, mestiza o "folk"; y aquel de las culturas indgenas
ms puras y aisladas -jvaros, aguarunas ) onas- que mantienen los rasgos
indoamericanos arcaicos.
41
I~ '0 a r r 1J
2
1'6 a J
1~11 a
!ii:!
IV.
la
le
'ra I)a
I~
3
rr
.. I'OZ
r IJ a r
8
12
13
I)ar
l'
~~
14
EJ e
IJer
la J
10
la
15
!i1
V lo pr
fi!
El
DISCUSIN.
bid:) a la excesiva aridez del territorio. Ellos se agrupan aqu tanto por poseer rasgos
42
La trifona atacamea . ..
43
Carlos Vega e Isabel Aretz han sealado la existencia de una extensa rea
musical trifnica en Latinoamrica, cuya extensin se ha precisado a travs de sucesivos trabajos de estos y otros autores. Vega fue el primero en
describir su extensin en Argentina y pases limtrofes: "Se encuentra en
las provincias del oeste, desde La Rioja hasta la gobernacin de los Andes,
Salta y Jujuy; invade el centro por Tucumn y parte de Santiago del Estero y
penetra hacia el centro-norte, dbilmente, hasta la gobernacin de Formosa ... Se encuentra, adems, en el norte de Chile, en el sur de Bolivia 15 y
en algunas regiones del Per central" (1944: 115). Aretz amplifica y precisa
esta rea mencionando "fuera de Argentina ... los atacameos chilenos y
ciertos serranos bolivianos", a los cuales se suman "algunos indios del Gran
Chaco y, ms lejos, en el centro del Per, ciertos indios del departamento
de Apurimac, los chankas" (1952: 115). En uno de sus trabajos posteriores,
Vega menciona por primera vez el concepto de rea musical en relacin al
"cancionero tritnico" (1965: 89), cuya dispersin geogrfica abarcaria, adems de Amrica, otros continentes, con la posible excepcin de Australia. En
Amrica, "se encuentra desde el Canad hasta la Argentina, erincipalmente
sobre el dorso y las vertientes de los Andes, sin continuidad" (loe. cit.). Vega
identifica dicho repertorio con algunas antiguas culturas de Argentina y Chile
de lengua cacana o diaguita, mencionando entre ellas a los pulares, cale haqu!es, diaguitas, omaguacas, atacamas o apatamas y capayanes, pueblos que
"son los progenitores de los grupos hoy folkl6ricoo que usufructan del orden tritnico en su propia rea precolombina" (ibid.: 90). Por su parte,
George List (1965: 144) agrega a esta rea musical trifnica la cultura
jvara del Ecuador. Y nuestro propio trabajo confirma una gran parte de
los datos de Vega y Aretz, amplificando los mrgenes de esta rea al incluir
a los aguarunas del Per y a los mapuches y onas de Chile. Confirmamos
tambin que el rea musical trifnca coexiste y se superpone con otras organizaciones tonales, tales como la pentfona y heptfona. Todos los grupos
indigenas mencionados han poseido en el pasado algn tipo de contacto cultural, ya sea directo o indirecto, estrecho o lejano, que ofreci oportunidades
para intercambiar u obtener prstamos culturales de pueblos vecinos. Ellos
fueron favorecidos y reforzados por pertenecer, muchas de estas culturas, al
rea de influencia del imperio incaico (Alden Mason, 1957: 116-131).
El rea musical trifnica, aunque discontinua, es predominantemente andina, aglutinando a cinco pases hermanos desde el Ecuador hasta el Cabo
de Hornos. Cmo podemos explicar su notable permanencia que ha superado incluso las fuerzas desintegradoras del proceso de aculturacin y la prdida irremediable de algunas lenguas nativas? A nuestro juicio, hay tres razones
principales que lo explican. En primer trmino, la triforua descansa en una
15 Vega sostiene que la trifona "debe haberse extendido hasta el sur de Bolivia, a menos
que la capa trit6nica de sus aborigenes haya sobrevivido alli bajo el fuerte estrato pentat6nico" (1965:90). De esto se desprende que la trifona no parece ser un elemento muy
caracterstico en Bolivia, cuya organizacin tonal es la pentfona.
44
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Aguirre, Miguel y Miguel Politis, 1971. "Instrumentos Musicales del Folklore del Norte
Grande". En Huayra-Huasi, III (Antofagasta), Edicin del Centro de Estudios Folklricos de la Universidad del Norte.
Alden Mason, John, 1957. The Ancient Civilization 01 Peru. Baltimore, Penguin.
Aretz, Isabel, 1952. El Folklore Musical Argentino. Buenos Aires, Ricordi Americana.
Augusta, Fray Flix Jos de, 1911. "Zehn Araukanerlieder". En Anthropos, VI, pp. 684698.
Barthel, Thomas, 1959. "E in Frhlingsfest der Atacameos". En Zeitschrilt lr Ethnologie, LXXXIV, pp. 24-45 '.
s/f. HUna Fiesta de Primavera de los Atacameos". Traduccin al castellano de
Amrico Gordon, indita, 41 pp.
Bennet, Wendell C. y Junius B. Bird, 1949. Andean Culture History, New York, Lancaster Press.
Bennet, Wendell C., 1963. "The Diaguita-Atacameo". En Julian H. Steward ed. Handbook 01 South American lndians. New York, Cooper Square, 11, pp. 38-42.
1963. "The Atacameo". En Julian H. Steward ed. Handbook 01 South American
lndians, New York, Cooper Square, n, pp. 599-618.
45
Carrizo, Juan Alfonso, 1942. Cancionero Popular de la Rio;a. Buenos Aires, Baiocco,
3 vols.
Cortzar, Augusto Ral, 1949. El Carnaval en el Folklore Calchaqul. Buenos Aires, Sudamericana.
List, George, 1965. "Music in the Culture of the Jibaro Indians of the Ecuatorian Montaa". En Primera Conferencia Interamericana de Etnomusicologla tCartagena de
Indias, Colombia). Washington, Uni6n Panamericana, pp. 133-151.
1971. "On the Non-Universality of Musical Perspectives". En Ethnomusicology, llV,
3, pp. 399-402.
Mc Allester, David, 1971. "Some Thoughts on 'Universals' in World Music". En Ethnomusicolog)', llV, 3, pp. 379-380.
Mostny, Grete et al, 1954, Peine, un Pueblo Alacameo. Santiago, Instituto de Geografia, Facultad de Filosofa, Universidad de Chile.
Quijada Jara, Sergio, 1957. Canciones del Ganado )1 Paslores. Huancayo, Villanueva.
Roel Pineda, Josafat, 1969. Voces e Inslrumenlos de la Selva. Lima, Minerva.
Seeger, Charles, 1971. "Reflections Upon a Given Topic: Music in Universal Perspective". En Ethnomusicology, llV, 3, pp. 385-398.
Shlrlaw, Matthew, 1955. The Teory 01 Harmon)'. De Kalb (Illinois), Coar.
Steward, Julian H. y Louis C. Faron, 1959. Nalive Peoples 01 Soulh America. New York,
McGraw HilI.
Vega, Carlos, 1944. Panorama de la Msica Popular Argenli..... Buenos Aires, Losada.
1965. "Msica de Tres Notas". En PrimlTlJ Conlereneia Inl.,americana de Elnomusicologla (Cartagena de Indias, Colombia). Washington, Uni6n Panamericana, pp.
89-106.
Wachsmann, Klaus P., 1971. "Universal Perspectives in Music". En Elhnomusicolog)l,
llV, 3, pp. 381-384.
46