Cfe Analisis Sismico
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MÉXICO | 2008
COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD
DIRECTORIO
Ing. Alfredo Elías Ayub
Director General
Dr. Florencio Aboytes García
Subdirector de Programación
Lic. Manuel Garza González
Coordinador del Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrico
Ing. Néstor Moreno Díaz
Director de Operación
Ing. Luis Carlos Hernández Ayala
Subdirector de Generación
Ing. Jesús A. Buentello García
Subdirector de Energéticos y Seguridad
Ing. Noé Peña Silva
Subdirector de Transmisión
Ing. José Abed Valdez Campoy
Subdirector de Distribución
Ing. Gustavo Alonso Salvador Torres
Subdirector del Centro Nacional de Control de Energía
Lic. Fernando José Bueno Montalvo
Director de Administración
Lic. Francisco Javier Santoyo Vargas
Director de Finanzas
Ing. Rodolfo Nieblas Castro
Director de Modernización y Cambio Estructural
Ing. Eugenio Laris Alanís
Director de Proyectos de Inversión Financiada
Ing. Alberto Ramos Elorduy
Subdirector de Desarrollo de Proyectos
Lic. Carlos Ortíz y Farfán
Subdirector de Contratación de Proyectos de Inversión Financiada
Ing. Benjamín Granados Domínguez
Subdirector de Proyectos y Construcción
Dr. Humberto Marengo Mogollón
Coordinador de Proyectos Hidroeléctricos
Fís. Juan Manuel Rodríguez Álvarez
Coordinador de Proyectos Termoeléctricos
Ing. César Fernando Fuentes Estrada
Coordinador de Proyectos de Trasmisión y Transformación
Ing. Gustavo Arvizu Lara
Gerente de Estudios de Ingeniería Civil
Ing. Jesús Enrique Mena Sandoval
Subgerente de Comportamiento de Estructuras
Lic. Rubén López Magallanes
Órgano Interno de Control
PRÓLOGO
Director General
In memóriam
1
SECCIÓN 3.1
2
ESPECTROS DE DISEÑO SÍSMICO PARA EL TERRITORIO MEXICANO
ÍNDICE
NOMENCLATURA .................................................................................................. 5
3
SECCIÓN 3.1
4
ESPECTROS DE DISEÑO SÍSMICO PARA EL TERRITORIO MEXICANO
NOMENCLATURA
5
SECCIÓN 3.1
6
ESPECTROS DE DISEÑO SÍSMICO PARA EL TERRITORIO MEXICANO
3.1.1 INTRODUCCIÓN
Para la concepción de los espectros estipulados en este Manual se formuló la siguiente filosofía:
¾ Los espectros de diseño varían en forma continua dentro del territorio mexicano.
¾ La construcción de los espectros de diseño se inicia con un parámetro relacionado con el
peligro sísmico, que es la aceleración máxima en terreno rocoso, y se continúa con factores
con que se toman en cuenta las condiciones del terreno.
¾ Las aceleraciones máximas en roca están asociadas a coeficientes de diseño que son óptimos
para el estado límite de colapso de estructuras del Grupo B y corresponden a periodos de
retorno que varían espacialmente en forma continua.
¾ Los espectros de diseño son transparentes, es decir, carecen de factores de reducción ajenos
al peligro sísmico.
¾ Las ordenadas espectrales corresponden al 5% del amortiguamiento crítico estructural. Podrán
modificarse cuando se justifique un valor de amortiguamiento diferente o se consideren efectos
de interacción suelo–estructura.
¾ A periodo estructural largo, los espectros de desplazamiento que se derivan de los espectros
de aceleración tienden correctamente a los desplazamientos máximos del terreno.
¾ Se suministran espectros de diseño para el estado límite de servicio que no están afectados
por la no linealidad del suelo.
¾ Se proporcionan aceleraciones para tres niveles de importancia estructural: convencional (B),
importante (A) y muy importante (A+) (sólo para zonas de alta sismicidad).
7
SECCIÓN 3.1
Para realizar un ajuste racional de estos coeficientes se hizo uso de algunos criterios de diseño
óptimo con restricciones impuestas por las condiciones de dos estados límites: colapso y servicio. En
el cálculo del peligro sísmico se emplean leyes de atenuación que tienen distribución de
probabilidades truncada al valor de la mediana más una desviación estándar. Este asunto se discute
en la sección de comentarios 3.1.3.2.
Sin embargo, conviene señalar que con este enfoque los periodos de retorno crecen con respecto a
los que se tendrían si se emplean leyes de atenuación con distribución sin truncamiento. En efecto,
adoptando distribuciones lognormales completas (convencionales), el periodo de retorno Tr que se
requiere para alcanzar una aceleración de 1.0 g en Acapulco (siendo g, la aceleración de la
gravedad), para un periodo estructural Te = 0.3 s, es del orden de 200 años. En cambio, empleando
distribuciones lognormales truncadas se requiere de un periodo de retorno del orden de 500 años.
En la figura 1.1 se ilustra un mapa con la distribución de los periodos de retorno asociados a los
coeficientes óptimos. Las aceleraciones máximas en terreno rocoso, que corresponden a estos
periodos de retorno, se ilustran en la figura 1.2. Con estas aceleraciones se introduce el peligro
sísmico en los espectros de diseño, es decir, es el punto de inicio.
8
ESPECTROS DE DISEÑO SÍSMICO PARA EL TERRITORIO MEXICANO
Figura 1.1. Mapa de periodos de retorno. No se han dibujado curvas para periodos mayores
que 6,500 años
2
Aceleración máxima cm/s
10 500
Figura 1.2. Aceleraciones máximas del terreno (roca) correspondientes a los periodos de
retorno de la figura 1.1. Las unidades están en fracciones de la gravedad (g).
9
SECCIÓN 3.1
Mediante un análisis de optimación similar, se estudiaron los valores del coeficiente de diseño
asociados al estado límite de servicio. Se concluye que, en términos generales, sería óptimo utilizar
para este estado límite, un coeficiente sísmico que fuera el asociado al estado límite de colapso
dividido por un factor de 5.5. Por lo tanto, para el estado límite de servicio se recomienda ajustar las
ordenadas espectrales tomando en cuenta este factor de 5.5 y descontando los efectos de no
linealidad del suelo que estarán presentes en los espectros de diseño de colapso. En efecto, los
espectros de diseño de servicio deben estar exentos de estos efectos de no linealidad descritos más
adelante. Así mismo, para el estado límite de servicio no se tomará en cuenta la importancia
estructural. Por lo tanto, para estructuras del Grupo A, habrá que descontar este factor en todas las
ordenadas espectrales del estado límite de colapso. El estudio de peligro sísmico también permite
señalar que, para las zonas de alta sismicidad, podrían explicarse, en forma realista, aceleraciones
superiores a lo que se estarían permitiendo para estructuras del grupo A. Por ello, para estas zonas,
se introdujo el grupo estructural de “gran importancia”, denominado A+ (ver sección 3.2), y cuyo
diseño estaría asociado a un periodo de retorno de 30,000 años. En zonas de baja sismicidad, el
diseño de estructuras A+, se debe realizar con los espectros convencionales construidos para
estructuras del grupo A.
En este Manual se incluye una aplicación de cómputo denominada PRODISIS con que podrá
obtenerse el valor de la aceleración máxima del terreno en función de las coordenadas geográficas
del sitio y de la importancia estructural, consignadas en los grupos B, A y A+. Esta aplicación
suministra la aceleración correspondiente a la condición de terreno rocoso en cm/s2. Con este valor se
inicia la construcción de los espectros de diseño. Usualmente, los espectros de diseño son
adimensionales, suministrados como una fracción de la aceleración de la gravedad. Por ello, más
adelante se introducirá un factor de normalización de 981 cm/s2.
10
ESPECTROS DE DISEÑO SÍSMICO PARA EL TERRITORIO MEXICANO
4H s
Ts = (1.1)
vs
donde
Ts es el periodo dominante del estrato equivalente (periodo del sitio)
Hs es el espesor total del estrato del terreno
vs es la velocidad efectiva de propagación de ondas de corte en el estrato
El depósito descansa en un semiespacio que representa la roca basal. Para fines prácticos, la
profundidad de la roca basal se establece como aquélla en que la velocidad de propagación de ondas
del semiespacio, v0, vale al menos 720 m/s. Esto obedece a que la amplificación dinámica originada
exclusivamente por los depósitos profundos, con velocidades mayores que este valor, resulta
generalmente despreciable.
A pesar de que los valores del peso volumétrico γs y amortiguamiento ζs del suelo son necesarios en
los estudios rigurosos de propagación de ondas en medios estratificados, no se tomarán en cuenta
para caracterizar las amplificaciones dinámicas del terreno. En realidad se ha supuesto que los pesos
volumétricos del suelo de cada estrato, γs, y la roca, γ0, son iguales y que ζs=5%. Aun con estas
simplificaciones se tiene una razonable idealización de los depósitos que suelen encontrarse en la
práctica.
Tabla 1.1. Velocidad de ondas de corte a partir del número de golpes de la prueba de
penetración estándar (SPT).
11
SECCIÓN 3.1
⎛ N hn ⎞⎛ N ⎞
⎟ ⎜ ∑ γ n h n ( w n + w n w n −1 + w n −1 ) ⎟
4
Ts = ⎜∑
2 2
(1.2)
g ⎝ n = 1 n ⎠ ⎝ n =1
G ⎠
donde
γn es el peso volumétrico del n–ésimo estrato
Gn es el módulo de rigidez en cortante del n–ésimo estrato, igual a γn vs2 /g
hn es el espesor del n–ésimo estrato
N es el número de estratos
con
w0 = 0 en la roca basal
(1.3)
wN =1 en el estrato superficial
y
n
hi
∑γ v
i =1
2
wn = N
i i
en los estratos intermedios (1.4)
hi
∑
i =1 γ i vi
2
4H s
vs = (1.5)
Ts
Algunos de estos factores se obtendrán mediante interpolación lineal a partir de los valores
reportados en las tablas que se indican más adelante. En la sección de comentarios 3.1.8 se describe
un sencillo algoritmo de interpolación.
12
ESPECTROS DE DISEÑO SÍSMICO PARA EL TERRITORIO MEXICANO
r
Los factores de terreno rocoso son la aceleración máxima del terreno en roca a 0 , que depende de las
coordenadas geográficas, y el factor de distancia Fd, que es una medida de la distancia relativa a las
fuentes generadoras de temblores en función de la intensidad sísmica.
r
3.1.5.1.1 Aceleración máxima en terreno rocoso a0
r
La aceleración máxima en terreno rocoso a0 es el parámetro con que se inicia la construcción del
espectro de diseño a partir del peligro sísmico en el sitio, sea rocoso o terreno deformable. Para
determinarla se hará uso del programa de cómputo denominado PRODISIS como se indicó en la
sección 3.1.3.1. Esta aceleración debe ser mayor o igual que 0.02.
a0r
Fd = ; Fd ≤ 1 (1.6)
aref
donde
a 0r es la aceleración máxima en terreno rocoso del sitio de interés, en cm/s2
aref es una aceleración de referencia igual a 400 cm/s2
a0
Fs = (1.7)
a 0r
fsd
0.00 0.05 0.10 0.20 0.50 1.00 2.00 3.00
ps
1.000 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00
0.625 1.00 1.08 1.23 1.12 1.00 1.00 1.00 1.00
0.250 1.00 1.18 1.98 1.60 1.40 1.12 1.00 1.00
0.125 1.00 1.20 2.64 2.01 1.69 1.32 1.00 1.00
0.000 1.00 1.22 4.51 3.17 2.38 1.75 1.19 1.00
13
SECCIÓN 3.1
Para determinar este factor se hará una interpolación lineal con los valores de la tabla 1.2, partiendo
de los valores de fsd y ps, donde fsd=Ts(Fd)1/2 es una función del periodo dominante del sitio y del factor
de distancia, mientras que ps=vs/v0 es el contraste de impedancias mecánicas entre el suelo y la roca,
aceptando que γs = γ0. Si se conocen los valores de γ0 y γs, entonces el contraste de impedancias se
determinará como ps=γsvs/γ0v0. En particular, γs se determinará como el promedio de los pesos
volumétricos de los estratos pesados por el espesor de cada uno de ellos.
c
Fr = (1.8)
a0
Para determinar este parámetro se hará una interpolación lineal con los valores de la tabla 1.3,
partiendo de los valores del periodo dominante del sitio, Ts, y del contraste de impedancias
mecánicas, ps = vs / v0 si se acepta que γs = γ0, ó ps = γsvs / γ0v0 si se conocen los valores de γ0 y γs.
Ts
0.00 0.05 0.10 0.20 0.50 1.00 2.00 3.00
ps
1.000 2.5 2.5 2.5 2.5 2.5 2.5 2.5 2.5
0.625 2.5 3.80 3.74 3.57 3.26 2.81 2.56 2.51
0.250 2.5 4.36 4.41 4.27 3.45 2.85 2.59 2.53
0.125 2.5 4.74 4.91 4.90 3.70 3.06 2.75 2.65
0.000 2.5 5.27 5.66 6.02 4.81 4.05 3.58 3.40
14
ESPECTROS DE DISEÑO SÍSMICO PARA EL TERRITORIO MEXICANO
parámetro se requiere del periodo dominante del sitio, Ts, del contraste de impedancias mecánicas, ps,
y del factor de distancia, Fd, de acuerdo con la ecuación 1.9.
Tabla 1.4. Factores Fnl′ para la determinación de, Fnl, para suelos granulares.
Fd
0.00 0.10 0.20 0.30 0.40 0.50 0.75 1.00
ps
1.000 1.00 0.97 0.93 0.90 0.86 0.83 0.75 0.71
0.625 1.00 0.95 0.91 0.89 0.85 0.82 0.71 0.68
0.250 1.00 0.93 0.87 0.82 0.77 0.73 0.63 0.56
0.125 1.00 0.92 0.84 0.75 0.67 0.64 0.58 0.53
0.000 1.00 0.90 0.78 0.66 0.58 0.54 0.53 0.50
⎧ Ts
⎪1 − (1 − Fnl′ ) T si Ts ≤ Tref
⎪
Fnl = ⎨
ref
(1.9)
⎪
⎪⎩ Fnl′ si Ts > Tref
donde
Tref es un periodo de referencia igual a 1.5 s
Fnl′ se determinará mediante una interpolación lineal con los valores de la tabla 1.4, para suelos
granulares y de la tabla 1.5, para suelos arcillosos, partiendo de los valores del factor de distancia, Fd,
y del contraste de impedancias mecánicas, ps.
Tabla 1.5. Factores Fnl′ para la determinación de Fnl para suelos arcillosos.
Fd
0.00 0.10 0.20 0.30 0.40 0.50 0.75 1.00
ps
1.000 1.00 0.98 0.95 0.91 0.87 0.85 0.79 0.75
0.625 1.00 0.97 0.94 0.93 0.90 0.88 0.81 0.79
0.250 1.00 0.96 0.93 0.91 0.87 0.85 0.77 0.74
0.125 1.00 0.93 0.85 0.76 0.70 0.67 0.61 0.56
0.000 1.00 0.82 0.63 0.46 0.36 0.32 0.31 0.28
⎧ Ts
⎪1 − (1 − Fv′ ) si Ts ≤ Tref
Fv = ⎨ Tref (1.10)
⎪ Fv′ si Ts > Tref
⎩
15
SECCIÓN 3.1
Tabla 1.6. Factores Fv′ para la determinación de Fv, para suelos granulares.
Fd
0.00 0.10 0.20 0.30 0.40 0.50 0.75 1.00
ps
1.000 1.00 0.99 0.98 0.97 0.96 0.95 0.95 0.95
0.625 1.00 0.98 0.97 0.93 0.90 0.89 0.89 0.89
0.250 1.00 0.97 0.93 0.86 0.81 0.79 0.79 0.79
0.125 1.00 0.97 0.92 0.85 0.80 0.78 0.78 0.78
0.000 1.00 0.97 0.92 0.85 0.80 0.78 0.78 0.78
Tabla 1.7. Factores Fv′ para la determinación de Fv, para suelos arcillosos.
Fd
0.00 0.10 0.20 0.30 0.40 0.50 0.75 1.00
ps
1.000 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00
0.625 1.00 1.00 1.00 0.99 0.99 0.99 0.99 0.99
0.250 1.00 0.99 0.98 0.96 0.94 0.93 0.93 0.93
0.125 1.00 0.98 0.95 0.90 0.86 0.84 0.84 0.84
0.000 1.00 0.95 0.88 0.77 0.69 0.67 0.66 0.66
F v′ se determinará mediante una interpolación lineal con los valores de la tabla 1.6 para suelos
granulares y de la tabla 1.7 para suelos arcillosos, partiendo de los valores del factor de distancia, Fd,
y del contraste de impedancias mecánicas, ps.
v′s = Fv vs (1.11)
Con la velocidad equivalente, vs′, se calculará el periodo dominante del sitio Ts, llamado periodo
equivalente, Ts′, y con éste se determinará el ancho de la meseta espectral según la sección 3.1.6.3.
Las ordenadas del espectro de aceleración para diseño sísmico Sa(Te)/g, expresadas como fracción
de la gravedad y en función del periodo estructural adquieren la siguiente forma paramétrica
16
ESPECTROS DE DISEÑO SÍSMICO PARA EL TERRITORIO MEXICANO
⎧ a 0 + ( β c-a 0 )
Te
si Te < Ta
⎪ Ta
⎪
⎪ βc si Ta ≤ Te < Tb
⎪ r
⎪ ⎛T ⎞
Sa(Te ) ⎪ βc ⎜ b ⎟ si Tb ≤ Te < Tc
a= =⎨ ⎝ Te ⎠ (1.12)
g ⎪
⎪
⎪ ⎛T ⎞
r
⎡ ⎛ Tc ⎞ ⎤ ⎛ Tc ⎞
2 2
⎪ βc⎜ b ⎟ ⎢ k + (1-k ) ⎜ ⎟ ⎥ ⎜ ⎟ si Te ≥ Tc
⎪ ⎝ Tc ⎠ ⎢⎣ ⎝ Te ⎠ ⎥⎦ ⎝ Te ⎠
⎪⎩
donde
a es la aceleración espectral normalizada con la aceleración de la gravedad
Te es el periodo estructural
Ta es el límite inferior de la meseta del espectro de diseño
Tb es el límite superior de la meseta del espectro de diseño
⎧2s si Tb < 2s es el periodo de inicio de la rama descendente en que los desplaza-
Tc =⎨
⎩Tb si Tb ≥ 2s
mientos espectrales tienden correctamente al desplazamiento del
terreno
r es el parámetro que controla la caída de las ordenada espectrales para Tb ≤ Te < Tc, y es
igual a Ts, pero no será menor que 0.5 ni mayor que 1.0 (0.5 ≤ r ≤ 1.0). Para terreno firme
r=0.5
k es el parámetro que controla la caída de las ordenada espectrales para Te ≥ Tc (ver
sección 3.1.6.4)
β es el factor de amortiguamiento (ver sección 3.1.6.5)
Para el estado límite de colapso en estructuras del grupo B, estos parámetros se definen a
continuación.
Fs Fnl a 0r
a0 = ; con Fs Fnl ≥ 1.0 (1.13)
981.0
c = Fr a 0 (1.14)
17
SECCIÓN 3.1
T b = 1 .2 0 T s′ Tb ≥ 0.6 s (1.16)
donde
Ts′ es el periodo equivalente, calculado con las ecuaciones 1.1 y 1.11, es decir,
4H s 4H s T
Ts′ = = = s (1.17)
v ′s Fv v s Fv
λ ⎧ 0.45 si Te < Tc
⎛ 0.05 ⎞ ⎪
β=⎜ ⎟ ; con λ = ⎨ Tc (1.19)
⎝ ζe ⎠ ⎪0.45 T si Te ≥ Tc
⎩ e
A
Sacol =1.5×Sacol
B
(1.20)
18
ESPECTROS DE DISEÑO SÍSMICO PARA EL TERRITORIO MEXICANO
El espectro de diseño para las estructuras del Grupo A+ se construirá a partir de la aceleración
r
máxima en terreno rocoso a 0 que suministra el programa PRODISIS cuando se especifica
explícitamente este grupo de estructuras (A+). Para zonas de baja sismicidad, esta aceleración
corresponde a la provista para estructuras del Grupo A.
Fs a 0r
a0 = (1.21)
981.0 × 5.5
Este espectro de diseño para el estado límite de servicio se tomará para la prevención de daños tanto
para estructuras del Grupo B como de los Grupos A y A+. Es decir, en el espectro de diseño para el
estado límite de servicio se debe tomar en cuenta la importancia estructural mediante un factor que
es, a saber: 1.0 para estructuras del Grupo B, 1.5 para estructuras del Grupo A y > 1.5 para
estructuras del Grupo A+ (dependiendo de la localización geográfica del sitio). Nótese que, de
acuerdo con las ecuaciones 1.22 y 1.23, para terrenos no rocosos, la meseta del espectro de servicio
difiere de la meseta del espectro de colapso. Por lo tanto, el cociente de ambos espectros, llamado
Factor de servicio, Fser=Sacol/Saser es función del periodo estructural. Para terreno rocoso, Fser = 5.5 es
constante.
Te2
Sd(Te ) = Sa (Te ) (1.24)
4π2
Cuando Te tiende a infinito, el desplazamiento espectral tiende al desplazamiento máximo del terreno,
dado por:
1/ 2
c T2 ⎛ T ⎞
D max = k c2 ⎜ b ⎟ g (1.25)
4π ⎝ Tc ⎠
19
SECCIÓN 3.1
Si k ≥ 1.0, el desplazamiento máximo espectral es el desplazamiento máximo del terreno. Si no, éste
ocurre cuando Te = Tc, y estará dado por:
1/ 2
c T2 ⎛ T ⎞
Sd max = β c2 ⎜ b ⎟ g (1.26)
4π ⎝ Tc ⎠
20
SECCIÓN 3.2
CLASIFICACIÓN DE LAS
ESTRUCTURAS
21
SECCIÓN 3.2
22
CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS
ÍNDICE
NOMENCLATURA .................................................................................................. 25
23
SECCIÓN 3.2
24
CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS
NOMENCLATURA
25
SECCIÓN 3.2
26
CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS
3.2.1 INTRODUCCIÓN
La naturaleza del fenómeno sísmico implica que los temblores futuros se pueden describir sólo en
términos probabilistas. En efecto, es imposible acotar, dentro de límites prácticos, la máxima
intensidad sísmica que puede ocurrir en un sitio. En la elección del temblor de diseño debe
considerarse, explícitamente, la probabilidad de que su intensidad se exceda cuando menos una vez
durante la vida útil supuesta para la estructura. En consecuencia, si se supone que su resistencia es
determinista e igual a la de diseño, la estructura tiene una probabilidad de falla que es igual a la
probabilidad de que se exceda la intensidad de diseño.
Aun la recomendación más conservadora no suministraría una protección absoluta contra el temblor
más intenso que pudiera ocurrir. Tampoco parece haber un límite superior dentro de un intervalo
práctico. Por consiguiente, los criterios de diseño sísmico se fundamentan en la admisión de la
posibilidad de colapso de toda la estructura, por remoto que se considere el fenómeno. Ello conduce
a que unas estructuras han de protegerse contra el colapso en mayor grado que otras, de acuerdo
con su importancia.
Ante este panorama, las solicitaciones que se adopten para el diseño sísmico de una estructura
deben ser función, tanto de las características probables de los temblores que puedan ocurrir en el
sitio, como del grado de seguridad recomendable para la estructura, que es función creciente de la
pérdida que implicaría su falla, pero función decreciente de la rapidez de variación de su costo con
respecto a su resistencia.
Por otra parte, las solicitaciones de diseño también dependen del sistema estructural, de los
elementos y materiales de la estructura y de los detalles de diseño y construcción, que determinan la
forma de falla. Conviene considerar estos aspectos estructurales mediante dos conceptos: a) las
características estructurales para soportar cargas sísmicas y b) la capacidad para disipar energía por
comportamiento inelástico a través del desarrollo de deformaciones en los intervalos no lineales de
las curvas carga–deformación. Esta forma de tomar en cuenta los aspectos estructurales lleva a
caracterizar las estructuras en función de su estructuración, por un lado, y de su ductilidad, por otro.
Para el diseño sísmico racional de las construcciones debe tomarse en cuenta la protección que se
les debe suministrar, su estructuración y su desempeño ante solicitaciones sísmicas. Estos conceptos
se describen a continuación.
27
SECCIÓN 3.2
GRUPO DESCRIPCIÓN
Las estructuras de “gran importancia”, o del Grupo A+, son estructuras en que se
requiere un grado de seguridad extrema. Su falla es inadmisible porque, si se
presenta, conduciría a la pérdida de miles de vidas humanas, a un grave daño
A+ ecológico, económico o social, o bien, impediría el desarrollo nacional o cambiaría el
rumbo del país. Son estructuras de importancia extrema, como las grandes presas y
las plantas nucleares.
Estructuras en que se requiere un grado de seguridad alto. Construcciones cuya falla
estructural causaría la pérdida de un número elevado de vidas o pérdidas
económicas o culturales de magnitud intensa o excepcionalmente alta, o que
constituyan un peligro significativo por contener sustancias tóxicas o inflamables, así
como construcciones cuyo funcionamiento sea esencial a raíz de un sismo. Tal es el
caso de puentes principales, sistemas de abastecimiento de agua potable,
subestaciones eléctricas, centrales telefónicas, estaciones de bomberos, archivos y
A registros públicos, monumentos, museos, hospitales, escuelas, estadios, templos,
terminales de trasporte, salas de espectáculos y hoteles que tengan áreas de reunión
que pueden alojar un número elevado de personas, gasolineras, depósitos de
sustancias inflamables o tóxicas y locales que alojen equipo especialmente costoso.
Se incluyen también todas aquellas estructuras de plantas de generación de energía
eléctrica cuya falla por movimiento sísmico pondría en peligro la operación de la
planta, así como las estructuras para la transmisión y distribución de energía
eléctrica.
Estructuras en que se requiere un grado de seguridad convencional. Construcciones
cuya falla estructural ocasionaría pérdidas moderadas o pondría en peligro otras
construcciones de este grupo o del grupo A, tales como naves industriales, locales
comerciales, estructuras comunes destinadas a vivienda u oficinas, salas de
B espectáculos, hoteles, depósitos y estructuras urbanas o industriales no incluidas en
el grupo A, así como muros de retención, bodegas ordinarias y bardas. También se
incluyen todas aquellas estructuras de plantas de generación de energía eléctrica que
en caso de fallar por temblor no paralizarían el funcionamiento de la planta.
28
CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS
29
SECCIÓN 3.2
Para las distintas estructuras comprendidas dentro de la clasificación por tipos considerada se
adoptarán los siguientes valores del factor de comportamiento sísmico.
⎧ β Te
⎪1 + (Q − 1) ; si Te ≤ Tb
⎪ k Tb
⎪⎪
Q' = ⎨ (2.1)
⎪
⎪
⎪1 + (Q − 1) β p ; si Te > Tb
⎪⎩ k
donde
Q es el factor de comportamiento sísmico especificado en las recomendaciones para cada
tipo de estructura
β es el factor de amortiguamiento (sección 3.1.6.5)
Tb es el límite superior de la meseta del espectro de diseño (sección 3.1.6.3)
Te es el periodo estructural
k es un parámetro que controla la caída del espectro (sección 3.1.6.4)
p es un factor empleado para definir la variación del espectro en la rama descendente,
calculado de la siguiente forma:
2
⎛T ⎞
p = k + (1 − k) ⎜ b ⎟ (2.2)
⎝ Te ⎠
En caso de que se adopten dispositivos especiales capaces de disipar energía por amortiguamiento o
comportamiento inelástico, podrán emplearse criterios de diseño sísmico que difieran de los
30
CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS
especificados en este Manual, siempre que sean congruentes con ellos y se demuestre
convincentemente tanto la eficacia de los dispositivos o soluciones estructurales como la validez de
los valores del amortiguamiento y el factor reductor que se propongan.
31
SECCIÓN 3.2
32
SECCIÓN 3.3
ESTRUCTURAS TIPO 1
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
33
SECCIÓN 3.3
34
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
ÍNDICE
NOMENCLATURA .................................................................................................. 37
35
SECCIÓN 3.3
36
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
NOMENCLATURA
37
SECCIÓN 3.3
38
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
En esta sección se presentan los criterios para valuar las solicitaciones sísmicas que obran en
estructuras de edificios. Para el diseño se considerarán dos estados límites: a) el nivel de servicio, en
que se revisarán las deformaciones para limitar los daños y, b) el nivel de prevención de colapso, en
que se determinarán las resistencias y se revisarán las deformaciones para prevenir la falla
estructural. Los choques contra estructuras adyacentes y rotura de vidrios se tomarán en cuenta en el
nivel de prevención de colapso.
39
SECCIÓN 3.3
40
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
Los criterios para definir el factor reductor por ductilidad, Q ′ , se encuentra en la sección 3.2.5.
R=⎨
( )
⎪⎧R 0 + 0.5 1 − Te /Ta ; si Te ≤ Ta
(3.1)
⎪⎩R 0 ; si Te > Ta
donde
Ta es el límite inferior de la meseta del espectro de diseño
Te es el periodo fundamental de la estructural en la dirección del análisis
R0 es la sobrerresistencia índice, dependiendo del sistema estructural
El factor R puede diferir en las dos direcciones ortogonales en que se analiza la estructura, según
sean las propiedades de ésta en dichas direcciones. Los valores de R0 dependen del sistema
estructural seleccionado, como se señala a continuación:
41
SECCIÓN 3.3
1
A cd = 0.8 + 5
T (3.2)
2 + 5 2 e −1
Ts
donde
Ts es el periodo dominante del sitio
42
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
a (β )
a′ = (3.3)
Q ' Rρ
Para estructuras con comportamiento histerético degradante ubicadas en suelos blandos, las
ordenadas espectrales reducidas a ′ se calcularán como:
a(β)A cd
a′ = (3.4)
Q 'R ρ
Los valores de los parámetros de la forma espectral propuesta corresponden al nivel de prevención
de colapso para estructuras del grupo B y se deberán incrementar en 50% para estructuras del grupo
A.
43
SECCIÓN 3.3
44
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
a) Método simplificado
b) Análisis estático
c) Análisis dinámico
El método simplificado se describe en la sección 3.3.4. Es el más simple de utilizar; sin embargo, sólo
es aplicable a estructuras regulares con altura no mayor de 13 m, que cumplan simultáneamente con
todos los requisitos indicados.
El método estático, descrito en la sección 3.3.5, es aplicable a edificios regulares cuya altura sea
menor o igual que 30 m y estructuras irregulares con altura no mayor de 20 m. En terreno rocoso,
estos límites se incrementan a 40 y 30 m, respectivamente. Para que una estructura se considere
regular, debe cumplir las condiciones descritas en la sección 3.3.2, en caso contrario, se considerará
irregular. Las estructuras que no cumplan los requisitos anteriores, se deberán analizar empleando un
método dinámico según se establece en la sección 3.3.6. El análisis dinámico es aplicable en todos
los casos.
1. En cada planta, al menos el 75% de las cargas verticales estarán soportadas por muros
ligados entre sí mediante losas monolíticas u otros sistemas de piso suficientemente
resistentes y rígidos al corte. Dichos muros tendrán distribución sensiblemente simétrica con
respecto a dos ejes ortogonales y deberán satisfacer las condiciones que establecen las
correspondientes normas técnicas complementarias vigentes para estructuras de
mampostería, concreto, estructuras metálicas y madera. Para que la distribución de elementos
resistentes pueda considerarse sensiblemente simétrica, la excentricidad torsional en dos
direcciones ortogonales, calculada estáticamente, no deberá exceder el 10% de la dimensión
en planta del edificio, medida paralelamente a la excentricidad. Esta excentricidad se podrá
estimar como el cociente del valor absoluto de la suma algebraica del momento de las áreas
efectivas de los muros, con respecto al centro de cortante del entrepiso, entre el área total de
los muros orientados en la dirección del análisis.
El área efectiva de los muros es el producto del área bruta de la sección transversal y el factor
de área efectiva FAE, que para el estado límite de servicio o comportamiento elástico (Q = 1)
estará dado por las siguientes ecuaciones:
45
SECCIÓN 3.3
⎧ h′n ⎛ h′ ⎞
2
h ′n
⎪ 1.5 + − 1.5 ⎜ n ⎟ ≤ 1.0
⎪ L ⎝L⎠ L
FAE = ⎨ si (3.5)
⎪ h′n ⎛ h′n ⎞
2 h′
− + 1.0 < n ≤ 2.5
⎪ 2.2 1.5 0.3 ⎜ ⎟ L
⎩ L ⎝L⎠
y para el estado límite de prevención de colapso, FAE estará dado por la siguiente ecuación:
h′ ⎛ h′ ⎞
2
⎛ h′ ⎞
3 h ′n
FAE = 0.6 + 0.6 n − 0.3⎜ n ⎟ + 0.05 ⎜ n ⎟ si ≤ 2.5 (3.6)
L
L ⎝L⎠ ⎝L⎠
donde
h ′n es la altura del entrepiso n
L es la longitud del muro
Los muros referidos en este párrafo podrán ser de mampostería, concreto reforzado, placa de
acero, compuestos de estos dos últimos materiales o de madera. En este último caso estarán
arriostrados con diagonales.
Para aplicar este método se hará caso omiso de los desplazamientos horizontales, momentos
torsionantes y momentos de volteo. Únicamente será necesario verificar que en cada piso la suma de
las resistencias al corte de los muros de carga, proyectadas en la dirección en que se considera la
aceleración, sea cuando menos igual a la fuerza cortante total que obre en el piso, calculada según
se especifica en la sección 3.3.5.1, pero empleando los coeficientes sísmicos reducidos por
ductilidad, redundancia y sobrerresistencia en sustitución del término c/Q´Rρ (ecuación 3.10). Estos
se obtienen haciendo uso del programa PRODISIS si se trata de construcciones del grupo B. Estos
coeficientes se multiplicarán por 1.5 cuando se trate de construcciones del grupo A. La verificación se
realizará en dos direcciones ortogonales. Para el uso del programa PRODISIS habrá que:
46
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
1) Calcular fuerzas laterales aplicadas en los centros de masa de los pisos que produzcan
efectos equivalentes a la acción sísmica.
2) Distribuir las fuerzas laterales del paso 1 y los momentos torsionantes asociados a estas
fuerzas entre los sistemas resistentes a carga lateral que conforman la estructura, como son
marcos, muros o combinaciones de éstos.
3) Analizar cada sistema resistente ante las cargas laterales que le correspondan.
Las fuerzas de inercia se determinarán considerando que las aceleraciones de las masas de la
estructura varían linealmente con la altura y que la fuerza cortante basal de la estructura es igual al
coeficiente sísmico, reducido por ductilidad, redundancia y sobrerresistencia y multiplicado por el
peso de la construcción, independientemente del periodo fundamental de la estructura. Para
estructuras ubicadas en suelos blandos y que sean susceptibles a desarrollar comportamientos
47
SECCIÓN 3.3
histeréticos con degradaciones de rigidez y/o resistencia, se amplificarán por este concepto conforme
se establece en la ecuación 3.4.
De acuerdo con lo anterior, cada una de las fuerzas de inercia se tomará igual al peso de la masa que
corresponde multiplicado por un coeficiente proporcional a su altura sobre el desplante o nivel a partir
del que las deformaciones laterales de la estructura pueden ser apreciables, es decir:
Pn = α f Wn h n (3.7)
donde
Wn es el peso de la masa del nivel n
hn es la altura del nivel n sobre el desplante
V cβ
= (3.8)
W Q 'Rρ
donde
V es la fuerza cortante basal
W es el peso de la construcción, incluyendo cargas muertas y vivas
Q´ el factor reductor por ductilidad, calculado como se indica en la ecuación 2.1 de la sección
3.2.5 para Te = Tb.
Tb es el límite inferior de la meseta del espectro de diseño
c es el coeficiente sísmico dado por la ecuación 1.14 de la sección 3.1.6.2
β es el factor de amortiguamiento definido en la ecuación 1.19 de la sección 3.1.6.5. Si el
amortiguamiento estructural es 5% y no hay efectos de interacción β = 1.0
∑W n
cβ
αf = n =1
(3.9)
Ne
Q'Rρ
∑ Wn h n
n =1
donde
Ne es el número de masas concentradas, igual al número de niveles del edificio
Sustituyendo la ecuación 3.9 en la ecuación 3.7 se obtiene que la fuerza lateral que actúa en el centro
de masa del nivel n es igual a:
Ne
∑W n
cβ
Pn = Wn h n n =1
(3.10)
Ne
Q'Rρ
∑W h
n =1
n n
Para estructuras ubicadas en suelos blandos y que sean susceptibles a desarrollar comportamientos
histeréticos con degradaciones de rigidez y/o resistencia, la ecuación 3.10 se transforma en:
48
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
Ne
∑W n
cβAcd
Pn = Wn h n n =1
(3.11)
Ne
Q'Rρ
∑ Wn h n
n =1
1/ 2
⎡ Ne
⎤
2π ⎢ ∑ Wn X n2 ⎥
Te = ⎢ n =1 ⎥ (3.12)
g⎢ ⎥
Ne
⎢
⎣
∑n =1
Pn X n ⎥
⎦
donde
Pn es la fuerza lateral que actúa sobre la masa del nivel n de acuerdo con las
ecuaciones 3.10 o 3.11
Xn es el desplazamiento del nivel n en la dirección de la fuerza
g es la aceleración de la gravedad
Ne
∑W n
a (β)
Pn = Wn h n n =1
(3.13)
Ne
Q'Rρ
∑ Wn h n
n =1
Ne
∑W n
a ( β) Acd
Pn = Wn h n n =1
(3.14)
Ne
Q'Rρ
∑W h
n =1
n n
donde
a(β) es la aceleración espectral, normalizada con la gravedad, correspondiente a Te y
considerando los cambios debidos a amortiguamientos diferentes de 5%
49
SECCIÓN 3.3
a(β )
Pn = Wn (α 1 h n + α 2 h n2 )
Q ' Rρ
(3.15)
a (β )A cd
Pn = W n ( α 1 h n + α 2 h n2 ) (3.16)
Q ' Rρ
donde
α1, α2 son los coeficientes de proporcionalidad y están dados por:
Ne
∑W n
α1 = (1 − 0.5r (1 − q ) ) n =1
Ne (3.17)
∑W h
n =1
n n
Ne
∑W n
α 2 = 0.75r (1 − q ) n =1
Ne (3.18)
∑ Wn h n2
n =1
donde
q es igual a (Tb/Te)r, siendo r un coeficiente que vale 1.0, 1.33 y 2.0, para terrenos con
factor de sitio Fs = 1.0, 1.0 < Fs ≤ 1.5 y Fs > 1.5, respectivamente
En este caso, los coeficientes α1 y α2 se tomaron de tal manera que la relación V/W sea idéntica,
según sea el caso, a a/Q´Rρ ó aAcd/Q´Rρ cuando Te es igual a Tb y tienda a 1.25, 1.33 y 1.5 veces
a/Q’Rρ ó aAcd/Q’Rρ para terrenos con factor de sitio Fs = 1.0, 1.0 < Fs ≤ 1.5 y Fs > 1.5, respectivamente,
cuando Te tiende a infinito.
⎪⎧ Vn e n ; e n = e dn + 0.05 b n
+ +
Mo nt = ⎨ − −
(3.19)
⎪⎩ Vn e n ; e n = 0.5e n − 0.05 b n
donde
50
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
20en
ean = 0.05 ( bn + b′n ) ≤ 0.05 ( b n + b′n ) (3.22)
bn
1 ⎡ 2 ⎤
(L + e2n − Fkn2 ) + 4 e2n Fkn2 ⎥
2
ean = Lsn − e2n − Fkn2 + 2
(3.23)
2 en ⎢⎣
sn
⎦
El signo positivo o negativo de la excentricidad que aparece en la ecuación 3.19 no se refiere a que la
línea de acción de la fuerza cortante se encuentre del lado positivo o negativo del centro de torsión.
Indica que la excentricidad se incrementará 0.05bn o se reducirá 0.05bn. Además, la excentricidad de
diseño en cada entrepiso no podrá tomarse menor que la mitad de la máxima excentricidad torsional
calculada para los entrepisos que se encuentran abajo del entrepiso de referencia, y el momento
torsionante de ese entrepiso tampoco podrá ser menor que la mitad del máximo momento torsionante
calculado para los entrepisos que están arriba.
51
SECCIÓN 3.3
cortante de entrepiso deben ser sensiblemente proporcionales a sus rigideces. Estos elementos
deben ser de la misma índole. Por ejemplo, si en un lado la rigidez y resistencia son suministradas
predominantemente por columnas, en el lado opuesto también deben ser suministradas
predominantemente por columnas, o si de un lado por muros de concreto, en el opuesto también por
muros de concreto.
⎛ 0.2h n ⎞ N e
Mo nv = ⎜ 0.8 + ⎟ ∑ Vm ( h m − h m −1 ) (3.25)
⎝ H ⎠ m = n +1
donde
H es la altura de la estructura
El momento de volteo reducido no podrá ser menor que el producto de la fuerza cortante en el nivel n
multiplicada por su distancia al centro de gravedad de la parte de la estructura que se encuentra por
encima del nivel n.
En el análisis deberán tomarse en cuenta, explícitamente, los efectos P–Δ, esto es, los momentos y
cortantes adicionales provocados por las cargas verticales actuantes sobre la estructura deformada,
así como por la influencia de la carga axial en la rigidez de la construcción. Estos efectos no se
podrán despreciar cuando, en cualquier entrepiso n, el desplazamiento relativo del entrepiso, X′n ,
dividido por la altura del entrepiso, h ′n , exceda de 0.08Vn/ Wn′ , siendo Vn la fuerza cortante del
entrepiso y Wn′ el peso de la estructura incluyendo cargas muertas y vivas que obra encima del
entrepiso n, afectado por el factor de carga correspondiente.
Una forma aproximada de estimar los efectos de segundo orden consiste en amplificar en cada
entrepiso la deformación y los momentos en los extremos de las columnas calculados, despreciando
estos efectos, mediante el factor de amplificación:
X ′n
h ′n
Δn = 1 + (3.26)
Vn 1.2X ′n
−
Wn′ h ′n
Los momentos en los extremos de las trabes tendrán que corregirse proporcionalmente con sus
rigideces angulares para que se satisfaga el equilibrio de momentos en los nudos.
52
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
S = S 2x + S 2y + S 2z (3.27)
⎛ k T k2 ⎞
Aca = 1 + d ⎜1 + 1 e k2 ⎟ (3.28)
⎝ k3 + Te ⎠
⎛ ⎛ Te ⎞ ⎞
k2
⎜ k1 ⎜ ⎟ ⎟
⎜ ⎝ Ts ⎠ ⎟
A ca = 1 + d ⎜ 1 + ⎟ (3.29)
⎜ T
k3 + e − 1 ⎟
⎜ Ts ⎟
⎝ ⎠
donde
d es la diferencia entre los valores de la relación a(β)/Q´Rρ o a(β)Acd/Q´Rρ, según sea el
caso, que causarían la falla o fluencia plástica de la construcción en uno y otro sentido,
expresados como fracción de la aceleración de la gravedad
k1, k2, k3 son parámetros que dependen del tipo de terreno y del comportamiento histerético
supuesto para el sistema estructural y cuyos valores se proporcionan en la tabla 3.2
53
SECCIÓN 3.3
(Z Me J)
T 2
Wen =
n
g (3.30)
Z Tn M e Z n
donde
Me es la matriz de masas de la estructura
Zn es el n–ésimo modo natural de vibración, formados por los desplazamientos de ka
estructura con base indeformable
J es un vector con componentes iguales a 1.0
Dado que las respuestas modales no ocurren simultáneamente, la superposición directa de ellas es
una cota superior de la respuesta total de la estructura. Por ello, las respuestas modales Sn, donde Sn
puede ser fuerza cortante, desplazamiento lateral, momento de volteo, etc., se combinarán para
calcular las respuestas totales S de acuerdo con el criterio probabilista de la raíz cuadrada de la suma
de los cuadrados o método SRSS (ecuación 3.31), siempre que los periodos de los modos naturales
difieran al menos 10% entre sí.
1/2
⎛ Ne
⎞
S = ⎜ ∑ S ⎟2
n (3.31)
⎝ n =1 ⎠
54
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
Para las respuestas en modos naturales que no cumplen esta condición, por ejemplo de estructuras
con torsión o apéndices, se tendrá en cuenta el acoplamiento entre ellos. En estos casos procede
emplear el criterio probabilista de la combinación cuadrática completa o método CQC:
1/ 2
⎛ Ne Ne ⎞
S = ⎜ ∑∑ ρnmSn Sm ⎟ (3.32)
⎝ n =1 m =1 ⎠
donde
8 ζn ζm ( ζn + Ωnmζm ) Ω3nm2
ρnm = (3.33)
(1 − Ω ) + 4ζn ζmΩnm (1 + Ω2nm ) + 4 ( ζ2n + ζ2m ) Ω2nm
2 2
nm
y
ζn, ζm son las fracciones del amortiguamiento crítico asociadas al n–ésimo y m–ésimo modos,
respectivamente
Ωnm = ωn / ωm siendo ωn y ωm las frecuencias naturales sin amortiguar de dichos modos
Se sugiere suponer ζn = ζm = 0.05, a menos que se justifique otro valor. El cálculo modal de las
respuestas Sn puede suministrar valores positivos o negativos. Esta ambigüedad en los signos se
evita al considerar que la ordenada espectral siempre es positiva.
Esta condición implica que la fuerza cortante basal de diseño no puede ser menor que 80% de la que
suministraría un análisis estático tomando en cuenta el periodo fundamental de la estructura. Sin
embargo, en ningún caso el cortante será menor que a0Wtot, donde a0 es la aceleración máxima del
terreno normalizada con la aceleración de la gravedad, (ecuación 1.13 de la sección 3.1) y Wtot es el
peso total de la construcción.
55
SECCIÓN 3.3
Para estructuras con comportamiento histerético degradante ubicadas en suelos blandos, dado que
las ordenadas espectrales reducidas son a(β)Acd/Q´Rρ, entonces los desplazamientos laterales
obtenidos para las fuerzas reducidas deberán ser multiplicados por el factor Q´Rρ/AcdFser.
Los valores de Q´, R y Acd se calcularán para el periodo fundamental de la estructura. El factor de
servicio, Fser, también se calculará para el periodo fundamental de la estructura siguiendo las
especificaciones que se proporcionan en las secciones de recomendaciones 3.1.6.7 y de comentarios
3.1.7.2.
56
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
57
SECCIÓN 3.3
La separación entre cuerpos de una misma estructura o entre estructuras adyacentes será cuando
menos igual a la suma de las que, de acuerdo con las especificaciones precedentes, corresponden a
cada una. Podrá dejarse una separación igual a la mitad de esta suma si los dos cuerpos tienen la
misma altura, estructuración y las losas coinciden a la misma altura, en todos los niveles.
Cuando se refuerce una construcción del grupo B con elementos estructurales adicionales, será
válido adoptar los valores de Q que corresponden a estos elementos, siempre que sean capaces de
resistir, en cada entrepiso, al menos 50% de la fuerza cortante de diseño, resistiendo la estructura
existente el resto. En cada nivel, las resistencias de los elementos añadidos deben ser compatibles
con las fuerzas de diseño que les correspondan. Deberá comprobarse que los sistemas de piso
tienen la rigidez y resistencia suficientes para transmitir las fuerzas que se generan en ellos por los
elementos de refuerzo que se han colocado y, de no ser así, los sistemas de piso deberán reforzarse
y/o rigidizarse para lograrlo.
58
SECCIÓN 3.4
ESTRUCTURAS TIPO 2
PÉNDULOS INVERTIDOS Y
APÉNDICES
59
SECCIÓN 3.4
60
PÉNDULOS INVERTIDOS Y APÉNDICES
ÍNDICE
NOMENCLATURA .................................................................................................. 63
61
SECCIÓN 3.4
62
PÉNDULOS INVERTIDOS Y APÉNDICES
NOMENCLATURA
63
SECCIÓN 3.4
64
PÉNDULOS INVERTIDOS Y APÉNDICES
Por lo que se refiere a la determinación de las fuerzas sísmicas que obran sobre péndulos invertidos
y apéndices, adicionalmente se considerarán los criterios complementarios que se especifican en la
presente sección.
ϕ
M = 1.5 P rm2 (4.1)
x
donde
rm es el radio de giro de la masa con respecto al eje en cuestión
x, ϕ son el desplazamiento lateral y el giro, respectivamente, del extremo superior del
elemento resistente bajo la acción de la fuerza de inercia P que actúa sobre la masa,
defina como:
c
P= Wp (4.2)
QR
65
SECCIÓN 3.4
donde
c es el coeficiente sísmico
Q es el factor de comportamiento sísmico
R es el factor de reducción por sobrerresistencia
Wp es el peso del péndulo invertido
Los péndulos invertidos se analizarán ante la acción de dos componentes horizontales ortogonales
del movimiento del terreno de la misma intensidad. Las fuerzas internas resultantes de estas
solicitaciones sísmicas se obtendrán aplicando la regla de la raíz cuadrada de la suma de los
cuadrados (ver sección 3.3.5.6). Las fuerzas internas así obtenidas deberán combinarse con las
gravitacionales.
3.4.3 APÉNDICES
Las acciones sísmicas que obran sobre apéndices son función tanto del movimiento del terreno como
de la interacción dinámica entre el apéndice y la estructura en que se apoya; para su determinación
se puede efectuar un análisis dinámico del conjunto, lo que implica que el análisis de la respuesta de
tales elementos sea algo compleja. Sin embargo, para fines de diseño se puede recurrir al método
estático pero fijando el coeficiente sísmico de diseño de tal forma que se consideren, aunque sea
aproximadamente, los efectos de interacción apéndice–estructura, los cuales tienden a amplificar
fuertemente la respuesta del apéndice.
Para valuar las fuerzas sísmicas estáticas que obran en apéndices, equipos y demás elementos cuya
estructuración difiera radicalmente de la del resto de la estructura principal, se supondrá actuando
sobre el elemento en cuestión la fuerza sísmica que le correspondería si se apoyara directamente
sobre el terreno, multiplicada por el factor de amplificación 1+cn/a0 donde a0=c/Fr es la aceleración
máxima del terreno (ver sección 3.1.6.1), siendo Fr el factor de respuesta y cn=Pn/Wn el coeficiente de
aceleración por el que se multiplica el peso Wn del nivel de desplante del apéndice cuando se valúa la
fuerza lateral Pn en dicho nivel ignorando la presencia de apéndices; este coeficiente se obtiene como
se indica en relación con el análisis estático para estructuras de edificios.
Con base en lo anterior, las fuerzas laterales Pn′ sobre apéndices se determinarán de acuerdo con la
ecuación
c ⎛ c ⎞
Pn′ = Wn′ ⎜ 1 + n ⎟ (4.3)
QR ⎝ a0 ⎠
donde
Wn′ es el peso del apéndice desplantado sobre el n–ésimo nivel de la estructura principal
67
SECCIÓN 3.4
68
SECCIÓN 3.5
INTERACCIÓN
SUELO–ESTRUCTURA
69
SECCIÓN 3.5
70
INTERACCIÓN SUELO–ESTRUCTURA
ÍNDICE
NOMENCLATURA .................................................................................................. 73
71
SECCIÓN 3.5
72
INTERACCIÓN SUELO–ESTRUCTURA
NOMENCLATURA
73
SECCIÓN 3.5
interacción
74
INTERACCIÓN SUELO–ESTRUCTURA
3.5.1 INTRODUCCIÓN
En el diseño sísmico de estructuras de edificios ubicadas en terrenos de mediana y baja rigidez, se
deben tener en cuenta los efectos de la interacción entre el suelo y la estructura (interacción suelo–
estructura), aplicando las recomendaciones indicadas en esta sección. Estas recomendaciones se
emplearán cuando en un modelo usado para el análisis sísmico de la respuesta de una estructura no
se consideran los efectos de la flexibilidad de la cimentación. Por otra parte, los efectos de la
interacción inercial se incorporarán en la determinación de las fuerzas sísmicas y los desplazamientos
de diseño de la estructura. Estos efectos corresponden al alargamiento del periodo fundamental de
vibración, la modificación del amortiguamiento asociado y la reducción de la ductilidad de la
estructura, con respecto a los valores que se tendrían suponiendo que la estructura se apoya
rígidamente en su base.
En general, el uso de estas recomendaciones reduce los valores de las fuerzas laterales, el cortante
basal y los momentos de volteo, calculados para una estructura supuesta con base indeformable, e
incrementa los desplazamientos laterales. Sólo se justificará tomar en cuenta los efectos de la
interacción suelo–estructura cuando se tenga que:
Te H s
< 2.5 (5.1)
Ts H e
donde
Hs es el espesor de la estratigrafía
He es la altura efectiva de la estructura
Ts es el periodo dominante del sitio
Te es el periodo fundamental de la estructura supuesta con base rígida
Si la estructura con varios grados de libertad responde esencialmente como un oscilador de un grado
de libertad en su condición de base rígida y el depósito de suelo estratificado se comporta
fundamentalmente como un manto homogéneo, el sistema suelo–estructura se puede reemplazar por
el sistema equivalente indicado en la figura 5.2, donde la estructura y el estrato representan
elementos equivalentes, que permiten obtener una respuesta similar ante la misma excitación. Para
ello, la estructura real se caracterizará mediante el periodo fundamental, la masa y la altura efectiva,
75
SECCIÓN 3.5
mientras que el depósito original se caracterizará a través del periodo dominante y la velocidad
efectiva.
Las ecuaciones que definen los parámetros modales del oscilador elemental se obtienen a partir del
periodo y del amortiguamiento del modo fundamental de la estructura e igualando el cortante basal y
el momento de volteo del modo fundamental de la estructura con los correspondientes al oscilador, lo
que conduce a
(Z M eJ )
T 2
=
1
Me (5.2)
Z 1T M e Ζ 1
Me
K e = 4π2 (5.3)
Te2
76
INTERACCIÓN SUELO–ESTRUCTURA
Me
C e = 4 πζ e (5.4)
Te
Z1TMe H
He = T (5.5)
Z1 Me J
donde
J es un vector con componentes iguales a 1
H es el vector de alturas de desplante de cada nivel, es decir H = {h1,h2,…,hN}T
Zn es el n–ésimo modo natural de vibración que se obtiene al resolver el problema de valores
característicos definido por la ecuación matricial homogénea
Me es la matriz de masas de la estructura supuesta con base indeformable
La masa y la altura efectivas calculadas con el método dinámico, en ningún caso se deberán tomar
menores que 0.7 veces la masa y la altura de la construcción, respectivamente.
El periodo y el amortiguamiento del modo fundamental del sistema equivalente con tres grados de
libertad representan el periodo y el amortiguamiento efectivos Te y ζ e del modo fundamental de la
estructura interactuando con el suelo, los cuales pueden calcularse, aproximadamente, como se
especifica en la sección 3.5.5 o, rigurosamente, como se estipula en la sección de comentarios.
Los efectos de interacción en los modos superiores resultan despreciables cuando el modo
fundamental de la estructura supuesta con base rígida se parece a una recta que pasa por su base, lo
cual ocurre en la mayoría de los casos prácticos. Por tanto, es válido despreciar los efectos de
interacción en los modos superiores cuya contribución se puede determinar mediante procedimientos
estándar.
Cuando se utilice el método estático, He se tomará como 0.7 de la altura total, excepto para
estructuras de un solo nivel, en que se tomará igual a la altura total. La masa efectiva Me o peso
77
SECCIÓN 3.5
efectivo We de la estructura se tomará como 0.7 de la masa total o del peso total respectivamente,
excepto para estructuras de un sólo nivel, en que se tomará igual a la masa total o peso total.
= a W − ⎡ a − a ⎤ W
V ⎢ Q' Q'
⎥⎦ e (5.6)
Q' ⎣
donde
W es el peso total de la estructura
We es el peso efectivo, tomando en cuenta lo indicado en la sección 3.5.2
Q' es el factor reductor evaluado para Te (ver sección 3.2.5)
'
Q es el factor reductor de resistencia remplazando la ductilidad Q por la ductilidad efectiva
Q , que se obtiene de acuerdo con la sección 3.5.6
a es la aceleración espectral de diseño para Te usando un factor de reductor por
amortiguamiento β = 1
a es la aceleración espectral de diseño para T e , Sa (T e , β ) / g , empleando un valor de β de
acuerdo con:
λ ⎧ 0.45 si Te < Tc
⎛ 0.05 ⎞ ⎪
β=⎜ ⎟ ; con λ= ⎨ ⎛ Tc ⎞ (5.7)
⎝ ζe ⎠ ⎪ 0.45 ⎜ T ⎟ si Te ≥ Tc
⎩ ⎝ e⎠
donde
Tc es el límite superior de la meseta del espectro de diseño
ζ e es el amortiguamiento efectivo del sistema suelo–estructura, que será mayor que 0.05
ζe es la fracción de amortiguamiento crítico de la estructura supuesta con base indeformable,
la cual se tomará igual a 0.05
Los desplazamientos laterales modificados por interacción, incluyendo la rotación de la base pero
despreciando su traslación, se pueden determinar como:
= V ⎡ X + ( h + D ) Mo ⎤
v
X n ⎢ n n ⎥ (5.8)
V⎣ Kr ⎦
donde
M v
o
es el momento de volteo en la base de la cimentación
Xn es el desplazamiento lateral del n–ésimo nivel de la estructura con base indeformable
78
INTERACCIÓN SUELO–ESTRUCTURA
Estos desplazamientos deben ser empleados en el cálculo de los efectos P–Δ y en la revisión del
estado límite por choques contra estructuras adyacentes.
= φ Sd ( T
X )Z (5.9)
1 1 1 1
donde
) = Sa (T
Sd (T ) / ω 2 es el desplazamiento espectral para el periodo T
, correspondiente al periodo
1 1 1 1
Esto conduce a que la respuesta con interacción reducida por ductilidad y sobre–resistencia tome la
forma
Sa ( T
)
= φ1
X
1
Z (5.10)
ω1 Q' ( T
) F (T
) 1
1 2
1 R 1
El cortante basal reducido por interacción puede expresarse en términos de masa y aceleración como
= ω2J TM X
V (5.11)
1 1 e 1
Sustituyendo en esta expresión la ecuación 5.10 y recurriendo a las ecuaciones 5.2 y 3.30 (de la
sección 3.3), el cortante basal reducido por interacción se transforma en
= a W
V (5.12)
1 '
Q
1
donde
Fr es el factor de respuesta
W1 es el peso efectivo en el modo fundamental de la estructura
El cortante basal que se obtiene con el método dinámico (ecuación 5.12), es similar al que se calcula
con el método estático (ecuación 5.6), siempre y cuando se reemplace el peso de la estructura por su
peso efectivo, que participa en el modo fundamental.
79
SECCIÓN 3.5
estructura con base rígida Ke, las fuerzas sísmicas reducidas por interacción se calculan mediante
= K X
P (5.13)
1 e 1
En general, bastará multiplicar por el cociente V / V cualquier respuesta calculada sin interacción
1 1
para obtener la respuesta con interacción. Este cociente en ninguna situación se tomará menor que
0.75 ni mayor que 1.25. Asimismo, el valor calculado para el amortiguamiento efectivo en ningún caso
se tomará menor que 0.05.
Los desplazamientos laterales modificados por interacción, incluyendo la rotación de la base pero
despreciando su traslación, se pueden determinar como
= V1 ⎛⎜ X + ( h + D ) Mo1 ⎞⎟
v
X n1 n1 n (5.14)
V1 ⎝ Kr ⎠
donde
Mo1v es el momento de volteo en la base de la cimentación correspondiente al modo
fundamental de la estructura
Xnl es el desplazamiento lateral del n–ésimo nivel correspondiente al modo fundamental de la
estructura con base indeformable
Estos desplazamientos se emplearán en el cálculo de los efectos P–Δ y en la revisión del estado
límite por choques contra estructuras adyacentes.
Las respuestas modales con interacción se combinarán con los mismos criterios que se especifican
para estructuras sin interacción a fin de obtener la respuesta total.
En caso de optar por el análisis paso a paso en el dominio del tiempo, se debe resolver
adecuadamente la ecuación de equilibrio dinámico del sistema equivalente, teniendo en cuenta lo
estipulado para estructuras sin interacción.
= ( T 2 + T 2 + T 2 )1/ 2
T (5.15)
e e h r
donde
80
INTERACCIÓN SUELO–ESTRUCTURA
Th es el periodo natural de la estructura supuesta infinitamente rígida y cuya base sólo puede
trasladarse
Tr es el periodo natural de la estructura supuesta infinitamente rígida y cuya base sólo puede
rotar
1/ 2
⎛M ⎞
Th = 2π ⎜ e ⎟ (5.16)
⎝Kh ⎠
1/2
⎛ M ( H + D)2 ⎞
Tr = 2π ⎜ e e ⎟ (5.17)
⎜ K ⎟
⎝ r ⎠
Kh representa la rigidez lateral de la cimentación, definida como la fuerza horizontal necesaria para
producir un desplazamiento unitario en la dirección de dicha fuerza, y Kr representa la rigidez de
rotación de la cimentación, definida como el momento necesario para producir una rotación unitaria
en la dirección de dicho momento. Estas rigideces se obtienen como se indica en la tabla 5.1 de la
sección 3.5.7.
Como primera aproximación al valor del periodo efectivo T e se puede calcular usando las rigideces
estáticas. Si en lugar de éstas, se emplean las rigideces dinámicas, evaluadas para la frecuencia
fundamental ωe de la estructura con base rígida, se mejora dicha aproximación. Es posible obtener
una aproximación aún mejor si la ecuación 5.15 se resuelve mediante iteraciones, empezando con la
frecuencia fundamental ωe y terminando con la frecuencia efectiva ω
e.
3 2 2
⎡T ⎤ ζh ⎡ Th ⎤ ζr ⎡ Tr ⎤
ζ e = ζ e ⎢ e ⎥ + ⎢ ⎥ + ⎢ ⎥ (5.18)
+ 2 ζ 2h + 2 ζ 2r
⎣ e⎦
T 1 ⎣ e⎦
T 1 ⎣ Te ⎦
En esta ecuación
ω
eC h
ζh = (5.19)
2K h
y
ω
eC r
ζr = (5.20)
2K r
donde
ζh es el amortiguamiento del suelo en el modo de traslación de la cimentación
ζr es el amortiguamiento del suelo en el modo de rotación de la cimentación
81
SECCIÓN 3.5
Los coeficientes de amortiguamiento ζh y ζr, que incluyen tanto el amortiguamiento por disipación
como el amortiguamiento por radiación, se calculan a partir de los amortiguamientos de la
cimentación Ch y Cr en traslación y rotación, respectivamente. Estos amortiguamientos se obtienen
como se indica en la ecuación 5.24 de la sección 3.5.7 o tabla 5.1.
2
= Te ( Q −1) + 1
Q (5.21)
2
Te
La ductilidad efectiva puede verse como la ductilidad estructural modificada por interacción, tal que la
resistencia del oscilador de reemplazo para la ductilidad Q es igual a la requerida por la estructura
apoyada elásticamente para la ductilidad Q. El cociente Q / Q mide la relación entre las demandas de
ductilidad desarrolladas en la estructura real y el oscilador de reemplazo para la misma excitación
sísmica. De esta forma, la resistencia requerida por la estructura con base flexible, para limitar la
demanda de ductilidad a la ductilidad disponible, se obtiene directamente de una estructura
modificada con base rígida.
82
INTERACCIÓN SUELO–ESTRUCTURA
83
SECCIÓN 3.5
( ω) = K0 ⎡k ( η ) + i η c ( η ) ⎤ (1 + i 2ζ )
K m m⎣ m m m m m ⎦ s (5.22)
En esta ecuación, K 0
m
es la rigidez estática, km y cm corresponden al coeficiente de rigidez y al de
amortiguamiento dependientes de la frecuencia normalizada, ηm y ζs es el amortiguamiento efectivo
del sitio.
El resorte Km y el amortiguador Cm, equivalentes del suelo, están relacionados con los coeficientes de
rigidez y amortiguamiento por medio de las ecuaciones
Los resortes y amortiguadores que se usan en sustitución del suelo dependen de las propiedades del
subsuelo, así como de las características de la cimentación y de la frecuencia de excitación. Como
una aproximación, será válido calcular estos parámetros para la frecuencia fundamental de la
estructura con base rígida, ωe = 2π/Te, siguiendo los criterios detallados en la tabla 5.1. Pueden
emplearse métodos alternos basados en principios establecidos y resultados conocidos de la
dinámica de cimentaciones.
1/2
⎛A⎞
Rh = ⎜ ⎟ (5.25)
⎝π⎠
1/4
⎛ 4I ⎞
Rr = ⎜ ⎟ (5.26)
⎝π⎠
donde
A es el área de la cimentación
I es el momento de inercia del área de la cimentación con respecto a su eje centroidal de
rotación
84
INTERACCIÓN SUELO–ESTRUCTURA
ωR h,r
ηh,r = (5.27)
vs
Por otra parte, tratándose de estructuras suficientemente rígidas y resistentes, cimentadas sobre
zapatas corridas con dimensión corta en la dirección del análisis o sobre zapatas aisladas (figura 5.3),
las rigideces y amortiguamientos del conjunto se podrán determinar utilizando las ecuaciones:
K 0h = ∑K n
0
hn (5.28)
K 0r = ∑en
2
nz K 0vn (5.29)
Ch = ∑C n
hn (5.30)
Cr = ∑en
2
nz C vn (5.31)
85
SECCIÓN 3.5
K 0h = ∑K n
0
hn (5.32)
K 0r = ∑en
2
np K 0vn (5.33)
Las rigideces estáticas, así como los coeficientes de rigidez y amortiguamiento para los modos de
traslación horizontal y vertical de un pilote flexible desplantado sobre un estrato elástico con base
rígida se pueden obtener de la tabla 5.1. Estas funciones de impedancia son aplicables solamente
cuando se cumple la condición.
LP > Lc (5.34)
donde
Lp es la longitud del pilote
Lc es la longitud activa del pilote, es decir, la longitud a lo largo de la cual el pilote trasmite
carga al suelo, calculada de la siguiente manera
0.25
⎛E ⎞
L c = 2d ⎜ P ⎟ (5.35)
⎝ Es ⎠
donde
86
INTERACCIÓN SUELO–ESTRUCTURA
del grupo de pilotes se calcularán mediante las ecuaciones presentadas en las secciones (3.5.10.1 y
3.5.10.2).
N N
K ∑ ∑ υh
g = K (5.36)
h h ij
i =1 j =1
donde
υijh es un elemento de la inversa de la matriz αh del conjunto de pilotes
⎛ 2ε ⎞ −(ζ +i)ωε/v
1/2
αp = ⎜ ⎟ e s p
(5.38)
⎝d⎠
⎛ 2ε ⎞
1/2
αs = ⎜ ⎟ e−(ζ +i)ωε/v s s
(5.39)
⎝d⎠
donde
i= −1
vp = 3.4vs / π(1− νs ) representa la velocidad análoga de Lysmer (νs es la relación de Poisson del
suelo)
87
SECCIÓN 3.5
N N
K ∑ x ∑ υv x
g = K (5.40)
r v i ij j
i =1 j =1
donde
xi,j es la distancia, positiva o negativa, entre el eje del pilote i ó j y el eje de rotación del
arreglo de pilotes
υijv es un elemento de la inversa de la matriz αv del conjunto de pilotes
⎧α si i ≠ j
αijv = ⎨ s (5.41)
⎩1 si i = j
donde
αs es el factor de interacción dinámica dado por la ecuación 5.39
A las rigideces dinámicas del grupo de pilotes, en traslación horizontal y rotación, debe sumarse la
contribución correspondiente de la losa o cajón de cimentación, es decir, y K
K dados por la
h r
ecuación 5.22.
88
SECCIÓN 3.6
ESTRUCTURAS TIPO 3
MUROS DE RETENCIÓN
89
SECCIÓN 3.6
90
MUROS DE RETENCIÓN
ÍNDICE
NOMENCLATURA .................................................................................................. 93
91
SECCIÓN 3.6
92
MUROS DE RETENCIÓN
NOMENCLATURA
93
SECCIÓN 3.6
94
MUROS DE RETENCIÓN
μ = μ muro ρ re H re (6.1)
donde
μmuro es la masa por unidad de área plana del muro
Figura 6.1. Modelo de muro y relleno desplantados sobre un estrato homogéneo que
admite rotación del muro
La rigidez rotacional de un muro, Rθ, puede sustituirse por la combinación de la rigidez rotacional, Kr,
y la rigidez vertical, Kv, de una zapata corrida de ancho similar al ancho de la base del muro, B. Así
1
R θ = Kr + Kv B (6.2)
2
En esta ecuación, las rigideces Kr y Kv pueden obtenerse mediante las ecuaciones (Gazetas, 1991)
1.23G s ⎛ B ⎞
Kv = ⎜1 + 3.5 ⎟ (6.3)
1 − νs ⎝ 2H s ⎠
πG s B2 ⎛ B ⎞
Kr = ⎜1 + ⎟ (6.4)
8(1 − νs ) ⎝ 10Hs ⎠
95
SECCIÓN 3.6
G re H 2re
dθ = (6.5)
Rθ
donde
Gre es el módulo de rigidez del relleno, dado por Gre = ρre Vsre2
Las acciones de interés en muros de retención son el cortante basal y el momento de volteo que
ejerce el relleno sobre él. Estas acciones se determinan con las siguientes ecuaciones:
⎧
⎪AoQ,M + ( CQ,M − AoQ,M ) re
T
si Tre < Ta
⎪ Ta
⎪
Sa Q,M (Tre ) = ⎨ CQ,M si Ta ≤ Tre < Tb (6.8)
⎪ r
⎪ ⎛ Tb ⎞
⎪ C Q,M ⎜ ⎟ si Τre ≥ Tb
⎩ ⎝ Tre ⎠
donde
Ta, Tb son los periodos que definen la meseta espectral, obtenidos con las ecuaciones 1.15 y
1.16 de la sección 3.1
r es el parámetro que controla la caída de las ordenada espectrales para Tre>Tb y es igual a
Ts (r=Ts), pero no será menor que 0.5 ni mayor que 1.0 (0.5 ≤ r ≤ 1.0). Para terreno firme
r=0.5
Tc es el periodo de inicio de la rama descendente en que los desplazamientos espectrales
tienden correctamente al desplazamiento del terreno
AoQ,M y CQ,M son los coeficientes del espectro. Los subíndices Q y M denotan cortante basal y
momento, respectivamente
Las tablas 6.1 y 6.2 presentan los coeficientes del espectro, AoQ,M y CQ,M, calculados para las
relaciones de Poisson del relleno νre = 0.3 y 0.45, los valores de masa relativa del muro μ = 0 y 0.15 y
los valores de rigidez rotacional relativa del sistema muro–suelo dθ = 0.3, 1/2, 1, 2 y 5. Los coeficientes
96
MUROS DE RETENCIÓN
AoQ,M, correspondientes a las ordenadas espectral Tre = 0, son los consignados en la tabla 6.1. Estos
coeficientes son válidos para todo terreno de desplante, ya sea idealizado como un semi–espacio o
como un estrato homogéneo. Los coeficientes CQ,M correspondientes a un semi–espacio como terreno
de desplante están consignados en la tabla 6.2.
Cuando se considera que el terreno bajo el relleno es un estrato homogéneo apoyado sobre un semi–
espacio, entonces los coeficientes espectrales CQ,M tienen variaciones que dependen del periodo de
este estrato, Ts, y del contraste de impedancias entre el mismo y el semi–espacio que lo subyace, ps,
definido en la sección 3.1.5.2.1. Las tablas 6.3 a 6.6 presentan coeficientes CQ,M para valores de
periodo Ts = 0.2, 0.5 y 1.0, y valores de contraste de impedancias ps = 0.1, 0.3 y 0.5. Cada tabla presenta
los coeficientes correspondientes a una de las combinaciones de valores de relación de Poisson del
relleno (νre =0.3 y 0.45) y de masa relativa del muro ( μ
=0 y 0.15), adoptados para las tablas 6.1 y 6.2.
Tabla 6.1. Coeficientes de AoQ,M para terreno de desplante idealizado como semi–
espacio o estrato homogéneo.
Tabla 6.2. Coeficientes CQ,M para terreno de desplante idealizado como semi-espacio.
97
SECCIÓN 3.6
Tabla 6.3. Coeficientes CQ,M para terreno de desplante idealizado como estrato
homogéneo, para relación de Poisson del relleno νre = 0.3 y masa relativa del muro μ
= 0.
Tabla 6.4. Coeficientes CQ,M para terreno de desplante idealizado como estrato
homogéneo, para relación de Poisson del relleno νre = 0.3 y masa relativa del muro
μ
= 0.15.
ν re = 0.3 μ
= 0.15 Ts = 0.2 s Ts = 0.5 s Ts = 1.0 s
CQ CM CQ CM CQ CM
dθ = 0 1.902 1.174 1.710 1.046 1.563 0.956
dθ = 1/2 1.821 1.072 1.618 0.949 1.483 0.875
ps = 0.1 dθ = 1 1.727 0.971 1.545 0.864 1.412 0.799
dθ = 2 1.541 0.794 1.414 0.722 1.284 0.665
dθ = 5 1.207 0.495 1.115 0.454 1.010 0.413
dθ = 0 1.674 1.027 1.447 0.876 1.433 0.866
dθ = 1/2 1.579 0.925 1.333 0.785 1.256 0.726
ps = 0.3 dθ = 1 1.478 0.832 1.251 0.704 1.134 0.631
dθ = 2 1.296 0.669 1.090 0.563 0.994 0.515
dθ = 5 0.982 0.403 0.855 0.344 0.770 0.315
dθ = 0 1.537 0.937 1.414 0.854 1.444 0.873
dθ = 1/2 1.283 0.757 1.253 0.723 1.270 0.727
ps = 0.5 dθ = 1 1.321 0.740 1.135 0.622 1.140 0.637
dθ = 2 1.145 0.588 0.980 0.491 0.968 0.500
dθ = 5 0.854 0.349 0.748 0.294 0.735 0.295
98
MUROS DE RETENCIÓN
Tabla 6.5. Coeficientes CQ,M para terreno de desplante idealizado como estrato homogéneo,
para relación de Poisson del relleno νre = 0.45 y masa relativa del muro μ
= 0.
ν re = 0.45 μ
=0 Ts = 0.2 s Ts = 0.5 s Ts = 1.0 s
CQ CM CQ CM CQ CM
dθ = 0 2.036 1.270 1.813 1.125 1.663 1.032
dθ = 1/2 1.830 1.077 1.629 0.954 1.492 0.881
ps = 0.1 dθ = 1 1.660 0.923 1.489 0.824 1.362 0.761
dθ = 2 1.408 0.705 1.289 0.640 1.172 0.590
dθ = 5 1.053 0.407 0.977 0.372 0.879 0.339
dθ = 0 1.776 1.105 1.507 0.929 1.477 0.908
dθ = 1/2 1.575 0.925 1.338 0.786 1.233 0.719
ps = 0.3 dθ = 1 1.418 0.790 1.201 0.667 1.075 0.598
dθ = 2 1.187 0.595 1.001 0.502 0.910 0.457
dθ = 5 0.872 0.336 0.749 0.283 0.677 0.261
dθ = 0 1.612 1.002 1.459 0.898 1.490 0.916
dθ = 1/2 1.425 0.835 1.234 0.714 1.244 0.719
ps = 0.5 dθ = 1 1.264 0.702 1.078 0.589 1.081 0.602
dθ = 2 1.050 0.524 0.894 0.438 0.888 0.447
dθ = 5 0.762 0.293 0.654 0.245 0.645 0.247
Tabla 6.6. Coeficientes CQ,M para terreno de desplante idealizado como estrato homogéneo,
para relación de Poisson del relleno νre = 0.45 y masa relativa del muro μ
= 0.15.
ν re = 0.45 μ
= 0.15 Ts = 0.2 s Ts = 0.5 s Ts = 1.0 s
CQ CM CQ CM CQ CM
dθ = 0 2.133 1.319 1.916 1.174 1.751 1.073
dθ = 1/2 2.016 1.180 1.792 1.045 1.642 0.965
ps = 0.1 dθ = 1 1.888 1.048 1.695 0.936 1.547 0.865
dθ = 2 1.658 0.835 1.525 0.761 1.382 0.700
dθ = 5 1.279 0.500 1.180 0.460 1.071 0.418
dθ = 0 1.874 1.152 1.617 0.981 1.600 0.969
dθ = 1/2 1.743 1.016 1.475 0.863 1.378 0.794
ps = 0.3 dθ = 1 1.613 0.898 1.364 0.759 1.227 0.680
dθ = 2 1.389 0.702 1.174 0.590 1.068 0.541
dθ = 5 1.039 0.407 0.908 0.348 0.816 0.319
dθ = 0 1.720 1.050 1.579 0.955 1.613 0.977
dθ = 1/2 1.581 0.922 1.377 0.789 1.392 0.792
ps = 0.5 dθ = 1 1.439 0.798 1.230 0.667 1.234 0.684
dθ = 2 1.223 0.616 1.049 0.514 1.034 0.522
dθ = 5 0.903 0.353 0.793 0.297 0.778 0.298
99
SECCIÓN 3.6
(T )
HmuroSa
Δ= M re
(6.9)
Rθ
donde
Hmuro es la altura del muro
Mo es el momento de volteo actuante en el muro
Cuando se tenga una masa de agua libre, como en el caso de muros marginales de muelles, los
efectos debidos a las presiones hidrodinámicas se podrán sumar sólo si son desfavorables para la
estabilidad del muro. En esta condición, las presiones, las fuerzas cortantes y los momentos de volteo
inducidos por el movimiento del agua se podrán determinar aplicando los criterios especificados para
las presas (sección 3.12).
1. Falla por volteo: El factor de seguridad contra volteo calculado como el cociente entre los
momentos resistentes y de volteo debe ser mayor que 1.5.
2. Falla por deslizamiento: El factor de seguridad contra deslizamiento calculado como el
cociente entre las fuerzas laterales resistente y de deslizamiento debe ser mayor que 1.2.
3. Falla por capacidad de carga: El factor de seguridad por capacidad de carga calculado como
el cociente entre la resistencia última del suelo y la presión máxima de contacto debe ser
mayor que 2.0.
4. Falla generalizada: Si bajo el cimiento existe un estrato comprensible, el factor de seguridad
por falla generalizada debe ser mayor 1.5.
100
SECCIÓN 3.7
ESTRUCTURAS TIPO 4
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
101
SECCIÓN 3.7
102
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
ÍNDICE
103
SECCIÓN 3.7
104
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
NOMENCLATURA
a(β) Ordenada espectral correspondiente a r Coeficiente que vale 1.0, 1.33 y 2.0 para
Te, corregida por el amortiguamiento terrenos con factor de sitio Fs = 1.0,
Ce Matriz de amortiguamiento de la 1.0 < Fs ≤ 1.5 y Fs > 1.5
estructura R Factor de reducción por
DH Diámetro exterior en la punta de la sobrerresistencia
chimenea SD Respuesta de diseño
D0 Diámetro exterior en la base de la Sn Respuestas modales
chimenea Tb Límite superior de la meseta del
E Módulo de elasticidad del material de la espectro de diseño
estructura Te Periodo estructural
Ec Módulo de elasticidad del concreto
T Periodo efectivo del sistema acoplado
e
Fs Factor de sitio suelo–estructura
g Aceleración de la gravedad Vd Fuerza cortante basal calculada
Gs Módulo de rigidez al corte del suelo dinámicamente
hn Altura del centro de gravedad del n– Ve Fuerza cortante basal calculada
ésimo segmento, medida desde el estáticamente
desplante Vθ Fuerza cortante basal equivalente
H Altura total de la estructura medida a originada por la aceleración rotacional
partir de la base Vm Fuerza cortante que se tiene entre las
He Altura efectiva de la estructura secciones correspondientes a los
H Vector que tiene como componentes las centros de gravedad de los segmentos m
alturas de desplante de cada nivel y m–1
Ie Momento de inercia de la sección vs Velocidad de propagación de ondas S
trasversal de la estructura W Peso total de la estructura, incluyendo
J Vector columna con componentes cargas muertas y vivas
adimensionales iguales a 1 Wn Peso del n–ésimo segmento
K Rigidez de la estructura Xe Vector de desplazamientos relativos al
Ke Matriz de rigideces de la estructura apoyo de la estructura
M Masa total de la chimenea sin
X Aceleración del terreno
0
revestimiento Zn Corresponde al n–ésimo vector modal
M´ Masa total de la chimenea con α1, α2 Coeficientes de proporcionalidad
revestimiento β Factor de amortiguamiento
Mb Momento de volteo en la base δ Desplazamiento lateral en la punta de la
Me Matriz de masas de la estructura chimenea, producido por una carga
Men Masa modal efectiva para cada modo n distribuida lateralmente
Mn Momento de volteo en la sección δMb Momento de volteo en la base originado
correspondiente al centro de gravedad por efectos P–Δ
del segmento n θ(Te) Aceleración rotacional en la base de la
Ns Segmentos de igual altura estructura
Nm Formas modales
θ Aceleración rotacional del terreno
0
Pn Fuerza lateral que actúa sobre la masa ϕm, ϕmθ Factores de participación del modo m
del nivel n para las aceleraciones traslacional y
Ps Fuerza sísmica horizontal adicional que rotacional en la base
permite considerar los efectos de los ρs Densidad del suelo
modos superiores de vibrar ζe Amortiguamiento estructural
q Es igual a (Tb / Te)r ζ e Amortiguamiento efectivo del sistema
Q Factor de comportamiento sísmico acoplado suelo–estructura
Q´ Factor reductor por ductilidad
105
SECCIÓN 3.7
106
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
107
SECCIÓN 3.7
a) Análisis estático
b) Análisis dinámico
El método estático que se especifica en la sección 3.7.6 es aplicable al análisis de estructuras cuya
altura no sobrepase de 60 m; también se permite emplearlo en estructuras de mayor altura siempre
que se trate de cálculos preliminares. El método dinámico que se describe en la sección 3.7.7 se
puede aplicar a estructuras con cualquier altura.
108
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
Ns
∑W n
a (β)
Pn = 0.85Wn h n n =1
si Te < Tb (7.1)
Ns
Q′ R
∑ Wn h n
n =1
a ( β)
Pn = 0.85Wn ( α1h n + α2 h n 2 ) si Te ≥ Tb (7.2)
Q′ R
donde
Wn es el peso del n–ésimo segmento
hn es la altura del centro de gravedad del n–ésimo segmento, medida desde el desplante
a(β) es la ordenada espectral correspondiente al periodo fundamental Te de la estructura
corregido por el factor de amortiguamiento β
Q´ es el factor reductor por ductilidad
α1, α2 son los coeficientes de proporcionalidad que se especifican para estructuras de edificios
Para tener en cuenta los efectos de los modos superiores de vibración, en el segmento superior se
aplicará adicionalmente una fuerza horizontal que se define como
a ( β)
Ps = 0.15W si Te < Tb . (7.3)
Q′ R
a ( β)
Ps = 0.15W (1 + 0.5r − 0.5r q ) si Te ≥ Tb (7.4)
QR
donde
W es el peso total de la estructura
q es igual a (Tb / Te)r
r depende del factor de sitio y es igual a 1.0, 1.33 y 2.0 cuando Fs=1.0, 1.0<Fs≤1.5 y Fs>1.5,
respectivamente
Tb es el límite superior de la meseta del espectro de diseño
Te es el periodo de la estructura
θ ( Te ) He W
Vθ = (7.5)
Q′ R
donde
θ(Te) es la aceleración de rotación espectral para el periodo fundamental de la estructura, que
se obtiene como se indica en la sección 3.7.9
He es la altura efectiva de la estructura, que se puede considerar igual a 0.75H
H es la altura total de la estructura medida a partir de la base
109
SECCIÓN 3.7
La fuerza cortante basal Vθ deberá distribuirse en los centros de masa de cada segmento en la
misma proporción que las fuerzas Pn. Dado que los efectos de las aceleraciones traslacional y
rotacional en la base no están en fase, estos deberán combinarse usando la regla de la raíz cuadrada
de la suma de los cuadrados.
Para lograr una aproximación adecuada en la valuación de las fuerzas sísmicas, la estructura de
interés se dividirá en al menos 10 segmentos.
Para aplicar el método estático, el periodo fundamental podrá estimarse mediante fórmulas empíricas
o ecuaciones analíticas que sean apropiadas al tipo de estructura en cuestión. Por ejemplo, el periodo
fundamental de chimeneas de concreto con base rígida se puede determinar mediante la siguiente
ecuación:
⎛ M′ ⎞
1/ 2
0.0155H 2
Te = ⎜ ⎟ (7.6)
( 3D0 − DH ) E c ⎝ M ⎠
donde
Ec es el módulo de elasticidad del concreto, en GPa
D0, DH son los diámetros exteriores en la base y punta de la chimenea
M´, M son las masas totales de la chimenea de concreto con revestimiento y sin revestimiento
En chimeneas de acero con base rígida, el periodo fundamental se puede determinar a partir de la
masa y rigidez de la estructura de acuerdo con la ecuación
1/2
⎛ M⎞
Te = 2π⎜ ⎟ (7.7)
⎝K⎠
donde
K es la rigidez de la estructura, que se puede estimar mediante la ecuación
Mg
K = 1.25 (7.8)
δ
donde
δ es el desplazamiento lateral en la punta de la chimenea, producido por una carga
distribuida lateralmente igual al peso de la estructura por unidad de longitud
g es la aceleración de la gravedad
Si la chimenea de acero va revestida con concreto se deberá tener en cuenta la masa y rigidez
adicionales suministradas por el revestimiento. Para ello, su masa se debe incluir en la masa de la
estructura y su espesor se debe considerar como un espesor equivalente de acero.
1/ 2
2π ⎛ M H 3 ⎞
Te = ⎜ ⎟ (7.9)
3.515 ⎝ E I e ⎠
donde
110
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
⎛ 0.25h n ⎞ N
M n = ⎜ 0.75 + ⎟ ∑ Vm ( h m − h m −1 ) (7.10)
⎝ H ⎠ m = n +1
donde
Vm es la fuerza cortante que se tiene entre las secciones correspondientes a los centros de
gravedad de los segmentos m y m–1
δ M b / M b ≤ 0.10 (7.11)
donde
δMb es el momento de volteo en la base originado por las cargas verticales actuando sobre la
estructura deformada
Mb es el momento de volteo en la base sin considerar efectos de segundo orden
Para calcular δMb, se analizará la estructura sometida a las cargas laterales calculadas estáticamente
y considerando comportamiento lineal de la misma. Los desplazamientos así obtenidos deberán
incrementarse por el factor QR.
La elección de las direcciones ortogonales para las cuales se efectuará el análisis se hará atendiendo
a la ubicación de los orificios o aberturas que tenga el fuste de la chimenea o el elemento resistente
del silo. Las direcciones más desfavorables estarán definidas por la menor resistencia de la
estructura, tanto a flexocompresión como a fuerza cortante.
111
SECCIÓN 3.7
Nm
∑M
n =1
en ≥ 0.9 M (7.12)
donde
Men es la masa de la estructura asociada al modo n
(Z M eJ )
T 2
=
n
M en (7.13)
Z Tn M e Z n
donde
Me es la matriz de masas
Zn es el n–ésimo vector modal
J es un vector columna con componentes adimensionales iguales a 1
1 ⎛ Nm ⎞
1/2
⎛ Nm ⎞
SD = ⎜ ∑ Sn + ⎜ ∑Sn 2 ⎟ ⎟ (7.14)
2 ⎜ n =1 ⎝ n =1 ⎠ ⎟
⎝ ⎠
+ C X
MeX e e + Ke Xe = −X0 (t) MeJ − θ0 (t) MeH
e
(7.15)
donde
Me, Ce y Ke son las matrices de masas, amortiguamiento y rigideces de la estructura
Xe es el vector de desplazamientos relativos al apoyo de la estructura
112
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
H es un vector que tiene como componentes las alturas de desplante de cada masa,
medidas con respecto a la base de la estructura
ZTn Me J
ϕm = (7.16)
ZTn Me Zn
Mientras que para el término θ 0 (t) M e H , el factor de participación del modo m es
ZTn Me H
ϕmθ = (7.17)
ZTn Me Zn
En condiciones dinámicas, la presión que ejerce el material sobre las paredes, la tolva y el fondo del
silo crece con relación al valor de dicha presión en estado de reposo. Esta sobrepresión dinámica
debe considerarse conjuntamente con los efectos de las fuerzas de inercia debidas a la excitación
sísmica, pudiendo estimarse multiplicando la presión estática por un factor de sobrepresión
apropiado. En el Eurocódigo 8, 2004, Parte 4, se recomiendan valores mínimos para el factor de
sobrepresión dinámica.
113
SECCIÓN 3.7
1.7π a ( β)
θ(Te ) = (7.18)
vs Te
donde
θ(Te) son las ordenadas del espectro de aceleración de rotación alrededor de un eje
perpendicular a la dirección en que actúa el sismo
a(β) son las ordenadas del espectro de traslación correspondiente
Te es el periodo fundamental de la estructura, cuyo valor no será menor que Tb
vs es la velocidad de las ondas S en las capas superiores del perfil del suelo o promedio de
las velocidades de las ondas S en los primeros 50 m de profundidad
Gs
vs = (7.19)
ρs
Cuando se recurra al análisis dinámico, las respuestas de diseño se obtendrán teniendo en cuenta los
efectos de la interacción entre el suelo y la estructura exclusivamente en el modo fundamental; la
contribución de los modos superiores se determinará suponiendo que la base de la estructura es
indeformable.
114
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
El valor calculado para el amortiguamiento efectivo en ninguna situación se tomará menor que 0.03
para estructuras de concreto o menor que 0.02 para estructuras de acero. Asimismo, el factor de
amortiguamiento resultante en ningún caso se tomará menor que 0.8.
115
SECCIÓN 3.8
ESTRUCTURAS TIPO 5
TANQUES, DEPÓSITOS Y
SIMILARES
116
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
117
SECCIÓN 3.8
ÍNDICE
118
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
119
SECCIÓN 3.8
NOMENCLATURA
120
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
121
SECCIÓN 3.8
Los efectos de inercia se pueden tratar en forma semejante al caso de estructuras de edificios. Para
ello, se establecen las ecuaciones de equilibrio dinámico de un sistema equivalente y se obtienen las
respuestas de diseño mediante la aplicación del método modal espectral. Para tratar los efectos
hidrodinámicos, el fluido almacenado se puede reemplazar por dos masas virtuales ligadas al
recipiente: una masa impulsiva, ligada rígidamente, que representa los efectos hidrodinámicos
debidos al movimiento de cuerpo rígido del recipiente; y una masa convectiva, ligada flexiblemente,
que representa los efectos hidrodinámicos debidos al modo fundamental de vibración del líquido.
En las recomendaciones que se estipulan en la presente sección se tiene como propósito determinar
las fuerzas sísmicas que obran sobre tanques y depósitos sometidos a temblores que se especifican
mediante espectros de diseño. Estas fuerzas son función de la masa del recipiente, las masas
impulsiva y convectiva que simulan el fluido y la masa de la estructura de soporte, así como de las
aceleraciones espectrales derivadas del espectro de diseño.
Se entenderá como depósito a un recipiente apoyado directamente sobre el terreno y como tanque a
un recipiente apoyado sobre una estructura de soporte o plataforma. Se tratarán solamente
recipientes con base de forma rectangular y circular. Para otras geometrías será necesario recurrir a
métodos apropiados de análisis sísmico a fin de determinar las solicitaciones de diseño.
122
SECCIÓN 3.8
Notas:
1.
Los depósitos no anclados de acero, diseñados aceptando que puede desarrollarse un mecanismo de
pandeo con configuración de pata de elefante bajo sobrecarga sísmica, deben también revisarse
considerando la carga sísmica con respuesta elástica a fin de asegurar que el pandeo elástico
(configuración en diamante) de la pared no ocurra primero
2.
Debe utilizarse un criterio de diseño por capacidad a fin de proteger estos depósitos y tanques contra la
falla al desarrollarse la fluencia en el sistema de soporte
3.
Tratándose de tanques elevados se emplearán los valores de Q (factor de comportamiento sísmico)
estipulados para estructuras de edificios, dependiendo de la forma en que se encuentre estructurada la
plataforma de soporte
En un depósito con paredes y fondo supuestos rígidos, las solicitaciones sísmicas se podrán
determinar con base en el modelo equivalente que se muestra en la figura 8.1. En esta analogía de
masas virtuales adheridas, el fluido se sustituye por las masas M0 y M1 colocadas a las alturas H0 y
H1, respectivamente, desde el fondo del depósito. M0 se supone unida rígidamente y con ella se
simulan los efectos de las presiones impulsivas, mientras que M1 se supone unida mediante un
resorte de rigidez K1 para simular los efectos de las presiones convectivas debidas exclusivamente al
modo fundamental de vibrar del líquido.
123
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
(a) (b)
Figura 8.1. Analogía de las masas virtuales adheridas para un depósito superficial.
a) Modelo original, b) Modelo equivalente.
Para depósitos circulares y rectangulares, los parámetros del modelo equivalente se pueden
determinar de manera aproximada de acuerdo con las ecuaciones siguientes (Housner, 1963):
Depósitos circulares
tanh ⎡⎣1.73 ( R B / H L ) ⎤⎦
M0 = ML (8.1)
1.73 ( R B / H L )
tanh ⎡⎣1.84 ( H L / R B ) ⎤⎦
M1 = ML (8.2)
2.17 ( H L / R B )
4.75gM12HL
K1 = (8.3)
MLRB2
Cuando HL / RB ≤ 1.50:
H 0 = 0.375 H L (8.4)
⎪⎧ cosh ⎣⎡1.84 ( H L / R B ) ⎦⎤ − 1 ⎫⎪
H 1 = ⎨1 − ⎬ HL (8.6)
⎩⎪ 1.84 ( H L / R B ) senh ⎡⎣1.84 ( H L / R B ) ⎤⎦ ⎭⎪
124
SECCIÓN 3.8
Si interesa incluir en el cálculo el momento hidrodinámico sobre el fondo del depósito, entonces:
Cuando HL / RB ≤ 2.67:
⎧⎪ 1.73 ( R B / H L ) 1 ⎫⎪
H0 = ⎨ − ⎬HL (8.7)
⎩⎪ 2 tanh ⎡⎣1.73 ( R B / H L ) ⎤⎦ 8 ⎪⎭
Depósitos rectangulares
tanh ⎡⎣1.73 ( L/ H L ) ⎤⎦
M0 = ML (8.10)
1.73 ( L / H L )
tanh ⎡⎣1.58 ( H L / L ) ⎤⎦
M1 = ML (8.11)
1.89 ( H L / L )
3gM12HL
K1 = (8.12)
MLL2
Si no interesa incluir en el cálculo el momento hidrodinámico sobre el fondo del depósito, entonces:
Cuando HL / L ≤ 1.50:
H 0 = 0.375 H L (8.13)
⎧⎪ cosh ⎡⎣1.58 ( H L / L ) ⎤⎦ − 1 ⎫⎪
H 1 = ⎨1 − ⎬ HL (8.15)
⎩⎪ 1.58 ( H L / L ) senh ⎡⎣1.58 ( H L / L ) ⎤⎦ ⎭⎪
Si interesa incluir en el cálculo el momento hidrodinámico sobre el fondo del depósito, entonces:
Cuando HL / L ≤ 2.67:
125
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
⎧⎪ 1.73 ( L/ H L ) 1 ⎫⎪
H0 = ⎨ − ⎬HL (8.16)
⎩⎪ 2 tanh ⎡⎣1.73 ( L/ H L ) ⎤⎦ 8 ⎪⎭
Depósitos circulares
Las presiones impulsivas sobre las paredes se determinan mediante
, β)
a(T
p0 = C0 (z) 0
γL RB cos θc (8.19)
Q'(T0 )R
donde
C0(z) es una función adimensional con que se define la variación de la presión impulsiva sobre
la altura de la pared
T es el periodo efectivo de la estructura con base flexible
0
126
SECCIÓN 3.8
a (T1 , β )
p 1 = C 1 (z) γ L R B cos θ c (8.20)
Q '(T1 )R
donde
C1(z) es una función adimensional con que se define la variación de la presión convectiva sobre
la altura de la pared
a (T1 , β ) es la ordenada espectral modificada por el factor de amortiguamiento, β, correspondiente
al periodo fundamental de vibración del líquido, que es igual a
1/ 2
⎛M ⎞
T1 = 2 π ⎜ 1 ⎟ (8.21)
⎝ K1 ⎠
Depósitos rectangulares
Las presiones impulsivas sobre las paredes perpendiculares a la dirección del sismo se determinan
mediante
, β)
a(T
p0 = C0 (z) 0
γ L (8.22)
)R L
Q'(T0
a(T1 , β )
p1 = C1 (z) γLL (8.23)
Q '(T1 )R
Los valores de las funciones adimensionales C0(z) y C1(z) se pueden obtener de las figuras dadas en
la sección de ayudas de diseño.
127
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
Por lo que se refiere a las presiones hidrodinámicas sobre el fondo del depósito, se puede suponer
que su distribución es lineal sin que por ello se introduzca error excesivo.
Las presiones impulsivas y convectivas evaluadas deben combinarse mediante la regla de la raíz
cuadrada de la suma de los cuadrados.
Para la cimentación, el momento de volteo de diseño es la suma de los momentos que provienen de
las presiones hidrodinámicas que actúan tanto en las paredes como en el fondo del depósito. Por ello,
también es necesario conocer el momento de volteo de diseño en el fondo.
, β)
a(T
V0 = M0g 0
(8.24)
)R
Q'(T0
M o 0 = V0 H 0 (8.25)
Las fuerzas de inercia que actúan en los centros de gravedad de las masas de las paredes y la
cubierta del depósito se pueden considerar como un efecto impulsivo adicional. Para ello, la fuerza
cortante y el momento de volteo en la base asociados a estas fuerzas se obtendrán con ecuaciones
similares a las del modo impulsivo, sustituyendo M0 y H0 por los parámetros apropiados. Excepto para
cubiertas de masa considerable, los efectos de inercia de la cubierta podrán ignorarse en el diseño.
La fuerza cortante y el momento de volteo convectivos en la base, V1 y Mo1, se calcularán sin tomar
en cuenta la interacción líquido–recipiente ni la interacción suelo–estructura, mediante las ecuaciones
a(T1 , β )
V1 = M 1g (8.26)
Q '(T1 )R
M o 1 = V1 H 1 (8.27)
Las respuestas máximas impulsiva y convectiva no ocurren simultáneamente, por lo que la fuerza
cortante y el momento de volteo máximos probables se obtendrán mediante la combinación de los
efectos impulsivo y convectivo de acuerdo con la ecuación
SD = ( S0 2 + S12 )
1/ 2
(8.28)
donde
128
SECCIÓN 3.8
S0 y S1 representan las fuerzas cortantes o los momentos de volteo en la base asociados a los
efectos impulsivos y convectivo, respectivamente.
En la figura 8.3 se muestra el modelo equivalente adoptado para representar el tanque y la estructura
de soporte. La masa Mp es la suma de las masas del recipiente y la plataforma. Su localización está
dada por la posición del centro de gravedad de sus componentes, sin embargo, para fines prácticos,
se puede suponer concentrada en la base del recipiente, a la altura Hp. Con el resorte lineal Kp se
introduce la rigidez lateral de la plataforma supuesta con base rígida. Ésta se define como la fuerza
horizontal, aplicada en su extremo superior, necesaria para producir un desplazamiento unitario en la
dirección de la fuerza. Se puede determinar con la ecuación
129
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
Mp g
Kp = (8.29)
δp
donde
δp es el desplazamiento lateral en el extremo superior de la estructura de soporte producido
por una carga concentrada aplicada en la dirección del movimiento del terreno, cuya
magnitud es igual a Mpg
⎡Μ 0 + Μ p 0 ⎤
MS = ⎢
Μ1 ⎥⎦
(8.30)
⎣ 0
⎡Κ p + Κ 1 − Κ1 ⎤
KS = ⎢
Κ 1 ⎦⎥
(8.31)
⎣ − Κ1
Conocidos las frecuencias y los modos naturales de vibración del sistema, así como los coeficientes
de participación φn, los desplazamientos modales máximos en el modo fundamental, se calcularán sin
tomar en cuenta la interacción suelo–estructura mediante la ecuación
φ1 a ( Τ1 , β ) g
Χ1 = Ζ1 (8.32)
ω12 Q′ ( Τ1 ) R
en tanto que los desplazamientos modales máximos en el modo superior se calcularán mediante la
ecuación
φ2 a ( Τ
,β) g
Χ2 =
2
Ζ2 (8.33)
ω2 Q ′ ( Τ
2 )R
2
donde
130
SECCIÓN 3.8
Una vez calculados los desplazamientos modales máximos, las fuerzas de inercia máximas
correspondientes al n–ésimo modo natural de vibración se determinan con la ecuación
Pn = K S X n (8.34)
En vista de que las respuestas modales máximas no ocurren simultáneamente, los desplazamientos,
las fuerzas cortantes y los momentos de volteo máximos probables se obtendrán mediante la
aplicación del criterio de la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de las respuestas modales
máximas.
Recipientes circulares
Κ 1R B
0.69
Μ 1g
Ζ1′ = Χ1′ (8.35)
Χ′ ⎛Κ R ⎞
2
1 − 0.92 1 ⎜ 1 B ⎟
R B ⎝ Μ 1g ⎠
Recipientes rectangulares
Κ 1L
0.84
Μ 1g
Ζ1′ = Χ1′ (8.36)
Χ′
2
⎛ Κ 1L ⎞
1− 1 ⎜ ⎟
L ⎝ Μ 1g ⎠
donde
Z1´ es el desplazamiento vertical de la superficie del líquido medido con respecto al nivel de
reposo
X1´ es el desplazamiento lateral de la masa convectiva con respecto a las paredes del
recipiente
Χ1′ = QR ( X1 − X0 ) (8.37)
donde
X0, X1 se calculan como se describe en el inciso 3.8.5.2
131
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
Q a ( T1 , β) g
Χ1′ = (8.38)
Q′ ( T1 ) ω12
donde
T1 = 2π / ω1 se calcula según la ecuación 8.21
M 0g
K0 = (8.39)
δ0
donde
δ0 es el desplazamiento máximo radial o lateral a la altura de la masa impulsiva M0,
producido por una carga uniformemente distribuida cuya magnitud es igual a M0g / 2πRBHL
o M0g / 4BHL, para recipientes circulares o rectangulares, respectivamente, siendo B la
dimensión en planta del recipiente perpendicular a la dirección del sismo
1/ 2
⎛M ⎞
T0 = 2 π ⎜ 0 ⎟ (8.40)
⎝ K0 ⎠
que se puede interpretar como el periodo natural de vibrar del modo impulsivo del recipiente flexible.
132
SECCIÓN 3.8
El sistema suelo–estructura que se debe analizar para tomar en cuenta los efectos de la interacción
en recipientes superficiales o elevados se puede idealizar como se muestra en la figura 8.4. El suelo
se sustituye por los parámetros Kh, Kr, Ch y Cr que representan las rigideces y los amortiguamientos
del suelo en los modos de traslación y rotación de la cimentación con profundidad de desplante D. La
estructura se reemplaza por los parámetros Me, Ce, Ke y He que representan la masa, el
amortiguamiento, la rigidez y la altura asociados al modo fundamental de la estructura,
respectivamente.
Me = M0 Ce = C0 Ke = K0 He = H0 (8.41)
Me = M0 + Mp Ce = Cp Ke = Kp (8.42)
133
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
⎡ M0 ( H 0 + H p ) + M p H p ⎤
He = ⎣ ⎦
( 0 p)
M + M
El valor calculado para el amortiguamiento efectivo en ningún caso se tomará menor que 0.02.
Asimismo, el factor de amortiguamiento resultante en ninguna situación se tomará menor que 0.8.
134
SECCIÓN 3.8
135
SECCIÓN 3.9
ESTRUCTURAS TIPO 6
ESTRUCTURAS INDUSTRIALES
136
ESTRUCTURAS INDUSTRIALES
137
SECCIÓN 3.9
ÍNDICE
138
ESTRUCTURAS INDUSTRIALES
139
SECCIÓN 3.9
NOMENCLATURA
140
ESTRUCTURAS INDUSTRIALES
141
SECCIÓN 3.9
Se revisará la seguridad con base en los estados límite de resistencia y servicio requeridos, tanto del
sistema estructural de interés de manera global como de cada elemento estructural en forma local,
para la condición más desfavorable que resulte de considerar la acción de cada uno de los
componentes horizontales y vertical por separado, o para la combinación del 100% de un componente
horizontal más el 30% del otro componente horizontal junto con el 70% de los efectos del componente
vertical, para la condición de signos más desfavorable.
2. También se tendrán en cuenta las deformaciones locales debidas a las fuerzas gravitacionales
que actúan en la estructura deformada y que generen efectos de segundo orden (P–Δ)
significativos.
3. Se considerarán las deformaciones locales del terreno que puedan inducir asentamientos
diferenciales.
142
ESTRUCTURAS INDUSTRIALES
6. La fuerza cortante en cualquier plano horizontal deberá distribuirse entre los elementos
resistentes proporcionalmente a su rigidez, considerando la rigidez del sistema de piso,
diafragma o contraventeo horizontal. Dicha distribución podrá lograrse adecuadamente
mediante un análisis tridimensional adecuado.
Se verificará que las deformaciones de los sistemas estructurales, incluyendo las de las losas
de piso, sean compatibles entre sí. Se revisará que todos los elementos estructurales, incluso
las losas y los arriostramientos de los sistemas de piso o cubierta, sean capaces de resistir los
esfuerzos inducidos por las fuerzas sísmicas.
Los diafragmas son sistemas horizontales o inclinados que transmiten las fuerzas laterales
sísmicas a los elementos verticales resistentes, incluyendo los sistemas de arrostramiento
horizontal. Un diafragma es flexible cuando el desplazamiento horizontal máximo calculado en
el plano del mismo, bajo las cargas laterales, es mayor que dos veces el desplazamiento
relativo promedio del entrepiso en cuestión. En el caso contrario será un diafragma rígido y
todas las recomendaciones para las estructuras tipo edificio son aplicables en este último
caso. Para cuando se tengan diafragmas flexibles deberán considerarse las fuerzas
adicionales en su plano que por su misma flexibilidad se generen, considerando también las
de sus conexiones a los elementos verticales resistentes. Este tipo de comportamiento es
común sobre todo en estructuras prefabricadas y presforzadas por lo que deberán tomarse las
consideraciones necesarias.
7. En el diseño de marcos que contengan tableros de mampostería se supondrá que las fuerzas
cortantes que obran en éstos están equilibradas por fuerzas axiales y cortantes en los
miembros que constituyen el marco.
Asimismo, se revisará que las esquinas del marco sean capaces de resistir los esfuerzos
causados por los empujes que sobre ellas ejercen los tableros.
143
SECCIÓN 3.9
1. Un conjunto de fuerzas horizontales que actúan sobre cada uno de los puntos donde se
supongan concentradas las masas de la estructura. Cada una de estas fuerzas se tomará
igual al producto del peso de la masa correspondiente por un coeficiente que varía linealmente
con la altura, desde cero en el desplante de la estructura hasta un máximo en el extremo
superior de la misma, de modo que la relación V / W sea igual a 0.95(c/Q´)φζ, siendo V la
fuerza cortante basal, W el peso de la construcción incluyendo cargas muertas y vivas, c el
coeficiente sísmico y Q´ el factor reductor por amortiguamiento correspondiente al periodo
fundamental Te de vibración de la estructura. Además φ=Tb/Te es un factor reductor que
depende de la flexibilidad de la estructura, que no debe tomarse menor que 0.4 ni mayor que
1.0 cuando el periodo característico Tb sea mayor que Te, ζ es un factor reductor que
depende del amortiguamiento de la estructura, que es igual a 0.8 para estructuras de acero
remachadas o atornilladas y de madera, 0.9 para estructuras de concreto reforzado o
presforzado y 1.0 para estructuras de acero soldadas o con juntas a base de tornillos de alta
resistencia trabajando a fricción.
∑W n
c
Pn = 0.95Wn h n N
n =1
φζ (9.1)
∑ Wn h n
Q'
n =1
donde
Wn es el peso de la masa n
hn la altura correspondiente sobre el desplante
N el número total de masas de la estructura
144
ESTRUCTURAS INDUSTRIALES
1/2
⎡ N ⎤
2π ⎢ ∑ Wn X 2n ⎥
Te = τ ⎢ nN=1 ⎥ (9.2)
g ⎢ WX ⎥
⎢⎣ ∑
n =1
n n ⎥
⎦
donde
Xn es el desplazamiento lateral de la masa n asociado a la fuerza Pn
g es la aceleración de la gravedad
τ es un coeficiente para tomar en cuenta las variaciones en el cálculo del periodo
fundamental, que se tomará como τ = 1.0 para estructuras cuya estructuración no
difiera radicalmente de estructuras de edificios o como τ = 0.75 cuando no se cumpla
esta condición
2. Una fuerza horizontal que actúa en el extremo superior de la estructura sin incluir tanques,
apéndices u otros elementos cuya estructuración difiera radicalmente del resto de la
construcción; dicha fuerza será igual a
c
PN = 0.5W φζ (9.3)
Q'
De esta forma, la fuerza cortante basal que resulta de los dos estados de carga actuando
simultáneamente es V=W(c/Q´)φζ, la cual está reducida por la ductilidad, la flexibilidad y el
amortiguamiento de la estructura.
En estructuras muy irregulares, como en las que los pisos no son completos, conviene utilizar un
análisis dinámico donde participen todos los modos de vibrar que contribuyan de manera importante
en la respuesta estructural.
145
SECCIÓN 3.9
Tales especificaciones son aplicables siempre que se garantice la transmisión de la fuerza cortante
sísmica entre marcos adyacentes por medio de sistemas de piso rígidos, contraventeos horizontales
u otros sistemas resistentes también rígidos.
Para el análisis modal espectral, se podrá optar por aplicar una regla de superposición modal, tal
como la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de las respuestas modales, o la combinación
cuadrática completa, de la manera en que se recomienda para edificios.
Este método se aplicará como se especifica en relación con las estructuras de edificios, junto con las
siguientes consideraciones:
1. Se supondrá que cada periodo natural de vibración de la estructura puede ser menor o mayor
que el calculado hasta en 25%, adoptándose el valor más desfavorable.
2. Las aceleraciones espectrales para cada periodo natural de vibración de la estructura deberán
multiplicarse por el factor reductor ζ definido en el análisis estático.
146
ESTRUCTURAS INDUSTRIALES
2. En fachadas, tanto interiores como exteriores, los vidrios de ventanas se colocarán en los
marcos de éstas dejando en todo el derredor de cada tablero una holgura por lo menos igual a
la mitad del desplazamiento horizontal relativo entre sus extremos, calculado a partir de la
deformación por cortante de entrepiso y dividido entre 1 + H / B, donde B es la base y H la
altura del tablero de vidrio de que se trate. Podrá omitirse esta precaución cuando los marcos
de las ventanas estén ligados a la estructura de tal manera que las deformaciones de ésta no
les afecten.
147
SECCIÓN 3.10
ESTRUCTURAS TIPO 7
PUENTES
148
PUENTES
149
SECCIÓN 3.10
ÍNDICE
150
PUENTES
151
SECCIÓN 3.10
NOMENCLATURA
152
PUENTES
153
SECCIÓN 3.10
3.10.1 ALCANCE
Estas recomendaciones señalan los requisitos mínimos que deberán considerarse en el diseño
sísmico de un puente estándar. Para fines de estas recomendaciones, se clasifica como puente
estándar aquél que cumple con las siguientes características:
1. Los puentes de especial importancia (Grupo A) son aquellas estructuras esenciales para el
mantenimiento de las comunicaciones tras un desastre. Son aquellos puentes cuya falla está
asociada a un gran número de muertes probables, o puentes especialmente costosos para los
que se desea una vida útil superior a la media.
2. Los puentes comunes (Grupo B) son el resto de los puentes cuyo diseño corresponde a una
vida útil media.
Para evaluar la demanda sísmica para cada uno de los estados límite descritos, se adoptarán los
factores de la tabla 10.1, que serán aplicados a las ordenadas del espectro de diseño. En puentes de
especial importancia se revisará la resistencia durante la etapa de construcción de acuerdo con el
factor recomendado en la misma tabla.
154
PUENTES
Tabla 10.1. Factores para modificar el espectro de diseño, según el estado límite e
importancia del puente.
RS = R Sx 2 + R Sy 2 (10.1)
En los casos en que la componente vertical del terreno pueda originar sobrecargas en algunos
elementos como pilas, apoyos o cimentación, se deberá incluir su efecto. En este caso, el
componente vertical se tomará como 2/3 del mayor horizontal. En la sección de comentarios 3.3.5.6
se podrán consultar los detalles de esta forma de combinar los movimientos del terreno.
155
SECCIÓN 3.10
ζ p k ef ζ ch k ef ζ θh k ef L2
ζa + + +
kp k ch k θh
ζ sis = (10.2)
k k k L2
1 + ef + ef + ef
k p k ch k θh
donde
ζa es el amortiguamiento del apoyo
ζp el amortiguamiento de la pila
ζch es el amortiguamiento asociado a la traslación de la cimentación
ζθh es el amortiguamiento asociado a la rotación de la cimentación
L es la longitud de la pila del puente
kef es la rigidez del apoyo
kch es la rigidez traslacional de la cimentación
kθh es la rigidez rotacional de la cimentación
kp es la rigidez secante de la pila asociada al desplazamiento máximo xmax, correspondiente
al estado límite con el que se diseña, igual a:
1+α( μ−1)
kp = ke (10.3)
μ
donde
ke es la rigidez elástica de la pila
α es la relación de rigideces elástica e inelástica (aproximadamente igual a 0.05)
μ es la ductilidad de desplazamiento (ecuación 10.10)
156
PUENTES
marcos separados por juntas de expansión, y que requieren del análisis de cada subsistema o
módulo por separado y/o de todo el conjunto. En los métodos de análisis que se proponen se deberán
considerar, cuando sean importantes, los efectos de: la interacción suelo–estructura, la no linealidad
geométrica de los materiales y las condiciones de frontera en los estribos. Se acepta que el análisis
sísmico de puentes se realice por alguno de los siguientes cuatro métodos: estático lineal, estático no
lineal, dinámico lineal y paso a paso, conforme con las siguientes recomendaciones.
• El terreno de cimentación tiene un factor de sitio menor o igual que 1.5 (ver sección 3.1.5.2.1).
• El puente tiene eje longitudinal recto o con curvatura horizontal reducida. Se considera que un
puente tiene curvatura reducida si el ángulo que forma la línea que une el centro del puente
con el apoyo extremo y la que une los dos apoyos extremos es menor que 30 grados.
• Existe simetría transversal respecto al centro del claro. Se considera que un puente es
simétrico cuando la excentricidad entre el centroide de masas y el centroide de rigideces no
excede del 5% de la longitud total del puente o de los módulos en que se subdivida.
• No hay cambios bruscos de rigidez y masa, exceptuando los estribos. Si el cambio de rigidez,
de masa, o de la relación rigidez a masa entre dos pilas consecutivas es inferior al 25% se
considera que no hay cambios bruscos en estas propiedades. Además, la masa de las pilas
debe ser menor que 1/5 de la masa del tablero.
• El ángulo de esviajamiento es menor que 15 grados.
• El ancho de la superestructura es igual o mayor que un cuarto del claro entre apoyos.
• Los claros entre apoyos son menores que 50 m.
• En puentes continuos que tengan menos de cinco claros.
Ps = kp xmax (10.4)
donde
xmax es el desplazamiento máximo, correspondiente al estado límite con el que se diseña
157
SECCIÓN 3.10
sección 3.10.4.2. El ADL se lleva a cabo mediante un análisis modal espectral. Para estimar las
demandas de desplazamiento y de fuerza se emplearán los espectros correspondientes que se
indican en la sección 3.10.2.2. En la discretización del modelo elástico lineal de la estructura se
deberán emplear al menos tres elementos para cada pila y cuatro elementos para cada claro de la
superestructura. Deberá considerarse un número de modos de vibrar tal que garantice que la suma
de la masa modal efectiva, en la dirección del análisis sea, al menos el 90% de la masa total de la
estructura.
El valor máximo probable SM del efecto combinado de las respuestas modales, se calcula con el
método de la combinación cuadrática completa:
SM = ∑∑r
i j
i, j S i S j (10.5)
donde
ri,j es el factor de correlación donde i y j, son los i–esimos modos de vibrar, respectivamente,
y j > i, definido por
8ζsis
2
(1 + ρ)ρ3/2
rij = (10.6)
(1 − ρ2 )2 + 4ζsis
2
ρ(1 + ρ)2
donde
ρ es igual a Tj/Ti, pero menor a 1.0
El AENL debe realizarse empleando las propiedades de los materiales correspondientes a los niveles
de deformación que se van originando en cada etapa de carga. Para ello, se emplearán las
propiedades obtenidas de los ciclos histeréticos de los materiales. La intensidad máxima de carga
que se aplicará a la estructura, será la correspondiente a la capacidad de desplazamiento de las pilas
que se describe en la sección 3.10.5.1.3, para cada estado límite.
Este método debe emplearse para estudiar el comportamiento de puentes de especial importancia y,
alternativamente, puede usarse para puentes comunes. El método permite determinar la respuesta
inelástica del modelo para comparar las ductilidades locales requeridas y las disponibles. Además de
158
PUENTES
este procedimiento la estructura debe analizarse con el método ADL, y los resultados del análisis
paso a paso no se usarán para reducir los requerimientos resultantes del ADL.
Ay/Ax k
0.1 2.23
0.2 1.98
0.5 1.70
1.0 1.51
2.0 1.36
5.0 1.21
10.0 1.14
∞ 1.00
donde
Ax, Ay son las dimensiones de la pila con sección rectangular en la dirección x y y,
respectivamente.
Para pilas de sección transversal circular con diámetro φ la masa adherida ma se estima como:
ρ a πφ 2
ma = (10.7)
4
donde
159
SECCIÓN 3.10
Para pilas de sección rectangular con dimensiones 2Ax y 2Ay (figura 10.1), y para acción sísmica en
dirección x, ma se estima como
ma = k ρa π Ay2 (10.8)
donde
k se toma de la tabla 10.3, en la que es válida una interpolación lineal
2Ay x
2Ax
ΔT ≤ Δu (10.9)
En el puente completo, así como en cada uno de los módulos en los que se divide y en cada uno de
los elementos que lo constituyen, se deben cumplir con las demandas máximas de ductilidad que se
especifican. Además, los elementos dúctiles deberán satisfacer los requisitos de armado y detallado
que se requieren para alcanzar los niveles de ductilidad especificados.
En general, se pretende que el tablero y el resto de los elementos que conforman la superestructura
del puente, permanezcan dentro del límite elástico, y que las columnas sean las responsables de
disipar la energía histerética a través de la rotación de las articulaciones plásticas. Después de
verificar que los elementos no exceden los desplazamientos máximos será necesario verificar la
resistencia de los elementos como se establece en 3.10.5.2.
160
PUENTES
La demanda de ductilidad (μΔ) para cada estado límite, se determina a partir del máximo
desplazamiento (Δmax) que se obtiene del análisis estructural dividido por el desplazamiento de
fluencia del elemento (Δy), es decir,
Δmáx
μΔ = (10.10)
Δy
donde
Δa es el desplazamiento elástico adicional de la pila debido a las condiciones de
empotramiento
Δb es el desplazamiento del apoyo de hule
Δc es el desplazamiento debido a la flexibilidad del cabezal
Δf es el desplazamiento debido a traslación y rotación de la cimentación
Δp es el desplazamiento elástico de la pila
Δpi es el desplazamiento inelástico de la pila
Δt es la translación de la cimentación
Δy es el desplazamiento elástico del sistema (pila) = Δp
Δy’ es el desplazamiento elástico del sistema (pila–cabezal) = Δp + Δc
Δy’’ es el desplazamiento elástico del sistema (pila–apoyo–cimentación) = Δp + Δb +Δf
Δy’’’ es el desplazamiento elástico del sistema (pila–cimentación–continua) = Δp + Δa
D es el diámetro de la pila
θf es la rotación de la cimentación
161
SECCIÓN 3.10
Δy’’
F Δb
Δf Δp
x
Rigidez
axial k
Figura 10.3. Influencia de la flexibilidad de apoyos y cimentación en la ductilidad.
Δy’’’
F Δa Δp
Δ y ''' + Δ pi Δ pi
μΔ = =1+
Profundidad del Δ y ''' Δa + Δp
4D-5D momento
D-2D máximo
Empotramiento para
desplazamientos
elásticos
θ pi = L ap ( φ pi ) = L ap ( φ pu − φ py ) (10.11)
donde
φpi es la curvatura inelástica de la pila
φpu es la curvatura última
φpy es la curvatura al inicio de la fluencia
Lap es la longitud de la articulación plástica obtenida con:
162
PUENTES
⎛ Lap ⎞
Δ pi = θpi ⎜ L − ⎟ (10.13)
⎝ 2 ⎠
φ y L2 ⎛ L ap ⎞
Δ p = Δ y + Δ pi = + θ pi ⎜ L − ⎟ (10.14)
3 ⎝ 2 ⎠
Las ecuaciones anteriores son aplicables a pilas que puedan idealizarse como voladizos. Para pilas
que tengan un punto de inflexión intermedio, como se ilustra en la figura 10.5, en las ecuaciones
anteriores se deberán considerar los desplazamientos y longitudes de cada voladizo equivalente.
Las pilas que forman parte de marcos y las pilas que se deforman en voladizo deberán tener una
capacidad de desplazamiento mínima equivalente de μΔ = 3.0 para el estado límite de colapso,
independientemente de la demanda de desplazamiento obtenida del análisis. La capacidad de
ductilidad para pilas que no se comportan como voladizos puede estimarse a partir de un elemento
equivalente como se ilustra en la figura 10.5, donde
163
SECCIÓN 3.10
antes de que se forme el número de articulaciones plásticas necesario para que se produzca un
mecanismo de colapso. Para la revisión se utilizarán factores de comportamiento sísmico adecuados
al tipo de pila y aplicando el factor de sobrerresistencia indicado en 3.10.2.3.
164
PUENTES
VλM λ Mpi2
FR Mpi1 + FR Mpi2
L
VλM =
L
VλM
λ Mpi1
Se colocarán diafragmas transversales entre vigas, en los extremos de los claros. Si la sección
transversal de la superestructura está formada por vigas o nervaduras, o en general, por secciones
transversales que no tengan una elevada resistencia a torsión, se recomienda colocar diafragmas
intermedios a distancias máximas de 12.5 m. En el caso de que las vigas sean metálicas, es
indispensable colocar diafragmas intermedios, que deberán conectarse en la parte inferior de las
almas, de preferencia en los patines de las vigas. Dado que las secciones cajón tienen una elevada
rigidez a torsión, es innecesario colocar diafragmas intermedios.
Las secciones cajón son particularmente apropiadas para el diseño sísmico cuando se considera una
conexión monolítica entre pilas y superestructura. En general, también se emplean favorablemente en
estructuras continuas sobre apoyos. Cuando la superestructura es monolítica con las pilas, ésta
deberá diseñarse para resistir los momentos que se transmiten en la conexión.
Cuando se espera que se produzca un movimiento fuera de fase entre los módulos del puente entre
juntas, se recomienda colocar llaves de cortante que restrinjan el movimiento relativo transversal. En
puentes largos y regulares, en los que se espera que se produzca un movimiento en fase entre los
módulos o subsistemas que se forman debido a la existencia de juntas, se permite que ocurra un
desplazamiento relativo en la junta. En este último caso debe tenerse presente que la variabilidad
espacial del movimiento puede dar origen a movimientos fuera de fase, aun en el caso de módulos
iguales.
165
SECCIÓN 3.10
3.10.6.2 Apoyos
Los apoyos deberán diseñarse para soportar adecuadamente las cargas verticales y horizontales que
puedan presentarse durante la vida útil del puente, además, deberán permitir los movimientos de
traslación y rotación que produzcan estas acciones.
Debe tomarse en cuenta que los apoyos flexibles incrementan el periodo de la estructura con
respecto a un apoyo rígido o monolítico. También debe considerarse que los apoyos flexibles
incrementan los desplazamientos, lo que puede aprovecharse para mejorar la distribución de fuerzas
laterales entre las pilas y estribos del puente. Por otro lado, la flexibilidad del apoyo incrementa la
demanda de ductilidad de la pila para una ductilidad específica de la estructura (figura 10.3).
Los apoyos de hule tienen una respuesta prácticamente lineal y muestran una recuperación
importante después de experimentar grandes deformaciones, situación que no se logra con apoyos
deslizantes y otro tipo de apoyos. Por ello deberá proporcionarse un mecanismo de recuperación en
estos casos.
GA
PH = Δb (10.15)
ht
donde
A es el área del apoyo en planta
ht es el espesor total del hule
G es el módulo de cortante del hule. Si no se cuenta con información del fabricante pueden
usarse los valores siguientes: 0.8 MPa, para hules con dureza shore 50, y 1.0 MPa para
apoyos con dureza shore 60.
0.5 E c I
MH = θm (10.16)
ht
donde
I es el momento de inercia de la sección en planta del apoyo
θm es la rotación máxima de diseño en radianes
Ec es el módulo de elasticidad efectivo en compresión del hule, que puede aproximarse con:
E c = 6 G S2 (10.17)
donde
S es el factor de forma de la carga sobre el apoyo, que se define como la relación entre el
área comprimida efectiva y el área lateral con libertad de deformación y se calcula con:
166
PUENTES
bx by
S=
2 ( bx + by ) hi
para apoyos rectangulares (10.18a)
Da
S= para apoyos circulares (10.18b)
4 hi
donde
bx , by son las dimensiones del apoyo del hule en planta
hi es el espesor de las capas de hule
Da es el diámetro del apoyo
1/ 2
⎛ Sh γ A ′ ⎞
Ta = 2 π ⎜ t xz ⎟ (10.19)
⎝ Ag ⎠
donde
γxz es la deformación máxima por cortante
g es la aceleración de la gravedad
A´ es el área de la zona de traslape de las caras superior e inferior del apoyo durante el
máximo desplazamiento permitido (figura 10.7)
Área de traslape A’
D Δb
El amortiguamiento de los apoyos de hule laminados se puede suponer igual al 5% del crítico. El
desplazamiento del apoyo de hule máximo permitido Δb es:
⎛ A′ ⎞
Δ b = B ⎜1− ⎟ (10.20)
⎝ A ⎠
donde
B es la dimensión en planta del apoyo en la dirección de análisis
Las trabes deberán estar conectadas a los apoyos mediante sistemas que resistan toda la fuerza
horizontal que el apoyo es capaz de transmitir. La conexión del apoyo con la subestructura debe
garantizar que la transmisión de la fuerza horizontal sea adecuada. Los apoyos deberán tener una
capacidad mayor que la capacidad de las pilas considerando su sobrerresistencia. También se
recomienda emplear una segunda línea de defensa como se indica en las secciones 3.10.6.4 y
3.10.6.5. Si los apoyos son móviles, deberá dejarse una distancia apropiada de asiento (sección
3.10.6.3) para evitar la pérdida de apoyo de la superestructura.
167
SECCIÓN 3.10
Se tomará en cuenta que la junta puede estar en el extremo de un tablero o en algún apoyo
intermedio. Si la junta se localiza sobre un estribo (figura 10.8a), entonces Δs2 = 0 y Δs = Δs1. En la
figura 10.8:
LA es la longitud mínima de asiento
LJ es la anchura mínima de la junta de expansión
LJ LA LA1 LJ LA2
Δs Δs1 Δs2
100 mm 100 mm 100 mm LJ LA LJ
Δs
100 mm
≥700 mm
Para el caso de junta en pila (figura 10.8b), LA se calculará por separado para cada módulo del
puente y la longitud de asiento total será la suma de LA requerida para cada módulo más la anchura
de la junta.
168
PUENTES
Pt = a FR C M t (10.23)
donde
a es la aceleración espectral correspondiente al periodo fundamental del puente
CMt es la carga muerta correspondiente al área tributaria de la superestructura restringida por
el tope
FR es el factor de sobrerresistencia indicado en 3.10.2.3
Deberá colocarse un apoyo vertical de hule entre el tope sísmico y el paño de la superestructura. La
junta o distancia libre entre el apoyo vertical de hule y el paño de la trabe o pared del cajón que
forman la superestructura, deberá ser tal que permita el desplazamiento de diseño del apoyo que se
encuentra sobre el cabezal.
Los dispositivos se diseñan para soportar una fuerza igual a la indicada en la ecuación 10.24 y se
colocarán orientados en la dirección principal del movimiento esperado y en un número tal que
aseguren la redundancia y eviten el comportamiento excéntrico de la junta. Es recomendable que los
elementos de restricción longitudinal tengan una buena capacidad de disipar energía durante su
deformación para que contribuyan también a la disipación de la energía sísmica. En las juntas de
expansión deberá dejarse suficiente espacio para permitir los movimientos típicos de la junta.
169
SECCIÓN 3.11
ESTRUCTURAS TIPO 8
TUBERÍAS
170
TUBERÍAS
171
SECCIÓN 3.11
ÍNDICE
172
TUBERÍAS
173
SECCIÓN 3.11
NOMENCLATURA
174
TUBERÍAS
175
SECCIÓN 3.11
Los métodos de análisis simplificado y pseudoestático son aplicables a tuberías rectas continuas o a
las formadas por segmentos rectos unidos mediante juntas flexibles. El método de análisis dinámico
se puede aplicar en los dos casos anteriores y para cualquier configuración geométrica de la tubería,
siempre y cuando se conozcan los parámetros necesarios para realizarlo y la importancia de la
tubería lo amerite.
El método simplificado sólo es aplicable al análisis de tramos rectos de tubería entre dos apoyos
consecutivos. Los métodos pseudoestático y dinámico se pueden aplicar al análisis de cualquier
configuración geométrica de la tubería.
La aplicación de este método requiere del cálculo de la deformación axial y la curvatura máximas del
terreno. Para ello se utilizan las siguientes ecuaciones:
v max
εg = (11.1)
cε va
a0 g
φg = (11.2)
(c Φ v a ) 2
donde
vmax es la velocidad máxima del terreno esperada en el sitio de acuerdo a lo establecido en la
sección 3.1 (programa PRODISIS)
a0 es la aceleración máxima del terreno esperada en el sitio de acuerdo a lo establecido en
la sección 3.1
va es la velocidad aparente de propagación de las ondas sísmicas, (puede ser obtenida a
partir de estudios geofísicos o evaluación sismológica)
g es la aceleración de la gravedad
cε es el coeficiente de deformación del terreno
cΦ es el coeficiente curvatura del terreno
176
TUBERÍAS
Las magnitudes de cε y cΦ dependen del ángulo de incidencia y el tipo de ondas sísmicas. La tabla
11.1 muestra los valores para incidencias críticas.
Para tuberías formadas por un conjunto de tubos rígidos de longitud Lp con juntas tipo “lock–joint”,
además de la deformación axial y la curvatura máxima del terreno, se deben calcular el
desplazamiento relativo U y la rotación θ máxima de la junta con las siguientes ecuaciones:
U =εgLp (11.3)
θ = φgLp (11.4)
Las ecuaciones 11.1 y 11.2 son válidas cuando se cumple el siguiente criterio asociado al rango de
resistencia del suelo:
Ap E p
≤ 106 (11.5)
tu
donde
tu es la resistencia axial última (longitudinal) por unidad de longitud del suelo sobre la tubería
que se calcula como se señala en la tabla 11.2
Ep es el módulo inicial de elasticidad de la tubería
Ap es el área de la sección transversal de la tubería
Cuando el criterio anterior no se cumple la deformación axial del terreno debido al sismo no puede ser
transferida completamente a la tubería existe deslizamiento entre suelo y tubería. En este caso se
presentan dos escenarios, el primero supone que la onda sísmica es de forma sinusoidal, incidente
horizontalmente y que la deformación del suelo se transfiere en un cuarto de la longitud de onda, λ*
(figura 11.1A). Por lo que la deformación máxima que se puede presentar para esta condición es:
t u λ*
εmax = (11.6)
4Ep Ap
donde
λ* es la longitud de onda aparente de la onda sísmica asociada con la velocidad de terreno
máxima igual a λ* = vaT
177
SECCIÓN 3.11
El segundo escenario sucede cuando existen puntos de anclaje en tramos menores a un cuarto de la
longitud de onda (figura 11.1B), por lo que el valor de λ*, expresado en la ecuación 11.6 se tomará
como la distancia, λ, entre los puntos de anclaje.
1/2
2 ⎡ M p Lp ⎤
4
T= ⎢ ⎥ (11.7)
π ⎣⎢ E p Ip ⎦⎥
donde
Mp es la masa por unidad de longitud de la tubería
Lp la longitud del tramo en cuestión
Ip el momento de inercia de la sección trasversal
Ep el módulo de elasticidad del material
178
TUBERÍAS
λ = vs Tg (11.8)
donde
vs es la velocidad de ondas de cortante en el estrato superficial
Tg es el periodo natural de la capa superficial de suelo, que se obtiene de acuerdo al
señalado en la sección 3.1 (Tg = Ts)
Tg πHC
Uh = a0gcos (11.9)
4π 2
2HS
donde
a0 es la aceleración del terreno en la superficie en cm/s2 que se obtiene de acuerdo a la
aceleración de la roca basal y del factor de sitio como se explica en la sección 3.1
HS representa el espesor del depósito de suelo
3. Cuando se trata de una tubería enterrada continua, el cálculo de los esfuerzos axial δL, de
flexión δb y combinado δx, se obtienen a través de las siguientes ecuaciones:
πU h
δ L = α1 Ep (11.10)
λ
2π2Dp Uh
δb = α2 Ep (11.11)
λ2
1
α1 = (11.13)
1 + (2 π / η1λ * ) 2
1
α2 = (11.14)
1 + (2 π / η 2 λ ) 4
donde
λ* es la longitud de onda aparente de la onda sísmica predominante asociada con la
velocidad de terreno máxima, que se puede calcular de acuerdo a lo descrito en
3.11.2.1 o de forma aproximada por λ* = 2λ
η1 es la relación de rigidez del suelo
η2 es la relación de rigidez de la tubería
k g1
η1 = (l / cm) (11.15)
EpAp
kg2
η2 = 4 (l / cm) (11.16)
E p Ip
donde
Ip es el momento de inercia de la tubería
Ap es el área de la sección transversal de la tubería
kg1 es la rigidez longitudinal del suelo
kg2 es la rigidez transversal del suelo
Se recomienda que:
γ 2
k g1 ≈ k g 2 ≈ 3 vs (11.17)
g
donde
vs es la velocidad de onda de corte dentro del estrato
γ es el peso volumétrico del suelo que rodea la tubería enterrada
Cuando se tienen tuberías con juntas flexibles el cálculo de esfuerzos axiales y flexionantes
de la tubería en el punto x a partir de la junta de expansión–contracción se obtiene con las
siguientes ecuaciones
δ L ' = ξ1 ( x ) δ L (11.18)
180
TUBERÍAS
δ B ' = ξ 2 (x ) δ b (11.19)
donde
δL, δb se obtienen de acuerdo con las ecuaciones 11.10 y 11.11
2πUh
εg = (11.20)
λ
1/ 2
⎡ N ⎤
∑
U r = ⎢ U n2 ⎥
⎣ n =1 ⎦
(11.22)
donde
N representa el número de apoyos o soportes de la tubería sen cuestión.
181
SECCIÓN 3.11
1/ 2
⎡ N ⎤
∑
S = ⎢ S 2n ⎥
⎣ n =1 ⎦
(11.23)
donde
N es el número de modos naturales de vibración a considerar en la respuesta total
Si se utiliza el análisis paso a paso, caben las mismas recomendaciones establecidas en relación con
el análisis dinámico de tuberías enterradas.
1) Se calculan las resistencias últimas del suelo en las direcciones longitudinal, transversal
horizontal y transversal vertical hacia arriba, tu, pu y qu, respectivamente, de acuerdo con las
ecuaciones de la tabla 11.2 y con ayuda de las figuras 11.2, 11.3 , 11.4 y 11.5
La ecuación dada del valor de tu aplica para los tramos de la tubería que se conservan rectos
entre los puntos de anclaje. Para los tramos curvos que se desarrollan en las cercanías de la
falla del terreno, se recomienda emplear los siguientes valores:
HC
Si = 1.5 t uc = 2.4 t u
Dp
HC
Si = 3.5 t uc = 3.3 t u
Dp
182
TUBERÍAS
183
SECCIÓN 3.11
184
TUBERÍAS
P = σa Ap (11.24)
donde
Ap es el área de la sección transversal de la tubería
3) Se considera que los radios de curvatura horizontal Rcl y vertical Rcv de los tramos curvos de la
tubería adyacentes a la falla permanecen constantes, calculándose sus valores mediante las
ecuaciones siguientes:
PCp
R cl = (11.25)
pu
PCp
R cv = (11.26)
qu
p i πD I 2
Cp = 1 − (11.27)
4P
donde
pi es la presión interna en la tubería
DI es el diámetro interno de la tubería
185
SECCIÓN 3.11
4) Se calculan las deformaciones unitarias por tensión axial, εa y flexión εb, en cualquier sección
transversal de la tubería dentro de su tramo curvo utilizando las siguientes ecuaciones:
σ ⎡ ⎛ ⎞
r
⎤
εa = a ⎢1 + α ⎜ σ a ⎟⎟ ⎥ (11.28)
Ei ⎜
⎢ 1 + r ⎝ σy ⎥
⎣ ⎠ ⎦
Dp
εb = (11.29)
2R cl
donde el esfuerzo de fluencia, σy, y los factores α y r se conocen como parámetros de Ramberg
Oswood y dependen del tipo de acero de la tubería.
5) Se calcula la elongación total requerida en la tubería, ΔLr, en función del movimiento en la falla.
Lo anterior requiere evaluar primeramente la longitud de los tramos con curvatura horizontal y
vertical, Lc1 y Lcv respectivamente, a cada lado de la falla, por lo que:
ΔY2 2 ΔZ2
ΔLr = ΔX + + (11.33)
3Lcl 3 Lcv
donde
Δx, Δy y Δz son las componentes de desplazamiento en la falla
6) Se calculan las longitudes no ancladas a cada lado de la falla, L1 y L2, requeridas para transferir
al suelo circundante mediante fricción longitudinal la fuerza axial máxima, P en la intersección de
la tubería con la falla mediante la ecuación:
P − t uc L cl
L1 = L 2 = + L cl (11.34)
tu
7) Se calcula la elongación de la tubería ΔLa, con base en el esfuerzo axial máximo supuesto en el
cruce de la tubería con la falla. El cálculo de dicha deformación total se lleva a cabo integrando
las deformaciones unitarias axiales a lo largo de la tubería. La integración de las deformaciones
εa se efectúa de manera independiente para los tramos curvos y rectos de la tubería entre los
puntos de anclaje. La deformación total se obtiene entonces mediante la ecuación:
186
TUBERÍAS
Δ L a = 2 Δ L c + Δ L S1 + Δ L S 2 (11.35)
Los valores de ΔLc, ΔLS1 y ΔLS2 se calculan mediante las ecuaciones siguientes, resultantes de la
integración:
⎧ ⎛ B + Bl1 ⎞ ⎫
ΔLS1 = ε y ⎨Lsl1 ⎜ s ⎟ +
C
2 ⎠ h s (r + 2)
(
Bs r + 2 − Bl1r + 2 ⎬ ) (11.36)
⎩ ⎝ ⎭
⎧ ⎛ B + Bl2 ⎞ r+2 ⎫
ΔLS2 = ε y ⎨Lsl2 ⎜ s
⎝
⎟ +
C
2 ⎠ h s (r + 2)
(
Bs r + 2 − Bl2 ⎬ ) (11.37)
⎩ ⎭
⎧ ⎛ B + Bs ⎞ ⎫
ΔLC = ε y ⎨Lcl ⎜ m ⎟ +
C
⎠ h c (r + 2)
(
Bm r + 2 − Bsr + 2 ⎬ ) (11.38)
⎩ ⎝ 2 ⎭
En estas ecuaciones:
σy L sl2 = L 2 − L cl
εy =
Ei
α σa
C= Bm =
r +1 σy
t uc B s = B m − h c L cl (11.39)
hc =
Apσy
tu B l1 = B s − h s L sl1
hs =
Apσy
L sl1 = L 1 − L cl B l 2 = B s − h s L sl 2
187
SECCIÓN 3.12
ESTRUCTURAS TIPO 9
PRESAS
188
PRESAS
189
SECCIÓN 3.12
ÍNDICE
NOMENCLATURA .................................................................................................. 191
190
PRESAS
191
SECCIÓN 3.12
NOMENCLATURA
192
PRESAS
193
SECCIÓN 3.12
Las etapas de diseño comenzarán con el nivel de servicio y terminarán con la verificación de la
seguridad de la estructura considerando el nivel de prevención de colapso. Para ambos sismos se
definirá la aceleración y velocidad máximas del terreno y el espectro de diseño. Si los análisis se
llevan a cabo utilizando un método paso a paso, también será necesario definir los acelerogramas
que provengan de los espectros de diseño. Se recomienda generar por lo menos tres acelerogramas.
Cuando las cimentaciones son rocosas, los parámetros sísmicos del sitio se definirán a nivel de la
roca basal. Cuando las cimentaciones no son rocosas se deberá tomar en cuenta la presencia del
depósito de suelo y se deberá efectuar un estudio detallado sobre las condiciones sísmicas locales
definiendo, además de los parámetros sísmicos mencionados, la capacidad de carga sísmica, las
deformaciones inducidas, así como la variación espacial de las excitaciones sísmicas. Los
parámetros sísmicos podrán definirse de dos manera. Si en el análisis se incluye explícitamente el
terreno blando, dichos parámetros deberán definirse al nivel de la roca basal. Cuando los parámetros
194
PRESAS
Se definirán dos condiciones de carga. La primera se denomina carga sísmica inusual, que es la
resultante de una combinación de cargas inusuales y el sismo correspondiente al nivel de servicio. La
segunda se llama carga sísmica extrema, que es la resultante de una combinación de cargas
normales y el sismo correspondiente al nivel de prevención de colapso. Las condiciones de carga
normales, a las que operan con mayor frecuencia las presas, no siempre corresponden al NAMO. Por
citar un ejemplo, la condición más crítica del talud aguas arriba de las presas de tierra y
enrocamiento, aún sin el efecto de vaciado rápido, no siempre resultará ser el nivel más alto del vaso.
Las combinaciones de carga sísmicas deberán tomar en cuenta estos escenarios.
Se deberán considerar todas las combinaciones de carga normales e inusuales posibles tomando la
precaución de eliminar aquellas en que sea pequeña la probabilidad de que las cargas se presenten,
de manera simultánea, con los sismos. Aparte de los dos niveles de diseños mencionados y las
posibles combinaciones de carga definidas, se analizarán los peligros naturales particulares del sitio
que estén relacionados con los aspectos de la sismicidad inducida, deslizamiento y fallas en el vaso,
fallas activas en la boquilla, tsunami u oleajes sísmicos.
Los efectos hidrodinámicos del vaso se tendrán que considerar para las presas de concreto y
mampostería como se detalla en las secciones 3.12.3.1 y 3.12.3.2. En las presas de tierra y
enrocamiento no se considerarán los efectos hidrodinámicos del vaso con excepción de las presa de
enrocamiento con cara de concreto. En estas se aplicará el modelo de la masa virtual. No se tomará
en cuenta la influencia de los sismos ni la del oleaje generado por los mismos, sobre las presiones de
filtración o subpresión. Los efectos dinámicos de los azolves no se considerarán salvo en las presas
altas con azolves de gran espesor.
Con excepción de las presas construidas en boquillas angostas donde la longitud de la cortina es
menor que tres veces su altura, las presas se podrán analizar bidimensionalmente tomando una
longitud unitaria. Los efectos tridimensionales serán importantes en las presas con cara de concreto
si se desea conocer el comportamiento de la cara de concreto, independientemente de la forma de la
boquilla. Los análisis tridimensionales también serán necesarios en presas en arco o de
contrafuertes.
195
SECCIÓN 3.12
Material Descripción
Los materiales que están saturados y sujetos a acciones cíclicas sufren reducción
Sin pérdida de
insignificante en la resistencia al corte, con baja generación del exceso de presión de
resistencia
poro o acumulación de deformaciones residuales.
Los materiales que están saturados y sujetos a acciones cíclicas sufren reducción
Con pérdida desde pequeña hasta significativa en la resistencia al corte, con importante
de resistencia generación del exceso de presión de poro o acumulación de deformaciones
residuales.
Tabla 12.2. Clasificación de presas según su daño potencial a la zona aguas abajo.
Daño Pérdida de
Daños materiales
potencial vidas humanas
Pérdidas económicas altas que corresponden a daños en zonas
residenciales, comerciales o industriales, caminos y vías de ferrocarril
Alto Considerables
principales e instalaciones públicas importantes, así como daños
importantes en los recursos naturales.
Pérdidas económicas medianas que corresponden a daños en casas
Posibles pero aisladas, caminos y vías de ferrocarril secundarios, interrupción de
Medio
escasas servicios públicos, así como daños moderados en los recursos
naturales.
Pérdidas económicas mínimas que corresponden a daños moderados
Bajo Ninguna en la agricultura y caminos vecinales, así como daños mínimos en los
recursos naturales.
Los materiales sin pérdida de resistencia son aquellos que, durante cargas cíclicas y en estado de
saturación, experimentan una reducción insignificante en la resistencia al corte, baja generación de
exceso de presión de poro o escasa acumulación de deformaciones residuales. Las arcillas y
enrocamientos son materiales típicos de este grupo. Por su muy baja permeabilidad, las arcillas
saturadas no permiten la disipación del exceso de presión de poro que se genera bajo cargas
dinámicas, no obstante su resistencia no drenada estática se mantiene intacta. En el otro extremo, los
196
PRESAS
materiales granulares gruesos poseen alta permeabilidad por la que no se acumulan excesos de
presión de poro durante las cargas sísmicas y se conservan las resistencias drenadas en términos de
esfuerzos efectivos. En este grupo de materiales, de carácter dilatante, las deformaciones cíclicas
son pequeñas.
Los materiales con pérdida de resistencia sufren deformaciones cíclicas con acumulación de exceso
de presión de poro o de deformación residual significativa permitiendo deformaciones sísmicas y pos
sísmicas de gran magnitud. La resistencia al corte dinámica se reduce de manera apreciable con
respecto a la que se experimenta bajo condiciones estáticas. La mayoría de suelos saturados están
catalogados en este grupo. Sin embargo, en arenas sueltas uniformes saturadas, la resistencia se
reduce a tal grado que solamente la resistencia residual no drenada es la que se conserva a grandes
deformaciones. Estos materiales se refieren comúnmente como materiales con pérdida de resistencia
por flujo. Se conoce que pueden ser gravas e incluso materiales con cierto contenido de finos si estos
son de naturaleza contractiva.
Para el daño potencial asociado de presas se considerarán las consecuencias negativas que pudiera
producir la ruptura de presas sobre la zona aguas abajo. Pueden ser por pérdidas de vidas humanas
o por daños materiales. El daño potencia de una presa se evaluará por medio de análisis de riesgo de
falla.
Se deberá tomar en cuenta la influencia del oleaje sísmico sobe la seguridad de presas. A falta de
estudios sobre el oleaje sísmico se deberá asignar un margen de bordo libre entre 0.5 y 1.5 m, valor
que deberá agregarse a la pérdida de bordo libre calculada en el análisis de la deformación
permanente sísmica. Si existe la posibilidad de deslizamiento de laderas de gran extensión dentro del
vaso se deberá estudiar el alcance del oleaje, que éste pudiera ocasionar sobre la cortina.
Estabilidad contra volteo. Se definirá el factor de seguridad contra volteo como el cociente entre el
momento resistente y el momento actuante, calculados con respecto al centro de rotación que se
encuentra al pie aguas abajo. La base de la cortina se define sobre un plano horizontal. En la tabla
12.5 se definen los factores de seguridad mínimos. El volteo de la estructura estará acompañado por
los esfuerzos excesivos, por la tensión que se exhibe en la parte aguas arriba y por la compresión en
la parte aguas abajo. Cuando los factores de seguridad contra volteo no se cumplan, se deberá poner
especial atención en el cálculo de los esfuerzos en ambas partes.
Estabilidad contra deslizamiento. Se definirá el factor de seguridad como el cociente entre las
fuerzas laterales resistentes y las fuerzas actuantes sobre cualquier plano. Los planos considerados
podrán ser horizontales o inclinados y podrán encontrarse en el interior del cuerpo de la cortina, en el
197
SECCIÓN 3.12
contacto cortina–cimentación o dentro del macizo rocoso. Como se indica en la tabla 12.5, los
factores de seguridad se definirán para tres combinaciones de carga y para tres localizaciones de los
planos de falla. Para usar estos factores se deberán considerar el coeficiente de fricción y la
cohesión. Si se supone una condición de cohesión nula, los factores de seguridad se reducirán en
consecuencia.
Combinaciones de carga
Concepto
Normal Inusual Extrema
Estabilidad contra volteo 1.5 1.25 1.1
Estabilidad contra deslizamiento considerando cohesión y fricción
Concreto masivo 3.0 2.0 > 1.0
Interfaz concreto–roca 3.0 2.0 > 1.0
Roca 4.0 2.7 1.3
Estabilidad contra deslizamiento sin considerar la cohesión 1.1 1.05 >1.0
Esfuerzo de compresión
Concreto masivo 3.0 2.0 1.0
Cimentación rocosa 4.0 2.7 1.3
Esfuerzo de tensión
Concreto masivo 3.0 2.0 1.0
Cimentación rocosa * * *
*La cimentación rocosa no es capaz de resistir los esfuerzos de tensión.
f t' - s
Fs = (12.1)
σ
donde
f´t es la resistencia a la tensión
s es la subpresión
σ es el esfuerzo de tensión
Los valores mínimos del factor de seguridad para los esfuerzos de tensión se presentan en la tabla
12.5. Tomando en cuenta los factores de seguridad así calculados, se definirán las zonas de
agrietamiento. Se considerará que los materiales rocosos de la cimentación no tienen resistencia a la
tensión. Todos los esfuerzos se deberán calcular adoptando, que los esfuerzos de tensión son
positivos. Los criterios expuestos han sido establecidos principalmente para las presas de gravedad y
del tipo contrafuerte. Éstos mismos serán aplicables para las presas de arco. Como en estas presas
198
PRESAS
los esfuerzos están orientados en los sentidos del arco y del cantilever, los esfuerzos principales
mayores y menores mencionados se sustituirán por los esfuerzos de tensión y de compresión en las
dos direcciones.
Condiciones de servicio. Las condiciones permisibles de servicio tales como niveles máximos de
desplazamiento, velocidad y aceleración deberán establecerse de acuerdo con las especificaciones
de los equipamientos en cada proyecto. En la actualidad se conoce poco acerca de las condiciones
límite de los desplazamientos permanentes de cortinas de concreto y mampostería. Dichas
condiciones límite deberán especificarse de acuerdo con las condiciones particulares de cada
proyecto.
Para presas de tierra y enrocamiento se deberán examinar los siguientes aspectos: respuesta
dinámica, estabilidad sísmica, deformación permanente sísmica, estabilidad pos sísmica, deformación
permanente pos sísmica y otros daños. En todos los estudios se deberá considerar la cimentación y
empotramiento de la presa. Será recomendable incluir el depósito natural del cauce en el modelo de
la cortina. La pérdida de resistencia al corte de los materiales es la principal causa de las fallas de
presas ante eventos sísmicos y deberá considerarse, o en su caso descartarse con una adecuada
justificación, para todos los análisis.
Estabilidad sísmica. Se evaluará la seguridad contra fallas por cortante de los taludes del cuerpo de
la cortina y taludes naturales en el vaso, que estarán sujetos a las cargas sísmicas. La falla por
cortante de la cimentación también será objeto de investigación. Se recurrirá a la hipótesis de carga
seudoestática, utilizando coeficientes sísmicos. El factor de seguridad se definirá como el cociente
mínimo entre la resistencia al esfuerzo cortante resistente y los esfuerzos cortantes desarrollados por
los mecanismos de falla previamente identificados a lo largo de la superficie de falla más
desfavorable. La condición de aceptación de la estabilidad sísmica estará en función de la definición
de los coeficientes sísmicos para el análisis de la estabilidad, la reducción en la resistencia al corte de
los materiales, el factor de seguridad y los desplazamientos inducidos tolerables. Si los coeficientes
sísmicos se definen como la mitad del coeficiente de la aceleración máxima del sitio y se acepta que
los parámetros de resistencia al corte estática puedan tener una reducción máxima del 20% y los
desplazamientos tolerables son del orden 1 m, el factor de seguridad aceptable es 1.2 para los sismos
de servicio y 1.0 para los sismos de prevención de colapso. El análisis seudoestático de estabilidad
será aplicable a las presas que sólo contienen materiales sin pérdida de resistencia.
199
SECCIÓN 3.12
pérdida de bordo libre o asentamiento, estimado por el concepto de deformación permanente sísmica,
deberá ser menor que el valor permisible de pérdida de bordo libre por sismo. El deslizamiento de
bloques de falla no deberá ser mayor que 1.0 m.
Estabilidad pos sísmica. Cuando parte de los materiales de la presa tiene potencial de pérdida de
resistencia, se deberá evaluar y estimar la estabilidad de la presa bajo las cargas estáticas. La causa
principal de los cambios en la resistencia es el fenómeno de licuación o pérdida de resistencia, cuya
susceptibilidad e iniciación deberán conocerse previo al estudio de estabilidad pos sísmica. Si dicha
estabilidad se evalúa por medio de los métodos tradicionales de estabilidad de taludes y se hace una
estimación de reducciones en la resistencia al corte de los materiales, los factores de seguridad
mínimos deberán ser 1.2 y 1.0, para los sismos de servicio y de prevención de colapso,
respectivamente.
Deformación permanente pos sísmica. Se producirá por las reducciones en las resistencias al corte
de los materiales con potencial de pérdida de resistencia. Se evaluará en un análisis estático
considerando los cambios en las propiedades de los materiales. La deformación permanente pos
sísmica estimada deberá compararse con la pérdida de bordo libre tolerable.
200
PRESAS
La selección de los métodos de análisis para un determinado proyecto dependerá de cuatro factores
mencionados al principio: potencial de pérdida de resistencia de los materiales, daño potencial,
sismicidad del sitio y altura de la presa. Dependiendo de la combinación de estos factores, se
seleccionará el tipo de análisis de acuerdo con la tabla 12.10.
201
SECCIÓN 3.12
Material
Sin pérdida de resistencia Con pérdida de resistencia
Altura
Baja Media Alta Baja Media Alta
Bajo S S S D D D
Baja Medio S S D D D C
Daño potencial
Alto S D D D C C
Sismicidad
Bajo S S D D D C
Media Medio S D D D C C
Alto D D C C C C
Bajo S D D D C C
Alta Medio D D C C C C
Alto D C C C C C
S = Análisis simplificado, D = Análisis detallado, C = Análisis completo
E co ro n a = m ax ( E co r , N A M E , E co r , N A M O ) (12.2)
donde
Ecorona es la elevación de la corona que se usará en el diseño
Ecor,NAME es la elevación de la corona estimada con base en el NAME
Ecor,NAMO es la elevación de la corona estimada con base en el NAMO
E cor , N A M E = E N A M E + d N A M E (12.3a)
E cor , N A M O = E N AM O + d N AM O (12.3b)
donde
ENAME, ENAMO son las elevaciones correspondientes al NAME y NAMO
dNAME, dNAMO son el bordo libre correspondientes al NAME y NAMO
El bordo libre para cada condición del nivel de agua será el valor máximo de la estimación del bordo
libre debido efectos no sísmicos y el correspondiente a las acciones sísmicas. Esto es,
d = max(d ns , d s ) (12.4)
donde
d es el bordo libre
dns es el bordo libre por efectos no sísmicos
ds es el bordo libre por efectos sísmicos
El bordo libre por efectos no sísmicos estará formado por las componentes:
202
PRESAS
d ns = d v + d o + d a + d r (12.5)
donde
da es el asentamiento de la cortina y cimentación ante cargas no sísmicas
do es el ascenso del oleaje por acciones del viento
dr es la reserva de seguridad ante cargas no sísmicas
dv es la sobre elevación del vaso por el viento
El bordo libre por efectos sísmicos se calculará con base en cuatro componentes:
d s = d a + d os + d as + d rs (12.6)
donde
das es el asentamiento de la cortina y cimentación ante cargas sísmicas
dos es el ascenso del oleaje por acciones sísmicas
drs es la reserva de seguridad ante cargas sísmicas
El asentamiento calculado ante cargas no sísmicas se acumulará para el cálculo del bordo libre
debido a efectos sísmicos.
El cálculo del bordo libre por efectos sísmicos se realizará tomando en cuenta dos niveles de
intensidad sísmica que son el Sismo de Operación de Diseño (SOD) y Sismo de Prevención de
Colapso (SPC). Para efectuar el cálculo del bordo libre, expresado en la ecuación 12.5, el bordo libre
correspondiente al primer sismo (SOD) se combinará con el bordo libre no sísmico calculado con
base en el NAME, y el bordo libre obtenido del segundo sismo (SPC) se acoplará con el bordo libre
estimado con el NAMO. En la tabla 12.11 se muestran estas dos combinaciones.
Los bordos libres deberán ser suficientemente grandes para evitar desbordamiento ante eventos de
oleaje sísmico. Se recomienda los siguientes bordos libres mínimos en función de la altura de la
cortina.
3.12.2 MATERIALES
203
SECCIÓN 3.12
Los materiales sin pérdida de resistencia son aquellos que no son susceptibles a la pérdida de
resistencia, durante cargas cíclicas (ver sección 3.12.1.3).
Los materiales con pérdida de resistencia por flujo sufren deformaciones cíclicas de gran magnitud,
adquiriendo valores sumamente bajos de resistencia no drenada residual. Llegan a alcanzar un
estado de colapso o flujo en el que se experimenta una generación considerable del exceso de
presión de poro. De este grupo de materiales son típicamente las arenas sueltas uniformes
saturadas, pero también pueden ser gravas e incluso materiales con cierto contenido de finos, si
éstos son de naturaleza contractiva.
La mayoría de suelos saturados son materiales con pérdida de resistencia por movilidad sísmica. Son
materiales que aparentemente sufren un colapso a pequeñas deformaciones por cortante cíclico,
escenario que guarda similitud con el estado de pérdida de resistencia por flujo, pero recupera
gradualmente su resistencia no drenada a grandes deformaciones. Se destacan por la generación del
exceso de presión de poro que se deberá considerar en el análisis. Su resistencia no drenada se
reduce con respecto a la condición estática en un porcentaje no despreciable.
La identificación de los grupos de material mencionados formará el primer paso para llevar a cabo
cualquier procedimiento de análisis. La identificación de la susceptibilidad e iniciación de pérdida de
resistencia será básica para catalogar los materiales. No todos los métodos de análisis son aplicables
para cualquier tipo de material. En la tabla 12.10 se presentan los métodos de análisis y aspectos que
se deben considerar para cada tipo de material.
204
PRESAS
205
SECCIÓN 3.12
Criterios Valor
Porcentaje de finos menores que 0.005 mm < 15%
Límite líquido (LL) < 35%
Contenido de agua > 0.9LL
Índice de liquidez < 0.75
Figura 12.2. Zona de suelos sin pérdida de resistencia (Marcuson III, et al, 1990).
206
PRESAS
Figura 12.3a. Curva de degradación para suelos Figura 12.4a. Curva de degradación para suelos
granulares. cohesivos.
El módulo de cortante G depende del nivel de deformación de cortante cíclica: a mayor deformación
menor será el módulo. La variación del módulo se puede determinar en pruebas triaxiales y de corte
directo. Se expresa como el cociente del módulo de cortante entre el módulo máximo, en función de
la deformación, mismo que se conoce como curva de degradación. Dichas curvas se dibujan en
papeles semi–logarítmicos. Algunos experimentos muestran que se pueden clasificar dos curvas
promedio, para suelos granulares y suelos cohesivos, respectivamente (figuras 12.3a y 12.4a). El
amortiguamiento histerético es una característica de la capacidad de disipación de energía bajo
cargas cíclicas que se expresa como el cociente del amortiguamiento en porcentajes. Dicho
amortiguamiento también depende del nivel de deformación cíclica por cortante; la cual se resume en
207
SECCIÓN 3.12
la llamada curva de amortiguamiento, como lo indican las figuras 12.3b y 12.4b (Gazetas, 1992).
Estas curvas se pueden determinar en pruebas triaxiales y de corte directo. Finalmente la relación de
Poisson se estima de acuerdo con los valores de la tabla 12.15.
c
-6 -5 -4 -3 -2
-6 -5 -4
c
-3 -2 10 10 10 10 10
10 10 10 10 10
In
cr
20 em
20 en
to
de
In
c
I
re
y
m
e
en
P
β (%)
to
β (%)
de
15
σ0
ARENAS 10 ≈
10 Y IP
GRAVAS ARCILLAS
100
IP≈
Arcilla - Cd. de México
208
PRESAS
4Ha
Ta = (12.9)
C
H
T1 = C1 (12.10)
E/ρ
donde
Ha es la altura del agua en el vaso medida desde el fondo o desde la superficie del
sedimento si este se analiza explícitamente
C es la velocidad de propagación del sonido en el agua (C ∼1440 m/s)
H es la altura de la cortina, medida desde el nivel del desplante hasta el nivel de la corona
E es el módulo de elasticidad del material de la cortina
ρ es la densidad de la masa del material de la cortina
C1 es el factor adimensional que depende del tipo de cortina, de su configuración geométrica
y de la relación de Poisson del material de la cortina. Detalles de dicho factor se dan en
las secciones 3.12.3 y 3.12.4 para cada tipo de presa
Se considera que la compresibilidad del agua es relevante en la respuesta del sistema si se cumple
con la condición:
T1
<2 (12.11)
Ta
Cuando la compresibilidad del agua es relevante se considerará un modelo del vaso adecuado que
incluye tal efecto.
ρ c Vc − ρ a C
α= (12.12)
ρ c Vc + ρ a C
donde
ρa es la densidad de la masa del agua
ρc es la densidad de la masa del material de la cimentación rocosa
Vc es la velocidad de propagación de ondas de compresión de la cimentación rocosa
Cuando se cumpla la condición α > 0.9, la cimentación del vaso se considerará rígida. El efecto de la
cimentación sobre la cortina se medirá a través del módulo de elasticidad del material de la
cimentación Ec. Si se cumple la condición de la ecuación 12.13, la cimentación se considerará rígida.
Ec
>4 (12.13)
E
209
SECCIÓN 3.12
a) Modelos de masa virtual y base rígida. Este tipo de modelos serán adecuados cuando no
son importantes la compresibilidad del agua y la flexibilidad de la cimentación. El espacio
físico del análisis incluirá la cortina y una parte de la cimentación. Las presiones
hidrodinámicas estarán representadas por masas virtuales adheridas al paramento aguas
arriba. La cimentación estará formada por un material sin masa y se encontrará acotada por
una base rígida. La excitación sísmica se aplicará a la base rígida. El comportamiento de los
materiales de la cortina y de la cimentación puede ser lineal o no lineal. En principio, este tipo
de modelos son aplicables a cualquier método de análisis dinámico: espectro de respuesta,
dominio de la frecuencia o paso a paso. Sin embargo, se recomienda el método paso a paso
para dar tratamiento correcto de la no linealidad de los materiales.
c) Modelo del sistema integral. Este tipo de modelo será aplicable para cualquier condición del
sistema. Los tres componentes del sistema se analizarán de manera acoplada y simultánea.
Las ecuaciones dinámicas establecidas para cada componente se integrarán por medio de
210
PRESAS
Los modelos de la masa virtual y base rígida serán los que se deban emplear como mínimo en
cualquier análisis sísmico de presas. Se recomienda el uso de este tipo de modelos porque en los
programas de análisis estructural se adaptan adecuadamente. Estos modelos son particularmente
atractivos cuando se analizan problemas tridimensionales, no lineales o con estructuras geológicas
complejas en la boquilla. Aún cuando se justifiquen los modelos más refinados, se recomienda el uso
de los modelos de la masa virtual y base rígida cuyos resultados se podrán tomar como punto de
partida o referencia de comparación para interpretar las conclusiones obtenidas con otros tipos de
modelos. Los modelos del sistema integral requieren de procesos computacionales mucho más
costosos, los cuales han sido implementados en programas de cómputo especializados. Su uso por lo
general se limitará a una o varias de las siguientes situaciones: a) el sitio de la presa es de alta
sismicidad, b) la presa es de daño potencial alto, c) la presa es de gran altura y d) las particularidades
de la presa trasciendan a las experiencias de diseño rutinarias.
211
SECCIÓN 3.12
Los movimientos del agua son irrotacionales, no viscosos y pequeños. Si la compresibilidad del agua
no es importante, la presión hidrodinámica será directamente proporcional a la magnitud de la
aceleración del terreno, hecho que simplifica la inclusión del efecto hidrodinámico en el análisis de la
cortina porque las presiones se convertirán en masas virtuales adheridas al paramento aguas arriba
de la cortina. Tomando en cuenta que el vaso tiene una longitud semi–infinita, que las paredes no
intervienen en este proceso, que el fondo del vaso es plano y rígido y que la excitación es horizontal
en el eje del río, la masa virtual se expresará como (figura 12.5).
⎛ z ⎞
m ( z ) = ρa Ha Ψ ⎜ ⎟ (12.14)
⎝ Ha ⎠
donde
m(z) es la distribución de la masa virtual en función de la coordenada vertical z medida desde
el fondo del vaso o desde la superficie del sedimento si este se analiza explícitamente
Ψ es la distribución en función de la profundidad normalizada z/Ha que se calculará como
una serie infinita:
( −1)
n +1
⎛ z ⎞ ∞
⎛ z ⎞
Ψ⎜ ⎟ = 2∑ cos ⎜ λ n ⎟ (12.15)
⎝ Ha ⎠ n =1 λ 2n ⎝ Ha ⎠
donde
λn = ( 2n −1) π / 2
⎛ z ⎞ 1 ⎡ z2 ⎛ z2 ⎞ ⎤
1/2
Ψ ⎜ ⎟ = Cθ ⎢1 − 2 + ⎜1 − 2 ⎟ ⎥ (12.16)
⎝ Ha ⎠ 2 ⎢⎣ Ha ⎝ Ha ⎠ ⎥⎦
con
⎛ ϑ ⎞
C θ = 0.743 ⎜ 1 − ⎟ (12.17)
⎝ 100 ⎠
donde
ϑ es el ángulo de inclinación del paramento con respecto al plano vertical
En un análisis utilizando el método del elemento finito, la masa expresada en la ecuación 12.14 está
asociada a la dirección de la excitación. Si el análisis es bidimensional y considera la excitación
vertical, la masa asociada a esta dirección es 2/3 de la expresada en la ecuación 12.14. En el análisis
tridimensional, la masa asociada a la dirección del eje de la cortina es la misma que la expresada en
la ecuación 12.14. Una vez formuladas las masas distribuidas en los componentes de la excitación,
es directo concentrarlas en los nodos de los elementos finitos a través del concepto de áreas
tributarias. Cuando el fondo, el paramento y las paredes no cumplen con las hipótesis postuladas, se
resolverá directamente la ecuación de Laplace y los resultados obtenidos podrán agruparse en forma
similar a la ecuación de la función. Por la naturaleza flexible de la cimentación y del fondo, estos
efectos no intervendrán en el análisis si el agua es incompresible.
212
PRESAS
Cuando la compresibilidad del agua es relevante, las ecuaciones de movimiento incluyen el término
de inercia. Por ello, las presiones hidrodinámicas tienen que expresarse en términos de números
complejos, con magnitud y fase. En este caso el concepto de la masa virtual deja de ser válido, por lo
que las presiones hidrodinámicas se aplicarán al paramento aguas arriba. Si el análisis de la cortina
se realiza en el dominio de la frecuencia, la incorporación de dichas presiones será directa. Si el
análisis es paso a paso, se recurrirá a la técnica de convolución y síntesis de Fourier para expresar
las presiones en el dominio del tiempo. Para el análisis con espectros de respuesta y diseño,
convendrá usar el modelo del sistema integral, en que se toma en cuenta la compresibilidad del agua.
En presas en que el problema de azolvamiento del vaso es severo, el empuje del azolve se
determinará explícitamente. Para ello, en la parte azolvada, el empuje hidrodinámico se sustituirá por
el empuje dinámico del azolve. El análisis será similar para ambos casos. Si se considera que el
sedimento es suficientemente rígido tal que los efectos de amplificación o atenuación dinámica del
empuje no sean importantes, se aplicará el mismo concepto de la masa agregada que se aplicó para
el tratamiento del agua como masa adherida. La masa agregada para un paramento vertical se
expresará en una forma similar a la ecuación 12.14.
⎛ z ⎞
ms ( z ) = ρs Hs Ψs ⎜ ⎟ (12.18)
⎝ Hs ⎠
donde
ms(z) es la distribución de la masa virtual derivada del sedimento en función de la coordenada
vertical z medida desde el fondo del vaso
ρs es la densidad de la masa del sedimento en el vaso
Hs es el espesor del sedimento
Ψs es la distribución en función de la profundidad normalizada z/Hs que se calculará como
una serie infinita:
( −1)
n +1
⎛ z ⎞ ∞
⎛ z ⎞
Ψs ⎜ ⎟ = 4.62∑ sin ⎜ λ n ⎟ (12.19)
⎝ Hs ⎠ n =1 λ n2 ⎝ Hs ⎠
donde
λn se define como en la ecuación 12.15
a0
kh = (12.20)
1 + 3a 0
donde
a0 es la aceleración máxima del terreno en roca para el nivel de diseño en cuestión,
normalizada con respecto a la aceleración de la gravedad
213
SECCIÓN 3.12
2
kv = kh (12.21)
3
Fa = 0.48k h ρ a H a2 (12.22)
Dicha fuerza actúa a una altura igual a 0.40Ha sobre el fondo del vaso o la superficie del sedimento si
este se analiza explícitamente. El empuje dinámico del azolve Qs estará determinado por
Q s = 2 .1 5 k h ρ s H s2 (12.23)
que actúa a una altura igual a 0.60Hs sobre el fondo del vaso.
En el análisis del dominio de la frecuencia donde se emplean, por lo general las técnicas de la
transformada de Fourier se podrán obtener las historias de esfuerzos con los que se definan los
estados de tensión y compresión sin ambigüedad. El análisis será atractivo para tratar los modelos de
subestructuras. Ello se debe a que gran parte de las particularidades del sistema se pueden tratar con
214
PRESAS
mayor facilidad en el dominio de la frecuencia, por ejemplo la compresibilidad del agua, la radiación
de ondas elásticas, la viscoelasticidad de los materiales de la cortina y la cimentación, y la presencia
de sedimentos en el fondo del vaso. El único problema con este análisis será que los materiales se
deben comportar en forma lineal. En consecuencia, este análisis no se puede usar con cargas
sísmicas extremas en zonas de alta sismicidad.
En el análisis paso a paso se podrán incluir todos los efectos no lineales. Es el método más
apropiado para examinar estos efectos en zonas de alta sismicidad. Para tomar en cuenta los efectos
del vaso y de la cimentación, en el análisis se emplearán los modelos de la masa virtual y base rígida
o del sistema integral. Los efectos no lineales en la cortina y la cimentación estarán relacionados
principalmente con el agrietamiento. Para analizar las grietas, ya sean discretas o continuas, se
recurrirá a la mecánica de la fractura. En este caso, el material seguirá siendo elástico lineal pero la
solución será no lineal porque las grietas se propagan de acuerdo con el nivel de las cargas. Cuando
las grietas sean difusas y discontinuas, serán tratadas con modelos continuos. Los modelos de daños
o de grietas difusas serán adecuados para este análisis. El análisis no lineal de los movimientos de
los contactos entre los bloques o entre la cortina y los empotramientos se realizarán con modelos
especiales para tales casos. Se recomienda utilizar, por lo menos, tres acelerogramas para realizar
los análisis paso a paso. Para cada uno de los acelerogramas se alternarán los signos de las
aceleraciones para lograr diferentes combinaciones (USACE, 2003). Para los problemas
bidimensional y tridimensional se requiere 22 = 4 y 23 = 8 combinaciones respectivamente.
Bajo las cargas sísmicas y efectos no lineales, los desplazamientos resultantes se compondrán de
dos partes: transitoria y residual. Los desplazamientos transitorios desaparecerán cuando los sismos
terminen. Los desplazamientos residuales permanecerán después del sismo y serán despreciables si
el comportamiento de la cortina se encuentra dentro del rango elástico. Los desplazamientos
permanentes se determinarán en un análisis paso a paso. Será relevante conocer ambos
desplazamientos para definir las condiciones de servicio.
Por lo general, se realizarán análisis bidimensionales de, por lo menos, dos secciones transversales:
una sección vertedora y la otra no vertedora. Ambas correspondientes a aquellas que contengan
áreas transversales máximas en cada una de las dos partes. Se justificará el análisis de más
secciones transversales cuando se espere en ellas la presencia de mayores esfuerzos o una menor
estabilidad. En estos análisis se considerará la condición de deformación plana en cortinas con juntas
ranuradas o sin juntas transversales. Cuando las juntas sean de separación, prevalecerá la condición
de esfuerzo plano. Se justificarán los análisis tridimensionales en las siguientes condiciones: a) el eje
longitudinal de la cortina es curvo, b) la cortina está cimentada sobre aluvión o algún material
compresible, c) la boquilla tiene asimetrías o irregularidades geométricas, d) la boquilla es angosta,
215
SECCIÓN 3.12
cuya relación entre el ancho y la profundidad es menor que 3, e) la cortina tiene cambios geométricos
pronunciados en el sentido longitudinal y f) otras condiciones que demuestren necesario el análisis.
Para la presentación de los resultados del análisis, se hacen las siguientes recomendaciones: a) En
presas de concreto convencional se determinarán los esfuerzos principales y se compararán con las
resistencias respectivas. Se recomienda la representación de los esfuerzos principales con sus
correspondientes direcciones principales a fin de apreciar la orientación de posibles agrietamientos,
b) En presas de concreto compactado con rodillos, la comparación anterior se hará con los esfuerzos
normales a los planos constructivos, c) Se determinará el porcentaje del área, con respecto al área
total, donde la resistencia a la tensión es rebasada y d) Se determinarán los esfuerzos normales y
tangenciales a lo largo de los planos de falla en que se revisará la estabilidad contra deslizamiento.
Esta información será útil para una mejor interpretación de los resultados del cálculo de los factores
de seguridad. Se recomienda conocer las posibles zonas de agrietamiento debido a los efectos
dinámicos.
El periodo fundamental T1 de una cortina de gravedad con cimentación rígida y vaso vacío, se
determinará de acuerdo con la ecuación 12.10, en donde el factor C1 se evalúa como
H
C1 = 6 (12.24)
B
donde
B es el ancho de la base de la cortina
El periodo fundamental se verá afectado por las condiciones de la cimentación y del vaso por medio
del periodo fundamental modificado como
T1
=R R T
T (12.25)
1 a c 1
donde
Ra es el factor de corrección por los efectos de la presencia del vaso y la reflexión de ondas
en el fondo del mismo.
El valor de Ra depende de tres parámetros: el coeficiente de reflexión de ondas en el fondo del vaso
α, el módulo de elasticidad del material de la cortina E y la relación de profundidad Ha / H. Si se tiene
la relación Ha / H < 0.5, se podrá omitir el cálculo de Ra empleando simplemente Ra ≈ 1. El valor de α
se puede definir usando la ecuación 12.12. Si no existe la información necesaria para usar esta
ecuación se recomiendan valores de α entre 0.9 y 1.0 para presas recién construidas, donde el
espesor de sedimento es pequeño. En cambio, para presas de vieja construcción, donde el espesor
de sedimento es considerable, se recomiendan valores de α entre 0.75 y 0.9. Rc es el factor de
216
PRESAS
1 1
ζ = ζ1 + ζ a + ζ c (12.26)
R a ( R c )3
donde
ζ1 es el coeficiente de amortiguamiento viscoso de la cortina sin incluir efectos del vaso ni de
la cimentación. Si no se dispone de datos experimentales, se usará el valor 0.05
ζa es el coeficiente de amortiguamiento adicional debido a la interacción cortina–vaso y la
absorción del fondo del vaso. El valor de ζa se obtiene usando los tres parámetros: el
coeficiente de reflexión de ondas α, el módulo de elasticidad del material de la cortina E y
la relación de profundidad Ha / H. Para Ha / H < 0.5, se usará ζa = 0
ζc es el coeficiente de amortiguamiento adicional debido a la rigidez relativa entre la cortina y
la cimentación, así como el amortiguamiento del material de la cimentación
217
SECCIÓN 3.12
3. Se pondrá especial atención en las condiciones de drenaje de las galerías para garantizar el
funcionamiento y eficiencia de los drenes. Se busca reducir las subpresiones e incrementar la
estabilidad contra deslizamiento.
4. Las condiciones de la cimentación rocosa se revisarán con sumo cuidado. Se investigará la
existencia o no de fallas geológicas sobre las cuales se aloje la cortina. Si no es posible evitar
la construcción de presas sobre fallas geológicas, se estudiarán medidas para asegurar la
estabilidad de la cortina aún cuando las fallas se activen. Se deberá asegurar que el
tratamiento del contacto cimentación–cortina tenga las especificaciones y calidad requeridas,
con la finalidad de mejorar la estabilidad contra deslizamientos.
5. Las juntas transversales inyectadas, que impiden eficientemente filtraciones, podrán producir
esfuerzos excesivos que dañen a los cuerpos aledaños. Convendrá revisar la factibilidad de
usar juntas que permitan los movimientos relativos, particularmente en las juntas que ligan el
cuerpo y los empotramientos.
6. Alrededor de las galerías se generan concentraciones de esfuerzos ante eventos sísmicos. En
el diseño de las galerías se deberán buscar las formas geométricas que minimicen dichos
esfuerzos. Si se presentan esfuerzos de tensión inadmisibles se deberán diseñar refuerzos.
7. Las instalaciones y equipamientos localizados sobre la corona pueden experimentar altas
aceleraciones. Su diseño deberá contemplar estas amplificaciones. Si se emplea el método de
coeficiente sísmico, el coeficiente de aceleración para el diseño de equipamientos localizados
sobre la corona deberá duplicarse con respecto al utilizado para el diseño del cuerpo de la
cortina. Se deberá tomar en cuenta que las masas agregadas en la corona serán dañinas al
comportamiento sísmico de la cortina y deberán considerarse en el análisis. Este aspecto
cobrará mayor importancia cuando se presenten cambios de taludes en la cara aguas abajo
porque las masas se ubican en la cercanía de dichos cambios.
8. En las presas de mampostería, se pueden presentar en zonas de tensión. De ser posible, será
conveniente reforzar estas zonas incrementando el contenido de cemento en el mortero,
cambiando algunas zonas de mampostería por concreto no reforzado o agregando un muro
de concreto, colado en el lugar, en el paramento aguas arriba.
El análisis de esfuerzos y deformaciones en las presas en arco se realizará con métodos dinámicos y,
por lo general, con la ayuda de programas de elemento finito y de pruebas de modelos en laboratorio.
El análisis con elemento finito deberá realizarse en un modelo tridimensional tomando en cuenta todo
el cuerpo de la cortina y una zona cercana de la cimentación. Si la cortina es simétrica con respecto
al eje del río y la excitación no incluye el componente normal a dicho eje, se podrá analizar solamente
218
PRESAS
la mitad del arco. La filosofía general del análisis será similar a la expuesta en las secciones 3.12.3 y
3.12.4. En las presas en arco los efectos del vaso y de la cimentación son más importantes. Como la
transferencia de esfuerzos ocurre principalmente en las zonas de empotramiento, la variación
espacial de la excitación es más relevante.
Para un mejor planteamiento del análisis se deberán tomar en cuenta las características dinámicas
más importantes de este tipo de cortina. Algunas de ellas son: a) Los modos de vibración son, por lo
general, simétricos o antisimétricos, con respecto al eje del río. Si el arco no es simétrico, sus modos
de vibración son semejantes a aquellos obtenidos para la geometría simétrica aunque el eje de
simetría se traslade del centro del río, b) Para los primeros modos de vibración, los desplazamientos
radiales son mayores que los tangenciales y verticales, y los valores mayores están concentrados en
la parte cercana a la corona, c) Para una misma elevación, los desplazamientos radiales en ambas
caras del arco (aguas arriba y abajo) se dirigen hacia el mismo sentido. En cambio, los
desplazamientos tangenciales y verticales en una cara tienen sentidos opuestos a los que se
presentan en la otra cara, d) Los esfuerzos dinámicos máximos son del tipo arco y se presentan en la
cara aguas arriba de la parte central del arco y a la altura de la elevación de la corona, e) Los
esfuerzos dinámicos máximos de cantilever se presentan en la parte central del arco a una elevación
3/4 de la altura total de la cortina, f) En la cercanía de los equipos auxiliares instalados en el arco se
pueden concentrar esfuerzos y g) Las juntas de contracción verticales que se disponen en los arcos
hacen que la distribución de esfuerzos difiera de aquella obtenida suponiendo un cuerpo de arco
homogéneo. Existe la posibilidad de que las juntas se abran cuando los esfuerzos de arco rebasen
cierto valor. Los esfuerzos concentrados en las partes donde se presentan las juntas abiertas se
transfieren hacia otras partes con juntas intactas. Este mecanismo de transferencia de esfuerzos
incrementa la capacidad de resistencia de la cortina a los esfuerzos de tensión.
1 H cc c
= 0.038 + 0.056 + 0.9 1 2 3 (12.27)
C1 R R
1 H cc c
= − 0.0287 + 0.1244 + 1.5647 1 2 3 (12.28)
C1 R R
Donde los coeficientes c1, c2 y c3 están dados por las siguientes ecuaciones
t max + t 0
0.4
2⎛ t ⎞
c1 = , c2 = 1 − ⎜ 0 ⎟ , c 3 = 1 − 0.4 ⎛⎜ θ − π ⎞⎟ (12.29)
2 3 ⎝ t max ⎠ ⎝ 2 ⎠
donde
R es el radio del arco
t0 es el espesor en la corona
tmax es el espesor en la base de la cortina
219
SECCIÓN 3.12
En el análisis de las presas en arco se deben tomar en cuenta las tres componentes de la excitación
sísmica en un modelo tridimensional. Se determinarán los esfuerzos principales en los
empotramientos, así como los esfuerzos de cantilever y de arco en las caras aguas arriba y abajo del
cuerpo de la cortina. Las cortinas delgadas y de espesor medio se podrán modelar usando una hilada
de elementos de cascarón. En cambio, las cortinas gruesas se tratarán por lo menos con tres
elementos sólidos en el sentido transversal. El tamaño de la cimentación incluida en el modelo
depende de la rigidez relativa entre la cortina y la cimentación. Si el módulo de rigidez de la
cimentación es mayor que el de la cortina, la dimensión del modelo de la cimentación podrá ser del
orden de una altura de la cortina. Si la flexibilidad de la cimentación se incrementa, dicha dimensión
podrá ser hasta dos veces la altura de la cortina.
Las consideraciones de diseño sísmico mencionadas para las cortinas de gravedad son aplicables
para las cortinas en arco. Además se podrá considerar las siguientes medidas de mejora: a) Se
añaden juntas de contracción verticales así como juntas horizontales, b) A la altura de la elevación de
la corona, las juntas verticales podrán ser inyectadas o reforzadas en el sentido de arco, c) Se
aplicará el presforzado a algunas partes de la cortina o de los empotramientos para reducir riesgos de
agrietamiento y d) Se incrementará el tratamiento de la cimentación por consolidación o dental.
A
C 1 = 1.787 H (12.30)
I
donde
A es el área sobre la que descansa el contrafuerte
I es el momento de inercia del área A
220
PRESAS
El periodo de vibración de la cortina en su conjunto a lo largo del eje de la cortina estará dado por la
ecuación 12.10 con
4t
C1 = (12.31)
H
donde
t es el espesor del frente
El periodo de vibración del frente se podrá calcular con la ecuación 12.23 tomando en cuenta que el
área y el momento son del frente. La determinación de los esfuerzos en los frentes será similar a la
que se emplea en las presas de arco. En los contrafuertes se calcularán, además, los esfuerzos en el
plano transversal como se hace en las cortinas de gravedad, aquellos que se encuentren fuera del
plano y que estén asociados con la estabilidad lateral. Aunque los esfuerzos de tensión seguirán
siendo las condiciones críticas lo serán también los de compresión. En comparación con las cortinas
de gravedad las cortinas de contrafuertes experimentan bajas subpresiones.
En general, las cortinas de contrafuertes no deberán construirse en zonas de alta sismicidad por los
problemas asociados con la inestabilidad lateral. De construirse bajos estas condiciones se deberán
adoptar las siguientes medidas: a) Los contrafuertes deberán ser cerrados dando un soporte continuo
al conjunto, b) Las bases de los contrafuertes deberán separarse para adoptar condiciones del
terreno desfavorables, c) Las bases aguas abajo de los contrafuertes podrán ampliarse
incrementando la rigidez longitudinal de la cortina, d) Se agregarán vigas y muros en el sentido
longitudinal, e) Se introducirán juntas de contracción en los contrafuertes con la ubicación y
orientación que se anticipen a los agrietamientos, f) Se proveerán drenajes profundos y en las
galerías y g) Las cabezas de diamante deberán diseñarse previendo problemas de tensión. Cabe
mencionar que el concreto compactado con rodillos ha sido utilizado para reforzar la estabilidad
lateral en presas existentes.
El análisis será aplicable a presas de sección homogénea cohesiva, enrocamiento con cara de
concreto o con corazón delgado. No será aplicable si se presenta uno de los siguientes casos:
221
SECCIÓN 3.12
• Altura de la presa H.
• Peso volumétrico promedio de la presa γm, si la presa está sumergida se deberá considerar el
peso volumétrico sumergido. Si la presa está parcialmente sumergida se deberá tomar en
cuenta el peso volumétrico promedio de la presa.
• Módulo de cortante inicial o máximo Gmax promedio de la cortina.
• Curvas de degradación y amortiguamiento.
• Espectro de respuesta para diferentes niveles de amortiguamiento.
El cálculo es iterativo. Se supone en primer lugar un valor de deformación por cortante γc. De aquí en
adelante el procedimiento de cálculo se repite tantas veces como se requieran para lograr la
convergencia de la solución.
vs = Gg / γm
donde
g es la aceleración de gravedad
H
T1 = 2.62 (12.32)
vs
222
PRESAS
H
γ c = 0. 2 0 S a1 (12.33)
v s2
• Si el valor resultante de la ecuación 12.23 difiere del valor anteriormente usado se repite el
cálculo. Generalmente se requieren unas cuatro iteraciones para lograr la convergencia
H , H
T2 = 1 .14 T3 = 0 .73 (12.34)
vs vs
• Se determina la aceleración espectral para el segundo y tercer modos de vibración Sa2 y Sa3, a
partir del espectro de respuesta utilizando los correspondientes periodos naturales de
vibración y el amortiguamiento
• Se determinan las aceleraciones máximas en la corona para los primeros tres modos de
vibración como
Como resultado final de este proceso de cálculo, se obtienen la velocidad de onda cortante vs, el
amortiguamiento ζ y la aceleración máxima en la corona acorona,max. La relación entre esta aceleración y
la aceleración máxima de terreno abase,max (a0) define la amplificación de respuesta dinámica de la
presa.
Si la presa está cimentada sobre un depósito de suelo, el procedimiento de cálculo anterior será
igualmente aplicable. El efecto del sitio se podrá tomar de dos maneras. Una de ellas será considerar
el espectro de respuesta que se especifica en la base de la presa pero tomando en cuenta el efecto
de la presencia del depósito de suelo. Por otro lado se podrá agregar el estrato de suelo al modelo de
la presa, considerando una nueva presa con la altura aumentada y con propiedades que reflejen el
comportamiento promedio de la presa y la cimentación. El segundo modelo dejará de ser eficiente
cuando las propiedades de la presa y la cimentación sean muy diferentes.
223
SECCIÓN 3.12
1 − k h tan β
F= tan φ ' (12.36)
k h + tan β
EL coeficiente sísmico se estimará con base en la aceleración máxima del terreno (a0) de acuerdo con
los criterios descritos en la sección 3.12.4.1. El coeficiente de aceleración de fluencia o crítica ky
estará dada por
Si se supone una cuña deslizante de enrocamientos con cara vertical, la aceleración crítica estará
dada por
Las ecuaciones 12.36 a 12.38 son útiles para evaluar las cortinas de enrocamiento con cara de
concreto o con corazón impermeable, siempre y cuando éste tenga taludes fuertemente inclinados.
Estas ecuaciones también sirven para evaluar fallas someras en los taludes de enrocamiento.
L
⎛ σ' ⎞
τf = A p Pa ⎜ ⎟ (12.39)
⎝ Pa ⎠
donde
σ´ es el esfuerzo efectivo normal en los planos de falla
Pa es la presión atmosférica
Ap, L son los parámetros de material, adimensionales y no negativos, y que se pueden
determinar usando los datos obtenidos de las pruebas triaxiales o de corte directo
224
PRESAS
L −1
⎛γ H⎞
F = Ω Ap ⎜ m ⎟ (12.40)
⎝ Pa ⎠
La función Ω está dada en la figura 12.6 como dependencia del coeficiente sísmico kh, inclinación de
talud β y el parámetro L. Si el material está total o parcialmente sumergido, se deberá considerar el
peso volumétrico respectivo para tomar en cuenta tal efecto.
En una sección homogénea puramente cohesiva (Koppula, 1984) se supone que la cohesión c varía
linealmente con la profundidad
⎛ z ⎞
c = c0 ⎜1 + α c ⎟ (12.41)
⎝ H⎠
donde
z es la profundidad que se mide desde la corona hacia la base
c0 es la cohesión en la corona
αc es la razón adimensional del incremento de la cohesión
225
SECCIÓN 3.12
c0
F= (α c N1 + N 2 ) (12.42)
γm H
Donde los dos números de estabilidad N1 y N2 se encuentran en la figuras 12.7a y 12.7b. El primero
de ellos se expresa como función del ángulo de inclinación del talud β y el coeficiente sísmico k (a0) y
el segundo depende adicionalmente del espesor de la cimentación que está relacionado con la altura
de la presa a través de un factor adimensional D.
Para la presa de enrocamiento con la ley Mohr–Coulomb lineal, la aceleración de fluencia o crítica ky
se calcula a través de una fórmula analítica. En otros casos dichas aceleraciones se podrán obtener
al interpolar la variación del factor de seguridad contra el coeficiente sísmico. La aceleración crítica
corresponderá a un factor de seguridad unitario.
226
PRESAS
227
SECCIÓN 3.12
228
PRESAS
Para el uso de la figura 12.10 también se requiere el valor del ángulo de fricción del respaldo.
El análisis detallado será aplicable para todos los tipos de material y cubre todos los aspectos de
análisis mencionados en la sección 3.12.1.4. Este análisis es adecuado cuando se requiere
determinar el desempeño sísmico de las presas con mayor precisión que el análisis simplificado, aún
cuando los materiales involucrados no tienen pérdida de resistencia. Cuando los materiales poseen
potencial de pérdida de resistencia, el análisis detallado proporciona soluciones efectivas, usando
mucho menos parámetros de material que en los análisis completos.
229
SECCIÓN 3.12
En todos los análisis descritos en esta sección, la cimentación de la presa deberá incluirse en el
modelo de la cortina. Es por ello que, las excitaciones sísmicas deberán aplicarse al nivel de la roca
basal del depósito natural de la cimentación.
El análisis estático, por lo general, se efectuará por medio del método del elemento finito u otros
métodos con alcances similares. En el análisis se deberán considerar propiedades no lineales del
suelo, secuencias de construcción por etapas, fuerzas de filtración y otras condiciones realistas del
sitio. El modelo elástico no lineal del tipo Duncan–Chang es ampliamente empleado y deberá
considerarse como requisito mínimo para este tipo de análisis. Otros modelos más refinados, como
los del tipo elastoplástico, también se podrán usar, siempre y cuando los parámetros de los
materiales se puedan determinar con cierto grado de confiabilidad. En cualquier de estos modelos, se
deberán considerar las características típicas de los materiales de construcción en las presas tales
como: variación del ángulo de fricción en los enrocamientos, dependencia de los módulos de
elasticidad con los niveles de esfuerzos de confinamiento y de esfuerzos cortantes, así como cambios
en los módulos cuando el estado de esfuerzo se modifica de la carga inicial a la descarga o recarga.
En las presas de enrocamiento, se deberá considerar la diferencia de los módulos entre las etapas de
construcción y llenado.
El análisis podrá llevarse a cabo en términos de esfuerzos efectivos o totales. Si se consideran los
esfuerzos totales, deberá efectuar el análisis de flujo de agua y estimar las presiones de poro
generadas por las cargas estáticas, todo esto con la finalidad de que sean estimados los módulos
dinámicos iniciales congruentes con el nivel de esfuerzo efectivo. Como resultado del análisis
estático, se deberá reportar distribución de esfuerzos, presiones de poro, deformaciones y
desplazamientos, localizar zonas de plastificación y agrietamiento, y determinar la estabilidad global y
local de la presa. Se determinará también la distribución de módulos dinámicos iniciales de acuerdo
con la combinación de carga sísmica definida.
El análisis se podrá llevar a cabo en el dominio del tiempo (paso a paso) o de la frecuencia. El
método del espectro de respuesta también se podrá utilizar. Por lo general, se considerarán
solamente las excitaciones sísmicas en la dirección del eje del río. Para presas de importancia, se
230
PRESAS
Los modelos de material pueden ser elásticos lineales o lineales equivalentes. Si el modelo elástico
lineal es seleccionado, se deberá tomar en cuenta la degradación de los módulos elásticos y el
amortiguamiento, correspondientes al nivel de deformación cíclica. Esto se puede lograr usando la
estimación preliminar del comportamiento global de la presa en cuanto a la degradación y el
amortiguamiento, como se expuso en la sección 3.12.2.4. Los módulos de todos los materiales se
reducirán uniformemente por un porcentaje y se aplicará en el análisis un amortiguamiento único.
El origen del modelo lineal equivalente proviene del clásico modelo viscoelástico lineal, donde la
rigidez y el comportamiento viscoso del material se representa por un resorte y un amortiguamiento
conectados en paralelo. En comparación al modelo clásico, el modelo lineal equivalente introduce dos
conceptos adicionales: a) la rigidez y, especialmente, el amortiguamiento varían puntualmente en el
cuerpo de la presa y b) la rigidez y el amortiguamiento varían de acuerdo al nivel de deformación
cíclica por cortante que se experimenta en el material. Para una mayor deformación, la rigidez se
reduce y el amortiguamiento se incrementa. Los módulos de rigidez y amortiguamientos varían en
función del nivel de deformación equivalente por cortante que se estimará como 0.65 veces la
deformación máxima por cortante en cada punto de la presa. En ocasiones, el valor de 0.65 se
sustituirá por otro que oscila en entre 0.55 y 0.75.
(
G* = G 1 − 2ζ2 + 2iζ 1 −ζ2 ) (12.44)
donde
G, ζ son el módulo de cortante y amortiguamiento, respectivamente
i= −1
α R = ζω1 y β R = ζ / ω1 (12.45)
donde
231
SECCIÓN 3.12
En el procedimiento paso a paso, los intervalos de tiempo para una presa típica varían entre 0.005 y
0.02 s. En el dominio de la frecuencia, la máxima frecuencia del análisis debe coincidir con la
resolución temporal de las aceleraciones de entrada. El hecho de que se filtren las frecuencias altas
en el análisis afectará poco los resultados ya que las frecuencias importantes de las presas típicas
son menores que 20 Hz con las más predominantes que varían entre 5 a 10 Hz.
τl
Fl = (12.46)
τc
Los suelos previamente identificados con pérdida de resistencia se reclasificarán de acuerdo con el
intervalo del valor del factor de seguridad contra la licuación Fl (tabla 12.16).
El esfuerzo τc en un determinado punto de la presa se calculará como 0.65 veces el esfuerzo por
cortante máximo que se registra en un sismo. Las historias de esfuerzos por cortantes calculadas en
el análisis de la respuesta dinámica sirven para la anterior estimación. Para las presas, nuevas o
existentes, la resistencia cíclica del material de la cortina y de la cimentación se deberá determinar en
pruebas triaxiales cíclicas simulando las condiciones de esfuerzos iniciales de campo y las historias
de esfuerzos por cortantes correspondientes a los sismos en cuestión. A falta de datos
experimentales directos y si las presas son existentes o bien los materiales que se van a estudiar son
del depósito de la cimentación, se podrán emplear los métodos empíricos que están basados en las
pruebas de campo, siendo el más confiable el de la prueba de penetración estándar.
232
PRESAS
En los suelos con pérdida de resistencia por flujo se determinará la resistencia no drenada residual,
ya sea por medio de pruebas de laboratorio ó de campo. La figura 12.11 muestra la determinación de
dicha resistencia en función del número de golpes obtenidos en las pruebas de penetración estándar
(Seed y Harder, 1990). En los suelos con pérdida de resistencia por movilidad cíclica se determinará
la generación del exceso de presión de poro de acuerdo con el factor de seguridad estimado.
Se podrá adoptar la figura 12.12 para determinar el cociente entre el exceso de presión de poro Δu y
el esfuerzo efectivo de confinamiento estático σ´0. Se calculará el nuevo valor de la resistencia no
drenada del suelo usando los parámetros de resistencia estáticos en términos de esfuerzos efectivos,
la presión de poro estática y el exceso de presión de poro estimado. Si la nueva resistencia no
drenada es mayor que la resistencia no drenada estática, se usará esta última en los posteriores
análisis de estabilidad y deformación. En los suelos sin pérdida de resistencia, se considerará que la
generación de presión de poro no afecte su comportamiento por lo que se conservan sus resistencias
estáticas.
233
SECCIÓN 3.12
Los métodos de análisis para la estabilidad de taludes convencionales serán aplicables para estos
casos. Los círculos de falla son las superficies de falla más típicas, aunque no se deberán descartar
fallas por cuña en presas de enrocamiento con corazón impermeable o fallas someras en cuerpos de
respaldo. Las condiciones estáticas de flujo de agua seguirán siendo vigentes durante la aplicación
de cargas seudoestáticas.
Los parámetros de resistencia en los suelos sin pérdida de resistencia para los estudios
seduoestáticos podrán usarse de la siguiente manera (Duncan y Wright, 2005).
Si los factores de seguridad se encuentran dentro del límite de tolerancia, las deformaciones
permanentes sísmicas serán, por lo general, pequeñas. Se podrá omitir el cálculo de éstas en presas
de bajo riesgo.
234
PRESAS
N
∑ m a (t) i i
ap (t) = i =1
N (12.47)
∑ mi
i =1
donde
ai(t) es la historia de aceleración en el fondo de la dovela i
mi es la masa de la dovela i
N es el número total de dovelas consideradas para la superficie de falla en estudio
Los factores de seguridad deberán ser mayores que 1.2 para sismo de servicio y 1.0 para sismos de
prevención de colapso.
235
SECCIÓN 3.12
El cambio en las curvas esfuerzo deformación se podrá definir por medio del concepto del potencial
de deformación. Dicho potencial es la deformación permanente que se puede desarrollar en un
espécimen de laboratorio de suelo sujeto a los mismos esfuerzos estáticos y dinámicos que se
esperarían experimentar en el campo. En el campo, los elementos de suelo están restringidos por sus
elementos adyacentes sin que tengan la libertad de desarrollar toda la deformación permanente
registrada en el laboratorio, esto se considerará valor potencial para las condiciones de campo. El
potencial de deformación se determina en el laboratorio por medio de pruebas triaxiales cíclicas
(Ishihara et al, 1990; Kramer, 1996). Teniendo estas deformaciones especificadas y contando con el
modelo esfuerzo deformación estático será posible definir el modelo esfuerzo–deformación
modificado. Si el modelo de suelo es elástico lineal, el módulo elástico de cortante final Gf se definirá
como (figura 12.13):
1 1 γp
= + (12.48)
Gf Gi τi
donde
Gi es el módulo de cortante inicial
Gf es el módulo elástico de cortante final
τi es el esfuerzo cortante inicial en un punto de la presa
γp es el potencial de deformación en dicho punto. Para otros modelos de suelo usando
módulos secantes, se podrá definir módulos secantes modificados de manera similar
n
τd + τi γi + γ p ⎛ σ'0 ⎞
= ⎜ ⎟ (12.49)
Pa a + b ( γi + γ p ) ⎝ Pa ⎠
De la cual se podrá estimar el potencial de deformación γp con base en la magnitud del esfuerzo por
cortante dinámico τd, la deformación por cortante inicial γi y los parámetros del material a, b y n (figura
12.14).
236
PRESAS
Los análisis completos se clasifican en tres grupos: elastoplástico, no lineal directo y elastoplástico
avanzado. Todos ellos son del tipo no lineal por lo que se implementarán en un esquema temporal
paso a paso. Aunque son efectivos para muchos problemas no lineales, los métodos de solución
implícitos pudieran tener problemas de convergencia en los materiales geológicos porque se exhiben
en ellos fenómenos como inestabilidad física o deslizamiento instantáneo, dependencia de las
trayectorias de carga, ablandamiento por deformación o colapso volumétrico. Para estos casos, la
integración temporal explícita ofrecerá ventajas sobre los métodos implícitos. La solución explícita
expresará la aceleración en cada punto de la presa en una relación con la masa concentrada y las
fuerzas concentradas en dicho punto (Belytschko et al, 2000):
237
SECCIÓN 3.12
La fuerza exterior proviene de cargas sísmicas y la fuerza interna se proporciona por la rigidez del
material, que esta, a su vez, prescrita por la relación esfuerzo deformación. La fuerza de
amortiguamiento incluirá los efectos viscosos del tipo Rayleigh y los efectos histeréticos. En el
análisis explícito no se requieren iteraciones en cada paso temporal pero los intervalos de tiempo
deberán ser suficientemente pequeños para no causar inestabilidad numérica. Las condiciones
estáticas o iniciales se determinarán, por lo general, usando la solución implícita.
El modelo ha sido usado ampliamente para analizar las presas en que no se involucran los materiales
con pérdida de resistencia como la presa de enrocamiento con cara de concreto y de materiales
graduados. Los parámetros de los materiales requeridos son módulo de corte máximo, relación de
Poisson y ángulo de fricción y cohesión. Se incorporarán las leyes elastoplásticas de las juntas y de
los contactos entre materiales para representar el comportamiento no lineal de estos elementos de
interfaz.
238
PRESAS
Gmax γ
τ= (12.51)
1 + Gmax / τmax γ
donde
τ, γ es el esfuerzo y deformación por cortante
Gmax es el módulo cortante máximo
τmax es la resistencia al corte
En la descarga donde el esfuerzo toma la dirección reversa, se aplicará la ley de Massing y la curva
esfuerzo deformación se definirá como
τ − τr G max ( γ − γ r )
= (12.52)
2 1 + G max / 2τmax γ − γ r
donde
τr, γr son el esfuerzo y deformación al inicio de la descarga
La generación del exceso en presión de poro residual se podrá calcular de acuerdo con las
ecuaciones empíricas.
El análisis no lineal directo sigue las trayectorias de carga durante las cargas sísmicas reproduciendo
fielmente el comportamiento sísmico de los suelos que se observan en el laboratorio, como son los
ciclos histeréticos, relación esfuerzo–deformación no lineal aún para deformaciones pequeñas y la
acumulación de deformaciones residuales. Los análisis se efectuarán en términos de esfuerzos
efectivos o totales. Aunque por lo general no se incluirán las presiones de poro transitorias, sus
componentes residuales se analizarán en un proceso de generación y disipación. Estos modelos son
versátiles porque podrán usarse en materiales sin pérdida de resistencia hasta con pérdida de
resistencia por flujo. Se usarán pocos parámetros de los suelos, hecho que facilita considerablemente
su uso en proyectos de ingeniería.
239
SECCIÓN 3.12
constitutivas más avanzadas para poder tomar en cuenta más aspectos del comportamiento sísmico
de los suelos. Los análisis se realizarán en términos de esfuerzos efectivos usando la teoría de Biot
para simular el proceso de generación y disipación del exceso de presión de poro en suelos
saturados (Zienkiewicz y Xie, 1991; Potts y Zdravkovic, 1999).
Estos modelos pretenden formular el comportamiento de los suelos de manera generalizada para
condiciones estáticas y cíclicas y diferentes trayectorias de carga. A pesar de su generalidad teórica,
dichos modelos dependen fuertemente de las trayectorias de carga. Adicionalmente se requiere
determinar una gran cantidad de parámetros de los materiales por lo que su uso está limitado a
estudios de investigación.
240
PRESAS
241
SECCIÓN 3.13
AISLAMIENTO SÍSMICO Y
DISIPACIÓN DE ENERGÍA
242
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
243
SECCIÓN 3.13
INDICE
244
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
245
SECCIÓN 3.13
NOMENCLATURA
246
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
247
SECCIÓN 3.13
3.13.1 ALCANCE
Estas recomendaciones señalan los requisitos mínimos que deberán considerarse en el diseño
sísmico de estructuras con sistemas de aislamiento y disipación de energía. El objetivo es
proporcionar especificaciones de carácter general que sean útiles a la mayoría de las estructuras que
se incluyen en el presente Manual y no pretenden ser un guía completa para el cálculo de un sistema
con aislamiento y/o disipación de energía. En su lugar se proporciona, en la sección de comentarios,
un conjunto amplio de referencias que permita al usuario complementar la información aquí
propuesta, y que permita al diseñador desarrollar su creatividad y capacidad dentro de las
limitaciones impuestas en estas recomendaciones.
248
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
- Tener capacidad para modificar el periodo de vibración del sistema de forma que
efectivamente se reduzcan las ordenadas de los espectros
- Contar con la suficiente rigidez y resistencia vertical para soportar las acciones permanentes
y accidentales
- Combinarse con un sistema de disipación de energía para reducir los desplazamientos
originados por la flexibilización de la estructura
- Tener suficiente rigidez para limitar los desplazamientos laterales bajo condiciones de
servicio tales como sismos frecuentes, efectos de viento, etc.
- Contar con una fuerza de recuperación o capacidad de auto centrarse después de la
deformación
- Tener suficiente estabilidad vertical y capacidad rotacional bajo las condiciones de servicio y
extremas
- Que su fuerza y desplazamiento de fluencia sean apropiados para reducir efectivamente la
respuesta de la estructura
- Que su capacidad de desplazamiento último y comportamiento antes del colapso sean
apropiados para el sistema en el que se pretende utilizar
- Que su comportamiento no se vea afectado significativamente por efecto de las condiciones
ambientales, temperatura o envejecimiento
Con el criterio de aislamiento total se evitará el daño en los elementos de la estructura durante la
ocurrencia del sismo de diseño, a diferencia de una estructura convencional en la que se espera que
249
SECCIÓN 3.13
la deformación inelástica de sus miembros contribuya a disipar la energía que introduce el sismo en la
estructura.
Por otra parte, con el aislamiento parcial, se permite la ocurrencia de daños durante el sismo de
diseño, limitados a niveles menores que los de un diseño convencional.
En las secciones 3.13.2.3 y 3.13.2.4 se presentan las propiedades mecánicas de los aisladores de
hule (ALH y ALNP) y de los apoyos deslizantes (AD), respectivamente. Las consideraciones y
métodos de análisis que deben aplicarse se presentan en la sección 3.13.2.5.
250
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
El hule usado en los aisladores tiene una dureza Shore comprendida entre 37 y 60, con las
propiedades listadas en la tabla 13.2. El hule más usado en México tiene dureza Shore 60. La
constante del material ajusta las ecuaciones analíticas con los resultados experimentales y se obtiene
experimentalmente.
Deformación
Dureza Módulo de Módulo de cortante Constante del
mínima de rotura
Shore elasticidad E(MPa) G(MPa) material k
(%)
37 1.35 0.40 0.87 650
40 1.50 0.45 0.85 600
45 1.80 0.54 0.80 600
50 2.20 0.64 0.73 500
55 3.25 0.81 0.64 500
60 4.45 1.06 0.57 400
GAb
( k )lh = (13.1)
Tr
donde
G es el módulo de rigidez al corte del hule (tabla 13.2)
Ab es el área efectiva en planta de la sección transversal del apoyo de hule
Tr es el espesor total de las capas de hule
Db
Si = (13.2)
4ti
251
SECCIÓN 3.13
Bb L b
Si =
2t i ( Bb +L b )
(13.3)
donde
Bb y Lb son el ancho y la longitud efectivos del apoyo en planta (figura 13.1)
Db es el diámetro efectivo del apoyo circular
ti es el espesor de una capa de hule
EcAr
( k )vh = (13.4)
Tr
donde
(k)vh es la rigidez vertical de un ALH
Ec es el módulo de compresibilidad efectiva del hule
Ar es el área reducida del hule
El módulo de compresibilidad efectiva es función del factor de forma y de las propiedades del
material,
E c = E ⎡1 + 2 kS i 2 ⎤ (13.5)
⎣ ⎦
donde
E es el módulo de elasticidad del material (tabla 13.2)
k es la constante del material (tabla 13.2)
Si es el factor de forma (ecuaciones 13.2 y 13.3)
El área reducida del ALH, Ar, es igual al área traslapada entre la cara superior e inferior del apoyo
debido al desplazamiento horizontal total de diseño x que experimenta el apoyo, que en cualquier
caso deberá ser menor que Bb, (figura 13.1).
⎛ x ⎞
A r = A b ⎜1 − ⎟ (13.6)
⎝ Bb ⎠
Db 2
Ar = ( δ-senδ ) (13.7)
4
donde
Bb es el ancho efectivo del apoyo (figura 13.1a)
Ab es el área efectiva del apoyo en planta (Ab=Bb Lb, figura 13.1a)
Db es el diámetro efectivo del apoyo circular (figura 13.1b)
⎛ x ⎞
δ es un factor adimensional que se calcula con δ=2cos -1 ⎜ ⎟
⎝ Db ⎠
252
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
Para Si ≤15
3Si N
( γ )sc =
(
2Ar G 1+2kSi2 ) (13.11)
Para Si > 15
⎛ 8GkSi 2 ⎞
3N ⎜1+ ⎟
⎜ E∞ ⎟⎠
⎝ (13.12)
( γ )sc =
4GkSi Ar
253
SECCIÓN 3.13
donde:
E∞ es el módulo de rigidez de compresibilidad volumétrica, generalmente de 2,000 MPa
N es la carga vertical máxima de servicio correspondiente a la combinación de cargas que
se revisa
B 2b θ
( γ )sr = (13.13)
2t i Tr
donde
θ es la rotación del apoyo
Tr es la suma de los espesores de todas las capas de hule
x
( γ )ss = (13.14)
Tr
π2Ec IGAb
Pcr = (13.15)
3Tr 2
donde
I es el momento de inercia mínimo del apoyo en planta
Cuando existe desplazamiento lateral, la carga crítica de pandeo P’cr se calcula con la ecuación
13.16.
Ar
P 'cr = Pcr (13.16)
Ab
donde
Pcr es la carga crítica de pandeo para desplazamiento nulo (ecuación 13.15)
Ar es el área reducida del hule (ecuaciones 13.6 ó 13.7)
Ab es el área efectiva del apoyo en planta
La carga crítica de pandeo obtenida con las ecuaciones 13.15 y 13.16, dividida entre el factor de
seguridad adecuado, debe ser mayor o igual que la carga vertical máxima de servicio correspondiente
a la combinación de cargas que se revisa.
254
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
Fy =σyApl (13.17)
donde
σy es el esfuerzo de fluencia a cortante del plomo, que se puede suponer igual a 9 MPa
Apl es el área de la sección transversal del corazón de plomo
F0 = 0.9Fy (13.18)
10GAb
( k )e = (13.19)
Tr
255
SECCIÓN 3.13
donde
Ab es el área efectiva del apoyo en planta, descontando el área del corazón de plomo y la
rigidez postfluencia (k)p se obtiene con
1.1GAb
( k )p = (13.20)
Tr
Fy
xy = (13.21)
(k) e
El conjunto de los apoyos ALNP deberá contar con una rigidez postfluencia mínima tal que garantice
el autocentrado de la estructura después de la ocurrencia de un evento sísmico. Se recomienda que
dicha rigidez cumpla con
W
∑ (k) p ≥ 0.05 (13.22)
xm
donde
W es el peso total de la estructura en condiciones de servicio
xm es el desplazamiento máximo de los ALNP
NBb − F0 Hr
Dcr = (> x m ) (13.23)
N + (k)p Hr
donde
Dcr es el desplazamiento crítico de pandeo de un ALNP
256
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
la fuerza de deslizamiento sea lo más pequeña posible, sin que los desplazamientos en condiciones
de servicio sean excesivos.
Las propiedades de los aisladores deslizantes deben determinarse considerando todas las variables
que influyen en su comportamiento inicial y en su durabilidad, tales como la magnitud de la carga
axial aplicada, la temperatura ambiente y la velocidad de aplicación de la carga, entre otras. Para
obtenerlas, se deben realizar pruebas experimentales que incorporen todos los parámetros y
determinen las propiedades para su diseño, como se describe en la sección 3.13.4.3.
La fuerza lateral (F) que se desarrolla en un aislador deslizante se calcula con la ecuación 13.24.
N
(F) = x + μf Nsgn ( x )
( R )a (13.24)
donde
x es el desplazamiento horizontal del aislador
x es la velocidad horizontal de deslizamiento del aislador
(R)a es el radio de curvatura del aislador
μf es el coeficiente de fricción del aislador
N es la fuerza normal actuando sobre el aislador, considerando las cargas gravitacionales,
la aceleración vertical y las cargas producidas por momentos de volteo
sgn es la función signo
x2
y≈ (13.25)
2 ( R )a
donde
y es el desplazamiento vertical de la estructura
Las superficies suaves de PTFE pueden elaborarse con resinas vírgenes, con refuerzo de fibra de
vidrio, carbón o algún otro material inerte, o fabricadas con mallas de PTFE. Cuando se utilicen
agujeros para albergar lubricante en la superficie de PTFE, éstos no deben exceder de 8 mm de
diámetro en planta y deben tener como mínimo una profundidad de 2 mm, sin exceder de la mitad del
257
SECCIÓN 3.13
espesor de la membrana de PTFE. El área ocupada por estos agujeros debe estar comprendida entre
el 20% y el 30% de la superficie de la placa de PTFE y debe evitarse realizar agujeros en la periferia
de la superficie.
Cuando la mayor dimensión en planta de una placa virgen o reforzada de PTFE sea inferior a 61 mm,
el espesor mínimo debe ser de 4.8 mm; para dimensiones mayores, el espesor mínimo debe ser de
6.4 mm. El espesor comprimido de placas vírgenes y reforzadas de PTFE no debe ser menor que 1.6
mm. En placas formadas con mallas de PTFE, el espesor comprimido debe encontrase entre 1.6 mm y
3.2 mm.
Las superficies rígidas (acero u otro material) deben ser de materiales inoxidables con buena
resistencia a la corrosión y con rugosidad no mayor que 0.8 μm.
La placa de acero de los aisladores deslizantes debe tener como mínimo un espesor de 1.6 mm
cuando la mayor dimensión en planta de la placa no exceda de 300 mm. Si la dimensión en planta de
la placa de acero se encuentra entre 300 mm y 900 mm, el espesor mínimo será de 2.3 mm. Para
dimensiones en planta mayores que las anteriores, el espesor mínimo debe determinarse con base
en los resultados de pruebas experimentales del dispositivo.
Los coeficientes de fricción entre las superficies de contacto cuando se utilizan placas de PTFE
pueden determinarse como función del valor medio del esfuerzo de compresión en condiciones de
servicio, como se muestra en la tabla 13.4. Para valores intermedios de los esfuerzos ahí señalados,
puede interpolarse linealmente.
258
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
Las placas de acero sobre las que se apoyan las membranas de PTFE deben anclarse a una placa
de apoyo que les proporcione soporte total y debe sellarse perfectamente el contacto entre ambos
elementos para evitar la corrosión. El anclaje debe diseñarse para soportar la máxima fuerza de
fricción que desarrolla el aislador.
Para los sistemas de aislamiento con superficie cóncava, el periodo de vibrar Td se determina con la
ecuación 13.26,
⎡ ( R )a ⎤
12
Td = 2π ⎢ ⎥ (13.26)
⎢⎣ g ⎥⎦
donde
(R)a es el radio de curvatura de la superficie esférica
g es la aceleración de la gravedad
N
( k )ld =
( R )a (13.27)
El modelo estructural debe incorporar la distribución espacial de los aisladores y los grados de
libertad vertical, de traslación horizontal en dos direcciones ortogonales y de rotación alrededor del
eje vertical, cuando sean significativos en la respuesta.
Deberán tenerse en cuenta los efectos de carga bilateral y/o de la tasa de deformación en aquellos
casos en que los aisladores sean dependientes de dichos efectos.
259
SECCIÓN 3.13
En los métodos estático y dinámico modal, los aisladores de base pueden representarse mediante
propiedades lineales equivalentes según se describe en el siguiente apartado.
Cuando se realice un análisis paso a paso según se especifica en 3.13.2.5.5, los elementos
mecánicos para el diseño de los aisladores y de todos los elementos debajo del sistema de
aislamiento no serán menores que el 80% de los valores obtenidos con un análisis estático. Para el
diseño de los elementos sobre la interfaz de aislamiento, los elementos mecánicos no serán menores
que el 60% de los valores del análisis estático en caso de que la estructura tenga una configuración
regular y del 80% de los valores del análisis estático en caso contrario.
Para el diseño de los elementos sobre la interfaz de aislamiento se recomienda emplear una fuerza
lateral no menor que 1.5 veces la fuerza lateral necesaria para que el sistema de aislamiento se active
totalmente.
260
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
1 + α( μ −1)
( k)ef = (k)e (13.28)
μ
donde
μ es la ductilidad del aislador, definida como el desplazamiento máximo xmax entre el
desplazamiento de fluencia xy del aislador, y se calcula con la ecuación 13.29
x
μ = max (13.29)
xy
y α representa la relación de la rigidez inelástica (k)p entre la rigidez elástica (k)e, y se obtiene
aplicando la ecuación 13.30.
(k)p
α= (13.30)
(k)e
Para obtener los elementos mecánicos de diseño, se recomienda que los valores de rigidez efectiva
se obtengan a partir de los valores extremos de fuerza y desplazamiento que resulten de los ensayes
que se especifican en la sección 3.13.4.3.
Si (T)e es el periodo de los ALNP obtenido con su rigidez elástica (k)e, entonces el periodo efectivo
(T)ef del sistema de aislamiento es:
μ
( T)ef = ( T)e (13.31)
1 + αμ − α
Para el caso de aisladores deslizantes, su comportamiento se puede caracterizar con el ciclo
histerético mostrado en la figura 13.4.
261
SECCIÓN 3.13
La rigidez equivalente de los aisladores deslizantes para el desplazamiento xmax está dada por la
ecuación 13.32.
⎛ 1 μ ⎞
( k )ef = N⎜
⎜ (R )
+ f ⎟⎟ (13.32)
⎝ a
x max ⎠
1
2(1 − α)(1 − )
μ
( ζ )his = (13.33)
π[1 + α(μ − 1)]
La ecuación anterior define la energía disipada por histéresis del sistema de aislamiento únicamente,
por lo que deberá sumarse el amortiguamiento viscoso (ζ)v para obtener el amortiguamiento
equivalente total del sistema de aislamiento, es decir,
Para apoyos deslizantes, el amortiguamiento equivalente (ζ)ef para una demanda de desplazamiento
xmax se calcula con la ecuación 13.35.
2μ f ( R )a
( ζ )ef = (13.35)
π ⎡⎣μ f ( R )a + x max ⎤⎦
El amortiguamiento del sistema conjunto estructura–aislador se podrá estimar con la ecuación 13.36
n
2 ⎛ (ζ i ) es (k i ) ef ⎞
∑ (k i ) ef x i ⎜ ζ a + ⎟
i =1 ⎝ (k i )es ⎠
( ζ )sis = (13.36)
2⎛ (k ) ⎞
n
∑ (k i )ef x i ⎜ 1 + i ef ⎟
i =1 ⎝ (k i ) es ⎠
262
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
Donde la suma se refiere a los n–grados de libertad y el subíndice es a la estructura sobre base fija.
El modelo lineal de la estructura por encima y por debajo de la interfaz del aislamiento deberá reflejar
lo más fielmente posible la distribución real de rigidez. Si se pretende un aislamiento total del sistema,
la rigidez de los elementos de concreto armado podrá determinarse a partir de las secciones sin
agrietar. Si los elementos experimentan deformaciones cercanas a las de fluencia, o se realiza un
prediseño para un caso de aislamiento parcial, se deberá emplear la inercia de la sección agrietada
transformada, o una inercia efectiva equivalente derivada de las relaciones momento–curvatura de los
elementos. La rigidez y amortiguamiento de los aisladores se obtienen mediante el modelo lineal
equivalente, conforme con las ecuaciones 13.28 y 13.34 respectivamente.
263
SECCIÓN 3.13
Como la estructura se modela con sus propiedades elásticas, es necesario verificar que sus
elementos no excedan de los límites de fluencia de los materiales.
Las ordenadas espectrales serán las correspondientes al periodo efectivo del sistema estructura–
aislador considerando la reducción del espectro por amortiguamiento.
La distribución vertical de la fuerza lateral sobre la estructura arriba del sistema de aislamiento, será
la correspondiente a la configuración deformada del modo fundamental de vibrar de la estructura.
Para fines del análisis estructural se deben emplear la rigidez del sistema conjunto estructura–
aislador y el amortiguamiento efectivo del sistema conjunto.
Para evaluar las propiedades de rigidez y amortiguamiento de los aisladores se admite el uso del
modelo lineal equivalente si se cumplen las limitaciones establecidas en 3.13.2.5.1.1.
La reducción por amortiguamiento del espectro de diseño se deberá realizar según se indica en la
sección correspondiente de este Manual. El amortiguamiento efectivo se considerará únicamente
para los modos afectados por el comportamiento inelástico del aislador. Para ello se recomienda
considerar el amortiguamiento efectivo para el modo fundamental y para todos los modos cuyos
periodos sean mayores que 80% del periodo fundamental. Para los otros modos deberá mantenerse
el espectro con 5% de amortiguamiento.
Deberá considerarse un número de modos de vibrar tal que garantice que la suma de la masa modal
efectiva es al menos el 90% de la masa total de la estructura.
264
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
El valor máximo probable (R)p del efecto combinado de las respuestas modales, Em, se calcula con el
método de la combinación cuadrática completa:
( R )p = ∑ ∑ ( E m )i rij ( E m ) j (13.37)
i j
donde
i i–ésimo modo de vibrar
j j–ésimo modo de vibrar (j > i)
rij es el factor de correlación, y está definido por
8ζ2 (1 + ρ) ρ3 2
rij =
( )
2 (13.38)
+ 4ζ2ρ(1 + ρ)
2
1 −ρ2
donde
ζ es la fracción de amortiguamiento crítico
ρ = (T)j / (T)i, es la relación del periodo del modo j–ésimo entre el periodo del modo i–ésimo
Deberá combinarse el 100% de la respuesta considerando la dirección sísmica más desfavorable, con
el 30% de la respuesta debida al sismo actuando en la dirección ortogonal. Cuando sea importante su
efecto, deberá incluirse la componente vertical en la combinación de acciones. El desplazamiento
máximo para el sistema de aislamiento será la suma vectorial de los desplazamientos ortogonales.
El AENL debe realizarse empleando las propiedades histeréticas de los aisladores correspondientes
a los niveles de deformación que se van originando en cada etapa de carga.
El modelo lineal de la estructura por encima y por debajo de la interfaz del aislamiento deberá reflejar
lo más fielmente posible la distribución real de rigidez. Si se pretende un aislamiento total del sistema,
265
SECCIÓN 3.13
la rigidez de los elementos de concreto armado podrá determinarse a partir de las secciones sin
agrietar. La rigidez y amortiguamiento de los aisladores se obtienen a partir de los modelos
histeréticos de los aisladores conforme se establece en las secciones 3.13.2.5.1.
El máximo desplazamiento (o fuerza) que se aplicará al sistema será el correspondiente a 1.5 veces
el desplazamiento máximo que se admite para los elementos que conforman la estructura, sin que se
exceda la condición que produce un mecanismo de colapso. Los límites de desplazamiento máximo
serán los correspondientes a una ductilidad de desplazamiento máxima de 4.0. Para ductilidades
mayores será necesario realizar un método paso a paso según se describe en 3.13.2.5.5.
El procedimiento de análisis será el mismo que se establece para sistemas convencionales, sin
embargo, deben vigilarse dos aspectos principales: que las historias de aceleración que se utilicen se
ajusten lo más posible a los espectros del sitio que proponen las normas, con el propósito de
mantener el mismo nivel de riesgo, y que el modelo inelástico de la estructura y de los aisladores sea
representativo de su comportamiento. Para ello se recomienda que:
266
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
de los cuadrados del espectro con 5% de amortiguamiento, no sea menor que 1.3 veces el
espectro del sismo de diseño para el mismo amortiguamiento, y que no difiera en más del 10%
en la banda de periodos comprendida entre 1.0 s y 3.0 s.
• La duración de los acelerogramas debe ser congruente con las características del foco del
sismo de proyecto, y en el caso de sistemas ubicados a distancias inferiores a 15 km de una
falla activa importante, deberán incorporar fenómenos de campo cercano.
• Si se emplean por lo menos siete acelerogramas para el análisis, la revisión de las
deformaciones, desplazamientos y esfuerzos se hará con base en la media de los valores
máximos del conjunto de acelerogramas que se emplean para cada nivel de intensidad. En
caso contrario, se usarán los valores máximos.
• Deberán considerarse los efectos de fricción, carga vertical, bilateral y/o velocidad de carga, en
los casos en que el sistema aislante se vea afectado por estos parámetros.
• Las características de deformación de los elementos en los que se admite cierta plastificación,
se aproximarán lo más fielmente posible al comportamiento inelástico real.
En la sección 3.13.3.4 se presentan las recomendaciones para el análisis y diseño de los disipadores
dependientes de la velocidad. Los métodos de análisis estático lineal, estático no lineal, dinámico
lineal y paso a paso se describen en la sección 3.13.3.5.
Se pueden proporcionar dos niveles de protección sísmica a las estructuras con disipadores de
energía, como se establece en la sección 3.13.2.2.4.
267
SECCIÓN 3.13
manera que primero fluya el sistema disipador y posteriormente los elementos de la estructura
principal.
Se debe revisar que los desplazamientos con los que inicia el trabajo de los disipadores sean
inferiores a los que producen daño en la estructura.
La distribución de disipadores en la planta de una estructura debe ser tal que no favorezca la torsión.
Además, se debe asegurar que la distribución vertical de éstos sea de tal forma que no se produzcan
concentraciones excesivas de deformaciones inelásticas en un solo nivel.
El modelo debe necesariamente tener en cuenta la distribución en planta y en elevación del sistema
de disipación. Las propiedades carga–desplazamiento de los disipadores deben determinarse
considerando todas las variables que influyen en su comportamiento y en su durabilidad, tales como
la magnitud de la carga aplicada, la fatiga, el envejecimiento, la forma de conexión y la temperatura
ambiente.. Para obtenerlas, se deben realizar pruebas experimentales que incorporen todos los
parámetros y determinen las propiedades para su diseño como se señala en la sección 3.13.4.3.
Los elementos que se utilicen como disipadores de energía deben ser secciones compactas para
evitar problemas de inestabilidad. Se debe también limitar la concentración de esfuerzos en la
conexión entre el disipador y la estructura y evitar una posible falla en la soldadura entre elementos
metálicos debido a fenómenos de fatiga o concentración de esfuerzos.
268
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
Para el cálculo del amortiguamiento (ζ)I debe considerarse la contribución de elementos estructurales
y no estructurales para desplazamientos de la estructura menores que el de fluencia. A menos que se
tenga información experimental adicional, este amortiguamiento debe considerarse de 5% del
amortiguamiento crítico para todos los modos de vibrar. El amortiguamiento histerérico (ζ)HD puede
obtenerse experimentalmente o usando la ecuación 13.39. En modos superiores, a menos que se
demuestre experimentalmente algo distinto, el valor de (ζ)HD debe ser cero.
⎛ 1 ⎞
( ζ )HD = q H ( 0.64 − ( ζ )I ) ⎜1 − ⎟ (13.40)
⎝ μD ⎠
donde
qH es un factor de ajuste del ciclo de histéresis
Si no se cuenta con resultados experimentales para calcular el factor qH, se puede obtener con la
ecuación 13.41.
( T )b
q H = 0.67 (13.41)
( T )1
donde
(T)b es el periodo donde termina la meseta del espectro de diseño
(T)1 es el periodo fundamental de la estructura en la dirección de análisis
269
SECCIÓN 3.13
En ningún caso el valor de qH puede ser menor que 0.5 ni mayor que 1.0.
∑ ( W )nj
( ζ )Vn = j (13.42)
4π ( W )n
1
( W )n = ∑ Fin δ in (13.43)
2 i
donde
(W)nj es el trabajo realizado en un ciclo por el dispositivo j, correspondiente al modo n en la
dirección de análisis para el desplazamiento modal (δ)in
(W)n es la máxima energía de deformación en la dirección de análisis correspondiente al modo
n para el desplazamiento modal (δ)in
Fin es la fuerza en el nivel i del modo n
(δ)in es el desplazamiento en el nivel i correspondiente al modo n
(k)ve
Nudo i Nudo j
270
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
( F) = ( k ) ve x + Cx (13.44)
donde
(k) ve es la rigidez del dispositivo
C es el coeficiente de amortiguamiento del dispositivo
x es el desplazamiento relativo entre los extremos del dispositivo
x es la velocidad relativa entre los extremos del dispositivo
Experimentalmente (sección 3.13.4.3), la rigidez del disipador (k)ve, también conocida como rigidez
almacenada K’, se calcula con la ecuación:
F+ + F−
( k )ve =K = '
(13.45)
x max + + x max −
Las fuerzas en el dispositivo, F+ y F–, son las que se presentan cuando ocurren los desplazamientos
máximos xmax+ y xmax–, respectivamente. El coeficiente de amortiguamiento del dispositivo se calcula
mediante la ecuación:
K '' ( A )D
C= = (13.46)
ω π ω(x
max )
2
donde
K’’ representa la rigidez asociada a la energía disipada
(A)D es el área encerrada por un ciclo completo del diagrama fuerza–desplazamiento del
dispositivo
ω es la frecuencia circular del modo fundamental de la estructura
(xmax ) es el promedio de los valores absolutos de los desplazamientos xmax+ y xmax–
271
SECCIÓN 3.13
La respuesta de los dispositivos de fluidos viscoelásticos se evaluará con las mismas ecuaciones
propuestas para dispositivos de sólidos viscoelásticos (sección 3.13.3.4.1).
(F) = C x sgn(x)
n
(13.47)
donde
C es el coeficiente de amortiguamiento del dispositivo
x es la velocidad relativa entre ambos extremos del dispositivo
n es un exponente que caracteriza el comportamiento del amortiguador
sgn es la función signo que, en este caso, define el signo de la velocidad relativa
Los métodos de análisis lineal, tanto estático como dinámico, se permiten sólo si se cumplen lo
siguientes requisitos:
272
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
1. La estructura se desplanta sobre terreno firme (velocidad de ondas de cortante > 720 m/s).
2. La excentricidad torsional calculada en cada entrepiso del sistema estructura–disipador es
menor que el 5% de la dimensión más pequeña de la planta de la estructura.
∑ (W )j
( ζ )eq =ζ+
j (13.48)
4 π ( E )k
donde
ζ es el amortiguamiento de la estructura, generalmente considerado igual a 0.05
(W)j es la energía disipada por el dispositivo j en un ciclo completo correspondiente al
desplazamiento del dispositivo xj y la sumatoria incluye a todos los dispositivos j
existentes en la estructura
(E)k es la máxima energía de deformación en la estructura, misma que se calcula con la
ecuación 13.49:
1
( E)k = ∑Fi ( δ) (13.49)
2i i
donde
Fi es la fuerza de inercia asociada al grado de libertad i
(δ)i es el desplazamiento del grado de libertad i
La suma de la ecuación 13.49 incluye todos los grados de libertad de la estructura en la dirección de
análisis. Una vez determinado el amortiguamiento estructural equivalente (ζ)eq, se reducen las
ordenadas del espectro de diseño como se indica en la sección de Espectros de Peligro Sismico para
el Territorio Mexicano. Deberá verificarse que los desplazamientos producidos por las fuerzas
laterales sean aceptables, dependiendo del tipo de estructura de que se trate.
273
SECCIÓN 3.13
Para dispositivos dependientes de la velocidad, las acciones de diseño se calculan para las tres
diferentes etapas de deformación que se describen en seguida. Se usarán las acciones máximas
para diseño.
c) Etapa de máxima aceleración. Las acciones de diseño se calculan como la suma de las
acciones calculadas para la etapa de máximo desplazamiento multiplicadas por S1, más las
acciones calculadas para la etapa de máxima velocidad multiplicadas por S2, donde
⎣ { }
S1 = cos ⎡ tan − 1 2 ( ζ )eq ⎤
⎦ (13.50)
⎣ { }
S 2 = s en ⎡ tan − 1 2 ( ζ )eq ⎤
⎦ (13.51)
donde
(ζ)eq se calcula con la ecuación 13.50
Para dispositivos dependientes de la velocidad, además de la aplicación directa del análisis modal
espectral referido en esta sección para obtener las acciones en la etapa de máximo desplazamiento,
deben obtenerse las acciones para máxima velocidad y máxima aceleración, para cada modo
significativo. Los factores de combinación S1 y S2 se calcularán mediante las ecuaciones 13.50 y
13.51.
Si el cortante basal calculado con el ADM es menor que el 80% del calculado con el AEL de la
sección 3.13.3.5.1, las fuerzas y desplazamientos en los elementos estructurales obtenidas en el
274
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
ADM deberán incrementarse de manera proporcional hasta alcanzar el 80% del cortante basal
calculado con el AEL.
El AENL debe realizarse empleando las propiedades de los materiales correspondientes a los niveles
de deformación que se van originando en cada etapa de carga. Para ello, se emplearán las rigideces
efectivas a flexión de los elementos estructurales, obtenidas de los diagramas momento–curvatura. El
modelo matemático no lineal de la estructura debe incluir explícitamente las características fuerza–
velocidad–desplazamiento de los disipadores de energía, así como las características mecánicas de
los componentes que dan soporte a los disipadores. Los dispositivos disipadores con rigidez y
amortiguamiento dependientes de la frecuencia excitadora y/o de la temperatura deben modelarse
con propiedades consistentes con: (a) las deformaciones esperadas para el desplazamiento objetivo,
y (b) la frecuencia del modo fundamental de la estructura. Para calcular el amortiguamiento
estructural equivalente ζeq puede recurrirse a la ecuación 13.48.
El APAP puede emplearse para cualquier estructura y tipo de disipador, y es obligatorio su uso para
estudiar el comportamiento de estructuras del Grupo A, estructura complejas o ubicadas cerca de una
falla activa. El método permite determinar la respuesta del modelo para comparar las ductilidades
locales requeridas y las disponibles, así como las demandas de fuerza y desplazamiento (o
velocidad) en los disipadores de energía. Para estructuras del Grupo A, además de este
procedimiento, la estructura debe analizarse con el método ADM, y se recomienda que los resultados
de un APAP no se usen para reducir los requerimientos resultantes del ADM.
275
SECCIÓN 3.13
Los dispositivos se colocarán de tal manera que no se vean sometidos a esfuerzos no considerados
en las pruebas. Las condiciones de apoyo y el funcionamiento de los dispositivos una vez instalados
en la obra deben ser similares al de los prototipos probados en el laboratorio.
Para determinar el tipo de dispositivo de control más apropiado también deberán considerarse
factores tales como: el espacio disponible, la facilidad para su inspección y mantenimiento, las
condiciones ambientales, los costos iniciales y de mantenimiento, y su disponibilidad en el mercado.
Al evaluarse la fuerza horizontal deberá tenerse en cuenta la restricción que puedan proporcionar
muros de retención, topes y, en general, todos los elementos que ofrezcan restricción al
desplazamiento horizontal.
Los aisladores y disipadores deben estar anclados correctamente para permitir la transferencia de
fuerzas entre los elementos conectados a través de ellos. Los anclajes deben ser diseñados para
soportar las fuerzas máximas obtenidas en la interfase del sistema de aislamiento, la subestructura y
la superestructura, considerando la distribución de fuerzas que se produce cuando se alcanza la
sobrerresistencia de los elementos.
3.13.4.2.2 Holguras
Podrá dejarse una holgura entre el sistema de control y la estructura para permitir movimientos
debidos a temperatura, contracción, flujo plástico, u otros similares, así como para evitar el daño en
elementos no estructurales, siempre y cuando esta condición esté considerada en el análisis y diseño
de los dispositivos de aislamiento y disipación de energía
276
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
Los ensayes de laboratorio tienen como objetivos: (a) confirmar las propiedades fuerza–
desplazamiento de los aisladores y/o disipadores de energía considerados en el análisis, y (b)
comprobar el adecuado desempeño de los aisladores y/o disipadores bajo excitaciones sísmicas
extremas. El programa experimental, de ninguna manera, deberá considerarse como sustituto del
control de calidad en la manufactura de los aisladores y/o disipadores.
El programa experimental debe ser aprobado por las autoridades correspondientes y considerará
como mínimo las pruebas necesarias para determinar las propiedades carga–desplazamiento de los
aisladores y/o disipadores, su rigidez y amortiguamiento, la dispersión en los resultados de las
pruebas, la estabilidad de los dispositivos, la influencia de las fluctuaciones de temperatura, la
velocidad de aplicación de la carga y la variación en la magnitud de la carga vertical, así como los
efectos del envejecimiento en la modificación de las propiedades mecánicas de los dispositivos.
Se recomienda que se ensayen como mínimo dos prototipos a escala natural por cada tipo y tamaño
usado en el diseño. Los especimenes ensayados no se colocarán en la estructura.
Quedará a juicio de las autoridades competentes el no exigir una verificación experimental para una
obra en particular, cuando los aisladores y/o disipadores de tamaño similar, materiales idénticos, igual
manufactura y control de calidad hayan sido ensayados con anterioridad por un laboratorio
independiente, de la manera como se señala en los párrafos siguientes.
En estos ensayes, la combinación de cargas verticales debe tomarse como la fuerza típica o
promedio en todos los aisladores de un mismo tipo y tamaño.
Para estudiar la estabilidad vertical de los aisladores deberán realizarse pruebas estáticas
combinando la máxima carga vertical 1.2(N)CM + (N)Wa +│(N)S│ y la mínima carga vertical
0.8(N)CM –│(N)S│ con el desplazamiento máximo esperado incrementado en un 50%. La combinación
de cargas verticales debe ser la más desfavorable que se presente en cualquiera de los aisladores
del sistema.
277
SECCIÓN 3.13
Las propiedades fuerza–desplazamiento del sistema de aislamiento se basan en los resultados de los
ensayes de laboratorio. Para calcular la rigidez equivalente y el amortiguamiento de los aisladores se
utilizará el promedio de los valores absolutos de las fuerzas positiva y negativa (F+ y F–), que se
presentan cuando ocurren los desplazamientos máximos positivo y negativo (xmax+ y xmax–),
respectivamente.
Las propiedades fuerza–desplazamiento del sistema de disipación se basan en los resultados de los
ensayes de laboratorio. Para calcular la rigidez equivalente y el amortiguamiento de los disipadores
se utilizará el promedio de los valores absolutos de las fuerzas positiva y negativa (F+ y F–), que se
presentan cuando ocurren los desplazamientos máximos positivo y negativo (xmax+ y xmax–),
respectivamente.
278
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
279
SECCIÓN 3.14
ESTRUCTURAS TIPO 11
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
280
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
281
SECCIÓN 3.14
ÍNDICE
282
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
283
SECCIÓN 3.14
NOMENCLATURA
284
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
285
SECCIÓN 3.14
Lo anterior puede ser razonable para torres pequeñas en zonas de baja sismicidad. Sin embargo,
para estructuras altas en zonas de mediana a alta sismicidad se debe disponer de un procedimiento
racional que permita justificar la omisión de los efectos sísmicos. Se tiene evidencia documentada de
los efectos desfavorables que puede inducir un sismo en estas estructuras. Además, estudios
analíticos detallados han mostrado que dichos efectos pueden llegar a superar en algunos casos a
los del viento.
Al igual que en otros tipos de estructuras esbeltas, en las torres de telecomunicación la contribución
de los modos superiores de vibración puede ser relevante en la respuesta global. Además, ante
efectos sísmicos presentan menor capacidad de disipación de energía dado su bajo amortiguamiento,
comparado con las estructuras de edificios.
En esta sección se presentan recomendaciones para la evaluación de los efectos sísmicos en torres
de celosía autosoportadas y mástiles de celosía con retenidas, ambos tipos identificados con el
nombre genérico de torres de telecomunicación. Se incluyen también recomendaciones para
estructuras habilitadas sobre otras estructuras de soporte. En todos los casos, las recomendaciones
son aplicables exclusivamente a estructuras construidas con perfiles de acero.
286
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
Los modos de flexión usualmente están separados suficientemente el uno del otro, aunque los modos
de torsión y flexión en algunos casos se encuentran cercanamente acoplados. Los modos verticales
suelen estar suficientemente separados de los modos laterales.
Los efectos de accesorios como escaleras, plataformas y antenas, entre otros, son poco
significativos, con excepción de equipos cuya masa exceda el 10% de la masa de la torre, o sean
colocados con gran excentricidad respecto al eje vertical de la estructura. Los efectos de la
componente vertical del sismo son poco relevantes en torres de menos de 100 m de altura.
287
SECCIÓN 3.14
caso de falla, además de que sean utilizadas para servicios opcionales o donde el atraso en la
reanudación del servicio sea aceptable. También pueden ignorarse los efectos sísmicos cuando la
aceleración horizontal máxima del terreno a0 < 0.15 g. Adicionalmente, en torres sin irregularidad
torsional, de rigidez o masa, pueden ignorarse en el diseño las acciones por sismo cuando el cortante
basal máximo sea menor al 75% de la carga horizontal total generada por viento sin la presencia de
hielo. En la tabla 14.1 se describen las condiciones que se deben cumplir para considerar que se
tiene alguna de las irregularidades mencionadas.
Cuando se requiera, el análisis sísmico de torres se puede realizar mediante uno de los siguientes
métodos: a) análisis estático, b) análisis dinámico simplificado y c) análisis dinámico modal espectral.
El análisis estático que se describe en la sección 3.14.5.4 es aplicable a torres cuya altura total no
sobrepase 30 m y que estén exentas de irregularidades. El análisis dinámico simplificado que se
describe en la sección 3.14.5.5 puede aplicarse en el análisis de torres de hasta 150 m de altura, con
o sin irregularidades, con masas concentradas de equipos cuyo valor individualmente no exceda el
5% de la masa total de la torre. Finalmente, el análisis dinámico modal espectral que se describe en la
sección 3.14.5.6 puede utilizarse para el análisis sísmico de torres de cualquier altura. Se recomienda
el uso de este último método en aquellas torres en que sea fundamental garantizar su operación
inmediatamente después de un sismo severo, o aun, durante su ocurrencia.
Tipo Descripción
El centro de masa de la sección, incluyendo accesorios, se encuentra a una
Irregularidad Torsional distancia del eje vertical de la estructura mayor al 30% de la menor dimensión
en planta de la sección.
Irregularidad de Rigidez La rigidez a flexión de la sección (Is/Ls) varía en más de 50% respecto a la
sección adyacente.
La masa por unidad de longitud de la sección (Ms/Ls), incluyendo accesorios,
Irregularidad de Masa
varía en más de 200% respecto a la sección adyacente.
donde:
Is es el momento de inercia promedio de la sección; Ms es la masa total de la sección; Ls es la longitud
de la sección
Notas:
1) Una sección de la estructura puede considerarse como el tramo entre conexiones de los elementos
montantes
2) Los accesorios montados sobre la torre no deben considerarse como una irregularidad en la rigidez
288
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
H2 W1 + W2
Te = (14.2)
1500w a W1
donde
⎡⎛ w ⎞ 2 ⎤
W1 = W ⎢ ⎜ a ⎟ + 0.15 ⎥
⎢⎝ w o ⎠ ⎥
⎣ ⎦
W2 es el peso de la estructura y accesorios en el tramo superior que comprende el 5% de la
altura de la torre
wa es el ancho promedio de la cara de la torre
wo es el ancho de la cara de la torre en la base
H es la altura total de la torre
NS
∑ Wn
a(β)
Pn = 0.85 Wn h n n =1 si Te < Tb (14.3)
NS Q 'R
∑ Wn h n
n =1
289
SECCIÓN 3.14
Los valores de Wn deberán incluir el peso de los elementos estructurales, así como de los accesorios
colocados en cada segmento de la torre. Con objeto de tener una aproximación adecuada en la
valuación de las fuerzas sísmicas, la estructura de interés se dividirá en al menos 10 segmentos. El
periodo fundamental puede calcularse mediante la ecuación 14.2.
Para tener en cuenta los efectos de los modos superiores de vibración, en el segmento superior se
aplicará adicionalmente una fuerza horizontal que se define como
a(β )
Ps = 0.15W ; si Te < Tb (14.5)
Q 'R
a(β )
Ps = 0.15W (1 + 0.5r − 0.5rq ) ; si Te > Tb (14.6)
Q 'R
donde
q es igual a (Tb / Te)r
r depende del factor de sitio y es igual a 1.0, 1.33 y 2.0 cuando Fs = 1, 1 < Fs ≤ 1.5 y Fs > 1,
respectivamente
1. Estimación de los periodos correspondientes a los tres primeros modos de vibración en flexión
de la torre.
2. Evaluación de la distribución de cargas gravitacionales en la altura de la torre y concentración
de las mismas sobre los nodos de los montantes. Se recomienda concentrar dichas cargas en
los nodos de conexión de las diagonales principales con los montantes de la torre.
3. Construcción del espectro de diseño para el sitio de ubicación de la torre y determinación de
los valores de aceleración para los periodos correspondientes a los tres primeros modos de
vibración en flexión, modificados por el factor de amortiguamiento.
4. Cálculo del perfil de aceleraciones, normalizadas con la gravedad, a(x) sobre la altura de la
torre.
5. Multiplicación de los valores de cargas gravitacionales concentradas en cada nivel por el valor
correspondiente del perfil de aceleraciones, para obtener las fuerzas de inercia laterales
equivalentes w(x)a(x)/Q´R.
Los pasos 2, 3 y 5 se explican por sí mismos. A continuación se describe con detalle la aplicación de
los pasos 1 y 4.
290
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
2πH 2 m0
Ti = (14.7)
k i Ft i λ i EI0
donde
m0 es la masa por unidad de longitud en la base de la torre
I0 es el momento de inercia del área de los montantes en la base de la torre
E es el módulo de elasticidad del material
ki factor que toma en cuenta el efecto de las deformaciones por cortante
Fti factor que toma en cuenta el efecto de la variación en la sección transversal de la torre
con la altura
λi es la frecuencia adimensional asociada al valor del periodo Ti
Los valores de ki y λi se dan en la tabla 14.2 para los tres primeros modos de vibración en flexión. El
valor de Fti depende de la relación entre el ancho de la torre en la base y en su extremo superior. Sus
valores se grafican en la figura 14.1 de la sección de ayudas de diseño.
m 0 ≈ m L + D + M1 / h a Para contraventeo en X
(14.8)
m 0 ≈ m L + D + 2M 1 / (h1 + h 2 ) Para contraventeo en K
donde
mL+D es la masa distribuida de los montantes y las diagonales principales en la base de la torre
M1 es la masa total de los elementos horizontales localizados a la altura ha (altura del panel
inferior para contraventeo en X) o h1 (para contraventeo en K)
291
SECCIÓN 3.14
a) Contraventeo en X b) Contraventeo en K
Figura 14.1 Valores de ha, h1 y h2
3.14.5.5.2 Cálculo del perfil de aceleraciones normalizadas a(x) sobre la altura de la torre
El perfil de aceleraciones se calcula con la siguiente ecuación
Los valores de los coeficientes C1 a C6 se grafican en las figuras 14.2 a 14.4 de la sección de ayudas
de diseño. La gráfica a utilizar depende del grupo dentro del cual se clasifica la torre, de acuerdo a los
lineamientos contenidos en la tabla 14.3.
D = ( It / Io )
1/3
(14.10)
a
K so = 0.29 S (14.11)
H
donde
It e I0 son el momento de inercia del área de los montantes en la parte superior de la torre y en
su base, respectivamente
S es un parámetro que depende de la geometría del contraventeo lateral y la rigidez relativa
de los elementos montantes y diagonales
292
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
Los valores del parámetro S pueden calcularse mediante las ecuaciones siguientes
2AL
S= −1 Para contraventeo en X
AD (ld / ll )3
(14.12)
8AL
S= Para contraventeo en K
AD (ld / ll )3
En forma similar, los efectos de la componente vertical del sismo pueden estimarse mediante un
procedimiento simplificado de análisis. En la sección de comentarios se presenta más información al
respecto.
Nm
∑ Men ≥ 0.9M (14.13)
n =1
donde
Men es la masa de la estructura asociada al modo n
Men =
( ZnTMe J ) 2
(14.14)
ZnTMe Zn
donde
293
SECCIÓN 3.14
Me es la matriz de masas
Zn es el n–ésimo vector modal
J es un vector columna con componentes adimensionales iguales a 1
1/2
⎛ Nm ⎞
SD = ⎜⎜ ∑ Sn2 ⎟⎟ (14.15)
⎝ n =1 ⎠
que representa la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de las respuestas modales Sn.
Las direcciones ortogonales para las cuales se efectuará el análisis se seleccionarán en forma tal que
la respuesta de la torre ante la acción sísmica resulte máxima.
294
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
del mástil. La componente vertical de la aceleración del terreno puede incrementar los efectos de
interacción entre el mástil y las retenidas.
En mástiles de gran altura, la variación espacial de la excitación sísmica en los apoyos puede inducir
efectos dinámicos adicionales que no se presentan cuando se considera la excitación sísmica
sincronizada. En general, la fuerza axial y el cortante en el mástil, así como la tensión en las
retenidas, se incrementa. Los efectos de la variación espacial de la excitación sísmica se acentúan
con el incremento en la altura de la estructura.
Cuando se utilizan dos o más grupos de puntos de anclaje de las retenidas, se tienen en el mástil
secciones altamente sensibles a los efectos sísmicos.
El número de modos que definen la respuesta suele ser considerablemente mayor en mástiles que en
torres, además de encontrarse poco espaciados. Los modos superiores de vibración tienen una
participación importante en la respuesta.
Con base en los resultados obtenidos en simulaciones numéricas del comportamiento dinámico de
mástiles, y por no resultar aplicable la superposición modal dada su alta no linealidad geométrica, es
común que se recomiende utilizar un análisis dinámico paso a paso no lineal para los mástiles
ubicados en zonas de alta sismicidad y que deban permanecer en servicio posteriormente a la
ocurrencia del sismo de diseño, o aun durante el mismo. En contraposición, se debe reconocer que
en un ámbito de diseño, la realización de este tipo de análisis puede no ser factible.
Para aplicar este método de análisis, el periodo del modo fundamental en flexión del mástil puede
estimarse mediante la ecuación siguiente
M
Te = 0.39 (14.16)
∑ Kg
295
SECCIÓN 3.14
n ⎡ A gi G ri H gi ⎤
∑ Kg = ∑ ⎢ x ⎥ (14.17)
i =1 ⎢⎣ L2gi H ⎥
⎦
donde
M es la masa total de la estructura, incluyendo los cables, en kg
n es el número de niveles sobre la altura del mástil donde se tienen puntos de fijación de
cables de retenidas
Agi es el área de cada cable colocado en el i–ésimo nivel, en mm2
Gri es la distancia horizontal entre la base del mástil y el punto de anclaje de los cables (radio
de los cables) en el i–ésimo nivel, en m
Lgi es la longitud de cada cable en el i–ésimo nivel, en m
Hgi es la elevación del i–ésimo nivel, en m
H es la altura total del mástil, en m
H1.5
Te = (14.18)
50
La valuación de las fuerzas sísmicas por el método estático se realizará sin considerar el periodo
fundamental de vibración de la torre o mástil, por lo que se utilizará el coeficiente sísmico
correspondiente.
296
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
En caso de que la torre o mástil tenga una altura mayor a 30 m o presente irregularidades, deberá
recurrirse a un análisis que considere los efectos de interacción dinámica entre la estructura de
soporte y la torre o mástil que se apoya en ella.
En caso de que se tengan antenas cuya masa exceda el porcentaje arriba definido, deberán tratarse
como casos excepcionales que requieren de un análisis sísmico detallado.
297
SECCIÓN 3.15
ESTRUCTURAS TIPO 12
TÚNELES
298
TÚNELES
299
SECCIÓN 3.15
ÍNDICE
300
TÚNELES
301
SECCIÓN 3.15
NOMENCLATURA
302
TÚNELES
303
SECCIÓN 3.15
v máx a
ε=± sin ( φ ) cos ( φ ) ± máx2 R cos 3 ( φ ) (15.1)
Cs Cs
donde
ε es la deformación unitaria longitudinal
vmáx es la velocidad máxima de partícula (programa PRODISIS)
amáx es la aceleración máxima de partícula o aceleración máxima del terreno a0 (programa
PRODISIS)
Cs es la velocidad efectiva de propagación de onda de corte
R es el radio efectivo del túnel, es decir, del eje del túnel a la mitad del espesor del
revestimiento
φ es el ángulo de incidencia
La deformación unitaria, ε, calculada debe ser menor a la deformación unitaria admisible del material
de revestimiento a compresión, εa, que corresponde a su límite de fluencia. Por ejemplo, en concreto,
las NTCC–2004 aceptan una deformación unitaria a la compresión de 0.003 en la fibra extrema.
Los parámetros del movimiento del terreno, vmáx y amáx, se deben de determinar por métodos de
análisis de riesgo sísmico deterministas o probabilísticos de acuerdo con la importancia de la
estructura, en caso de no contar con la información necesaria para hacer dichos análisis se
recomienda usar los valores de peligro sísmico de la República Mexicana propuestos en la sección
3.1.
304
TÚNELES
los parámetros del movimiento del terreno o del radio, las deformaciones unitarias pueden ser muy
distintas a las estimadas con un ángulo de incidencia de 45º.
⎛ 8a 2 − 4a + 1 − 1 ⎞ v máx C s
φ c = arcsin ⎜ ⎟; → a= (15.2)
⎜ 4a − 2 ⎟ 3a máx R
⎝ ⎠
v máx ⎡ t 1 E m (1 − ν L 2 ) R ⎤
εov = ⎢ 3(1 − ν ) + ⎥ (15.3)
R 2 E L (1 + ν m ) t ⎦
m
Cs ⎣
donde:
εov es la deformación unitaria por ovalización
νm es la relación de Poisson de la roca o suelo duro
νL es la relación de Poisson del material del revestimiento
Em es el módulo de elasticidad dinámico de la roca o suelo duro
EL es el módulo de elasticidad del material del revestimiento
t es el espesor del revestimiento
La deformación unitaria por ovalización debe ser menor a la deformación unitaria diametral de
campo–libre, considerando el medio perforado.
⎛ ΔD ⎞
εov < ⎜ ⎟ → εov < 2γmáx (1 − νm ) (15.4)
⎝ D ⎠máx
La distorsión angular máxima, γmáx, se puede determinar con programas de análisis de respuesta de
sitio. Sin embargo, una muy buena aproximación se alcanza a partir de la siguiente relación:
vmáx
γ máx = (15.5)
Cs
Se obtienen buenos resultados al emplear las ecuaciones antes mencionadas cuando la relación de
flexibilidad es F > 20. La relación de flexibilidad se define como:
E (1 − ν L 2 ) ⎛ R ⎞
3
F=2 m ⎜ ⎟ (15.6)
E L (1 + ν m ) ⎝ t ⎠
305
SECCIÓN 3.15
εov t 1 Em (1 − νL2 ) R
=3 +
vmáx
(1 − νm ) R 2 EL (1 − νm2 ) t (15.7)
Cs
t 1R
3 + F' < 2 (15.8)
R 2 t
donde
F´ es la relación de propiedades del medio con respecto al revestimiento, definiéndose de la
siguiente manera:
E m (1 − ν L 2 )
F' = (15.9)
E L (1 − ν m 2 )
Por otra parte, también se presentan ecuaciones que corresponden a un intervalo de valores
permisibles de la relación R / t, siendo el valor de 2 el límite con la intersección de la familia de curvas
(ver figura 15.1). Estos valores permisibles se definen como:
⎛R⎞ 2 − 4 − 6F'
⎜ ⎟ = (15.10)
⎝ t ⎠mín F'
⎛R⎞ 2 + 4 − 6F'
⎜ ⎟ = (15.11)
⎝ t ⎠máx F'
2
0 < F' < (15.12)
3
306
TÚNELES
F' =0.67
F' =0.15
F' =0.07
F' =0.5
F' =0.3
F' =0.2
F' =0.1
F' =1
10 F' =0.05
9
8
7
6 F' =0.03
5
4 F' =0.02
3 F' =0.015
Límite
2 F' =0.01
1.5
F' =0.007
Deformación unitaria normalizada (ovalización),
1 F' =0.005
0.9
0.8
0.7
0.6
F' =0.0025
/C )
0.5
m máx s
0.4
ε /((1-ν )v
0.3
ov
0.2
0.15
0.1
0.09
0.08
0.07
0.06
0.05
0.04
0.03
0.02
0.015
0.01
0.1 1 10 100
Relación, R/t
Con las propiedades geométricas del túnel se verifica si éste cumple con la deformación máxima
permisible por ovalización (deformación unitaria diametral máxima), que debe estar dentro del
siguiente intervalo:
⎛R⎞ R ⎛R⎞
⎜ ⎟ ≤ ≤⎜ ⎟ (15.13)
⎝ t ⎠mín t ⎝ t ⎠máx
307
SECCIÓN 3.15
Por otra parte, de la figura 15.1 se observa que existe un valor mínimo para la deformación unitaria
por ovalización normalizada, que corresponde a un valor óptimo de la relación de propiedades
geométricas del túnel, (R / t )opt, en este punto la deformación inducida por la fuerza normal es igual a
la inducida por el momento.
⎛R⎞ 6
⎜ ⎟ = (15.14)
⎝ t ⎠ópt F'
(ε )
ov
mín
= 6F' =
⎛ ⎞
R
6
(15.15)
⎜ ⎟
⎝ t ⎠ópt
308
TÚNELES
309
SECCIÓN 16
ESTRUCTURAS TIPO 13
CIMENTACIONES
310
CIMENTACIONES
311
SECCIÓN 3.16
INDICE
312
CIMENTACIONES
313
SECCIÓN 3.16
NOMENCLATURA
314
CIMENTACIONES
315
SECCIÓN 3.16
Las presentes recomendaciones están limitadas a los criterios y métodos de diseño sísmico de
cimentaciones que permitan orientar al diseñador sobre los requisitos (consideraciones) mínimos.
Estas recomendaciones están basadas fundamentalmente en los trabajos de la CFE (2002 y 2005) y
en las NTC–RCDF (2004). Los aspectos no cubiertos en esta sección quedan abiertos al empleo de
otras teorías o métodos, siempre y cuando sean congruentes sus hipótesis con las condiciones en
campo.
En el diseño de las cimentaciones, se considerarán los estados límite de falla y de servicio, además
de los correspondientes a los miembros de la superestructura. Es importante señalar que la mayor
parte de estas recomendaciones se enfocan particularmente al análisis simplificado de las
cimentaciones y por consiguiente, la simplificación de las hipótesis que esto implica. Para aplicar el
análisis simplificado de las cimentaciones es necesario contar con las cargas vertical y horizontal, y el
momento a nivel de terreno, obtenidos de un análisis estructural previo.
Con respecto a la revisión del estado límite de servicio de las cimentaciones, se estimarán las
deformaciones verticales (asentamientos), que podrían ser inducidas por un exceso de carga debida
al sismo. El valor esperado de estos asentamientos deberá garantizar que no se causarán daños
intolerables a la cimentación, a la superestructura y, para el caso de edificaciones, a sus
instalaciones, a los elementos no estructurales y acabados.
Por otra parte, para evaluar de una manera más precisa las acciones que produce un sismo a nivel
de la cimentación, se puede recurrir a un análisis estructural, considerando el efecto de la interacción
suelo–estructura, a través de métodos analíticos o numéricos aceptados para este fin (sección 3.5).
316
CIMENTACIONES
Para considerar los efectos bidireccionales de los sismos, en la revisión del estado límite de falla de
una cimentación, se deberán considerar las acciones sísmicas de la siguiente forma: 100 % del sismo
en una dirección y 30 % en la dirección perpendicular a ésta, con los signos que para cada concepto
resulten desfavorables y se repetirá este procedimiento en la otra dirección.
Las recomendaciones anteriores, se aplicarán a los tipos de cimentaciones que se tratan en esta
sección del Manual.
Para aplicar un análisis simplificado de las cimentaciones superficiales resulta razonable utilizar las
ecuaciones de las teorías de Hansen (1970) o de Vesic (1973), ya que consideran factores de carga
en los que se toma en cuenta la forma del área de contacto de la cimentación, la profundidad de
desplante, la inclinación de la carga y la inclinación en el área de contacto de la cimentación y el
medio (Bowles, 1997; Das, 2001). Por lo tanto, la capacidad de carga se puede calcular de la
siguiente manera:
317
SECCIÓN 3.16
Las ecuaciones para determinar los factores de carga se pueden consultar en Bowles (1997) y Das
(2001), los cuales dependerán de la teoría que se emplee para el cálculo de la capacidad de carga.
Los parámetros de resistencia, involucrados en la ecuación de capacidad de carga y en sus
correspondientes factores, corresponden a la envolvente del criterio de Mohr–Coulomb y se deben
determinar mediante pruebas de resistencia del tipo triaxial UU, CU o CD (Bardet, 1997). Esta
envolvente se considera la más representativa del comportamiento del suelo en las condiciones de
servicio. Para la determinación de estos parámetros y/o la capacidad de carga no se debe de hacer
uso de correlaciones. Por otro lado, la posición del nivel freático considerada en la evaluación de las
propiedades mecánicas del suelo y de su peso volumétrico deberá ser la más desfavorable durante la
vida útil de la estructura.
En el caso que se presenten cargas que den lugar a fuerzas resultantes excéntricas, actuando a una
distancia e del eje longitudinal de la cimentación, el ancho efectivo, B’, se calculará de la siguiente
manera:
B' = B − 2e (16.3)
En el caso del diseño estructural final de la cimentación, el área, A, o el área efectiva, A’, se utilizará
para determinar la distribución de la reacción del suelo en compresión, qmáx y qmín (figura 16.1), de
acuerdo a las siguientes ecuaciones:
Qs ⎛ 6e ⎞
q máx = ⎜1 + ⎟ (16.5)
BL ⎝ B⎠
Qs ⎛ 6e ⎞
q mín = ⎜1 − ⎟ (16.6)
BL ⎝ B ⎠
318
CIMENTACIONES
donde
Qs es la carga vertical obtenida de un análisis estructural
M es momento flexionante obtenido de un análisis estructural
e es la excentricidad calculada a partir de la relación de M entre Qs
Dicha distribución se considerará lineal, sin admitir tensiones (valores negativos). En caso de
presentarse tensiones se asumirá que el valor de la reacción es cero en la zona de tensión. Del
mismo modo se hará el análisis en el sentido longitudinal para el caso de losas de cimentación y
zapatas aisladas.
Otras consideraciones que se deben tomar en cuenta para el cálculo de la capacidad de carga en las
cimentaciones superficiales son las siguientes:
3.16.2.1.1 Momento
En la actualidad, existe muy poca información referente a la respuesta de zapatas sujetas a fuerzas
axiales, esfuerzos cortantes y momentos de volteo grandes. Para tomar en cuenta estas condiciones,
se ha propuesto analizar el estado de esfuerzos de una cimentación de este tipo, en un suelo
idealizado, mediante métodos numéricos. Otra alternativa de análisis, se hace asumiendo que la
subestructura está sobre resortes, el cual requiere que las características de carga–deformación
(módulo de reacción) de los resortes se propongan; aunado a este supuesto, el comportamiento real
del suelo en estas condiciones es no lineal excepto a pequeñas deformaciones. Éste tipo de análisis
se resuelve por métodos de diferencias finitas o elemento finito (Bowles, 1997).
Por esta razón, los métodos simplificados de análisis son comúnmente empleados; para la mayoría
de este tipo de cimentaciones resulta razonable aplicar este tipo de análisis cuando la subestructura
es demasiado rígida con respecto al medio que la rodea.
319
SECCIÓN 3.16
MR
> 1.0 (16.7)
MV
Se considera que el momento resistente, MR, es producto de las fuerzas que se oponen a que la
cimentación rote con respecto al borde de ésta y el momento de volteo, MV, es producido por las
fuerzas que provocan el giro con respecto al mismo borde.
3.16.2.1.2 Arrancamiento
Una condición que se debe revisar en estructuras especiales, como son las torres transmisión, es la
capacidad de carga por arrancamiento de las zapatas. Para esto se debe cumplir la siguiente
ecuación:
FC T < P (16.8)
donde
T es la fuerza de tensión vertical máxima transmitida por la superestructura
P es la suma de fuerzas verticales que se oponen al arrancamiento de la zapata, incluyendo
su peso propio y el peso efectivo del relleno que se apoya sobre la cimentación, afectados
por un factor de 0.9. En esta condición de análisis en particular se tomará el valor FC = 1.5
Para determinar P, es común asumir que la superficie de falla es de forma cónica (figura 16.2) y la
inclinación, θ, de la superficie de falla depende del tipo de suelo, de su consistencia o compacidad y
de las condiciones del colado de la cimentación (tabla 16.1).
.
320
CIMENTACIONES
La forma de calcular el empuje pasivo dinámico, EPD, se hace mediante el método de Mononobe–
Okabe (Kramer, 1996; Bowles; 1997; Murthy, 2003).
321
SECCIÓN 3.16
FC ΣQ < FR Q u (16.12)
La capacidad de carga última, Qu, se define como la suma de la capacidad por punta y la capacidad
por fricción:
Qu = Qp + Qf (16.13)
En la actualidad existen diversas teorías para determinar la carga por punta, Qp, y por fricción, Qf, en
SMMS (2001) Prakash y Sharma (1990), Poulos y Davis (1980), Bowles (1997) y Das (2001) se
exponen de manera detallada algunas teorías. En el caso de la capacidad por fricción, se debe
considerar la fricción que aporta cada estrato.
Figura 16.4. Representación de carga por punta y por fricción en una pila o pilote de
punta (Das, 2001).
Fc Tm áx < FR Σ Q f (16.14)
322
CIMENTACIONES
En este caso particular Fc = 1.5 y Tmáx se define como la tensión máxima aplicada al elemento de la
subestructura menos su peso propio efectivo y el peso efectivo del material que se encuentre sobre la
campana, en caso de que aplique. Con lo que respecta a la capacidad de carga por fricción se
determina del mismo modo que para compresión, sin embargo, existe literatura que trata sobre la
determinación de carga por arrancamiento como por ejemplo la citada en la sección 3.16.3.1.1.
323
SECCIÓN 3.16
Existen diversos métodos para calcular QRh, siendo de los más conocidos las curvas p–y (Poulos y
Davis, 1980; Prakash y Sharma, 1990), el método de interacción suelo estructura (Zeevaert, 1991) y
algunos programas de elemento finito, además se puede consultar en la sección de comentarios de
esta sección.
324
SECCIÓN 3.1
1
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
3.1.1 INTRODUCCIÓN....................................................................................................... 4
3.1.1.1 Espectros elásticos de aceleración ........................................................................... 4
2
COMENTARIOS
3
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
3.1.1 INTRODUCCIÓN
En los últimos años se han tenido avances sustanciales en distintos aspectos de la ingeniería sísmica
que permiten definir espectros de diseño sísmico de manera más clara y precisa. En este Manual se
proponen criterios orientados a este fin. El punto de partida es la aceleración máxima del terreno en
roca asociada a un periodo de retorno obtenido de un estudio de diseño óptimo. A partir de esta
aceleración se construye un espectro de diseño en que se toman en cuenta, explícitamente, las
características de amplificación dinámica del terreno. Los espectros, así obtenidos, tienen variaciones
continuas dentro del territorio mexicano. Además, tienen tamaño y forma realistas porque carecen de
factores reductores ajenos al peligro sísmico y porque a partir de ellos se obtienen desplazamientos
que, a periodo largo, tienden correctamente al desplazamiento del terreno. Aunque corresponden al
5% de amortiguamiento estructural, se proporciona un criterio para modificar las ordenadas
espectrales cuando se empleen amortiguamientos diferentes o se consideren efectos de interacción
suelo–estructura. También se establecen claramente estados límite de diseño para prevenir el
colapso y para garantizar el servicio, así como tres niveles de seguridad de acuerdo con la
importancia estructural: B, A y A+.
4
COMENTARIOS
2) Leyes de atenuación para los sismos de profundidad intermedia. En los últimos años se ha
presentado una actividad inusualmente grande de sismos de este tipo que las redes
acelerográficas han registrado. Se cuenta con un considerable número de acelerogramas
producidos por estos eventos. Esto ha abierto la posibilidad de tener mejores leyes de atenuación
que las que se tenían en 1990. Los análisis preliminares indican que, en algunos sectores del
país, podrían esperarse cambios importantes en las estimaciones de peligro sísmico como
consecuencia de los nuevos datos obtenidos
3) Leyes de atenuación para sismos corticales. En los últimos años se han desarrollado en los
Estados Unidos de América nuevas leyes de atenuación para sismos corticales que incluyen
datos de numerosos sismos registrados en diversas partes de ese país, especialmente el estado
de California. Estas leyes de atenuación parecen adecuadas para algunos de los sismos que se
producen en México, por lo que se ha revaluado el peligro sísmico en nuestro país utilizando
estas nuevas leyes de atenuación.
A continuación se detallan los procedimientos empleados para llevar a cabo los cálculos de peligro
sísmico, así como los resultados obtenidos.
b) Sismos de fallamiento normal y profundidad intermedia. Los grandes temblores también ocurren
en el continente con profundidades de entre 30 y 100 km. En este caso los temblores presentan
un mecanismo de fallamiento normal que refleja el rompimiento de la litosfera oceánica
subducida (Singh et al, 1985b). Si bien este tipo de eventos es poco frecuente, se sabe que
pueden causar grandes daños. Algunos ejemplos de este tipo de sismos son el de Oaxaca del
15 de enero de 1931 (M = 7.8), el de Orizaba del 23 de agosto de 1973 (M = 7.3), el de
Huajuapan de León del 24 de octubre de 1980 (M = 7.0) y el de Tehuacán del 15 de junio de
1999 (M = 7.0).
5
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
c) Sismos superficiales de la corteza continental. Aún menos frecuentes son los temblores que
ocurren dentro de la placa continental (M ≤ 7.0). Dependiendo de su ubicación, estos eventos
pueden generar daños considerables en diversos asentamientos humanos. Dos ejemplos son: el
temblor de Jalapa del 3 de enero de 1920 (M = 6.4) y el de Acambay del 19 de noviembre de
1912 (M = 7.0). Existe también lo que podría llamarse sismicidad de fondo. Se trata de temblores
con M ≤ 5.5, cuyo origen no puede asociarse a ninguna estructura geológica. La ocurrencia de
estos eventos también se considera en la sismicidad local.
d) Sismos del sistema de fallas Polochic-Motagua. La frontera entre las placas del Caribe y la de
Norteamérica es difusa, con un ancho de aproximadamente 120 km (White, 1991). El movimiento
relativo entre las dos placas se disipa, principalmente, a lo largo de las fallas de Chixoy-Polochi y
Motagua. El mayor sismo registrado a lo largo de esta frontera con fallas de rumbo fue el
ocurrido el 4 de febrero de 1976 (M = 7.5, que produjo cerca de 250 km de movimiento lateral
izquierdo a lo largo de la falla Motagua. Sin embargo, se tiene constancia que un gran temblor
ocurrió a lo largo de la falla Chixoy-Polochic en 1538. Posteriormente se reportan 25 sismos
históricos destructivos en esta frontera de placas (White, 1994). La parte oriental de esta falla se
rompió el 6 de enero de 1785 (M = 7.5) y la parte occidental el 22 de julio de 1816 (M = 7½ a 7¾).
Se estimó que la tasa de deslizamiento histórica en esta interfaz (tomando en cuenta todas las
fallas que se localizan en una zona ancha) es de 17 a 21 mm/año (White, 1991).
a) Fuentes gobernadas por la relación de Gutenberg–Richter modificada. Para la mayor parte de las
fuentes sísmicas, la función λ(M) es una versión modificada de la relación de Gutenberg y
Richter. En estos casos, la sismicidad queda descrita de la siguiente manera (Cornell y
Vanmarcke, 1969):
6
COMENTARIOS
e −βM − e −βM u
λ (M) = λ 0 ; M0 ≤ M ≤ M u (1.1)
e −βM 0 − e −βM u
donde
M0 es la mínima magnitud relevante
λ0, β, y Mu son parámetros que definen la tasa de excedencia de cada una de las fuentes
sísmicas
Estos parámetros, diferentes para cada fuente, se estiman por procedimientos estadísticos
bayesianos (Rosenblueth y Ordaz, 1989; Arboleda y Ordaz, 1993), que incluyen información
sobre regiones tectónicamente similares a las de nuestro país, más información experta,
especialmente sobre el valor de Mu, la máxima magnitud que puede generarse en cada fuente.
b) Fuentes gobernadas por el modelo del temblor característico. Aunque la forma funcional para
λ(M) dada en la ecuación 1.1 se utiliza para la mayor parte de las fuentes sísmicas, se ha
observado que la distribución de magnitudes de los grandes temblores de subducción (M = 7) se
aparta sensiblemente de la predicha por la relación de Gutenberg y Richter, dando origen al
llamado temblor característico (Singh et al, 1981). Para los grandes temblores de subducción,
λ(M) se define de la siguiente manera:
⎡ M − E( M) ⎤ ⎡ M − E( M) ⎤
Φ⎢ u ⎥ −Φ⎢ ⎥⎦
σ ⎣ σ
λ(M) = λ 0 ⎣ ⎦ ; M0 ≤ M ≤ M u (1.2)
⎡ M − E( M) ⎤ ⎡ M 0 − E( M) ⎤
Φ⎢ u ⎥ − Φ ⎢ ⎥
⎣ σ ⎦ ⎣ σ ⎦
donde
λ0, E(M), y σ son parámetros que se deben obtener estadísticamente para la zona mexicana
de subducción
Φ(·) es la función de distribución normal estándar
En este estudio se han usado tres leyes de atenuación que dependen de las trayectorias que recorren
las ondas en su camino de la fuente al sitio. Se utilizan leyes de atenuación espectrales que toman en
cuenta el hecho de que la atenuación es diferente para ondas de diferentes frecuencias, por lo que se
7
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
tienen parámetros de atenuación para cada periodo de vibración. Estas leyes se describen a
continuación.
a) Temblores costeros. Se utiliza la ley de atenuación propuesta por Ordaz et al, (1989) para la
aceleración máxima del terreno provocada por temblores generados en la costa sur del Pacífico.
Esta ley fue construida a partir de numerosos registros de aceleración obtenidos por la Red
Acelerográfica de Guerrero, que incluyen los del gran temblor del 19 de septiembre de 1985. La
relación entre la aceleración máxima del terreno y las ordenadas del espectro de respuesta a
otros periodos, Sa(Te)/a0, se obtiene del modelo teórico de fuente y trayecto (Singh et al, 1989).
R = R 2RUP + Δ 2 (1.4)
Δ = 0.0075100.507 M [ km ] (1.5)
Para las otras ordenadas espectrales se utilizaron las mismas formas relativas (Sa(Te)/a0) que
para los sismos costeros.
c) Temblores superficiales. Para modelar la atenuación de los temblores superficiales, tanto los que
ocurren en el Eje Neovolcánico como los que se presentan en la parte noroeste del país y en las
fallas Polochic–Motagua, se utilizan leyes de atenuación construidas con datos registrados en
California (Abrahamson y Silva, 1997). De entre las varias opciones de parámetros presentados
en el trabajo referido, se han escogido los siguientes: suelo firme, fallas de rumbo (strike–slip) y
sin considerar el efecto de “hanging wall”.
Dadas la magnitud y la distancia epicentral, la intensidad sísmica no está exenta de incertidumbre por
lo que no puede considerarse determinista. Suele suponerse que, dadas la magnitud y la distancia, la
intensidad Sa es una variable aleatoria distribuida lognormal, con mediana Am(M,R), dada por la ley
de atenuación y desviación típica del logaritmo natural igual a σlnA. En vista de esto, por ejemplo,
dado que ocurrió un sismo con magnitud M a una distancia R del sitio de interés, la probabilidad de
que la aceleración espectral SA supere un valor dado, Sa, se calcula de la siguiente manera:
8
COMENTARIOS
⎡ 1 Sa ⎤
Pr(SA > Sa M, R) = 1 − Φ ⎢ ln ⎥ ; A≥0 (1.6)
⎣ σln A A m (M, R) ⎦
Mu
⎛ dλ (M) ⎞
ν i (u) = ∑ j w ij ∫ ⎜⎝ − ⎟ Pr(SA > Sa M, R)dM (1.7)
M0
dM ⎠
donde
j es el índice para cada uno de los sub-elementos en que se ha subdividido la fuente
M0, Mu son la menor y la mayor magnitud considerada en el análisis
Pr(SA > u│M, Rij) es la probabilidad de que la aceleración exceda el valor u en el sitio, dado que a la
distancia Rij se origina un temblor de magnitud M
Rij son las distancias entre el sitio y el sub-elemento j de la fuente i
Finalmente, se suman las contribuciones de todas las fuentes –N– al peligro sísmico del sitio:
N
ν (u) = ∑ ν i (u) (1.8)
i =1
pérdidas esperadas por sismo como el costo inicial de la construcción dependen de un solo
parámetro: la resistencia nominal de diseño, expresada en términos de coeficiente de cortante basal.
Como consecuencia, los valores óptimos no están asociados a un periodo de retorno constante. En
efecto, la optimación lleva a una situación que podría parecer correcta: en zonas de baja sismicidad,
donde el diseño para resistir carga lateral es relativamente barato, es óptimo diseñar para periodos de
retorno mayores que los que se usarían en zonas de más alta sismicidad.
⎧ C0 si c < c0
CI(c) = ⎨ α (1.9)
⎩C0 + CR (c − c0 ) si c ≥ c0
donde
C0 es el costo que se tendría aun cuando no se diseñara para resistir cargas laterales
c0 es la resistencia lateral que se tendría en este caso
CR, α son coeficientes
CI(c) ⎧ 1 si c < c0
=⎨ α (1.10)
C0 ⎩1 + K(c − c0 ) si c ≥ c0
donde
K es igual a CR/ C0
Sin embargo, como se verá más adelante, los cálculos de optimación se llevaron a cabo sólo para
determinar niveles relativos de costos esperados entre edificios en diferentes puntos del país. En
vista de eso, se juzgó que la utilización de un modelo más refinado no aportaría mejoras sustanciales.
10
COMENTARIOS
De acuerdo con Rosenblueth (1976), si se supone que el proceso de ocurrencia de sismos es uno de
Poisson, y si la actualización del valor del dinero es adecuadamente descrito por una función
exponencial, el valor presente de la esperanza de las pérdidas, EVP(c) cuando se diseña para una
resistencia c es:
ν (c)
EVP(c) = CP(c) (1.11)
μ
donde
CP(c) es el costo de la pérdida ante un sismo
μ es la tasa de descuento del valor
ν(c) es la tasa de excedencia de la demanda que produce la falla cuando se ha diseñado para
una resistencia c
Como señalan Ordaz et al, (1989), el costo de la pérdida no es sólo el valor de las construcciones
dañadas, puesto que la pérdida de edificios afecta el funcionamiento de la economía de suerte que,
en general, las pérdidas totales son mayores que las pérdidas puramente materiales. Para tomar en
cuenta ese efecto, en el trabajo mencionado se propone que:
ν (c)
EVP(c) = C I (c) (1 + SL ) (1.13)
μ
- Suponiendo que los coeficientes de diseño en la zona D del MDOC-DS93 son óptimos, en el
sentido señalado en la sección 3.3.6 de los comentarios del MDOC-DS93, para estructuras del
grupo B localizadas en sitios en la costa del Pacífico, ¿Cuánto deberían valer los coeficientes
de diseño óptimo en el resto del país? Este es, en esencia, el enfoque adoptado por Esteva y
Ordaz (1988).
- Suponiendo que el factor de importancia de 1.5 que se aplica a las estructuras del grupo A es
óptimo para sitios en la costa del Pacífico, ¿Cuánto debería valer el factor de importancia en
otros sitios del país?
11
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Puede apreciarse que la resistencia a la que se refiere el modelo simplificado para el valor presente
de la esperanza de las pérdidas por sismo es la resistencia real, mientras que las ordenadas del
espectro del MDOC-DS93 están reducidas por el efecto de la sobrerresistencia. Por esta razón, es
necesario convertir estos espectros a resistencias reales. Para esto, se ha utilizado un factor de
sobrerresistencia de 2, que es razonable para un grupo amplio de estructuras. En vista de esto, la
resistencia real implícita en la meseta del espectro de zona D del MDOC-DS93 es c = 0.5 × 2 = 1. Con
estas adopciones y utilizando la sismicidad de un punto representativo de la costa del Pacífico (el sitio
seleccionado fue Acapulco y la ordenada espectral se midió en Te = 0.3 s) y el valor de SL = 12 usado
en el MDOC-DS93 (Ordaz et al, 1989), se determinó con qué valores de K y α (ver ecuación 1.10) se
llega a la conclusión de que el valor de c = 1 es óptimo en ese sitio. Se procedió por iteraciones,
llegando a los siguientes valores: K = 1.6 y α = 2, que no son muy diferentes a los adoptados por
Ordaz et al, (1989) para la determinación de espectros de diseño en el MDOC-DS93. Una vez
determinados los valores de K y α, se determinaron los valores de los coeficientes óptimos en el resto
del país. Los resultados se muestran en la figura 1.1.
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Figura 1.1. Coeficientes de diseño óptimos para estructuras del grupo B, calculados
con K = 1.6 y α = 2.
Una consecuencia de la aplicación de criterios de optimación como el que se ha descrito es que los
valores óptimos no están asociados a un periodo de retorno constante. La optimación lleva a una
situación que es intuitivamente correcta: en zonas de baja sismicidad, donde el diseño para resistir
carga lateral es relativamente barato, es óptimo diseñar para periodos de retorno más largos que los
que se usarían en zonas de mayor sismicidad. Esto puede apreciarse en la figura 1.2, en que se
presentan los periodos de retorno asociados a los coeficientes de diseño óptimos de la figura 1.1.
Puede apreciarse que, para las zonas de mayor sismicidad de México, los periodos de retorno
óptimos calculados son de entre 250 y 500 años, mientras que para las zonas de menor sismicidad,
los valores alcanzan (y superan, en algunas zonas) los 3,000 años.
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En la figura 1.3 se muestra un mapa de aceleraciones máximas del terreno asociadas a los periodos
de retorno óptimos para este conjunto de estructuras. Estas aceleraciones, que varían entre 0.06 y 0.5
g, servirán de referencia para un examen de aceleraciones que pueden producir sismos extremos,
discutido más adelante. Se indican los valores para cinco ciudades importantes: Acapulco (0.47),
Guadalajara (0.14), Coatzacoalcos (0.20), Monterrey (0.08) y Mérida (0.06).
Figura 1.3. Aceleraciones máximas del terreno asociadas a los periodos de retorno
óptimos correspondientes a estructuras del Grupo B de Te = 0.3 s, presentados en la
figura 1.2.
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
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Figura 1.5. Periodos de retorno asociados a los coeficientes óptimos de diseño para
estructuras del grupo A, presentados en la figura 1.4. No se han dibujado curvas para
periodos mayores de 4,000 años.
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Para saber qué factor SL usar para las estructuras del grupo A, se supuso que el factor de importancia
de 1.5 conduce al diseño óptimo de estructuras de este grupo en la costa del Pacífico. Procediendo
por tanteos, se llegó a un valor de SL = 50 para el grupo A, y a los valores óptimos de diseño que se
presentan en la figura 1.4, asociados a los periodos de retorno de la figura 1.5. En este caso, los
periodos óptimos varían de alrededor de 750 años hasta más de 4,000 años.
Finalmente, en la figura 1.6 se presentan los cocientes entre los valores óptimos de diseño para
estructuras del grupo A y para estructuras del grupo B. Como puede apreciarse, estos cocientes
valen aproximadamente 1.5 para la costa del Pacífico (así se iniciaron los cálculos) pero,
sorprendentemente, no varían mucho a lo largo del país, a excepción de lo que sucede en las costas
de los estados de Sonora y Sinaloa y en la península de Yucatán, en donde un factor de importancia
de alrededor de 1.2 resultaría óptimo. Sin embargo, en aras de la sencillez, y considerando que las
zonas anómalas son de baja sismicidad, se propone utilizar un factor de importancia de 1.5 para
estructuras del grupo A en todo el país.
C (Gpo A) / C (Gpo B)
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Figura 1.6. Cociente entre valores óptimos de diseño para estructuras del grupo A y
estructuras del grupo B.
Sin embargo, para estructuras con menores reservas (por ejemplo, estructuras pendulares o de
planta baja flexible), el diseño por carga vertical conduciría a coeficientes sísmicos bajos, por lo que
habría que hacer diseño sísmico, que estaría basado en coeficientes óptimos que están asociados a
periodos de retorno muy largos. Las consecuencias económicas de esto podrían ser considerables.
Adicionalmente, en zonas de baja sismicidad los valores de diseño óptimo corresponden a sismos
poco realistas, porque sus valores están por encima de los que produciría el temblor más grande que
es razonable imaginarse: el sismo máximo.
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
¿Por qué se considera que los coeficientes óptimos en zonas de baja sismicidad pueden ser
excesivamente conservadores? Por una parte, el hecho de que estén asociados a periodos de
retorno sumamente largos (de varios miles de años). Por otra parte, porque es difícil imaginar un
sismo realista que los produjera. Cabe la siguiente pregunta: si es difícil imaginar un sismo que los
produzca, ¿Por qué su periodo de retorno es de varios miles de años y no infinito? La razón de esto,
como se verá en el inciso correspondiente a sismos máximos probabilistas, es la manera en que se
modela la incertidumbre en las leyes de atenuación.
Figura 1.7. Reducción de las intensidades sísmicas (de diseño óptimo Grupo A y B, y
de sismos máximos) al aproximarse a zonas de baja sismicidad.
En las figuras 1.1 y 1.3 se indica, aproximadamente, que para la zonas de baja sismicidad
(especialmente la zona noreste) y zonas asísmicas (Península de Yucatán), el coeficiente sísmico
para terreno rocoso es 0.2 g y la aceleración máxima del terreno es de 0.08 g, respectivamente. Ya
que el diseño óptimo conduce a comprar seguridad en zonas de baja sismicidad, entonces es
probable que se tenga una situación paradójica: a medida que el observador se aleja de las zonas de
alta sismicidad, la intensidad obtenida del diseño óptimo se reduce más lentamente que la debida al
sismo máximo que es razonable imaginarse. Esta situación se ilustra en la figura 1.7. De acuerdo con
esta figura, se espera que en zonas de alta sismicidad (cerca de las fuentes sísmicas), los
coeficientes óptimos sean menores que los que se tendrían para sismos máximos. Sin embargo, en
zonas de baja sismicidad (lejos de las fuentes sísmicas), los coeficientes óptimos pueden ser
mayores que los que se tendrían para sismos máximos.
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Hasta ahora se ha referido al sismo máximo que es razonable imaginarse sin definirlo. Ilustraremos
en los siguientes párrafos las dificultades que hay para definir los sismos máximos.
Aun suponiendo que tanto la distancia mínima como la magnitud máxima posible puedan ser
conocidas de manera determinista (suposición, por otra parte, muy dudosa), es imposible ignorar la
incertidumbre en la intensidad que se presentará dadas magnitud y distancia. Suele suponerse que
dadas estas dos cantidades, la intensidad Sa es una variable aleatoria distribuida lognormalmente,
con mediana Am(M,R), –dada por la ley de atenuación que se esté utilizando– y desviación típica del
logaritmo natural igual a σlnA.
Para el sismo máximo posible, es común suponer que la intensidad que se presentará no es la
mediana, sino un percentil alto, definido casi siempre de manera arbitraria. En estas condiciones,
suele calcularse la intensidad asociada al sismo máximo determinista de la siguiente manera:
Sa = A m ( M, R ) exp(εσln A ) (1.14)
donde ε determina qué percentil se está usando. Por ejemplo, para una distribución lognormal, el
percentil 84 está asociado a ε = 1. Como puede apreciarse, la intensidad asociada al sismo máximo
posible no puede asociarse a ningún periodo de retorno.
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Se tienen dos fuentes sísmicas capaces de producir la misma magnitud máxima posible, localizadas
ambas a la misma distancia mínima posible del sitio de interés. De acuerdo con la definición dada de
sismo máximo posible, ambas generarían la misma intensidad máxima posible, independientemente
de la frecuencia con que se generen sismos con magnitudes cercanas a la máxima posible. En otras
palabras, aunque la fuente S2 fuera 100 veces más activa que la fuente S1, ambas generarían la
misma intensidad máxima posible que, especialmente, no sería una intensidad racional para diseño.
Para subsanar esta deficiencia del sismo máximo determinista –y otras no comentadas en este
documento–, es preferible la definición del sismo máximo probabilista, o sismo máximo probable.
Diremos que la intensidad máxima probable es aquella que, como resultado de un examen formal de
peligro sísmico, está asociada a un periodo de retorno especificado, suficientemente largo. Sin
embargo, en la formulación que se ha descrito, aún intensidades extravagantemente grandes tienen
periodos de retorno finitos, puesto que, en vista de que se asignó a la intensidad (dadas M y R) una
distribución lognormal, la probabilidad de tener una intensidad irrealmente grande, dada cualquier
pareja de valores de M y R, no es nula.
Por subsanar este problema, se propone usar distribuciones lognormales truncadas a las
intensidades (condicionadas a M y R). En otras palabras, dados M y R, se supondrá que la
probabilidad de tener intensidades superiores a la dada en la ecuación 1.14 es cero.
En la figura 1.9, se ilustran las intensidades del sismo máximo determinista correspondiente a los
escenarios hipotéticos descritos en la figura 1.8, así como los sismos máximos probabilistas
asociados a cada fuente, para un periodo de retorno arbitrario. En todos los casos se ha usado el
mismo valor de ε. Puede observarse que, para periodo de retorno infinito, en todos los casos se tiene
la intensidad máxima posible. Sin embargo, para periodos de retorno finitos, como los usados para
diseño sísmico de estructuras, la definición de sismo máximo probabilista toma en cuenta el efecto de
la diferente tasa de actividad de las fuentes.
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En la figura 1.10 se ilustran las curvas de peligro sísmico (tasas de excedencia de intensidad)
correspondientes a tres sitios con diferente sismicidad: Acapulco, Ciudad Juárez y Mérida. En esta
figura se presentan las tasas de excedencia que se obtienen considerando leyes de atenuación con
intensidad distribuida lognormalmente con truncamiento, para un valor de ε = 1, y sin truncamiento
(ε = ∞). Por ejemplo, para el sitio Acapulco, con una tasa de excedencia de 0.001 (periodo de retorno
de 1,000 años) se tiene una intensidad de 400 y 800 cm/seg2, considerando o no el truncamiento,
respectivamente. Para los sitios Ciudad Juárez y Mérida, los valores correspondientes a 1,000 años
de periodo de retorno son 30 y 45 cm/seg2, y 7 y 8 cm/seg2, con y sin truncamiento, respectivamente.
MER Trunc
1.E-01 MER s/t
1.E-02
1.E-03
1.E-04
1.E-05
1 10 100 1000 10000
Aceleración (cm/s**2)
Figura 1.10. Tasas de excedencia para los sitios Acapulco (ACA), Ciudad Juárez
(CDJ) y Mérida (MER), considerando leyes de atenuación truncadas y sin
truncamiento. Nótese la saturación en las tasas de excedencia con distribución
truncada.
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
c) Para los resultados que se ilustran en este inciso se consideró terreno rocoso
Para conocer las intensidades producidas por sismos máximos deterministas se calculó la intensidad
máxima producida por cada fuente empleando la ecuación 1.14. Para ello, se hizo uso de la ley de
atenuación correspondiente a cada fuente examinada, empleando la distancia mínima y la magnitud
máxima. Se tomó el valor máximo después de evaluar la intensidad de todas las fuentes
consideradas. En la figura 1.11 se presenta el mapa de aceleración máxima del terreno debidas a
sismos máximos deterministas. En esta figura se indican las aceleraciones, normalizadas con la
aceleración de la gravedad (g) que se tendrían en cinco ciudades importantes: Acapulco,
Guadalajara, Coatzacoalcos, Monterrey y Mérida.
En las figuras 1.12 y 1.13 se presenta el mapa de aceleraciones máximas del terreno (g) debidas a
sismos máximos probables para periodos de retorno de 6,500 y 30,000 años, respectivamente. En
estas figuras también se indican las intensidades que se tendrían en las cinco ciudades
seleccionadas en la figura 1.11.
Figura 1.11. Aceleraciones máximas del terreno (g) producidas por la acción de
sismos máximos deterministas, considerando que la intensidad tiene distribución
lognormal truncada (ε = 1)
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COMENTARIOS
en la figura 1.15. Compárense las aceleraciones debidas a los sismos máximos probabilistas (figuras
1.12 y 1.13) con las aceleraciones debidas al diseño óptimo, en su versión sin truncamiento
(ε = ∞, figura 1.3) y con truncamiento (ε = 1, figura 1.15). Para las zonas de mayor sismicidad, las
aceleraciones máximas corresponden a los sismos máximos probabilistas, mientras que en zonas de
baja sismicidad, los valores máximos corresponden al diseño óptimo.
Figura 1.12. Aceleraciones máximas del terreno (g) producidas por la acción de
sismos máximos probabilistas para 6,500 años de periodo de retorno, considerando
que la intensidad tiene distribución lognormal truncada (ε = 1)
Figura 1.13. Aceleraciones máximas del terreno (g) producidas por la acción de
sismos máximos probabilistas para 30000 años de periodo de retorno, considerando
que la intensidad tiene distribución lognormal truncada (ε = 1)
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Figura 1.14. Coeficientes de diseño óptimos (g) para estructuras del grupo B,
considerando que la intensidad tiene distribución lognormal truncada (ε = 1)
Figura 1.15. Aceleraciones máximas del terreno (g) para los periodos de retorno
óptimos de la figura 1.1 de la sección de recomendaciones 3.1.3, considerando que la
intensidad tiene distribución lognormal truncada (ε = 1)
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Sin embargo, en ocasiones muy particulares se tendrán estructuras cuya falla más que indeseable, es
inadmisible. En este grupo, llamado arbitrariamente Grupo A+, se encuentran las grandes presas,
plantas nucleares, tanques cuyo contenido sea altamente peligroso, etc. Para el diseño de estas
estructuras, se contempla que debe tenerse un nivel de seguridad mayor, al menos en zonas de alta
sismicidad. La poca experiencia en la construcción de este tipo de estructuras, en zonas de alta
sismicidad, ha dado lugar a estudios de sismicidad local. Lo que se recomienda en este documento
no está significativamente apartado de estas experiencias.
Para recomendar espectros de diseño sísmico en el territorio mexicano se tiene la siguiente definición
de dos familias de intensidades sísmicas, según la discusión previa
• Sa(I): Espectros de diseño cuya aceleración máxima del terreno está asociada a periodos de
retorno variables que son óptimos para estructuras del Grupo B. En la costa del Pacífico,
cerca del sitio Acapulco, la aceleración máxima del terreno y el coeficiente sísmico son,
respectivamente, 0.4 y 1.0 g, y están asociados con un periodo de retorno de 500 años
• Sa(II): Espectros de diseño cuya aceleración máxima del terreno está asociada a un periodo
de retorno constante igual a 30,000 años. Para este periodo de retorno, en la costa del
Pacífico, cerca de Acapulco, se tienen aceleraciones máximas del terreno cercanas a 0.7 g.
Con esta definición se recomiendan las siguientes intensidades para el diseño de las estructuras B, A
y A+, según su localización en el territorio mexicano:
• En todo el territorio se aplicará a los espectros para estructuras del Grupo B el factor de
importancia 1.5, obtenido en la sección 3.1.3.1.5 de estos comentarios, es decir:
• En todo el territorio se tomarán los valores máximos entre los coeficientes debidos a sismos
máximos probabilistas con periodo de retorno de 30,000 años y los correspondientes al Grupo
A. La representación matemática adquiere la siguiente forma:
⎧⎪Sa ( II ) si Sa(II)>Sa(A)
Sa ( A + ) = ⎨ (1.17)
⎪⎩Sa ( A ) si Sa(II) ≤ Sa(A)
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
En la figura 1.16 se muestra un mapa en que se señala donde se hará uso de coeficientes de sismos
máximos para estructuras del Grupo A+ y donde se tomarán los coeficientes del Grupo A. En otras
palabras, donde habrá diferencias entre intensidades de diseño para estructuras A y A+. Esto ocurre
en zonas de alta sismicidad. Para la zona cercana a Mexicali se encontró que las aceleraciones
máximas del terreno para 30,000 años de periodo de retorno son significativamente superiores a las
correspondientes para la costa del pacífico, cercana a Acapulco. Por ello se sugiere hacer un estudio
de sismicidad local y no tomar aceleraciones máximas del terreno menores que 0.7 g.
Finalmente, en la figura 1.17, se resume la filosofía seguida para establecer los niveles de diseño de
los Grupos B, A y A+. Se trata de una representación en que se ilustra la variación de las
intensidades cuando aumenta la distancia a las fuentes sísmicas, igual a la representación de la
figura 1.7. En esta representación aparece el diseño para estructuras de los Grupos B, A y A+.
Nótese que en zona de alta sismicidad, el diseño para estructuras del Grupo A+ tiene un nivel de
seguridad mayor que para el del Grupo A. En el diagrama aparecen curvas de diseño óptimo y de
intensidad para periodos de retorno constante de 6,500 y 30,000 años.
En la tabla 1.1 se resumen los valores de aceleración máxima del terreno para las cinco ciudades de
la República Mexicana seleccionadas en las figuras 1.3, 1.11, 1.12, 1.13 y 1.15. Las aceleraciones
corresponden a los resultados del diseño óptimo considerando leyes de atenuación con distribución
lognormal sin truncamiento (ε = ∞) y con truncamiento (ε = 1), y además, para tres sismos máximos: el
determinista (Tr = ∞) y los probabilistas para Tr = 6,500 y Tr = 30,000 años. Los resultados de estos
sismos máximos se obtuvieron empleando leyes de atenuación con distribuciones lognormales
truncadas (ε = 1). En esta tabla, para los sitios Acapulco y Guadalajara se indica que para estructuras
del Grupo B, las aceleraciones correspondientes al periodo de retorno óptimo son menores que las
que se tienen para 6,500 años, y además, que existe un nivel de intensidades superior para
estructuras A+. Para el resto de los sitios (Coatzacoalcos, Monterrey y Mérida) las aceleraciones para
periodo óptimo para el Grupo B son mayores que las que se tienen para 6,500 años de periodo de
retorno y, para los grupos A y A+, no hay diferencia.
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Después de esta discusión se puede señalar que en las zonas de alta sismicidad se caracterizan por
dos aspectos:
- Los periodos de retorno óptimos son menores que 6,500 años, o bien, La aceleración máxima
en terreno rocoso son menores que las que se tienen para 6,500 años
- La aceleración máxima del terreno de los espectros de diseño del Grupo A es menor que la
que se tiene para 30,000 años de periodo de retorno. Por ello, existe un espectro de diseño
especial para estructuras de gran importancia, llamadas A+
Tabla 1.1. Aceleraciones máximas del terreno para cinco ciudades, considerando el
diseño óptimo (Tr = óptimo) y la ocurrencia de sismos máximos deterministas (Tr = ∞)
y probabilistas a Tr = 6,500 y Tr = 30,000 años. Los valores están en fracciones de la
aceleración de la gravedad (g)
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
A pesar de que el planteamiento de las normas mencionadas está basado en la revisión de estados
límite, en los requisitos específicos para el diseño de los distintos sistemas se establecen, de manera
estricta, los procedimientos de cálculo y las características que la estructura debe tener para cumplir
con los objetivos de los estados límite que quedan más bien implícitos en las normas. En particular,
para el diseño sísmico, los estados límite involucrados quedan expresados por los objetivos que
desde hace muchos años se han establecido en las normas y textos de ingeniería. En resumen se
trata de producir estructuras capaces de resistir sismos de intensidad moderada sin daño estructural y
con pequeño o nulo daño no estructural; y lograr una seguridad adecuada contra la falla ante los
sismos de mayor intensidad que puedan llegar a presentarse en el sitio.
Los propósitos anteriores se pueden interpretar como el cumplimiento de dos estados límite, uno de
falla (o de supervivencia) y otro de servicio. En general, los Reglamentos de Construcción en México
están inspirados en el Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal y sus Normas Técnicas
Complementarias para Diseño por Sismo (NTCDS, 1995, 2004). En estas normas se pretende
satisfacer los dos estados límite descritos, pero de una manera indirecta. Se emplea un sólo sismo de
diseño, supuestamente correspondiente al sismo extraordinario. El estado límite de supervivencia se
considera satisfecho al proporcionar a los elementos estructurales una resistencia tal que, para el
sismo de diseño, no se produzcan deformaciones inelásticas que excedan la ductilidad que debe ser
capaz de desarrollar la estructura, que se prescribe de acuerdo con el sistema estructural y los
requisitos de ductilidad que se hayan adoptado. Por otra parte, se pide que se compruebe que, bajo
el mismo sismo de diseño, los desplazamientos no excedan límites con que se pretende evitar la
aparición de daño no estructural significativo, es decir, un estado límite de servicio, ya que se han
fijado en función del tipo de elemento no estructural que prevalezca en la estructura.
En particular, para los edificios se busca que las diferencias entre los desplazamientos laterales de
pisos consecutivos producidos por las acciones sísmicas, calculados con alguno de los métodos de
análisis, no excedan 0.006 veces la diferencia de elevaciones correspondientes, salvo que no haya
elementos incapaces de soportar deformaciones apreciables, como muros de mampostería, o que
estos estén separados de la estructura principal de manera que no sufran daños por sus
deformaciones. En tal caso, el límite será de 0.012 (RCDF-209, 2004). Las distorsiones de entrepiso
que se consideran admisibles son claramente mayores (del orden de tres veces) que las que
corresponden al estado límite de servicio. Esto implica que, de manera indirecta, se está
considerando que el espectro para el que hay que revisar el estado límite de servicio tiene la misma
forma que el que se especifica para la revisión de la seguridad ante el estado límite de falla, pero sus
ordenadas son tres veces menores. Se debe considerar, además, que las fuerzas laterales de diseño
con que se lleva a cabo la revisión por desplazamientos incluyen un factor de reducción previo. La
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reducción se justifica, según los comentarios a las NTCS (Rosenblueth y Gómez, 1991), por fuentes
de amortiguamiento adicionales y por sobrerresistencia de las estructuras típicas, situación que no
interviene en la respuesta ante los sismos moderados que corresponden al estado límite de servicio.
Esta forma de revisar el cumplimiento de los estados límite de diseño, tiene el inconveniente de no
reflejar claramente cuáles son los objetivos de dichos estados límite y cómo se cumplen. Por ello,
conviene separar la revisión de cada estado límite y establecer los parámetros específicos que lo
definen. En principio, el espectro de diseño y las distorsiones admisibles.
En el apéndice normativo A de las NTC-DS, 2004, en un intento por hacer transparentes los
procedimientos de diseño sísmico, se incluye, además de otras modificaciones, la separación de los
dos estados límite y la revisión explícita de cada uno de ellos. Para el estado límite de colapso o falla
se prescriben espectros elásticos que no llevan implícito ningún factor de reducción, y con ellos se
determina la resistencia requerida por la estructura y sus elementos. Además, se requiere revisar que
no se excedan desplazamientos laterales que se consideran máximos admisibles para impedir el
colapso y que se prescriben para cada tipo de estructura y nivel de detallado para ductilidad.
Para el estado límite de servicio se establecen valores realistas para los desplazamientos relativos
permisibles, iguales a 0.002 cuando existan elementos frágiles, como muros de mampostería que
estén ligados a la estructura, y 0.004 cuando los elementos frágiles no estén ligados o bien no existan
(Reyes, 1999). El análisis de los desplazamientos se hace con el mismo espectro que se emplea para
la revisión de la seguridad contra el colapso, pero sin reducir por sobrerresistencia ni ductilidad, y los
resultados se dividen entre un factor de siete, considerando que el sismo de servicio tiene una
intensidad de una séptima parte del de diseño contra el colapso.
Para el Distrito Federal, Los espectros así reducidos corresponden a un periodo de retorno de entre
10 y15 años (Reyes, 1999) y son similares en intensidad a los del sismo ocurrido el 25 de abril de
1989 (M = 6.9). Esto tiene la ventaja de que, como el espectro de servicio es una fracción del espectro
de diseño asociado al estado límite de colapso, basta efectuar solamente un análisis de la estructura
para la revisión de ambos estados límite. El planteamiento del Apéndice A constituye un avance hacia
una mayor congruencia entre los objetivos y los procedimientos de diseño sísmico.
Con base en estos avances, se recomienda que en este Manual se proceda a la revisión de manera
explícita del estado límite de servicio. Se propone que las distorsiones de entrepiso permisibles sean
las mismas que se incluyen en el Apéndice A (NTCDS, 2004), y que los espectros asociados al
estado límite de servicio sean los que se mencionan en la siguiente sección.
E ( CT ) = CI + E ( C DI ) (1.18)
donde
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
El periodo óptimo de diseño se obtiene encontrando el valor mínimo la ecuación 1.18 con respecto al
periodo de la estructura. La función del costo inicial, CI, decrece a medida que el periodo se
incrementa, mientras que la función del valor esperado del costo de los daños directos e indirectos,
E(CDI), crece a medida que la estructura es más flexible. Sumadas ambas funciones, resulta la
función que representa al valor esperado del costo total de la estructura a valor presente, E(CT), cuyo
valor mínimo corresponde precisamente al valor del periodo óptimo de diseño, con que se determina
la rigidez óptima de la estructura.
CI = CKo + m K ( T0 − TK )
βK
(1.19)
donde:
CKo es el costo de la estructura con rigidez mínima K0, y periodo T0 con que la estructura se
puede diseñar
K es la rigidez por encima de K0 para la que se diseña una estructura con el fin de limitar el
daño en los elementos no estructurales
TK es el periodo correspondiente a la rigidez K + K0
mK, βK son coeficientes
N ∞
E[C DI ] = − C K 0 ∑ B j ∫ E(D j Sa)dν (1.20)
j=1 0
donde:
Bj es el valor de los elementos no estructurales del entrepiso j. En este caso se considera
que los elementos no estructurales son muros divisorios, fachadas y el contenido de la
estructura susceptible de dañarse debido a la deformación lateral de la construcción
E(Dj │Sa) es el valor esperado de los daños, Dj, dada la aceleración espectral Sa y se evalúan con
el criterio dado en la Miranda et al, 1996)
ν es la tasa de excedencia de la aceleración espectral Sa, obtenida del estudio de peligro
sísmico para terreno rocoso
Matemáticamente, la ecuación 1.19 tiene la misma forma que la propuesta en Rosenblueth, 1986,
para estimar el costo de una estructura en función de su resistencia.
Para el cálculo del valor del periodo estructural óptimo de diseño, dada la distorsión de diseño γ0,
bastará con obtener la derivada de la ecuación 1.18 con respecto al periodo de la estructura e igualar
la ecuación resultante a cero, esto es:
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∂E ( CT )
=0 (1.21)
∂TK
Una vez que se obtiene el periodo estructural óptimo de diseño, la aceleración espectral que produce
en la estructura la distorsión γ0 será:
4π2 hNγ 0
Sa = (1.22)
β1β2máx TK2
donde:
h es la altura de entrepiso
N es el número de niveles de la estructura
γ0 es la distorsión de diseño
β1 es un parámetro que relaciona el desplazamiento de azotea y el espectral (Miranda et al,
1996)
β2max es un parámetro que relaciona la distorsión de azotea con la máxima distorsión de
entrepiso (Miranda et al, 1996)
Ci 2.48
= 1+ 0.64 ( T0 − TK ) (1.23)
CKo
Con T0 = 0.11 × N + 0.56, y que Bj / CKo = 2.41 / N, se obtuvo que el espectro de diseño para la revisión
de las condiciones de servicio equivale al espectro elástico asociado al estado límite de colapso o
falla dividido por 5.5. El periodo de retorno asociado a este espectro varía según la ubicación del sitio
de construcción. Por ejemplo, para un sitio en la región de Acapulco, Guerrero el periodo de retorno
del sismo de servicio equivale a 8 años, mientras que para un sitio en la región centro del país el
periodo de retorno del sismo de servicio equivale a 80 años. Este factor de 5.5 corresponde a terreno
firme o roca. Habrá que descontar los efectos producidos por la no linealidad del suelo en los
espectros de diseño para el estado límite de colapso, ya que para el estado límite de servicio estos
efectos no estarán presentes.
Las mayores amplificaciones dinámicas que sufre el movimiento del terreno suelen presentarse
donde los contrastes de rigidez de los suelos son muy pronunciados. Esto ocurre generalmente cerca
de la superficie libre, especialmente en áreas de depósitos sedimentarios o valles aluviales. Las
interfaces horizontales entre estratos y las irregularidades laterales producen un fenómeno de
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
difracción múltiple de ondas sísmicas, que genera interferencias constructivas y destructivas, y que a
su vez, originan amplificaciones y atenuaciones, respectivamente.
Para evaluar los efectos de amplificación del movimiento sísmico en depósitos de suelo sería
deseable conocer la función de transferencia del sitio. La determinación experimental consiste en el
cociente espectral del movimiento en la superficie del terreno entre el movimiento en la base de la
formación de suelo. Para ello se utilizan los espectros de Fourier de ambos movimientos. En ausencia
de registros sísmicos, la función de transferencia suele determinarse con el modelo unidimensional de
propagación de ondas. Sólo en casos especiales se recurre a modelos de mayor complejidad. Este
modelo es el más empleado en ingeniería sísmica para el estudio de los efectos de sitio. En
particular, su sencillez permite incluir, aproximadamente, los efectos relacionados con el
comportamiento no lineal de las propiedades dinámicas del suelo ante temblores intensos.
La respuesta de un depósito de suelo ante excitación sísmica es función de varios factores que están
relacionados con la geometría y las propiedades dinámicas de los materiales que conforman el
depósito. Para fines prácticos, sin embargo, esta complejidad puede reducirse si los efectos de sitio
se relacionan exclusivamente con dos parámetros que miden las características más relevantes de la
formación de suelo. Estos son el periodo dominante de vibración y la velocidad media de propagación
del sitio. Para esto, usualmente se recurre a una aproximación que consiste en reemplazar el perfil
estratigráfico por un estrato simple con velocidad media y periodo dominante iguales a los de la
estratigrafía real. Esta idealización es adecuada para formaciones estratificadas sensiblemente
horizontales que responden esencialmente como un manto homogéneo.
∂2u 1 ∂2u
= (1.24)
∂ z2 v2 ∂ t 2
donde
t es el tiempo
v es la velocidad de propagación de ondas
Si se considera la propagación de ondas planas, la solución de la ecuación 1.24 está dada por
30
COMENTARIOS
Puede demostrarse que el término u = Aeikz eiωt es el campo de desplazamientos producido por ondas
planas, con amplitud A, que se propagan en el sentido negativo del eje z, mientras que u = Be-ikz eiωt es
el campo de desplazamientos producido por ondas que se propagan, con amplitud B, en el sentido
positivo del eje z.
En las ecuaciones 1.26 y 1.27, k0 y ks son los números de onda en el semiespacio y el estrato,
respectivamente. Se tienen tres amplitudes desconocidas (A, B y C), ya que la amplitud del campo
incidente, Uo se supone conocido. Para determinar los valores de A, B y C se deben imponer
condiciones de frontera.
En la superficie libre del estrato los esfuerzos deben ser nulos, es decir
∂ us
Gs =0 (1.28)
∂z z = -H s
donde
Gs es el módulo de rigidez en cortante del suelo.
B=C (1.30)
Por lo tanto, el campo de desplazamientos dado por la ecuación 1.27 se puede escribir como
u s = 2Bcos ⎡⎣ k s ( z + Hs ) ⎤⎦ (1.31)
31
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
uo z =0
= us z =0 (1.32)
y
∂ us ∂ uo
Go = Gs (1.33)
∂z z =0
∂z z =0
U o + A = 2 Bcos(k s H s ) (1.34)
U o − A = i 2 B ps sen(k s H s ) (1.35)
donde
ps = ρsvs / ρ0v0 = γsvs / γ0v0 es el contraste de impedancias mecánicas, siendo vs y v0 las velocidades
de ondas de corte, y γs y γ0 los pesos volumétricos. Los subíndices s y 0 representan al
suelo y al semiespacio, respectivamente
Uo
B= (1.36)
cos(k s Hs ) + i ps sen(k s Hs )
2U o cos ⎡⎣ k s ( z + H s ) ⎤⎦
us = e iω t (1.37)
cos(k s Hs ) + i ps sen(k s H s )
Es común escribir la amplitud del movimiento en el estrato normalizado con respecto a 2Uo, es decir,
el movimiento que se tendría en la superficie del semiespacio en ausencia del estrato. De esta forma
se llega a que la función de transferencia del estrato es
us cos ⎡⎣ k s ( z + H s ) ⎤⎦
= (1.38)
2U o cos(k s H s ) + i ps sen(k s H s )
En z = -Hs se tiene
us 1
= H(ω) = (1.39)
2U o z = -H s
cos(k s Hs ) + i ps sen(k s Hs )
El denominador de la función de transferencia dada por la ecuación 1.39 nunca es cero si el valor de
ps es mayor que cero, que se tiene cuando la roca basal es elástica. Sin embargo se tienen
respuestas máximas cuando la parte real del denominador es cero. Esta es la condición de
32
COMENTARIOS
resonancia que permite deducir los periodos naturales de vibración del suelo. Por lo tanto la condición
de resonancia conduce a
cos (k s H s ) = 0 (1.40)
k s Hs =
( 2n − 1) π ; n = 1, 2,..., ∞ (1.41)
2
De acuerdo con esta ecuación se desprende que los periodos naturales de vibrar de un estrato son
iguales a
1 4Hs
Tn = (1.42)
(2n − 1) vs
En la figura 1.18 se ilustran las amplitudes de funciones de transferencia para estratos con periodo
fundamental T1 = 1 s. En esta figura se ha tomado como amortiguamiento del suelo ζs = 5% y tres
contrastes de impedancias dados por p1 = 0.1, 0.2 y 0.5. Para ello se supuso que γs = γ0. En la figura
1.19 se ilustran las amplitudes de funciones de transferencia para estratos con periodo fundamental
33
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
En estas funciones se observa que las amplificaciones máximas dependen tanto del amortiguamiento
del material, ζs, como del amortiguamiento geométrico, representado por el contraste de impedancias
ps. Se puede señalar que conforme la frecuencia aumenta, los efectos del amortiguamiento
geométrico (figura 1.18) se reducen, mientras que los efectos del amortiguamiento material (figura
1.19) aumentan. Para la frecuencia fundamental es mayor la influencia del amortiguamiento
geométrico.
En este modelo de propagación de ondas se supuso que la incidencia es vertical. Esto se justifica
para temblores que provengan de focos cercanos puesto que en este caso las ondas arriban a la
superficie con dirección sensiblemente vertical. Para temblores lejanos esta hipótesis es cuestionable.
Sin embargo, para fines prácticos se puede usar conservadoramente, ya que las amplificaciones que
se presentan para incidencias oblicuas siempre son menores que las que se obtienen con este
modelo de propagación vertical.
34
COMENTARIOS
γ i = ρi g (1.43)
G i = ρi vi2 (1.44)
N
Hs = ∑ h i (1.45)
i =1
∑
i =1
γi hi
(1.46)
γs =
Hs
donde
ρi es la densidad de masa del i-ésimo estrato
G es el modulo de rigidez del i-ésimo estrato
Hs es el espesor total del depósito estratificado o manto homogéneo equivalente
γs es el peso volumétrico equivalente del manto homogéneo
Las propiedades dinámicas del suelo se deben obtener a partir de exploraciones de campo y ensayes
de laboratorio. El uso de correlaciones empíricas es recomendable sólo cuando han sido obtenidas
con información geotécnica del lugar. Solo se emplearán para estudios preliminares o para fines de
comparación con los valores determinados experimentalmente.
35
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Método de Downhole:
El método de excitación en superficie y medición en pozo o de Downhole es la alternativa económica
del método anterior. Para hacer esta prueba se requiere un solo pozo en que se instala el receptor.
La fuente de excitación se coloca en la superficie a una distancia de 2 a 5 m. Al igual que en el
método anterior, se genera una excitación primordialmente de ondas S, registrando el tiempo de viaje
entre la superficie y el receptor. Posteriormente se grafica el tiempo de viaje contra la profundidad, de
donde puede obtenerse Vz. Esta prueba es muy sensible a la ubicación de la fuente, ya que si se
coloca muy cerca del pozo la difracción de odas dificulta la identificación de la llegada de las ondas S.
Al contrario, si la fuente se encuentra muy alejada, la trayectoria de las ondas puede no ser una línea
recta. Con los métodos de Crosshole y Downhole es posible determinar simultáneamente las
velocidades de ondas S y P, dependiendo del tipo de fuente de excitación.
36
COMENTARIOS
Tabla 1.2 Velocidad de ondas de corte a partir del número de golpes de la prueba de
penetración estándar
Pruebas cíclicas:
En su forma estándar, las pruebas cíclicas (triaxial o corte simple) son apropiadas sólo para
magnitudes de deformación medias y grandes (10-4 < γc < 10-1) y son utilizadas para determinar ciclos
histeréticos esfuerzo–deformación. De estos ciclos es posible estimar valores efectivos del módulo de
rigidez y la fracción de amortiguamiento, así como evaluar las características de degradación de la
muestra.
37
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
deficiencia del criterio basado en el concepto del promedio de lentitudes, que no tiene en cuenta la
disposición de los estratos en la formación de suelo.
Siguiendo una formulación energética propuesta por Gómez (2000), se tiene que la energía potencial
del depósito de suelo en una configuración cualquiera está dada por:
2
1 Hs ∂W
2 ∫0
Ep = G(z) A dz (1.47)
∂z
2
1 Hs ∂W
Ec = ∫ ρs ( z ) A dz (1.48)
2 0 ∂t
donde
Hs es el espesor de la estratigrafía
W es el desplazamiento lateral dependiente de z y t
G es el módulo de rigidez al corte del suelo
A es el área transversal unitaria normal al eje z
ρs es la densidad de masa del suelo en función de z
La máxima energía potencial se obtiene cuando la configuración oscilatoria pasa por una posición
extrema, sin velocidad; en tanto que la máxima energía cinética se obtiene cuando la configuración
oscilatoria pasa por la posición central, sin deformación. Igualando las máximas energías potencial y
cinética Epmax = Ecmax se tiene que:
2 2
Hs ∂W Hs ∂W
∫0 G(z) dz = ∫ ρs ( z ) dz (1.49)
∂z 0 ∂t
∂W
= ωW (1.50)
∂t
2
Hs ∂W
∫0 G(z)
∂z
dz
ω2 = (1.51)
Hs
∫0 ρs ( z ) W dz
2
Esta ecuación es conocida como el cociente de Rayleigh. Puede aplicarse a cualquier aproximación
de la forma modal W para estimar razonablemente la frecuencia de vibración ω.
38
COMENTARIOS
Suponiendo que el desplazamiento es una función discreta con valores conocidos en los nodos, la
variación lineal en el n–ésimo estrato está dada por:
z − z n-1 z −z
W(z) = Wn + n Wn -1 (1.52)
hn hn
donde
zn es la coordenada del n–ésimo nodo
hn es el espesor del n–ésimo estrato
Wn es el desplazamiento del n–ésimo nodo
∂ W Wn − Wn -1
= (1.53)
∂z hn
zn 2
N
Wn − Wn-1
∑ Gn ∫ hn
dz
2 n =1 z n-1
ω = zn 2 (1.54)
N
z − z n-1 z −z
∑ ρn ∫ hn
Wn + n
hn
Wn -1 dz
n =1 z n-1
donde
Gn es el módulo de rigidez al corte del n–ésimo estrato
ρn es la densidad de masa del n–ésimo estrato
N es el número de estratos
Las integrales que aparecen en el numerador y denominador de la ecuación 1.54, se resuelven como:
zn 2
Wn − Wn-1 (Wn − Wn-1 ) 2
∫ hn
dz =
hn
(1.55)
z n-1
zn 2
z − z n-1 z −z h
∫ Wn-1 dz = n (Wn2 + Wn Wn-1 + Wn-1
2
Wn + n ) (1.56)
z n-1
hn hn 3
N
G
∑ h n (Wn − Wn-1 )2
n =1
ω2 = n
(1.56)
N
ρ h
∑ n3 n (Wn2 + Wn Wn-1 + Wn-12 )
n =1
Por otro lado, la deformación de un estrato modelado como viga de cortante es igual a:
39
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
τi
δi = (1.58)
Gi
donde
τi el esfuerzo cortante
n
hi
Wn = ∑ (1.59)
i =1 G i
En vista de que
hn
Wn − Wn-1 = (1.60)
Gn
N
h
∑ Gn
n =1
ω2 = n
(1.61)
N
ρ h
∑ n3 n (Wn2 + Wn Wn-1 + Wn-12 )
n =1
3
ω2 =
⎛ N
h n ⎞⎛N
⎞
⎜∑ (
⎟⎜ ∑ ρn h n w n + w n w n −1 + w n −1 ⎟
2 2
) (1.62)
⎝ n =1 G n ⎠⎝ n =1 ⎠
donde
n
h
∑ Gi
i =1
wn = N
i
(1.63)
h
∑ Gi
i =1 i
2π ⎛ N h n ⎞⎛ N ⎞
Ts = ⎜∑
3 ⎝ n =1 G n ⎠ ⎝ n =1
2
(
⎟⎜ ∑ ρn h n w n + w n w n −1 + w n −1 ⎟
2
) (1.64)
⎠
40
COMENTARIOS
2π H s
Ts = (1.65)
3 vs
Como el valor correcto debería ser Ts = 4Hs / vs, hay necesidad de reemplazar 2π / 31/2 por 4 en la
ecuación 1.64, con lo que se concluye:
⎛ N h n ⎞⎛ N ⎞
Ts =
4
⎜∑
g ⎝ n =1 G n ⎠ ⎝ n =1
( 2 2
)
⎟⎜ ∑ γ n h n w n + w n w n −1 + w n −1 ⎟ (1.66)
⎠
donde
γn es el peso específico del n–ésimo estrato
g es la aceleración de la gravedad
Con este método, se obtiene una aproximación fidedigna del periodo dominante del terreno. Si con
este valor de periodo se obtiene la velocidad efectiva del manto de suelo equivalente vs = 4Hs / Ts, se
pueden obtener valores de velocidad que pueden caer fuera del intervalo en que varían las
velocidades de la estratigrafía. Esto es posible, ya que no se trata de un método basado en el
promedio de velocidades o lentitudes, sino en una formulación energética.
De estos factores, sólo el primer grupo es independiente de las características del depósito de suelo.
Se trata de la aceleración máxima en roca y de un factor que mide qué tan cerca o lejos se está de
las fuentes sísmicas. Además, de estos dependen dos características del movimiento del depósito.
Uno es la amplificación espectral del movimiento, que está relacionada directamente con su
contenido energético: mientras más cerca se esté de la fuente sísmica, mayor será el contenido
energético en alta frecuencia. El otro es el comportamiento no lineal del depósito de suelo: mientras
mayor sea la intensidad del movimiento de excitación, mayores serán los efectos de la no linealidad.
Por su parte, los factores de comportamiento lineal del suelo son cuantías de la amplificación del
movimiento en condiciones de suelo elástico. Con los factores de comportamiento lineal se introducen
dos conceptos. El primero es la relación entre las aceleraciones máximas del suelo y de la roca. El
segundo es la relación entre la aceleración máxima espectral y la aceleración máxima del suelo.
Estos factores se determinaron a partir de los espectros de Fourier inferidos de los espectros de
peligro uniforme en roca y de la función de transferencia de un estrato homogéneo apoyado en un
semiespacio. Para ello se hizo uso de la Teoría de Vibraciones Aleatorias.
41
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Finalmente, los factores de comportamiento no lineal del suelo se han introducido para tomar en
cuenta dos conceptos en forma explícita e independiente. Por una parte, se tiene un factor para
reducir las amplitudes del movimiento elástico debidas al aumento en el amortiguamiento, y por otra,
se tiene un factor para incrementar el periodo dominante, y con ello modificar la meseta espectral,
debido a la reducción del módulo de rigidez. Estos factores de no linealidad se obtuvieron con el
modelo lineal equivale de un depósito de suelo, supuesto homogéneo, y con acelerogramas sintéticos
deducidos a partir de los espectros de peligro uniforme en roca. A continuación se describe la
metodología seguida para la determinación de esto factores.
En la sección 3.1.2 sobre el peligro sísmico en México se hace una descripción detallada de las
hipótesis y de los criterios adoptados para determinar espectros de peligro uniforme en sitios
arbitrarios del territorio mexicano. Como se señaló, el periodo de retorno asociado al valor de a 0r que
se recomienda utilizar para diseño es variable, dependiendo de la posición geográfica del sitio de
interés. Para fines de su utilización en el Manual, este de valor de aceleración se determinará de
mapas digitales construidos ex profeso. Se ha puesto la restricción que todas las aceleraciones en
roca sean mayores que 0.02. Este valor se fijó para asegurar que en zonas de baja sismicidad (como
en la península de Yucatán) los valores de aceleración no resulten excesivamente bajos.
El factor de distancia Fd es una mediada relativa de la distancia entre el sitio y las fuentes sísmicas.
En general, un sitio se encuentra afectado por más de una fuente sísmica. Con el factor de distancia,
en realidad se estará midiendo la sismicidad relativa en el sitio de interés con respecto a un sitio de
referencia. Así, sitios muy alejados de las principales fuentes sísmicas del país, por ejemplo un sitio
en Reynosa, Tamaulipas, tendrá un factor de distancia muy diferente que un sitio en Acapulco,
Guerrero, en donde se tendrán significativos efectos de no linealidad de los materiales del suelo,
además de un mayor contenido energético en alta frecuencia. Se busca dar variaciones suaves y
continuas de estas particularidades del movimiento sísmico del terreno a lo largo del territorio
mexicano. Por ello, se ha propuesto una forma funcional que sea directamente proporcional a la
aceleración máxima en roca, que tiene variaciones suaves y continuas en el territorio mexicano.
42
COMENTARIOS
La FTS de un estrato sobre un semiespacio está dada por la ecuación 1.39. Es conveniente expresar
la magnitud de esta función en la superficie del terreno, |Hs(ω)|, en términos del periodo dominante, Ts,
del amortiguamiento material, ζs y del contraste de impedancias mecánicas, ps, de la siguiente forma:
1
H s (ω) =
⎛ ωT ⎞ ⎛ ωT ⎞ (1.67)
cos 2 ⎜ s (1 − iζ s ) ⎟ + ps2sen 2 ⎜ s (1 − iζ s ) ⎟
⎝ 4 ⎠ ⎝ 4 ⎠
Por su parte, el movimiento de excitación se expresa mediante su EAF. Como primera aproximación
puede optarse por definir el movimiento mediante ruido blanco. En este caso, el EAF estará dado por
|A0(ω)| = 1. Si se opta por tomar como excitación un espectro de peligro uniforme, habrá que deducir
el correspondiente EAF. Para ello, se puede hacer uso de la relación que existe entre el espectro de
respuesta de pseudovelocidad para amortiguamiento nulo y el EAF de la aceleración del movimiento
de la excitación. Estadísticamente, se sabe que las respuestas espectrales de pseudovelocidad no
amortiguadas son envolventes del EAF. Con rigor, para cualquier tipo de señales, se ha demostrado
que el EAF es casi siempre menor que el espectro de pseudovelocidad (Newmark y Rosenblueth,
1971). En combinación con esta similitud, para deducir espectros de pseudovelocidad Sv no
amortiguados a partir de espectros de pseudoaceleración Sa amortiguados, en este caso espectros
de peligro uniforme, se adaptó una correlación semiempírica propuesta en Newmark y Rosenblueth,
1971, dada por
Sa(ω)
A 0 (ω) ≈ Sv(ω) = (1 + λ ζ e Ω TD )k (1.68)
Ω
donde
Ω es la frecuencia natural angular del oscilador
TD es la duración del movimiento
ζe es el amortiguamiento del espectro de pseudoaceleración (nominalmente del 5%)
λ es igual a 0.6
Cuando ζeΩTD varía aproximadamente entre 8 y 40 se recomienda que k = 0.4. Para los máximos
espectrales de peligro uniforme que se obtienen del estudio de peligro sísmico se cumple esta
condición. Sa(ω) es el espectro de peligro uniforme, ahora expresado como función de la frecuencia
ω = 2π / Te, que se adoptará como frecuencia de excitación.
Finalmente, se hace uso de la TVA para estimar la respuesta sísmica en suelos blandos. En efecto,
con la TVA es posible estimar el valor máximo en el tiempo asociado a una distribución de energía en
la frecuencia, es decir, un EAF, más un valor de duración. En realidad, se inicia con el espectro de
potencia, que se define como
43
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
De acuerdo con la TVA, el valor esperado de la pseudoaceleración máxima –denotado por E(Sa)– de
un oscilador con periodo Te = 2π / Ω y amortiguamiento ζe está dado por
El término Arms es la aceleración cuadrática media del oscilador. Este valor se estima mediante la
ecuación
m0
A rms = (1.72)
De
donde
De es la duración del movimiento del oscilador
m0 es el momento de orden cero asociado al espectro de potencia de las aceleraciones del
oscilador dado por
Aquí He(ω) es la función de transferencia del oscilador. Esta cantidad adquiere la forma
Ω2
H e ( ω) = (1.74)
Ω 2 − ω2 + i2ζ e Ωω
Por su parte, el término conocido como factor pico fp, se estima con la ecuación asintótica
fp = fn + γ ; γ =0.5772... (1.75)
fn
En que fn = [2ln(n)]1/2, siendo n = 2f D t el número de cruces por cero del movimiento. En esta igualdad
Dt es la duración del movimiento del terreno y f = (m 2 / m0 )1/2 / 2π es la frecuencia característica. El
término m2 es el momento de orden 2. Los momentos de orden k del espectro de potencia A e2 (ω)
están dados por
1 ∞ 2
mk = ∑ Ae (ω) ωk dω
π 0
(1.76)
Para hacer uso de estas ecuaciones sólo resta definir las duraciones de los movimientos del terreno
Dt y del oscilador De. La duración De puede determinarse haciendo uso de la aproximación propuesta
por Joyner, (1984). Si re = Dt / Te, se tiene que
44
COMENTARIOS
Te re3
De = D t + (1.77)
2πζ e re3 +1 3
Es racional suponer que la duración del movimiento del terreno Dt en un depósito de suelo blando
está controlada al menos por dos conceptos, es decir Dt = Dr + Ds. El primero se debe a la duración
del movimiento en el terreno firme o rocoso Dr. El segundo concepto es el incremento debido a la
resonancia típica en los depósitos de suelo blando Ds. Para determinar esta duración se calibró una
adaptación de la ecuación 1.77. Si rs = Dt / Ts, se tiene que
Ts rs3
Ds = (1.78)
2πζ s + 4p s rs3 +1 3
Al combinar estos resultados se tiene que la duración del movimiento del terreno se puede estimar
como
Ts rs3
Dt = Dr + (1.79)
2πζ s + 4ps rs3 +1 3
a0
Fs = (1.80)
a 0r
45
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
c
Fr = (1.81)
a0
46
COMENTARIOS
Para determinar las propiedades dinámicas de los suelos se emplean diferentes ensayes de campo y
de laboratorio, dependiendo del tipo de material y del nivel de deformación impuesto. En la mayoría
de las pruebas se verifica que el módulo de rigidez en cortante y el amortiguamiento interno son los
parámetros más afectados por la no linealidad del suelo. Además, se sabe que estos parámetros son
los de mayor influencia en la respuesta sísmica de depósitos de suelo. En Jaime, 1987, está
ampliamente descrito el comportamiento dinámico de los suelos, así como los ensayes de campo y
de laboratorio para determinar sus propiedades dinámicas.
Una manera directa de incluir la no linealidad del suelo es prescribir las relaciones cíclicas esfuerzo–
deformación con base en las evidencias experimentales. Para ello, es necesario introducir dos
conceptos: curva esqueleto y criterio de descarga–recarga. La curva esqueleto es la relación
esfuerzo–deformación que se obtiene durante la carga inicial. Para deformaciones infinitesimales
debe reflejar el comportamiento lineal del suelo. De hecho, la tangente a esta curva en el origen tiene
como pendiente el módulo de rigidez inicial o máximo. A medida que aumentan las deformaciones, la
pendiente de la tangente a la curva esqueleto va disminuyendo. Con el criterio descarga–recarga se
describen las trayectorias esfuerzo–deformación que deben seguirse durante la descarga y la
recarga. La curva esqueleto y el criterio de descarga–recarga constituyen un mecanismo sencillo para
47
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
la construcción de las relaciones cíclicas esfuerzo–deformación, como se ilustra en la figura 1.22 para
comportamiento material de tipo Masing (Newmark y Rosenblueth, 1971).
Los valores del módulo de rigidez y la relación de amortiguamiento para la deformación impuesta se
pueden estimar con las fórmulas de Hardin y Drnevich (1972)
Gc 1
= (1.82)
G max 1 + γ c γ r
48
COMENTARIOS
⎛ G ⎞
ζ c = ζ max ⎜1 − c ⎟ (1.83)
⎝ G max ⎠
donde
Gc es el módulo de rigidez
ζc es la relación de amortiguamiento del suelo, para la deformación cíclica γc
Gmax es el módulo de rigidez máximo del suelo para pequeñas deformaciones
ζmax es la relación de amortiguamiento máxima del suelo para grandes deformaciones
γr es la deformación de referencia del suelo para pequeñas deformaciones igual a τmax / Gmax
τmax es el esfuerzo cortante máximo del suelo
Según la ecuación 1.83, ζc debe interpretarse como el amortiguamiento que surge por efectos no
lineales, puesto que para deformaciones infinitesimales Gc = Gmax y por consiguiente ζc = 0. Al
considerar el amortiguamiento viscoso del material, se tiene que
ζ total = ζ v + ζ c (1.84)
donde
ζtotal es el amortiguamiento total y está formado por ζv y ζc que son los amortiguamientos
viscoso e histerético del suelo, respectivamente.
Las curvas que se obtienen con las ecuaciones 1.82 y 1.83 no reflejan completamente el
comportamiento no lineal del suelo. No obstante, se acepta que los valores derivados para el módulo
de rigidez y la relación de amortiguamiento representan los valores promedio que se tendrían ante la
deformación impuesta por una excitación armónica.
Con base en resultados clásicos sobre el comportamiento no lineal del suelo (Seed e Idriss, 1970), se
adaptaron las curvas de módulo de cortante dinámico y fracción de amortiguamiento crítico que se
ilustran en las figuras 1.24 y 1.25 para suelos arcillosos y granulares, respectivamente. A partir de
estas correlaciones se ajustaron relaciones empíricas para estimar los parámetros γr y ζmax que son
necesarios para la aplicación de las ecuaciones 1.82 y 1.83. Para arcillas saturadas se obtuvieron las
siguientes ecuaciones en términos del índice de plasticidad Ip:
En tanto que para arenas y gravas se obtuvieron las siguientes ecuaciones en términos de la
velocidad de ondas de cortante vs (m/s):
vs − 200
ζsmax = 0.2 + 0.1 (1.88)
800
49
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Cuando se conozcan las curvas de módulo de cortante dinámico y fracción de amortiguamiento crítico
para suelos específicos, éstas se preferirán en lugar de las relaciones empíricas.
El método lineal equivalente consiste en partir con las propiedades elásticas del suelo y examinar las
deformaciones que se tienen en un análisis dinámico ante una excitación. Después se hace uso de
las ecuaciones 1.82 y 1.83, o se entra en las curvas consignadas en las figuras 1.24 y 1.25, o se
emplean relaciones empíricas específicas y se adoptan los valores de velocidad de ondas de corte vs
= (Gs / ρs )1/2 y amortiguamiento ζs compatibles con el nivel de deformación obtenido del análisis lineal
inicial. Se continúa con estos valores de velocidad y amortiguamiento en un segundo análisis lineal y
se examinan nuevamente las deformaciones con el propósito de determinar los parámetros dinámicos
del suelo compatibles con el nivel de deformaciones. Típicamente, después de ocho iteraciones se
llega a valores equivalentes de velocidad y amortiguamiento que reflejan el comportamiento no lineal
del suelo ante las deformaciones impuestas por la excitación.
cnl
Fnl = (1.89)
c
50
COMENTARIOS
El cálculo de cnl se hizo tomando como excitación espectros de peligro uniforme correspondientes a
diferentes factores de distancia Fd entre 0 y 1. De estos espectros de peligro uniforme se obtuvieron
los correspondientes EAF de acuerdo con la ecuación 1.68. Con estos EAF se calcularon respuestas
de osciladores desplantados sobre la superficie de depósitos de suelo de tipo granular y arcilloso con
comportamiento no lineal. Los resultados se expresan en términos del cociente dado por la ecuación
1.89. En la figuras 1.26 y 1.27 se presentan estos resultados como funciones del periodo dominante
del terreno, Ts, para suelos granulares y arcillosos, respectivamente. Estos se indican con líneas
gruesas continuas. Se seleccionaron cuatro contrastes de impedancias, ps, y siete factores de
distancia, Fd. Para los suelos granulares se emplearon las relaciones dadas por las ecuaciones 1.87 y
1.88. Para suelos arcillosos se emplearon las relaciones dadas por las ecuaciones 1.85 y 1.86,
tomando un índice de plasticidad Ip = 150. Este valor es conservador, pues los efectos de la no
linealidad aparecerán a mayores deformaciones en comparación con índices de plasticidad menores.
Para ambos tipos de suelo se observa que cuando el periodo dominante tiende a cero, el factor de no
linealidad, Fnl, tiende a 1, y que este se reduce a medida que el periodo aumenta. Así mismo, se
observa que los efectos de la no linealidad en la respuesta máxima aumentan (factores Fnl más
pequeños = reducciones mayores) cerca de las fuentes sísmicas, es decir, cuando el factor de
distancia, Fd, tiende a 1. Para cada una de las curvas Fnl de las figuras 1.26 y 1.27, con línea delgada
punteada se índica una aproximación práctica que es conservadora en todo el dominio estudiado.
Esta aproximación es de la forma
⎧
( )
′ Ts
⎪1 − 1 − Fnl T
Fnl = ⎨ r
si Ts ≤ Tr
(1.90)
⎪
⎩ Fnl′ si Ts > Tr
donde
51
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
A partir de este examen, es claro que el factor de no linealidad Fnl, con que se reducirán las
ordenadas del espectro de diseño, por comportamiento no lineal del suelo, es función del periodo
dominante del terreno, Ts, del contraste de impedancias, ps, y de la intensidad del movimiento de
excitación, implícito en el factor de distancia Fd.
En la figura 1.28 se ilustran, con líneas delgadas discontinuas, contornos de Fnl´ como función del
contraste de impedancias, ps, y del factor de distancia Fd, correspondientes a suelos granulares y
arcillosos. Con líneas gruesas continuas se indican los contornos obtenidos con interpolación lineal a
partir de algunos valores de Fnl´ seleccionados de los contornos referidos con líneas delgadas
discontinuas. Como era de esperarse, los efectos reductores de la no linealidad del suelo se
incrementan en depósitos de suelo blando (pequeños contrastes de impedancias ps), en sitios
cercanos a las fuentes sísmicas (factores de distancia Fd cercanos a 1). En particular, para depósitos
arcillosos muy blandos, caracterizados por contrastes de impedancias ps < 0.2, y con periodos Ts < Tr,
estos efectos de la no linealidad son significativamente mayores que los que se presentan en
depósitos granulares con impedancia ps comparable. Para contrastes de impedancias ps > 0.5, estos
efectos son del mismo orden, tanto en suelos granulares como arcillosos.
52
COMENTARIOS
Figura 1.28 Contornos de Fnl´ como función del contraste de impedancias ps y del
factor de distancia Fd. Con líneas delgadas discontinuas se indican los Fnl´ obtenidos
de curvas como las que se ilustran en las figuras 1.26 y 1.27. Con líneas gruesas se
indican los contornos obtenidos mediante interpolación lineal.
v nl
Fv = (1.91)
vs
Los valores de vnl se obtuvieron del análisis no lineal descrito en la sección 3.1.6.3.1. En efecto,
después de aplicar el método lineal equivalente, descrito en la sección 3.1.6.3, se obtiene la velocidad
equivalente del depósito de suelo que es compatible con el nivel de deformaciones alcanzado durante
la excitación sísmica. Los resultados se expresan, convenientemente, en términos del cociente dado
por la ecuación 1.91. En las figuras 1.29 y 1.30 se presentan resultados análogos a los que se
presentan en las figuras 1.26 y 1.27.
Para ambos tipos de suelo se observa que cuando el periodo dominante tiende a cero, el factor de
velocidad, Fv, tiende a 1, y que este se reduce a medida que el que el periodo aumenta. Así mismo,
se observa que los efectos de la no linealidad en la velocidad aumentan (factores Fv más pequeños =
reducciones mayores) cerca de las fuentes sísmicas, es decir, cuando el factor de distancia, Fd, tiende
a 1. Para cada una de las curvas Fv de las figuras 1.29 y 1.30, con línea delgada punteada se índica
una aproximación práctica que es conservadora en todo el dominio estudiado. Esta aproximación es
de la forma
⎧
( )
′ Ts
⎪1 − 1 − Fv T
Fv = ⎨ r
si Ts ≤ Tr
(1.92)
⎪
⎩ Fv′ si Ts > Tr
donde
53
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
A partir de este examen, es claro que el factor de velocidad Fv con que se reducirá la velocidad de
propagación de ondas del suelo vs, por comportamiento no lineal del suelo, es función del periodo
dominante del terreno, Ts, del contraste de impedancias, ps, y de la intensidad del movimiento de
excitación, implícito en el factor de distancia Fd.
En la figura 1.31 se ilustran, con líneas delgadas discontinuas, contornos de Fv´ como función del
contraste de impedancias, ps, y del factor de distancia, Fd, correspondientes a suelos granulares y
arcillosos. Con líneas gruesas continuas se indican los contornos obtenidos a partir de algunos
54
COMENTARIOS
valores de Fv´ seleccionados de los contornos referidos con líneas delgadas discontinuas y haciendo
uso de la interpolación lineal. Nuevamente, los efectos de la no linealidad del suelo en la velocidad vs,
se incrementan en depósitos de suelo blando (pequeños contrastes de impedancias ps) en sitios
cercanos a las fuentes sísmicas (grandes factores de distancia Fd). Al igual que los contornos de Fs y
Fr, los resultados ilustrados en las figuras 1.28 y 1.31 muestran que el uso de la interpolación lineal, a
partir de unos cuantos valores, puede suministrar magníficos resultados.
Figura 1.31 Contornos de Fv´ como función del contraste de impedancias ps y del factor
de distancia Fd. Con líneas delgadas discontinuas se indican los Fv´ obtenidos de
curvas como las que se ilustran en las figuras 1.29 y 1.30. Con líneas gruesas se
indican los contornos obtenidos mediante interpolación lineal.
⎧ Te
⎪a 0 + ( β c-a 0 ) T ; si Te < Ta
⎪ a
⎪
⎪
⎪βc; si Ta ≤ Te < Tb
⎪
Sa(Te ) ⎪
= ⎨ ⎛ T ⎞r (1.93)
g ⎪βc ⎜ b ⎟ ; si Tb ≤ Te < Tc
⎪ ⎝ Te ⎠
⎪
⎪
⎪ r
⎡ 2
⎤ 2
⎪β c ⎛ Tb ⎞ ⎢ k + (1-k ) ⎛ Tc ⎞ ⎥ ⎛ Tc ⎞ ; ⎧2s si Tb < 2s
si Te ≥ Tc = ⎨
⎪ ⎝⎜ Tc ⎠⎟ ⎢ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟
⎝ Te ⎠ ⎥ ⎝ Te ⎠ ⎩Tb si Tb ≥ 2s
⎩ ⎣ ⎦
55
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
La forma del espectro suavizado depende de ocho parámetros: a0, que es la aceleración máxima del
terreno; c, que es la ordenada espectral máxima; Ta, Tb y Tc, que son periodos característicos del
espectro; β que es el factor de amortiguamiento, r que es el parámetro que controla la caída de las
ordenada espectrales para Tb ≤ Te < Tc, y finalmente k, que es el parámetro que controla la caída de la
ordenada espectral para Te ≥ Tc. El valor r está comprendido en el intervalo 0.5 ≤ r ≤ 1. Se trata de una
relación adaptada de códigos mexicanos anteriores que para periodos del terreno menores que 0.5 s
se especifica igual a 0.5, periodos del terreno mayores que 1.0 s se especifica igual a 1.0 y para
periodos entre los límites de estos intervalos se especifica con una dependencia lineal con el periodo
de sitio (r = Ts).
El factor de amortiguamiento, β, permite modificar las ordenadas espectrales para tomar en cuenta
otros niveles de amortiguamiento estructural, o bien, los efectos de la interacción suelo–estructura en
el amortiguamiento. Su ecuación está dada por (Ruiz e Hidalgo-Toxqui, 2008).
⎧ 0.45 si Te < Tc
λ
⎛ 0.05 ⎞ ⎪⎪
β=⎜ ⎟ ; con λ = ⎨ ⎛T ⎞ (1.94)
⎝ ζe ⎠ ⎪0.45 ⎜ c ⎟ si Te ≥ Tc
⎪⎩ ⎝ Te ⎠
El usuario deberá calcular el factor β para el valor de amortiguamiento requerido en el diseño, ya sea
por la naturaleza del proyecto estructural o por incluir los efectos de interacción suelo–estructura. En
este último caso deberá tomar en cuenta que el periodo estructural especificado en la ecuación 1.94,
corresponde al periodo estructural modificado por interacción, es decir, el periodo efectivo. Una vez
determinado el factor de amortiguamiento, β, podrá modificar las ordenadas espectrales de acuerdo
con la ecuación 1.93. Para amortiguamientos estructurales ζe = 5%, en ausencia de los efectos de
interacción suelo–estructura, o bien, en los extremos del espectro de diseño (Te = 0 y Te = ∞) se tiene
β = 1.
Las formas espectrales para Te < Tb son las mismas que se han usado en los códigos mexicanos
desde hace muchos años. Sin embargo, para Te ≥ Tb se propone una forma nueva que depende
precisamente del valor de Tb (en vista de la condición impuesta en Tc según la ecuación 1.93). Si
Tb < 3 s se tiene un espectro de diseño de cuatro ramas, mientras que si Tb ≥ 3 s el espectro es de tres
ramas, ya que la rama en el intervalo Tb ≤ Te < Tc desaparece, pues Tc = Tb. Con esta forma se tiene
una descripción más adecuada de los espectros de desplazamiento en el intervalo de periodos en
que Te ≥ Tc. Como se sabe, a periodos largos el desplazamiento espectral tiende a una constante, que
es el desplazamiento máximo del suelo, Dmax. En vista de la relación entre pseudoaceleración y
desplazamiento (Sd = Sa Te2 / 4π2), lo anterior sólo puede lograrse si el espectro de pseudoaceleración
decae al menos como Te2 para periodo suficientemente largo. Las formas que estipulan prácticamente
todos los reglamentos del mundo para el espectro de pseudoaceleración señalan un decaimiento más
lento, que conduce a que el espectro de desplazamiento, en muchos casos, crezca indefinidamente
con el periodo. Esto es inadecuado, especialmente donde pueden presentarse grandes
desplazamientos espectrales para Te ≈ Ts, y desplazamientos considerablemente menores para
Te >> Ts. Por ejemplo, el registro obtenido en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes durante
el sismo del 19 de septiembre de 1985 (componente EW) presenta un desplazamiento espectral
máximo de 120 cm, y alrededor de 20 cm para Te >> Ts. Por ello, se busca que la forma espectral
56
COMENTARIOS
Este nuevo parámetro k tiene significado físico. En la ecuación 1.93 puede observarse que,
independientemente del valor de k, cuando Te tiende a infinito, el espectro de pseudoaceleración
tiende a cero, pero el espectro de desplazamiento tiende a una constante (Dmax / g) dada por:
1/2
D max cT 2 ⎛ Tb ⎞
= k c2 ⎜ ⎟ (1.95)
g 4π ⎝ Tc ⎠
1/2
Sd max cT 2 ⎛ T ⎞
= β c2 ⎜ b ⎟ (1.96)
g 4π ⎝ Tc ⎠
D max
k= (1.97)
Sd max β
Para movimientos monocromáticos, conocidos como de banda angosta puede demostrarse que
k = βa0 / c, es decir, k = β / Fr, siendo Fr el factor de respuesta. Estos movimientos son típicos de
depósitos de suelo muy blandos. Por ello, para suelos de este tipo será conservador especificar el
coeficiente k como el valor máximo k = max{0.35, β / Fr}.
57
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
estado límite de servicio. Particularmente, en este estado límite se busca prevenir el daño estructural.
Para terreno rocoso, que es el tipo de terreno que sirvió de referencia para esta optimación, el factor
5.5 se adoptará para reducir todas las ordenadas del espectro de diseño. Para suelos deformables
habrá que tomar en cuenta tanto la reducción de las ordenadas espectrales como el corrimiento de la
meseta espectral debido a los efectos no lineales que se incluyen explícitamente en los espectros de
colapso.
En este Manual, los espectros de colapso, Sacol, y de servicio, Saser, se construyen siguiendo las
ecuaciones 1.12 a 1.19 de la sección de recomendaciones, considerando las particularidades del
espectro de servicio dadas por las ecuaciones 1.21 a 1.23 de la misma sección. Considérese que el
Factor de servicio, Fser, se define como el cociente entre los espectros de colapso y de servicio, es
decir
Sa col
Fser = (1.98)
Sa ser
Para terreno rocoso Fser = 5.5 es constante. Para suelos deformables, este factor es una función del
periodo estructural, que además, depende de los factores de comportamiento no lineal del suelo. Esta
es una razón para adoptar espectros independientes para los estados de servicio y colapso, y con
ellos realizar cálculos de respuesta estructural para cada estado límite en forma explicita. Este
camino sustituye al enfoque en que sólo se realizan cálculos para el estado de prevención de colapso
y, posteriormente, se realizan correcciones para determinar los desplazamientos en la revisión del
estado límite de servicio.
58
COMENTARIOS
condiciones locales del terreno. Estos registros pueden emplearse como funciones de Green
empíricas para ser escalados a magnitudes de sismos de mayor tamaño. El escalamiento debe ser
congruente con el peligro sísmico aceptado para el sitio. Por ello, cada registro deberá escalarse de
acuerdo con la magnitud que se especifica para la fuente sísmica que le dio origen y que, se espera,
sea excedida en el periodo de retorno asociado al diseño óptimo de estructuras en el sitio. Los
detalles acerca del empleo de registros de aceleración como funciones de Green empíricas puede
consultarse en los trabajos de Hartzell (1978) y Ordaz et al, (1993). Se requiere entonces que el sitio
esté instrumentado. De no ser así, se hará uso de acelerogramas sintéticos. Estos acelerogramas se
construirán con algún criterio que garantice que las ordenadas espectrales de respuesta, de cada
simulación, describan los detalles del peligro sísmico estipulado mediante el espectro de diseño, para
ello, se sugiere consultar los trabajos de Der Kiureghian y Neuenhofer (1991), Park (1995) y Pérez
Pérez y Ordaz (2003). Finalmente, en el programa PRODISIS se tiene la opción de generar un
acelerograma sintético cuya contenido de frecuencias se deduce del espectro de diseño de sitio, que
contiene las amplificaciones dinámicas del terreno.
Supóngase que es de interés determinar el valor en las coordenadas (x, y) localizadas entre los
nodos dados por las coordenadas (xj, yi), (xj+1, yi), (xj, yi+1) y (xj+1, yi+1), y cuyas ordenadas
corresponden a los valores Fi,j, Fi,j+1, Fi+1,j y Fi+1,j+1. Esta situación se ilustra en la figura 1.32, en que se
indica la distancia relativa entre el punto de interés, con coordenadas (x, y) y el punto de referencia
(xj, yi), es decir dx y dy. De acuerdo con esto xj < x < xj+1 y yi < y < yi+1.
x, y
dx
dy
59
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
x − xj
dx = (1.99)
x j+1 − x j
y − yi
dy = (1.100)
yi +1 − yi
Fy,x = Fi, j (1 − dx)(1 − dy) + Fi +1, j+1dxdy + Fi, j+1dx(1 − dy) + Fi +1, j (1 − dx)dy (1.101)
60
COMENTARIOS
SECCIÓN 3.2
CLASIFICACIÓN DE LAS
ESTRUCTURAS
61
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
3.2.1 INTRODUCCIÓN....................................................................................................... 63
62
COMENTARIOS
3.2.1 INTRODUCCIÓN
La naturaleza de los temblores es a tal grado impredecible que un análisis probabilista del problema
lleva a elegir cargas de diseño que sean función de la importancia de la estructura. La elección del
temblor de diseño de manera probabilista equivale a aceptar un valor para la probabilidad de falla o
daño de la estructura. Esta situación obliga a asignar un grado de seguridad a la estructura de
acuerdo con su importancia, que debe basarse en una comparación entre los costos de la estructura
diseñada para diversas intensidades, los valores esperados de los costos debidos a las posibles
fallas y los beneficios que se deriven de la estructura mientras se encuentre en servicio. Sin embargo,
para el diseño racional de las construcciones, deben tomarse en cuenta los aspectos relacionados
con su estructuración, así como su desempeño ante solicitaciones dinámicas, particularmente las
producidas por grandes temblores.
c) Lograr que a raíz de cualquier temblor sigan operando las estructuras que prestan servicios o
cumplen funciones esenciales.
Para distinguir entre los tipos de estructuras considerados, las construcciones se agruparon de
acuerdo con los efectos sísmicos inherentes a ellas tales como son la generación de fuerzas de
inercia laterales, fuerzas de inercia verticales debidas a la acción del componente horizontal del
movimiento sísmico, pares de inercia debidos a la rotación de la masa de la estructura, fuerzas de
inercia distribuidas continuamente, fuerzas hidrodinámicas, empujes de tierra y esfuerzos
63
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
No todo el exceso de la capacidad estructural real ante sismo con respecto a la calculada se debe a
comportamiento dúctil. La mayoría de las estructuras posee reservas de capacidad ante carga
sísmica no consideradas en el diseño convencional. Estas reservas extras son consecuencia de
diversas situaciones tales como: a) el uso de factores reductores de la resistencia en el diseño, b) las
resistencias reales de los materiales exceden en promedio a sus resistencias nominales, c) las
fórmulas que se emplean para calcular la capacidad de la sección de un miembro estructural ante
diversos tipos de solicitación son siempre conservadoras y d) al redondear los cálculos en el diseño,
sistemáticamente, se cometen errores del lado conservador, lo mismo que al escoger las
dimensiones de los elementos estructurales.
En vista de lo anterior, la manera de caracterizar las estructuras de acuerdo con su capacidad para
absorber energía es por medio del factor de comportamiento sísmico Q, que no solamente depende
de la estructuración y ductilidad sino que también refleja reservas en capacidad estructural que
actualmente no se pueden considerar explícitamente.
En la sección de comentarios elaborada para cada uno de los tipos de estructuración considerados
en la tabla 2.2 de la sección de recomendaciones 3.2.3, se discuten los detalles que se deben
satisfacer para adoptar los factores de comportamiento sísmico provistos para el diseño.
Para modelar el comportamiento no lineal, prácticamente todos los reglamentos del mundo están
basados en análisis de un sistema de un grado de libertad con comportamiento elastoplástico. Es con
este modelo que se determina la resistencia necesaria para limitar las demandas de ductilidad a un
valor especificado, que se llamará Q. Es usual expresar la resistencia necesaria para lograr una
demanda de ductilidad dada, C(Te,Q), como una fracción de la resistencia necesaria para tener una
demanda de ductilidad unitaria (comportamiento elástico), C(Te,1). Ambas resistencias dependen del
periodo estructural, Te. Este cociente, llamado Q´, se calculará con la siguiente ecuación
64
COMENTARIOS
C(Te ,1)
Q'(Te ,Q) = (2.1)
C(Te ,Q)
La forma de la función Q´ ha sido ampliamente estudiada en los últimos años (Krawinkler y Rahnama,
1992; Miranda, 1993; Miranda y Bertero, 1994). En particular, Ordaz. y Pérez-Rocha, (1998)
observaron que, bajo circunstancias muy generales, Q´ depende del cociente entre el desplazamiento
espectral, Sd(Te) y el desplazamiento máximo del suelo, Dmax, de la siguiente manera:
α
⎛ Sd(Te ) ⎞
Q'(Te ,Q) = 1 + (Q − 1) ⎜ ⎟ (2.2)
⎝ D max ⎠
⎧ β Te
⎪1 + (Q − 1) ; si Te ≤ Tb
⎪ k T b
⎪⎪
Q' = ⎨ (2.3)
⎪
⎪
⎪1 + (Q − 1) β p ; si Te > Tb
⎪⎩ k
donde
2
⎛T ⎞
p = k + (1 − k) ⎜ b ⎟ (2.4)
⎝ Te ⎠
65
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
⎧ 1
⎛
⎪ a + (βc − a ) T e ⎞ 2
⎪⎜ Ta ⎛ Tc ⎞ ⎟ Te
0 0 r
⎪⎜ ⎜ ⎟ ⎟ Te ≤ Ta
⎪⎜ ck ⎝ Tb ⎠ ⎟ Tc
⎜
⎪⎝ ⎟
⎠
⎪
⎪
⎪ 1
⎪ ⎛β⎛T ⎞ ⎞ T r 2
1
⎪ ⎜ ⎜ c⎟ ⎟ e Ta < Te ≤ Tb
⎛ Sd ( Te ) ⎞ 2 ⎪ ⎜ k ⎝ Tb ⎠ ⎟ Tc
⎜ ⎟ =⎨ ⎝ ⎠ (2.5)
⎝ D max ⎠ ⎪
⎪
⎪ 1
⎪ ⎛β⎛T ⎞ ⎞ T r 2
⎪ ⎜ ⎜ c⎟ ⎟ e Tb < Te ≤ Tc
⎪ ⎜ k ⎝ Te ⎠ ⎟ Tc
⎝ ⎠
⎪
⎪
⎪ 1
⎪ ⎛ β ⎞2
⎪ ⎜ p ⎟ Te > Tc
⎩ ⎝k ⎠
Nótese que la primera rama de la ecuación 2.5 parte del origen y crece como Te3/2. Por su parte, la
segunda rama es una recta que, en el intervalo Te ≤ Ta, es una magnifica aproximación de la primera
rama no lineal. Por ello, se dejó esta segunda rama para cubrir el intervalo Te ≤ Tb. Es decir, por
sencillez se decidió hacer una variación lineal entre Q´ = 1 para Te = 0 y Q´ = (β/k)1/2 (Tc/Tb)r/2-1 para
Te = Tb. De acuerdo con la ecuación 2.2, el valor máximo de Q´ se presentará cuando Sd(Te) sea
máximo, que ocurre en Te = Tc. En este periodo se tiene que Sd(Te)/Dmax = β/k, de donde se desprende
que, si α = 1/2, el valor máximo de Q´ es
β
Q 'max = 1 + (Q -1) (2.6)
k
A diferencia de lo que ocurría con la reducción por ductilidad en el MDOC-DS93, en esta nueva
versión el valor de Q´ puede ser más grande que Q. De acuerdo con la ecuación 2.6, esto ocurre sólo
cuando k < 1 , que a su vez sucede para suelos blandos. El análisis de los registros obtenidos en
zona de lago de la Ciudad de México producidos por el sismo del 19 de septiembre de 1985, permitió
identificar por primera vez que, en suelos blandos, Q´ puede ser mayor que Q en cierto intervalo de
periodos (Meli y Ávila, 1988). Este hecho se ha verificado posteriormente analizando cientos de
acelerogramas (Miranda, 1993; Ordaz y Pérez-Rocha, 1998). Para periodo muy largo (Te >> Tc),
puede verificarse con las ecuaciones 2.3 y 2.4 que, como lo exige la dinámica estructural, Q´ tiende a
Q.
66
COMENTARIOS
SECCIÓN 3.3
ESTRUCTURAS TIPO 1
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
67
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
68
COMENTARIOS
Este Manual considera esencialmente dos estados límites principales para el diseño sísmico de
estructuras de edificios: a) el nivel de servicio, en el que se revisan las deformaciones para limitar los
daños y, b) el nivel de prevención de colapso, en que se determinan las resistencias y se revisan las
deformaciones para prevenir la falla estructural. Los choques contra estructuras adyacentes y rotura
de vidrios se toman en cuenta en el nivel de prevención de colapso. Pueden existir casos donde se
requiera recurrir a criterios complementarios para el diseño sísmico de este tipo de estructuras, no
cubiertos en este Manual, por lo que en esos casos se puede consultar en libros reconocidos (Bazán
y Meli, 1999) o justificarlos fehacientemente ante las autoridades o comités competentes en cada
caso.
Por otro lado, las ordenadas espectrales dependen del amortiguamiento. En el caso específico de
edificios, se ha empleado tradicionalmente una fracción de amortiguamiento de 5% del valor crítico.
Sin embargo, uno de los efectos importantes de la interacción suelo–estructura es la modificación de
los periodos naturales del sistema y de su amortiguamiento, lo cual repercute directamente en la
respuesta, ya sea incrementando o reduciendo su valor. Los efectos de interacción pueden ser en
algunos casos igual o más importantes que aquellos inducidos por las condiciones locales del terreno.
La manera de tomar en cuenta los efectos de interacción suelo–estructura se describen en la sección
correspondiente de este Manual. Sin embargo, es conveniente incluir, en los espectros empleados
para edificios, un factor de amortiguamiento, β, con que se consideran los efectos del
amortiguamiento en la ordenada espectral. De esta manera, se podrá realizar esta corrección cuando
se justifique emplear un amortiguamiento diferente al 5%.
Al revisar los requisitos que se deben satisfacer para usar Q = 4 debe ponerse énfasis en que:
1. Los marcos dúctiles tienen la capacidad de desarrollar las más altas ductilidades de todos los
sistemas estructurales. La reducción en la ductilidad que puede desarrollarse cuando se recurra
a muros o contravientos se ve contrarrestada por la doble línea de defensa que suministra el
requisito de que los marcos, por sí solos, puedan resistir al menos la mitad de la fuerza cortante
en cada entrepiso, como si los muros y contravientos hubieran fallado totalmente. Para verificar
este requisito, se debe comparar la fuerza cortante que le corresponde a los marcos con la fuerza
69
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
cortante total. En el análisis donde se tomen en cuenta los muros de concreto debe verificarse
que estos sean continuos en su plano desde la cimentación, de lo contrario deben tomarse
precauciones especiales.
2. Dada una capacidad en cortante, la energía que se disiparía ante la falla de los muros de
mampostería sería apreciablemente menor que la disipada ante la falla de muros de concreto o
contravientos de acero o concreto reforzado.
3. Una causa frecuente de falla en estructuras de varios pisos es la denominada planta baja débil o,
con mayor generalidad, planta débil. No necesariamente ocurre cuando un entrepiso es más
débil de lo que requeriría un código de construcción, sino cuando el resto de los entrepisos son
demasiado resistentes. Dado un movimiento del terreno, la situación más favorable es aquélla en
que la disipación de energía por deformación inelástica se reparte uniformemente en todos los
entrepisos. Si todos los entrepisos menos uno, o unos cuantos, están sobrediseñados, aquél o
aquéllos que no lo estén tienen que encargarse de la totalidad de la energía que ha de disiparse
en deformación inelástica, lo cual les impone una enorme demanda de ductilidad.
Para que pueda aprovecharse un factor de ductilidad elevado, hay que asegurarse de que en
ningún entrepiso el cociente de la fuerza cortante resistente entre la actuante sea muy inferior al
promedio. Una estimación burda de este cociente se puede obtener mediante la suposición de
que la estructura se comporta como una de cortante. Así, la fuerza resistente de entrepiso se
calcula como la suma de las fuerzas cortantes resistentes de las columnas más las de los muros.
4. Para que puedan desarrollarse altos factores de ductilidad y sus beneficios no se pierdan por
deterioro, deben satisfacerse requisitos que se marcan en las normas técnicas para estructuras
de concreto vigentes (NTCC-2004, 2004). Estos esencialmente tienden a asegurar, bajo la
condición de que no se presente una falla frágil, que la capacidad de marcos y muros se alcanza
por fluencia del acero de refuerzo longitudinal en tensión, o bien, del concreto en compresión si
está debidamente confinado.
Si se utilizan marcos con contravientos, es importante tener en cuenta que, de acuerdo con la
filosofía de diseño de la norma, los contravientos son los elementos que deben fallar primero, es
decir, se diseña con una filosofía de contraviento más débil – viga débil – columna fuerte. Para
lograrlo, deberá recurrirse a los criterios de diseño por capacidad donde, para este caso, deberán
dimensionarse primero los contravientos, después las vigas y posteriormente las columnas y
revisar los nudos. En el diseño tanto de columnas como de vigas es importante tomar en cuenta
el nivel de carga axial que la configuración de los contravientos pueden imponerles (Godínez y
Tena, 2007).
5. Tratándose de marcos metálicos, se deben satisfacer los requisitos para marcos con ductilidad
alta que se fijan en las normas técnicas complementarias para estructuras metálicas vigentes
(NTCEM-2004, 2004). En estructuras metálicas las limitaciones que tienden a asegurar su
ductilidad sin deterioro significativo son tales que prácticamente impiden que se presenten fallas
frágiles o por pandeo. El pandeo comparte con las fallas frágiles el hecho de que la capacidad
disminuye rápidamente en cuanto se alcanza la carga máxima, que implica que se disipe poca
energía en el proceso, sobre todo cuando la relación de esbeltez del contraviento es grande. Si
se utilizan marcos con contravientos, al igual que para marcos de concreto, es importante
asegurar que los contravientos sean los elementos que fallen primero utilizando criterios de
diseño por capacidad, congruentes con una filosofía de diseño contraviento más débil – viga débil
– columna fuerte (Tapia y Tena, 2007).
70
COMENTARIOS
Los requisitos para el empleo de Q = 3 son parecidos a los anteriores, salvo que pueden no
satisfacerse el 1 ó el 3 y que, en vez de marcos de concreto reforzado, es aceptable que haya losas
planas siempre que su diseño asegure el desarrollo de una ductilidad razonable para impedir fallas
muy concentradas en las intersecciones losa–columna. A tal grado son vulnerables las losas planas
que, siempre y cuando se cumpla con los requisitos establecidos en las normas técnicas para
estructuras de concreto (NTCC-2004, 2004), no parece excesivamente optimista permitir Q = 3.
En todas las recomendaciones para los distintos valores de Q, se hace énfasis en que deben
satisfacerse los requisitos establecidos en las normas técnicas complementarias correspondientes
que sean vigentes, que al momento de la elaboración de este Manual son las NTCC-2004 (2004)
para estructuras de concreto, las NTCEM-2004 (2004) para estructuras metálicas, las NTCM-2004
(2004) para estructuras de mampostería y las NTCMAD-2004 (2004) para estructuras de madera.
Dado que las normas técnicas complementarias son objeto de revisiones periódicas, deberán
utilizarse siempre las normas técnicas complementarias que estén más actualizadas.
También se reconoce que es común que en una estructura se utilicen dos sistemas estructurales con
distintas capacidades de deformación lateral en direcciones ortogonales, por ejemplo, marcos dúctiles
con contravientos en una dirección y marcos no dúctiles con muros en la dirección ortogonal, como se
ilustra en la figura 3.1, por lo que en estos casos se podrá utilizar distintos valores de Q para cada
dirección ortogonal, es decir, Q = 2 en la dirección de los marcos no dúctiles con muros (eje Y) y,
dependiendo del balance de rigidez, resistencia y del detallado, Q = 3 o Q = 4 en la dirección de los
marcos dúctiles con contravientos (eje X).
Los conceptos relacionados con la reducción de fuerzas sísmicas por ductilidad, Q´, se discuten con
detalles en la sección de comentarios 3.2.5.
71
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
4
Figura 3.1. Planta de edificio con distintas estructuraciones en direcciones
ortogonales.
Existen diversas fuentes de sobrerresistencia. Se tiene, por un lado, que los valores nominales de las
resistencias de los materiales son, por definición, generalmente menores que sus resistencias reales.
Por otro lado, muchos de los modelos que se emplean para evaluar resistencias tienen
simplificaciones del lado de la seguridad. Una discusión profunda de estos aspectos se presenta, por
ejemplo, en Miranda (1991), Luaces (1995), Paulay (1996), Luna (2000) y Correa (2005), entre otras
fuentes.
Quizás una de las fuentes más grandes de sobrerresistencia en muchas estructuras sea el
procedimiento mismo de diseño que se utiliza en las disposiciones reglamentarias. Las normas
especifican que la estructura debe analizarse ante fuerzas reducidas por el factor Q´ y debe
suministrarse a las secciones una resistencia tal que se mantengan elásticas ante estas fuerzas. Por
tanto, si una sección fluye ante las cargas reducidas, deberá aumentarse su resistencia hasta que
esto no ocurra.
Se supone entonces que la resistencia nominal de la estructura es aquella con que ninguna sección
fluye. En realidad, algunas secciones fluirán ante el sismo de diseño, y los requisitos normativos
están orientados a que las demandas de ductilidad en estas secciones no sobrepasen su capacidad
(Ordaz et al, 2003). Sin embargo, el comportamiento global de la estructura no es, en general,
estrictamente elastoplástico, particularmente en estructuras con materiales que exhiben
degradaciones de rigidez y/o de resistencia importantes, como el concreto reforzado y la
mampostería. Sólo lo sería en estructuras hechas con materiales como el acero, si no se presentan
fallas súbitas por fractura o pandeo y si todas las secciones fluyeran al mismo tiempo, que puede
72
COMENTARIOS
ocurrir sólo en estructuras de pocos grados de libertad. Esto implica que la resistencia global real de
la estructura es superior a la nominal.
Por ejemplo, en las NTCS–2004 (2004), la propuesta del valor índice se basa en estudios conducidos
en sistemas de marcos de concreto reforzado y en ella se reconoce de manera indirecta en función
del cociente Te/Ta que la sobrerresistencia en estructuras de pocos niveles (periodo corto) es mayor
que las de varios niveles (periodo largo) debido al mayor impacto que en el diseño estructural tiene la
combinación con cargas verticales en este caso, lo cual lo han confirmado otros estudios recientes
(Terán, 2005).
En los reglamentos de los Estados Unidos (FEMA–302, 1997; FEMA–368, 2001; ASCE–7, 2005;
IBC–2006, 2006) se reconoce que la sobrerresistencia depende del sistema estructural, y por ello se
proponen distintos valores o constantes a estructuras con base en muros de carga, con base en
marcos a momento, con base en marcos contraventeados, etc.
En este Manual se propone entonces que la reducción por sobrerresistencia, R, dependa tanto del
sistema estructural como del periodo estructural y está dada por la ecuación 3.1 de la sección de
recomendaciones 3.3.1.3.
La propuesta se basa en los valores recomendados en las NTCS-2004 (2004) y en los reglamentos
de los Estados Unidos (FEMA–302 1997, FEMA–368, 2001, ASCE–7, 2005, IBC–2006, 2006),
además de estudios analíticos recientes realizados en estructuras diseñadas conforme a los
lineamientos de los reglamentos de México para marcos no dúctiles (Luna, 2000; Luna y Tena, 2000;
Terán, 2005) y dúctiles de concreto reforzado (Luaces, 1995; Luna, 2000; Correa, 2005; Terán, 2005;
Tena y Correa, 2006; Gatica, 2007), para marcos dúctiles de acero con contraventeo concéntrico
(Tapia, 2005; Tapia y Tena, 2005), para marcos dúctiles de concreto reforzado con contraventeo
concéntrico (Godínez y Tena 2007) y estudios experimentales en mesa vibradora de estructuras de
mampostería confinada (Vázquez 2005).
73
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Como se aprecia en la figura 3.2, la curva propuesta para R prácticamente coincide con la de las
NTCS-2004 para R = 2. La mejora en esta propuesta es que se reconoce que hay otros sistemas
estructurales que desarrollan mayores sobrerresistencias, en función del valor índice R0, como se
indica en esa misma figura. Sin embargo, cabe señalar nuevamente que deben seguirse conduciendo
estudios para distintos sistemas estructurales que permitan en el futuro proponer factores de
reducción por sobrerresistencia más adecuados para los distintos sistemas estructurales que se
emplean en México.
3
.
5
3
.
0
N
T
C
S
-
2
0
0
4
R = 2.0
M
D
O
C
-
9
3
2
.
5
R0= 2.0
R
M
D
O
C
-
9
3
R0= 2.5
M
D
O
C
-
9
3
R0= 3.0
2
.
0
1
.
5
0
.
0
0
.
5
1
.
0
1
.
5
2
.
0
Te / Ta
Figura 3.2. Propuesta del factor de reducción por sobrerresistencia, R
Es por ello que se incorpora el concepto de factor por redundancia, ρ. Este concepto fue inicialmente
incluido en el reglamento UBC–97 (1997) y desde ese entonces el concepto ha evolucionado en las
recomendaciones de diseño sísmico más recientes de los Estados Unidos (ASCE-7, 2005; IBC–2006,
2006).
La propuesta de corrección por redundancia considera que ésta ya ha sido de alguna manera tomada
en cuenta indirectamente en los valores del factor de comportamiento sísmico Q y del factor de
reducción por sobrerresistencia, R, por lo que se requieren hacer ajustes para los sistemas más
74
COMENTARIOS
redundantes y menos redundantes. En todos los casos, se enfatiza que cualquier estructura debe
poseer al menos dos marcos o líneas de defensa paralelas en la dirección de análisis, por lo que no
será aceptable estructurar edificios con una sola línea de defensa en la dirección de análisis, como
pudiera ser, por ejemplo, una estructuración tipo péndulo invertido.
Se propone ρ = 1.25 para sistemas redundantes, donde tres o más marcos de tres o más crujías
resisten al sismo actuante en una misma dirección. Estudios relativamente recientes sobre este tipo
de sistemas han mostrado su estabilidad y que, por otra parte, son capaces de desarrollar demandas
de deformación y factores de sobrerresistencia mayores a los propuestos en su diseño (Luna, 2000;
Correa, 2005; Tapia, 2005; Gatica, 2007).
Se propone ρ = 0.8 para los sistemas poco redundantes, como los marcos de una sola crujía tomando
en cuenta lo siguiente: (a) la vulnerabilidad de este tipo de estructuraciones se ha puesto de
manifiesto en muchos sismos recientes como en Northridge en 1994 o Kobe en 1995, particularmente
si tienden a ser esbeltas, (b) esta estructuración tiende a concentrar la plasticidad y a que se formen
mecanismos frágiles de piso débiles o mixtos con plasticidad concentrada en columnas en lugar del
mecanismo deseado de viga–débil, columna fuerte, como se ha presentado en estudios de edificios
diseñados conforme a reglamento y donde este tipo de estructuración tuvo un comportamiento
insatisfactorio (Tena, 2001b; Tena, 2004) y, (c) algunos estudios conducidos en marcos de concreto
reforzado de una sola crujía para estimar factores de sobrerresistencia han reportado valores de R =
1.5 o inferiores para marcos diseñados con Q = 2 (Terán, 2005), que resulta 75% inferior al valor
mínimo recomendado R = 2 obtenido en estudios de marcos de dos o tres crujías por lo menos.
Para ilustrar cómo se debe aplicar el concepto de factor por redundancia, considérense los dos
edificios con base en marcos cuyas plantas se muestran en la figura 3.3. El primer edificio (figura
3.3a) cuenta con ocho marcos de una sola crujía en la dirección Y, por lo tanto, en la dirección Y
deberá tomarse ρ = 0.8; mientras que en la dirección X cuenta con dos marcos de siete crujías, por lo
que en esta dirección deberá tomarse ρ = 1.0. El segundo edificio (Figura 3.3b), cuenta con ocho
marcos de dos crujías en la dirección Y, por lo tanto, en la dirección Y deberá tomarse ρ = 1.0,
mientras que en la dirección X cuenta con tres marcos de siete crujías, por lo que en esta dirección
deberá tomarse ρ = 1.25. Este ejemplo ilustra el espíritu del factor por redundancia, dado que de la
observación de la Figura 3.3 resulta claro que la estructura mostrada en la Figura 3.3b es más
redundante que la mostrada en la Figura 3.3a, y esto se reconoce en el diseño en este Manual.
Para terminar de ilustrar el concepto, si uno considera al edificio de la figura 3.1, este cuenta con
cinco marcos de tres crujías en la dirección Y, por lo tanto, en la dirección Y deberá tomarse ρ = 1.25,
75
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
mientras que en la dirección X cuenta con cuatro marcos de cuatro crujías, por lo que en esta
dirección también deberá tomarse ρ = 1.25.
Aunque la propuesta se basa en los resultados de varios estudios, también está basada en la
intuición y la experiencia, por lo que es susceptible de revisión y de mejoras que se verán reflejadas
en futuras revisiones de este Manual.
Por ello es que se incluye ahora un factor de corrección por comportamiento histerético degradante
Acd para estructuras ubicadas en suelos blandos y que sean susceptibles a desarrollar
comportamientos histeréticos con degradaciones de rigidez y/o resistencia, como son las estructuras
de concreto reforzado y de mampostería, entre otras, basado en la propuesta de Terán (2005) que
76
COMENTARIOS
concreta muchos estudios previos conducidos en México (Miranda y Ruiz, 1999; Terán y Espinoza,
2003; Terán y Jirsa, 2003) y a nivel mundial (Fajfar, 1992; Bertero, 1997; Panagiotakos y Fardis,
2001).
El factor propuesto está acotado a estructuras ubicadas en suelos blandos, dado que aún no existe
una propuesta concreta para otros tipos de terreno.
1.6
Espectro elástico
1.4
Espectro reducido
1.2
1.0
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 4.5 5.0
77
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Las condiciones de regularidad que se establecen para edificios desde ese entonces son el resultado
de la intuición frecuentemente confirmada por la experiencia. El propósito de establecer límites de
regularidad es considerar la mayor vulnerabilidad de las estructuras irregulares ante sismo, y
establecer recomendaciones para incrementar su seguridad. Una presentación conceptual y profunda
de cómo afectan las irregularidades el diseño sísmico de estructuras se presenta, entre otras fuentes,
en Arnold y Reitherman (1986).
1. Con la condición de simetría aproximada se tratan de limitar las torsiones que puedan
presentarse, puesto que a pesar de que se tomen en cuenta las torsiones que pueden introducir
las asimetrías, cuanto mayor es la torsión en una estructura, tanto mayor es la incertidumbre
respecto a los resultados de los métodos de análisis y diseño aproximados establecidos en este
Manual con respecto a la respuesta inelástica real esperada, sobre todo cuando se diseña para
valores altos de Q.
2. A medida que crece la esbeltez de un edificio se incrementan los momentos de volteo, lo que lo
que trae consigo mayor importancia de los efectos P–Δ, deformaciones importantes en los
entrepisos intermedios, la axialización excesiva de las columnas de esquina en los niveles
inferiores en estructuras con base en marcos y problemas en la cimentación. De nuevo, ello
implica incertidumbres mayores sobre los resultados del análisis y frecuentemente modos de falla
más peligrosos. Se han observado fallas importantes y colapsos de estructuras de este tipo en
varios sismos importantes, incluyendo el sismo del 19 de septiembre de 1985, el sismo de
Northridge de 1994 y el sismo de Kobe de 1995. También existen estudios analíticos donde se
reportan potenciales colapsos en estructuras que, entre otras irregularidades, son esbeltas
(Tena, 2001b).
3. En edificios muy alargados, la mayor flexibilidad y la menor capacidad de los sistemas de piso,
trabajando como diafragmas horizontales, pueden disminuir la eficiencia de los sistemas
resistentes verticales, y aumentar la incertidumbre sobre los resultados del análisis e introducir
nuevos modos de falla. Se han observado fallas importantes y colapsos de estructuras de este
tipo en varios sismos importantes, incluyendo el sismo del 19 de septiembre de 1985. También
existen estudios que corroboran la distinta respuesta de estructuras con plantas alargadas (Ju y
Lin, 1999).
4. La presencia de entrantes o salientes (figura 3.5) puede ocasionar flexiones en los sistemas de
piso con lo que se incurre en situaciones semejantes a las de edificios muy alargados (López y
Raven, 1999; Ju y Lin, 1999). Asimismo, se disminuye la eficiencia de la estructura para resistir
torsiones, ya sea que éstas provengan de asimetrías en masas, rigideces, amortiguamientos o
resistencias, o sean inducidas por movimientos del terreno (Arnold y Reitherman, 1986). En otros
casos, fomenta la concentración de esfuerzos cortantes y de tensión en las esquinas (plantas en
Y, L, T), incluyendo plantas con esquinas entrantes (cajón, I, cruz).
78
COMENTARIOS
Las estructuras con diafragmas flexibles responden de una manera muy distinta ante sismos que
las estructuras con diafragma rígidos (Tena–Colunga, 1992; Tena, 1993; Tena–Colunga y
Abrams, 1996; Ju y Lin, 1999; De la Colina, 1999b; Fleischman y Farrow, 2001; Basu y Jain,
2004; Tena, 2007). Un diafragma flexible distribuye fuerzas laterales entre elementos resistentes
en función de tributación de áreas y no de rigideces relativas, como un diafragma rígido (figura
3.6), por lo que amplifica notablemente las demandas de deformación de los elementos
resistentes más centrales, además de los más flexibles lateralmente (Tena–Colunga, 1992; Tena-
Colunga y Abrams, 1996). En muchas ocasiones estas deformaciones no uniformes producen
daño en elementos resistentes en la dirección perpendicular, por lo que éstos fallan fuera del
plano, como se ha observado en muchos sismos, en particular en los sismos de Loma Prieta en
1989 y de Northridge en 1994.
Por ello, se necesita verificar que la resistencia de los sistemas de piso sea adecuada y que su
rigidez sea suficiente para no introducir modificaciones en las fuerzas que, según el análisis,
obran sobre los sistemas resistentes verticales.
las aberturas de un piso a otro puede originar fuerzas internas en los sistemas resistentes
verticales de difícil cuantificación. Las aberturas debilitan al sistema de piso en sí en cuanto a su
capacidad de resistir y transmitir fuerzas cortantes debidas a sismo, principalmente si las
aberturas son muy grandes, por lo que deberá revisarse siempre su capacidad resistente ante la
acción de cargas laterales.
7. Las variaciones bruscas de masa de un piso a otro pueden producir cambios en los modos
naturales de vibración que invaliden las hipótesis simplificadoras de los métodos de análisis
establecidos para la determinación de fuerzas sísmicas, introduciendo así incertidumbres en los
resultados obtenidos con los métodos de análisis usuales. Produce además variaciones
importantes en las demandas de deformación y de resistencia en el intervalo de comportamiento
no lineal (Valmundsson y Nau, 1997; Chopra y Chintanapakdee, 2004).
80
COMENTARIOS
8. Los argumentos que llevan a fijar la limitación sobre variaciones bruscas de área de un piso a
otro son los mismos que operan para la limitación en las masas. Los cambios bruscos de
geometría en elevación en la parte superior de la estructura (figura 3.8) producen una
amplificación dinámica de los desplazamientos en los pisos superiores conocido coloquialmente
como “chicoteo”. El escalonamiento ocasiona demandas poco uniformes en los entrepisos
medios e inferiores, sobre todo si éste no es simétrico (Tena, 2001b; Tena–Colunga, 2004). En
algunos casos la irregularidad en elevación puede fomentar tanto la esbeltez como la torsión.
Grandes variaciones en área pueden incrementar los efectos de torsión. En este sentido se
incluye una nueva restricción que consiste en que el área de un nivel no exceda en 50% la menor
de las áreas de cualquiera de los pisos inferiores.
9. Se debe evitar la presencia de columnas que, en una dirección o en ambas, trabajen como de
doble altura o más (figura 3.9). Esta situación conduciría a una distribución de momentos
flexionantes muy diferentes de aquélla con que se tiene mayor experiencia y, además, podría
inducir efectos P–Δ difíciles de cuantificar. Tales configuraciones pueden liderar también a fallas
locales frágiles en columnas y a fallas locales de entrepiso cuyo impacto en el comportamiento
global de la estructura sea difícil de predecir utilizando procedimientos estándar de análisis
elástico.
10. El propósito de esta disposición es controlar la potencial formación de un entrepiso suave, blando
o débil, que puede formarse en cualquier nivel. Los entrepisos suaves se pueden formar por
tener entrepisos con columnas de doble altura o más (figura 3.10), o un caso muy común en
México, por discontinuidad de muros o contravientos en algún nivel, normalmente el primero, con
el fin de proporcionar áreas de estacionamiento o rentable (figura 3.11).
81
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Se busca además con esta disposición que exista una relación de proporción rigidez–resistencia
uniforme entre los niveles, manteniendo así lo más uniformemente posible su capacidad de
disipación.
11. No cabe duda que una de las condiciones de irregularidad que más afecta la respuesta sísmica
de edificios y donde más colapsos se han observado en sismos intensos, incluyendo el sismo del
19 de septiembre de 1985, es la torsión. La torsión lidera las respuestas dinámicas donde se
presentan demandas no uniformes en elementos resistentes diametralmente opuestos, lo que
normalmente lleva a que la estructura se dañe notablemente en los extremos y/o esquinas más
demandadas. Estas demandas no uniformes no son fáciles de estimar utilizando métodos
convencionales de análisis estructural elástico, principalmente si se utilizan métodos
simplificados y la respuesta esperada es altamente no lineal. De hecho, es preferible tener
sistemas estructurales torsionalmente restringidos, donde los elementos que controlen la torsión
se comporten elásticamente (Paulay, 1998). Por ello, se acota la torsión máxima que debe
tolerarse para el diseño de una estructura con métodos convencionales en función de un
parámetro simple de calcular ingenierilmente, como es la excentricidad estática en planta, es.
Por ello, se proponía en el diseño sísmico de las estructuras que no satisficieran los requisitos de
regularidad, multiplicar al factor de comportamiento sísmico, Q´ por un factor reductor de 0.8. Sin
embargo, en ese entonces no se indicaba cómo proceder en caso de que no se satisficieran
simultáneamente varias condiciones de regularidad. Se reflexionó que, en ese caso, el empleo del
factor de 0.8 pudiera no ser suficiente (Del Valle, 1995; Tena et al, 1996). Los efectos de las
irregularidades afectan el comportamiento de la estructura de diferentes maneras. La gran mayoría de
los estudios disponibles a nivel mundial no han sido enfocados para proponer factores de
comportamiento sísmico adecuados para los casos en que no se cumplan simultáneamente varias de
las condiciones de regularidad.
Se condujeron algunos estudios donde se revisó el diseño conforme a reglamento de estructuras que
no cumplían con una o más de las once condiciones de regularidad establecidas en el Reglamento
para las Construcciones del Distrito Federal (Tena et al, 1996, Tena 1997). Los estudios también
incluyen la revisión de dos edificios importantes construidos en la ciudad de México y que fueron
83
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
diseñados como irregulares con α = 0.8, apegados al Reglamento del Distrito Federal (Tena et al,
1996; Tena y González, 1998). Los resultados de estos estudios indican que, en general y con las
limitaciones de los mismos, el factor reductor de 0.8 parece adecuado cuando no se cumplen
simultáneamente dos o más condiciones de regularidad; sin embargo, este factor de 0.8 pudiera
resultar insuficiente cuando se tienen estructuras con una condición muy marcada de primer piso
débil, donde la rigidez al corte de un entrepiso excede en más de 100% a la del entrepiso
inmediatamente inferior (Tena, 1997, 2001a y 2003).
Este Manual propone distintos factores correctivos por irregularidad α para Q´, dependiendo si no se
satisface una de las condiciones de regularidad enumeradas del 1 al 9 (α = 0.9), o cuando no se
satisface la condición de regularidad 10 (piso suave) o 11 (torsión), o cuando no se satisfacen dos o
más condiciones de regularidad, (α = 0.8). Se define cuándo una estructura debe ser considerada
como fuertemente irregular y emplear un factor correctivo más severo (α = 0.7), dada su mayor
vulnerabilidad. Los nuevos valores propuestos requieren de un mayor número de estudios que
revisen si son efectivos en liderar al diseño de estructuras irregulares más seguras.
Cabe señalar, sin embargo, que la definición de las condiciones de irregularidad estructural fuerte por
rigidez y resistencia al corte (piso suave o débil) y por excentricidad torsional están plenamente
justificadas, no solamente por las fallas y colapsos observados en este tipo de estructuras en sismos
fuertes, sino también con base en estudios analíticos conducidos a nivel mundial. En el inciso 10 de la
sección anterior ya se destacaron estudios analíticos relevantes conducidos para la condición de piso
suave o débil. El estudio de los efectos de la torsión en el intervalo de comportamiento no lineal ha
sido un tema recurrente de investigación en la ingeniería sísmica a nivel mundial y, entre otros
trabajos, son dignos de citarse los siguientes: Ayala y García (1991), Escobar y Ayala (1991),
Chandler et al, (1994), Goel y Chopra (1994), De la Llera y Chopra (1995), Wong y Tso (1995),
Chandler y Duan (1997), Harasimowicz y Goel (1998), Paulay (1998), De la Colina (1999a), Humar y
Kumar (1999), Tso y Smith (1999), Chipol (2001), De la Colina (2001), De la Colina (2003) y Chopra
(2007).
Los desplazamientos laterales calculados tomando en cuenta la reducción por irregularidad αQ’Rρ, se
multiplican por el producto QRρ para estimar los desplazamientos inelásticos esperados en el diseño,
como se ilustra esquemáticamente en la figura 3.12. De esta figura se observa que, en la filosofía
simplificada de diseño por irregularidad de este Manual, se contempla que la reducción de las fuerzas
sísmicas por concepto de comportamiento inelástico sea menor en estructuras irregulares que en las
regulares, pero que el desplazamiento obtenido se amplifique en ambos casos por el producto QRρ.
Por lo tanto, en igualdad de circunstancias (mismo factores Q, R y ρ), una estructura irregular se
diseña para fuerzas y desplazamientos mayores que una estructura regular (figura 3.12).
84
COMENTARIOS
las rigideces. En el análisis estático, las fuerzas se determinan suponiendo formas simples lineales o
cuadráticas para la variación de las aceleraciones con la altura, ajustadas para que el cortante basal
de la estructura sea proporcional a la ordenada espectral multiplicada por el peso de la estructura. La
distribución de fuerzas laterales en el método simplificado es semejante a la que se recomienda para
el análisis estático. Se diferencian porque en el primero no se consideran los desplazamientos
horizontales, momentos torsionantes y momentos de volteo.
85
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
El método simplificado también considera que, dado que la rigidez lateral de los muros depende
principalmente de su rigidez a cortante, la rigidez lateral de los muros en elevación se puede
discretizar mediante un modelo de cortante (figura 3.14), por lo que se pueden despreciar las
rotaciones que experimentan los muros en los entrepisos (Tena y Cano, 2007).
Bajo estas hipótesis, existen varios aspectos que se desprecian de manera importante, como son la
flexibilidad de diafragma, los efectos de esbeltez, los efectos de torsión y los efectos bidireccionales;
sin embargo, tal vez los dos que más se desprecian en estructuraciones comunes que cumplen con el
método simplificado son los efectos de torsión y los efectos bidireccionales, además de las
distorsiones de entrepiso.
Figura 3.15. Cortante normalizado V3D/VMS para estructuras con distribución simétrica
de muros en planta (Tena, Pérez y Cano, 2002).
86
COMENTARIOS
El método simplificado está conceptualmente bien concebido desde sus inicios. Sin embargo, es un
hecho que la propuesta original del método simplificado y sus factores de área efectiva no habían
sido calibrados ni comparados con análisis más rigurosos, donde se consideraran las rotaciones de
los muros en los entrepisos, las deformaciones por cortante, la respuesta tridimensional o el efecto
del agrietamiento de los muros en elevación.
NIVEL 5
NIVEL 4
NIVEL 3 NIVEL 3
NIVEL 2 NIVEL 2
NIVEL 1 NIVEL 1
Figura 3.16. Elevación típica de sistemas con muros de mampostería con un patrón de
agrietamiento asociado al estado límite de prevención de colapso.
Tena, Pérez y Cano (2002) estudiaron el impacto que en la distribución de las fuerzas cortantes
absorbidas por los muros tienen las deformaciones por cortante, por lo que compararon las fuerzas
cortantes que toman muros de mampostería con el método simplificado original con respecto a las
obtenidas empleando un método riguroso de análisis tridimensional, tanto para sistemas simétricos
como asimétricos.
El estudio demostró que pueden existir diferencias importantes entre las fuerzas cortantes de
entrepiso estimadas con el método simplificado original cuando se comparan con respecto a métodos
rigurosos de análisis estructural tridimensional cuando los muros tienen distintas relaciones de
aspecto (h/L), aun para sistemas simétricos (figura 3.15), por lo que se debían proponer factores de
área efectiva (FAE) más realistas a como impactan las deformaciones por cortante en el análisis en
todo el intervalo de relaciones de aspecto de los muros (h/L), con base en estudios paramétricos.
87
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Con base en los resultados de estudios paramétricos (Cano, 2005; Cano y Tena, 2005; Tena-Colunga
y Cano, 2007) es que se proponen los nuevos factores de área efectiva de las ecuaciones 3.5 y 3.6,
que se obtuvieron para una condición de comportamiento totalmente elástico, correspondiente a un
estado límite de servicio (ecuación 3.5) y para una estado límite de prevención de colapso (ecuación
3.6), correspondiente al agrietamiento de todos los muros en los niveles inferiores (figura 3.16),
condición que se ha observado para mampostería confinada en pruebas de mesa vibradora (Arias,
Vázquez y Alcocer 2004).
88
COMENTARIOS
Las estimaciones de las fuerzas cortantes que toman los muros de mampostería con el método
simplificado utilizando los factores de área efectiva de las ecuaciones 3.5 y 3.6 mejoran notablemente
las obtenidas con la propuesta de las NTCM-2004 (2004) cuando se comparan con respecto a las
obtenidas empleando un método riguroso de análisis tridimensional (Cano 2005, Cano y Tena 2005,
Tena-Colunga y Cano 2007) para todas las relaciones de aspecto h/L, y principalmente para el
entrepiso crítico para diseño, que corresponde al nivel de planta baja, como se ilustra en la figura 3.17
89
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
para el caso de comportamiento totalmente elástico, y en la figura 3.18 para el estado límite de
prevención de colapso. En estas figuras, cuando el cociente VD/VS = 1.0, se tiene una estimación
perfecta, cuando VD/VS < 1.0 se tiene una estimación conservadora y VD/VS > 1.0 se tiene una
estimación no conservadora.
Por otra parte, como se comentó anteriormente, el método simplificado no toma en cuenta los efectos
de torsión. De hecho, la torsión no estuvo acotada de manera ingenieril en las versiones del método
simplificado de las NTCS y NTCM de 1977 a 1995 y la versión previa del Manual de Diseño de Obras
Civiles de 1993 (MDOC-93, 1993), ya que según el texto de dichas normas, bastaba con vigilar que la
distribución de muros en planta fuera “sensiblemente simétrica” con respecto a dos ejes ortogonales.
Esta recomendación era insuficiente para limitar la aplicación del método simplificado de análisis en
estructuras asimétricas.
Por ello, uno de los cambios importantes en las NTCS-2004 y las NTCM-2004 es que se introdujo una
restricción para la respuesta torsional en función de un parámetro ingenieril que se puede estimar
fácilmente, como la excentricidad estática calculada en planta (es). De esta manera, se propuso limitar
la es a un 10% de la dimensión en planta del entrepiso medida paralelamente a dicha excentricidad,
dado que ese límite también se establece para considerar a una estructura como regular. Además, en
las NTCM-2004 (2004) se propuso un método aproximado para el cálculo de es (figura 3.19).
∑x F i AEi A Ti
es, j = i =1
n
≤ 0.1B j
∑F
i =1
AEi A Ti
La propuesta del valor límite de la excentricidad estática de las NTCS-2004 y NTCM-2004 tiene
justificación en que el método simplificado debe permitirse exclusivamente en estructuras que
cumplan cabalmente con las condiciones de regularidad según dicho cuerpo normativo. De hecho, no
existían estudios específicos que permitieran definir cuál debía ser el valor límite de la excentricidad
torsional calculada estáticamente (es) para poder utilizar el método simplificado de análisis,
comparando las fuerzas cortantes obtenidas mediante este método con respecto a soluciones
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analíticas rigurosas donde los efectos de torsión se tomen en cuenta en la determinación de fuerzas
cortantes.
Con base en los razonamientos que se detallan en Tena y López (2006), se corroboró que si se
emplea la ecuación 3.6 para el FAE, correspondiente a edificios con un patrón de agrietamiento
asociado al estado límite de prevención de colapso (figura 3.16), la excentricidad estática máxima que
pudiera permitirse es del 10%, dado que con ello se obtienen estimaciones razonables
(subestimaciones menores al 40%), como se ilustra en la figura 3.20. El estudio también mostró que
para sistemas que se comportan elásticamente, la excentricidad estática máxima que debiera
permitirse fuera del 5% o menor inclusive, lo que indicaría que debería considerarse un límite distinto
para el estado límite de servicio. Sin embargo, por simplicidad y congruencia, se propone limitar el
valor de es al 10%, correspondiente al estado límite de prevención de colapso, dado que para la gran
mayoría de las estructuras convencionales, éste último estado límite normalmente regirá el diseño por
sismo.
Es por ello que en este cuerpo normativo se establece que el límite de la excentricidad no debe
exceder el 10% de la dimensión en planta en el sentido de que se mida la excentricidad. Para
simplificar esta evaluación, se propone un procedimiento sencillo en que se ubica el centro de torsión
en función de las áreas de los muros. En esta recomendación, la excentricidad es el momento de
estas áreas con respecto al centro de cortante, entre el área de los muros en la dirección del análisis
(figura 3.19). Para esta evaluación, se deberán utilizar los factores de área efectiva correspondientes,
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
es decir, la ecuación 3.6 para el estado límite de prevención de colapso y la ecuación 3.5 para el
estado límite de servicio.
Dentro de las limitaciones que se fijan para que sea aplicable el método simplificado se permite que
los muros de carga sean, además de mampostería (para los cuales ha sido desarrollado), también de
concreto reforzado, placa de acero, compuestos de estos dos últimos materiales o de madera. Es
claro que el FAE para la condición de estado límite de colapso (ecuación 3.6) no está calibrado para
estos otros materiales, por lo que deberá tomarse sólo como un valor indicativo. Por otra parte, será
necesario realizar investigaciones específicas para calibrar FAE adecuados para este tipo de
materiales para incluirse en futuras versiones de este Manual.
El método simplificado permite también el empleo de diafragmas horizontales que no sean losas de
concreto reforzado, siempre que tengan suficiente resistencia y rigidez. Esto deberá corroborarse con
estudios específicos que estimen, por ejemplo, la rigidez lateral de un tablero tipo del sistema de piso
en cuestión, con respecto a la de un tablero análogo con base en una losa de concreto reforzado
perimetralmente apoyada. Se deberá evaluar que el sistema de piso en cuestión tenga la suficiente
resistencia al corte para transmitir fuerzas cortantes de entrepiso entre los distintos muros.
La aplicación del método simplificado conduce a diseños menos conservadores que los obtenidos con
el método estático, tanto por las aproximaciones empleadas para calcular los factores de área
efectiva y los coeficientes sísmicos, como por no tener en cuenta los efectos de segundo orden, ni los
desplazamientos laterales, momentos torsionantes, momentos de volteo y, en su caso, flexibilidad del
diafragma. A pesar de esta situación, los requisitos para su aplicación se han liberado debido al
excelente comportamiento sísmico que en general han tenido las estructuras de mampostería
confinada que cumplen con ellos. Esto es válido para grandes temblores de foco lejano y para sismos
de foco somero, cuyos efectos sólo han causado grietas pequeñas aun en estructuras muy rígidas,
pero no daños mayores.
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Los coeficientes sísmicos reducidos para el método simplificado que suministra el programa
PRODISIS se obtienen a partir de los espectros de diseño. Para ello, se hace una estimación
conservadora del periodo fundamental de la estructura en función de su altura y del tipo de suelo de
cimentación. Para la reducción por ductilidad, en términos del factor de comportamiento sísmico, se
toma Q = 2.0 para muros de piezas macizas, de concreto o diafragmas de madera contrachapada y Q
= 1.5 para muros de piezas huecas o diafragmas de duelas de madera. También se toman en cuenta
las reducciones por sobrerresistencia de acuerdo con la ecuación 3.1 de la sección de
recomendaciones 3.3.1.3 y por redundancia conforme a la sección 3.3.1.4.
La primera de estas hipótesis es congruente con el hecho de que el modo fundamental es casi una
línea recta que pasa por el punto de desplazamiento igual al del terreno y con el hecho de que el
modo fundamental contribuye con mucho a la mayor parte de las respuestas estructurales. La
segunda es congruente mientras el periodo fundamental no sea excesivamente largo. Cuando Te > Tb
resulta conservador no reducir las fuerzas sísmicas en función del periodo fundamental de la
estructura, sino sólo de sus factores de comportamiento sísmico y de sobrerresistencia. Sin embargo,
en estas condiciones se contrarrestan el efecto de los modos superiores de vibración y el de tomar la
ordenada espectral igual al coeficiente sísmico independientemente del periodo fundamental.
Finalmente, si no se considera la dependencia de la ordenada espectral con el periodo estructura,
tampoco se recomienda realizar modificaciones por amortiguamiento.
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
El término de variación cuadrática tiene mayor importancia conforme mayor es el cociente Te/Tb. Esto
proporciona una protección adicional en periodos altos que hace que la relación V/W sea igual a
a/Q’Rρ cuando Te = Tb y tienda a 1.25, 1.33 y 1.5 veces a/Q’Rρ para terrenos con factor de sitio Fs = 1.0,
1.0 < Fs ≤ 1.5 y Fs > 1.5, respectivamente, cuando Te tiende a infinito.
Existen un par de cambios con respecto al cálculo de las excentricidades torsionales de diseño con
respecto a versiones previas, y que se justifican con base en los resultados de varios estudios que
han revisado las propuestas de distintos reglamentos (UBC de Estados Unidos, EC-8, RCDF de
México, NBCC de Canadá) sobre los factores de amplificación dinámica de la excentricidad y la
excentricidad accidental (Chandler y Duan, 1993; Chandler et al, 1994; Goel y Chopra, 1994; De la
Llera y Chopra, 1995; Wong y Tso, 1995; Chandler y Duan, 1997; Harasimowicz y Goel, 1998; Tso y
Smith, 1999; De la Colina 2001 y 2003). Varios de estos estudios corroboran que el factor de
amplificación dinámico 1.5 empleado en el cálculo de edn para la excentricidad primaria parece
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razonable cuando se usa el método estático. La gran mayoría de estos estudios sugieren que el valor
propuesto anteriormente de 0.1bn para la excentricidad accidental es demasiado conservador y que es
más razonable utilizar 0.05bn, como lo hacen los otros reglamentos de referencia.
Existen estudios que demuestran que utilizar un factor unitario para amplificar en en el cálculo de la
excentricidad secundaria (en – 0.1bn), como se proponía en versiones anteriores, puede conducir a
demandas de ductilidad excesivas (Wong y Tso, 1995; De la Colina, 2001); es por ello que ahora se
establece que se calcule como (0.5en – 0.05bn), con base en la propuesta de estos estudios.
Una limitante de la gran mayoría de estos estudios es que se han utilizado registros de aceleración de
terreno firme y roca, por lo que su extrapolación a otros tipos de terreno es incierta (por ejemplo,
terreno blando). Además, son relativamente pocos los estudios donde se han utilizado modelos de
varios niveles, dada la complejidad del problema. No obstante, estas observaciones están siendo
tomadas en cuenta para futuras revisiones de este Manual. En las disposiciones en que se toman en
cuenta las torsiones que obran en entrepisos distintos del que se considera, se hace de manera
toscamente aproximada. No se basan en análisis cuantitativos, son simplemente especificaciones
que parecen razonables.
Finalmente, como los efectos de torsión inelástica son más pronunciados cuanto mayor sea la Q de
diseño, se adopta el límite de 0.2b para la excentricidad torsional con el propósito de reconocer los
incrementos de ductilidad en estructuras con Q ≥ 3.
Para la localización de los centros de torsión de una estructura, así como para determinar la
distribución de las fuerzas cortantes y momentos torsionantes entre los sistemas resistentes, se
recomienda recurrir al siguiente procedimiento, que se basa en el análisis bidimensional de
estructuras con sistemas resistentes no ortogonales (Damy, 1988). En él, el centro de torsión de un
entrepiso es el punto de aplicación de la fuerza cortante para producir sólo traslación sin rotación. Sus
coordenadas xt y yt, en términos de las rigideces de entrepiso, se encuentran dadas por las siguientes
ecuaciones:
K xx ⎛⎜ ∑ K m x m s 2m − ∑K m y m s m c m ⎞⎟ + K xy ⎛⎜ ∑ K m y m c 2m − ∑K m x m s m cm ⎞⎟
xt = ⎝ m m ⎠ ⎝ m m ⎠ (3.1)
K xx K yy − K 2xy
K yy ⎛⎜ ∑ K m y m c 2m − ∑K m x m s m c m ⎞⎟ + K xy ⎛⎜ ∑ K m x m s 2m − ∑K m y m s m c m ⎞⎟
yt = ⎝ m m ⎠ ⎝ m m ⎠ (3.2)
K xx K yy − K 2xy
donde
K xx = ∑ K m c m2 (3.3)
m
K yy = ∑ K m s m2 (3.4)
m
K xy = ∑ K m s m c m (3.5)
m
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Estas ecuaciones se aplican a cada entrepiso de la estructura, siendo Km la rigidez de entrepiso del
sistema resistente m, xm e ym las coordenadas de un punto arbitrario de su eje referidas a un sistema
de coordenadas global (x,y), sm = sen ψm, cm = cos ψm y ψm el ángulo de inclinación del sistema
resistente m con respecto al sistema de coordenadas global, como se muestra en la figura 3.21.
Con base en lo anterior, y tomando en cuenta que el costo de diseñar una cimentación para resistir
los momentos de volteo que en ella obran suele ser sumamente elevado, se justifica permitir una
reducción en el valor del momento de volteo calculado como la integral del diagrama de cortantes de
entrepiso.
El criterio para reducir el momento de volteo obliga a considerar como cota inferior el producto de la
fuerza cortante en cada nivel por su distancia al centro de gravedad de la parte de la estructura que
se encuentra por encima de éste. Con ello se evitan reducciones importantes en aquellos casos en
que la mayor parte del momento de volteo provenga de masas que respondan prácticamente en fase.
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En el cálculo de los desplazamientos laterales para revisar, y en su caso tomar en cuenta los efectos
P–Δ, deben incluirse los desplazamientos debidos a cortantes de entrepiso, el acortamiento y
alargamiento de columnas y la flexión de muros por momento de volteo, así como la rotación de la
base por interacción suelo–estructura. La ecuación aproximada para estimar los efectos de segundo
orden se debe a Rosenblueth (1966). En Tena (2007) se presentan métodos iterativos y directos para
realizar análisis de segundo orden. En la actualidad la gran mayoría de los programas comerciales de
análisis estructural dan la posibilidad de incluir directamente los efectos P–Δ en los análisis.
1
⎡ ⎛ S2x + S2y ⎞ ⎛ S2x − S2y ⎞
2 ⎤ 2
Scr = ⎢(1 + γ 2 ) ⎜ ⎟ + (1 − γ 2)
⎜ 2 ⎟ + S2
xy + S2⎥
z
(3.6)
⎢⎣ ⎝ 2 ⎠ ⎝ ⎠ ⎥⎦
con
m m
S2x = Sxx = ∑∑ ρijSxiSxj (3.7)
i j
m m
S2y = Syy = ∑∑ ρijSyiSyj (3.8)
i j
m m
S2z = Szz = ∑∑ ρijSziSzj (3.9)
i j
m m
Sxy = Syx = ∑∑ ρijSxiSyj (3.10)
i j
donde
ρij es el coeficiente de correlación modal entre los modos i y j
Ski es la respuesta máxima probable del modo de vibración i ante la acción del componente
del espectro en la dirección k (k = X, Y)
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Si se acepta que la intensidad del movimiento en la dirección X está especificada por las ordenadas
espectrales de diseño a, entonces la intensidad del movimiento en la dirección Y se especificará
mediante γa. En el caso de México, se acepta que los componentes horizontales del movimiento
sísmico tienen la misma intensidad (γ = 1). Así, la ecuación 3.6 se reduce a la raíz cuadrada de la
suma de los cuadrados, propuesta en la sección de recomendaciones.
Se propone tomar en cuenta la componente vertical con base en un estudio donde se revisaron con
profundidad y detalle las propuestas de distintos reglamentos internacionales y diversas
investigaciones publicadas en la literatura (Perea, 2002; Perea y Esteva, 2005). En versiones previas
de este Manual y de otros cuerpos normativos, era práctica común de diseño exigir la consideración
del componente vertical de movimientos del terreno al multiplicar el máximo horizontal por un factor
constante, que en este Manual era de 2/3. Aunque aparentemente práctico, el procedimiento era
conceptualmente erróneo, ya que no considera las diferencias entre los periodos dominantes de
vibración correspondientes a cada dirección. Muchos estudios a nivel mundial ya habían resaltado la
conveniencia de poner este factor en función del periodo vertical de vibración de la estructura (Perea
y Esteva, 2005).
Las ecuaciones propuestas para tomar en cuenta el componente vertical son con base en el estudio
de los promedios de los cocientes espectrales y sus desviaciones estándar correspondientes
presentado por Perea y Esteva (2005), y que se muestran en la figura 3.22. Las ecuaciones se
muestran en línea gruesa, y se observa que cubre razonablemente las aceleraciones verticales que
pueden presentarse en estructuras con un periodo fundamental de vibración vertical hasta de un
segundo. Dado que normalmente el periodo fundamental de vibración en sentido vertical de
estructuras de edificios es notablemente menor que sus correspondientes periodos fundamentales de
vibración en dirección horizontal, la propuesta actual debe cubrir razonablemente la mayor parte de
los casos prácticos de diseño de estructuras de edificios.
98
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En la figura 3.23 se comparan, para la zona sísmica D-I del anterior MDOC-93 (1993), el promedio de
registros verticales de registros acelerográficos de esa zona, el espectro vertical propuesto por Perea
y Esteva (2005) y el espectro vertical obtenido con el criterio del MDOC-93 (1993). En dicha gráfica
se observa que la propuesta reglamentaria anterior es conservadora para estructuras diseñadas con
periodos verticales mayores que 0.2s; sin embargo, un gran número de estructuras puede tener en la
dirección vertical un periodo menor que 0.2s, y por tanto coincidir con el intervalo para el que la
propuesta reglamentaria anterior resulta ser insuficiente (Perea y Esteva, 2005).
Para obtener el coeficiente vertical de diseño es necesario estimar el periodo vertical de la estructura.
Sin embargo, aún es común que los programas comerciales actuales, con el propósito de tener un
número menor de grados de libertad, consideren en el modelo masas puntuales actuando en un
sentido horizontal. Algunos programas de análisis tienen la opción de considerar la contribución de la
masa rotacional y vertical, y modelar con masas discretas que simulen el caso real de masa
distribuida. El discretizar la masa y considerar su influencia horizontal, vertical y rotacional, implicará
tener un mayor número de grados de libertad en el modelo.
Figura 3.23. Comparación del espectro de diseño vertical (Perea y Esteva, 2005).
La importancia del componente vertical en suelos blandos se reduce notablemente con la distancia.
Por ello, se establece no tomar en cuenta sus efectos para estructuras desplantadas en suelos
blandos y localizadas a más de 80 km de una falla activa.
99
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Existen estudios (Ruiz y Rosas, 1990; Terán et al, 1998; Terán-Gilmore et al, 2000; Terán y Arroyo,
2005) que revelan que el criterio estipulado en las recomendaciones anteriores (MDOC-93, 1993;
NTCS-2004, 2004) para tener en cuenta el comportamiento asimétrico puede ser poco conservador y
en ocasiones excesivamente conservador. De hecho, entre las limitaciones que tenía dicha propuesta
estaban el ser independiente del periodo fundamental de vibración, del comportamiento histerético de
la estructura y del tipo de terreno, además cuantificar el nivel de asimetría en fluencia en la estructura
exclusivamente a través del desplomo, sin tomar en consideración la resistencia lateral esperada de
la estructura, siendo que se ha demostrado que todos estos parámetros tienen un impacto importante
(Terán y Arroyo, 2005).
Esto sucede especialmente cuando existe una asimetría de resistencia importante (dada por el
parámetro d), tanto para estructuras con comportamiento elastoplástico o degradantes ubicadas en
terreno firme (figura 3.24) o en terreno blando (figura 3.25). Por lo tanto, era necesario actualizarlas
para reflejar el estado del arte sobre el tema. La propuesta de este Manual toma en cuenta el estudio
presentado por Terán y Arroyo (2005), y como se ilustra en las figuras 3.24 y 3.25, corrige varios de
los defectos del factor de amplificación de resistencia propuesto en el MDOC-93 y en las NTCS-2004.
100
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Las ecuaciones propuestas para estimar el factor de amplificación de resistencia, Aca constituyen una
base racional para plantear el diseño de la resistencia lateral de estructuras con asimetría en fluencia.
Estas ecuaciones son aplicables a estructuras que no exhiban degradación excesiva ni
adelgazamiento del ciclo histerético (Terán y Arroyo, 2005).
Con el requisito de considerar por lo menos los tres primeros modos naturales de vibración en
traslación horizontal, para cada dirección de análisis, sin considerar el acoplamiento con la rotación
respecto a un eje vertical, se desprecian aquellos modos naturales cuyo efecto combinado no
101
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
modificaría las fuerzas de diseño significativamente. Este requisito es necesario cuando se trata de
estructuras de periodo fundamental largo.
Una manera de incluir todos los modos necesarios consiste en tomar en cuenta todos los modos
necesarios para que la suma de sus pesos efectivos sea mayor o igual que el 90% del peso total de la
estructura. En forma simplificada, los modos que contribuyen en forma significativa a la respuesta son
aquéllos cuyo peso es mayor que el 90% del peso total.
Cuando en el análisis modal espectral se considera el acoplamiento entre los tres grados de libertad
asignados a cada nivel (dos de traslación horizontal y uno de torsión), se estarán incluyendo tanto la
amplificación dinámica como las torsiones que obran en el resto de los entrepisos. Bastará entonces
tomar en cuenta, adicionalmente, la excentricidad accidental.
+ C X
Me X + K X = −X
( t ) M J (3.11)
e e e e e 0 e
donde
Ce es la matriz de amortiguamiento de la estructura
Ke es la matriz de rigideces de la estructura
Xe es el vector de desplazamientos relativos al apoyo de la estructura
X es la aceleración del terreno
0
Según el análisis modal, la solución de la ecuación 3.11 en cualquier instante se puede expresar
como la combinación de las respuestas debidas a la participación de cada uno de los modos
naturales de vibración. En consecuencia, la respuesta total es:
Ng
Xe ( t ) = ∑φ
n =1
n Dn ( t ) Z n (3.12)
donde
Ng representa el número de grados de libertad de la estructura
Dn el desplazamiento de un oscilador, con frecuencia natural igual a la del modo n, ωn
φn es el coeficiente de participación del modo n
Zn es el n–ésimo modo natural de vibración que se obtiene al resolver el problema de valores
característicos definido por la ecuación matricial homogénea:
102
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[ K e − ω2n M e ] Z n = 0 (3.13)
Z Tn M e J
φn = (3.14)
Z Tn M e Z n
Para fines de diseño sólo es de interés conocer los desplazamientos máximos de la estructura.
Partiendo de la ecuación 3.12, la n–ésima respuesta modal máxima se define como:
X n = φn Sd ( Tn ) Z n (3.15)
donde
Tn es el n–ésimo periodo natural de vibrar igual a 2π/ωn
Sd es el desplazamiento espectral correspondiente a ese periodo, es decir:
Sa(Tn )
Sd ( Tn ) = (3.16)
ω2n
φn Sa ( Tn )
Xn = Zn (3.17)
ω2n Q ' ( Tn ) R ( Tn ) ρ
Las fuerzas sísmicas máximas que se producen al vibrar la estructura en su n–ésimo modo son:
Pn = K e X n (3.18)
Dado que las respuestas modales no ocurren simultáneamente, la superposición directa de ellas es
una cota superior de la respuesta total de la estructura. Por ello, las respuestas modales Sn, donde Sn
puede ser fuerza cortante, desplazamiento lateral, momento de volteo, etc, se combinarán para
calcular las respuestas totales S de acuerdo con el criterio probabilista de la raíz cuadrada de la suma
de los cuadrados o método SRSS (Newmark y Rosenblueth, 1971) dado por la ecuación 3.31 de las
recomendaciones, siempre que los periodos de los modos naturales difieran al menos entre sí.
Para las respuestas en modos naturales que no cumplen esta condición, por ejemplo de estructuras
con torsión o apéndices, se tendrá en cuenta el acoplamiento entre ellos. En estos casos procede
emplear el criterio probabilista de la combinación cuadrática completa o método CQC (Newmark y
Rosenblueth, 1971), dado por las ecuaciones 3.32 y 3.33 de las recomendaciones.
103
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Cuando las frecuencias naturales de los modos de vibrar por incluir se encuentran suficientemente
separadas, el método de combinación de la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados provee una
muy buena aproximación, ya que la correlación entre los modos es baja. Sin embargo, cuando sus
frecuencias se encuentran cercanas, es necesario considerar la correlación entre ellos. Para esto se
propone el método de combinación cuadrática completa (CQC) con una variante del coeficiente de
correlación que no depende de las características de la excitación (Newmark y Rosenblueth, 1971).
Se sugiere suponer en el análisis modal ζn = ζm = 0.05, a menos que se justifique otro valor, por
ejemplo, con base en estudios experimentales o en recomendaciones disponibles en la literatura.
Cabe señalar que es práctica común suponer valores de amortiguamiento mayores al 5% del crítico
para los modos superiores. Sin embargo, en ese caso debe tenerse particular cuidado que con los
valores propuestos no se sobre amortigüe tanto a los modos superiores con respecto al modo
fundamental que terminen por dominar la respuesta dinámica, particularmente si se usa
amortiguamiento tipo Rayleigh proporcional a la masa y a la rigidez, como se ha ilustrado en otros
estudios (Tena-Colunga y Abrams, 1992).
Si se espera que se presente el acoplamiento entre los tres grados de libertad que se pueden asignar
a cada nivel y en el análisis paso a paso se decide ignorarlo, deberán tomarse en cuenta todas las
disposiciones concernientes a torsión de entrepiso.
En libros de dinámica estructural (Clough y Penzien, 1995; Chopra, 2007) se presentan un conjunto
de métodos tanto de integración directa como de superposición modal, así como los algoritmos
correspondientes que pueden ser utilizados para el análisis paso a paso.
104
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Existe todavía una razón para reducir el momento de volteo calculado dinámicamente. En efecto, el
volteo de la cimentación puede ocasionar que sus bordes se levanten del suelo durante lapsos cortos,
lo que se traduce en disminuciones de las solicitaciones sísmicas. En consecuencia, se permite
reducir el momento de volteo calculado dinámicamente exclusivamente para la cimentación.
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CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Los valores de distorsiones permisibles propuestos en la tabla 3.3 coinciden en su mayoría con lo
propuesto en el Apéndice A de las NTCS-2004 y valores propuestos en otros reglamentos
internacionales como FEMA-302 (1997), FEMA-368 (2001), ASCE-7 (2005) e IBC-2006 (2006).
Sin embargo, existen ajustes para las estructuras de mampostería, dado que erróneamente se daban
valores muy altos en el Apéndice A de las NTCS-2004 (2004), más cercanas a las de los reglamentos
de los Estados Unidos y mayores a las dadas por las NTCM-2004, que se basan en estudios
experimentales de las modalidades de mampostería que se utilizan en México (por ejemplo Aguilar et
al, 1994; Ruiz, 1995; Zepeda et al, 1996; Alcocer, 1997; Alcocer et al, 1999; Flores y Alcocer, 2001;
Zepeda et al, 2001).
Los valores propuestos en los reglamentos de los Estados Unidos son válidos para las estructuras de
mampostería reforzada que ellos emplean, que entre otras cosas, utilizan piezas industrializadas de
una calidad muy superior a la disponible actualmente en el mercado mexicano. Además, en la
práctica estadounidense se utiliza una cuantía mayor de refuerzo vertical y horizontal que la
modalidad mexicana, y en zonas sísmicas siempre se emplea refuerzo vertical y horizontal. De
hecho, en los Estados Unidos el refuerzo horizontal consiste de barras corrugadas que generalmente
se colocan en piezas especiales llamadas coloquialmente en México “medias cañas”.
En México, en cambio, lo común es utilizar mampostería confinada con castillos y dalas y, en esta
modalidad no se requiere utilizar forzosamente de refuerzo horizontal y, cuando se proporciona,
normalmente se hace con alambres o mallas de bajo calibre, según lo establecen las NTCM-2004.
Por estas razones es que los valores propuestos para las estructuras de mampostería coinciden con
los propuestos en las NTCM-2004 y no con los de las NTCS-2004. Se han incorporado también
valores de distorsión para muros con base en bloques de concreto (Treviño, 2006) y para
mampostería combinada y confinada (Tena et al, 2007), basados en ensayes experimentales
recientes.
Cabe señalar que los valores propuestos en la tabla 3.3 reflejan el estado de arte actual de esta
materia a nivel mundial, pero se requiere de más investigación experimental y analítica que permita
depurar esta propuesta para los distintos sistemas estructurales y materiales empleados en edificios.
El coeficiente de aceleración del terreno, a0, con que debe calcularse la fuerza de inercia horizontal en
el estado límite de falla de la cimentación, es el que corresponde al diseño de estructuras rígidamente
ligadas al terreno.
106
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Como se comenta en Tena-Colunga (1999), se establece que una estructura en cualquier nivel n
debe estar separada de los linderos como mínimo a un desplazamiento d nM calculado por
n
d nM = ∑ ( Δ Mj + Δ c ) h j ≥ 5 cm (3.19)
j=1
donde
ΔMj es la distorsión máxima de diseño en el nivel j de la estructura
hj es la altura del entrepiso j
Δc es la distorsión adicional por efecto de cabeceo (interacción suelo-estructura) y cuyo valor
depende del factor de sitio, Fs
n
d nM = ∑ Δ c h j ≥ 5 cm (3.20)
j=1
Donde el valor de Δc aumenta para considerar indirectamente la distorsión máxima de diseño. Los
edificios adyacentes deben estar separados a una distancia mínima d nMT dada por:
Si los edificios adyacentes tienen la misma altura, estructuración y las losas coinciden a la misma
altura en todos los niveles, este desplazamiento se reduce a la mitad, es decir:
d nM1 + d nM 2
d nMT = (3.22)
2
El criterio es conservador, sobre todo si se compara con lo propuesto en otros reglamentos de diseño
sísmico, y se estableció originalmente en las Normas Técnicas Complementarias de Diseño por
Sismo del Reglamento del Distrito Federal de 1987 con base en la importante cantidad de edificios de
la ciudad de México que sufrieron daño severo o colapso por concepto de choque estructural
amplificado por el cabeceo durante el sismo del 19 de septiembre de 1985 (Tena-Colunga, 1999).
Los reglamentos de los Estados Unidos proponen desde hace tiempo utilizar el siguiente criterio para
calcular la distancia de separación mínima entre estructuras adyacentes, d nMT (Tena-Colunga 1999):
d nMT = ( d nM1 ) + ( d M2 )
2 2
n (3.23)
107
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
donde
d nM1 y d nM 2 son los desplazamientos para los edificios adyacentes sin amplificación alguna por
cabeceo, es decir, se calculan como:
n
d nM = ∑ Δ Mjh j (3.24)
j=1
Por lo tanto, resulta claro que la propuesta vigente en este Manual pudiera ser bastante conservadora
para sitios de la República Mexicana donde no se presenten efectos de amplificación importantes por
concepto de interacción suelo-estructura, como los observados en la zona de terreno blando de la
ciudad de México, por lo que deberá seguirse revisando este criterio.
Cuando se lleva a cabo el refuerzo de estructuras existentes con elementos adicionales, es deseable
aprovechar las capacidades de disipación de los elementos de refuerzo. Esto, sin embargo,
solamente se podrá llevar a cabo cuando los efectos sísmicos sean resistidos predominantemente
por el refuerzo, lo que permite tener una cierta reserva de capacidad en forma similar al primer
requisito para Q = 4, en que se tiene una doble línea de defensa. Sin embargo, se debe asegurar que
la demanda de ductilidad sea uniforme en la estructura al obligar a que exista compatibilidad entre las
fuerzas y resistencias. Para ello, también es necesario asegurar que los diafragmas de piso tendrán
la capacidad para distribuir las fuerzas sísmicas entre todos los sistemas resistentes en forma
eficiente.
Cuando existe desplomo en una estructura, el efecto de la gravedad tenderá a sumarse a las
acciones sísmicas cuando éstas actúen en el sentido del desplomo, pero tenderá a contrarrestarlas
en el sentido opuesto. Esto implica que en un sentido el comportamiento inelástico se presentará para
cargas laterales menores que en el opuesto. Para tomar en cuenta este aspecto, las fuerzas sísmicas
de diseño que se emplearían en el caso que no hubiera desplomo se deberán incrementar. Este
aspecto se puede tomar en cuenta directamente en un análisis dinámico por integración considerando
el comportamiento no lineal al incluir el desplomo.
108
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SECCIÓN 3.4
ESTRUCTURAS TIPO 2
PÉNDULOS INVERTIDOS Y
APÉNDICES
109
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
110
COMENTARIOS
El método propuesto para considerar las fuerzas verticales sin necesidad de acudir a un análisis
dinámico consiste en aplicar la fuerza horizontal, valuar el desplazamiento horizontal y la rotación, y
con ésta y el radio de giro de la masa determinar el desplazamiento vertical. Entonces, la fuerza
vertical se toma igual a la horizontal multiplicada por la relación entre los desplazamientos vertical y
horizontal, la cual al multiplicarla por el radio de giro de la masa y por un factor igual a 1.5, que cubre
en general los efectos de amplificación dinámica, se llega a la ecuación para el momento equivalente
que se presenta en las recomendaciones.
3.4.2 APÉNDICES
El análisis de la respuesta de los apéndices es importante tanto para su propio diseño como por la
influencia que puedan tener sobre la respuesta de la estructura en conjunto. Usualmente, para la
determinación de fuerzas sísmicas sobre apéndices se fijan coeficientes muy superiores a los
correspondientes al resto de la estructura, debido a que frecuentemente ocurren fuertes
amplificaciones dinámicas en estos elementos.
111
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
SECCIÓN 3.5
INTERACCIÓN
SUELO-ESTRUCTURA
112
COMENTARIOS
ÍNDICE
113
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
3.5.1 INTRODUCCIÓN
La interacción dinámica suelo-estructura consiste en un conjunto de efectos cinemáticos e inerciales
producidos entre una estructura y el suelo ante solicitaciones dinámicas. Esta interacción modifica,
esencialmente, los parámetros dinámicos de la estructura así como las características del movimiento
del terreno en la vecindad de la cimentación.
Para la mayoría de las estructuras efectuar sólo el análisis de interacción inercial teniendo en cuenta
los efectos de amplificación de sitio, al determinar el movimiento sísmico en la superficie del terreno,
resulta conservador, ya que dicho movimiento corresponde a la excitación de diseño en la vecindad
de la cimentación la cual, generalmente, resulta ser más desfavorable que el movimiento efectivo
obtenido en un análisis de interacción cinemática.
Este Manual considera las modificaciones por amortiguamiento, interacción del periodo fundamental y
ductilidad que pueden dar lugar a respuestas estructurales mayores o menores, dependiendo de los
niveles de amortiguamiento, la posición de los periodos resonantes del espectro de respuesta y la
ductilidad.
114
COMENTARIOS
115
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
El sistema equivalente tiene tres grados de libertad (figura 5.2) que son: Xe, la deformación de la
estructura, Xc, el desplazamiento de la base de la cimentación relativo al movimiento X0 de campo
libre y φc, la rotación de la cimentación. Según esto, el desplazamiento total de la estructura es
Xt= X0+Xc+(He+D)φc+Xe . Para obtener las ecuaciones de movimiento del sistema equivalente se debe
establecer el equilibrio dinámico de la masa de la estructura en traslación y de la masa de la
cimentación en traslación y rotación. Formulando el equilibrio dinámico de las masas en cuestión y
ordenando términos, se encuentra que, matricialmente, las ecuaciones de movimiento tienen la
siguiente forma:
⎡ Me Me Me ( He + D ) ⎤
⎢ ⎥ ⎧X e⎫
⎢ ⎥ ⎪ ⎪
Me Me + Mc M e ( He + D ) + M c E / 2 ⎨Xc ⎬ +
⎢ ⎥
⎢ 2 ⎥ ⎩⎪ φ
⎪
⎢⎣ e ( e
M H + D ) e( e ) c
M H + D + M D / 2 M e ( e
H + D ) ⎥⎦ c ⎭
(5.1)
⎡C 0 0 ⎤ ⎧X e ⎫ ⎡ K e 0 0 ⎤ ⎧Xe ⎫ ⎧ Me ⎫
⎢ e ⎥⎪ ⎪ ⎢ ⎥⎪ ⎪ ⎪⎪ ⎪⎪
⎢ 0 Ch M hr ⎥ ⎨X c ⎬ + ⎢ 0 K h K hr ⎥ ⎨X c ⎬ = − x 0 ( t ) ⎨ Me + Mc ⎬
⎢ ⎥⎪ ⎪ ⎢ ⎥⎪φ ⎪ ⎪ ⎪
⎢⎣ 0 Crh Cr ⎥⎦ ⎩ φc ⎭ ⎢⎣ 0 K rh K r ⎥⎦ ⎩ c ⎭ ⎪⎩M e ( H e + D ) + M c E / 2 ⎪⎭
donde
Me es la masa de la estructura
Ke es la rigidez de la estructura
Ce es el amortiguamiento de la estructura
He es la altura de la estructura
Mc es la masa de la cimentación
Ic es el momento de inercia de la masa de la cimentación respecto al eje de rotación de su
base
D es la profundidad de desplante de la cimentación
E es la altura del muro lateral de la cimentación
Kh y Ch son la rigidez y el amortiguamiento del suelo, respectivamente, en el modo de traslación
de la cimentación, e igualmente
Kr y Cr son la rigidez y el amortiguamiento del suelo, en el modo de rotación de la cimentación y
Khr=Krh y Chr=Crh representan la rigidez y el amortiguamiento del suelo acoplados, respectivamente
La ecuación matricial de equilibrio dinámico en el dominio del tiempo también se puede escribir en
forma condensada como
116
COMENTARIOS
⎡ ⎡ Me Me Me ( He + D ) ⎤ ⎤ ⎧Xe ⎫
⎢ ⎡K e 0 0 ⎤ ⎡ Ce 0 0 ⎤
⎢ ⎥⎥ ⎪ ⎪
⎢ ⎢0 Kh
⎥ ⎢
0 ⎥ + iω ⎢ 0 Ch
⎥
0 ⎥ − ω2 ⎢ Me Me M e ( He + D ) ⎥ ⎥ ⎨Xc ⎬ =
⎢⎢ ⎢ ⎥⎥ ⎪ ⎪
⎢ ⎢⎣0 0 K r ⎥⎦ ⎢⎣0 0 Cr ⎥⎦ ⎢⎣ M e ( H e + D ) M e ( H e + D ) M e ( H e + D )2 ⎥⎦ ⎥ ⎩Φ c ⎭
⎣ ⎦
(5.3)
⎧ Me ⎫
⎪ ⎪
−X0 ⎨ Me ⎬
⎪ ⎪
⎩Me ( He + D )⎭
Dividiendo los dos primeros renglones de esta ecuación entre ω2Me y el tercero entre ω2M(He + D), se
llega a
En esta ecuación, ωe es la frecuencia natural de vibración de la estructura supuesta con base rígida y
ωh y ωr son las frecuencias naturales de vibración de la estructura supuesta infinitamente rígida y cuya
base puede trasladar o girar, respectivamente; estas frecuencias están dadas por las siguientes
ecuaciones:
Ke
ωe2 = (5.5)
Me
Kh
ω2h = (5.6)
Me
Kr
ω2r = (5.7)
Me ( He + D )
2
ωe Ce
ζe = (5.8)
2K e
ωCh
ζh = (5.9)
2K h
ωCr
ζr = (5.10)
2K r
Resolviendo el sistema de ecuaciones algebraicas dado por la ecuación 5.4, se encuentra que la
deformación de la estructura se puede expresar como
⎡ ω2 ω2 1 + i2ζ′e ω2 1 + i2ζ′e ⎤ 2
⎢1 + i2ζ′e − 2 − 2 −
⎥ ωe X 2 = −X (5.11)
0
⎣⎢ ωe ωh 1 + i2ζ 2 1 + i2ζ
h ωr r ⎦⎥
La seudoaceleración del oscilador de reemplazo, sujeto al mismo movimiento del terreno del sistema
equivalente, está dada por la ecuación
−1
⎡ 2 ⎤
e2 X
ω ⎢1 − ω + i2ζ ω ⎥
= −X (5.12)
e 0 2 e
⎢⎣ ωe ω
e ⎥
⎦
−1
⎡ 2 2 2 ⎛ 2 ⎞ 2⎤
e2 Xe
ω ⎢1 − ω − ω − ω + i2 ⎜ ζ′ + ( ζ − ζ′ ) ω + ( ζ − ζ′ ) ⎟ ω ⎥
= −X (5.13)
0 2 2 2 ⎜ e h e r e ⎟ 2
⎣⎢ ωe ωh ωr ⎝ ωr2 ⎠ ωr ⎦⎥
Para la condición de resonancia, ω = ω e , la igualdad de las partes reales de las ecuaciones 5.12 y
5.13 conduce a que la frecuencia efectiva de la estructura interactuando con el suelo sea
1 1 1 1
= + + (5.14)
e2
ω ωe2 ω2h ω2r
En tanto que la igualdad de las partes imaginarias, para la condición de resonancia, conduce a que el
amortiguamiento efectivo de la estructura interactuando con el suelo sea
118
COMENTARIOS
2 2 2
⎛ω ⎞ ⎛ω ⎞ ⎛ω ⎞
ζe = ζ e ⎜ e ⎟ + ζ h ⎜ e ⎟ + ζ r ⎜ e ⎟ (5.15)
⎝ ωe ⎠ ⎝ ωh ⎠ ⎝ ωr ⎠
Como se demuestra más adelante, los amortiguamientos del suelo para los distintos modos de
vibración de la cimentación son más elevados que el amortiguamiento de la estructura, en especial el
amortiguamiento en traslación. Por esta razón y con base en análisis paramétricos, se propone para
fines de diseño que el amortiguamiento efectivo sea
2 2 2
⎛ω ⎞ ζh ⎛ωe ⎞ ζr ⎛ ω e ⎞
ζ e = ζ e ⎜ e ⎟ + ⎜ ⎟ + ⎜ ⎟ (5.16)
⎝ ωe ⎠ 1 + 2ζ h ⎝ ωh ⎠ 1 + 2ζ r ⎝ ωr ⎠
2 2
Esta fórmula es adecuada para rigideces relativas del suelo y de la estructura, mayores a 2, con lo
que se abarca la mayoría de las condiciones de interés práctico. Los amortiguamientos Ch y Cr y las
rigideces Kh y Kr se calculan como se establece en las recomendaciones de la sección 3.5.7.
En esta ecuación, Xs = {Xe, Xc, Φ}T es el vector de desplazamientos del sistema. La forma más
conveniente de obtener, simultáneamente, el periodo y el amortiguamiento efectivos de la estructura
interactuando con el suelo consiste en resolver directamente la ecuación 5.17, a fin de calcular
funciones de transferencia como las que se muestran en la figura 5.3, cuyas abscisas corresponden a
las frecuencias de excitación normalizadas con respecto al periodo de la estructura supuesta con
base rígida, ω/ωe, y las ordenadas corresponden a las respuestas de la estructura interactuando con
el suelo, normalizada con respecto a la aceleración del terreno. Las frecuencias y amplificaciones
resonantes de estas funciones están asociadas con el periodo y el amortiguamiento efectivos de la
estructura interactuando con el suelo, respectivamente.
119
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
~
Siendo X e la deformación del oscilador de reemplazo, el cortante basal de dicho oscilador será
=K
Ve
X e2 X
e e = Me ω
(5.18)
donde
=M ω 2
K e e e es la rigidez del oscilador de reemplazo.
Ve = K e Xe = Me ωe2 X (5.19)
En estas ecuaciones, ω e2 X
representa la seudoaceleración del oscilador y ωe2Xe la seudoaceleración
e
del sistema. Igualando cortantes y seudoaceleraciones para la condición de resonancia, ω = ω e , se
obtiene que la deformación de la estructura del sistema equivalente, en términos de la deformación
del oscilador de reemplazo, es igual a
~2 ~
ω
X emax = e
2
X emax (5.20)
ωe
donde
X emax y X evaluadas en ω = ω
max son X y X e , respectivamente
e e e
Esta ecuación establece la relación que existe entre las deformaciones máximas de una estructura
real y una equivalente.
Por otro lado, según la ecuación 5.12 la magnitud del valor resonante de la seudoaceleración del
oscilador de reemplazo es
120
COMENTARIOS
e2 X
ω max
e 1
= (5.21)
X 2ζe
0
Según Clough y Penzien (1975), para estructuras prácticas se tienen relaciones de amortiguamiento
ζ < 1 / 2 , relación de frecuencias para una respuesta máxima de 1 − 2ζ 2 y respuesta máxima de
1/2
1 ⎛⎜ S2res − 1 ⎞⎟
ζe = 1− (5.22)
2⎜ S2res ⎟⎠
⎝
= 1 − 2ζ 2 T
T (5.23)
e res res
donde
Tres es el periodo resonante
Sres la respuesta máxima medida en la función de transferencia del sistema acoplado
Con esta analogía se logra, en general, una excelente coincidencia entre la respuesta armónica de la
estructura real y la del oscilador de reemplazo; igualmente, la concordancia entre las respuestas
máximas ante excitación transitoria también es satisfactoria. No obstante, como la función de
transferencia del sistema acoplado no es exactamente la de un oscilador elemental, el concepto de
periodo y amortiguamiento efectivos está restringido en algunos casos. Esta limitación se ha
observado para estructuras bajas cuya cimentación es desplantada en estratos someros, como se
ilustra en la figura 5.3 para cierta combinación de los parámetros del sistema.
Se aprecia que la forma de la función de transferencia del sistema acoplado no puede ser ajustada
por medio de la función de transferencia de un oscilador elemental, cuando el contraste de rigideces
entre la estructura y el suelo es considerable (HeTs)/(HsTe) ≥ 1.5. Esto es debido al ensanchamiento
que sufre la función de transferencia en sistemas altamente amortiguados. Sin embargo, se espera
que esta condición aparezca sólo en casos excepcionales.
Las relaciones fuerza-deformación para los elementos resistentes de una estructura dada y del
oscilador equivalente se muestran en la figura 5.4. En estos diagramas de resistencia, Uv y U y
denotan la deformación de fluencia de la estructura real y del oscilador de reemplazo,
~
respectivamente, mientras que Um y U m indican las deformaciones máximas absolutas
correspondientes. Consecuentemente, los factores de ductilidad se definen en cada caso como
=U
Qe = U m / U y y Q /U .
e m y
Dado que la resistencia de fluencia del oscilador equivalente es igual a la de la estructura dada, se
tiene que la deformación de fluencia de esta última se relaciona con la primera mediante
K
Uy =
e U
(5.24)
y
Ke
donde
= 4π2 M / T 2
K e e e
T
Uy = e U y (5.25)
T e
La capacidad de deformación plástica del oscilador equivalente y de la estructura dada, deben ser
idénticas. Por tanto, igualando la disipación de energía plástica de ambos elementos resistentes se
tiene
122
COMENTARIOS
( U m − U y ) R y = ( U m − U y ) R y (5.26)
2
= Te ( Q − 1) + 1
Q (5.27)
e
T e2
Esta ecuación, derivada por otro medio por Rosenblueth y Reséndiz (Rosenblueth y Reséndiz, 1988),
controla el comportamiento plástico del oscilador de reemplazo. De acuerdo con la ecuación 5.27, se
~
tiene que 1 ≤ Q e ≤ Q e , lo que implica que la ductilidad efectiva del sistema es menor que la ductilidad
~
permisible de la estructura. La ductilidad efectiva, Q e , será igual a la ductilidad estructural, Q e , para
un suelo infinitamente rígido e igual a la unidad para un suelo infinitamente flexible. Partiendo de que
~
Q e < Q e , podría pensarse en la aparición de un daño estructural menor debido a la interacción suelo-
estructura; sin embargo, no es así, pues ambas ductilidades implican un nivel de daño exactamente
igual, debido a que la deformación plástica que el oscilador equivalente acumula durante los ciclos de
histéresis se supone similar a la de la estructura real.
Mc
=
m (5.28)
Me
Este parámetro generalmente varía entre 0.1 y 0.3 y prácticamente no influye en la respuesta de
los sistemas suelo-estructura, por lo que al despreciarlo los errores introducidos son
insignificantes (Wolf, 1985).
i = Ic
2 (5.29)
Me ( He + D )
Por lo general es menor que 0.1 e igualmente no influye de manera considerable en los sistemas
suelo-estructura.
123
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Me
ρ = (5.30)
ρs πR 2 H e
Comúnmente varía entre 0.1 y 0.2. La variación de este parámetro tiene poca influencia en la
respuesta de sistemas suelo-estructura (Velestos, 1977).
5. Relación de Poisson del suelo, νs. Los valores típicos empleados comúnmente son 1/3 para
suelos granulares y 0.45 para suelos plásticos. La respuesta de sistemas suelo-estructura
depende significativamente de este parámetro.
H
h s = s (5.31)
R
Los efectos de sitio en la interacción inercial son parcialmente función de este parámetro, cuyo
rango de variación se encuentra comprendido normalmente entre 2 y 10.
D
d = (5.32)
R
El alargamiento del periodo y el aumento del amortiguamiento de estructuras con base flexible
son función decreciente de este parámetro, cuyo rango de variación se encuentra comprendido
normalmente entre 0 y 1.
H
h e = e (5.33)
R
124
COMENTARIOS
H e Ts
r = (5.34)
Hs Te
En la figura 5.5 se muestran variaciones del periodo y del amortiguamiento efectivos, calculados con
la técnica rigurosa (línea continua) y con la aproximada (línea discontinua), para sistemas suelo-
~ ~
estructura cuyos parámetros característicos son d = 0.5 y h s = 6 . Con base en resultados similares
se concluyó que las aproximaciones para el periodo y el amortiguamiento efectivos son adecuadas
para aquellos sistemas suelo-estructura en que la rigidez relativa de la estructura con respecto al
suelo cumpla con la condición 0 < HeTs / (HsTe) < 2; asimismo, se encontró que los efectos de la
interacción inercial resultan ser despreciables siempre y cuando HeTs/(HsTe) < 0.4.
Para fines de aplicación práctica se puede recurrir a Avilés et al, 1992, donde se reporta un
compendio de periodos y amortiguamientos efectivos de sistemas suelo-estructura típicos.
125
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
resultante (rotación) en la dirección de la fuerza, para una cimentación rígida carente de masa y
excitada armónicamente.
El significado matemático y físico de las rigideces dinámicas puede ilustrarse empleando una
analogía con un sistema discreto de un grado de libertad. Para esto, supóngase la ecuación de
movimiento de un oscilador elemental, esto es
Para una excitación armónica p(t)=Peiωt se tiene en el estado estacionario una respuesta también
armónica x(t)=Xeiωt. En estas condiciones, la ecuación 5.35 se reduce a
Por definición, la rigidez dinámica de un oscilador es la relación en estado estacionario entre la fuerza
excitadora y el desplazamiento resultante, es decir
K
X
( )
( ω) = P K − ω2 M + iωC (5.37)
Esta ecuación muestra que la rigidez dinámica de un oscilador es una función compleja dependiente
de la frecuencia de excitación. La parte real expresa la rigidez y la inercia del sistema y la parte
imaginaria la energía disipada a través de su amortiguamiento.
( ω) = K ( k + iωc )
K (5.38)
donde
k = 1 – (ω/ωe)2
c = 2ζe/ωe, siendo ωe la frecuencia natural y ζe el amortiguamiento del oscilador
126
COMENTARIOS
Con base en la analogía con un sistema discreto de un grado de libertad, la rigidez dinámica de un
sistema continuo suelo-cimentación, figura 5.6, puede expresarse mediante una función compleja
dependiente de la frecuencia de excitación, de la forma
( ω ) = K 0 ⎡ k ( ω ) + iωc ( ω ) ⎤ (1 + i2ζ )
K (5.39)
m m⎣ m m ⎦ s
( ω) = K ( ω) + iωC ( ω)
K (5.40)
m m m
Por tanto, el resorte y el amortiguador se relacionan con los coeficientes de impedancia a través de
las ecuaciones
127
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
K m = K 0m ( k m − 2ζ s ωc m ) (5.41)
donde el amortiguamiento material del suelo interviene tanto en el amortiguador como en el resorte.
La parte real, Km, de la función de impedancia representa el resorte equivalente, que expresa tanto la
rigidez como la inercia del suelo; cabe mencionar que la rigidez del suelo es esencialmente
independiente de la frecuencia, por lo que la dependencia de la frecuencia se debe solamente a la
influencia de ésta en la inercia. La parte imaginaria, Cm, de la función de impedancia representa el
amortiguador equivalente que expresa el amortiguamiento material y el geométrico del suelo; el
primero es prácticamente independiente de la frecuencia debido al comportamiento histerético,
mientras que el segundo es dependiente de la frecuencia a causa del comportamiento viscoso
producto de la irradiación de ondas.
Para el caso de un conjunto de N pilotes conectados a una losa rígida es recomendable tomar en
cuenta el efecto de grupo, debido a la interacción entre los pilotes y el suelo. Para tal caso, cabe
recurrir a procedimientos eficientes de superposición, como el propuesto por Dobry y Gazetas (1988)
para pilotes de fricción; este procedimiento emplea factores de interacción dinámica que reflejan la
influencia de un pilote activo sobre otro pasivo, tal como lo hacen los factores de interacción estática
introducidos por Poulos (1968). Los factores de interacción dinámica entre los pilotes i y j, de
diámetro d y separados una distancia ε entre ejes suelen aproximarse, para los diferentes modos de
vibración, mediante las siguientes ecuaciones (Gazetas, 1991)
128
COMENTARIOS
1/ 2
⎛ 2ε ⎞ − ( ζ s + i ) ωε / v p
αp = ⎜ ⎟ e (5.45)
⎝ d ⎠
y
1/ 2
⎛ 2ε ⎞
αs = ⎜ ⎟ e −( ζ s +i ) ωε / vs (5.46)
⎝ d ⎠
donde
i = −1
vp=3.4vs/π(1-νs) que representa la velocidad análoga de Lysmer
νs es la relación de Poisson del suelo
~
Una vez conocida la rigidez dinámica de un pilote individual K h y los factores de interacción dinámica
entre dos pilotes, es posible aplicar el principio de superposición para calcular la rigidez dinámica de
un grupo de pilotes. Según este principio, el desplazamiento horizontal de uno de los pilotes del
grupo, Xi, es el debido a su propia carga más los incrementos causados por las ondas generadas por
los demás pilotes; esto es, que para el modo de traslación horizontal
N
Xi = ∑ αijh X jj (5.47)
j=1
donde
αijh = Xij / X jj son los elementos de la matriz αh obtenidos con la ecuación 5.43
X ij es el desplazamiento del pilote pasivo i debido al desplazamiento Xjj del pilote activo j
Por definición de rigidez dinámica, el desplazamiento de un pilote aislado bajo su propia carga se
determina como
Fj
X jj = (5.48)
K h
1 N h
Xi = αij Fj
j∑
K
(5.49)
h =1
X
αh F = K (5.50)
h
donde
X es el vector de desplazamientos horizontales de los pilotes
F es el vector de cargas horizontales sobre los pilotes
129
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Resolviendo la ecuación 5.50, imponiendo un desplazamiento unitario para todos los pilotes del
grupo, se obtiene que el vector de fuerzas necesarias en cada pilote está dado por
υ J
F=K (5.51)
h h
donde
υ h = α −h 1
J es un vector de orden N formado por unos
De esta forma, la rigidez dinámica del conjunto de pilotes es simplemente la suma de estas fuerzas,
esto es
N N N
g = ∑ F = K
K ∑ ∑ υh (5.52)
h i h ij
i =1 i =1 j=1
La rigidez dinámica de grupo para el modo de rotación puede derivarse mediante un análisis similar al
anterior, en que la ecuación 5.50 es reemplazada por
Z
αv P = K (5.53)
v
donde
Z es el vector de desplazamientos verticales de los pilotes
P es el vector de cargas verticales sobre los pilotes
αv es una matriz con elementos α ijv dados por la ecuación 5.44
Al imponer un giro unitario del conjunto de pilotes se tiene que Z = x, siendo x el vector de distancias
entre el eje de cada pilote y el eje del arreglo, alrededor del cual ocurre la rotación. Resolviendo la
ecuación 5.53 se encuentra que la fuerza requerida en cada pilote para cumplir dicha condición está
dada por
υ x
P=K (5.54)
v v
donde
υ v = α −v1
De este modo, la rigidez dinámica del grupo de pilotes es sencillamente la suma de los momentos
causados por estas fuerzas, es decir
N N N
g = ∑ x P = K
K ∑ x ∑ υh x (5.55)
r i i v i ij j
i =1 i =1 j=1
130
COMENTARIOS
figura 5.8, donde una estructura con N grados de libertad está apoyada sobre resortes y
amortiguadores equivalentes del suelo. Debido a las características de amortiguamiento del sistema,
éste posee modos no clásicos de vibración en lugar de modos naturales clásicos; es decir, sus modos
naturales de vibración no existen necesariamente en el dominio real, sino en el complejo. Por tal
razón y por la dependencia que presentan tanto los resortes como los amortiguadores de apoyo de la
frecuencia de excitación, la solución es obtenida en el dominio de la frecuencia mediante la síntesis
de Fourier.
Los grados de libertad del sistema suelo-estructura son: xe, el vector de desplazamientos de la
estructura relativos a su base, xc, el desplazamiento de la base de la cimentación relativo al
movimiento x0 de campo libre y φc, la rotación de la cimentación. Así, el vector de desplazamientos
totales de la estructura xt = (x0 + xc)J + φcH + xe, siendo J un vector de orden N formado por unos y por
H = {h1 + D, h2 + D,…, hN + D}T. Las ecuaciones de equilibrio dinámico del sistema suelo-estructura
pueden formularse a partir del equilibrio de fuerzas en la estructura y del equilibrio de fuerzas y
momentos en la cimentación, esto es
M e [ x c J + ϕ
c H + x e ] + Ce x e + K e xe = −M e x 0 (t)J (5.56)
M c [ x c + (D / 2)ϕ
c ] + C h x c + Chr ϕ c + K h x c + K hr ϕc − V = −M c x 0 (t) (5.57)
D D
Jcϕ
c + Cr ϕ c + Chr x c + K r ϕc + K hr x c + M c x c − M = − M c x 0 ( t) (5.58)
2 2
donde
131
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
⎧ MeJ ⎫
⎪ T ⎪
M0 = ⎨ J MeJ + Mc ⎬ (5.60)
⎪ T ⎪
⎩H M e J + M c D / 2 ⎭
mientras que Ms, Cs, y Ks son respectivamente las matrices de masa, amortiguamiento y rigidez del
sistema, estructuradas de la siguiente manera
⎡ Me MeJ ⎤
Me H
⎢ ⎥
Ms = ⎢ JT Me T
J MeJ + Mc T
J Me H + Mc D / 2⎥ (5.61)
⎢ T ⎥
⎣⎢ H M e HT M e J + Mc D / 2 H T M e H + J c ⎦⎥
⎡ Ce 0 0 ⎤
⎢ ⎥
Cs = ⎢ 0T Ch Chr ⎥ (5.62)
⎢ T ⎥
⎣0 Crh Cr ⎦
⎡Ke 0 0 ⎤
⎢ ⎥
K s = ⎢ 0T Kh K hr ⎥ (5.63)
⎢ T ⎥
⎣0 K rh Kr ⎦
132
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Esta ecuación representa un sistema complejo de ecuaciones algebraicas que puede resolverse con
procedimientos estándar de eliminación gaussiana.
1 ∞ * iωt
xs ( t ) = ∫ x0 ( ω) e dω (5.65)
2π −∞
donde
xs(t) es la respuesta original en el tiempo
x∗s (ω) es la respuesta transformada en la frecuencia, definida como
∞
x*0 ( ω) = ∫ x0 ( t ) e−iωt dtS (5.67)
−∞
H ( ω) = (1 / x0 ) Xs (5.68)
Las ecuaciones 5.65 a 5.67 corresponden a la conocida síntesis de Fourier, cuya implementación en
la práctica requiere de su formulación numérica. Para calcular las integrales en su forma discreta
debe suponerse la excitación como periódica de periodo T. Con objeto de minimizar los errores en el
caso de excitaciones no periódicas, el periodo considerado debe extenderse más allá de la duración
de la excitación, mediante la inclusión de un intervalo significante de ceros; la selección de tal periodo
permite definir el incremento en la frecuencia
2π
Δω = (5.69)
T
T
Δt = (5.70)
M
133
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Empleando las ecuaciones 5.71 y 5.72 en 5.65 y 5.67, se encuentra que el par de transformadas de
Fourier discretas por calcular son
Δω M −1 *
xs ( t k ) = ( )
jk
∑ xs ω j W ;
2π j=0
k = 0,1,..., M − 1 (5.73)
M −1
( )
x*0 ω j = Δt ∑ x0 ( t k ) W − jk j = 0,1, 2,..., M − 1 (5.74)
k =0
donde
W = ei2π/M
134
COMENTARIOS
SECCIÓN 3.6
ESTRUCTURAS TIPO 3
MUROS DE RETENCIÓN
135
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
136
COMENTARIOS
3.6.1 GENERALIDADES
Las fuerzas inducidas en la masa del suelo por los movimientos del terreno generarán incrementos de
esfuerzos y rotación de direcciones principales de esfuerzos y deformaciones, cuyos efectos pueden
llevar en ocasiones a tener que considerar de manera explícita la degradación de las propiedades
mecánicas del suelo, sobre todo cuando el aumento de la presión intersticial pueda conducir al
fenómeno de licuación del suelo.
Deberá revisarse la posibilidad de que se produzcan impactos sobre el muro, tal como puede suceder
en apoyos de puentes, cuando el desplazamiento de los muros sea del orden de 100 mm (Anónimo,
1983) La construcción de un dentellón en la base del cimiento solamente es aconsejable cuando se
desea incrementar el factor de seguridad contra deslizamiento del muro, pues si por una parte su
presencia incrementa el factor de seguridad ante deslizamiento, por la otra, cuando el dentellón se
localice en la vecindad del relleno, se incrementa la altura de relleno y además, puede originar
efectos secundarios que reducen la estabilidad, aun en condiciones estáticas. Por ello, conviene
colocarlo a una distancia intermedia entre el centro y el talón del cimiento, cuidando que el plano de
falla del relleno no lo intercepte. Una manera sencilla de dimensionarlo consiste en determinar su
posición y peralte, L y h respectivamente, con respecto al centro del cimiento de manera que se
cumpla h ≤ (L-B) tan (0.8χ) para L > B/2, donde χ es el ángulo de inclinación de la superficie de falla y
B el ancho en la base del muro. Estudios experimentales en centrifuga y mesa vibratoria han
mostrado que, independientemente de la flexibilidad del muro, la cinemática de la falla en el relleno
corresponde aproximadamente a la formación de una cuña, donde la deformación se localiza en una
superficie de falla con ángulo de inclinación χ.
Para el análisis de muros de retención ante una excitación sísmica, caracterizada por la aceleración
de campo libre en el terreno de desplante, a0, se supondrá que el suelo de relleno se comporta
esencialmente en el intervalo elástico, que el muro es infinitamente rígido, y que el terreno de
desplante permite rotaciones del muro. En estas condiciones, los desplazamientos relativos de la
estructura de retención serán menores que los que se tendrían al no considerar las rotaciones del
muro; sin embargo, ello aún conduce a empujes de tierra conservadores. En efecto, se está
despreciando tanto la interacción entre el suelo de relleno y el terreno de cimentación, como la
flexibilidad del muro. De acuerdo con la figura 6.1, el terreno de desplante se idealiza como un estrato
homogéneo, caracterizado por el módulo de rigidez Gs y la relación de Poisson νs. Además se
especificará su periodo Ts, su espesor Hs y su contraste de impedancias ps con el semiespacio en que
se apoya. El relleno se caracterizará por su espesor Hre, velocidad de ondas de corte Vs re , relación
de Poisson νre y densidad de masa ρre. El muro se caracterizará por su masa relativa μ ~ , que se define
como:
137
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
μ
= μ ρ re H re
donde μ es la masa por unidad de área plana del muro. Finalmente, la rigidez del terreno de
desplante ante rotaciones del muro se caracterizará por la rigidez dinámica en rotación Rθ(ω).
Los valores recomendados para caracterizar la relación de Poisson serán de 0.3 para suelos
granulares y 0.45 para suelos arcillosos y limosos. Las velocidades de onda de corte en los rellenos
suele depender del grado de compactación del relleno, aunque puede tomarse un valor preliminar de
300 m/s. También se puede recurrir a la tabla 1.2 de la sección 3.1.5.2.1 de estos Comentarios para
asignar un valor preliminar a la velocidad de cortante en el relleno. En esa misma tabla se dan valores
comunes de peso volumétrico de los que se puede obtener un valor preliminar para la densidad de
masa del relleno.
Sea uf(y,t) el campo lejano de desplazamientos horizontales en el interior del relleno, relativo al
movimiento en la base del relleno. El campo lejano corresponde al campo libre en un estrato de
extensión lateral infinita, es decir, un relleno en ausencia de muro. Sea w(y,t) el desplazamiento
horizontal del muro. Las presiones normales sobre el muro, σ(y,t), necesarias para asegurar la
compatibilidad entre los componentes del desplazamiento a lo largo del muro, pueden expresarse
como
138
COMENTARIOS
σ ( y, t ) = K ( y, t ) ⎡⎣ u f ( y, t ) − w ( y, t ) ⎦⎤ (6.1)
donde
K(y,t) es una función de impedancia generalizada o rigidez dinámica del suelo, definida con
mayor detalle más adelante
Para un muro impedido de rotar en la base se tiene que w=0. Otra hipótesis implícita en la ecuación
6.1 es que sólo se consideran los esfuerzos normales sobre el muro, de tensión y compresión,
despreciándose los esfuerzos normales verticales. Nótese que esta descripción es independiente de
la coordenada horizontal.
El campo de desplazamientos en el interior del relleno sin la presencia del muro cumple con la
siguiente ecuación de onda
∂2u 1 ∂2u
= (6.2)
∂ y2 Vs 2re ∂ t 2
∞
u ( y, t ) = ∑ Yn ( y ) Tn ( t ) (6.3)
n =1
Yn′′ 1 Tn′′
= (6.4)
Yn Vs 2re Tn
⎡ ( 2n − 1) π ⎤
Yn ( y ) = sen ⎢ y⎥ (6.5)
⎣ 2H re ⎦
Tn ( t ) = ei ωn t (6.6)
2
⎡ ( 2n − 1) π ⎤ ω2n
⎢ ⎥ = (6.7)
⎣ 2H re ⎦ Vs 2re
139
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ωn =
( 2n − 1) πVs
re (6.8)
2H re
Como se observa, la solución es armónica, con dependencia del tiempo dada por el factor eiωt, donde
ω es la frecuencia angular, t el tiempo e i = −1 . Sin embargo, por simplicidad, este factor se omitirá
en adelante.
⎛ ω⎞
2
⎞
K n ( ω) = ( K st )n (1 + i δ ) ⎜⎜1 − ⎛⎜ ⎟ + i δ ⎟⎟ ; Im ( K n ) > 0 (6.9)
⎝ ⎝ ω ⎠n ⎠
donde
(Kst)n es la rigidez estática del modo n, definida como la fuerza necesaria para producir un
desplazamiento unitario
δ es igual a 2ζ, considerando que ζ es el factor de amortiguamiento que típicamente se
emplea para modelar el amortiguamiento viscoso de suelos y rellenos (5%)
( 2n − 1) π Ψ
( K st )n = σ G re (6.10)
2H re
siendo
G re = ρre Vs 2re (6.11)
2
Ψσ = (6.12)
1 − ν re
donde
Gre es el módulo de rigidez del relleno
∞ ∞
⎡ ( 2n − 1) π ⎤
u f ( y, ω) = ∑
n =1
U n ( ω) Yn ( y ) = ∑ U ( ω) sen ⎢⎣
n =1
n
2H re
y⎥
⎦
(6.13)
con
140
COMENTARIOS
16 ρre H re2 1 1
U n ( ω) = − a 0 ( ω)
π G re ( 2n − 1)3
3
⎛ ω⎞
2
(6.14)
1 − ⎜ ⎟ + iδ
⎝ ω ⎠n
donde
a0(ω) es el espectro complejo de Fourier de las aceleraciones en la base del relleno
∞
⎡ (2n − 1)π ⎤
σ(y,ω) = ∑ K n (ω)U n (ω)sen ⎢ y⎥ (6.15)
n =1 ⎣ 2H re ⎦
es decir
⎛ ⎞
⎜ ⎟
⎡ ( 2n − 1) π ⎤ ⎟
∞
8Ψ 1 + iδ
∑ ( 2n − 1)
1
σ ( y, ω) = − 2 σ ρre H re ⎜ sen ⎢ y ⎥ ⎟ a 0 ( ω) (6.16)
π ⎜ 2
⎛ ω⎞
2
2H re
⎜ n =1
1 − ⎜ ⎟ + iδ ⎣ ⎦⎟
⎜ ⎝ ω ⎠n ⎟
⎝ ⎠
3.6.2.5 Cortante basal y momento de volteo sin considerar rotación del muro
Considerando los efectos de inercia debidos a la masa del muro, el cortante basal y el momento de
volteo se determinan como
⎛ ⎞
⎜ ∞ ⎟
16Ψ 1 + iδ
∑ ( 2n − 1)
1
Q b ( ω) = − ⎜ 3 σ ρH 2re
0
+ μH re ⎟ a 0 ( ω) = Q
0 ( ω) a ( ω) (6.19)
⎜ π 3
⎛ ω⎞
2 ⎟ b 0
⎜ n =1
1 − ⎜ ⎟ + iδ ⎟
⎜ ⎝ ω ⎠n ⎟
⎝ ⎠
141
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
⎛ ⎞
⎜ ⎟
( −1)
∞ n +1
32Ψ 1 + iδ
∑ ( 2n − 1)
2
H ⎟
M 0b ( ω) = − ⎜ 4 σ ρH 3re + μ a 0 ( ω) = M
re 0 ( ω ) a ( ω) (6.20)
⎜ π 4
⎛ ω⎞
2
2 ⎟ b 0
⎜ n =1
1 − ⎜ ⎟ + iδ ⎟
⎜ ⎝ ω ⎠n ⎟
⎝ ⎠
Al expandir estos desplazamientos en términos de los modos naturales de vibrar del estrato, Yn(y)
(ecuación 6.5), se tiene
∞ ∞
⎡ ( 2n − 1) π ⎤
w ( y, ω) = ∑ W ( ω) Y ( y ) =∑ W ( ω) sen ⎢⎣
n =1
n n
n =1
n
2H re
y⎥
⎦
(6.22)
donde
8 ( −1)
n −1
Wn ( ω) = 2 H re Θ ( ω) (6.23)
π ( 2n − 1)2
∞
σ(y,ω) = ∑ K n (ω)(U n (ω) − Wn (ω))sen ⎢
(2n − 1)π y ⎡ ⎤
⎥ (6.24)
n =1 ⎣ 2H re ⎦
Los términos que involucran los desplazamientos Un representan la presión inducida sobre un muro
de base rígida y están dados por la ecuación 6.14, mientras que los términos Wn representan la
contribución de la rotación y están dados por la ecuación 6.23.
1 1
M 0b ( ω) − Θ ( ω) M1b ( ω) − μH re2 a 0 ( ω) + μH3re ω2 Θ ( ω) = R θ ( ω) Θ ( ω) (6.25)
2 3
donde
142
COMENTARIOS
0 ( ω) − 1 μH 2
M b re
Θ ( ω) = 2 a ( ω) = Θ
( ω) a ( ω) (6.26)
1 3 2 0 0
M b ( ω) + R θ ( ω) − μH re ω
1
3
~0
Aquí M b es la función de transferencia del momento inducido por las presiones ejercidas sobre el
1
muro con base rígida (ecuación 6.20), mientras que M b es el momento inducido por las presiones
asociadas a una rotación unitaria del muro, que está dado por:
∞
⎛ ⎛ ω ⎞2 ⎞
∑ ( 2n − 1)
16 1
M ( ω) = 3 Ψ σ G re H re2
1
b (1 + iδ ) ⎜⎜1 − ⎜ ⎟ + iδ ⎟⎟ (6.27)
π n =1
3
⎝ ⎝ ω ⎠n ⎠
M b ( ω) = R θ ( ω ) Θ
( ω) a ( ω) = M
0
( ω) a ( ω)
b 0 (6.28)
⎡0 1 2 2 ⎤
Q b ( ω) = ⎢ Q b ( ω ) − Θ ( ω ) Q b ( ω) − μH re +
1
μH re ω Θ ( ω) ⎥ a 0 ( ω) = Q
( ω) a ( ω)
b 0 (6.29)
⎣ 2 ⎦
aquí Q 0 es la función de transferencia del cortante debido a la presión actuante en un muro con base
b
rígida (ecuación 6.19), y Q1b es el componente debido a las presiones asociadas con una rotación
unitaria del muro, y está dado por
( −1)
n −1
∞
⎛ ⎛ ω ⎞2 ⎞
∑ ( 2n − 1)
8
Q1b ( ω) = Ψ σ G re H re (1 + iδ ) ⎜⎜1 − ⎜ ⎟ + iδ ⎟⎟ (6.30)
π2 n =1
2
⎝ ⎝ ω ⎠n ⎠
Para determinar el cortante basal y el momento de volteo causados por sismo en un muro cuyo apoyo
es flexible, se requerirá de los siguientes datos del relleno: espesor Hre, velocidad de ondas de corte
Vs re , relación de Poisson νre y densidad de masa ρre. El muro se caracterizará por su masa por
unidad de área plana μ. La rigidez del terreno de desplante ante rotaciones del muro estará dada por
la rigidez dinámica en rotación Rθ(ω). En la sección de recomendaciones se dan ecuaciones
independientes de la frecuencia correspondientes a una zapata corrida. Esta se podrá sustituir por
una descripción más refinada que sea función de la frecuencia. También habrá de caracterizarse la
excitación, es decir, el movimiento en la superficie del terreno de desplante, que se especificará con
el espectro complejo de Fourier de las aceleraciones aθ(ω). A continuación se describe el
procedimiento de cálculo de que debe seguirse para evaluar el cortante basal y el momento de volteo.
143
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
G re H 2re
dθ = (6.31)
Rθ
Si Rθ es función de la frecuencia, tómese el valor estático
2) Especifíquese el número máximo de modos N que se tomarán en cuenta. Este número está
en función de la rigidez rotacional relativa. Si dθ = 0, N debe ser pequeño (≤ 3). Si dθ es
grande (≈ 5) N deberá ser grande (≈ 20).
3) Calcúlense las frecuencias ω n ( n = 1,2...N ) y el valor de Ψσ , con las ecuaciones 6.8 y 6.12
4) 0 ( ω) (ecuación 6.19) y
Calcúlense las funciones de transferencia de cortante basal Q b
0 ( ω) (ecuación 6.20) sin rotación.
momento de volteo M b
5) Calcúlense las amplitudes complejas del cortante basal Q1b ( ω) (ecuación 6.30) y momento de
volteo M1b ( ω) (ecuación 6.27), correspondientes a las presiones asociadas con una rotación
unitaria del muro.
7) ( ω) (ecuación 6.26).
Calcúlese la amplitud compleja de la rotación Θ
8) ( ω) (ecuación 6.29) y el
Calcúlense las funciones de transferencia del cortante basal Q b
momento de volteo M ( ω) (ecuación 6.28) resultantes.
b
9) Los espectros de Fourier del cortante basal y del momento de volteo resultantes se obtienen
con el producto de las funciones de transferencia descritas en el inciso anterior por el espectro
de Fourier de la excitación. Las series de tiempo de cortante basal y momento de volteo se
obtendrán con la síntesis de Fourier.
10) Es común que sólo interese conocer el valor máximo de las series de tiempo, es decir, los
espectros de respuesta de cortante basal y momento de volteo resultantes. En la sección de
recomendaciones se da un criterio para construir espectros de diseño de estas cantidades
(cortante basal y momento de volteo), que son formas suavizadas cuyos coeficientes se
determinaron de un examen riguroso siguiendo los incisos 1 a 9. Estos espectros son
funciones del periodo dominante del relleno, que se calcula como
Tre = 4 H re Vs re (6.32)
En muros donde se requiera evaluar con fineza la influencia de todo el conjunto, muro, cimiento,
relleno y subsuelo estratificado, siempre se justificará efectuar un análisis dinámico más completo.
Para ello, puede utilizarse el método de elementos finitos. Existen códigos de elementos finitos
bidimensionales bien conocidos y comercializados, como por ejemplo, el programa QUAD-4 (Idriss et
al, 1973), desarrollado en la Universidad de California Berkeley, que incluye la dependencia de G y ζ
con el nivel de deformación. El movimiento de control en la base del modelo, considerada como base
rígida, puede obtenerse, para cada temblor de diseño, mediante un proceso de deconvolución del
registro de aceleración, empleando el programa SHAKE (Schnabel et al, 1972). Ambos programas
144
COMENTARIOS
son distribuidos por el National Information Service for Earthquake Engineering y por el EERC de la
Universidad de California, Berkeley.
No existe aún un procedimiento simple para considerar los efectos del sismo actuando en la dirección
longitudinal del muro. Sin embargo, una manera aproximada de estimarlos consiste en determinar
una longitud crítica Lc, definida a partir de las secciones donde se producen los momentos
flexionantes y los cortantes máximos.
Para determinar Lc se supondrá que el muro sigue los desplazamientos relativos del suelo sometido a
los efectos de ondas de corte que se propagan en la dirección longitudinal del muro. Se adoptará una
configuración senoidal para los desplazamientos horizontales a lo largo del muro, y su magnitud será
función de la longitud de onda para el n –ésimo modo de cortante del estrato equivalente, de acuerdo
con
4H s
λn = (6.33)
(2n − 1)
El objeto de emplear la longitud de onda λn en vez de la longitud del muro permitirá definir un valor
mínimo para Lc, pues puede suceder que mientras los momentos flexionantes máximos se presentan
con el primer modo de vibración del depósito de suelo, las fuerzas cortantes máximas se presenten
con el segundo modo de vibración.
Deberá siempre cuidarse el aspecto del drenaje del relleno, pues los efectos debidos al agua
almacenada en el relleno serán un factor preponderante para la valuación de la solicitación. Esta
influencia puede demostrarse mediante un ejemplo sencillo: considerando solamente condiciones
estáticas, cuando el nivel freático se encuentra en la superficie libre del relleno, la presión debida al
agua a una profundidad z será pw = z t/m2, mientras que la debida al suelo será p = zk(γre – l), siendo
145
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
por lo general k < 1 y γre < 2 t/m3. Si se toma γre = 1.8 t/m3 y k < 0.4, el empuje del suelo representa
solamente el 32 % del empuje hidrostático.
Los efectos debidos al empuje de una masa de agua libre solamente deberán considerarse cuando
vayan en el sentido de la inseguridad, como podría ser el caso de pérdida de confinamiento del muro
perimetral de un depósito enterrado, sometido al empuje de tierra en una cara y del fluido en la cara
opuesta.
El análisis sísmico de estabilidad de taludes debe incluir las fuerzas inerciales que obran en la masa
del suelo del talud. Existen en la actualidad autores que proponen la incorporación de un método de
tipo trayectorias de esfuerzos en un análisis elastodinámico o elasto-plastodinámico. Cuando el
empleo de un modelo refinado no se justifique, una alternativa simple consiste en realizar un análisis
estático equivalente, simulando los efectos del sismo mediante fuerzas de inercia que actúan en el
centro de gravedad de la masa de suelo, calculadas mediante un coeficiente sísmico.
Cuando sea aceptable suponer un mecanismo de falla rotacional, la masa de suelo que desliza estará
delimitada por la superficie del terreno y por el círculo o espiral logarítmica que representa la
superficie de falla; es recomendable emplear el método de Spencer, que se describe con detalle en
Spencer (1978.
Cuando el mecanismo de falla se aleje significativamente del caso anterior, es recomendable adaptar
al caso sísmico el método de Janbu o el de Morgestern y Price, que permiten tratar un problema con
mecanismo de falla generalizada. Para efectuar la adaptación de esos métodos bastará con incluir la
fuerza inercial actuando en el centro de gravedad de cada sección considerada.
Cuando la función del muro sea corregir la estabilidad del talud, la determinación del empuje sísmico
sobre el muro en estas condiciones corresponderá al caso de un relleno inclinado, donde el volumen
de la masa de tierra que actúa sobre el muro corresponderá a la masa del talud inscrita entre la
superficie libre, el muro y los planos de deslizamiento potenciales.
Las estructuras de tierra armada pueden dimensionarse utilizando los lineamientos aplicables a
muros de retención y taludes. El análisis sísmico de estas estructuras considerando un estado activo
de presión de tierras permitirá determinar las fuerzas actuantes sobre el refuerzo (Richardson y Lee
1975)
3.6.6 TABLESTACAS
El empuje sísmico de tierras sobre tablestacas que cumplen una función de soporte permanente
puede calcularse de la misma manera que para los muros, pero en este caso será necesario adecuar
146
COMENTARIOS
La localización de las anclas y la rigidez axial del anclaje tienen una gran relevancia, mientras que la
flexibilidad de la tablestaca, considerando el intervalo de valores frecuentes en la práctica, contribuye
poco a modificar las respuestas máximas del sistema, es decir, la tablestaca tiende a seguir los
movimientos del suelo retenido casi de manera independiente de su flexibilidad. La rigidez axial del
ancla es un factor importante pues a medida que la rigidez crece, la fuerza dinámica que obra sobre
el ancla aumenta y el desplazamiento permanente disminuye, y éste puede llegar a ser casi
inapreciable en el caso de tablestacas firmemente ancladas.
Las anclas pretensadas parecen ser las más adecuadas. En efecto, una rigidez axial importante
combinada con un pretensado del ancla del orden de 0.7 a 1.3 veces el empuje de tierras de diseño,
limitan notablemente los desplazamientos máximos de la tablestaca, sobre todo durante la etapa de
construcción que es cuando generalmente ocurre la porción más significativa del desplazamiento
permanente. Durante la acción del sismo el ancla solamente es efectiva para limitar los
desplazamientos en una zona relativamente reducida, siempre y cuando se disponga de una rigidez
axial importante. La consideración de estos aspectos puede contribuir a racionalizar la distribución de
las anclas.
El parámetro importante para diseño es el cociente kas entre la rigidez axial del ancla ka y el módulo de
corte del suelo, que se calcula de acuerdo con
Ea Aa
k as = (6.34)
s La Gs
donde
Ea es el módulo de Young del ancla
Aa es el área transversal del ancla
La es la longitud del ancla
s es la separación entre anclas
Gs el módulo de corte del suelo
A partir de resultados mostrados en Cheney (1984), puede establecerse que para conseguir un
diseño óptimo del anclaje debe considerarse una rigidez axial del ancla ka > 0.08Gs. Este valor deberá
incrementarse cuando la relación entre la longitud de onda correspondiente al segundo modo de
cortante del suelo y la altura de la tablestaca indique que pueden presentarse momentos y fuerzas
cortantes importantes. Para ello, deberá calcularse el cociente f mediante
Ts 2 v s
f = (6.35)
Ht
147
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
donde
Ts2 es el periodo en el segundo modo de cortante del depósito de suelo,
vs es la velocidad de propagación de ondas de corte efectiva del depósito de suelo,
incluyendo el estrato de suelo retenido,
Ht es la altura de la tablestaca.
Cuando f > 10, los valores de kas calculados para condiciones estáticas podrán conservarse; para
valores f entre 6 y 10, deberán tomarse valores mayores para kas que podrían ser del orden de 0.15 a
0.25, o inclusive más importantes. Para valores de f < 5, la rigidez axial a considerar en el diseño
deberá determinarse mediante un análisis detallado del problema. Una rigidez axial del ancla del
orden de ka = 0.25Gs puede conducir a diseños irreales o antieconómicos.
El bulbo de inyección o la placa de empotramiento del ancla deberán alojarse en la masa del relleno a
una distancia que sea suficiente para que se desarrolle la tensión en el ancla. Generalmente bastará
con localizar el empotramiento del ancla fuera de la cuña de empuje activo de tierra que actúa sobre
el muro.
Para evaluar la seguridad de una tablestaca o de un muro anclado al relleno, deberán determinarse
los valores del factor de seguridad global con respecto a dos superficies de deslizamiento potencial,
una que cruce las anclas y otra que incluya el suelo donde se aloja la zona de empotramiento de las
anclas. Este análisis puede efectuarse empleando un método convencional de análisis de taludes,
modificado de forma que permita incluir los efectos de la fuerza de pretensado y la capacidad de las
anclas en tensión.
148
COMENTARIOS
SECCIÓN 3.7
ESTRUCTURAS TIPO 4
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
149
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
150
COMENTARIOS
Las recomendaciones establecidas para estructuras de edificios tienen en cuenta que en esas
estructuras las deformaciones por cortante y flexión contribuyen en distintas proporciones a la
respuesta total. Por esta razón, y atendiendo al estado actual del conocimiento, para chimeneas y
silos se juzgó conveniente adoptar criterios de diseño sísmico que no difieren radicalmente de los
correspondientes a estructuras de edificios.
En vista de esta situación, buena parte de los comentarios para las estructuras de edificios son
extensivos a las chimeneas y silos. Es por ello que en la presente sección solamente se presentarán
algunos comentarios complementarios.
151
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
de estructuras sujetas a grandes acciones sísmicas. Se considera que el valor recomendado para el
factor de sobrerresistencia es el mínimo del que podrían disponer este tipo de estructuras.
El análisis paso a paso conducirá a diseños seguros siempre y cuando se disponga de un número
suficiente de registros sísmicos fidedignos que representen las condiciones locales del sitio donde se
desplantará la estructura.
El uso de movimientos sísmicos que sean representativos, pero que no sean compatibles con el
riesgo sísmico esperado del sitio en cuestión, llevará a respuestas de diseño inaceptables.
Por estos inconvenientes, así como por otras complejidades e incertidumbres, el empleo del análisis
paso a paso no se recomienda para el diseño sísmico de chimeneas y silos, salvo cuando se pueda
justificar ampliamente a la luz de estudios de riesgo sísmico y comportamiento estructural.
Las fórmulas que se sugieren para estimar el periodo fundamental de la estructura con base rígida
son suficientemente precisas y gozan de gran aceptación. Se puede recurrir también a ecuaciones
reconocidas en la literatura que sean apropiadas al tipo de chimenea o silo que se tenga, a fin de
determinar aproximadamente su periodo fundamental.
El criterio que se estipula para reducir el momento de volteo en chimeneas y silos, debido a que la
envolvente de cortantes corresponde a fuerzas cortantes máximas que no ocurren simultáneamente
ni con el mismo signo, es similar al que se recomienda para estructuras de edificios. Tal criterio
implica una reducción lineal que es máxima en la base y nula en el extremo de la estructura. En vista
152
COMENTARIOS
de que en chimeneas y silos la contribución de los modos superiores a la respuesta total es mayor
que en estructuras de edificios, se estableció que la reducción del momento de volteo basal fuera del
25 y no del 20% como se especifica para estas últimas, con objeto de tener en cuenta el
desfasamiento en la respuesta que se presenta en dichos modos.
La razón por la que se pueden despreciar los efectos de segundo orden y el componente vertical del
movimiento del terreno obedece a que en chimeneas y silos que no sean excesivamente esbeltos
tales efectos son de menor importancia que en estructuras de edificios.
Para una estructura de masa distribuida en voladizo desde el suelo, el número mínimo de modos de
vibración necesario para asegurar la participación de todos los modos significativos, es mayor que el
correspondiente número para un edificio resistiendo a cortante con masas concentradas. Así mismo,
el número mínimo de modos de vibración necesario para valuar las acciones internas en la parte
superior de la estructura es generalmente mayor que el requerido para valuar el momento de volteo o
el cortante total en la base. El criterio establecido en la ecuación 7.12 de la sección de
recomendaciones permite en la mayoría de los casos determinar el número de modos necesario para
una valuación adecuada de la respuesta estructural. Debe reconocerse, sin embargo, que este
criterio puede no ser conservador al estimar la respuesta de la parte superior de la estructura.
La revisión por cortante basal está inspirada en el requisito correspondiente para estructuras de
edificios donde el cortante basal calculado dinámicamente se limita a 0.8 del calculado estáticamente.
Para chimeneas y silos este límite se redujo a 0.75 básicamente porque su análisis dinámico se presta
menos a error que el de estructuras de edificios, lo que trae consigo que la protección necesaria en
caso de errar se pueda reducir.
Las disposiciones que se refieren a los efectos de segundo orden y los componentes de los
movimientos del terreno obedecen a las mismas consideraciones establecidas en relación con el
análisis estático.
153
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Con la finalidad de cubrir casos de chimeneas y silos donde el análisis de interacción suelo-estructura
podría llevar a resultados poco confiables se establecieron dos limitaciones: una de seguridad y otra
de economía. Por seguridad, se juzgó conveniente limitar las reducciones por interacción
estableciendo la condición β ≥ 0.8, la cual simplemente parece razonable. Por economía, se consideró
pertinente imponer las restricciones ζe > 0.03 o ζe > 0.02 para estructuras de concreto o acero,
respectivamente, las cuales corresponden a los niveles más bajos de amortiguamiento que se
pueden tener en chimeneas y silos.
154
COMENTARIOS
SECCIÓN 3.8
ESTRUCTURAS TIPO 5
TANQUES, DEPÓSITOS Y
SIMILARES
155
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
156
COMENTARIOS
En un recipiente cerrado, perfectamente rígido y completamente lleno, toda la masa del líquido, junto
con la del recipiente, se mueve como cuerpo rígido. Sin embargo, basta con que el recipiente
almacene un poco menos de su capacidad para que las presiones hidrodinámicas sobre las paredes
y el fondo sean prácticamente iguales a las correspondientes al caso de recipiente con superficie
libre. En vista de esta situación, para fines de diseño será suficiente con estudiar dos condiciones:
recipiente completamente lleno y recipiente con superficie libre.
Para la condición de recipiente completamente lleno cabe acudir a los procedimientos de análisis
sísmicos descritos para estructuras de edificios. En cambio, para la condición de recipiente con
superficie libre se recomienda un procedimiento de análisis sísmico que a pesar de ser dinámico no
deja de ser aproximado, pero que sin embargo conduce a resultados suficientemente precisos desde
el punto de vista de diseño estructural. La recomendación de tal procedimiento no excluye la
posibilidad de recurrir a métodos dinámicos más rigurosos, como el análisis modal ordinario basado
en espectros hidrodinámicos, siempre y cuando se consideren adecuadamente los efectos de inercia
y dinámicos del líquido.
En lo que se refiere a los efectos de inercia, buena parte de los comentarios para estructuras de
edificios son extensivos a tanques y depósitos, razón por la cual, en la presente sección se
presentarán fundamentalmente comentarios complementarios en relación con los efectos
hidrodinámicos.
Por otra parte, en tanques elevados se pueden despreciar los efectos de segundo orden y el
comportamiento de péndulo invertido. Al parecer no existen evidencias teóricas y experimentales que
indiquen la importancia de estos fenómenos, por lo que se carece de argumentos de peso para exigir
que se consideren en el análisis sísmico. En cambio, cuando por las características de la estructura
de soporte se tenga comportamiento asimétrico, éste no se podrá ignorar en el diseño sísmico.
157
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Con la utilización de los valores del factor de comportamiento sísmico recomendados para diseño en
función del material, forma estructural y tipo de soporte, se pretende que los tanques y depósitos
retengan sus contenidos bajo las solicitaciones sísmicas, aún con el desarrollo de cierto nivel de daño
estructural, lo cual ha sido corroborado a través del comportamiento observado en este tipo de
estructuras sujetas a acciones sísmicas.
En función de la participación de las masas impulsiva y convectivas a la respuesta total, se sabe que
los efectos hidrodinámicos más importantes son los relacionados con el modo de cuerpo rígido del
recipiente y el modo fundamental de vibración del líquido; de ahí que sea posible despreciar la
contribución de los modos superiores de este último sin que por ello se cometa error excesivo.
En estas condiciones, cuando un recipiente se somete a excitación lateral cierta porción del líquido
actúa como si fuera un cuerpo sólido de masa M0 unido rígidamente a las paredes. Si se supone que
el recipiente se mueve como cuerpo rígido de modo que las paredes y el fondo tengan la misma
aceleración, esa masa ejerce sobre las paredes una fuerza lateral impulsiva proporcional a la
aceleración del recipiente. Asimismo, otra parte del líquido actúa como si fuera un cuerpo sólido de
masa M1 unido elásticamente a las paredes. Debido al soporte flexible se presenta un fenómeno de
amplificación dinámica, por lo que esa masa ejerce sobre las paredes una fuerza lateral convectiva
proporcional a la aceleración amplificada que experimenta ella.
El momento flexionante en una sección inmediatamente arriba del fondo de un recipiente proviene
solamente de las presiones hidrodinámicas que actúan sobre sus paredes. En una sección
inmediatamente abajo del fondo el momento de volteo es mayor, puesto que se debe sumar el par
producido por las presiones hidrodinámicas que obran sobre el fondo. Por esta razón, los valores de
158
COMENTARIOS
las alturas H0 y H1 a las que se colocan las masas impulsiva y convectiva, respectivamente, se
modifican en función de que interese o no incluir en el cálculo el momento hidrodinámico sobre el
fondo del recipiente.
En las ecuaciones dadas para el cálculo de las presiones hidrodinámicas sobre las paredes de los
recipientes, la forma de variación definida para las funciones C0(z) y C1(z) corresponde estrictamente a
la que se tiene en tanques rígidos. Sin embargo, la distribución de las presiones convectivas se ve
poco afectada por la flexibilidad del recipiente, por lo que para fines de diseño es válida la distribución
supuesta. Por otra parte, en lo que respecta a las presiones impulsivas, el utilizar la distribución que
se presenta en tanques rígidos conducirá a diseños conservadores para la mayoría de los casos
prácticos.
Las características estructurales y el comportamiento sísmico de tanques y depósitos son tales que
algunos autores proponen que la respuesta del sistema formado por el líquido y el recipiente se
obtenga a partir de espectros de diseño con niveles de amortiguamiento pequeños, digamos
alrededor de 2 por ciento. Para el modo impulsivo, esta situación queda cubierta al aplicar las
recomendaciones sobre interacción suelo-estructura considerando como amortiguamiento de la
estructura con base rígida aquél que se juzgue más conveniente, en lugar del amortiguamiento de 5
por ciento implícito en los espectros de diseño para estructuras de edificios.
159
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
total constituida por la masa de la estructura de soporte más la masa impulsiva. Por ende, la fuerza
de inercia correspondiente se debe distribuir proporcionalmente a las masas M0 y Mp con objeto de
calcular el momento de volteo en la base del recipiente.
En el cálculo de los efectos de inercia se incluye explícitamente el uso del factor de sobrerresistencia,
que no se considera en la definición de los espectros de diseño.
160
COMENTARIOS
Los efectos de la interacción entre el suelo y la estructura han sido ampliamente estudiados para
estructuras de edificios. En cambio, para tanques y depósitos los estudios sobre dichos efectos son
escasos por lo que los resultados que se obtengan del análisis de interacción suelo-estructura deben
tomarse con cautela.
Con la finalidad de cubrir casos de tanques y depósitos donde el análisis de interacción suelo-
estructura podría llevar a resultados poco confiables se establecieron dos limitaciones: una de
seguridad y otra de economía. Por seguridad, se juzgó conveniente limitar las reducciones por
interacción estableciendo la condición β≥0.8, la cual simplemente parece razonable. Por economía, se
consideró pertinente imponer la restricción ζ , ζ ≥0.02, la cual corresponde al nivel más bajo de
0 2
amortiguamiento que se sospecha podría tenerse en tanques y depósitos típicos.
161
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
SECCIÓN 3.9
ESTRUCTURAS TIPO 6
ESTRUCTURAS INDUSTRIALES
162
COMENTARIOS
ÍNDICE
163
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
En forma simplista se puede pensar que todo edificio consta de trabes y columnas, por lo que no
tendría ninguna importancia el distinguir un edificio de tipo urbano de otro de tipo industrial. Sin
embargo, existen diferencias importantes en lo que se refiere a cargas y estructuración que implican
tratamientos diferentes para ambos tipos de edificios.
En edificios industriales se tiene que considerar una serie de condiciones de carga que en edificios
urbanos generalmente no aparecen, como serían cargas de grúa en diferentes posiciones y
condiciones de izaje, pesos de equipo en condiciones de operación y prueba, equipos con
características vibratorias, variantes en la carga viva para diferentes condiciones de operación y
montaje de equipo, entre otras.
El número de condiciones de carga para el análisis de este tipo de edificios generalmente es mayor
que 8, y en ocasiones puede llegar a ser hasta de 12; el número de combinaciones de condiciones
de carga puede ser hasta de 25. Las solicitaciones sísmicas usualmente se tienen que combinar con
otras condiciones de carga.
Las estructuraciones que resultan en los edificios industriales son muy variadas y al mismo tiempo
diferentes de las de edificios urbanos. Esto se debe a la necesidad de adaptarse al arreglo de equipo
que haya que albergar en el edificio y al proceso industrial que se lleve a cabo en él, lo que trae
consigo irregularidades importantes de estructuración, tales como las que se describen a
continuación:
4. Distribución no uniforme de masas en los pisos a lo alto del edificio, debido fundamentalmente
a la presencia de partes o equipos pesados.
164
COMENTARIOS
2. Análisis dinámico en lugar de análisis estático equivalente; esto no necesariamente por la gran
altura de la estructura, sino más bien por las irregularidades de masa y rigidez.
3. Análisis dinámico de la estructura ante la acción de los componentes horizontal y vertical del
movimiento del terreno.
Merece un comentario especial la necesidad de considerar los desplazamientos verticales que sean
significativos en la respuesta de la estructura. Esto se refiere no solo a la consideración de los grados
de libertad verticales al efectuar el análisis de la estructura sometida a un sistema de fuerzas dadas,
sino implica también considerar las fuerzas de inercia debidas a las aceleraciones verticales que
resulten en diversos puntos de la estructura como respuesta a las aceleraciones del terreno.
Las estructuras se deben analizar para las combinaciones de condiciones de carga que procedan,
suponiendo los sentidos de acción más desfavorables. Hay que considerar, entre otros: los efectos de
fuerzas sísmicas horizontales y verticales, las cargas muertas de los elementos estructurales y todos
los elementos de la planta industrial que estén ligados a la estructura, los efectos de temperatura, la
influencia del contenido de tuberías, tanques, tolvas y otros recipientes, las cargas de mantenimiento,
de impacto y en zonas de almacenamiento, así como las cargas de grúas incluyendo, además de su
peso propio, una fracción del peso que levantan.
Los sistemas de piso de edificios industriales en pocas ocasiones pueden ser considerados como
indeformables en su plano; por el contrario, resultan ser bastante flexibles, ya sea por la necesidad
funcional de dejar huecos o por la utilización de pisos de rejilla o placas antiderrapantes.
Tradicionalmente las estructuras industriales son analizadas considerando los sistemas resistentes
verticales en forma aislada mediante el concepto de área tributaria, sin tomar en cuenta el
comportamiento del conjunto formado por los sistemas resistentes verticales y horizontales. En el
caso límite de sistemas de piso sin losa de concreto ni contravientos horizontales, los marcos tanto
transversales como longitudinales se comportan en forma independiente. Sin embargo, en cualquier
165
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
otro caso los sistemas de piso trabajan como diafragmas flexibles, lo que trae consigo que la
distribución de fuerzas sísmicas sea con base en la compatibilidad de desplazamientos laterales del
diafragma.
Entre las aplicaciones más importantes de los diafragmas se encuentran dos: a) concentración de
fuerzas laterales uniformes en marcos más rígidos y b) distribución de fuerzas laterales concentradas
entre marcos adyacentes.
La primera aplicación sería por ejemplo en edificios industriales en los que se proporciona
contraventeo vertical en los marcos trasversales cabeceros o exteriores; esto resulta en una
diferencia grande de rigideces de entrepiso entre los marcos trasversales intermedios y los de las
cabeceras. Así, las fuerzas sísmicas se concentrarán en los marcos cabeceros a través de los
diafragmas de piso. La segunda aplicación sería por ejemplo en edificios industriales con masas
concentradas, para que la fuerza sísmica asociada a una masa localizada en un marco no solamente
sea absorbida por dicho marco, sino entre los marcos paralelos.
En relación con lo anterior, se efectuó un estudio paramétrico (ref. 46) sobre la concentración de la
fuerza uniforme lateral en los marcos exteriores a través de varias configuraciones y rigideces de
diafragmas flexibles. Los parámetros que se consideraron son a) el tipo de contraventeo, b) la
geometría del contraventeo, c) las rigideces de entrepiso de los marcos intermedios y exteriores y d)
las dimensiones en planta del diafragma.
Los resultados más importantes que se obtuvieron indican que: a) a medida que se robustece el
contraventeo aumenta el porcentaje de fuerza que absorbe el marco transversal exterior
contraventeado, b) a mayor rigidez de entrepiso de los marcos intermedios se requiere mayor
contraventeo para alcanzar el mismo porcentaje de fuerza absorbida y c) para mayores relaciones de
rigideces de entrepiso de marco exterior a interior se tiene una mayor concentración de fuerza en los
marcos cabeceros.
166
COMENTARIOS
este análisis se obtienen las fuerzas en los resortes del diafragma, las cuales se aplican sobre los
marcos ligados al diafragma para efectuar su análisis como estructuras planas independientes.
Para la distribución de una fuerza lateral concentrada entre varios marcos paralelos a través de un
diafragma flexible se deben considerar los mismos parámetros que se consideran en el problema del
diafragma como elemento concentrador de fuerzas laterales uniformes.
Es necesario que en este caso se consideren como condiciones de carga la acción de la grúa
colocada en las partes central y extrema de la viga de soporte. Conocidas las rigideces del diafragma
y el marco de carga se puede obtener el porcentaje de la fuerza concentrada que absorbe el marco
en consideración.
Las barras verticales y horizontales en los ejes de la estructura representan las vigas de los marcos.
Todas las diagonales y otras barras son parte del contraventeo horizontal del sistema de piso. En el
cálculo de las rigideces de entrepiso se puede considerar la participación del sistema de piso.
Los sistemas de piso pueden contraventearse a veces uniformemente pero muchas otras veces de
forma irregular. Sea cual fuera la situación, los porcentajes de la fuerza sísmica total que absorben
los resortes que simulan la flexibilidad del sistema de piso resultan ser diferentes con respecto al caso
de diafragma rígido.
167
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
SECCIÓN 3.10
ESTRUCTURAS TIPO 7
PUENTES
168
COMENTARIOS
ÍNDICE
169
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
3.10.1 ALCANCE
Las recomendaciones de diseño sísmico de puentes son una compilación de criterios nuevos
documentados en varios reglamentos internacionales (AASHTO, 2004; Caltrans, 2004; Eurocódigo 8,
2003; JRA, 1996), así como en la literatura técnica y científica. El objetivo es contar con una
normativa que refleje el estado actual de la práctica del diseño sísmico de puentes.
Estas recomendaciones cubren principalmente el diseño sísmico de puentes estándar en los que las
acciones sísmicas horizontales son resistidas básicamente por la flexión de las pilas y los efectos
sobre los estribos. Quedan excluidos los puentes en arco, atirantados, colgantes, móviles, flotantes,
de madera y de mampostería.
Es evidente que conforme aumente el número de niveles de comportamiento que deben revisarse, se
asegura un mejor desempeño de la estructura, sin embargo esto conduce a un incremento notable
del trabajo de análisis y diseño. Por lo tanto se recomienda como criterio de diseño, revisar dos
estados límite: estado de servicio y de colapso. Para el diseño de los dos estados límite, se propone
multiplicar la aceleración espectral por factores que dependen del tipo de puente y del estado límite.
170
COMENTARIOS
Los espectros de diseño elásticos que se proponen en el Manual fueron obtenidos para un porcentaje
de amortiguamiento crítico ζ e = 5 % . Para obtener ordenadas espectrales correspondientes a otro
nivel de amortiguamiento, se utiliza el factor dado por la ecuación 1.22 de la sección de
recomendaciones 3.1.
Los porcentajes de amortiguamiento que se proponen se emplean comúnmente para los elementos
de concreto reforzado y para los apoyos de neopreno reforzados con placas de acero. El
amortiguamiento de la cimentación es un parámetro de mayor variabilidad debido a las propiedades
de los suelos, no obstante, a falta de información específica se pueden emplear los valores de la
tabla, que fueron tomados del reglamento japonés (JRA, 1996).
El requisito de que el amortiguamiento del sistema no exceda del 30 % del crítico se debe
fundamentalmente a que el amortiguamiento se vuelve no proporcional para valores mayores
(Franchin et al, 2001 y Goel, 2001). Por este motivo no se pueden emplear las técnicas
convencionales para el análisis modal, ni los programas de cómputo convencionales, y de ahí que se
haya decidido limitar el valor del amortiguamiento.
171
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Se proponen los cuatro métodos de mayor aplicación en puentes, que representan diferentes grados
de refinamiento.
El ancho mínimo de la superestructura que se propone como límite, se establece con la finalidad de
evitar deformaciones excesivas del tablero en su plano (Eurocódigo 8, 2003). Con el resto de los
requisitos sobre la curvatura máxima, la simetría transversal, el esviajamiento y los cambios bruscos
de rigidez y/o masa se tiene como propósito evitar efectos de torsión, de distribución irregular de las
fuerzas entre los elementos verticales y la influencia de modos superiores (Jara y Casas, 2002b;
Caltrans, 2004).
Se optó por emplear la regla de combinación cuadrática completa en lugar del método de la raíz
cuadrada de la suma de los cuadrados, ya que no es raro que en puentes se tengan periodos muy
cercanos entre sí, situación que invalida la regla de la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados.
172
COMENTARIOS
En principio, este método es aplicable a cualquier tipo de puentes, sin embargo, dada su complejidad,
no es necesario aplicarlo en aquellos casos en los que los métodos anteriores proporcionan una
aproximación razonable.
Para efectuar el análisis es válido considerar que la excitación sísmica es la misma en los diferentes
apoyos del puente, tanto en amplitud como en fase, excepto en los casos previstos en 3.10.4.6.4, en
los que deberá considerarse la variabilidad espacial del movimiento sísmico.
Para evaluar la rigidez efectiva de elementos de concreto debe tenerse en cuenta la influencia del
agrietamiento por flexión, que es normalmente el primero en ocurrir. En Priestley et al, (1996) se
presentan gráficas que permiten estimar la inercia efectiva de secciones rectangulares y circulares en
función del nivel de carga axial y del porcentaje de acero de refuerzo longitudinal. El valor propuesto
para el momento de inercia efectivo de pilas (Ief = 0.4Igruesa) corresponde al valor aproximado que se
presenta en estas gráficas, para cargas axiales comprendidas entre 10% y el 15 % de su resistencia a
compresión y porcentajes de acero entre 1% y el 2%, que suelen ser valores habituales para estos
elementos.
173
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
En la figura 3.10.1 se muestra la pila de un puente en que se observa que el daño se inicia con
desplazamientos relativamente bajos, próximos al desplazamiento de fluencia. Conforme se
incrementa el daño, las deformaciones en las articulaciones plásticas aumentan y los
desplazamientos asociados a ellas también. No obstante, la fuerza que actúa sobre la pila durante la
transición de un estado de daño al otro, se modifica ligeramente y no puede ser utilizada como índice
del nivel de daño que se produce en la pila. En cambio, los desplazamientos, o medidas relacionadas
a ellos, pueden caracterizar adecuadamente el nivel de daño en el elemento.
Como se espera que en regiones de moderada y alta actividad sísmica las estructuras experimenten
deformaciones superiores a las elásticas, se considera más apropiado utilizar criterios de diseño que
relacionen la intensidad sísmica directamente con el nivel de daño en la estructura.
Una alternativa que está ganando muchos adeptos en años recientes por su transparencia,
objetividad y sencillez, es el procedimiento de diseño basado en los desplazamientos. A través de
este método se pretende mejorar la fiabilidad en el proceso de diseño, mediante una relación más
directa entre la respuesta y el comportamiento esperado de la estructura. El método de diseño
basado en desplazamientos puede definirse como un procedimiento en que las deformaciones de los
materiales, o los desplazamientos asociados a las deformaciones, son empleados como criterio
174
COMENTARIOS
básico de diseño. Este procedimiento contrasta con el método tradicional, cuyo criterio de aceptación
de una estructura frente al sismo se basa en la comparación de la fuerza actuante y la resistencia.
Cambio
de fuerza
Desplazamiento
Figura 10.1 Comportamiento fuerza–desplazamiento de la pila.
Los daños observados en sismos recientes muestran que las deformaciones inelásticas se presentan
en elementos en los que no se considera conveniente que se produzca daño. Por tal motivo, se
considera importante que el diseño se oriente claramente para que la disipación de energía inelástica
se produzca en los elementos diseñados específicamente para ello. En este caso se pretende que las
articulaciones plásticas por flexión se presenten en las pilas y que el resto de los componentes del
puente permanezcan dentro del intervalo elástico.
Para el control del nivel de daño en los elementos pueden considerarse diferentes tipos de ductilidad.
Generalmente se emplean ductilidades de curvatura (μϕ), rotación (μθ) o desplazamientos (μΔ) en el
diseño de pilas de puentes. Por lo tanto, es importante definir el tipo de ductilidad que se empleará en
el diseño y recordar que se obtienen distintos valores de ductilidad asociados con el mismo nivel de
daño. Normalmente se encuentra que μϕ > μθ > μΔ. Se propone emplear la ductilidad de
desplazamiento por que representa una medida física fácil de obtener y de medir.
Es costumbre referir la ductilidad como un parámetro global del sistema, a pesar de que la ductilidad
de cada uno de sus componentes no corresponde con ese valor. Ya que se pretende que la
disipación de energía no–lineal se concentre en las articulaciones plásticas de las pilas, se comparan
las demandas de ductilidad en estos elementos y se identifica su relación con la ductilidad global, en
función de la flexibilidad de los otros componentes del puente, como son el cabezal, la cimentación y
los apoyos.
175
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Con el fin de proporcionar una ductilidad mínima a las pilas, independientemente de las demandas de
ductilidad obtenidas en el análisis, se recomienda diseñar las pilas que forman parte de marcos y las
pilas que se deforman en voladizo con una ductilidad de desplazamiento mínima μΔ = 3.0, como se
especifica en Caltrans (2004).
176
COMENTARIOS
Los diafragmas transversales contribuyen a la adecuada transmisión de cargas verticales entre las
vigas. Sin embargo, en el caso de que el tablero descanse sobre vigas metálicas, es necesario
colocar diafragmas intermedios para incrementar su rigidez y resistencia ante las fuerzas de inercia
transversales que transmite el tablero. Los diafragmas intermedios deben conectarse a la parte
inferior del alma de la trabe. Con ello, se trata de evitar fallas como las que se observaron en la vía
Hanshin durante el temblor de Kobe de 1995.
Las secciones cajón son muy eficientes porque cuentan con una gran rigidez y resistencia para un
peso relativamente reducido. Debido a su alta rigidez a torsión contribuyen de manera eficiente a la
transmisión lateral de la carga. Por ello, son altamente recomendables para puentes con curvatura
horizontal en el plano.
Si los módulos del puente que se forman entre juntas constructivas tienen diferencias significativas de
masa y/o rigidez, su movimiento puede estar fuera de fase y llevar a desplazamientos relativos de
importancia. Se recomienda que se coloquen llaves de cortante que restrinjan el movimiento. Sin
embargo, se sugiere que se deje una holgura entre ellas para permitir cierta rotación entre las
secciones adyacentes de la superestructura.
3.10.6.2 Apoyos
Se pueden elegir apoyos que permitan la rotación únicamente, o que admitan el desplazamiento
lateral en una o más direcciones. El apoyo tipo “pot”, es el más común para permitir la rotación,
mientras que los apoyos de neopreno reforzados con placas de acero, las mecedoras y los apoyos
deslizantes permiten los desplazamientos laterales.
El aumento del periodo originado por la flexibilidad de los apoyos puede ser benéfico en terreno
rocoso, porque la energía se concentra en la región de periodos cortos. Se tiene una situación
177
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
opuesta, en suelos blandos porque la energía se concentra en la zona de periodos largos, incurriendo
en demandas mayores. La flexibilización del sistema conduce a mayores desplazamientos y a la
posibilidad de choque en las juntas.
Los topes sísmicos pueden absorber parte importante de la fuerza lateral, sin embargo su
contribución está determinada por la holgura existente entre el tope y la superestructura, y de la
relación entre las rigideces de los módulos adyacentes.
La ecuación del momento que transmite el apoyo, puede aproximarse con una relación lineal, a pesar
de que el módulo Ec es función del nivel de carga.
Como la pérdida de apoyo puede impedir la circulación de vehículos sobre el puente se recomienda
la colocación de topes sísmicos y/o dispositivos que limiten el movimiento longitudinal y transversal
del puente como segunda línea de defensa. La conexión del apoyo con los elementos que conecta
también debe ser suficientemente resistente y debe diseñarse de acuerdo con los criterios de un
diseño por capacidad, para una fuerza lateral equivalente a la sobrerresistencia a flexión de las pilas.
La anchura de la junta propuesta tiene por objeto evitar grandes cargas impulsivas producidas por
impacto entre elementos estructurales. Además, cuando se emplea aislamiento de base, es necesario
contar con la holgura suficiente que garantice el adecuado desempeño de los aisladores. Sin
embargo, si no se emplea aislamiento sísmico y la junta resulta con una anchura demasiado grande a
juicio del proyectista, ésta se podrá reducir teniendo en cuenta la eventual ocurrencia de golpeteo,
178
COMENTARIOS
efecto que puede modelarse numéricamente mediante elementos longitudinales que sólo trabajan a
compresión al cerrarse la junta. Cuando se conectan módulos con variaciones grandes en rigideces
y/o masas no es deseable que ocurra impacto.
Estrada y Reinoso (2005) han estudiado los desplazamientos relativos longitudinales en pilas de
puentes urbanos, recomendando el uso de ecuaciones como la ecuación 10.23 (sección de
recomendaciones 3.10), para el cálculo de la longitud mínima de asiento. Por otro lado, se sabe que
la vida útil de los apoyos es menor que la del puente, por lo que la longitud mínima de asiento
propuesta (700mm) se estableció en función de las probables dimensiones mínimas de los apoyos y
de la base de los gatos hidráulicos que permitan levantar la superestructura para el eventual
reemplazo de los apoyos. Dicha longitud mínima es similar a la propuesta por Caltrans (2004) y JRA
(1996).
Para estimar la fuerza sísmica sobre el tope no se considera ninguna reducción por ductilidad y se
desprecia la fuerza lateral que pueden transmitir los apoyos, pues el tope es un elemento básico en la
estabilidad del puente completo y se pretende que actúe como una segunda línea de defensa
estructural.
En algunos casos, como el de los topes de los estribos, se puede concentrar un porcentaje
importante de la fuerza lateral mayor al que resulta del peso tributario, sobre todo en el caso de que
las pilas adyacentes sean muy flexibles, o que el claro sea muy largo. Esto conduce a la falla de los
topes sísmicos, incluso en sismos moderados. Por ello, debe considerarse el escenario de un estribo
sin topes sísmicos en temblores importantes.
Actualmente no se cuenta con un método satisfactorio para diseñar estos dispositivos requeridos en
las juntas de expansión. Por ello se propone recurrir al criterio simplificado presentado. En
179
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
DesRoches y Fenves (2001) se presenta una metodología que permite diseñar los dispositivos
tomando en cuenta las características dinámicas del movimiento.
Es recomendable que los dispositivos para restringir el movimiento se fabriquen con un material que
contribuya a la disipación histerética de energía durante el movimiento sísmico para reducir las
fuerzas de inercia sobre las pilas.
180
COMENTARIOS
SECCIÓN 3.11
ESTRUCTURAS TIPO 8
TUBERÍAS
181
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
182
COMENTARIOS
Las principales causas que originan la falla de tuberías enterradas durante la ocurrencia de un sismo
son los movimientos vibratorios del suelo y la falla del terreno (Kubota, 1981). Los primeros inducen
en las tuberías deformaciones axiales cuyas magnitudes generalmente son mucho mayores que las
deformaciones por flexión. La falla del terreno ocasiona deformaciones de magnitudes muy grandes
comparadas con las provocadas por el paso de las ondas sísmicas.
Por lo anterior, los criterios de diseño adoptados se basan en el hecho de que las tuberías enterradas
deberán estar diseñadas para permitir movimientos de expansión y contracción por medio de juntas,
de tal manera que se disipen las fuerzas ocasionadas por el sismo. En el caso de sistemas continuos
generalmente las fallas por efecto del sismo son ocasionadas por el pandeo de la tubería y ocurren
en zonas cercanas a válvulas y puntos de intersección. Además, se proponen algunas
recomendaciones para el diseño sísmico de tuberías que cruzan sobre una falla o que están
construidas en terrenos inestables o en los cuales puede ocurrir el fenómeno de licuación. Por lo que
respecta a las tuberías sobre la superficie, un análisis sísmico riguroso de estas estructuras llevaría a
calcular, además de los efectos de las fuerzas de inercia, los efectos de los movimientos relativos de
los apoyos. Sin embargo, dadas las dificultades que existen en la adopción de un método de análisis
que permita considerar ambos efectos simultáneamente, sólo se presentan en estas
recomendaciones criterios independientes de diseño. En este grupo de tuberías se incluyen aquéllas
que son soportadas en apoyos directamente sobre el terreno o en apoyos sobre otras estructuras, por
ejemplo, edificios y racks.
183
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
tubería es igual a la deformación del terreno. Y para el caso de deformaciones mayores donde se
presenta deslizamiento de la tubería con respecto al terreno se emplea el criterio de O’Rourke y
Elhmadi (O’Rourke, 1999). Ambos criterios se fundamentan en un modelo de tubería enterrada en un
semiespacio elástico, (figura 11.1) también se considera una excitación sísmica producida por una
onda de cuerpo. Los efectos inerciales de la tubería se desprecian. Los coeficientes de deformación y
curvatura que se proponen en las recomendaciones proporcionan valores iguales a los máximos que
se obtienen con los ángulos críticos de incidencia de las ondas.
La ecuación 11.6 presentada en las recomendaciones indica que las deformaciones axiales en la
tubería no pueden ser mayores que la deformación axial inducida por fricción en la interfaz suelo–
tubería.
En las recomendaciones esta implícito la dificultad que existe para predecir el tipo de onda de cuerpo
que incidirá sobre la tubería. Por otra parte, si las ondas de superficie son las que predominan en el
sitio en cuestión, su velocidad regirá el diseño de la tubería. De particular importancia son las ondas
de Rayleigh, ya que son las que provocan las deformaciones axiales de la tubería las cuales
modifican en mayor grado el comportamiento sísmico de la misma (O’Rourke, 1999). No se considera
explícitamente este tipo de ondas, ya que la determinación de su velocidad es compleja puesto que
depende, entre otros factores, de la frecuencia de excitación. También está implícita en las
recomendaciones la necesidad de llevar a cabo estudios geofísicos y sismológicos para determinar la
velocidad aparente de propagación de las ondas sísmicas en un sitio específico.
v max a 0 gD p
ε= ± (11.1)
va v a2
184
COMENTARIOS
casos en que los tramos de tubería no se encuentren simplemente apoyados en sus extremos, se
puede acudir a Blevins, 1979, para determinar el periodo fundamental ante diferentes condiciones de
frontera.
Para el análisis de tramos de tubería entre dos apoyos consecutivos que incluyan un codo o cambio
de dirección, o una masa concentrada, se puede recurrir al cálculo de una longitud equivalente,
obtenida ésta como el producto de un factor de modificación por la longitud entre los apoyos. El
resultado se sustituye por L en la fórmula para el cálculo del periodo fundamental.
u g = u o e iωt (11.2)
donde
ug es el desplazamiento del estrato en la base
u0 la amplitud del desplazamiento
eiωt representa el carácter dinámico de dicho desplazamiento
∂u x ∂2u x
= vs (11.3)
∂t 2 ∂x 2
donde
vs es la velocidad de onda de corte dentro del estrato
ux es el desplazamiento del suelo dentro del estrato a la profundidad Hc
2 πH c
uh = Sv Tg k 'h cos (11.4)
π2 2Hs
donde
Sv es velocidad de respuesta normalizada, en cm/s por unidad de coeficiente sísmico
HS representa el espesor de la capa superficial de suelo
k’h es un coeficiente sísmico de la roca basal
185
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Tg πH c
Uh = a g cos (11.5)
2 0 2H
4π s
La deformación unitaria del terreno se obtiene a partir del desplazamiento Uh y calculando la longitud
de la onda sísmica, λ con la ecuación 11.8 de la sección de recomendaciones.
2πU h
εg = (11.6)
λ
Dicha deformación que multiplicada por los coeficientes de transferencia α1 y α2 nos lleva a obtener la
deformación axial εta y por flexión εtb de la tubería.
ε ta = α1εg
(11.7)
ε ba = α 2εg
En el caso particular de tuberías con juntas con expansión – contracción y flexibilidad, el cálculo de
esfuerzos axiales y flexionantes se obtiene empleando los valores de ξ1 y ξ2, que son valores de
compensación en la dirección axial y en la dirección de flexión, respectivamente. Estos se calculan
utilizando las siguientes ecuaciones:
φ1 (x)2 + φ2 (x) 2
ξ1 (x) = (11.8)
⎡⎣exp ( υ ' η1λ ') - exp ( -υ ' η1λ ') ⎦⎤
donde
φ1 (x) = ⎡⎣exp ( -υ ' η1λ ') - cos ( 2πυ ') ⎦⎤ exp(μ ' η1λ ') -
⎡⎣exp ( υ ' η1λ ') - cos ( 2πυ ') ⎤⎦ exp(-μ ' η1λ ') +
2senh ( υ ' η1λ ') cos ( 2πμ ')
(11.10)
φ2 (x) = 2sen ( 2πυ ') senh(μ ' η1λ ') − 2sen ( 2πμ ') senh ( υ ' η1λ ')
φ3 (x) = f3e3 − f1e2 − f 4e1 − sen ( 2πμ )
φ4 (x) = e4 − f 2e3 − f 2 e2 − f5e1 − cos ( 2πμ )
186
COMENTARIOS
1⎡ 2π ⎤
f1 = ⎢
Δ⎣
( B1 ( B4 − B1 ) − B3 ( B3 + B2 ) − B1 cos ( 2πυ ) )
βλ
+ ( B3 + B2 ) sen ( 2πυ ) ⎥
⎦
1⎡ 2π ⎤
f2 = ⎢ B1 ( B3 − B2 ) − B4 ( B3 + B2 ) + ( B3 + B2 ) cos ( 2πυ ) + B1 sen ( 2πυ ) ⎥
Δ⎣ βλ ⎦
1⎡ 2π ⎤
f3 = ⎢
Δ⎣
( B1 ( B4 + B1 ) − B2 ( B3 + B2 ) − B1 cos ( 2πυ ) )
βλ
+ ( B3 + B2 ) sen ( 2πυ ) ⎥ (11.12)
⎦
1⎡ 2π ⎤
f4 = ⎢
Δ⎣
( B3 ( B4 + B1 ) − B2 ( B4 − B1 ) + ( B2 − B3 ) cos ( 2πυ ) )
βλ
− 2B1sen ( 2πυ ) ⎥
⎦
1⎡ 2π ⎤
f5 = ⎢ ( B3 − B2 )2 + 2B1B4 − 2B1 cos ( 2πυ ) − ( B2 − B3 ) sen ( 2πυ )⎥
Δ⎣ βλ ⎦
Δ = ( B3 + B2 )( B3 − B2 ) + 2B12 (11.16)
donde
Kg 2
β=4 = relación de rigideces entre suelo y tubería
4EI
Lp es la longitud de la tubería (cm)
λ’ es la longitud de onda aparente λ' = 2λ (cm)
x es la distancia del extremo de la tubería (cm) (= Lp/2)
En la literatura se reportan otros dos métodos de análisis que se pueden utilizar para estudiar la
respuesta sísmica de tuberías rectas formadas a base de segmentos unidos mediante juntas
flexibles: a) el método de juntas friccionantes (Rascon y Muñoz, 1985) y b) el método cuasiestático
(Serna, 1980; Wang, 1978). A diferencia del criterio de análisis propuesto, ambos métodos toman en
cuenta la rigidez del suelo y las juntas. Sin embargo, no se incluyen como criterios de análisis debido
a la gran cantidad de información que se requiere para su aplicación, como se verá en los siguientes
párrafos.
El modelo matemático de juntas friccionantes considera un comportamiento elástico del tubo, el suelo
y las juntas. Como su nombre lo indica, el fenómeno de fricción entre el empaque y el tubo se modela
con una junta friccionante. La resistencia del suelo se incluye en el análisis mediante un elemento
elástico longitudinal con una rigidez por unidad de longitud.
187
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
El método cuasi-estático suministra una mejor precisión que el método de juntas friccionantes, ya que
considera un mayor número de propiedades del tubo y el suelo. El modelo teórico se muestra en la
figura 11.2, los resortes entre cada segmento de tubería representan la rigidez de la junta, pudiendo
suponerse para cada uno de ellos una relación carga-desplazamiento elástica o elastoplástica. La
resistencia del suelo se representa también mediante un resorte con una relación carga-
desplazamiento elastoplástica.
En ambos métodos, con ayuda de conceptos del análisis matricial de estructuras se establece la
ecuación de equilibrio del sistema suelo-tubería. Para su solución es necesario conocer los
desplazamientos del terreno en las diferentes secciones de la tubería. Estos se obtienen de registros
sísmicos obtenidos en el sitio de interés o mediante un proceso de simulación de temblores.
El análisis se lleva a cabo para cada segmento de la tubería y para la historia completa de
desplazamientos del terreno. Conocidos los desplazamientos de la tubería, se calculan las
extensiones o contracciones en las juntas y los desplazamientos relativos entre el terreno y las
diferentes secciones de la tubería, y en consecuencia las deformaciones y curvaturas máximas de la
misma.
Con el método que se propone se obtiene la respuesta de la tubería con base en los movimientos
sísmicos de los apoyos. No se toman en cuenta los posibles efectos de amplificación dinámica ni la
correlación entre estos movimientos.
El vector de desplazamientos U0 se forma con ayuda de los registros sísmicos generados en los
apoyos o soportes de la tubería. Se recomienda que los desplazamientos que se utilicen como
excitación de la tubería sean los más desfavorables.
Usando como excitación cada uno de los elementos del vector U0 se calculan los desplazamientos en
el resto de los apoyos. Esto da lugar a N vectores de desplazamientos, Un, uno para cada soporte.
188
COMENTARIOS
Así, el vector de desplazamientos máximos probables en los apoyos, Ur, se puede estimar mediante
el criterio de la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de los desplazamientos en los soportes.
Se incluye este método de análisis, ya que se puede llevar a cabo con programas de cálculo
estructural convencionales, suponiendo que la tubería se modela con elementos viga.
La regla de combinación de las respuestas modales parece razonable. Cabe mencionar que para
tuberías apoyadas en diferentes puntos en una misma estructura, o apoyadas en diferentes
estructuras, lo más conveniente desde el punto de vista del análisis es recurrir al concepto de
espectros sísmicos de piso (Singh, 1975). Sin embargo, no se propone un criterio de esta naturaleza
debido a la falta de herramientas de cómputo que permitan llevar a cabo este tipo de análisis y a las
dificultades inherentes en la utilización de este concepto tales como el cálculo de la correlación
espacial y modal entre los espectros de cada apoyo, la definición de la contribución a la respuesta
total de la respuesta estática y dinámica, la falta de un criterio de combinación modal apropiado, la
evaluación de los efectos del amortiguamiento de sistemas estructurales acoplados y la interacción
entre el sistema primario y secundario, entre otros.
En el análisis de tuberías en cruce de fallas el carácter dinámico del fenómeno suele ignorarse,
considerándose solo la magnitud de las componentes máximas de desplazamiento que se presentan
en la falla.
189
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
que se encuentran al lado de la falla como cuerpos rígidos. Se considera la curvatura del ducto que
se desarrolla en la zona adyacente a la falla del terreno y las deformaciones por flexión asociadas a
dicha curvatura.
En el caso de la resistencia axial última tu (longitudinal) por unidad de longitud del suelo para tramos
curvos, se presentan en la tabla 11.1 algunas combinaciones de Hc y Dp que han sido obtenidas en
forma experimental. Para valores distintos a estos puede interpolarse o considerar un intervalo entre
2.4 para valores de Hc/D = 1a 3.3 para valores de Hc/D = 3 como se presenta en las recomendaciones.
ΔΥ
β
ΔΧ
ΔΖ
ψ,
ΔΧ
ΔΧ Δ ψ β
ΔΥ Δ ψ β
ΔΖ Δ ψ
Figura 11.3. Desplazamientos a los que es sujeto el ducto en el cruce con fallas
normal del terreno (Kennedy et al, 1977).
190
COMENTARIOS
La elongación requerida ΔLr constituye uno de los parámetros básicos del método para el análisis del
ducto enterrado. Dicho valor se evalúa con las proyecciones del movimiento de la falla Δx, Δy y Δz,
que dependen tanto del ángulo β con que el ducto intersecta la falla en planta, como del ángulo
vertical ψ entre el plano de falla y la superficie del terreno (ver figura 11.3 y 11.4).
ΔΧ
ΔΥ
ΔΧ Δ β
ΔΥ Δ β
β
Figura 11.4. Desplazamientos a los que es sujeto el ducto en el cruce con fallas por
deslizamiento recto del terreno (Kennedy et al, 1977).
Figura 11.5. Longitudes de anclaje requeridas para trasmitir la fuerza axial del terreno
(Kennedy et al, 1977).
Por otro lado L1 y L2 definen los puntos de anclaje de la tubería (figura 11.5) en cada lado de la falla ,
de manera que a lo largo de estas longitudes se trasmite la fuerza total axial que se desarrolla entre
el terreno y el tubo e induce la deformación máxima en este elemento. Los valores calculados de L1 y
L2 se evalúan en función de la longitud del tramo con curvatura lateral, Lcl. En el caso de una falla con
deslizamiento normal y cuando el ducto cruza a la falla en ángulo recto, el valor de Lcl resultará nulo,
por lo que en este caso se tendría que:
L1 = L2 = Q / tu (11.17)
La ecuación que se propone se obtiene de integrar en esta longitud la fuerza axial mencionada e
igualarla a la fuerza desarrollada en el tubo.
191
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
SECCIÓN 3.12
ESTRUCTURAS TIPO 9
PRESAS
192
COMENTARIOS
ÍNDICE
193
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
194
COMENTARIOS
Las cortinas tipo gravedad se deben diseñar de tal manera que su estabilidad frente al empuje del
agua y otras fuerzas actuantes externas sea proporcionada por su peso propio. La sección transversal
típica de una cortina será un triángulo con el paramento aguas arriba casi vertical. Por lo general, la
obra de excedencia o vertedor se alojará en la parte central de la cortina, donde también se puede
disponer de una o varias galerías a lo largo del eje de la cortina. Las juntas transversales podrán ser
planas o ranuradas, que puedan ser inyectadas o no. Las cortinas en arco tendrán por objeto
transmitir a las laderas el empuje del agua y otras fuerzas, por la acción del arco. Estas estructuras
requieren de una buena cimentación que posea suficiente resistencia para soportar los esfuerzos
transmitidos. Las cortinas se clasifican, por la forma en que distribuyen los esfuerzos, en arco–
gravedad, arco delgado y arco–bóveda. Por su geometría, también se catalogan como de radio
constante o ángulo constante. Las cortinas de machones o contrafuertes se forman por una serie de
placas inclinadas y sostenidas por contrafuertes. Por la forma geométrica de las placas se clasifican
como losas con machones, arcos múltiples y machones con cabeza. Existen otros tipos de cortina que
son variantes de las cortinas mencionadas, como por ejemplo tipo gravedad aligerada, o gravedad
hueca.
En cuanto a las presas construidas con materiales de tierra y enrocamiento también suelen llamarse
presas flexibles, diferenciándolas de aquellas de mampostería y concreto que tienen una menor
flexibilidad. Los materiales empleados en estas presas se clasifican en dos grandes grupos: tierra y
enrocamiento. Los materiales de tierra son todo tipo de arcillas y limos, mezclados en ocasiones con
materiales granulares finos. Los materiales de enrocamiento son materiales granulares gruesos,
desde arena y grava hasta grandes bloques de roca. Las presas que se construyen con un mayor
porcentaje de materiales de tierra reciben el nombre de presas de tierra. Si los materiales empleados
tienen un mayor porcentaje de enrocamientos las presas se les llama de enrocamiento.
Por la forma en que se estructuran sus secciones transversales, estas presas se clasifican en dos
grandes grupos: sección homogénea y sección zonificada. Las presas de sección homogénea están
formadas principalmente por materiales térreos, utilizando además drenes con objeto de que el flujo
de agua a través de la masa de tierra no intercepte el talud aguas abajo. Los drenes pueden ser
superficiales al talud, de colchón, de chimenea, de pie de talud o una combinación de estas formas.
El relleno hidráulico es la sección homogénea más antigua. Su característica fundamental es que los
materiales integrantes de la cortina, incluyendo los finos del corazón y los granulares relativamente
195
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
gruesos que forman los respaldos permeables, son atacados en cantera, conducidos a la cortina y
colocados en ella por medios hidráulicos. Como todos los materiales son colocados en estado suelto,
su resistencia al corte es pequeña y, su compresibilidad y susceptibilidad a la pérdida de resistencia
son mayores que en las cortinas de materiales compactados.
En cuanto a las presas de sección zonifica, corresponde a presas divididas en diferentes partes, cada
una de ellas asignándosele una funcionalidad específica. Por lo general consisten en por lo menos un
cuerpo impermeable y un respaldo que proporciona la resistencia a las fuerzas externas. Las
secciones zonificadas más sofisticadas se construyen adicionalmente de filtros y transiciones. Este
tipo de presas puede tener una gran variedad de diseños. El cuerpo impermeable puede ser núcleo o
membrana. Los núcleos centrales tienen el corazón impermeable colocado sobre el eje de la cortina y
los materiales filtro, transición y respaldo se distribuyen casi simétricamente hacia ambos taludes.
Este tipo de cortina también se conoce por el nombre de materiales graduados. En las presas con
núcleos inclinados, estos se colocan del lado aguas arriba. Los núcleos pueden ser de suelo
cohesivo, asfalto, concreto o geosintético. Las membranas son elementos impermeables acostados
sobre el talud aguas arriba, que pueden ser de concreto, mampostería o asfalto. Las presas de
enrocamiento con cara de concreto ganan una creciente popularidad por su facilidad constructiva e
independencia en la disponibilidad de materiales arcillosos. El comportamiento sísmico de las
secciones zonificadas es muy variado. Las fallas se deben principalmente al fenómeno de pérdida de
resistencia que se presenta en las zonas del respaldo o en los materiales de transición aguas arriba
cuando estos son suelos granulares finos.
Las presas de tierra y enrocamiento tienen la gran virtud de poder adaptarse a casi cualquier terreno
de cimentación, desde rocas hasta suelos no firmes. Muchas de estas cimentaciones requieren de un
tratamiento previo. Si el terreno es permeable se pretende reducir su permeabilidad por medio de un
delantal, una trinchera o una pantalla. Si la cimentación es de roca fracturada su tratamiento puede
realizarse a través de inyecciones. Como sus condiciones son muy variadas la cimentación es una de
las principales causas de problemas sísmicos en las presas de tierra y enrocamiento por lo que
merece una especial atención. Por lo general la cimentación y el cuerpo de la cortina se analizarán en
forma conjunta, esto también en virtud de que en muchas ocasiones los materiales de la cimentación
y los de la cortina tienen rigideces similares.
196
COMENTARIOS
se juzgue probable, con lo cual e posible definir el sismo más peligroso, llamado Sismo Máximo
Creíble. Sin embargo, el sismo máximo de diseño no necesariamente es el máximo creíble. En la
actualidad, es común deducir el sismo máximo de diseño con base en consideraciones
probabilísticas, ya que los estudios probabilistas son más económicos que los deterministas. Es decir,
se proporciona el sismo máximo de diseño en función de probabilidades de excedencia. Este hecho
ofrece ventajas adicionales, ya que otras condiciones de carga en presas, como las avenidas,
también se asignan bajo esquemas basados en la probabilidad de excedencia. En este sentido, han
surgido dudas acerca del uso de periodos de retorno para los sismos máximos de diseño, ya que son
muy inferiores a los considerados para la estimación de avenidas, que son del orden de 10,000 años.
NRC (1985) ha atribuido esta diferencia a que son eventos de diferente naturaleza, por lo que no
representa necesariamente una inconsistencia.
Por la extensión que cubre el contacto cortina – cimentación, la variación espacial de las
aceleraciones a lo largo del contacto ha sido un tema de gran interés. Se sabe que dicha variación
depende de varios factores: geometría de la boquilla, tipos de ondas, ángulos de incidencia y
contenidos de frecuencia de los sismos. En campo libre de un sitio se puede determinar teóricamente
que las aceleraciones en los empotramientos y a nivel de la corona son mayores que aquellas
registradas en la base. Obviamente, este tipo de análisis está íntimamente relacionado con el modelo
de interacción cortina-cimentación. En el caso de modelos de subestructuras, se considera apropiado
incluir estos efectos. El estado del arte muestra que se requieren más estudios para demostrar que
los efectos de variación espacial tengan relevancia significativa en el diseño de estructuras,
particularmente en el caso del sismo máximo de diseño en zonas de alta sismicidad, donde los
efectos no lineales son importantes.
Las cargas símicas inusuales y extremas se definen en función de los sismos y la combinación de
acciones estáticas. Para el diseño de una presa, se pueden definir varias combinaciones de acciones
inusuales o normales. Aunque se disponen de lineamientos para definirlas, las condiciones de sitio y
de operación que se tenga en cada presa son las que determinan finalmente estas combinaciones.
Por ejemplo, las cargas inusuales pueden ser correspondientes al Nivel de Aguas Máximo
Extraordinario (NAME) o al vaso vacío o a ambos dependiendo de la política de operación. Las
cargas normales pueden ser del Nivel de Aguas Máximo Normal (NAMO) en presas de
almacenamiento pero también pueden ser del vaso vacío si la presa es de rompe picos. Además
deben preverse en el diseño las condiciones del azolve, ya que pueden variar durante la vida útil de la
presa.
Cuando una presa está apoyada sobre el depósito del cauce y el empotramiento, se debe considerar
que el área de contacto presa-empotramiento es mucho mayor que el del contacto presa-cauce. Por
ello, en un análisis tridimensional, es conveniente definir en forma diferente, los parámetros sísmicos
en el empotramiento y en la roca basal del cauce. Dichos parámetros no toman en cuenta la
presencia del depósito de suelo o efecto del sitio. En un análisis bidimensional, se pueden emplear,
los parámetros sísmicos que incluyen el efecto del sitio y que se especifican en la interfaz cortina-
cauce. Sin embargo, por la importancia que tiene la cimentación en el comportamiento global de la
cortina, los análisis bidimensionales, ya sean estáticos o dinámicos, deben consideran la cimentación
y la cortina como un sólo modelo, para el que, las excitaciones sísmicas de entrada, son a nivel de la
roca basal. En consecuencia, sólo es necesario especificar los parámetros sismológicos sin el efecto
del sitio para los análisis bidimensionales. Otra razón por la cual se debe incluir la cimentación en el
197
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Se ha demostrado que la estabilidad del talud aguas arriba depende del nivel del agua en el vaso aún
cuando el talud está formado por materiales granulares permeables. La condición más crítica de la
estabilidad se presenta cuando el nivel del agua se encuentra entre 20 y 30% de la altura de la presa.
La combinación de cargas extrema deberá considerar este escenario.
El análisis de estabilidad sísmica o análisis seudoestático, ha sido ampliamente usado y sigue siendo
todavía una práctica común. Tradicionalmente, para la evaluación del estado límite de falla en el talud
de la cortina, se consideraba un coeficiente sísmico uniforme a lo largo de la altura de cortina. En el
pasado este coeficiente sísmico tomaba un valor de 0.1 a 0.15. Los estudios en los últimos treinta
años reconocen que estos valores son demasiado bajos para asegurar la estabilidad sísmica del
talud, ya que está relacionado directamente con la intensidad de la excitación sísmica, en donde para
mayores niveles de excitación se requieren mayores coeficientes. Aparentemente, si no se toma en
cuenta la amplificación dinámica generada por la flexibilidad de la cortina, el coeficiente sísmico debe
ser por lo menos igual a la aceleración horizontal máxima estimada en la base de la cortina,
expresada como una fracción de la aceleración de la gravedad. Sin embargo, debido a que la
excitación sísmica es de naturaleza cíclica y de duración corta, dicho coeficiente de carácter estático,
deber ser menor que la aceleración máxima basal. Los Cuerpos de Ingenieros de los Estados Unidos
(Hynes-Griffin y Franklin, 1984) recomiendan un coeficiente sísmico igual a la mitad de la aceleración
máxima estimada en la roca basal. Con este coeficiente sísmico, es posible asegurar que la
deformación inducida por el sismo se encuentra dentro de los límites de tolerancia, si el factor de
seguridad es mayor que uno. Cabe mencionar que esta recomendación fue dada para el sismo de
prevención de colapso. Para el sismo de servicio, el factor de seguridad se incrementa de 1.0 a 1.2.
El análisis seudoestático tiene dos objetivos. Por un lado, proveer de una estimación preliminar sobre
el comportamiento dinámico de la cortina, mientras que por otro lado, el estudio sirve para determinar
la aceleración de fluencia que se utiliza en el método de Newmark a fin de definir deformaciones
permanentes. En ambos casos, los materiales utilizados en los análisis seudoestáticos, no deben
198
COMENTARIOS
presentar potencial de pérdida de resistencia ante sismos, ya que este efecto no se toma en cuenta
en dicho análisis. La pérdida de bordo libre o la deformación permanente originada por efectos
sísmicos, no debe exceder el asignado en el diseño. Este límite se establece con la finalidad de evitar
desbordamientos. Sin embargo, aún sin riesgos de desbordamiento, el cuerpo de la cortina no debe
experimentar excesivas deformaciones permanentes, para evitar daños severos a la estructura,
mismos que pueden encadenar otro tipo de fallas como filtración de agua, tubificación o
agrietamientos. Algunos autores (Legg et al, 1982; Lin y Huang,1999), relacionaron los movimientos
de taludes con los daños sísmicos observados, clasificándolos en cinco niveles de estado de falla
(tabla 12.1). No obstante, por el impacto que puede provocar la falla de presas, es inadmisible un
estado de falla severo o bien un movimiento de talud mayor que 50 cm. Por otro lado, los trabajos de
Duncan y Wright (2005), Makdisi y Seed (1978), Hynes-Griffin y Franklin (1984) y Kavazanjian et al,
(1997) han establecido como el límite aceptable de los movimientos de taludes 100.0 cm, que es
cercano al propuesto por Legg et al, 1982. En el caso específico de este Manual, se propone el valor
de 100.0 cm, como límite del deslizamiento de taludes.
Movimiento
Estado de falla Descripción de los daños del talud d
(cm)
Movimiento insignificante del terreno, sin indicios del potencial de falla por
Leve d < 0.5
deslizamiento, sólo efectos de vibración del terreno.
Falla moderada del terreno, pequeñas grietas que tienden a formarse,
Moderado 0.5 ≤ d < 5
efectos similares al fenómeno “sacudida (lurch)”.
Falla mayor del terreno, grietas y deslizamientos moderados, efectos
Significativo 5 ≤ d < 50
similares a fenómenos de pérdida de resistencia y desplazamiento lateral.
Falla extrema del terreno, grietas grandes y posibles deslizamientos,
Severo 50 ≤ d < 500
efectos similares a una ruptura de falla de gran escala.
Catastrófico Falla total, grandes deslizamientos, arrastrando todo lo que encuentran. d ≥ 500
199
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
de los modelos de análisis, proporcionó más elementos de juicio, que permitieron establecer los
criterios diseño que siguen vigentes hasta el día de hoy.
Un aspecto digno de resaltar, es que las cortinas de las presas no pueden ser más seguras que sus
cimentaciones. Si la cimentación tiene fallas, planos de deslizamiento u otras particularidades
geológicas, es primordial efectuar un análisis de la estabilidad de la cimentación. Por esta razón, es
preferible que la cimentación se incluya como parte integral del sistema estructural aún cuando en
teoría, la cimentación corresponde a una formación competente. Este análisis es similar al estudio de
capacidad de carga que se realiza en el contexto de la mecánica de suelos o rocas. Un análisis
integral de cortina y cimentación también permite evaluar, de una forma más eficiente, soluciones en
el mejoramiento de la cimentación.
Entre los criterios de diseño sísmico establecidos para presas de concreto y mampostería, los que
corresponden al sismo base de operación son claramente definidos y en general bien aceptados. A
diferencia de los criterios para el sismo máximo de diseño, en donde, se presentan algunos
inconvenientes, lo que lleva a criterios no bien definidos. Esto se debe a que es frecuente encontrar
concentraciones de esfuerzos de tensión que rebasan la resistencia del material. Cuando los criterios
de diseño no se cumplen, es necesario recurrir a análisis no lineales. Por lo general, al tomar en
cuenta los efectos no lineales, como el agrietamiento y los movimientos de las juntas, se redistribuyen
los esfuerzos y se proporcionan amortiguamientos adicionales al sistema. Lo que lleva a que el
diseño no lineal no sea tan conservador como el que se tiene en el intervalo elástico lineal. Es
importante mencionar, que las no linealidades típicas en presas rígidas no son del tipo dúctil, como
sucede en estructuras de concreto reforzado y de tierra, por lo tanto, no es aceptable emplear
procedimientos de reducción por ductilidad o linealidad equivalente.
No todos los aspectos relacionados con la seguridad sísmica en una presa pueden evaluarse
mediante un procedimiento analítico. Un proyecto geotécnico y estructural exige a los proyectistas
tomar en cuenta un gran número de criterios de diseño. Muchos de ellos no están reflejados en los
cálculos propiamente dichos, pero son fundamentales para que las hipótesis de análisis se cumplan
cabalmente, asegurando que las estructuras tengan un comportamiento sísmico satisfactorio. Para
las presas de tierra y enrocamiento, Seed (1979) recomienda las siguientes consideraciones para el
diseño.
• Disponer de un amplio margen de bordo libre que permita mitigar asentamientos, acciones de
oleajes y movimientos por falla en deslizamientos.
• Diseñar amplias zonas de transición utilizando materiales que no son susceptibles a
agrietamientos.
• Usar drenes de chimenea cerca de la porción central de la cortina.
• Disponer de amplias zonas de drenaje que permitan posibles flujos de agua a través de
grietas.
• Diseñar amplias zonas del corazón impermeables usando materiales plásticos no susceptibles
a agrietamientos.
• Emplear una zona de filtro bien graduado en la parte aguas arriba del corazón que sirva como
tapón de grietas.
• Diseñar detalles estructurales en la corona, que la protejan contra la erosión en el evento de
desbordamiento.
200
COMENTARIOS
Tabla 12.2 Influencia de niveles de deformación por cortante sobre las propiedades de
los materiales y la selección de métodos de análisis
201
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
3.12.2 MATERIALES
3.12.2.1 Concreto y mampostería
Los materiales para la construcción de presas de gravedad han ido variando desde el uso de la
mampostería y concreto colado en el lugar hasta el empleo relativamente reciente de concreto
compactado con rodillos. La mampostería es adecuada para presas de baja altura porque su
resistencia a la tensión es prácticamente nula y su resistencia a la compresión no es alta. El concreto
colado en el lugar que se conoce también como concreto convencional, es apropiado para todas las
alturas y en su diseño se debe resolver el problema de agrietamiento causado por cambios de
temperatura durante el proceso de fraguado. Esto se logra, colocando bloques masivos separados
por juntas de contracción. Con el concreto compactado con rodillo se busca mitigar los efectos de
agrietamiento porque el material se dosifica con un bajo contenido de cemento. Además, la
colocación del material es rápida porque se eliminan las juntas de contracción transversales o se
colocan con grandes separaciones. En muchos aspectos, los diseños sísmicos de las presas
construidas con estos tres materiales son similares. En las presas de mampostería se pone mayor
énfasis en los efectos de la orientación de las piedras sobre la estabilidad de la cortina. La principal
diferencia entre los dos tipos de concreto radica en los aspectos relacionados con su comportamiento
térmico. Como los efectos térmicos y sísmicos por lo general se analizan por separado y rara vez se
estudia la combinación de ambos, los análisis sísmicos son similares para los dos tipos de concreto.
Aún así se puede distinguir los siguientes aspectos en el análisis sísmico del concreto compactado
con rodillos. a) No existen juntas transversales o se encuentran separadas por grandes distancias, b)
los planos de construcción horizontales a cualquier altura pueden propiciar la condición crítica de
estabilidad contra deslizamiento, c) la permeabilidad en los planos de flujo preferenciales puede
modificar la subpresión, cambiando la distribución considerada originalmente y d) los efectos no
lineales incluyen el comportamiento elastoplástico en las juntas horizontales.
Sherard (1967) presentó una lista de probables causas que pueden llevar a las presas de tierra y
enrocamiento a la falla bajo cargas sísmicas. Estas son:
202
COMENTARIOS
Esta lista, elaborada hace cuarenta años, sigue siendo una buena guía para entender el riesgo
sísmico que se puede esperar en una presa. Con respecto al cuerpo de la cortina, los principales
daños que se pueden presentar son:
a) Agrietamiento longitudinal. Las grietas longitudinales son los daños sísmicos de mayor recurrencia.
Estas grietas se localizan principalmente en el área de la corona. Cuando se presentan en taludes
tienden a aparecer en la parte aguas arriba. Si el drenaje es inadecuado las grietas también
pueden formarse en el lado aguas abajo. Asimismo, las grietas pueden generarse por grandes
asentamientos del corazón impermeable o de la cimentación. Asentamientos inusuales ocurren
cuando la resistencia de la cimentación no es uniforme o cuando los depósitos sueltos de río no
han sido removidos. Otra causa de la aparición de grietas longitudinales es la diferencia de rigidez
entre el respaldo y el corazón impermeable. Muchas veces las grietas longitudinales están
escondidas a cierta profundidad, por lo que es necesario llevar a cabo investigaciones cuidadosas
si el daño no está a la vista.
b) Agrietamiento transversal. Las grietas transversales incluyen cuatro tipos: 1) Las que se forman
por la intensa vibración en la dirección paralela al eje de la cortina, 2) Las que se presentan en la
cercanía de ambos extremos del eje de la cortina por la diferencia de las características dinámicas
de la cortina y los empotramientos, c) Las que se generan por la consolidación no uniforme en
diferentes zonas de la cortina y 4) Las debidas a asentamientos excesivos de la cimentación. En
comparación con las grietas longitudinales, son menos recurrentes las grietas transversales, sin
embargo, son más peligrosas, pues pueden formar canales conductores de agua causando graves
daños a la cortina, incluso, hasta la rotura de la misma.
203
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
movimiento lateral ocurre simultáneamente con el asentamiento, generalmente con una magnitud
similar.
f) Daños en estructuras de concreto. Si la presa emplea una cara de concreto en el talud aguas
arriba, ésta puede sufrir agrietamientos causando distorsión o rompimiento de las juntas entre
bloques de concreto o entre el concreto y los empotramientos. El parapeto es otro de los
componentes de concreto que sufre daños debido a la alta concentración de aceleración en la
corona de la cortina. Se han observado también daños en torres de toma y vertedores, entre otras
estructuras anexas.
La pérdida de resistencia de los materiales o fenómeno de licuación, es el término que se utiliza para
describir una gran variedad de fenómenos que se relacionan con el cambio de estado sólido a líquido
en suelos granulares saturados. Dicho cambio viene acompañado por un aumento en la presión de
poro y por la disminución en los esfuerzos efectivos, así como la consecuente reducción de rigidez y
resistencia al corte, condiciones que pueden ocurrir bajo la acción de cargas monotónicas, transitorias
o repetitivas. La pérdida de resistencia generalmente se manifiesta por la agitación, formación de un
volcán de arena, por la falla de flujo o por la movilidad cíclica, entre otras evidencias. Para que
ocurran estos fenómenos es indispensable que se den las siguientes condiciones: que el suelo sea
granular y que la presión de poro sea alta.
El primer de ellos es la pérdida de resistencia por flujo o licuación verdadera, la cual se observa en
las pruebas no drenadas realizadas en muestras de arena muy suelta. Se registra un valor máximo
de resistencia no drenada a una deformación por cortante pequeña y, posteriormente, el suelo se
colapsa rápidamente a un flujo en que las deformaciones por cortante son muy grandes y tanto la
presión efectiva confinante como la resistencia al corte son bajas. Una característica importante de la
licuación verdadera es que la resistencia residual no es nula, es decir, alcanza un valor finito.
Después de varios ciclos de carga es posible observar que la acumulación en exceso de la presión de
poro, es tal que la presión efectiva confinante llega momentáneamente a anularse y a este punto se le
204
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conoce como licuación inicial. En suelos compactos, la licuación inicial puede definirse con claridad
solamente cuando la magnitud de la carga y el número de ciclos son sustancialmente mayores que
en los suelos sueltos.
En suelos con pérdida de resistencia por movilidad cíclica, las deformaciones y desplazamientos
permanentes se acumulan y su magnitud dependerá del esfuerzo por cortante estático y la duración
del movimiento sísmico. Para excitaciones sísmicas de corta duración en un sitio casi plano, las
deformaciones permanentes son pequeñas. En un talud moderadamente inclinado o tendido, que
está sujeto a un movimiento del terreno de larga duración, la movilidad cíclica puede producir en el
suelo un nivel de deformación irreversible.
En el laboratorio, las características de movilidad cíclica se pueden determinar con pruebas cíclicas
en cámaras triaxiales, corte simple y columnas resonantes. Se ha observado (Ishihara, 1993) que en
cualquier tipo de arena, desde sueltas, medianamente densas hasta densas, la condición de
movilidad cíclica llega a alcanzarse cuando se aplica una carga cíclica de determinada amplitud. La
presión confinante efectiva llega a anularse momentáneamente, cuando la deformación por cortante
alcanza aproximadamente una magnitud de 5% en un sentido y 10% en ambos sentidos. Es posible
establecer una relación entre el esfuerzo por cortante máximo y el número de ciclos para una
deformación por cortante del 5% amplitud doble. Generalmente la ordenada se expresa por el
cociente de esfuerzo cíclico, que es el esfuerzo por cortante máximo normalizado con la presión
confinante inicial, al cual se le conoce como resistencia cíclica. Si se conoce el número de ciclos de
una excitación sísmica dada, que generalmente tiene un intervalo que oscila entre diez y veinte ciclos,
se puede determinar la resistencia cíclica correspondiente.
205
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
cortante se encuentran entre 10-5 y 10-6. A continuación se presentan las pruebas del campo y
laboratorio más comunes (Kramer, 1996).
Para deformaciones grandes, las curvas esfuerzo-deformación por cortante bajo cargas cíclicas
pueden describirse por medio de dos características: la inclinación y tamaño de las histéresis. La
inclinación define el módulo de corte secante y el tamaño se determina por el amortiguamiento
histerético. En el laboratorio, la degradación se determina con pruebas de columna resonante y
triaxial dinámica, aunque por el tamaño de las partículas que tienen los materiales de enrocamiento
es difícil efectuar ciertas pruebas dinámicas en el laboratorio. Para estos materiales el módulo ha sido
determinado en prototipos, usando registros sísmicos reales o artificiales. Generalmente, para las
curvas de degradación obtenidas en el laboratorio, existe su correspondiente ecuación analítica. Por
ejemplo, Ishibashi y Zhang (1993) proponen la siguiente forma:
G m ( γ ,PI ) − m
= K ( γ c , PI )( σ 'm ) c 0
(12.1)
G max
donde
⎧⎪ ⎡ ⎛ 0.000102 + n ( PI ) ⎞0.492 ⎤ ⎫⎪
K ( γ c , PI ) = 0.5 ⎨1 + tanh ⎢ln ⎜ ⎟ ⎥⎬
⎪⎩ ⎢⎣ ⎝ γc ⎠ ⎥⎦ ⎪⎭
⎪⎧ ⎡ ⎛ 0.000556 ⎞0.4 ⎤ ⎪⎫
m ( γ c , PI ) − m0 = 0.272 ⎨1 − tanh ⎢ln ⎜ ⎟ ⎥ ⎬ exp ( −0.0145PI )
1.3
⎪⎩ ⎢⎣ ⎝ γ c ⎠ ⎥⎦ ⎪⎭
⎧ 0.0 para PI = 0
⎪ −6 1.404
⎪3.37x10 PI para 0 < PI ≤ 15
n ( PI ) = ⎨ −7
⎪ 7.0x10 PI
1.976
p ara 15 < PI ≤ 70
⎪ 2.7x10−5 PI1.1154 para 70 > PI
⎩
PI es el índice de plasticidad
206
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1 + exp ( −0.0145PI1.3 ) ⎡ ⎛ G ⎞
2
G ⎤
ξ = 0.333 ⎢ 0.586 ⎜ ⎟ − 1.547 + 1⎥ (12.2)
2 ⎣⎢ ⎝ G max ⎠ G max ⎥⎦
Con el modelo de la masa virtual y base rígida, se tiene la ventaja de poder incluir los efectos del
vaso y de la cimentación de una manera económica, aunque aproximada, para prácticamente
cualquier situación en lo que se refiere a la geometría y material. La base rígida puede tomar
cualquiera configuración (figura 12.1a), aunque generalmente es horizontal y vertical (tipo cajón). La
207
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
base rígida debe situarse por lo menos a una profundidad igual a la altura de la cortina. Cuando se
impone la condición de base rígida en un modelo de elemento finito dinámico, se generan energías
espurias que distorsionan los resultados. La exclusión de la masa de la cimentación elimina este
problema, ya que con esta consideración, la velocidad de propagación de ondas en la cimentación es
infinita. Adicionalmente se considera en este modelo que las excitaciones impuestas sobre la base
son las mismas que se esperan en la superficie del terreno, es decir, las excitaciones son las del
campo libre. Con este modelo se pueden adoptar diferentes tipos de material en la cimentación,
hecho que facilita el análisis de la cimentación con planos de deslizamiento.
Con respecto al modelo de subestructura (figura 12.1b) o al modelo del sistema integral (figura 12.2),
se han desarrollado un gran número de procedimientos numéricos. No obstante, a mayor complejidad
de los modelos, no necesariamente conduce a obtener los mejores resultados del análisis. Muchos de
los modelos existentes contemplan efectos solamente elásticos lineales. Son aplicables cuando se
trata de cargas sísmicas inusuales o bien de cargas sísmicas extremas que se presentan en zonas de
baja sismicidad. Sin embargo, el uso de estos modelos se justifica, pues la precisión con que se
determinan los esfuerzos elásticos, no siempre suele ser crítica. Incluir los efectos más
representativos, como el fondo del vaso y la cimentación, puede lograr una estimación de estos
esfuerzos de manera más realista. Cuando se trata de las cargas sísmicas extremas, en zonas de
alta sismicidad, los modelos elásticos dejan de ser útiles. En este caso, se requiere un modelo de la
masa virtual y base rígida para apreciar los intervalos de esfuerzos y los diferentes tipos de no
linealidades. Si se estima necesaria una mejora en los resultados, se recurre a los modelos de
subestructura o de sistemas integrales analizándolos paso a paso en el dominio del tiempo.
208
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2 1 ∇2p
∇ p= 2 2 (12.3)
C ∇t
donde
p es la presión hidrodinámica
t es el tiempo
C es la velocidad del sonido en el agua
∇2 es el operador Laplaciano
Si el agua se considera incompresible se omite el término del lado derecho de la ecuación. Las
condiciones de frontera se definen de la siguiente manera, en donde, la superficie libre del agua está
sujeta a la condición de presión nula:
p=0 (12.4)
∂p ∂p
= -ρa a gn + ξ (12.5)
∂n ∂t
donde
ρa es la densidad de masa del agua y la constante ξ se expresa como
1 1- α
ξ= (12.6)
C 1+ α
Cuando la cortina se considera rígida, la condición del contacto vaso–cortina se especifica como
∂p
= -ρa a gn (12.7)
∂n
Si la cortina es flexible se tienen que establecer las condiciones de continuidad y de equilibrio entre la
cortina y el vaso a lo largo del contacto (Li et al, 1995). Si el vaso es cerrado, se pueden obtener
soluciones a partir de las ecuaciones 12.3 a 12.7. Si el vaso es abierto, se requiere una condición
adicional en la frontera lejana (figura 12.2), que se puede expresar genéricamente como
209
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
∂p
= Λp (12.8)
∂n
donde
Λ es una función que relaciona el gradiente de presión y la presión en dicha frontera. Se
han propuesto varias formas para esta función (Li et al, 1995).
Una característica de esta función es que se garantiza que la presión en el infinito es nula o bien la
energía se absorbe.
En el desarrollo de la ecuación 12.3, la ecuación del estado del agua relaciona linealmente la presión
2
con la densidad de la masa, p = C ρa. Sin embrago, el agua no puede desarrollar una presión
absoluta menor que la presión de vapor (Zienkiewicz et al, 1982). Cuando la suma de la presión
hidrostática y la hidrodinámica es igual a la presión de vapor pv, los gases disueltos en el agua forman
zonas de cavitación. Con la expansión continua de dichas zonas, la densidad del agua decrece bajo
la presión de vapor que se sostiene a un nivel prácticamente constante. La zona de cavitación o
gaseosa se mantiene hasta que las fuerzas externas hacen aumentar la densidad del agua
suficientemente hasta que la presión vuelve a igualar a la de vapor. En este momento la zona de
cavitación se colapsa. Para tomar en cuenta estas consideraciones, la relación lineal anterior es
2
válida sólo cuando C ρa + p0 ≥ pv, donde p0 es la presión hidrostática. Cuando esta condición no se
fija, dicha relación lineal se tiene que sustituir por p = pv, así, el módulo volumétrico efectivo del agua
es prácticamente nulo. Aunque los estudios limitados muestran que si esto no se considera, la
respuesta dinámica de la cortina no se altera seriamente, aunque no es claro que estas conclusiones
pueden extenderse a todos los casos prácticos.
En la actualidad los problemas de azolvamiento en las presas son cada vez mayores. Estos se deben
incluir en el análisis del vaso de manera explícita. A través de un procedimiento numérico riguroso, se
puede analizar el sedimento dentro de un estudio acoplado, para determinar los efectos que produce
el sedimento sobre las presiones hidrodinámicas y los empujes dinámicos del azolve (Bougacha y
Tassoulas, 1991). En ausencia de este tipo de análisis, se puede recurrir a los procedimientos
propuestos en este Manual para determinar los empujes dinámicos del sedimento (ver la ecuación
12.18 de la sección de recomendaciones 3.12.3.2). Esta ecuación está basada en los métodos de
análisis desarrollados para muros rígidos (Veletsos y Younan, 1995). El sedimento es un material
saturado con relación de Poisson igual a 0.5.
210
COMENTARIOS
Después, de manera más lógica, se ha relacionado dicho coeficiente con las diferentes zonas
sísmicas. Por ejemplo, en las normas de USACE (1995), se proporciona la correlación como se
expresa en la tabla 12.3. Sin embargo, la magnitud del coeficiente sísmico debe imitar efectivamente
la naturaleza de las fuerzas sísmicas esperadas que dependen de la intensidad, duración y el
contenido de frecuencia de los sismos. Debido a la precisión que se ha alcanzado en los estudios de
riesgo sísmico para definir las aceleraciones máximas del terreno, es preferible correlacionar los
coeficientes sísmicos con las aceleraciones máximas del terreno. Como una hipótesis
extremadamente conservadora, se puede seleccionar el coeficiente sísmico kh igual al coeficiente de
aceleración del terreno a0 (en unidades de g, siendo g la aceleración de la gravedad). Si la cortina se
diseñara de esta manera, se está suponiendo que la resistencia contra la inestabilidad, sea
deslizamiento o volteo, no puede ser rebasada en ningún instante durante el sismo. Se trata de una
hipótesis demasiado conservadora que da como resultado, diseños antieconómicos y que, además
introduce dificultades numéricas que aparecen cuando el coeficiente kh es mayor que 0.4. Para relajar
este conservadurismo excesivo se justifica permitir que en algún instante, y por intervalos muy cortos,
la resistencia sea superada, generando una deformación permanente. Este concepto es idéntico al de
Newmark. En estos casos se está suponiendo que el coeficiente sísmico kh es menor que el
coeficiente de aceleración del terreno a0, es decir, se aplica una reducción a la aceleración máxima
del terreno para calcular el coeficiente sísmico kh. En los análisis sísmicos de taludes térreos, Hynes-
Griffin y Franklin (1984) trataron de optimizar la selección de los coeficientes sísmicos, a través del
uso del método de Newmark, determinando deformaciones permanentes y usando un conjunto de
registros sísmicos. Correlacionando los coeficientes sísmicos y los valores permisibles de
deformaciones permanentes, encontraron que dichos coeficientes kh se pueden obtener aplicando
una reducción entre 2 y 3 veces los coeficientes de aceleración del terreno a0, esto es
a0
= 2ó3 (12.9)
kh
Aunque en las presas de concreto y mampostería no se conoce algún trabajo similar se puede aplicar
la misma filosofía. Por otro lado, para lograr un diseño cuyo conservadurismo sea adecuado para
cualquier nivel de aceleración, es razonable establecer que la reducción expresada en la ecuación
12.9 varíe con los niveles de aceleración del terreno: es decir, a mayor nivel de aceleración, mayor
será la reducción. En ausencia de estudios afines, y con el propósito de incorporar en este Manual la
variación de la reducción, se busca una manera aproximada para lograrlo En los EUA, se usa
generalmente, una correlación entre la intensidad MM y el coeficiente sísmico (USACE, 1995). Las
primeras cuatro columnas de la tabla 12.3 expresan dicha correlación. La intención de este Manual
es, sin embargo establecer una correlación entre los coeficientes sísmicos y los coeficientes de
aceleración del terreno. Por ello se recurre a una correlación entre la intensidad MM y la aceleración
máxima del terreno que fue sugerida por Bolt (1993). Con esto, es posible agregar una quinta
columna a la tabla 12.3. Entre los valores de la cuarta y quinta columna se puede establecer
claramente la correlación hiperbólica (ecuación 12.10), que es el origen de la ecuación 12.20 de la
sección de recomendaciones 3.12.3.3, y que provee del valor del coeficiente sísmico kh entre un
mínimo de 0 y un máximo de 1/3 de g.
211
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
a0
= 1 + 3a 0 (12.10)
kh
212
COMENTARIOS
que puede ser controlada por uno o varios parámetros y no por intervalo de tiempo; dicho control se
puede activar o desactivar como se desee y c) La disipación numérica no debe afectar indebidamente
a los modos de baja frecuencia. En el método β de Newmark es imposible satisfacer al mismo tiempo
los tres requisitos. Para superar estas dificultades, Hilber, Hughes y Taylor (HHT) propusieron el
método α. La experiencia indica que entre los métodos con que se pueden atenuar los modos de alta
frecuencia, el método α es el que menos distorsiona la respuesta de baja frecuencia.
H
T1 = 1.2 (12.11)
E
donde
H es la altura de la cortina en metros
E es el módulo de elasticidad de la cortina en GPa
T1 es el periodo en segundos.
En este tipo de presas, cuando las juntas son planas, los monolíticos se mueven independientemente
de manera que los análisis de esfuerzo plano se justifican. Por las fugas del agua que se pueden
presentar en este tipo de juntas, se han introducido juntas ranuradas en que los monolíticos
interactúan a través de la transmisión de fuerzas cortantes, haciendo que el efecto tridimensional sea
importante. Se han desarrollado análisis simplificados para tomar en cuenta estos efectos en los
estudios bidimensionales de esfuerzo plano (Ghobarah et al, 1994). Sin tomar en cuenta los efectos
tridimensionales y si la longitud de la cortina es menor que 4 a 5 veces su altura, las respuesta
obtenida en los análisis bidimensionales se sobre estiman.
213
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
E α
Ha/H
GPa 1.0 .90 .75 .50 .25 .0
35 1.454 1.462 1.456 1.355 1.284 1.261
31 1.409 1.416 1.412 1.344 1.285 1.259
28 1.370 1.374 1.374 1.333 1.285 1.259
1.0 24 1.341 1.344 1.341 1.316 1.282 1.256
21 1.320 1.319 1.312 1.289 1.264 1.247
17 1.301 1.301 1.287 1.283 1.264 1.247
14 1.286 1.285 1.284 1.275 1.262 1.247
7 1.263 1.263 1.262 1.260 1.256 1.247
35 1.368 1.376 1.366 1.255 1.208 1.192
31 1.323 1.330 1.323 1.256 1.208 1.191
28 1.289 1.292 1.289 1.247 1.208 1.191
.95 24 1.259 1.263 1.259 1.238 1.208 1.188
21 1.241 1.240 1.233 1.213 1.194 1.181
17 1.224 1.224 1.221 1.209 1.194 1.181
14 1.212 1.211 1.210 1.203 1.192 1.181
7 1.193 1.193 1.193 1.191 1.187 1.181
35 1.289 1.297 1.284 1.181 1.151 1.139
31 1.247 1.253 1.247 1.185 1.152 1.139
28 1.214 1.220 1.214 1.179 1.152 1.139
24 1.191 1.193 1.193 1.174 1.152 1.136
.90 21 1.176 1.176 1.171 1.155 1.141 1.131
17 1.164 1.163 1.161 1.152 1.141 1.131
14 1.154 1.154 1.152 1.148 1.140 1.131
7 1.140 1.140 1.140 1.139 1.136 1.131
35 1.215 1.224 1.206 1.129 1.111 1.100
31 1.179 1.185 1.177 1.131 1.109 1.099
28 1.152 1.157 1.155 1.129 1.109 1.099
24 1.136 1.139 1.136 1.124 1.109 1.099
.85 21 1.126 1.125 1.122 1.111 1.101 1.093
17 1.117 1.116 1.115 1.109 1.101 1.093
14 1.110 1.110 1.109 1.106 1.100 1.093
7 1.100 1.100 1.100 1.100 1.097 1.093
35 1.148 1.156 1.140 1.092 1.078 1.071
31 1.121 1.126 1.121 1.092 1.078 1.071
28 1.104 1.106 1.106 1.089 1.078 1.071
24 1.095 1.094 1.090 1.080 1.071 1.066
.80 21 1.087 1.087 1.085 1.079 1.071 1.066
17 1.081 1.081 1.080 1.076 1.071 1.056
14 1.077 1.077 1.076 1.074 1.071 1.066
7 1.071 1.071 1.071 1.070 1.069 1.066
35 1.092 1.099 1.089 1.065 1.055 1.049
31 1.078 1.080 1.078 1.064 1.055 1.050
.75 28 1.070 1.069 1.065 1.056 1.050 1.046
24 1.063 1.063 1.061 1.055 1.050 1.046
21 1.059 1.059 1.058 1.054 1.050 1.046
214
COMENTARIOS
E α
Ha/H
GPa 1.0 .90 .75 .50 .25 .0
17 1.055 1.055 1.054 1.053 1.050 1.046
.75 14 1.053 1.053 1.052 1.051 1.049 1.046
7 1.049 1.049 1.049 1.048 1.048 1.046
35 1.055 1.057 1.055 1.045 1.038 1.034
31 1.048 1.050 1.050 1.044 1.037 1.035
28 1.044 1.044 1.042 1.038 1.034 1.031
.70 24 1.041 1.041 1.040 1.037 1.034 1.031
21 1.039 1.039 1.038 1.036 1.034 1.031
17 1.037 1.037 1.037 1.035 1.033 1.031
14 1.035 1.035 1.035 1.034 1.033 1.031
7 1.033 1.033 1.033 1.033 1.032 1.031
35 1.033 1.034 1.034 1.030 1.026 1.024
31 1.031 1.031 1.031 1.029 1.027 1.025
28 1.028 1.028 1.027 1.025 1.023 1.021
24 1.026 1.026 1.026 1.024 1.022 1.021
.65 21 1.025 1.025 1.025 1.024 1.022 1.021
17 1.024 1.024 1.024 1.023 1.022 1.021
14 1.023 1.023 1.023 1.023 1.022 1.021
7 1.022 1.022 1.022 1.022 1.021 1.021
35 1.020 1.020 1.020 1.019 1.017 1.016
31 1.020 1.020 1.020 1.018 1.018 1.016
28 1.017 1.017 1.017 1.016 1.015 1.013
24 1.016 1.016 1.016 1.015 1.014 1.013
.60 21 1.016 1.016 1.016 1.015 1.014 1.013
17 1.016 1.016 1.016 1.015 1.014 1.013
14 1.016 1.016 1.016 1.015 1.014 1.013
7 1.014 1.014 1.014 1.014 1.014 1.013
35 1.013 1.013 1.013 1.013 1.012 1.010
31 1.012 1.012 1.012 1.012 1.012 1.012
28 1.010 1.010 1.010 1.010 1.009 1.009
24 1.010 1.010 1.010 1.010 1.009 1.009
.55 21 1.010 1.010 1.010 1.009 1.009 1.009
17 1.009 1.009 1.009 1.009 1.009 1.009
14 1.009 1.009 1.009 1.009 1.009 1.009
7 1.009 1.009 1.009 1.009 1.009 1.009
35 1.009 1.009 1.009 1.008 1.008 1.008
31 1.008 1.008 1.008 1.008 1.008 1.008
28 1.006 1.006 1.006 1.006 1.005 1.005
24 1.006 1.006 1.006 1.006 1.005 1.005
.50 21 1.006 1.006 1.006 1.006 1.005 1.005
17 1.006 1.006 1.006 1.006 1.005 1.005
14 1.006 1.006 1.006 1.005 1.005 1.005
7 1.005 1.005 1.005 1.005 1.005 1.005
215
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
E α
Ha/H
GPa 1.0 .90 .75 .50 .25 .0
35 0 .043 .060 .067 .054 .038
31 0 .030 .051 .060 .050 .036
28 0 .021 .040 .051 .045 .034
1.0 24 0 .013 .029 .042 .040 .032
21 0 .008 .021 .035 .036 .030
17 0 .005 .014 .025 .030 .027
14 0 .003 .009 .018 .024 .024
7 0 .001 .004 .008 .013 .017
35 0 .044 .056 .060 .045 .032
31 0 .031 .049 .053 .042 .030
28 0 .020 .038 .045 .038 .028
.95 24 0 .012 .027 .036 .033 .026
21 0 .007 .019 .030 .030 .025
17 0 .005 .012 .022 .025 .022
14 0 .003 .008 .015 .020 .020
7 0 .001 .003 .007 .011 .014
35 0 .041 .050 .050 .036 .025
31 0 .029 .042 .044 .033 .023
28 0 .017 .033 .037 .030 .022
24 0 .010 .022 .029 .026 .020
.90 21 0 .006 .015 .024 .024 .019
17 0 .004 .009 .017 .020 .018
14 0 .002 .006 .012 .016 .016
7 0 .001 .002 .005 .008 .011
35 0 .033 .042 .039 .027 .019
31 0 .023 .034 .033 .025 .018
28 0 .013 .024 .028 .022 .017
24 0 .007 .016 .023 .020 .016
.85 21 0 .004 .011 .017 .017 .015
17 0 .003 .007 .012 .014 .013
14 0 .002 .004 .009 .012 .012
7 0 .001 .002 .004 .006 .008
35 0 .024 .032 .028 .019 .014
31 0 .015 .024 .024 .018 .013
28 0 .008 .016 .019 .016 .012
24 0 .004 .011 .016 .014 .011
.80 21 0 .003 .007 .012 .012 .011
17 0 .002 .004 .008 .010 .010
14 0 .001 .003 .006 .008 .008
7 0 .000 .001 .002 .003 .004
35 0 .014 .021 .018 .013 .009
31 0 .008 .010 .014 .012 .009
.75 28 0 .004 .010 .013 .011 .009
24 0 .003 .006 .010 .010 .008
21 0 .002 .004 .007 .008 .007
216
COMENTARIOS
E α
Ha/H
GPa 1.0 .90 .75 .50 .25 .0
17 0 .001 .003 .005 .007 .007
.75 14 0 .001 .002 .004 .005 .006
7 0 .000 .001 .002 .003 .004
35 0 .006 .011 .011 .009 .006
31 0 .003 .007 .009 .008 .006
28 0 .002 .005 .007 .007 .006
.70 24 0 .001 .003 .006 .006 .005
21 0 .001 .002 .004 .005 .005
17 0 .001 .002 .003 .004 .004
14 0 .000 .001 .002 .004 .004
7 0 .000 .000 .001 .002 .003
35 0 .002 .005 .006 .005 .004
31 0 .001 .003 .005 .005 .004
28 0 .001 .002 .004 .004 .004
24 0 .001 .002 .003 .004 .004
.65 21 0 .000 .001 .002 .003 .003
17 0 .000 .001 .002 .003 .003
14 0 .000 .001 .001 .002 .003
7 0 .000 .000 .001 .001 .002
35 0 .001 .002 .003 .003 .003
31 0 .001 .001 .003 .003 .002
28 0 .000 .001 .002 .002 .002
24 0 .000 .001 .002 .002 .002
.60 21 0 .000 .001 .001 .002 .002
17 0 .000 .001 .001 .002 .002
14 0 .000 .001 .001 .002 .002
7 0 .000 .000 .000 .001 .001
35 0 .000 .001 .002 .002 .002
31 0 .000 .001 .001 .002 .001
28 0 .000 .001 .001 .001 .001
24 0 .000 .000 .001 .001 .001
.55 21 0 .000 .000 .001 .001 .001
17 0 .000 .000 .001 .001 .001
14 0 .000 .000 .000 .001 .001
7 0 .000 .000 .000 .000 .001
35 0 .000 .000 .001 .001 .001
31 0 .000 .000 .001 .001 .001
28 0 .000 .000 .001 .001 .001
24 0 .000 .000 .000 .001 .001
.50 21 0 .000 .000 .000 .001 .001
17 0 .000 .000 .000 .000 .001
14 0 .000 .000 .000 .000 .000
7 0 .000 .000 .000 .000 .000
217
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ζc
Ec/E Rc
ηc = 0.01 ηc = 0.10 ηc = 0.25 ηc = 0.50
5.0 1.043 .015 .014 .019 .024
4.5 1.048 .015 .016 .021 .026
4.0 1.054 .015 .018 .023 .030
3.5 1.062 .015 .020 .027 .034
3.0 1.071 .016 .024 .031 .039
2.5 1.083 .020 .028 .037 .046
2.0 1.099 .028 .035 .046 .057
1.5 1.129 .039 .047 .060 .073
1.4 1.139 .042 .050 .063 .078
1.3 1.150 .044 .053 .068 .084
1.2 1.162 .047 .058 .073 .090
1.1 1.174 .050 .062 .079 .096
1.0 1.187 .054 .068 .086 .105
0.9 1.204 .060 .075 .094 .115
0.8 1.223 .068 .083 .104 .127
0.7 1.248 .077 .093 .116 .142
0.6 1.286 .088 .105 .131 .161
0.5 1.335 .103 .121 .151 .186
0.4 1.400 .117 .143 .178 .221
0.3 1.496 .145 .173 .217 .273
0.2 1.678 .186 .220 .279 .362
a) Agrietamiento. Se presentan agrietamientos en las caras aguas arriba y aguas abajo, todos en la
parte superior de la cortina y especialmente a la altura donde ocurre un cambio brusco de la
geometría de la cortina en su sección transversal. También se presentan agrietamientos en el
cambio de la sección vertedora a la no vertedora. Las grietas se generan en la superficie de la
cortina y se propagan hacia su interior. Asimismo, las grietas pueden aparecerse alrededor de las
galerías donde existe una fuerte concentración de esfuerzos.
b) Daños en las juntas o contactos. Los bloques de concreto se golpean bajo vibraciones intensas
produciendo agrietamiento o desprendimiento del concreto en las juntas de contracción, tanto en el
sentido transversal como a lo largo del eje de la cortina. Se presentan daños en los contactos
cortina-cimentación, con agrietamientos o separaciones.
c) Filtración. Como resultado del agrietamiento o separación entre diferentes bloques de concreto,
aumenta la filtración después del sismo.
218
COMENTARIOS
Año Sismo
Altura de
Presa Lugar Tipo Magnitud Distancia
(m) constr Año Daños
. Richter epicentral (km)
Agrietamiento
Koyna India 103 1963 Concreto 1967 6.5 3
severo
Concreto y Desplazamiento
Blackbrook GB 29 1900 1957 5.3 6.4
mampostería agrietamiento
Shenwao China 53 - Concreto 1975 - - Agrietamiento
Agrietamiento
Red Flag China 35 - Mampostería 1970 - -
filtración
a) Agrietamiento. Se presentan agrietamientos en la parte central del arco. Las juntas de contracción
verticales se abren en primera instancia; los esfuerzos de arco librados se transfieren a las
acciones de cantilever, generando grietas horizontales que se propagan hacia los empotramientos.
En los empotramientos también se pueden presentar esfuerzos de tensión altos y agrietamientos
consecuentes. Esto se debe al alto nivel de esfuerzos estáticos que prevalece y al mecanismo de
transferencia de los esfuerzos librados en el arco.
Sismo
Año de
Presa Lugar Altura (m) Tipo
constr. Magnitud Distancia
Año Daños
Richter epicentral (km)
Agrietamiento
Pacoima EUA 113 1929 Arco 1971 6.5 3
severo
Daños al vertedor y
Rapel Chile 110 1890 Arco 1985 7.8 -
torre de toma
219
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Sismo
Altura Año de
Presa Lugar Tipo
(m) constr. Magnitud Distancia
Año Daños
Richter epicentral (km)
Agrietamiento
Sefid Rud Irán 106 1963 Contrafuertes 1990 7.3 a 7.7 Muy cerca
severo
Desplazamiento,
Hsingfengkiang China 105 1900 Contrafuertes 1962 6.1 5
agrietamiento
Agrietamiento en
Honen-lke Japón 30 1930 Arcos múltiples 1946 - - el arco cerca de
contrafuertes
220
COMENTARIOS
altura, dicho movimiento es uniforme y las pendientes de ambos taludes no influyen en la respuesta
de la cortina. Si las hipótesis mencionadas no son válidas, serán necesarios análisis de respuesta bi y
tridimensionales.
En las presas de enrocamiento el modulo de rigidez de corte varía siguiendo una regla exponencial
(ecuación 12.12). Esta variación ha sido observada en muchas presas por Gazetas et al, 1981 y
Gazetas y Dakoulas, 1992, y se expresa de la siguiente forma:
2/3
z
G(z) = G base ⎛⎜ ⎞⎟ (12.12)
⎝h⎠
donde
z es la distancia vertical medida desde la cresta,
H es la altura de la cortina y
Gbase es la rigidez cortante en la base.
• Altura de cortina H
• Peso volumétrico promedio de cortina γm
• Módulo cortante inicial o máximo Gbase,max en la base
• Curvas de degradación y amortiguamiento
• Espectro de respuesta para diferentes niveles de amortiguamiento
Antes de comenzar el proceso de iteración se supone un valor de deformación cortante γc. A partir de
aquí, el procedimiento de cálculo se repite tantas veces como se requieran para lograr la
convergencia de la solución.
vs = 6G base g / 7 γ m (12.13)
donde
g es la aceleración de gravedad.
18 H
T1 = (12.14)
7 vs
221
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
H
γ c = 0.20 Sa1 (12.15)
vs2
• Y se determina una nueva relación Gbase / Gbase,max. Si esta no se aproxima a la que se utilizó
en la iteración anterior se repite el cálculo. Generalmente se requieren unas cuatro iteraciones
para lograr la convergencia.
9H 6H
T2 = , T3 = (12.16)
7 vs 7 vs
• Se determinan la aceleración espectral para el segundo y tercer modos de vibración Sa2, Sa3 a
partir del espectro de respuesta utilizando los correspondientes periodos naturales de
vibración y el amortiguamiento.
• La aceleración máxima en la cresta para los primeros tres modos de vibración se determinan
como
• Como los valores máximos en cada modo ocurren en diferentes tiempos, el valor máximo de
aceleración en la cresta se puede aproximar tomando la raíz cuadrada de la suma de los
cuadrados de las aceleraciones máximas de los primeros tres modos
a cresta,max = a1,max
2
+ a 2,max
2
+ a 3,max
2
222
COMENTARIOS
Una de las primeras ecuaciones para incluir la no linealidad en la envolvente Mohr–Coloumb fue
propuesta por Duncan y Chang (1970). Se empleó una ecuación semi logarítmica para relacionar el
nivel de esfuerzo medio y el ángulo de fricción interna, estimado este último directamente a partir de
los datos de ensayos triaxiales. Esta ecuación es ampliamente usada en los análisis elásticos no
lineales de las presas junto con las relaciones hiperbólicas de esfuerzo–deformación de Duncan–
Chang. Sin embargo, esta ecuación es matemáticamente incorrecta para niveles de esfuerzos muy
bajos donde el valor de fricción interna no está acotado por un valor finito. Por lo tanto, se propuso un
criterio de falla no lineal para rocas relacionando los esfuerzos principales. La relación ha sido
modificada de manera que se expresa, en términos de los esfuerzos en el plano de falla, mediante
una función potencial. Sin embargo, esta relación no es válida cuando la resistencia a la tensión es
nula, por lo que su uso está limitado a materiales rocosos.
A partir de 1965, Marsal (1972) había realizado pruebas triaxiales con materiales de enrocamiento
encontrando las envolventes no lineales Mohr–Coloumb. Con base en estos y otros resultados
experimentales, Mello (1977) sugirió otra relación del tipo potencial que puede darse en la forma
adimensional como la que se expresa en la ecuación 12.38 de la sección de recomendaciones
3.12.6.3 (Jiang et al, 200). El parámetro n está acotado por 1 y 0.5; cuando n = 1, se recupera la
envolvente lineal. El valor de n no puede ser menor que 0.5 porque para la condición n < 0.5 el radio
de la curvatura de τ es menor que el radio del círculo tangente de Mohr. Charles y Watts (1980)
recopilaron varias fuentes de datos experimentales y dedujeron los rangos de los parámetros de
resistencia no lineales. El parámetro A de los enrocamientos varía entre 0.75 y 2.0, y n entre 0.65 y
0.90.
223
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
bloques deslizantes como el propuesto por Newmark, Idriss y Seed, o el cálculo de los asentamientos
en la corona. Ambas estimaciones son útiles pues se puede establecer criterios de tolerancia tanto
para deslizamientos como para asentamientos. Hay que tomar en cuenta que los deslizamientos
laterales pueden llegar a ser 2 a 4 veces los asentamientos (Ishihara et al, 1990).
Los métodos de análisis detallados fueron resultado de una investigación y mejora continua durante
muchos años. Por seguir con la lógica de los sucesos secuenciales en la aplicación de cargas y por
tener la visualización directa de los cambios en las propiedades mecánicas, empleando, además,
modelos de material fáciles de entender, este procedimiento de análisis se usa ampliamente en la
práctica. Sin embargo, como el análisis está dividido en varias etapas, las hipótesis hechas en cada
una de ellas no necesariamente son compatibles entre sí. Por ejemplo, los análisis estático y de
respuesta dinámica se llevarán acabo aceptando que los materiales son medios continuos, mientras
que en los estudios de estabilidad se consideran movimientos de bloques de falla discontinuos.
Además la estabilidad y deformación sísmica se pueden analizar solamente cuando se suponen a
priori determinadas superficies de falla, hecho que dificulta una evaluación completa del
comportamiento de la presa.
224
COMENTARIOS
el potencial de pérdida de resistencia. El procedimiento de análisis estático también será útil para
efectuar los estudios de deformación permanente pos sísmica.
Las características dinámicas de los materiales de tierra y enrocamiento, particularmente los módulos
de rigidez dinámica, dependen en gran medida del nivel de esfuerzos de confinamiento. La
dependencia del nivel de confinamiento es más notable en presas de enrocamiento y aún más en
boquillas cerradas. Aun aceptando que las cortinas de enrocamiento pueden estudiarse por una
sección homogénea, los módulos de corte deben considerarse no uniformes.
El comportamiento sísmico de los materiales térreos es complejo y difícil de describir con un modelo
constitutivo generalizado, entre otras razones, debido al fenómeno histerético que se manifiesta en la
relación esfuerzo por cortante - deformación por cortante bajo condiciones de carga cíclica. En
muchos casos prácticos, el comportamiento del suelo todavía puede idealizarse mediante las
siguientes simplificaciones:
Si estas hipótesis se aceptan, el comportamiento histerético del suelo puede representase con
suficiente aproximación por un modelo viscoelástico. El método lineal equivalente es un análisis
puramente elástico, aunque las propiedades de los materiales son compatibles con el nivel de las
deformaciones por cortante. En consecuencia, las deformaciones permanentes no se pueden estimar
225
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
con este procedimiento de cálculo. Por esta razón, las deformaciones obtenidas a partir de dicho
análisis no son las que realmente se presentan en el campo, sino son valores equivalentes que se
pueden esperar de un ensaye de laboratorio bajo una carga dinámica similar; no obstante, las
aceleraciones y por consiguiente los esfuerzos calculados se aproximan bastante bien a los que se
exhiben realmente en la estructura. Las comparaciones realizadas entre los resultados del análisis
lineal equivalente, del análisis no lineal riguroso y las observaciones del campo han indicado una
buena aproximación para excitaciones sísmicas no muy fuertes y en suelos estables en que no se
presenta un incremento apreciable en presión de poro.
La amplificación dinámica de la cortina se mide por la relación entre la aceleración máxima generada
en la corona y en la base. La amplificación depende, por un lado, del efecto de la resonancia y, por el
otro, del amortiguamiento. Cuando el periodo de vibración es más cercano al del sismo, será mayor la
amplificación, misma que disminuye con el aumento del amortiguamiento. Este fenómeno ofrece
grandes ventajas para el comportamiento de las presas de tierra y enrocamiento ante sismos
severos, ya que no se esperan esfuerzos dinámicos excesivamente altos. Una evaluación más
acertada del desempeño de la cortina debe incluir incluye no solamente la estimación de la
aceleración en la corona sino su distribución dentro del cuerpo de la cortina. Dependiendo de la
zonificación, las aceleraciones se distribuyen dentro de la cortina de diferentes maneras. En las
cortinas de enrocamiento con cara de concreto, su alta rigidez implica una concentración de
aceleraciones cerca de la corona. En las cortinas de materiales graduados, en cambio, las altas
aceleraciones se localizan en algunas zonas dentro del cuerpo. Los análisis dinámicos también
pueden considerar al mismo tiempo las aceleraciones en dos direcciones: horizontal y vertical. Esta
consideración es importante en sitios de emplazamiento cercanos a la fuente sísmica. Existe la
interferencia entre diferentes modos de vibración: longitudinal en ambos sentidos y cortante, aunada
por la compleja geometría de las fronteras de la cortina incluyendo los taludes, terreno de cimentación
y las laderas. El modelo de viga cortante, que considera solamente la excitación horizontal resulta
muchas veces demasiado simplificado. Los modelos de análisis bidimensional o tridimensional
reportan resultados más realistas en cuanto a las aceleraciones y deformaciones.
226
COMENTARIOS
0.65τhv,max
CSR eq = (12.18)
σ'v0
El cociente del esfuerzo cíclico causante de la licuación en el campo CSR1,campo se estima de acuerdo
con la siguiente ecuación
CSR l,campo
Fl = (12.20)
CSR eq
227
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Magnitud M Cm
5.5 1.43
6.0 1.32
6.5 1.19
6.75 1.13
7.0 1.08
7.5 1.00
8.0 0.94
8.5 0.89
Factor de Factor de
Aceleración de Multiplicador de Deslizamiento
Referencia reducción de seguridad
referencia aceleración tolerable
resistencia mínimo
Makidisi y Seed (1978) 0.2 g (M=6.5) 0.5 0.8 1.15 Aprox. 1 m
Makidisi y Seed (1978) 0.75 g (M=8.25) 0.2 0.8 1.15 Aprox. 1 m
Hynes-Griffin y Franklin
AMH en la roca 0.5 0.8 1.0 1m
(1984)
0.17 si se efectúa
Kavazanjian et al
AMH en el suelo el análisis de 0.8 1.0 1m
(1997)
respuesta
0.5 si no se
Kavazanjian et al
AMH en el suelo efectúa el análisis 0.8 1.0 1m
(1997)
de respuesta
AMH = Aceleración máxima horizontal.
Las aceleraciones críticas son un indicador del desempeño de los taludes si se comparan con las
aceleraciones máximas del terreno. Cuando las primeras se aproximan o incluso se exceden a las
segundas, los taludes tienden a experimentar mayores daños sísmicos. En la tabla 12.12 se
presentan estos indicadores (Abramson et al, 1999).
228
COMENTARIOS
Condición Observaciones
ky < 0.5 kmax Se espera que el talud sobrevive al sismo de diseño
0.5kmax < ky < kmax Daños varían de menores a mayores
ky > kmax Se esperan daños globales y se requiere un análisis dinámico completo
229
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
provoca la deformación global de las cortinas, en especial aquéllas construidas con materiales no
suficientemente compactados, aspecto que no se puede evaluar adecuadamente en el análisis de
Newmark.
Por otra parte, aprovechando el uso de computadoras, surgen mejoras en los análisis dinámicos,
apoyándose de la simulación numérica, ya que el análisis sigue toda la historia del sismo. Con este
tipo de análisis se pueden obtener una buena cantidad de información como son: el desplazamiento,
la velocidad, la aceleración, la presión de poro o los esfuerzos y deformaciones, todos ellos en
cualquier punto de la cortina y en cualquier instante. Se puede, también, incluir aspectos tales como
la saturación, no saturación, consolidación, elastoplasticidad y viscoplasticidad, entre otros.
Hasta la fecha se han desarrollado varias técnicas de simulación numérica, las más destacadas son
la de Zienkiewitz (Zienkiewitz y Xie, 1991), Dungar (1988), Finn (1990) y Prevost (1981). La
desventaja de estos modelos es el costo de la implementación y análisis, así como la realización
obligada de pruebas dinámicas especiales. Por las experiencias que se acumulan con el tiempo el
uso de estos modelos será cada vez más popular para fines de diseño.
Como los materiales térreos que se utilizan en la construcción de presas son compactados, su
composición típica esta dividida en tres fases: sólido, agua y aire. Esta característica trifásica influye
en el comportamiento estático y dinámico de la cortina. Durante la construcción se genera el exceso
de la presión de poro en el corazón impermeable de la cortina, que se disipa con bastante lentitud.
Durante el llenado, se establece un flujo transitorio por el que la cortina se satura paulatinamente,
desde la cara aguas arriba hacia el talud aguas abajo. Los materiales localizados arriba y abajo de la
superficie superior de la corriente son no saturados y saturados, respectivamente. La saturación
puede producir el colapso de los materiales y generar deformaciones significativas y agrietamientos.
Bajo la excitación sísmica, se generan excesos en presión de poro en todos los materiales:
granulares y cohesivos. En los primeros se pueden presentar el fenómeno de pérdida de resistencia o
compactación dinámica. La disipación de presiones de poro dinámicas es un proceso complejo. Se ha
reportado que las cortinas fallan por la pérdida de resistencia pero no durante el sismo sino instantes
después de finalizado el sismo. Esto debido a que se desarrolla una distribución de presión de poro,
la cual depende de las permeabilidades de los materiales y condiciones de drenaje.
Aun para bajos niveles de carga, los materiales térreos desarrollan deformaciones plásticas que no
son recuperables después de la descarga. El comportamiento de los materiales no depende
solamente del nivel de esfuerzo sino de su trayectoria. Las trayectorias de los esfuerzos varían
durante las etapas de la construcción, llenado o sismo por lo que los módulos de rigidez y
resistencias al corte son distintos en las diferentes etapas de carga aun para un sólo material. A
diferencia del concreto o acero, los materiales térreos igualmente tienen una característica peculiar en
que la presión de confinamiento a que está sujeto el material influye de manera determinante en su
comportamiento. A fin de incluir estos aspectos, se han desarrollado modelos elastoplásticos
230
COMENTARIOS
dinámicos. Como las arcillas y las arenas tienen características peculiares propias, los modelos han
sido desarrollados por separado para cada tipo de material, aunque recientemente existe la tendencia
de establecer modelos unificados.
La compactación dinámica se refiere a que el acomodo de las partículas de suelo bajo cargas
dinámicas se traduce en una reducción de volumen. Cuando el suelo está totalmente saturado, la
tendencia hacia la compactación dinámica en el suelo hace que se genere el exceso en la presión de
poro y el material pierde parcial o totalmente su resistencia al corte, exhibiendo el fenómeno de
pérdida de resistencia. La compactación dinámica y pérdida de resistencia tienen, por lo tanto el
mismo origen y son manifestaciones distintas dependiendo de las condiciones de saturación y
drenaje. Las cargas sísmicas producen esfuerzos cortantes en el suelo; si este se considera elástico
lineal, aunque la carga por cortante no debe generar cambio de volumen. Como el suelo no es un
material que cumple dicha hipótesis, la carga por cortante genera cambios de volumen. En otras
palabras, los suelos sueltos sufren reducción de volumen (contracción) y los suelos compactos
experimentan un aumento de volumen (dilatación). Los fenómenos de compactación dinámica o
pérdida de resistencia se presentan en los suelos contractivos.
Un reporte reciente (Alemán, 2006) presentó los resultados de una visita de campo de varias presas
sudamericanas que cuenta con una cara de concreto y que han estado sujetas a excitaciones
sísmicas. Los datos recabados durante esta visita mostraron un excelente desempeño sísmico en
este tipo de cortinas. En Japón, también se reportó la cortina Manase de enrocamiento con cara de
concreto, que ha estado sujeta a sismos severos. Los principales problemas que se presentaron son
de asentamientos y movimientos laterales. La losa de concreto por lo general tiene un desempeño
231
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
adecuado aunque se espera la presencia de agrietamientos en las juntas y en los bloques de la losa,
y por consiguiente un aumento de filtraciones. En la zona del parapeto, es donde se pueden
presentar los daños más notables. En las tablas 12.13 a 12.17 se enlistan las observaciones de estas
presas.
Acelmax en el sitio
Magnitud
Fecha Epicentro de la presa, (en Desempeño
Richter
%g estimada)
Las juntas ligeramente dañadas, agrietamiento del
pavimento de la corona, asentamiento de 61 mm,
1964 - 7.5 0.08
desplazamiento horizontal de 40 mm, El aumento
de gasto de 90 l/s a 220 l/s
1969 Oga 6.9 - Asentamiento de 7 mm
Otros sismos - 6.2-7.9 - No nuevos daños
232
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Altura Magnitud
Presa Ubicación Fecha Daños
(m) (M)
Barahona
63 Chile 1928 8.0 Falla catastrófica, 54 muertos
(presa de jales)
El Cobre (presa 32 a
Chile 1965 7 a 7.25 2 presas destruidas, 200 muertos
de jales) 35, 19
Cerro Negro
Chile 1965 7 a 7.25 1 presa fallada
(presa de jales)
La Marquesa y 10 2 presas falladas, 176 de daños mayores y 16
Chile 1985 7.8
La Palma 10 de daños menores
California, Agrietamiento longitudinal, agrietamiento
San Andrea 32 1906 8.25
EUA transversal en empotramientos
Upper Cristal California,
26 1906 8.25 2.4 m de movimiento offset en la presa
Springs EUA
California,
Sheffield 8 1925 6.3 Falla total
EUA
Montana,
Hebgen 35 1959 7.5 a 7.8 Asentamiento de 1.2 m, Seich sísmico
EUA
Lower San California,
40 1971 6.6 Asentamiento en la corona de 8.5 m
Fernando EUA
Upper San California, Asentamiento en la corona de 900 mm,
24 1971 6.6
Fernando EUA movimiento aguas debajo de 1.5 m
Paiho Grande deslizamiento, 330 presas de la región
66 China 1976 7.8
(principal) dañadas
Douhe 22 China 1976 7.8 Agrietamiento longitudinal
Las Asentamiento en la corona de 1 m, y
Masiway 25 1990 7.7
Filipinas agrietamientos longitudinales
Asentamiento en la corona de 250 mm, fisuras
Ono 37 Japón 1923 8.3
profundas adyacentes al muro corazón
1.5 a
76 Terraplenes Japón 1939 6.6 12 presas destruidas, 40 fallas de talud
18
Chatsworth 11 EUA 1930 N/D Agrietamiento, filtración
Earlsbum 6 Scotland 1839 4.8 Falla completa
233
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
• Superficies de fluencia y falla que pueden ser Von Mises, Tresca, Mohr-Coulomb o Drucker-
Prager
• Leyes de endurecimiento y ablandamiento
• Condición de consistencia para endurecimiento por deformación
• Densificación
• Criterios de carga y descarga
• Anisotropía y
• Movilidad cíclica
234
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SECCIÓN 3.13
AISLAMIENTO SÍSMICO Y
DISIPACIÓN DE ENERGÍA
235
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
INDICE
236
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237
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
3.13.1 ALCANCE
Las recomendaciones del presente Manual se limitan a los aisladores y disipadores de energía que
tienen mayores posibilidades de ser utilizados en los próximos años en México. Los dispositivos
incluidos en el Manual son los más fáciles de construir y adaptar a las obras que se construyen el
país, son los más económicos y han mostrado un desempeño adecuado en las construcciones en
que se han instalado.
(a) (b)
Figura 13.1. Respuesta para un sistema sin aisladores, con aisladores y con un
sistema aislador-disipador.
Para espectros de respuesta que tengan periodos dominantes cortos, el incremento del periodo que
se obtiene con un aislador de base resulta altamente benéfico, como se muestra esquemáticamente
en la figura 13.1(a), en donde se observa que la seudoaceleración Sa1, para la estructura sin aislar, se
reduce al valor Sa2, correspondiente a la misma estructura con aisladores. Debe tenerse en cuenta,
que esta disminución conlleva un aumento en los desplazamiento del sistema, tal como se observa
238
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Debe tenerse en cuenta que el incremento del periodo de la estructura que se logra cuando se
emplea aislamiento de base, puede ser un inconveniente si la energía del sismo se concentra en la
región de periodos largos. Esta situación se presenta en depósitos profundos de suelo arcilloso con
altos contenidos de agua, en los que las múltiples reflexiones y refracciones de las ondas a través de
los diferentes estratos de suelo, concentran la energía en las frecuencias bajas del movimiento, como
en el caso de zona de terreno blando del Distrito Federal, donde se presentan periodos del suelo de
dos o más segundos. Una alternativa inmediata para estos casos, es el incremento del periodo de la
estructura hasta tres o cuatro segundos, aumentando la flexibilidad de la base, sin embargo, esto da
lugar a la aparición de grandes desplazamientos que probablemente serían inaceptables. Otra
situación en la que puede resultar impráctico el uso de los aisladores de base, es en el caso de
estructuras ubicadas en zonas cercanas a fallas sísmicas potenciales, donde los registros sísmicos
muestran la existencia de pulsos de velocidades muy grandes, y pocas oscilaciones, que reducen la
capacidad de disipar la energía histerética.
De todos los sistemas de control de vibraciones que se aplican en Ingeniería Civil, el aislamiento de
base es el más usado. El gran potencial que se vaticina para su aplicación masiva ha alentado a un
gran número de empresas e investigadores a diseñar y adaptar diferentes tipos de aisladores, que se
patentan y comercializan rápidamente, ofreciendo al diseñador una gran variedad de dispositivos con
ventajas especificas, pero también con limitaciones y desventajas que deben conocerse
detalladamente antes de su aplicación.
Actualmente, la mayor parte de los aisladores de base que se emplean incorporan los apoyos
laminados de hule, principalmente los apoyos de hule con núcleo de plomo (ALNP). Cabe aclarar que
los apoyos que se han usado con mayor frecuencia son de hule natural (Buckle et al, 2006). Los
apoyos de hule sintético que se usan en puentes para permitir las deformaciones por temperatura y
reología, tienen una menor capacidad de deformación última a cortante, lo que puede ser una
limitante para los niveles de deformación que se exigen a los aisladores de base, por lo que las
especificaciones propuestas se enfocan a los apoyos de hule natural. Otra variante muy usada la
constituyen los apoyos deslizantes, en los que la superficie de deslizamiento es en muchos casos de
teflón y acero inoxidable. Algunos sistemas combinan los apoyos deslizantes con los apoyos de hule.
239
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
También es necesario verificar que la rigidez elástica del sistema estructura – disipador sea lo
suficientemente grande para evitar los desplazamientos excesivos bajo condiciones de servicio, como
pueden ser los que se presentan durante la acción de sismos moderados, efectos del viento, cargas
vivas, entre otros.
Si los aisladores sirven de apoyo a la estructura, como sucede en la mayor parte de los casos, debe
vigilarse que tengan la resistencia y rigidez necesaria para soportar las acciones permanentes y
accidentales sin sufrir deformaciones excesivas.
Es importante que el sistema de aislamiento cuente con un mecanismo que le permita regresar a su
posición inicial una vez terminado el movimiento. De esta manera se evita la necesidad de regresar a
la estructura a su posición inicial una vez que haya cesado el movimiento. Por otro lado, si el sistema
no cuenta con una capacidad de auto centrado, su posición durante el movimiento puede afectar la
respuesta y el comportamiento esperado del sistema. Las normas AASHTO (2004), recomiendan que
el sistema tenga una fuerza de recuperación tal que el periodo calculado con la rigidez tangente
correspondiente al desplazamiento de diseño sea menor que 6 s.
Finalmente, es importante verificar que el comportamiento del aislador no se vea afectado por las
condiciones ambientales y del entorno durante su vida útil.
240
COMENTARIOS
En vista de estas condiciones, se propone que los procedimientos de análisis y diseño se realicen en
dos etapas: en la primera etapa se diseñan los dispositivos con base en características típicas o
valores recomendados por el fabricante; en una segunda etapa, conocidas las propiedades reales de
los dispositivos que serán empleados en la construcción, se realiza el análisis y diseño definitivo del
sistema.
Las propuestas que se han realizado para mejorar la capacidad de disipación de energía de estos
apoyos, algunas de ellas con gran aceptación en la práctica, como es el caso de los ALNP, no han
logrado producir un sistema totalmente lineal. En los apoyos tipo péndulo es conveniente adicionar un
elemento disipador de energía. Los amortiguadores lineales de tipo viscoso tienen como
inconvenientes su alta dependencia de la temperatura, el nivel de mantenimiento que requieren, y la
dificultad de obtenerlos en un tamaño apropiado.
241
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
incluyendo los efectos de envejecimiento, temperatura, y otras cargas ambientales y elementos que
afectan el periodo de la vida útil del aislador.
El diseñador debe garantizar que las propiedades mecánicas y de amortiguamiento del aislador
permanezcan constantes durante toda su vida útil. Bajo condiciones normales los ALH que fueron
usados en puentes por más de un siglo muestran que su periodo de vida esperado es de al menos
cien años; sin embargo, pruebas recientes en este tipo de apoyos muestran cierto endurecimiento, lo
que se debe al envejecimiento. Tal endurecimiento no causa un incremento importante en las fuerzas
que son transmitidas a la superestructura. El hule que se usa en la manufactura de los apoyos se
caracteriza por su habilidad para recuperar su configuración original y sus dimensiones cuando se
descarga.
242
COMENTARIOS
La capacidad de carga vertical se calcula sumando todas las deformaciones por cortante en el hule
debido a todas las fuentes que la producen. La deformación total está limitada por la elongación
máxima a la rotura del hule dividida entre el factor de seguridad apropiado para la condición de carga.
243
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
(politetrafluoretileno). Este polímero tiene propiedades que lo hacen atractivo para su uso en sistemas
de aislamiento debido fundamentalmente a su bajo coeficiente de fricción, su impermeabilidad y que
además bajo temperaturas extremas no se modifican sus propiedades mecánicas.
El comportamiento lateral de estos aisladores queda regido por la fricción entre la estructura y los
balines de soporte. Una vez superada la fuerza de fricción estática, el movimiento de la estructura
corresponde al equilibrio dinámico bajo las acciones sísmicas con la fuerza de fricción dinámica que
se produce entre las superficies en contacto. Cuando existe buena lubricación entre la superficie de la
placa de acero y los balines, se logra que la fuerza de fricción sea despreciable y que el aislamiento
sea más efectivo.
Una de las primeras aplicaciones de un sistema de aislamiento deslizante fue el desarrollado por
González (1964). El sistema consiste en apoyar la edificación sobre placas de acero que a su vez
descansan sobre balines de acero limitados por un anillo de acero. Estos balines se apoyan a su vez
en otra placa de acero que se conecta rígidamente a la cimentación. Al ocurrir un movimiento símico,
244
COMENTARIOS
la estructura se desliza sobre los balines desacoplando su movimiento del movimiento del terreno.
Una de las desventajas de este sistema es la carencia de un sistema que proporcione una fuerza
restitutiva que regrese la estructura a su posición inicial cuando finaliza el movimiento sísmico. Un
sistema similar con control de desplazamiento se describe en Anderson (1990); este dispositivo es
también compuesto por balines de acero pero incorpora adicionalmente una estructura de soporte
que proporciona disipación de energía a través de la fluencia de algunos elementos. Para su correcto
funcionamiento, es necesario que estos sistemas cuenten con un sistema de auto-centrado y que se
utilicen en combinación con alguno de los dispositivos descritos en la sección 3.13.3, para
incrementar también su capacidad de disipación de energía.
Los valores de coeficientes de fricción recomendados para superficies de PTFE que aparecen en la
tabla 13.4 de las recomendaciones son los propuestos en el estudio de Stanton et al, (1993).
Con la finalidad de proporcionar a los aisladores deslizantes de un sistema que regrese a su posición
de equilibrio inicial a la estructura, se han propuesto dispositivos que por su geometría proporcionan
naturalmente una fuerza restitutiva al sistema estructural. Uno de los más utilizados en la actualidad
es el llamado péndulo de fricción (Zayas, et al, 1990 y Bozzo et al, 1990). Consiste en una superficie
cóncava de acero anclada a la cimentación sobre la cual se desliza la estructura, lo que implica que
ésta se mueve verticalmente al desplazarse lateralmente. El material con que se fabrica es acero, en
la zona cóncava de deslizamiento cromo y en la articulación central un polímero del tipo PTFE. Por la
geometría del aislador, el periodo no depende de la carga vertical aplicada y su rigidez es
directamente proporcional a la carga lo que hace que la torsión provocada por concentraciones de
masa en la estructura disminuyan en el nivel de aislamiento. El sistema combina en un solo elemento
la flexibilidad y disipación de energía que caracterizan a un sistema de aislamiento, en un elemento
compacto de acero. Cuando el apoyo se activa durante un sismo, el dispositivo se mueve sobre una
superficie cóncava, originando que la estructura de soporte experimente pequeños movimientos
semejantes a los de un péndulo. La fuerza de fricción dinámica que se genera durante el movimiento
proporciona el amortiguamiento necesario para absorber la energía del sismo. Su comportamiento
histerético corresponde al de un material rígido cuando no se ha vencido la fuerza de fricción y
proporcional a la rigidez lateral cuando la demanda de fuerza lateral supera la fuerza de fricción del
dispositivo.
Como se observa en la ecuación 13.26, cuando la fuerza de fricción es excedida, la estructura vibra
con periodo Td que depende únicamente del radio de curvatura de la superficie de deslizamiento. De
esta manera el diseño de este tipo de sistemas, que determina su comportamiento lateral, depende
de la fricción entre las superficies y del radio de curvatura.
245
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Para elegir el método más apropiado, deberá considerarse el conjunto de características dinámicas
del sistema, así como el impacto que puede tener alguna de las variables en su comportamiento
general.
El método de análisis más conveniente depende de diferentes factores como son: el tipo de terreno,
la presencia de fallas activas cercanas, las características del dispositivo aislador, de las propiedades
de la estructura, del tipo de respuesta esperada, de la importancia de la obra y de los niveles de
amortiguamiento, entre otros.
Es necesario tener en cuenta que existen diversas condiciones que deben satisfacerse para que los
resultados de un modelo simplificado sean representativos de la realidad, por lo que deben conocerse
las limitaciones del modelo y saber cuales son los requisitos de aplicación.
Por supuesto, el método para obtener la respuesta no lineal en el tiempo, mediante registros de
aceleración reales, puede aplicarse en cualquier caso y es el único aceptable si se desea un
aislamiento parcial del sistema, en que se acepta la ocurrencia de daño en los elementos de la
estructura.
Las restricciones impuestas al uso de los distintos métodos de análisis conducen a que en la mayor
parte de los casos se tenga que recurrir al análisis paso a paso. No obstante, se establecen límites
para los elementos mecánicos de diseño que resultan de los análisis dinámicos y análisis no lineales
en función de los valores obtenidos con el método lineal. Los límites propuestos tienen como
propósito contar con un margen de seguridad contra una posible subestimación de las fuerzas (FEMA
450, 2004). De esta manera, los modelos más refinados servirán para asegurar que el modelo lineal
no deja a la estructura en condiciones de inseguridad.
246
COMENTARIOS
contexto, es común el uso de un procedimiento iterativo que fue desarrollado inicialmente por Shibata
y Sozen (1976), que se basa en el concepto de estructura equivalente.
Con este método se reemplaza cada elemento no lineal (los dispositivos de aislamiento), por un
elemento lineal cuya rigidez y amortiguamiento representan la rigidez y la capacidad de disipación de
energía del dispositivo original asociadas a la respuesta máxima del aislador.
El proceso es iterativo debido a que la rigidez efectiva y el amortiguamiento equivalente dependen del
nivel de desplazamiento máximo (ductilidad). Como no se conoce a priori el desplazamiento máximo
del sistema, es necesario suponer un valor al inicio y verificarlo en cada etapa hasta lograr la
convergencia entre los desplazamientos de dos ciclos consecutivos. El método es particularmente
conveniente para su uso conjunto con un espectro de diseño a través del periodo secante y del
amortiguamiento global del sistema.
Los parámetros del modelo lineal equivalente han sido propuestos y calibrados para sistemas con
comportamiento histerético bilineal tal como el mostrado en la figura 13.3 de las recomendaciones.
De manera que en el caso de aisladores o disipadores de energía con comportamientos distintos al
histerético bilineal no puede emplearse el modelo lineal equivalente.
Si la rigidez efectiva o los ciclos histeréticos son dependientes del nivel de carga vertical, de los
efectos bidireccionales o de la tasa de deformación, el modelo no puede aplicarse directamente.
ED
ξef = (13.1)
4πES
247
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
donde
ED es la energía disipada en un ciclo de deformación
Es es la energía de deformación elástica
El porcentaje de amortiguamiento viscoso equivalente ζeq del sistema de aislamiento puede estimarse
con la ecuación 13.3.
área total
ζ eq =
2π ∑k d2
max 1
(13.3)
donde
área total es la suma de las áreas de los ciclos de histéresis de todos los aisladores y
kmax es la rigidez efectiva máxima que se obtenga para los ciclos de histéresis
correspondientes al desplazamiento de diseño.
Al sustituir los valores de energía para el aislador histerético bi-lineal de la figura 13.3 de la sección
de recomendaciones, se obtiene la ecuación 13.3.
Existen varias ecuaciones para estimar el porcentaje de amortiguamiento equivalente (Jara et al,
2006). La propuesta por Hwang y Sheng (1993) conduce a resultados razonables para un amplio
nivel de desplazamientos. Si se considera que todos los aisladores tienen las mismas características
mecánicas y que el amortiguamiento total es la suma de la contribución del amortiguamiento
histerético (ζ)hist y el amortiguamiento viscoso (ζ)v (generalmente 5%), la relación de amortiguamiento
viscoso equivalente que se obtiene a partir de la curva idealizada fuerza–desplazamiento obtenida
por estos autores es:
⎛ 1⎞
2 (1 − α i ) ⎜1 − ⎟
⎝ μi ⎠ + ζ (13.4)
( ζ )eq = ( )v
π ⎣⎡1 + α i ( μi − 1) ⎦⎤
donde
αi es la relación entre la rigidez inelástica y la rigidez elástica
μi es la ductilidad definida como la relación entre el desplazamiento de diseño y el
desplazamiento de fluencia
248
COMENTARIOS
acepta que la estructura sobre el sistema de aislamiento es rígida en dirección vertical y en el que se
desprecian las fuerzas verticales debidas al volteo.
Como este método de análisis hace uso del modelo lineal equivalente, se aplican las mismas
restricciones impuestas a dicho modelo.
Los efectos de campo cercano modifican la capacidad histerética de los aisladores, motivo por el que
no puede aplicarse el modelo lineal equivalente cuando la estructura se encuentra cerca de una falla
activa.
El método lineal equivalente se aplica al sistema de aislamiento por lo que la estructura deberá
mantenerse en el intervalo elástico si se desea aplicar el modelo elástico lineal.
Las limitaciones sobre la altura, configuración y el periodo de la estructura aislada tienen que ver con
la hipótesis del método estático de que la respuesta se debe fundamentalmente al primer modo de
vibrar. Cuando la estructura sobre el sistema de aislamiento es rígida, el periodo de la estructura
aislada correspondiente al desplazamiento de diseño es varias veces superior al periodo efectivo de
la estructura sobre una base fija, mientras que los desplazamientos de los aisladores considerando la
flexibilidad de la superestructura serán aproximadamente los mismos que los desplazamientos de los
aisladores suponiendo una superestructura rígida.
Debe tenerse presente que en el método lineal equivalente no se hace ninguna referencia a la
posibilidad de un incremento en los desplazamientos y fuerzas debido al efecto de torsión que se
produce por la distribución irregular de la rigidez.
249
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Vs Wi h i
Fi = n
∑W h
i =1
i i
(13.5)
donde
Fi es la fuerza lateral equivalente aplicada en el nivel i
Wi es el peso del nivel i
hi es la altura del nivel i
n es el número total de niveles
La fuerza Vs será la obtenida arriba del sistema de aislamiento y no será menor que 1.5 veces la
requerida para activar completamente el sistema de aislamiento. El límite inferior de Vs tiene como
propósito prevenir la fluencia prematura de los elementos de la superestructura antes de que el
sistema de aislamiento esté totalmente en funcionamiento. En el caso de que el sistema de
aislamiento pierda su rigidez después de la fluencia (como por ejemplo los apoyos deslizantes
planos), FEMA 450 (2004) recomienda que la superestructura se diseñe con una fuerza lateral
superior al 50% del nivel de fluencia (50% del nivel de fricción de un apoyo deslizante).
En estructuras en las que no existe un modo predominante de respuesta el modelo lineal equivalente
pierde precisión cuando se le compara con modelos no lineales en el tiempo (Calvi y Kingsley, 1995)
y por ello se limita su aplicación en estos casos.
Los efectos de campo cercano modifican la capacidad histerética de los aisladores, motivo por el que
no puede aplicarse el modelo lineal equivalente cuando la estructura se encuentra cercana a una falla
activa.
El análisis dinámico modal propuesto considera un comportamiento lineal de la estructura arriba del
sistema de aislamiento, razón por la cual la estructura deberá mantenerse en el intervalo elástico o
con una ductilidad de desplazamiento limitada a un máximo de 1.5.
250
COMENTARIOS
en los dispositivos, serán semejantes a los del método elástico en muchos tipos de estructuras. La
diferencia fundamental al aplicar el modelo dinámico no se debe a una mejor estimación de la
respuesta del sistema de aislamiento sino en el cálculo y distribución de fuerzas en la estructura
sobre la interfaz de aislamiento. Con el ADM se estudian modelos más detallados de la
superestructura considerando la flexibilidad e irregularidad del sistema.
Dado que los programas de análisis comerciales disponibles en la mayor parte de las oficinas de
ingeniería no permiten la selección de porcentajes de amortiguamiento distintos para cada elemento
de una estructura, se ha propuesto una corrección al espectro de respuesta como una solución
práctica al problema. La propuesta se base en la observación de que el amortiguamiento del sistema
de aislamiento sólo es efectivo para los ciclos que involucran la fluencia del dispositivo, lo que
corresponde a los periodos de vibración más largos, cercanos al periodo fundamental de vibrar. Los
modos superiores no se ven afectados por el amortiguamiento del disipador, de manera que puede
emplearse un valor de 5% en estos casos. La figura 13.4 ilustra este concepto.
La combinación de los efectos de cada uno de los modos de vibrar puede calcularse con cualquier
método reconocido. Si se prefiere puede utilizarse el método de la raíz cuadrada de la suma de la
respuesta al cuadrado de cada modo, considerando las limitaciones para su aplicación de igual forma
que en el caso de estructuras sin sistema de aislamiento.
Los porcentajes de combinación de las componentes horizontales son los mismos que se sugieren
para estructuras sin aislamiento.
En este método se acepta un comportamiento no lineal tanto para los aisladores como para los
elementos de la estructura sobre la interfaz de aislamiento. Sin embargo, en el caso de no
251
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
linealidades importantes se recomienda el uso de un análisis paso a paso. Por tal motivo se restringe
la ductilidad máxima de los elementos de la estructura a 3.0. Los aisladores deberán desarrollar toda
su capacidad para el nivel máximo de ductilidad especificado.
A partir de que el primer elemento excede su deformación de fluencia la relación entre fuerza y
desplazamiento del sistema se va modificando progresivamente. De esta manera el AENL puede
emplearse para determinar el orden de aparición de las articulaciones plásticas y la distribución de
fuerzas y desplazamientos conforme se incrementa la carga o el desplazamiento.
Vs Wi φi
Fi = n
∑W φ
i =1
i i
(13.6)
donde
252
COMENTARIOS
Esta aproximación permite obtener la distribución tridimensional de las fuerzas de inercia en aquellos
casos en que tal consideración es importante.
253
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
El aislamiento de base es una técnica eficiente para proteger edificios de poca altura, su empleo
practico, sin embargo, tiene varios inconvenientes como el de proyectar y mantener durante toda la
vida útil de la construcción juntas de separación entre lo edificios y sus alrededores, que permitan el
desplazamiento de la base. Estas juntas varían en dimensiones, aunque fácilmente llegan a tener 600
mm (Skinner et al, 1993). Todas las líneas de los servicios, como el agua, la luz y el sistema de
drenaje deben de ser flexibles en estas juntas. Además, la mayoría de los edificios con aislamiento de
base incorporan un piso adicional de unión de las columnas que se apoyan en el aislador, un caso
excepcional es el edificio descrito por Zayas y Low (1991), reforzado mediante un sistema de fricción.
Los aisladores de hule tienen el inconveniente de reducir su efectividad a medida que las frecuencias
del movimiento sísmico son más bajas. Por ello en suelos blandos o en aquellos donde no se conoce
con precisión la acción sísmica, no es recomendable el empleo de aisladores de hule. Los
disipadores de energía, en general, son una alternativa eficiente para superar las mencionadas
limitaciones del aislamiento de base. Los disipadores de energía no requieren de técnicas
constructivas ni de proyecto, distintas a las que se emplean en edificios convencionales.
Existe una cierta tendencia a considerar que los disipadores de energía no reducen las fuerzas
sísmicas de forma importante como los aisladores de base, este puede ser el caso de algunos
sistemas como los que se basan en aumentar el amortiguamiento estructural (Bozzo y Barbat, 1999).
Los disipadores viscoelásticos, pueden reducir significativamente la respuesta estructural, pero se
necesitarían muchos disipadores y con dimensiones difíciles de fabricar (Pong et al, 1994). Estos
dispositivos son más eficientes para el control de vibraciones debida a los efectos eólicos o a ruido
ambiental. Otros sistemas, como los de plastificación de metales, son fáciles de construir y de variar
sus dimensiones, por lo que son más ventajosos para edificios sismorresistentes. En general, la
reducción de la respuesta estructural frente a sismos severos empleando disipadores de energía
depende de su número y colocación en la estructura, del tipo de disipador y de su correcto diseño. Es
posible alcanzar reducciones de las fuerzas sísmicas similares a las de un diseño convencional, pero
evitando el daño estructural y el de los elementos no estructurales.
Existen varios aspectos a considerar en el diseño de edificios con disipadores de energía. Un primer
aspecto es cómo modelar los sistemas de disipación y qué parámetros emplear localmente. Un
segundo aspecto es cómo modificar estos parámetros en la altura del edificio para obtener una
respuesta óptima (Ruiz et al, 1995). En la literatura existen diversas propuestas para el procedimiento
de diseño de edificios con disipadores (Wen, 1976; Bozzo et al, 1996; Foti et al, 1996; Ruiz y Badillo,
2000). Para considerar, en el diseño de edificios con disipadores de energía, como variar en la altura
la fuerza de fluencia para obtener una respuesta óptima, se han propuesto varios procedimientos
principalmente para disipadores de energía viscoelásticos y en menor medida, para disipadores de
metales (Tsai et al, 1993; Scholl, 1993, Bozzo, 1996).
En función de los resultados experimentales presentados por Hanson et al, (1993), los parámetros
adecuados para las conexiones ADAS son dy = 6.0 mm y n = 0.25. En este sistema las planchas
metálicas en X están en paralelo y por ello, independientemente de su número en la conexión, fluyen
al mismo desplazamiento dy. De forma análoga a las conexiones por fricción, el único parámetro de
diseño empleando el sistema ADAS es la fuerza de fluencia fy. Valores similares, pero para
disipadores SL (Cahís et al, 1998), son: dy = 0.60 mm y n = 0.17. Es importante considerar, sin
254
COMENTARIOS
embargo que estos parámetros dependen de las características dinámicas de las señales sísmicas de
la zona en estudio.
Los disipadores de energía se usarán preferentemente en estructuras que sean regulares tanto en
planta como en elevación. La distribución de disipadores en la planta de una estructura debe ser tal
que no se produzcan movimientos por torsión en ésta.
Existen diversas soluciones para rehabilitar una estructura. En algunos casos es más eficiente
reforzar con disipadores de energía que con contravientos; mientras que en otros casos sucede lo
contrario (Limón y Ruiz, 1997; Ruiz y Esteva, 2001). Para cualquier solución que se elija, el nivel de
confiabilidad estructural deberá ser similar a la que se obtiene en estructuras convencionales
diseñadas con el Reglamento vigente.
Se debe garantizar que el sistema de disipadores no se someta a esfuerzos para los cuales no fueron
diseñados; por ejemplo, a esfuerzos axiales que puedan cambiar se comportamiento carga-
deformación. En el diseño se debe considerar que los disipadores de energía en general no tienen
capacidad para resistir cargas gravitaciones.
Se debe prestar atención a los posibles cambios de las propiedades mecánicas de los disipadores
por efectos de edad, corrosión, fatiga, humedad y sustancias que pudieran alterar su funcionamiento
correcto.
Si los desplazamientos de fluencia se dividen entre las alturas típicas de entrepiso que son
aproximadamente de 3.50m, entonces la distorsión lateral de entrepiso correspondiente a la fluencia
del disipador toma valores entre 0.0006 y 0.0023. Estos valores son cercanos a los correspondientes a
las distorsiones que inicial el daño en muros de mampostería estructural y no estructural,
respectivamente (Reyes, 1999).
255
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Una situación que define el estado límite de servicio es el agrietamiento en los elementos
estructurales, desprendimiento de acabados y de recubrimiento. Las demandas de resistencia y
deformación de la estructura se relacionan con un comportamiento estructural elástico lineal, los
daños se asocian con la distorsión del entrepiso, lo cual implica limitar la máxima distorsión del
entrepiso.
Por lo que respecta a los estados límite de falla es conveniente considerar al menos los siguientes:
La demanda de ductilidad que debe desarrollar la estructura depende del detallado estructural, del
criterio de diseño empleado, del tipo de estructura y los materiales empleados en la construcción. En
el caso de que la capacidad para desarrollar ductilidad o que la capacidad de rotación de sus
miembros estructurales fuese menor que la demandada, se deberá rehabilitar la estructura para que
dicha capacidad aumente, a demás de colocar los disipadores de energía.
La distorsión máxima tolerable de la estructura con disipadores dependerá del tipo y materiales de la
estructura. Por lo general, los edificios con disipadores deben de cumplir con la distorsión máxima de
entrepiso que los edificios convencionales, en especial si se cuenta con valores límite para seguridad
contra el colapso.
Los disipadores de energía estudiados en México tienen capacidad de desarrollar ductilidades entre 6
y 8 ante un elevado número de ciclos de carga de aproximadamente 100; y son capaces de
desarrollar ductilidades entre 14 y 19 ante un número reducido (20) ciclos de carga (Ruiz, 2001). Un
estudio detallado sobre los estudios desarrollados en México sobre disipadores de energía se
encuentra en Ruiz (1998).
Los análisis lineales de la respuesta sísmica no son aplicables para estructuras con disipadores de
energía como los mencionados en esta sección. Sin embargo, cuando el amortiguamiento que
proporcionan es menor que el 30% del amortiguamiento crítico, el amortiguamiento histerético es
posible considerarlo como amortiguamiento viscoso equivalente.
256
COMENTARIOS
Para determinar los ciclos de fatiga de los dispositivos se recomienda la ecuación de Manson-Coffin
que relaciona la amplitud de la deformación inelástica con el número de deformaciones cíclicas a la
falla. La ecuación para disipadores de acero de forma triangular se encuentra en Dargush y Soong
(1995).
La relación entre presión y velocidad de extrusión fue estudiada por Pugh (1970). La ecuación
muestra que incrementos importantes en la velocidad de extrusión representan sólo incrementos
moderados en la presión. Recomendaciones adicionales para el diseño de disipadores por extrusión
pueden consultarse en Skinner et al, (1993).
257
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
El modelo de Kelvin que se emplea para simular el comportamiento de estos dispositivos, y que
puede implementarse en programas comerciales de análisis estructural, es adecuado para estudiar la
respuesta en un intervalo relativamente pequeño de frecuencias, aunque generalmente es suficiente
para la mayoría de los casos prácticos (Constantinou, 2003).
La rigidez efectiva y el coeficiente de amortiguamiento definidos por las ecuaciones 13.45 y 13.46 de
la sección de recomendaciones dependen de la frecuencia y de la amplitud del movimiento, y de la
temperatura; dicha dependencia se estudia en Soong y Dargush (1997).
258
COMENTARIOS
n
La ley constitutiva de los amortiguadores está dada por la ecuación F = Cn x sgn(x)
, donde Cn es el
coeficiente de amortiguamiento del dispositivo, x es la velocidad relativa entre ambos extremos del
dispositivo, n es un exponente que caracteriza el comportamiento del amortiguador y sgn es la función
signo. La ecuación anterior se transforma en F = C1 x sgn(x) para n=1, que representa un
amortiguador con comportamiento lineal, y en F = C 0 sgn(x)
para n=0, que representa un amortiguador
de fricción; de este modo, n caracteriza la no linealidad de los amortiguadores. Los valores típicos del
exponente n están comprendidos en el intervalo de 0.1 a 2 (Constantinou, 2003). Los amortiguadores
viscosos pueden fabricarse para un amplio intervalo de valores de Cn y n.
2.5
2
Fuerza (MN)
1.5
0.5 n=0.1
n=1
n=2
0
0 0.5 1 1.5
Velocidad (m/s)
Figura 13.7. Curvas fuerza-velocidad para un amortiguador con Cn=1 MN/(m/s)n.
En la figura 13.7 se presentan tres curvas fuerza–velocidad para Cn=1 MN/(m/s)n, valores del
exponente n de 0.1, 1.0 y 2.0, y valores positivos de la velocidad. Como se aprecia, para n=0.1 la curva
muestra moderados incrementos de fuerza para valores bajos de la velocidad y pequeños
incrementos de la fuerza para velocidades altas. Para n=2.0 la curva fuerza–velocidad muestra que la
variación de la fuerza es pequeña para bajas velocidades mientras que se presentan grandes
incrementos de la fuerza para valores altos de la velocidad, pudiéndose desarrollar fuerzas excesivas
259
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
en los amortiguadores y en los elementos estructurales que conectan. Por lo anterior se recomienda
que, para aplicaciones sísmicas, el exponente n se limite a valores iguales o menores que la unidad
(Lin y Chopra, 2002).
Los métodos de análisis lineal son aplicables si los elementos estructurales, con excepción de los
dispositivos disipadores, se mantienen en el intervalo elástico. Se limitan a que el amortiguamiento
aportado por los disipadores no exceda del 30%, para que éste pueda incorporarse en el modelo
analítico a manera de amortiguamiento viscoso equivalente. La rigidez de cada disipador debe
incluirse en el modelo matemático de la estructura, ya que de lo contrario pueden subestimarse las
demandas de fuerza, sobreestimarse las demandas de desplazamiento y los coeficientes de
amortiguamiento modal se calcularían de manera incorrecta. Si la estructura se localiza a menos de
15 km de una falla activa, debe emplearse un análisis dinámico no lineal que considere los efectos de
campo cercano; igualmente, el análisis no lineal debe emplearse para estructuras importantes.
Para los dispositivos dependientes de la velocidad, el cálculo de las acciones en los elementos
estructurales es complicado ya que a que la fuerza debida al amortiguamiento no se tiene en cuenta
directamente. En la sección 3.13.3.5.1 de las recomendaciones se señalan tres etapas de
deformación que proporcionan las máximas acciones de diseño: (a) etapa de máximo
desplazamiento, (b) etapa de máxima velocidad, y (c) etapa de máxima aceleración.
Respecto a la etapa (b), los mayores valores de las fuerzas debidas al amortiguamiento se obtienen
para las máximas velocidades. Las componentes horizontales de estas fuerzas deben equilibrarse
con fuerzas de inercia tales que garanticen desplazamientos nulos. La etapa (c) se determina
suponiendo que la estructura incursiona en un movimiento armónico con frecuencia ω (frecuencia
circular del modo fundamental de la estructura) y amplitud correspondiente al máximo
desplazamiento. Bajo estas condiciones, la aceleración máxima es igual a la aceleración para el
desplazamiento máximo multiplicada por (S1+2ζeS2). Esta consideración conlleva a resultados
aceptables (Constantinou et al, 1996).
260
COMENTARIOS
En estructuras cuya respuesta sea dominada por el primer modo de vibrar, una estrategia a tenerse
en cuenta es modificar el amortiguamiento estructural para el primer modo y despreciar el beneficio
de los disipadores en la reducción de la respuesta de los modos superiores. En Ruiz y Donobhan
(2007) puede consultarse un procedimiento alternativo para el diseño sísmico de edificios con
dispositivos dependientes del desplazamiento.
Para efectuar el análisis es válido considerar que la excitación sísmica es la misma en los diferentes
apoyos de la estructura, a menos que existan discontinuidades geológicas o características
topográficas capaces de introducir variaciones importantes en las características del movimiento
sísmico del terreno o si la longitud total de la estructura es mayor que 600m, en cuyo caso se
recomienda emplear algún modelo de variabilidad espacial del movimiento sísmico.
261
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Las propiedades fuerza-desplazamiento de los disipadores se determinarán con los resultados de los
ensayes. Las ecuaciones proporcionadas en las recomendaciones para la rigidez efectiva kef y el
amortiguamiento efectivo βef son rigurosamente válidas para dispositivos viscoelásticos.
El límite de ±15% establecido en las condiciones (2), (3) y (4) de la sección 3.13.4.3.2 de las
recomendaciones puede excederse si se demuestra que no tiene una influencia negativa en la
respuesta de la estructura. A juicio de las autoridades competentes, podrán solicitarse límites
diferentes a los aquí establecidos.
262
COMENTARIOS
SECCIÓN 3.14
ESTRUCTURAS TIPO 11
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
263
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
264
COMENTARIOS
En contraposición, Konno y Kimura (1973) reportaron la ocurrencia de daño local, así como
deformaciones permanentes en la base de una torre de telecomunicaciones, como consecuencia de
un sismo ocurrido en Tokachi. Simulaciones numéricas realizadas por estos investigadores
permitieron corroborar que en algunos miembros las fuerzas inducidas por el sismo resultaban
superiores a las inducidas por efecto de las fuerzas de viento de diseño. Pierre (1995) reporta los
daños ocurridos en torres de telecomunicación tras el sismo de Kobe (1995). Schiff (1999) presenta
un resumen de los casos documentados de 16 torres dañadas relacionados con siete eventos
sísmicos importantes ocurridos desde 1949. Cabe señalar que en ningún caso se presentaron
condiciones cercanas al colapso.
El comportamiento observado por este tipo de estructuras sometidas a demandas sísmicas plantea la
necesidad de que se consideren los efectos sísmicos como parte de su diseño estructural. En este
sentido, en la última década se ha desarrollado una importante actividad de investigación,
principalmente de tipo analítico, que ha tenido como propósito fundamental estimar la sensibilidad de
estas estructuras a la acción sísmica y, con base en ello, plantear procedimientos simplificados de
análisis sísmico.
La creciente demanda de esta infraestructura, como parte fundamental de los actuales sistemas de
comunicación, ha llevado a un constante incremento en el número de torres de telecomunicación
construidas, así como a la reutilización de torres existentes. En muchos casos, por falta de espacio,
así como por razones de economía, estas estructuras suelen instalarse sobre las azoteas de los
edificios. Por el servicio que brindan, estos sistemas estructurales y sus componentes pueden
requerir permanecer en condiciones de operación después de la ocurrencia de un sismo, e incluso
durante el mismo.
265
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Los bajos valores medidos en el amortiguamiento se explican en parte por la escasa presencia de
elementos no estructurales, que en el caso de edificios suelen ser parte importante de las fuentes de
amortiguamiento estructural.
Sin embargo, debe reconocerse que ciertos elementos y sistemas de conexión entre ellos, utilizados
en la práctica del diseño de torres de telecomunicación, tienen algún potencial de desarrollar niveles
de comportamiento dúctil tales que permitan considerarlos en la reducción de las ordenadas
espectrales para diseño sísmico. Tal es el caso de los perfiles tubulares unidos entre si mediante
soldadura. Sin embargo, para este y otros casos no se disponen de información cuantitativa que
permita recomendar un valor de Q menos conservador. En todo caso, de justificarse un valor de Q
mayor que 1, deberá tomarse en cuenta que el desarrollo de comportamiento dúctil en la estructura
puede limitar su operación después de la ocurrencia de un evento sísmico importante, lo que podría
no ser aceptable.
266
COMENTARIOS
nuevo diseño es probado a escala natural y los resultados utilizados para mejorar las futuras
recomendaciones de diseño. Lo anterior ha permitido lograr altos niveles de precisión en la
estimación de las resistencias, por lo que es poco factible que la resistencia real de la estructura
difiera radicalmente de la resistencia estimada.
Lo anterior es válido para el caso de torres de telecomunicación constituidas por elementos tipo
ángulo unidos entre si mediante conexiones atornilladas. Cuando se utilizan otro tipo de elementos y
sistemas de conexión, es de esperarse que no se tengan los mismos niveles de confiabilidad en la
predicción de las resistencias reales, pues las recomendaciones de diseño no cuentan con el mismo
respaldo de los resultados de pruebas de resistencia.
Por lo antes expuesto, se recomienda utilizar un factor de reducción por sobrerresistencia igual a la
unidad, en tanto no se disponga de información confiable que sustente la utilización de un valor
mayor.
Los criterios para definir bajo que condiciones pueden ignorarse los efectos sísmicos en el diseño
estructural de torres se adoptaron del estándar ANSI/TIA-222-G (2006).
Respecto a los métodos de análisis sugeridos, el método estático se limita a estructuras de baja
altura, considerando las diferencias en el comportamiento ante acciones sísmicas que exhiben las
torres respecto a las estructuras de edificios, por lo que este método de análisis no resulta en buenas
predicciones de los efectos sísmicos en torres. Además de lo anterior, se puede aplicar sin mucha
dificultad un análisis dinámico simplificado para torres de mayor altura, en las que los efectos de los
modos superiores adquieren relevancia, sobre todo en lo que se refiere a las aceleraciones en la
parte superior.
La ecuación empírica para el cálculo aproximado del cortante basal se obtuvo a partir de análisis de
regresión con base en resultados de simulaciones numéricas detalladas, reportados por Khedr y
McClure (1999). Dicha ecuación representa la frontera superior de las predicciones de cortante más
una desviación estándar. La ecuación aplica a torres de celosía de acero con geometría regular y se
verificó para estructuras con alturas de hasta 120 metros, aunque se considera que puede aplicarse a
torres de mayor altura.
Las simulaciones numéricas realizadas por Khedr y McClure no consideran el efecto de las
condiciones locales del suelo; los acelerogramas utilizados corresponden en todos los casos a
267
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
registros en roca o terreno firme. Dada esta característica, las torres con periodo fundamental corto
desarrollan proporcionalmente a su peso un cortante basal mayor que las de periodo fundamental
largo, lo cual se refleja en la ecuación recomendada para el cálculo de V , por lo que resulta
rigurosamente válida solo para estructuras desplantadas en terreno firme.
Si se desea obtener una estimación preliminar de la reacción vertical máxima en la base de la torre
originada por efectos sísmicos, se puede hacer uso de la siguiente ecuación, propuesta por Khedr y
McClure en su mismo estudio
M/H
Tv = 3.64H (14.2)
EA
donde
A es el área total de la sección transversal de las montantes en la base de la torre
El resto de las variables contenidas en las ecuaciones 14.1 y 14.2 se definen en la sección de
recomendaciones.
Dada la similitud en el comportamiento dinámico de las torres con respecto a otras estructuras
esbeltas apoyadas en su base, se optó por recomendar las mismas ecuaciones para el cálculo de las
acciones sísmicas por el método estático definidas para estructuras tipo chimenea, con la diferencia
que no se incluye el efecto de las aceleraciones rotacionales en la base. Este último efecto se ignora
en los resultados conocidos de simulaciones numéricas detalladas reportados en la literatura, así
como en las recomendaciones para diseño sísmico contenidos en los principales códigos para diseño
de torres.
El método simplificado que se describe en la sección de recomendaciones (Khedr, 1998) tiene sus
antecedentes en el trabajo desarrollado por Mikus (1994), quien encontró que la respuesta dinámica
de torres ante efectos sísmicos la definen fundamentalmente los tres primeros modos de vibración en
flexión, así como en el trabajo de Gálvez (1995), quien propuso la utilización de un perfil de
aceleraciones bilineal sobre la altura de la torre.
268
COMENTARIOS
La aplicación del método simplificado de análisis dinámico requiere el cálculo de los periodos
correspondientes a los tres primeros modos de vibración en flexión de la torre, los cuales pueden
obtenerse a partir de un análisis de valores y vectores característicos, utilizando el modelo geométrico
de la estructura. Alternativamente, los valores de los periodos mencionados pueden estimarse
mediante la aplicación del procedimiento descrito en la sección de recomendaciones, propuesto por
Sackmann (1996). En este procedimiento, se establecen factores de corrección empíricos a los
valores de los periodos de vibración basados en la teoría de vigas de sección constante en cantiliver.
Sackmann también propone clasificar las torres con base en sus características geométricas. Esta
clasificación es adoptada por Khedr para definir los valores de los coeficientes que intervienen en el
cálculo del perfil de seudoaceleraciones.
La aplicación del método simplificado de análisis dinámico se restringe a torres con masas
concentradas de equipos cuyo valor no exceda el 5% de la masa total de la torre en virtud de que la
presencia de masas mayores tiene un efecto significativo en los modos y frecuencias de vibración en
flexión, lo cual no se tomó en cuenta en la deducción del método.
El valor de av(Tv) puede calcularse con base en la recomendación establecida para estructuras de
edificios, en la forma siguiente
2
⎛ 0.05 ⎞ 3 cuando Tv ≥ 0.05s
a v (Tv ) = 1.4 ⎜ ⎟ a(Tv ) (14.4)
⎝ Tv ⎠
a v (Tv ) = 1.4 a(Tv ) cuando Tv < 0.05s (14.5)
269
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Para la aplicación del método de análisis modal espectral, las frecuencias y los modos naturales de
vibración de la estructura con base rígida pueden estimarse mediante el método iterativo de Stodola-
Vianello. Esta técnica es muy útil cuando se desean conocer solamente los primeros modos de vibrar,
como sucede al aplicar el análisis modal espectral a torres. La formulación detallada de este método
se puede encontrar en Timoshenko et al, (1974).
Al igual que en otros tipos de estructuras esbeltas, con masa distribuida y en voladizo desde el suelo,
el número mínimo de modos de vibración necesario para asegurar la participación de todos los
modos significativos, es mayor que el correspondiente número para un edificio resistiendo a cortante
con masas concentradas. Así mismo, el número mínimo de modos de vibración necesario para valuar
las acciones internas en la parte superior de la estructura es generalmente mayor que el requerido
para valuar el momento de volteo o el cortante total en la base. El criterio establecido en la ecuación
14.13 de la sección de recomendaciones permite en la mayoría de los casos determinar el número de
modos necesario para una valuación adecuada de la respuesta estructural. Sin embargo, este criterio
puede no ser conservador al estimar la respuesta de la parte superior de la estructura.
Los resultados de análisis detallados de torres ante efectos sísmicos, reportados por diversos
investigadores, permiten concluir que con la aplicación del análisis modal espectral se obtiene una
muy buena aproximación de los efectos sobre la estructura requeridos para fines de diseño. Además,
se comprueba lo inadecuado que puede resultar la aplicación de un método estático en el análisis de
torres (Khedr y McClure, 1999). Por las razones anteriores, en el análisis sísmico de torres no se
incluye la restricción de que el cortante basal calculado dinámicamente deba tener un valor mínimo
referido al cortante basal calculado estáticamente.
Guevara y McClure (1993) describen los resultados del análisis dinámico no lineal de dos mástiles, de
24 m y 107 m de altura, mediante simulaciones numéricas, con elementos finitos. Sus resultados
muestran la importancia de los efectos de interacción entre es mástil y los cables, especialmente en
la dirección vertical. También analizan los efectos de la variación espacial de la excitación sísmica en
los apoyos, lo que les permite concluir que dicha variación causa efectos dinámicos adicionales
importantes en el mástil y en los cables.
270
COMENTARIOS
McClure y Guevara (1994) reportan los resultados del análisis numérico dinámico no lineal de dos
mástiles, de 107 m y 342 m de altura. En sus análisis incluyen la componente vertical de aceleración
del suelo. Sus resultados confirman la importancia de los efectos de interacción entre mástil y cables
en dirección vertical. Plantean que los efectos de la aceleración vertical del suelo inducidos en el
mástil se propagan hacia los cables, pudiendo generar amplificaciones adicionales importantes en la
tensión de los mismos. Aunque corroboran los efectos adicionales de la variación espacial de la
excitación sísmica, concluyen que las dificultades asociadas a su inclusión en el análisis pudieran
justificar no considerarla.
Amiri y McClure (1998) efectúan el análisis dinámico no lineal de ocho mástiles sujetos a tres
registros sísmicos de aceleración horizontal. Para los mástiles y acelerogramas considerados,
encuentran que la relación entre el cortante basal en el mástil y el peso total del mismo disminuye con
la altura, proponiendo una ecuación simple para la estimación inicial del cortante basal en mástiles.
Dicha ecuación es aplicable solo cuando el mástil se ubica en zonas con niveles de aceleración
máxima horizontal del suelo del orden de 0.34 g.
Hasta donde se conoce, en la actualidad no se dispone de algún método simplificado para el análisis
sísmico de mástiles. La opción de utilizar el método de análisis estático, aunque inadecuado si se
considera el comportamiento dinámico de los mástiles ante la acción sísmica, se justifica al tomar en
cuenta las dificultades asociadas a la ejecución de un análisis dinámico no lineal paso a paso. Los
estándares IASS (1981) y ANSI/TIA-222-G (2005), especifican el análisis estático como una de las
opciones para el análisis sísmico de mástiles.
Dado que una predicción adecuada de los efectos sísmicos en mástiles se puede efectuar solamente
recurriendo al análisis paso a paso, se recomienda utilizar este método en estructuras de importancia
especial ubicadas en zonas de alta sismicidad, independientemente de su altura. En los trabajos de
investigación arriba descritos se proporcionan detalles sobre la aplicación del análisis dinámico no
lineal en mástiles.
271
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
272
COMENTARIOS
SECCIÓN 3.15
273
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
274
COMENTARIOS
3.15.1 INTRODUCCIÓN
Desde el punto de vista estructural, las únicas recomendaciones para el análisis y diseño sísmico de
túneles se han centrado en el revestimiento de los mismos (eg. Kuesel, 1969; St. John y Zahrah,
1987; Wang, 1993; Monsees, 1996), y tienen por objeto determinar las deformaciones inducidas por
las ondas de corte en sentido longitudinal y transversal del túnel. Los primeros análisis se realizaron
para determinar los efectos en sentido longitudinal del túnel, teniendo su génesis en la solución de la
ecuación de onda unidimensional propuesta por Newmark (1968), basado en la Teoría de Campo
Libre, siendo Kuesel (1969) el primero en aplicarla a túneles.
Compresión
Fuerza axial
c)
b)
Figura 15.1. a) Deformaciones axiales de tensión y compresión; b) deformaciones por
curvatura (Wang, 1993) y c) fuerzas y momentos inducidos por las ondas sísmicas en
sentido longitudinal (adaptada de Hashash et al, 2001).
275
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Fuerza cortantel, V
Fuerza normal, T
a) b)
Figura 15.2. a) Deformación diametral u ovalización (Wang, 1993) y b) fuerzas y
momentos inducidos por las ondas sísmicas en sentido transversal (adaptada de
Hashash et al, 2001).
∂2u 2 ∂ u
2
= C ⋅ (15.1)
∂t 2 ∂x 2
Newmark (1968) propone una solución para determinar la deformación unitaria axial máxima, εmáx, y
la curvatura máxima, Kmáx, que experimenta un elemento; como puede ser un túnel o una tubería. La
solución se hace a partir de un análisis sencillo del desplazamiento relativo entre dos puntos
arbitrarios, separados una distancia b como se muestra en la figura 15.3.
ρ + b ∂ρ + b ∂ ρ2
2 2
ρ
∂x 2 ∂x
1 b 2 x
ρ = f (x − C⋅ t) (15.2)
276
COMENTARIOS
En la ecuación 15.2, ρ es una función que depende de la distancia x y del tiempo t; y la velocidad de
propagación de onda C es una constante.
Al realizar las primeras y segundas derivadas parciales con respecto a x y t, e igualando dichas
ecuaciones, se obtienen que la εmáx es la velocidad de cambio del desplazamiento (pendiente) y la
Kmáx es la velocidad de cambio de la pendiente:
∂u 1 ∂u v máx
=− ⋅ → ε máx = − (15.3)
∂x C ∂t C
Las ecuaciones 15.3 y 15.4, se propusieron para determinar la deformación unitaria longitudinal
máxima que experimenta un elemento al extenderse y al ondularse; como por ejemplo: en un túnel o
en una tubería.
Posteriormente, Kuesel (1969) propuso una solución más rigurosa, empleando los mismos conceptos
que Newmark y de dinámica elemental, para ser aplicada en el Sistema de transporte rápido del Área
de la Bahía de San Francisco (SFBARTS, por sus siglas en ingles). Para ese entonces, este sistema
debía incluir la construcción de 14 millas de túneles en estratos aluviales densos, arenas cementadas
y arcillas blandas. Una de sus principales contribuciones en la solución, para determinar la
deformación unitaria axial causada por la onda sísmica de corte de tipo sinusoidal, es la
consideración del ángulo de incidencia de la onda, φ, con respecto al eje del túnel (figura 15.4).
a
la ond
de ión
L cc ión agac
e op
Dir de pr
A
A
φ
A o
A cosφ A Eje de la estructura
A senφ
L/cosφ
Figura 15.4. Onda oblicua con respecto al eje de la estructura (Kuesel, 1969).
277
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
2⋅π⋅A
εa = ⋅ sin ( φ ) ⋅ cos ( φ ) (15.5)
L
4 ⋅ π2 ⋅ A
εb = 2
⋅ W ⋅ cos3 ( φ ) (15.6)
L
donde:
W es el ancho de la estructura
A y L son la amplitud y longitud de onda.
2⋅π⋅A 4 ⋅ π2 ⋅ A
ε = εa + εb = ⋅ sin ( φ ) ⋅ cos ( φ ) + 2
⋅ W ⋅ cos3 ( φ ) (15.7)
L L
En general, el diseño sísmico de túneles se puede dividir en dos vertientes: túneles en roca o suelo
duro y túneles en suelo blando. Estos dos grupos se deben básicamente en considerar o no la
interacción suelo-revestimiento en suelos blandos, como se describe a continuación.
2 ⋅ π ⋅ A 2 ⋅ π ⋅ A ω⋅ A v máx
= = =
L 2 ⋅ π ⋅ Cs Cs Cs (15.8)
ω
4 ⋅ π2 ⋅ A 4 ⋅ π2 ⋅ A ω2 ⋅ A a máx
= 2
= = 2
L2 ⎛ 2 ⋅ π ⋅ Cs ⎞ Cs 2 Cs (15.9)
⎜ ω ⎟
⎝ ⎠
donde
Cs es la velocidad de propagación de onda al corte.
278
COMENTARIOS
Por lo tanto, al realizar las respectivas sustituciones en εa y en εb; haciendo notar que para εb el ancho
de la estructura, W, se cambió por el radio efectivo del túnel, R:
v máx
εa = ⋅ sin ( φ ) ⋅ cos ( φ ) (15.10)
Cs
a máx
εb = ± 2
⋅ R ⋅ cos3 ( φ ) (15.11)
Cs
La deformación unitaria, ε, en sentido longitudinal, debida a las ondas de corte con un ángulo de
incidencia, se obtiene con la siguiente ecuación (St. John y Zahrah, 1987):
v máx a
ε= ⋅ sin ( φ ) ⋅ cos ( φ ) ± máx2 ⋅ R ⋅ cos3 ( φ ) (15.12)
Cs Cs
Diversos autores (eg. Hashash et al, 2001) sugirieron emplear el valor del ángulo de incidencia φ =
45º para obtener el máximo valor de la deformación unitaria. Sin embargo, en el diseño de túneles de
gran tamaño no se recomienda que sea de esta manera; ya que, dependiendo de los parámetros del
movimiento del terreno, puede ser más crítico un ángulo de incidencia menor a 45º como se
ejemplifica en la figura 15.5. Para un R=10.0m, el φ crítico se presenta a 43.6º y a 42.2º, para
velocidades de propagación de onda de 800 y 415 m/s, respectivamente.
45
Cs =800 m/s
44
φ (º)
Cs =415 m/s
Ángulo de incidencia,
43
42
a máx =0.6 g
41 vmáx =0.975 m/s
40
0.1 1 10 100
Figura 15.5. Variación del ángulo de incidencia crítico con respecto al radio efectivo del
túnel
279
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Las deformaciones angulares del medio se pueden definir de dos maneras, considerando que el
medio no está perforado (figura 15.6a) o que el medio está perforado (figura 15.6b).
a) b)
ΔD ΔD
2 2
γ γ
La deformación unitaria diametral, ΔD/D, se determina con la ecuación 15.13 para el caso en que se
considera el medio no perforado y para el medio perforado con la ecuación 15.14. Se entiende por
medio a la roca o suelo duro.
⎛ ΔD ⎞ γ máx
⎜ ⎟ =± (15.13)
⎝ D ⎠máx 2
⎛ ΔD ⎞
⎜ ⎟ = ±2 ⋅ γ máx ⋅ (1 − ν m ) (15.14)
⎝ D ⎠máx
Las ecuaciones para determinar las deformaciones unitarias por ovalización se basan en la Teoría de
Cascarones para un cilindro circular (Flügge, 1960). Las soluciones se dan tanto para la deformación
unitaria debida a la fuerza normal, εTov, como para la deformación unitaria debida al momento, εbov,
(Wang, 1993); de modo que, las deformaciones que produce la onda de corte en la sección
transversal del túnel son:
v máx t
ε Tov = 3 ⋅ (1 − ν m ) ⋅ ⋅ (15.15)
Cs R
280
COMENTARIOS
1 E m (1 − ν L 2 ) v máx R
ε bov = ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ (15.16)
2 E L (1 + ν m ) Cs t
Por lo que, la deformación unitaria total por ovalización, εov, es la suma de las ecuaciones 15.15 y
15.16, es decir:
v máx ⎡ t 1 E (1 − ν L 2 ) R ⎤
εov = ⋅ ⎢3 ⋅ (1 − ν m ) ⋅ + ⋅ m ⋅ ⋅ ⎥ (15.18)
Cs ⎣ R 2 E L (1 + ν m ) t ⎦
Las ecuaciones 15.12 y 15.18 se han empleado en el diseño dinámico de túneles en el estado de
California, EUA (Wang, 1993), y se han incorporado en manuales (USACE, 1997 y Monsees, 1996),
ya que arrojan resultados aceptables para condiciones donde el revestimiento es más flexible que la
roca o suelo duro que lo rodea (el túnel se deforma de acorde al medio).
Las ecuaciones para calcular la fuerza axial, Q, el momento flexionante, M, y el esfuerzo cortante, V,
máximos son las siguientes:
281
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
2⋅π
Q máx = L ⋅ Da
2 (15.19)
⎛ EL ⋅ AL ⎞ ⎛ 2 ⋅ π ⎞
2+⎜ ⎟⎜ ⎟
⎝ Ka ⎠ ⎝ L ⎠
2
⎛ 2⋅π ⎞
⎜ ⎟
M máx = ⎝ L ⎠ ⋅ Db
4 (15.20)
⎛ EL ⋅ IL ⎞ ⎛ 2 ⋅ π ⎞
1+ ⎜ ⎟⎜ ⎟
⎝ Kt ⎠ ⎝ L ⎠
2⋅π
Vmáx = M máx ⋅ (15.21)
L
donde
L es la longitud de onda
Da y Db son las amplitudes de onda debidas a las deformaciones axiales y por curvatura
(ecuaciones 15.10 y 15.11), respectivamente
EL es el módulo de elasticidad de la sección transversal del revestimiento
AL es el área transversal de la sección transversal del revestimiento
IL es el momento de inercia de la sección transversal del revestimiento
Ka y Kt son el módulo de reacción.
La longitud de onda se puede estimar con la ayuda del período natural efectivo del depósito, que se
puede estimar con (Dobry et al, 1976), siendo H el espesor del depósito:
4⋅H
L = T ⋅ Cs = ⋅ Cs = 4 ⋅ H (15.22)
Cs
Las amplitudes de onda por deformación axial se determinan con las ecuaciones 15.23 y 15.24, con
un ángulo de incidencia de 45º:
v máx L L v máx
Da = ⋅ ⋅ sin ( φ ) ⋅ cos ( φ ) = ⋅ (15.23)
Cs 2 ⋅ π 4 ⋅ π Cs
2 2
a ⎛ L ⎞ ⎛ L ⎞ a máx
D b = máx2 ⋅ ⎜ ⎟ ⋅ cos ( φ ) = ⎜ ⎟ ⋅ 2 ⋅ cos ( 45º )
3 3
(15.24)
Cs ⎝ 2 ⋅ π ⎠ ⎝ 2 ⋅ π ⎠ Cs
En el caso del módulo de reacción se considera que es igual, tanto en sentido longitudinal como en
sentido transversal. La determinación del módulo de reacción se origina a partir de la solución al
problema de Kelvin en 1748 (Davis y Selvadurai, 1996). Por lo que, St John y Zahrah (1987)
proponen la siguiente solución:
282
COMENTARIOS
32 ⋅ π ⋅ G m ⋅ (1 − ν m ) R
Ka = Kt = ⋅ (15.25)
( 3 − 4ν m ) L
donde
Gm es el módulo de rigidez al corte del suelo
Finalmente, las deformaciones unitarias debidas a la fuerza axial y a la curvatura se determinan como
la suma de cada componente:
Q máx
εa = (15.26)
EL ⋅ AL
M máx
εb = ⋅R (15.27)
E L ⋅ IL
Q máx M
ε máx = ε a + ε b = + máx ⋅ R (15.28)
E L ⋅ A L E L ⋅ IL
1 Em
Tmáx = ± ⋅ K1 ⋅ R ⋅ γ máx (15.29)
6 (1 + ν m )
1 Em
M máx = ± ⋅ K1 ⋅ R 2 ⋅ γ máx (15.30)
6 (1 + ν m )
⎛ ΔD ⎞ 1
⎜ ⎟ = ± ⋅ K1 ⋅ F ⋅ γ máx (15.31)
⎝ D ⎠máx 3
283
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
El coeficiente, K1, es la simplificación del coeficiente, b2, de las ecuaciones originales publicadas por
Peck, Hendron y Mohraz (1972), definiéndose con la siguiente ecuación;
12 ⋅ (1 − ν m )
K1 = (15.32)
2 ⋅ F + 5 − 6ν m
En las ecuaciones 15.31 y 15.32 se incluye la relación de flexibilidad, F, definida originalmente por
Höeg (1968), posteriormente fue simplificada para quedar de la siguiente forma:
3
E m (1 − ν L 2 ) ⎛ R ⎞
F = 2⋅ ⋅ ⋅⎜ ⎟ (15.33)
E L (1 + ν m ) ⎝ t ⎠
Em
Tmáx = ± K 2 ⋅ ⋅ R ⋅ γ máx (15.34)
(1 + ν m )
1
F ⋅ ⎡⎣(1 − 2ν m ) − (1 − 2ν m ) ⋅ C ⎤⎦ − ⋅ (1 − 2ν m ) + 2
2
K2 = 2
(15.35)
⎛ 5 ⎞
F ⋅ ⎡⎣( 3 − 2ν m ) − (1 − 2ν m ) ⋅ C ⎤⎦ + C ⎜ − 8ν m + 6ν m 2 ⎟ + 6 − 8ν m
⎝ 2 ⎠
donde
C es la relación de compresibilidad, también propuesta por Höeg (1968) y se define de la
siguiente forma:
Em (1 − ν L 2 ) R
C= ⋅ ⋅ (15.36)
E L (1 + ν m ) ⋅ (1 − 2 ⋅ ν m ) t
Los criterios de análisis dinámico de túneles en suelos blandos no están unificados; ya que, cuando
no se desarrolla el deslizamiento entre el túnel y el suelo, se presentan dos vertientes: la primera de
éstas corresponde a la descrita anteriormente y la segunda se refiere a la propuesta desarrollada por
Penzien (2000). Sin embargo, se han encontrado diferencias en los resultados obtenidos para la
fuerza normal, T, con resultados que son mayores en un 450% hasta un 750% con el método de
Penzien, estas mismas diferencias se verificaron al comparar el método de Penzien con resultados
obtenidos en PLAXIS (Hashash, Park y Chiang, 2005). Así mismo, existe la propuesta para modificar
las ecuaciones de momentos debidos a la ovalización (Pakbaz y Yareevand, 2005). De este modo, se
debe tomar en cuenta que existen diversos criterios para analizar un túnel en suelo blando en
condiciones dinámicas, arrojando resultados totalmente distintos entre éstos; por lo que es necesario
considerar estas limitaciones y tener la precaución en caso de emplearlos.
284
COMENTARIOS
SECCIÓN 3.16
ESTRUCTURAS TIPO 13
CIMENTACIONES
285
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
ÍNDICE
286
COMENTARIOS
Por esta razón, es conveniente continuar empelando las teorías de capacidad de carga en
condiciones estáticas (condición pseudos-estática) para el diseño de cimentaciones por sismo
mediante el uso de un método simplificado, que emplea las cargas y momentos obtenidos del análisis
estructural de la superestructura, en donde se considera la acción sísmica en la combinación de
cargas.
Para mejorar esta primera propuesta, se propuso un análisis más completo que toma en cuenta los
efectos de inercia del suelo en la cimentación, considerando la aplicación de una carga inclinada
pseudo-estática en la zapata y determinando el Factor de Seguridad (FS) contra deslizamiento (eg.
Teng, 1965), con las siguientes ecuaciones:
287
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
1
Q u = c ⋅ N c + γ ⋅ Df ⋅ N q + ⋅ γ ⋅ B ⋅ Nγ (16.1)
2
PP + F − Pa
FS = (16.2)
QH
Para tomar en cuenta la excentricidad de la carga en la zapata, Prakash (1981) propuso factores de
reducción aplicados a los factores de capacidad de carga Nc y Nγ (figura 16.2).
Posteriormente, Sarma e Iossifelis (1990) determinaron los factores de capacidad de carga dinámicos
para zapatas corridas, basándose en la propuesta hecha por Janbu (1957), empleando métodos de
estado límite de equilibrio aplicados a análisis de estabilidad de taludes y considerando que el suelo
es rígido plástico y obedece al criterio de falla de Mohr-Coulomb. Asimismo, consideran el efecto de
288
COMENTARIOS
Richards et al, (1990 y 1993) y Budhu y Al-Karni (1993) proponen factores de capacidad de carga
dinámicos, considerando el efecto de la inercia del suelo mediante aceleraciones sísmicas horizontal
y vertical. Ambos trabajos, emplean la teoría de la falla de Coulomb para determinar los planos de
falla, tomando en cuenta los efectos de inercia de la masa de suelo por encima y debajo del nivel de
desplante.
Figura 16.4. Mecanismo de Coulomb con fricción entre las cuñas, δ (Richards et al,
1990).
289
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Finalmente, la mayoría de los estudios referentes a este tema, se han concentrado en propuestas
para reducir los factores de capacidad de carga y en determinar factores de capacidad de carga
dinámicos (eg. Kumar y Rao, 2002; Choudhury y Rao, 2005); sin embargo, todavía se presenta una
gran dispersión en los resultados (figura 16.6).
35
Choudhury, Sitharam &
Subba Rao (2004)
30 Budhu & Al-Karni (1993)
Kumar & Rao (2002)
Subra (1999)
Subra (1997)
25
Richards et al. (1993)
Sarma & Iossifelis (1990)
20
Ncd
15
10
5 φ =30º; k v = 0.0
0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5
kh
Figura 13.6a. Comparación de los factores de capacidad de carga calculados con
métodos de diferentes autores (Choudhury y Rao, 2005).
290
COMENTARIOS
20
Choudhury et al. (2005)
Budhu & Al-Karni (1993)
Kumar & Rao (2002)
Subra (1999)
Subra (1997)
15 Richards et al. (1993)
Sarma & Iossifelis (1990)
10
Nqd
φ =30º; k v = 0.0
0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5
kh
30
Choudhury et al. (2005)
Budhu & Al-Karni (1993)
25 Kumar & Rao (2002)
Subra (1999)
Subra (1997)
Richards et al. (1993)
20 Sarma & Iossifelis (1990)
Dormieux & Pecker (1995)
N γd
15
10
5
φ =30º; k v = 0.0
0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5
kh
Figura 13.6c. Comparación de los factores de capacidad de carga calculados con
métodos de diferentes autores (Choudhury y Rao, 2005).
Un aspecto fundamental que aporta este trabajo es que muestra la reducción de los factores de
capacidad de carga conforme aumenta el coeficiente sísmico horizontal, kh. Este fenómeno ha sido
comprobado por otros investigadores (eg. Merlos y Romo, 2006), quienes desarrollaron un modelo de
equilibrio límite para calcular desplazamientos verticales y rotaciones durante un evento sísmico,
concluyendo que la cimentación puede experimentar una reducción en su capacidad de carga debido
291
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
al cambio de posición de la superficie de falla durante el sismo y demostrando que las características
de la superficie de falla es dependiente de la magnitud de la aceleración que se presentan durante
evento sísmico.
292
COMENTARIOS
Tensión (Arrancamiento)
En la literatura existe información diversa sobre este tópico, la diferencia de estas teorías radica en la
forma de la superficie de falla que se desarrolla y, que por tanto, se obtengan distintos resultados. Las
teorías más conocidas son las de Balla (1961), Meyerhof y Adams (1968) y Vesic (1965). Estas
teorías se discuten ampliamente en Das (1999).
Figura 13.9. Representación de las superficies de falla propuestas por Balla (1961),
Meyerhof y Adams (1968) y Vesic (1965), respectivamente.
293
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Carga lateral
Actualmente existe poca información referente al diseño dinámico de cimentaciones profundas, por lo
que se han empleado métodos simplificados de análisis, considerando que las acciones sísmicas o
de viento dan origen a momentos y cargas de tipo ascendente y lateral en las cimentaciones
profundas (figura 13.10).
Por esta razón, los estudios se han dirigido al estudio de la capacidad de carga lateral y carga por
arrancamiento de pilas y pilotes. Estos estudios se desarrollan ampliamente en las publicaciones de
Prakash y Sharma (1990), Das (2001), Poulos y Davis (1980) y Bowles (1997), entre otros.
Los métodos para calcular la resistencia a la carga lateral de pilotes verticales se pueden dividir en
dos categorías (Prakash y Sharma, 1990):
294
COMENTARIOS
• Métodos que calculan la resistencia lateral última, basados en la teoría de empuje de tierras:
a) método de Brinch-Hansen (1961). Es aplicable a suelos que presentan cohesión aparente y
ángulo de fricción interna, además aplica a medios estratificados. La desventaja que presenta
este método, es que aplica a un pilote o pila corta y requiere un proceso de prueba y error
para estimar el punto de giro; b) método de Broms (1964). Hace una simplificación para la
distribución de la resistencia última del suelo y es aplicable a pilotes y pilas largas o cortas, a
suelos dominantemente finos o granulares, a pilas o pilotes de cabeza fija o libre; pero tiene la
desventaja de que debe aplicase a suelos homogéneos.
• Métodos que determinan una deflexión permisible ante carga lateral: a) Reese y Matlock
(1956) desarrollaron una aproximación basada en la teoría de Winkler, empleando el módulo
de reacción del suelo, en que se asume que el suelo se comporta como una serie de resortes
linealmente elásticos independientes. Este método es relativamente simple y tiene la ventaja
de de incluir factores como la no linealidad y variación del módulo de reacción con respecto a
la profundidad. Aplica a suelos estratificados y es de los métodos más usados; b) El modelo
elástico propuesto por Poulos (1971a y 1971b) asume que el suelo es un medio elástico ideal.
Contiene un mayor fundamentado teórico, con respecto a los demás y proporciona soluciones
para medios estratificados con variación del módulo. En contra parte, es difícil obtener los
parámetros de deformación y su correspondiente módulo, aunado a que no se ha verificado la
teoría con problemas prácticos. El reglamento de diseño sísmico de cimentaciones en Japón
(BSLJ, 2000) se basa en esta última categoría.
295
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
En forma resumida, la carga lateral permisible en pilotes se puede determinar siguiendo los siguientes
criterios:
Otra manera de determinar la carga lateral última es mediante pruebas de campo. Éstas
generalmente se realizan para determinar la resistencia límite de las pilas o pilotes cuando la carga
de diseño varía entre ¼ y ½ de la carga última (Bowles, 1997).
Por otra parte, debido a la necesidad de determinar la respuesta de un pilote ante carga lateral y
momento, se han planteado los siguientes métodos (Poulos y Davis, 1980):
296
COMENTARIOS
Figura 13.14. Idealización para el análisis de un pilote con momento y carga lateral
mediante el método del cantiliver equivalente (Poulos y Davis, 1980).
• Diferencias finitas. En este método, el pilote se considera como una viga en una cimentación
elástica. El método permite obtener momentos, esfuerzos y desplazamientos a lo largo del
pilote, considerando cargas harmónicas o de impacto (Poulos y Davis, 1980).
Figura 13.15. Ejemplificación para el análisis de un pilote con momento y carga lateral
mediante el método de diferencias finitas (adaptado de Poulos y Davis, 1980).
• Uno de los métodos dinámicos más completos es el desarrollado por Novak (1974, 1977), que
propone soluciones cuando la fuente es una vibración lateral, vertical y torsional, para pilotes
individuales o en grupo. La solución se obtiene con procedimientos matemáticos rigurosos ya
que incluyen solución de ecuaciones de gran complejidad como por ejemplo: la integración de
funciones de Bessel.
297
CAPÍTULO DE DISEÑO POR SISMO
Figura 13.16. Idealización para el análisis de un pilote con momento y carga lateral
mediante el método Novak (adaptado de Poulos y Davis, 1980).
298
COMENTARIOS
299
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Vesic, A. S. (1973), “Analysis of Ultimate Loads of Shallow Foundation”, Journal Soil Mechanics
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28
SECCIÓN 3.1
Tabla 1
h(m) Vs(m/s) γs
2 177 1.42
2 203 1.42
2 181 1.42
2 211 1.42
2 298 1.42
2 354 1.47
2 311 1.47
2 463 1.47
2 530 1.47
2 463 1.52
2 435 1.52
2 482 1.52
2 456 1.52
2 487 1.52
2 508 1.52
8 456 1.80
8 445 1.80
8 436 1.80
8 430 1.80
8 427 1.80
8 425 1.80
∞ 1375 2.00
Para determinar el periodo del terreno, que está idealizado con una estratigrafía en que existen
estratos de alta velocidad intercalados con estratos de baja velocidad, se hace uso de la ecuación 1.2
de la sección 3.1.4.3, dando como resultado
Ts = 0.58s
H s = ∑ i =1 h i = 78 m
N
4 × 78
Vs = = 537.93 m/s
0.58
Por otra parte, el peso volumétrico del estrato equivalente se determina como el promedio de los
pesos volumétricos de los estratos pesados por el espesor de cada uno de ellos, es decir
SECCIÓN 3.1
∑
N
γ hi
i =1 i
γs = = 1.67
Hs
Así, el contraste de impedancias mecánicas se determina como
γ s Vs 1.67 × 537.93
ps = = = 0.33
γ o Vo 2.0 × 1375
Empleando el programa PRODISIS se tiene que la aceleración máxima del terreno en roca para
Guadalajara es
a or = 97 cm/s2
Fd = 97 / 400.0 = 0.2425
El factor de sitio se obtendrá por interpolación de la tabla 1.2 de la sección 3.1.5.2.1. Para ello, se
hará
f sd = 0.58 × ( 0.2425 )
1/ 2
= 0.2856
f sd
0.00 0.05 0.10 0.20 0.50 1.00 2.00 3.00
ps
1.000 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00
0.625 1.00 1.08 1.23 1.12 1.00 1.00 1.00 1.00
0.250 1.00 1.18 1.98 1.60 1.40 1.12 1.00 1.00
0.125 1.00 1.20 2.64 2.01 1.69 1.32 1.00 1.00
0.000 1.00 1.22 4.51 3.17 2.38 1.75 1.19 1.00
Siendo Fi , j = 1.60 , Fi , j+1 = 1.40 , Fi +1, j = 1.12 y Fi +1, j+1 = 1.00 , con x = f sd = 0.2856 , y = p s = 0.33 . Las
distancias relativas en la interpolación se determinarán como
0.2856 − 0.20
dx = = 0.2853
0.50 − 0.20
y
0.33 − 0.25
dy = = 0.2133
0.625 − 0.25
Fs = 1.60 × (1 − 0.2853) × (1 − 0.2133) + 1× 0.2853 × 0.2133 + 1.40 × 0.2853 × (1 − 0.2133) + 1.12 × (1 − 0.2853) × 0.2133
= 1.4454
El factor de respuesta se obtendrá por interpolación de la tabla 1.3 de la sección 3.1.5.2.2. Los nodos
entre los que se realizará la interpolación lineal serán
Ts
0.20 0.50 1.00 2.00 3.00
ps
1.000 3.45 3.13 2.73 2.46 2.40
0.625 3.56 3.24 2.77 2.49 2.43
0.250 4.27 3.45 2.85 2.56 2.49
0.125 4.90 3.70 3.06 2.73 2.63
0.000 6.02 4.81 4.05 3.58 3.40
Siendo Fi , j = 3.45 , Fi , j+1 = 2.85 , Fi +1, j = 3.24 y Fi +1, j+1 = 2.77 , con x = Ts = 0.58 s, y = p s = 0.33 . Las
distancias relativas en la interpolación se determinarán como
0.58 − 0.50
dx = = 0.1600
1.00 − 0.50
y
0.33 − 0.25
dy = = 0.2133
0.625 − 0.25
Fr = 3.45 × (1 − 0.16) × (1 − 0.2133) + 2.77 × 0.16 × 0.2133 + 2.85 × 0.16 × (1 − 0.2133) + 3.24 × (1 − 0.16) × 0.2133
= 3.3186
Para determinar el factor no lineal Fn, primero habrá que determinar Fn′ , que se obtendrá por
interpolación de la tabla 1.4 de la sección 3.1.5.3.1, ya que se trata de un suelo granular. Los nodos
entre los que se realizará la interpolación lineal serán
Fd
0.00 0.10 0.20 0.30 0.40 0.50 0.75 1.00
ps
1.000 1.00 0.97 0.93 0.90 0.86 0.83 0.75 0.71
0.625 1.00 0.95 0.91 0.89 0.85 0.82 0.71 0.68
0.250 1.00 0.93 0.87 0.82 0.77 0.73 0.63 0.56
0.125 1.00 0.92 0.84 0.75 0.67 0.64 0.58 0.53
0.000 1.00 0.90 0.78 0.66 0.58 0.54 0.53 0.50
SECCIÓN 3.1
Siendo Fi , j = 0.87 , Fi , j+1 = 0.82 , Fi +1, j = 0.91 y Fi +1, j+1 = 0.89 , con x = Fd = 0.2425 , y = p s = 0.33 . Las
distancias relativas en la interpolación se determinarán como
0.2425 − 0.20
dx = = 0.4250
0.30 − 0.20
y
0.33 − 0.25
dy = = 0.2133
0.625 − 0.25
Fnl′ = 0.87 × (1 − 0.425) × (1 − 0.2133) + 0.89 × 0.425 × 0.2133 + 0.82 × 0.425 × (1 − 0.2133) + 0.91 × (1 − 0.425) × 0.2133
= 0.86
Para determinar el factor de velocidad Fv, primero habrá que determinar Fv′ , que se obtendrá por
interpolación de la tabla 1.6 de la sección 3.1.5.3.2, ya que se trata de un suelo granular. Los nodos
entre los que se realizará la interpolación lineal serán
Fd
0.00 0.10 0.20 0.30 0.40 0.50 0.75 1.00
ps
1.000 1.00 0.99 0.98 0.97 0.96 0.95 0.95 0.95
0.625 1.00 0.98 0.97 0.93 0.90 0.89 0.89 0.89
0.250 1.00 0.97 0.93 0.86 0.81 0.79 0.79 0.79
0.125 1.00 0.97 0.92 0.85 0.80 0.78 0.78 0.78
0.000 1.00 0.97 0.92 0.85 0.80 0.78 0.78 0.78
Siendo Fi , j = 0.93 , Fi , j+1 = 0.86 , Fi +1, j = 0.97 y Fi +1, j+1 = 0.93 , con x = Fd = 0.2425 , y = p s = 0.33 . Las
distancias relativas en la interpolación se determinarán como
0.2425 − 0.20
dx = = 0.425
0.30 − 0.20
y
0.33 − 0.25
dy = = 0.2133
0.625 − 0.25
Fv′ = 0.93 × (1 − 0.425) × (1 − 0.2133) + 0.93 × 0.425 × 0.2133 + 0.86 × 0.425 × (1 − 0.2133) + 0.97 × (1 − 0.425) × 0.2133
= 0.9115
Con estos factores, los parámetros del espectro de diseño se obtienen con las ecuaciones 1.13-1.18
de la sección 3.1.6. Estos son los siguientes
En la figura 1.1 se ilustra el espectro calculado con los parámetros reportados y haciendo uso de la
ecuación 1.12 de la sección 3.1.6, con β=1, ya que es un espectro de peligro uniforme para 5% de
amortiguamiento estructural, carente de efectos de interacción suelo-estructura.
ESTRUCTURAS TIPO 1
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
ESTRUCTURAS TIPO 1: ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
MÉTODO ESTÁTICO
Se desea obtener los cortantes directos y de torsión en los marcos que conforman el edificio que se
muestra en la figura 3.1, bajo el sismo de diseño, actuando en la dirección X del edificio. El cálculo se
llevará a cabo empleando el método estático. Se acepta que el edificio tiene una fracción de
amortiguamiento igual al 5% del valor crítico.
SECCIÓN 3.3
W1 = 150 ton
W2 = 150 ton
W3 = 120 ton
Como puede apreciarse en la figura, se trata de un edificio de tres niveles, cuyas dimensiones en
planta y altura son:
b X1,3 = 12.0 m
b Y1,3 = 16.0 m
H = 9.0 m
Además, se supone que la ubicación del centro de masa en todos los niveles se ubica en la siguiente
coordenada (en planta):
C.G. = ( 8.0,7.0 ) m
Espectro de diseño
Para este cálculo se supone que el edificio se ubica en una zona de la República Mexicana, con un
tipo de terreno y estratificación tales que se tienen los siguientes parámetros:
ESTRUCTURAS TIPO 1: ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
a 0r = 80cm s 2
Ts = 0.5 s
ps = 0.4
Q = 4.0
a 0 = 0.1094
c = 0.3692
T´s = 0.5092 s
Ta = 0.1782 s
Tb = 0.6110 s
Tc = 3.5000 s
Fd = 0.2
f sd = 0.2236
Fs = 1.3948
Fr = 3.3740
Fnl = 0.9620
Fv = 0.9820
CONDICIONES DE REGULARIDAD
Para que un edificio sea considerado regular, debe cumplir las 11 condiciones que se indican en el
inciso 3.3.2.1 de la sección de recomendaciones:
b Y1 16.0
= = 1.33 < 2.5
b X1 12.0
4. En planta no se tienen entrantes ni salientes cuya dimensión exceda 20% de la dimensión de
la planta
5. Se acepta que en cada nivel se tiene un sistema de piso rígido y resistente.
6. Se acepta que no se tienen aberturas en los sistemas piso con grandes dimensiones, ni
ocasionan asimetrías significativas, ni difieren en posición de un piso a otro.
7. El peso de cada nivel nunca excede el del nivel inmediato inferior.
8. Las áreas de todos los niveles son iguales.
9. En todos los pisos, todas las columnas están restringidas en las dos direcciones.
10. Inicialmente se acepta que la rigidez y la resistencia al corte de cada entrepiso no excede en
más de 50% a la del entrepiso inmediatamente inferior. Esto se comprueba más adelante,
con respecto a la rigidez y la resistencia dependerá del diseño.
11. En todos los entrepisos, la excentricidad torsional es menor del 10% de su dimensión.
∑W n
cβ
Pn = Wn h n n =1
Ne
Q ' Rρ
∑W h
n =1
n n
R = R 0 = 2.5 (por ser estructura de concreto diseñada para Q = 4.0 ,inciso 3.3.1.1)
De aquí,
cβ
= 0.0888785
Q 'Rρ
ESTRUCTURAS TIPO 1: ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
Las fuerzas sísmicas y cortantes por cada nivel obtenidas de esta manera se resumen en la tabla 3.1:
Wn hn Wnhn Pn Vn
NIVEL
(ton) (m) (ton-m) (ton) (ton)
1 150 3 450 6.91 37.33
2 150 6 900 13.83 30.42
3 120 9 1080 16.59 16.59
Suma 420 2430
Los desplazamientos de cada nivel se pueden obtener de resolver la ecuación matricial P=KX,
empleando las fuerzas sísmicas obtenidas sin considerar el período natural. Dichos desplazamientos
son los siguientes:
SECCIÓN 3.3
⎡ 0.568⎤
X = ⎢⎢1.456 ⎥⎥ cm
⎢⎣ 2.125⎥⎦
1/2
⎡ Ne ⎤
⎢ ∑
2π n =1
Wn X 2n ⎥
Te = ⎢ N ⎥ = 0.78505 s
g⎢ e ⎥
⎢ ∑ Pn X n ⎥
⎣ n =1 ⎦
como Te > Tb , las fuerzas sísmicas considerando el período fundamental se deben calcular con la
ecuación 3.15 de la sección de recomendaciones:
a(β)
Pn = Wn ( α1h n + α 2 h 2n )
Q ' Rρ
donde:
Ne
∑W n
α1 = (1 − 0.5r (1 − q ) ) n =1
Ne
∑W h
n =1
n n
Ne
∑W n
α 2 = 0.75r (1 − q ) n =1
Ne
∑W hn =1
n
2
n
q = ( Tb Te ) = 0.7165
r
obteniendo:
α1 = 0.140255
α 2 = 0.007211
Entonces, el cálculo de las fuerzas sísmicas por nivel considerando el período de vibrar se resume en
la tabla 3.2
ESTRUCTURAS TIPO 1: ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
Wn hn Wnhn Wnhn2 Pn Vn
NIVEL
(ton) (m) (ton-m) (ton-m2) (ton) (ton)
1 150 3 450 1350 5.28 33.294
2 150 6 900 5400 11.97 28.017
3 120 9 1080 9720 16.05 16.051
Suma 420 2430 16470
⎡ 0.514 ⎤
X = ⎢⎢1.333 ⎥⎥ cm
⎢⎣1.962 ⎥⎦
Las fuerzas y, por ende, los cortantes directos en cada marco se obtienen como el producto matricial
de su rigidez por el vector de desplazamientos obtenido:
⎡ 2.099 ⎤ ⎡10.626 ⎤
P1,3 = ⎢⎢3.964 ⎥⎥ ton V1,3 = ⎢⎢ 8.527 ⎥⎥ ton
⎢⎣ 4.563⎥⎦ ⎢⎣ 4.563 ⎥⎦
⎡1.080 ⎤ ⎡12.043⎤
P1,3 = ⎢⎢ 4.038⎥⎥ ton V1,3 = ⎢⎢10.963⎥⎥ ton
⎢⎣ 6.925⎥⎦ ⎢⎣ 6.925 ⎥⎦
Estos cortantes pueden obtenerse distribuyendo el cortante total en cada nivel en forma proporcional
a las rigideces de entrepiso de cada uno de los marcos. Estas rigideces se pueden obtener con algún
método aproximado o dividiendo el cortante entre el desplazamiento relativo de cada nivel. Los
resultados obtenidos deben ser equivalentes, dependiendo de la aproximación del método empleado
para obtener las rigideces de entrepiso. Las rigideces de entrepiso, obtenidas a partir de los
desplazamientos relativos y los cortantes de cada marco son las siguientes:
⎡ 0.514 ⎤
X rel = ⎢⎢ 0.819 ⎥⎥ cm
⎢⎣ 0.630 ⎥⎦
⎡ 20.673⎤ ⎡ 23.431⎤
K E1,3 = ⎢⎢10.417 ⎥⎥ ton cm KE2 = ⎢⎢13.393 ⎥⎥ ton cm
⎢⎣ 7.245 ⎥⎦ ⎢⎣10.994 ⎥⎦
Como puede apreciarse, las rigideces de los entrepisos son menores que las de los pisos inferiores,
verificando la suposición realizada al revisar condiciones de irregularidad. Asimismo, en vista que los
cortantes sísmicos son mayores en los entrepisos inferiores, se supone que la resistencia será mayor
en dichos niveles.
Efectos de torsión
Para evaluar los cortantes debidos a los efectos de torsión, como primer paso es necesario obtener
los momentos torsionantes en cada nivel y posteriormente se evalúa la distribución de cortantes en
los marcos, en función de su ubicación y rigidez. Los momentos de torsión se calculan con la
ecuación 3.19 de la sección de recomendaciones:
Los momentos torsionantes en cada nivel, para las dos excentricidades se resumen en la tabla 3.3.
En esta tabla el signo positivo de los momentos es en el sentido de las manecillas del reloj.
Momento (ton-m)
Nivel en+ en-
1 69.92 -3.329
2 58.84 -2.802
3 33.71 -1.605
En cada nivel, los cortantes en los marcos se pueden obtener a partir de sus rigideces de entrepiso y
de su distancia al centro de torsión, como:
ESTRUCTURAS TIPO 1: ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS
∑K
i =1,n
Ei di
Vti = M t n
∑K
i =1,n
Ei d i2
Es importante recalcar que la distribución de cortantes por efectos de torsión se debe obtener
considerando los marcos en ambos sentidos, ya que también contribuyen a la rigidez a torsión del
entrepiso. Para fines del ejemplo, se supuso que las rigideces de entrepiso de los marcos en la
dirección Y (marcos extremos y central) es 25% mayor que las de los marcos en la dirección X. Los
resultados obtenidos para cada nivel se muestran en las tablas 3.4 a 3.6.
Ke d Vt (en+) Vt (en-)
Marco eje Ke d K ed 2
(ton/cm) (m) (ton) (ton)
1 9.62 6.00 57.72 346.32 1.933 -0.092
2 11.49 0.00 0.00 0.00 0.000 0.000
3 9.62 -6.00 -57.72 346.32 -1.933 0.092
A 10.90 8.00 87.20 697.60 2.920 -0.139
B 13.08 0.00 0.00 0.00 0.000 0.000
C 10.90 -8.00 -87.20 697.60 -2.920 0.139
SUMA 2087.84
Ke d Vt (en+) Vt (en-)
Marco eje Ke d K ed 2
(ton/cm) (m) (ton) (ton)
1 4.42 6.00 26.52 159.12 1.536 -0.073
2 5.93 0.00 0.00 0.00 0.000 0.000
3 4.42 -6.00 -26.52 159.12 -1.536 0.073
A 5.45 8.00 43.60 348.80 2.525 -0.120
B 7.27 0.00 0.00 0.00 0.000 0.000
C 5.45 -8.00 -43.60 348.80 -2.525 0.120
SUMA 1015.84
Ke d Vt (en+) Vt (en-)
Marco eje Ke d K ed 2
(ton/cm) (m) (ton) (ton)
1 3.63 6.00 21.78 130.68 0.855 -0.041
2 5.17 0.00 0.00 0.00 0.000 0.000
3 3.63 -6.00 -21.78 130.68 -0.855 0.041
A 4.67 8.00 37.36 298.88 1.466 -0.070
B 6.54 0.00 0.00 0.00 0.000 0.000
C 4.67 -8.00 -37.36 298.88 -1.466 0.070
SUMA 859.12
SECCIÓN 3.3
Finalmente, se puede comentar que la distribución de cortantes en los marcos se puede obtener en
forma directa si se emplea un modelo de análisis tridimensional que incluya el grado de libertad de
torsión, ya que bastará aplicar las fuerzas sísmicas y momentos torsionantes en los centros de
gravedad de cada nivel. Debe recordarse que los cortantes y momentos en cada nivel se acumulan
desde la parte superior. Por ello, debe tenerse especial cuidado al trabajar con edificios irregulares,
ya que los centros de torsión de los distintos niveles no necesariamente son coincidentes en planta.
SECCIÓN 3.6
ESTRUCTURAS TIPO 3
MUROS DE RETENCIÓN
ESTRUCTURA TIPO 3: MUROS DE RETENCIÓN
Calcular la reducción en el cortante basal y en el momento de volteo, por unidad de longitud, que
produce un relleno de 10 m de espesor sobre un muro, cuando se considera la rotación de la base. La
velocidades de propagación de de corte (S) en el relleno es vsre = 250 m/s . Además, su peso
volumétrico es γ=1.6 ton/m3 y su relación de Poisson es νre=0.45. Considérese que el amortiguamiento
del relleno es de 5%, que el muro tiene una masa relativa μ = 0.15 y que el sistema muro-relleno
descansa sobre el sitio rocoso cuya aceleración máxima es a 0r = 0.25g . Considérese que la rigidez
rotacional relativa es dθ=1/2. El relleno tendrá un periodo
4H re 4 × 10.0
Tr = = = 0.16 s
vsre 250
De acuerdo con la sección de recomendaciones 3.1.6.3, para terreno rocoso se tiene que Ta=0.1 s y
Tb=0.6 s, por lo tanto, en este problema interesa conocer el valor de la meseta espectral es decir, la
segunda rama de la ec. 6.8 de la sección de recomendaciones, ya que Ta≤Tre<Tb. Por tratarse de un
sitio rocoso como terreno de desplante los valores de CQ y CM se tomarán de la tabla 6.2 de la misma
sección. Se determinarán dos valores de rigidez relativa: dθ=0 (sin rotación) y dθ=1/2 (con rotación)
ν re = 0.45 μ = 0.15 CQ CM
dθ= 0 1.605 0.973
dθ= 1/2 1.389 0.797
De acuerdo con las ecuaciones 6.6 y 6.7, de la sección de recomendaciones, los valores del cortante
basal y el momento de volteo deberán multiplicarse por los factores γ re H re2 a or y γ re H3re a or ,
respectivamente, ya que ρ =γ/g. De esta forma se llega a que el cortante basal y el momento de
volteo, se calculan como:
ΔQ = 8.64 ton / m
ΔM o = 70.4 ton
31
SECCIÓN 3.7
ESTRUCTURAS TIPO 4
CHIMENEAS, SILOS Y
SIMILARES
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
1/ 2
0.0155H 2 ⎛ M'⎞
Te = ⎜ ⎟
( 3D0 − DH ) E c ⎝ M ⎠
E c = 10,000 f c' = 10,000 200 = 141421 kg / cm 2 = 13.87 GPa
0.0155 × ( 60 )
2 1/2
⎛ 1696.97 ⎞
Te = ⎜ ⎟ = 0.8 s
( 3 × 9.25 − 7.5) 13.87 ⎝ 1475.21 ⎠
33
SECCIÓN 3.7
Aceleración Espectral
De acuerdo a las recomendaciones para la construcción del espectro de diseño sísmico contenidas
en este manual y por estar la chimenea en terreno rocoso, el espectro de diseño se caracteriza por
los siguientes valores:
a o = 0.14 c = 0.35 Ta = 0.1 s Tb = 0.6 s Tc = 2.0 s k = 2.0 r = 1.0
En vista de que se trata de una chimenea de concreto reforzado, se puede tomar un factor de
comportamiento sísmico Q=2 para propósitos de reducción de las ordenadas espectrales por
ductilidad.
0.45
⎛ 0.05 ⎞
Te < Tc ⇒ β=⎜ ⎟ = 1.26
⎝ 0.03 ⎠
r 1
⎛T ⎞ ⎛ 0.6 ⎞
Tb < Te < Tc ⇒ a ( β ) = β c ⎜ b ⎟ = (1.26)(0.35) ⎜ ⎟ = 0.33
⎝ Te ⎠ ⎝ 0.8 ⎠
34
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
a(β)
Ps = 0.15W (1 + 0.5r − 0.5rq )
QR
r 1.0
⎛ T ⎞ ⎛ 0.6 ⎞
q=⎜ b ⎟ =⎜ ⎟ = 0.75
⎝ Te ⎠ ⎝ 0.8 ⎠
0.33
∴ Ps = 0.15 × 16641.50 × (1 + 0.5 × 1.0 − 0.5 × 1.0 × 0.75 ) × = 370.69 kN
2 × 1.25
Para tomar en cuenta el efecto de la aceleración de rotación en la base, el valor espectral de dicha
aceleración es igual a
θ(Te )H e W
Vθ =
Q'R
r 1.0
β ⎛ Tc ⎞ Te 1.26 ⎛ 2.0 ⎞ 0.8
Q ' = 1 + (Q − 1) ⎜ ⎟ = 1 + (2 − 1) ⎜ ⎟ = 1.5
k ⎝ Te ⎠ Tc 2.0 ⎝ 0.8 ⎠ 2.0
En la tabla 7.2 se presentan los cálculos necesarios para determinar, según la ecuación 7.10, los
momentos de volteo de diseño en diferentes secciones de la chimenea.
35
SECCIÓN 3.7
Dovela
hn h 2n Wn Wnhn Wn h n
2
Pn Pθ (Pn2+Pθ2)1/2 Vn
2 2
(m) (m ) (t) (t-m) (t-m ) (t) (t) (t) (t)
10 57 3,249 1,044.40 59,530.80 3,393,255.60 410.13 191.97 452.84 823.53
9 51 2,601 1,148.35 58,565.85 2,986,858.35 392.85 183.88 433.75 1,257.27
8 45 2,025 1,263.09 56,839.05 2,557,757.25 370.94 173.62 409.56 1,666.84
7 39 1,521 1,389.60 54,194.40 2,113,581.60 343.83 160.94 379.63 2,046.47
6 33 1,089 1,528.85 50,452.05 1,664,917.65 310.93 145.53 343.30 2,389.77
5 27 729 1,680.85 45,382.95 1,225,339.65 271.44 127.05 299.71 2,689.48
4 21 441 1,849.52 38,839.92 815,638.32 225.25 105.43 248.71 2,938.18
3 15 225 2,034.87 30,523.05 457,845.75 171.47 80.26 189.33 3,127.51
2 9 81 2,238.85 20,149.65 181,346.85 109.54 51.27 120.94 3,248.45
1 3 9 2,463.42 7,390.26 22,170.78 38.83 18.18 42.88 3,291.33
SUMAS 16641.50 421867.98 15418711.80
⎧ NS
⎪ ∑ Wn
⎪α1 = (1 − 0.5r (1 − q ) ) Nn =1
⎪ S
⎪ ∑ Wn h n
2 a(β) ⎪
Pn = 0.85Wn ( α1h n + α 2 h n )
n =1
; ⎨
Q 'R ⎪ NS
⎪ ∑ Wn
⎪α 2 = 0.75r (1 − q ) NS
n =1
⎪
⎪⎩ ∑
n =1
Wn h 2n
36
CHIMENEAS, SILOS Y SIMILARES
NS
M = ( 0.75 + 0.25 h n / H
r
n )∑ Vm ( h m − h m −1 )
m = n +1
37
SECCIÓN 3.8
ESTRUCTURAS TIPO 5
TANQUES, DEPÓSITOS Y
SIMILARES
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
Las figuras 8.1 a 8.4 indican, para algunas relaciones de aspecto, los valores de las funciones
adimensionales C 0 (z) y C1 (z) necesarios para el cálculo de las presiones hidrodinámicas en las
paredes del depósito.
39
SECCIÓN 3.8
40
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
El recipiente y la estructura de soporte poseen las mismas características en las dos direcciones
ortogonales en que se debe analizar la estructura, de manera que el análisis sísmico del tanque
elevado se reduce solamente a una dirección.
41
SECCIÓN 3.8
Se supone que el tanque elevado será destinado al almacenamiento de agua cuyo peso volumétrico
es 9.81 kN / m3 , por lo que la masa del fluido almacenado es igual a
42
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
Los modos dominantes de vibración del tanque elevado se pueden determinar al resolver el problema
de valores característicos (K S − ω2n M S ) Zn = 0 , cuyas matrices de masa M S y rigidez K S se
definen, según las ecuaciones 8.30 y 8.31, como sigue:
Resolviendo el problema de valores característicos resultante se encuentra que las frecuencias y los
modos naturales de vibración son:
⎧ 1 ⎫
ω1 = 1.29 rad / s Z1 = ⎨ ⎬
⎩7.457 ⎭
⎧ 1 ⎫
ω2 = 3.29 rad / s Z2 = ⎨ ⎬
⎩−0.214 ⎭
El espectro de diseño para el terreno de cimentación y la localización del mismo se caracteriza por los
siguientes valores
Las características de la estructura de soporte son tales que puede tomarse un factor de
comportamiento sísmico Q = 3 para propósitos de reducción de las ordenadas espectrales por
ductilidad.
De acuerdo con la ecuación 5.1, sólo se justificará tomar en cuenta los efectos de la interacción
suelo-estructura cuando se cumpla que
Te H s
< 2.5
Ts H e
43
SECCIÓN 3.8
Z1T M s H 156,174.42
He = = = 21.04 m
Z1T M s J 7, 422.13
4.87 × 78
= 31.13 > 2.5
0.58 × 21.04
Por lo que se pueden despreciar los efectos de interacción suelo-estructura. Además, en tanques
elevados se puede despreciar la interacción líquido-recipiente, lo que se justifica aún más en
recipientes de concreto.
Los desplazamientos máximos que ocurren en el modo fundamental se determinan con la ecuación
8.32, esto es:
φ1 a ( T1 , β ) g
X1 = Z1
ω12 Q ' ( T1 ) R
Z1T M s J 7, 422.13
φ1 = = = 0.158
T
Z1 M s Z1 46,901.63
0.185
Tc 2.0 ⎛ 0.05 ⎞
T1 > Tc ⇒ λ = 0.45 = 0.45 = 0.185; β=⎜ ⎟ = 1.18
Te 4.87 ⎝ 0.02 ⎠
⎛T ⎞
r
⎡ ⎛ T ⎞ ⎤⎛ T ⎞
2 2
T1 > Tc ⇒ a ( T1 , β ) = β c ⎜ b ⎟ ⎢ k + (1 − k ) ⎜ c ⎟ ⎥ ⎜ c ⎟
⎝ Tc ⎠ ⎢⎣ ⎝ Te ⎠ ⎥⎦ ⎝ Te ⎠
⎛ 0.72 ⎞
0.58
⎡ ⎛ 2.0 ⎞ ⎤ ⎛ 2.0 ⎞
2 2
44
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
2 2
⎛T ⎞ ⎛ 0.72 ⎞
p = k + (1 − k ) ⎜ b ⎟ = 1.42 + (1 − 1.42 ) ⎜ ⎟ = 1.41
⎝ Te ⎠ ⎝ 4.87 ⎠
βp 1.18 × 1.41
T1 > Tc ⇒ Q ' ( T1 ) = 1 + ( Q − 1) = 1 + ( 3 − 1) = 3.16
k 1.42
T1 > Ta ⇒ R=2
Los desplazamientos máximos que ocurren en el modo superior se determinan con la ecuación 8.33,
esto es:
φ a ( T2 , β ) g
X 2 = 22 Z2
ω2 Q ' ( T2 ) R
Z T2 M s J 1,132.47
φ2 = = = 0.842
Z T2 M s Z 2 1,345.47
0.45
⎛ 0.05 ⎞
T2 < Tc ⇒ λ = 0.45 ; β=⎜ ⎟ = 1.51
⎝ 0.02 ⎠
r 0.58
⎛T ⎞ ⎛ 0.72 ⎞
Tb < T2 < Tc ⇒ a ( T2 , β ) = βc ⎜ b ⎟ = 1.51 × 0.45 ⎜ ⎟ = 0.39
⎝ Te ⎠ ⎝ 1.91 ⎠
r 0.58
β ⎛ Tc ⎞ Te 1.51 ⎛ 2.0 ⎞ 1.91
Tb < T2 < Tc ⇒ Q ' ( T2 ) = 1 + ( Q − 1) ⎜ ⎟ = 1 + ( 3 − 1) ⎜ ⎟ = 3.00
k ⎝ Te ⎠ Tc 1.42 ⎝ 1.91 ⎠ 2.0
T2 > Ta ⇒ R=2
45
SECCIÓN 3.8
Las fuerzas de inercia máximas correspondientes a los modos naturales de vibración del sistema se
obtienen con la ecuación 8.34 como sigue:
Pn = K s X n ; n = 1, 2
Las fuerzas cortantes en la base de la estructura de soporte asociadas a cada uno de los modos
naturales de vibración del sistema se obtienen sumando las fuerzas de inercia del modo
correspondiente. De esta forma se tiene que
Los momentos de volteo en la base de la estructura de soporte asociados a cada uno de los modos
naturales de vibración del sistema se obtienen sumando los momentos flexionantes originados por las
fuerzas de inercia del modo correspondiente. De esta forma se tiene que
392.26 915.64
M1 = 22.14 × × 15 + 22.14 × × (15 + 5.97 ) + 104.12 × (15 + 6.44 )
1,307.9 1,307.9
M1 = 2,656.97 kN − m
392.26 915.64
M 2 = 702.12 × × 15 + 702.12 × × (15 + 5.97 ) − 94.11 × (15 + 6.44 )
1,307.9 1,307.9
M 2 = 11, 448.59 kN − m
Cabe recordar que las fuerzas de inercia P11 = 22.14 kN y P12 = 702.12 kN se deben tanto a la masa
impulsiva como a la masa de la plataforma, razón por la cual se tuvieron que distribuir
proporcionalmente a cada una de estas masas a fin de calcular el momento de volteo en la base de la
estructura de soporte.
46
TANQUES, DEPÓSITOS Y SIMILARES
Para estimar la fuerza cortante y el momento de volteo basales debidos a la combinación de los
modos naturales de vibración del sistema se recurre al criterio de la raíz cuadrada de la suma de los
cuadrados de las respuestas modales. De esta forma se tiene que la fuerza cortante y el momento de
volteo de diseño en la base de la estructura de soporte resulta ser
(126.26 ) + ( 608.01)
2 2
V0 = = 620.98 kN
Por último, la estructura deberá diseñarse de acuerdo con lo especificado en la sección 3.8.7 de
recomendaciones. Cabe asentar que la fuerza cortante y el momento de volteo basales debidos a la
acción del componente vertical son nulos.
47
SECCIÓN 3.10
ESTRUCTURAS TIPO 7
PUENTES
PUENTES
Diseñar las pilas del puente de cuatro claros simplemente apoyados que se muestra en la figura 10.1.
Los claros tienen una longitud de 40 m y la longitud total del puente es de 160 m. La superestructura
consiste en una losa de concreto reforzado de 25 cm de espesor y 12 m de ancho total, apoyada sobre
tres trabes armadas de 2.4 m de peralte, separadas a una distancia de 5 m centro a centro. Las trabes
metálicas descansarán sobre apoyos de neopreno reforzado, con dureza Shore 60, con dimensiones
en planta de 40 x 40 cm, y con espesor igual a: 2.5 cm para los apoyos fijos y 7.3 cm para los apoyos
libres. En los extremos del puente se colocarán estribos que se consideran rígidos en las direcciones
transversal y longitudinal. Las pilas están formadas por cinco columnas de 10.0 m de altura libre,
separadas a una distancia de 2.5 m a ejes y unidas mediante un cabezal de 1.5 x 1.0 m. Se considera
que el amortiguamiento de la estructura es de 5%.
b) Media elevación
49
SECCIÓN 3.10
12000 mm
250
2400 mm
1000
10000 mm
250 250 250 250
600
229
25
51
14 1500
19
623
1000
2400
d) Secciones transversales
SOLUCIÓN:
50
PUENTES
b) Acción sísmica (sección 3.10.3 y sección 3.1). Para la construcción del espectro de respuesta se
tienen que definir los siguientes factores (sección 3.1.5):
Factores de terreno rocoso (sección 3.1.5.1.1).- De acuerdo con las coordenadas de localización de
la estructura, se determina la aceleración máxima del terreno en sitios rocosos. En este caso,
a 0r = 485cm / s2
a 0r 485
Fd = = = 1.213
a ref 400
Factores de comportamiento lineal del suelo (sección 3.1.6.1). El factor de sitio se obtiene a partir de
la aceleración máxima en roca y es igual a:
Fs Fnl a 0r
a0 =
981.0
Para obtener Fs es necesario determinar el parámetro fsd = Ts(Fd)1/2 = 0.5(1.213)1/2 = 0.55, y el contraste
de impedancias mecánicas ps = vs / v0 = 450 / 720 = 0.63. De la tabla 1.2 se obtiene Fs = 1.00. Por otro
lado, el factor no lineal (sección 3.1.5.3) se determina mediante:
T 0.5
Fnl = 1 - (1- Fn′ ) s = 1 - (1-0.68 ) = 0.89
Tc 1.5
En la ecuación anterior se empleo un factor Fn′ = 0.68 , tomado de la tabla 1.4 correspondiente a
suelos de tipo granular por lo tanto, la aceleración máxima del terreno es
La aceleración máxima del espectro se obtiene a partir del factor de respuesta Fr, mediante,
c = Fr a 0
Fr se obtiene con la tabla 1.3 para los valores de impedancia ps = vs / v0 = 0.63, y Ts = 0.5. El factor de
respuesta es igual a 3.24, por lo tanto, la aceleración máxima espectral es:
51
SECCIÓN 3.10
T 0.5
Fv = 1 - (1- Fv′ ) s = 1 - (1-0.89 ) = 0.96
Tc 1.5
donde, Fv´ se obtiene de la tabla 1.5 y es igual a 0.89. La velocidad equivalente es:
T 0.5
Ts′ = s = = 0.52 s
Fv 0.96
y,
Ta = 0.35Ts′ = 0.35 ( 0.52 ) = 0.18s
k = 2-0.5 = 1.5
S (T ) T
a = a e = 0.44 + (1.426 - 0.44 ) e para Te < 0.18s
g 0.18
S (T )
a = a e = 1.426 para 0.18 ≤ Te < 0.625s
g
0.5
S (T ) ⎛ 0.625 ⎞
a = a e = 1.426 ⎜ ⎟ para 0.625 ≤ Te < 3
g ⎝ Te ⎠
0.5 ⎡ ⎛ 3 ⎞ ⎤⎛ 3 ⎞
2 2
Sa (Te ) ⎛ 0.625 ⎞ ⎢
a= = 1.426 ⎜ ⎟ 1.5 + (1 −1.5 ) ⎜ ⎟ ⎥ ⎜ ⎟ para Tc ≥ 3s
g ⎝ 3 ⎠ ⎢ ⎝ Te ⎠ ⎥⎦ ⎝ Te ⎠
⎣
Espectro de desplazamientos de diseño (sección 3.1.6.6)
52
PUENTES
981Te 2 ⎛ T ⎞
Sd ( Te ) = ⎜ 0.44 + (1.426 − 0.44 ) e ⎟ para Te < 0.18s
4π 2 ⎝ 0.18 ⎠
981Te2
Sd ( Te ) = (1.426) para 0.18 ≤ Te < 0.625s
4π 2
0.5
981Te 2 ⎛ 0.625 ⎞
Sd ( Te ) = (1.426) ⎜ ⎟ para 0.625 ≤ Te < 2s
4π 2 ⎝ Te ⎠
0.5 ⎡ 2⎤ 2
981Te 2 ⎛ 0.625 ⎞ ⎛ ⎞
⎢1.5 + (1−1.5 ) ⎜ 2 ⎟
⎛ ⎞
⎥⎜ 2 ⎟
Sd ( Te ) = (1.426) ⎜ ⎟ para Tc ≥ 2s
4π 2 ⎝ 2 ⎠ ⎢ ⎝ Te ⎠ ⎥ ⎝ Te ⎠
⎣ ⎦
Por lo que respecta a la sobrerresistencia se aplicará un factor de 1.5 a las ordenadas del espectro de
diseño, como se especifica en la sección 3.10.3.
90
80
70
Desplazamiento (cm)
60
50
40
30
20
10
0
0.00 1.00 2.00 3.00 4.00 5.00 6.00 7.00 8.00 9.00 10.00
Periodo (s)
Figura 10.2. Espectro de desplazamientos
53
SECCIÓN 3.10
Si se admite que la respuesta del puente se debe fundamentalmente al primer modo de vibrar, se
puede aplicar, en primera instancia, el método de análisis estático. Para ello es necesario verificar
que se cumplen los requisitos establecidos en la sección 3.10.4.2.
En vista de que se cumplen los requisitos indicados, se procederá al análisis estático lineal (AEL). En
primer lugar, se idealiza la estructura como un sistema de un grado de libertad, donde la masa
corresponde a la masa de la superestructura, del cabezal y de la mitad superior de las columnas.
Dada la gran rigidez del cabezal con respecto a la rigidez de las columnas, se puede suponer que
éstas se encuentran empotradas en ambos extremos, razón por la cual la rigidez en dirección
transversal kt puede obtenerse con:
5 (12 ) E Ief
kt = = 76219 kg / cm 2
L3
Para determinar la rigidez se consideró que la pila es de 125cm de diámetro, que la resistencia del
concreto es de 300 kg/cm2, que el módulo de rigidez a flexión E = 265,000 kg/cm2 y que el momento de
inercia efectivo es 0.4 Ig (sección 3.10.4.6.1)
54
PUENTES
Sd = 7.14 cm.
Diámetro φ = 125 cm
Porcentaje de acero longitudinal ρ = 1.5%
Resistencia del concreto fc′ = 300 kg / cm 2
P
Porcentaje de carga axial = 0.04
f c′ Ag
Estribos circulares No. 4 s = 20 cm (en la zona de la articulación plástica)
Recubrimiento del acero r = 5 cm
A partir del análisis momento–curvatura se determinó la gráfica de la figura 10.3 y los valores de
curvatura siguientes:
500
450
400
350
Momento (t-m)
300
250
200
150
100
50
0
0 0.00005 0.0001 0.00015 0.0002 0.00025 0.0003 0.00035 0.0004
ϕ (rad/cm)
55
SECCIÓN 3.10
Por lo tanto, el desplazamiento de fluencia de la pila (ecuación 10.20), considerando que las
columnas se deforman en doble curvatura es:
Demanda máxima de ductilidad (sección 3.10.5.1.5).- Para el nivel de prevención del colapso, los
valores máximos de ductilidad son (tabla 10.4):
Δ pi ≤ Δ p ≤ Δ py
Δ pi
≤ μ Δ ≤1
Δ py
Posteriormente debe revisarse si la pila tiene la suficiente capacidad para alcanzar μΔ = 5. Para ello
se determina la rotación inelástica última de la pila. Dicha rotación se obtiene con (sección
3.10.5.1.4):
56
PUENTES
donde
Lap se obtuvo con la ecuación 10.18
Δ máx 17.8
μΔ = = = 7.6 > 5.0
Δy 2.33
Se concluye que la pila es capaz de desarrollar la demanda de ductilidad impuesta como límite por la
norma.
La fuerza cortante que actúa sobre cada una de las columnas (Vcj) es:
k cj
Vcj = V = 0.2 V = 0.2 k t Δ p = 0.2(76, 219)10.7 = 163,109 kg
5
∑ k ci
i =1
Para fines de la revisión por resistencia, las ordenadas del espectro deben reducirse por efecto de la
sobrerresistencia y la ductilidad. El factor de sobrerresistencia es R = 1.50 (sección 3.10.3.3), y el
factor de ductilidad puede considerarse como mínimo Q = 2.0 para pilas que forman parte de un
marco. Por lo tanto el momento para revisar la capacidad de la pila es:
815.5
M máx = = 271.8 t - m
1.5 x 2
De la gráfica momento – curvatura (figura E2) se observa que la resistencia de la pila es mayor. Para
evitar fallas de tipo frágil, la fuerza cortante debe corresponder al momento de diseño incrementado
por el factor de sobrerresistencia λ = 1.35 (sección 3.10.5.2.2),
57
SECCIÓN 3.10
λ M 1.35 x 271.8
V= = = 73.4 t
L 5
2
Es necesario revisar además la dirección longitudinal del puente y considerar el estado límite de de
servicio.
58
SECCIÓN 3.11
ESTRUCTURAS TIPO 8
TUBERÍAS
TUBERÍAS
La tubería esta enterrada con una cubierta de Hc de 3 ft en arena seca cuyo peso volumétrico es de
130 pcf y un ángulo de fricción interna de 33º. El ángulo de fricción en la interfaz suelo-tubo es de 28º y
el coeficiente de presión de tierras en reposo k0 es 0.5.
La curva esfuerzo deformación para la tubería API-5LX60 esta caracterizada por los siguientes
parámetros: Un modulo elástico inicial de 30000 ksi y coeficientes de Ramberg-Osgood de σ0 = 67.5
ksi, α = 30.26 y r =21.02.
Δx = 6.34 ft
Δy = 13.6 ft
Δz = 0 ft
3) Suponiendo un esfuerzo axial en la falla, σ a ,como 71.1 ksi . La correspondiente fuerza axial, P
es de 5,202 kips.
31
SECCIÓN 3.11
El esfuerzo flexionante ε b , se calcula como 0.58% (solo curvatura lateral) y el esfuerzo axial,
ε a , como 1.46% .Las tres verificaciones que se deben hacer son:
La longitud requerida de la tubería a cada lado de la falla para transferir la fuerza axial a al
suelo por fricción esta dada por la ecuación 11.34 como 1,830 ft . Este es tomado como la
longitud desde la falla al punto de anclaje, se asume para este ejemplo que no existen puntos
de anclaje efectivos dentro de esta distancia sobre cada lado de la falla.
ΔL c = 0.51 ft
ΔL s1 = ΔL s 2 = 2.08 ft
Los pasos para la el segundo ciclo interactivo están dados como sigue:
32
TUBERÍAS
33
SECCIÓN 3.12
ESTRUCTURAS TIPO 9
PRESAS
PRESAS
Considérese una cortina de gravedad que tiene una altura de H = 50 m y una base de B = 40 m. El
material de la cortina tiene las siguientes propiedades: Módulo de elasticidad E = 28 GPa, densidad
de masa ρ = 2400 kg/m3 y amortiguamiento ξ1 = 0.05. Se considera el nivel NAMO igual a H a = 47 m.
La cimentación rocosa tiene un módulo de elasticidad E c = 56 GPa, densidad de masa ρc = 2100
kg/m3, amortiguamiento ηc = 0.02 y velocidad de compresión Vc = 1200 m/s. Se requiere determinar si
la compresibilidad del agua o la flexibilidad de la cimentación son importantes así como el periodo
fundamental modificado y amortiguamiento modificado del sistema. Considérese la velocidad del
sonido del agua C = 1440 m/s.
El periodo fundamental del vaso está dado por la ecuación 12.9 de la sección de recomendaciones.
4H a 4 ⋅ 47
Ta = = = 0.13 s
C 1440
H 50
C1 = 6 = 6 = 7.5
B 40
H 50
T1 = C1 = 7.5 = 0.11 s
E/ρ 28 ⋅109 / 2400
Como
T1 0.11
= = 0.85 < 2 la compresibilidad del agua es importante (ecuación 12.11).
Ta 0.13
Como
2400 ⋅1200 − 1000 ⋅1440
α= = 0.67 < 0.9 la flexibilidad del fondo del vaso es importante
2400 ⋅1200 + 1000 ⋅1440
(Ecuaciones 12.12 ).
Como
E c 56
= = 2 < 4 la flexibilidad de la cimentación es importante (ecuación 12.13).
E 28
H a 47
Con los datos = = 0.94 , E = 28 GPa y α = 0.67 y las tablas 12.4 y 12.5 de comentarios, se
H 50
obtiene R a = 1.268 y ξa = 0.0415 .
101
SECCIÓN 3.12
Ec
Con los datos de = 2 y la tabla 12.6 de Comentarios se obtiene R c = 1.099 y con el dato adicional
E
de ηc = 0.10 y la misma tabla se obtiene ξc = 0.028 .
1 1 1 1
ξ = ξ + ξa + ξc = 0.05 + 0.0415 + 0.028 = 0.099
Ra (Rc ) 3 1
1.268 (1.099 )3
Considérese una cortina de sección homogénea con una altura de H = 46 m. El material de la cortina
tiene las siguientes propiedades: Módulo de corte máximo G max = 175 MPa, densidad de masa
ρ = 2040 kg/m3. Las variaciones del módulo cortante y amortiguamiento se muestran en la fig. E2.1.
La cortina está cimentada sobre terreno firme. Los espectros de diseño se muestran en la fig. E.2.2
para los amortiguamientos de 5, 10, 15 y 20%. La aceleración máxima del terreno es de 0.2g.
Primera iteración.
Paso 1. De la fig. E2.1 se determina G / G max = 0.4 y ξ =13%. EL módulo de corte es igual a
G = 0.4 × G max = 0.4 ×175 =70 MPa.
H 46
T1 = 2.62 = 2.62 =0.656 s
vs 183.5
Paso 4. De la fig. E2.2 y usando los valores del periodo y amortiguamiento T1 y ξ se determina la
aceleración espectral para el primer modo Sa1 = 0.2 × 1.3 = 0.26 g
102
PRESAS
H 46
γ c = 0.20. S = 0.20.
2 a1
0.26 × 9.81 = 0.068%
vs 183.52
Segunda iteración.
Paso 1. De la fig. E2.1 se determina G / G max = 0.36 y ξ =14%. EL módulo de corte es igual a
G = 0.36 × G max = 0.36 ×175 =63 MPa.
H 46
T1 = 2.62 = 2.62 =0.575 seg
vs 174.1
Paso 4. De la fig. E2.2 y usando los valores del periodo y amortiguamiento T1 y ξ se determina la
aceleración espectral para el primer modo Sa1 = 0.2 ×1.22 = 0.244 g.
H 46
γ c = 0.20. S = 0.20.
2 a1
0.244 × 9.81 = 0.07%
vs 174.12
La diferencia entre 0.07 y 0.68% está dentro del error permitido se concluye el proceso iterativo.
Se determina los periodos naturales de vibración para el segundo y tercer periodos de vibración
(Ecuación 12.34 de Recomendaciones)
46
T2 = 1.14 =0.301 segundos
174.1
46
T3 = 0.73 = 0.192 segundos
174.1
103
SECCIÓN 3.12
Usando los valores de T2 , T3 y ξ las aceleraciones espectrales se determinan de la fig. E2.2 como
Sa 2 = 0.2 ×1.22 = 0.32 g y
Sa3 = 0.2 ×1.47 =0.294g
Las aceleraciones máximas para cada modo se calculan con la ecuación 12.35 como
a corona,máx = a1,max
2
+ a 2,max
2
+ a 3,max
2
= 0.3902 + 0.3392 + 0.2522 =0.575g
104
SECCIÓN 3.13
AISLAMIENTO SÍSMICO Y
DISIPACIÓN DE ENERGÍA
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
Diseñar el sistema de aislamiento con apoyos de neopreno con corazón de plomo (ALNP) para un
edificio de tres niveles de concreto reforzado destinado a oficinas, cuyo periodo sobre base fija es
Te=0.38 s. La planta y elevación del edificio se muestran en la figura 13.1 y las reacciones de cada
apoyo en la tabla 13.1.
a) Planta
30x55 cm
2.70m
30x55 cm
2.70m
30x55 cm
2.70m
45x45 cm 45x45 cm 45x45 cm 45x45 cm 45x45 cm
b) Elevación
El edificio se localiza en un terreno duro, alejado de una falla activa, con una aceleración máxima del
terreno de acuerdo con su ubicación geográfica de 485 cm/s2, periodo de vibración Ts = 0.5 y velocidad
de ondas de cortante Vs = 710 m/s.
101
SECCIÓN 3.13
SOLUCIÓN
Clasificación de la estructura
En vista de que se trata de una estructura convencional, en la que no existe riesgo de pérdida de un
gran número de vidas o pérdidas económicas cuantiosas, el edificio se clasifica como estructura del
grupo B.
Acción sísmica
Las ecuaciones que definen el espectro de diseño de acuerdo con el presente Manual son:
T
Sa ( Te ) = a 0 + ( β c - a 0 ) e para Te < Ta
Ta
Sa ( Te ) = β c para Ta ≤ Te < Tb
r
⎛T ⎞
Sa ( Te ) = β c ⎜ b ⎟ para Tb ≤ Te < Tc
⎝ Te ⎠
102
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
⎛ Tb ⎞ ⎡
r 2⎤ 2
⎛ Tc ⎞ ⎛ ⎞
Sa ( Te ) = β c ⎜ ⎟ ⎢ k + (1 − k ) ⎜ ⎟ ⎥ ⎜ Tc ⎟ para Te > Tc
⎝ Tc ⎠ ⎢⎣ ⎝ Te ⎠ ⎥ ⎝ Te ⎠
⎦
a0 = 485 cm/s2
c = 1537 cm/s2
Ta = 0.18 s
Tb = 0.61 s
Tc = 2.0 s
k = 2.0 (por tratarse de un suelo rocoso)
b = factor de amortiguamiento
Te
Sa ( Te ) = 485 + (1537 - 485 ) para Te < 0.18s
0.18
0.5
⎛ 0.61 ⎞
Sa ( Te ) = 1537 ⎜ ⎟ para 0.61 ≤ Te < 2.0s
⎝ Te ⎠
0.5 ⎡ ⎛ ⎞
2⎤
⎛ ⎞
2
⎛ 0.61 ⎞ ⎢ 2.0 + (1 − 2.0 ) ⎜ 2.0 ⎟ ⎥ ⎜ 2.0 ⎟
Sa ( Te ) = 1537 ⎜ ⎟ para Te > 2.0 s
⎝ 2 ⎠ ⎢ ⎝ Te ⎠ ⎥ ⎝ Te ⎠
⎣ ⎦
Área de apoyos
El área mínima de los apoyos se determina con base en las cargas verticales que deben soportar. En
este caso, la descarga máxima para los apoyos obtenida del análisis del edificio puede agruparse en
tres casos distintos.
Para elegir las dimensiones iniciales de los apoyos, se considera que el esfuerzo admisible a
compresión del hule σmáx está comprendido entre 50 kg/cm2 y 100 kg/cm2 (Priestley, 1996). Por lo tanto,
el área mínima del apoyo considerando σmáx = 60 kg/cm2 es:
103
SECCIÓN 3.13
P 66, 700
Ab = = = 1,112 cm 2
σ max 60
Se propone emplear apoyos de 35 x 35 cm. Como estrategia de diseño se decide colocar apoyos con
las mismas dimensiones en todas las columnas para ahorrar costos de fabricación.
Para determinar las propiedades de rigidez efectiva (ecuación 13.28) y amortiguamiento equivalente
(ecuación 13.33) de los apoyos, es necesario conocer la demanda de ductilidad. Como esta variable
se desconoce al inicio del procedimiento de análisis, se puede proponer un desplazamiento máximo
inicial, mismo que tendrá que ser verificado al final del procedimiento. En caso de que el
desplazamiento propuesto al inicio sea suficientemente cercano al desplazamiento final, el proceso se
da por terminado, en caso contrario se repite el procedimiento utilizando como desplazamiento inicial
el valor obtenido en el ciclo anterior.
Se propone un desplazamiento máximo igual que la mitad de la dimensión del apoyo en la dirección
de análisis, es decir,
B 35
x max = = = 17.5 cm
2 2
104
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
Conocido el desplazamiento inicial, se procede a determinar la fuerza de fluencia del apoyo Fy, que se
elige de manera que no se produzcan desplazamientos excesivos en condiciones de servicio,
ocurrencia de sismos moderados, efectos del viento, etc. Para fines del ejemplo se considera que la
fuerza de fluencia debe ser mayor que el 3% del peso total del edificio Fy = 17,342 kg, por lo tanto, el
área del elemento de plomo, considerando que se colocarán 15 apoyos y que el esfuerzo de fluencia
del apoyo es σy = 90 kg/cm2, está dada por (ecuación 13.17):
Fy 17, 342
A pl = = = 12.85 cm 2
σyN 90(15)
4A pl 4(12.9)
d= = = 4.04 cm
π π
Conocida la fuerza de fluencia se propone la ductilidad esperada en el apoyo, de manera que se logre
un trabajo eficiente del disipador. Para el ejemplo se propone una ductilidad μ = 12. El
desplazamiento de fluencia correspondiente es:
x 17.5
x y = max = = 1.46 cm
μ 12
Fy
xy =
GA b
10
Tr
Por lo tanto se propone un espesor total H = 15.3 cm, que corresponde a: Tr = 12.3 cm y 10 placas de
acero de 0.3 cm.
15.3 cm
45 cm
105
SECCIÓN 3.13
Rigidez equivalente
La rigidez equivalente de los aisladores se determina con la ecuación 13.28 que se muestra a
continuación:
1 + α ( μ − 1)
( k )ef = ( k )e
μ
Amortiguamiento equivalente
El amortiguamiento histerético del aislador se obtiene con la ecuación 13.33 del Manual:
⎛ 1⎞
2 (1 − α ) ⎜ 1 − ⎟ 2 (1 − 0.1) ⎛⎜ 1 − ⎞⎟
1
⎝ μ ⎠= ⎝ 12 ⎠ = 0.25
( ζ )his =
π ⎡⎣1 + α ( μ − 1) ⎦⎤ π ⎡⎣1 + 0.1 (12 − 1) ⎤⎦
El amortiguamiento del sistema conjunto edificio – aislador se obtiene con (ecuación 13.35):
Se supone que el edificio arriba del sistema de aislamiento se mueve como cuerpo rígido, de manera
que la suma de la ecuación anterior se reduce al nivel de aislamiento, es decir n=1. Por lo tanto, la
rigidez de la estructura (k)es, se determina con:
4π 2 m 4π 2 ( 589.26 )
( k )es = = = 161,100 kg / cm
T2 0.382
106
AISLAMIENTO SÍSMICO Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA
Conocidas las propiedades equivalentes del modelo (rigidez y amortiguamiento), se realizó el análisis
de la estructura para obtener el desplazamiento final del aislador, los desplazamientos relativos y los
elementos mecánicos. Se empleó un modelo tridimensional utilizando el programa SAP2000
considerando elementos barra con propiedades elásticas para representar a los elementos del
edificio, pues se pretende que la estructura se mantenga dentro del intervalo elástico. Los aisladores
se representan por resortes lineales con las propiedades equivalentes que se obtienen en cada etapa
del análisis. El procedimiento seguido para determinar el desplazamiento final consiste de los
siguientes pasos:
1. La rigidez inicial de los resortes se determina con la ductilidad que resulta del valor de
desplazamiento inicial propuesto. Se realiza un análisis estático del edificio sobre resortes
equivalentes, empleando el coeficiente sísmico del espectro reducido por amortiguamiento
(factor b), para un periodo objetivo de la estructura sobre base aislada igual a tres veces el
periodo sobre base fija, es decir, T = 3*0.38 = 1.14 s. Como resultado del análisis se obtiene un
periodo de la estructura aislada Ti+1 = 1.11 s y un desplazamiento de los resortes xi+1 = 15.16
cm. Los resultados de esta primera etapa se muestran en el primer renglón de la tabla 2.
2. Como el desplazamiento inicial (17.5cm) difiere del desplazamiento obtenido del análisis
(15.16cm), se determina nuevamente la ductilidad de los apoyos y la rigidez y
amortiguamiento equivalentes, usando como desplazamiento inicial el valor final de la etapa
anterior. Se realiza el análisis estático con el coeficiente sísmico reducido por amortiguamiento
(0.478) y para un periodo de 1.11 s. El periodo de la estructura es ahora de 1.08s y el
desplazamiento de los resortes se reduce a 13.68 cm. Los resultados de la segunda etapa se
muestran en la tabla 13.2.
4. Para fines del ejemplo se considera que la aproximación es suficiente y los valores del análisis
serán los que se utilicen para fines de diseño.
107
SECCIÓN 3.13
Una vez encontrada la convergencia se decide si los valores de diseño finales son adecuados, con lo
que se acepta el aislador propuesto. En caso contrario se reinicia el análisis con un nuevo aislador de
base.
En la figura 13.4 se presenta el espectro para un amortiguamiento del 5% y el espectro reducido por
el factor de amortiguamiento b=0.471. También se indican los valores de seudoaceleración de diseño
para el edificio sobre base fija (1537cm/s2) y para el edificio con aisladores (547 cm/s2).
Figura 13.4. Espectros de diseño para edificio con base fija y para edificio con aisladores.
108
SECCIÓN 3.14
ESTRUCTURAS TIPO 11
TORRES DE
TELECOMUNICACIÓN
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
1.40
1.20
Modo 1
1.00
Modo 2
0.80 Modo 3
Ft
0.60
0.40
0.20
0.00
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
DO/DL
101
SECCIÓN 3.14
1.5
1.0 C1
0.5 C2
0.0 C3
Ci -0.5
-1.0 C4
-1.5 C5
-2.0 C6
-2.5
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
Altura relativa
0.2
C2
0.1
C3
Ci
C5
0.0
C6
-0.1
0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8
Altura relativa
102
TORRES DE TELECOMUNICACIÓN
1.5
C1
1.0
0.5 C2
0.0 C3
Ci
-0.5 C4
-1.0 C5
-1.5
C6
-2.0
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
Altura relativa
0.2
0.1 C2
C3
Ci 0.0
C5
-0.1 C6
-0.2
0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9
Altura relativa
103
SECCIÓN 3.14
1.5
C1
1.0
0.5 C2
0.0 C3
Ci
-0.5 C4
-1.0 C5
-1.5
C6
-2.0
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
Altura relativa
0.2
C2
0.1
C3
Ci
C5
0.0
C6
-0.1
0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8
Altura relativa
104
SECCIÓN 3.15
INTRODUCCIÓN
Los parámetros necesarios para evaluar un túnel en condiciones dinámicas se deben determinar de
acuerdo a lo expuesto en la sección de recomendaciones (sección 3.15); sin embargo, se pueden
emplear los valores presentados en la siguiente tabla para un diseño preliminar, considerando que
éstos corresponden a intervalos probables de valores o valores promedio que pueden presentar un
grado de imprecisión.
Tabla 3.15.1. Parámetros de algunas propiedades de las rocas (adaptada de González, 2002).
Peso Módulo de elasticidad Velocidad de propagación Relación de
Tipo de volumétrico de onda en compresión poisson
dinámico
roca
γ (kN/m3) Ed (MPa) vp (m/s) ν
Arenisca 22.56 – 25.50 4 903.3 – 54 917.2 1 400 – 4 200 0.24 - 0.31
Basalto 26.48 – 28.44 40 207.3 – 85 317.9 4 500 – 6 000 0.19 – 0.38
Caliza 22.56 – 25.50 7 845.3 – 97 085.8 2 500 – 6 000 0.25 – 0.33
Diabasa 28.44 58 839.9 – 96 105.2 5 500 – 7 000 0.28
Dolomía 24.52 – 25.50 21 574.6 – 84 337.2 5 000 – 6 000 0.29 – 0.37
Gneiss 26.48 – 29.42 24 516.6 – 102 969.8 3 100 – 5 500 0.20 – 0.30
Granito 25.50 – 26.48 9 806.70 – 82 375.9 4 500 – 6 000 0.18 – 0.24
Lutita 21.57 – 25.50 9 806.70 – 68 646.6 1 400 – 3 000 0.25 – 0.29
v máx ⋅ Cs
a= (15.1)
3 ⋅ a máx ⋅ R
22
SECCIÓN 3.15
a=
( 0.12 ) ⋅ ( 2500.0 ) = 14.0766
3 ⋅ ( 2.21) ⋅ ( 3.2 )
⎛ 8 ⋅ a 2 − 4 ⋅ a +1 −1 ⎞
φc = arcsin ⎜ ⎟ (15.2)
⎜ 4 ⋅ a − 2 ⎟
⎝ ⎠
⎛ 8 ⋅ (14.0766 )2 − 4 ⋅ (14.0766 ) + 1 − 1 ⎞
φc == arcsin ⎜ ⎟ = arcsin ⎛ 38.1139 ⎞ = 44.57º
⎜ ⎟
⎜ 4 ⋅ (14.0766 ) − 2 ⎟ ⎝ 54.3064 ⎠
⎝ ⎠
Para obtener la deformación unitaria máxima del revestimiento, debida a la onda de corte con un
ángulo de incidencia, se sustituyen los valores en la siguiente ecuación:
v máx a
ε=± ⋅ sin ( φ ) ⋅ cos ( φ ) ± máx2 ⋅ R ⋅ cos3 ( φ ) (15.3)
Cs Cs
0.12 2.21
ε=± ⋅ sin ( 44.57 ) ⋅ cos ( 44.57 ) ± 2 (
3.2 ) ⋅ cos3 ( 44.57 )
2500.0 ( 2500.0 )
Para estimar las deformaciones por ovalización, se determina la distorsión angular y la deformación
unitaria diametral máxima:
v máx
γ máx = (15.4)
Cs
0.12
γ máx = = 48 ×10−6
2500.0
⎛ ΔD ⎞
⎜ ⎟ = 2 ⋅ γ máx ⋅ (1 − ν m ) (15.5)
⎝ D ⎠máx
23
TÚNELES
⎛ ΔD ⎞
⎟ = 2 ( 48 × 10 ) (1 − 0.25 ) = 72 ×10
−6 −6
⎜
⎝ D ⎠ máx
Para determinar la deformación unitaria por ovalización:
v máx ⎡ t 1 E (1 − ν L 2 ) R ⎤
ε ov = ⋅ ⎢3 ⋅ (1 − ν m ) ⋅ + ⋅ m ⋅ ⋅ ⎥ (15.6)
Cs ⎣ R 2 E L (1 + ν m ) t ⎦
⎛ ΔD ⎞
ε ov > ⎜ ⎟ → 0.00008673 > 0.000072
⎝ D ⎠ máx
Solución B. Empleando la gráfica
R 3.2
= = 10.67
t 0.3
E m (1 − ν L 2 ) ⎛ 10.7 ⎞ (1 − 0.22 )
F' = ⋅ =⎜ ⎟⋅ = 0.399 ≈ 0.40
E L (1 − ν m 2 ) ⎝ 27.46 ⎠ (1 − 0.252 )
Empleando la gráfica (figura 15.1), se observa que no hay un valor para la curva F’=0.40, pero con la
ecuación de deformación unitaria normalizada se pueden determinar las líneas que corresponden a
las deformaciones por fuerza normal y por momento, respectivamente.
εov t 1 E m (1 − ν L 2 ) R t 1 R
= 3⋅ + ⋅ ⋅ ⋅ = 3 ⋅ + ⋅ F '⋅
v máx R 2 E L (1 − ν m ) t
2
R 2 t (15.7)
⋅ (1 − ν m )
Cs
La línea descendente corresponde a los valores que aporta la fuerza normal (primer sumando de la
ecuación) y la línea ascendente corresponde a los valores que aporta el momento flexionante
(segundo sumando de la ecuación). Se debe hacer notar que el primer sumando siempre será el
mismo para cualquier condición, por otra parte el segundo sumando depende de F’ pero la pendiente
de esta “curva linearizada” es la misma para cualquier caso.
Tomando en cuenta lo anterior, se obtienen dichas líneas, para el primer sumando se determina que
los valores de la relación, R/t, de 0.3 y 300 corresponden a valores de la deformación unitaria
24
SECCIÓN 3.15
normalizada de 10 y 0.01, respectivamente. Para el segundo sumando, valores de, R/t, igual a 0.01 y
50 corresponden a valores de 0.02 y 10, respectivamente, sin olvidar que F’=0.4. Con estas líneas, se
pueden determinar cada uno de los valores de la deformación inducida por la fuerza normal (igual a
2.1) y el momento flexionante (igual a 0.28).
ε ov
= 2.1 + 0.28 = 2.38
v máx
⋅ (1 − ν m )
Cs
F' =0.67
F' =0.15
F' =0.07
F' =0.5
F' =0.3
F' =0.2
F' =0.1
F' =1
10 F' =0.05
9
8
7
6 F' =0.03
5
4 F' =0.02
3 F' =0.015
Límite
2 F' =0.01
1.5
F' =0.007
Deformación unitaria normalizada (ovalización),
1 F' =0.005
0.9
0.8
0.7
0.6
/C )
0.5
m máx s
0.4
ε /((1-ν )v
0.3
ov
0.2
0.15
0.1
0.09
0.08
0.07
0.06
0.05
0.04
0.03
0.02
0.015
4.8 10.67
0.01
0.1 1 10 100
Relación, R/t
25
TÚNELES
Se verifica fácilmente que con esta geometría y con estas propiedades, la sección transversal no
cumple con la condición de deformación transversal debido a que es mayor a 2; además, si se
requiere estimar el valor de la deformación unitaria, εov:
v máx 0.12
ε ov = ( 2.38 ) ⋅ ⋅ (1 − ν m ) = ( 2.38 ) ⋅ ⋅ (1 − 0.25 ) = 0.0000857
Cs 2500.0
Dicho valor es muy aproximado al que se calculó con las fórmulas (0.00008673).
Por lo tanto, se concluye que para estas condiciones, el túnel no cumple con las condiciones
requeridas bajo solicitud sísmica. Además, se demuestra que las gráficas propuestas sirven para
revisar de una manera fácil y rápida si el túnel cumple o no con las condiciones de deformación por
ovalización.
Solución C: Comparando el valor de R/t con sus valores máximos y mínimos permisibles
⎛R⎞ R ⎛R⎞
⎜ ⎟ ≤ ≤⎜ ⎟ (15.8)
⎝ t ⎠ mín t ⎝ t ⎠máx
donde:
⎛R⎞ 2 − 4 − 6 ⋅ F'
⎜ ⎟ = (15.9)
⎝ t ⎠mín F'
⎛R⎞ 2 + 4 − 6 ⋅ F'
⎜ ⎟ = (15.10)
⎝ t ⎠ máx F'
2
0 < F' < (15.11)
3
Entonces, para este ejemplo se verifica fácilmente que F’=0.4 y cumple con la primera condición.
Finalmente, se obtienen los valores máximos y mínimos de la relación R/t, considerando que el valor
es igual a 10.67 para la geometría del túnel de este ejemplo.
26
SECCIÓN 3.15
Se verifica que no cumple con las deformaciones unitarias permisibles por ovalización, ya que no se
encuentra entre el rango de valores mínimo y máximo. Aunque no se obtienen los valores de la
deformación unitaria, es útil debido a que es muy sencillo evaluar si el túnel va cumplir con la
condición de deformación unitaria permisible.
Resumen de resultados:
Se incluyen el resumen de resultados de otros ejemplos, incluyendo el antes desarrollado:
Revestimiento
Concreto Acero
vmáx (m/s) 0.12 0.12 0.12 0.12
amáx (m/s2) 2.21 2.21 2.21 2.21
Cs (m/s) 2500 2500 2500 2500
EL (GPa) 10.70 10.70 10.70 10.70
Em (GPa) 27.46 27.46 205.94 205.94
Datos
27
TÚNELES
F' =0.5
F' =0.3
F' =0.2
F' =0.1
F' =1
10 F' =0.05
9
8
7
6 F' =0.03
5
4 F' =0.02
3 F' =0.015
Límite
2 F' =0.01
1.5
F' =0.007
Deformación unitaria normalizada (ovalización),
1 F' =0.005
0.9
0.8
0.7
0.6
F' =0.0025
/C )
0.5
m máx s
0.4
ε /((1-ν )v
0.3
ov
0.2
0.15
0.1
0.09
0.08
0.07
0.06
0.05
0.04
0.03
0.02
0.015
0.01
0.1 1 10 100
Relación, R/t
28
SECCIÓN 3.15
F' =0.67
F' =0.15
F' =0.07
F' =0.5
F' =0.3
F' =0.2
F' =0.1
F' =1
10 F' =0.05
9
8
7
6 F' =0.03
5
4 F' =0.02
3 F' =0.015
Límite
2 F' =0.01
1.5
F' =0.007
Deformación unitaria normalizada (ovalización),
1 F' =0.005
0.9
0.8
0.7
0.6
/C )
0.5
m máx s
0.4
ε /((1-ν )v
0.3
ov
0.2
0.15
0.1
0.09
0.08
0.07
0.06
0.05
0.04
0.03
0.02
0.015
0.01
0.1 1 10 100
Relación, R/t
Figura 15.3. Ábaco para ayuda de prediseño, para generar curvas con otros valores
de F’ o los valores que aportan tanto la fuerza normal como el momento flexionante
se hace de acuerdo al ejemplo antes descrito.
29
Desde su primera edición en 1969, El Manual de Diseño de Obras Civiles
(MDOC) ha sido una referencia de consulta indispensable tanto para
ingenieros de la CFE como para ingenieros de la práctica. En los años de
1981 y 1993, la Gerencia de Ingeniería Civil (GIC) del Instituto de
Investigaciones Eléctricas realizó sendas actualizaciones del Capítulo de
Diseño por Sismo del MDOC. Ambas versiones han sido empleadas de
manera extensiva por los ingenieros civiles del país y tuvieron una gran
aceptación y reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. Más
aún, ante la falta de normatividad en varios estados del país, el Capítulo de
Diseño por Sismo del MDOC ha servido de referencia en las licitaciones para
el desarrollo de obras de la CFE y en la práctica profesional para el diseño y
construcción de numerosas obras importantes de infraestructura, además, de
ser un libro de referencia en las universidades del país para la formación de
nuevos ingenieros.