La Laguna Huacachina y Su Leyenda

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La laguna Huacachina y su leyenda

La laguna Huacachina y su leyenda


El Per es un pas con muchas leyendas.
Pero hoy solo les voy a contar sobre la leyenda de la laguna de la huacachina .
La laguna Huacachina, est ubicada a slo 5 km al oeste de la ciudad de ICA.
Se presenta como un verdadero oasis natural en medio de las blancas arenas del desierto.
De aguas color verde esmeralda, surgi debido al afloramiento de corrientes subterrneas y alrededor de ella ha
aparecido mucha , palmeras vegetacin , eucaliptos y guarangos, que sirven para el descanso de las aves
migratorias que pasan por esta regin.
Todo esto que realmente es bello, hace que la Huacachina sea un lugar muy visitado por miles de turistas y peruanos
al da.
Pero tiene dos leyendas.
Se dice que cerca a este Lugar viva una princesa inca, muy joven que la conocan todos como Huacca-China (la que
hace llorar).
Era una princesa de verdes pupilas, hermosa cabellera y
Canta de manera que no hay a quien no hace llorar su cancin, porque ella tiene un secreto.
Y es el que su corazn quedo enamorado de un feliz varn.
La princesa busca un rincn donde llorar y al hallarse libre, cava ante el rbol el hueco .
Donde hundir el dulce nombre de su amor.
Cierta vez en el hueco que haba abierto en la arena, ante el algarrobo, lleno de agua tibia
Sumerge su blanca desnudez, sale del bao, se envuelve en la sabana y al verse en el espejo.
Descubre un espa, un cazador, que a la visin de su belleza, prendado de sus encantos, vinose .
Como un stiro, hacia ella.
La princesa huye seguida obstinadamente por el cazador entre las dunas y breas en las cuales iba dejando la
fugitiva trozos desgarrados de su manto, que por momentos dejaba ver su desnudez.
La sabana quedo enredada en un gil brinco de un zorzal y la princesa sigue desolada sin fijarse en nada.
Pero la sabana abierta se hizo arenal.
Hua la princesa con su espejo en alto, quiso dar ella un salto, pero tropez y de su puo falto de fuerzas, se escapo
el espejo. Y ocurri una conmocin, pues el espejo roto se volvi en laguna y la Princesa transformndose en una
sirena que en las noches de luna sale a cantar su antigua cancin.
Los Comatraneros (ciudadanos de la zona) sostienen que existe una corvina encantada, la cual dicen haberla visto,
pero mas que calan las redes nunca llegan a apresarla.
Tambin hay una leyenda de la vieja que toca su cajita para aumentar de ese modo el caudal del agua
Y es la explicacin que da la gente para ese extrao sonido de los cerros cuando lo bate el viento.
Oasis de Huacachina
Oasis de Huacachina.
La laguna Huacachina, es un oasis ubicado a cinco kilmetros al oeste de la ciudad de Ica, en el Per; se presenta
como un verdadero oasis natural en medio de las blancas arenas del desierto. De aguas color verde esmeralda,
surgi debido al afloramiento de corrientes subterrneas y alrededor de ella ha aparecido una abundante vegetacin
compuesta de palmeras, eucaliptos y los tpicos huarangos, que sirven para el descanso de las aves migratorias que
pasan por esta regin. Todo ello contribuye a hacer de Huacachina uno de los lugares ms vistosos y bellos de la
costa peruana.
Esa belleza, el clido clima imperante todo el ao y especialmente el poder curativo atribuido a sus aguas (antao,
ricas en sustancias sulfurosas y salinas) hicieron que Huacachina se convirtiera, alrededor de 1940, en uno de los
ms importantes y exclusivos balnearios peruanos de entonces. Se construyeron casas y hoteles, se levant un
hermoso malecn alrededor de la laguna, con barandas, alamedas y vestidores para baistas. Incluso se asfalt el
camino que une a la laguna con la ciudad de Ica, sembrndolo de ficus, acacias y huarangos. Aunque el paso del
tiempo y el descuido de las autoridades han hecho evidentes estragos, el balneario todava mantiene bastante de la
prestancia de sus mejores pocas. Dos sobrevivientes de esa poca son el hotel Mossone, construido en los aos
1920 y lugar predilecto del presidente Augusto B. Legua y Salcedo y el Hotel Salvatierra, lugar predilecto de artistas
como Srvulo Gutirrez, Hotel en cuyo interior se pueden apreciar las obras que pintara el artista para el local.
Leyenda de Huacachina [editar]
Existe una leyenda acerca del origen de este oasis, una historia de amor que se remonta a tiempos prehispnicos.
Una hermosa doncella, proveniente del cercano pueblo de Tacaraca, llega desconsolada a este lugar, donde slo

haba unos cuantos huarangos, a llorar la muerte de su amado, un valiente general incaico, segn algunas
versiones . Las lgrimas de esta mujer, de ojos verdes y cabello muy negro, fueron formando poco a poco la laguna.
Se dice que en las noches de Luna nueva an se pueden escuchar sus lamentos, los que confunden a los visitantes
desprevenidos.
Es cierto que en la actualidad Huacachina luce algo deteriorada. Las aguas de la laguna han descendido unos
cincuenta centmetros de su nivel original, a la vez que han perdido bastante su verdor. Pero por su cercana a la
ciudad, su fcil acceso y toda la infraestructura con la que cuenta, sigue siendo un punto de paso obligado para los
viajeros y turistas que visitan la ciudad de Ica. Especialmente para los ms jvenes, quienes han descubierto que las
dunas y mdanos que rodean al Oasis de Amrica, como llaman los iqueos a la Huacachina, son un excelente lugar
para la prctica de deportes de aventura como el Sandboard (tabla de arena) y el motocross.
Precisamente, ha sucedido una especie de "Redescubrimiento" de Huacachina, como lugar ideal para realizar todo
tipo de deportes de aventura sobre arena. En la actualidad, ya se han realizado importantes eventos en diversas
disciplinas deportivas de este gnero en dicho lugar. Cabe mencionar que existen unos curiosos sistemas de
transporte para subir por la arena que suelen usar los turistas.
La Laguna Huacachina
Vista panormica de la laguna
Ica es esta llena de leyendas y mitos que tratan de explicar las maravillas culturales y ambientales que cuenta. Una
de estas es conocida como el Oasis de Amrica, refirindose a la laguna de la Huacachina. Laguna que tiene aguas
calmas en medio de un ambiente silencioso, apenas perturbado por las aves y el viento algunas veces fuerte,
caractersticas que se hicieron famosas tras la difusin del mito de la princesa que se sumergi en ella. El paisaje es
an ms espectacular por estar acunado entre enormes dunas de fina arena. El oasis de Hacachina atrae cada fin de
semana a miles de visitantes en procura de disfruta de sus aguas tibias y de color verde.
Ubicacin

Ica est ubicada a 300 Km. de Lima y la laguna de la Huacachina a 5 Km. 10 minutos en auto. La ruta de acceso de
Lima a Ica se va en omnibuses que salen de la estacin cada diez minutos, y tardan en llegar apenas cuatro horas
por la carretera Panamericana Sur. En auto el recorrido puede hacerse en menos tiempo, aprovechando el buen
estado de la carretera. Una camioneta 4x4 permitir afrontar mejor los desafos areneros de la zona.
La zona donde se ubica la laguna es totalmente desrtica. La nica vegetacin existente es la que rodea la laguna,
por esto es denominada el Oasis de Amrica pues es el nico lugar con estas caractersticas exactas.
Descripcin
Fauna de la laguna
La laguna Huacachina es de aguas color verde esmeralda. Algunos estudios han descubierto que surgi debido al
afloramiento de corrientes subterrneas y alrededor de ella ha aparecido una abundante vegetacin compuesta de
palmeras, eucaliptos y los tpicos guarangos, que sirven para el descanso de las aves migratorias que pasan por esta
regin. Todo ello contribuye a hacer de Huacachina uno de los lugares ms vistosos y bellos de la costa peruana.
Es el orgullo principal de la ciudad de Ica, sus altas dunas siempre han desafiado a visitantes y residentes, quienes
han ido estableciendo como actividad tpica del lugar el deslizarse sobre ellas sobre pedazos de madera, tablas de
surf y hasta esqus acuticos. El visitante puede acampar, practicar tabla sobre arena sandboard, alquilar carros
tubulares para dunas, practicar trekking bordeando la laguna y hay gente que se d un chapuzn en sus aguas.
Cuando viajar
Durante el verano sus encantos relucen ms, pero en realidad cualquier poca del ao es buena para conocer la
laguna, descansar en sus amplios complejos hoteleros o recorrer las dunas. La temporada ms concurrida es la de la
cosecha de uva, entre febrero y marzo, cuando se organiza el denominado Festival de la Vendimia.

Atractivos
La Huacachina ha conseguido que ya no sea considerada interesante slo por su mtica laguna, en la cual se pueden
dar relajantes paseos en bote, sino tambin por sus cumbres afiladas y perfectas, de hasta 250 metros de riesgo
vertical. Convertidas hoy en un codiciado destino para pruebas nacionales e internacionales de sandboard, sus
dunas, al igual que las pistas de esqu ms renombradas del mundo, cuentan con nombres propios: La Catedral,
Santiaguillo, Orovilca, Norte Orovilva y Saraja.
Leyendas
Primera
Deporte de aventura en las dunas
Cerca de este lugar viva una joven princesa incaica. Que era conocida por todos como Huacca-China (la que hace
llorar). Era una princesa de verdes pupilas, urea cabellera y que cantaba de una manera extraordinaria hasta el
punto que todo aquel que escuchaba su meloda lloraba, porque ella tena un secreto y es que su corazn quedo
enamorado de un feliz varn.
La princesa buscaba un rincn donde llorar y al hallarse libre, cavaba ante el rbol un hueco donde hundir el dulce
nombre de su amor. Cierta vez en el hueco que haba abierto en la arena, ante el algarrobo, se llen de agua tibia y
sumergi su blanca desnudez. Cuando salio del bao, se envolvi en la sabana y al verse en el espejo, descubri un
espa, un cazador, que al ver su belleza, qued prendado de sus encantos, vinindose como un stiro, hacia ella.
La princesa huy seguida obstinadamente por el cazador entre las dunas y breas en las cuales iba dejando trozos
desgarrados de su manto, que por momentos dejaban ver su desnudez. La sabana qued enredada en un zorzal y la
princesa qued desolada sin fijarse en nada. Entonces la sabana abierta se hizo arenal. Sigui huyendo la princesa
con su espejo en alto, cuando quiso dar un salto tropez y de su puo falto de fuerzas, se escap el espejo. Y ocurri
una conmocin, pues el espejo roto se volvi una laguna y la princesa se transform en una sirena que en las noches
de luna sale a cantar su antigua cancin.
Los Comatraneros (ciudadanos de la zona) sostienen que existe una corvina encantada, la cual dicen haberla visto,
pero mas que calan las redes nunca llegan a apresarla. Tambin hay una leyenda de la vieja que toca su cajita para
aumentar de ese modo el caudal del agua y es la explicacin que da la gente para ese extrao sonido de los cerros
cuando lo bate el viento
Segunda
Fuente: boletindenewyork.com
En Tacaraca, centro indgena de alguna importancia, durante el perodo precolombino viva una usta de verdespardosas pupilas, cabellera negra como el negro azabache que forma piedra escogida de la tierra, o quizs como el
negro profundo del chivillo, el pjaro quebradino de las notas agudas, el tordo de nuestros alfalfares de las cejas de
las sierras, doncella roja de curvas y sensuales contornos gallardos, como las vasijas del Sol en el Coricancha de los
Incas.
All cerca tambin de las alturas de Paria Chica, el pago de las huacas, de los enormes tinajones y las gigantescas
lampas de huarango esculpido, viva Ajall Kria; apuesto mozo de mirada dura y fiera en el combate, como la porra
que se yergue en la mano del guerreo o como la bruida flecha de tendido arco; pero de mirada dulce y suave en la
paz, en el hogar, en el pueblo, como rizada nota de msica antigua; como gorjeo de quena hogarea, percibida a lo
lejos por el fatigado guerrero que tras dilatada ausencia regresa.

La Leyenda de Huacachina
En Tacaraca, centro indgena de alguna importancia, durante el perodo precolombino viva una usta de verdes-pardosas pupilas,
cabellera negra como el negro azabache que forma piedra escogida de la tierra, o quizs como el negro profundo del chivillo, el
pjaro quebradino de las notas agudas, el tordo de nuestros alfalfares de las cejas de las sierras, doncella roja de curvas y sensuales
contornos gallardos, como las vasijas del Sol en el Coricancha de los Incas.
All cerca tambin de las alturas de Paria Chica, el pago de las huacas, de los enormes tinajones y las gigantescas lampas de
huarango esculpido, viva Ajall Kria; apuesto mozo de mirada dura y fiera en el combate, como la porra que se yergue en la
mano del guerreo o como la bruida flecha de tendido arco; pero de mirada dulce y suave en la paz, en el hogar, en el pueblo,

como rizada nota de msica antigua; como gorjeo de quena hogarea, percibida a lo lejos por el fatigado guerrero que tras dilatada
ausencia regresa.
Ajall Kria, enamorse perddamente de las formas blandas, pulidas de la virgen del pueblo y un da en la confusa claridad de una
maana, cuando la usta llevaba en la oquedad de esculpida arcilla, el agua pura, su alma apagada y muda hasta entonces, abri la
jaula y dej cantar a la alondra del corazn:
Mi corazn en tu pecho
cmo permitieras;
aunque penda de un abismo,
muy hondo, muy hondo o estrecho
de modo que t me quieras
como tu corazn mismo.
La de las eternas lgrimas, la princesa Huacachina, llamada as porque desde que los ojos de su alma se abrieron a la vida, no
hicieron sino llorar; no tard en correponder el cario hondo, fervoroso e intenso del feliz varn de los cambiantes ojos de fiereza
o de dulzura, de acero o de miel.
Todas las maanas y todas las tardes, en los crdenos ocasos o con las rosadas auroras, Huacachina, cuyas lgrimas parecan
haberse secado para siempre, entregaba a Ajall Kria, las preferencias de su corazn, las joyas de su ternura, los incendios de su
alma pura y sencilla.
Pero la felicidad que siempre se suea eterna a los ojos egoistas de que goza, vol como el cfiro fugitivo que se escurre entre las
hojas de los rboles o entre las hebras del ramaje.
Orden del Cuzco, dispona que todos los mozos se aprestaran a salir inmeditamente, para combatir sublevacin de lejano pueblo
belicoso. Ajall Kria, con el alma despedazada, despidise de su usta hechicera. Ella jurle amor, fidelidad, cario y l, alegre,
feliz porque comprenda con la fe y la fiebre del que quiere, que ella no lo engaara y entregara su corazn como aquella otra
usta odiosa de la leyenda iquea que enajen su ser por el oro de la joya, la turquesa del adorno y los kilos de la blanca lana
como velln de angora, march con otros de su pueblo en pos de nuevos soles a develar la rebelin, a sofocar el movimiento
sacrlego contra el Dios-Inca.
Ajall Kria, con heridas terribles, abiertas, incicatrizables en el cuerpo de bronce, muere en el combate despus de haber luchado
como un len.
La triste nueva, pronto se comunica a Huacachina, la bella princesa de los ojos hechiceros, quien alocada, desesperada,
exantrpica, al amparo de las sombras que se vienen, huye sin que lo adviertan sus padres entre los cerros y los cuchillos de arena,
hasta caer postrada, abatida, jadeante, sudorosa, con el llanto que desbordndose del manantial inagotable de sus olas, caan en las
arenas que como pauelos de batista, se extendan ms all de la Huega.
Las lgrimas ruedan y siguen rodando muchos minutos; numerosos das; tiempo tal vez incontable para ella, de sus ojos
inyectados por el dolor y cuando el hambre, el dolor, la tristeza, la desventura, rompen el frgil cristal de su alma y la vida huye y
se aleja veloz, esas abundantes lgrimas, absorbidas por las candentes arenas, surgen a flor de tierra en el inmenso hoyo
amurallado por las arenas superpurestas, despus de haberse saturado, con las sustancias de la entraa de la tierra, que las
devuelve por no poder resistir el contagio del inmenso dolor.
En el da, las verdes aguas pardosas se evaporan en pequea cantidad hacia los cielos, como si fueran llamadas por los dioses para
aprender del dolor y se cuenta que todava en las noches, cuando las sombras y el silencio han empujado a la luz, al ruido, sale la
princesa, cubierta con el manto de su cabellera que se plisa u ondea en su cuerpo; con ese manto negro, muy negro, pero menos
obscuro que su alma, para seguir llorando su llanto de ausencia y de pesadumbre, algunas de cuyas gotas todava se descubren en
la maana, en los primeros minutos de la luz, hasta sobre los raros juncos que a veces brotan en la orilla de oquedad; se ven sobre
las innumerables hojas rugosas del touz tendido en sus ocios y se perciben sobre cada uno de los dientes de las hojas peinadas del
viejo algarrobo, que extiende sus ramas levantndose sobre la cama de arena, para pedir a los cielos, piedad y consuelo, destinados
a la princesa de la dicha rota, del ensueo deshecho, del paraso trunco.

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