El Bosque de Karadima

El Bosque de Karadima (Matas Lira, 2015)
La existencia de una pelcula como sta en la cartelera as como su posicin dentro de lo

que podramos llamar una historia o evolucin -como si fuera un ser vivo que necesitara, de
alguna manera, avanzar- del cine chileno, es mayormente positivo. Es una pelcula que no
resulta fcil de ver, debido a la desesperante atmsfera que se logra conjurar, pero al mismo
tiempo es una cinta un tanto pacata en las posibilidades que tiene, y eso seguramente tiene
que ver con los actores que interpretan los papeles, que no estaran dispuestos a ir ms all
de lo moralmente correcto, de acuerdo a sus propias capacidades, aunque esto no es para
desmerecer el tremendo y parejo trabajo en general del reparto, como para aplaudir. Para
ser una cinta sobre atrocidades cometidas, abusos repetidos y escenas que con un par de
momentos logran espantar, sin lugar a duda que la falta de lo explcito amortigua el
impacto, de alguna manera sensibilizando y tranquilizando al espectador: no, s que nunca
mostraran un pene, pero la pelcula juega con esos lmites mostrando la punta de uno,
claramente de plstico.
Precisa y delicada en su fotografa, la cinta se presenta en desorden, en un principio como
una recoleccin de la vida su protagonista, Thomas Leyton. Un joven que se ve interesado
por la carismtica figura del cura Fernando Karadima -interpretado de manera introspectiva
por Luis Gnecco-, lo suficiente como para ser seducido, tanto para formar parte de la
parroquia denominada El Bosque, como para tener la vocacin del sacerdocio, la cual se
ve corrompida definitivamente por su acercamiento al sacerdote, quien le realiza
tocaciones, felaciones y violaciones de todo tipo. Poco a poco, claramente, Leyton empieza
a verse como una cscara vaca, no puede hacer nada por s mismo si no recibe la venia de
Karadima, que controla su juventud, su formacin y, ya mayor, su vida en pareja y cada
decisin de su vida adulta. Podra decirse que estamos ante una relacin de poder de
carcter abrumante, donde a travs del dispositivo de la fe y el carisma, se logra lentamente
entrar en el mundo privado (a travs de confesiones) y as usar la culpa como arma a la hora
de controlar a quienes se encuentran ms dbiles.
Es, sin duda, en la relacin casi arquetpica de Karadima y Leyton donde se encuentra el
fuerte de la cinta, donde los giros y momentos son casi de una pelcula de romance, de
aquellas que tienen varios quiebres y vueltas, venganzas, engaos. Somos testigos ante lo
que quizs sea la relacin de amor ms enferma que se haya representado en la pantalla en
Chile, una que deviene en un control absoluto y al mismo tiempo un descubrimiento: la
sistematizacin misma del abuso. La cinta, narrativamente, se estructura como el recuento
de Leyton desde que entr a El Bosque (lamentablemente, ac la metfora de la
oscuridad del bosque, el misterio, pero a la vez la proteccin que concede, la hace la misma
pelcula, como si el espectador no fuera capaz de entender la relacin por s mismo, dado el
nombre de la cinta, que hace nfasis en el carcter metafrico de la palabra y no de la
realidad), de alguna manera haciendo una antesala a lo que fue la denuncia y la posterior
entrevista en televisin que hizo Leyton con otros afectados por los constantes abusos de
Karadima. Ese arraigo a una realidad y la necesidad de dar un cierre, sorpresivamente
ayuda a la pelcula, que para esa altura pareca una simple repeticin de patrones abusivos
arquetpicos, pero sin catarsis.
Porque en la hora y cuarenta que dura la cinta, esta se preocupa de detallar cada minucia,
cada detalle, sin dejar nada (y a la vez mucho) a la imaginacin, y cuando ya estamos en la
cuarta o quinta ocasin de abuso entre Karadima y Leyton como que ya entendemos. En
cambio, si hubiera algn borde peligroso a esas escenas, un desborde visual, una necesidad
de entregarnos algo ms, algo de lo cual hablar, aunque sea slo con el fin de hacernos
hablar, no habra sido malo. Pero a la hora en que Karadima penetra a Leyton bajo las
coberturas de una cama (de alguna manera alimentando la imagen y la figura del secreto
que no puede ser revelado, pero al mismo tiempo quitando toda posibilidad de impacto
visual), ya hemos visto tanto, ya estamos tan imbuidos en la trama y en esta relacin, que
para algunos podra resultar hasta tierno, pese a lo horrendo del contexto de una escena as,
sobre todo cuando estamos ante un claro abuso sexual.
La cinta anterior del director, Drama (2009), pareca estar muy interesada en los cuerpos en
movimientos, los cuerpos sensuales. Habra sido interesante una continuacin de ese
proyecto en esta narrativa, sobre todo cuando tenemos cuerpos que no son necesariamente
tan suntuosos como los de los actores de teatro posmodernos que pululaban la cinta
primeriza del director chileno, como son el cuerpo anciano de Karadima, el cuerpo de un
sacerdote. Eso es interesante, cmo se mueve un cura, vemos poco, sentimos poco y
quedamos con gusto a poco. Pero pese a eso, todo queda un tanto contrarrestado por la
presencia actoral que logra Luis Gnecco y, de alguna manera, tambin Benjamn Vicua.
Todo acompaado por la voz tranquilizadora e introspectiva de Francisco Melo. Tal vez
estamos ante uno de los elencos mejores formados en mucho tiempo, con una habilidad
uniforme actoral y ninguna actuacin que moleste o suene falsa.
Jaime Grijalba
Comentarista: 8/10
El bosque de Karadima. // Pas: Chile. // Ao: 2015. // Duracin: 100 min. // Direccin:
Matas Lira. // Guin: Elisa Eliah, lvaro Daz. // Fotografa: Miguel Joan Littn. //
Reparto: Luis Gnecco, Benjamn Vicua, Ingrid Isensee, Pedro Campos, Francisco Melo,
Marcial Tagle, Gloria Mnchmeyer.

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