Entrevista a James Gilligan

Vino a Lima como ponente en la conferencia "En el umbral del milenio". Matilde
Caplansky le propuso a Ernesto de la Jara que organizramos en el IDL una reunin
con personas vinculadas al quehacer de las crceles, la administracin de justicia,
la defensa de derechos humanos y la sicoterapia con las vctimas de la violencia.
As fue que iniciamos esta conversacin con el profesor James Gilligan, siquiatra,
director del Center for the Study of Violence Harvard Medical School y tambin del
Servicio de Salud Mental del Sistema Carcelario de Massachusetts. Un hombre que
ha trabajado ms de 25 aos con pacientes convictos de homicidio y otros graves
crmenes.
Asomarse al misterio de la condicin Humana
"Trabajar con criminales es estar en contacto con una tragedia realmente
conmovedora porque uno se asoma al misterio de la condicin humana. Desde el
punto de vista intelectual, resulta un trabajo fascinante porque las prisiones son un
laboratorio privilegiado para el anlisis de las causas, tanto internas como sociales
de la violencia".
Profundicemos un poco en las causas sociales de la violencia.
La violencia es causada por un sentimiento interior de vergenza, de humillacin,
un sentimiento de inferioridad en relacin a alguien que se considera superior. Lo
que sostengo es que mientras ms grande sea la brecha entre ricos y pobres ser
mayor el sentimiento de inferioridad, mayor el sentimiento de humillacin con un
resultado de mayor violencia.
Quiero aclarar que la violencia no es el resultado exclusivo de la pobreza -porque
no la encontramos en la misma intensidad en grupos en los que unos y otros son
igualmente pobres-. La violencia es resultado de la experiencia de la pobreza vivida
en relacin a la riqueza de otros, de una relacin en la que se experimenta la
inferioridad. Si establecemos la relacin entre niveles de desigualdad econmica e
ndices de criminalidad, los dos coinciden, estadsticamente hablando. Los
criminales vienen de los sectores ms pobres de la sociedad y reducir la disparidad
entre ricos y pobres es una de las ms importantes medidas para prevenir la
violencia.
Dentro de las causas de la conducta violenta, qu pesa ms, el factor
social, los impulsos biolgicos o los factores internos, squicos?
La violencia es compleja, est multi determinada y se expresa en una variedad de
conductas: el homicidio, el suicidio, el terrorismo, el secuestro, la pena de muerte,
etc. Las causas son mltiples, evidentemente, pero podemos dividirlas en tres, las
biolgicas, las sicolgicas y las socioeconmicas; pero el peso mayor est en el
factor sicolgico y en el socioeconmico.
El nico factor que tiene un origen biolgico que se puede demostrar y documentar
es el relacionado con las hormonas sexuales, con la testosterona. Se ha probado
estadsticamente a nivel mundial que los varones cometen mayor cantidad de actos
violentos que las mujeres y que son mayoritariamente los hombres jvenes. Pero no
quiero enfatizar este factor, ya que lo encuentro menos importante que las causas
sicolgicas o socioeconmicas.
Hablemos entonces de las causas sicolgicas.
Lo que estimula la conducta violenta es una experiencia personal de rechazo, los
celos, el insulto, las envidias, la ridiculizacin; todas ellas son parte de la misma
familia de emociones. Una persona se vuelve violenta cuando se expone a
experiencias lmite de vergenza y humillacin; es entonces que el s mismo se
disocia. La herida narcisista es tan intensa que destruye la coherencia del s mismo.

Un paciente homicida me relat que nunca se haba sentido tan respetado como
cuando pudo poner el arma en la cara de su vctima. Mientras ms profundamente
daada est la persona ms violenta ser.
Una causa muy frecuente de conducta violenta es la del hombre que se siente
rechazado por una mujer; se trata evidentemente de un hombre que antes de sufrir
el rechazo tiene serias dudas acerca de su propia masculinidad. Si ste es
rechazado sexualmente, se vuelve an ms vulnerable, se siente ms humillado e
inferior. Es entonces que tratar por todos los medios de reafirmar su masculinidad
en una forma tpicamente masculina, mediante la violencia.
Los roles sexuales asignados culturalmente tienen algo que ver en esto?
Hay razones sicolgicas y sociolgicas que explican por qu el hombre es ms
violento que la mujer. Una de ellas es el rol sexual que cumple en una sociedad
patriarcal donde la violencia est incluida dentro de la comprensin de
masculinidad. En latn y en griego, el trmino usado para el hombre corresponde al
trmino coraje, que significa el deseo de ser violento. "Andros" en griego significa
hombre pero tambin coraje; en latn "Viir" (chequear), que significa hombre,
expresa virtud, pero una virtud tambin referida al coraje. En condiciones
patriarcales los hombres sern avergonzados si rehsan ser violentos, sern
tildados de cobardes, de afeminados. A la inversa, sern honrados y recuperarn su
honor siendo violentos, en la guerra un hombre recibir muchas medallas, matando
gente. En el lado opuesto, la mujer no ser femenina si es violenta.
Qu papel juega la discriminacin racial?
En los Estados Unidos la poblacin penal est compuesta en una gran proporcin
por afroamericanos o latinos.
Las personas identificadas como parte de los llamados grupos minoritarios en los
Estados Unidos son tratadas con desdn. No sucede esto con la poblacin educada;
estamos hablando, por ejemplo de los latinos, los que cruzan la frontera desde
Mxico, gente muy pobre, con bajo o ningn nivel educativo, desempleados; ellos
obtendrn trabajos muy insignificantes, socialmente hablando; se sienten entonces
disminuidos y sern tratados como tales, como inferiores y esto genera un gran
problema de autoestima.
Otro factor que incrementa estadsticamente la violencia es el tema del desempleo.
Le relato un caso que he tratado: l es un afroamericano casado con una mujer de
la misma comunidad racial. La mujer tiene un buen trabajo como maestra, buen
ingreso, seguridad social, cran adecuadamente a sus hijos, todo aparece muy
normal. Sorpresivamente l pierde el empleo, es echado de un da para otro. Se
avergenza a tal punto que es incapaz de decrselo a su esposa -porque en una
cultura patriarcal el hombre debe ser el proveedor-. Y se levanta todas las maanas
para ir al trabajo como si realmente lo tuviera y regresa al final de la jornada
durante dos meses hasta que ella se da cuenta que no est ingresando dinero y es
en ese momento que ella le dice: qu clase de hombre eres, qu clase de hombre
hara esto? y el hombre se destruye totalmente, saca un arma, mata a su mujer y
sus dos nios y llega a la prisin y al Instituto para Salud Mental y ah lo encuentro.
Cul es su opinin sobre la pena de muerte?
Yo creo que si quisiramos incrementar la tasa de homicidios, la pena de muerte
sera el camino ms efectivo. Aquellas personas que cometen homicidios estn tan
desesperados que no les importa su propia muerte y, de hecho en muchos casos,
quieren morir. El suicidio entre aquellos que cometen asesinatos es cien veces ms
alto en los Estados Unidos, que los que suceden en la poblacin en general. Cuando
la pena de muerte fue reinstaurada en los Estados Unidos en 1972, luego de varios
aos en que no se aplic, fue por un asesinato cometido en el Estado de Utah. Se

trataba de una persona que quera morir y as se lo plante a su propio abogado. La

pena de muerte no disuade a nadie. Cuando alguien comete un asesinato no est
pensando en trminos de costo-beneficio.
De otro lado, creo que el Estado es una suerte de maestro moral, de ejemplo para
el ciudadano y la gente aprende de su conducta. No creemos en las palabras sino
en los actos, en la conducta, por eso usamos en todas partes el proverbio "una
accin habla ms que mil palabras". Si el Estado brinda como leccin a la gente que
es moralmente, legalmente legtimo matar a alguien como forma de expresar
desaprobacin por su conducta, el pblico saca las consecuencias.
Est comprobado que los Estados que no aplican la pena de muerte tienden a tener
tasas de homicidio menores que aquellos en los que se aplica. Dentro de los
cincuenta Estados que integran la nacin, aquellos en los que se aplica la pena de
muerte tienen el doble de homicidios. Estados Unidos es el nico pas en el que se
aplica la pena de muerte en el concierto de las democracias occidentales del
mundo desarrollado; su tasa de homicidios es diez veces mayor que en cualquiera
de ellas.
Y una ltima cuestin que tiene que ver con el castigo en s mismo, mientras ms
severamente sea castigada una persona ms violenta ser. Lo que yo recomiendo a
los legisladores y jueces en Estados Unidos es que hagan la distincin entre
restriccin y castigo. Si una persona es realmente peligrosa para los dems, comete
homicidio o violacin, tendremos que aislarla para proteger la seguridad pblica.
Pero castigar es infligir dolor y sufrimiento a una persona que no puede escapar de
l, eso es la pena de muerte, tambin la tortura. En mi pas no andamos muy bien
que digamos, se reinstaura la cadena perpetua, se tiende a avergonzar a los
prisioneros varones hacindolos usar ropa interior de color rosa, color asociado
simblicamente a la mujer. Si uno quiere estimular la violencia, no puedo imaginar
una mejor manera de hacerlo. El crimen es violencia ilegal, el castigo es violencia
legal, es as de simple.
Sus puntos de vista son compartidos por personas en el sistema
penitenciario, en el Legislativo, en el sistema de justicia o se trata de una
postura solitaria?
Son compartidos por muchos intelectuales y acadmicos pero lamentablemente no
mucho por los polticos, los votantes y los medios de comunicacin. No es una
postura muy popular la que sostengo. Se trata de nadar contra la corriente. Pero
creo firmemente que si seguimos luchando por lo que creemos que es correcto, con
cifras y argumentos slidos iremos ganando terreno. (Susana Villarn)
Encontrar un puente con la humanidad
A partir de su experiencia usted sostiene que un criminal puede ser recuperado
humanamente, rehabilitado realmente. Legisladores, polticos, autoridades
relacionadas con el sistema penal y penitenciario y gran parte de la opinin pblica
creen y promueven la idea de que existen personas irrecuperables; esta es una de
las razones que esgrimen los que plantean las "bondades" de la pena de muerte.
He trabajado directamente en el sistema penitenciario por ms de 25 aos y no
creo, luego de esa larga experiencia, que hay que rendirse con nadie. Al inicio crea
que en algunos casos no haba esperanza, hoy pienso que eso no es cierto aunque
no soy excesivamente optimista. Creo que se puede trabajar con quien sea.
Le voy a dar un ejemplo extremo que he tratado en el Instituto. Se trata de un
hombre que yo pens que era incurable y frente al que no caba ninguna
esperanza. Es un adulto afroamericano que trabajaba como proxeneta en la ciudad.
l haba asesinado a varias personas, fue detenido por eso y llevado a prisin en
espera del juicio, ah asesin a su compaero de celda. Las autoridades
penitenciarias lo llevaron a una prisin de mxima seguridad en la que segua

esperando juicio y en esas condiciones mat a otro prisionero. Fue entonces que lo
llevaron al hospital mental. No saba qu hacer ya que no quera hablar con nadie,
estaba totalmente paranoico y todos en el hospital estaban atemorizados, se
alejaban de l -lo cual era apropiado ya que l se senta tambin aterrorizado con la
presencia de los dems-. Es as que mantuvimos distancia. Convers con un colega
de la dificultad de este caso, de la imposibilidad de tratarlo por la peligrosidad y el
temor que inspiraba en los dems y la situacin de amenaza que significaba para el
paciente cualquier relacin de intimidad. Cmo tratar sicoteraputicamente a una
persona con la que no se puede siquiera hablar? Pens realmente, ah tengo un
caso incurable. Fue entonces que este hombre descubri a otro prisionero en el
hospital, un joven de 18 aos que padeca un retardo mental severo, un joven que
ni siquiera poda amarrar los cordones de sus zapatos. Y este asesino mltiple
decidi proteger a este joven en el comedor, asegurndose que ningn prisionero
tomara ventaja de l o lo daara. En el momento que vi eso dije: qu maravilla,
djenlo solo, ah est su curacin. Encontr "su" camino para restaurar su
humanidad. Fue luego de eso que pude sentarme a conversar con l. Antes que
nada, l tena que encontrar su puente con la humanidad y lo hall encontrando a
alguien que estaba en peores condiciones que la suya, ms daado de lo que l
mismo estaba. Esto fue hace veinte aos. Hoy, cuando regreso al hospital me
saluda, me sonre, me dice "Hola doctor Gilligan, cmo est, qu tal le va con su
libro". Tiene un trabajo, es respetado dentro de esa comunidad, tiene un lugar. No
creo que est totalmente curado, tampoco recomendara que regrese a la
comunidad porque l sera la primera persona que se atemorizara. l est a salvo
donde est.