Tesis Usac Sindicalismo en Guatemala
Tesis Usac Sindicalismo en Guatemala
Tesis Usac Sindicalismo en Guatemala
GNERO Y SINDICALISMO.
ANLISIS JURDICO Y SOCIAL SOBRE LA PARTICIPACIN DE LA MUJER
EN EL MBITO SINDICAL GUATEMALTECO
GNERO Y SINDICALISMO.
ANLISIS JURDICO Y SOCIAL SOBRE LA PARTICIPACIN DE LA
MUJER EN EL MBITO SINDICAL GUATEMALTECO
TESIS
Presentada a la Honorable Junta Directiva
de la
Facultad de Ciencias Jurdicas y Sociales
de la
Universidad de San Carlos de Guatemala
Por
YESICA MAITEH MUOZ DE CLARK
Previo a conferrsele el grado acadmico de
LICENCIADA EN CIENCIAS JURDICAS Y SOCIALES
Guatemala, agosto de 2005.
DECANO:
VOCAL I:
VOCAL II:
VOCAL III:
VOCAL IV:
Br.
VOCAL V:
Br.
NDICE
Pg.
Introduccin ................................................................................................................. i
CAPTULO I
1.
El sindicalismo ........................................................................................ 1
1.1.
1.2.
1.3.
1.4.
Sindicalismo .................................................................................. 7
1.4.1. Desarrollo ideolgico de la asociacin sindical ........................ 12
1.4.2. Definicin ................................................................................. 19
1.4.3. Desarrollo histrico del sindicalismo desde la
perspectiva de gnero .............................................................. 21
1.4.4. Objetivos del sindicalismo ........................................................ 24
CAPTULO II
2.
Generalidades ............................................................................ 28
2.2.
2.3.
2.4.
2.5.
2.6.
CAPTULO III
3.
Generalidades ............................................................................ 52
3.2.
3.3.
3.4.
3.5.
CAPTULO IV
4.
Generalidades ............................................................................ 71
4.2.
4.3.
4.4.
4.5.
4.6.
4.7.
4.8.
CAPTULO V
5.
5.2.
5.3.
INTRODUCCIN
La definicin y distribucin temprana de roles y espacios y el desigual acceso a
los recursos se han constituido en los principales obstculos que las mujeres enfrentan
en sus opciones y oportunidades de vida. stos han estado en la base del
posicionamiento femenino ante el empleo (entendido en su concepcin amplia de
trabajo productivo); las mujeres han debido renunciar a l o compaginarlo con su tarea
domstica, en un modelo de doble presencia que explica la multiplicidad de funciones
que asume hoy la mujer, y exige un desdoblamiento del tiempo, de la atencin, los
espacios y las energas femeninas para hacer posible el funcionamiento de la casa
como si se dedicara a ella a tiempo completo, lo que resulta en una notoria desigualdad
en el uso del tiempo y en la distribucin de las cargas. Las que trabajan afuera tienen
jornadas mucho ms prolongadas. Levantarse temprano, ir a la cama tarde y
abandonar toda actividad recreativa es el recurso para sostener esta doble presencia.
Por tanto, la desigual distribucin de las cargas y de la disponibilidad de tiempo
refuerza la inequidad de acceso a los recursos.
El mbito laboral es el espacio ms revelador para visualizar la significacin de la
dimensin de gnero en la comprensin de la problemtica de la desigualdad y la
exclusin social; en l confluyen e interactan los aspectos socioculturales, educativos
y econmicos que condicionan y enmarcan las interrelaciones sociales.
La hiptesis planteada fue que el sindicalismo guatemalteco no responde a los
principios democrticos de representacin de gnero en sus rganos directivos, debido
a la cultura machista imperante en nuestra sociedad, al escaso nivel educativo de las
mujeres, y a la lucha por el poder hegemnico que se da en el seno de los sindicatos.
Ello conlleva a que los sindicatos guatemaltecos no posean una verdadera perspectiva
de gnero en sus polticas sociales y econmicas, y carezcan de legitimidad en la toma
de decisiones.
Los supuestos de que parti el estudio fueron, esencialmente: la igualdad de
ii
CAPTULO I
1.
El Sindicalismo
1.1.
Aspectos generales
El tema especfico que se desarrolla en el presente captulo lo constituye
1.2.
Ibd.
Ibd.
Chicas Hernndez, Ral Antonio, Derecho colectivo del trabajo, pg. 38.
Ibd, pgs. 38 y 39.
posteriori, podemos afirmar que, si bien el derecho colectivo del trabajo forma parte del
derecho laboral, conjuntamente con el derecho individual del trabajo, estos dos se
diferencian, esencialmente, por los aspectos siguientes:6
la propia legislacin
1.3.
Derecho sindical
Como ya se anunci, el derecho sindical es parte integrante del derecho
otras,
las
autoridades
administrativas
que
regulan
fiscalizan
el
1.4.
Sindicalismo
1.4.1. Origen y desarrollo histrico del sindicalismo
Las causas que dieron lugar a la asociacin sindical o profesional
en
la
necesidad
de
defensa
de
las
clases
trabajadoras
y,
cabe
mencionar
las
sodalites
collegias;
fueron
Ibd, pg. 78
Olmos, Ob. Cit; pg. 302.
10
11
19
Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Derecho colectivo del trabajo
(Curso de actualizacin), pg. 19
Gonzlez, Ob. Cit; pgs. 27 y ss.
12
13
gran lucidez en el Manifiesto Comunista redactado por Carlos Marx y Federico Engels,
que es considerada la primera formulacin madura del movimiento polticosocial
denominado marxista. Entre de los pargrafos ms importantes de dicho manifiesto
podemos citar:
El proletariado recorre diversas etapas antes de fortificarse y
consolidarse. Pero su lucha contra la burguesa data del instante
mismo de su existencia.
Al principio son obreros aislados; luego los de una fbrica; luego,
los de todas una [sic] rama de trabajo, los que se enfrentan, en una
localidad, con el burgus que personalmente los explota. Sus
ataques no van slo contra el rgimen burgus de produccin, van
tambin contra los propios instrumentos de la produccin; los
obreros, sublevados, destruyen las mercancas ajenas que les
hacen la competencia, destrozan las mquinas, pegan fuego a las
fbricas, pugnan por volver a la situacin ya enterrada del obrero
medieval.
En esta primera etapa, los obreros forman una masa diseminada
por
todo
el
pas
desunida
por
la
concurrencia.
Las
14
15
16
26
27
17
denominar
precapitalismo,
lo
cual
ocasion
Aos
despus
es
proclamado
el
Manifiesto
18
Liberalismo
Marxistas
Social
demcratas
Social
cristianos
Sindicalismo
1.4.3. Definicin
Como bien lo menciona Olmos Osinaga, el sindicalismo es un
fenmeno social del perodo industrial, y en ese mismo sentido Gallar Folch indica que:
El sindicalismo es el movimiento desarrollado en los ltimos ciento
cincuenta aos en el mbito de la produccin industrial,
caracterizado por la tendencia de los trabajadores de agruparse en
asociaciones estables, distribuidos profesionalmente y dirigidos a
defender sus intereses, reivindicar sus derechos y luchar por las
aspiraciones colectivas de los mismos.29
El profesor mexicano Mario De la Cueva explica:
Entendemos por sindicalismo la teora y la prctica del movimiento
28
29
Ibd.
Olmos, Ob. Cit; pg. 298.
19
de
accin,
sus
conquistas,
el
alcance
de
su
20
general de un Estado.32
Por ltimo, el laboralista guatemalteco Chicas Hernndez propone
la siguiente definicin del trmino sindicalismo:
Sindicalismo es la teora y prctica del movimiento de los
trabajadores organizados y legalmente reconocidos, por medio de
los sindicatos, federaciones y confederaciones, y que a travs de la
actividad sindical, tcticas, estrategias y procedimientos, cumplen
con los fines mediatos e inmediatos de dichas asociaciones
profesionales.33
21
una legislacin que regula temas clave como el salario mnimo, la jornada, la proteccin
social (en la enfermedad, en la vejez). Estas regulaciones, concebidas aparentemente
como igualitarias, tienen un planteamiento masculino y liberal, pues se pensaba que las
barreras se eliminaran desde la propia voluntad individual de las personas, una vez se
abriera la puerta de acceso al empleo, al estudio, al voto, a una sexualidad libre.
En este planteamiento liberal, que no tiene en cuenta que el
trabajo
de
las
mujeres
no
es
estrictamente
laboral,
sino
tambin
34
Urrutia Prez, Carmen, La participacin de las mujeres en las organizaciones sindicales, pg. 5.
22
Un salario justo
Los sindicatos buscan que quienes trabajan tengan un salario
adecuado y digno, que les permita cubrir sus necesidades y las
de sus familias en alimentacin, salud, vivienda, educacin,
vestido y recreacin.
35
Ibd, pgs. 5 y 6.
36
24
por
descansos
vacaciones
oportunas,
por
25
Mejoramiento
de
las
reivindicaciones
sociales
econmicas
Para proteger y garantizar el mejoramiento de los sectores
laborales, es necesario crear leyes y luchar para que stas se
cumplan. Por esta razn el sindicalismo constantemente busca
que los Estados promulguen leyes y decretos que garanticen la
continuidad de sus conquistas, y el mejoramiento social y
econmico de las personas trabajadoras. Para que las leyes se
respeten y se cumplan, es necesario que todas las personas
trabajadoras estn unidas y organizadas.
26
27
CAPTULO II
2.
Generalidades
En el presente captulo se abordar lo relativo a la evolucin histrica del
2.2.
Lpez Larrave, Mario, Breve historia del movimiento sindical guatemalteco, pgs. 9 a 25.
Chicas, Ob. Cit; pgs. 180 a 203.
28
29
crisis debe dar muestra de suma flexibilidad, si es que desea sobrevivir a los cismas
sociales. Hasta el mismo liberalismo se reconfigura en el denominado neoliberalismo,
emergiendo con ste el reconocimiento de la existencia de necesidades colectivas de
tipo impostergable y de la nocin de la economa social de mercado.
As, enarbolando la bandera de un nuevo orden social que limite los
excesos del individualismo, o inclusive los destruya, surge el socialismo (con sus
mltiples
versiones:
sindicalismo,
solidarismo,
socialcristianismo,
marxismo,
30
2.3.
Primera poca
La primera poca del sindicalismo guatemalteco comprende de 1920 a
1930, y los catorce aos posteriores de 1930 a 1944, denominados por Lpez Larrave
como un parntesis en el sindicalismo guatemalteco, que fue consecuencia de una
represin encarnizada.
Debe hacerse la salvedad que, durante la dcada comprendida entre la
cada de la dictadura de Manuel Estrada Cabrera (1920) y el advenimiento de la
dictadura de Jorge Ubico (1931), dcada que comprende los gobiernos de Carlos
Herrera (19201921), General Jos Mara Orellana (19211926) y General Lzaro
Chacn (19261930), se fortaleci el movimiento sindical guatemalteco con la
constitucin de numerosos sindicatos y las primeras centrales obreras, con diferentes
lineamientos ideolgicos. Como consecuencia de ello, se plantearon los primeros
conflictos colectivos de carcter econmico y social en Guatemala, ejercindose por
31
los
movimientos
populares
de
profesionales,
universitarios,
maestros,
32
La
composicin
de
sus
organizaciones
sigue
siendo
43
44
33
34
Derecho a la huelga
Artculo
166.
Los
trabajadores
estn
facultados,
individual
Seguridad Social
Artculo 167. Instituciones especiales deben amparar la maternidad y a
los nios desvalidos.
35
2.4.
poca de la revolucin
El perodo denominado poca de la revolucin comprende del 30 de junio
Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Ob. Cit. pg. 26.
36
que
recientemente
haban
experimentado
acciones
por sus
luchas
Ibd.
Ob. Cit; pgs. 26 y 27.
37
38
39
de
los
sindicatos
campesinos
se
establece
la
41
2.5.
poca de la contrarrevolucin
El estudio de este estadio de la historia del sindicalismo guatemalteco
42
en las urnas, y que la nica alternativa inmediata era la lucha militar, con la esperanza
de contar con apoyos dentro del Ejrcito y otros grupos internos. La oposicin haba
demostrado su incapacidad de obtener triunfos electorales, salvo en la capital y algunos
otros lugares. Nunca pas de tener ocho o nueve diputados en el Congreso, compuesto
con alrededor de 60. Tampoco haba podido tener la Iglesia catlica influencia alguna
en los grupos sindicales, a pesar de que constantemente insisti en su doctrina social y
en la justicia de muchas demandas laborales. Para entonces no se haba fundado en
Guatemala ningn partido socialcristiano, ni haba alternativa a la dirigencia comunista
en el movimiento sindical. La histeria o el pnico se apoder de los grupos de derecha,
el ascenso o control comunista se vea a la vuelta de la esquina, y era imposible
esperar ms tiempo.51
En este contexto se produce el movimiento de la contrarrevolucin de
1954; bajo el mando del coronel Carlos Castillo Armas, quien llega a la presidencia
despus de una sucesin de juntas militares posteriores al derrocamiento de Jacobo
Arbenz, apoyado por el gobierno norteamericano de la poca y diferentes sectores
nacionales como la Iglesia catlica y la burguesa latifundista; se deroga la Constitucin
de 1945, y entra en vigencia, posteriormente, la Constitucin de 1956.
Las diversas medidas, de tipo social, adoptadas por los gobiernos de la
revolucin, inquietaron a los sectores poderosos, tanto nacionales como extranjeros,
que tenan intereses econmicos fincados en el pas. La medida ms inquietante fue la
Reforma Agraria. En razn de ello las principales medidas del gobierno de la
contrarrevolucin fueron:
La restitucin al patrimonio del Estado de las fincas nacionales que hubieran sido
otorgadas en usufructo vitalicio o arrendamiento.
51
43
mencin del informe preparado por el Gobierno de Estados Unidos para la Reunin de
Consulta convocada conforme el Tratado Interamericano de Asistencia Recproca que
deba haberse realizado el 7 de julio de 1954 en Ro de Janeiro, Brasil.
Hacia 1953, ya la Confederacin General de Trabajadores de Guatemala
(CGTG) y la Confederacin Nacional Campesina de Guatemala (CNCG)
se haban convertido en factores muy importantes en la poltica: de
conformidad con las disposiciones de la Ley de Reforma Agraria, sus
representantes tenan mayora en los Comits Agrarios Departamentales y
locales.
La importancia del trabajo organizado en la industria, el comercio y la
agricultura, se refleja en el hecho de que el Departamento Administrativo
del Trabajo, del Ministerio de Economa y Trabajo, declar en abril de
1953 que en la CGTG y la CNCG haba 100 mil miembros registrados en
los sindicatos. Comparando esta cifra con un total de 415 mil votos
registrados en las elecciones de 1950, se destaca vivamente un factor
importante en la poltica guatemalteca; esto es, que cualquier partido
poltico puede fcilmente triunfar en el medio ambiente actual, si cuenta
con el apoyo del trabajo organizado.
Las organizaciones del trabajo, por su parte, sostienen que cuentan con
un nmero an mayor de afiliados. En agosto de 1953, la CGTG declar
que contaba con 104 mil miembros, y en 1952 la CNCG afirm tener 215
mil, esto es, un total de 319 mil, o sea tres cuartos del nmero de votos
contados en 1950.52
Con el fin de evitar la creciente e insuperable influencia de los sindicatos
52
44
en la vida poltica nacional, por medio del Decreto 21 del 16 de julio de 1954 de la
Junta de Gobierno, se cancelan las inscripciones de todos los directivos de
confederaciones, federaciones y sindicatos, y se concede un plazo de tres meses para
reorganizarse, so pena de drseles por cancelados. Adems, por medio del Decreto 48
del 10 de agosto, tambin de 1954, se cancela administrativamente a las principales
organizaciones sindicales.
Entre las caractersticas de las organizaciones sindicales de esta poca
podemos mencionar las siguientes:53
Por ser casi la totalidad de los gobiernos que han detentado el poder
desde 1954 expresiones de la derecha ms o menos ultramontana
fuera de las organizaciones descalificadas que le han hecho el juego,
el sindicalismo ha tenido que luchar en condiciones adversas,
generalmente con autoridades administrativas y judiciales cuando no
53
45
comprometidamente
patronales,
por
lo
menos
timoratas
un
perodo
de
gobiernos
militares,
autoritarios,
dictatoriales,
que
se
46
2.6.
poca contempornea
La que hemos denominado poca contempornea, para el presente
estudio, abarca de 1986 a la fecha. Durante dicho perodo han transcurrido ya tres
gobiernos constitucionales y se desarrolla el cuarto de stos.
Como prembulo a esta poca podemos indicar que la dcada de los 80
signific para la mayora de estados de Latinoamrica el retorno a formas democrticas
de gobierno. El Estado guatemalteco no fue ajeno a dicha corriente. As, en 1986
asume un gobierno civil electo de forma libre y democrtica; adems, entra en vigencia
la nueva Constitucin Poltica, la que lleva inmersas nuevas instituciones que vendran
a reforzar el proyecto de democracia: el Tribunal Supremo Electoral, el Procurador de
los Derechos Humanos, y la Corte de Constitucionalidad.
Bajo el amparo de la nueva Constitucin el movimiento sindical
guatemalteco reinicia su organizacin. Durante el gobierno civil del licenciado Marco
Vinicio Cerezo Arvalo, del 14 de enero de 1986 al 14 de enero de 1990, el
sindicalismo volvi a tener auge, se foment una nueva apertura y libertad sindical, y
surgi una dualidad de organizaciones sindicales, al existir sindicatos de la iniciativa
privada y despus de ms de 30 aos, sindicatos del sector pblico; habindose
autorizado en los cuatro aos de gobierno un total de 177 sindicatos, siendo
significativo el hecho de la promulgacin de la Ley Reguladora del Derecho de Huelga
y Sindicalizacin de los Empelados Pblicos, contenida en el Decreto No. 71-86 del
Congreso de la Repblica, con fecha 11 de diciembre de 1986, lo que permiti que
durante dicho gobierno se inscribieran ms de 75 sindicatos de trabajadores al servicio
de los organismos del Estado y entidades autnomas o descentralizadas, as como fue
trascendental el movimiento de huelga del magisterio nacional, en procura de un
aumento salarial, y la emisin de varios acuerdos gubernativos modificando varios
salarios mnimos, que estuvieron vigentes por ms de 10 aos, modificacin en la que
47
55
56
48
Una posicin antisindical histrica del sector privado, muchas veces en complicidad
con estructuras del Estado;
57
58
Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Ob. Cit. pg. 28.
Ibd, pgs. 28 y 29.
49
actividades sindicales;
50
Posibles acciones para neutralizar el movimiento sindical por parte del Gobierno.
51
CAPTULO III
3.
Generalidades
El presente captulo tiene como fin inmediato proporcionar una visin, lo
ms clara posible, sobre el tema del gnero y su evolucin, una definicin aproximada
de ste, cual es la perspectiva sobre la sociedad adecuada dentro de la que se debera
desarrollar la mujer, con el fin de que sta sea sujeto activo del proceso social y no una
ciudadana de segundo grado o, peor an, un objeto de dicho proceso. Adems se
abordar el tema sobre los factores que se considera limitan la participacin equitativa
de gnero en las organizaciones sindicales. Ello desde un contexto general, y sobre
stos se realizar el anlisis respectivo.
As, el abordaje de los temas sealados nos permitir adentrarnos en el
nico sistema poltico, hasta la fecha conocido, que hace viable la participacin
igualitaria de todos los miembros de una sociedad o conglomerado: la democracia.
Tema que ser abordado en captulo posterior.
3.2.
gnero, si bien existe desde hace siglos en otras disciplinas, empez a ser utilizado en
las Ciencias Sociales hace muy poco, en la dcada de los setentas, con una acepcin
especfica.
La autora citada contina indicando que, la diferente participacin de los
59
Navas, Mara Candelaria, Mujeres centroamericanas ante la crisis, la guerra y el proceso de paz, pgs. 1 y 2.
52
tales
estudios
cuestionaron
que
ciertos
trabajos
fueran
considerados propios para una mujer o para un hombre y constataron que no haba
relacin entre las caractersticas fsicas de los sexos y los trabajos por realizar, pues
igual existen hombres dbiles que mujeres fuertes, se tuvo que admitir la arbitrariedad
de la supuestamente natural divisin del trabajo. Las variaciones entre lo considerado
femenino y masculino muestran que, a excepcin de la maternidad, se trata de
construcciones culturales. La necesidad de estudiar esas construcciones trajo consigo
la categora de gnero.
Entonces, el concepto de gnero refiere a la asignacin social y a la
valorizacin diferenciada de responsabilidades y roles a hombres y mujeres, que
condiciona sus opciones, hbitos y desempeos. Ha reservado, prioritariamente para el
hombre, la esfera pblica de la produccin; y para la mujer, la esfera privada de la
reproduccin y el cuidado de los otros. Es una variable socioeconmica y en ella
influyen la clase social, la raza, religin, el entorno econmico, la edad, etctera, por lo
que su aplicacin a la juventud y al trabajo incrementa la capacidad de explicar y poner
53
54
actividades que debemos realizar de acuerdo con nuestro sexo. La primera institucin
socializadora fue la familia cercana. Es desde ah donde se les dice a los nios y las
nias cmo deben vestirse, cmo deben actuar cuando hay visitas, cmo deben
sentarse a la mesa y qu actividades pueden hacer de acuerdo con su sexo.60
As, el proceso de socializacin deviene en varias etapas que abarcan
toda la existencia de los seres humanos en la sociedad:
55
albailera,
61
Ibd, pg. 7.
56
3.3.
Definicin de gnero
Las concepciones que de gnero se tienen en un determinado momento
57
3.4.
Perspectiva de gnero
Como ya se estableci, las funciones derivadas del gnero, a diferencia
58
64
Ibd.
59
3.5.
3,463,397
937, 714
2,525,683
100.00 %
27.07 %
72.93%
60
Cuadro No. 2
Sindicatos, federaciones y confederaciones inscritas en el
Ministerio de Trabajo al ao 199665
Total de inscripciones
No. de afiliados
Mujeres
Hombres
1,210
91,514
8,605
82,900
100.00%
9.41 %
90.59%
Grfico No. 1
Sindicatos, federaciones y confederaciones inscritos en el
Ministerio de Trabajo al ao 1996
100000
91514
82900
80000
60000
40000
8605
20000
0
Total
Hombres
Mujeres
Nmero de afiliados
Fuente: Elaboracin propia, con base en datos del Departamento de Estadstica del Ministerio
de Trabajo y Seguridad Social
Cuadro No. 3
Sindicatos, federaciones y confederaciones inscritos en el
Ministerio de Trabajo al ao 200466
Total de inscripciones
No. de afiliados
Mujeres
Hombres
65
66
1,579
120,507
23,790
96,717
61
100.00%
19.74 %
80.26%
Grfico No. 2
Sindicatos, federaciones y confederaciones inscritos en el
Ministerio de Trabajo al ao 2004
140000
120507
120000
96717
100000
80000
60000
40000
23790
20000
0
Total
Hombres
Mujeres
Nmero de afiliados
Fuente: Elaboracin propia, con base en datos del Departamento de Estadstica del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
62
Grfico No. 2
Comparativo entre la poblacin econmicamente activa y
los trabajadores afiliados a sindicatos, ao 2004
3000000
2525683
2500000
2000000
1500000
937714
1000000
500000
96717
0
PEA
Afiliados
23790
Hombres
Mujeres
2525683
937714
96717
23790
Fuente: Elaboracin propia, con base en datos del Departamento de Estadstica del
Ministerio de Trabajo y Previsin Social.
63
Grfico No. 3
Comparativo de sindicatos, federaciones y confederaciones inscritos en el
Ministerio de Trabajo 19962004
140000
120507
120000
100000
96717
91514
82900
80000
60000
40000
8605
20000
23790
0
Total
Hombres
1996
Mujeres
2004
Fuente: Elaboracin propia, con base en datos del Departamento de Estadstica del
Ministerio de Trabajo y Previsin Social
Grfico No. 4
Comparativo evolutivo de la participacin de la mujer en
las organizaciones sindicales 1996 - 2004
25%
19.74%
20%
15%
10%
9.41%
5%
0%
Participacin de las mujeres
1996
2004
Fuente: Elaboracin propia, con base en datos del Departamento de Estadstica del
Ministerio de Trabajo y Previsin Social
64
65
embargo,
el
reconocimiento
legal
no
corresponda,
ni
corresponde,
al
66
grupos
sociales
tercermundistas,
como
la
sociedad
67
68
69
Todos
estos
aspectos
relativos a la
democracia
70
y a la
CAPTULO IV
4.
Generalidades
La democracia es, esencialmente, un sistema poltico basado en el
Malefakis, Edward, Diccionario de historia y poltica del siglo XX, pg. 205.
71
72
4.2.
El concepto de democracia
Ya en el primer punto hemos vislumbrado algunos aspectos referentes a
Ibd.
Mujer y democracia sindical, pg. 3.
73
Teniendo
como
elemento
caracterstico
de
la
democracia
la
74
75
4.3.
Fernndez Santilln, Jos F., La democracia como forma de gobierno, pg. 23.
Gonzlez, Pilar, Mujer y democracia sindical. Pg. 4.
76
4.4.
colegir que la democracia implica, primariamente, participacin. As, para que dentro de
un sindicato se pueda decir que existe democracia debe existir participacin de sus
afiliados. Dicha participacin puede ser:
(asambleas,
actividades
educativas,
76
77
Ibd, pg. 3.
Ibd, pg. 7.
77
Participacin activista
Una segunda forma de participacin es la activista. En sta, las
personas se involucran un poco ms con el sindicato. Algunos y
algunas lderes activistas se encargan, por ejemplo, de repartir los
volantes en sus centros de trabajo, resuelven problemas sobre
derechos laborales, convocan en sus centros de trabajo a las
asambleas anuales u ordinarias y a reuniones, informan a sus
compaeros y compaeras de las Juntas Directivas lo que sucede
en su centro de trabajo, entre muchas otras tareas.
resultados
que se
presentan
en
el
captulo
permitirn,
78
diversidad de formas de participacin de las mujeres tema que nos ocupa en los
sindicatos.
As, Pilar Gonzlez indica a este respecto que: La participacin de las
mujeres en las democracias sindicales tradicionales tiene ciertas caractersticas, la
mayora dadas a partir de la condicin y posicin de gnero que las mujeres ocupan en
la sociedad.78 Se colige, entonces, que las formas de participacin de las mujeres en
las organizaciones sindicales dependern en gran medida de la cultura de la sociedad
a que dicho sindicato pertenezca, variando de cuando en cuando a razn del Estado al
que pertenezcan. Dichas formas de participacin, en lneas muy generales, pueden ser
las siguientes:79
78
79
79
80
80
Esta
situacin
tambin
se
fundamenta
en
el
81
82
Gonzlez Vsquez, Pilar, Prcticas de participacin poltica y de ejercicio del poder de dirigentas
sindicales: Un acercamiento cualitativo, pg. 70.
Ibd; pg. 71.
81
Responsabilidad
las
mujeres
se
les
ha
educado
para
asumir
mayores
mujeres comienzan a
83
Ibd.
83
4.5.
84
4.6.
85
y que para eliminarla se necesitar del cambio de la mayora de paradigmas que han
regido y rigen en nuestros modelos educativos, tanto en los establecimientos de
educacin, como dentro de la familia, e incluso en el mbito religioso.
El derecho de la mujer de participar democrticamente en las
organizaciones sindicales no es un asunto que pueda seguir siendo postergado. La
democratizacin de los sindicatos es un derecho exigible aqu y ahora; no podemos
aceptar que dicho cambio suceder como un proceso evolutivo de la sociedad, y que
habr que esperar a que las condiciones sean propicias para efectuar los cambios.
Bajo ese entendido, la inminente necesidad de democratizar los
sindicatos, Pilar Gonzlez se pregunta:
Cmo podramos impulsar una efectiva participacin de las mujeres en
un sindicalismo democrtico?
Cambios personales
Existe una condicin que resulta fundamental a nivel personal para
avanzar: voluntad para revisar las actitudes y comenzar a propiciar
cambios. Con esa voluntad es posible: revisar las modificaciones que
se necesitan en nuestra vida personal y en todas las relaciones en
general y revisar los cambios que se necesitan en la organizacin.
Lo anterior deviene de que, finalmente, los miembros del sindicato son
todos sus afiliados y las polticas de ste reflejarn las concepciones
85
86
nos
encontramos
conscientes
de
la
necesidad
de
ms
educacin,
para
que
esto
sea
posible
electorales,
estatutos
orgnicos
otras
87
de
trabajadoras
trabajadores
de
manera
diferenciada.
88
4.7.
diversas perspectivas y formas que tiene cada ser humano de enfrentar y, mejor an,
de solucionar diversas situaciones es lo que hace tan rica a la humanidad. Ese proceso
dialctico de lucha de contrarios, en el entendido de que son la base del progreso y
evolucin de la sociedad, es el que permitir al sindicalismo, entre otros aspectos, una
mayor participacin de los trabajadores, una mayor incidencia de las polticas asumidas
por dichas organizaciones, y mayores oportunidades de poder realizar sus fines.
El impacto de la democratizacin de gnero en el sindicalismo no
solamente se limitar a lo interno del mismo sino retroalimentar a la misma sociedad,
amn de hacerla ms democrtica y educarla para vivir en un rgimen de participacin
igualitaria. As, Pilar Gonzlez considera que el impacto de la democratizacin de
gnero en el sindicalismo implicar:86
86
89
etapas
lleve a cabo.
Concepcin;
Ejecucin de la actividad, y
Evaluacin.
90
91
democrticas
sino,
tambin,
relaciones
personales
92
4.8.
Marco jurdico
Dentro del marco jurdico se incluye lo referente a la normativa, tanto
Sobre los instrumentos internacionales, cabe sealar lo siguiente: las Convenciones, Pactos y Tratados son
documentos de obligatorio cumplimiento, las Convenciones entran en vigor tan pronto cuentan con la ratificacin
de determinado nmero de Estados; los Pactos son obligatorios para los estados que los suscriben. Las
Declaraciones no son documentos de obligatorio cumplimiento pero entraan una responsabilidad moral porque
media la aprobacin de la comunidad internacional. Los Protocolos son los que se van adecuando, actualizando,
reformando, ratificando lo dicho en las Convenciones. Las Conferencias Mundiales no tienen carcter
vinculante, tienen un valor poltico y moral.
93
de asociarse con otras para promover, ejercer y proteger sus intereses legtimos de
orden poltico, econmico, religioso, social, cultural, profesional, sindical o de cualquier
orden.
Declaracin sobre la eliminacin de la discriminacin contra la
mujer:
Artculo 1. La discriminacin contra la mujer, por cuanto niega o
limita su igualdad de derechos con el hombre, es fundamentalmente injusta y
constituye una ofensa a la dignidad humana.
Artculo 2. Debern adoptarse todas las medidas apropiadas a fin
de abolir las leyes, costumbres, reglamentos y prcticas existentes que constituyan una
discriminacin en contra de la mujer, y para asegurar la proteccin jurdica adecuada
de la igualdad de derechos del hombre y la mujer, en particular.
Declaracin sobre el progreso y el desarrollo en lo social
Artculo 20.
a)
libertad
de
asociacin
para
todos
los
de
trabajadores;
la
garanta
de
la
consecuencia,
el
mantenimiento
de
normas
incluso
las contenidas
en
la
presente
2.
96
Las
autoridades
pblicas
debern
abstenerse
de
toda
97
Artculo 11
Todo Miembro de la Organizacin Internacional del Trabajo para el
cual est en vigor el presente Convenio se obliga a adoptar todas las medidas
necesarias y apropiadas para garantizar a los trabajadores y a los empleadores el libre
ejercicio del derecho de sindicacin.
Convenio sobre el derecho de sindicacin y de negociacin
colectiva (98):
Artculo 1.
1. Los trabajadores debern gozar de adecuada proteccin contra
todo acto de discriminacin tendiente a menoscabar la libertad
sindical en relacin con su empleo.
2. Dicha proteccin deber ejercerse especialmente contra todo
acto que tenga por objeto:
a) sujetar el empleo de un trabajador a la condicin de que no se
afilie a un sindicato o a la de dejar de ser miembro de un sindicato;
b) despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier otra forma a
causa de su afiliacin sindical o de su participacin en actividades
sindicales fuera de las horas de trabajo o, con el consentimiento del
empleador, durante las horas de trabajo.
Artculo 2
1. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores debern
gozar de adecuada proteccin contra todo acto de injerencia de
unas respecto de las otras, ya se realice directamente o por medio
de sus agentes o miembros, en su constitucin, funcionamiento o
administracin.
Convenio sobre los representantes de los trabajadores (135):
Artculo 1. Los representantes de los trabajadores en la empresa
98
debern gozar de proteccin eficaz contra todo acto que pueda perjudicarlos, incluido el
despido por razn de su condicin de representantes de los trabajadores, de sus
actividades como tales, de su afiliacin al sindicato, o de su participacin en la actividad
sindical, siempre que dichos representantes acten conforme a las leyes, contratos
colectivos u otros acuerdos comunes en vigor.
99
independientes),
constituida
exclusivamente
para
el
estudio,
101
CAPTULO V
5.
Generalidades
El presente captulo se destina a la exposicin de los datos recopilados
102
5.2.
15
139
131
100.00%
94.24%
5.76%
103
Grfico No. 4
Participacin de la mujer en los comits ejecutivos sindicales
Mujeres
5.76%
Hombres
94.24%
Fuente: Elaboracin propia, con base en datos del Ministerio de Trabajo y Previsin Social.
.
104
105
democracia interna y externa, y, mejor an, de educar y capacitar a sus afiliados para
vivir en democracia. Situaciones o presupuestos que son ajenos al sindicalismo actual.
En razn de lo anterior y con base en los datos que se expondrn en
adelante podemos concluir que:
El sindicalismo guatemalteco no responde a los principios democrticos
de representacin de gnero en sus rganos directivos, debido a la
cultura machista imperante en nuestra sociedad, al escaso nivel educativo
de las mujeres, y a la lucha por el poder hegemnico que se da en el seno
de los sindicatos. Ello conlleva a que los sindicatos guatemaltecos no
posean una verdadera perspectiva de gnero en sus polticas sociales y
econmicas, y carezcan de legitimidad en la toma de decisiones.
Dicha situacin implica, a su vez, que las luchas y reivindicaciones
sindicales solamente llevan inmersas las necesidades que manifiestan los trabajadores
sindicalizados, la mayora de las veces ignoran las necesidades planteadas por las
mujeres, y con ello limitan un mayor beneficio para todos sus afiliados.
106
5.3.
36
12
02
50
72.00%
24.00%
04.00%
100.00%
Grfico No. 5
Cantidad de aos que ha laborado en su actual empleo
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Perodo
De 00 a 05 aos
De 05 a10 aos
De 11 aos o ms
38
12
107
108
Pregunta No. 2
Se encuentra afiliada a algn sindicato en su actual trabajo?
Cuadro No. 6
S:
No:
14
36
28%
72%
Grfico No. 6
Se encuentra afiliada a algn sindicato en su actual trabajo?
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Afiliada
No
14
36
109
110
16.00%
08.00%
04.00%
Grfico No. 7
Por qu participa en su sindicato?
8
7
6
5
4
3
2
1
0
Respuesta
111
112
12
10
24.00%
20.00%
8
6
16.00%
12.00%
Grfico No. 8
Por qu participa en su sindicato?
12
10
8
6
4
2
0
Respuesta
12
10
113
114
Pregunta No. 3
Considera que en la dirigencia sindical se respetan las necesidades e intereses
de las mujeres trabajadoras para la toma de sus decisiones?
Cuadro No. 9
S:
No:
07
43
14.00%
86.00%
Grfico No. 9
Considera que en la dirigencia sindical se toma en cuenta a la mujer para
la toma de decisiones?
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Respuesta
No
43
115
116
Pregunta No. 4
Considera que existe democracia a lo interno de su organizacin sindical?
Cuadro No. 10
S:
No:
12
38
24.00%
76.00%
Grfico No. 10
Considera que existe democracia a lo interno de su organizacin sindical?
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Respuesta
No
12
38
117
118
09
02
01
18.00%
04.00%
02.00%
Grfico No. 11
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
Respuesta
119
120
24
07
48.00%
14.00%
cuenta:
07
14.00%
Grfico No. 12
25
20
15
10
Respuesta
22
121
122
Pregunta No. 5
Considera que existe discriminacin hacia la mujer dentro de su organizacin
sindical?
Cuadro No. 13
S:
No:
42
08
84.00%
16.00%
Grfico No. 13
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Respuesta
No
42
123
124
23 46.00%
12 24.00%
cuenta:
07 14.00%
Grfico No. 14
24
20
16
12
8
4
0
Respuesta
23
12
125
126
04
08.00%
02
04.00%
no su sexo:
02
04.00%
Grfico No. 15
Respuesta
127
su
128
Pregunta No. 6
En cuanto a sus polticas, de qu forma considera que influira una equitativa
participacin de las mujeres en los rganos de direccin del sindicato?
Cuadro No. 16
a. Las reivindicaciones sociales seran de tipo
incluyente y no solamente contemplaran las
necesidades de los hombres:
b. Existira una mejor percepcin de los fenmenos
18
36.00%
13
26.00%
18.00%
5
5
10.00%
10.00%
Grfico No. 16
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
Respuesta
18
13
129
130
CONCLUSIONES
1. El sindicalismo guatemalteco no responde a los principios democrticos de
representacin de gnero en sus rganos directivos, debido a la cultura machista
imperante en nuestra sociedad, al escaso nivel educativo de las mujeres, y a la
lucha por el poder hegemnico que se da en el seno de los sindicatos. Ello conlleva
a que los sindicatos guatemaltecos no posean una verdadera perspectiva de gnero
en sus polticas sociales y econmicas, y carezcan de legitimidad en la toma de
decisiones.
2. Las mujeres guatemaltecas representan un 27% de la poblacin econmicamente
activa, de la cual solamente el 2.54% de la PEA femenina se encuentra
sindicalizada. De por s la participacin de la mujer en el mbito laboral es inferior a
la del hombre a razn de una por cada tres hombres, pero, en materia de
sindicalizacin la mujer representa, dentro de los trabajadores y trabajadoras
sindicalizados, un 19% de los mismos. Este dato no debe resultar tan desalentador,
si tomamos en cuenta que de 1996 al 2004 la cifra se increment de un 9.41% al
19.74% referido. Lo lamentable es que, si bien la participacin de la mujer
trabajadora se ha visto incrementada ostensiblemente (un 10% en los ltimos 8
aos) dicha participacin ha implicado propiamente la afiliacin, no as la ocupacin
de cargos de direccin a lo interno de los sindicatos.
3. En Guatemala, el nivel de participacin de las mujeres sindicalizadas en los rganos
de direccin de sus respectivos sindicatos es precario, apenas alcanza un 5.76%,
mientras que las mujeres afiliadas representan un 19.74% del total de trabajadores
y trabajadoras afiliados a los sindicatos. As, la cantidad de trabajadoras afiliadas no
se ve reflejada en sus rganos de direccin.
4. El desgaste interno de sus dirigentes; la falta de democracia a lo interno de las
organizaciones sindicales; la discriminacin de gnero; la cultura machista; el
131
132
133
RECOMENDACIONES
1. Establecida la escasa participacin de la mujer trabajadora en la conformacin y
direccin de los sindicatos guatemaltecos es necesario, para partir de un marco de
equidad de gnero, establecer mediante una reforma al Cdigo de Trabajo, cuotas
de participacin dentro de los rganos directores de los sindicatos, en el sentido de
que la cantidad de trabajadoras afiliadas se vea reflejada en los rganos directivos.
2. Aparejado a los cambios relativos a las cuotas de participacin de las mujeres
dentro de los sindicatos, es necesario que se analicen diferentes opciones que
tiendan a transformar las relaciones que se dan al interno de los mismos para
propiciar su horizontalidad y, por consiguiente, disminuir su actual carcter vertical.
3. Es necesario que se realicen jornadas de informacin y formacin dirigidas a las
mujeres trabajadoras; ello con el fin de difundir los beneficios del sindicalismo y la
necesidad de estar representadas en los diferentes rganos de direccin de dichas
entidades, evidenciando la necesidad de que los sindicatos se encuentren
equitativamente conformados y representados.
134
ANEXO
MANIFIESTO DE MUJERES SINDICALISTAS
8 DE MARZO DE 2002
Por un sindicalismo de clase no patriarcal
135
sanidad y de la
136
tradicionales
del
sindicalismo
no
son
suficientes.
HEMOS
DE
formacin, contra el
Trabajar para que las mujeres sean conscientes de su realidad y quieran transformar
la sociedad, viendo en el sindicalismo una herramienta til para ello.
Potenciar que en los sindicatos haya un compromiso claro para facilitar la
presencia sindical de las mujeres, adaptando los tiempos sindicales a los de las
mujeres, que son diferentes, a causa de la mayor dedicacin a las tareas de cuidados.
Un compromiso concreto para que en las prximas elecciones sindicales se
potencie que las mujeres ocupen cargos de responsabilidad y de representacin.
Dones Llibertries
137
BIBLIOGRAFA
ALONSO OLEA, Manuel. Introduccin al derecho del trabajo. Madrid, Espaa: Ed.
Revista de Derecho Privado, 1968. 258 pgs.
BARASSI, Ludovico. Tratado del derecho del trabajo. Buenos Aires, Argentina: Ed.
Alfa, 1953. 427 pgs.
BOBBIO, Norberto. Diccionario de poltica. Mxico: Siglo XXI editores, 1982. 784
pgs.
BURGOA O., Ignacio. Diccionario de derecho constitucional. Mxico: Ed. Porra, S.
A., 1998. 423 pgs.
CABANELLAS, Guillermo. Compendio de derecho laboral. Tomo II. Buenos Aires,
Argentina: Bibliogrfica Omeba, 1978. 581 pgs.
CABANELLAS, Guillermo. Introduccin al derecho laboral. Buenos Aires, Argentina: Ed.
Omeba, 1961. 487 pgs.
CABANELLAS, Guillermo. Tratado de derecho laboral. Buenos Aires, Argentina: Ed.
Omeba, 1964. 1621 pgs.
CABANELLAS DE TORRES, Guillermo. Diccionario jurdico elemental. Buenos Aires,
Argentina: Ed. Heliasta, S. R. L., 2000. 422 pgs.
CABANELLAS DE TORRES, Guillermo / Luis AlcalZamora y Castillo. Tratado de
poltica laboral y social. Tomo II. Buenos Aires, Argentina: Ed. Heliasta, 1982.
607 pgs.
Ciencia y Tecnologa para Guatemala. El movimiento sindical en Guatemala, 19751985. Formacin y Capacitacin, Tomo I. Mxico: (s.e.), 1989. 108 pgs.
CONTRERAS LPEZ, Yolanda Mara. El Artculo 4o. de la Constitucin Poltica de
la Repblica de Guatemala, el gnero y su impacto jurdico social en
Guatemala, Tesis de grado. Guatemala: Facultad de Ciencias Jurdicas y
Sociales, Universidad de San Carlos de Guatemala, 2001. 127 pgs.
138
139
140
141
142
143