Giacomo Leopardi - Las Dos Caras Del Infinito
Giacomo Leopardi - Las Dos Caras Del Infinito
Giacomo Leopardi - Las Dos Caras Del Infinito
Con el paso del tiempo y el proliferar de anlisis estilsticos que viviseccionan incansablemente el cuerpo potico de los Cantos leopardianos,
nada ha perdido de su misterioso poder sugestivo esta breve composicin, tan sencilla, tan circunscrita, y, sin embargo, tan inabarcable 2
A cada nueva lectura, el crtico intenta aferrar la belleza de sus versos desvelando el origen del magnetismo que ejerce sobre l: porque
Leopardi, una vez ms, le ha hecho atravesar el infinito, hundirse en la
inmensidad de quince endecasilabos, revivir su dulce naufragio imaginario.
, Cmo se produce el encanto? Las abundantes y sutiles respuestas
1 Esta composicin, escrita probablemente en el invierno de 1819, apareci
en la edicin de V ersi, publicada en Bologna el afio 1826, encabezando la serie de
cinco poesas: A lla luna, La sera del di difesta, 11 sogno y La vita solitaria (la que
inicialmente se una a este grupo con el ttulo Lo spavento .notturno fue excluida
ms tarde por el Autor), a las cuales el poeta atribuy el nombre de Idillii. Aunque tenemos presente la edicin de las Obras hecha por Flora en 1937 (ahora Milano, Mondadori 19738) y la de Mario Fubini de los Cantos (Torino 1964), preferimos
adoptar para mayor facilidad del lector espariol la modernizacin ortogrfica
realizada por la ed. einaudiana a. c. de Musceta y Savoca (Torino, 1968) que sustituye las may^sculas iniciales de verso por min^sculas.
2 Hacemos nuestras las palabras de S. Battaglia: La rilettura dell'/nfinito
ci suggerisce nuovamente una sempre pi ^ intensa emozione. Sembra che il commento esegetico invece di semplificare la comprensione del poemetto, sia venuto
a incrementarlo, a renderlo pi ^ ricco di risonanze. La poesia, quando tale, come un'ombra che la luce rischiara e nello stesso tempo rivela pi^ profonda, quasi
inesauribile. (S. Battaglia, L'ideologia letteraria di G. Leopardi, Napoli 1968, p. 307).
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GIACO M 0 LEOPARDI
M. a DE LAS N. MUIZ
muShz
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GIACO M 0 LE 0 PARDI
(+)
silenzi
()
quiete
interminati
()
sovrumani
(+)
profondissima
(+)
Seg^n este esquema, no slo ha tenido lugar una corkstante operaen sentido vertical, es decir, entre los comcin de neutralizacin (-I-
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La onda expansiva de ese roce sonoro abarca toda la segunda parte del
idilio y se configura como un m^ltiple movimiento pendular que sugiere
alternativamente el silencio y el rumor, el pasado y el presente, la caducidad y lo eterno.
La primera oscilacin retrocede desde el paisaje concreto (queste
piante) hasta el silencio infinito que acaban de crear los versos anteriores (quello infinito silenzio); la segunda, avanza desde el silencio
remoto hasta el rumor presente (questa voce), que ya no se refiere ^nicamente al viento fsico, sino a la totalidad de voces y sonidos producidos en el mundo actual. Por segunda vez el paisaje concreto representa
el punto de partida para que la imaginacin se aleje de la realidad; sin
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GIAC 0 M 0 LE 0 PARDI
quello infinito
silenzio
questa
voce
PRESENTE TEMPORAL
-->
questa voce
ESPACIO
TIEMPO
Desde la inmutable perspectiva de lo eterno, el pndulo seriala rtmicamente los ciclos temporales: el pasado y el presente, la muerte y la
vida; el recorrido se ha invertido: si antes el viento suscitaba y amplificaba la idea de silencio, ahora la eternidad y las pocas en ella sepultadas atraen a s el rumor de la vida presente para hacerlo resonar, junto
a las cosas muertas, como in ^til estruendo, como inaudible sonido que
el eterno silencio de los tiempos no capta. La profondissima quiete com-
M.1
DE LAS N. MLIIZ
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maiz
pleta as su sentido apropindose (de modo implcito) un segundo adjetivo esencial: antica, empleado pov Leopardi en otro idilio de la misma
poca, La vita solitaria:
Tien quelle rive altissima quiete;
ond'io quasi me stesso e il mondo obblio
sedendo immoto; e gi mi par che sciolte
giaccian le membra mie, n spirto o senso
pi^ le commova, e lor quiete antica
co silenzi del loco si confonda. (vv. 33-38).
A travs de seis impulsos pendulares, configurados en una doble oscilacin triangular (viento-silencio-voz, y eternidad-pasado-presente), se
constituye una cadena de analogas y oposiciones progresivamente entrelazadas a partir del primer eslabn, il vento:
viento silencio
La cadena, as, une sus extremos ms opuestos: el presente rumoroso (la presentele viva, e il suon di lei) y el silencio infinito (quello infinito silenzio), para cerrarse en un crculo donde cada elemento es intercambiable:
silencio
V0Z
=/ =
pasado
= /=
presente
He aqu por qu los versos en los cuales est contenida la ms directa alusin a esa antifona de lo infinito que es la ruidosa poca presente, son el prtico para entrar en la plena vivencia de la inmensidad:
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GIACOMo LoPArtbI
E come il vento
vo comparando:
7 Antonio Baldini suscit una interesante polmica acerca del verdadero antecedente de quella, proponiendo, contra la opinin que tradicionalmente lo situa-
14.
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La estructura ternaria que caracteriza toda la segunda parte del poema, se contrapone aparentemente a la divisin bipartita de la primera
(vase numeracin a la derecha del esquema); pero, a travs de la comparacin intermedia (v-v. 9-11), se produce una doble asociacin analgica: a) como movimiento hacia atrs (sovrumani silenzi quello infinito silenzio), y b) como impulso hacia adelante (quello infinito silenzio
questa immensit), produciendo una vibracin que repercute en la
totalidad de los versos (vase parte izquierda del esquema). Este es el
vrtice del tringulo que enlaza los dos puntos extremos de la vivencia
potica: la percepcin real (queseermo colle, questa siepe) y la metafsica (questa immensit, questo mare).
Hay, evidentemente, una progresin lineal hacia la plena depuracin
de la experiencia fsica: desde las sensaciones visuales y auditivas hasta
las mentales y el naufragio del pensamiento en el mar indistinto del no
ser; pero esta linearidad es a su vez contrarrestada por las oscilaciones
pendulares entre finito e infinito que estancan el movimiento hacia adelante en continuos avances y retrocesos. El juego dialctico de ambos
factores es precisamente lo que constituye la unidad de los quince endecasilabos: lo que sugiere la idea de infinitud como eterno retorno y como
sucesin interminable:
finito > infinito > finito > infinito --> finito > infinito
1
L'anima s'immagina quello che non vede, che quell'albero, quella siepe,
quella torre gli nasconde, e va errando in tmo spazio immaginario.
(...)... la moltiplicit delle sensazioni confonde l'anima, gl'impedisce di
vedere i confini di ciascheduna, toglie l'esaurimento subitaneo del piacere, la fa errare d'un piacere in un altro, senza potere approfondare
nessuno, e quindi si rassomiglia in certo modo a un piacere infinito.
(Zib., 171-172, la cursiva es nr.).
Donde se ve claramente la no ingenua eleccin, por parte de Leopardi, de ese verbo naufragar que cierra el poema: dulce es errar, no slo
como vagabundeo sin rumbo, sino como abandono al error; dulce es
perderse en quel divino ondeggiamento d'idee confuse (Zib., 1000) que,
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Clic 0 M LEIDPARDI
161
M. 5 DE LA N. MUltia MUITZ
Desideri infiniti
e visioni altere
crea nel vago pensiere,
per natural virt ^, dotto concento;
onde per mar delizioso, arcano
erra lo spirto umano,
quasi come a diporto
ardito notator per l'oceano:
ma se un discorde accento
fere l'orecchio, in nulla
torna quel paradiso in un momento.
(vv. 34-35)
Una sola nota discordante basta para destruir la armona paradisaca, del mismo modo que el susurro del viento haba hecho posible el
dulce naufragio en las aguas del infinito: el mar ahora se trueca en matorral; idntica es la causa que engendra y destruye la ilusin. En la
misteriosa naturaleza humana, materia y espritu parecen desdoblarse
y confundirse, crearse y anularse reciprocamente:
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akem
LCIPARDI
de tal modo que, para Leopardi, la juventud en el sentido com ^nmente atribuido a esa palabra no existe: hay slo un tiempo de aprestarse a ser joven y un tiempo de envejecer: un momento de dulce espera
y otro de triste hallazgo. Por eso los Cantos estn poblados de situaciones y de seres incumplidos, como Silvia, la muchacha muerta en el
limitare di giovent ^ :
9 Este canto, publicado por primera vez en la edicin Le Monnier de 1845,
muerto ya el poeta, fue compuesto, junto con La ginestra, en 1836. Ambos poemas
concluyen el ciclo de los Cantos.
M. 1 DE
163
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CIACOM 0 ISOPARDI
vv. 3841) 13
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E cosl che allora il nulla delle cose pure mi lasciava forza d'addolorarmi, e quando io lo sentiva maggiormente e ne era pieno, non mi
lasciava il vigore di dolermene. (Zib., 84. La cursiva es nr.).
Tal paradoja engendra ambiguos juegos de palabras:
Anche iI dolore che nasce dalla noia e dal sentimento della vanit
delle cose pi^ tollerabile assai che la stessa noia. (Zib., 72).
L'uomo si disannoia per lo stesso sentimento vivo della noia universale
e necessaria. (Zib., 262).
He aqu el problema: Leopardi atribuye el mismo nombre tanto a
los conceptos (el infinito, la nada) como a los sentimientos que stos engendran (el sentimiento de lo infinito, el sentimiento de la nulidad de
las cosas): la noia y el infinito pertenecen con igual derecho al mbito
de la nada: la primera por vaciamiento, el segundo por plenitud de la
percepcin; pero, a su vez uno puede transformarse en la otra y viceversa: L'uomo si disannoia per lo stesso sentimento vivo della noia.
En suma, Leopardi habla siempre y slo de una cosa: il nulla, el cual,
seg^n los sentimientos que engendre, ser llamado infinito, dolore, noia,
piacere, es decir: caro immaginar o arido vero.
No hay trmino medio para Leopardi: tanto el placer como el dolor,
tanto la imaginacin como la conciencia de la nada, han de realizarse
al mximo de sus posibilidades: han de ser infinitos, o no ser:
(...) desiderio di piacere (...) (non) ha limiti per estensione perch'
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GIACO M 0 LEOPARDI
vv. 1-7)
desierto imaginario se revelan como una misma tierra, desvelada y perpetuamente expuesta a la mirada del poeta.
MARfA DE LAS NIEVES MUIZ MUIZ