Philippe Meirieu

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ALUMNO: MOISES JONNATHAN COVARRUBIAS GUIJARRO

MAESTRO: Gilberto Lpez Bautista

REPORTE DE LECTURAS
En la escuela hoy y carta a un joven profesor

EN LA ESCUELA HOY (Philippe Meirieu)


Primero que nada un principio es aquello que da cuenta de algo, que contiene o
hace comprender sus propiedades esenciales. Un principio es una llamada al
orden.

Obliga

preguntarse

sobre

las

finalidades.

Sin

principios,

la

accin humana se decanta hacia el empirismo. (Experiencia) y se convierte en un


bricolaje sin horizonte.
Una forma muy eficiente de explicar los componentes de la escuela en la
actualidad se puede describir en 14 principios esenciales:
PRINCIPIO 1: La escuela no es slo un servicio, tambin es una institucin.
El servicio pblico implica la preocupacin de representar al colectivo y de no
someterse a los grupos de presin que querran apropirselo. El servicio pblico
est contiguo al estado, que garantiza la calidad de los servicios prestados.
No existe ningn organismo de la competencia y como ciudadanos participamos
en el control de un buen funcionamiento de ese servicio.
Esta es la diferencia entre una empresa privada y un servicio pblico: la calidad de
los servicios de la empresa privada est garantizada por la competencia que
mantiene con otras empresas y la posibilidad que se le ofrece al cliente
de cambiar de proveedor. En el sector privado los servicios son inevitablemente
distintos.
La escuela es un servicio pblico ya que ofrece servicios y debe hacerlo
necesariamente en forma equitativa.
La escuela no puede ser una mquina de ensear y aprender. No se puede
reducir a una lgica de servicio pblico. Nos remite a valores, ms exactamente a
principios. En otras palabras, la calidad de una escuela no puede medirse
solamente segn la satisfaccin de los alumnos, los padres o los docentes
PRINCIPIO 2: En una democracia, los principios fundadores de la escuela slo
pueden encontrarse en las condiciones mismas que posibilitan el ejercicio
democrtico. Desde el momento en que la escuela no es slo un servicio, sino

tambin una institucin, se plantea la cuestin de quin define sus principios. Es


importante la distincin entre modalidades y finalidades. La clase es una
modalidad de organizacin de la institucin escolar.
As, por ms paradjico que parezca, en una democracia los principios fundadores
de la escuela no responden a la eleccin de los ciudadanos, sino ms bien a las
condiciones a priori que hacen posible la democracia. Escoger la democracia no
es permitirse el derecho de elegir cualquier escuela, es escoger la escuela cuyos
principios permitan el advenimiento de la democracia. Kant dice que hay un
imperativo categrico Las consecuencias de un imperativo categrico pueden
declinarse en diversos registros:
Registro antropolgico: la prohibicin del incesto, proscribe replegarse sobre
la familia gentica, en clase impide que un individuo se apropie del docente y que
el docente solo ensee para sus ojitos derechos. La prohibicin de la violencia:
los problemas primero deben hablarse, y se debe hacer todo lo posible para que
los desacuerdos puedan tratarse hablando y no en relaciones de fuerza fsica. La
prohibicin de daar: representa en la Escuela el respeto.
En el plano poltico: el imperativo categrico de la institucin escolar es garantizar
la existencia misma de la polis, de construir el continente en el que los individuos
podrn reconocerse como socios de una aventura en comn. La escuela, en una
democracia, debe ser una escuela que rene.
En el plano didctico: La escuela en una democracia debe permitir a cada
ciudadano comprender el mundo que le rodea y tomar parte en las discusiones
que decidirn su futuro. Esto viene seguido por el acceso a los conocimientos que
son necesarios para comprender los envites de nuestras historias individuales y de
nuestra historia colectiva, para anticipar las consecuencias posibles de nuestros
actos y hacer elecciones razonadas. Este se articula necesariamente con la
formacin de un pensamiento crtico. Por ello la escuela debe ser una escuela que
resiste a todo el poder de las opiniones.

En el plano pedaggico: La escuela de la democracia consigue a la vez


domesticar y emancipar.
PRINCIPIO 3: La institucin escolar no existe, actualmente, a menos que sus
actores encarnen en la cotidianidad los principios que la inspiran. Una vez en el
patio o en clase, los alumnos no abandonan milagrosamente sus comportamientos
sociales: algunos continan actuando como si estuvieran en familia y no ven la
diferencia entre el docente y su madre. Otros quedan bajo la influencia de amigos.
Otros buscan acaparar la atencin del docente.
El uniforme le haca entrar al alumno en un universo nuevo y marcaba la ruptura
con la familia, los amigos y el barrio. Un verdadero medio para que el docente
pueda cumplir con sus funciones. Desde ya hace mucho tiempo obsoleto, la bata
ha seguido estando presente en los espritus: ser alumno era una profesin. La
mayora de los progenitores enseaban a sus hijos los comportamientos exigidos.
No hay que responder a los adultos en general y al docente en particular.
Nunca se debe mostrar al docente que estamos aburridos en clase, etc. As el
alumno llegaba a la escuela siendo ya un alumno. La violencia ya exista pero
estaba contenida en formas escolar y socialmente aceptables: la novatada, el
abucheo, etc. Lo que caracteriza la situacin actual es que estas antiguas reglas
han volado en pedazos sin que se hayan definido ni establecido claramente las
nuevas. Los roles ya no se escriben por adelantado. Los alumnos se han quitado
definitivamente la bata.
PRINCIPIO 4: La misin fundadora de la escuela es transmitir a las nuevas
generaciones los medios para asegurar, a la vez, su futuro y el futuro del mundo.
El nio llega al mundo infinitamente desprovisto y slo puede crecer si se le
introduce en el mundo. La integracin a la sociedad es, ms o menos, siempre
una empresa de domesticacin. Hay horarios que hay que respetar, hbitos que
hay que adquirir, una lengua que hay que hablar, etc.
A partir del siglo XV los progenitores pasaron a interesarse por sus hijos ms de
cerca. El nio pasa a ser objeto de inters. Y con ello, la transmisin de lo que es

necesario para sobrevivir, integrarse, tener xito en el mundo. En este sentido, la


escuela es, en primer lugar la institucin que hace del futuro su principio. Y que,
para preparar el futuro, se otorga la misin de transmitir el pasado. Y por la
voluntad de proyectarse en el futuro para dar sentido al pasado.
Es una creacin de los hombres para dar cuerpo a la continuidad del mundo.
As mismo, la escuela debe inventar una institucin que haga escapar la
continuidad del mundo de las veleidades individuales, que la encerraran en el
tratamiento individual de la educacin.
PRINCIPIO 5: La especificidad de la transmisin escolar es la que se efecta de
forma obligatoria, progresiva y exhaustiva. Los nios, bien podran prescindir de la
escuela y adquirir los conocimientos a travs de bibliotecas, museos, etc. en forma
individual. Pero debemos tener en cuenta la desigualdad de la curiosidad
intelectual, que a su vez est repartida de forma desigual en el campo social.
Adems es muy ingenuo pensar que porque alguien quiera saber, tambin quiera
aprender.
La primera caracterstica de la escuela como lugar de transmisin es que los
aprendizajes son obligatorios, en la que las cosas estn organizadas para que uno
no pueda aparselas sin aprender. Pero no es suficiente que los aprendizajes
sean obligatorios, es preciso que puedan franquearlos. En la vida cotidiana los
obstculos no se presentan necesariamente por orden de complejidad creciente.
Por ello la escuela se ha constituido como un lugar de transmisin en el que los
aprendizajes son programados y garantizan la accesibilidad a esos saberes.
Descartes y Condorcet han descubierto que la progresin que parte del elemento
ms simple para elevarse, no siempre es el mejor medio para acceder a los
saberes. A veces hay que enfrentarse a problemas complejos movilizadores para
regresar en forma retroactiva hacia lo elemental. Que el sujeto est obligado a
aprender y no pueda hacer que otro le resuelva sus problemas ni conseguir
respuestas hechas.

PRINCIPIO 6: La historia de la escuela y de la pedagoga da testimonio de la


ambicin de los hombres de no excluir a nadie en el proceso de transmisin. De
entrada, el proyecto de la escuela, parece un proyecto irrealista y la lucha contra el
fracaso escolar, un combate perdido de antemano. A menos que rebajemos
nuestras ambiciones y las adaptemos a limitaciones objetivas, con la que nos
encontramos: a algunos les podremos exigir que estudien historia, fsica, etc. Y a
otros simplemente que sepan leer.
Pero paradjicamente, estos retrocesos siempre son cdigos al vuelo por unos
individuos ms o menos excntricos a los que llamamos pedagogos. El verdadero
realismo conduce a no desesperarse jams, con nadie, a no excluir a nadie de la
educacin. A aquellos que pretenden condenar a algunos individuos al fracaso
escolar o a limitarlos a los objetivos mnimos, el pedagogo no deja de preguntarles
con qu derecho? Nada permite afirmar jams que lo hemos intentado todo y
que ya no podemos probar nada ms.
PRINCIPIO 7: Puesto que est dirigida por un objetivo de universalidad, la escuela
se define no como un espacio privado sino como un espacio pblico. La escuela
es una institucin abierta a todos los nios, se preocupa por no descartar a
ninguno de ellos. Por ello, porque pertenece a todos, no pertenece a nadie. No
puedo decidir, en un instante, ir en contra de las reglas de la sociedad a la que
pertenezco, no puedo escoger desobedecer la ley comn. La ley comn es lo que
hace sociedad, permite a las comunidades vivir juntas en el mismo tiempo y en el
mismo espacio sin precipitarse unas sobre otras.
Claro que toda sociedad requiere un acto de adhesin a valores trascendentes de
los individuos y de los grupos que la componen. Pero, en una sociedad
democrtica, estos valores son precisamente los valores comunes. Y son esos
valores comunes los que sirven de base al espacio pblico. La sociedad no existe
espontneamente: debe ser construida. Ningn espacio se impone como espacio
pblico simplemente porque se ponga a disposicin del pblico.
La escuela no puede contentarse con dejar que unos u otros hagan la Ley. Debe
construir las reglas de funcionamiento especficas. Y esta forma de funcionar es

constitutiva de su identidad. Esta forma de funcionar permite la formacin del


ciudadano en un estado democrtico. Cuando los nios aprenden a producir
espacio pblico en la escuela podrn, despus, trabajar conjuntamente en la
definicin y puesta en marcha del bien comn.
PRINCIPIO 8: La escuela no es compatible con la bsqueda de ninguna
homogeneidad, ya sea ideolgica, sociolgica, psicolgica o intelectual. Hay otra
manera de decir lo que significa la escuela: la clase no es una comunidad. Su
funcin es la de juntar, alrededor de objetos culturales comunes, a personas que
deben existir en otro lugar y de otra manera.
Cuanto ms diferimos, es ms lo que aprendemos juntos. Si al contrario somos un
grupo homogneo los objetos de los que nos apoderamos siempre sern
sospechosos de ser nuestra propiedad exclusiva. La poca de la adhesin ciega a
la norma ha pasado, para peor pero tambin para mejor. Porque el deseo de
homogeneidad arruina la escuela. Cuando es ideolgica la homogeneidad hace de
la escuela un lugar de encierro, incluso de reclutamiento: el alumno no puede
encontrar all otro pensamiento que el suyo, est sujeto a la ideologa dominante.
Cuando es sociolgica, la homogeneidad hace de la escuela un gueto (barrio de
alguna ciudad): el alumno vive all como proscrito, ve sus perspectivas limitadas
por la fatalidad de la reproduccin social. Cuando es psicolgica, la homogeneidad
hace de la escuela un capullo mullido (envoltura de paja): el alumno est all
encerrado, al abrigo de todo descubrimiento que pudiera abrirle otros horizontes.
Finalmente cuando es intelectual la homogeneidad hace de la escuela un lugar
pobre, sin interacciones posibles. Slo aprendemos bien si somos semejantes.
PRINCIPIO 9: Para hacer existir un espacio pblico destinado a la transmisin de
conocimientos, la escuela debe suspender la violencia y la seduccin para
establecer la exigencia de rigor, precisin y verdad en el corazn de su
funcionamiento. La escuela es precisamente una institucin en la que la verdad es
la ley, y no las relaciones de fuerza. No una verdad dogmtica que se impone por
la sola palabra del docente, sino una exigencia de una verdad que lleva consigo, a
la vez, confianza y crtica.

Una exigencia compartida de tal manera que cada uno docente y alumno
contribuye a facilitar el acceso a ella. No es la verdad, dirige hacia ella o, ms
exactamente, permiten que los alumnos la alcancen. Si intenta imponer esta
verdad a la fuerza, su verdadera autoridad se derrumba. Se expone a que su
palabra sea una ms entre otras. Y puesto que es mediador, su propia relacin
con el saber es importante.
La escuela no es el nico lugar del mundo en donde se busca verdad. Pero sigue
siendo a pesar de tos, un lugar especfico, donde la transmisin de conocimientos
es, consubstancial y conjuntamente, la transmisin de la exigencia de rigor, de
precisin y de verdad.
PRINCIPIO 10: La escuela debe eliminar las exigencias de la produccin y
considerar que es ms importante comprender que aprobar. La escuela no
produce nada. Forma. Permite a los individuos adquirir conocimientos,
competencias y capacidades, el gusto del saber, el sentido del anlisis y el espritu
crtico. En la escuela la accin de aprender es la que permite adquirir las
competencias.
Aqu el rol del docente es esencial: en cierto modo debe impedir que el alumno
pueda aprobar sin comprender. Aceptar situar su satisfaccin en comprender y no
en aprobar. As no insistiremos nunca lo suficiente en la distincin principal
constitutiva de la institucin escolar, entre la tarea y el objetivo: un docente no
puede dar clase sin enunciar claramente las instrucciones que hacen referencia a
las tareas que hay que realizar. Pero no puede hacer escuela sin designar y
evaluar los objetivos de aprendizaje que los alumnos deben alcanzar.
PRINCIPIO 11: Puesto que comprender es ms importante que aprobar, la
escuela es un lugar en el que uno debe poder equivocarse sin riesgos. Por esto el
error no es un fracaso. Es una ocasin irremplazable de reflexin: hay que
equivocarse mucho en la escuela, reflexionar mucho sobre las causas de los
errores, para aprender a no equivocarse cuando ya no se est en la escuela.
Cuando el maestro pide a los mejores dibujantes, o cuando el profesor de ed.

fsica forma un equipo de baloncesto para participar en un torneo, implcitamente,


en estas situaciones, se pide a los alumnos que ante todo den prueba de eficacia.
Al docente le corresponde entonces resolver la contradiccin: debe decir
claramente si es la lgica de la produccin lo que debe regir (lo que puede ser
excepcionalmente legtimo cuando el objetivo sea valorar habilidades existentes) o
la lgica de la formacin, hay que rehabilitar los balbuceos, aceptar que se pierda
tiempo, autorizar el error. Aceptemos pues que

el error es siempre,

simultneamente, una falta de atencin y una disfuncin cognitiva.


Y obtengamos de ello las necesarias consecuencias pedaggicas: el tratamiento
del error por parte del docente remite a un enderezamiento cognitivo y moral a la
vez. Enderezamiento: no es que el docente endereza al alumno, es una parada
sobre la imagen, en la que nos damos tiempo para comprender lo que sucede y en
el que cada uno puede encontrar en el trabajo colectivo que se hace algo para
alimentar su determinacin individual.
PRINCIPIO 12: La escuela debe ser su propio recurso. Frente al error el docente
es pues, con toda naturalidad, el primer recurso. Es responsabilidad del docente
permitir a los alumnos considerar sus errores como ocasiones de progresar por s
mismos. Es preciso que el tratamiento del error no acabe en una subordinacin
total respecto a la sola palabra del docente, sino que debe favorecer el
descubrimiento de recursos mltiples.
Puede suceder que el docente establezca a la escuela como recurso o bien que
entregue a sus alumnos al recurso del mercado. Si no se propone el recurso y se
garantiza su calidad en la escuela, entonces el sistema de produccin, el sector
privado y los medios de comunicacin se aduearn, de las dificultades de los
alumnos para corromper las finalidades de la escolarizacin y descarriar el
proyecto de la escuela.
Le corresponde a la escuela tratar de ayudar a los alumnos a detectar sus errores,
analizarlos, a encontrar los medios para ponerles remedios y a transferir las
experiencias de ese proceso para no volver a equivocarse. Localizacin, anlisis,

remedio, transferencia: cuatro etapas que hay que identificar para ponerlas a
trabajar cotidianamente.
Como es imposible trabajar, de forma detallada, sobre los bloqueos de todo tipo
con toda una clase, deben existir en el centro pequeos grupos de ayuda
individualizada, de apoyo que permitan prolongar el trabajo con los alumnos. Todo
esto es hacer de la escuela su propio recurso.
PRINCIPIO 13: Laica, la escuela contribuye a liberar a quienes la frecuentan de
todas las formas de dominio sobre las mentes. La laicidad es en primer lugar
combatiente, y en muchos aspectos, constituye una nueva forma de religiosidad:
intenta sustituir una trascendencia por otra, ms trascendente y ms universal
precisamente. En pocas tranquilas, cuando el peligro religioso no es patente, la
laicidad pierde su aspecto combativo y se convierte en una ideologa de la
tolerancia se toleran las creencias que son tolerantes.
Laicidad de combate y laicidad de tolerancia tiene pues la misma caracterstica:
son ideologas de circunstancias. En este sentido no pueden servir de principio
estable a la institucin escolar. Quiere decir esto que el concepto de laicidad ha
perdido toda pertinencia? En absoluto, si lo definimos como el aprendizaje de la
resistencia a todas las formas de dominio. As concebida, la laicidad sigue siendo
fundadora del proyecto escolar: proyecto de transmisin de saberes en un espacio
pblico del que nadie se puede apropiar para su beneficio.
Proyecto que debe permitirnos a todos convertirnos en ciudadanos de un estado
democrtico y expresarnos como tal. Finalmente, ms all de todo tipo de grupos,
existe una poderosa influencia por parte de los medios de comunicacin. Y no
medimos hasta qu punto es un ataque muy grave al principio de laicidad. Queda
al fin, y quedar siempre, la influencia de la que es ms difcil deshacerse: la
influencia del propio emancipador.
PRINCIPIO 14: La institucin escolar debe conjugar integracin, emancipacin y
promocin de la humanidad en la persona. El docente es aquel que ata y que
desata: ata al nio al mundo y, en particular, a la sociedad que le acoge. Pero

desata tambin al nio de su servidumbre a este mundo y a esta sociedad. Lo


integra permitindole dominar los cdigos, los lenguajes, los envites. Pero al
mismo tiempo lo emancipa hacindole pensar sobre el mecanismo de esta
integracin. Introduce al nio en un mundo preparndolo todo para permitir la
asimilacin de los saberes.
Pero lo libera tambin de este mundo permitindole que se apropie de lo que
aprende, que lo transfiera por su propia iniciativa a otras tareas y a otros lugares y
que analice sus propios procesos. Y cada vez se trata de articular, en un
movimiento creador de humanidad, lo ntimo y lo universal, la historia singular de
cada uno y los tesoros de nuestra cultura. Queda espacio para una pedagoga que
articule los tres movimientos por los que la humanidad se elabora: unir, desunir y
reunir. Y, por decirlo todo, es urgente inventar esta pedagoga.

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