Jorge Ninapayta. Muñequita Linda

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Los cuentos magistrales de Jorge Ninapayta



Por Pal Llaque

El prximo 23 de septiembre, Jorge Ninapayta de la Rosa (Nasca, 1957-Lima,
2014) habra cumplido 57 aos. El pasado 8 de junio, el cncer que padeca inmoviliz
para siempre los proyectos narrativos en los que se hallaba inmerso: cuentos y ms
cuentos de variable extensin, una ambiciosa novela. Felizmente un libro que se hallaba
en revisin final se salv: El arte verdadero, coleccin de relatos que hay que decirlo
de entrada supera su narrativa publicada en vida (los cuentos de Muequita linda y la
novela corta La bella y la fiesta). Dada la riqueza literaria de los libros de Ninapayta, en
esta breve nota abordar los cuentos de su primer libro.

Un vendaval de reconocimientos

Muequita linda se public en Lima, en el ao 2000, con el sello Jaime
Campodnico. El volumen es breve: 162 pginas en formato bolsillo. En el prlogo,
Carlos Eduardo Zavaleta apuntaba: Ese desdoblarse y mirarse a s mismo como otro es
resultado del juego de la memoria y del espejo, que va de punta a cabo en el libro. Ser
porque los temas son breves, domsticos y fugaces? En todo caso, lo que vale y queda es
el instrumento, la palabra, la frase, el prrafo, el estilo, la voz del narrador [] (p. 10).
La aparicin de Muequita linda gener un entusiasmo inhabitual: los crticos
coincidieron en que el autor era narrador prodigioso; Ricardo Gonzlez Vigil consider
el libro como el mejor del ao; dos cuentos (o Muequita linda o Garca Mrquez y
yo) se republicaron en cuanta antologa del cuento peruano se edit; en la antologa El
cuento peruano 1990-2000 (Ediciones Cop), del mencionado Gonzlez Vigil, se
incluyeron no uno sino los dos cuentos citados de Ninapayta; la consagracin
internacional lleg cuando Seymour Menton situ a Muequita linda como relato
paradigmtico de la narrativa del continente en su afamada antologa El cuento
hispanoamericano (Mxico: FCE, 2003) y coloc a Ninapayta al lado de los grandes
cuentistas de Amrica Latina: Borges, Rulfo, Garca Mrquez, Cortzar, Onetti.
Si algn lector preguntara por qu, pese al vendaval de reconocimientos al primer
libro de Ninapayta, no conoce a este escritor, le respondera que generalmente mantenerse
en la cresta de la ola es una cuestin de marketing y no de mritos, y que a Ninapayta lo
inquietaban otras metas. Quera lograr textos magistrales, seguro de que estos solo se
alcanzaban, como conjeturaba Borges sobre los primeros poemas de Yeats, [] al cabo
de veinte aos, tras muchas correcciones [] han necesitado toda la vida del autor para
llegar a la forma perfecta (Adolfo Bioy Casares. Borges. Barcelona: Destino, 2006; pp.
33-34).

Un libro antolgico

En estricto, Muequita linda es una antologa. Cinco de los diez cuentos ganaron
concursos nacionales e internacionales (como el Cuento de las Mil Palabras 1994 de la
revista Caretas, o el Premio Internacional Juan Rulfo 1998). Muequita linda es tambin
una antologa porque constituy la punta del iceberg de la produccin real del autor, para
quien era muy sencillo mandar al tacho decenas de cuentos que, segn sus exigentes
patrones estticos, no daban la talla para ser difundidos. Y el libro fue, finalmente, una
antologa por su hechura polifnica: en el volumen contienden estilos diferentes,
personajes diversos, espacios y tiempos dismiles, puntos de vista de ndole variada. Pero
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en ese libro antolgico que es Muequita linda, hay dos aspectos que unimisman los diez
cuentos: primero, son relatos magistrales, extraordinariamente bien contados, y segundo,
trasmiten percepciones e intuiciones sobre la condicin humana como solo la gran
literatura puede hacerlo.

Polifona tragicmica de la condicin humana

Un tema tan antiguo y clsico como la civilizacin recorre los relatos de
Ninapayta: la realidad y la ficcin. En los diez cuentos, los personajes sobrellevan sus
vidas con una vida alternativa, a la que a veces confunden con la real. En Muequita
linda, Mueca es una mueca de plstico, pero es tambin la bella doncella que devolvi
el entusiasmo a cuatro ancianos solitarios, cuyo placer procur de forma disciplinada
hasta su muerte. Incluso los vecinos, que estn al tanto de la situacin, guardan respeto
por el sepelio que los viejos realizan en un atad real y hacia un cementerio real.
En Garca Mrquez y yo, el hroe es un afortunado corrector de estilo que
trabaj el manuscrito de Cien aos de soledad. Fue el mximo placer que le caus su
oficio: pudo deleitarse con cada frase, prrafo, pasaje, escena de la novela y solo agreg,
literalmente, una coma, pues el manuscrito era impecable hasta en la ortotipografa.
Estamos ante un personaje ilustrado, que habla de sinonimia, de estilo, de vocativos
oracionales, y tambin es un tipo lcido y de sentido comn, pero, como todo hijo de
vecino, cree en supersticiones, como el augurio de una gitana: que l hara algo muy
importante para la Historia. Hacia el final del cuento, nos enteramos de que el envejecido
corrector vive solitario una ntima ficcin: se siente orgulloso muy orgulloso por
esa novela que hace mucho, en un tiempo ya lejano, escribimos Garca Mrquez y yo
(p. 67).
En cuatro relatos (El Paraso, Desencuentros, Cancin, Por las noches),
es el pasado evocado, reciente o remoto, el que, desde el presente, se convierte en ficcin.
Los personajes de Ninapayta, sean jvenes, adultos o ancianos, estn siempre recordando
y contrastando el ayer y lo inmediato; muchas veces cotejan el pasado vivido con el
pasado que pudieron vivir, o confrontan su situacin actual con el presente que les hubiera
gustado experimentar. En Cancin, la realidad real ofrece al protagonista una nueva
oportunidad de acercarse a la mujer que ha amado desde joven, pero cuando est a punto
de reanudar la relacin, huye recordando que en el poema escrito por los dos, hace ms
de once aos, contaminacin no rimaba con cancin, de ninguna manera (p. 85).
En otros relatos, la ficcin termina imponindose y resquebrajando lo real. En
Las cartas, un profesor universitario que no puede vivir su propia historia de amor
redacta las misivas de un enamorado amante ya finado, a una profesora que es feliz con
cada nueva epstola. En El len de piedra, el exdirigente de izquierda termina
creyndose la historia de que un regalo que abomina es, en realidad, un objeto muy
preciado. En Mi hermano Alberto, de 1987, el primer cuento que Ninapayta public,
uno de los primeros relatos que tiene como trasfondo los eventos luctuosos de Sendero
Luminoso en un pueblo indeterminado pero con caractersticas rurales, el personaje de
doce aos y su madre buscan a un familiar desaparecido. De pronto, entre la masa de
cadveres que los camiones descargan para que los familiares los reconozcan y sepulten,
el narrador y la madre ven emerger al hermano e hijo, lo siguen varios tramos hasta que
comprenden que ya nada importa, que Alberto estaba y no estaba, que era un fantasma y
no lo era, pues ambos lo ven y no lo ven. Finalmente, Regreso a casa, el cuento con
que se cierra Muequita linda, es una nueva versin del descenso a los infiernos; el
personaje tambin encuentra a alguien y lo persigue, para descubrir que en esa nebulosa
de muerte, vida y agona, el perseguido no es otro que el perseguidor.
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Magistralmente literarios

Ninapayta es un narrador de primera lnea no solo porque toca las grandes
dicotomas existenciales (realidad/ficcin, amor/desamor, presente/pasado), sino porque,
al hacerlo, echa mano de sabios recursos literarios. Solo despus de un tercio de la
narracin, gracias al dato escondido, los lectores comprendemos que Mueca es una
mueca, que nosotros no estamos leyendo mal, que ni los ancianos ni los habitantes de
Barrio Bajo estn locos y tampoco nosotros. Que una historia tragicmica y srdida es al
mismo tiempo tierna. Que esos personajes de ah no podemos ser nosotros y, sin embargo,
pese a nuestro temor, de alguna forma somos.
Solo al final de Garca Mrquez y yo descubrimos que el corrector de estilo es
un cmico sutil, y remos, acaso a carcajada batiente, por la humorada, pero
inmediatamente despus nuestro semblante se arruga, entristece y enternece. La gente es
as, qu diablos; cuntas veces no hemos sido ese corrector?
No solo recursos hoy clsicos como los raccontos, o procedimientos inevitables
como los episodios y dilogos estratgicamente trazados contribuyen a esa esplndida
amalgama literaria que son los relatos de Jorge Ninapayta, uno de los grandes cuentistas
peruanos aparecidos durante lo que va del siglo. Tambin aporta una dosificacin
dialctica en el manejo de la informacin. Otros elementos decisivos son la voz del
narrador, su sintaxis, su aprovechamiento de la oralidad limea y peruana. Cuando en
Cancin el narrador protagonista asiste al cumpleaos de su amada Luca, en un
ambiente pequeoburgus que hiere su sensibilidad, de pronto se encuentra rodeado de la
familia y sus amigos, que lo miran sonrientes y maravillados; Luca les ha contado que
nuestro hroe es poeta. Una de las tas solo atina a decirle: O sea que t debes sufrir
mucho durante los atardeceres, no? (p. 84).

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