Cuadro Sinoptico - La Oracion en Nuestras Vidas
Cuadro Sinoptico - La Oracion en Nuestras Vidas
Cuadro Sinoptico - La Oracion en Nuestras Vidas
La oracin es la elevacin del alma hacia Dios o la peticin a Dios de bienes convenientes. Pero es, sobre todo, la relacin viviente y personal con Dios vivo y verdadero. Dios llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso con l. La oracin acompaa a toda la historia de la salvacin como una llamada recproca entre Dios y el hombre. 1.- Hecha con frecuencia en la soledad, en lo secreto, la oracin de Jess entraa una adhesin amoroso a la voluntad del Padre hasta la cruz y una absoluta confianza en ser escuchada. 2.- En su enseanza, Jess instruye a sus discpulos para que oren con un corazn purificado, una fe viva y perseveran-te, una audacia filial. Les insta a la vigilancia y les invita a presentar sus peticiones a Dios en su Nombre. 3.- El mismo escucha las plegarias que se le dirigen. Ora por nosotros como sacerdote nuestro; ora en nosotros como cabeza nuestra; a l se dirige nuestra oracin como a Dios nuestro. La oracin cristiana es trinitaria. Est dirigida principalmente al Padre, pero igualmente se dirige a Jess, en especial por la invocacin de su santo Nombre. Pero nadie puede decir: "Jess es Seor", sino por influjo del Espritu Santo (1 Co 12, 3). La Iglesia nos invita a invocar al Espritu Santo como Maestro interior de la oracin cristiana. Asimismo, en virtud de su cooperacin singular con la accin del Espritu Santo, la Iglesia ora tambin en comunin con la Virgen Mara para ensalzar con ella las maravillas que Dios ha realizado en ella y para confiarle suplicas y alabanzas. Mara es la orante perfecta, figura de la Iglesia: La oracin de la Iglesia est sostenida por la oracin de Mara. La bendicin es la respuesta del hombre a los dones de Dios: porque Dios bendice, el corazn del hombre puede bendecir a su vez a Aquel que es la fuente de toda bendicin y la adoracin es la actitud del hombre que se reconoce criatura ante su Creador. La peticin de perdn es el primer movimiento de oracin de peticin. La peticin cristiana est centrada en el deseo y en la bsqueda del reino que viene. Por tanto, la oracin de peticin tiene por objeto el perdn, la bsqueda del Reino y cualquier necesidad verdadera propia y ajena. La oracin de intercesin consiste en una peticin en favor de otro. No conoce fronteras y se extiende hasta los enemigos. La accin de gracias caracteriza la oracin de la Iglesia. Todo acontecimiento y toda necesidad pueden convertirse en ofrenda de accin de gracias.
La alabanza es la forma de orar que reconoce que Dios es Dios. La oracin de alabanza, totalmente desinteresada, se dirige a Dios; canta para l y le da gloria no slo por lo que ha hecho sino porque l es.
b) Servidores de la oracin.
La familia cristiana es el primer mbito para la educacin en la oracin. Para los nios pequeos, la oracin diaria familiar es el primer testimonio de la memoria viva de la Iglesia. Los ministros ordenados son tambin responsables de la formacin en la oraci6n de sus hermanos y hermanas en Cristo. Muchos religiosos han consagrado y consagran toda su vida a la oracin. La catequesis de nios, jvenes y adultos est orientada a que la Palabra de Dios se medite en la oracin personal. La catequesis es tambin el momento en que se puede purificar y educar la piedad popular.
Grupos de oracin, es decir, escuelas de oracin, son hoy uno de los signos y uno de los acicates de la renovacin de la oracin en la Iglesia. La salvaguardia de la comunin es seal de la verdadera oracin en la Iglesia. El alma que quiere avanzar en la perfeccin debe mirar en cuyas manos se pone, porque cual fuere el maestro tal ser el discpulo, y cual el padre, tal el hijo. Si no hay experiencia de lo que es puro y verdadero espritu. No atinara a encaminar el alma en l, cuando Dios se lo da.
La Iglesia peregrina se asocia con la de los santos. Las diferentes espiritualidades cristianas participan en la tradicin viva de la oracin. La familia cristiana es el primer lugar de educacin para la oracin. Los ministros ordenados, la vida consagrada, la catequesis, los grupos de oracin, la "direccin espiritual aseguran en la Iglesia una anda para la oracin. Los lugares ms favorables para la oracin son el oratorio personal o familiar, los monasterios, los santuarios de peregrinacin.
La vida de oracin.
La oracin es la vida del corazn nuevo. Es necesario acordarse de Dios ms a menudo que de respirar. La Tradicin de la Iglesia propone a los fieles unos ritmos de oracin destinados a alimentar la oracin continua. El domingo, centrado en la Eucarista, se santifica principalmente por medio de la oracin. El Seor conduce a cada persona por los caminos que El dispone y de la manera que l quiere. Cada fiel responde segn la determinacin de su corazn y las expresiones personales de su oracin. La tradicin cristiana tiene en comn el recogimiento del corazn.
b) La meditacin.
La meditacin es, sobre todo, una bsqueda. Habitualmente se hace con la ayuda de algn libro, que a los cristianos no les falte: Las Sagradas Escrituras, especialmente el Evangelio, las imgenes sagradas. Meditar lo que se lee conduce a apropirselo confrontndolo consigo mismo. Segn sean la humildad y la fe. Se descubren los movimientos que agitan el corazn y se les puede discernir.
Los mtodos de meditacin son tan diversos como diversos son los maestros espirituales. La meditacin hace intervenir al pensamiento, la imaginacin, la emocin y el deseo. Esta forma de reflexin orante es de gran valor, pero la oracin cristiana debe ir ms lejos: hacia el conocimiento del amor del Seor Jess, a la unin con l.
c) La oracin contemplativa.
Qu es esta oracin? Santa Teresa responde: No es otra cosa oracin mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama. La contemplacin busca al amado de mi alma. La eleccin del tiempo y de la duracin de la oracin de contemplacin depende de una voluntad decidida, reveladora de los secretos del corazn. No se puede meditar en todo momento, pero s se puede entrar siempre en contemplacin. El corazn es el lugar de la bsqueda y del encuentro, en la pobreza y en la f. La entrada en la contemplacin es anloga a la de la Liturgia Eucarstica. La contemplacin es la oracin del hijo de Dios, del pecador perdonado que consiente en acoger el amor con el que es amado y que quiere responder a l amando ms todava. El Padre nos concede que seamos vigorosamente fortalecidos por la accin de su Espritu en el hombre interior, que Cristo habite por la fe en nuestros corazones y que quedemos arraigados y cimentados en el amor. La contemplacin es mirada de f, fijada en Jess. Su mirada purifica el corazn. La contemplacin dirige tambin su mirada a los misterios de la vida de Cristo. Aprende as el conocimiento interno del Seor para ms amarle y seguirle.