Nadie Va de Putas

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RAFAEL LPEZ INSAUSTII DAVID BARINGO

Ficha tcnica:
Textos: Rafael Lpez Insausti y David Baringo Ezquerra, 2006
Cartografa: Marta Moreno
Diseo de portada: Isidro Ferrer
Diseo y maquetacin: www.linza.net
Fotografas: Joaqun Ruiz
Imprime: San Francisco, Artes Grficas
I.S.B.N.: 84-609-9732-4
Depsito Legal: Z -699/2006
A L@S QUE SABEN
QUE EL AMOR ES POSIBLE
ndice
ndice
Pgina
Un tab al descubierto:
Sexo (de pago) en la ciudad................................................................... 9
Captulo 1
l no va de putas.
Por qu el hombre contina acudiendo a la prostitucin? .................. 17
Captulo 2
Las prostitutas hablan: vctimas o profesionales del sexo .................... 79
Captulo 3
El mercado del sexo en una ciudad media espaola:
Zaragoza. Tipos, servicios y precios
3.1. Los burdeles .................................................................................... 122
3.2. Los apartamentos y la prostitucin a domicilio .............................. 131
3.3. La calle ............................................................................................ 141
3.4. Unos 4.000 clientes diarios ............................................................. 144
3.5. Las grandes cifras:
un mercado que mueve 193 millones de euros .............................. 148
ANEXO: Mapas ............................................................................................................. .
161
Captulo 4
Los servicios sociales: Slo conocemos la punta
del iceberg.............................................................................................. 169
Captulo 5
Qu hacer con la prostitucin? hay alternativa a la
estrategia del avestruz? ........ ....... .............. ............ ...... ........................... 187
I
CONCLUSiONES ................................................................................... 235
ANEXO: Fotos ............................................................................................................... .
239
Eplogo
La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo
a comportarse como una puta ............................................................... 247
7
Un tab al descubierto: Sexo (de pago) en la ciudad
Sexo, sexo, isexo!, tema humano y atemporal donde los haya. Una mezcla
fascinante de instinto y construccin cultural. Todos los seres humanos tenemos
nuestra pequea o grande biografa sexual, nuestra experiencia en un asunto vital
de primera magnitud en el que se entremezclan tabes y mitos, secretos Tile-
"'"'",.,,,.--
dos, deseos y frustraciones, placeres y castraciones.
La prostitucin utiliza como materia prima el sexo, pero es mucho ms. Es
un error confundir el amplio campo de la sexualidad con el ms reducido del sexo.
Tampoco ste con el mbito todava ms pequeo de la genitalidad. La prostitu-
cin no es slo el acto sexual en s, es un mundo complejo y lleno de matices,
como se ver descrito en las pginas de este libro. Adems, el ejercicio de la pros-
titucin nunca ha resultadll> indiferente al conjunto de la sociedad. La propia
Si mane de Beauvoir
l
, la gran filsofa francesa, destac la forma como el estigma
___ __ ,,_,,_,, ____ ,._' ______ ' ____ '''' n_ 0 __
controlar simblicamente lasexalddfemenina: En una
sociedad patriarcal, donde domina la ideologa masculina, la puta, la mujer que
hace sexo por dinero, se convierte en el smbolo de la hl'mbrapecadora. Es la
rlegaCTndela mujer virtuosa, esposa y madre de familia, mongama que nica-
mente mantiene relaciones sexuales con su marido. La puta representa as el anti-
modelo femenino. La mujer promiscua, polindrica, que mantiene relaciones con
ms de un hombre, que no liga sexo con afecto corre el riesgo de recibir la etique-
ta de mala mujer. William Blake relacion directamente la prostitucin con la ins-
titucin del matrimonio de cariz religioso. La prostitucin como una especie de
trastienda del matrimonio mongamo tradicional, donde el esposo podria liberar
pagando su libido desbocado, las fantasas que nunca se atrevera a practicar con
la madre de sus hijos: "Las crceles se construyen con piedras de Ley; los prost-
bulos con ladrillos de religin"2.
La visita a un club de alterne en el ao 2006 nos permite hacer una peque-
a etnografa de la sociedad contempornea. Caen algunos tpicos y prejuicios
9
10
Nadie "va de putas"
con respecto a este tipo de locales mientras que se reafirman otros. La iluminacin
suele ser inesperadamente potente. Nada de luz roja y tenue. Al entrar, con fre-
cuencia, se pueden reconocer con claridad los rostros de los presentes. La atms-
fera y la escenografa es sorprendentemente similar a la de un disco-bar conven-
cional como los que se encuentran en cualquier barrio de la urbe. Casi han desapa-
recido los locales desvencijados y de esttica cutre. Msica, humo de cigarrillos,
alcohol y gente charlando. Slo en algunos de ellos, de vez en cuando, hay un
espectculo en el que una mujer baila total o parcialmente desnuda. No suele haber
zona de baile, por lo que las distracciones se reducen a mirar, hablar y tocar.
Hay hombres solos, pero lo ms frecuente es que estn en grupo. Se trata
de un detalle que llama poderosamente la atencin. Lo ms habitual es que los
hombres acudan en parejas, tros o en grupos mayores. A veces hablando con las
chicas, en otras, con frecuencia, conversando entre ellos sin compaa femenina.
Queda claro que muchos no slo vienen aqu a comprar sexo. Hay hombres muy
jvenes, en el lmite de la mayora de edad. Son ms habituales sin embargo los
maduros, aunque tambin se ven con frecuencia personas mayores. Unos vesti-
dos de traje, de domingo, mientras que otros con chndal y deportivas. Lo que I,!
parece evidente es que para la mayora se trata de un acto social, grupal, mascu- ii
lino, de machos. El puti-club como un lugar reservado para hombres. Un coto de 1
caza privado para el imaginario masculino.
Las trabajadoras del sexo suelen ser mujeres jvenes, de hecho la mayora
no superan los treinta aos. Extranjeras casi todas, predominan las provenientes
de pases del Caribe, Amrica del Sur y del Este de Europa. En algunos locales
tambin hay mujeres subsaharianas, Nigeria y Guinea Ecuatorial sobre todo.
Desde hace unos pocos aos es difcil encontrar a espaolas en estos clubes. Hay
un mayor o menor nmero de meretrices dependiendo del tipo de local y de la
hora. En la ciudad hay pequeos clubes con tan slo tres mujeres ejerciendo la
prostitucin mientras que en los ms grandes, situados en las afueras y verdade-
ros supermercados del sexo, superan las ochenta. Ellas se visten, disfrazan, para
trabajar. Cada una segn su estilo o estrategia comercial. Unas semidesnudas
resaltando alguno de sus atributos fsicos, otras algo ms tapadas. Suele ser
comn a todas la ropa ajustada, los escotes pronunciados y los tacones altos.
Sentadas estratgicamente para poder observar en todo momento quin entra y
sale del local, hacen horas charlando entre ellas y utilizando casi compulsivamen-
te el telfono mvil, a la espera de la llegada de algn cliente.
Un tab al descubierto: Sexo (de pago) en la ciudad
El ambiente, el paisanaje, suele cambiar a lo largo de la. noche. La mayora
de los locales tienen horarios amplios, es muy frecuente el de seis de la tarde hasta
las seis de la maana. Aunque tambin los hay especializados en trabajar en das
laborales Y por las maanas. En todo caso la hora punta de estos clubes suele ser
los viernes y los sbados, las vsperas de los festivos, entre la una y las cinco de la
maana. Los das laborales por las tardes es frecuente ver hombres mayores, algu- /
nos de ellos jubilados. En muchos casos acuden en solitario. Como nos explic un
informante, la persona que va sola a un es el verdadero "pata negra" de la
prostitucin ... es quien acude habitualmente, con una cierta rutina y que sabe a lo
que va ... Conforme transcurre la noche el pblico se diversifica. Vienen jvenes y
no tan jvenes provenientes de pueblos de todo el Valle del Ebro que acaban en un
club tras haber dado una vuelta por el centro. Acuden los comerciales, viajantes,
profesionales y empresarios despus de haber cenado a cuenta de la empresa y
que continan aqu la reunin. Despedidas de soltero y grupos de jvenes antes o
despus de haber estado por una de las zonas de marcha.
Algunas aclaraciones previas
El libro que el lector tiene en sus manos trata sobre relaciones humanas. En
concreto sobre la prostitucin en una ciudad espaola de tamao medio,
Zaragoza. Este texto, sin embargo, no ha sido escrito desde una ptica localista.
El caso de la capital aragonesa se parece al de buena parte de otras zonas urba-
nas del pas. Con un nivel de renta similar a la media espaola, Zaragoza lleva
aos siendo un lugar donde los gabinetes de estudios de mercado hacen los tests
de los nuevos productos de consumo. Estudiar Zaragoza, una ciudad que no des-
taca en las estadsticas ni por arriba ni por abajo, nos puede ayudar a compren-
der mejor el fenmeno en su conjunto. Por ello, muchos de los anlisis y las refle-
xiones vertidas en estas pginas pensamos que son extrapolables a buena parte
del pas. Es el caso de temas como el cliente de la prostitucin, la construccin
de la masculinidad y la feminidad, las condiciones en las que desarrollan su acti-
vidad las prostitutas o las dudas que surgen cuando nos planteamos qu se
podra hacer para mejorar las condiciones de vida de estas mujeres.
Por qu estudiar este tema? En principio los autores partamos del reto de
tratar de dilucidar una aparente paradoja, a pesar de que en la actualidad es ms
11
12
Nadie "va de putas"
sencillo que nunca el relacionarse hombres y mujeres de forma libre, incluso tener
sexo gratis sin demasiado compromiso, la demanda del sexo de peaje no para de
crecer. Cada vez ms hombres parecen sentir la necesidad de pagar por mante-
ner relaciones sexuales con una mujer. De forma paralela desde el punto de vista
de la demanda percibamos que la prostitucin era una actividad que en Espaa
estaba viviendo un nuevo repunte. Los precios de los servicios han bajado y la
inmigracin ha supuesto la entrada en el sector de miles de mujeres jvenes en
estos ltimos aos. Se abren nuevos establecimientos continuamente, y se renue-
van otros que llevaban tiempo languideciendo.
Despus descubrimos que el tema de la prostitucin no es slo un proble-
ma de oferta y demanda de mercado. En parte lo es, pero no solamente. En torno
a la prostitucin aparecen otros muchos temas relacionados, tambin apasionan-
tes, como las carencias afectivas, la construccin de la masculinidad en el mundo
latino, el auge del consumismo y de la sociedad de servicios que tambin tiene
consecuencias sobre las expectativas que muchas personas se forman en torno
a su vida amatoria, el fracaso de la formacin en materia afectiva y sexual entre la
poblacin joven o el nuevo fenmeno de las migraciones internacionales protago-
nizadas por mujeres en solitario.
Estas pginas pretenden tambin llamar la atencin con respecto al deba-
te que se est produciendo a escala casi mundial en torno al tratamiento social,
legal y laboral que debe tener la prostitucin. El debate actual, descrito y analiza-
do con detenimiento en el captulo quinto del presente libro, se puede resumir en
la oposicin de dos modelos: el abolicionista sueco y el planteamiento de corte
laboral holands. Estas dos estrategias de tratar el mismo tema han supuesto una
fractura dentro del movimiento feminista y de los propios partidos polticos espa-
oles. No hay consenso en la materia. Mientras tanto en Espaa la tolerancia
pblica en torno a la prostitucin es alta, persiguindose principalmente la ejerci-
da por menores de edad y las redes organizadas de trfico. La poltica en materia
de prostitucin es hoy prcticamente sinnima a Ley de Extranjera. Es significa-
tiVO el hecho que dentro de la propia Polica Nacional este tema haya sido trans-
ferido en los ltimos aos de la Brigada Judicial a la de Extranjera y
Documentacin. De hecho, la gran mayora de las redadas realizadas acaban con
el inicio de los trmites de expulsin de alguna de las mujeres que no tiene todos
sus papeles de residencia en regla.
Un tab al descubierto: Sexo (de pago) en la ciudad
Con este libro los autores pretendemos tambin realizar una pequea apor-
tacin al debate, as como invitar a la sociedad para que se plantee abierta y
democrticamente el asunto. A hacer visible una realidad que lleva mucho tiempo
conviviendo con nosotros. Planteada la cuestin y una vez resaltados los princi-f
pales argumentos esgrimidos por los diferentes grupos polticos y de expertos, los
autores tambin queremos hacer nuestra pequea contribucin realizando pro-
puestas que ayuden a mejorar la situacin de las mujeres que ejercen la prostitu-
cin en este pas. Sabemos que es un debate lleno de matices y donde no hay
soluciones fciles ni rpidas. De todas formas la estrategia de la avestruz, que es
por la que optamos en nuestra sociedad, es cnica e injusta.
Por ello los autores hemos querido investigar y reflexionar sobre este tema
polidrico, con mil caras y matices. En definitiva, tratar de conocer sobre este
tema sus verdades y sus mentiras. Realidades y mitos. Sus grandezas y miserias.
Somos conscientes que tratar de abordar con cierta objetividad y rigor cualquier
tema relacionado con la sexualidad es ya de por s una tarea complicada. Por el
mero hecho de haber nacido hombres y haber sido educados y socializados en
valores de la masculinidad los autores ya nos encontramos seriamente mediatiza-
dos a la hora de tratar el tema. Nuestra perspectiva poltica inicial es progresista
y pro-feminista, siendo conscientes, no obstante, de los mltiples prejuicios e
ideas preconcebidas que nosotros, como parte de la sociedad que pretendemos
analizar, tenemos sobre este tema. No somos extraterrestres.
Enfocando un poco mejor el tema
Dentro de la amplitud del denominado mercado del sexo hemos decidido
estudiar nicamente la prostitucin heterosexual y, en concreto, aquella donde la
mujer es quien ejerce la prostitucin y el hombre quien paga por el acto (cliente,
putero o prostituidor, como se le quiera denominar). Es simplemente una forma de
acotar el tema y faciltar el trabajo de investigacin que a priori ya es muy comple-
jo. A su vez, slo se tratarn de forma parcial y no sistemtica mbitos relaciona-
dos ms o menos directamente con la prostitucin: los espectculos en vivo, inter-
net, los intercambios de pareja, los telfonos erticos o la pornografa. La investi-
gacin se reducir, pues, a la prostitucin femenina que se realiza en Zaragoza
bien en clubes de alterne, hoteles, apart'amentos, a domicilio o en la calle.
Existen decenas, quizs cientos, de definiciones sobre la prostitucin. Aqu utili-
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Nadie "va de putas"
zaremos la que nos parece ms sinttica, clara y con mayor fuerza explicativa. Es
de la antroploga Regina de Paula Medeiros que entiende por prostitucin la acti-
vidad sexual (cuyo fin es el placer y no la procreacin) a cambio de un valor mone-
tario (dinero y no amor) y con desapego afectivo (clientela, en principio indiscrimi-
nada)3.
14
Es complicado estudiar el tema de la prostitucin. Es peliagudo y laborioso
obtener informaciones fiables sobre estos temas. Para empezar no existen datos
ni estadsticas oficiales. Las cifras nunca pueden ser fiables al 100% por lo que la
mayora de las veces hay que hacer uso de las estimaciones. Es un gremio donde
predomina el secretismo. Las entrevistas suelen ser difciles de realizar y a menu-
do las respuestas no son fiables. A pesar de que en todo momento se garantiza a
nuestro interlocutor el anonimato la gente oculta informacin o, directamente,
miente. Con frecuencia tambin hay quien maquilla y tergiversa lo que dice.
Dicho esto, para tratar de conocer los entresijos del mundo de la prostitu-
cin de la forma ms fiable posible hemos utilizado tcnicas de investigacin en
ciencias sociales como la lectura de parte de la abundante bibliografa existente
sobre este tema, la realizacin de unas 45 entrevistas en profundidad, 3 grupos de
discusin y la observacin sobre el terreno con la colaboracin de informantes
clave. El trabajo de investigacin y redaccin se realiz durante los meses de
marzo hasta noviembre de 2005. Participaron, adems de los autores, un equipo
formado por dos personas que son grandes conocedoras del mundo del "ambien-
te" de la Ciudad de Zaragoza. Estas dos personas fueron quienes nos acompaa-
ron en el trabajo de campo, ayudndonos en el conocimiento del funcionamiento
de estos establecimientos. Ellos tambin elaboraron las fichas para cada uno de
los 46 locales de alterne de la Ciudad, as como la encuesta ndvidual realizada a
todos y cada uno de los telfonos de "contactos" y "relax". Contamos a su vez
con la colaboracin de un grupo de jvenes investigadores encargados de reali-
zar conteos de entrada en los clubes. Fruto del excelente trabajo realizado por
nuestro valioso equipo, a las entrevistas llevadas a cabo y a los conteos de entra-
da realizados en locales y apartamentos de alterne de la ciudad, hemos obtenido
informacin que creemos muy fiable. Se podra decir que algunas de las tcnicas
que hemos aplicado son bastante novedosas y, por lo menos que nosotros sepa-
mos, nunca antes aplicadas en Espaa en este mbito.
Entre los entrevistados destacan los dos principales actores protagonistas:
mujeres que ejercen de prostitutas y hombres que contratan sus servicios. Ya que
Un tab al descubierto: Sexo (de pago) en la ciudad
se trata de un mundo complejo, con gran cantidad de gente implicada, tambin
hemos tenido sesiones con trabajadoras sociales, religiosas, mdicos, responsa-
bles de salud pblica, periodistas del rea de sucesos de diferentes peridicos,
policias, abogados especialistas, tcnicos de ONG's, profesores universitarios de
historia, medicina y sociologa, empresarios de locales de alterne, etctera. Por
supuesto, vaya desde aqui nuestro agradecimiento a estas personas ya que sin su
ayuda esta publicacin no hubiera sido posible. Muchas gr'lcias.
Finalmente el lector o lectora debe ser consciente de que este texto no ha
sido redactado con la pretensin de ser un texto-ro, con un principio y un final.
Una presentacin, una argumentacin y un desenlace. Los cinco captulos ms las
conclusiones y el eplogo pueden leerse en s mismos y su orden no es relevante.
Segn sus apetencias se puede iniciar la lectura por cualquiera de los apartados.
Esperamos que sea de'su gusto.
CITAS:
1. Beauvoir de, S. (1949) Le deuxi-
me sexe /J. L'experince vcue, Edicions
Gallimard, Pars.
2. Prisions are built with stones of
Law, Brofhels with bricks of Religin.
William Blake (1757-1827) escribi sobre
este tema en su obra The marriage of
heaven and hell (1790-1793).
3. De Paula Medeiros, R. (2000).
Hablan las putas. Sobre prcticas sexua-
les, preservativos y SIDA en el mundo de
la prostitucin, Virus Editorial, Bilbao.
Pgina 17.
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CAPTULO 1
l no va de pulas.
Por qu el hombre contina acudiendo a la prostitucin?
La inmensa mayora de los estudios existentes sobre el mundo de la pros-
titucin en Espaa y Europa se centran en la figura de quien se prostituye. De las
mujeres, los hombres y los transexuales que ejercen esta actividad se quiere saber
tanto sus condiciones de vida como las causas que las abocaron a este mundo.
Se plantean con frecuenCia cuestiones como por qu razones se lleg a ejercer
la prostitucin?, por qu se contina en ella? o existe alguna posibilidad de
abandonar la actividad? Mucho menos conocida es la otra parte fundamental: la
figura del cliente. Sin l no existira la prostitucin, pero an as, contina siendo
casi un desconocido para los investigadores sociales y se le contina consideran-
do un sujeto annimo y huidizo. Prcticamente imposible de localizar y entrevistar.
Hay un hecho evidente, pero que conviene dejar claro desde el principio:
muchos hombres, de hecho la mayora, nunca han pisado un prostbulo ni han con-
tratado los servicios de una prostituta. Las razones pueden ser mltiples. Desde la
solidez y estabilidad de su relacin afectiva, pasando por suS"Convicciones mora-
les o fe religiosa, su miedo a ser descubierto y poner en peligro su familia, la timi-
dez, o la (auto) censura (represin). Sin embargo, es evidente que son tambin bas-
tantes los hombres que en algn momento lo han hecho. Un informante nos dijo
una vez: la mayora de los hombres te dirn que nunca han ido a un puticlub, pero
si cuando fueses te cortasen una mano, veras que cantidad de mancos habra por
la calle ... Creemos que exageraba. En todo caso es de ellos de los que hablaremos )
en este captulo. Por cliente, putero o prostituidor4 aqu entenderemos al hombre
que en alguna ocasin de su vida ha pagado por obtener sexo con una mujer. Se
trata, por supuesto, de una definicin muy general y que debe ser matizada segn
los casos. Hay clientes habituales (fijos), ocasionales o espordicos. Que van solos
o en grupo. En diferentes momentos de la vida o estado civil.
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Nadie "va de putas"
A priori parece un contrasentido el hecho de que muchos hombres conti-
nen buscando sexo de pago en una sociedad donde las relaciones entre hom-
bres y mujeres se han liberalizado tanto. La rigidez de antao en la prohibicin de
las relaciones sexuales prematrimoniales suponia que slo los hombres casados
tuvieran sexo de forma habitual. Los solteros deban optar entre (auto) reprimirse,
masturbarse o ir con una prostituta. En la actualidad sin embargo es relativamen-
te sencillo conocer mujeres e, incluso, tener sexo con ellas sin demasiado com-
promiso. A pesar de esta cierta abundancia de posibilidad de sexo gratis, el sexo
de pago va a ms en nuestro pas. La demanda de estos servicios no para de cre-
cer. Paradjico?
La prostitucin es cosa de hombres, ir de putas es cosa de machos. La
prostitucin contina todava estando muy relacionada con la construccin social
y cultural de la masculinidad. De la virilidad y de la hombra. Tanto de los clientes
como de los no clientes. El que acude casi todas las semanas, o quien jams PiS
un burdel. Las cosas estn cambiando, pero el hombre heterosexual contina
siendo socializado de tal forma que se valora positivamente el ser una especie de
depredador sexual. Donde la hombria es medida y se ve reforzada por el nmero
de. mujeres con las que tiene sexo. Una mayor potencia sexual, equivale a ms
virilidad. La prostitucin se convertira en una especie de harn, una recreacin
artificial (de pago) del mito masculino del sexo promiscuo y polgam05. De todas
formas sta tambin puede poner en crisis el ideal macho de hombra y virilidad.
Contratar a una profesional estara mal visto entre iguales, hombres, porque uno
. no es lo suficiente bueno para tener sexo que no sea de pago.
La prostitucin, desde el punto de vista masculino, cumple todava una
doble funcin de auto-afirmacin, individual y de grupo. Individual, ya que permi-
te que el hombre haga realidad, de forma sencilla y rpida, la imagen social de que
el hombre debe tener muchas experiencias sexuales. El ideal del conquistador-
coleccionista. De grupo, al crear una dinmica grupal forjada en la clandestinid d a ,
el secreto y la complicidad. Al acudir al burdel con la pandilla se realiza una tras-
gresin moral colectiva, se establece una complicidad masculina que refuerza los
lazos libidinales intangibles de amistad y camaradera. Al hacer algo prohibido, se
refuerza el sentimiento de grupo.
1. l
contina ala
prostitucin, una forma de revivir al macho que todo hombre lleva
Ahora est de moda hablar de la decadencia del mach0
6
. Parece ser que el
macho ibrico se encuentra en serio peligro de extincin, a pesar de que todava
hay quienes se resisten. En el mundo latino la masculinidad tiene mltiples repre-
sentaciones mticas. Don Juan o Casanova son buenos ejemplos aunque quizs,
el ms nuestro, sea el torero. Un estereotipo tpico de hiper masculinidad. El
super macho, vamos, la esencia del hombre. Ernest Hemingway, con una extraor-
dinaria sensibilidad y fuerza narrativa escribe en su novela "Fiesta
7
":
"Subimos hasta el primer descansillo de la escalera, siguiendo
al dueo del hotel.
-Ocupa la habitacin nmero ocho -nos dijo Montoya-. Ahora
se est vistiendo para la corrida.
Montoya llam a la puerta y la abri. Era un cuarto bastante
sombro, pues por la ventana que daba a la calle apenas entraba luz.
En la habitacin habia dos camas separadas por una especie de
biombo. Tenia encendida la luz elctrica. El joven estaba muy ergui-
do y serio vestido de torero. La chaquetilla colgaba en el respaldo de
la silla. Su mozo de estoque se disponia a colocarle la faja. Tenia el
pelo negro y reluciente bajo la bombilla. Llevaba una camisa de hilo;
el mozo de estoques acab de ponerle la faja y se separ unos pasos
hacia atrs. Pedro Romero nos salud con una leve inclinacin de
cabeza y nos dio la mano con aire ausente y digno. Montoya le dijo
algo sobre nosotros calificndonos como grandes aficionados que
veniamos a desearle suerte. Romero nos escuch muy serio.
Despus volvi a miramos. Era el muchacho ms guapo que habia
visto en mi vida ... "
Independientemente de tpicos, casi siempre injustos
B
, lo que es evidente
es que el ser humano por el hecho de haber nacido de uno u otro sexo recibe una
educacin en valores y una socializacin diferente. En Espaa en las ltimas dca-
das se han producido destacadsimos avances en los niveles educativos medios
de las mujeres, habindose tambin avanzado tanto en su grado de representa-
19
20
Nadie "va de putas"
ci n poltica como en el crecimiento de las tasas de actividad laboral. A veces las
transformaciones tienen una velocidad y una fuerza casi increble. Por ejem lo el
ejrcito espaol se ha feminizado bastante ltimamente. Ser militar en este !S'ya
no solo es cosa de hombres. En poco tiempo las fuerzas armadas espaolas se
han convertido en el segundo ejrcito del mundo (de leva no obligatoria) con
mayor proporcin de militares mujeres, un 8,3%9. Un dato muy impresionante e
Impensable hasta hace poco tiempo.
A pesar de que sntomas como el gravsimo problema de la violencia con-
tra las mujeres muestra que todava queda un largo camino por recorrer, no se
exagera si se dice que la familia y las relaciones de pareja se han democratizado
mucho en este pas. Nunca antes en la historia espaola fuimos ni tan iguales ni
tan libres. Los profundos cambios que se han producido no son bice para que
diferentes estudios hayan demostrado que los jvenes de este pas continan
siendo educados en valores diversos segn su gnero 10. Por ello aunque cada vez
se asemejan ms los roles, todava existen unas notabilsimas diferencias entre la
construccin social de la feminidad y de la masculinidad. S nace nia, los patu-
cos y la habitaclon de color de rosa. Si nace nio, azul. En definitiva la identidad
de gnero, el "ser mujer" o el "ser hombre" contina siendo relevante". En casll
todos los mbitos de la vida social, pero especialmente cuando tratamos asuntoJ
como los presentes en este libro: afectividad, deseo sexual y relaciones humanasl
.. El nio no nace hombre. La posibilidad de ser madre, la primera menstrua-
supone en la gran mayora de las culturas el paso de la nia a la mujer. El
mno, Sin embargo, debe hacerse hombre, ser un verdadero hombre. Alejarse sim-
de la figura de la madre, con la que ha convivido intensamente los
primeros anos de su vida, con quien se siente identificado y a la que desea. De
todas formas la madre es tambin mujer, por lo que no quiere (no debe) parecer-
se a ella. En este proceso de la formacin de la identidad de gnero masculina, el
grupo de Iguales-hombres tiene una importancia fundamental. La masculinidad es
un continuo proceso de auto-afirmacin donde existe un autntico terror a la ca _
de lo femenino. Casi durante todo el ciclo vital. Desde la formaci;n
propiamente de la conciencia de ser hombre (adOlescencia) hasta la senectud
. con
primeros problemas de ereccin 12. Se debe ser un verdadero hombre y tratar de
demostrarlo siempre.
I! Las transformaciones tan importantes en casi todos los mbitos que se han
I producido en la mUjer espaola han supuesto tambin cambios, ms lentos pero
1. l I hombre contina acudiendo a la
veces dolorosos, sobre la condicin masculina. El modelo tradicional
masculino, que Marina 13 ha sintetizado como el de las tres P (preador, protector,
proveedor), no tiende a desaparecer sin poner resistencia. En cierto sentido, se
puede analizar en parte el auge de la pornografa y de la prostitucin en nuestro
pas por un cierto desconcierto entre parte del sector masculino hispnico ante los
profundos cambios producidos en la mujer y en la forma de relacionarse en parej
ja (heterosexual). En un momento de redefinicin de roles y valores de masculinijl
dad hay hombres 14 que se sienten ms cmodos recurriendo a un tipo de relacio ,
1
nes monetarizadas, sin compromiso alguno sobre la mujer y basadas en una relaJ
cin de desigualdad. De dominacin del hombre sobre la mujer, reproduciendo cli-\
chs tradicionalistas (de la socializacin tradicional). Sera una especie de huida':
temporal hacia atrs, refugindose en valores fuertes.
La pornografa se ha convertido en un producto de consumo de masas en
este pas. Mientras que su venta antes era una actividad semi clandestina, en la
actualidad se pueden adquirir revistas nuevas y de segunda mano casi en cual-
quier kiosco. Internet y la televisin permiten tambin el acceso a material porno
de manera fcil y gratuitq. La pornografa difunde modelos de sexualidad falocn-
tricos y profundamente machistas. Centrados en la dominacin masculina y en el (
placer del hombre. Un fenmeno similar se recrea con la prostitucin 15. Las muje-
res que ejercen la prostitucin estn trabajando, por lo que tratan de recrear en el !
imaginario del cliente una imagen de mujer sexualmente activa y sumisa.
Dispuesta a ponerse, sin rechistar, a disposicin de los deseos sexuales del hom- \
breo En definitiva, se tratara de recrear artificialmente un imaginario de relaciones \
1
que se encuentra en crisis, basadas en el poder y el dominio del hombre sobre la
mujer. Una forma de huida temporal de la realidad. Es una forma de tratar de resu-
citar el mito del macho ibrico, aunque slo sea pagando y durante un rato16.
La prostitucin nunca deja indiferente al hombrel7. Desde el punto de vista
del hombre heterosexual, el que aqu estudiamos, se puede decir que la figura de
la puta est presente en casi todas las etapas de su biografa ntima. De hecho,
conviene siempre tener en cuenta que aunque la sexualidad y la identidad perso-
nal se sustentan en una serie de atributos biolgicos (instintos, hormonas, pulsio-
nes, gnadas), tanto la masculinidad como la feminidad son construcciones his-
tricas, sociales y culturales. Los deseos, los placeres, los tabes son construc-
tos de grupo. Por eso en las diferentes culturas del mundo tambin son diversas
21
!
22
Nadie "va de putas"
Jas formas como se reJacionan hombres y mUJ'eres sus h 'b't
. . ' a I os sexuales y de
O los mbitos en los que est mejor o peor aceptado socialmente la
practica de la prostltuclon.
En paises como Espaa la relacin entre la institucin del matrl' . 1
P
rostitu" h 'd . . mOnJO y a
clon an SI o tradicionalmente tan estrechas f
. . que era recuente que los
Jovenes hombres, muchas veces acompaados de mayores 'Iba
b di' n en grupo a los
ur e es a desflorarse. Un rito de iniciacin a la m I"d d .
. " ascu Inl a entendida como
actividad sexual, aSI como un rito de paso de la niez al mundo adulto S
P
nmeras '. . on unas
expenenclas sexuales a la espera de disfrutar di'
1 'f e re aClones sexuales
egl Imas,. una vez casado, con su esposa-madre. En la actualidad esta prctica
no se estila ya que las relaciones sexuales prematrimoniales se han casi
generalizado. Sin embargo, sorprendentemente, perduran maneras de hacer
arcaicas en este sen_tldo. Con relativa frecuencia, todava hoy, en las des edidas
de .solteros en Espana el grupo de amigos del novio acaba en un burdel p Suelen
Incitar al novIo a tener relaciones sexuales con una prostitut I h '.
de b d a a noc e previa a la
o as con su esposa. El novio en ciernes, que al da siguiente se casa se
supone,. que no suele aceptar la invitacin. De todos modos, se trata de un' rito
prematnmonlal de fuerte simblica. Una mezcla de juerga, trasgresin de la
norma y pacto secreto entre Iguales-hombres La man-ana . . t
t d . . . slgUlen e se sella un
pac o e silencIo (omerla) masculino hacia el mundo f . F
desfase, sin ms. emenlno. ue una noche de
el hombre contina
LOS HBITOS SEXUALES DE LOS ESPAOLES
Si algunas encuestas y estadsticas pueden resultar odiosas, en temas sexuales adems a menu-
do son poco crebles. Con demasiada frecuencia son de muy baja calidad ya que todo el mundo a quien
se pregunta lo considera como un asunto muy ntimo, por lo que resulta difcil sincerarse delante de un
encuestador: una persona que no conoces de nada y que no para de hacer preguntas directas y terrible-
mente indiscretas. Desde un punto de vista metodolgico con mucha frecuencia las encuestas sobre
temas sexuales tienen bajsima fiabilidad ya que o bien muy pocas personas contestan cuando se le pre-
gunta, o bien, directamente, la gente miente. Por ejemplo, mientras que solamente en torno al 3% de los
hombres espaoles adultos encuestados afirman sufrir algn tipo de disfuncin erctil, segn estudios
epidemiolgicos muy serios la proporcin se eleva al 19%. Algo ms de dos millones de hombres en toda
Espaa. Hecha esta matizacin previa, y ya que pueden dar alguna pista general, a continuacin
remos los resultados de algunos de los estudios ms importantes realizados en los ltimos aos en nues-
tro pas en torno a los hbitos y apetencias sexuales de la poblacin.
El estudio ms conocido (aunque no el ms riguroso) a escala internacional sobre hbitos sexua-
les es la encuesta que anualmente elabora la empresa multinacional de preservativos Durex. Sus infor-
mes se encuentran disponibles en Internet y se del ao 2004
comparaba los hbitos sexuales de hombres y mUjereSjveJJeS'Oe entre 16 y 34 aos de 41 paises del
mundo. En lo que se refiere a este pas la encuesta sealaba que los espaoles se caracterizaban por
empezar a tener sexo bastante tarde (17,7 aos de media), hacen el amor algo ms de dos veces a la
semana de media (11 O veces al ao) y disfrutar de una notable tasa de orgasmos en comparacin con
otros sitios (47% de las veces que se tena sexo).
La encuesta ms importnte sobre este tema de las que se realizan en Espaa es la que elabo-
ra anualmente el Ministerio de Sanidad titulada "Salud y hbitos sexuales". En la edicin del ao 2003 \
se sealaba que un 24,4% de los hombres y un 55,6% de las mujeres haban tenido relaciones sexua-
les con una nica persona en su vida. Una proporcin relativamente baja de los encuestados, e117, 1%,
haban mantenido relaciones sexuales durante el ltimo ao con alguna pareja ocasional (con la que no \
se mantiene una relacin estable). Es llamativo que la proporcin sea de! 25,2% para los hombres y de
nicamente el 8,4% para las mujeres. I
En un estudio reciente elaborado por la Federacin Espaola de Sociedades de Sexologa (FESS),
titulado El espaol ante el sexo: verdades, realidades y mitos, se destacaba que buena parte de la pobla-
cin tena una vida sexual bastante pobre. Relativamente poco sexo y rpido. nicamente e132% de los \
encuestados (el 29% de los hombres y el 34% de las mujeres) declaraba sentirse "muy satisfecho" con ii
su vida sexual. A su vez, el tiempo dedicado a hacer el amor era de tan slo unos 15 minutos de media.
Preliminares incluidos. Los autores del estudio sealaban que el estrs y el agitado ritmo de vida eran
las dos causas principales que los encuestados aducan para justificar la escasez de las relaciones
sexuales. Por cuestiones de trabajo y por los hijos, a veces, es difcil poder encontrarse en la situacin
ms idnea como para practicar un sexo placentero con la pareja. Las vacaciones estivales son una
buena poca para aumentar las relaciones sexuales. Un 82% de los encuestados opinaban que las
babilidades de practicar sexo se incrementan durante el verano.
El lugar preferido para tener relaciones sexuales para la mayora es el domicilio propio (94%).
Dentro de l hay relativamente poca imaginacin: 92% lo hace en el dormitorio por e113% en el bao
y e112% en la cocina. Fuera del hogar el protagonista es el coche. EI11 % de los encuestados le gusta
hacer el acto sexual en su automvil (algunos, sobre todo los jvenes, no les queda ms remedio, pues
siguen viviendo en casa de los padres). Segn un estudio realizado por la empresa de venta de coches,
Autocity, el vehculo idea! es el Renault Twingo: tres puertas, asientos reclinables y butacas anchas.
23
24
Nadie "va de putas"
La identidad sexual masculina: tamao, cantidad y potencia
Carla Corso es una exprostituta italiana que a finales de los noventa escri-
bi un libro sobre sus experiencias con respecto a los que fueron sus clientes 18.
Se trata de una mujer muy conocida en el mbito de los estudios sobre prostitu-
cin dada su capacidad de comunicar con brillantez y sin tapujos las grandezas y
miserias de este mundillo. Carla seala que una cosa que siempre le ha impresio-
nado de sus clientes es la obsesin que muestran por una parte de su anatoma:
el pene. Una pregunta frecuente es: Cmo /a tengo? No se interesan por otros
atributos como la cabeza o por si el acto ha sido satisfactorio para ambos. Sin
embargo, el cliente quiere a menudo conocer la opinin, el veredicto, de la profe-
sional del sexo sobre su miembro viril.
Con cierta sorna, esta mujer dice que la respuesta siempre est relaciona-
da con la forma como el hombre pag el servicio. Si te ha pagado mucho y el acto
no ha resultado especialmente desagradable la respuesta siempre es: iEnorme!
Pero si el cliente resulta antiptico, la respuesta opuesta puede hundir en la mise-
ria la autoestima del macho.
Realmente los hombres dan tanta importancia al tamao, la cantidad y la
potencia sexual? Con anterioridad decamos que la hombra, vista desde un punto
de vista tradicional, es medida y se ve reforzada por el nmero de mujeres con las
que se tiene sexo. Por ello una mayor potencia sexual equivaldra a ms virilidad.
Bajo este punto de vista el coito y la penetracin adquieren una importancia cen-
tral. El pene alcanza su carga metafrica ms fuerte. El apndice masculino visto
de forma mtica como arma, taladro, asta. Debe ser lo ms largo posible y estar
siempre erecto a fin de poder realizar varias penetraciones de forma consecutiva.
Por ello la opinin de una prostituta sobre las caractersticas de los genitales de
un cliente puede arruinar la vida sexual posterior del hombre durante aos. Como
seala Carla, para muchos hombres es muy importante para su amor propio el
estar seguros con respecto al tamao y el uso de su pene. Una especie de narci-
sismo genital que necesita ser peridicamente adulado.
Captulo 1. l no va de putas Por qu el hombre contina acudiendo a la prostitucin?
NUEVAS MASCULINIDADES: EL HOMBRE METROSEXUAL O HETEROFLEXIBLE
Al igual que conviene recordar que no todos los hombres se comportan igual ante la prostitucin,
tambin es cierto que estn emergiendo nuevas formas de masculinidad. U_na de las mas
lo que se ha venido a llamar el hombre mebosexua!. El neologismo fue acunado el penodlsta
ca Ma", Simpson. La Amencan Oialee! Socielyvot "metrosexual" la palabra del ano en 2003. Tamblen
se utilizan como sinnimos trminos como heteroflexible o heterogay.
El metrosexual es el hombre heterosexual que sabe desarrollar su "lado femenino". Preocuparse
por asuntos y actividades que tradicionalmente eran consideradas como de mUjeres o de homo-
sexuales y, por lo tanto, antimasculinas. Como el conocer las ffimas tendenCias de moda, ser un
meto preocuparse por tener una apanencia atractiva. Trata que las mUjeres se fijen en el y lo deseen. I
arquetipo de hombre metrosexual es sensible, educado y con gusto esttICO. Cuida su apanencla con
esmero pero tambin adora la decoracin o las tendencias de esttica. El Icono metrosexual P?r exce-
lencia ;s el futbolista David Beckham. Por cierto, uno de los hombres ms deseados por las mUjeres de
todo el mundo junto a otros metrosexuales como Brad Pitt o George Clooney.
De esta forma el hombre mebosexual trata de reconciliarse con su aspecto fisico. No es casuali-
dad que en los ffimos aos hayan crecido de forma exponencial las ventas de productos de belleza mas-
culinos, las suscripciones a sals de musculacin, los tratamientos de depllaclon y solanumo las revistas
de temas masculinos. Con titulares como Elimina tu barriga en tres semanas, Tlllcospara ligarte a la chica
que deseas, revistas como "GO', "Primera Line', o "Men's Heatit' estn lograndO vender ,miles de ejem-
lares mensualmente en Espaa. El famoso modisto Armani presento su umma colecclon haCiendo un
al fenmeno metrosexua!. El veterano "guc' de la elegancia se ha declarado rendido admira-
dor de este nuevo estilo que l mismo define como urbanoy glamouroso, Es muymasculmoy no escon-
de su ternura sin caer en el ridculo.
Hay quien dir que es la estrategia del GatlIJparrJo19, el viejo machilo ibrico repintado de moder-
no que tras un litting esttico busca continuar manteniendo una actilud .de supenondad con respecto a
mujer. La (des) masculinizacin de los varones vista no como una cuestion de gusto o moda, SinO de 31m
pie supervivencia. Otros, sin embargo, argumentan que tratl de un esfuerzo notable por parte de algu-
nos hombres heterosexuales para romper con los cliches tradiCionales.
25
Nadie "va de putas"
El grupo de hombres: la pandilla, la pea, los colegas
:1
La masculinidad se adquiere por imitacin. Las revistas o la televisin pue-
den difundir modelos a imitar, pero donde uno se hace hombre es estando Con
',otros hombres, por eso la importancia del grupo de iguales. Los amigos, la pan-
' dilla, la pea, los coleguillas. Aunque tambin hay grupos mixtos de amigos yami-
gas, sobre todo al llegar a la adolescencia, todava en el Norte de Espaa son ms
habituales las pandillas de slo uno u otro sexo. No hay ms que visitar el recreo
de guarderas, colegios e incluso institutos para comprobar que todava con
mucha frecuencia las chicas se juntan con las chicas, y los chicos con los chicos.
Las ovejas, los chacales, los elefantes o los delfines parece ser que son ani-
males gregarios por naturaleza. O pueden ser domesticados para que lo sean. Los
seres humanos podemos ser gregarios, en ocasiones, como hace tiempo aclar la
sicologa social. Parece comprobado que el hecho de estar en grupo puede alen-
tar a que la gente se comporte de forma como nunca lo hara estando sola. Podra
pensarlo e, incluso, desearlo, pero individualmente no se atrevera a llevarlo a la
prctica. Por ejemplo, ir a un prostbulo. Al ser un acto de grupo la propia concien-
! Icia no sufre por un acto que, incluso individualmente, se puede llegar a considerar
como despreciable. Son numerosos los casos de hombres entrevistados que slo
se acuestan con prostitutas cuando salen a divertirse con su grupo de amigos.
Nunca lo haran en solitario o en compaa de personas que conozcan superficial-
mente.
El secreto y los pactos no escritos entre los hombres
en torno a la prostitucin
Lo que es secreto y lo que deja de serlo es clave para comprender mejor al
hombre cliente. Se plantean tres situaciones. La primera se d cuando el estar Con
una Prostituta es un acto encubierto totalmente por la esfera protectora del secre-
to para todo el entorno del cliente. Incluso para el crculo social ms ntimo. La
segunda se d con bastante menos frecuencia, pero tambin hay casos. Se pro-
duce cuando la prctica totalidad del entorno ntimo conoce la situacin. Es ms
habitual en ritos colectivos como las fiestas de quintos o personas Con soltera
prolongada (el tin pirenaico). La situacin ms frecuente es la tercera, descrita
I I el hombre acudiendo a la
. 'd d donde el uso de estos servicios se oculta al entorno familiar pero antenon a , ,
se hace pblico en el grupo cercano de amigos o colegas de trabaJO. _O por lo
s esta ltima es la situacin ms frecuente en buena parte de Espana. No es
otros pases, donde se suele ocultar en todos los mbitos. All se trata de
un acto individual, solitario, vergonzante siempre.
Un clsico de la sociologa, Georg Simmel
20
, dio en el clavo al argum:mtar,
hace ya ochenta aos que los secretos son muy importantes para la formaclon de
las identidades de grupo e individuales. El secreto colectivo puede ser una exce-
lente manera de sociabilizar. De formar grupo, crear de comunidad. El:
hecho de realizar una trasgresin colectiva, de forma clandeslina, como el Ir a un
burdel crea un vnculo afectivo entre la pandilla. Se construye un espacio para la
confianza mutua, basada en la capacidad de callarse, de no contarle a nadie fuera
/;
del grupo que van de putas. Al ser un animal social, el ser humano utiliza a veces
el mecanismo del secreto para establecer alianzas y crear lazos afectiVOs con los
dems. Se crea una diferencia simblica entre "nosotros" y "ellos", o sea, los
comparten el secreto y las vivencias comunes y los que no. Un mecanismo de diS-
tincin con respecto a la gente de fuera del grupo, que han quedado excluidosde
la experiencia grupal. De hecho, a veces la indiscrecin (el revelar total o
mente un secreto de grupo) puede ser considerada como un "pecado" SOCial
todava ms grave que el de la mentira. Equivaldra a la traicin.
Simmel destaca tambin la importancia que el secreto puede tener en la
formacin de la identidad individual ya que el compartir un secreto puede verse
como un smbolo de la amistad. Existen relaciones de amistad, y por lo tanto de
confianza mutua, que se sustentan en la confesin y en el intercambio de secre-
tos. Lo mismo sucede a la inversa ya que hay determinados secretos que, de no
ser compartidos, hacen muy difcil o casi imposible el amor y la .amistad intima
entre dos personas. El compartir un secreto con las personas mas quendas del
entorno afectivo del individuo, pues, puede contribuir a reforzar el compromiso de
amistad y el cario. En definitiva el secreto puede ser un mecanismo social funda-
mental en la forja de una identidad personal.
27
28
Nadie "va de putas"
La doble moral.
E/ baile de la dicotoma: madre-pula, pblico-privado,
pUfo-impuro, activo-pasivo
Existe la doble moral entre los clientes de la prostitucin? De lo que se
deduce de las observaciones y las entrevistas que hemos realizado la respuesta
es clara: s. Es frecuente entre los hombres clientes de prostitucin encontrar una
ntida disociacin entre lo que sera el mbito privado y el pblico. Entre la vida
relacional, afectiva y sexual en el mbito de la familia, por un lado, y en el de los
amigos, por el otro. Como hemos sealado antes, no es ningn tpico decir que
en Espaa con mucha frecuencia a la prostitucin se acude en compaa de ami-
gos. La vida de pareja es un mbito privado, y la prostitucin pblico. La convi-
vencia de ambas realidades (familia-amigos, esposa-puta) es ms o menos con-
flictiva segn el sujeto en cuestin.
Los casos varan mucho. Aqu s que se cumple aquello de que la realidad
supera muchas veces a la ficcin. Hemos encontrado casos de hombres que lle-
van aos acudiendo regularmente a la prostitucin. En principio cuando eran jve-
nes y solteros, continan cuando se ennovian y casan. Mantienen el hbito inclu-
so despus de tener hijos. Otros acuden a la prostitucin de jvenes, se mantie-
nen varios aos sin frecuentar a este tipo de locales, regresando en la madurez
coincidiendo con el inicio del aburrimiento de la monogamia y de la vida en pare-
ja. Tambin hay varones que nunca contrataron estos servicios durante su juven-
tud, pero que s lo hacen al alcanzar la madurez. El consabido dicho de echar una
canita al aire. Introducidos por grupos de amigos o del ambiente laboral. El desliz
con una prostituta puede resultar desde este punto de vista ms barato y con
mucha menor carga emocional que la clsica querida. Retomaremos esta ltima
cuestin con ms detenimiento ms adelante.
Esta doble moral (o disociacin mental) del cliente de prostitucin tiene
unas slidas races culturales y, por supuesto, morales. La masculinidad ambiva-
lente entre las cosas que pueden (o deben) ser compartidas con el mundo feme-
nino o que solamente pueden ser consideradas como cosas de hombres. El hom-
bre se transforma de esta forma, segn la situacin, en una especie de Doctor
Jekill y Mister Hyde afectivo y sexual. El socilogo Enrique Gil Calv021 argumenta
en esta lnea que el estilo de vida masculino revela un claro dualismo que se escin-
de en tendencias esquizoides: en su fuero interno estricto pudor moral y, de puer-
tas afuera, impudor encubierto por la complicidad de amigos o parejas sexuales.
1.lnovade contina acudiendo a la
udor moral exige la inhibicin de las emociones familiares o amorosas, que
p . f t' j
celosamente ocultas entre los hombres como SI uesen ma erla reser
y el impudor fisico exige tanto la entusiasta participacin en redes de com I
pUdelad masculina como la compulsiva adiccin a toda clase de
o festivas: fetichismo, prostitucin, pornografa, ftbol, tabaco, alcohol!,
O sea, la construccin de gnero clsica y la estricta divisin tradicio al
entre sexos en nuestro pas favorece comportamientos de doble moral. Tanto u' a
doble moral afectiva, como sexual. Por ello, aqu debemos bucear un poco por I s
a veces confusos campos del inconsciente colectivo y del imaginario social. E
concreto tomaremos en cuenta el, baile de las entre los trmino \
madre-puta, pblico-privado, puro-Impuro y activo-pasIvo.
La primera dicotoma presente en las entrevistas realizadas es la que ante-
pone la figura de la madre y la de la puta. Entre la mujer legtima, mongama y
madre de los hijos del hombre, y la mujer promiscua, con la que se tiene sexo sin
compromiso. La madre, en genrico, es virtuosa. Su representacin mtica son las
santas y, especialmente, la Virgen Mara. Simblicamente, la mujer puta puede
tambin ser madre, pero el hijo nacer heredando tambin el estigma del oficio
materno
22
. No se es hijo de una mujer (madre) que ejerce la prostitucin sino que,
simplemente, de una puta (que a pesar de todo es madre). En muchos
como el castellano, italiano o ingls el ser su hijo o hija es uno de los Insultos mas
graves que se pueden proferir contra una persona
23
. El insulto es especialmente
agresivo porque mezcla dos concepciones de mujer opuestos. Uno sublimado, y
el otro estigmatizado.
La mujer pblica es siempre la prostituta. Es una definicin que durante
aos estuvo en los diccionarios. Se trata de la mujer que se va con todos los hom-
bres a cambio de dinero, como un objeto que se alquila y se utiliza nicamente
por un tiempo determinado. Sin responsabilidad posterior para el hombre. Serea-
liza con frecuencia una analoga mental con la idea de servicio pblico. Esta Ima-
gen se contrapone con la mujer privada. Afectiva y sexualmente privatizada por un
varn. La esposa, la madre o la hija. Responde a un modelo clsico de concep-
cin de la mujer que valora positivamente su papel reproductor. En casa, criando
hijos, mongama.
Frente al ideal de pureza que representa la feminidad virtuosa (la esposa, la
madre, la hija), la prostitucin es lo impuro24. El cliente de la prostitucin vive esta
29
30
Nadie "va de putas"
situacin en trminos especialmente contradictorios. O al menos en apariencia.
Considera a la puta como un ser impuro y, por lo tanto, indeseable. A pesar de ello
contrata sus servicios, la desea y obtiene placer con ella. Un placer que a veces
no tiene con su propia mujer (pura). El hombre se considera as mismo puro, al
igual que su entorno familiar ms ntimo como su esposa e hijos. Contratar a una
prostituta supone una trasgresin puntual, un corto parntesis que supone una
escapada al "lado oscuro", al tenebroso vrtice de lo sucio e impuro. Por eso, una
vez acabado el acto, conviene negar y denigrar a la prostituta. Alejarse de ella sim-
blicamente descalificndola en su totalidad (tanto como mujer como por el oficio
que ejerce). Ello explica el porqu los apelativos ms agresivos contra las mujeres
que ejercen la prostitucin no suelen provenir de las mujeres sino que, sobre todo,
de los hombres.
Freud hablaba del rechazo masculino a la pasividad sexual, pues supone
una aceptacin de la castracin
25
. Por ello en las relaciones sexuales convencio-
nales el hombre (el portador del pene) es quien debe tomar una actitud activa, en
contraposicin con la mujer que espera y recibe. El fundador del psicoanlisis
sealaba tambin que los hombres son educados desde nios para inhibir la pasi-
vidad sexual, as como todas las tendencias que reflejen dependencia o debilidad.
Segn el clich tradicional un hombre sexualmente pasivo sera como una mujer,
corriendo el riesgo de ser acusado de homosexualidad26. El esquema clsico,
pues, en el sexo el hombre debe ser la parte activa y la mujer la pasiva.
En la prostitucin, sin embargo, los papeles se invierten, aunque de forma
engaosa, teatralizada. En su libro Prostitucin, poder y libertad la sociloga bri-
tnica Julia O'Conneil Davidson habla de la imagen ertica que tiene el hombre de
la prostituta como mujer sexual mente poderosa. Los hombres que recurren a la
prostitucin desean construir una imagen de prostituta inmensamente poderosa,
de mujer "flica", sexual y esto es lo que ellos encuentran verdaderamente erti-
co. La autora reflexiona en torno al simulacro de seduccin y ligo tea que se pro-
duce entre ambos protagonistas. Detrs de la aparente rendicin del hombre a la
mujer sexualmente agresiva, lo que sucede es ms bien lo contrario. El cliente uti-
liza su poder para construir una situacin en la que los papeles tradicionales de
gnero estn intercambiados. El poder de la mujer es ilusorio as como la volun-
tad del hombre de perder el controi27.
contina acudiendo a la
consumo Y sociedad de servicios
Con frecuencia parte de los clientes entrevistados hacen un paralelismo del
rostituta con la sociedad de consumo y de servIcIos: tengo una nece-
pago a una p t - . nos ate
'd d Y pago a una profesional para que la satisfaga. No es tan ex rano SI -
s/ a limpie hecho de que en nuestra sociedad en torno al 70% del empleo
nemas a s . ( . ios de los ser
dedica ya en los sectores terciario (servicios) y cuaternano servlc -
) Nosotros mismos de forma cotidiana continuamente los estamos com-
y vendiendo. La prostitucin contempornea podra llegar aser conslde-
p d desde cierto punto de vista como un servicio de proximidad mas.
situado en el sector informal (los servicios sexuales se pagan con
dinero negro aunque la mayora de los locales estn legalmente constituidos), que
necesita de una notable infraestructura y saber hacer
28
en el negocIo (no todo el
mundo puede llegar a montar un club de alterne y lograr que funCione), y que se
sustenta en el trabajo destajista de unas mujeres jvenes de ongen inmigrante que
la mayora de las veces desarrollan su actividad en condiCiones muy precanas.
Lo que est fuera de toda discusin es que el sexo se ha convertido un
producto de consumo ms. Desligado de ataduras fsicas y como el nes-
go de embarazo, la responsabilidad de la paternidad o la preslon la IgleSia, nos
encontramos en un campo abonado para el desarrollo de la sexualidad en su ver-
tiente ms ldica y consumista. La sociedad capitalista, de mercado, cons-
tantemente nuevos nichos de mercado y hace tiempo que descubno que este
tema puede generar pinges beneficios. Uno de los clientes entrevistados hace un
paralelismo directo entre el consumo de prostitucin y unos grandes almacenes.
"Estamos en un mercado capitalista ... el sexo es un producto
que se consume, se compra y punto ... es como ir al Corte Ingls ... y
la gente no tiene remordimientos y problemas de con_c/enc/a ... es
como comprar cualquier otra cosa." (Funcionano, 45 anos, casado)
Pero la sociedad de consumo de masas en la que vivimos no slo se carac-
teriza por la proliferacin de los productos, sino que tambin de los signos y refe-
rentes del sexo. El bombardeo de sexo implcito o expliCito al que nos vemos
sometidos por la televisin o la publicidad, Internet o las revistas,. puede
a aumentar las expectativas y la frustracin sexual de la poblaclon. Hay mucha
salidas, desde la represin hasta el tratar de encontrar como sea una pareja esta-
ble. Otros optaran por pagar, por la prostitucin.
31
32
Nadie "va de putas"
Gilles Lipovetsky profundiza sobre estos aspectos en su libro "La era del
vac0
29
". Para el socilogo francs el culto al narcisismo de nuestras sociedades,
el individualismo, la indiferencia hacia lo pblico, el consumo y el sexo estaran
directamente relacionados. Como en el consumo, los productos se utilizan y des-
pus se tiran. El sexo de pago visto como un servicio primero lo utiliza el cliente
para acto seguido deshacerse de l. El pago justificara el desapego.
Con el estilo directo y provocador que lo caracteriza, seala (pginas 76 y
77 de la primera edicin espaola):
"Los individuos aspiran cada vez ms a un desapego emocio-
nal, en razn de los riesgos de inestabilidad que sufren en la actuali-
dad las relaciones personales. Tener relaciones interindividuales sin
un compromiso profundo, no sentirse vulnerable, desarrollar la pro-
pia independencia afectiva, vivir solo (. .. ). El miedo a la decepcin, el
miedo a las pasiones descontroladas se traduce en una "huida ante
el sentimiento" (. .. ) la separacin entre sexo y sentimiento.
Al pregonizar el "cool sex" y las relaciones libres, al condenar
los celos y la posesividad, se trata de hecho de enfriar el sexo, de
expurgarlo de cualquier tensin emocional para llegar a un estado de
indiferencia, de desapego, no slo para protegerse de las decepcio-
nes amorosas sino tambin para protegerse de los propios impulsos
que amenazan el equilibro interior. La liberacin sexual, el feminismo,
la pornografa apuntan a un mismo fin: levantar las barreras entre las
emociones y dejar de lado las intensidades afectivas. Fin de la cultu-
ra sentimental, fin del "happy end", fin del melodrama y nacimiento
de una cultura "cool" en la que cada cual vive en un bunker de indi-
ferencia, a salvo de sus pasiones y de los otros".
De todas formas tambin se puede decir que es claro que la prostitucin no
es el nico contexto, ni mucho menos, en el que se realiza sexo sin sentimiento
amoroso entre las partes. El sexo por rutina, compromiso u obligacin est a la
orden del da en muchas relaciones de pareja ms o menos estables. El sexo por
placer, sin amor, tambin es ms que habitual. En definitiva, como sucede Con fre-
cuencia en la sexualidad humana, que cuenta con mltiples matices, el sexo de
pago tambin puede llegar a considerarse como un tipo de servicio. Es cierto que
1.lnovade contina ala
exista antes de la sociedad de consumo, pero sin duda el desarro-
de esta no ha dejado indiferente al sexo y a la prostitucin. Los ha asimilado,
propios, convirtindolos tambin en un producto a consumir. Aunque
El hombre espaol:
el que ms a menudo frecuenta los prostbulos en toda Europa?
Los datos comparativos a escala europea sitan a los hombres espaoles
como los que ms a menudo acuden a prostbulos. Quienes en una mayor propor-
cin han pagado alguna vez a una mujer a cambio de sexo en Europa occidental.
Algo ms de uno de cada cuatro. Curioso record. Estos datos sin embargo deben
ser relativizados al mximo. En primer lugar porque los diferentes estudios no fue-
ron realizados en fechas y tamaos mustrales similares, una regla sagrada para
que las encuestas sociolgicas puedan ser comparables entre s. Adems los son-
deos relativos a prcticas y hbitos sexuales siempre se deben tomar con mucha
cautela. Muchas de las persoflas interrogadas no responden cuando se les pre-
gunta (altsima proporcin de "no sabe I no contesta"), ocultan parte de la infor-
macin o, directamente, mienten.
Tambin existen claras diferencias culturales entre pases lo que supone
que en algunos lugares y contextos est mejor o peor visto socialmente el contra-
tar los servicios de una prostituta. Mientras que hay pases donde se considera
como una prctica totalmente intolerable en todos los casos, en otros puede ser
vista de forma ms permisiva bajo determinadas circunstancias: despedidas de
soltero, fiestas, encuentros de quintos, iniciacin sexual, soltera prolongada,
etctera. Hay pases, por ejemplo, donde los hombres acuden bastante a menu-
do a burdeles, pero no en sus propios pases sino que en el extranjero. Por ejem-
plo, se estima que el 80% de los hombres suecos que acudan a servicios de pros-
titucin lo hacan fuera de Suecia. Durante las vacaciones, viajes de trabajo o,
directamente, turismo sexual.
El informe Sexual Behavior and HIVIAIDS in Europe30 es, quizs, el informe
comparativo ms importante realizado en la ltima dcada sobre los hbitos
sexuales y sanitarios en el continente. En l se comparan los hbitos sexuales en
33
34
Nadie "va de putas"
diversos paises de la Europa occidental y se seala que los hombres heterosexua-
les espaoles son los que en una mayor proporcin han pagado por obtener sexo.
Tanto en el ltimo ao como a lo largo de su vida. En lo que se refiere al ltimo ao
(previo a la encuesta), el 9,9% de los hombres espaoles heteros reconocian
haber contratado los servicios de una prostituta. En este peculiar ranking le
seguan Portugal (4,7% de los encuestados) y Alemania (4,3%). Resulta llamativo
que uno de los datos ms bajos era el de nuestros vecinos franceses, con tan slo
el 1,1 %. Su cultura sexual y afectiva masculina parece bien diferente. Se trata
simplemente que los hombres espaoles son los ms sinceros a la hora de hablar
de este tema en toda Europa?, tambin se podra dar el caso de hombres que
dicen haberlo hecho mientras que en realidad no es cierto? A da de hoy no sabe-
mos responder a ciencia cierta a estas preguntas.
Porcentaje de hombres heterosexuales que han pagado por tener sexo a lo
largo del ltimo ao anterior a la encuesta. Por Paises
-1
Fuente: "Sexual behavior and OS in Europe".1199BJ. Pgina 191.
_. '------
Donde de verdad parece demostrarse la hiptesis de que en Espaa acu-
dir a la prostitucin es para muchos una experiencia a realizar, al menos, una vez
en la vida, como experiencia vital, es en la proporcin de hombres heterosexuales
que alguna vez pag por sexo. La encuesta que utilizan estos investigadores
seala que casi cuatro de cada diez encuestados (38,1 %) alguna vez contrat los
servicios de una mujer que ejerce la prostitucin.
Las cifras son en ambos casos extraordinariamente altas para el caso his-
pano. Otras encuestas, a priori ms fiables ya que ha sido mayor el nmero de
Captulo 1. l no va de putas Por qu el hombre contina acudiendo a la prostitucin?
Pnrr,'ntaie de hombres heterosexuales que han pagado por tener sexo en
mc)men'!o de su vida. Por Paises
Pgina 191.
personas encuestadas, dan porcentajes algo menores pero tambin elevados. El
Instituto Nacional de Estadstica (INE), en colaboracin con el Ministerio de
Sanidad espaol elabora anualmente una encuesta sobre "Salud y hbitos sexua-
les". La ltima edicin, a la que aqu nos referiremos, se dio a conocer en 2005
pero el trabajo de campo se efectu en 2003. Entre otros, el objetivo principal de
este sondeo fue el de tratar de obtener datos relativos a "conductas sexuales de
riesgo". La prostitucin se encuentra entre ellos. La muestra es bastante significa-
tiva, 13.600 cuestionarios, 6.800 de ellos a hombres, por lo que los datos que
aporta a escala estatal y autonmica son de bastante alta fiabilidad estadstica. A
los hombres encuestados heterosexuales se les realizan abiertamente dos pre-
guntas relativas a este tema. La primera interroga a todos los hombres: Alguna
vez en su vida ha tenido relaciones sexuales con una mujer a la que pag por ello?
El 27,3% respondi afirmativamente. La segunda cuestin se realiza slo a quie-
nes lo hicieron: Cundo fue la ltima vez que tuvo relaciones sexuales con una
mujer a la que pag por ello? El 6,7% de los hombres entrevistados haban paga-
do a una mujer a cambio de sexo a lo largo del ltimo ao.
Analizando los resultados desglosados de la encuesta, es llamativo descu-
brir cmo los hombres encuestados de mayor edad (quienes estn en la cuaren-
tena en el momento del sondeo), son los que en una mayor proporcin han esta-
do alguna vez con una prostituta. Incomprensiblemente no hay datos sobre los
hombres que estn en la cincuentena, lo que nos hubiera permitido contar con
una imagen con ms perspectiva.
Es tambin muy significativo la relativa alta proporcin de hombres jvenes,
entre los 18 y los 29 aos de edad, que bien alguna vez en su vida o bien duran-
35
36
Nadie "va de putas"
te el ltimo ao contrataron los servicios de una prostituta. Llama la atencin ya
que este grupo de edad se educ ya en los modernos sistemas educativos, que
incluan valores en las relaciones de gnero mucho ms igualitaristas que las
generaciones anteriores e, ncluso, con clases de educacin sexual en los curricu-
la de las enseanzas primaria y secundaria. Tambin tenemos que tener en cuen-
ta que ser cliente de la prosttucin es caro, y la mayora de los jvenes no mane-
jan mucho dinero. El precio de las copas es muy superior a las de un pub normal,
sobre todo si se invita a una meretriz a tomar algo. Los servicios tienen tambin
un precio elevado. En definitiva, una visita a un prostbulo puede suponer, como
mnimo, un gasto de 100 150 euros. Unas cifras que, en principio, no estn al
alcance de la mayora de la gente joven.
Proporcin de hombres espaoles de 18 a 49 aos que han tenido relaciones
sexuales con vez en la vida o a lo largo del ltimo ao(2003]
e INE,
La encuesta tambin d una buena noticia: el uso del preservativo en la
prostitucin prcticamente se ha generalizado. Se trata de un logro extraordinario
en el que han tenido mucho que ver las ONG's que trabajan en este mbito, las
autoridades sanitarias pblicas y, principalmente, las propias mujeres que ejercen
la prostitucin que en muchos casos ejercen de agentes de salud, como nos pun-
tualizaron en una entrevista los tcnicos del zaragozano Centro "Alba" de la
Comisin Anti-SIDA. Segn la encuesta del INE, en concreto, el 87,6% de los
hombres utilizaron el preservativo la ltima vez que tuvieron relaciones sexuales
con una persona que ejerca la prostitucin. Tambin se observaba una notable
diferencia por grupos de edad: usaron el condn el 97,7% de los menores de 30
aos, frente al 76,1% de los hombres de la cuarentena.
el hombre acudiendo a la
tipos de clientes: el "no hay ms mujeres" y el
lo que quiero tener"
Suecia es el pas europeo que junto con Holanda ms inters ha mostrado
en el estudio y en la actuacin pblica en el mbito de la prostitucin. Por ello los
estudios mejores y ms completos sobre la figura del cliente llegan del pas nr-
dico. Sven-Axel Mansson es profesor de trabajo social de la Universidad de
G6teborg. Este investigador insiste en la importancia de diferenciar dos principa-
les tipologas de hombres clientes de prostitucin, segn la frecuencia de sus con-
tactos: quienes compran sexo de forma espordica y aquellos que lo hacen de
forma frecuente. Este segundo grupo, el que mantiene muchos contactos, inclu-
ye a hombres que durante periodos diferentes de su vida, ms largos o ms cor-
tos, visitan con cierta frecuencia a prostitutas. Son pocos en nmero, pero "con-
sumen" una gran cantidad de servicios sexuales31. En esta categora, seala el
investigador, destacan los hombres que tienen muchas parejas sexuales. Algunas
normalizadas y otras con prostitutas, intercalando las relaciones. Este hecho con-
contradira la creencia popular de que la gran mayora de los clientes de prostitu-
cin son hombres "solitarios" o totalmente incapaces de contar con sexo eventual
que no sea de pago.
Los estudios escandinavos parecen consensuar la existencia de dos princi-
pales motivaciones entre los hombres que compran servicios de prostitucin. El
primer grupo sera el formado por aquellos hombres que no tienen relacin con nin-
guna mujer y que tienen grandes dificultades para relacionarse con ellas ("no hay
otras mujeres). Falta de habilidades sociales y de seduccin, timidez, baja autoes-
tima hacia la apariencia fsica propia ("soy fecho"), Estara relacionado con la
denominada "funcin social" de la prostitucin, una especie de terapia sexual para
determinadas personas que no pueden relacionarse de forma convencional con las
mujeres normalizadas.
En segundo lugar aparecen aquellos hombres que mantienen, ms o menos
relaciones normales con mujeres pero que buscan algo diferente ("compro lo que
quiero tener"). Se busca una solucin a determinados problemas que los hombres
tienen en sus relaciones con mujeres no prostitutas. Es relevante saber que las
mujeres, como la mayora de los hombres, en situaciones similares, sin embargo,
no acuden a la prostitucin. O sea, el tener problemas en la pareja no aboca inevi-
tablemente a la prostitucin. Dos personas con una problemtica de pareja similar,
una puede contratar los servicios de una meretriz, mientras que la otra no.
37
38
Nadie "va de putas"
Las motivaciones de acudir a la prostitucin por parte de hombres que tie-
nen vidas sexuales y afectivas normales, pueden ser todava ms diversas. Desde
el ya comentado gregarismo de la pandilla de amigos pasando por problemas de
pareja hasta fantasas sexuales que el hombre no puede hacer realidad en el mbi-
to conyugal. Con una metodologa ms que discutible, aunque meritoria, y basado
en encuestas autocumplimentables por Internet, Georgina Burgos escribe en su
libro "Proyecto Tab" que el 69,6% de los hombres heterosexuales tienen fanta-
sas erticas, frente al 44,7% de las mujeres
32
. La mayora, incluso teniendo pare-
jas estables. La autora seala que: las fantasas ms frecuentes y habituales fueron
las que corresponden a cinco temas (. .. ): el lugar como elemento ertico, los tros,
el sexo grupal, el sexo oral y el sexo anal. Adems, hubo una fantasa bastante fre-
cuente entre las mujeres heterosexuales: la fantasa lsbica33.
A veces se cita tambin para argumentar el ser cliente de prostitucin lo que
parece algo as como una irrefrenable bsqueda entre los hombres de sensaciones
de "emocin" y "excitacin". En entrevistas realizadas a hombres, aparecen de
forma recurrente trminos como aventura o experiencia que todo hombre debe vivir
alguna vez en la vida. El brillante socilogo Vicent Marqus, que lleva aos escri-
biendo sobre cuestiones relacionadas con los afectos y la sexualidad, afirma, sin
embargo, que el varn es mucho menos aventurero de lo que se cree34. Tiende
tambin a la rutina y a la vida sedentaria, por lo que convendra relativizar este
punto un poco.
Tambin se aduce otro mito, el de la supuestamente impetuosa pulsin
sexual masculina, natural y universal. Algo as como una especie de libido desbo-
cada, que en caso de no ser satisfecha puede inducir a la violencia: el eterno tema
del bromuro en las comidas a los jvenes reclutas en el ejrcito. Siguiendo este
planteamiento, el instinto sexual de los varones sera fortsimo e impetuoso, por lo
que se debe saciar como sea, acudiendo a la prostitucin si hace falta. Se trata
de una forma de ver la sexualidad de forma salvaje y determinista, como si se tra-
tase de etologa, que defiende una visin muy rgida y unidimensional de la sexua-
lidad masculina. Un punto de vista cargado de prejuicios que puede servir como
coartada para defender la doble moral sexual masculina e, incluso, la irresponsa-
bilidad sexual absoluta y los comportamientos sexuales especialmente mezquinos
y anti-sociales como las violaciones o la pederastia.
1. l no va de el hombre contina acudiendo a la
Los clientes "objetualizadores" y "personalizadores", el "macho"
y el "pesimista con las mujeres"
El antroplogo andaluz Jos Luis Solana public en el ao 2003 un exce-
lente libro, titulado Prostitucin, trfico e inmigracin de mujeres donde realiza un
trabajo digno de mencin en torno a las mltiples y contradictorias facetas de esta
apasionante realidad social. Se trata de un encargo del rea de la Mujer del
Ayuntamiento de Crdoba y, entre otros aspectos, tiene la audacia de reflexionar
en torno a la clientela de la prostitucin
35
. Bastantes de sus conclusiones son per-
fectamente extrapolables al resto del pais.
Solana establece una primera distincin partiendo de la pregunta: Todos
los clientes son babosos en busca de orgasmo?, todos los clientes son seres
despreciables, indignos e inhumanos, a los que nada les importa la situacin de
las mujeres con quienes alternan? Considera que debera diferenciarse entre
clientes objetualizadores y clientes personalizadores. Los primeros son quienes,
en definitiva, tratan a las mujeres corno si fueran un objeto. Ella carecera para l
del mnimo valor corno ser humano integral. La deshumanizan completamente,
negndose a reconocer en ella algo ms que su cuerpo y su entidad sexual. No
se plantean o quieren plantearse que la mujer que tienen enfrente puede encon-
trarse en una situacin personal compleja, problemtica y dura. Se olvidan de esto
o bien ni siquiera son conscientes. Para estos clientes, esas mujeres son objetos
sexuales que forman parte del ambiente, una especie de mquina de hacer sexo.
El segundo tipo de cliente de prostitucin, siguiendo siempre la categoriza-
cin de Jos Luis Solana, sera el personalizador. Como citan en las entrevistas las
propias prostitutas, estos clientes las tratan con respeto y consideracin. Algunos
buscan ms que una mera relacin sexual con ellas, charlan y se interesan real y
sinceramente por su situacin. A veces, a partir de estos primeros contactos se
establecen relaciones de amistad e, incluso, relaciones afectivas.
El antroplogo andaluz tambin establece una segunda categorizacin,
esta vez relacionada con la relacin que determinados hombres, siempre clientes
de la prostitucin, tienen en trminos generales con el mundo femenino. El prime-
ro se podra etiquetar como el macho, el hombre de corte tradicional, generalmen-
te mayor, y que no puede o no quiere aceptar los cambios en las relaciones entre
los hombres y las mujeres. Se aferra al dominio del hombre sobre la mujer, a la que
39
Nadie "va de putas"
considera inferior. Las mujeres actuales exigen disfrutar ellas tambin de una rela-
cin afectiva y sexual placentera, lo que estos hombres son incapaces de dar. Por
ello recurren a la prostitucin como modo de compensar esta carencia. El segun-
do perfil sera algo as como el pesimista con respecto a las mujeres actuales. Son
hombres jvenes o de mediana edad en su mayora, que han tenido relaciones de
pareja convencionales, pero que piensan que en las relaciones de hoy en da las
mujeres piden demasiado. Que las relaciones amorosas generan pesados com-
promisos y que tienen miedo de no poder responder a esas exigencias ni hacer
frente a la responsabilidad. Por ello con la prostitucin optan por buscar relacio-
nes exclusivamente sexuales, libres de responsabilidades y en las que a cambio
no se les pide nada. Slo dinero.
Algunos de los miedos del varn postmoderno parecen subyacer, pues, con
frecuencia en la bsqueda de la prostitucin: el pnico al compromiso, la falta de
autoestima, dificultades para entablar conversacin con desconocidos, el desen-
canto en torno a las mujeres no prostitutas, carencias afectivas y relacionales,
malas experiencias previas en relaciones afectivas de pareja, frustraciones sexua-
les, disociacin entre los deseos, expectativas y fantasas con la vida cotidiana o
las dificultades para adaptarse a los cambios de la mujer espaola y a las nuevas
formas de relacionarse entre hombres y mujeres.
El cliente de prostitucin en la Casa de Campo de Madrid
La Casa de Campo de Madrid es una de las mayores concentraciones del
pas de prostitucin al aire libre. Cientos de mujeres y transexuales venden sus
servicios casi todos los das del ao, a prcticamente todas las horas. Aqu un
equipo del Departamento de Trabajo Social de la Universidad Complutense forma-
do por Mara Jos Barahona y Luis Mariano Garca Vicente han elaborado el que
es, hasta la fecha cuando menos, el trabajo ms exhaustivo realizado en Espaa
en torno al cliente de la prostitucin. Se titula Una aproximacin al perfil del clien-
te de Prostitucin femenina en la Comunidad de Madrid y se public en 2003 bajo
auspicio de la Direccin General de la Mujer del gobierno regional madrileo.
La mayora de los clientes llegan en automvil, privado o de la empresa.
Tambin los hay que acceden andando, corriendo (footing) o en bicicleta. Se trata
I I 1.lnovade el hombre
de una forma de ejercer la prostitucin particular, ya que el contacto sexual se
de realizar o bien en el coche o bien al aire libre. No hay casi preliminares,
y se va casi siempre rpidamente directo al grano. Realizando un concienzudo
trabajo de observacin sobre el terreno los investigadores Barahona y Garca
Vicente muestran que el contacto sexual tiene una duracin media de imenos de
diez minutos! La mayora de los contactos, sealan, duran todava menos, unos
cinco minutos
36
. El ritual de contacto y servicio, sealan, casi siempre es similar:
el coche para a la altura de la mujer y negocian a travs de la ventanilla del con-
ductor o del copiloto, permaneciendo ella fuera del coche. En caso de introducir-
se la mujer en el coche nunca lo har en su totalidad, dejando las piernas fuera
del vehculo o al menos la pierna derecha. Si se llega a un acuerdo en el precio y
en el tipo de prctica sexual, la mujer se introduce en el coche e indica al clien-
te el lugar de estacionamiento. Una vez aparcado el coche se procede al pago
del servicio sexual, que siempre se hace por adelantado. El bolso con el dinero
se deja a un lado, por si acaso hay que agarrarlo rpidamente para salir corrien-
do. Sealan estos investigadores que en todos los casos observados se ha utili-
zado el preservativ037.
Estamos hablando, en definitiva, de contactos especialmente rpidos,
mecnicos e incmodos. Una versin concentrada y extrema de los que se reali-
zan en la habitacin de una casa de citas. Un aqu te pillo y aqu te mato. Sin prc-
ticamente intermediar ms palabras previamente que la mera negociacin econ-
mica y sobre el tipo de servicio. Por supuesto, tampoco sin preliminares previos a
la cpula o la felacin. Relaciones sexuales un tanto esculidas, de baja calidad y
estresantes. Hay meretrices que pueden llegar a tener cuatro contactos de este
tipo en tan slo una hora.
Fruto de su observacin, estos investigadores dicen varias cosas muy rele-
vantes relativas a los clientes. En primer lugar se confirma la presencia de casi
todas las edades. Bastante 'presencia de hombres jvenes, un 27% del total son
menores de 30 aos y el 59% cuenta entre los 31 y los 45 aos. La edad se esta-
bleci a travs de la apariencia fsica, por lo que los datos pueden estar algo dis-
torsionados. Una notable proporcin, eI18%, iacudieron directamente con el veh-
culo de la empresa! O sea, con vehculos que tenan rtulos claramente reconoci-
bles de actividades comerciales, industriales o de servicios. A este grupo parece
evidente que la bsqueda del anonimato no es una de sus mayores obsesiones.
41
42
Nadie "va de putas"
Como sealan Barahona y Garca Vicente (pgina 47) estos hombres ya no slo
utilizan su tiempo de trabajo para la bsqueda de su "placer sexual, sino que tam-
bin parecen no temer la presumible identificacin del vehculo y sus ocupantes,
lo cual confirma la tesis de la total impunidad con la que actan los clientes. En
definitiva el perfil medio del cliente de prostitucin de la Casa de Campo de
Madrid respondera a la siguiente descripcin genrica: varn, alrededor de los 35
aos, vestido de manera informal, sport, que se desplaza en coche, en un utilita-
rio de precio medio. El servicio sexual se presta en los asientos posteriores del
coche con una duracin de unos cinco minutos. Las mujeres no mantienen por lo
general ms contacto con el cliente que el tiempo estrictamente necesario mien-
tras que dura el servicio sexual.
El "puttan tour" italiano y los estudios sobre el sexo de pago en Miln
El ltimo caso que describiremos antes de hacer referencia a los resultados
de nuestra propia investigacin son los trabajos dirigidos por la sociloga y traba-
jadora social italiana Luisa Leonini. En concreto haremos referencia a su obra titu-
lada Sesso in acquisto, que se puede traducir como "Sexo de pago". Se trata de
una investigacin realizada en el ao 1999 en la ciudad de Miln, encargada por
el gobierno provincial, y que trata de profundizar en el conocimiento de la figura
del cliente de prostitucin en esta urbe italiana. Su forma de trabajar fue muy
audaz ya que adems de mucho trabajo de campo, intercalaron las entrevistas en
profundidad con clientes (siempre difciles de conseguir), con un programa de
radio. En l se invitaba a los radioyentes a hablar en torno a sus experiencias y
opiniones sobre el tema. De esta forma lograron obtener decenas de testimonios,
tanto de clientes y meretrices, as como ciudadanos en general. Es una forma ori-
ginal de hacer investigacin social.
El puttan tour, el tour de las putas, es una prctica que no hemos podido
documentar todava en Espaa ni observar en Zaragoza, pero que parece que
tiene un notable xito entre clientes jvenes de la prostitucin heterosexual en
Italia. Es una mezcla peculiar de prostitucin, sexo colectivo y denigracin de la
mujer en el que merece la pena detenerse. De forma resumida consiste en que un
grupo de hombres jvenes, entre los veinte y los treinta aos, tras salir una noche
de fiesta y haber ingerido gran cantidad de alcohol y drogas sale en coche a la
Captulo 1. l no va de putas Por qu el hombre contina acudiendo a la prostitucin?
zona donde se encuentran las prostitutas. Algunos no tienen pareja, pero otros
puede que s. Una vez en la zona, empiezan a dar vueltas por las calles donde se
encuentran las meretrices esperando a la intemperie. Lo ms divertido para los
jvenes son los comentarios y bromas que van haciendo entre ellos mientras
hacen el recorrido previo. Con frecuencia les gritan, insultndolas.
Finalmente, tras dos o tres horas dando vueltas en automvil, se puede
acabar parando delante de una mujer o travest para contratar sus servicios. Se la
elige por ser especialmente guapa o excitante, segn consenso del grupo.
Cuando se llega a un acuerdo sobre el precio, todos los jvenes del coche, uno
tras otro, tienen relaciones sexuales con la misma prostituta. Enza Colombo, del
equipo de la profesora Leonini, analiza el puttan tour como un acto estrechamen-
te relacionado con la experiencia de grupo. No se realiza tanto por la necesidad
Imperiosa de tener una relacin sexual, sino por el deseo de realizar una accin
trasgresora con iguales. De esta forma se establece un vnculo de cohesin, al
haber compartido una prueba "arriesgada" y "prohibida" 38, 39.
Por las razones que fuere, esta prctica no es habitual en Espaa. Es cier-
to que los hombres tambin suelen acudir a la prostitucin en grupo, e incluso
puede ser que todos acaben pagando relaciones sexuales con una mujer. Sin
embargo, siempre ser por separado y con meretrices diversas. Se trata de una
diferencia considerable, con bastantes implicaciones que a da de hoy no somos
capaces de responder.
En este apasionante libro italiano los autores tambin tratan de establecer
una tipologa bsica de clientes de prostitucin. De forma resumida estos seran: (1)
los consumistas, (2) los necestados de sexo, (3) los que buscan experiencias, (4)
los inseguros, (5) los romnticos, (6) los anmicos y (7) los (quizs) fieles.
(1) Los consumistas seran aquellos clientes que en la prostituta no ven ms
que un objeto sexual. Ir a un club o a una zona con meretrices en la calle se con-
vierte en una especie de supermercado donde elegir la mercanca. La prostituta se
convierte as en un objeto de consumo donde no interesa el ser humano con el que
se tiene sexo. Slo interesa en cuanto le proporciona placer. (2) El segundo grupo
sera el denominado como los necesitados de sexo. Seran aquellos hombres que
argumentan que van con prostitutas por "necesidad fisiolgica". La mujer aliviara
este impulso sexual irrefrenable del macho y que debe ser satisfecho de cualquier
43
Nadie "va de putas"
manera (incluso pagando si hace falta). Una variante de la masturbacin. Por lo
tanto, aqu tampoco interesa la mujer, la que se considera como un simple utensilio.
(3) Otro perfil sera el de los hombres que buscan experiencias diferentes.
La excitacin deriva de la posibilidad de poder pagar a alguien que sea capaz de
satisfacer todos sus deseos sexuales, incluso los ms extraos. Lo que se pide a
la prostituta, consideran, nunca se podra pedir a una mujer "normal". Se trata de
poder cumplir el sueo que algunos hombres tienen de ser omnipotente y autno-
mo en la relacin con las mujeres. (4) Los inseguros seran aquellos que se consi-
deran ellos mismos como "feos", "impresentables" o "indeseables". Van con una
prostituta ante sus dificultades para relacionarse con mujeres no prostitutas, de
las que temen ser rechazados. (5) El quinto perfil determinado por estos investiga-
dores italianos es el de los romnticos. Acuden por la necesidad de sentirse acep-
tados por una mujer. Tratan de conquistar a la prostituta con la que tienen sexo,
por lo que lo que les gustara es poder crear con ella una relacin afectiva estable.
Reproducir, en definitiva, el mito de Pretty Woman.
(6) Los anmicos seran aquellos varones que han sido clientes de la pros-
titucin en alguna ocasin, pero que muchas veces no lo consideran como una
experiencia satisfactoria. Se tratara simplemente como una especie de experien-
cia obligatoria para todo hombre. Una mezcla de curiosidad y aburrimiento, lo que
empuja a tratar de conocer un mundo semidesconocido para l. No subyace un
deseo de bsqueda de placer, sino ms bien una forma de imitar "lo que hacen
todos". (7) Por ltimo, los (quizs) fieles seran aquellos hombres clientes que
mantienen una relacin regular con una mujer que ejerce la prostitucin. La pros-
tituta representa para el hombre a la amante o a la segunda mujer. La relacin
implica (por lo menos en los deseos y fantasas del hombre) no slo el acto sexual
en s mismo sino que se trata que haya encuentros similares a los de una pareja
convencional. Aqu la prostituta, como persona, s que interesa al hombre cliente,
pero limitado al papel de mujer siempre disponible, servicial y condescendiente.
En definitiva, bastante de lo descrito en este estudio italiano es comparable
para el caso espaol, pero tambin hay que tener en cuenta que existen notables
diferencias. Quizs sobre todo dos. La ms importante son las notables diferen-
cias que existen en la dinmica de relacin cliente-prostituta entre la prostitucin
callejera (predominante en Italia) y la de club (mayoritaria en Espaa). Esta segun-
Captulo 1. l no va de putas Por qu el hombre contina acudiendo a la prostitucin?
da modalidad permite, por lo general, una mayor interrelacin entre las partes. Se
interacciona cuanto menos un poco antes de realizar el contacto sexual. A su vez
a pesar de que en ambos pases la mayora de las meretrices son extranjeras, en
Espaa hay una alta proporcin de mujeres del Caribe y Amrica Latina que com-
parten la lengua de los clientes. Existe por lo menos un mnimo bagaje cultural
comn. Por ello, por lo menos con este colectivo, el conversar es ms sencillo.
Los perfiles de clientes, sin embargo, se parecen bastante. Aunque tambin hay
diferencias, como veremos a continuacin.
El cliente de prostitucin: ya no slo hombres mayores, barrigudos,
feotes, solitarios y tristones
El paisanaje masculino en un club de alterne en la actualidad es sorpren-
dentemente variado. Lejos del clich tradicional de slo hombres mayores, barri-
gudos, feotes, solitarios y tristones. De las observaciones sobre el terreno y las
mltiples entrevistas que hemos realizado para elaborar este trabajo, se confirma
una gran heterogeneidad soci'al entre los clientes de prostitucin. Tanto en edad
como en nivel econmico. La mayora de los hombres que compran sexo tienen
parejas estables. Casados o con novias. Otros estudios recientes como los
comentados de Jos Luis Solana en Crdoba o el de Mara Barahona en Madrid
lo confirman tambin. Por supuesto la diferencia de precios entre unos estableci-
mientos u otros suponen notables variaciones en cuanto al tipo de gente que los
frecuenta. Hay locales donde una bebida alcohlica cualquiera puede llegar a cos-
tar hasta diez veces ms que en un bar convencional mientras que en otros son
casi idnticos. Los horarios de asistencia tambin cambian de uno a otro colecti-
vo. Por ejemplo, los jubilados suelen acudir por las maanas de das laborables,
preferentemente durante los das posteriores al cobro de la pensin. Los ms
jvenes por las noches de los fines de semana. Los solteros y separados suelen
tener ms libertad de horario, mientras que los casados suelen retirarse antes de
la una o las dos de la madrugada, etc.
La forma como los hombres se relacionan con la prostitucin est cambian-
do en nuestro pas. La bajada de los precios, la llegada de mujeres jvenes de ori-
gen inmigrante y la permisividad legal han supuesto un nuevo repunte de algunos
ritos como las despedidas de solteros en burdeles. Pero tambin se pierden otros
46
Nadie "va de putas"
como el que relacionaba la prostitucin con la primera relacin sexual masculina.
El perder la virginidad en un burdel supona un rito de paso, de confirmacin de la
heterosexualidad e inicio de la distincin entre la sexualidad dirigida hacia la pare-
ja legtima (con quien uno se casa, la madre de los hijos) y hacia la pareja espor-
dica (la puta, con quien se tiene sexo sin compromiso). En la actualidad la prolife-
racin del sexo preconyugal hace cada vez menos frecuente que los hombres ten-
gan su primer coito en este contexto. Varios de los hombres entrevistados entre
los cuarenta y los sesenta aos de edad sealan que se desfloraron en la Prosti-
tucin. Seala un entrevistado:
"A los catorce aos mi abuelo me llev al prostbulo ... mi abuelo era
un poco pendn ... me dijo "tienes que ir porque ya te vas haciendo hombre-
cica ... nunca se lo cont a nadie ... no fue una experiencia muy agradable
aunque la mujer fue muy amable ... era de confianza ... ". (Comerciante, 45
aos, separado)
Para la elaboracin de las siguientes pginas de este captulo hemos entre-
vistado entorno a una docena de personas usuarios ms o menos habituales de
servicios de prostitucin. Su nivel educativo, ingresos econmicos o estado civil
era diverso, con el fin de pOder contar de una visin de conjunto lo ms amplia
posible. Se ha realizado un esfuerzo por realizar un trabajo riguroso, transcribiendo
literalmente los contenidos de las entrevistas. Entrevistar a clientes de prostitucin
no es sencillo. Cuesta encontrar a personas dispuestas a veces por temor a ser
descubierto por la familia, otras por el pUdor de tener que hablar sobre estas cosas
con un desconocido. La mayora de los entrevistados han pedido mxima confi-
dencialidad y anonimato con respecto a sus declaraciones. Temen que sea cono-
cido por sus familias y entorno laboral. Los solteros y separados han mostrado
menores recelos. Como curiosidad, nicamente en un nico caso un entrevistado
nos ha declarado que no teme que se haga pblico. Una especie de alegato a favor
del cliente de la prostitucin. Reproducimos de manera textual lo que nos dijo:
"S, de acuerdo, se puede decir que soy. .. que me he convertido en un
putero ... el putero tiene mala fama por aqu... pero si ser putero significa que
vaya un club a tener sexo cuando me apetece pues s, lo soy. Pero eso no
significa, primero, ni que sea peor persona que t. Tampoco que no pueda
tener menos amigos que t. y tampoco significa que no sea capaz de estar
con una mujer sin tener que pagar/e". (Autnomo, 32 aos, soltero sin novia).
el hombre acudiendo I
, de todas maneras, no es lo habitual ya que
Esta manera de deCir las cosas" b us identidades Y al hablar
de los clientes demandan anonimato re s
oc
idos muestran cierto pudor y verguenza,
descon
, mas diferenciado un total de seis tipos
Del resultado de las entrevistas, he '1 motivacin o el contexto en el
' ' . heterosexual Segun a ,
clientes de prostltuclon 'n roblemas afectivos o para relacionar-
se realiza. El primero es el hombre cad p t categora se encontraban sobre
l" mente dentro e es a h b'
con las mujeres. C aSlca , . Hombres tmidos o con limitaciones en a 1_
los solteros de larga duraclon. t fiI se ha diversificado con el
. ' I En la actualidad es e per d
Ii,:lacles de relacion socia. , do seria el de la noche e
/ 'los divorCIOs. El segun . '
mento de las separaciones y 's como Espaa, tUrlslico
au , B tante frecuente en un pal b
"
uerga y desfase masculino, as I s encontramos con el hom re
'd turna En tercer ugar no J'er
Y con una rica VI a noc, " . una forma de ser infiel a su mu ,
. t ve en la prostltuclon la
casado. Muchas veces es e l' ra (light), Muy diferente a
l mismo valora como Ige I
aunque de una manera que , l' in afectiva con respecto a a
'd C mucha menor Imp Icac la
tradicional quen a. on 'la rostituta se la paga para obtener p _
mujer con la que se comete adulteriO, A t nPsi uiera se conoce ni su nombre, Este
cer sexual pero de ella v:ces ni oa unaqcanita al aire, y es ms que posible
hombre casado vive la prostltuclon com. satisfactoria, Es la doble moral
que mantenga una relacin con su pareja mas que
en su estado ms puro,
ncuentra en cri-
r!'1 d I hombre casado que se e
En cuarto lugar surge el pe I e t'tud que a veces puede pare-
'1 titucin con una ac I
sis de pareja, Se acude a a pros " tiene problemas afectivos y
, legtima El matrimonio I
cer vengativa hacia la pareja ' 'derar como una salida para e
tituta se puede consl , .
sexuales y pagar a una pros refiere a abordar la situaclon
'al y temporal pero se p b
hombre. Aunque sea parcl " ez de resolverlo se uscan
bl de pareja pero en v I
directamente. Hay un pro ema , entran los hombres que acuden a a
E q
uinto lugar se encu , 'd d f er
otras vas de escape. n d on sectores de actlvl a u _
. b't laboral Muy a menu o s de
P
rostitucin en un am I o " . ' I s etc) y donde las cenas
" d ( nstrucclon comerCia e, '
temente masculinlza os ca , , es tras las copas de la cena,
frecuentes En ocaslon t
trabaJ'o fuera de casa son muy , , local de alterne, Finalmen e
' . n de trabajO en un
se contina con la conversaclo, de cliente-tipo con los hombres jvenes.
hemos establecido un sexto tipO '1 los puti-clubes, Las razones son
d z ms habltua es en , '
Sorprendentemente ca a ve . I tesis del grave problema de miseria
variadas, pero nosotros defendemos aqUl a mplidas entre buena parte de la
sexual, carencias afectivas y expectativas Incu
48
Nadie "va de putas"
juventud espaola. No vivieron la llamada revolucin sexual de los setenta, o pare-
ce que ni tan siquiera la temprana educacin sexual en las escuelas haya servido
para demasiado. Mientras que su consumo de alcohol y drogas es alto, las caren_
cias sexuales y afectivas entre las nuevas generaciones son muy alarmantes.
Cada vez es ms fcil encontrar hombres menores de treinta aos en locales de
alterne en busca de algo que, dicen, desean pero no encuentran con las chicas
convencionales.
El hombre Con prOblemas afectivos y dificultades para relacionarse con mujeres
No descubriremos Amrica diciendo que muchos hombres son tmidos e
indecisos a la hora de relacionarse con las mujeres. No todos los hombres son
capaces de asumir el papel de llevar la iniciativa en el intento de relacionarse con
feminas. El hombre tambin es vctima de s mismo y de la obligacin de estar
siempre dispuesto para el combate
4o
. Falta de habilidades relacionales, malas
experiencias previas o carencias afectivas ocasionadas por las razones que fuere
puede suponer que no sea nada sencillo al hombre relacionarse con mujeres para
entablar una eventual amistad, o relacin afectiva.
Adems de los hombres de solteria prolongada, en este grupo tambin
Podemos encontrar a hombres separados o que han finalizado relaciones afectivas
largas. El primer grupo es frecuente en el Valle del Ebro, sobre todo en el medio
rural donde ha habido una fuerte emigracin femenina y donde el modelo familiar
tradicional favoreca que determinados hombres permanecieran solteros de por
vida
41
Algunas comarcas aragonesas, catalanas o merindades navarras tienen
elevadsimas tasas de masculinidad en su poblacin. Hay municipios con casi dos
hombres por mujer. Como se sabe muy bien en Aragn lo de la "Caravana de
Mujeres" de Plan (Huesca) no fue por casualidad. El segundo grupo al que nos
referimos, al de los divorciados, es un colectivo en rpido aumento consecuencia
del notable crecimiento del nmero de divorcios en Espaa. Dentro de los sepa-
rados POdramos establecer dos grupos: los que no qUieren saber nada de volver
a encontrar pareja y los que s (la mayora). Estos suelen ser hombres capaces de
relacionarse con mujeres convencionales, pues tratan con ellas en el mbito labo-
ralo incluso relaciones de amistad, pero que carecen de habilidades de seduccin
y atraccin. Como afirma un informante: han perdido las artes del ligue.
contina
Parte de la mujer. . tos hombres al rechazo por . Ex
iste un fuerte miedo entre eS
I
'smo y la auto-estima sue-
. d ctaras de uno m
confianza en las capacidades se u o mismo aparecen a menudo etiquetas
ser bajas. A la hora de etc Los apelativos auto denigrato-
"soso" "aburrido", "feucho, n , 't't '0' n puede aparecer al suje-
' texto la pros I UCI
. pueden ser muchos. En con. ero factible y cmoda, a sus proble-
to en cuestin como una a la soledad, la necesidad d:. calor
as sexuales y afectivos. Tamblen h se de la falta de compama, las
m la falta de amigos con los que desa ogar humano y .
propias frustraciones y problemas.
nte nueva en los bares, en pocos
"Cada vez cuesta ms conocer a ge I e la gente que estamos
I n desconocidos por o qu
sitios se puede ya hab ar ca A diferencia de en un bar donde
cer a gente nueva. I
solos nos cuesta cono d' aqu vas a tiro hecho ... es o mas
d hablar con na le, .
no sabes si vas a po er '. ./ r a una copa a una chica, ya
ndo solo con mVI a
fcil porque sabes que paga., h d le tocas un poco el culo o la
tienes compama ... y s -. i ademas aprovec an o
teta ... " (Comerciante, 45 aos, separado).
'" b'n minimiza el . sibilidad del rechazo. ,am I ..
Mediante el pago se eVita la po . . o para llamar la atenclon
d I melar de uno mis m
esfuerzo de tener que tratar de ar o la autoexigencia hacia uno mismo, y
de otra persona. Se re uce d a's De todas formas la pros I u-
d de esta manera n
I . amos con los em .
en la forma como nos re aClon f strante para el hombre, ya que sus
. caba de forma ru
cin suele ser un atalo que a I s'lno que sobre todo, se encuen-
P
roblemas no slo se reducen a . . l' . on una mujer convencional. no
I mbito sexua , . U
icaclon y re aClon c
tran en la necesidad de comun . . . . tados seala con cierta sorna:
de los hombres clientes de prostltuclon entrevls
. so lo tengo c/anslmo ... . . Si saco el billete se
"Yo no me eqUIvoco, yo e . I'go Pero conozco a
b'l/ t no vienen conm .
vienen conmigo y si no saco el l.; e ueda enamorado ... le digo: "ests
un to que cada vez que va a un gan o se q o le gustas ... " Pero s que hay
s y ya veras como n _.
tonto, o qu ... no le pague van a buscar compama, no
hay mucha gente que .
muchos que van a eso... . I 27 an"os soltero con novia).
slo sexo, van a ha ar ... bl " (Comercia, ,
h'lstoria de amor. Tratar de t to sexo como una
Estos hombres no buscan an I I fin de poder entablar una
. b pub norma con e recrear una conversacion de ar o
49
50
Nadie "va de putas"
relacin fuera del club. Como seala uno de los informantes entrevistados, solte-
ro y menor de treinta aos: la conversacin es muy importante, para mi casi lo ms
importante ... si ya, a los cincuenta segundos de estar hablando ya me pide invitar-
la a una copa, me enfado ... ya me corta el rollo. Para m el hablar con ellas, el cono-
cernos antes de hacer nada, es lo ms importante. Dentro de este grupo de clien-
tes, los enamoradizos, se encuentran bastantes de quienes tratan de establecer
relaciones de pareja con mujeres que conocieron ejerciendo la prostitucin. La
experiencia muestra que estas relaciones no suelen acabar funcionando a la larga.
El contexto del inicio de la relacin es para muchas parejas ya un elemento difcil
de superar. El pago establece desde un principio una relacin de poder y desigual-
dad, que despus es difcil volver a equilibrar conformando una pareja basada en
la igualdad y en el respeto mutuo. La diferencia de edad o las reticencias del entor-
no familiar del hombre pueden suponer tambin obstculos insalvables.
Con frecuencia los clientes de prostitucin que tienen problemas para rela-
cionarse con mujeres a veces recurren a la auto victimizacin, el hacerse las vc-
timas, para argumentar el porqu del recurrir al sexo de pago. El discurso tiene un
aspecto, superficialmente, casi hasta trasgresor. En un mundo donde parece que
todos tenemos que ser jvenes, altos, guapos e inteligentes, podra parecer que
no queda espacio para las personas normales. Para el hombre medio del pas,
para el seor moreno, bajito y con bigote de las pelculas de Alfredo Landa. Como
se seala en una de las entrevistas, los feos tambin tenemos derecho a una vida
sexual y afectiva, ... aunque sea pagando ... El discurso, sin embargo tiene trampa,
porque en los clubes las chicas corresponden a los cnones clsicos de belleza.
Son mujeres jvenes y deseables a ojos de la mayora de los hombres. Por ello,
se supone, a priori, que a ellas tambin les gustan los hombres (o las mujeres)
jvenes y guapos. Si un hombre convencional busca una relacin convencional
con una mujer convencional, casi es mejor que no vaya a buscarla en un club de
alterne. Parece evidente.
contina
ala
VIAGRA
,. ,. I de "disfuncin erctil", se puede definir la
La impotencia, cuyo termino medlc?, es e f ente para una actividad sexual satisfactona. La
incapacidad de lograr o ':',antener una su que afecta en mayor o menor grado a la
impotencia es una situaclon muy frecuente, s: ha p ro no es un tema que se trate abiertamente Y la
mitad de los hombres silencio, sin decrselo a nadie.
, de los hombres su re e
mayona ., le roducirse de la siguiente manera: cuando
De forma resumida una erecclon normal sue d es muy bajo lo que lo mantiene en
no hay estimulacin sexual el flujo de arterias pene se relajan Y
estado flcido. Cuando un hombre es estimula o s h A medida que el pene se expande, las venas
tan y el flujo sanguneo hacia el pene aument: la circulacin de retorno, se comprimen
del'pene, que tendran que la P entrando y muy poco saliendo, el pene se vuel-
y la sangre no puede salir. Con mas flUJO sangumeo
d mayor Y ms duro.
ve ca a vez . r cada vez un mayor tiempo para una nueva
Con el paso de los aos el hombre suele afectar el tiempo necesario para
ereccin despus de un orgasmo. edad aspectos como el sufrir determinadas
se y para la ereccin y la eyaculaclOn. (estrs cansancio, depresin) que pueden
enfermedades o encontrarse en un es a o d f ecuente ' menos de un 10 % de los hombres
ocasionar la aparicin de la A con el problema es frecuente
que sufren de disfuncin erctll.buscan a me n innumerables remedios populares, desta-
desmoralizarse, o buscar milagrosos. XIS e 'd con gran xito, el medicamento con
cando la clebre Spanish ffy.. Mas ha aparecl o,
marca registrada, VIAGRA. (Slldenafll). de actuacin para la
. t sali al mercado en su grupo .
VIAGRA fue el primer o fue que no se trata de un afrodisiaco, nt
disfuncin erctil. La gran revoluclon Que supu " 'no Que slo ayuda a conseguir una ereCClOn
hormona ni un producto que cause per se lo ra aumentar el flujo del pene de forma
cuando estimulacin Este o cuando se desea, y su accin comienza
natural El medicamento se toma a demanda, . d' 's de 1 tableta al da Los efectos colate-
. 4 h No se recomlen a ma .
en 30 minutos y dura hasta oras. b 'ec'lm'lento facial Y dolores musculares, y,
. d' t' s dolores de ca eza emo) . t .
rales incluyen molestias Iges Iva. ' . ., n C6mo otras sustancias para tratar la Impo enCla,
en un 3 % de los tratados, alteraCIOnes de la d ardacas. En la actualidad este medicamen-
VIAGRA est contraindicado en caso de enferme a es c racin de productos. Por ejemplo, el CIA-
to ha evolucionando, encontrndonos ya la tercera gene
UX, puede tener efectos durante todo un fm de semana. . . y 110 a pesar de
. , AGRA tiliza con relativa frecuenc13. e
En el mundo de la VI se u sumo de drogas o si la toma una persona
Que puede resultar peligroso SI se mezcla se puede comprar legalmente a traves
problemas de corazn. A ,de que ,e,n spana la sustancia (compra en Andorra o a travs de
de una receta mdica, eXiste cierto trafIca sencilla. Su precio en un club de
Internet) por 10 que se puede obtener de ms de lo que cuesta con receta en la farmaCia.
ne puede oscilar en torno a los 12 euros, veces
51
52
Nadie "va de putas"
La noche de juerga y desfase masculino
Espaa es un pas donde se traba'a duro d ' ..
disfrutarse de forma intensa Los an I l. Y . onde la dlverslon tambin suele
f t . g osaJones utilizan la expresin S . h
les a espaola, para referirse a una fiesta mu dive'd' pams par/y,
apreturas de la hipoteca la carga de t b' Y rtl a e Intensa. A pesar de las
" ' ra aJo o los problemas c I f ..
pals caSI todas las vsperas de festiv I on a amllla en este
. os as calles estn abarrotad d
nendo pasrselo bien. En bares pub t as e gente que-
, es, errazas y, tambin, prostbulos.
Buena parte de los hombres que com ran se -
ambiente de grupo de amigos y salida xo en Espana lo hacen en un
ga con otros hombres. Con frecuenc' I . En. un contexto de noche de juer-
t
. la, os entrevistados seal
a revenan a acudir a los clubes s f an que nunca se
Ino uera de esta forma:
" t
... e tomas una pirula y una copa t I
estas tas, a mi no me gustara q , y a y te da mal rollo y joder ... y
ue me pagase por estar con un t
mal rollo, hasta que e/aoo de h h' a la ... te da
... ec oammes' d d
voy cuando voy muy bolinga sino n gue an o mal rollo y slo
. o voy. .. soy una persona qu d'
peto Ir. Si voy sereno no me gusta" (T" _ e me a res-
. ecnlco, 39 anos, casado).
"Siempre que he ido a un prostbulo ha sido en
cenar, las copas, los amigos y tal . grupo ... despues de
... nunca es en fno Cuand .
este grupo de amigos casi ya s d' d . o me reuno con
e on e vamos a acabar. .
vamos primero a otros bares norm I ... en ocasIOnes
a es, pero a veces al puti cl b d'
mente ... es algo que est en el g .. d - u ya "ecta-
U10n e la noche de fiest I
juerga ... " (Funcionario 45 _ a, e colofn de la
, anos, casado).
. . Estos clientes con mucha frecuencia son hombre .
ne: tienen una buena posicin econ' . .s a los que la vida les son-
omlca y laboral aSI ca .
aceptable. No buscan en la prostitucin l" mo una vida de pareja
t d' . sup Ir ninguna carencia' .
e Ivertlrse en cuadrilla. Dependiendo del ru o . ' SinO slmplemen-
alterne en una noche de fiesta p d g P de amigos el acudir a un club de
. ue e ser algo es po . d' b' '.
rutinario. A cumplir ineludiblemente tod I f' ra ICO o len practlcamente
I
'f' os os Ines de semana E .
P anl Ica previamente mientras que t . n ocasiones se
, ' en o ras se improvisa se '1 .
este la noche. El consumo de alcohol dr gun o animada que
excitacin y menguar las inhibo . y . ogas puede acrecentar la sensacin de
IClones, animando finalme t d'
to). Como seala uno de los hombres entrevistados: n e acu Ir a un local (gari-
I I 1. l de
el hombre acudiendo
"La cocana se consume cada vez ms, muchos la usan y muchos
pasan. Algunas veces hemos ido de propio afuera a pillar una y s que est
muy vinculado, porque es muy sociable. Hay gente que si se meten una raya
ya no pueden pero se produce tambin el efecto contrario ... hombre, si vas
hasta las orejas igual no se te levanta. ( ... ). Yo tengo amigos que cada vez
que hacemos una cena de estas cada seis meses y tal ... entran y salen siem-
pre. "Es la ltima vez que entro despus de haber tomado una raya ... por-
que no hay manera" pero a la siguiente vez vuelven a entrar porque te ape-
tece mucho, ests ms desinhibido, el cachondeo, el no se qu ... y vuelven
a entrar aunque no hagan nada. Cada vez funciona ms este tema por los
garitos." (Fontanero autnomo, 43 aos, separado).
Un informante nos dice: "Una buena juerga ... la fiesta ideal soada por todo
juerguista acaba siempre con sexo ... ya te lo puedes estar pasando muy bien una
noche, pero si vuelves a casa con el rabo entre las piernas ... pues ya no es lo
mismo ... ". Para muchos hombres una buena fiesta tiene como colofn el tener
relaciones sexuales. La fiesta como orga dionisaca. Con la pareja formal, o no.
Sin pagar, o pagando. Tras cenar juntos, las pandillas de hombres solos suelen ir
a los bares y pubs normales. En los locales de copas es posible hablar, conocer e
intentar ligar con mujeres convencionales. A veces la historia termina aqu, ya que
tras unas horas se decide emprender el camino de regreso a casa habiendo logra-
do conocer a una mujer interesante. O no. Sin embargo, en ocasiones, en algunos
grupos, se acaba en un prostbulo. All es seguro que todos los miembros de la
pandilla pueden llegar a tener sexo (de pago) si lo desean. Aqu da igual ser tmi-
do, feo o con pocas dotes para la seduccin, todos tienen las mismas posibilida-
des ya que todos cuentan con dinero en la cartera. Para el grupo es una mezcla
de diversin, juego, trasgresin grupal y muestra de camaradera. La combinacin
de alcohol y, a veces, drogas, desinhibe los prejuicios para pagar por sexo.
La llegada al prostbulo se convierte en una especie de supermercado del
sexo, con mujeres de diferentes procedencias, con rasgos faciales diversos o atri-
butos ms o menos pronunciados. Las brasileas gustan por ser divertidas, la
colombiana por melosa y cariosa, la venezolana como la ms guapas Y promis-
cuas o las rusas, que estn de moda en Espaa, son consideradas como cultas
gustando mucho sus rasgos nrdicos. Como nos seala uno de los entrevistados
son el caviar de las putas, lo ms selecto. Todas ellas siempre dispuestas para el
53
54
Nadie "va de putas"
sexo (de pago) y con una actitud activa hacia el hombre. Quieren hablar con l, y
tratar de "conquistarlo". Entre bromas y risas estos grupos de amigos hablan entre
ellos y con las prostitutas. Es una actividad divertida, ldica, en un ambiente de
cachondeo.
La prostitucin es en este contexto una actividad grupal, no comprometida
y alegre. Las conversaciones con las prostitutas suelen ser cortas aunque en algu-
nos casos pueden alargarse (siempre invitndola a ella a una copa). Para algunos
clientes la conversacin es importante, pero a veces est seriamente mediatizada
por sus dificultades por expresarse en espaol. Son conversaciones triviales, con
temas como el tiempo que la chica lleva en Espaa, los sitios en los que ha esta-
do viviendo o, por ejemplo, sus gustos. Por supuesto tambin son frecuentes las
conversaciones que, directamente, tratan sobre temas sexuales. En todo caso
estas conversaciones tienden a suponer una especie de simulacro de una conver-
sacin convencional de ligue. Ambos saben que el coloquio y el sexo slo se pro-
ducen si el cliente paga, pero de todas formas se trata de imitar a un acto de
seduccin convencional, sin transaccin econmica. El hombre toma una actitud
pasiva y se regodea al tratar de ser seducido por una mujer-actriz que acta de
forma sexual mente agresiva.
Estos hombres, en su mayora, tienen la posibilidad de disfrutar de la
sexualidad con sus parejas. Adems, tambin pueden intentar tener una relacin
extramarital sin pagar. De todas formas recurren a la prostitucin. A qu se debe?
En las entrevistas que hemos realizado aparece, en primer lugar, el miedo al com-
promiso con la nueva pareja o el temor a que el desliz sea conocido por la espo-
sa legtima. En segundo lugar nos encontramos en las entrevistas el argumento del
hombre polgamo por naturaleza. Se habla de la necesidad de "desahogarse". El
macho como depredador y atleta sexual insaciable, que no puede resistirse a lo
fcil, cmodo y barato que es tener sexo con mujeres jvenes, bellas y disponi-
bles. En tercer lugar, lo ms comentado es la idea de la doble moral masculina. El
puti-club es un espacio para pasrselo bien, enredar un rato y, si apetece, tener
sexo por un mdico precio. Adems los amigos no slo no critican el acto, sino
que lo alientan. Cuando se abandona el local, se puede continuar aparentando
una imagen pblica respetable: como padre de familia, empleado ejemplar o ilus-
tre miembro de la comunidad. iCriticando incluso pblicamente el ejercicio de la
prostitucin! Como seala uno de los hombres entrevistados: lo que pasa dentro
el hombre acudiendo a la
'MlUtl-CIUV se queda alli y no debe salir nunca fuera ... te puedes encontrar con
conoces ... se supone que todos van a lo mismo que t por lo que al dia
si te lo encuentras por la calle ni se te ocurra sacar el tema ... es como si
mundo a parte.
Es un hecho el comprobar que muchos de estos hombres sealan preferir
de pago (con una mujer joven, inmigrante) a tener relaciones estables con
de su misma edad que les permita disfrutar del sexo sin pagar. Los argu-
"Puedes tener una relacin consentida con una mujer adulta ... est
bien ... pero la gente lo que busca es ms diversin. .. con una mujer normal
a la maana siguiente te tienes que levantar con ella y todo son problemas ...
que si tus problemas ... que si los suyos ... adems a mis hijos no les hace
ninguna gracia que yo ande con otra mujer por ahi que no sea su madre. Yo
la verdad que he tenido relaciones con mujeres espaolas normales una vez
divorciado y ya me he aborrecido ... prefiero pagar a una puta y despus olvi-
darme de ella ... si me interesa vuelvo otro dia y repito ... pero nada ms."
(Empresario, 50 aos, separado).
"Pero dicho esto, cuando t tienes unos roles muy identificados,
padre de familia, hombres de negocios, buen vecino ... pues tienes unos
roles muy determinados que tienes que ir encauzando.
Cuando t sales de marcha, ese rol de desinhibicin solamente se
completa en ese punto, otros pueden trascenderlo porque hay otras vlvu-
las de escape pero si tienes el rol de juerguista ... eso va paralelo a todo ... y
claro ahi estn todas las apetencias sexuales yeso va por la pregunta del
ego ... El ego de la conquista ... llega un momento en que t crees, sobre
todo a cierta edad, que la conquista puedes determinarla por ti mismo, por
lo guapo que eres, por lo inteligente, por lo simptico ... hasta que te das
cuenta que en estos sitios que hacen el parip hay veces que, dependiendo
de mi estado de embriaguez o de drogadiccin, me lo puedo llegar a crear
unos segundos, pero como tambin tiene que ver con mis espermatozoides
y su liberacin, pues dices ... oye igual merece la pena ... Es una cosa mez-
clada, yo creo que es el rol del ego y tambin tu incapacidad de reconocer
55
56
Nadie "va de putas"
que ya no ests para ir de "caza" porque adems si lo haces te complicas
la vida y adems no merece la pena porque te encuentras con mujeres, que
como t, claro, tienen problemas fsicos, morales ... " (Tcnico, 39 aos,
casado).
Como conclusin se pOdra decir que el hombre que acude a la prostitucin
en grupo puede llegar a obtener placer en cinco momentos diferentes. En primer
lugar el placer preliminar, la fantasa previa antes de acudir al local, a veces plani-
ficada previamente en grupo. Despus el comentado placer de la simulacin del
ligue con la Prostituta. La conversacin, el juego de saber de antemano que si el
cliente lo quiere la conversacin puede concluir con un contacto carnal (de pago).
El tercer placer sera el acto sexual en s mismo. Despus se encontrara el placer
de la reafirmacin de grupo. Este es Un punto importante, ya que la camaradera
se ve reforzada al hablar sobre cmo ha ido todo. Entre risas, se comenta a pos-
teriori aspectos como la satisfaccin del acto, el tema de conversacin con la
chica, las posturas practicadas, etc. Finalmente est el placer posterior, que se
tiene al rememorar el acto tiempo despus. Placer tanto personal (fantasas erti-
cas) como de grupo (comentar hazaas sexuales pasadas).
El hombre casado: una infidelidad ligh!
Mencin aparte merece el cliente casado. El hombre con pareja estable que
acude a la Prostitucin es, en nuestra cultura, por lo menos en la esfera pblica,
un ser especialmente censurable. Se le podra acusar de ser un tramposo afecti-
vo. Provisto de una doble moral, demanda a su pareja la monogamia pero a su vez
ste se salta su compromiso de reciprocidad. La mayora de los hombres casados
que acuden con mayor o menor frecuencia a los burdeles, sin embargo, hablan de
una especie de infidelidad menor. El anonimato de la prostituta (sexo sin afecto ni
implicacin personal) y el contexto en el que se produce el encuentro (general-
mente en grupo, en una salida nocturna), supone que la infidelidad pierda sus
implicaciones morales ms negativas.
Es frecuente que estos hombres muestren cuando se les entrevista un gran
cario hacia su mujer legtima. Se la valora como la madre de sus hijos, su com-
paera, Con la que ha compartido muchas experiencias. Sin embargo le es infiel.
1.lnovade el hombre ala
. l Varios de los hombres casados y
con sentimiento de culpa, otras Sin sealan que slo podran
d
e prostitucin a los que hemos en 'd ran como una infidelidad
. ostitutas La consl e .
infieles a su mUjer con pr . t por romper la relacin con la mUjer
ve ya que no existe mngun In e tener sexo. Una actitud
gra la que se paga para
n
i de comprometerse con bl 'tos no relacionados con la pro-
'd d' responsa e, COI .
acercara a la sexuali a Ir I . . afectiva anterior o postenor a
I . 'ento de una re aClon Ido
'n ni con el estab eClml. I ntrado en satisfacer e ese
I del acto. Un acto Instrumenta, ce
t
'stados se asemejara a la
I ios de los en revl, )
uno mismo que, como sea an var !'tuta se reduce a ser objeto (activo
18lstllrbaciin, El inters por la mUjer pros 1 t resa tampoco si obtle-
rr b' afia de ella no In e ,
A este hombre casado la 10gr ue el cliente quiera sentir lo
<se,xpu,i"'ac'er en el acto (se sobre cuando acaba el encuentro
.' . Las expectativas haCia esta J . mo Dos clientes entrevistados
bTdad cuando se paga el mis . <r,""nal y la responsa I I
sealan:
. do est compartimentado ... tampoco
"Yo creo que lo tenemos tabica , . oca cuanto menos
. o voy cuando me eqUlv ... .
es que te vayas ... en mi caso, y. . por mi salud mental y eVldente-
. s por dmero smo . d
voy mejor para mI... y no e . o volva a ir en mi vida ... no tlenena a
mente si me jugase ",1 padre y madre ... y a mi mUjer no
q
ue ver ... yo quiero que mis IJO tro en el juego de amantes o
"d por eso no en
la ocupa otra en mi VI a... y es que separarte ... yo
. da uno es como es... . .
ligues ... pero inSisto que ca . t altero el resto de mi Vida, me
.. d . o no qUiero es ars
ya te digo ... dejarla e Ir, y _ do)
' "(Tcnico 39 anos, casa . parecera trist/slmo... ,
decir "ta los cuernos no te los he puesto
"A mi mujer no le puedo h d asa claro ... pero yo me
" arque me ec a ec ,
nunca ms que con putas , p d ma's a m me gusta, eso SI que
. o porque a e
cas y macho ... esto SI que n ... mi' 'amilia es lo primero ... pues
rgar y tal pero "
me gusta de verdad gustar y I ... b t do Yo eso ni tocarlo ... en
'gual se acaba a o .
ahi no quiero jugar porque I hacer alguna tontera la hago ... pero eso
Ign momento dado SI tengo que
a '"
ni tocarlo y esto lo mismo ...
r es una cosa y pagar es otra ... pero s
No es lo mismo porque gusta . . rt ya no se ven tantas
. lo ha sustItUido en pa e ... q
ue es verdad que a lo mejor , Ahora hay mucha gente que
11 ' macho ,uera ... queridas porque vas a I y... ...
57
Nadie "va de putas"
le gusta. A m me gustara ms aunque me jugara el matrimonio ... tener una
chavala que me la ligase y tenerla por ah ... yo creo que s que ha sustituido
bastante a las amantes y queridas ... hay rollos eso s ... pero as tan estables
como antes no ... Yo por lo menos en amigos y conocidos ... algunos s que
tienen por ah alguna historia pero la mayora, no te creas, eh ... " (Militar jubi-
lado, 60 aos, casado).
La importancia del compromiso adquiere una posicin central para enten-
der, cuando menos, qu es lo que buscan en la prostitucin algunos hombres con
una satisfactoria vida de pareja.
Una institucin hispnica de gran tradicin, la querida, tambin llamada
popularmente protegida o mantenida, se encuentra en franca decadencia. sta
cada vez se sustituye ms por la figura de la prostituta. Dos factores explican este
fenmeno. En primer lugar las transformaciones tan extraordinarias que han vivi-
do las mujeres espaolas en las ltimas dcadas. Prcticamente ninguna mujer
est dispuesta ya a asumir el papel de la otra, con disponibilidad total en tiempo
y afecto para el amante que la mantiene aunque no conviva con ella. Por supues-
to la infidelidad se mantiene, quizs reforzada. De hecho contina siendo la pri-
mera causa de ruptura de parejas en Espaa. Del total de divorcios, el 18,6% se
deben a infidelidades por parte del hombre y 2,8% de la mujer
42
. A pesar de ello
la infidelidad actual se suele establecer en un contexto de mayor igualdad entre
sexos fruto de encuentros casuales, relaciones previas de amistad o entre com-
58
paeros de trabajo.
En segundo lugar el grado de compromiso que el amante tiene que adqui-
rir con la querida suele ser inmensamente mayor que con una prostituta. Mantener
relaciones espordicas con varias e incluso con una nica prostituta es vivida,
desde el mundo de vista del hombre, como una infidelidad ms cmoda, con
menor carga emocional, incluso ms barata que los costosos alquileres de apar-
tamento, pensiones y regalos de las antiguas queridas. Con la prostituta se hace
el acto sexual y se desaparece. La confidencialidad Y discrecin est prctica-
mente asegurada. Con la querida es ms complicado, ya que tambin requiere de
una mnima recreacin de vida conyugal. De hecho, la mayora de estas relacio-
nes se sustentan en la esperanza femenina de que algn da el hombre dejar a
su esposa para formar una nueva pareja estable y formalizada.
. ra el hombre casado es diferente al que se
El sexo con una prostituta pa t la mUjer siempre disponible, subordi-
con la pareja. La prostituta represen a de la pareJ'a basada en una relacin
d I hombre A diferencia' I
a los deseoS e . t la meretriz el hombre es e que
.men()S a priori) de igualdad Y respec o, con. rta es que el hombre logre
d
i poder Lo nico que Impo
quien tiene to o e '. t' tada en torno a este hecho. Las
o La Industna es aman
llegar al orgasm . . .. nes delgadas atractivas. Con frecuen-
prostitutas son en su mayona lave , I hay mucho donde elegir
t
n decenas de ellas, por o
los locales cuen an ca l d lo 01' os pechos trasero, tono de
f
.' s del cliente' ca or e pe" '
los gustos ISICO . l g n mitica del harn para hom-
D
t forma se recrea a Ima e
sonrisa, etc. e es a tud Con ms posibilidad de elec-
Disponibilidad, variedad, belleza Y Juven . r eba-error Ir hablando con
. en el juego de ensayo p u .
el cliente disfruta mas ue le atraiga especialmente.
chicas, hasta que finalmente elige a una q
. . ctivas en ocasiones existe tambin un
Adems de mujeres Jovenes Y atra "d xual que uno mismo consi-
b P
or romper con una VI a se ..
entre los hom res . d 1 ciones de muy larga duraclo
n
, 'f t ' Desde la rutina e re a .
(Jera como Insatls ac ona. . d prcticas como las felaclo-
oder realizar determina as
la frustracin por no P . t v'stados lo ha reconocido, pero es
1 N
' no de los clIentes en re I
nes o el sexo ana . Ingu . I prostitucin con las que hemos
1 ujeres que ejercen a
UI) tema recurrente entre. as m . rostituta brasilea que ejerce en Zaragoza,
hablado. Como nos decla Mana, una p . t Y despus quieren practicar
fa por la tele o en revlS as
la gente ve mucha pornog
ra
.' t n De todas formas, con
pla mUjer no se a reve ...
con una mujer. .. pero con su pro C 43 argumenta que las fantasas de
cierta sorna la exprostituta italiana Carla 's y casi siempre las mismas.
los clientes de prostitucin suelen ser muy po re ,
. . an ue con frecuencia sus respectivas
AlgunoS de los entrevistados aflrm q t 'h n hablado nunca sobre el
" 1 onocen ablertamen e 1)1 a .
esposas, SI bien na o rec 'd de vez en cuando echan una can/-
, . 'ntuyen que sus man os ,. d'
asunto en seno, SI que I ,t' 't mente acuerdan que peno Ica-
ta al aire en un prostbulo: Hay parejas que aCI a t't t ? tambin hay mujeres
1 v'cios de una pros I u a., ,
mente el hombre contrate os ser I . gularmente a prostbulos Y optan
, acude mas o menos re 'f' '1
que intuyen que su pareja trata de una hiptesis di ICI
por hacer la vista gorda? Es posible. En todo caso se
de corroborar
59
60
El hombre en crisis de pareja: una infidelidad vengativa
Hay parejas que no funcionan y que el hombre decide acudir a la Prostitu-
cin a fin de suplir algunas de las carencias (sexuales o afectivas) que tiene su
matrimonio. Se pOdra calificar como una infidelidad vengativa, ya que no se trata
de resolver el problema de pareja directamente con la interesada sino tratar de
soliviantarse recurriendo al sexo de pago. Al volver a casa procedente del Prost-
bulo, el problema conyugal subsiste. Quizs ms envilecido todava. En algunas
de las entrevistas realizadas con clientes de Prostitucin, hombres que rondan la
cincuentena, aparece un discurso en torno a la idea de la diferencia de biorritmos
(sexuales) entre las parejas maduras. Bajo este planteamiento se argumenta que
el deseo y el apetito sexual de la pareja decrece cuando adviene la menopausia
en la mujer:
"Yo creo que las apetencias de una mujer de 40 aos no son las mis-
mas que un hombre de 40 (. .. ) las necesidades sexuales de una mujer tienen
que ver Con sus ciclos hormonales que entran en una crisis especial en el
tema de la menopausia entre los cuarenta y pocos y cincuenta y pocos, diez
aos que dan lugar a una serie de trastornos fsicos ... la mujer se libra de
hormonas, en el hombre es la testosterona, en la mujer no me acuerdo como
se /laman... entonces se libera de e/lo y est menos interesada en el sexo
mientras que el hombre sigue activo sexualmente incluso si tiene disfuncio-
nes sexuales". (Empresario, 50 aos, separado)
Se trata de un tpico? Se estima que en torno a los 50 aos de edad las
mujeres viven el advenimiento de la menopausia44. El 90% de las mujeres la viven
dentro del intervalo de los 40 a los 55 aos. El tiempo de la vida posmenopusi-
ca se denomina en trminos mdicos como climaterio". Con el aumento de la
esperanza de vida, la duracin del climaterio puede llegar a durar ms de treinta
aos por lo que est empezando a despertar cada vez un mayor inters entre los
profesionales de la medicina. Se estima que en torno a un tercio de las mujeres
espaolas viven esta situacin. Durante los ltimos aos la Unidad de Menopausia
del Hospital Materno Infantil de Las Palmas ha venido desarrollando un estudio epi-
demiolgico sobre unas 1.000 mujeres menopusicas46. De los informes realizados
relacionados con el estudio, el 72,6% de las mujeres consultadas presentaron
sofocaciones. Sin embargo, destaca el Doctor Servando Seara, el mdico respon-
1. l
. . de las mujeres
. fueron la prinCIpal queja
. que las sofocaCiones no . d'da de deseo sexual.
del trabalo, . uejaron de I
En primer trminO, se q . o ue los cambios producidos en
pues, que en algunos casos I! hbitos sexuales de las pare-
menopusica puede suponer I Chvez seala, en esta misma
. La psicloga Mara Asuncin Gonzales deseosas slo de compartir
. uchas mUieres se . 47
en el climateno m. d n el aspecto genital .
. . s pero poco Interesa as e
y canCla ,
. diferentes fuentes,
. sexloga clinica, Citando a 48
Cristina Horvath, pSlcologa y. roblemas sexuales van de la mano .
que sabemos que menopausia y 57% de las 200 mujeres consultadas
estudios realizados en Inglaterra e clnica londinense, tenian dlflculta-
asistan a una unidad de este tipO en Mientras un 18% de.
sexuales que habian comenzado con antes de ste. Seala Horvath (paginas
200 mujeres tenian problemas sexuales lo deseo suelen sufrir dolor durante el
294 y 295) que: las mujeres con baJO o nu les) y no desean contacto de piel por-
coito (debido tambin a los cambiOS mayor parte de los trabajos escntos
do se les toca ... o femeninO.
que le desagrada cuan . e la edad no afecta al orgasm I
bre sexo Y el envejecimiento dicen qu ha demostrado un aumento en e
embargo un estudio de Balflnger Y How S' Disminuye el inters y la
In, eTimentan orgasmo . . o tema
nmero de mujeres que no exp d d? Kinsey crea que la menopaUSia n
dualmente con la e a .
vidad sexual gra ta sexual femenina.
. gu' n efecto sobre la respues .
nln I bum-
- ue "Kolodny piensa que e a
Contina la argumentacin explicar la falta de entusiasm.o
miento en una pareja de mucho tlem
p
: En realidad el bajo deseo o baJO
sexual y de actividad en las personas omdisfunc;n sexual, pero lo que s es cle:o
inters sexual no puede deflmrse com afecta al deseo y es entonces cuan o
. hay orgasmos a la larga, esto oca de la vida se alegran
es que SI no . es durante esta ep e
se habla de disfuncin. Muchas mUjer relaciones muy tradicionales en las qu
de dejar el sexo a un lado. Son mUJde:eseCnOt: al placer de la mujer. Las relaCiones
I t mente In her .
el hombre es comp e a casi nada satisfactonas.
sexuales de este tipo suelen ser breves y . .
amo COlnCI-
o en todo momento que, c
De todas formas conviene tener ciar ia es una experiencia muy
den la mayoria de los la vida de pareja tambin vana
para las distintas mUieres Y que
61
Nadie "va de putas"
mucho. Adems del climaterio, es bien conocido en .
femenina suele producirse al ser ella inca az sexologla que la frigidez
bre tampoco disfruta, se siente frustrado en sus re.laclones. El hom-
te reprime, sublima o psicomatiza el problema o. En simplemen-
superar el problema con la ayuda de su are" los casos mas felices, trata de
en este libro, el hombre recurre a la otros, que son lo que tratamos
Independientemente de los factores f' , . .
miento del deseo suele estar relacionad ISlologlcos, es eVidente que el decai-
marital. En esta edad son frecuentes I o con el cansancIo y la rutina de la vida
as parejas de m d' .
de duracin. Es habitual que lo h" s e veinte o treinta aos
. s IJOS ya sean mayores p I
comun de la crianza de lo h" ' or o que el proyecto
s IJOS ya est pr f
ms ntimo la falta de novedad y d . c Icamente cumplido. En el mbito
e creatividad en I l'
abuso de prcticas mecnicas repetitivas o b d as re aClones sexuales, el
breo La falta de preliminares es . I asa as en el placer al pene del hom-
, encla es en la sexualid d f .
la falta de complementariedad sexual I . a emenlna y, en definitiva
. , con a pareja puede d '
traclon sobre las relaciones sexu I n egenerar en una frus-
aes.
Tambin se dan casos de hombres casados
esposa, durante aos no tienen . que, a pesar de convivir con su
separados pero que a pesar de ello ssee
xo
ent' pareja .. Matrimonios funcionalmente
d
'f man lenen Unidos incJ . .
I erentes razones: por tradicin ("hast ' uso convIviendo, por
reaccin de la familia e hiJ'os o dep da la muerte os separe"), miedo a la
en encla econm' d
(sobre todo la mUJ'er) Como sen-al . f Ica e una de las partes
. a un In ormante:
"Yo conozco dos casos de hombres que tienen a .
esposa ... con la que hace aos que n h su mUJer. .. a su
. o acen nada en la c
que tienen una amante puta vam d ama, seguro, pero
... os e pago n I
no pagan, pero por la cara no hay d arma mente te dicen que
veces sale mucho ms barato irypa rt'" e o as maneras es cierto que a
ga e un polvo que n . .
mal que al final te cuesta un rin tod I o Ir con una tia nor-
autnomo, 43 aos, separado) o o que lleva alrededor. .. ". (Fontanero
Este hombre maduro cliente de prostitucin .
sexo. No es un tpico, como confirman al un en no slo busca
Sobre todo las de ms edad El d g as de las meretnces entrevistadas
. po er conversar e .
valorada. Una forma de buscar compa' d s en estos casos una cualidad
la, e aplacar la soledad hablando con la
De todas maneras conviene tener en cuenta que esta figura de prostitutas-
0011fes
ol
'as se encuentra en cierto retroceso. La progresiva desaparicin de las
mUle,,;' de nacionalidad espaola Y de ms edad del mercado ha dado paso a
'nluieres muy jvenes y agobiadas por la necesidad de obtener beneficios econ-
(hablar demasiado baja la rentabilidad). A menudo tambin, las propias chi-
no dominan lo suficientemente bien el idioma como para poder mantener una
corwersa,ciln informal fluida fuera de la charla estrictamente sexual. A pesar de
entre las propias mujeres que ejercen la prostitucin se suele decir a menu-
do que no tiene ms clientes slo la que tiene un cuerpo ms bonito, sino la que
mejor conversacin tiene. Por ello se puede decir que el conversar contina sien-
do una parte de cierta importancia como ritual previo en la prostitucin. Para algu-
nos hombres es una parte fundamental, mientras que para otros no. nicamente
prestan atencin a los atributos fsicos.
El mbito del trabajo Y los negocios
Trabajo, negocios y prostitucin tienen en este pas una relacin bastante
estrecha. Sobre todo en determinados mbitos econmicos Y laborales, donde
son mayora los hombres Y hay cierta disponibilidad de dinero negro para gastar.
Tambin en el campo de las ventas, los comerciales y las relaciones pblicas. Nos
ha llamado la atencin el casos de personas que hacen breves escapa-
das ms o menos cotidianamente a casas de masajes o apartamentos donde se
ejerce la prostitucin, aprovechando que cuentan con una cierta flexibilidad hora-
ria en sus trabajos. Es el caso de autnomos, pequeos empresarios o profesio-
nales liberales. A las diez, once de la maana, con la excusa de salir a tomar un
caf o hacer una gestin fuera de la oficina, se contrata un servicio rpido de pros-
titucin. Es por ello que muchos de los apartamentos de contactos, relax y masa-
jes de la ciudad abren por las maanas Y se localizan en el centro de la urbe.
Es un secreto a voces que hay negocioS que se cierran en un prostbulo. Es
relativamente habitual que una cena de trabajo se alargue hasta altas horas de la
madrugada en el burdel. Siempre a gastos de la empresa. Todos los locales acep-
tan las tarjetas de crdito ms importantes Y en los resguardos de los recibos apa-
recen denominaciones de los locales que se confunden con bares, restaurantes u
hoteles normales. De esta manera se pueden justificar los gastos y desgravarlos
ante Hacienda.
63
64
Nadie "va de putas"
Llevar a un potencial cliente a un club d I
como una atencin especial Inv'ltar b b e a terne puede ser considerado
. . a e er algo e' I
un Informante entrevistado' al t t Inc uso al acto sexual. Sen-al
. ... ra ar sobre u. a
una complicidad diferente mi' pad d n negocIo en un puti-club se crF'a
... reya ecaqu l' e
en los cabarets ... es un sitio relajado en el ue e os mejores negocios se cierran
confianza del otro. Seala un entrevistado: q te puedes ganar ms fcilmente la
" ... el ir a un bar, a un prostbulo des .
que haya ms relaciones personales . t pues de una reunin ... d lugar a
b
e m ercambios d .
se asa en un tema de con'l'a e negocIOs. El negocio
(
"nzayestosede'
Abogado, 45 aos, casado) n estas destnhibiciones".
.. El club alterne se transforma en sala de re .
naliza la metfora que relaciona el d' uniones y de esta forma se mate-
Inero, el poder I . fl .
rona. Las negociaciones y los acu d y a In uencla con la testoste-
d
er os empres . I
e alterne son la sublimacin diana es en el contexto de un club
b
. e pacto entre cab 11
so re dinero rodeados de mUJ'eres .. a eros. Hombres discutiendo
. b' Jovenes y bella .
am Ita de los negocios todo se s siempre disponibles. En el
d Compra y se vende I
pue e considerarse simplemente ' por o que pagar por sexo
como una compra . S
ca que se da slo en ocasiones en E _ mas. e trata de una prcti-
h b
spana pero que c -
es a Itual en otros pases: ' amo senala un informante,
"Has hablado t de la construccin h
mucho dinero. Tambin est I ' ay constructores que manejan
I n uego los congresos d "
os congresistas cuando van a los h tI' e mediCaS o tal ... que
d' o e es te pIden "un "
se Ice en argot a una fulana S . a manta que es como
. on profeSiones liberales.
. y sobre todo fjate aqu en Espaa m
RUSia, Sudamrica ... y te las p . enos pero te vas fuera a China
d b onen por sistema Cua d . '
e e pensar que en Espaa exporf . n o viene un to de fuera
Es! amos poco Pero en R .
e es que te las ponen dentro de I . . USla, los pases del
negocio, del trato y del acuendo esta U / ~ ? a y dentro de la propia dinmica del
a e planeo"
una buena copa o un Cohba A pero vamos ... como si fuera
te ofrece. En los congresos ha; ge:
que
luego decides t s o no ... pero se
ci e especlaltzada en e t Y
n que conozco ms el tema h' . s o. en la construc-
separado) ay me/uso fiestas." (Empresario 50 -
. ' anos,
desinhibicin Y la transgresin que supone acudir a un club de alterne se
tarnbin en la estrategia negociadora empresarial. Es una forma de tratar de
la confianza del otro, crear un lazo que vaya ms all de la mera transac-
contractual. Se ha bebido y es tarde. Ya se lleva varias horas hablando con
y puede ser un buen momento para relajarse en un prostibulo. De paso
de obtener ms informacin o convencer al cliente de que debe comprar su
rOdUC1:0 Ya no slo es que lo que vendo sea mejor y tenga mejor precio:
"Y efectivamente en construccin es una barbaridad ... bien maneja-
do todo lo que est al otro lado de la ley o moral o legal ... bien manejado te
d muchas alas ... ese tia ya es ms colega ... ya compartes una cosa ... si
sabes manejar bien el tema y si sabes tirar de la lengua ... yo he sacado y me
he enterado de muchas cosas. Realmente puede ser til ... no todo el mundo
lo usa pero como si t vas de putas con un tia, hostias, ya has pecado con
l ... jodo ... pues esto es un poco lo mismo ... el tia de repente ya est ms
cerca de ti y si le pones tres copas Y tal ... ya lo tienes que te cuenta todo."
(Tcnico, 39 aos, casado).
En ocasiones tambin la prostitucin tambin puede servir como atenuan-
.te a una dura vida laboral con continuos viajes en solitario. Un comercial de una
empresa de herramientas, asado, que ronda la cincuentena, seala que en sus
frecuentes estancias en hoteles por trabajo a veces contrata prostitucin. Seala,
... la verdad es que es una cosa que precisamente no me enorgullece ... pero a
veces lo hago ... por las noches en los hoteles andas ms slo que la una y oye ...
es una mujer al fin y al cabo ... un cuerpo caliente que adems te llama guapo Y
bonito ... Un informante entrevistado, de profesin taxista, seala que es muy habi-
tual que personas que suben al taxi pregunten por locales de alterne. Dice, tex-
tualmente: suben y te piden que les lleves a un sitio "donde hay ambiente" ... t
enseguida ya entiendes de que van ... qu es lo que quieren. .. pasa bastante a
menudo, una o dos veces por semana ... por lo general es gente de fuera que viene
a una empresa o a una feria ... Gente sola que est en la ciudad por motivos labo-
rales y que adems de sexo busca compaa, distraccin, placer y emociones.
Estos hombres estn acostumbrados a trabajar duro. De forma agresiva e
intensiva. El sexo en un prostbulo se parece mucho a la forma como se toman el
trabajo: rpido, agresivo e intenso. Trabajan con estrs y buscan relacionarse con
mujeres de forma estresante. De forma acelerada, concentrada, prcticamente sin
65
66
Nadie "va de putas"
tiempo para cortejos o preliminares. El viejo culo veo, culo quiero. El empresario,
comercial o tcnico llega al club cansado, a veces bebido, con necesidad de com-
paa. Tras un par de copas, una conversacin rpida y sexo a toda velocidad.
Despus, de vuelta al hotel para volver a despertarse pronto al da siguiente para
continuar con el trabajo. Esta prctica se puede relacionar con el mito masculino
del descanso del guerrero, el macho que necesita de calor humano (femenino)
despus de una dura jornada en el campo de batalla.
Finalmente, en otras ocasiones se mezcla el trabajo con la camaradera
masculina. Se acude a los burdeles en grupo, pero no con amigos sino con com-
paeros de trabajo. Es curioso comprobar cmo la prostitucin puede ser una
manera de contribuir a crear cohesin entre los trabajadores de una empresa.
Ahora adems est de moda el trabajo en equipo (team work) y el fomentar que la
cooperacin y colaboracin de los empleados para trabajar como si de un equipo
de ftbol se tratase (coaching). Por ello las empresas tratan que sus empleados
sean no slo compaeros sino tambin amigos. Personas que han compartido
experiencias comunes fuera del trabajo.
Es cierto que, por ejemplo, los prostbulos zaragozanos se refuerzan los
das previos a la apertura de la FIMA, la feria de maquinaria agrcola ms impor-
tante de las que se celebran en Espaa. Sealan las meretrices entrevistadas que
tambin se producen picos de actividad durante congresos o ferias como la de la
construccin, el agua o la energa. En Calamocha (reruel) han sido los primeros en
Aragn en organizar una feria monogrfica dedicada al sexo: F'ishtar. Se suele
celebrar a principios de diciembre y su temtica principal es "todo lo relacionado
con el mundo del erotismo". En esta feria participan fabricantes, distribuidores,
artistas, sexlogos, restauradores, libreros y dems profesionales que presentan
las ltimas novedades del sector. Como seala una de las publicidades: el visitan-
te podr encontrar lo ltimo en literatura ertica, lenceda, arte ertico, baos de
vapor y saunas, gastronoma, material de sex-shop y complementos. Es un indica-
dor ms de que algo muy profundo est cambiando en la poblacin (e incluso
entre las instituciones pblicas y religiosas) con respecto a la tolerancia hacia la
sexualidad. Hace unos pocos aos tan slo proponer la organizacin de un even-
to como ste hubiera supuesto la dimisin de algn responsable poltico y, por
supuesto, la excomunin por parte de la Iglesia. Esta feria con una temtica tan
audaz llama la atencin en una tierra tan austera, casta y sobria como pensba-
mos (por lo menos los socilogos) que era Aragn.
Captulo 1. l no va de putas Por qu el hombre contina acudiendo a la prostitucin?
El cliente juvenil: entre la miseria sexual y el McSexo
Sorprende ver a tantos hombres jvenes en los clubes de alterne.
Estimamos que en torno a un 20% de los clientes de prostitucin tiene m:nos de
25 aos49. Parece adems que en los ltimos aos cada vez son mas, atraldos por
la bajada generalizada de los precios de los servicios y la llegada de meretrices
guapas y muy jvenes. Muchas de ellas entre los 18 y los 25 aos de edad. No es
infrecuente encontrar en los clubes clientes y prostitutas que rondan tan apenas
la mayora de edad. Al observar cmo hablan, cmo se miran y como se tocan,
parece un pub cualquiera. iPero es un prostbulo y hay dinero de por medio!.
Segn las observaciones y entrevistas realizadas para esta investigacin, a
la vez de estudios recientes realizados en estos ltimos aos, se podra decir que
es un error utilizar el consabido sexo, drogas y rock & roll para referirse al estilo de
vida de buena parte de los jvenes espaoles. Para adaptarse mejor a la realidad
sera ms adecuado hablar de poquito sexo, y bastante alcohol y droga.
En lo que se refieren al consumo de alcohol entre los jvenes los datos son
. dA' 50 I
muy significativos. En el ao 2002, segn una encuesta realiza a en e
72,1% de los escolares haba consumido alcohol durante el ltimo mes. Mas de
la mitad de los estudiantes aragoneses encuestados se haban emborrachado
alguna vez en su vida, admitiendo el 31 % haberlo hecho durante el ltimo mes. La
paridad de gneros parece haber llegado a este mbito ya que en la actualidad los
hbitos de consumo de alcohol no se diferencian demasiado entre chiCOS Y chi-
cas. Ambos suelen beber bastante. En lo que se refiere al consumo de drogas, los
datos tampoco estn a la zaga, Segn la citada encuesta a escolares aragoneses
el 30 9% reconoca haber consumido cannabis a lo largo del mes anterior a la rea-
de la encuesta. El 7,4% de los escolares consumi speed o anfetaminas,
el 5,4% cocana y el 3,5% xtasis.
Por supuesto siempre los jvenes han bebido y se han drogado. En
tra cultura y en otras. Tambin es cierto que una parte de los jvenes no hace ni
una cosa ni la otra. De todas formas nosotros destacamos el hecho de que estos
altos consumos de sustancias psi coactivas encubren importantes insatisfaccio-
nes y carencias. Tanto desde el punto de vista afectivo como del sexual. Los datos
sobre sexualidad juvenil en Espaa nos muestran un panorama bastante desola-
67
68
Nadie "va de putas"
doro Parece que hemos avanzado bastante menos en este tema de lo que cabra
esperar. Ya que abunda la insatisfaccin y la miseria sexual entre muchos jvenes
espaoles, a pesar de que en teora es ms sencillo que nunca antes en la histo-
ria el conocer a otros jvenes con los que relacionarse. Para entablar amistades,
historias afectivas o, simplemente, tener sexo. Diferentes estudios sobre los jve-
nes espaoles confirman que es falsa la percepcin que a veces tiene la sociedad
de que se trata de un colectivo con una alta promiscuidad sexual 51.
Proporcin de jvenes que declaran multiples parejas en los ltimos
12 meses por sexo.
Espaa. Poblacin entre 18 y 29 aos de edad. Dato en %
!'!",.CAS>
0,6
5-7
0,3
4,2
parejas
8-15 parejas
2,2 1,6
21-30 parejas
0,5
Fuente. INJUVEI2005J.
A da de hoy los jvenes tienen relativamente poco sexo y en la mayora de
los casos, cuando ste llega, suele estar relacionado con el establecimiento de
una relacin afectiva. La mayor parte de los jvenes que tienen sexo son solamen-
te aquellos que cuentan con pareja estable. El sexo-placer, la sexualidad ldica
desligada del compromiso, es infrecuente entre los jvenes espaoles. Segn la
ltima encuesta del Instituto de la Juventud de Espaa (ao 2004) los jvenes
sexual mente promiscuos son una minora: menos de un 5% de los menores de 29
aos han tenido a lo largo del ltimo ao cinco o ms parejas.
Por qu los jvenes espaoles se muestran tan precavidos ante su propia
sexualidad? Las explicaciones pueden ser varias. Una interesante es la que apor-
ta Isaac Gonzlez Balletb, investigador del Departamento de Sociologa de la
Universidad Autnoma de Barcelona, que argumenta que detrs de esta aparente
miseria sexual juvenil se encontrara el hecho de que todava perduran las descon-
fianzas recprocas basadas en que la chica suele ver al gnero masculino como
obsesionado con el sexo (y por lo tanto, como potencialmente infiel y promiscuo),
mientras que los chicos suelen ver a las chicas como excesivamente emociona-
les, romnticas y celosas de su sexualidad Qas chicas son unas estrechas, es un
comentario masculino habitual). Y es que, en las jvenes parejas de hoy, los chi-
cos continan siendo los gestores del placer y las mujeres las gestoras del riesgo.
I I
ala
ha avanzado en estos temas menos de lo que parece., todo caso las
educacin sexual, introducidas en los curriculas academlcos desde mUYJove-
parece que no han tenido demasiado efecto. Por lo menos para conseguir que
1 nuevas generaciones tengan una vida sexual y afectiva mas satisfactOria. Da
como si la educacin sexual en las escuelas slo hubiera
parcialmente sus objetivos. El logro ms importante es la. generallzaclon
del uso del preservativo en las relaciones sexuales juvenlleS
52
,. Sin .embargo
. f macin a menudo es confusa, ambigua o induso contradictoria. Es como SI
In or h' ",. d las rela
t formacin hubiera sobrevalorado el aspecto sanitario e Iglenlco e -
sexuales, magnificando la importancia de la penetracin
53
y dejando a un
lado otros como los afectos, la autoestima o el conocimiento del otro.
Hablar sobre sexo es cada vez menos tab para los jvenes, tanto chicos
como chicas, Tambin saben que la sexualidad es algo importante y que puede
tener consecuencias (embarazos no deseados
54
, enfermedades, etc.), pero
muchas veces desconocen su faceta ms bonita, placentera y generosa. La forma
como puede servir para mejorarse a uno mismo como persona y a aquella(s) a la(s)
que amas. Antes se poda culpar a la represin sexual propugnada por la IgleSia,
ahora quizs toca reconocer que educadores, pedagogos y sexlogos tambin
han equivocado en algo. O cuando menos no han sabido hacer llegar el mensaje
daramente a los jvenes. Los jvenes continan teniendo una escasa y de muy
Fuentes de informacin sobre temas sexuales. Espaa,
Poblacin entre 18 y 29 aos de edad.
Padres
Pareja
Profesionales
sanitarios y
,,-ducadores __ I----tc--+_ --+-- 1----+-
Otros
Nadie
-Fuente: "Encuesta sobre "Salud y hbitos sexuales. Ao 2003". Ministerio de Sanidad e INE. 2004.
69
Nadie "va de putas"
baja calidad educacin en afectividad y uso inteligente de la sexualidad. Segn las
ultimas encuestas el 25,9% de los jvenes menores de 29 aos no han hablado
nunca con sus padres sobre temas sexuales. Otro 20,6% slo de manera
rl' . 1
55
.. muy
supe ICla . La pnnclpal fuente de informacin sexual de los jvenes contina
siendo los amigos con ms que significativo 38,2%. Los padres y la propia
le siguen a gran (16,9% y 15,4%, respectivamente). En definitiva,
los Jovenes de hoy no vIvieron la revolucin sexual de los setenta, ni tampoco la
mayor permisividad de principios de los ochenta. Slo las secuelas del pnico a
los efectos del SIDA. La etapa post-SIDA ha producido una zozobra sexual entre
buena parte de la juventud que slo se ha resulto con viajes al extranjero (ERAS-
Amrica Latina), alcohol, drogas y (auto) represin. Se podra calificar a los
Jovenes espaoles como vctimas de los problemas sexuales y sanitarios de I
. as
generaciones anteriores. La obsesin por el sexo seguro y la proteccin mostra-
da por los mayores, casi sin atender a otra cosa, ha impedido a muchos de ellos
el poder explorar y disfrutar su sexualidad de forma ms libre.
Aunque la mayora no, algunos de estos jvenes acuden a la prostitucin.
70
Las razones por las que argumentan el porqu lo hacen varan segn los casos.
Con frecuencia aparecen discursos muy poco elaborados, casi etolgicos, que
hablan del sexo como una necesidad bsica para el hombre. Tambin a menudo
nos encontramos con reproches hacia las mujeres de su edad, a las que califican
como ."estrechas", "prietas" o "poco liberadas". Un hombre de 23 aos, cliente
esporadlco de prostitucin, trabajador no cualificado en la industria nos d' .
h . Ice.
muc as tlas parece que /levan a sus madres siempre montadas sobre la chepa ...
eqUivale a un milagro /levarse una ta a la cama la primera noche que la ca
Ot d naces ...
ro .e los entrevistados seala el contraste existente en la forma de vivir la
sexualidad en este pas en comparacin con otros de Amrica Latina:
"Cuando por ejemplo vas a Cuba o a Argentina ves que la gente anda
mucho ms liberada que nosotros en el tema sexual. Saben disfrutar de e/lo
mucho ms que nosotros, no hay tantos complejos y la gente es mucho ms
libre en temas de cama". (Autnomo, 32 aos, soltero sin novia)
. En las entrevistas han aparecido tambin con frecuencia hombres jvenes
que, Simplemente, renuncian a tratar de conquistar a una chica: demasiado esfuer-
zo para, en la mayora de las ocasiones, fracasar. Lipovetsky plantea tambin la
no va
de la desercin masculina a la hora de tomar la iniciativa en las tareas de
La mujer espera que el hombre tome la iniciativa, pero ste renuncia.
pereza, cansancio, miedo al rechazo, dejadez o desconcierto. El socilogo
frlncis lo define como el Don Juan cansado 57. El hombre joven se encontrara en
mezcla de confusin y angustia de identidad hacia s mismo y hacia la mane-
de comportarse con las mujeres. La identidad masculina est cambiando pero
chicos parecen tener ms claro cmo no deben comportarse (no parecer-
al ideal tpico de macho, de masculinidad tradicional), que cmo hacerlo.
hOmbres jvenes no entienden qu es lo que las mujeres de su edad espe-
de ellos. Varios de los entrevistados jvenes, clientes de prostitucin, sealan:
"Al final, a veces, te sale ms barato pagar a una puta que tratar de
ligarte a una ta una noche en un pub ... con la ta te la tienes que camelar. ..
dedicarle un montn de rato ... darle coba al mximo y si te quieres lucir de
verdad invitarla a cosas ... Y aun as al final no sabes si te la vas a poder /le-
var a la cama ... en cambio con las putas el sexo est asegurado, adems hay
chicas que estn muy buenas y son muy simpticas ... " (Estudiante, 29 aos,
soltero sin novia).
"Yo puedo ligar perfectamente con una chica normal, de hecho he
tenido dos relaciones de casi tres aos de duracin cada una, pero ahora yo
casi ya prefiero ir slo con putas. Por qu? Pues porque cuando uno se
vuelve mayor se va uno haciendo cada vez ms raro ... adems yo no puedo
estar perdiendo tanto tiempo de mi vida por tratar de echar un polvo ... a
veces cuando andas muy desesperado es la mejor manera de ganar tiempo
y dinero ... " (Autnomo, 32 aos, soltero sin novia).
Confusin, pero tambin frustracin por no poder alcanzar unas aspiracio-
nes sexuales fuertemente inflaccionadas por el bombardeo meditico. En la publi-
cidad y en las pelculas los personajes muestran modelos y pautas a seguir, con
caractersticas que difcilmente son cumplidas por todos. Los personajes de fic-
cin son guapos y tienen vidas geniales. Sexual mente activos, como demuestran
las frecuentes escenas de sexo ms o menos explcito que aparecen en pantalla.
El televidente se identifica Y trata de verse reflejado en los modelos que se mues-
tran. Es lo que en marketing se ha venido a llamar el espejo publicitario. Se trata
de un mecanismo til para incitar al consumo: la mejor manera de identificarse
72
Nadie "va de putas"
con un producto es comprndolo. De esta forma se satisface la necesidad crea-
da por el reclamo pUblicitario. En el tema sexual, sin embargo, muchas veces se
produce frustracin al generarse una necesidad que no se puede satisfacer en la
realidad. Una salida fcil puede ser el comprar tambin. En este caso acudiendo
a la prostitucin.
En otras palabras, se puede decir que las imgenes mediticas refuerzan a
menudo los estereotipos tradicionales de la masculinidad y desacreditan las im-
genes que proponen algn cambio. El nfasis puesto en el comportamiento mas-
culino supone una enorme presin para los chicos, que tienen que exagerar los
tradicionales estereotipos masculinos de fuerza, control y amor al riesgo 58.
Bombardeo meditico de imgenes erticas, que ponen siempre el nfasis en la
exaltacin y en lo satisfactorio del sexo. El espectador, a travs del efecto espejo,
imagina que pOdria tener una vida sexual extraordinaria y plenamente satisfacto-
ria. Ello contrasta con la realidad de la soltera o de una vida en pareja convencio-
nal. En definitiva el desfase percibido por muchos de los hombres jvenes entre
las expectativas sexuales y la realidad puede llegar a ser brutal. Ello abre un espa-
cio a las fantasas, pero tambin a la frustracin. Esta frustracin puede ser satis-
fecha, a veces y slo temporalmente, mediante la compra de sexo de peaje.
Sin tan apenas informacin afectiva y sexual de calidad, muchas ideas y
expectativas sobre temas sexuales entre buena parte de los jvenes se forman a
travs del boca-odo con los amigos, la televisin, de las pelculas, la pornografa
e internet. Por ello es frecuente encontrar entre los jvenes entrevistados clientes
de Prostitucin una visin maniquea, comodona y consumista de las relaciones
sexuales heterosexuales. Elementos como la afectividad y el cortejo se consideran
como un sobre esfuerzo incmodo, innecesario y preferiblemente prescindible.
Para colmo, muchas veces no tiene correspondencia (carnal) rpida. Se pretende
ligar, pero de forma condensada y estresante. Llevarse a la mujer a la cama a toda
velocidad. Ajustando lo ms que se pueda la inversin en cortejo, atenciones y
afecto. Blanchard denomina a esta actitud juvenil hacia el sexo, de corte consu-
mista, como "Mc Sexo". Segn uno de los hombres entrevistados para su investi-
gacin el acudir a un prostbulo sera algo as como ir a MacDonals, la gente busca
comida rpida y barata, se satisface, es grasienta y luego sale pitando.
" d' do a la prostitucin? t 'Por qu el hombre continua acu len Capitulo 1 , l no va de pu as (.
CITAS capitulo 1:
, d d Espaa aprob, en Plenario, lo 4 El
XVI Congreso Estatal de MUjeres .as e uales' No deben ser utilizados los
. . d . compra servicIos sex. " t"tu'dor"
la denominaCin e qUien . " . sustituidos por el de pros I I ,
le en a arios" o "clientes" de la proslltuclon, debIendo ser e se deriva de su demanda y de
expresin ms certeratm
l
, ente que es el nico utilizado por la
8 A sin embargo, se u I Izar ..,
su conducta. qu, blado ara esta investlgaclon.
gente con la que hemos ha p , . afirmacin del antroplogo Panneberg
5 Hasta qu punto se puede decir que es que se ha empeado de ser
d
dice que "el hombre es un animal de naturalezba po gde la sexualidad. Barcelona, Anagrama
cuan o M' J A (2005) El rampeca ezas
0 "'7 Citado por artna, . .
gam ' ,
Compactos. Pgina 34. d r'gen latino en concreto mejicano.
' t 'diomas y es e o I ,
6. La palabra se utiliza en dlferen es I '. 3 a edicin espaola. Pgina
7, Hemlngway, . . E (1986) Fiesta. Barcelona, Edltortal Brugera, .
190. T el estereotipo despectivo, casi xenfobo,
8 El antroplogo italiano Franco La cn los trabajos de algunos antroplogos
el hombre mediterrneo han contrtbuldo a. David Gi lmore Honour and shame and
En concreto cita Sin nimo de ofender. Madrid, Sigo XXI
(he unity of fhe Mediterra?ean. La Cecla, '
de Espaa Editores. Pginas . d t n de octubre de 2001. En
. 2002 Pgina 20 Los a os so ,. I s
9 Diario "El Pas", 1 de abril de , .' 114611 En tercer lugar se sltuan a

. , T uJeres son o aVI
tancia numrica de las mi Itares m , l' . ge'nero El gnero se
mpleamos e termino , d
10 En lugar de utilizarse la palabra sexo, e 'en el tiempo, que se refieren a ca a
. I mbiantes en el espacIo y re a las construcciones cultura es, ca
uno de los dos sexos. , , 'fica "parecerse a los otros hombres
11 , La Cecla explica que devenir hombdre que nuestra propia cultura atri-
' t cultura/mente, a op
ya las otras mUJeres, es o es, b " La Cecla F. (2004). Pgina 16.
buye a las mujeres o a los hom res. , ue es indicativo de la permanencia de la
12 Un chiste masculino bastante y b q I de virilidad y hombra vista de la forma

que despus de haber echado el po v no puedes echar ni el primero".
el segundo. Y pnico es cuando descu res ya
13, Marina, J, A. (2005), Pgina 43. _ , d.t entes estudios y encuestas,
h b s espanales segun I er f'
14. De hecho, la mayora de los om
h
re . do un' prostbulo y no utilizan pornogra la,
posas nunca an pisa
son mongamos, fieles a sus es , f de las mujeres frente a la
15. Gilles Lipovetsky destaca la actitud erticos ni hacen"ascos
, ala ue "No manifiestan la menor resls en mecnico y "ginec%glco , perma
ver de carcter sentidos to que hiere la
nece ajeno a las fantasias femenmas. o cuando el sexo se reduce a funCIonamIentos a:.
e
_
dad del pblico femenino, su ftica y emocional, Las diversas renuencias de las m
nimos, pobres en resonancia Imagmarla, es
73
74
res. no expresan un resto de moralismo, sino la m ort' . .. .
en su erotismo ( ..). Por lo general, las las sentimentales
SinO los ven en compaa de su amante o de X su uso solitario,
duro pierde algo de su carcter impersonal f,' . en pareja, precisamente, el pomo
La trosieme (emme. Permanence el como u,n .luego ..." G.
edlclon quinta traducida al espaol. Ion du femmm, Pans, Galllmard. Pagina 35 de la
16. Dentro del movimiento feminista existen visian d'
grafa. Para una corriente, mayoritaria la pornografa d b es en el asunto de la porno-
taein extrema del abuso sobre las S . e ser com al significar una manifes-
la otra postura, la pornografa tiene m; Incluso una Incitacin a la violacin. Para
ra que sta tambin puede excitar a las mujeres.
con
as antasas que con la realidad y se conside-
17. Ni tampoco a la mujer, ver eplogo del presente libro.
Giunti. 18. Corso, C. y Landi, S. (1998) Quanto vuoi? Clienti e prostitute si racconiano. Florencia,
19. La necesidad de que, en tiempos de crisis tod .
como estaban antes. 11 Galtopardo es originalmente u' o Icadmble para que las cosas continen
(1896-1957) llevada posteriormente al cine por Luchi navn?ve at' e Giuseppe de Lampedusa
no Iscon I con mucho eXlto en 1964.
Rev
.,sta2dOe.oScicm'dmeenlt'e.G. (1927) Sociologa: Estudios sobre las formas de socializacin, Madrid,
21. Gil Calvo, E. (1997) El nuevo sexo d'b'l L d'
Temas de Hoy. Pgina 93.' el. os Ilemas del varn postmoderno, Madrid,
. 22. Los hijos de mujeres que ejercen la prostituci d ..
estigma, dirigirlo contra sus madres Las mismas . n pue en tamblen adems de sufrir el
apoyo de sus hijos o, incluso, de su .suelen tener para lograr el
trol sexual femenino a partir de sus lmites E O b J Juliano, D. Proslltuclon: el modelo de con-
sexualidad, Madrid, CIS. Pgina 185. . n sorne, R. y Guasch, O. (2003). Sociologa de la
23. Curiosamente, en castellano la expresi'
pasndoselo muy bien. En principio resultar de puta madre equivale a estar
.. 24. El concepto de puro e impuro lo ha desarrollado . ,
Gavina en sus trabajos relativos a la etnia gitana l' , con gran agudeza el soclologo Mario
vi? indito Las familias gitanas en con la so.:iedad paya. Destaca el toda-
Publica de Navarra y el Gobierno de Navarra a ora o en el ano 1998 para la Universidad
Comunidad Foral. El desarrollo de sus argu t del Plan de Lucha contra la Exclusin de la
t '1 men aClones se sustenta a su I .
ano ogo francs Louis Dumont. Gaviria seala el hech '. vez: en .as. escntos del
eXistieron mujeres gitanas que ejercan la prosft . , I o de que en la hlstona practlcamente no
familia. Se viene, pues, abajo el mito de Y'. as que lo. hacan, eran repudiadas por la
Merime. n, a gitana prostituta de la novela de Prspero
. . Citado por Gonzlez de Chvez Fernndez M a ..
SubjetIvIdad y orden simblico Madrid Bbl t N (1998) FeminIdad y masculinidad.
, ,1 10 eca ueva. Pagina 37.
26. En la Grecia clsica se consideraba u t d .
n:'ientras no adoptara una actitud pasiva. Por ello o.t rlelacln sexual. era lcita para el varn
Ciaba la receptora. Citado por Marina, J. A. (2005). activa, y se despre-
27. O'Connell Davidson, J. (1998) P t' . ros tullan, power and freedom, Cambridge, Polity.
28. Know how, en terminologa econmica.
, I
contina
29. Upovetsky, G. (1983). L'ere du vide. Essais sur /'individualisme contemporain. Pars:
Gallimard.
30. Hubert, M., Bajos, N. y Sandfort, T. (1998) Sexual Behavior and HIV/AIDS in Europe.
i of Central London Press. Londres.
31. Mansson, Los clientes y la imagen de los hombres y la masculinidad en la edad
En Comunidad de Madrid. Direccin General de la Mujer (2001) Simposio internacional
proslitucin Y trfico de mujeres con fines de explotacin sexual. Madrid, 26, 27 Y 28 de junio
2000. Madrid. Pagina 235.
32. Burgos, G. (2004) Proyecto Tab. Todas nuestras fantasas sexuales al descubierto.
'.lilare,eicma Viena Ediciones. Pginas 25 y 26.
33. Burgos, G. (2004). Pagina 66.
34. Marqus, J. V. Qu masculinidades? Citado en Valcuende del Ro, J. M. y Blanco
,Lpez, J. (Editores). Hombres. La construccin cultural de las masculinidades (2003) Madrid, Talasa.
Pgina 209. .....-
35. Solana Ruiz, J. L. (2003) Prostitucin, trfico e inmigracin de mujeres. Granada,
Ayuntamiento de Crdoba y Editorial Comares. Pginas 130 y 131.
36. Barahona Gomariz, M.a J. y Garca Vicente, L. (2003) Una aproximacin al perfil del
cliente de prostitucin femenina en la Comunidad de Madrid. Comunidad de Madrid. Direccin
General de la Mujer. Madrid. Pginas 49 y 50.
37. Barahona, M.a J. y Garca Vicente, L. M. (2003). Pginas 51 y 52.
38. Leonini, L. (A cura di) (2002). Sesso in acquisto. Una ricerca sui cfienti della
neo Miln, Provincia de Miln y Ediciones Unicopli. Pginas
39. Esta prctica recuerda a las violaciones en grupo en conflictos blicos.
40. La Cecla, F. (2004). Pgina 85.
41. El socilogo David Saringo ha desarrollado esta hiptesis en sus trabajos sobre el
Pirineo aragons. Entre otros aspectos se plantea que la supremaca de la casa-familia y su conti-
nuidad ha llevado a que la sexualidad sea considerada como secundaria por el sistema.
Determinados hombres son castrados sexual y afectivamente por el bien de la comunidad. Sin
embargo, la soltera generalizada actual sera fruto de una patologa social grave, consecuencia de
la renuncia de las mujeres jvenes pirenaicas a continuar siendo la parte peor parada de la
dad tradicional. La tradicin las converta en ciudadanas de tercera, por detrs del hombre Y de la
vaca. Ahora, mejor formadas que sus colegas hombres, se marchan a estudiar fuera y ya slo
san de visita. Ver la revista "Trbede", nmero 56 de octubre de 2001. Los serios bloqueos
les existentes en parte de la poblacin masculina se ven confirmados por tests realizados en los
Pirineos vascos Y extrapolables a otras zonas del Norte de Espaa. En concreto se destaca de los
tests "el elevado nmero de respuestas con contenido sexual y el que, de una forma u otra, apare-
cen problemas relacionados con lo sexual hacen pensar que existe una fuerte inhibicin sexual y
que la sexualidad no es integrada armnicamente en la personalidad en un porcentaje elevado de
sujetos". 01za Zubiri, M. (1979). Psicosociologa de una poblacin rural vasca. Pamplona, Diputacin
Foral de Navarra.
42. Ruiz Becerril, D. (1999) Despus del divorcio: los efectos de la ruptura matrimonial en
Espaa. Madrid, Centro de Investigaciones Sociolgicas y Editorial Siglo XXI de Espaa.
75
76
Nadie "va de putas"
43. Ha escrito varios libros, uno que trata especficamente a los clientes de la prostitucin.
Se trata de una publicacin ms que recomendable. Corso, C. y Landi, S. (1998).
44. La menopausia adviene con el ltimo periodo menstrual de la mujer. Desde el punto de
vista biolgico la menopausia es el cese de la produccin de estrgenos por el ovario.
45. Gonzlez de Chvez Fernndez, M.a A. (Compiladora) (1999). Subjetividad Y ciclos vita-
les de las mujeres. Madrid, Siglo XXI de Espaa Editores. Pgina XV de la introduccin.
46. Seara, S. Modificaciones patolgicas producidas en el organismo femenino en la meno-
pausia. En Gonzlez de Chvez Fernndez, M.a A. (1999). Pginas 251-264.
47. Gonzlez de Chvez Fernndez, M.
a
A. (1998). Pgina 236.
48. Horvath Cea, C. La sexualidad en la mujer de mediana edad. En Gonzlez de Chvez
Fernndez, M.a A. (1999). Pginas 283-302.
49. Estimaciones visuales a la hora de la elaboracin de las fichas de los 46 clubes de alter-
ne de Zaragoza.
50. Gobierno de Aragn. Departamento de Salud y Consumo (2002). Encuesta sobre
Drogas a la Poblacin Escolar.
51. Uno de los estudios ms interesantes y recientes sobre este tema es: Megias Quirs,
L, Rodrguez San Julin, E. L, Mndez Gago, S. y PalJars Gmez, J. (2005) Jvenes y sexo. El
estereotipo que obliga y el rito que identifica. Madrid, INJUVE y FAD.
52. El 81,3% de los jvenes espaoles encuestados en 2004 sealaron que utilizaron un
preservativo u otro mtodo anticonceptivo cuando realizaron su ltima "relacin sexual completa".
INJUVE (2005). Informe sobre la Juventud en Espaa. 2004. Madrid, INJUVE.
53. Todava a dia de hoy se suele diferenciar entre "relaciones sexuales completas" (con
penetracin) y "relaciones sexuales incompletas" (sin penetracin). Las primeras seran tambin
prcticas sexuales potencialmente "de riesgo".
54. En los ltimos aos ha habido un repunte de los embarazos no deseados entre muje-
res jvenes, lo que muestra que algo est fallando tambin en este tema. En la actualidad en Espaa
hay en torno a 18.000 embarazos cada ao de menores de 19 aos. Las cifras de abortos entre
mujeres adolescentes y jvenes tambin han sufrido alzas escalonadas. En el informe sobre la
Evolucin del Aborto en Espaa: 1985-2005, elaborado por el Instituto de Poltca Familiar se sea-
la que en los ltimos aos la edad media a la que las mujeres abortan no ha dejado de descender.
El informe llama tambin la atencin sobre el aumento de los abortos en adolescentes. Uno de cada
siete abortos se produce en mujeres menores de 19 aos.
55. Encuesta sobre Salud y hbitos sexuales. Ao 2003. Ministerio de Sanidad e INE, 2004
56. Tambin llamado, jocosamente, "orgasmus", porque ha logrado lo que muchas polticas
de la Unin Europea no han conseguido: que los jvenes europeos se conozcan mejor y se inter-
relacionen entre ellos. Gracias a este programa de intercambio acadmico entre paises comunita-
rios han nacido millones de historias de amor pan europeas. Varios miles de ellas han concluido,
incluso, en boda (no disponemos de datos exactos al respecto).
57. Lipovetsky (1983). Pginas 51 y 52 de la edicin espaola.
58. Kimmel, M. Masculinidades globales restauracin y resistencia. En Snchez-Palencia,
C. y Hidalgo, J, C. (Eds) (2001) Masculino plural: construcciones de la masculinidad. Lleida,
Publicaciones de la Universitat de Lleida. Pgina 64.
.lnovade el hombre acudiendo a la
77
prostitutas hablan:
o profesionales del sexo
En el pasado la mujer que ejerca la prostitucin fue vista como una peca-
una enferma o, directamente, como una viciosa promiscua. Hoy en da pre-
/rlnrrlin," en nuestras sociedades dos imgenes, en parte relacionadas, en parte
contrapuestas: la prostituta vista como vctima del proxeneta, de una mafia, de
sus circunstancias sociales; o la prostituta vista como profesional, una mujer adul-
ta que opta por ejercer de trabajadora sexual. Los debates contemporneos pivo-
tan en torno a estas dos imgenes.
Del resultado de nuestra investigacin hemos corroborado cmo todas las
mujeres que ejercen la prostitucin tienen una parte variable tanto de vctimas
como de profesionales. Vctimas a veces de una tercera persona (el traficante que
las ha trado, el proxeneta, su pareja), pero en ocasiones tambin de s mismas
(bajsima autoestima) o de sus penosas historias de vida (nacidas en entornos de
miseria y falta de cultura). En todos los casos hemos detectado tambin un esfuer-
zo por ser profesionales en su trabajo. Las entrevistadas no se consideran a si
mismas putas a tiempo completo, sino mujeres que ejercen la prostitucin. En
parte asientan su autoestima en su condicin de trabajadoras"". Tambin, todas
ellas, reivindican que cuando acaban su jornada laboral son mujeres normales. En
horario laboral alquilan sus cuerpos y tratan de hacer frente a su trabajo de la
mejor forma posible a cambio de su salario. Todas ellas son conscientes de que
la suya es una actividad desagradable e implica riesgos.
En los ltimos aos se ha producido un cambio radical en lo que respecta
a la composicin de la prostitucin femenina en Espaa. Las mujeres extranjeras
suponen ya ms del 90% del colectivo. Principalmente nacidas en pases de
Amrica Latina, Europa del Este y el frica Subsahariana. De forma paralela, las
mujeres autctonas cada vez son menos habituales, habindose recluido en dos
modalidades principales: los pisos de contacto y la calle.
79
80
Nadie "va de putas"
Los contenidos de este captulo se sustentan primordialmente en los resul_
tados de las entrevistas que hemos realizado a una decena de mujeres que ejer-
cen en la actualidad la prostitucin en Zaragoza60. Todas ellas de nacionalidades
extranjeras aunque con biografas bastantes diversas. Algunas ejercen su activi-
dad en clubes de alterne (la mayora), mientras que otras en apartamentos o en la
calle. Predominan las solteras y las que cuentan con cargas familiares (hijos,
padres mayores, etc.) en sus pases de origen. Son entrevistas difciles de realizar
desde el punto de vista del investigador social. Varias de ellas han tenido resulta-
dos muy modestos, principalmente porque cuesta contar cosas tan ntimas a per-
sonas a las que no se conoce previamente de nada. A veces por pudor y vergen-
za, pero otras veces tambin porque se tiene muchas dificultades en verbalizar
segn que asuntos. Resulta demasiado duro, es demasiado ntimo.
I 2. Las
UNA CANCiN PARA LA MAGDALENA
letra: J.Sabina
Msica: p.Milans
Si a media noche, por la carretera
te cont,
detrs de una gasolinera
donde llen, .
te hacen un guio unas bombIllas
azules, rojas Y amarillas,
prtate bien
y frena.
Y, si la Magdalena
pide un trago, .
t la invitas a CIen
que yo los pago.
Acrcate a su puerta y llama
si te mueres de sed,
si ya no juegas a las damas
ni con tu mujer.
Slo te pido que me
contndome si sigue viva
la virgen del pecado, .
la novia de la flor de la saliva,
el sexo con amor de los casados.
Duea de un corazn,
tan cinco estrellas, .
que, hasta el de un DIOS,
una vez que la VIO,
se fue con ella.
y nunca le cobr
la Magdalena.
Si ests ms solo que la luna,
djate convencer,
brindando a mi salud, con una
que yo s.
y cuando suban las bebidas,
doble de lo que te pida
dale por sus favores,
que en casa de Mara de Magda.la,
las compaas son las mejores.
Si llevas grasa en la guantera
o un alma que perder,
aparca, junto a sus caderas
de leche y miel.
Entre dos curvas redentoras
la ms prohibida de las frutas
te espera hasta la aurora,
la ms seora de todas las
la ms puta de todas las senoras.
Con ese corazn,
tan cinco estrellas, .
que, hasta el hijo de un DIOS,
una vez que la vio,
se fue con ella,
y nunca le cobr
la Magdalena.
del
81
Nadie "va de putas"
Reflexin previa:
diferenciar entre la prostitucin forzada y la consentida
A veces el lmite entre la libertad y la explotacin no est tan claro, En mate-
ria del ejercicio de la prostitucin a veces cuesta hablar de blanco o de negro,
teniendo que echar mano de las tonalidades de grises, En todo caso hay que tener
en cuenta un principio sagrado en las sociedades democrticas como la nuestra:
no todo vale, En sexualidad y Prostitucin, tampoco, La Declaracin Universal de
los Derechos Humanos marca unos lmites fundamentales, Relacionada con ella
se encuentra la democracia sexual
61
, (Trmino acuado por Andr Bejn, que lo
caracteriza del siguiente modo: incluye el mperio de la razn sobre los instintos,
la igualdad de derechos entre los parten aires, la libertad de expresin sexual siem-
pre y cuando no perjudique al otro y la tolerancia,), Siguiendo este principio cual-
quier forma de sexualidad puede considerarse como legtima siempre y cuando
acontezca entre adultos que la consientan libremente,
Dicho esto, el consentimiento o no de la mujer que ejerce la prostitucin
adquiere una importancia vital. Hay dos posicionamientos principales en torno a
este asunto, Por un lado se encuentran quienes consideran que se trata de una
distincin irrelevante ya que en todos los casos (consentida o no), la prostitucin
es una agresin a los Derechos Humanos, en este caso de la propia mujer, y, por
lo tanto, en todos los casos intolerable, Por ejemplo se pOdra realizar una analo-
ga con la poca del esciavismo, cuando muchos esclavos queran a sus dueos
y deseaban vivir con sus esclavizadores, En esta lnea Asuncin Miura, ex
Directora General de la Mujer de la Comunidad de Madrid, resaltaba en la apertu-
ra del Simposio Internacional sobre Prostitucin y Trfico de Mujeres con Fines de
Explotacin Sexual, celebrado en Madrid en junio de 2000 que en el debate euro-
peo, en los ltimos aos, observamos una tendencia que pretende dividir, seccio-
nar la prostitucin en diferentes tipos, que pretende diferenciar una prostitucin
supuestamente libre de otra llamada forzada, de una prostitucin de nios, de la
pomografa, del trfico de mujeres, del turismo sexual, etc, Todos estos fenme-
nos forman parte de un todo, de un mismo negocio, son expresiones de un mismo
fenmeno: de la violencia contra las mujeres62,
En el otro punto de vista se encuentran autoras que reivindican el derecho
de las mujeres adultas a ejercer la prostitucin, siempre que lo hagan por decisin
. Las hablan: I i del sexo.
, b b'63
, ntro logas Pilar Rodrguez y Famlta Lah a I
. propia y de forma auton,oma, a ue :erce la prostitucin se le niega su capaci-
plantean como a la ,mujer adu ro ecto migratorio al considerarlas siempre
dad para tomar la iniciativa en en:o: a los cuales los traficantes engaan: En
como seres deSinformados e ':; para disponer y gestionar su sexualidad
segundo lugar, se les mega su p t P eso una trabajadora del sexo mJgrante
ms convemen e. or J
del modo que crean 't'ma La autora argentina aflnca-
, fa si no es como v/c / .
no puede ser temda en cuen menta or su parte la necesidad de respe-
da en Barcelona, Dolores Juliano, argu ,P la prostitucin si as lo deciden,
' I mujeres de ejercer ,
tar el derecho que tienen as 'f t'l' 'o' n de la mUj'er Argumenta que sena
. f' o ni en la In an IlzaCI . ..
Sin caer en el VIC , , ue la rostitucin pueda llegar a ser una opclon
un error el negar la pOSibilidad de q "P '" "mal ej'emplo", Se tratara de
" - o" "preslon exterior o
libre, no expuesta a engan :, mo vctimas sino como protagonistas de sus
no juzgar a estas mujeres a priOri co sus propias decisiones y que
propias estrategias migratorias, que, lac'lo' n por otro, Argumenta que en
' , to de en gano y mampu , ,
no tienen porque ser SUje t' f t r'lo donde elegir la prostituclon
b ' I boral poco sa IS ac o ,
un contexto de un a anlco a " I b I ma's Entre optar por dedicar-
'1 te una opclon a ora ,
puede llegar a ser slmp emen I r ej'emplo la gran diferencia
' trabajadora sexua, po ,
se a limpiar escaleras o ser " I da mientras que la segun-
sera que la primera opcin est bien vista y ma paga.' t 64
da es peor vista y se encuentra mejor retribuida monetanamen e ,
La captacin, la deuda y las redes de trfico de personas
I os concretos, t 'n los pases y os cas
La captacin vara bastan e segu b al mente lo que vienen a hacer
'd t s mUjeres sa en re
Mientras_ que la mayona e_es a rometindoles trabajos como modelos, secre-
en Espana, otras son enganadas p h t e abonan las cantidades de
" t L forma de retenerlas as a qu
tarias o Interpre es, a '1 as (la deuda) utiliza estrategias diferentes,
dinero exigidas por haberlas traldo a p , moral que la mujer adquie-
tentan en el compromiso
Mientras que algunas se sus" tras en la intimidacin de grupos
f '1' Y entorno SOCial mas cercano, o re con su ami 18
mafiosos violentos,
f ede oscilar entre los 2,000 y los
La deuda a saldar con las redes y ma las pu 'de varios meses de duro
' res logran pagarla despues
18,000 euros, Algunas mUje _ de actividad, El periodo en el
trabajo, mientras que a otras les puede costar anos
83
Nadie "va de putas"
que se est pagando sta suele ser el momento' . .
ocasiones se convierte en un largo cal . C mas delrcado para la mujer. En
d
vano. onseguir din l'
ad, por lo que los periodos de descanso son c .. . ero es a pnmera priori-
cuentan con libertad de movimiento S d aSI ineXistentes y en la prctica no
s. e an SituaCiones de semi-esclavism
o.
La autora Dolores Juliano diferencia ti o '.
las que se produce la circulacin y el t 'f' P s pnnclpales de redes a travs de
. ra ICO de personas' d t' ..
comercial y de tipo coercitiv065 L d . . e IpO familiar, de tipo
. as re es de tlp f '/'
mujeres que llegan al pas para e' I o ami lar son frecuentes para las
jercer a prostituc"
como Repblica Dominicana o Gu' E . Ion procedentes de estados
Inea cuatonal Un gr d
mente la familia, ponen en ca ' . upo e personas, normal-
mun sus ahorros o em
pagar el viaje a la inmigrante que penan sus pertenencias para
, . se compromete a de I .
mas Intereses, Por este sistema 11 va ver el dinero invertido
t
.. egan personas que ej'e I .
amblen parte de quienes se dedo . rcen a prostitucin, pero
I
. Ican a otros trabajOS ca I '.
o e CUidado de personas dependientes. mo e servIcIo domstico
Las redes de tipo comercial son bastante frecu
procedentes de Amrica Latin . entes en casos de mujeres
. a como Colombia o B '1 E
agencia de viajes, prestamistas parti I rasl . n estos casos una
. cu ares o empresarios d I
veces Incluso proporcionan docum t . , a e antan el dinero y a
, I en aClon para entrar en E -
pals a red les entrega una "bols d .., spana. A la salida del
f
a e viaje', una cantidad d d'
rontera a los turistas para cub' I e Inero exigida en la
nr os gastos de estan' l"
es devuelta nada ms cruzada I d cla y a o/amiento. Esta bolsa
d d a a uana. La cantidad q
eu a a devolver suele ser mucho ue se reconoce como
d I mayor que los gastos r I H
e c ubes de alterne que son quienes d I ea es, ay empresarios
. a e antan este diner b'
como prostituta es su local hasta can I I . o a cam 10 de trabajar
se retiene los documentos de la . cehar e Importe de la deuda. Con frecuencia
mUjer asta que r l'
no siempre implica engao pero en I "na Iza la relacin. Este sistema
f . a mayona de los c '
recuencla se producen engan-os I . . asas SI explotacin. Con
en as condiciones' . . I
aumento en los pagos a realizar o red . , " iniCia mente acordadas, como
tos C b ucclon draslica de la lib rt d d
. on astante asiduidad estas . e a e movimien-
d
mUjeres son estafada b
su eUda, pero el delito queda imp' . s so re el monto total de
. '1 une. a nadie se le oc d .
slml ar a la polica, un sindicato o I . urre enunciar un hecho
a as autondades laborales.
. , Las redes de tipo coercitivo utilizan ca f . .
clan. Las bandas delictivas organizada recuencla la Violencia y la intimida-
Este. Principalmente Rusia, Ucrania son en el caso de Europa del
, anla y Rumania. Captan a las mujeres a
I I
: vctimas o del sexo.
de anuncios de prensa, agencias de viajes o folletos ofreciendo trabajos
y bien remunerados sin especificar en qu consisten. A veces ofrecen fal-
contratos de artistas o camareras. Es difcil encontrar mujeres que ejerzan la
OSll1U'GIOII en Espaa provenientes de esta parte de Europa que no hayan IIega-
a travs de una de estas bandas, Sus mtodos suelen ser muy violentos, tra-
tambin con drogas, armas o documentos falsos. En muchos casos sus
nielm1brc)s han sido policas o militares en sus pases de origen lo que dificulta su
Gal"IUII ct, Otro tipo de redes coercitivas son las de base tnica, Es frecuente en el
de paises como Nigeria. Captan a muchachas de escaso nivel de formacin
zonas rurales, Animndolas a emigrar con promesas de mejoras para ellas, sus
(muchas son jvenes madres) y sus familias, Les ofertan o bien directamen-
::,,,, como prostitutas o bien de otros empleos como modelos. Una vez cap-
utilizan mtodos intimidatorios para que no abandonen la mafia como el
amenazar a la familia o mediante la utilizacin de ritos religiosos africanos (vud),
Cmo llegan a Espaa
Una parte de las mujeres extranjeras que ejercen la prostitucin en Espaa
han llegado al pas a travs de redes ms o menos organizadas de trfico de per-
sonas. A veces utilizan rutas muy complejas y mecanismos muy elaborados para
poder traer a las mujeres. y despus poder cobrar muy caro por ello. Suelen con-
tar con una infraestructura tanto en los pases de origen como en los de trnsito
y destino. Tambin es habitual que estos grupos criminales combinen esta activi-
dad con otras ilegales. Dado lo turbio de sus actividades y la violencia de sus
mtodos su funcionamiento es clandestino, de tipo mafioso.
Las mafias ms importantes en tamao y organizacin suelen ser, por este
orden, las procedentes de pases de Europa del Este (Rusia, Ucrania, Rumania),
frica (sobre todo Nigeria) y Amrica Latina (Colombia, Repblica Dominicana,
Brasil). Mientras que la inmensa mayora de las mujeres del Este que ejercen la
prostitucin en Espaa llegaron al pas a travs de una red de trfico, es bastan-
te menos frecuente en el caso de las latinoamericanas, donde es ms habitual una
biografa migratoria diferente. Ms autnoma. En el caso africano existen notables
diferencias entre pases. Mientras que el trfico de personas es, por ejemplo, habi-
tual entre las mujeres prostitutas procedentes de Nigeria, es poco importante
entre las originarias de Guinea Ecuatorial donde predominan las migraciones
basadas en lazos sociales y contactos familiares.
85
86
Nadie "va de putas"
Las formas de entrada varan segn la proced '
Las mujeres originarias de pases del Est encla y cada caso particular,
carretera, a travs de vas secundarias, con frecuencia llegan por
va area, utilizando visados tursticos d rt
len
ay accede a Espaa por
e ca a dura clan Una d
regresan y permanecen en el pas d f' ,vez ca ucados no
e arma Irregular Las pro d '
llegan con frecuencia a travs de Ceuta M 1'11 C " ce entes de Africa
destinamente, A menudo tambin a t ' ,e di a o ananas, a donde acceden clan-
, raves el aeropuerto '
paises o con visados temporales Q , ' provenientes de otros
, ' Ulenes llegan de Am" I
aerea, en la inmensa mayora de lo ,enca o hacen por va
s casos con Visados tu ' t'
den a travs de aeropuertos internacl' I d ns ICOS, A veces acce-
, ona es e otros pase "
Amsterdam o Pars, Desde all lIeg E _ s comunltanos como
an a spana por carretera,
"Todo por la familia"
La familia suele estar siempre mu resent
res, Sobre todo sus hijos, pero tambin y e en las mentes de muje-
han decidido emigrar y eJ'ercen la prost't
P
" y hermanos, La mayona de ellas
, , I UClon en Espaa p d '
condiCiones materiales de existe ' d ' ' ara po er mejorar las
, nCla e sus familiares I '
unos Vinculas muy slidos y estrecho C ' con os que mantienen
vistas: yo estoy aqu por mi hila pa s, on, mucha frecuencia dicen en las entre-
, , " ra que mi famfla viva m' L
bien el hecho de las continuas lIa d ,eJor, o corrobora tam-
, ma as y transferenCias de d' '
al pals de origen, La mayora de las f '1' Inero que se realizan
ami las no saben la d d
la mujer, algunas lo intuyen, pero cuando lIe I d' ver a era ocupacin de
I ' ga e Inero no hacen pr t
a mUjer prostituta inmigrante todo sacrificio egun as, Para
estar de su gente, personal merece la pena por el bien-
Esta relacin les aporta un mayor sentid d ' ,
para el ahorro as como una mayor est b'l'd d o e la responsabilidad, disciplina
a I I a emocional M h -
no fuera por pensar en el bienestar d ' uc as senalan que si
e sus seres querido '
do soportar las dursimas condiciones d 'd s, nunca hubieran podi-
sometidas, Saben que el dinero que : VI a y trabajo a las que se suelen ver
, aqul ganan hace much b' I
mas quieren, De todas formas no S'I o len a a gente que
, ' empre sucede as ya
familia tambin explota a la" que a veces la propia
mUjer que ejerce la pr n ' ,
engaan, utilizando el dinero trasferido ara 11 os I UClon, Abusan de ellas y las
sus posibilidades en su pais de orige ,evar un nivel de vida por encima de
n, na Informante, que durante aos ha ges-
sexo.
!iollacio un club de alterne zaragozano, seala: el peor chulo de muchas chicas
sus propias famifias .. , les sacan continuamente dinero .. , les dicen que estn
. C(lnstruvel1do una casa o comprando un negocio y en realidad se lo estn gastan-
todo en joyas, coches o cosas as en sus pases .. , despus cuando regresan
que no tienen nada .. , conozco varios casos que les ha pasado esto y han teni-
o do que volver a Espaa a trabajar en el ambiente .. , Sin embargo, estas situaciones
son las ms frecuentes, La familia lo es todo y sin ella no tendra sentido ejer-
cer la prostitucin,
Muchas de estas mujeres fueron madres adolescentes con hijos no recono-
cidos por el padre (fecundador), Lo ms habitual es que s que se reconozca la
paternidad, pero que el hombre se desentienda Y no se haga cargo de la manu-
tencin correspondiente, Por lo tanto han sido ellas en solitario quienes han debi-
do asumir la crianza de sus vstagos en un entorno de caresta, Su biografa
recuerda mucho a la "madre coraje", la figura de la mujer capaz de afrontar Y
superar en solitario todas las adversidades caracterizada en la obra teatral de
Bertolt Brecht66, Ahora estn de emigrantes en Espaa mientras sus hijos se
encuentran a cargo de sus familiares (sobre todo las abuelas) en su pas, La dis-
tancia se hace muy difcil, sobre todo el pensar que estn hacindose mayores
estando ellas ausentes, Algunas suean con traerlos a Espaa, pero no ahora, O
por lo menos mientras no cuenten con una seguridad legal Y una estabilidad ecO-
nmica fuera del mundo de la prostitucin, Otras simplemente quieren ahorrar
para poder regresar, Como seala una de las entrevistadas:
", .. ahora me encuentro bien, tengo mis papeles en regla y me gusta-
ra traer a mis hijos que los tengo en Brasil .. , pero tambin tengo mis das
malos, hay das que el dinero no te conforta .. , te sientes sucia, humillada,
pero tambin a veces es como una fiesta .. , lo que me hace sentir bien es
pensar que todo es por mis hijos .. , porque estn bien", (Brasilea, 31 aos,
club de alterne)
En contraste con las mujeres extranjeras que ejercen la prostitucin, para
las de origen espaol la familia suele tener una presencia menos potente, A dife-
rencia de las primeras, las autctonas con frecuencia provienen de familias des-
estructuradas Y entornos sociales marginales, con bajos niveles educativos Y de
ingresos, Entre las mujeres espaolas que ejercen la prostitucin tambin hay
87
Nadie "va de putas"
quienes tienen problemas graves de drogodependencia
67
. En estos casos es habi-
tual que las relaciones con la familia se hayan deteriorado ya mucho, buscando
con el ejercicio de la actividad el tratar de obtener dinero con la que pagar sus pro-
pias dosis y las de sus compaeros
Bajo varias espadas de Damocles:
entre el miedo a las represalias del traficante, el terror
a la deportacin, los clientes violentos y las adicciones
Estas mujeres deben convivir de manera cotidiana con el miedo. Miedo
hacia con quien han contraido la deuda para llegar a Espaa, miedo a la polica
que puede detenerlas acabando siendo deportadas y miedo a los clientes violen-
tos, que las pueden llegar a insultar, golpear o violar. Por ello lo que ms impresio-
na de estas mujeres es su valenta, sobre todo cuanto se conoce las condiciones
en las que viven. La entereza con la que afrontan los riesgos que implica el ejerci-
cio de este trabajo. Todas los conocen, bien por haberlos sufrido en carne propia
o bien a travs de experiencias de compaeras. Es una actividad que exige mucho
valor, como seala una de las mujeres entrevistadas:
"Es cierto que esto no es lo que he soado, pero tambin aqu a
veces se conoce a mucha gente buena e interesante ... en todos los trabajos
se tienen cosas buenas y cosas malas ... al final me lo tomo como un traba-
jo. La gente te ve como una mquina ... hay quien te ofende, te insulta ... hay
que verlo como un trabajo pero hay que diferenciarlo como mujer. Hay que
mirar las cosas con frialdad si no quieres hacerte dao". (Ucraniana, 23
aos, club de alterne)
Para las ms jvenes, con apenas cumplida la mayoria de edad, cabra pre-
guntarse si esta entereza es mera inconsciencia. No son del todo conscientes de
los riesgos a los que estn expuestas. Por supuesto, depende de cada caso, no
todo el mundo es capaz de asumir semejante presin.
La prostitucin tiene tambin riesgos para la salud de quienes la ejercen. Y
no solamente por las enfermedades, donde ha habido grandes avances por la
generalizacin del uso del preservativo y las revisiones ginecolgicas peridicas.
Caer en la adiccin al alcohol y la droga, sobre todo la cocana, est siempre pre-
Las
te E
n las entrevistas a las mujeres que ejercen la prostitucin el tema de la
sen . .
cocana aparece con frecuencia:
_ ma acaba de ir a Brasil a una clnica de desintoxi-
"Una campanera , a tomar xtasis,
, , en Brasil no tomaba ni alcohol, pero aqw empez
cacIOn... ,-I e enviar hace poco a
pastillas, cocana ... se engancho ... la duena a tuvo qu
una clnica en Brasil para que se cure.
Pero yo lo tengo claro, no he venido hasta aqu pam
venido para ganar dinero y despus _volverme mi pero
alcohol sobre todo para evitar el sueno ... o cafe ... tam - s
, n me engancho ... hay campaneras que e
:: hasta 300 euros ... todo lo que ganan se
gastan en coca." (Brasilea, 19 anos, apartamento).
t bin drogas cocana
Parte de la clientela de los prostbulos ::ual La suele
principalmente, afectando segn casos a d
SU
renh'blml'd'Oernsexual ello a pesar de
d us efectos el ser un eSln I . , . ,
tener como uno e s os no son capaces de tener una erecclon.
tener deseo, muchos hombres drogad lientes consumen Viagra (disponible tam-
Bajo los efectos de la cocal'1
a
, algunos c t laciones sexuales con penetra-
bin en algunos prostbulos) para lograr re .
cin. En las entrevistas se trata el tema abiertamente.
't' a muchos no
"Hay mucha droga ... que si coca, chocolate, ex aSIS... h
d 's no pueden acer
se les levanta ... slo hablan y consumen, pero bebida Y droga."
nada... lo intentan Y nada, imposible. Demasla a
(Brasilea, 19 aos, apartamento).
. d os
"La droga se vende enlos clubes ... a veces hasta los propiOS ue .
Tambin las chicas. Hay clubes donde si las no q::
, anar nada de dinero. Las chicas ganan mas c .
g Los que se drogan pueden estar tres o cuatro horas, Y Sin tocar-
se rogan... hablando. Son ms pesados pero compensa ....
te, solo tomando droga y h ," (Colombiana, 27
hay que tener mucha paciencia pero se gana muc o mas,
aos, club de alterne).
h
'en no la puede tomar. ..
"El Viagra mata a los clientes porque ay qw , d
puede matar a las gentes ... no he visto ningn caso pero se que pue e
89
Nadie "va de putas"
pasar... va mal al corazn... la toman muchos hombres ya mayorcitos ...
sobre todo si llevan coca encima." (Brasilea, 31 aos, club de alterne).
Las razones por las que empezar a ejercer la prostitucin
. La miseria, el escaso nivel formativo, la falta de alternativas laborales, la
baja personal son las principales razones por las que empezar a ejer-
c:r la prostltuclon. Por supuesto tambin depende de los casos particulares, de la
blografla de cada cual, pero en trminos generales las mujeres que nacen en un
entorno social ms vulnerable son aquellas que tienen mayores probabilidades d
acabar trabajando en el sector. Tradicionalmente la drogadiccin, las familia:
y los entornos marginales eran el caldo de cultivo de la prostitu-
clan de origen espaol. En la actualidad con la prostitucin inmigrante nos encon-
tramos con varios elementos comunes: procedencia de pases con graves proble-
mas de fractura social, cargas familiares asumidas en solitario en el pas de ori-
gen, necesidad de paga; grandes cantidades de dinero a las redes o mafias que
las IntrodUjeron en el pals y falta de papeles de residencia y trabajo en Espaa.
Buena parte de las mujeres que ejercen la prostitucin en este pas salieron
de sus pases sabiendo a qu se iban a dedicar. En ocasiones ya ejercan antes de
llegar: aqu se gana ms dinero y ms rpido. En otros casos no es as. Aqu es la
primera vez y la prostitucin se ve como una forma rpida de ganar dinero. Con fre-
cuenCia tambin las mujeres inmigrantes viajan hacia Espaa esperando poder tra-
en empleos convencionales. En fbricas, cuidando ancianos o en limpieza.
In a la llegada comprueban que sus expectativas son muy difciles de
cumplir. En primer lugar porque trabajar sin tener los papeles de residencia y tra-
baJO en regla es difcil. En caso de conseguir un empleo, las jornadas laborales son
agotadoras y los salarios muy modestos. Pagar el alquiler de una habitacin la ali-
y el transporte es ya de por s duro. Adems, hay que ir el
dinero del viaje a lo que se suma la presin familiar por enviar remesas. Para
muchas mujeres es algo as como tratar de cuadrar un crculo. No hay manera de
hacerlo.
Por ello es habitual encontrar mujeres, de origen inmigrante, que han aca-
bado en la prostitucin a pesar de que no era su idea inicial. En las entrevistas
hemos comprobado cmo, por lo general, estas mujeres perciben su entrada en
2. Las I i
el mundo de la prostitucin como una circunstancia traumtica en sus vidas. En
todo caso hay personas que no son capaces (por diferentes razones) de hacerlo.
Una constatacin evidente es que dos mujeres ante una situacin de necesidad
muy similar, una optar por el ejercicio (ms o menos temporal) de la prostitucin
mientras que otra no. Dos mujeres inmigrantes, sin papeles y con necesidad de
ingresar dinero, una optar por dedicarse a la prostitucin mientras que otra a
otras actividades como, por ejemplo, el servicio domstico o el cuidado de perso-
nas enfermas. Dar este paso no es sencillo. Nos hemos encontrado con algn
caso de mujeres inmigrantes que han tratado de trabajar en un ciub de alterne,
pero que finalmente no han podido. Hablan ele una mezcla de mala conciencia,
miedo, vergenza, asco a tener relaciones con hombres que no desean y temor a
que lo sepa la gente de su entorno.
Su vida cotidiana
En muchas cosas comparten los mismos problemas que otras mujeres
inmigrantes: discriminacin por racismo o machismo. Pero tambin sus mayores
ingresos y (cuando han saldado todas sus deudas) su mayor libertad de movi-
mientos, puede suponer que su vida cotidiana sea de mejor calidad. A diferencia
de otras mujeres que inmigraron en procesos de reagrupacin familiar y que, por
lo tanto, dependen econmica y legalmente de sus maridos para residir en el pas,
muchas de ellas llegaron solas, en un proyecto migratorio autnomo, disponen del
dinero que ganan y tienen libertad para vivir donde quieran. Es habitual que estas
mujeres lleven una vida completamente normal fuera de su horario laboral.
Sin embargo, en trminos generales, se puede decir que hay dos hechos
que mediatizan mucho la vida cotidiana de estas mujeres. El primero es el estado
de la deuda contrada con las mafias que las han introducido en el pas y, segun-
do, su alojamiento. En lo que respecta a la deuda, el pago de la tambin llamada
bolsa de viaje, mediatiza su grado de libertad y autonoma. Si no la han acabado
de pagar, es difcil hacer otra cosa que no sea trabajar para tratar de ingresar dine-
ro lo ms rpidamente posible. Si te descuidas o relajas, estas mafias son impla-
cables a la hora de recordar los pagos pendientes. Es casi imposible escaparse,
ya que las amenazas no solamente van dirigidas hacia las mujeres, sino que tam-
bin hacia las familias en el pas de origen. En caso de haber acabado ya los
91
Nadie "va de putas"
pagos, la autonoma es mayor ya que la mayora de las mujeres disponen de bas-
tante libertad sobre sus horarios y establecimientos en los que trabajar. Varan sus
horas de entrada o salida de los clubes segn su estado de nimo, hbitos de su
clientela fija o estrategia comercial propia. Por ejemplo, hay meretrices que prefie-
ren dedicar ms tiempo al trabajo los fines de semana ya que ingresan ms. Otras,
sin embargo, eligen los das laborales a las horas de salida de los trabajos.
Cambian de local y ciudad segn consideran que pueda series ms rentable.
Estn contnuamente en contacto telefnico con otras amgas y compaeras con
las que se intercambian informacin. Varas de las mujeres entrevistadas han re-
corrido varios pases europeos y muchas comunidades autnomas espaolas.
El alojamiento tambin es un elemento clave en la calidad de su vda cot-
diana. No es lo mismo alojarse en el mismo sitio que se trabaja, que estar com-
partiendo piso en la ciudad con otras personas que no saben ni a qu te dedicas.
La mayora de las meretrices entrevistadas dicen preferir vivir en apartamentos
fuera de los clubes y, a ser posible, solas, sin compartir vivienda con otras com-
paeras de trabajo. Tratar de romper la rutina de los desplazamientos casa-club y
club-casa, que pueden durar muchas semanas consecutivas. De todas formas
esto slo lo pueden hacer las mujer ya liberadas del pago de sus deudas y con
fuertes ingresos econmicos.
El vivir en el propio club donde se trabaja no es una opcin deseada, pero
puede tener tambin ventajas. En primer lugar puede facilitar el alojamiento ya que
el alquiler de un apartamento requiere tener los papeles de residencia en regla.
Tambin puede aumentar la sensacin de "proteccin" con respecto a eventuales
riesgos de redadas relacionadas con extranjera (si sales poco a la calle, corres
menos riesgo de que te pare la polica), la realidad muestra que es una sensacin
falsa de seguridad. En las entrev stas, sin embargo, aparecen con frecuencia los
numerosos problemas de vivir en el propio club. La convivencia con las compae-
ras no siempre es fcil, aunque tambin existen fuertes redes de amistad y solida-
ridad entre ellas. De todas formas con frecuencia hay dscusiones y malas caras
relacionadas con la competencia por la clientela que se da entre ellas. El vivir en el
propio club limita mucho tambin los contactos que se tienen con el mundo exte-
rior
68
. Por ello las redes de amistad que estas mujeres tienen muchas veces se redu-
cen a las compaeras y compaeros de trabajo as como clientes. Vivir y trabajar
en el mismo sito puede tambin suponer un mayor control por parte de los dueos
I I 2. Las I i
. agudizar los problemas de relacin con las compaeras, carencia de
negocIO, . . d ' 69
. propio vida diaria muy rutinaria, reducida a trabajar y ormlr .
espacIo ,
Convivir con el sentimiento de vergenza
La sociedad tiende a ser mucho ms tolerante y menos severa con ,loS
r t s y con el empresariado de la prostitucin que con las mUjeres que la eJer-
;obre ellas recae el estigma y la vergenza. Se las culpa de ser malas mUJe-
. utas que merecen el desprecio por haber optado por alqUilar su cuerpo
res, Pb' de' dinero Adems se las juzga y acusa de destrozar familias o transmitir
cam 10 b" f' sta pre
enfermedades terribles como el SIDA. Ellas mismas suelen tam len su nr e -
sin social, con un fortsimo sentimiento de culpa.
nicamente una minora reconoce pblicamente el ejercicio de esta
dad. Son todava ms infrecuentes, si cabe, los de mujeres meretnces qu _
llegan incluso a asociarse. La mayora siente verguenza el que
ean y tratan de ocultrselo a su entorno. Llevan una doble Vida , que co
la' "doble vida" y la "doble moral" que muchas veces llevan los clientes de
rostitucin. Una vida paralela a la pblica, a la que entorno SOCial
uno se mueve. En el caso de las meretrices la expllcaclon es Simple. se
trata de una estrategia de auto-defensa. Como nos sealan algunas de las mUJe-
res entrevistadas, ya es suficientemente dura la actividad como, para tener que
sufrir doblemente una vez que se acaba la jornada laboral. Tamblen se piensa en
el dao que puede suponer para su familia, en especial para los hiJOS.. En el fondo,
odra decir que ellas mismas interiorizan y asumen como propia la Imagen
-p ...
negativa que la sociedad tiene de la prostltuclon.
La mayora se avergenza de su actividad, pero todas reivindican
Como personas y como trabajadoras. De nuestras entrevistas hemos recogido su
deseo por poder vivir tranquilas, sin tantos miedos ni Incertidumbres. los papeles,
la polica la violencia, los engaos. Muchos abusos y fraudes que sufren de parte
de clientes, las mafias o determinados propietarios de los clubes de alter-
ne quedan impunes. Sienten que no hay sitio donde poder denunciarlos. Ven a
polica con temor, ya que la expulsin es un miedo mayor al abuso. Lo mas frus
trante, sealan, son las humillaciones y el sentimiento de no tener derechos. Por
eso exigen respeto.
Nadie "va de putas"
au piensan de sus clientes?
Uno de los asuntos ms reclamados por las mujeres que ejercen la prosti-
tucin que hemos entrevistado es la reivindicacin por su derecho a poder decir
que no a un cliente si ste les parece especialmente desagradable. No todas pue-
den hacerlo, estando obligadas a tener sexo con cualquier hombre que est dis-
puesto a pagar. Independientemente de que est borracho, huela mal, sea muy
grosero o parezca ser violento. A su vez, las mujeres entrevistadas tambin con-
sideran como un derecho bsico a la hora de ejercer su trabajo el poder tener la
posibilidad de negarse a realizar determinados servicios como el sexo anal, rela-
ciones sin preservativo, actos escatolgicos, etc. Las chicas ms jvenes, que se
encuentran en situacin de semi-esclavitud al no haber todava saldado el pago
de su deuda con las mafias, son las ms vulnerables en este sentido. Por miedo,
a veces por terror, no se atreven a negarse a ir con un cliente o realizar prcticas
sexuales especiales.
Como regla general los clientes no les atraen ni excitan sexual mente. Ellas
estn simplemente trabajando Y lo que importa es el orgasmo de quien paga. De
todas maneras por respeto a si mismas y a su cuerpo las meretrices entrevistadas
sealan que hay varias cosas que tienen claras en los contactos ntimos con los
clientes: sobre todo negarse a realizar coitos sin preservativo o la prctica de
determinadas pericias sexuales.
En una investigacin llevaba a cabo en Italia respecto al cliente de la pros-
titucin, la sociloga Luisa Leonini se refiere al desinters que las prostitutas
muestran por sus clientes. En concreto, Leonini pone el acento en que la relacin
est despersonalizada desde ambos puntos de vida. Como al cliente no le intere-
sa saber nada de la mujer o del transexual con el que se relaciona, sino que sola-
mente le interesan sus atributos fsicos y su capacidad para satisfacer lo que pide
-con frecuencia no sabe ni su nombre, de donde viene ni su edad- de la misma
forma las prostitutas se muestran totalmente desinteresadas sobre la persona con
la que tiene un intercambio en el que intervienen los cuerpos, pero que no crea inti-
midad
7o
. En todo caso se debe ser consciente que en Italia predomina la prostitu-
cin callejera y hay muy pocos clubes, por lo que el contacto entre clientes y pros-
titutas suele ser especialmente breve y la conversacin escasa. En Espaa suce-
de algo parecido en la prostitucin callejera y en la que se realiza en aparta-
94
Captulo 2. Las prostitutas hablan: vctimas o profesionales del sexo.
LA JERGA DE LA PROSTITUCiN
GRIEGO:
LA COCINERA:
Sexo anal
Es sinnimo del "griego". Cocinera porque "entra" por la "puerta de atrs".
BESO NEGRO:
Es sinnimo del "griego"
FRANCS:
FRANCES LACTOSO:
Felacin con la boca (con preservativo)
Felacin con la boca, enseando o sacando el semen cuando se eyacula.
FRANCES JUGOSO:
Igual que el anterior.
FRANCES NATURAL:
Felacin con la boca, sin preservativo.
FRANCES A PELO:
Igual que el anterior.
FRANCES SIN:
Igual que los anteriores.
DISCIPLINA INGLESA: Sadomasoquismo
CUADRO GOYA: El hombre se queda quieto con el pene erecto mientras la mujer lo saca Y
mete en su vagina como si estuviera columpindose.
CUBANA: Felacin con los senos (es curioso que en Cuba esta prctica sexual se
denomina "hacer un espaol").
CUBANA CON CORBATA: Felacin con los senos mientras se chupa el pene.
MASAJE TAILANDS:
COPRO:
LLUVIA DORADA:
LLUVIA BLANCA:
SEX GURMETS:
Hacer masajes con diferentes partes del cuerpo.
Defecar sobre el cuerpo del otro.
Orinar encima del otro.
Eyacular por encima del cuerpo del otro.
Para los que "lo han probado todo".
---------------
95
Nadie "va de putas"
mentas. En los clubes de alterne, sin embargo, la interaccin suele ser algo mayor.
En parte tambin porque una parte importante de los ingresos son el gasto en
copas, relacionas con la conversacin. Muchos clientes, si la charla les resulta
entretenida, pagan a las chicas una consumicin. La mayora de las prostitutas
tratan de "ser buenas profesionales" y dar una conversacin que agrade al clien-
te. Hay algunas que son verdaderas maestras en la materia.
A menudo las propias chicas reprueban al cliente por acudir a un prostbu-
lo. Sobre todo a los hombres casados. Ya que no les gustara que su pareja hicie-
ra lo mismo:
"Los hombres casados espaoles engaan mucho a sus mujeres ...
pero ellas tambin. .. aqu en Espaa las parejas se engaan mucho los unos
a los otros. En Rumana no es as, los hombres casados respetan ms a sus
mujeres. La infidelidad es mucho menos frecuente." (Rumana, 21 aos, club
de alterne).
A la pregunta de por qu piensan que los hombres acuden a la Prostitucin,
las respuestas son muy completas:
"Yo creo que hay diferentes clientes ... el que viene slo por curiosi-
dad ... el que viene de cachondeo, de juerga ... otros que quieren sacar afue-
ra todo lo malo, todos los malos rollos que tienen dentro ... tambin estn los
que quieren fantasas y cosas que no se atreven a pedirles a sus mujeres ... "
(Guinea Ecuatorial, 21 aos, club de alterne).
"Hay hombres que son feos, fesimos, que da pena slo mirarlos ...
pero tambin vienen hombres muy guapos ... te dices, pero qu hace este
chico aqu si en cualquier bar las chicas estaran como locas por l? Este
verano estuve con un chico holands... muy guapo, se pareca a Ricky
Martn ... tendra unos 18 19 aos ... en Brasilia mayora de los clientes son
mayores y feos ... aqu tambin hay jovencitos y chicos guapos.
Por qu los jvenes vienen a un club? Yo pienso que quieren hacer
cosas diferentes ... cosas que no se atreven a pedir a sus novias ... a cuatro
patas, no chupa, no se dan por el c ... quieren hacer algo diferente a lo de la
I I Las hablan: vctimas o del
novia. He visto chicos que tienen novias espaolas muy guapas y despus
se van en el club con la ms fea. Tambin creo que hay muchos hombres
que van a los clubes porque no quieren nada serio. Slo querer disfrutar...
hay quien dice: prefiero estar solo y pagar... tener novia me d dolor de
cabeza ... " (Brasilea, 34 aos, club de alterne).
El auge del consumo de pornografa tambin podra estar cambiando las
expectativas de muchos clientes de prostitucin, que desean recrear lo que ven
en la televisin y no se atreven a pedir a sus parejas:
"Llevo ya en Espaa bastantes aos y veo que cada vez los espao-
les piden cosas ms raras ... al principio no saban ms que dos o tres pos-
turas ... ahora todo es ms complicado ... hay que sudar ms ... creo que es
porque la gente est todo el da viendo pomo y despus quieren repetir lo
que ven en la tele ... " (Brasilea, 34 aos, club de alterne).
Para las relaciones afectivas, las entrevistadas prefieren a los hombres jve-
nes y guapos. Para hacer negocios, sin embargo, se quedan con los maduritos:
"Yo prefiero los clientes mayores ... con ms aitos ... me atraen ms,
tienen ms dinero. Los jvenes slo te hacen promesas y promesas y al final
nada ... los hombres mayores te hacen sentir ms querida, ms apreciada. "
(Colombiana, 27 aos, club de alterne).
"A los hombres mayores espaoles no les gustan las viejas ... slo las
nuevas ... ipero a las extranjeras jvenes tambin les gustan los chicos jve-
nes y guapos! iNo un viejo! Fijate, cuando veas un hombre mayor con una
chica nova ... ella siempre es extranjera, nunca falla. Las espaoles nuevas
no les gustan los mayores." (Brasilea, 34 aos, club de alterne).
"Los jvenes pagan una vez, dos veces ... ya la tercera ya lo quieren
gratis ... a veces te piden que vayas con ellos slo por invitarte a tomar algo ...
los jovencitos son los peores, sinceramente prefiero los mayores... ms
dinero." (Rumana, 21 aos, club de alterne).
Para finalizar es tambin digno de destacar una cuestin en la que coinci-
den muchas de las entrevistadas: los graves problemas de higiene de los hombres
97
Nadie "va de putas"
espaoles. Es un tema muy recurrente, sobre tod .
canas. Desde no limpiarse los dientes h t o, entre las mUjeres latinoameri-
I as a problemas de aseo en "b' "
as. Nos dice una entrevistada' alguno p aJos yaxi-
b . arece que lleva una rata muert d b .
raza ... sobre todo en invierno los homb d . a e aJo del
, res e este pals se lavan poqusimo ...
Es posible retirarse?
La carrera de prostituta suele ser corta f' ..
tistas o los mineros Como e . ti' Y unglble. Similar a la de los depor-
. n es as a eXigen . r'
muy habituales las secuelas f cla ISlca y mental es fuerte siendo
un paralelismo se podra decir que I yen ermedades profesionales. Haciendo
. as mUjeres que en alg
ejercen la prostitucin se diferencian de estas ot . n momento de su vida
estigma social que sufren y la casI' total . ras actividades en el fortsimo
. ausencia de cobert .
finalizada la vida laboral Muchos d rt' uras SOCiales una vez
no cuentan con mucho d;nero una v epot.,stdas, salvo las grandes sper-estrellas,
ez re Ira os Sin embar d' f
te reconocimiento en su entorno y un It : . . go IS rutan de un fuer-
a o prestigio SOCial Pa I .
tlvamente sencillo rehacer su v',d l' d . ra a mayona es rela-
a Iga a a otra actividad El'
blemas de salud (asma ceguera '1' . . n os mineros los pro-
, , SI ICOSIS etc) su el f
otras enfermedades relacionadas con un en ser recuentes, adems de
hollsmo o las depresiones S',n e b I de Vida sedentano como el alco-
. m argo as presiones di' .
fuerte proteccin del sector de la' e movimiento obrero y la
. energla por parte del Estad h
la media de sus ingresos econmicos sean mu . an supuesto que
Minera de la Seguridad Social perm't y altos. El Reglmen Especial de la
I e a sus trabaJadore' .
para ellos y sus familias. s mineros un retiro digno
En la prostitucin no es as. El estigma es tan f rt
ni tan siquiera el crculo familiar y de a . t d ue e que en muchos casos
mIs a es ms nti .
de sus ingresos. La imagen social de la t mo conoce el ongen real
pu a es tan negativa f' .
mente al conjunto de la socied d . . . que no a ecta Unica-
a ,SinO que tamblen su el
carga moral para la propia mujer. Dado ue '. e suponer una inmensa
nulo, tratan de encubrirlo a su ent A
q
el prestigio SOCial de la actividad es
amo. su vez la gra .
cotizantes a la Segur'ldad S . I . .' n mayona de ellas no son
oCia ni pagan Impue t d I
ganan dinero ejerciendo la prostitucin sus' s o . e a renta. Incluso cuando
de la economa sumergl'da En I ' Ingresos Integramente entran dentro
. os casos de muje
por cuenta ajena, en un club o rt res que desarrollan la actividad
apa amentos, tampoco suele existir relacin labo-
i I 2. Las : vctimas o del sexo.
formalizada entre empleador y empleada. Sin derecho a paro ni a otros bene-
laborales Y ante sus escasas y bajas cotizaciones, cuando se jubilan suelen
.'p,rc!ibir pensiones no contributivas. Las de menor cuanta.
A pesar de los altos ingresos en las primeras etapas, pocas logran ahorrar
suficiente como para vivir su retiro holgadamente. Aunque en el cenit de su tra-
yectoria suelen ganar mucho dinero, los gastos en alojamiento o compra de ropa
suelen tambin ser elevados. Prcticamente la totalidad tienen cargas familiares
por lo que buena parte de los ingresos parten va remesas. En los casos ms
desesperados el dinero se pierde rpidamente en el consumo de alcohol, drogas
o juego. Sea por su bajo nivel educativo, por los fuertes gastos ocasionados por
la propia supervivencia y las cargas familiares, la extrema exigencia fsica y psico-
lgica de este sector o por los riesgos derivados de trabajar en la noche, el hecho
es que slo una minora de estas mujeres alcanza su objetivo inicial de lograr acu-
mular una gran cantidad de dinero para poder vivir ms confortablemente una vez
fuera de la prostitucin.
Una parte muy importante de las mujeres que venden servicios sexuales
entienden su actividad como aunque se encuentren en l a tiempo
completo y sea la nica ocupacin remunerada que han desempeado en
Espaa71. La mayora de las mujeres entrevistadas saben que ste no es un tra-
bajo para siempre:
"Slo se puede estar hasta los 30 ... ms no, ya es demasiado ... cues-
ta demasiado tener clientes. Hay muchas que se casan con clientes ... otras,
cuando se casan, trabajan. Las bodas con clientes algunas funcionan ... otras
no ... la mayora que se casan conocen a sus maridos en el club ... porque,
dnde sino vaya conocer a un chico? Ests siempre en el club y es difcil
conocer a gente de fuera." (Brasilea, 31 aos, club de alterne).
De todas formas, como coinciden la gran mayora de las personas que lle-
van aos trabajando en prostitucin, no es tarea fcil abandonar esta actividad. A
muchas mujeres les gustara retirarse, pero no saben cmo. La primera gran difi-
cultad est relacionada con la debilidad de su tejido social y afectivo, por lo que
tan apenas conocen a gente de fuera del club o apartamento donde viven y tra-
bajan. Debido al fuerte estigma social que sufre la prostituta, las extenuantes jor-
Nadie "va de putas"
nadas laborales y el hecho de que la mayora de las mujeres sean extranjeras (pro-
blemas de papeles y poco dominio del idioma), estas mujeres suelen vivir en una
situacin de fuerte endogamia social. Cuesta conocer a personas de fuera de este
mbito para entablar amistades que despus te ayuden a encontrar otro trabajo,
pasar el tiempo libre o te echen una mano para resolver los problemas que van
surgiendo. Otro aspecto que dificulta sobremanera los intentos por cambiar de
actividad es la precariedad de las alternativas laborales de las que disponen. El
mercado del trabajo femenino en Espaa es, en trminos generales, difcil. Para
las mujeres inmigrantes todava ms. Los puestos de baja cualificacin a los que
podran optar ellas suelen estar mal pagados y exigen largas jornadas laborales.
Principalmente servicio domstico, cuidadoras de personas dependientes y hos-
telera. Parte de ellas no pueden ni tan siquiera optar a un empleo normalizado al
no contar con papeles en regla de residencia y trabajo.
Por ello la alternativa tampoco se presenta fcil. Largas jornadas de traba-
jo, escasos ingresos y una mayor probabilidad de sufrir de explotacin laboral. No
hay que infravalorar este hecho ya que es relativamente frecuente que mujeres
que deciden abandonar la prostitucin para trabajar en otros empleos, finalmen-
te, decidan regresar. Con un trabajo convencional a veces no alcanza para los
gastos de alquiler, comida y transporte as como el dinero que peridicamente hay
que enviar como remesa.
La vida afectiva y sexual privada de las meretrices
El beso es el tipo de contacto ms deseado por la mujer, y considerado
como el ms placentero. Coward seala que besar es para las mujeres quizs el
acto ms rico de sensaciones, aquel que representa el culmine de la implicacin
ertica72. Resulta pues coherente que todas las prostitutas entrevistadas se nie-
guen a dar besos en la boca a sus clientes. El beso en la boca me lo reservo para
mi pareja, seala una de las chicas con las que hemos hablado y que sintetiza el
sentir de la mayora. El beso en los labios del hombre se convierte en un peque-
o tesoro, de uso ntimo y reservado para la sexualidad no profesional, relaciona-
da con el afecto y el amor.
Cabra preguntarse sobre cmo es la vida afectiva y sexual privada de estas
mujeres. Sin duda, es ms compleja que para la mayora. A menudo siguen el
100
""Ion'te periplo: con frecuencia se enamoraron muy jvenes de hombre con
tuvieron uno o varios hijos. La relacin termino en desengano. Tras viajar a
d
de empezaron o continuaron a ejercer la prostltuclon, durante los pn-
on U ,. t alvador"
aos buscan entre sus clientes a un "prncipe azul". n c len e s ..
que les gustara enamorarse con locura para abandonar la
les!;ra.ci8IdarnEmt,e este hombre ideal nunca aparece Y tras varios desenganos la
I de estas mujeres se convierten mucho ms escpticas en su relacin con
hombres. y tambin sobre la posibilidad de enamorarse.
Esta desconfianza ante el amor romntico tiene su origen en la dureza de las
;bi"gnafI8Is de muchas de estas mujeres. Pero eso no significa que no. tengan capa-,
de amar. Con frecuencia en las entrevistas las mujeres explican como s:
. ".'flleaEIn por disociar sus relaciones afectivas personales con el de la
vidad: muchas tienen tres hombres a la vez ... primero el del corazon, al que realmen
quieren Y desean ... despus a otro que es quien te mantiene ... el que te ayuda a
las facturas, el alquiler, el telfono ... el tercero es el cliente ... el de club ... que
a veces no lo ves ms que una vez en tu vida y a veces de vez en cuando ...
Otras, sin embargo, son ms escpticas. Piensan que es imposible.mante-
ner una relacin afectiva convercional mientras se ejerce la prostltuclon. Una
entrevistada lo dice as:
"De todas formas es muy difcil, yo dira que imposible, tener unare/a-
cin normal con un chico normal, trabajando t en un club. Hay qUienes
continan trabajando en el club despus de casadas, pero yo no qUiero
sea as ... as es imposible que la historia acabe bien ... " (Brasilea, 31 anos,
club de alterne).
Muchas mujeres inmigrantes, una vez saldada su deuda, cuentan con
mucha autonoma con respecto a los hombres. Desarrollan su actividad de forma
libre y viven sin tener que rendirles cuentas a ningn hombre. Por ello muchas de
ellas no quieren tener relaciones que impliquen demasiada. compromiSO.
Demasiadas malas experiencias de celos, violencia Y maltrato pSlcolog
lco
. A la pos-
tre, de lo que se deduce de las entrevistas, la mayora han tenido muy
con los hombres. Solas se encuentran mejor. y si estn con una esta . .
ser en relacin de igualdad Y respeto. A veces estas relaciones afectivas se Inicia:
. , , s'ones no es aSI
ron a partir de un encuentro relacionado con la prostltuclon, en oca I .
101
102
Nadie"
El enamoramiento de los clientes se convierte en un problema para
regenta un prostbulo. Este es un extremo confirmado por varios informantes.
empresarios temen problemas como los celos (que acaben derivando en
cia) y el sexo sin pagar (que finalmente supongan menos ingresos para el club) ..
Por ello los propietarios de los locales prefieren renovar muy a menudo a las chi-
cas. A la clientela le gusta siempre ver caras nuevas, pero tambin as se trata de
evitar las relaciones de amistad y afectivas con los clientes.
En muchos casos hay clientes y mujeres que ejercen la prostitucin que tie-
nen verdaderas historias de amor con inicio en un club de alterne. Ambos pueden
estar enamorados realmente y tratan, por lo menos inicialmente, de entablar una
verdadera relacin de pareja. En algunos casos estos matrimonios suponen la rup-
tura con una pareja anterior del hombre. Se tratara, pues, de una culminacin de la
infidelidad. En otros casos son hombres solteros, divorciados o viudos. El matrimo-
nio suele suponer que la mujer deje de ejercer la prostitucin, aunque esto no siem-
pre es as. En ocasiones mantiene la actividad e, incluso, se dan casos de esposos
que inducen a sus esposas a continuar prostituyndose. Es ms frecuente en las
partes ms marginales del mercado del sexo. En el caso de continuar ejerciendo los
celos suelen degenerar en continuas discusiones y desembocan en ruptura.
El perfil del hombre que ca-protagoniza estas relaciones iniciadas en un
club de alterne se suelen alejar en muchos casos del estereotipo tradicional del
chulo. Tambin del de rufin 73. Se puede decir que la mayoria de las meretrices
ejercen su actividad de forma autnoma, libres de macarras y proxenetas. La figu-
ra del chulo est en decadencia aunque se encuentra todava presente en algunos
casos, sobre todo en la prostitucin callejera ms marginal. La forma de ejercicio
ms expuesta a la violencia, y con mujeres ms mayores de origen autctono.
Mara Jos Barahona define chulo como aquella persona que ganndose la con-
fianza de la mujer, a travs de la afectividad, la induce y conduce al ejercicio de la
prostitucin. Normalmente se trata de induccin, aunque llegado el caso puede
hacer uso de coacciones y amenazas. Las mujeres lo suelen percibir como la figu-
ra del marido, como aquella persona de sexo masculino que las sustenta afecti-
vamente, reconociendo que trabaja para l o que tiene ms mujeres adems de
ellas mismas. Estos se presentan como sus protectores y sus cuidadores74.
Como seala tambin el antroplogo Jos Luis Solana, en la mayora de los
casos en los que las prostitutas sufren explotacin por terceras personas, suele
I I 2. Las
hablan:
del
. Q r lo menos formalmente, no es
rt de una organizacin mafiosa. ue, po
pae hl
75
lioara.blle con la clsica figura del c u o .
fnr.i'oes azules de club de alterne y el mito "pretty woman"
ora hemos visto alguna vez la pelcula norteamericana Pretty
La ma;Ulia Roberts y Richard Gere como actores principales
76
. La trama se
, con e un hombre de negocios y una mUler que eler-
resumir en un encuentro entr . dose e iniciando una relacin
. . I IIe que acaban enamoran
la prostituclon en a ca .. t" de Charles Perrault, esta
I
l" o tema de "La cenlClen a
fA"tliv'a, Reinventa e ya c aSlc habitual en el imagina-
en versin post-moderna. El mito pretty woman es un . ,
colectivo de quien se mueve por el mundo de la prostltuclon.
, r tes suelen ser frecuentes.
Las relaciones afectivas entre meretnces y cien. , Por papeles por
. 'os blancos de conVenienCia. ,
algunos casos son matnmom , h . de una red de trfico, etc. En
, d a y sexo para Ulr
dinero, a cambiO e campa , ' I namoramiento mutuo es real-
. f t de lo que cabna esperar, e e
otros, mas recuen e 't t de establecer una relacin normal a
, ' te un verdadero In en o
mente Sincero y eXls . . d ONG de ayuda a
I ta se inici Una tecnlco e una
pesar del contexto en e que es . trimonios tienen la dificultad
d
t el hecho de que estos ma
los inmigrantes es aca, d la familia En una sociedad
h
as de la falta de apoyo e .
aadida, en mue os cas , f T s se consideran de vital importan-
como la espaola, donde las relaciones ami lare , 77 En ms de una oca-
d
' de partida para la nueva pareja .
cia, es un notable han Icap . bar haciendo de padrinos y
. b d la ONG han tenido que aca
sin los mlem ros e d'l t d experiencia en el trato con estas
b d
E la tcnica con una I a a a ,
madrinas de o a. s aban bien la mayona
d estos matrimonios muy pocos ac ...
parejas seala que e e la famla desde el principio ... sobre todo quie-
cuentan con el rechazo frontal d n otra que han conoc-
. 'd d una mujer para poder casarse ca
nes se han dIVorCia o e ..' I 'mporta donde se conocieron ...
do en un club ... en un prinCipiO dicen que no es I
pero al final siempre les acaba importando.
I b de alterne en Zaragoza, tambin es muy
Carmen, responsable de un e u , L casos que ha conocido mues-
escptica en cuanto al futuro de estas parejas. osI' al feliz. Dicen que la mayora
tran que es muy difcil que estas hlstor;as azul casarse con l y poder
de las chicas suean con llegar a encon rar un ,
103
104
Nadie "va de putas"
as retirarse ... Hasta la fecha por lo menos este s -
hacerse realidad. Son relativamente habituales 10Sueno muy pocas veces Hega a
acaban a corto o medio plazo en ruptura O I matnmonlos, pero casI todos
conocido en estos aos ... se pueden decenas de bodas as que he
terminado bien, seala Carmen. Una de las mus dedos de una mano los que
senala, con cierto escepticismo: Jeres prostitutas entrevistadas
"Hay quien busca un prncipe azul .
mundo real ... no hay que confundir am ... pero no eXIste ... estoy en el
El
or con encapricharse '
amor, creo que no existe "(Col b' _ con un chICO.
... om lana, 27 anos, club de alterne).
Seala otra de las entrevistadas:
"La verdad es que me gustara encontrar a
poderme casar. .. que me pueda ir a vivir con l A t un hombre con el que
el que hablaba vea un posible candid t . n es, con cada hombre con
no tener a nadie ... ya no tengo tanta ;'hora ya no tengo complejo por
la situacin en la que estoy t . . ampoco me Importa mucho por
... engo mIs papeles y and .
(Brasilea, 31 aos, club de alterne). o mas tranquila ... "
. A pesar de todo tambin hay historias (aun
fmal feliz. Varias de las prostitutas entrevist d d que sean las menos) que tienen
pre, todos los clientes sean malas a as eflenden que es falso que siem-
personas Con relativa frec .
mundo de los clientes nacen grandes a . A uencla dentro del
ciones de amistad sinceras, con mores verdaderos. Tambin rela-
mujeres. Las ONG's con las que hemos h daYUdan a salir de este mundo a las
cuencia acuden mujeres acompaad d ah a o destacan como con relativa fre-
as e ombres con los h
una relacin afectiva estable En al . . que an establecido
f' I . gunos casos unlcamente trat d
ormu as para regularizar la situacin d 11 _ an e conocer las
plantea abiertamente el deseo de mat . e e a en Espana. En otras, bastantes, se
nmonlo. Hay casos sobre t d
res provenientes de Europa del Este qu I h ' o o para muje-
I . ' e e ombre debe comp I I'b
a mUjer pagando a la mafia el din rar alertad de
ero que queda para liquidar su deuda.
. vctimas
sexo.
Ibo'om de los matrimonios de burdel en Braganfa y El Ejido (Almera)
La pregunta que se plantea es si con los intensos cambios producidos en
ltimos aos en el mbito del mercado del sexo (llegada de mujeres jvenes y
,,,",>ro,,\ en la mentalidad de los espaoles en todos los mbitos (ms abiertos y
iber'ales, en general) y en las formas de relacionarnos con los dems (nuevas far-
de parejas que se salen de lo tradicional) es posible que cada vez haya ms
"",tri''l1onic,s que tengan su origen en un club de alterne. Y que a su vez estos ten-
cada vez ms viabilidad.
La pequea ciudad portuguesa de Bragan<;:a se hizo famosa en Europa
hace unos aos por un articulo publicado en la revista Time sobre el auge de la
prostitucin femenina brasilea (meninas brasileiras). Esta ciudad del norte de
portugal era conocida en el pas adems de por su fabuloso castillo medieval, por
la gran profusin de prostbulos. La gran cantidad de matrimonios nacidos en
locales de alterne, entre hombres portugueses Y mujeres brasileas supuso un
gran revuelo en el municipio. De hecho, las mujeres despechadas, que su marido
las haba abandonado para casarse con una joven brasilea, se unieron en una
asociacin, firmaron un manifiesto y organizaron manifestaciones contra los pros-
tbulos y las mujeres que all desarrollaban su actividad. Celebraron reuniones con
polticos y polica, a fin de tratar de atajar la prostitucin en la ciudad. La polmi-
ca perdura a da de hoy ya qUe a pesar de la presin de estas mujeres, los loca-
les continan abiertos y los nuevos matrimonios mixtos no paran de celebrarse.
Muchos de ellos suponen la ruptura de matrimonios entre portugueses. Una de las
lderes de la asociacin contraria a las prostitutas brasileas resume la forma de
pensar de las mujeres de Bragan<;:a con respecto a este tema: Los hombres son
los que tiene la culpa, pero las meninas son las ms sucias
78
En el fondo, pues, se
las culpa de embaucar y seducir a los hombres aborgenes.
El siguiente ejemplo parece mostrar que algo bastante serio est pasando
en este sentido, fuera ya de la mera ancdota. El Poniente almeriense, el llamado
mar de plstico, se ha convertido en el lder europeo de produccin de frutas y
verduras de fuera de temporada. Es un lugar conocido tambin por los gravsimos
incidentes racistas acaecidos hace tres aos, dirigidos contra la poblacin magre-
b y subsahariana que trabajan como jornaleros en la zona. En pleno centro de la
capital de la comarca, el municipio de El Ejido, durante varios meses hubo una
105
106
pintada que nadie se atrevi a borrar o tachar: "menos moros y ms rusas". O
menos inmigrantes masculinos de origen magreb para trabajar en los in,'enlarJA_
ros y ms mujeres inmigrantes de origen de Europa del Este para trabajar en los
prostbulos de la zona79.
En El Ejido hay unos 45 clubes de alterne, con una media de 10 chicas
rusas (y de las repblicas de la ex URSS) cada uno. Ni la Asociacin de Hostelera
de Almera, ni la Asociacin Nacional de Locales de Alterne, ni el Comisario de la
Polica Nacional de Almera nos proporcionaron datos, pero pOdemos calcular que
en el ao 2002 trabajaban como Prostitutas entre 300 y 400 mujeres de naciona_
lidad rusa en El Ejido y unas 900 en el total litoral almeriense. En toda Espaa hay
clubes de alterne, pero son especialmente numerosos en Almera, Murcia y
Alicante. En otras zonas espaolas hay jvenes rusas, entre otras nacionalidades,
pero en El Ejido y en el Poniente almeriense hay casi exclusivamente rusas.
A diferencia de Braganya, en El Ejido las mujeres despechadas no se han
organizado. En un artculo publicado por el diario "El Mundo", firmado el 27 de
marzo de 2002 y con el ttulo Roquetas: el pueblo de las Natasha Garca se sea-
la que los matrimonios nacidos en locales de alterne no son ya mera ancdota:
... Lo que en principio era una ancdota curiosa se est convirtiendo en un foco de
conflicto y el recelo se ha instalado entre las fminas espaolas. "Las mujeres
almerienses comienzan a despreciar a las rusas. Lamentan que les quiten los mari-
dos. Hay muchos celos porque las rusas son ms altas, ms provocativas, y llaman
la atencin", afirma un almeriense casado con una mujer rusa.
Ya en los aos 80 las descripciones que se hacan de Agua Dulce, Roquetas
o en el Poniente Almeriense por la prensa reproducan los estereotipos simplifica-
dos: Un mar de plstico, donde corre el dinero a expuertas, lleno de oficinas ban-
carias y puti clubes. Nadie tiene una explicacin del porqu los clubes de alterne
han formado parte de la imagen estereotipada, y a la vez real, del poniente alme-
riense y los invernaderos. Una explicacin sera la de que es una agricultura mez-
cla de la minera, el filn de oro, el pelotazo y los precios especulativos, una eco-
noma de casino. Agricultores muy estresados que de vez en cuando ganan mucho
dinero, parte del cual se lo gastan en los clubes. Lo que es sorprendente es que en
El Ejido y en los otros municipios de la plasticultura, los clubes de alterne, en los
ltimos 25 aos, y las rusas en los ltimos 8 aos, sean casi un signo de la identi-
dad local, un elemento definitorio.
2. Las I i de! sexo.
ue un agricultor exitoso tenga una querida
Forma parte de la cultura q hacen bromas al respecto, forma parte
en un piso. Todo el mundo lo sa .:' se una vieja institucin espaola que ha
saber y el paisaje social. quen ::s . de haber muchas rusas y de estar
con fuerza bajo los plaslicos. . ema: I sorprendente es que tambin
discreta hlpocresla, o ,
aceptadas con " h" de agricultores que trabalan con
h sus pinitOS Los 'loS
I
'venes solteros acen . d stn solteros se juntan con
opios inverna eros y e ,
P
adres o tienen ya sus pr . d d spus se van de rusas. En una
d ena los saba os y e
P
otentEls coches, salen e c Evidentemente ni son todos
" O s sin hacer excesos.
, habrn gastado 18 euro, f" t ) ni todos los sbados. Pero es
( habra rusas su IClen es , l'
fas jvenes varones no d t s son los que suponemos rea Iza-
n de vida Algunos e es o
una cultura y un es 10. . d . Menos moros y ms rusas.
ron la pintada que nadie borra e.
e han divorciado para juntarse con una
Hay bastantes casos de agricultores que s '1 'xtas
BO
Incluso existe el mito de
h unas 400 parelas m . .
rusa. Se estima que ay ya , 't I cura vino a concluir la ceremonia
' atrimonlal reclen e e L q
ue en una ceremonia m . e no lo separen las rusas. as
O' ha unido para siempre, qu
diciendo: que lo que lOS d Igunas organizaciones mafiosas y eran
II
on de la mano e a h b' ta
primeras rusas egar _ I s de las cuales ya a lan es _
' I de unos 20 anos, a guna .
P
rostitutas profeslona es, 14 . 15 aos, segn nos canto un
J " donde gustan de o . .. d
do anteriormente en apon . I de los almerienses presclndlo e
. I sentido empresana
experto. En poco tiempo e a las mafias lituanas, que se dice que son espe-
las mafias. Algunos se -os son los propios agricultores y empresarios
cialmente duras. En los ultimas 5 an tes eran pequeas discotecas o
. . es rusas Lo que an . .
los que se traen a las Joven . rt'do en clubes de alterne. Un rapl-
edanas los han conve I
pubs de los pueblos y p , " , . . tenue y muchos sofs.
do cambio de look: luces rojas, Ilumlnaclon
ertenecen a agricultores que aportan
Muchos de los locales de alterne p d con una agencia de viajes alme-
18 000 Y 24 000 euros y acuer an o
cada uno entre. . , ' 10 chicas rusas que llegan com
'd I pagar los billetes para I
riense bien conocl a e " s hacen sus amistades, se vue _
. d es Las alojan en piSO , .
turistas con visados e un m . . migas e incluso en ocasiones
' retornan con mas a
ven a Rusia y, al poco tiempo, _ ' ntan con jvenes solteros, otras
.. h'J'o pequeno. Algunas se JU . ar-
can sus familias y su I . U icultor presidente de una Imp
t as llevan su vida. n agr , s
con varones bgamos, o r . b medio en serio: nosotros ganamo
' d a medio en roma tante cooperativa nos ec ,
el dinero y se lo llevan las rusas.
107
108
Nadie "va de putas"
CITAS captulo 2:
59. Juliano, D. (2002). La prostitucin: el espejo Oscuro. Barcelona: Icaria. Pgina 19.
60 Este llbro tratar de manera algo ms superficial las biografas de las mujeres que
cen la prostitucin. En parte ello es debido a la escasez de recursos, lo que ha impedido, por ejem-
plo, la realizacin de una encuesta. De todas formas cabe decir que gracias a la literatura sobre este
tema editada en Espaa en los ltimos aos existe abundante informacin al respecto. Estudios
recientes realizados con rigor cientfico en Galicia, Madrid, Andaluca, Pas Vasco o Baleares tienen
resultados que pueden ser fcilmente extrapolables a la realidad del conjunto del pas. En nuestro
trabajo hemos pretendido, sin embargo, dedicar una mayor atencin a la figura del cliente de pros-
titucin. Se conoce mucho menos que la mujer meretriz, que es la que suele ser con ms frecuen-
cia la que recibe el inters de los investigadores.
61. Bejn, A. El matrimonio extraconyugal de hoy. En Aries, P. (1987). Sexualidades
Occidentales. Barcelona, Paidos.
62. Comunidad de Madrid. Direccin General de la Mujer (2001). Pgina 17.
63. Rodrguez Martnez, P. y Lahbabi, F. (2004). Migrantes y trabajadoras del sexo. Len,
Del Blanco Editores. Pgina 46.
64. Juliano, D. (2004). Excluidas y marginales. Una aproximacin antropolgica. Madrid,
Ediciones Ctedra. Pginas 127-128.
65. Juliano, D. (2004). Pginas 196-199.
66. Obra de 1938. Su titulo original, en alemn: Multer Courage und Ihre Kinder.
67. Se estima que la mitad de las mujeres adictas las drogas en Europa financian su con-
sumo con la prostitucin, segn la investigadora Petra PauJa Merino, del Observatorio Europeo de
Toxicomanas.
68. Rodrguez Martnez, P. y Lahbabi, F. (2004). Pgina 146.
69. Solana Ruiz, J.L. (2003). Pgina 47
70. Leonini, L. (2002). Pgina 34. La traduccin es propia.
71. Colectivo lOE (2005). Mujeres inmigradas y trabajo. En Checa y Olmos, F. (2005).
Pgina 41.
72. Coward, R. (1984). Desideri di donna. Roma: Ed. Riuniti. Pgina 263.
73. Desde un enfoque jurdico, desde el punto de vista ms clsico, el "proxeneta" viene a
ser la persona que facilita el Jacal para el ejercicio de la Prostitucin, mientras que el "rufin" sera la
persona que vive de una o varios mujeres que se prostituyen. Estas definiciones "clsicas" se
encuentran en la actualidad en entredicho.
74. Barahona, M.a J. (Directora) (2001). Tipologa de la Prostitucin Femenina en la
Comunidad de Madrid. Madrid, Direccin General de la Mujer. Consejera de Servicios Sociales.
Comunidad de Madrid. Pgina 71
75. Solana Ruiz, J. L. (2005). Pginas 249 y 250.
76. Dirigida por Garry Marshall en 1990. La interpretacin de Julia Roberts fue tan celebra-
da que lleg a ser candidata a un Osear de Hollywood en 1991.
vctimas
. . d mejor valoradas entre los espa-
77. La familia contina siendo la F. A. Y Elzo, J.
de ambos sex.os, todas las Europea de Valores su tercera ap IcaClon,
entre el localismo y .globallda M' Universidad de Deusto. CapItulo 1.
Madrid, Fundaclon Santa ana Y
. T,' 12 de octubre de 2003. .
78. ReVIsta Ime. . M' Gaviria y David Banngo,
79 Este texto est extractado .dellibro (indito) escrito por ano

Madura, Almera podrida.
titulado:
D
iario "El Mundo". 1 de diciembre de 2002.
80.
109
mercado del sexo en una ciudad media espaola:
;ZarafllrJza. Tipos, servicios y precios
El mercado del sexo de pago est creciendo rpidamente en los ltimos
aos. Aumenta la prostitucin, pero tambin la pornografa, las pginas de Internet
.de contenido sexual o los telfonos erticos, tanto en Espaa como en el conjun-
to de Europa. En su primer nmero del mes de septiembre de 2004 la britnica
The Economist dedic un nmero monogrfico al boom de la prostitucin (y de la
legislacin sobre este tema) que se estaba produciendo en muchos pases occi-
dentales.
Que las publicaciones econmicas serias dediquen espacio a este tema
nos hace deducir que ya no es slo un asunto de inters para telogos, moralis-
tas, socilogos Y dems funa preocupada por la forma como vive la gente.
Tambin es un asunto que mueve mucho dinero, que tambin interesa a la econo-
ma formal. En el informe de The Economist se destaca que en los ltimos aos se
ha producido una notable cada de los precios de los servicios de prostitucin en
la mayora de los pases occidentales. Ello se debera, principalmente a la llegada
a esta industria de miles de mujeres jvenes extranjeras. La oferta crece fuerte-
mente en todas partes pero no nicamente, tambin la demanda. Tan slo en Gran
Bretaa, durante la ltima dcada, la proporcin de hombres que han comprado
sexo se haba doblad0
81
.
Espaa parece, en este sentido, un caso aparte. El diario "El Pas" seala-
ba en un informe de investigacin, en septiembre de 2005, que nuestro pas se
habia convertido en los ltimos aos en El nuevo burdel de Europa
82
. El titular
parece exagerado: en todo caso sera el burdel de Europa si hombres del resto del
continente acudieran aqu ex profeso para ir a prostbulos. Ello no parece que
suceda. A pesar de que Espaa es el segundo pas ms turstico del mundo, los
111
112
visitantes extranjeros no son visitantes especialmente asiduos a estos estableci_
mientos. La mayora de la e/ientela contina siendo autctona. En todo caso exis-
te un cierto consenso de que se ha producido un aumento en este pas muy
impresionante de este peculiar mercado durante los ltimos aos. Tanto en el
nmero de mujeres que ejercen la Prostitucin, como el de clubes de alterne y
apartamentos privados as como de los clientes. Tambin se ha producido un
notable crecimiento de las redes y organizaciones delictivas dedicadas al trfico
de mujeres con fines de explotacin sexual.
Sin embargo nadie parece ponerse de acuerdo en torno a las cifras exac-
tas. Los datos aportadas por la Guardia Civil 83 en su informe publicado en 2005
sobre "Trfico de Seres Humanos con Fines de Explotacin Sexual" sealan que
en el ao 2004 haba en Espaa en torno a las 19.000 mujeres Prostituyndose en
clubes de carretera. El 95% de ellas, extranjeras. Hay que tener en cuenta, no
obstante, que quedan excluidas de estas cifras la mayor parte de la poblacin: las
zonas urbanas (circunscripcin de la Polica Nacional) y las comunidades de Pas
Vasco y Catalua, que cuentan con polica propia. Tampoco se contabilizan otras
formas de Prostitucin, principalmente la callejera y la de apartamentos privados.
El dato, pues, es muy fiable pero incompleto.
En un estudio elaborado en el ao 2003 por el Instituto Europeo para la
Prevencin del Crimen citado por el diario "El Pas", Espaa apareca como el
segundo pas de Europa con mayor nmero de meretrices, slo a la zaga de
Alemania, un pas que casi nos dobla en poblacin. Sin embargo, la estimacin
era demencial, con una horquilla gigantesca: entre las 45.000 y las 300.000 per-
sonas prostituidas. Se incluyen mujeres, hombres y transexuales. Son datos, por
tanto, de escasa fiabilidad.
En Espaa la cifra ms repetida es la de 300.000 mujeres ejerciendo la
Prostitucin. Son datos originarios de la Direccin General de la Mujer del
Ministerio de Asuntos Sociales y repetidos Con frecuencia por los medios de
comunicacin. Las cifras, sin embargo, parecen exageradas84. La comparacin
con otros pases refleja un contraste demasiado grande.
Los nmeros con los que contamos procedentes de los estudios realizados
en diferentes comunidades autnomas parecen tambin confirmar este hecho.
Los trabajos realizados sobre este asunto en nueve autonomas espaolas en el
periodo 2000-2005 estimaran que en torno a las 38.000 mujeres estaran ejercien-
l'
3 El
del
'ses europeos
, d ersonas prostituidas en diversos pal
'::dim2lcondel numero e p
. 120031 y elaboracin propia
.. del Crimen
a la PrevenclOn
te HEUNL Instituto Europeo par b'tantes en torno al
Fuen , . de ha I ,
uman 18 millones . bargo auto no-
. nes que s I 'd S Sin em ,
do la prostitucin en n espaola. Quedan exC a flotante Y con
45% del total de la pob tursticas, con a p ntan diversas fuentes)
mas muy densamente po d esta actividad (segun apu na y Catalua.
una importante la Comunidad ValenCia
como son la Comunidad odra estimar entre unas
d S estos factores, se p -a Parece una Cifra
enta to o en Espan . EII
Teniendo en cu . es trabajadoras del sexo I'n de este mercado. o
95000 Y 120.000 las mUler 'endo en cuenta lo va al
. I realidad, tenl . d
ms ajustada a a . las comunlda es
rostitucin femenma en
. . , del volumen de p
Estl)11aclon
s
espaolas
autonoma
. artir de fuentes diversas
te' Elaboracin propIa a p
U a ** Slo Zaragoza capitaL Fuen . 113
'" Slo Isla de Ma ore .
114
Nadie "va de putas"
dara una tasa de aproximadamente 45 mujeres prostituidas por cada 10.000
hombres (de todas las edades)85. Lejos, pues, estas cifras de las 300 000
tadas desde diferentes medios. '. apun-
Es muy difcil cuantificar el nmero de personas implicadas en I
de la prosf! . . Al . e mercado
. . I UClon. .go parecido sucede con el volumen econmico que ener
esta actividad. Las cifras suelen ser siempre estimaciones de baja calidad. tr
tarse de una actividad semi-clandestina, con relaciones con grupos de del' a
tes y con una alta movilidad de las personas implicadas es muy
lograr hacer una foto fija ntida. Carecemos de cifras y estadsticas fiables.
El nmero de clientes y los ingresos pueden variar segn los das de I
:emana o el mes del ao. Se producen aumentos con fiestas, acontecimientos
erlas. Descensos en los finales de mes Y aumentos tras los das de cobr L
meses de verano cae la actividad en las ciudades y en el interior del os
crece en la costa y zonas tursticas. Segn confirman varias fuentes, en tr,;;ero
generales se produce un alza de la actividad durante los fines de semana nos
hay mUjeres que trabajan durante la semana en otros trabajos y que
semana ejercen la prostitucin para obtener ingresos extra. In e
d Las mujeres que ejercen la prostitucin son las que realizan el trabajo ms
y desagradable. Sin embargo, nicamente perciben una pequea
pa e el dinero que mueve el negocio. Hay mucha gente alrededor:
Propietario (s),
Gerente,
Contable,
Abogados y asesoras administrativas
Recepcionista (cobra y controla los de los servicios)
Seguridad, '
Camareros,
Personal de cocina,
de limpieza de habitaciones y cambio de sbanas (la maml)
Choferes y taxistas, '
Publicidad en peridicos y pginas de Internet
Vendedores de productos y servicios con la restauracin
(bebidas, tabaco, maquinas recreativas, telfonos de monedas gramol
musicales, etctera), ' as
Vendedores de ropa, calzado y complementos
Etctera. '
Captulo 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, servicios y precios
El aumento de la competencia tambin ha supuesto que los locales y apar-
tamentos utilicen estrategias de marketing y publicidad cada vez ms sofisticadas
y agresivas. Los clubes de carretera han mejorado mucho su iluminacin y sea-
lizacin. Frente a la discrecin del pasado, en la actualidad es frecuente encontrar
en los laterales de las carreteras y autovas espaolas grandes carteles de nen,
visibles desde varios kilmetros de distancia, con anuncios como: "club", "chi-
cas", "whisquera". En el interior de los establecimientos se han realizado tambin
fuertes inversiones para mejorar la imagen y el confort de la zona de bar, los baos
y las habitaciones. Algunos de ellos tienen ya poco que envidiar a hoteles y esta-
blecimientos hosteleros de cierto nivel.
Los apartamentos han debido tambin aumentar sus inversiones publicita-
rias, principalmente en anuncios en peridicos. Los principales diarios de tirada
estatal recaudan millones de euros en las pginas de "contactos" y "relax". Segn
un estudio del semanario Alba
93
, los cuatro principales diarios de tirada nacional
("EI Pas", "EI Mundo", "ABC" y "La Razn") obtendran unos beneficios de varios
millones de euros cada ao por sus anuncios clasificados de contenido sexual. En
concreto, "EI Pas", el de mayor tirada, ingresara entorno a los cinco millones de
euros. Alba menciona tambin que Espaa es el nico pas de la Unin Europa
cuyos principales diarios, los de mayor tirada, siguen publicando anuncios de
prostitucin. Algunos de ellos incluso con fotos. En la prensa espaola nicamen-
te algunos peridicos como "EI Diario de Navarra" no los publican.
El crecimiento del mercado del sexo para heterosexuales ha supuesto tam-
bin la aparicin de nuevos servicios y actividades. A veces relacionados directa-
mente con la prostitucin, o slo de forma colateral. Los servicios de acompaa-
miento ("seoritas de compaa"), por ejemplo, permiten contratar los servicios de
una mujer no solamente para tener sexo sino tambin para acudir a un acto social,
cenar juntos o hacer un viaje. Las casas de masaje o las saunas no estn siempre
relacionados con la prostitucin, pero en bastantes ocasiones estos negocios
encubren la actividad y le dan una apariencia legal. Los establecimientos de espec-
tculos erticos Ipeep shows) y locales de intercambio de parejas
94
han aumenta-
do tambin. Aunque formalmente no hay mujeres que se estn prostituyendo en
estos locales, al de conocer como funcionan estos establecimientos enseguida se
constata que su relacin con el mundo de la prostitucin es cercana.
115
116
Nadie "va de putas"
El mercado del sexo en Zaragoza ciudad
El mercado del sexo en Zaragoza tiene un tamao considerable. De hecho, uno de
los objetivos de este libro es contar con una visin actualizada y lo ms fiable
posible de la magnitud de este fenmeno social en una ciudad como sta de
tamao medio. Durante dcadas, sobre todo en los aos de mayor xito de la
zona del Madraz0
95
, en el mundo masculino del centro del Valle del Ebro la capi-
tal aragonesa era conocida jocosamente como la ciudad de las tres pes: Pilar,
palomas y putas ... No es balad que en esta frase hecha aparezcan dos de las im-
genes mticas femeninas ms recurrentes en la cultura mediterrnea: la Virgen (la
madre, la madonna) y la prostituta.
Partamos inicialmente de la cifra oficiosa de las 300.000 prostitutas que,
segn la Direccin General de la Mujer, ejercen la actividad en Espaa. Si la
Ciudad de Zaragoza y su entorno inmediato suponen en torno al 1,75% de la
poblacin total del pas, se deduce que habra sobre 5.250 mujeres ejerciendo la
prostitucin. Una cifra exagerada. Si ello fuera cierto este gremio superara en
efectivos a profesionales como los arquitectos, mdicos, veterinarios o socilo-
gos. Solamente veinte municipios tienen en Aragn una poblacin mayor. En el
caso de utilizar la cifra que nosotros estimamos (entre las 95.000 y las 120.000
mujeres ejerciendo la prostitucin en Espaa), la cifra proporcional que le corres-
pondera a una ciudad del peso poblacional de Zaragoza sera de en torno a 1.800
meretrices. Esta ltima cifra se acerca un poco ms a la que resulta de nuestra
investigacin.
De nuestro trabajo estimamos que en la capital aragonesa y sus cercanas
ms inmediatas hay en el ao 2005 en torno a 1.435 mujeres ejerciendo la prosti-
tucin
96
. Principalmente extranjeras, un 89,5%. La mayor parte de ellas ejercen la
actividad en clubes (950, el 97,1%) Y apartamentos (414, el 29,9%). La prostitu-
cin callejera representa una pequea parte del total. En torno a 71 mujeres, 4,9%
del conjunto. Hemos constatado la existencia de 46 burdeles y 102 apartamentos
donde se ejerce la prostitucin y/o se ofertan servicios "a domicilio". La prostitu-
cin callejera se ha acotado mucho, reducindose principalmente a unas pocas
calles del oeste del casco antiguo y, espordicamente, en el entorno de Merca
Zaragoza.
Captulo 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, servicios y precios
Se trata de unas cifras elevadas? Suponen en torno a las 43 prostitutas
d 1 O 000 hombres de todas las edades. Una cifra cercana a la que estlma-
. . .
mos que es la media del pas. Lejos de las tasas que alcanzan otras reglones m.as
urbanizadas Y tursticas. Siempre segn estimaciones, en la actualidad .'as .proVIn-
cias espaolas con mayor proporcin de mujeres ejerciendo la por
habitante seran adems de Madrid y Barcelona, el sudeste espanol, en concreto
las provincias de Alicante, Murcia y Almera.
Estimacin del nmero de mujeres que ejercen la prostitucin
en la ciudad de Zaragoza segn modalidad. Ao 2005
Si bien se puede decir que ya no es as, Zaragoza hasta hace fue
conocida por ser uno de las ms amplias ofertas de prostitucin en el pals debI-
do a su situacin como importante nudo de carreteras, contar con
poblacin militar y tener un notable tejido empresarial (atrayendo muchos vIaJan-
tes, obreros, ferias, etc.). Hoy Zaragoza es la ciudad ms importante a unos
kilmetros a la redonda por lo que sigue manteniendo una importante centrallda
y atractivo para los municipios del entorno. Comercial, administrativa, recreativa.
Sin embargo en los ltimos aos en otros municipios del Valle d;,' Ebro se
vuelto a potenciar establecimientos donde se ejerca la prostltuclon haCia
aos y que estaban languideciendo. Incluso se han prostlbulos en
sitios donde nunca antes los hubo como en varios municipios de Navarra, Sana,
Teruelo Huesca. Por otra parte el ejrcito de leva ha desaparecido, la base ame-
ricana tambin y el inters estratgico militar de Zaragoza es menor. Como con-
secuencia de ello la poblacin militar ha descendido bruscamente. A diferencia de
lo que suceda hasta hace unos pocos aos, ya no hay tantos hombres solteros
(o con las mujeres lejos) campando por Zaragoza las tardes de los sbados en
busca de "emociones fuertes".
117
Nadie "va de putas"
118
femenina
e aragoza
Apartamentos donde s .
O
e ejerce la Prostitucin: 8
lOCal alteme 40
Nmero de mujeres eie'eerclendo la .
prostitucin"" cada local
Fuente"
propia
2005
en una ciudad media I :
Los autores Pedro Garcs y Antonio Segui estimaron que a principio de los
noventa haba entre las 2.000 y las 2.500 mujeres ejerciendo la prostitucin en la
ciudadg7. Una cifra que nos parece desorbitada, casi seguro excesiva. Es valiente
dar una cifra, pero esta nos parece demasiado sobre dimensionada. Estas cifras
llaman especialmente la atencin si nos atenemos al hecho (como tambin sea-
lan Garcs y Segui) de que por esa poca muy pocas de las mujeres que se pros-
tituan en Zaragoza eran extranjeras. Incluso ms del 90% de estas mujeres hab-
an nacido en la propia capital aragonesa o su entorno. Hay que tener tambin en
cuenta que cuando estos autores elaboraron su informe eran los ltimos aos del
auge de la herona: en torno al 20% de las prostitutas en ejercicio en 1992 eran
drogodependientesga. Pocos aos despus su nmero total descendi en picado,
volviendo a repuntar a principios del nuevo milenio con el inicio de la inmigracin
ms cuantiosa.
Las similitudes y diferencias en el mbito de la prostitucin en la ltima
dcada y media se pueden resumir en el siguiente cuadro comparativo:
para las
i i
I
I
Ala
Fuente: Elaboracin propia en comparacin con el estudio Garcs, P. y Segui, A.11992J."La prostitucin en la
ciudad de Zaragoza. Anlisis socio-jurdico con especial incidencia en la delincuencia activa y/o pasiva" . Indito
119
120
Nadie "va de putas"
De forma sinttica, atenindonos a este cuadro, se puede decir que en la lti-
ma dcada y media los precios de los servicios sexuales de pago son relativamen-
te ms baratos que entonces. La prostitucin heterosexual tradicional que se ejer-
ca en la calle por espaolas (bien mayores, bien drogodependientes) ha sido reem-
plazada por mujeres jvenes extranjeras que trabajan en clubes o apartamentos. La
figura del "chulo" ha sido reemplazada por la de la mafia, que tiene un funciona-
miento diferente. Las mujeres que ejercen la actividad continan en muchos casos
teniendo importantes cargas familiares, por lo que de sus ingresos continan
dependiendo muchas personas. A su vez, una parte tanto de las chicas como de
los clientes se drogan, aunque han cambiado las substancias y los hbitos de con-
sumo. El uso del preservativo se ha generalizado y las enfermedades de transmi-
sin sexual se encuentran muy controladas. La legislacin contina siendo bastan-
te permisiva tanto con los empresarios como con los clientes, pero se ha endureci-
do con las mujeres que ejercen la prostitucin. La gran mayora de ellas son extran-
jeras, por lo que les afectan las cada vez ms estrictas leyes de extranjera vigen-
tes en el pas.
Los precios de los servicios han cado si se tiene en cuenta la variacin del
valor de la moneda. Por trmino medio, en el ao 1992 un servicio "completo"
(relaciones sexuales con penetracin) tena un coste en un establecimiento de
prostitucin medio en torno a las 7.000 pesetas. Ello equivale a 67 euros del ao
2005. En la actualidad, un servicio "completo" de 20 minutos en la mayora de los
establecimientos de la Ciudad cuesta nicamente 53 euros. Ahora como en el
pasado, por supuesto los hay tambin ms baratos y ms caros. Dependiendo del
establecimiento, el tipo y la duracin del servicio.
La mayora de los prostbulos de Zaragoza son pequeas y medianas
empresas autnomas. Por lo general el empresariado es bastante estable, con la
misma gente propietaria de clubes desde hace aos. Es curioso comprobar cmo
las meretrices rotan continuamente, pero los jefes casi siempre son los mismos.
De todas formas tambin es relativamente frecuente la llegada de inversionistas
especializados en este tema de otras partes del pas. De Galicia, del Pas Vasco,
de Madrid. Muy pocos locales son propiedad de inmigrantes. Slo unos pocos por
subsaharianos en la zona de la calle de Tarragona y algn otro a cargo de ciuda-
danos rumanos. La propiedad de los apartamentos donde se ejerce la prostitucin
no es clara, aunque existe constancia que varios de ellos son regentados por ciu-
Captulo 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, servicios y precios
. E a del Este A diferencia de otras zonas de Espaa,
dadanos de paises de. urop andes o empresas de prostitucin es ms

en Zaragoza una tendencia de intercambios con clubes de las zonas
c:steras de Castelln y de Tarragona. En especial con Salou.
I I zaragozanos han sufri-
Desde el punto de vista empresarial muchos oca es .'
. los ltimos aos Las inverSiones
participan
t bin dirigen las mejoras de restaurantes y bares
radores que am _ nsultadas los locales de alterne zarago-
A pesar de todo, senalan las personas co . , n de otras partes de Espaa,
d ' usteros en comparaclon ca
zanoS son to aVla a d te de la Pennsula es donde se
sobre todo a los levantinos. En el cuadrante es daces en decoracin y con los
localizan los establecimientos ms grandes, m:s au as tendencias en los pros-
ms completos servicios ofertados al cliente. as o zonas balnearias.
tbulos incluyen zonas para reuniones de con J'uegos sexuales que
semejan a un parque ema I ,
Tambin las que se a. "C bin habitaciones temticas: la
h h h
tricos o pinturas famosas. ,am
recrean ec os IS slo hemos teni-
de los romanos, sala LUi,s XIV, .temas como la
do constancia de la introducclon de algun da meretriz lo que
. . t h' con fotografa y nombre para ca ,
creacin de una tarje a-c Ip, . (consumiciones y servicios)
permite un tratamiento informatizado de los Ingresos
de cada una de las mujeres que ejercen la actividad en el local.
. . . , analizaremos el volumen y las
En las pginas siguientes deSCribiremos y . . , n la Ciudad
caractersticas de las diferentes formas de (:ara los clu-
de Zaragoza. Los datos son de exh a artamentos) realizada entre
bes de alterne) e investlgaclon telefonlca (para los PI ' o los autores de este
t bre del ao 2005 Para e mlsm
los meses de marzo y oc u . , '. de investigadores e informan-
libro contbamos con la colaboraclon de un equipo
tes clave.
I
I
121
Nadie "va de putas"
3.1. Los burdeles
Son conocidos como clubes, whisqueras o barras americanas 100. En los
ltimos aos tambin camuflados en hoteles y hostales reconvertidos. En trmi-
nos generales se puede decir que, desde un punto de vista empresarial, hay dos
tipos principales de burdeles: los que funcionan con el sistema de porcentaje y los
de "plaza" u hospedaje, que son los que tienen un mayor crecimiento en estos
momentos.
En los locales "de porcentaje" las mujeres deben abonar a los dueos una
parte variable (entre el 20 y el 50%) de lo ganado por los servicios sexuales rea-
lizados con los clientes. Tambin se reparten proporcionalmente los ingresos de
las consumiciones. A cambio de estas cantidades la empresa ofrece a las mere-
trices seguridad, un ambiente propicio y habitaciones contiguas a la barra del bar
donde se realizan los encuentros con la clientela. Esta es la modalidad clsica de
burdel, pero en los ltimos aos se ha producido un importantisimo crecimiento
de los establecimientos que funcionan como "plaza".
En los establecimientos tipo "plaza", tambin llamados sube y baja, la mujer
reside en el hotel u hostal donde trabaja. La meretriz se compromete a trabajar en
el establecimiento durante 21 das consecutivos. Despus descansar durante
aproximadamente una semana, coincidiendo con el periodo menstrual. Superado
este, se marchar a otro establecimiento fomentando de esta manera la rotacin
de chicas (los clientes siempre quieren caras nuevas) y tratando de prevenir el ena-
moramiento de algn cliente.
La modalidad de plaza se encuentra en estos momentos en un gran auge
en nuestro pas debido al temor de que los dueos de los locales sean acusados
de proxenetas. Segn el Cdigo Penal vigente el cobrar dinero a costa de una per-
sona que se prostituye es un delito penado (proxenetismo). Por ello los dueos
han buscado frmulas que esquiven las penas, evitando la existencia de una "rela-
cin laboral" entre ellos y las meretrices. En el caso de haber una redada policial,
no hay ningn papel ni transaccin econmica demostrable entre ambos. Qu
frmula se ha buscado para que los burdeles continen funcionando y que los
empresarios continen percibiendo sus pinges beneficios econmicos?
Principalmente dos vas: en primer lugar el cobrar una proporcin de las bebidas.
122
:>N,nmnalmE,nte el 50% a repartir a partes iguales del precio de todas las consumi-
~ ; n ~ . tanto del propio cliente como de las invitaciones que hacen a las chicas.
segundo lugar cobrando por el alojamiento. Los clubes obtienen sus ganancias
lo que pagan las mujeres por ocupar una plaza del hotel y el uso de los servi-
cios del mismo. Los contactos sexuales se realizan en la misma cama Y en la
misma habitacin donde las mujeres duermen.
Por ello muchos locales constan formalmente como hoteles, fondas o pen-
siones. Sus ingresos se reducen al alquiler de habitaciones Y a las consumiciones
del bar. Todo legal ya que las mujeres no tienen ningn tipo de contrato laboral con
el burdel. Ni horarios ni nminas: los pagos se realizan diariamente en efectivo una
vez finalizada la jornada.
La nica obligacin que tienen con el empresario es la de pagar por su
estancia. Por el alquiler de la habitacin se pagan precios muy altos, que pueden
superar los 60 euros diarios. Las cuentas salen rpidas: 25 mujeres en un estable-
cimiento pagando 60 euros todos los das suponen unos ingresos brutos de 1.500
euros. 45.000 euros, siete millones Y medio de las antiguas pesetas, al mes. Slo
de alojamiento, sin contar las copas que pueden suponer mucho ms. Una argu-
mentacin bastante repetida es la que seala uno de los empresarios entrevista-
dos: las chicas pueden entrar y salir del local cuando quieran ... a m slo tienen
que pagarme el alojamiento ... que se suben con un hombre a su habitacin o no,
eso a m me da igual ... todos somos ya mayorcitos ... yo lo que gano lo gano como
hostelero, de las copas Y del alquiler de las habitaciones ... yo ni he trado a las chi-
cas ... ya que vienen solas o a travs de grupos organizados ... ni les pago para que
se queden. Si no les gusta este sitio se pueden marchar cuando quieran.
En realidad los empresarios de los burdeles tambin ganan dinero de las
mujeres de otras formas: sirviendo comidas, vendiendo ropa, perfumes, joyas,
medias, maquillaje y calzado, con las gramolas musicales, mquinas de tabaco Y
caf, las mquinas tragaperras o las cabinas telefnicas. Los locales ms grandes
tratan de recaudar el mximo dinero posible a travs de servicios ofertados a las
chicas: los hay que cuentan con tienda, peluquera o gimnasio. Las cantidades
econmicas que pueden llegar a proporcionar un local de alterne bien gestionado
pueden ser realmente astronmicas. Difcilmente igualables a otras actividades.
123
Relacin de locales de alterne de la ciudad de Zaragoza. Ao 2005
2
90-120
8
200
Burgos
7
120
Bruil
7
2
80
CO Abejar (Madraza)
Euro
Ctra. de Castelln
82
20
120
Sire
7
2
75
La Finca
CO de los Molinos
40 12
120
;'Paraiso
Paraiso
7
2
60-120

Escosura
2
Maniquis
S. Vicente Martir
30 2 reservados sof
120
Campoamor
7
240
Tony's Francisco
Vitoria
30
2
200
1
Burgos
6
23
123
Castilla
CO Abejar [Madrazo)
30
6
120
San Brasil
Francisco Vitoria
6
1
120
Prive
S. Antonio Ma Claret
28
5
123
> Desvan
Lpez Allu
6
10
120
C/Sol La P. de Alfindn
Woman's
Toledo
26
3
123
Omega
6
2
35
S. Antonio M
a
Claret
Oeportivo
Luis Bermejo
25
2
123
. Tropi
6
3
120
Plaza Ecce Hamo
La Isla
San Marcial
25
45
123
puerta Verde
CO Abejar (Madraza)
5
3
120
Papiro
Ctra. de Logroo
25 15
120
Selva de oro
CO Abejar (Madraza)
5
3
75
Pavaroti
Arzpo. Oomenech
25
6
120
O'Angelo
5
2
40
Sea las
Burgos
21
2
123
Anyeca
Escosura
5
4
200
Crazy Horse
San Vicente Martir
20
2
240
Paraiso 2
Pignatelli
4
1 reservado con sof
120
Cerezo
Cerezo
20
4
32
Long Play
Francisco Vitoria
4
1
64
Tony's
CO Abejar [Madraza)
18
4
120
Chicas
Pamplona Escudero
4
2
60
Ven tu tierra
Carretera Teruel
17
25
120
Rosado
Arles B099iero
4
2
100
Avenida de Madrid
2 normales y suitel jacuzzi
El Chalet
CO de los Molinos
15
10
120
Libra
Ricardo del Arco
3
Reencuentro
S. Antonio Ma Claret
15
2
123
Cherry
Precio
Luco
Lpez Allu
12
3
120
en Euros
Travesuras
Zamora
12
3
40
Boggie
S. Antonio W Claret
10
2
124
Private
Arzpo. Oomenech
10
4
100
Cheymo
Plaza Ecce Hamo
10
3
75
El Globo
Cerezo
10
2
40
Fuente: Elaboracin propia
Mongo 11
Burgos
9
3
90-120
Selva 2
Condesa de Bureta
8
Piso fuera del local
26
125
124
126
Nadie "va de putas"
Al no haber relacin laboral entre club de " "
del burdel se evita problemas con la l" plaza y la Prostituta, el duen-
I po ICla y la Ju t" . o
egal se trata de un bar y de un hotel norm I s ICla. Desde un punto de vista
ren, pueden (libremente) tener sexo (si las mujeres (adultas) que quie-
queda constancia de transac ., '. sean) con hombres (adultos) N
, clan economlca al . . o
sexual. ASI el propietario de club . guna a cambio del contact
I es, perseguido en el o
a nueva situacin queda casi impu A pasado como proxeneta con
11 neo pesar de ell l' '
egan, como no podra ser de otro mod o as mUjeres con frecuencia
tan estos establecimientos, o, a acuerdos verbales con quienes regen-
. Como no cuentan con ingresos fijos las .
cle de destajistas del sexo. Si tien ' mUjeres se convierten en una espe-
I . . en una mala rach
a unrca manera de obtener ingresos altos es . a no ganan dinero, por lo que
te muchas horas. Son habituales entr t agudizar el Ingenio y trabajar duran-
ti' e es as mujere I .
en re as nueve y las once horas La r t . , s, as Jornadas laborales de
t . . o aClon es alta L .
au onomla, las que ya han saldado s d . as mUjeres que tienen ms
tad de movimientos por lo que SI' us eudas, suelen disfrutar de mucha liber-
. en un establecim' t
cambian a otro. Por lo general gracias a la infor o no hay mucha actividad,
otras compaeras. Sin embargo las . maclon que se intercambian con
. . ' mUjeres Con d d
movimientos controlados por las mafias ue I as pendientes, con los
segn los dictados de la OrganiZaCin d han traldo al pas, suelen despla-
diferentes burdeles segn su convenie . Le Ictlva. Colocan a las mujeres en los
nas y rusas principalmente, son as mafias del Este de Europa, ruma-
(books de fotos) que ofertan a los d _ por contar Con catlogos de mujeres
uenos de los prostbulos.
Zaragoza hemos contabilizado la existe .
Como mlnlmo cinco de ellos son del tipo"pl " nCla de 46 locales de alterne.
res dimensiones. En total estimamo aza . Estos son adems los de mayo-
950 mujeres, lo que supone una prostitucin en estos locales
blecimiento (de las cuales slo unas 14 de a 20 mujeres por cada esta-
po). El ms pequeo cuenta con u'n' e me la estan trabajando al mismo tiem-
Icamente 3 mer t . .
en estos momentos es el "Euro" e ICe nces mientras que el mayor
ciendo la prostitucin. ' n a arretera de Castelln, con 82 mujeres ejer-
Un hecho realmente significativo es que la mayora de los establecimientos
muchos aos abiertos. Aunque ha cambiado algo el empresariado, es muy
encontrar personas que continan regentando un mismo prostbulo
hace muchos. De los 46 establecimientos que hemos contabilizado, 36 (el
tienen ms de 10 aos de vida. Peridicamente algunos de ellos se cierra,
para despus volverse a abrir al cabo de un tiempo con otro nombre. Durante los
que se realiz la presente investigacin se abrieron tres nuevos prostbu-
uno situado en la carretera de Teruel, fruto de la remodelacin de un antiguo
hotel. La inauguracin incluy una fiesta, que fue publicitada en algunas de las
emisoras de radio ms odas de la ciudad. Los otros dos, en el Camino de Los
Molinos, era la reapertura de varios locales de alterne que llevaban aos cerrados.
Los horarios de apertura de los clubes de alterne zaragozanos varan desde
las cinco de la tarde hasta las ocho de la noche. Permanecen abiertos mientras
hay clientes en el establecimiento. Algunos tienen como hora de referencia para
cerrar las tres y media de la noche, mientras que los hay que permanecen hasta
las seis de la madrugada. Varios establecimientos se han especializado en perma-
necer abiertos de madrugada, a la espera de los hombres que acuden a los pros-
tbulos una vez que se cierran los pubs en las zonas de marcha en torno a las tres
de la madrugada. Otros, sin embargo, deben cerrar antes. A veces simplemente
porque ya nadie acude, en otras ocasiones porque se respeta la ordenanza muni-
cipal contra el ruido. En los clubes de carretera se temen los controles de alcoho-
lemia de la policla de trfico, que se suelen intensificar de madrugada en el entor-
no de estos locales.
Siete de los 46 locales de alterne tienen aparcamientos privados. Todos
ellos situados en las afueras de la Ciudad, por lo que el acceso en otro medio de
transporte es complicado (el uso del taxi es tambin frecuente). Los clubes han
construido recintos, puesto vallas y plantado setos a fin de que las matrculas de
los vehculos no sean fcilmente reconocibles desde la carretera.
La distribucin geogrfica de los clubes en la Ciudad muestra la tendencia
a agruparse por zonas. La gran mayora de ellos se agrupan en torno a tres gran-
des zonas:
1. La parte occidental del Casco Antiguo. A uno y otro lado de la calle
Csar Augusto. Son los establecimientos ms pequeos y con mayor
127
Nadie "va de putas"
tradicin en la Ciudad. Algunos tienen una historia antiqusima. L
calles Cerezo y Pignatelli as como la plaza Ecce Hamo (trasera
Mercado Central y de la Audiencia), son sus principales focos. Es la
parte de la ciudad donde los precios medios de los "servicios" s .
onm_
2. El Centro. Principalmente en diferentes nmeros de la calle de Fr .
V't . anclSCo
I Orla, aunque hay tambin dos importantes clubes en las calles S
Vicente Mrtir y Lagasca. Son de tamao grande y medio. Varios ::
con, 30 meretrices. Es donde los precios medios de los
servicIos son mas elevados, habindose especializado varios de ellos
en mUjeres provenientes de Rusia y del Este de Europa.
3. Ambos lados de la Avenida de Valencia. Aqu hay una cierta diversidad
en los tanto en el tamao de los locales como en la
procedencia de las mujeres y los precios de los "servicios". Es donde se
produce una mayor concentracin de prostbulos, Varios de ellos slo
cuentan con meretrices procedentes de pases del frica Subsahariana.
, Finalmente los locales ms grandes, con un mayor nmero de mujeres ejer-
ciendo la prostitucin, son los que se localizan en algunas de las principales art -
rlas de acceso a la Ciudad. Varios de ellos son antiguos hoteles reconvertidos :n
prostlbulos en la variante de "plaza". Es el caso del "Euro" I
C t 11' " ' en a carretera de
as e on, el Ven tu tierra" en la carretera de Teruelo los varios locales existentes
en la emblematlca zona del Madraza, en la carretera de Logroo.
La gran mayora de las mujeres que ejercen la prostitucin en clubes de
alterne en es!os momentos en Zaragoza provienen de Amrica del Sur (408 muje-
res, el 50,5 Yo del total). Principalmente de Colombia y Bras'll 'd V ' segul o por
enezuela, Ecuador y Argentina. Le sigue el contingente proveniente de los pases
del Este de Europa, Rusia y antiguas repblicas de la URSS dond d t
Ucr ' E ' e es aca
ama .. n total 246 mujeres, el 25,9% del total de las que trabajan en clubes E
un colectiVO que ha 'd d' . s crecl o e manera considerable en los ltimos a S
puede considerar la procedencia de moda. Algunos locales, sobre todo 10:
en las calles ms cntricas de la ciudad solamente cuentan con meretri-
ces originarios de esta parte de Europa.
128
del una i
media
Estimacin de mujeres ejerciendo la prostitucin en clubes segn procedencia,
Ciudad de Zaragoza. Ao 2005. Dato en cifra y %
Las mujeres provenientes de frica Subsahariana que ejercen la prostitucin
en locales de alterne de Zaragoza estimamos que son unas 100, lo que suponen el
10,5% del total. La mayor parte se encuentran en establecimientos en los que sola-
mente hay mujeres originarias de la parte central del continente: sobre todo Nigeria,
Camern y Guinea Ecuatorial. Principalmente en las calles en el entorno de la
Avenida de Valencia Y la Plaza de Roma, A menudo estos establecimientos son
regentados por personas de la misma nacionalidad. Las mujeres que ejercen la
prostitucin en clubes procedentes de pases del Caribe han sufrido un notable
retroceso en los ltimos aos. Repblica Dominicana principalmente y, en menor
medida, Cuba, Suelen ejercer la actividad en los mismos locales en los que lo
hacen las mujeres sudamericanas. Finalmente las espaolas que trabajan en clu-
bes son una pequea minora del total. Solamente hemos detectado 26 casos, lo
que supone tan slo el 2,7% del conjunto.
Los precios varan bastante segn los establecimientos, aunque tambin es
cierto que la mayora de ellos comparten una misma tarifa para los servicios bsi-
cos: en el ao 2005 se suele cobrar 52 euros por un servicio completo (que incluye
relaciones sexuales con penetracin) de 20 minutos de duracin Y 63 euros por
media hora. Los ms pequeos situados en el casco antiguo o algunos de los situa-
dos en la zona de la Avenida de Valencia son los que ofertan servicios ms baratos.
Es posible tener una relacin sexual rpida con una mujer que ejerce la prostitucin
por menos de 30 euros. Incluso los clientes suelen tratar de negociar a la baja,
Algunos clientes contratan los servicios de las meretrices por toda una noche,
Por lo general, ambos se desplazan a un hotel o al apartamento del hombre. En este
caso los precios ascienden a una media de 364 euros, ms de 60.000 de las anti-
129
Nadie "va de putas"
guas pesetas. El precio mnimo por este servicio es de 200 euros Y el mximo 500.
Algunos establecimientos, sobre todo los ms caros, no permiten esta posibilidad.
Solamente, s la mujer lo desea, al cierre del local, cliente y meretriz se pueden
encontrar para pasar la noche juntos a un precio convenido entre ambos.
Precios medios, mnimos Y mximos de diferentes "servicios" de
prostitucin en clubes de alterne. Ciudad de Zaragoza. Ao 2005
En los prostbulos, tan importantes o ms que los ingresos provenientes de
los contactos sexuales, son las ganancias relativas a las consumiciones. En los
clubes las consumiciones tienen dos precios diferentes: un precio para el cliente
y otro, considerablemente ms alto, en el caso de que ste la quiera invitar a beber
algo. Las meretrices obtienen ingresos de las bebidas solamente cuando logran
que el cliente las invite. Por ejemplo una bebida bastante habitual es la mezcla de
whiskhy con refresco de cola. El cubata o Cuba Libre. Su precio en los clubes
suele ser de unos 10 euros para el cliente. En el caso de que quiera invitar a una
meretriz, la consumicin para ella son 30 euros. De esta ltima cantidad, se repar-
te al 50% entre ella y el dueo del local. La invitacin no implica sexo, ya que ste
sera un servicio que se pagara a parte, pero s que supone, como mnimo, la obli-
gacin de entablar una conversacin. El que un cliente invite a una consumicin
se entiende como una muestra inicial de inters, en principio solamente para
hablar, pero que puede terminar con el pago para realizar el contacto sexual. Hay
clientes que slo invitan a la meretriz, sin sexo.
Los ingresos de los propietarios de los establecimientos se complementan
con la oferta de diferentes servicios tanto para clientes como para las propias chi-
cas. Es el caso de mquinas recreativas y expendedoras de tabaco, telfonos
pblicos o gramolas musicales. 37 de los 46 clubes de alterne zaragozanos tienen
algunas de estas mquinas de monedas.
_ Captulo 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, servicios y precios
Finalmente cabe sealar que la mayora de las transacciones se realizan sin
recibo. En parte simplemente porque se trata de una actividad alegal, y que por lo
tanto se escapa al mbito fiscal (la Hacienda Foral Navarra est estudiando fr-
mulas para poder gravar la actividad). En parte tambin porque la existencia de
facturas pondra en cuestin uno de los principios sagrados de la prostitucin: el
anonimato absoluto del cliente. En todo caso cabe destacar que buena parte de
los establecimientos donde se ejerce la prostitucin expenden los correspondien-
tes recibos de las consumiciones. Adems, en un 70% de ellos se aceptan tarje-
tas de crdito, algunas de los bancos y de las cajas de ahorros ms importantes
de la regin. De hecho, conviene recordar, que todos los establecimientos son
legales Y cumplen formalmente con la legislacin vigente en materia fiscal, urba-
nstica, laboral y de establecimientos hosteleros.
3.2. Los apartamentos y la prostitucin a domicilio
La prostitucin ejercida en apartamentos es la variante menos visible y ms
discreta de esta actividad 102. Este tipo de establecimientos gustan especialmente
a los clientes que buscan el anonimato. Los apartamentos estn en edificios de
viviendas normales, por lo gue cuando se entra en el establecimiento nadie sabe
que el viaje tiene como objeto el pagar por sexo. Es tambin casi imposible encon-
trarse con nadie conocido ya que inmediatamente despus de entrar en el apar-
tamento se conduce al hombre a una sala privada donde se le presentan las dife-
rentes mujeres disponibles. La eleccin de la mujer con la que se va a tener rela-
ciones sexuales es meramente visual (a lo sumo tambin tctil), sin mediar tan
apenas unas pocas palabras previamente con la chica. Dos de los clientes entre-
vistados confirman las virtudes que los apartamentos tienen en contraste con los
clubes de alterne tradicionales:
"Los apartamentos con ms annimos ... y si tienen un cado bueno ... si
ven un sitio donde tienen una ta que les gusta y tal... pues igual ya no se mue-
ven de all. Es mucho ms rollo, eso est claro ... En Zaragoza si entras en un
puti-club tarde y de noche y tal... porque joder en el centro me da una cosa
que para que ... te ven entrando y te metes en un lo de e ... en ese sentido s
que es verdad que los apartamentos son mucho ms discretos pero insisto,
131
132
Nadie
como yo no tengo muy claro que lo que hay all arriba me va a gustar pues
voy ... " (Tcnico, 39 aos, casado).
"Es invisible, est muy bien para la gente ms reservada ... no te ve
nadie ... " (Militar jubilado, 60 aos, casado).
El trabajo en apartamentos necesita de una cierta inversin econmica, sobre
todo al principio de la actividad, insertando anuncios diarios en los peridicos. Muy a
menudo en estos prostbulos encubiertos se oferta tambin el servicio de prostitucin
a domicilio, bien a casas particulares bien a hoteles. Son las denominadas "call girls".
Muchos de estos apartamentos se encuentran en calles y avenidas muy cn-
tricas, prestigiosas y cotizadas. Esta actividad necesita de viviendas muy grandes,
con gran nmero de habitaciones, varios lavabos y situadas en calles muy transita-
das a fin de facilitar la llegada de los clientes de manera discreta. A menudo son veci-
nos de notarios, abogados y familias de rancio abolengo. A pesar de que formalmen-
te a nadie le gusta tener como vecino a un apartamento donde se ejerce la prostitu-
cin, la mayora de los gestores de fincas los adoran por su discrecin (rehuyen el
crear ningn problema a los vecinos) y la puntualidad con la que suelen pagar la
cuota mensual de la comunidad. Suelen estar alquilados, lo que facilita los traslados
rpidos de un piso a otro si fuera necesario. Ni que decir tiene que, por supuesto, los
propietarios de estas viviendas suelen conocer la actividad haciendo la vista gorda a
cambio de unas notables rentas mensuales.
El cliente conoce las direcciones de estos apartamentos a travs del "boca
odo", o sea, mayoritariamente a travs de recomendaciones de amigos o conocidos.
Tambin gracias a las secciones de "Relax" y "Contactos". Los anuncios por pala-
bras de los peridicos y las pginas de Internet especializadas103.
Los horarios de actividad de estos apartamentos son, con frecuencia, slo
diurnos. De esta manera se evitan los problemas de ruidos con el vecindario y se
minimiza el riesgo de la entrada en el establecimiento de clientes borrachos (habitua-
les conforme va avanzando la noche). Por ello estos apartamentos pueden resultar
atractivos para algunas mujeres. Sobre las que tienen una vida ms asentada fuera
del mundo de la prostitucin.
ciudad
. . cen la rostitucin prefieren el piso de contac-
Determinadas n:uJeres que eJer 1: en los locales de alterne. Se dan casos
Aqu hay ms espanolas que, por eJemp, "d ble vida'" durante algunas horas
cionales que llevan una o .
amas de casa conven. sos con el trabajo espordico de prostituta. Para las
da complementan sus Ingre I ser la opcin preferida, mujeres que se
i los pisos de sue ende su ro ecto migratorio. Son frecuentes
, ya en una fase mas residencia fija (siempre fuera
ya han reagrupada a sus hiJOS, sentimental estable e, incluso, realizan
lugar de trabajo), mantienen re :c
de
la rostitucin como complemento eco-
otro tipo de actividad laboral, Slrvlendos P mu'eres ms mayores, con fre-
nmic0
104
. Estos pisos suelen estar regentados del establecimiento o bien
. t !'radas que bien son prople
cuencia exprostltu as re I , I d' 'd' e a partes iguales entre la prostituta y
trabajan para otro. Los ingresos sue en IVI Irs
la empresa.
133
Se han detectado tambin apartamentos donde los propietarios del nego-
cio son las propias bandas de trfico. Es un hecho en auge y en estos casos nos
podemos encontrar con las situaciones ms dramticas de explotacin y abuso.
Adems, son ms difciles de detectar por la polica. Principalmente estas bandas
proceden de pases del Este de Europa, formadas por antiguos policas y milita-
res. Son los ms peligrosos y muy a menudo las mujeres que all trabajan se
encuentran en una situacin de semi-esclavitud. Abundan los casos de mujeres
que vinieron engaadas y son prostituidas a la fuerza. Viven all, junto con sus cap-
tores, hasta que no finalizan el pago ntegro de la deuda. Amenazadas, muchas
veces aterrorizadas por la mafia, no les es permitido en ocasiones ni tan siquiera
salir de la vivienda si no es acompaadas.
Un tercer caso de apartamentos son los que se convierten en algo pareci-
do a una cooperativa. Varias mujeres que se han conocido en un local de alterne
y tienen una buena relacin, tras haber saldado sus respectivas deudas con las
mafias y haber trabajado para otros en clubes, se unen para compartir un aparta-
mento donde ejercen la prostitucin. Viven en el mismo apartamento, se anuncian
en los peridicos compartiendo los gastos y cada una gana segn la clientela que
tenga. Sin intermediarios, se trata de la opcin ms rentable para estas mujeres.
Necesita un grado de autocontrol y organizacin bastante elevado, siendo una
opcin cada vez ms habitual, sobre todo entre las mujeres con mayor libertad de
movimientos e iniciativa empresarial como colombianas, brasileas, rumanas o
polacas.
Finalmente nos encontraramos con pisos de una sola persona. A menudo
se trata tambin de la propia vivienda de la mujer, teniendo una de las habitacio-
nes de la casa y el bao adaptado para el ejercicio ms o menos espordico de
la prostitucin. Se trata de una opcin bastante frecuente para mujeres espao-
las, con una cierta experiencia en el sector y con bastante clientela fija. Algunas
de ellas son incluso amas de casa convencionales.
134
del sexo
l'
servicios
LOS ANUNCIOS DE "CONTACTOS" Y "RELAX"
Un anuncio no equivale a un apartamento ya que, con frecuencia, cada establecimiento
CD pone ms de un anuncio, a fin de llamar ms la En apartamentos donde per-
sonas se suele describir en el anuncio de forma telegraflca algunos de los rasgos anatomlcos de las
mujeres (tamao de pecha), atributos de belleza (color de pelo u ojos), personalidad (ternura, cario-
sa), habilidades sexuales (francs, griego, etc.) o precio. Hay incluso ofertas espeCiales como, por
ejemplo, un 2 por 1. Tambin vimos una oferta de descuento por fena agncola!
El insertar un nico anuncio por palabras estndar durante un da laborable en un peridico
de tirada regional cuesta en torno a los 6 euroS. Esta cifra est calculada para un da laborable con
un anuncio que conste de una nica palabra destacada en negrita ms otras 20 en formato normal.
Tiene ellVA incluido. Hay apartamentos que pueden llegar a gastar slo en anuncios varios miles de
euros al mes. Por ejemplo, insertar quince anuncios por palabras en un peridico de tirada regional
en das laborales ms el sbado (el domingo se publican pocos anuncios de este tipo), durante un mes
tiene un coste aproximado de 2.500 euros (IVA incluido).
El anuncio tiene que tener gancho por la numerosa oferta existente Y no debe ser demasia-
do escueto. La mayora de los anuncios suelen ser muy bruscos Y directos, aunque tambin los hay
un poco elaborados (los menos). Algunos tratan de llamar la atencin al imaginario del cliente poten-
cial (mi novio est de viaje, disfruta de las maravillas del arte del sexo) o responden al estereotipo
masculino mayoritario sobre las prostitutas: "morbosa", "cachonda", "caliente", "viciosa", "atrevida",
"experta", "extica".
En un da, un apartamento de este tipo puede llegar a recibir hasta cincuenta llamadas Y
certar diferentes encuentros, aunque en muchos casos los supuestos clientes terminan por na acudir.
La investigadora Maria Jos Barahmia seala que en los apartamentos la informacin que se da por
telfono debe ser la estrictamente necesaria y breve ya que algunas personas que llaman utilizan la
conversacin para masturbarse como si se tratase de una lnea ertica. Se tratara de una opcin ms
barata que una lnea "906" (Barahona Gomariz, M.' J. (Dir). (2001). Pgina 93).
Segn su contenido, se pueden diferenciar los siguientes tipos principales de anuncios:
Procedencia: espaola, brasilea, colombiana, ucraniana, portuguesa, ...
Rasgos fsicos y edad: permetro de pecho, madura, jovencita, alta, esbelta, "cuerpo de
niata", senos firmes, "cuerpo 10" .
Rasgos de la personalidad: cariosa, sumisa, dulce, ...
Prcticas sexuales ofertadas: francs, griego, cubana, lluvia dorada, beso negro, "juegos
erticos", ...
Precio y caractersticas del establecimiento: Econmico, "renovacin constante", cntrico,
limpio, discreto, ...
135
Nadie "va de
En la Ciudad de Zaragoza hemos constatado la existencia de 102
mentos donde se ejerce la prostitucin. Se trata, en todo caso, de una
ya que la movilidad y variablidad de los mismos es altsima. Hemos llegado
cifra tras realizar un anlisis informtico de los anuncios por palabras
en los epgrafes de "Relax" y "Contactos" en el peridico "Heraldo de
durante los meses de mayo y junio de 2005. Tras seleccionar aquellos
telfono que haban aparecido un nmero mnimo de 15 veces en estos
meses, una de las personas de nuestro equipo llam a todos ellos
pasar por un cliente interesado. Para cada apartamento elabor una ficha con
serie de informacin que considerbamos bsica.
El trabajo fue muy laborioso. En primer lugar por la gran cantidad de
ros existentes en una primera seleccin inicial (55 en la seccin de "Relax" y 207
la de "Contactos"). En segundo porque una buena parte de ellos estaban rerletido:
(apartamentos con varios telfonos mviles) o ya nadie contestaba al tAIi;fm,n
Tambin se desecharon los establecimientos especializados en prostitucin mlSCljO
lina homosexual. Finamente y tras aproximadamente tres semanas llamando
forma intermitente, se lleg a la cifra de 102 apartamentos. Se visitaron I
te los ms representativos, por conocidos o por tener un gran nmero de mujeres."
En ellos estaran ejerciendo la prostitucin un total de 414 mujeres. Es una cifra
tambin aproximativa ya que en algunos apartamentos no fue posible obtener una
cifra exacta del nmero de meretrices que ejercan la actividad. De esta cifra total,
161 mujeres, el 38,8% procederan de Amrica del Sur, seguido de un 30,9% de
prostitutas procedentes de antiguas repblicas exsoviticas o pases del Este de
Europa. En un sorprendente tercer puesto aparecen mujeres espaolas 74 casos,
el 17,9% del total. De ello se deduce, que la prostitucin de mujeres espaolas se
ha reducido mucho en los ltimos aos, pero sta en algunos casos simplemente
se ha desplazado de lugar pasando de los clubes de alterne, a los ms discretos
apartamentos. Contina existiendo aunque es menos visible. Es significativo el
dato de que no aparece ninguna mujer de origen subsahariano ejerciendo la pros-
titucin en apartamentos.
Esta modalidad de ejercicio de prostitucin cuenta con dos principales tipos
de establecimientos: los que nicamente abren en horario diurno, y los abiertos
durante las 24 horas del da. En los primeros el horario de apertura ms frecuente
es el de las diez de la maana hasta las nueve de la noche. De esta manera evitan
ciudad
l'
LAS PGINAS LOCALES DE "CONTACTOS" EN INTERNET
uevas tecnologas de la informacin Y de
Es ya un tpico el afirmar que desarrollo en muchos de los mbitos de
estn suponiendo Importantes Internet o eftelfono mvil no ya slo para
Cada vez son ms las personas u I Izan ente nueva o tratar de vivir nuevas
i que tambin para hablar con amIgos, a en algunos de los temas tratados
'M;pnr,iasde la vida. La red tambin est
este libro: la afectividad, el amor, el sexo, la porn 9 "N Madrid' 2000)
, xo en Internet (Biblioteca ueva, .
Seala Beatriz Brdalo en. su libro es el anonimato. Por ello no sorprende el
, una de las piezas claves del clberamor Y de as iniciados a travs de Internet hayan aumen-
de que los afectos Y los hablar ya de que Internet ha una
tado de forma exponencial en los u!tlmos ano, P S bre todo entre determinados grupos
verdadera en .las humana:. roblemas para relacionarse con los
urbanos solteros, dworclados, tlmldos,. persona
t
muy interesantes, nada desdena-
, h t I s" kedadas" de mternau as son ,
etctera. Los e a s o a , ra que las personas se relacionen entre SI.
b\ que sealan nuevas vlas pa
es, Y ,. relacionarse, Internet se ha convertido en un. espa-
Pero adems de los nuevos ambltos t erticos y sexuales. Como por ejemplo
b' da de informaclOn sobre emas A 1380/ de los
cio privilegiado para la " Es aa 2001 de la Fundacin AUN , e
la pornografa y la prostituclon. Segun el Ptenido sexual. Los anuncios por palabras de los
internautas espaoles por e Internet que ofertan los servicios de club,es de
peridicos ahora deben conVIVIr con las actividad de forma autnoma. Adems del numero
alterne apartamentos o meretrices t slo para adultos se pueden encontrar
de telfono con frecuencia las pagmas posiciones, descripcin los
informaciones complementanas fotog d incluso links hacia pginas web propiaS que per
tos fsicos Y habilidades sexuales mas as de las pe'rsonas entrevistadas sealan que Internet
miten obtener ms, desarrollado en Espaa, pero que a corto y
y la prostitucin es todavla un amblto esca , halageas. An es pronto, sin embargo, para com
plazo sus perspectivas de desarrollo son mas que
firmar este punto. 1 de las pginas de Internet relacionadas con la prostitucin
En el caso de Zaragoza, a gunas
heterosexual son:
www.zaragoza-ciudad.com/contactos
www.sitiosdezaragoza.com
www.zaragozaglamour.com
www.deseodelmorbo.com
www.zaragozaerotica.com
www.goldenclas.com
www.susanaplanet.com
www.claudiazaragoza.com
137
Nadie "va de putas"
M.ujeres ejerciendo la prostitucin en a '
Ciudad de Zaragoza. Ao 2005. Dato segun procedencia.
la ciientela nocturna que a veces es ms ro . ,
da y drogada) y genera ms problem p blematlca (frecuentemente ms bebi-
1 h as con el veclnda' ( 'd
a a ora de pulsar el portero automtico ,. n,o rUl os, equivocaciones
servicios de 24 horas son espeCialmente' I
C
lenttes que onnan en el portal, etc.). Los
. I ucra IVOS pero ta b"
qUien os practica, al tener que estar continuam ' . m len agotadores para
desplazamiento. Segn alguna di' ente disponible para un potencial
d e as meretnces entr 't d
o esta frmula de prostitucin pe 't eVls a as que han practica-
, rml e ganar mucho d' . .
cuenta con una fuerte rotacl'o' n d h' Inero rapldamente pero
" e c Icas al ser ext d
tal y flslcamente. rema amente agotadora men-
Preci?s medios, mnimos m' . .. ..
prostitucin de una hora le d de servIcIo completo" de
Ciudad de Zaragoza. Ao en apartamentos.
95,80
40,00
130,00
Fuente: Elaboracin propia
S '
. e eVitan de esta manera los horarios no
CIOS oscilan en los apartamentos seg . I d y de madrugada. Los pre-
sexual demandado Por t" un a uraclon y las peculiaridades del acto
I . ermlno mediO un servic' "
es con penetracin) de una hora d d' . . ,10 completo" (relaciones sexua-
e uraClon tiene un coste en los apartamentos
138
l'
consultados de en torno a los 96 euros, Es una cifra inferior a los clubes de alter-
ne, dato que sorprende a priori un poco ya que dentro del mundillo de los clien-
tes se suele considerar la prostitucin en apartamentos como algo ms selecta
que la de los prostbulos (aunque, por supuesto, depende de cada caso), Aqu
tambin los precios oscilan bastante, aunque algo menos que en los prostibulos,
donde haba diferencias mayores, En los apartamentos donde hemos consultado
los precioS iban desde los 40 euros del servicio ms barato de una hora de dura-
cin hasta los 130 , En todos los casoS, el cliente era quien deba desplazarse al
apartamento donde se encontraba la meretriz.
La distribucin de los apartamentos es, sorprendentemente, casi isotpica
a lo largo Y ancho de la Zaragoza enclavada dentro del Tercer Cinturn. Destacan
sin embargo por su mayor proporcin de apartamentos donde se ejerce la prosti-
tucin las zonas Centro, Universidad Y Casco Antiguo (sobre todo la parte central,
la comprendida por el Coso). Delicias, San Jos o Las Fuentes tambin cuentan
con varios locales, quedndose sin representacin Torrero, La Almazara o Arrabal.
Curiosamente ACTUR nicamente cuenta con tres apartamentos que hayamos
podido localizar.
Una modalidad muy relacionada con los apartamentos donde se ejerce la
prostitucin son los servicios a domicilio. Con frecuencia se los conoce en su
denominacin anglosajona: las call girls. Esta frmula de prostitucin se caracte-
riza porque el cliente se pone en contacto con la prostituta a travs de un anun-
cio de peridico y, cada vez ms, va Internet. La mujer puede trabajar bien por
cuenta propia o ajena. En ocasiones los servicios de prostitucin a domicilio los
ofertan tambin establecimientos cerrados convencionales: locales de alterne Y
apartamentos. Tambin es frecuente que haya agencias o mujeres autnomas
especializadas en este servicio. Un 60,5% de los 102 apartamentos con los que
hemos contactado ofertan salidas. Bien a hoteles, bien al domicilio del cliente.
Normalmente supone un recargo de unos 30 a 50 euros sobre la tarifa convencio-
nal ms los gastos derivados del desplazamiento de la meretriz en taxi.
La infraestructura bsica para ejercer este tipo de prostitucin es muy sen-
cilla: el alquiler del apartamento ms el telfono. Suele ser un telfono mvil ya que
de esta manera la meretriz tiene ms libertad de movimientos Y no tiene porqu
esperar las llamadas en un mismo sitio. Tambin, por supuesto, los gastos deriva-
dos de los anuncios. Los desplazamientos ms habituales se producen a los domi-
139
Nadie "va de putas"
cilios de los clientes o a hoteles. stos se suelen realiza . .
pueden estar disponibles para desplazamient d r en taxI. Hay mUjeres que
os urante las 24 horas del dia.
Se trata de una actividad de especial ries o
mientas a los domicilios de los cliente N g ,sobre todo en los desplaza-
t
. s. o se sabe lo que una d
rar alh y en caso de actos v'lolentos I . se pue e encon-
a escapatoria es d"f '1 El .
te, sin embargo con el fin de tratar de t I ICI . riesgo siempre exis-
, pro egerse mnimamente t .
gen, antes de acudir a un domicilio la d' . . es as mUjeres exi-
de telfono fijo. Inmediatamente de' s completa del cliente y su nmero
pues e acabar de ten I
con el cliente y abandonar el d . '1' l' er e contacto sexual
. omlcl 10, a mUjer telefonea al'
firmar que no ha habido problemas E I a agencia para con-
d . n e caso de que ella no d . .
espus del periodo de tiempo estipulado . e ninguna seal
al telfono del cliente y de ella S" previamente, desde la agencia se llama
. I ninguno de los dos respo d .
na persona (de "seguridad") . " n e, se envla a algu-
para averiguar que esta pasando.
Captulo 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, servicios y precios
La prostitucin callejera femenina 105 ha ido paulatinamente aminorando su
presencia. De las calles de la Ciudad de Zaragoza al menos. sta se ha desplaza-
do a lugares menos visibles, al interior de los pisos de contactos y clubes de alter-
ne, principalmente. La prostitucin tradicional zaragozana era de barrio, calleja.
Hoy en cambio ya no es as. Los reductos del entorno a las calles Conde Aranda,
del Caballo Y Pignatelli son ya slo una pequea parte del conjunto. El imaginario
social contina pensando, cuando se le habla de prostitucin, en la mujer mayor
en la esquina de una plaza del casco antiguo. Hoy en cambio, es ms adecuado
pensar en una mujer joven, de origen inmigrante, que ejerce la prostitucin dentro
de un burdel.
La mujer se ofrece en la calle y la relacin se puede mantener en ese mismo
espacio, bien en el coche del cliente, en una pensin o en jardines prximos.
Tambin en el domicilio de una de las dos partes. La opcin elegida depende de
si el cliente es habitual u ocasional y del precio a pagar. En esta modalidad de
prostitucin el cliente se aproxima a ella bien a pie bien en coche. Ambos nego-
cian el servicio y si llegan a un acuerdo tanto en el precio como en la prctica
sexual a realizar se van juntos. El pago siempre es previo al servicio.
En ocasiones tambin la prostitucin femenina callejera es un complemen-
to a los locales de alterne. Es el caso de algunos de los establecimientos situados
en el entorno de la zaragozana Plaza de Roma, calles Toledo, vila y adyacentes
de la Avenida de Valencia. Se trata de pequeos locales de muy pocas habitacio-
nes, donde predominan las mujeres procedentes del frica Subsahariana. En los
dias que no hace mucho fro y ante la escasa clientela dentro del local, algunas
mujeres salen a la calle para tratar de animar a uno o varios hombres que circulen
a pie por estas calles. El reclamo funciona a veces, como demuestra el hecho que
algunos dias de verano puede haber varias decenas de meretrices vagando por la
zona a la caza del paseante masculino.
La prostitucin callejera es la que menos gusta a la sociedad, al ser la que
ms se ve. De forma intermitente, casi a golpe de titular de peridico, las autorida-
des tratan de suprimirla. Por lo general los vecinos y los politicos prefieren que la
prostitucin se ejerza en el interior de locales, como un establecimiento hostelero
141
142
Nadie "va de putas"
ms. Desde la calle no se debe poder ver nada. A pesar de todo la prostitucin
callejera pervive. En parte, una porcin de la clientela est acostumbrada a esta
forma de hacer. Al ser la parte del mercado del sexo donde existe una menor rota-
cin, con mujeres ejerciendo la prostitucin en el mismo sitio durante ms aos,
puede ser del agrado de clientes que prefieren conocer a la prostituta con la que
mantienen relaciones sexuales. Son aquellos que buscan en la meretriz una perso-
na de confianza, una confidente, una amiga. En ocasiones, para hombres solteros,
ella supone la nica pareja con la que cuentan teniendo una relacin que se podria
denominar como mongama de pago. La relacin se reduce exclusivamente al
acto sexual realizado de forma ms o menos espordica. En este caso no existe
convivencia, ni todo lo dems que implica una relacin afectiva. Sin embargo, con
frecuencia, los hombres son casados, conformando una relacin extra conyugal
que puede durar aos.
Diferentes estudios recientes han mostrado que la prostitucin callejera
suele ser realizada por mujeres en una situacin ms vulnerable. A menudo las
condiciones higinicas en las que realizan la actividad no son las mejores. Aunque
no siempre es as. Tambin la exposicin a insultos y agresiones es mayor. En defi-
nitiva, a menudo la prostitucin callejera es la forma de ejercicio de esta actividad
ms marginal y precaria. Sin embargo, tambin tiene ciertas virtudes, segn afir-
man ellas mismas en las entrevistas que hemos realizado: el dinero se ingresa
directamente a travs del cliente, sin esperas ni intermediarios. Adems permite
cierta flexibilidad horaria por lo que cada cual puede organizarse su jornada labo-
ral segn sus apetencias y necesidades.
En la calle trabajan mayormente mujeres espaolas. A menudo con varias
decenas de aos de actividad a sus espaldas o ms jvenes, pero con problemas
de toxicomana. Algunas de ellas estn solas, pero tambin las hay que viven con
un compaero sentimental. ste se suele corresponder con la figura clsica del
proxeneta ya que bajo la figura de "protector", alienta a la mujer a prostituirse que-
dndose con una buena parte de sus ingresos. Las mujeres extranjeras no suelen
estar interesadas por esta forma de ejercicio de la prostitucin ya que es donde se
suele ganar menos dinero. En los ltimos aos, de forma intermitente, han apare-
cido puntuales focos de actividad de prostitucin callejera con mujeres inmigran-
tes. Los ms conocidos estn en los entornos de Merca Zaragoza y el Polgono de
Cogullada. Parece que detrs se encontraban mafias de pases del Este, pero este
Captulo 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, ,servicios y precios
extremo no ha sido confirmado oficialmente. La polica ha demostrado hasta la
fecha bastante eficacia en erradicar estos focos.
Fruto de nuestras observaciones sobre el terreno, contrastadas con varias
entrevistas con actores privilegiados, tcnicos de servicios sociales que trabajan
intensamente con este colectivo, hemos estimado en 71 las mujeres que en estos
momentos ejercen la prostitucin callejera en Zaragoza. En torno al mediO cente-
nar en la parte occidental del Casco Antiguo ms sobre la veintena de forma espo-
rdica en el polgono Cogullada. No hemos contabilizado aqu ni a las meretnc.es
que salen por la noche a la calle en la zona de Delicias, debido a que las habla-
mos tenido en cuenta a la hora de hablar de los locales de alterne; ni tampoco a
quienes ofrecen sus servicios en la zona de Mercazaragoza, ya que n u ~ c hemos
logrado obtener ni siquiera un dato fiable debido a que cambian en numero bas-
tante a menudo siguiendo parmetros que desconocemos. Hemos estlm_ado,
finalmente, que en torno al 60% de estas mujeres son de nacionalidad espanola.
143
I
I
I
I
144
Nadie "va de putas"
-
3.4. Unos 4.000 clientes diarios
A lo largo del presente captulo se .
lo que respecta a los horarios de los . han realizado ya varios comentario
ta a la amplia y heterognea de Prostitucin. La oferta se a: en
mientas para casi todos los . eXlbllizando sus horarios. Ha ap-
rios y das laborales, que solamente
Incluso servicios "a domicilio" las 24
e
h lenen un horario similar a un after ho ora-
oras del da. urs o
. . Con el fin de realizar una serie de . .
de asistencia a los locales de en lo que se refiere a los
os sistemticos en dos conocidos Prostbul zaragozanos, hemos realizado con-
os zaragozanos:
El "Eur " E
o. s el mayor de los 46 I
en la salida hacia Castelln, en de alterne de la Ciudad. Situad
Cuenta con 82 meretrices un que antes fue un hotel de carr o
CIO completo" de una hor/de 20. ?abltaciones. El precio de un ,,:tera.
16 17 18 19 2
uraclon Son 120 euros. ervl-
\-..l----I----i--L--
1--
----
o 21 22
H
23 24 01 02 03 04 05
oras
CapItulo 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, servicios y precios
-
Curvas de asistencia a lo largo del da en el establecimiento "Pavarotti"'
40
35
30
25
20
15
10
5
O
1.-
n
1,
la V
...--

--
r---.....
Ila nc he
V
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1- \--

"" tan \o--
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16 " 17:--, 18 19 20 21 22 23 24 01 02 03 04 05
I .' \ ' . . Horas ,
\.' . . .
.!

E,
Fuente: Elaboraclon propia.
El "Pavarotti ", Situado en pleno centro de Zaragoza, en la esquina de las
calles Arzobispo Domnech con Lagasca. Cuenta con 28 mujeres ejer-
ciendo la prostitucin y 6 habitaciones. El precio de un "servicio comple-
to" de una hora de duracin son 120 euros.
De estas curvas se observa una notable diferencia en las pautas de asisten-
cia a ambos establecimientos. El "Euro" es de mayor tamao, situado a las afue-
ras de la ciudad y al que slo se puede acceder en coche, Su horario de apertu-
ra es mucho ms ampli o (casi once horas), contando con un primer pico de acti -
vidad entre las seis y las siete de la tarde. Los valores ms altos del da, si n embar-
go, se suelen alcanzar entre las once de la noche y la una de la madrugada. En
contraste, el "Pavarotti" es un establecimiento muy cntrico y por lo tanto muy
fcilmente accesible a pie o a travs de transporte pbli co. Su horario de apertu-
ra es ms reducido, concentrando su mayor actividad entre la una y las cuatro de
la maana.
A lo largo de la semana las cifras cuentan tambin con notables variaciones
diarias. En ambos casos los das de ms asistencia son los jueves, los viernes Y
los sbados, siendo el lunes la jornada de menor actividad. En total, estimamos
145
11
I
146
que "Euro" tiene en torno a los 2,462 clientes semanales y el "Pavarotti", en
a los 750, Los conteos fueron realizados a lo largo de una semana de mEld<ldc,,
del mes de septiembre de 2005, cinco das laborables ms dos festivos, y
ciones metereologcas normales para la poca del ao,
Finalmente, las cifras de asistencia serian las siguientes:
Cifras de asistencia
Fuente: Elaboracin propia
Pero cuntos clientes de prostitucin podra haber en la ciudad? Segn
los datos de la ltima "Encuesta sobre Salud y Hbitos Sexuales", del ao 2003,
realizada por el Instituto Nacional de Estadstica y el Ministerio de Sanidad espa-
ol, en Aragn el 10,5% de los hombres de edad comprendida entre los 18 y 49
aos haba contratado los servicios de una prostituta a lo largo del ltimo ao, Se
trata de una proporcin significativamente mayor a la media espaola (6,7%) Y
supondra estar hablando de unos 26,600 hombres, Es una pena que la encuesta
no incluya informacin de hombres en edad entre los cincuenta y los setenta aos.
En el trabajo de campo realizado hemos podido constatar que una parte notable
de la clientela se encuentra en este tramo de edad, De nuestras observaciones
estimamos que este grupo de edad supone en torno al 12% del total de la clien.
tela del sector (en todas sus modalidades).
Zaragoza y su entorno ms inmediato suponen a un 70% de la poblacin
aragonesa, aunque hay que aadir que la capital del Ebro contina atrayendo acti.
, , sur de Navarra, Huesca Y Teruel)
de varias provincias contiguas etc,), En todo caso es eVI-
,,,",din flotante (empresas, congresOS, llar donde se oferta una mayor can-
I Ciudad de Zaragoza supone e ug 200 kilmetros a la redonda.
que a dad de servicios sexuales de pago en t mbito es de unos 2 millo-
y vane d ' fluencia en es e a , n
por ello que su rea e In es exagerado el estimar e
n
as De ah que consideremos que no 'Icios de prostitucin en la
de perso . almente a serv d
50,000 los hombres que acuden anu ros slo de paso. Estaramos hablan,
.ciud,ad, Algunos residentes de la o;s or meretriz, Muchos de ellos repetirl-
a media de en torno a los 35 e/lent b' , mente la clientela estimamos que
de un er e/ientes ms o menos habituales. lana
tre
tres Y medio y cuatro y
::'
dias como la: a doblarse .0 triplicar-
posteriores al cobro de las nominas, plo en verano Y fiestas navidenas), suce'
se mientras que en otras fechas (por eJem
dera a la inversa,
147
Nadie "va de putas"
3.5. Las grandes cifras:
un mercado que mueve 193 millones de euros
Tratar de hacer una estimacin mnimamente fiable sobre lo .
n . " s Ingresos de la
pros I uClon en una ciudad espaola de tamao medio como Z .
d S aragoza es compli-
ca o. In embargo, a estas alturas, como puede comprobar el lector t
ya . ' con amos
con una sene de datos (estimados pero contrastados) que nos pueden servir
de para hacer unas cuentas generales que nos permitan hacernos una ca m-
poslclon de lugar sobre las grandes magnitudes econmicas del sector: en torno
a mUjeres ejerciendo la prostitucin, el 66% de ellas en clubes de alterne, el
29 Yo en apartamentos por el 5% en la calle. Unos 4.000 hombres c t t .
ma d" . . on ra an, esti-
mas, lanamente, servIcIos de prostitucin El precio medl'o de t'
d . prac Icar sexo
e pago es de 115 el servicio de una hora. Ms caros son los s .. "d .
T'" , ervlCfos a om/-
CI 10 mas otras practicas sexuales "especiales" Conocemos tamb"' I .
di' . . len os precIos
e as consumiciones pudiendo tambin hacer una estimacin de las ma" .
moneda A-d' qUinas a
:. na Iremos a su vez en las cuentas los ingresos estimados por la venta
de cocalna que, aunque no se realiza en todos los locales se suele d
60 I ' ven er a unos
e gramo y es de consumo bastante habitual en este ambiente106 FI'n I t
hem . I'd .." .' a men e
os InC UI o una estlmaclon de los ingresos que genera a nivel de pub/" 'd d
(sobre todo en peridicos, pero no slo) y en alquiler de apartamentos y
La cifra.de que estimamos que
la rostltuclon solamente en la ciudad
Fuente: Elaboracin propia
nera en el ao 2005
oza
Captulo 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, servicios y precios
Circulan estimaciones de cifras de negocio en Espaa en el mbito de la
prostitucin de entre los 12.000 y los 18.000 millones de euros anuales. Son las
cantidades que se manejaron a lo largo de los trabajos de la Comisin del Senado
que estudi el asunto a lo largo de la legislatura anterior y cuya (y por lo
tanto fiabilidad) desconocemos 107. En el caso de que esas cifras fueran ciertas en
Zaragoza la cifra oscilara entre los 240 y los 360 millones de euros. Son nmeros
notablemente superiores a las estimadas en este trabajo. Los 193 millones de
euros, resultante en este estudio, es tambin una cifra considerable: ms de
32.000 millones de las antiguas pesetas. Supera, por ejemplo, a todo el dinero
recaudado por el Ayuntamiento de Zaragoza por impuestos directos 108.
El negocio est en pleno auge. Varias fuentes nos han sealado que ha cre-
cido en gran medida el nmero de apartamentos, pero no disponemos de datos
fiables comparativos de evolucin que lo corroboren. Lo que s que es fcilmente
comprobable es que en la ciudad durante los ltimos aos se han abierto varios
nuevos burdeles a la vez que se han remodelado otros. Los nuevos son principal-
mente de grandes dimensiones, situados en las afueras, en hoteles reconvertidos.
Desde el punto de vista de quien regenta los locales de alterne se trata de un gran
negocio, muy rentable, cada vez ms tolerado y donde es relativamente sencillo
mantener una apariencia de legalidad. Uno de los temas ms delicados es el tr-
fico de drogas, donde los propietarios tratan de no verse implicados. En todo
caso, seala la polica, el trfico existe ya que en este ambiente son frecuentes los
consumidores. Buena parte del movimiento econmico del sector entra dentro de
la economa sumergida: En torno al 70% de sus ingresos, aunque es una propor-
cin muy variable segn los casos. Sobre todo los establecimientos ms grandes
(que tambin ingresan ms) tratan de mantener sus cuentas lo ms claras posible.
Para ello cuentan con economistas y abogados especializados. Algunos de ellos
de muy alto nivel.
Desde el punto de vista de la demanda la prostitucin es un mercado
mucho ms atractivo de un tiempo a esta parte. En primer lugar los establecimien-
tos han mejorado notablemente con respecto al pasado. Tanto en esttica como
en comodidad. Sus instalaciones e higiene son infinitamente mejores que hace tan
slo unos aos, incluso los clubes ms pequeos y de barrio. Muchos de ellos se
asemejan a pubs u hoteles convencionales, de hecho sus decoradores suelen ser
los mismos profesionales.
149
150
Nadie "va de putas"
En segundo lugar las mujeres Son jvenes y atractivas. Ms deseables a
ojos del cliente que las tradicionales meretrices de origen espaol que tenan ms
edad. En tercer lugar, desde el punto de vista higinico y sanitario tambin ha
habido abismales mejoras. Los locales estn limpios as como las habitaciones.
Se cambian las sbanas despus de cada servicio. El uso del preservativo en la
prostitucin se ha prcticamente generalizado y en la mayora de los estableci-
mientos el cliente debe lavarse el pene antes de realizar el coito. Como conse-
cuencia de ello, es realmente difcil para el cliente ser infectado de una enferme-
dad o infeccin de transmisin sexual por una prostituta. Si acaso lo ms frecuen-
te es lo contrario. Finalmente, los precios de los servicios de prostitucin han baja-
do. Hay bastante competencia entre la amplia oferta disponible, por lo que para
competir hay que pedir menos dinero y hacer ms servicios. Se trata de un fen-
meno comn a la mayora de los pases occidentales. Por ello, con una demanda
cada vez ms satisfecha, los ngresos no paran de crecer.
Las chicas, las trabajadoras del sexo, ganan solamente una pequea parte
de los ingresos que generan. A pesar de que ellas son quienes realizan el trabajo
ms desagradable y duro (fsica y mentalmente), en comparacin, sus ingresos son
muy pequeos. Ellas son explotadas (mujeres, extranjeras, pobres) y son otros
(hombres, espaoles, ricos) quienes explotan y se llevan la plusvala 109. Aunque es
cierto que una parte de estas mujeres gana mucho dinero, tambin hay que rom-
per algunos tpicos: la mayora de las mujeres que ejercen la prostitucin no tienen
ingresos tan altos. stos son adems inestables, sin derecho a Seguridad Social ni
desempleo. Bastantes prostitutas (las ms veteranas) tienen ingresos muy bajos,
casi en el lmite de la subsistencia. De todas formas tambin es cierto que una
mujer atractiva, con un cuerpo bonito y ciertas habilidades para la conversacin
puede llegar a ingresar en el momento lgido de su carrera ms de 6.000 euros
mensuales. A cambio, eso s, de jornadas laborales de ms de diez horas diarias y
de muchos das consecutivos trabajando, sin festivos. A estos ingresos brutos hay
que restar mltiples gastos 110: devolucin de la deuda a la red o mafia que la trajo
al pas, pago del alojamiento y la manutencin en el local donde ejerce la prostitu-
cin o los gastos en la ropa y los complementos necesarios (vestidos, ropa ntima,
zapatos, maquillaje, perfumes, peluquera, depilacin, manicura, ... ). Todo ello
puede suponer ms de la mitad de dicha suma. Los ingresos pueden quedarse en
nada en caso de que caiga en uno de los numerosos riesgos de esta actividad:
adiccin a drogas (cocana o pastillas), alcoholismo, ludopata.
, I 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, servicios y precios Capltu o
I l pagado si se tiene en
En definitiva se puede decir que es un emp ea ma d in derechos labo-
b . duro desagradable, arnesga o, s
cuenta que es un tra aJo muy puede ser ejercido durante poco tiempo.
rales y que para la s. 1 mercado del sexo, y quin sE! lleva de
Conviene tener claro qUien hace que en e
verdad el dinero.
:
151
Nadie "va de putas"
---_._._--------,
"PILAR, PALOMAS Y PUTAS" (La prostitucin en Zaragoza 1900-1956)110bis
por Julin Ruiz Marn
. ?ue la prostitucin en Zaragoza viene de lejos es ms que conocido. El profesor I S
VIGente PinO ha documentado en alguno de sus trabajos ue hac '. nge an
se ejerca en la capital del Ebro y que las autoridades municiPalese
y
ya
regularla. upa an por
Guerea escribe en torno al carcter precursor del Ayuntam'le t d Z
el censo y cu'ldad h' " . t d n o e aragoza en
_ o . Iglenlco-san! ano e las prostitutas (Guerea, J. L. (2003) La t"t"'
contemporanea. Marcial Pons). En el ao 1845 el gobernador en la
AntoniO Oro, pnmeras disposiciones para la "polica sanitaria de las mU'eres
estable.ce la obllga!onedad. de la realizacin de controles sanitarios peridicos enlre .
toda prostituta que deje de sUjetarse al registro semanal ser expulsada de la Ciudad" S I J s.
meras que se reali.zan en Espaa, y le seguiran las de Pamplona, Cdiz o Barcelona. En'
aparecen 94 prostitutas censadas en Zaragoza. Se trata de una cifra notabl '-
relaciona con la poblaCin militar ubicada en los numerosos
con sus disposiciones sobre prostitucin una em resa a CIU" a . El
IIzaclOn y diSCiplina SOCial. Controlando a las prostitutas pues trataba a s p d de mora-
moral y las b.uenas costumbres del conjunto de la pOblacin. Adems de 10Su
ron registros en los que las "mujeres pblicas" aparecan censadas 'unto con s a .ecle-
marginales como los mendigos, gitanos, vagabundos, dementes o s poblaCiones
c. I Don Julin Ruiz Marn en la primera mitad del S. XX existen tres sectores o zonas prin-
pipa es con os agrupados, como hoy ocurre con los bares. El sector n o 1 de la call
eromarta resulta mas moderno. Todas las casas de los pares estab " e
los que destacan el de "Pepita la Guapa" en el8 ("el palacio de las de
ellas la llaman, cinco pesetas en 1934 y treinta en 1946-7. En el n.' 30 "La d
por tener mujeres de todo el mundo"). Muy cerca, en el n.O 2 de calle Arco d: t e
nada mas cruzarlo, la casa de Carmen Bernal ("la ms discreta"). . e ansa,
El sector llamado n.O 2 se ubicaba en la trasera de la parro . d . ,
las cas: de la "Uly': y la Moreno" (simplemente
e uretan, 18(delamlsmaduena"LaCinta" en Danzas 21) mu . d '
fama sus pupilas de practicar "el francs", actividad Ydae por tener
entonces no todas desplegaban, A 10 pesetas en 1934, de 25 a 35 en los aos 4 o eglO pero que
ros y hombres o chicas para todo la "Miguel'y la "Lirio" que en las n h 1 0, como palangane-
taban "La Zarzamora" "La Casita" ("la q , O? es ocas, que son todas, can-
M "ue mayores sorpresas tiene") Perena n 20 "M '
arteles", Paraso n' 6 (obsrvese la decadencia 10 ptas en 1934 en 1950 d " , ana
nada que ver el nombre de la calle con el prcer' D. de la , na a mas que 11), Sin
se aposentaban los jardines de las quintas morunas. "La
gna") Que s' I . f I ' ,Juven u yae-
. I a pnmera a ta la segunda no, aunque parezca casi impOSible albur.
" Enfrente, junto a la puerta trasera y de servicio del SEPU un burdel del ms bao nivel "La
Petaca, donde las sabanas eran de arpillera y vala cinco duros "la dormida" (pasar toda la en
------------------------_._---
---'-'- -------
Captulo 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, servicios y precios
los aos 40. Tambin llamada "el palacio de la sfilis". Pero de esos haba muchos. En la calle para
expresar lo ms tirado se deGa: "Esa parece, o es, de casa la Petaca".
En la estrecha calle de la Vernica, nuestra dicha zona n3, existan prostbulOS en casi todas
las casas, ya de muy bajo material y marco en los aos 40, durante la guerra civil desahogo de legio-
narios y apresurados combatientes llegados de los frentes' La ms famosa, en el n31, era la casa
de la "Tastana", Quin sera esa Tastana? Ya se sabe que los nombres se conservaban siempre
que la titular hubiese desaparecido, a menudo por va del acomodado retiro. En el n29 "La casa que
nadie debe de desconocer". Conchita Maran en el 44 ofreca mujeres "todas jvenes y simpticas".
En casa de "La Cocos" aparecera en los aos 40 una hur vestida de tirolesa, de pantaloncito corto
con tirantes y el muslamen al aire que hara prorrumpir al desatado personal en "alaliis" tan jocun-
dos y estridentes como si del propia Tirol procedieran. Y ante ella se formara otra cola ms, tan nece-
saria como la del pan o el aceite.
Al lado de la Vernica exista un dedalo de callejuelas desaparecidas al abrir la nueva calle
de S, Vicente de Pal sobre la antigua de la Yedra, Calle de la Sartn, en cuyo nmero 5 "La Lola" ofre-
ce "gran saln para descanso", plazas de la Cebada y de la Lea, donde "La Portuguesa" en el5 ofre-
ce el lujo de "agua corriente en todas las habitaciones". Desaparecido en los primeros aos 40, ellla-
mado "Cuartel General" llenaba un mismo edificio con ocho burdeles. No sera un precursor de los
llamados centros comerciales, todo a la mano?
Tenan las prostitutas censadas un carnet de tapas con los colores rojinegros y las cinco fle-
chas de la Falange como pertenecientes al sindicato de actividades diversas (como los peluqueros,
por ejemplo). No se sabe por qu si siempre era la misma. Todos los lunes pasaban un reconocimien-
to sanitario, lo que ellas llamaban "la higiene", en la Delegacin Provincial de Sanidad de la calle
Ramn y Cajal, junto al HospitaL Provincial. Naturalmente en todos los sectores de casas de lenocinio
haba entremezclados numerosos bares de camareras, que algunos llamaban de "camarrutas"
que participaban de lo uno y de lo otro. Y tambin bares de cante flamenco con reservados como el
"Batacln" en Vernica, 47, "el Shangai", "Villa Rosa" y "La Sevillana", en Pedro Joaqun Soler o el del
mismo nombre frente a la plaza de S. Lamberto que luego se llamara "Bayn" por el de la conocida
pelcula de los aos 40 "Ana". La actual calle de la Vernica, ancha y con nuevos edificios, no tiene
ninguna relacin con la antigua salvo su aproximado lugar, aunque en lo antiqusimo a la sombra del
teatro romano quiz se apostaran vestales de tarifa en sextercios o ases.
El que llamaremos subsector 1.abarcaba las estrechas bocacalles del final de S. Vicente de
Pal a la derecha. En D. Juan de Aragn n.O 29, "Sarita" se anuncia como "la ms acreditada y anti-
gua de Zaragoza". Aunque tal extremo sea tan dificil de deslindar como la virginidad de la madre de
Genghis Kan. En otros pisos del mismo nmero AmaBa Palomar y La Martina. De todas maneras la
ms popular en la posguerra era "La Camelia", con una duea que a cada momento se inventaba rifas
con cartas en las que el premio siempre era el mismo como medio de animar a "los floreros" (los que
slo estaban "de miranda"). Las rifas de "Madame Camelia" tenan adems la ventaja para algunos
de que le tocaban a quien ella quera, escogidos los agraciados por su cara de pillo, de cura o de
perentoria necesidad ertica. En ocasiones las tres caras en la misma cara.
En la calle Torrejn "La Playa", donde haban desfilado en tiempos republicanos las pupilas
en traje de bao, naturalmente de cuerpo entero y a medio muslo, que jams se hubieran atrevido al
bikini por su descoco. Muy cerca estaban la casa de la "Mara Luisa y "La Trapera". En una bocaca-
153
i!
I
i

Nadie'
Ile de Herosmo que se llam de Los Viejos, despus unos aos Miguel Portols y ahora otra vez de
los Viejos, se ubicaba el que llamaremos subsector 2., con prostbulos como la casa de "La Isabef'y
"La Elen', ambas en el nmero 16 e incluso en el mismo piso, 3.izqda., con lo que no sabemos cul
era la diferencia, y la "Angelit' en el mismo edificio, que era una prctica muy comn. Aunque
an sido de a duro, muy degradadas en los aos 40 ya no se visitaban.
Otros lupanares haba desperdigados por la ciudad, como en el 112 de la calle S. Pablo la
casa de "La Carmen" ("Ia que siempre se preocupa de tener la que a usted le interesa") y "La Rosit'
("para pasar un rato agradable), "La Paulina" ("nica en su clase"), Temple, 13; "La Rosa",
Sacramento, 7; "La Emilia", Mayoral, 19, en la calle de la Libertad...
Las ms conocidas casas all por 1950 eran "La Gitana", en la calle del Olmo, que haba teni-
do casa del mismo trato en Caspe, amante del extorero Francisco Royo "Lagartito, y la casa de "La
Mary" en la calle de Las Danzas, con pupilas tan conocidas, y apreciadas, en la ciudad, como Maribel
y Mirenchu, precursoras a escala lingual del mvil perpetuo. La Mary acompaaba a conocidos
tes sin motivaciones erticas, que tomaban la ltima copa de coac de la madrugada o descorchaban
la ltima botella de manzanilla. La Mary contaba y contaba... De probos magistrados, de orondos
comerciantes de la calle Alfonso, de dignsimos cannigos...
Pasados los primeros tiempos estudiantiles, ya cubiertas nuestras necesidades erticas por
cauces ms de acuerdo con nuestra juventud y genio, la ltima casa de la que fuimos clientes all por
lo primeros aos 50 fue una nueva abierta en la calle Palafox de aire distinto, con salones
dientes para cada grupo, donde te presentaban a las pupilas discretamente maquilladas y trajes
gas con estratgica raja lateral, que, conversaban un poquito y se retiraban. Tambin era la ms cara,
sesenta pesetazas.
Despus de una prrroga el1 O de junio de 1956 se cerraran todas las casas de prostitucin
de Espaa (en Barcelona, como Siempre, haran de su capa un sayo) por orden del ministerio de
gobernacin, aunque la disposicin no emanara de ellos sino de directrices sanitarias y culturales
europeas, de la propia UNESCO. El catolicismo en general (tambin nuestro nacional catolicismo)
admitira en todas las pocas la prostitucin, que tan psimamente se compadeca con sus principios,
como medio de evitar "mates mayores". Aunque de las vctimas sexuales no se acordara por su inte-
resada hipocresa. Incluso el rgimen de Franco derogara en 1941 la disposicin por la que en 1935
la progresista y bienintencionada Repblica llevara a cabo una supresin de las casas de tolerancia
nunca puesta efectivamente en marcha.
Las lumis (o lums), como no iban a dejar de serlo de la noche a la maana, se fueron a
practicar el oficio a la calle, a su domicilio o al bar ms prximo a sus antiguas casas. Bares que
Siempre haban de todas maneras coexistido con la prostitucin enclaustrada como medio de
cer la profesin de manera ms libre, preferida por los clientes de otros alcances, econmicos e
intelectuales, al requerirse conversacin preliminar y hasta alguna copa compartida. Estaban el
"Teca" en el Tubo (tambin Casa Domingo) y el "Rosales" en la calle Urrea. De ms categora, espo-
rdicamente, el "Guinea", "La Maravilla" arriba (abajo era diferente), en Independencia, y, sobre
todo, "Elseos", un baile de noche, frecuentado tambin por los forasteros, convertido en los aos
60 en restaurante todava abierto. Las que quedaban sin contrata aparecan en "Salduba", el caf
de la plaza de Espaa que tena permiso para permanecer abierto despUs del cierre de los dems
para atender a los cmicos de los teatros. Naturalmente tambin se acercaban todos los
del
r el ltimo tren de la
los que aquellas sin arrimo esperaban coge
bulos pasados ?opas con archa. .
da El ms dIfiCil de poner en m parl',culares conOCIdas o a los
ga . s clientes a casas . I te
Las a el
hotelitos de la abuelita. Haba uno en aunque realmente
"muebles ,como a ca , n la calle Agustmes el llama o e . cuantioso dona-
comienzo de Agustina mucho al serIe de
de una tasa
na iglesia, secta o Va se e
para los urinarios, que el dmero no hue e. I de la calle Hermanos Ibarra, donde un
El "mueble" mas conocido Y 1recuentado erda. ente ficha siempre escriba donde le
- 40 al rellenar la correspon le oza Rigoberto Domenec .
en la
Tambin existan las llamadas resultaba imposible que hubiera ofrecan meno-
ban "partenaire" para la cama, aunq sas de citas segn la fantasl8 popul, de la
II del Perro En esas ca '- I que andaba cerca
famosa una de la ca e pues aseguraba tener 20 anos a a or la maana con una
res, sin nada que con la a parroquia que la venal coyunda 1uer requera unas
tena. Al parecer le haca falta llegar a fin de e
la
esposa del capitn que
supuestda las mismas. Tambin se presunto cnyuge espera-
bolsas e ca, naturalmente en la mayona
estaba de maniobras, aunque
ba en la cocina para verificar el arque?
Mapa de la prostitucin
en Zaragoza (1900-1956)
y subzonas @I _
solitarias o senaladas O
;i!itu,;'lles C)
Fuente:
200 m Julin Ruiz Marln
b";;;"' ___
155
Nadie "va de putas"
"ZARAGOZA PARA FRVOLOS Y OTRAS GENTES DE MAL VIVIR"
En el ao 1978 la editorial Sedmay Ediciones . ".
la redacclOn de la publicacin quien fuera el' . publica la GUIa Secreta de Zaragoza" Dirigi
cuenta con un captulo firmado por Dionisia director de Eloy Fernndez y
gentes de mal vivii' (pginas 165-192). lleva P?r titulo: "Zaragoza para frivolos y
nos al mundo del alterne y la prostitucin zarag to por Sanchez es delicioso, con varios gui
da direcciones ni nombres de con mucha gracia y
clan transcribimos una parte del texto (pgina q e era prohibido en aquella poca. A continua-
que el autor considera como las mejores casas de "t
que
se refiere a una descripcin general de las
CI as zaragozanas:
"CONTACTOS (casas de citas, masajes mena 'es n' .
que a este respecto nos invade hemo; 1J Y dIVersos). Dado el secreto oficial
, e ser muy senos. ( ..).
Mundialmente famosa por todo lo que se ha es e
All puede encontrar manjares procedentes en t?rno a ella es la de Calvo Sotelo.
Se comenta la elasticidad del material e in t os los paIses de! mundo incluido Espaa.
tro potorros distribuidos estratgicamente llegado a declf que tienen tas con cua-
Ta,!,bin en la calle RicIa existe una oficina de olvo
de Fernando el Catlico existe otra de in/ con gran y etiqueta negra. En los
mayor numero lo encontremos en la avenid IV. udable capacIdad cultural. Pero quizs el
querasy otras regentadas por antiguas ma} e Algunas de ellas podran ser pelu-
am b' ,james uel "Madraza" E G"
os u Icar otra. Para amantes de los platos fue .' n o deAragn pOdr-
una en la calle Contamina regentad:
es
, es pelleja duro y sabroso,
mIsma calle, si te preocupan las comisiones o el trag;: una .. Curiosamente en esa
el futuro. De gran solera es tambin la casa I l' 1J, por un modlco precio te aclararn
menos La Toni de la calle Mendez Nez. ca 1, en la calle San Voto. y, por supuesto, no
Todos los precios oscilarn en torno a las dos mil .
preferir platos combinados elprecio hab ' pelas para sItuaciones normales. Caso de
d . ,na que arreglarlo con la
omma el mercado nacional". manager. Generalmentepre-
. aos sucesivos se publican algunas otras" uas s JJ
da, y pnnclpalmente a iniciativa de la revista Intervi. g ecretas ,con menos gracia que la cita-
Captulo 3 El mercado del sexo en una ciudad media espaola: Zaragoza. Tipos, servicios y precios
CITAS captulo 3:
81. En concreto el 4,3% de los hombres britnicos entre 16 y 44 aos. Lejos todava, sin
embargo, de las mucho ms elevadas cifras espaolas.
82. Diario "El Pas". 26 de septiembre de 2005. Pgina 17.
83. En cumplimento de la Directiva 3/2000 cada Comandancia de la Benemrita debe ins-
peccionar los clubes existentes en su territorio, contabilizndose el nmero de mujeres.
84. Expertos en la materia como el antroplogo Jos Luis Solana Ruiz comparten tambin
esta opinin, aunque este autor no se atreve a dar una cifra alternativa. Ni aunque sea siquiera una
estimacin.
85. Siguiendo esta tasa media en un municipio de unos 20.000 habitantes podra haber en
torno a las 45 mujeres ejerciendo la prostitucin. Si se diera como vlida la cifra de 300.000 muje-
res ejerciendo la prostitucin en Espaa, supondra que en un municipio de 20.000 habitantes podra
haber unas 135 prostitutas.
86. AA.vV. (2003). La prostituci femenina a Les Balears. Aproximaci sociolgica, enfoca-
ments i perspectives. Baleares, Lleaonard Muntaner Editor. Pginas 107 Y 111.
87. Solana Ruiz, J. L. (2003). Pgina 96.
88. Xunta de Galicia (2004). A prostitucin femenina na Comunidade Autnoma de Galicia.
Santiago, Xunta de Galicia. Pgina 90.
89. Solana Ruiz, J. L. (2005) Mujer inmigrante y Prostitucin: Falencias y realidades. En
Checa y Olmos, F. (Ed.) (2005). Pgina 225.
90. Defensora del Pueblo de Navarra (2005). Derechos Humanos y Prostitucin en Navarra.
Pamplona, Defensora del Pueblo de Navarra. Pgina 95.
91. Emakunde (Instituto Va:;co de la Mujer) (2001). La prostitucin ejercida por mujeres en
la Comunidad Autnoma de Euskadi. Vitoria, Emankunde.
92. Asociacin de Derechos Humanos de Extremadura (2003) Esclavas en Extremadura:
Informe sobre el Trfico de Mujeres. Cceres, C1DHEX. Pgina 45
93. Semanario "Alba". 24 de marzo de 2004.
94. Ver el libro: Fuentes, S. y Carrin, L. (2005). Pasen y vean. Los secretos del intercam-
bio de parejas, Jos tros y otros juegos en grupo. Madrid, Temas de Hoy. Segn esta publicacin hay
tres establecimientos en Zaragoza de este tipo: DUOS CLUB PRIVADO (Via Hispanidad, 138),
LlBERTY (Nicanor Villa) y PK2 (Aznar Molina, 13, www.pecados.org).
95. Carretera de Logroo kilmetro 8,2, uno de los accesos principales a la ciudad.
96. De los conteos realizados durante el trabajo de campo la cifra resultante es de 1.005
meretrices. stas estn trabajando a la vez en una misma fecha del calendario. Esta cifra supone
solamente un 70% al tener en cuenta que la gran mayora de ellas trabaja una media de 21 dias al
mes descansando otros diez. O lo que es lo mismo, ejercen la actividad solamente a lo largo del 70%
de cada mes. Realizando la correspondiente regla de tres, el resultado total es de 1.435 mujeres
ejerciendo la prostitucin en la Ciudad. Por supuesto, en todo caso, somos conscientes de que se
tratan de estimaciones y en ningn caso de un censo fiable.
97. Garcs, P. y Segui, A. (1992). La prostitucin en fa ciudad de Zaragoza. Anlisis socio-
jurdico con especial incidencia en la delincuencia activa y/o pasiva. Indito. En las pginas introduc-
tivas, referidas a la metodologa, sealan: "Resulta tremendamente difcil poder determinar el nme-
ro de mujeres que ejercen la prostitucin en la ciudad de Zaragoza; sin embargo y despus de fa
157
158
evaluacin de los contactos e informaciones previas, se lleg a una estimacin bastante a"'fO"i",,",'
da, que dio como resultado la poblacin censal a la que nos enfrentbamos y que vena a estar o n s ~
tituida por 2.000-2.500 prostitutas".
98. Las cantidades de dinero que necesitaban de forma cotidiana eran muy elevadas. En el
apartado 6.2 de su estudio de 1992 los autores Garcs y Segui sealan que "Teniendo en cuenta
que en el mercado la herona suele oscilar entre 12.000 Y 20.000 pesetas el gramo, y que muchas
suelen inyectarse aproximadamente una dosis cada hora, se comprobar que la necesidad de dine
w
ro se sita en unas 25.000 a 40.000 pesetas al dia. Cuando esta cantidad no se obtiene de! trabajo
como prostituta se recurre al trapicheo, vendiendo pequeas cantidades que ayuden a obtener la
herona necesaria".
99. Mujeres inducidas por sus maridos, novios o compaeros para ejercer la prostitucin.
100. En las barras americanas el contacto entre prostituta y cliente se produce en el esta-
blecimiento pero se sale fuera del mismo para el intercambio sexual. Generalmente a un apartamen_
to situado en las proximidades.
101. Que trabajan al mismo tiempo. Esta cifra solamente representa el 70% del universo
total, debido a que el 30% restante est descansando coincidiendo con el periodo menstrual.
102. Los estudios relativos a esta forma de Prostitucin son escasos y de baja fiabilidad,
Mientras que es posible realizar cierta observacin sobre el terreno en la prostitucin callejera y en
los locales de alterne, en los apartamentos es imposible.
103. Los precios son muy variables segn el nmero de visitas que diariamente tenga la
pgina. Los anuncios incluyen no solamente el nombre y el nmero de telfono de la prostituta, sino
que tambin una reproduccin de una o varias fotografas. Se ofertan tambin variantes ms sofis-
ticadas como los anuncios interactivos, los links a pginas web propias o el diseo de una estrate-
gia comercial conjunta con un peridico.
104. Oso, L. y Ulloa, M. (2001). Trfico e inmigracin femenina desde la voz de las mujeres
inmigrantes, en Bonelli, E. y Ulloa, M. (coord.) (2001). Trfico e inmigracin de mujeres en Espaa.
Colombianas y ecuatorianas en los servicios domsticos y sexuales. Madrid; Las Segovias. Pgina 85.
105. Parece que no es tanto as con la prostitucin masculina y transexual, casos que no
han sido estudiados aqu, aunque seran merecedores de otra investigacin.
106. Espaa es uno de los pases de la Unin Europea donde ms personas y con ms fre-
cuencia consumen cocana. Segn el ltimo informe 2005 del Observatorio Europeo de las Drogas
y las Toxicomanas (OEDT) en Espaa ms del4% de los adultos jvenes (15-34 aos) la consumi
a lo largo del 2004.
107. Diario "El Pas". 27 de septiembre de 2005.
108. 184 millones de euros, segn el Presupuesto Municipal del ao 2005.
109. Por ello desde determinados colectivos feministas y sindicales se ha planteado que el
nico tipo de prostitucin que podra ser legalizada debera ser la realizada por adultos, consentida
y en la que la trabajadora del sexo realizara su actividad de forma autnoma (sin proxenta, chulo o
empresario).
110. Colectivo lOE (2005) Mujeres inmigradas y trabajo. En Checa y Olmos, F. (2005) Mujeres
en el camino. El fenmeno de la migracin femenina en Espaa. Barcelona, learia. Pgina 53.
110 bis. Escritor de temas zaragozanos. Autor, entre otros, de Memoria de las calles de
Zaragoza (5 tomos, Editoriales Libreria General y Leyere), Crnicas de Zaragoza (4 tomos, Leyere) y
Zaragoza Ayer y Hoy (Dersan).
Nadie "va de putas"
Escala grfica
O 100 m 200m
Fuente: Julin Ruiz Marin
CAPTULO 4
Los servicios sociales:
"Slo conocemos la punta del iceberg"
El mundo de la prostitucin ha cambiado tanto en los ltimos aos que los
servicios sociales y sanitarios que trabajan en este mbito a veces tienen proble-
mas para adaptarse de forma rpida y flexible a las nuevas realidades. Comenta
una tcnico de una ONG con sede en Zaragoza que a veces es un poco frustran-
te trabajar en este campo ya que suele sernas difcil encontrar a las mujeres ... la
mayora estn trabajando en clubes o apartamentos ... ganan dinero, van a ginec-
logos privados .. . aqu slo vienen unas pocas y nicamente cuando tienen algn
problema grave que no saben resolver. Slo vemos la punta del iceberg.
Buena parte de los servicios sociales existentes hoy fueron diseados en la
dcada de los ochenta y principios de los noventa, cuando la eclosin del consumo
de herona, el SIDA y otras enfermedades e infecciones de transmisin sexual. Por
entonces los dos perfiles ms sensibles desde un punto de vista social eran las dro-
godependientes, sobre todo dictas a los derivados del opio, que se prostituan para
obtener dinero con el que pagar su propia dosis y la de su pareja as como las muje-
res ms veteranas, muchas de ellas con experiencia de hasta varias dcadas en
este gremio. Estas ltimas suelen ser tambin llamadas las psiclogas del sexo,
mujeres con una di latada experiencia profesional que cuentan a su favor con la habi-
lidad de compensar su mayor edad con un trato ms carioso y una conversacin
ms elaborada 111. La inmensa mayora de ambos grupos eran de origen espaol.
En la actualidad el primer grupo prcticamente ha desaparecido debido al
fallecimiento de bastantes de estas mujeres o bien, en los casos ms felices, a la
desintoxicacin y posterior rehabilitacin gracias a tratamientos basados en meta-
dona. El segundo grupo se mantiene aunque s se tiene en cuenta el conjunto del
mercado del sexo de la ciudad, ahora slo suponen una pequea parte del total.
En Zaragoza se las puede encontrar en las calles del entorno de la calle Conde
Aranda y adyacentes a Cesreo Augusto.
170
Nadie "va de putas"
La gran mayora de las mujeres que ejercen en estos momentos la prostitu-
cin en la ciudad tienen su origen en la inmigracin, son menores de treinta aos
en muchos casos y alternan en clubes o apartamentos. Sus ingresos suelen ser
superiores a la media de los inmigrantes por lo que no sufren de falta de recursos
econmicos. Su crculo de conocidos y amistades es reducido, limitndose en
muchos casos a gente relacionada con su trabajo. Otra dificultad aadida es su
alta movilidad geogrfica, en pocas semanas cambian de club y de ciudad. Se
trata por ello de un colectivo con una alta volat ilidad geogrfica, una elevada invi-
sibi lidad social y una fuerte endogamia relacional. Los servicios sociales y sanita-
rios se encuentran en estos momentos en un proceso de adaptacin a los nuevos
retos y demandas de este nuevo perfil de mujeres. iEn muchas ocasiones el pri-
mer reto casi infranqueable consiste simplemente en ponerse en contacto con
ellas y mostrarles las formas como se las puede ayudar!
En Zaragoza, al igual que en todas las grandes ciudades espaolas, en
torno a las mujeres que ejercen la prostitucin existe un notable nmero de profe-
sionales, tcnicos y voluntarios que realizan de forma cotidiana una discreta labor
de acompaamiento, asesora y prestacin de recursos y servicios. Como sucede
en todos los mbitos de la atencin social, buena parte de este personal de ayuda
son tambin mujeres.
La prostitucin, una actividad de riesgo
Existe un cierto consenso entre los profesionales de lo social en que las
mujeres que ejercen la prostitucin forman un grupo muy sensible, con un nota-
ble peligro de caer en la exclusin social. La vulnerabi lidad aumenta de forma pro-
porcional con la edad de la mujer y sus aos de actividad. De hecho, ejercer la
prostitucin es una actividad de riesgo en si misma que adems puede inducir a
sufrir toda una serie de enfermedades profesionales. Ello ha sido confirmado por
diferentes informes y estudios.
Con frecuencia estas mujeres sufren de violencia fsica o psicolgica en
grado y forma diversa. Desde eventuales insultos y humillaciones hasta los casos
ms extremos de golpes y violaciones. En una alta proporcin las personas que
trabajan en este campo, entre un 50% y un 90% de los casos estudiados segn
Capitulo 4. Los servicios sociales: "Slo conocemos la punta del iceberg-
algunas fuentes 112, es frecuente en sus biografas una fuerte presencia de abusos
sexuales infantiles (muchas veces dentro de la misma familia como incesto, etc.)
y una fuerte correlacin con sntomas de estrs postraumtico. Al soportar largas
jornadas de trabajo de hasta doce horas diarias y obligadas a tener que estar en
activo para poder sobrevivir, son bastante frecuentes los casos de adiccin al
alcohol y a drogas estimulantes como la cocana. Hay que tener en cuenta que
muchas de ellas son verdaderas estajanovistas del sexo y mantener una actitud
activa y amistosa sin algn tipo de ayuda artificial durante tantas horas no es sen-
cillo. Es cierto tambin que hay quien uti liza remedios tradicionales como el caf.
La adiccin al juego, la ludopata, es una enfermedad tambin relativamen-
te habitual en este colectivo dada su inactividad prolongada a la espera de clien-
tes y el hecho de que en la prctica totalidad de los clubes hay mquinas de juego.
Otras enfermedades profesionales que se dan con frecuencia son las depresiones
o las enfermedades e infecciones de transmisin sexual. Estas ltimas han des-
cendido drsticamente en los ltimos aos gracias a la generalizacin del uso del
preservativo masculino, el lavado del pene antes del coito, la mayor difusin de
hbitos sanitarios preventivos y los controles ginecolgicos peridicos.
Al igual que otros inmigrantes, son frecuentes los casos del llamado
Sindrome de Ulises, personas que sufren una situacin de estrs lmite relacionados
con la soledad, el sentimiento de fracaso o la sensacin de miedo. La situacin se
agrava entre las mujeres que no tienen libertad de movimientos al llegar al pas a tra-
vs de mafias o que no cuentan con sus papeles de residencia y trabajo en regla.
La Espada de Damocles de la expulsin que pende sobre ell as las hace sentirse
ansiosas e intranquilas. Al aumentar su incertidumbre hacia el futuro, pueden ser
ms vulnerables y vctimas de abusos. La falta de relaciones sociales, de tejido rela-
cional y afecti vo, es un mal que afecta a muchas de estas mujeres. Las jornadas de
trabajo son muy largas por lo que el tiempo libre suele ser escaso. Adems, su alta
movi lidad geogrfica hace dificil conocer a personas que no estn relacionadas con
este mundo. La mayora utiliza su tiempo li bre con compaeras, empleados del
establecimiento u hombres que han conocido como clientes. Muchas de ellas tie-
nen poco contacto con gente de fuera del "ambiente.
En el seno de este colectivo son habituales las depresiones y dems pro-
blemas relacionados con el estado emocional. En un excelente estudio elaborado
en la Autonoma de Galicia, por la propia Xunta 113, con frecuencia las meretrices
171
172
Nadie "va de putas"
consultadas aparecen I con problemas com . .
baja autoestima, sntomas de a o sentimiento de cansancio vital d
emas, los efectos psicolgicos nerviosismo, estrs o
vez abandonada. Las secue::
sta
pueden ll egar
hemoe de estres postraumtico, en particular en general, y el sn-
s consultado para esta investi a . _. gunos medlcos de familia
prostitucin son frecuentes I;S que entre las mujeres que
ades Imaginarias (psicomatizadas) cons e cabeza, el insomnio o las enfer-
nocturno y con continuos de un estilo de vida ext re-
ener Ingresos, la competencia con n os, casI nmada. La presin
Como seala la el mi edo a la pOlica
ero facl!. Es slo dinero rpido. ores Juliano, la prostitucin
"Aqu no juzgamos a nadie"
Katrina Selsu y C I
Racismo ar os Carreras son dos abo
cia d _ en su sede de la zaragozana calle de E gados que trabajan para SOS
d e anos trabajando con personas de ori . spoz y Mina. Con una experien-
e sus premisas consiste en que aqui no' gen Inmigrante, nos explican que una
las meretrices a las que nicamente a nadie. Por supuesto, tampo-
a veces papeles, otras ayudar segn su proble-
R . Y compama. Desde finales de los nov t' Inero o simplemente consejo
aClsmo Aragn, a su rea de asesora' . en a es frecuente que acudan a SOS
prostitucin y que sufren de alguna .. muJeres extranjeras que ejercen
ulmentado en los ltimos tres o cuatro an- aClon grave. El nmero de casos ha
pa mente de' A os, yendo muj
C paises del frica subsahari ana A . . eres proveni entes princi-
omenta Katrina que estas ltim ' menca Latina y del Este de E
supe I as suelen ser . . uropa
prefi;:n
Las m .
cos uJeres que vienen a travs de mafi
ser las que se encuentran en una estos valiosos tcni -
a os tratos son frecuentes. Sus capt clon mas vulnerable. Los abu-
forma, evitar que se puedan retener su documentacin
todo del Ea: les adeudan por haberlas introducido s haber pagado el dine-
s e de Europa, estn bien organizada en e pals. Las mafias, sobre
s y pueden llegar a ser muy peli -
__
grasas Y viol entas. Trafi can no solamente con personas sino que tambin con tar-
jetas de crdito falsificadas, armas, drogas, coches o documentacin fal sa.
Muchos de ell os provienen del ejrcito o de la polica de sus respectivos pases por
lo que se puede decir que han sido cocineros antes que frailes Y saben moverse
con maestra en el submundo de la delincuencia.
Es habitual que estas mafias compren y vendan a las mujeres que trafi-
can 107, movindolas por clubes de toda Europa Y ofertando sus servicios a los
empresarios de los locales. Sus mtodos son expeditivos, llegando incluso a
cometer asesinatos con las mujeres que no hagan lo que les ordenan. Es conoci-
do el hecho de que adems de retenerles la documentacin y reducir su libertad
de movimientos, las castigan golpendolas con toallas hmedas para no dejarles
marcas de moratones en la piel.
A pesar de los ri esgos, en ocasiones, hay mujeres que deciden escapar de
sus raptores denuncindolos y pidiendo proteccin a la polica. Para SOS
Racismo es muy grave la escasa ayuda que la poli ca y el Estado de Derecho pres-
tan a estas jvenes valientes mujeres. Conviene tener en cuenta que desde que
salen de su pas de origen las mafias las amenazan a ellas y a sus familias en caso
de fuga. Segn la Ley, las autoridades competentes deben utilizar los medios
necesarios para poner a disposicin de las denunciantes las medidas de protec-
cin necesarias para garantizar su seguridad. Adems de aplicarles lo dispuesto
en la Ley de Proteccin de Testigos, se las debera ayudar a nivel asistencial pro-
curndoles vivienda de acogida, ayudas para su manutencin Y concedindoles el
permiso de residencia en caso de colaborar con la Justicia
l15
. Estas medidas no
siempre se cumplen lo que muchas veces deja en situacin de indefensin a la
mujer que denuncia. Acaba sola, sin ayuda y, adems, amenazada.
sta es seguramente la princi pal explicacin del porqu en la actuali dad son
tan pocos los casos de mujeres que denuncian a las mafias que las han trado
engaadas a ejercer la prostitucin en cuanto al trabajo a realizar Y a sus condicio-
nes econmicas. Esta falta de apoyo material y jurdico a las mujeres traficadas
para ejercer la prostitucin se une a la todava dbil colaboracin con las policas
de los pases de origen de las mafias, que eviten que se cumplan las amenazas de
represalias a los familiares de las personas que denuncian en Espaa. En definitiva
lo que parece claro es que no slo se lucha contra el trfico de personas con leyes,
173
Nadie "va
sino que para que stas se cumplan so .
mayor eficacia policial n necesanos ms medios '. . economlcOs
"L
a mayora de las denuncias acaban
en agua de borrajas"
Los medios de comunicacin 'ue
des democrticas denunciando pr;ble
gan
un papel fundamental en las socied
ser de otra manera, la / describiendo historias. Como n:
lOS. Marta Gar es redactora de la s . , parece de manera peridica en
tares de Aragn, el "Heraldo". Con una de sucesos del diario con ms
gados, nos explica que la mayora de las'; a a experiencia en periodismo de jUZ-
que una mujer denuncie a la :m agua de bOrrajas .. :
. nada ya que se necesita que I d ha traldo, al final todo suele
vla oral el da del juicio ... en el tiem a enunciante ratifique su denunc'
la mujer no cuenta con a o po, que transcurre entre la denunci la
vivir sufre del miedo a :;:n:::;;: de tener que buscarse la vida
desdicen el da del juicio o bien la trajeron. .. la mayora o bien
n e no acuden.
Desde que el delito de proxenetism
complicado probar las actividades ileg:1 del Cdigo Penal
116
es
. clan sexual de las mujeres. La nica for es e quienes se dedican a la explo-
plas afectadas ma es contar con Id'
denunciante y .que la mantengan hasta el final Que enuncia de las pro-
tutela de un manifieste que se prostituye por el dla del juicio la propia
proxeneta, libra a ste de ser propia y que no est bajo
acusado penalmente
En mayo de 2001 esta . .
lo titulado D t . penodlsta de "Heraldo de A ,,,.
Bri ad e enldos dos polacos relacionados ragon firmaba un artcu-
ha g b a de Extranjera de la Polica Nacional h una red de prostitucin 117. La
m res de origen polaco a la detenido en Zara
policial con una red de
tana de rusa de un piso de la avenida de Gaya L las antes debido a la huida de
D ,a vIvienda con una sbana an . a se descolg por la ven-
Latendida por la polica a la auxilio a los viandantes.
que estab' os agentes encontraron en el piso a estaba siendo forzada a
a en la misma situacin. Como cara chica, de origen pOlaco
174 onsecuencla de la denuncia de
"Slo
';"""i"res la polica detuvo en total a una banda formada por ocho personas, cinco
las cuales ingresaron en prisin, que introduca a mujeres en Espaa para obli-
"".fIE'S a ejercer la prostitucin en pisos de la ciudad. La polica tambin desman-
das pisos y un local de venta de artculos de perfumera que serva de tapa-
" dera al negocio. Escribe Marta Gar: La primera (mujer) haba llegado a Espaa a
travs de una agencia de viajes de su pas con un visado de turista que le autori-
zaba su estancia durante ocho das, con la falsa promesa de encontrar un trabajo
fcif en Espaa. Mientras, a la segunda, adems de ser forzada a prostituirse, le
suministraban peridicamente cocana para doblegar su voluntad Y que accediera
a mantener relaciones sexuales con los clientes ... las dos, como ocurre habitual-
mente en estos casos, haban adquirido una deuda econmica con la red que las
haba introducido en Espaa Y que tenan que saldar para comprar su libertad.
Ms de cuatro aos despus, en marzo de 2005, se celebr el juicio. Las
cuatro personas acusadas se enfrentaban a un total de 20 aos de prisin. Como
casi siempre en estos casos, las vctimas no se presentaron al juicio en el que
deberan de haber declarado como testigos de cargo contra los acusados. La
vista oral fue aplazada hasta septiembre. En Heraldo 118 se escribe que hasta ahora
se han enviado dos comisiones rogatorias a sus respectivos pases para ser loca-
lizadas Y se supone que hasta la nueva fecha se agotarn las vas para encontrar-
las. Pero, con toda probabilidad, no se presentarn. De nuevo, parece que la his-
toria vuelve a repetirse. Quizs una de las primeras actuaciones sea el adoptar una
medida legislativa recientemente aprobada en Francia Y que consiste en que la
vctima pueda actuar como testigo de cargo en un juicio, a pesar de que no es
necesaria su presencia para seguir adelante con el proceso. En la actualidad, sin
embargo, el delito suele quedar impune.
El cuerpo como instrumento de trabajo
La clave est en la educacin para la salud, insisten desde el Centro
Municipal de Promocin de la Salud (CMPS), un centro dependiente del
Ayuntamiento de Zaragoza Y que oferta asesora e informacin sobre temas rela-
cionados con salud mental, salud sexual, anticoncepcin Y preparacin para la
maternidad-paternidad. A sus consultas ginecolgicas gratuitas acuden con rela-
tiva frecuencia mujeres que estn ejerciendo la prostitucin.
175
176
Nadie "va de putas"
La generalizacin del uso del preservativ ' ,
cas han supuesto una drstica reduccin de I o y re,vlslones mdicas peridi-
transmisin sexual en este colectivo, incluido :s ,Y enfermedades de
do por recientes estudios de mb't ' Este termIno es confirma-
I o europeo En el ya com t d '
Behavior and HIV/AIDS I'n E 119 " en a o Informe Sexual
urape se afirma con t d'
del ingls): "Al traba;o sexu l' ' ro un Idad (traduccin propia
, a con ,recuencla se le c 'd
de infecciones HIII En En' onSI era una fuente potencial
, u opa, sm embargo, no ha tenid '
la expansin de la epidemia la dl"e 'd I o un papel Importante en
l' "renCla e caso de 01' ,
Subsahariana) panque el t'abado I ras reglones, como Africa
, " , sexua es habitual t ' ,
mente marginal y la mayora de los' t b ' men e una actIVIdad relativa-
,as ra aladares/as sexu I 'd
tes que utilicen condones De ello s d d a es pi en a sus cHen-
ce del SIDA en el pas o 'd t e fe uce que acusar a las prostitutas del avan-
e o ras en ermedades de t ' "
mente es injusto, sino que tambin es falso, ransmlSlon sexual no sola-
La mdica entrevistada del CMPS nos
va las revisiones ginecolgicas son ,asegura que dentro de este colecti-
especialmente fr t '
entre este centro municipal y los d' ecuen es, Estas se reparten
Iversos ambulato ' 'bl'
tales y consultas privadas Los I l' nos pu ICOS de barrio, hospi-
, oca es mas grandes t'
nales que realizan las consultas in situ en el cl b cuen an Incluso con profesio-
sentido .. , y no es fcil ver infecciones r. u ,Se suelen cUidar mucho en este
que el "culete" tiene que estar sano ermedades en este colectivo .. , saben
meretrices saben que su salud e ' ,sena a una de las tcnicos del CMPS, Las
s Importante porque '
to de trabajo, No siempre fue as L 't d " su cuerpo es su Jnstrumen-
, , ' a In ro UCclon del pres t'
clan ha sido complicada En los ao '1 'd erva IVO en la prostitu-
era un problema de h s a gl os del SIDA haba quien pensaba que
omosexuales y drog d d'
relaciones heterosexuales eran '1 o epen lentes, al que las
nmunes, Los clientes f '
Y todava hoy algunos tienen reticencias a utilizar el con se negaban,
preservallvo 120,
Los problemas de salud de las mu'eres '
pre estn directamente relac' d J que ejercen la prostitucin no siem-
lona os con la vagin I
salud mental destacan las patologas derivadas a o e ano, En el mbito de la
les fuera del ambiente, el sentimiento de de la de relaciones socia-
en muchos casos se encuentra I o la anoranza de la familia que
pequeos son quienes ms lo suf en 0As paises de origen, Las madres de hijos
b
" ren, veces los problem di'
len derivan en enfermedades C f' as e a ajamiento tam-
, ' on recuencla se ven bl' d '
clones hacinadas donde es I h' , o Iga as a vIvir en habita-
casea a Iglene Es por ell "
de parsitos, pediculosis e incl ',o que tamblen se dan casos
uso tuberculosIs, En ocasiones tambl'e' n - I
, sena an
Capitulo 4. Los servicios sociales: "Slo conocemos la punta del iceberg"
los tcnicos del CMPS, estas mujeres importan enfermedades que contrajeron en
su pas de origen como alergias o anemias, De todas maneras hay que tener en
cuenta que en trminos generales nos encontramos ante una poblacin joven y,
por lo tanto, sana,
Algunas de las recomendaciones ms repetidas a las meretrices es el con-
sejo de reforzar los mtodos anticonceptivos (no solamente el condn sino que
tambin, por ejemplo, utilizar la pldora) o el evitar las relaciones cuando estn
menstruando, En este periodo aumenta el riesgo de contraer enfermedades al tener
relaciones con penetracin vaginal. Algunas de ellas no lo respetan y utilizan mto-
dos variados para continuar manteniendo las relaciones y que el cliente no se de
cuenta que tienen la regla, Entre las dolencias ms frecuentes destaca, ocasiona-
da por las penetraciones vaginales continuadas, la congestin de la pelvis, Los sn-
tomas son una intensa sensacin de dolor, sobre todo cuando se mantienen rela-
ciones sexuales o cuando se orina. Hinchazn y sntomas urinarios como uretrisis
o trigonitis, Si no hay ms complicaciones, se cura con descanso, Las verrugas
genitales, la papiloma virus, es una enfermedad ms grave, aparece como una
pequea coliflor en los genitales y aunque no duele puede provocar cncer,
El ano es una parte especialmente sensible, No todas acceden a realizar
esta prctica sexual, aunque quienes lo hacen, seala la tcnico consultada del
CMPS, suelen utilizar lubricantes, La dolencia ms frecuente es la fisura anal'21,
Curiosamente sta se suele producir por un exceso de higiene y la insuficiencia de
mucosas del ano, Al tener que lavar mucho la zona, sta se acaba deshidratando,
La uretra es otra de las partes ms vulnerables del cuerpo de la prostituta al tra-
tarse de una zona de paso hacia la vagina, El roce puede irritar la uretra y generar
infecciones,
"Dejar completamente la prostitucin es muy difcil"
Es uno de los ms veteranos centros de atencin a las mujeres que ejercen
la prostitucin en la calle, Situado en la calle Ramn Pignatelli, en el barrio de San
Pablo de Zaragoza, el centro de acogida "Fogaral" naci en el ao 1988, De ins-
piracin religiosa, fundado por Critas, en l trabajan en torno a las veinticinco
personas entre personal religioso, profesionales laicos y voluntarios catlicos,
Desde el ao 1991, adems del centro de atencin, "Fogaral" organiza talleres de
177
178
Nadie "va de putas"
formacin especficos para este colectivo como rela" ' , , ,
domsticas o formacin personal. jaclon y gimnasia, habilidades
, En palabras de Marta Jimnez, peda o a d ' ,
consiste en ayudar y acompaar a las ,g g el centro, su objetivo principal
mUjeres en el caso de '
en este mundo .. , y darles alternativas a las q I que qUIeran continuar
prostitucin, Tratar que la person b ue o deseen para poder abandonar la
a reco re su auto t'
tarse al mundo de otra manera, Muchas de ellas 11 es Ima y capaz de enfren-
cos y mentales, deterioradas por los mal t t egan con senos problemas fsi-
hol o drogas, Con carencias relacion:::
a
por dependencias al alco-
asesona, formacin y prestacin se a _ y , ctlvas ,Por eso el trabajo de
,_ campana siempre de e h
y can no (la cario terapia), Hay quien simplemente scuc a, comprensin
y charlar, Aqu trabajamos con mu'; pasa un rato para tomar un caf
, ,eres muy machacada
circunstancias en las que les ha t d " s .. , muy marcadas con las
oca o VIVIr. por eso d'" '1
actividad alguna vez completa t .. , es hlCI que abandonen la
. men e .. , es un mundi/l
mayona mantienen siempre una "agenda de ami o " o que atrapa mucho .. , la
de dificultades econmicas, seala Marta, g s a los que recurren en caso
Por diferentes motivos este centro traba'a ' ,
que ejercen la prostitucin en la part . j pnnclpalmente con las mujeres
e mas vulnerable y ,
sexo, Son frecuentes los casos d ' marginal del mercado del
e mUjeres que se enc t '
trayectoria como prostitutas I'n Id' uen ran al final de una larga
, c uso e treinta o cua t -
unos pocos clientes fijos ms otros espordicos ren a anos, Cuentan con
bares, Sus ingresos suelen ser baJ'o h que encuentran en la calle o
. ,. s, mue as veces tan a
no mlmmo, En 1994123 el centro r l' . penas superan el sala-
ea IZO una encuesta t I
que acudan a "Fogaral" most d en re a gunas de las mujeres
, ran o un panorama m' ,
su biografa y situacin personal y fa '1' , uy Impresionante en torno a
, mi lar. un 36% recono . .
a ejercer la prostitucin sl'endo m d cla que habla iniciado
enores e edad t d
de ellas haba superado la educac'lo' n' ' an es e los 18 aos, Ninguna
. , pnmara y el 220/0 t' ,
gun tipO. El 31 % de las encuestada h b' no ema estudios de nin-
, . s a la estado alguna v ' '.
porclon sin determinar haba sufr'ld I ez en pnslon y una pro-
a ma os tratos y vi I '
la prostitucin, La gran mayora contaba ca o en el ejercicio de
hijo o ms) a las que en mucho d' n cargas familiares (un 75% tena un
s casos eblan hace f t '
padre, El 41 5% haba em d' r ren e sin la colaboracin del
, peza o a ejercer la t" d d
ingresos, 22% por drogadiccin un 7 30/ ac IVI a al no tener otro tipo de
, ,/0 por la necesidad d
por el 4,9% que reconocan haber 'd 'd ' e mantener a los hijos
SI o In uCldas por su marido o compaero.
Capitulo 4. Los servicios sociales: "Slo conocemos la punta del
Las meretrices que ejercen en la calle, en la zona de San Pablo principal-
mente, son quienes acuden ms a menudo a este centro dependiente de Critas.
Esta modalidad de prostitucin es la ms visible y la que ms polmica genera, Es
dura Y arriesgada. Sin embargo hay mujeres que la prefieren pues permite contar
con una mayor flexibilidad de horario y se trabaja por cuenta propia, Los servicios
se realizan en los mismos coches, pequeos clubes de la zona o en muebles, rui-
nosas casas donde se alquilan habitaciones por horas 124, Para algunas mujeres
que no han logrado salir de este mundo, a pesar del paulatino descenso de sus
ingresos con la edad, esta se convierte en la nica opcin para poder continuar
ejerciendo, Una actividad refugio a la que recurren para solucionar problemas
como carencias econmicas, problemas de horarios de trabajo, rechazo familiar o
soledad, Con frecuencia alternan la prostitucin con otras actividades Y con la uti-
lizacin de ayudas de los servicios sociales pblicos, de las que suelen ser muy
dependientes
125
,
"Ser prostituta no es una manera de vivir sino un trabajo"
Es conocido en determinados crculos como el sitio del casco antiguo donde
regalan gomas (preservativos), Se llama centro "Alba" y est relacionado con la
Comisin anti-SIDA de la capital aragonesa, Cuenta con dos locales situados en
las inmediaciones de la calle del Conde Aranda, Desde finales de los ochenta tra-
bajan en la sensibilizacin en hbitos saludables entre colectivos socialmente ms
sensibles, Lo que se ha venido a llamar grupos de riesgo 126, El intercambio de jerin-
guillas desechables Y el reparto de preservativos son sus actividades ms llamati-
vas, Sin embargo, aqu tambin, su tarea quizs ms importante sea el acompaa-
miento, consejo, apoyo y cario a quienes aqu acuden, Financiado por diferentes
entidades de accin social, el centro reparte unos 24,000 preservativos al mes ...
aunque no podemos dar cifras exactas, calculamos que en estos diez aos de acti-
vidad han pasado por aqu a solicitar algn tipo de servicio o simplemente a infor-
marse en torno a las 1.800 mujeres distintas ... , sealan Asun y Pedro, dos de los
trabajadores sociales que aqu desarrollan su actividad, La filosofa de trabajo de
este equipo se sustenta en tratar de ser neutrales, sin criminalizar ni culpabilizar a
nadie ... atendemos sin cita previa y sin enjuiciar a nadie por lo que hace ... nuestra
tarea se asemeja a la prevencin de riesgos laborales,
179
180
Nadie "va de putas"
El material preventivo, como llaman eufemstica
masculinos, lo reparten siguiendo unos pocos a los preservativos
r:cogerlos personalmente al centro, se entregan trein;a o suana tiene que venir
unlca entrega semanal. De preguntas slo se hacen I ,g mas cada vez, en una
es Un recurso especfico para trabajadoras sexuales De hecho, este no
de quien acude a informarse rec ' que o sean buena parte
compaa, Se trabajan aspec;os o si,mpl,emente a buscar
y la meretriz para el uso del preservativo, el cliente
tanos, tcnicas para el aumento de su ' , s e Iglene y sani-
sin dificultades, afirman los trabajadOreautoestllma y mejora de la sociabilidad, No
dad se puede decir que el uso del s socia es del centro "Alba", en la actuali-
preservativo se ha g l' d
supuesto que se hayan estabilizado e incluso Iza o lo que ha
enfermedades sexuales graves, os casos de SIDA y
Como el resto de los colectivos que traba'an
desde el Comit Anfl-SIDA t b" h J en el mundo de la prostitucin
am len an notado un . rt '
mas tres o cuatro aos en torno a la gente Impo ante cambio en los lti-
vos usuarios son mujeres inmigrantes M
qU
; acude al centro, El 90% de los nue-
eran espaolas siendo frecu ti' len ras que las prostitutas tradicionales
en es as mayores de t-
das suelen ser extranj'eras y mucho ' " cuaren a anos, las recin lIega-
mas jovenes Los pa' d '
comunes son Colombia Bras'l R ' " Ises e procedenCia ms
, 1, umanla Ucrania o N' 'H -
directamente a los clubes, que las anos que no
en al centro .. , hacen a su vez de agentes de salud entre sus q(j,enes
gas .... Lo que es evidente es que la s't "d ' paneras y aml-
Espaa y el hecho de q I uaclon e alegalidad de la prostitucin en
ue una gran parte del colectivo no t
regla, no favorece la intervencin social Ha' enga los papeles en
centros por miedo a ser localizadas y temen acudir a este tipo de
Asun y Pedro tratan de romper algunos t' ,
tuta: no hay que confundir trabajar en la torno a la mujer prosti-
que si alguien se prostituye no puede ser nada m ' n ser una Es falso
es una forma de vivir. sino un t b ' as en la Vida, La proslitucin no
respetar. .. i
lo
que puede no gustar pero que hay que
tomado!, En ocasiones desde I ' d tomar deCISiones que ellas no han
de comunicacin se tiende a alal'mseOnCtle ad, Ifosl propios profesionales y los medios
ar una a sa Imagen de 't" , ,
de las mujeres que ejercen la prostitu "C' VIC ImlzaClOn extrema
mente coaccionadas y sin ningn amo fueran personas siempre total-
o e capaCidad de reflexin y decisin, No
Capitulo 4. Los servicios sociales: "Slo conocemos la punta del iceberg-
siempre es asi ya que hay mujeres que, a pesar de resultarles un trabajo desagra-
dable, optan por l por los beneficios que tambin les reporta, Aunque no hay nin-
guna mujer que se prostituya por gusto, para muchas de ellas ha sido una opcin
a la que han llegado tras una decisin personal. Insisten en que s que se puede
hacer una gran tarea para que estas mujeres logren reencontrarse consigo mis-
mas, pudiendo llegar a emanciparse si as lo deciden,
La prostitucin y el miedo al compromiso del hombre
Zaragoza fue la primera ciudad espaola en contar con una ordenanza
especfica de regulacin de la prostitucin, Del ao 1845, Desde entonces, aun-
que de manera discontinua segn el periodo histrico, en la ciudad existi un dis-
pensario pblico encargado de censar y controlar a quienes ejercan de meretri-
ces, Heredera del originario Dispensario de Enfermedades de Transmisin Sexual
se encuentra la Unidad de Atencin Psicosocial del Instituto Aragons de
Servicios Sociales, situado en las cercanas del Hospital Provincial de Zaragoza,
Catalina Marcos es trabajadora social aqu desde hace casi ya dos dcadas,
El boom del SIDA supuso que la gente empezara a venir mucho ms por cen-
tros como ste, no solamente mujeres que ejercen la prostitucin sino tambin
hombres y mujeres interesados por conocer si estaban infectados, seala, De forma
gratuita y annima, sin hacer ninguna pregunta a nadie, en este centro es posible
hacerse la prueba de hepatitis B, sfilis Y VIH, En lo que se refiere al perfil de las
prostitutas en los ltimos cuatro o cinco aos ha habido un cambio generalizado,
seala Catalina, En la actualidad en torno a nueve de cada diez personas que piden
cita son extranjeras, La rnedia de edad tambin ha bajado mucho, siendo mayora
las menores de treinta aos, Muchas ganan bastante dinero y suelen acudir a gine-
clogos de forma regular, Hay una notable diferencia entre las mujeres segn su
pas de procedencia, destacando la juventud de quienes llegan de pases del Este
de Europa o el escaso conocimiento del idioma en las subsaharianas,
Entre los hombres maduros, de cincuenta aos para adelante, detrs de la
prostitucin se encuentran en ocasiones, seala esta valiosa trabajadora social,
toda una serie de frustraciones personales y de la vida en pareja, Problemas afec-
tivos y sexuales derivados de aos, incluso dcadas de convivencia marital mon-
gama, El deseo ertico y el apetito sexual con respecto a la pareja desciende o
181
182
incluso desaparece. Los cambios hormonales .
pausla pueden tambin influir a en la mUjer producidos en la
t ' unque son qUiz ..
os como la rutina o el sentimiento d h b s mas Importantes otros
prdida de la virilidad. e a er alcanzado un cenit vital, el miedo a
. Parte de los hombres que aqu acuden s '.
dlcos de servicios de prostitucin. Esta mu'e on usuanos mas o menos espor-
escuchando los miedos temores y tu b . J r hace las veces de confesora laica
g t ' raciones de h '
un arse, por qu contina habiendo tantos ha muc. os de ellos. Cabra pre-
servicIos de prostitucin? Con su d'llatad mbres dispuestos a contratar los
l
. . a experienci .
exp Ica que en muchos hombr;es h a, y su paciente escucha nos
. ay un gran mi di'
In leles a su pareja pero quieren mantene I e o a compromiso ... quieren ser
Desde el punto de vista masculino la pr trt
a
... no romper con su esposa e hilos
ad . OSlutasevec ,.
emas me l/ama guapo y bonito u t amo un cuerpo caliente que
la mujer, a la que se le paga y pu'" n ton u
ac
o placentero evitando compromisos con
. . na actitud c .
son Irrelevantes tanto la opinl'o' n c I uasl masturbatoria en la que
. . amo os senti . t '
tlclpa en el acto. Por un lado estara la muO mlen de la otra persona que par-
madre de sus hijos. Por el otro la muje b' Jer equivalente a familia y
litansta y apersonaJ para obtener Ira Jeto, la prostituta, utilizada de forma uti-
pacer a cambio de dinero
Redadas en clubes y lucha contra el trt.co de
personas
. Desde el punto de vista policial la rostitu' . -
una sltuaclon peculiar. La propia Guard'l CPI clan en Espana se encuentra en
n . . a IVI recon .
I UClon en s misma no es ilegal en . oce que el ejercicio de la pros-
est claramente reconocido como t:
'S
(no est penado), pero tampoco
contra el trfico de seres humanos c f' a oral por lo que la actuacin policial
Esta ._ on Ines de explota ..
se cine a la investigacin criminal cuando h . .. clan sexual se complica.
o faltas recogidos en el C d' P ay IndicIos de alguno de los d rt
algo enal como ca . . e I os
amenazas, agresiones sexuales contra I d acclon a la prostitucin, lesiones
. ' eerechodl' '
Clones administrativas a los diferente I e os trabajadores ... o de infrac-
s reg amentos (host I .
e ena, extranjera, ... ) 127.
La ltima reforma del Ca' d' P
I Igo en al del - 1
as conductas que hasta ese moment ano 995 despenaliz la mayora de
recedoras de la prostitucin. Desd t se perseguan al considerarse como favo-
e en onces el control policial en este mbito se
. Los
en tres aspectos fundamentales: desarticulacin de mafias que trafican con
. personas a las que fuerzan a ejercer la prostitucin, evitar la prostitucin de muje-
res de menos de 18 aos 128 y, debido a que la mayora de las prostitutas son
extranjeras, controlar que cuenten con los papeles de residencia Y trabajo en
regla. Es significativo que dentro de la Polica Nacional la prostitucin haya sido
trasladada de la brigada de polica Judicial a la de Extranjera Y Documentacin.
Incluso tambin las nuevas formas de prostitucin han supuesto cambios dentro
de la organizacin de la propia polica. Por ejemplo, debido a los sofisticados sis-
temas de falsificacin Y a la compleja organizacin de algunas de las mafias de
trfico de personas de Europa del Este, la Polica Nacional ha debido crear den-
tro de su Brigada de Extranjera Y Documentacin unas unidades especficas
denominadas UCRIF: Unidades contra las Redes de Inmigracin Y Falsificacin.
A diferencia de lo que a veces puede deducirse de algunas informaciones
periodsticas, las intervenciones policiales en locales donde se ejerce la prostitu-
cin no suelen suponer el cierre de los prostbulos. Continan funcionando Y en el
caso de cierres, esos acostumbran a ser temporales, prosiguiendo la actividad al
poco tiempo. Una redada-tipo en un club de alterne puede describirse de la
siguiente rnanera: tras entrar la polica e identificarse, se apaga la msica, se
encienden las luces y cierra el establecimiento impidiendo tanto entradas como
salidas. Se revisa la documentacin de todos los clientes, comprobando que nin-
guno de ellos ande en b0squeda. En caso negativo, se les deja marchar. Despus
se habla con el empresario o el encargado del local, comprobndose si cuenta con
la licencia de actividad en regla. Por ltimo, se interroga a las mujeres que estn
ejerciendo la prostitucin. Se habla con ellas por separado donde se les pregun-
ta, entre otras cosas, su edad (comprobando que no sean menores) Y si han lle-
gado al pas por propia voluntad o forzadas. Se indaga si existe coaccin, si se
encuentran retenidas en el local y si son obligadas a prostituirse. Acto seguido se
revisa la documentacin de residencia Y trabajo de las chicas. Se detiene a aque-
llas que se encuentran en situacin irregular. Una vez en la comisara, aplicando la
Ley de Extranjera, se incoar contra ellas un expediente de expulsin. El trmite
de expulsin no se realiza solamente en el caso de que la mujer decida presentar
una denuncia contra sus captores.
Con la reforma de 1995 el proxenitismo 129 prcticamente se despenaliz en
Espaa, con una de las legislaciones ms permisivas en este aspecto de toda la
Unin Europea. Algunos aos ms tarde, en 2003, una nueva reforma
130
volvi a
183
184
Nadie "va de putas"
castigar algunas de sus variantes. Desde entonces se castiga en Espaa al "que
se lucre explotando la prostitucin de otra persona, aun Con el consentimiento de
la misma con las mismas penas que al que coacciona.
Los propietarios de los locales de alterne, para no ser acusados de delitos
de proxenetismo, tratan de no establecer ningn tipo de relacin laboral con las
mujeres que trabajan en sus establecimientos. Ellas constan en los registros como
simples residentes de un hotel o clientes de un bar. No hay ningn t ipo de contra-
to o nmina que ligue a los proxenetas y a las prostitutas. Por ell o no se puede
demostrar que se estn lucrando de la acti vidad de las mujeres. Muy poco fre-
cuente, pero se ha dado en algunos casos, la sancin a un club de alterne por
tener una "relacin laboral encubierta" con una mujer que ejerce la prostitucin.
Vari as sentencias de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo han dado la razn
a algunas meretrices que han demandado a los empresarios alegando que traba-
jan para ellos sin estar dadas de alta a la Seguridad Social. Son victorias prricas,
ms morales que otra cosa, ya que a las mujeres que deciden denunciar a los
empresarios por incumplir la normativa laboral les suele resultar prcticamente
imposible volver a ejercer.
En definitiva, los cierres de clubes de alterne no se suelen producir por la acti-
vidad que se ejerce en su interior sino por delitos de otro tipo como, por ejemplo, el
trfico de drogas o faltas como el incumplimiento de las normas urbansticas.
Es significativo que la gran mayora de las redadas slo tengan consecuen-
cias negativas para las mujeres. Ser repatriadas supone tener que volver a empe-
zar de cero, ya que la mayora trata de regresar de nuevo al pas debiendo volver
a endeudarse para pagar otra vez al traficante. iResulta sin embargo paradjico
que con frecuencia la opinin pblica considera que estas expulsiones son bene-
ficiosas para ellas! Como sealan asociaciones de ayuda a la inmigracin, esto es
un contrasentido y se sustenta en un estereotipo falso: que todas las mujeres que
ejercen la prostitucin son vctimas de traficantes y mafias de trata de personas.
Esto no es cierto siempre. En el fondo no se las reconoce como mujeres que tie-
nen sus proyectos migratorios autnomos, por lo que no se piensa que se las cas-
tiga con la expulsin sino que se las libera de sus explotadores.
"Slo conocemos la punta del iceberg
W
Capitulo 4. Los servicios sociales:
CITAS captulo 4: . ..
la Zaragoza de pnnclplos .., '!'s's de ambos grupos para ' 11
111 Una detallada descrlpclon yana liS . A (1992). Indito. Capitulo .
. di' lo XX en Garcs, P. y egul, .
de la dcada de los noventa e Slg f ' . psquicos de la prostitucin
Arango F Efectos ISICOS y . (2001)
11 2. Farl ey et al, 1998. Citado por. ' M d 'd Direccin General de la MUjer .
sobre las mujeres que la ejercen" En Comunidad de a n .
Pginas 47-52.
.. (2004) Pginas 213-215.
113. Xunta de Gahcla ' d' tres chicas una menor,
b de 2003 Una red ven I ' . I
114 rero. . h de ue dos vecinos de 8uJaraoz
or 4 500 a dos hombres. El por Guardia Civil por rela-

cubri la existencia de una mafia distintos bares de alterne o, pisos
para traerlas a Espaa. eran "como en todas las redes, las jvenes contralan "deuda" de
os Seala el artlcu o que P dems en este caso, a
e/mafio,sdo' a
r

tres de elfas se sa " El io 3 000 por la meno .

"ayudarlas econmicamente ... ue agaron al proxeneta".
libertad, a pesar de que reconocieron q p . h 'lIacin en SOS Racismo. Informe
115, Belsu, K. y Carreras, C. De la 2003. Pginas 142-
Anual 2003. Sobre el racismo en el Estado espano '
144.
116. Mediante la Ley, Orgnica 4/2000 del 11
Navarra. (2005), Pgina 35.
V Defensora del Pueblo de de enero. er
"Heraldo de Aragn
w
2 de mayo de 2001. 117.
de 15 de marzo de 2005.
118. 90
. Sandfort, T. (1998). Pgina 1 .
119, Hubert, M., 8aJos, N. y t ' 'emenino entre las pros-
t b Td d del preserva IV /' .
120 Yago T. (Coordinadora) (1996) Acep ad'fi' a
ll
d para que muchos clientes de
., I 'd't Ante la IICU a r I pOSI-
titutas del casco viejo de en esta interesante investigacin se
cin aceptaran util izar IVO ma . F'nalmente ha sido el primero el que se ,
ble aceptabilidad del preservativo . I I
d utilizacin casI margina . '6
teniendo el segun o una d los clientes de prostitucl n
.. ms demanda os por . n
121 El sexo anal es uno de los servlcl.os . t das No todas las mujeres que ejerce
en Espaa, 'segn sealan de la homosexual ni transe-
la prostitucin aceptan practicarla. En l' n buena parte de los contactos.
I sexo anal se rea Iza e .
xual en estos casos e rt ' ftulado Mafias y orgamza-
' A 6" 9 de septiembre de 2001. Repo aje I
122. "Heraldo de rag n . . d' ta Marta Gar.
t 't ' Firmado por la peno IS b 's
ciones Vs pros I UCI n. ., f calle Estudio so re o
(1994) La prostitucin en a . 'd FOGA-
123 CARITAS. Dicesis de Zaragoza. . ercan al Centro de Acogl a
. .. . . rcin de las mUjeres que se ac
procesos de margmaclon e mse Zaragoza Critas, Capitulo 11.
RAL de Critas Diocesana de Zaragoza. ,
185
124. En el ao 2005 fa ..
puesta ,en funcionamiento d MedIcas del Mun' .
el fin de en estudiando la
ponibles en la red dye para la salud y clubes. Sus que
a inm" 15 n UClon de ,S8JO sobre el VIH . es
Igrantes que no tien preservativos Tamb' , ' mformacin sob
gra;uita en la pa'-a "ter,ri."
tipo las CiUd:::s de residencia y trabajo o:n casos, incluida la sanidad
Tenerife, V'go, La Corua, Palma En la actualidad que no
2005, Pgina 42. y Gran Canaria_ Mdicos Valencia, Alicante, un,dades de este
undo. IX Informe d .. ' Malaga, Sevilla
125 J e exclusfon so . ,
. uliano, D. (2004) P' . cfal. Madrid
. a9ma 160. '
. 126. Una brillant ..
{tucin y SIDA e I entlca a la relacin q
Med . s a rea/lzada po I ue se establece d
erros, R. (2000). Pginas a antroploga brasilea Re arma indiscriminada entr
. gma de Paula M d . e pros-
. 127. Comandancia d e elros, De Paula
tacln sexual. Aos 2003 y 2;; Civil. (2005) Trfico de
128. Con frecu ' ' n , Pgina 7, seres humanos con fines de ex lo
pOlica pueda dete t encla la falsificacin de do P -
c ar SI la mujer que e' cumentos de ident'd .
b . _129. Segn el Dicci . jerce la prostitucin es :tranJeros dificulta que la
enencfos de la prostitucin de la Lengua Espaol enor de edad,
e otra persona a proxeneta es una
. ,130. LO 11/2003 de ", ' persona que obtiene
domestfca e integracin social tc0n.cretas en materia de '
x ranJeros". segundad ciudadana, violencia
CAPTULO 5
Ou hacer con la prostitucin?,
hay alternativa a la estrategia del avestruz?
Todos los estados del mundo cuentan con algn tipo de norma o ley relati-
va a la prostitucin, Parece ser un fenmeno que se d en todos los pases y que
el Estado sempre se siente en la obligacin de regular de alguna forma, Sin
embargo, la manera de analizarlo, legislar Y actuar en la prctica cambia bastante
de un sitio a otro, En la actualidad, en Europa est abierto un rico debate en torno
al tratamiento que el Estado debe dar a esta cuestin, Es de rabiosa actualidad,
Con posicionamientos en ocasiones muy enfrentados que no siempre correspon-
den a la tradicional divisin poltica entre izquierdas Y derechas, Quizs no sea
casualidad que los pases donde se ha llegado ms lejos al nivel de reflexin Y de
normativa hayan sido aquellos en los que la mujer ha logrado unas mayores cotas
de igualdad, como Holanda, Suecia, Alemania o Australia,
En Espaa el debate tambin se est produciendo, Durante aos han sido fre-
cuentes los enfrentamientos entre las divergentes visiones que sobre la prostitucin
tiene el movimiento feminista, No hay consenso, ni tan siquiera entre las intelectua-
les feministas ms brillantes, sobre qu hacer o dejar de hacer en esta materia,
Se puede considerar como un hito la constitucin en el Senado espaol en
el ao 2002 de una Comisin Especial sobre la problemtica de la Prostitucin 131,
La Comisin dur algo ms de un ao y medio, interviniendo como comparecien-
tes en torno a cuarenta de los ms importantes expertos sobre este tema del pas,
La lectura de las actas permite hacerse una idea de la complejidad de realidades
y enfoques de este fascinante fenmeno social. Lo ms frecuente es que este tipo
de comisiones finalicen con la redaccin de un documento de recomendaciones
que pueda servir de base para el posterior desarrollo de leyes, Esta Comisin
Especial se cerr, sin embargo, en falso: en enero de 2004 se concluyeron los tra-
bajos de los senadores sin haber logrado consensuar un documento de recomen-
daciones, No haba consenso ni entre los diferentes partidos polticos entre s, ni
en muchos casos, en el seno de los mismos,
187
Nadie "va de putas"
Una rama de trabajador@s del sexo en Comisiones Obreras
El 26 de mayo de 2005 el sindicato Comisiones Obreras (CC,OO,) organiz
en Madrid una jornada con un ttulo ciertamente algo provocador, O por lo menos,
hubo a quien as le pareci: Jornada sobre Derechos de Ciudadana para
Trabajadoras y Trabajadores del Sexo, Fue un xito de organizacin y pblico, con
un auditorio repleto formado por ms de 200 personas procedentes de todas las
partes del pas, Una muestra ms de que es un tema que despierta inters, Entre
los ponentes haba tantas profesoras e investigadoras universitarias como repre-
sentantes de la polica y del gobierno, Mujeres que ejercen la prostitucin y orga-
nizaciones no gubernamentales que trabajan con ellas, Representantes de los
principales partidos polticos de mbito estatal y personas que describieron diver-
sas experiencias en el extranjero como Holanda o Argentina, Es importante sea-
lar que la gran mayora tanto del pblico como de los ponentes eran mujeres,
La polmica central del debate gira en torno al concepto de "trabajo", Se
puede llegar a considerar el ejercicio de la prostitucin como un trabajo, con todas
las implicaciones que ello conlleva? Las posiciones estaban muy enfrentadas
como se pudo observar a lo largo de la jornada, El lector puede hacerse una com-
posicin de lugar con slo conocer lo que pas durante el acto de inauguracin
al tomar la palabra Jos Mara Fidalgo, Secretario General de CC,OO, Su interven-
cin vers sobre el hecho de que aunque el sindicato no tiene un posicionamien-
to claro en la materia, y a pesar de que un sindicato es un lugar para la accin, y
no para la reflexin acadmica, consideraban que se deberia empezar a debatir en
el pas en torno a los derechos sociales y laborales, en definitiva de ciudadana,
de las personas que estn ejerciendo la prostitucin, Destacaba principalmente el
hecho de que la gran mayora de las personas que ejercen en estos momentos la
prostitucin no estn dadas de alta en la Seguridad Social, no tienen contratos de
trabajo y en muchos casoS (extranjeras) no cuentan con sus documentos en regla
de residencia y trabajo, Tampoco ningn sindicato de trabajadores espaol haba
creado ninguna seccin especfica para este colectivo 132, Mientras intervena
Fidalgo parte del auditorio, en torno a veinte mujeres, todas en silencio, levanta-
ron carteles con mensajes como los siguientes: "inmunidad a la prostituta, pena-
lizacin al cliente", "el cliente es el delincuente", "esto tambin es violencia
machista" o "la esclavitud no se legaliza, se combate", De nuevo, el debate entre
las posturas abolicionistas o de corte laboral en torno a la prostitucin est servi-
188
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
do, En esencia quienes consideran el ejercicio de la prostitucin como una forma
ms de violencia de gnero y que, por lo tanto, debe ser erradicada castigando a
los proxenetas organizados (empresarios) y prostituidores (clientes), y quienes
piensan que es una actividad no deseable, pero que debera ser considerada para
quien la ejerce por decisin propia (no forzada) como un trabajo a fin de poder
mejorar sus condiciones de vida,
En todo casa es realmente digno de destacar el esfuerzo de Comisiones
Obreras de tratar de clarificar sus posturas en torno a la relacin que existe entre
la prostitucin, el trabajo Y los derechos de ciudadana de las personas que duran-
te algn momento de su vida ejercen la prostitucin, Quizs se pueda considerar
como una muestra ms de madurez de la joven democracia espaola: el sacar a
la luz un aspecto de la vida social silenciado Y marginal, aunque presente desde
tiempo inmemorial.
Principales posicionamientos en tomo a la prostitucin
Tradicionalmente han existido cuatro regmenes legales a la hora de tratar
la prostitucin en los diferentes pases: el prohibicionista, el abolicionista, el regla-
mentarista y, desde fecha ms reciente, el laboral. Todos los regmenes legales, a
excepcin de este ltimo, comparten su condena moral hacia la prostitucin, Bien
erradicarlo directamente, o bien, convivir con l al considerarlo como un mal inevi-
table a controlar
l33
,
El modelo prohibicionista se sustenta en prohibir todas aquellas actividades
relacionadas con la prostitucin, Se penaliza por ello a todas las partes implica-
das, incluida la persona que se prostituye, El ejemplo ms conocido es el de la
mayora de los estados de Estados Unidos de Amrica o diversos pases rabes,
El abolicionismo es la filosofa que se encuentran en el fondo de las leyes
relativas a prostitucin de la mayora de los pases de la Unin Europea, incluida
Espaa, Tiene dos caractersticas fundamentales, La primera es que no establece
distincin alguna entre la prostitucin consentida y la no consentida por parte de
la vctima, El consentimiento de la persona prostituida es irrelevante desde el
punto de vista punitivo, En segundo lugar no se penaliza a quien ejerce la prosti-
189
Nadie "va de putas"
tucin ni a quien la compra sino a ui
tenta en la idea de que ejerc: la de la prostitucin ajena. Se sus
cera persona que es quien la ha tltuclon es siempre vctima de una
o y se lucra del ejercicio de la activid d
H a.
asta hace pocas dcadas el deb
dominado por la perspectiva aabte
l
. en torno a la prostitucin estaba
espanola fra . . . o IClonlsta De h h .
' ncesa, bntanlca o italiana . ec o la legislacin
matices. Sin embargo en la mayora de enc.uentran en esta lnea aunque con
tratado, Bxisten varios resquicios legales s Incluido Espaa, como se ha
amplia libertad para el ejercicio de la y que permiten de facto una
encuentra en la actualidad en pleno ojo El modelo abolicionista se
cambios legislativos realizados en S . e uracn, principalmente debido a los
mente a los clientes. ueCla que desde el ao 1999 persigue penal-
El modelo reglamentista desaprueba
lo considera como un mal necesario P moralmente a la prostitucin aunque
reglamentos, controles y ordenanzas' c:n trata de controlarlo introduciendo
publica, se establecen registros en lo' pretexto de la defensa de la salud
per s que obllgato .
sanas que ejercen la prostitucin "Ca b" namente deben inscribirse las
cuyo mb't . . . "m len se acota
I o es el unlCO en donde se . n unas zonas dentro de
utilizado en Espaa (Zaragoza fue Este modelo fue durante aos
Iversos pases asiticos.' y en la actualidad se mantiene en
El laboral se sustenta en cons' .
propia declslon una actividad laboral L Iderar la prostitucin realizada por
condiciones de trabajo supondra un'a fa o argum.entacin es que la mejora de sus
abuso qu rma valida de c b'
e muchas veces se produce en la i . om abr la violencia y el
pectlva se estipula la posibilidad de que ha a ndustna. del sexo. Desde esta pers-
a clientes o empleadores abu y convenios laborales colectivos o de
eglslacin pases como Holanda Alem SIVOS .. Se asemejan a este modelo de
, ama o DInamarca.
El legislativo en la Unin Europea
que (q/JIzas afortunadamente) todava no ha 1I d
ega o a Espaa
La legi I ..
s aClon y las polticas pblicas e .
son en estos momentos un verdadero h . n matena de prostitucin en Europa
ervldero, con frecuentes cambios en I
100 os
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
diferentes estados. No existe normativa proveniente de la Unin Europea que se
declare abiertamente partidaria por uno u otro modelo de legislar en materia de
prostitucin Y trata de seres humanos que han adoptado los estados miembros 135.
Las diferencias entre los pases comunitarios continan siendo radicales.
Mientras que algunos estados tienden a considerar como delito cada vez ms
prcticas relacionadas con este mundo, otros adoptan medidas en la lnea de
reconocer derechos laborales a las personas mayores de edad que se prostituyen
sin estar forzadas. Por ejemplo Francia 136 ha reintroducido la clasificacin de pros-
titucin, en su conjunto, como delito, a la vez que Italia ha estado recientemente
a punto de hacerlo. Otros paises como Alemania han suprimido del Cdigo Penal
el delito de favorecer la prostitucin as como el de trata en su sentido restringido
de captacin de personas para el trabajo sexual. En el pas germano se conside-
ra que los delitos se producen en caso de privacin de libertad Y estafa, no rela-
cionndolo directamente con el ejercicio de la prostitucin 137. Dinamarca Y
Holanda cuentan con legislaciones similares. A continuacin describiremos los
casos de los pases ms frecuentemente citados en la literatura especializada.
La Ley alemana "para la regularizacin de la situacin jurdica de las prosti-
tutas" fue promovida por iniciativa del Partido Verde y el Partido Social Demcrata
(SPD) entrando en vigor desde enero de 2002. Desde entonces las prostitutas que
ejercen en este pas pueden afiliarse a la Seguridad Social bien por cuenta ajena
o como autnomas, disponer de servicios sanitarios e inscribirse en el paro. La
normativa introduce medidas para proteger a las mujeres que ejercen la prostitu-
cin de abusos de sus clientes o empleadores. Se les reconoce el derecho a
rechazar a un cliente si as lo estima oportuno. Tampoco se les puede obligar a
realizar determinadas prcticas sexuales. Se ofrece a su vez la posibilidad de acu-
dir a los tribunales en el caso de que los clientes se nieguen a pagar los servicios.
Holanda aprob en el ao 1999 la ley "para la supresin de la prohibicin
general de los establecimientos de prostitucin". sta despenaliz cualquier nego-
cio sexual siempre Y cuando las partes implicadas lo consientieran libremente. Sin
uso de la violencia, amenaza, engao o abuso de la autoridad. Quien ejerce la
prostitucin puede acogerse a los mismos derechos laborales con los que cuen-
tan el resto de trabajadores. Por ello deben inscribirse como actividad econmica
y pagar impuestos a cambio de lo que reciben derecho a vacaciones, bajas por
enfermedad, prestaciones por desempleo o pensin. Se est estudiando la elabo-
191
192
Nadie "va de putas"
racin de un convenio colectivo 138. A pesar de que la prostitucin est reconoci-
da como trabajo, no se considera un "trabajo apropiado". Por ello las oficinas de
empleo no presentan vacantes en este sector ni tampoco se media para conse-
guir trabajo en el mismo.
Los burdeles estn sujetos a un sistema de licencias y tienen que cumplir
ciertos estndares urbansticos o de higiene. La Asociacin de Municipios
Holandeses (VNG) ha desarrollado un modelo nacional de ordenanza sobre esta-
blecimientos sexuales, comercios sexuales, prostitucin en la calle, etc. Algunas
ciudades han establecido "zonas de tolerancia" en las cuales la prostitucin calle-
jera puede ejercerse libremente, fuera de las cuales se prohbel39.
Suecia cuenta con una ley especfica desde el ao 1999, promovida por el
Partido Social Demcrata sueco. Forma parte de un programa global denomina-
do "Paz para las Mujeres", diseado para luchar contra la violencia hacia la mujer
(Kvinnofrids/agstiftningen). La legislacin sueca considera la prosttucin como un
aspecto de la violencia y explotacin del hombre contra la mujerl40. Es la primera
normativa del mundo que considera responsable de un delito al cliente de la pros-
titucin, por lo que lo penaliza. No as a la prostituta, que se la considera como
vctima. Para aquellas que se encuentran en el pas de forma irregular, desde el
ao 2003, el juez instructor que trate el caso puede conceder permisos de resi-
dencia temporales para querellantes y testigos. Quienes ejercen la prostitucin
son consideradas como la parte ms frgil, explotadas tanto por sus proxenetas
como por los que compran el servicio sexual. La Ley dice textualmente: "cualquier
persona que obtenga servicios sexuales a cambio de dinero ser sancionada como
comprador de servicios sexuales con una multa o con una pena de prisin de hasta
6 meses". Adems de imponer sanciones, la polica est obligada a realizar una
labor preventiva. Por ello es frecuente que en las zonas donde se sabe que se ejer-
ce la prostitucin la polica aborde a hombres solos que deambulan por la zona,
informndoles sobre las sanciones que podran recibir en caso de contratar los
servicios de una prostituta. Es una medida disuasoria que ha resultado muy exito-
sa ya que a los clientes no les interesa que trascienda 141. Durante los primeros
cinco aos de vigencia de la norma se han denunciado en Suecia a un total de 914
hombres por este delito. Hasta finales del ao 2003, haban sido condenados 234.
El hombre de ms edad de los denunciados tena 70 aos mientras que el ms
joven, 16. La edad media de los compradores de sexo perseguidos por la Ley
sueca era de 44 aos.
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
uecos no se reduce nicamente a su
La preocupacin de los gobernantes s . de colaboracin social y poli-
. . I P ello se han firmado conveniOS
territono naclona. or d layara de las mujeres que ejer-
. d I t rno de donde proce en a m
cial con paises e en o .' C te propsito desde 2002 se
. . Rusia o lituanla. on es
cen la prostltuclon como N' d' Blticos contra el trfico de muje-
organiza la Campaa de los pases or ICOS y d alcanzados con otros pases
res 142. Ms impresionantes son todava .loS nO:e son frecuentes los viajes de
del mundo, sobre todo del Sudeste aSlatlco, a o. exuales en vacaciones 143.
'mir la compra de servicIOS s
turistas suecos, para repn I h bres suecos con relativa poca
Diferentes estudios han demostrado que. os om. sus viajes al extranjero (el
frecuencia contratan prostitucin en el pals, pero SI en
80% de los casos).
.' I d ominada ley Merln, de "abolicin de
La restrictiva norma Italiana es a en I t . . de la prostitucin
. . . lucha contra la exp o aC/on
la regulacin de la proslltuC/on y . . 1989
144
En su artculo 1 se pro-
dio 1958 fue modificada en I
ajena". Nacl a en e a , 't" dentro del territorio del Estado por o
hbe el ejercicio de las casas de proStl uClon 11' a A pesar de que la Leyes
que la prostitucin es de tacto d
ca
condescendiente. En
l
. , ha sido en las ultimas eca as
dura, su ap Icaclon d' de mUj' eres inmigrantes para ejer-
- . embargo la llega a masiva .
los ltimos anos, sin , . t d I ontrol sobre quienes ejercer
. , h sto un reforzamlen o e c
cer la prostltuclon a supue )" do las leyes de extranjera.
y favorecen esta actividad. Principalmente ap Ican
.' I ., lazar una sustancial reforma
En el ao 2002 el Gobierno Italiano reso VIO ap b' de permitir la
, d' I prostitucin callejera a cam 10
de la ley que pretendla erra Icar a h' t Fini y el separatista Bossi
reapertura de burdeles,!45 El ministro ultraderec IS anorma planteaba la prohibi-
. . I I dores pbliCOS La nueva
fueron sus pnnclpa es va e . I pu' blicos bajo pena de
n . , en la calle y ugares
ci n del ejercicio de la pros I uClon d hasta tres meses de crcel a
multa de entre 200 Y 3.000 euros, Incluso penas gaban a multas ligeramente
. . dencia Los clientes se arnes
las prostitutas por remcl , 11 confiscar el coche por cua-
menores pero, en caso de reincidir, se podla egar a
renta das.
. . , . Unido no es una actividad ilegal. Pero
Ejercer la prostltuclon en el Reino. '1 Tampoco se per-
. onseguir clientes, SI que o es.
hacer la calle, anunciarse para c . 146 L leyes sobre esta materia son
I
ias de una prostituta . as .
mite vivir de as gananc .. ue favorecen que el castigo a qUle-
muy antiguas y existen numerosos resqulclols q C alquier mujer amonestada en
. d t' d 1 sexo sean muy eves. u
nes viven de la In us na e . . ' blicos ser denunciada Y san-
dos ocasiones por ejercer la actiVidad en lugares pu
193
194
Nadie "va de putas"
cionada con un It . a mu a, siendo encarcelada si no la ab .
La Ley de Delitos Sexuales britnica de 1956 andona Inmediatamente 147
nes como la coaccin psicolgica I _ no contempla como delitos
. d o e en gano para ejerc I
mas uras son las leyes de extranJ'e er a prcstitucin. Mucho
tT na que en la mayora de I
se u I Izan para perseguir la prctica di' . . os casos son las que
e a prostltuclon.
. Francia es otro de los pases que cuenta c ..
aboliCionista en sus leyes. En la prctica la ro . on .. una mas antigua tradicin
da si la transaccin se realizaba entre It P stltuclon en Francia no era pena-
de 2003, sin embargo, el parlamento tolerada. Desde enero
que se refiere a la prostitucl'o'n In p' . d o el Codlgo Penal en la parte
. s Ifan ose aunq '1
aspectos del modelo sueco se reinstaur el ue so o en. parte, en algunos
ron las penas para los proxenetas. A pesar de h o de reclutan:,ento y se reforza-
se establecieron castigos para los cli t L aberse estudiado, finalmente no
la h'b'" en es. a norma es esp . I
pro I IClon del eJ'ercicio de la pr t't .. eCla mente tajante en
d
os I uClon calleJ'e El M' .
or de la reforma declaro' por ent ra. Inlstro Sarkozy, inspira-
, onces que "nu t ,.
es luchar contra las redes de proxe t es ro un/ca objetivo de la reforma
prostituida se la considera com . nt
e
as que vIVen de la prostitucin". La mujer
. I o VIC Ima por lo que se r f
socia es de prevencin ayuda d '. , e orzaron los programas
, y rea aptaclon.
Prostbulos que cotizan en b I .
para rehabilitacin de
I uClon en California
En otras partes de Occidente el debate tam .,
vescencia. El caso ms citado es el de A t r bien se encuentra en plena efer-
como Victoria, Nueva Gales del Sur o Q us ra la ya que en algunas de sus regiones
d ueensland la pro n . ,
o a lo largo de los ltimos aos La activid d I s I uClon se ha despenaliza-
boyantes que incluso cotizan en ia B I E a es egal y algunos burdeles son tan
2003 entr en el mercado de losa. s el. caso de Daify Planet que en el ao
va ores australlano148 H 'd' .
madame de Hollywood haca publicidad ara e . el I Flelss, una conocida
mundo sabe que el sexo es una inversi:inteli s;a e:;,presa con :1 eslogan: "Todo el
la construccin de un parque de at . g . La companla est estudiando
racclones tematlco sobre sexo en Sydneyl49.
Los argumentos aducidos en Australia '
buscar de aumentar el control en I para legalizar la actividad fueron el
. . , as casas de masaJ"1 I
proslltuclon calleJ'era y proporc' el ega es, tratar de erradicar la
I lanar una mayor seg 'd d
a prostitucin reduciendo el rie d un a a las mujeres que ejercen
sgo e malos tratos crmenes y V', I . , o aClones. En
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
Victoria se ha establecido una Cmara de Control de la Prostitucin que tiene entre
sus cometidos emitir licencias a los locales o realizar inspecciones mdicas men-
suales a las meretrices, Tambin se han establecido una serie de restricciones en
cuanto a su ubicacin, no pudiendo situarse en las cercanas de iglesias o escuelas,
En la mayora de los estados de los Estados Unidos la prostitucin est pro-
hibida por lo que se persigue a todas las personas implicadas: prostitutas, proxe-
netas Y prostituidores, La excepcin es Nevada, que tiene como capital a Las
Vegas, Y cuenta con una legislacin ms permisiva, Cabe destacar el caso de
California, donde existen programas especficos dedicados no solamente a ayu-
dar a las mujeres a abandonar esta actividad sino que tambin a la rehabilitacin
de clientes. El Departamento de polica y el Fiscal de San Francisco derivan anual-
mente a varios cientos de cfientes de la prostitucin procesados hacia institucio-
nes privadas encargadas de impartir cursos educativos que tratan de llamar la
atencin de los clientes sobre las consecuencias de sus actos sobre las mujeres y
sobre la sociedad en general 150, En el caso de ser detenido un cliente de prostitu-
cin, se le ofrece no ir a la crcel a cambio de participar en unas ocho horas de
clase y de pagar en torno a 500 dlares. Estos se destinan a la financiacin de
servicios para mujeres Y nias vctimas de la prostitucin. En caso de reinciden-
cia, el hombre puede acabar en la crcel ya que ser cliente es, en s mismo, un
acto delictivo. Este modelo se est tratando de implantar en otros pases como
Canad o Gran Bretaa,
Nueva Zelanda est debatiendo en la actualidad la posibilidad de adoptar
algunas de las medidas australianas. Noruega obliga a los funcionarios y emplea-
dos del Gobierno a observar una gua tica que les impide comprar o aceptar ser-
vicios sexuales, bajo arnenaza de duras sanciones disciplinarias, En Canad se
han rechazado en los ltimos aos varias iniciativas presentadas en el parlamen-
to favorables a crear zonas de tolerancia, o de "luz roja", as como legalizar las
casas de citas. La ciudad de Cape Town, en Sudfrica, decidi en 1999 publicitar
sus burdeles como una atraccin turstica ms.
La "aleya/idad" de la prostitucin en Espaa: hacia el modelo sueco,
holands o espaol
Espaa es un pas que desde el punto de vista de su legislacin en materia
de prostitucin se puede etiquetar como abolicionista. A la mujer meretriz se la
195
196
Nadie "va de putas"
considera como vctima (parte explotada), mientras que el proxeneta (parte explo-
tadora) es quien comete un delito que puede ser penado. El cliente tambin per-
manece inmune. No se le considera ni explotador ni, por supuesto, explotado.
Con las leyes vigentes se persigue especialmente la prostitucin de meno-
res de edad y el trfico de personas con el fin de ejercer esta actividad. El resto no
se prohbe, pero tampoco se legaliza. Es por ello que se puede decir que buena
parte de la actividad de la prostitucin en el Estado se encuentra en situacin de
"alegalidad". El limbo jurdico. Como hemos tratado, en estos momentos en
Espaa se est produciendo un intenso debate entre partidarios de evolucionar
hacia el modelo sueco, tambin abolicionista pero que incide en el control de la
demanda (cliente), o el modelo holands, de corte laboral que incide en la mejora
laboral y social que quienes deciden de forma no forzada ejercer como prostitutas.
Espaa tiene firmados, en todo caso, una serie de compromisos internacio-
nales en la materia ya que en el ao 1962 se adhiri a la Convencin para la
Represin de la Trata de Personas y de la Explotacin de la Prostitucin Ajena,
adoptada por las Naciones Unidas (ONU) en el ao 1949. Por ello en el ao 1963
el Estado espaol modific el Cdigo Penal de la poca para adaptarlo a lo sus-
crito en la Convencin. Se trata de una legislacin de corte abolicionista que san-
cionaba principalmente a quien se beneficiaba de la prostitucin de otras perso-
nas. El Cdigo Penal sealaba penas de crcel para las figuras del rufin (chulo),
la tercera locativa y el proxeneta, entendido como quien recluta, induce, favorece
o transporta a una persona a los fines de prostitucin.
Estas leyes continuarn vigentes sin grandes variaciones hasta el ao 1995,
cuando el Estado aprueba un nuevo Cdigo Penal 151 que cambia sustancialmen-
te la filosofa del anterior en lo que se refiere a las actividades que se consideran
delito en torno a la prostitucin. Aunque se mantiene la filosofa general abolicio-
nista del texto, se despenalizan varias modalidades de proxenetismo. Este cam-
bio ha despertado cierta oposicin, sobre todo desde las posturas ms partida-
rias de implantar en nuestro pas el modelo sueco: que considera la prostitucin
como violencia de gnero, al cliente como un prostituidor y al empresario del sexo
como proxenetismo organizado. Consideran que la despenalizacin de varias for-
mas de proxenetismo desde el ao 1995 es contraria a lo firmado en la citada
Convencin, haciendo prevalecer el consentimiento de la vctima sobre la propia
explotacin de la persona 152.
con la
1Gb' rno de Espaa, pro-
En el ao 1999 el de nuevo
mo
v
una modificacin del Codlgo , , Igo ma' s amplia. No se han hecho
d rto en una acepclon a
el proxenetismo como e lilas ya comentadas sucesivas leyes
. I d de entonces sa va ,
reformas sustancia es es .' , I ctualidad no est penalizado ni
, l' "de la prostltuclon en a a ,
de extranjena. E ejercIcIo " puede conseguir un Visado
. rt es que ninguna mUjer
regulado, pero lo que es cle o , I desempeo de esta actividad. La
, ' de residenCia por e _
de trabaja o un permiso , dentro de la definicin de vctima de engano ?
mayona de los casos entra,nan aun ue las propias mujeres no se percl-
abuso establecida por el Codlgo Penal, t
q
t contina abierto el debate entre
. fmas153 Mientras an o
ban a s mismas como VIC I . el modelo holands. Vamos hacia un mode-
los partidanos del modelo sueco Y d 't" ? El tiempo dir. Hasta la fecha
aal sobre el tratamiento de la prostl uClon.
lo esp , b todo tratan de escurrir el bulto.
las leyes de este pals, so re ,
Resumen de las formas de tratar la prostitucin en diversos pases
, ' n el siguiente cuadro, en el que se
Todo lo anterior se pueden sintetizar e, materia de regulacin del
sealan las lneas principales de los diversos paises en
ejercicio de la prostitucin:
Sntesis del concepto legal de la prostitucin en diversos pases
la
a partir de 1
197
198
Nadie "va de
A veces las leyes de prostitucin se convierten en leyes de ext,ran,ieril'
En la prctica totalidad de los pases occidentales la poblacin aUltcton;ji
ha desaparecido de la oferta de los servicios de prostitucin. Como muestra
ello se encuentran los anuncios por palabras de los peridicos, de contactos
relax, donde se suele destacar con letras en negrita cuando una mujer u hOITlhl''''
en oferta es aborigen, Espaola, aragonesa, vasca, canaria... Ello se debe
aspectos como la mejora generalizada del nivel econmico de la mujer (la clase
trabajadora local fue histricamente la principal cantera de la prostitucin), el
aumento generalizado del nivel educativo o el descenso del consumo de drogas
como la herona que exiga la consecucin de grandes cantidades de dinero de
forma constante para pagar las dosis diarias.
Si bien vara la procedencia, en la actualidad en los pases ricos la mayora
de las mujeres que ejercen la prostitucin son nacionales de pases en vas de
desarrollo. En Italia predominan las albanesas o rumanas. En Australia las filipinas
o tailandesas. En Espaa las rusas, las brasileas y colombianas. En todos los
casos buena parte de ellas no cuentan con sus papeles de residencia y trabajo en
regla. La industria de la prostitucin necesita por su propia dinmica continua-
mente de carne fresca, mujeres jvenes para su consumo compulsivo en el mer-
cado del sexo. La continua rotacin de mujeres procedentes de pases extra
comunitarios choca con unas leyes de extranjera que cada vez son ms infran-
queables. Por ello, la mayora se encuentran abocadas a la ilegalidad documental
una vez caducan sus breves visados de turista. Como han denunciado personas
que trabajan en este mbito, las restrictivas leyes de extranjera suelen agravar su
situacin debiendo mantenerse en el ms estricto anonimato social u optar por
lograr obtener los papeles por otra va, a la desesperada, como buscar un matri-
monio de conveniencia con un cliente u obtener documentacin falsificada. Es
como la pescadilla que se muerde la cola ya que al no constar como trabajadoras
tampoco pueden legalizar fcilmente su situacin. Esta realidad se d tambin
incluso en pases como Holanda, donde determinadas formas de ejercicio de la
prostitucin estn legalizadas y consideradas como trabajo. Hay prostitutas lega-
les (sobre todo nacionales) y prostitutas ilegales (sobre todo extranjeras).
Por ello con frecuencia las leyes de extranjera y prostitucin se solapan. Reformas
de unas u otras leyes tienen efectos casi complementarios. Espaa no es una
. , . forma clara: la Ley de Extranjera del ao 2000

)[1 Y esta relaclon se da de. ' t' de trfico ilcito de seres huma-
.. d I extranjeros VIC Imas .

la protecclon e os con la polica pro porclo-


. , EII' mpre que cooperen . .
o de explotaclon sexual. o sle 'f' do en los procesos judiCiales
.. b captores o testl Ican . .
informaclon so re sus . , N . nal como la Guardia CIVil han
t l
dad tanto la pohcla aClo ,
C
ontra ellos 154. En la ac ua I . . , a sus brigadas de extranjena.
d ntrol de la prostltuclon
traspasado las tareas e ca d tenidas en redadas realizadas por
'a de las personas e .
El hecho es que la mayon I er las meretrices extranjeras.
. . I I cales de alterne sue en s E
las fuerzas pollcla es en o . 'd' n el pas de forma irregular. s
I
titucin sino resl r e
Su delito no es ejercer a pros , , 'En muchos de estos casos
a situacin que se repite en la mayona de los paises.
un .,
el proceso acaba en expulslo
n
.
'b '/'dad O no de ejercer la prostitucin
En torno a la pOSI I I
de forma "voluntaria"
. icio de la prostitucin es quizS el princi-
La posible voluntariedad del ejerc . t' .. entre la prostitucin libre y for-
b t lantear la dls Inclon
P
al nudo gordiano del de a e, p II a ej' ercer de prostituta de forma
. h quien pueda egar . "
zada. Es pOSible que aya t aspectos ticos, pSlcologlcoS,
t debe tener en cuen a
voluntaria? La respues a , . I filosfica. Por supuesto en estas
sociolgicos. Tambin de ndole pero s tratar de describir
P
ginas tampoco podremos resolv, I tes en torno a este tema. Tentar de
. . . ntos mas re evan
algunos de los pOslclonamle I 'ble a fin de ayudar a que el lec-
. la mayor honestidad intelectua pOSI
reflexionar con 155
tor forme su opinin propia sobre el tema .
Es imposible ser prostituta por propia.
Esclavismo Y violencia contra la mUler
. . , sealan est relacionada con graves
La decisin de ejercer la . cargas familiares, los abu-
" la inmigraclon precana, . ,
necesidades economlcas, I t t s Por ello la prostituclon nunca
anas los ma os ra o . .
sos sexuales en edades tempr , t' " La prostitucin se considera con-
"rb "o "volun ana . I
P
odra ejercerse de forma I re . . , t . al de los hombres sobre as
d d mnaclon: la pa narc , . I
secuencia de dos formas e o I bres. Ello explicara, por ejemp o,
mujeres, Y la capitalista, de los ncos sobre os po
199
200
el por qu la gran mayora de quenes ejercen la prostitucin son mujeres y
dentes de pases en vas de desarrollo. Aunque tambin hay hombres y
de altos niveles de renta que venden su sexo, estos suponen, si se tiene en
ta el conjunto, una minora.
Tambin se rechaza el posible argumento que esgrime el respeto a la I
tad individual. O sea, ante el derecho que todos los seres humanos tenemos
ejercer nuestra "libertad sexual", de disponer de nuestra sexualidad tal y
queramos. Bajo este punto de vista se argumenta que la libertad sexual no .
nunca nada que ver con contraprestaciones econmicas, dinero y beneficios. La
libertad sexual slo se dara cuando sta se ejerza de forma gratuita, sin interme.
diar relacin econmica alguna. El consentimiento de la mujer es irrelevante, aun.
que s lo son las circunstancias que le han conducido a dar su consentimiento.
Siguiendo esta argumentacin, el ejercicio de la prostitucin nunca podr ser con.
siderada como un trabajo. No tiene sentido hablar de trabajadores/as del sexo. Es
una forma de explotacin y violencia que sufre la mujer por parte del hombre, una
variante de la dominacin masculina, fruto de una sociedad sexista y patriarcal.
El paralelismo entre la violencia domstica y la prostitucin es, desde esta
perspectiva, muy clara. Al igual que en el pasado la violencia contra las mujeres
era mayoritariamente tolerada por la sociedad e incluso por las propias vctimas,
la prostitucin debera ya empezar a ser considerada como una forma de explo.
tacin y violencia. Como sucede en la violencia contra la mujer en el mbito
domstico, las mujeres que ejercen la prostitucin deben ser consideradas como
vctimas explotadas. y por lo tanto protegidas y ayudadas. Los clientes por su
parte deberan ser perseguidos y castigados como parte dominante en el acto,
como sujeto del abuso. Por ello el estigma social debera pasar de la prostituta
mujer al prostituidor hombre y al proxeneta organizado (empresario).
En una lnea similar la profesora Janice Raymond compara el debate con-
temporneo sobre la regulacin del ejercicio de la prostitucin con el que se pro-
dujo a principios del siglo XX con el esclavismo 156. En la Convencin Antiesc/avista
de 1926 tambin se contempl seriamente la posibilidad de regular la esclavitud
como un negocio reconocido por los estados. Seala esta investigadora que se
plantearon, en los debates previos, diferentes propuestas para reducir el abuso
del esclavismo, no para abolrlo. Algunos pases insistan en la necesidad de rea-
.. ?
Capitulo 5. Qu hacer con la prostituclon.
10 RAZONES PARA NO LEGALIZAR LA PROSTITUCiN
por Janice G. Raymond
. ., ala ara los proxenetas, los traficantes y
La legalizacin/despenalizacin de la prostltuclOn es un reg p
la industria del sexo. ve el trfico sexual
La legalizacin/despenalizacin de la prostitucin y de la industria del sexo pral del sexo. La
n . , no supone un control de a In
La legalizacin/despenalizacin de la pros I UClon
expande. .. d r ilegal y la pros-
La legalizacin/despenalizacin de la prostitucin aumenta la prostituclon clan es ma,
titucin de la calle. .. romueve la
La legalizacin de la prostitucin y la despenalizacin de la mdustna del sexo p
cin infantil. . ue estn en la
la legalizacin/despenalizacin de la prostitucin no protege a las mUjeres q
cin. . ., . .. aumenta la demanda de la prostitucin. Incentiva a
la legalizacin/despenallzaclOn de la prostltuclOn t social ms permisible y de mayor
los hombres a comprar a las mujeres por sexo en un en orno
tabilidad. . .. ueve una mejora de la salud de las muje-
la legalizacin/despenalizacin de la prostltuclOn no prom
res. . ., aumenta las posibilidades de eleccin de las
La legalizacin/despenalizacin de la prostltuclOn no
mujeres. r d spenalice la industria
las mujeres que estn dentro de la prostitucin no quieren que se lega Ice o e
del sexo.
. ma de Organizaciones de Mujeres por la Abolicin de la Prostitucin.

201
202
Nadie "va de putas"
lizar inspecciones oficiales de los buqu
el respeto de ciertas normas d h" es que traan a los esclavos, otros pedan
. e Iglene en los barcos neg ". ,
qUien solicit que se reconociera la d' r ., reros. amblen hubo
Decan que slo en caso de secuest IS InClon entre la esclavitud forzada y la libre,
b
' ro, que no de compra lib I
lan ser devueltos a frica Port I re, os esclavos de-
. uga reglament I d' .
esclavos al limitar la ratio de escl as con IClones del comercio de
avos por tonelada de m '
de agua y comida que deban tomar las e . ercancla, las cantidades
la duracin de los viajes martimos O p rsonas traficadas durante el trayecto y
I I
. . rganlzaclones como la C tt M
a a Investigadora norteamerica o on ather, sea-
na, argumentaban que lo I . ,
como esclavos en Norte A ,. s esc avos VlVlan mejor
menea que como hombres libres en frica.
En Espaa la "Plataforma de organizacio .
la prostitucin" es la principal val d d nes de mUjeres por la abolicin de
liciondelaprostitucion org) Esta' fe orad e estos planteamientos (http://www.abo-
" orma a por doce org . .
Estado espaol. En marzo de 2002 ' anlzaClones de mujeres del
. . presento un manifiest lb' ..
prostitucin (disponible en htt 'ff o por a a ollclon de la
p. www.malostratos org) a tiC .. ,
sobre prostitucin en el Senado c I .. . n e a omlslon especial
actividad en la lnea de los Plant' on e obJetiVO de plantear la abolicin total de la
eamlentos del gobierno A"
nal cabe destacar la Coalicin Contra lli' f sueco. nlvellnternacio-
national.org), que tiene su sede pri . el ra ICO de Mujeres (http://www,catwinter-
nClpa en Estados Unidos
antena europea en Francia en I M Y que cuenta con una
, e ouvement pour l'Ab n d I
de la Pornographie. o 1 Ion e a Prostitution et
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
Es posible ser prostituta por voluntad propia.
Estalus de trabajadora del sexo para quien ejerza la prostitucin
de manera no forzada
La llamada feminizacin de las migraciones internacionales tiene desde
esta perspectiva una importancia central
157
. En el modelo migratorio tradicional,
que se mantiene, por cierto, en la filosofa de buena parte de las leyes de inmigra-
cin de los pases ricos, el hombre adulto era el primero en emigrar, Despus, pasa-
do un tiempo y tras haber logrado una cierta estabilidad legal, econmica y resi-
dencial, el hombre slo iniciaba los trmites de reagrupacin familiar para traer al
pas a la mujer, hijos y, quizs, padres. Se mantiene el concepto de hombre como
cabeza de familia y precursor del proceso migratorio. Las mujeres tambin emigra-
ran tambin, pero slo en un papel subordinado, en su papel de madres, esposas
o hijas.
En la actualidad sin embargo ya no siempre es as. De hecho la emigracin
a Espaa proveniente de determinados pases del mundo, como por ejemplo
Colombia, es mayoritariamente femenina. Por ello son cada vez ms las mujeres
que inmigran de forma autnoma, por cuenta propia y sin estar supeditadas a un
varn. Los defensores de esta perspectiva reivindican la capacidad de decisin de
la mujer que emigra de forma autnoma. Es falsa la idea de que una mujer que ejer-
za la prostitucin siempre deba estar supeditada a un hombre o una organizacin,
que la engaa, amenaza o extorsiona. Hay mujeres que ejercen esta actividad por
voluntad propia. Por ello plantean cambiar el concepto de "vctima de la trata" por
"personas traficadas", ya que la mayora llegan a los pases desarrollados a travs
de redes ilegales seudo-mafiosas pero tambin despus muchas logran emanci-
parse de las mismas, Se argumenta que el trmino "vctima" estigmatiza a las muje-
res y que va contra su propia auto-determinacin. Infantiliza, infravalora, a las muje-
res que ejercen la prostitucin ya que se las considerara como incapaces de tomar
decisiones sobre su propia vida. Seran victimas de alguien (un hombre) o en todo
caso de s mismas, Por lo tanto, dignas de ser salvadas.
En el ao 1998 la Organizacin Internacional del Trabajo (011), dependien-
te de las Naciones Unidas (ONU) 158, public un importantsimo informe, conside-
rado como un verdadero hito en el debate internacional sobre la cuestin de la
prostitucin. Se titul El Sector del Sexo ("The Sex Sector") 159 Y aunque se cen-
203
Nadie "va de putas"
traba en la situacin en los pases del sudeste a " '
general, y la infantil en concreto son u d slatlco, donde la prostitucin en
, ' na ver adera lacra '
gigantescas, tambin realizaba una serie d fl' por sus dimensiones
E I
' e re eXlones y prop t
ra a pnmera vez que una organizac'lo' 't' ues as generales,
, n In ernaclonal tan ' rt
abiertamente la posibilidad de consl'd d t' Impo ante planteaba
erar e ermlnadas fa d '
adulta y no forzada) como una actividad lab I S ' e prostitucin (la
das criticas y apoyos, ora, u publicaclon despert acalora-
Segn Un Lean Um, la autora del informe la ' ,
trabajadores adultos del sector del ' s condiciones en que viven los
sexo son muy di
el trabajo libremente elegido y muy b' versas puesto que van desde
, ' len remunerado ha ti"
practica de la esclavitud' Las med'd d'" s a a explotaclon y la
, ,1 as mgldas al secta dI'
slderar la problemtica mo.al ' l' ' " r e sexo tienen que con-
" "e Iglosa, samtana de d h
pero teniendo en cuenta que se trata de un erec os humanos y criminal,
temente econmica seala en el ' f no de naturaleza predominan-
, In arme, En el texto se f ' ,
categrica que no incumbe a la OIT t a Irma tamblen de forma
h
amar una postura en t '
an de legalizar o no la prost't ' , S ' cuan o a SI los pases
, I UClon, egun la autora el ' '
tltucin como sector econmico no s' '" reconocimiento de la pros-
, , Igm,ca que la OIT est ' 'd'
Clan de la prostitucin En su I'nf _ e pi lendo la legaliza-
, , ,arme senala que par h '
tuclon se convierte en una forma de s ' ' a muc as mUjeres la prosti-
que mantienen (hijos, padres, familiares enf e as mismas y las perso-
Ilzando su libertad sexual mientras termos), Algunas lo han hecho uti-
upervlvencla para 11 '
que o ras han sido ca '
formas, pero para la mayora ha resultado la n' I accionadas de mltiples
flexible, con mejores horarios que la m 'd
,ca
a ternatlva Viable, la opcin ms
, ayona e los trab '
a mUjeres y, sin duda en la q "aJos que suelen emplear
, ue se gana mas dinero,
Dolores Juliano es una antroplo a ue '
aos en el mundo de la prostitucin ha trabajado durante bastantes
catalana, Es reconocida como una d I J en el casco antiguo de la capital
tema, y defensora de los Planteami:nt:
s
:ayores expertas en el pas en este
gusta destacar en sus trabajos el hecho d: corte laboral. Esta investigadora
les activas, capaces de actuar en trminos mUjeres son agentes socia-
autodeterminacin que hay que ten objetiVOS propios y con un nivel de
, er en cuenta antes d' I
sldera que habra que aleJ'arse de t di' e Juzgar as, Por ello, con-
o as as medidas sal ' ,
tas que parten de la idea de q I ' vaclonlstas o proteccionis-
ue a gunas mUjeres deb
res tuteladas o que deben I en ser tratadas como meno-
, ser sa vadas de ellas mismas
160
' Por que' el' " , eJercIcIo
204
___
de la prostitucin (adulta Y consentida) debe pasar a ser considerado como traba-
jo sexual? En primer lugar para que estas mujeres ganen en autoestima, a fin de
que ayude a superar el fuerte estigma que esta actividad tiene en la sociedad, El
no poder ser consideradas como trabajadoras, afirman las defensoras de estos
planteamientos, es un ataque directo a la posibilidad de que puedan ser conside-
radas como miembros de pleno derecho de la sociedad, En segundo lugar para
facilitar la regularizacin de la situacin legal de las mujeres inmigrantes meretri-
ces, Al no considerarse como actividad laboral, el ejercer la prostitucin no se
tiene en cuenta a la hora de poder optar a obtener los permisos de residencia Y
trabajo necesarios para permanecer legalmente en el pas, En tercer lugar, se con-
sidera que la legalizacin facilitara el control Y el castigo de las situaciones de
explotacin, abuso Y violencia que con frecuencia se ejerce sobre las mujeres y
que en la actualidad permanecen en total impunidad, Sin derecho laboraP61 algu-
no, muchas veces las mujeres deben soportar situaciones que podran ser denun-
ciables en el caso de que estuviera claramente tipificado legal Y penal mente las
prcticas permitidas Y las que no,
En Espaa entre los defensores del tratamiento de la prostitucin como un
trabajo destaca como, quizs, el ms activo, el Colectivo en defensa de los dere-
chOS de las prostitutas HETAIRA, con sede en Madrid (http://www,colectivohetai-
ra,org), Entre los argumentos para defender su posicionamiento sealan que las
prostitutas han sido las primeras en reivindicar el reconocimiento de la prostitucin
como un trabajo, para hacerlas visibles socialmente, y tambin, como instrumen-
to para mejorar unas condiciones de trabajo que, en la mayora de los casos son
lamentables, debido a la clandestinidad a la que se ven abocadas por las polticas
pblicas prohibicionistas o abolicionistas 162, El sindicato Comisiones Obreras en
Catalua Y en Aragn 163 tambin han prestado pblicamente su apoyo a un grupO
de meretrices que desean legalizar su actividad,
Partidaria tambin de la legalizacin del ejercicio de la prostitucin en
Espaa es la Asociacin Nacional de Empresarios de Locales de Alterne
(ANELA) 164 que agrupa a un grupO de propietarios de burdeles del pas, Con cone-
xiones polticas ms que dudosasl65, esta asociacin se constituy legalmente en
el ao 2001 y ha logrado aparecer con cierta frecuencia en los medios de comu-
nicacin estatales tratando de presentarse como interlocutor vlido de los empre-
sarios del sexo ante la Administracin pblica, Esta asociacin pide una ley que
205
206
Nadie "va de putas"
considere como trabajadores por cuenta propia a las mujeres y hombres que se
decidan a la prostitucin." queremos un modelo similar a los de Alemania y
Holanda .. , regulando la prostitucin como actividad laboral especfica con epgra-
fe en la Seguridad Socia/166,
Existe tambin otra asociacin empresarial del mismo sector de actividad,
denominada Asociacin Nacional de Empresarios "Mesalina", Legalizada como
asociacin desde finales del 2004, su inscripcin en la Direccin General de
Trabajo fue polmica, Esta se produjo tras una orden de la Sala de lo Social del
Tribunal Supremo, Segn la sentencia, la actividad mercantil de "Mesalina" se limi-
ta a la tenencia y gestin de establecimientos pblicos hoteleros destinados a dis-
pensar productos o servicios a terceras personas ajenas al establecimiento, que
ejerzan el alterne y la prostitucin por cuenta propia, Seala la informacin publi-
cada en el diario "El Pas" 167 sobre este tema que Trabajo intent que los asocia-
dos a "Mesalin' modificasen la expresin alusiva a la prostitucin y, al no hacer-
lo, les deneg la inscripcin,
El Supremo dio finalmente luz verde a su funcionamiento aplicando la doc-
trina del Tribunal de Justicia de la Unin Europa, En concreto la sentencia del caso
Jany y otras, del 20 de noviembre de 2001, que declar la prostitucin como acti-
vidad econmica ejercida de modo independiente, a condicin de que fuera por
cuenta propia, La exigencia es que se preste sin vnculos de subordinacin en la
eleccin de la actividad ni en las condiciones de trabajo y retribucin y a cambio
de una remuneracin pagada ntegra y directamente,
A pesar de que existen coincidencias, son abismales las diferencias entre
los posicionamientos de los grupos feministas y las ONG's de apoyo a las prosti-
tutas con lo defendido por ANELA, Desde estos grupos no empresariales se ataca
con dureza a todo el mundo que rodea a las mujeres que ejercen la prostitucin
(empresarios, chulos, "maridos", etc,) que los consideran como verdaderos par-
sitos de las mujeres meretrices, Son ellas y slo ellas quienes de verdad hacen el
trabajo duro, desagradable y peligroso, Por ello, plantean el fomento del ejercicio
de la actividad de forma autnoma y cooperativa, donde los ingresos repercutan
ntegramente en quien ejerce la actividad, sin intermediarios ni protectores que
acaban suponiendo una verdadera sangra econmica,
capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
- ----------------
------------'
DE LAS PROSTITUTAS
MANIFIESTO POR LOS DERECHOS
por Asociacin HEITARIA
ueve en una situacin de alegalidad: su
t't cin se m d h 'd
En la actualidad en nuestro pas, la pros I u . ercen carecen de erec os reconOCl os.
, "10 no constituye delito pero las personas que lo eJ 'Ial de estudio de la prostitucin. Los tra-
eJerclc , . 'n espec 1 '11 '
E marzo de 2002 el Senado constituy una Comlsl " s elecciones genera es sm egar a nlngu-
n 'd t de las ultima
bajos que emprendi fueron paraliza os an es
na conclusin. marcha recientemente el Ayuntamiento
h uesto en "1 bl (1
El Plan contra la esclavitud sexual que a P .' dIsector de prostitutas mas vu nera e as
de Madrid ha empeorado considerablemente la derechos humanos tan elemen-
que captan la clientela en las calles de nuestra clud I)bre circulaclon.
tales como el respeto a su dignidad o el derecho a la I . firmantes queremos manifestar ante la
. .. onas abajO
Preocupadas ante esta sltuaclon, las pers
ciudadana y los poderes pblicos 10 siguiente: . te el derecho a emigrar a la libertad
P
eclal men ,
- Los derechos humanos de las prostitutas, eS cios no estn siendo reconocidos en la
'Os neg
o
1 d'
de movimientos y a establecer sus propl conozcan sino que se pongan os me lOS
actualidad. Creemos que urge, no slo que se re '
necesarios para que se garanticen. . d en 2001 por el Tribunal de Justicia
tencia dicta a . . .
- Que se reconozca, como plantea una sen t' idad econmica legitima.
... unaaclV
de Luxemburgo, que la prostltuclon es titutas Y su capacidad de decidir, sin
"ddelaspros, d
- Que se reconozca y respete la dlgmda , o con quin qUieren acue; os
coacciones, a qu quieren dedicarse Y a los clientes que esta
comerciales. Consecuentemente, mo parte del citado Plan contra la esclavl-
vando a cabo la Polica Municipal en Madrid, cO la demanda, sino que favorece los tratos
, '1 o reduce d' - d 'd de
tud sexual ya que esa medIda no so o n ramiento de las con IClones e VI a
, , ' te empeo
rpidos y clandestinos con el conslgwen
las prostitutas. las propias prostitutas, espacios pblicos
- Que se negocien, teniendo en cuenta la en buenas condiciones de higiene, segu-
donde puedan ejercer libremente la espacio pblico, es de todos y no de
ridad y tranquilidad, La calle, como paradlg era conflictos, debe ser consensuado,
, rt- 1 P lo tanto su uso, SI gen
algUien en pa ICU aro or brgan y fuerzan a mujeres a pros-
. s mafias que o I
- Que se persiga de manera fehaCIente a la . d
. . .. de esclavltu .
tltwrse y las explotan en reglmen declaraciones pblicas de rechazo y
omposas I
- Que se acabe ya con la hipocresa de P cionalmente organizadas y se pongan os
anatema de estas prcticas inhumanas, Inte:aencima de todo tipo de intereses creados.
medios, que los hay, para acabar con ellas, P
Madrid, mayo de 2004,
tivohetaira,orgl
Fuente: Asociacin Heitaria. http://www.col
ec
-,----------------------------
-"
207
208
Nadie "va de putas"
Los ayuntamientos y el miedo a la "visibilidad" de la prostitucin callejera
Algunos ayuntamientos espaoles han tratado . .
dicar diferentes tipos de prcticas relacionadas ca bien de regular bien de erra-
conocidos son la Ordenanza sobre estable . . t n la Los casos ms
titucin del Ayuntamiento de Bilbao 168 o os publlcos dedicados a la pros-
llevada a cabo por el Ayuntamiento de la esclavitud sexual
Desengao 169 de la capital. en las centncas calles Montera y
La ordenanza bilbana ha sido muy ublicit d
testada por diferentes colectivos feminista: De to: afPor los mass media y Con-
tante similar a otras existentes en otras ciudades esas _armas, en el fondo, es bas-
distancias mnimas entre locales as' panolas ya que establece unas
I como una sene de re "t h ..
tarios para los mismos Lo q qUlsl os Iglenlco-sani-
. ue pasa es que nunca nadO h b'
e,n el ttulo de forma explcita la palabra "Prostitucin"le;e : la a poner
terminas como whisquer'las bar' . on recuencla se utilizan
, ras amencanas o club L O
de Distancias Mnimas del Ayuntamiento de Zara es ... a Municipal
agraciado: "bares especiales"170. goza utiliza un eufemismo poco
En junio de 2002 la Federacin Espaola de M ...
br unas jornadas relativas a la prostitucin en el bUtnlclPlos y Provincas cele-
establecieron una serie de recomend . m I o mUnicipal en las que se
todo caso una v d aClones para la Intervencin pblica 171. En
, ez marca as una sene de normas I
y las instalaciones mnimas de los burd I I es sobre las distancias
cipales en materia de prostituci eEes, gran obseslon de las polticas muni-
n en spana en estos ltim - .
sacar de la calle a las prostitutas Sobre tod d I anos ha Sido el
tI o e as zonas mas "visibl" '
cen ra es, de las urbes. Esta estrategi r' es , mas
ciudadana 172, Se tolera su ex' t . a lene un afan de ocultar la prostitucin a la
IS encla, pero molesta que se vea.
La dispora de las mujeres y transexuale .
jera en las grandes ciudades e _ I . s que ejercen la prostitucin calle-
, spano as adqUiere a veces tintes d .
aSI como la carrera entre el perro y el gato S I emenclales. Algo
a reaparecer en otro cercano. Por ejemplo 'Ia de un sitio para volver
euros a mujeres que ej'ercen la pro t't" a de Barcelona multa con 160
s I uClon en determinadas 11 ..
un artculo de las ordenanzas munici ca es atenlendose a
ca 173. Se trata d f . pales, por hacer uso abUSIVO de la va pbli-
e una arma encubierta de mandarlas . . .
lugar hay protestas vecinales vuelt a otro SitiO. SI en el nuevo
, a a empezar. De esta manera, con frecuencia
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
se acaban creando de forma ms o menos planificada zonas de tolerancia en
espacios deshabitados (polgonos industriales, cruces de autopista) o muy degra-
dados (por ejemplo barrios sin tejido asociativo vecinal o comercial alguno).
Ghetos del sexo, que se convierten en espacios donde las personas que ejercen
la prostitucin asumen unos riesgos altsimos. Riesgos mucho mayores que en
una zona urbana cntrica, donde los propios vecinos y viandantes disuaden a
posibles agresores.
Valencia, Alicante o Barcelona son slo algunas de las grandes ciudades
con importantes bolsas de prostitucin callejera. Nos detendremos sin embargo
nicamente en el caso madrileo. De hecho el Ayuntamiento de Madrid, con su
concejala Ana Botella al frente, ha demostrado en los ltimos aos una especial
combatividad en tratar de erradicar la prostitucin que se ejerce en la calle 174. Las
fuertes campaas de vecinos y comerciantes presionan a los polticos para llevr-
selas a otra parte. En algunas zonas de la ciudad de Madrid como Cuzco, la pros-
titucin callejera ha sido erradicada tras una notable actuacin policial. En otras,
sin embargo, los poderes pblicos no lo han logrado.
Es el caso de las calles de la Montera y Desengao, una de las peores
pesadillas de los responsables municipales madrileos, Muy cntricas, adyacen-
tes a ambos lados de la Gran Va, y por lo tanto fcilmente visibles por turistas y
nios, en hora punta (sobre las siete y media de la tarde) pueden llegar a concen-
trarse hasta las 150 prostitutas. Los vecinos y comerciantes han protestado de
casi todas las maneras posibles. Desde la clsica instalacin de cartel era reivin-
dicativa en los balcones hasta tratar de intimidar y filmar a los potenciales clien-
tes. La operacin "contra la esclavitud sexual" del Ayuntamiento de Madrid ha
supuesto la concentracin de recursos en esta zona. Varias decenas de policas
locales patrullan la zona da y noche para hostigar a clientes, meretrices y proxe-
netas. Se han multiplicado las inspecciones a los modestos hoteles y hostales del
entorno que hacen de lupanar. Tambin se ha instalado en la zona una unidad
mvil de la Concejala de Empleo y Servicios al ciudadano que ofrece a las mere-
trices servicios como asesora jurdica o cursos de formacin, Para tratar de
camuflar y reducir el espacio pblico disponible, tambin se ha instalado un mer-
cadillo desmontable, Tras esta batera de medidas y abundante dinero pblico
invertido en polica y, en menor medida, en servicios sociales, parece que el nme-
ro de meretrices ha descendido bastante, un ao despus de su puesta en mar-
cha. Muchas de ellas se han desplazado a calles adyacentes, menos transitadas,
209
i "
La madrilea Casa de Cam
prostit ' , po es una de las m
uClon callejera existentes en esto ayores concentraciones
y 125 personas en horario diurno y entr: ;;omentos en Espaa, En torno a las 1
to de 2003 el Alcalde Ruiz Gall d" 5 Y 230 en el nocturno 175 El 1 d
n d - ar on Implant t ' . e oo.
a as Zonas del parque dond res ncciones al trfico en
, e se produca el c t determi, .
y meretnces, Con menos espacio las d' on acto entre clientes motorizad
trices y los proxenetas con frecue'n' ISputas territoriales entre las propias m os
, cla acaban I ere-
w,meros cortes de trfico en la Casa de Ca en pe eas, Un mes despus de los
ClplO de Getafe denunci que mucha d mpo, el Ayuntamiento del vecino mu .
no, al Polgono Industrial de San Marc:s.
e
se haban desplazado a su
Getafe, David Lucas, solicit coordinacin al de Seguridad Ciudadana de
se puede quitar la prostitucin de un mu ' yuntamlento de Madrid porque no
Poligono Industrial de Villaverde es t d mClplo para trasladarlo a otro 176 El
,por las noches, y a donde 10: lugares ms frecuentados, so'bre
amblen all se ha restringido el trfico rod d acceden mayormente en coche
plazado la actividad a zonas cercanas. a o nocturno, pero de nuevo se ha
Tienen algo que decir las autonomas en est
e asunto?
En un Estado tan descentralizado -
torno a la posibilidad de que las dl'fe t como el espanol cabra preguntarse e
una l' ' ren es comu 'd n
N po Itlca especfica en este mbito L ni ades autnomas desarrollen
178 han llegado a plantearse una' ,os parlamentos de Andaluca 177 o
social. Sin resultados concretos ms all que vaya ms all de la accin
En el mbito auton' " e siempre constructivo debate,
I d h miCO unlcamente la G
a o asta la fecha. Es el conocido Decreto 217 eneralitat de Catalunya ha legis-
los locales de pblica concurrencia de 1 de agosto, por el que
creta, el Gobierno cataln recono de se ejerce la prostitucin En
ms amplia a escala autonmica el Est::o para poder elaborar una refo;ma
/eformas legislativas previas Por ello se pnmeramente realizar una serie
I e res proyectos de ley: uno de modificacin
I
dCllaCal Gobierno espaol que adop-
a prostitucin y t e odlgo Penal t
, un ercero para modific d ' o ro para regular
Decreto establ ' ar eterminadas
dad ., ece una serie de caractersticas mni normas procesales, El
, de, bldes, aislamiento acstico etc)' mas de los locales (obligatorie-
ublcaclon: no podrn situarse cerca aS1
1
como una serie de condiciones de
cue as u otros sitios habituales en el o '
210 ao
con la
de menores de edad, Se establece que a partir de las 50 personas de aforo del
local, tiene que haber como mnimo un vigilante. Tambin que los titulares de
estos locales debern garantizar que las personas que prestan servicios de natu-
raleza sexual estn sujetas a las medidas de control sanitario de tipo preventivo y
asistencial, contenidas en los programas de atencin dirigidos a la prevencin de
las enfermedades de transmisin sexual (articulo 12.1), Tambin deber garantizar-
se a todas las personas usuarias el acceso a preservativos, debidamente homolo-
gados Y con la fecha de caducidad vigente (Artculo 12), Se establece un horario
de apertura, no antes de las 5 de la tarde, Y cierre, nunca despus de las cuatro
de la madrugada.
Esta norma ha despertado el inters Y el apoyo de una parte de la socie-
dad. Como muestra de ello en su editorial del 3 de agosto de 2002, el diario "El
Pas" aplaudi el carcter pionero de la iniciativa catalana. El editorialista pide que
se abra un debate sobre el tratamiento que debe tener la prostitucin en Espaa
pero, afirma, que no se pueden poner puertas al campo, apoyando que el comer-
cio del sexo se regule para minimizar los efectos nocivos que genera siempre toda
actividad alegal, A pesar de que cuenta con apoyos, el Decreto cataln sobre la
prostitucin tambin ha contado con fuertes detractores, Por ejemplo, varios
municipios se encuentran en estos momentos en juicio con la Generalitat al haber
concedido los ayuntamientos licencias a clubes que no se atienen a la normativa
autonmica vigente, Adems, en estos momentos, el Tribunal Superior de Justicia
de Catalua est estudiando el recurso interpuesto contra el Decreto por siete
asociaciones contrarias a la legalizacin del ejercicio de la prostitucin,
El Decreto de la Generalitat es bastante genrico, pero supone un hito al ser
la primera vez que una comunidad autnoma legisla en el tema. A finales del ao
2005 el Departamento de Interior cataln esperaba poder presentar un primer
borrador de Ley, Esta tendra entre sus contenidos aspectos como la prohibicin
de la presencia de las prostitutas en las calles, aunque sin embargo se permitira
el funcionamiento de prostbulos siempre que cumplan los requisitos marcados
por la Generalitat. El cumplimiento de la norma se corroborara a travs de la rea-
lizacin de inspecciones peridicas. La Ley podra prever que sea la mujer la que
decida por s sola los clientes con quienes mantiene relaciones sexuales 179.
211
212
Nadie "va de putas"
Cmo est la situacin en Zaragoza y Aragn?
Al igual que en el resto de las grandes ciudades espaolas, en Zaragoza la
polica realiza espordicas oleadas de redadas en clubes de alterne. Son las
Brigadas de Extranjera las que hacen el trabajo, cerciorndose sobre el estado de
los papeles de residencia y trabajo de las mujeres que estn en los clubes ejer-
ciendo la prostitucin. La lnea de actuacin es, pues, similar a otros sitios. Los
responsables politicos de la polica que se han ido sucediendo desde la reinstau_
racin de la democracia, al frente de la Delegacin del Gobierno en Aragn, han
mostrado un inters desigual sobre el tema. Todava hoy hay quien recuerda la
actuacin en el ao 1996 de Garca de la Riba, el por aquel entonces Delegado
del Gobierno, que mand tapiar las puertas de entrada de algunos locales de
alterne de la zona de las calles Pignatelli, Boggiero y plaza Ecce Hamo.
A finales de agosto de 2005 el "Peridico de Aragn"18o pUblic una infor-
macin, citando fuentes de la Delegacin del Gobierno en Aragn, en la que se
sealaba que exista preocupacin por el repunte de la Prostitucin callejera en la
capital. En principio esta modalidad se considera la ms molesta, al ser tambin
la ms visible. En especial parece que esta institucin mostraba una mayor preo-
cupacin por la ejercida en el sector de las calles Toledo, vila y aledaos. Seala
la informacin que se ofrecen los servicios a partir de las doce de la noche.
Textualmente el artculo dice al respecto: Las fuentes consultadas reconocieron
que no Son estas calles la nica zona de la ciudad donde se ejerce abiertamente
la prostitucin callejera -ocurre lo mismo en los alrededores de Mercazaragoza y
en el sector Conde Aranda-, pero s la ms peligrosa.
Fuera del mbito policial la pOltica pblica en materia de Prostitucin se
centra en actuaciones en el mbito de la accin social y la sanidad (ver captulo
cuarto de este libro). Hasta la fecha por lo menos el Ayuntamiento de Zaragoza no
ha llevado a cabo ninguna poltica especfica para regular los locales de alterne y
la situacin de las prostitutas. Hecho que s ha sucedido en ciudades como
Bilbao.
Sealemos (ver recuadro de Julin Ruiz Marn en Cap. 3) que la primera
capital en regular el tema Zar.agoza en el siglo XIX siguiendo una larga tradicin
legislativa, ahora perdida.
e 'j I 5 . Qu hacer con la prostitucin? apluo .6
. QU HACER CON LA PROSTITUCiN?
Juan Belloch. Diario "la Razn" 20 de agosto de 2003
.. rostitucin da cuenta el hecho de que no existe un
Acerca de la complejidad del tema de la p d I soc'lal demcrata alternativo. Los
I ., d' lctlca con un me e o
modelo liberal conservador en re aClOn la I ara abordarlo. Slo al nivel
h t ido a formular unas pautas caras p
partidos polticos no se an a rev t f agmentarias ms preocupadas de los
cipal, algunos Ayuntamientos han tratada. de dar a:
o
: problemas que para vecinos y comer-
aspectos relativos al tema de la prostltuclOn en la ca e, con
ciantes supone, que al fenmeno mismo.
. ., I rofesin ms antigua del mundo para,
No vale con subrayar que la prostltuclon a. t I de tolerancia por va de los hechos.
t . nadamente la sltuaclon ac ua
giendo los hombros, acep ar reslg . , , nti ua del mundo (parece que, al menos, es previa en
Ni est demostrado que sea la profeslon mas ag. t'f' priori ninguna solucin jurdica (el
I tor) ni su antigedad JUs I Ica a
el tiempo la de cazador-reco ec, . l' d) Si entendemos que las normas son
. por eso nadie lo ha lega Iza o.
sinato existe desde Siempre, y no , . t fenmeno al margen de toda pauta
una forma acabada de civilizacin, no hay razon para dejar es e
jurdica. , .
. . . am liado de manera exponencial. Su eJer-
El negocio de la prostitucin se ha dlverslf.lcadO y p. rt modo romntico dentro del con-
onente reSidual y, en CJe o ,
cicio en la calle no deja de ser un comp 't. pro telfono o Internet el "alterne", los
h ngloba Los contactos ero ICOS ,
junto de fenmenos que oye. I'd d 'maginables hetero y homosexuales de
' . I masajes y todas las moda I a es I ,
espectculos eratlcos, os . T articulares o burdeles son el volumen
unas u otras formas de relacin sexual en hoteles, domlcllos p
principal del negocio. . .
., " . or alabras" de cualquier dmflo para observar
Basta la lectura de la secclon de an,unclos Pbl Pd stro pas que por cierto y salvo con-
I cios mas renta es e nue ,
la punta del iceberg de uno de os nego . t. Por qu el Derecho prefiere no ocupar-
. . I stanciallibre de 1mpues os. . I
tadas excepCIOnes, esta en o su . "1 estudie" una Comisin especial de
. 'ha tenido que recurnr a que o , ,
se de ese negocIo? Por que se d . t do est en cuestin sin que sea facll
te tema casi todo por no eClr o , ,
Senado? Lo cierto es que es , d b basarse toda regulacin jurdica.
encontrar elementos para el consenso en que e e
. . l' ico Una corriente doctrinal, de la que forman
El primer problema es estrictamente Ideo . rt d rechazar ontolgicamente la
f .. t s de todo signo polltlco pa e e
parte ilustres juristas y emlnlS a '. titucin que se ejerza por la libre
tt . , no forzada es deCir una pros
bHidad de que exista una pros I uClon , 'b' I ntad" me refiera en todo caso a la
. t da Cuando hablo de "11 re vo u ..
voluntad del interesado o In eresa . .. d d 'nero a paleta de la construcclOn,
. alquier otro OfiCIO, es e mI , .
libertad relativa con la que se ejerce cu . con otras profesiones mas estl-
s El que se prefiera o se suene
desde mecnico a pasante de seguro , t ejercicio a una regulacin norma-
mulantes no excluye tal "libertad" ni justifica que no se some a su
213
214
tiva. Esta corriente sostiene que son las mujeres las que en .
de los seres humanos que se prostituyen ya' t su mmensa mayora integran el colectivo
f sIen an como un axio
orzadas por las condiciones econmicas Gulturale . ma que, en todos los casos, lo hacen
cal L t't" ,s Y sociolgicas generada I '
. a pros t uClan sera la mxima expresin d I s por a socIedad patriar-
el d b . . e a explotacin sexista I
e er milItante de combatirla. Desde e t . . y, por o tanto, el Estado tiene
la 1 s as premISas se niega la leg1 'd d
r a pues ello -se dice- equivaldra a c' Ilml a del Estado para regu-
to social de la mujer. onsolJdarla y perpetuar la tesis del sometimien-
Nada permite afirmar, sin embargo que la min . .
hombre en ese mercado no se vaya d ofltana posicin que actualmente ocupa el
., dio, e manera paradjica t
clan e a mujer a las actividades laborales normalizadas t ., e paralela a la
sobre lo que se espera de la mujer en el camp d I Y . amblen -qUlza- al cambio de paradigma
ella decida tener. Si se ampla el nmero de h o be as rela.clones sexuales y sobre todo del papel que
. om res que viven del eJ'e '. d
qUiera de sus formas es porque obviamente ' . rClclo e la prostitucin en cual-
el f ' se esta Incrementando la d d
enomeno llega como parece a tener un 'rt. eman a de sus servicios. Si
, a cle a magnitud so . lid
otros campos legtimos de accin, como la educacin o la ' . Cla ,e erecho no puede jugar (hay
el modesto papel de regulador de esa realidad, polltlca) el papel de freno ideolgico, sino
Por otra parte, buen nmero de prostitutas de colectivo
res sociales que las conocen de verdad f' s que las representa y de
t d ' a Irman que es ofensivo qu d'
a para opinar y decidir respecto de sus activid d e se Iscuta su dignidad y
con s 'd a es Y respecto de lo que h
VI as. Sostienen que han "elegido" el oficio de I .., acen con sus cuerpos y
unos niveles de independencia de poder y . a prostltuclOn porque a travs de l logran
, nqueza que nunca hubier d' .
como, de casa, de suerte que sus verdaderos problem o an a qUmdo. como asalariadas o
son vlctlmas y en la privacin de sus derechos b' . as en la estlgmatizacin de que
aSlcos a la segundad personal y a la seguridad social
Debemos rechazar en consecuencia la exclusin m ,. " '. , .
que un debate racional deba partir de la existe o d etaflslca de prostltuclon libre" y admitir
ce t t o nCIa e al menos tres tip d '
n ra o diferenciado. La prostitucin d . o os e situaciones que
e I e menores o defiCientes adscr"t l'
n a que cualquier refuerzo para atajar de raz I f ' I a a area del derecho penal y
mente, la prostitucin de personas adultas "libr: "enomeno debe ser incentivado y aplaudido. Y
ment I s que es preciso sin m dOI ' '
e, a prostitucin de personas adultas que l' . ' S I aClOnes, regular. Y final-
cal.t . , a ejercen por VIOlencia int' 'd .-
SI uaclon de vulnerabilidad situac" t' ' Iml aClon, engao o
h' ,lOnesaenlaquesehacei"
agan cumplir los criterios del Cdigo Penal de 1995 mpresclndlble que de verdad se
y se complementen tales normas con verdad el conjunto de aparato represivo del Estado
afect d eras polltlcas sociales qu d
a as su capacidad, siempre relativa de I . e evuelvan a las personas
, eeglr.
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
A nivel autonmico no existe poltica especfica en la materia, Ni en materia
laboral ni de Accin Social. El Instituto Aragons de la Mujer ha mostrado en oca-
siones cierto inters por el tema, pero no cuenta con un programa especfico,
Por supuesto, hay mujeres que ejercen la prostitucin que s que se acogen
a algunos programas transversales para personas en situacin de riesgo de exclu-
sin que oferta el gobierno regional: ingreso aragons de insercin, ayudas de
urgencia, programas para inmigrantes, etc, En el Plan Integral para la prevencin
y erradicacin de la violencia contra las mujeres en Aragn, aprobado en febrero
de 2004 por las Cortes aragonesas se seala un genrico (apartado 2,2,7): crear
y/o colaborar con la iniciativa social en el mantenimiento de centros de alojamien-
to e insercin social para mujeres vctimas de malos tratos con caractersticas
sociales especiaJes (prostitucin, inmigrantes, enfermedades mentales, etc).
Algunas entidades de iniciativa social realizan una discreta e importante labor tra-
bajando con este colectivo,
Los partidos polticos aragoneses y sus planteamientos
en torno a la prostitucin
A fin de poder clarificar las posturas de los principales partidos aragoneses
en torno a esta cuestin, estos investigadores hemos pedido su opinin sobre
este asunto a las personas responsables de las reas de mujer y/o igualdad del
Partida popular, el Partida Socialista Obrero Espaol, Chunta Aragonesista, el
Partido Aragons e Izquierda Unida en Aragn,
Para ello hemos remitido un mismo cuestionario con tres preguntas a las
que pedimos respuesta por escrito, Antes de adjuntar los textos, para analizarloS
posteriormente, los autores queremos agradecer la seriedad y eficaca de las per-
sonas consultadas, Se trata de un tema polmico Y donde no es sencillo realizar
un planteamiento, Sobre todo teniendo en cuenta que la mayora de los partidos
no han definido una nica y clara postura, Por ello los autores queremos agrade-
cer especialmente el esfuerzo realizado.
215
Nadie "va de putas"
ROSA PLANTAGENET-WHYTE
Portavoz de Asuntos Sociales del Partido Popular en las Cortes de Aragn
216
Tiene su partido definida en materia del tratamiento qu debera tener
la prostitucin en Aragn?
La prostitucin no es una situacin que afecte slo a Aragn sino al conjun-
to de Espaa y, por lo tanto, el planteamiento del Partido Popular es similar
en todas las Comunidades Autnomas. Nuestra posicin es, sin compartir
el hecho de la prostitucin, la de mximo respeto a la dignidad de las per-
sonas que ejercen esta actividad y por supuesto a la voluntariedad de ejer-
cer este oficio.
En el Partido Popular creemos que cualquier solucin debe tener en cuen-
ta algo fundamental que condiciona las medidas que los poderes pblicos
deban adoptar: hay personas que ejercen la prostitucin voluntariamente y
otras, me atrevo a decir que la gran mayora, que estn condicionadas y, en
consecuencia, sin posibilidad de dedicarse a otra actividad.
Son dos casos muy distintos, que merecen actuaciones muy diferentes y
que, en cualquier caso, obligan a una reflexin y a un debate con profundi-
dad. Un debate que, por cierto, las Administraciones posponen sin razn y
que lamentablemente no hace otra cosa ms que agravar la situacin per-
sonal de las prostitutas, la extensin de las mafias y una consideracin mer-
cantilista de la prostitucin que olvida los dramas humanos que en dema-
siadas ocasiones se producen.
Su organizacin es partidaria de regular el ejercicio de la prostitucin
en Aragn?
El Partido Popular es partidario de definir el problema y buscar soluciones.
Regular el ejercicio de la prostitucin es, seguramente, la decisin ms sim-
plista, pero dudo mucho que sea la ms adecuada para solucionar este
fenmeno. De hecho, cabe plantearse ayuda la regularizacin del ejercicio
de la prostitucin a aquellas prostitutas que no quieren serlo? o elimina la
regularizacin de la explotacin de las prostitutas? Tal vez, reitero, tal vez,
regular la prostitucin pueda ser una medida, pero habra que estudiar a
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
fondo si las experiencias implantadas en algunos pases
autoestima Y dignidad en aquellas personas que practican la prostltuClon.
En el Partido popular nos gustara hablar ms de prevencin: de la existen-
.. t d ducacin Y formaclon de acceso
cia de recursos sociales suflClen es, e e .' l'
al mercado laboral, de eliminar la explotacin, de co,:,batl: la exc uSlon
social; en definitiva, de alternativas antes que de regularIZaClon.
Principalmente en Zaragoza, donde se concentra el mayor
mujeres ejerciendo la prostitucin en la calle, las man en na
zonas acotadas?
Si ha algo que rechaza de plano el Partido popular son los A estas
de siglo resulta inadmisible. Se trata de una solucin retrograda a/e-
I
'ada de la realidad. Soy consciente de que este sistema se aplIca y se regu-
,
.' do ha servido para solUCIonar e
la en algunos pases pero, en nmgun mo, . .. _
problema. Pretender acotar esta actividad circunscrIblendola a zonas
das es cerrar los ojos, pretender ocultar el problema Y asumIr la
social como una categora ms que el Partido popular no va a campa Ir.
MARA PILAR PREZ
Senadora PSOE
. Tiene su partido posicin definida en materia
tener la prostitucin en Aragn?
del tratamiento que
. d I PSOE con los ciudadanos Y ciudadanas en esta cues-
El compromISO e I I que concurri-
tin est definido claramente en el programa Electora con e d 2004
a las Elecciones Generales del pasado 14 de malZo e .
Textualmente, este apartado seala lo siguiente:
t es de explotacin
Combatir el trfico de mujeres y menores con In
sexual.
I t . f de personas con fines de
Aunque es dificil precisar las cifras, al ser e ra ICO d'cho delito ha
explotacin sexual una realidad clandestina, es eVIdente que I
217
218
Nadie "va de putas"
sufrido un notable aumento en nuestro pas
U
" yM
n/on Europea,
todos los pases de la
Este problema debe combatirse de forma inte r '"
intervenir desde mltiples aspectos' por u g al y las mstltuclones deben
" ' na parte la persecucIn d l
ma las, por otra la prevencin, la sensibilizacin social l ' , e as
a las vctimas, Slo de esta forma nos a ,y a atenclon y apoyo
cin de este problema, cercaremos a la erradicacin y solu-
Consideramos el fenmeno de la prostl't " ,
d ' uClon, una man/festaci d l
y
un fenomeno especficamente de gne'o es d 'd IguaiJtana, Es
, " , eCIr e comportamie t d"
renclal de las personas en funcin de si es homb ' n o I,e-
mayora de las prostituidas son mu'eres ,_ re o mUJer. La abrumadora
consumidores, los traficantes y los clientes
hombres, Si los hombres no considerasen un derech: su practIca totalIdad
explotacin de mujeres y menores, la
Por tanto el objetivo poltico del PSOE en esta c t"
ues Ion es doble:
1, Lucha contra el trfico de mujeres y menores con fines d ' ,
sexual, Las personas traficadas por ese fin su onen e explotac/On
tes estudios ms del 900/< dI' P hoy, segun reClen-
pas S t ; d o e as que ejercen la prostitucin en nuestro
, ' e, ra a e, una nueva forma de esclavitud, que so arta
CIO multlmillonano para beneficio de ma" 't ,P un nego-
Ilas In ernac/Onales.
2, Lucha contra una manifestacin ms de la desi uald d '
que tradicionalmente han sido los hombres ha, de ya
quienes compran a mujeres y nias ale ay sIguen slendolo,
necesidad masculina "natural", ,g que actuan desde una
es partidaria de regular el ejercicio de la prostitucin
Esta pregunta requiere una reflexin previa' 'A qu n
hacemos referencia a regular la ProStitUCi;/ nos re erimos cuando
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
El Cdigo Penal no castiga la prostitucin, sino el proxenetismo, es decir a
aquella persona que se lucra con el ejercicio de la prostitucin de otra per-
sona, No parece razonable legalizar el proxenetismo, luego hemos de con-
tinuar persiguindolo como una actividad delictiva,
Regular los locales donde se ejerce la prostitucin (tamao, salidas de emer-
gencia, sistemas de prevencin de incendios, etc.), se realiza ya, en la mayo-
ra de los casos, a travs de las correspondientes licencias municipales, nor-
malmente como bares o establecimientos similares, En cualquier caso, de
poco sirve a las mujeres y menores traficados y explotados sexualmente esta
regulacin concreta del local,
Regular las condiciones del ejercicio de la prostitucin en materia laboral,
significa considerar esta prctica como un trabajo, con todas sus consecuen-
cias: alta y pago de las cuotas correspondientes de la Seguridad Social,
como autnomas o asalariadas (estaran dispuestos los empresarios contra-
tadores a abonar esta cuota?); derecho a la sindicacin y al convenio colec-
tivo que regulara las condiciones de trabajo (horarios, vacaciones, seguridad
laboral, derecho a la huelga); derecho a la formacin; derecho a las inspec-
ciones de trabajo; derecho a la no discriminacin y a la promocin de la igual-
dad en este "trabajo" (Por qu slo lo van a ejercer las mujeres?); etc,
Es evidente que el fenmeno de la prostitucin (un hombre que compra
sexo y una mujer o un menor que lo vende), ligado normalmente a la clan-
destinidad, es muy difcil entenderlo como una actividad laboral ms,
La consecuencia de alguna medida de este tipo, segn hemos observado
en la experiencia de otros pases, es que se consolidan y aumentan las
redes de prostitucin, por tener unas condiciones ms favorables, a costa
de la dignidad de las mujeres y menores que se ven for.zados a prostituirse,
Principalmente en Zaragoza, donde se concentra el mayor nmero de
mujeres ejerciendo la prostitucin en la calle, las mantendria en
zonas acotadas?
El hecho de que la prostitucin se pueda ejercer en espacios pblicos, o en
determinadas zonas acotadas, puede constituir un problema de orden
219
220
Nadie "va de putas"
pblico de importancia sobre todo para el vecindario, pero no creemos que
se resuelva este problema de explotacin de gnero, simplemente hacin-
dolo desaparecer de la vista, in visibilizndolo para que no moleste.
El problema es mucho ms profundo, tiene un componente de comporta-
miento social de desigualdad y discriminacin contra las mujeres, y un com-
ponente de extraordinario negocio, que genera inmensos beneficios a costa
de la explotacin de mujeres y menores, contra el que el PSOE se ha com-
prometido a luchar ante los ciudadanos, en su Programa Electoral y en su
accin de Gobierno.
SUSANA RODERA
Secretaria de Igualdad y Solidaridad de IU Aragn
Tiene su partido posicin definida en materia del tratamiento que
debera tener la prostitucin en Aragn?
Izquierda Unida entiende que el tratamiento de la prostitucin ha de hacer-
se, por un lado, desde una perspectiva estatal, salvando las competencias
que corresponden a las administraciones autonmicas o municipales y, por
otro, desde la lgica de los derechos humanos y de la igualdad de la mujer.
Nos parece que no debe generalizarse ni considerar la prostitucin como
un fenmeno homogneo, no puede indicarse que existe slo un tipo de
prostitucin ni ignorar que los hombres se han incorporado a la misma.
Creemos que es complicado definir qu es digno, argumento que sirve a
las posiciones abolicionistas. Y entendemos que se ha de contar con la opi-
nin de las propias personas afectadas, generalmente obviadas y que
reclaman sus derechos. En todo caso, como izquierda transformadora y
emancipadora, no consideramos la prostitucin como un mal menor; esto
nos parece reducir a costumbre o cotidianidad algo que en nuestra opinin
es el reflejo de esta sociedad patriarcal y neoliberal y de la contradiccin
capital-trabajo en la que sta se mueve. La prostitucin es un tema compli-
cado y resulta ms fcil abstenerse, mirar a otro lado, pero debemos arries-
garnos y buscar soluciones.
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
Dadas estas premisas, una cosa es lo que sera ideal y deseable y otra cosa
es la realidad. Y la realidad es que la abolicin de la prostitucin no conlle-
v una desaparicin de la misma, sino la clandestinidad o irregularidad. Por
tanto, creemos que la ilegalizacin slo produce "invisibilizacin" del pro-
blema y desproteccin de las posibles vctimas.
Creemos que el tratamiento de la prostitucin debe abordar cuestiones
como las siguientes:
La violencia ejercida contra las mujeres. En este caso es necesa-
rio que encuentren un apoyo institucional para poder denunciar
esa violencia y prevenirla. Debe quedar claro que nunca debe cri-
minalizarse a la persona que ejerce la prostitucin.
La pobreza y la exclusin social. Agravadas ambas en este caso
por el hecho de no tener oportunidades de inclusin, ni de inte-
gracin social y laboral.
Derechos, principalmente los sociales. No es tolerable que por
razn de la actividad que ejercen no puedan acceder, por ejem-
plo, a determinadas prestaciones. Entendemos que como sector
de especial riesgo deberan ejecutarse programas de salud, inclu-
yendo prevencin de SIDA y ETS Y los servicios sanitarios acor-
des con sus necesidades.
A estas cuestiones a las que las instituciones pblicas deben dar solucin,
hemos de aadir unos problemas que consideramos inadmisibles Y deben
ser perseguidos y condenados:
Rechazamos por completo el proxenetismo como ejercicio de un
poder y una mediacin intolerables.
Repudiamos el ejercicio de poder, de patriarcado y de machismo.
Nos preocupan por su gravedad y denunciamos enrgicamente la
prostitucin infantil y la trata, la explotacin y la esclavitud en las
que se hallan muchas personas. Deben perseguirse con mayor
ahnco cualquier forma de explotacin sexual, especialmente la de
menores, cualquier situacin de prostitucin forzada y las mafias.
221
222
Nadie "va de putas"
y despreciamos la ejecucin de delitos que pretenden encubrir_
se aprovechando la circunstancia de la prostitucin, como son
acosos sexuales o violaciones, entre otros.
Asimismo es necesaria una modificacin de la Ley de Extran;eda q . .
di' '. , ,ue Impl-
e ejercIcIo de. derechos de los/las migrantes, como la solicitud de deter-
mmadas prestaciones sociales, su integracin social o incluso la d .
d '" , ' enuncia
e su propia sltuaclon. Estas y otras circunstancias les condenan a I
F a
gmaclon e Imposibilidad de regularizacin, lo que en ocasiones les 11
b d
. eva a
uscar re es cnmmales que les "apoyen".
Adems debe incidirse con ms rigor en la educacio'n en todo I .,
. , s os niveles
especialmente en cuanto a igualdad de gnero, para conseguir en de"l'
r' l' "ni I
va e Immar a Imagen machista de la mujer y su anacrnico rol en la socie-
dad. A ello aadirse cdigos anti-sexistas tanto en el control de
matenales dldactlcos como en los medios de comunicacin.
Yen suma, deben ofrecerse alternativas laborales reales para aquellas per-
sonas que acuden a la prostitucin como ltima "salida" paya q '1
d' , .. uesoose
e el factor de plena y autnoma voluntad -sin olvidar que la "eleccin" de
un trabaja viene casI siempre determinada por factones como I . ..
'. F a Pos/c/on
social o la sJtuaclOn econmica-, ofrecindoles a estas personas progra-
mas especiales de atencin, sobre todo formativos y sanitarios.
Su es partidaria de regular el ejercicio de la prostitucin
en Aragon?
Dada esta realidad y dado que no desaparece en aquellos momentos en
que se ha abolido, la regulacin del ejercicio de la prostitucin sera
P
I" un
aso para a de las personas que se prostituyen, especialmente
de aquellas mas vulnerables, mujeres, menores y migrantes. En todo caso,
hemos de tenerpresente que las principales medidas al respecto -como la
Segundad competen a la Administracin General del Estado.
Creemos tamblen, que la regulacin posiblemente permitida distinguir entre
aquella prostltuclOn voluntaria y la fOlZada y supondra el reconocimiento de
la litulandad de derechos que toda persona tiene y la posibilidad de ejer-
cer/os y reclamar/os. Recordemos que en 1999 el grupo parlamentario de
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
Izquierda Unida present en el Congreso de los Diputados una proposicin
no de ley sobre el reconocimiento de los derechos sociales de las personas
que ejercen la prostitucin.
Dos aspectos fundamentales nos diferencian del discurso reglamentista de
otros partidos: en primer lugar, rechazamos el proxenitismo, en ningn caso
se puede favorecer ni legitimar a los que comercian y se lucran con la pros-
titucin ajena; y en segundo lugar, no creemos que por reconocer que exis-
te la prostitucin sea necesariamente buena, no es un mal menor que
hemos de admitir.
No podemos olvidar que una regulacin deberia respetar las diversas situa-
ciones en que se produce la prostitucin y no constreirlas a un nico
modelo y debed a ir acompaada de un compromiso poltico verdadero en
la eliminacin de la discriminacin laboral, tanto en el acceso como en las
condiciones y el salario, y un compromiso social de igualdad que elimine
los patrones machistas de esta sociedad.
Principalmente en Zaragoza, donde se concentra el mayor nmero de
mujeres ejerciendo la prostitucin en la calle, las mantendra en
zonas acotadas?
No lo consideramos oportuno. La ejecucin de polticas activas debe ir por
otro camino y nos preguntamos de dnde vendrn estas iniciativas que
suponen retirar de la vista lo que no nos gusta o no queremos ver. Si el pro-
blema es la situacin de las personas que estn en las calles de Zaragoza,
debemos ofrecerles proteccin y la posibilidad de elegir; alejar o cercar lo
que no nos gusta, nos parece una actitud hipcrita. Dado que creemos que
ha de darse una mayor visibilidad a los problemas y las necesidades que la
prostitucin conlleva, entendemos que no ha de ser ocultada ni marginada.
Como conclusin debe entenderse que los motivos para ejercer la prosti-
tucin son varios. Corregir los factores que "obligan" a ejercer la prostitu-
cin -como son la falta de alternativas laborales, entre otras- es fundamen-
tal. Impedir las situaciones delictivas es vital. Revisar los factores que llevan
a alguien a requerir los servicios de una persona que se prostituye es com-
plicado. Entretanto la educacin y la concienciacin son fundamentales
para criar personas respetuosas con los dems,
223
Nadie "va de putas"
En definitiva la falta de regulacin no puede sino aumentar la exclusin, la
precariedad y la desproteccin. Tolerar esta situacin irregular supone, en
nuestra opinin, un discurso asistencialista o moralista paralelo a una irre-
gularidad de por vida de las/los migrantes que vinieron con la esperanza de
prosperidad, por una parte, y un consentimiento de todo tipo de explota-
cin de las personas que se prostituyen, por otra. Afrontar la prostitucin
requiere reconocerla e impedir las situaciones de vulneracin de derechos.
MARA HERRERO
PAR
224
Tiene su partido posicin definida en materia del tratamiento que
debera tener la prostitucin en Aragn?
Es un tema que nos preocupa y por ello mismo elaboramos un detallado
informe de la situacin para estudiarlo y plantear propuestas en la comisin
sectorial correspondiente. Si bien es cierto que especificamente en el pro-
grama electoral de las ltimas elecciones no abordamos el tema, no lo es
menos que forman parte de las lineas politicas dirigidas a la poblacin en
riesgo de exclusin, colectivos desfavorecidos y planes de actuacin con-
cretos dirigidos a mujeres, Y en ese sentido si que se contemplan.
Por otra parte, el PAR es el responsable en el Gobierno de Aragn del
Instituto Aragons de la Mujer, y desde l se desarrollan medidas concretas
en este mbito, que se corresponden, evidentemente, a la ideologia que al
respecto tiene nuestra organizacin politica en la medida que es posible de
acuerdo con los recursos que se disponen y la viabilidad de las mismas.
Su organizacin es partidaria de regular el ejercicio de la prostitucin
en Aragn?
Es ste un aspecto complejo en el que entran en juego mltiples factores
que no pueden obviarse y mantener una posicin univoca a favor o en con-
tra. Adems de que hay que tener en cuenta la legislacin estatal referida a
este tema, es evidente que la prostitucin no es un fenmeno con caracte-
risticas homogneas, sino que existen situaciones diversas que supondrian
un tratamiento diferenciado. En nuestra opinin, hoy por hoy no contempla-
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
mas como un objetivo a corto plazo y factible su regulacin. En tanto que
no se solvente la grave problemtica de las mafias y redes Ilegal",s que eXIs-
te dificilmente pueden tomarse decisiones al respecto. En el mforme que
estudiando en el seno de nuestra organizacin los. datos demues-
tran que hay argumentos contrapuestos Y una gran complejidad Y descono-
cimiento de esta realidad.
De todos modos, pensamos que deberia abrirse un debate en profundidad
en las Cortes Generales para tomar medidas amplias y efectIVas al respec-
to. El silencio dificilmente soluciona una evidenCia sOCIales problematlca
como es sta.
Principalmente en Zaragoza, donde se concentra el mayor de
mujeres ejerciendo la prostitucin en la calle, las mantendna en
zonas acotadas?
Para empezar, si no es una cuestin regulada y reconocida de alguna mane-
ra no vemos cmo pueden tomarse determinaciones de esta desde
instituciones. Por otra parte, la prostitucin en la calle no deberla facdl:
tarse en modo alguno. Aun as, reconociendo su existencia, hay que consI-
derar que son muy numerosas las investigaciones sOCIales que concluyen
ue cualquier sector poblacional que se acota en un espaCIO concreto
urbe corre el riesgo de desembocar en la creacin de guetos yeso dlfl-
cilmente facilitara la integracin en la sociedad de las personas que forman
parte de ese grupo, sino que acaba siendo perjudiCial para ellas.
Hay que tener en cuenta que muchas de las mujeres que ejercen la
tucin dejarian de hacerlo si tuviesen posibilidades de contar con un traba
jo y formas de vida normalizada, puesto que en general se han ViStO
das a rostituirse por razones de supervivencia. Por ello, es
uest: en marcha de proyectos de intervencin social, formaclon e mserclon
con el fin de que alcancen la integraclon plena en la SOCiedad.
225
Nadie "va de putas"
ISABEL GIMNEZ NUDA
Rolde Igualdad Chunta Aragonesista (CHA)
Tiene su partido posicin definida en materia del tratamiento que
deberia tener la prostitucin en Aragn?
Chunta Aragonesista apuesta por la legalizacin de la prostitucin
para regular esta actividad, y establecer derechos y obligaciones de todas
las personas y organismos implicados, trabajadors, empresarios (en su
caso) y Administracin. Chunta Aragonesista reclama que se regule una acti-
vidad que ya existe en la actualidad, que est generando muy elevados
ingresos para terceros (locales, proxenetas, medios de comunicacin
mediante publicidad, etc.) y que sin embargo est olvidando a las personas
protagonistas de esta situacin, sus derechos y obligaciones, las personas
que ejercen la prostitucin.
Entendemos la prostitucion en todo caso como una actividad practi-
cada por adultos en plenitud de condiciones mentales y en libertad, yen tal
sentido cualquier regulacin de la materia ha de velar como premisa previa
por la proteccin mxima de ambos requisitos y medidas penalizadoras de
su incumplimiento. Esto es, proponemos el castigo y represin ms absolu-
ta de la prostitucin infantil, as como de la prestacin de cualquier prctica
sexual bajo coaccin o restriccin de la libertad y voluntariedad en su prc-
tica para las personas adultas.
En consecuencia Chunta Aragonesista aboga por que la prostitucin
sea una actividad legal en Espaa siempre y cuando quienes ejerzan tales
actividades sean personas mayores de edad y lo hagan en absoluta libertad
y voluntariedad. En tal sentido, se hace necesaria una regulacin legal de
esta actividad.
Entendemos que la prostitucin es una actividad que no puede ejer-
cerse por cuenta ajena, por cuanto no puede estar sujeta a la explotacin de
terceros. Ninguna persona que ejerce la prostitucin puede estar al servicio
de terceros para lucrarse de ella. En consecuencia abogamos por la crea-
cin de un epgrafe especifico en nuestro sistema fiscal y de Seguridad
Social para que I@s trabajadors que ejercen la prostitucin puedan cotizar
a la Seguridad Social. De este modo, apostamos porque se otorguen todos
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
los beneficios del Sistema Pblico de S.S., as como derecho absoluto a la
Sanidad Pblica, prestaciones de incapacidad temporal, incapacidad perma-
nente tanto por contingencias comunes como por el reconocimiento espec-
fico de un listado de enfermedades profesionales. Del mismo modo, est@s
trabajadors han de tener derecho de acceso a las correspondientes presta-
ciones econmicas derivadas de la jubilacin y la viudedad, as devengar a
favor de familiares las de orfandad y el resto de prestaciones de tal tipo.
Este reconocimiento equiparara esta profesin a cualquier otra, si
bien en su regulacin habra que tener en cuenta determinadas peculiarida-
des, sobre todo en orden a las denominadas enfermedades profesionales y
las prestaciones derivadas de ellas.
Principalmente en Zaragoza, donde se concentra el mayor nmero de
mujeres ejerciendo la prostitucin en la calle, las mantendra en zonas
acotadas?
En cuanto al ejercicio de la prostitucin en lugares pblicos, s que
abogamos por la existencia de una ordenanza municipal mnimamente res-
trictiva por cuanto como cualquier otra actividad mercantil o de otro tipo que
se desarrolla en la vl pblica ha de mantenerse dentro de un orden mnimo
tendente a una adecuada convivencia. Por ello se debera restringir el ejer-
cicio de la prostitucin en lugares prximos a colegios, parques infantiles,
lugares de convivencia de la tercera edad, zonas de acceso sanitario, etc.
No se trata de prohibir por cuestiones morales sino de compatibilizar el ejer-
cicio de una actividad profesional con el resto de usos de la va publica, as
como por ejemplo ocurre con la colocacin de mercadillos pblicos, espec-
tculos, etc.
227
228
Nadie "va de putas"
Hay alternativas a la "estrategia del avestruz"?
Todo lo anterior se podra sintetizar de la siguiente forma en el cuadro resu-
men de la pgina siguiente:
Del anlisis de todos estos planteamientos, varias cosas parecen claras. En
primer lugar, en lo que respecta a lo qu hacer en materia de prostitucin, la res-
ponsable consultada del Partido Socialista se muestra partidaria, en trminos
generales, del modelo actual. Aclarando en todo caso que no es favorable a la
posibilidad de poder llegar a considerar a la prostitucin (de mayores de edad,
consentida) como una actividad laboral. En trminos similares se expresan desde
el Partido Aragons y el Partido Popular. Ningn partido en Aragn parece mos-
trarse favorable al denominado modelo Sueco, que castiga a los clientes de pros-
titucin. Sin embargo, el modelo Holands, de corte laboral, s que es defendido
por dos formaciones polticas: Chunta Aragonesista e Izquierda Unida. Por otra
parte, tan slo Izquierda Unida hace referencia a la necesidad de reformar tambin
la Ley de Extranjera.
En todos los textos se coincide en la necesidad de reforzar la lucha contra
las mafias as como con la prostitucin ejercida por menores de edad y/o forzada.
Todas las formaciones polticas parecen tambin coincidir en la necesidad de
aumentar los recursos en servicios sociales, educacin y trabajo para este colec-
tivo. Finalmente todos los partidos, salvo Chunta Aragonesista, se muestran des-
favorables a la existencia de zonas de tolerancia para la prostitucin en determi-
nados distritos de la Ciudad de Zaragoza. Chunta plantea la creacin de una orde-
nanza municipal mnimamente restrictiva que aleje la prostitucin de determinados
lugares como colegios o parques infantiles. Se trata de una propuesta que recuer-
da a lo planteado por la Generalitat de. Catalunya.
Finalmente cabe destacar cmo la mayora de los partidos se muestran
favorables a abrir un debate pblico sobre el tema: Partido Aragons y Partido
Popular as lo plantean abiertamente, en concreto en las Cortes. Aunque las repre-
sentantes del resto de partidos aragoneses no lo explicitan en sus textos, parece
existir en todos ellos una actitud favorable al debate pblico sobre la cuestin.
> .'?
Capitulo 5. Qu hacer con la prostltuclon.
., osicionamientos de las responsables las
Cuadro sntesis con los. principales p S dales de los mayores part!dos polltlcos
reas de Igualdad, MUjer de la prostitucin en Aragon y Zaragoza.
aragoneses con respecto a tra ami
PP
PSOE
CHA
PAR
IU
No. a que la
AdministraclOn abra un
debate sobre este tema.
S (jos vas:
lucha contra el trafICO de
mueres y menores con fines
de ?exuo?l y lucha
contra la prostltu!=!on en SI
como manifestac!on de
de genero entre
hom res y mUjeres
s
No. Es un tema .que preocupa
y se est estudl!ndo en la
comisin sectorial
correspondiente. Se
encuentra sin embargo,
interado dentro de la.s .lmeas
pol icas generales. dlngldas
a la en riesgo de
excluslon
S Debe tratarse desde yn!
perspectiva estatal. autonomlCa
mUnicipal. Hay que contpr
la opinin de las propias
personas afectadas,
generalmente obviadas,
reclaman sus .. , a
aboliCin de la prostltuClon no
es la solucin, tenindose que
tratar el tema sJe?de una
Q.erspectiva fflultlple: Ley de
extranjera, .cont[J
mujer, educaclpn en Igua a
de gnero, etcetera
No es .favorable a la regulacin.
Trabajar en el mbito de la
prevencin y. en
recursos, y
formaCin suficiente
No se puede considerar la
prostitucin como u,na
actividad laboral !}las .. ,
Entender la gn?stltuclon
como un tra aJo puede
consolidar y aumentar las
redes que trafican
Legalizacin de la prqstitucin
para regular la actiVidad y
establecer derechos y
obligaciones de t9das las
personas y organismos
Implicados. Siempre que la
actividad sea entre adultos y
consentida por las p<:lrtes. l
Creacin de un. ergrafe en a
SegUridad SOCia
No se considera como un
objetivo factible a corto plazo
su re%ulacin. Previamente
se de e solventar el
roblema de las ma,flas y
de trafiCO. Se
debera a m un debate en
profundidad sobre el
en las Cortes de Aragon
Favorable a la
del ejercicio de la prostltuclon
ya que sera un paso para la
proteccin las personas
que se prostituye,!, en
especial de las mas
vulnerables. En todq caso la
mayora de las medidas
competen al Estado .. La,
regulari?acin permlt.lfla
distmCJUlr la prostltuclon
volunfaria de la forzada
No Contrarios a los
guetos que supone tan
slo tratar de ocu.ltar el
problema y la
exclusin SOCial
No. La solucin c; este
problema no esta
simplemente en
haCindolo desaparecer
de la vista,
invisibilizndolo para que
no moleste
S Creacin de \J0a
ordenanza
mnimamente res nctva
ue aleje la
alleJera de etermlnados
lugares como colegios o
parques infantiles
No La prostitucin .en la
calle no debera faCilitarse
en modo alguno
No. A estas personas se
les debe ofrecer
proteccin y la posibilidad
de eleqlr, por lo que no
Sirve e nada alejar o
acercar lo que no gusta
ver
229
230
Nadie "va de putas"
En torno a la necesidad de un debate abierto, tolerante y democrtico
sobre la prostitucin
Las polticas desde lo pblico en materia de prostitucin son de compleja
definicin y, en todo caso, siempre deben tener en cuenta el medio y largo plazo.
La mayora de las actuaciones aplicadas hasta la fecha en Espaa se han basado
en hacer leyes nuevas y revisar las existentes. Principalmente reformas del Cdigo
Penal y normas de Extranjera. En todo caso, como hemos visto, predomina la
"estrategia del avestruz": cubrir la cabeza bajo la tierra, no haciendo nada con res-
pecto a lo que sucede en el exterior. El estatus juridico de la prostitucin en el pais
es, en estos momentos, de tacto, de alegalidad. No est ni del todo prohibida, ni
del todo legalizada.
Parece evidente que la sociedad aragonesa y espaola debera tratar de
abrir un debate democrtco sobre esta cuestin. Afrontarlo directamente, a
sabiendas de que no es un asunto tan sencillo como podra parecer a simple vista.
La razn principal es que hay en torno a un millar y medio de mujeres que en estos
momentos estn ejerciendo la prostitucin en esta Autonoma. La clientela mas-
culina podra rondar en torno al 10% de la poblacin entre los veinte y los cuaren-
ta aos. Todo ello sin contar con homosexuales y transexuales, que tambin debe-
ran ser incluidos. En ocasiones las meretrices ejercen su actividad en situaciones
muy precarias. No basta con actuaciones policiales ni con tmidos programas
pblicos de accin social. Este es un asunto importante, que toda sociedad
democrtica madura debe tratar de afrontar con serenidad, sin tapujos, moralis-
mas y de forma trasparente. Holanda o Suecia lo estn haciendo, aunque sea con
puntos de vista muy diferentes. Es llamativo que esto no se haga aqu. Sobre todo
si tenemos en cuenta que Espaa parece ser el pas de la Europa occidental con
un mayor nmero de mujeres ejerciendo la prostitucin, y de hombres compran-
do sus servicios.
Capitulo 5. Qu hacer con la prostitucin?
CITAS captulo 5:
. Senadora Cristina Klimowitz Waldmann. Se cons-
131 VII Legislatura. La Presidenta fue la . de 2004. Las actas se pueden
. 2 fr' sus trabajos el 20 de enero 1997 2000
tituy el 21 de marzo de 200 y r d 405 html Previamente, entre los aos y ..
leer en www.senado.esllegis7/comlslones In ex_ de 'Ia del Congreso y del Senad? se
en el seno de la Comisin mixta de los d Mujeres nios y nias". Los trabajos tamblen
en una pone
ncia relativa al "Trfico Internaclona e ,
resultaron inconclusos. . .. de Trabajadoras Sexuales de
I
el mundo como la Asoclaclon e t I de
132. Hay algunos ejempos en . da desde 1995 al sindicato en ra
\
. (A:TSA-AMMAR) que se encuentra Incorpora
la Argen Ina
Trabajadores Argentinos (CTA). . d W" M Delncuente vctima, mal
t t n el trabajo e Ijers, . '(2004)
133. Este subapartado se en a e e la rostitucin. En Osborne, R. (Ed.) ...
social o mujer trabajadora: perspectivas. lega.les en el siglo XXI. Barcelona, Edlclons
Trabajador@s del sexo. Derechos, migracIOnes
Bellaterra. Pginas 209-221. . E -a La polica sanitaria de las
. d f g/amentansmo en span. J .
134 Guerea J. L. Los ongenes e re. . . de I'Espagne. N.o 25. un 10
... (Z' a 1845) Bulletin d'Hlstolre Contemporalne
mujeres publicas aragoz .
1997. Pginas 39-55. . d b' rtamente sobre este tema. Sin
a se ha pronuncia o a le , I . .
135. El Parlamento Europeo nunc .' d 2000 seala (pgina 7) que: 'e reg/men
embargo, en una polmica Resolucin del }9 en vigor en la mayora de los Estado
de prohibicin directa e indirecta de do por las organizaciones criminales". De ello se
miembros crea un mercado clandestmo la monopolizacin de la actividad .por parte
deduce que la Resolucin culpa a la pro lICIO a su vez que el oficio de prostItuta norma-
mafias y grupos delictivos organizados .. sino que se trata de un fenmeno est.r:-
mente no es consecuencia de una eleCClon 1, re. . olticas y culturales. Esta Reso.luclon
chamente vinculado a las posibilidades de' postulados que
ha despertado fuertes crticas parte e as. C sideran que de esta manera las
mente prostitucin con por las Naciones Unidas (ONU) anfo
nes europeas se alejan de la Imea abo de la Trata de Personas y de fa Explotac/on e a
1949 en la Convencin para la Represlon
Prostfucin Ajena.
136. Juliano, D. (2004). Pgina 39.
137. Juliano, D. (2004). Pgina 120.
S
olana Ruiz, J. L (2003). pginas 217-219.
138.
Defensora del Pueblo de Navarra (2005). Pgina 44.
139. En Comunidad de Madrid.
140. Markstrm, E. La nueva penal en Suecia.
Direccin General de la Mujer (2001). Paginas 161-167.
141 Defensora
del Pueblo de Navarra (2005). Pgina 51.
prostitucin Y
. . E leo y Comunicaciones.
G b
Sueco Ministerio de Industna, mp
142. o lerno '. 4
ficking de mujeres". Folleto informatIvo. Enero 200. .. Tailandia son hombres.
143. Por ejemplo, el 85% de las personas viajan a (Ed.). (2004). Pginas 237-
Covre, P. De prostitutas a "sex workers ? En Osborne, R.
144.
244.
231
232
Nadie "va de putas"
145. Diario "El Pas", 25 de octubre de 2002. Pgina 32.
. . ,146. Regan, l. Trfico de mujeres y legislacin en Gran Bretaa
DJrecclon General de fa MUjer (2001). Pginas 169-178. . En Comunidad de Madrid.
147. Defensora del Pueblo de Navarra (2005). Pgina 54.
" Jeffreys, S. Aceptan social de la prostitucin'le { "
Clon en Vlc,taria, Australia. Ayuntamiento de Madrid. de prosttu ..
Congreso mternacional sobre las ciudades y la proStitu' M d' pleo y ServicIoS al CIUdadano.
Actas. el n. a nd, 16, 17 Y 18 de junio de 2004.
149. The Economist. 11 de julio de 2003.
150.
151.
Comunidad de Madrid. Direccin General de la MUjer (2001). Pginas 55-62.
Ley Orgnica 10/95 de 23 de noviembre.
152. Comunidad de Madrid. Direccin General de la Mujer (2001). Pgina 41.
153. Mestre, R. Trabajadoras de cuidado La .
y Olmos, F. (2005). Pgina 154. . s mUjeres de la Ley de Extranjera. En Checa
154. La legislacin espaola d la posibilidad de .
se les ofrezca a las vctimas el elegir entre retornar a u vez finalizado el proceso judicial
fa estancia, su residencia e incluso permiso de pals o bien permanecer aqu facilitndoles
'. 155. Fuera del mbito del ejercicio de la Prostitucin e E _
tlmlento sexual est establecida en los doce aos (Cdi o P' n spana, legal de
181.2.1.). La mayora de edad sexual queda enal titulo VIII, cap. ti, arto
Penal de Espaa ttulo VIII cap 11 ar! 183) P . en los dleclsels anos cumplidos (Cdigo
' "'" ara que eXista Cons r .
estar informada de las alternativas, tener capacidad ara' Imlento sexual la persona debe
de fas consecuencias adems de estar libre d p. discernir y aceptar las responsabilidades
O. y O. (Ed.) (2003). . . G. El lastre del. adultismo. En
Edlclons Belfaterra. Pgina 199. . DIversidad y control social. Barcelona,
D
.,156. Raymond, J. La prostitucin una industria, no un trabao
Irecclon General de la Mujer (2001). Pginas . En Comunidad de Madrid.
157. Para conocer la importancia del fenmeno en E _ . .,
da la PUblicacin: Checa y Olmos, F. (Ed.). (2005) con muy
la mIgracin femenina en Espaa. Barcelona Ic . M Mu!eres en el cammo. El fenomeno de
obra: Ribas, N. (1999) Las presencias de la pero interesante es la
y Marruecos en Catalua. Barcelona, Icaria. on emenma. Un recomdo por Filipinas, Gambia
158. La OIT es el organismo de las Naciones Unida . .
dos con el empleo y el desarrollo y la aplicacin d I s en los temas
en 1919, es la ms antigua de cuantas se inte de trabajo. Fundada
cuenta en la actualidad con 174 Estados Miem;ros. e sistema de las NaCiones Unidas. La OIT
159. Lim, L.L. (1998) The Sex Sector: The econo . .
Southeast Asia. Ginebra, Oficina Internacional del Trabajo mlc and socIal bases of prostitution in
160. Juliano, D. El peso de la discriminacin'
OSborne, R. (Ed.) (2004). Pgina 44. . debates tericos y fundamentaciones. En
Capitulo 5 Porqu el hombre contina acudiendo a la prostitucin"
161. Ver el excelente trabajo relativo a las posible alternativas laborales que se plantean en
torno a la prostitucin en Gay, S., Otazo, E. y Sanz, M. Prostitucin = profesin? Una relacin a
debate. Revista AEQUALlTAS. Nmero 13. 2003. Pginas 12-29
162. Colectivo en Defensa de los derechos de las prostitutas HETAIRA. En Comunidad de
Madrid. Direccin General de la Mujer. (2001). Pgina 317.
163. Destacar la jornada organizada en Zaragoza por la Secretara de la Mujer de CC.OO.
en Aragn el 9 de noviembre de 2005 con el ttulo Derechos Laborales para las Trabajadoras y
Trabajadores del Sexo.
164. La pgina web de ANELA es http://www.anela.cc. Aqu se puede encontrar informacin
como los establecimientos asociados o informes partidarios a la legalizacin de la actividad.
165. El periodista Antonio Salas relaciona a su fundador con la extrema derecha. Salas, A.
El ao que trafiqu con mujeres. Madrid. Ediciones Temas de Hoy. 4a Edicin. Captulo 1.
166. Diario "El Pas". 24 de julio de 2003. Pgina 24.
167. Diario "El Pas". 27 de diciembre de 2004. Pgina 32.
168. Del 12 de mayo de 1999.
169. Se inici el29 de marzo de 2004 y contina en la actualidad.
170. Aprobada desde el ao 1998 estos establecimientos se integran en las actividades del
grupo 11. establecindose una distancia mnima de 150 metros entre locales.
171. Defensora del Pueblo de Navarra (2005). Pginas 38 y 39.
172. Mestre, R. Las caras de la prostitucin en el Estado espaol: entre la Ley de
Extranjera y el Cdigo Penal. En Osborne, R. (Ed.). (2004). Pginas
173. En concreto el artculo' 63.1 a de la Ordenanza municipal porque "la actividad en la va
pblica comporta un uso intensivo del espacio pblico". Diario "El Mundo". 15 de noviembre de 2004.
174. Diario "El Pas". 12 de mayo de 2003. En vsperas de las elecciones locales y
micas en fa Comunidad de Madrid este diario pregunt sobre esta cuestin a los candidatos de PP,
PSOE e IU. A la pregunta sobre si es partidario de regular el ejercicio de /a prostitucin? realizada
a fas candidatos a la Presidencia autonmica, Esperanza Aguirre (PP) afirm que "prohibiremos /a
prostitucin callejera". En la misma lnea se posicion Rafael Si mancas (PSOE). El candidato Fausto
Fernndez (IU) no se pronunci abiertamente sobre fa misma, proponiendo la creacin de un Foro
sobre la Prostitucin en el que se debatieran posibles alternativas. Los candidatos a la Alcaldia,
Alberto Ruiz-Gallardn (PP) y Trinidad Jimnez (PSOE) tambin se manifestaron contrarios a la
prostitucin callejera y favorables a que sta se realice en "/oca/es cerrados con las debidas
tas higinicas y sanitarias".
175. Entre junio y julio de 2002 en los puntos del Camino Garabitas, Camino de los Pinos y
Camino del Prncipe. Ver el interesantsimo estudio de Barahona Gomariz, M. a J. y Garca Vicente,
L. (2003). Pgina 45.
176. Diario "El Pas". 3 de septiembre de 2003. Edicin de Madrid. Pgina 5.
177. El 13 de junio de 2001 la Comisin de Asuntos Sociales del Parlamento de Andalucfa
aprob una proposicin no de ley relativa a la prostitucin procedente de otros pases, mediante la
cual se instaba al Consejo de Gobierno entre otras cuestiones a "Impulsar la realizacin de un pro-
tocolo de coordinacin con otras instituciones para tratar de forma integral dichos casos. Para la ela-
boracin de este protocolo es imprescindible la cooperacin de la Justicia, las Fuerzas de Seguridad
233
del Estado, sociales, las organizaciones
tema y la Administracin Local. Todo ello en el no gubernamentales sensibilizadas marco del Plan Integral de Inmi .. con este
178. Proposicin de Ley Foral de R . . graclon en Andalucia".
Personas que Ejercen Profesionalm . de los Derechos So .
tario de Izquierda Unida el 15 de ;;;'V'dad de Alterne. Presentada por el
179. Diario "El Pas". 28 de septiembre de 2005.
180. "Peridico de Aragn". 29 de agosto de 2005.
234
Conclusiones
La pregunta del milln sera: puede algn da desaparecer la prostitucin
heterosexual para hombres? Hay quien dira que es una actividad antiqusima (no
es tan claro que sea cierto aquello de que es el "oficio ms viejo del mundo") o
que existe en la mayora de las civilizaciones del planeta. De todas formas tam-
bin se puede argumentar que en una sociedad ideal la prostitucin no existira.
Si las personas tuvieran una vida afectiva Y sexual plena, nadie estara interesado
en pagar por tener sexo. El sexo es gratis, incluida la sexualidad no reproductiva.
A su vez, si todas las personas contaran con la posibilidad de tener una educa-
cin, crecer en un ambiente estimulante Y contar con diferentes opciones para
ganarse la vida holgadamente, entonces ninguna mujer tomara la decisin de
dedicarse a la prostitucin.
Sin embargo, la prostitucin va a ms en toda Europa. Desde el punto de
vista de la oferta, la cantera de mujeres jvenes extranjeras dispuestas a viajar
durante algn tiempo a los pases ricos para prostituirse parece ser inagotable. La
enorme brecha entre los pases pobres Y los opulentos no hace ms que agran-
darse. Conviene recordar que la mayora de las mujeres extranjeras que se pros-
tituyen en Occidente estn manteniendo a varias personas en sus pases de ori-
gen. Desde el punto de vista de la demanda las cosas no parecen muy diferentes.
Si aceptamos la tesis de que el hombre contemporneo evita sistemticamente el
compromiso, familiar Y emocionalmente hablando, la prostitucin tiene todava
ms sentido todava. El hombre en el trato con la prostituta recobrara el control
que ha perdido con las mujeres convencionales, con las que se sentira inseguro,
incapaz de dominar la situacin o falto de confianza en uno mismo
l81
. Desde esta
ptica el sexo (de pago) se convertira en un objeto ms de consumo. Se convier-
te en un servicio de proximidad ms, como tantos otros, por el cual se paga Y por
el que se espera un servicio "profesional". En algunos aos esta situacin podra
cambiar, pero con las tendencias actuales se podra decir que la prostitucin hete-
rosexual para hombres goza de una excelente salud. No presenta de ningn indi-
cio de que vaya a desaparecer a medio o, incluso, a largo plazo.
235
236
Nadie
Qu se puede hacer? Libros como ste nos ayudan a comprender
y con ms perspectiva el asunto. Hacer visible todo este mundo, sacndolo de
marginalidad y el secreto tcito. Sin embargo no nos conducen a una lJOnClluslOO j
unvoca. Demasados matices, demasiadas contradicciones a pesar de que
cemos incluso lo que se ha hecho en otros sitios, as como las ventajas e
venientes de cada una de las opciones. Como sealan Rodrguez y Lahbani182 al
final de su trabajo sobre la prostitucin de mujeres de origen inmigrante en
Andaluca: en las numerosas conversaciones que hemos mantenido con las
adoras del sexo, miembros de ONG's y servicios sociales hay algo en comn:
nadie sabe qu se puede hacer, ni quin debera hacerlo. Ni siquiera est claro que
haya que hacer algo. De la misma forma, cuando se leen las conclusiones de
otros de los principales estudios realizados en el pas sobre este tema, durante
los ltimos aos se deduce que tampoco estn demasiado claras las ideas sobre
lo que hay que hacer. Parece que las diferentes modelos a aplicar entran dentro
del mbito de la militancia. Casi siempre desde la buena voluntad, las posiciones
que defienden el modelo holands o sueco plantean sus posturas con pasin y
tratando de convencer al otro. Es una mezcla fascinante de poltica, sociologa,
tica y filosofa.
En todo caso desde todos los puntos de vista hay varios asuntos sobre los
que existe consenso: el primer consenso es la necesidad de realizar un debate
pblico sobre el tema. Que se hable abiertamente en la sociedad sobre los pro's
y los contra's de cada una de las posibilidades de actuacin. Tambin en todos
los casos se est de acuerdo que desde la Administracin pblica se debera
hacer un especial esfuerzo por tratar de ofertar alternativas laborales reales que
permitan que las mujeres que deseen puedan abandonar la actividad, puedan
hacerlo. Tambin el mbito de la educacin, en formacin en afectividad y tica
de la sexualidad, sobre todo destinada hacia los hombres clientes (los que ya lo
son y los potenciales del futuro). Para todo ello es necesario ms recursos,
ro y personal. Finalmente, en el mbito legislativo, son tambin importantes las
reformas en la Ley de Extranjera, la de Proteccin de Testigos Protegidos, el
Cdigo Penal o la ley de Seguridad Social.
La situacin de alegalidad en la que se encuentra el ejercicio de la prostitu-
cin en Espaa tiene dos consecuencias principales: por un lado deja en situacin
de indefensin a varias decenas de miles de personas que la ejercen. A merced de
abusos y explotacin de clientes y proxenetas, prcticamente sin ningn tipo de
Conclusiones
. . d' A su vez aprovechando resquicios legales,
derechos laborales m de cluda ama. b ') los llamados empresarios de los
s (sobre todo hom res, .' d
varios miles de persona cho dinero sin cargas m nesgo e
locales de alterne Y apartamentos, mus' b' n mantener la situacin actual
, 1 d I'to de proxenltlsmo. I le .
acabar en la carce por e Id' no mel' orar mucho las cosas,
l
. 'n seguramente pon na
es malo la simple lega Izaclo , t' 'dad mientras que las mujeres
, . t 1 galizanan su ac IVI ,
los empresarios slmplemen e e, ' . d los mismos problemas con las
't " contlnuanan temen o
que ejercen la prostl UClon t' amo la situacin actual, es una
. , C . tan mala como nega Iva c I
leyes de extranlena, aSI t a los empresarios que b
, , b beneficiando solamen e ,
regularizaclon que aca e . de verdad hacen el trabalo duro,
quearan su actividad dejando de lado a qUienes
'zacin de la actividad, sta deberia fomentar
Por todo ello, en caso de legal!, l" do a los intermediarios,
, 'd d de forma autonoma, e Imlnan ,
el desarrollo de la actlvl a rt de las prostitutas son de
, cuenta que buena pa e . d
Tambin, se debena tener en t' 'dad por un relativamente corto peno o
gen inmigrante Y que se dedican a la ac IVI existe un riesgo serio de que la
h lands nos muestra que h
de tiempo. El caso o de legalizacin ya que hay muc as
, t uede fuera del proceso
mayona del sec or q 1 N tan sencillo como eso.
sanas que no quieren o no pueden hacer o, o es
uir despus de tantas discusiones Y
En todo caso no queremos concl , propuesta para el debate:
dudas, sin dejar de plantear como autores una
. . ilucin en la actualidad, con una
Regular el ejercIcIo de la pros . de medidas (de
d . l que incluya una serie
hoja de ruta (o calen ano ., ) ara su futura abolicin
" compromiso formaclon P
nformaClon, '
(con fecha precisa).
el tema (legislacin local, autonmica,
Regular la actividad para acotar d' 1 ms a fondo Y de esta
d sus facetas), estu lar o ,
nacional, contemplando lo as . . 'd de las miles de mujeres que eler-
, I condiciones de VI a
forma tratar de mejorar as .' lnerables: inmigrantes en
.. l' En espeCial las mas vu , 'd d
cen la prostituclon en e pals, Q dan desarrollar la actlvl a
d' ntes etc ue pue ,
situacin irregular, drogodepen le , . d It s Realizado de forma auto-
tida y entre a u o .
siempre que sea de forma cansen 'd . maf'las A medio y largo plazo la
arios mar! os ni , t'
noma, sin proxenetas, empres ,,' t' e sentido desde una op Ica
ab
olicin La supresin de la actiVidad ya que no len Para ello se debera
. lOchas Humanos. ' ,
del respeto a los ms elementa unda revolucin sexual", trabajando
ciar un paciente proceso educaCional, la seg
237
238
Nadie "va de putas"
con los ms jvenes en la enseanza de la valoracin previa del sert82, en Contra
de la desvinculacin que prima hasta ahora. Donde la vida afectiva y el sentimien_
to sea sinnimo de dignidad.
CITAS conclusiones:
181. Gil Calvo, E. (1997). Pgina 37.
182. Rodrguez Martnez, P. y Lahbabi, H. (2004). Pgina 171.
182. J. A. Marina, El rompecabezas de la sexualidad. (2002).
Lminas e ilustraciones
239
Nadie "va de putas"
-
Bar Puerta
h

246
Eplogo
La mujer y la prostitucin.
Entre la curiosidad y el miedo
a "comportarse como una puta"
A da de hoy se puede decir que se han roto, o se encuentran en una crsis
sin posibilidad de retorno, elementos relativos a la sexualidad femenina con pro-
fundas races catli cas como la importancia de la virginidad, el rechazo a las rela-
ciones sexuales y la cohabitacin pre-mat rimonial o el fuerte estigma hacia las
madres solteras.
Los avances de la mujer espaola en el mbito social, econmico, educa-
tivo y poltico han sido abismales en unas pocas dcadas. La mujer espaola con-
tempornea ha sido estudiada con fascinacin por sesudos socilogos y antrop-
logos extranjeros la rapidez y profundidad con la que ha cambiado 183.
Se ha llegado incluso a acuar el trmino de la "nueva mujer espaola": mejor for-
mada que sus coetneos hombres, predominan entre ellas los valores liberales y
tolerantes, con una visin muy igualitarista de las relaciones entre gneros. Las
jvenes espaolas adoran y respetan a sus madres (muchas de ellas amas de
casa), pero no quieren parecerse a ellas. Mayoritariamente desean tener estudios,
trabajar fuera de casa, contar con independencia de todo t ipo con respecto a sus
parejas. Disfrutar de la maternidad slo cuando ell as quieran y concuerde con su
proyecto vital, familiar Y laboral. Ell o contradice a la visin clsica (esencialista) de
la mujer mediterrnea donde sta se encontraba subyugada en casi todos los
mbitos a su padre, hermano mayor o marido. Con una diferenciacin casi mono-
ltica de lo que era "cosa de hombres" Y "cosa de mujeres". En este escenario la
mujer era la pieza angular del mbito domstico Y de la familia, donde jugaba un
papel clave en la reproduccin de la sociedad: pariendo y criando hijos, cuidando
247
248
Nadie "va de putas"
enfermos y personas mayores, preocupndose del bienestar material y psicolgi_
co del resto de la familia.
El movimiento feminista de nuestro pas ha desarrollado tambin una labor
muy considerable tanto en el cuestionamiento de la feminidad tradicional como en
el de la sexualidad, reivindicando la sexualidad femenina y el derecho al placer
sexual de las mujeres, hasta entonces negados IB4. Muchos cambios a todos los
niveles en poco tiempo pero en el mbito cultural, como es sabido, las transfor_
maciones son ms lentas. Maneras de hacer, de pensar Y relacionarse durante
siglos no pueden cambiar tan drsticamente en tan slo unas dcadas. Tampoco
las formas como los hombres y las mujeres se ven tanto entre ellos/as como a s
mismos/as.
La Espaa tradicional, profundamente machista, mantena un frreo control
material y simblico sobre la sexualidad femenina. La necesidad de la certeza de
la paternidad llev paulatinamente a los hombres a ejercer su control sobre el
cuerpo de las mujeres 185. A lo largo de la historia, la sexualidad masculina ha sido
el referente para organizar la femenina. Las mujeres eran cautivas del deseo y del
placer del hombre, al que servan y para el que eran preparadas. Hacia bien entra-
do el siglo XX en nuestra sociedad la sexualidad no era pensada ni por ellas ni
para ellas. De esa tarea se ocupaban sus esposos, los sacerdotes o los psiquia-
tras
lB6
.
Todos recordamos la novela de Garca Larca, La casa de Bernarda Alba,
con aquellas mujeres consideradas como desiguales, controladas y recluidas en
casa. De la mujer joven se valoraba Positivamente la virginidad como el tesoro
ms valioso. El ligamen entre matrimonio y primer actor sexual de la mujer era
claro y directo. No as del hombre, al que se le toleraban relaciones preconyuga_
les, especialmente con prostitutas. Una vez casada, y por lo tanto ya sexualmen-
te activa tras haber consumado el matrimonio (ruptura del himen) en la noche de
bodas, las expectativas del entorno social de la mujer (y de ella misma) pasaban
por la maternidad. Ser una buena madre. El concebir y criar a los hijos hasta que
estos vuelven, a su vez, a reproducir el ciclo. Las mujeres espaolas pues, tradi-
cionalmente fueron educadas con el referente de dos figuras femeninas de aire
mtico: la Virgen (con mayscula) y la madre.
" o La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta EpJog .
. , . Beauvoir destac en su obra El Segundo Sexo la
tSlm:n:e puta sirve para controlar simblicamente la sexuali-

dad patriarcal, donde domina la I d la mala mu;er La negacin de la
. ierte en el slm o o e , .
sexo por dinero, se conv f l mongama que nicamente mantiene
fmina virtuosa, esposa y madre de ami la, I ra la furcia es el anti-modelo
relaciones sexuales con su mando. La puta, a zar ,
femenino virtuoso.
Manifestaciones del estigma social del lenguaje
Aventurero-a
ligero-a Hombre dbil y/o sencillo Puta
Fuente:
Len: Del 43
Migrantes y
. d I clichs sociales preestableci-
En la tradicin pareca inevitable: salir e os .. 'b' el estigma
1B7 . 'd d ra y madre Significaba recl Ir
dos de virgen, monogamia, CUI a o . . h' h os Pero sobre todo, vic-
. 'br o y comidilla de cuc IC e. ,
Merecedora de escarnio pu IC . uJ'eres (auto) repriman
. Ida misma Las propias m
tima del sentimiento de cu pa e un . t't s sexuales a fin de adap-
f . entos placeres y ape I o
Y (auto) censuraban sus sen Iml, . Q' eda de todo esto en la
tarse a lo que socialmente se esperaba de ellas. 6 ue qu
nueva mujer espaola?
249
250
La mujer promiscua, polindrica, que muestra abiertamente sus deseos
sexuales, que mantiene relaciones con ms de un hombre, que no liga sexo con
afecto corre el riesgo de ser acusada con la etiqueta de mala mujer, la puta.
Breve reflexin previa en torno al cristianismo, la mujer y la prostitucin
Todas las religiones plantean pautas de comportamiento ms o menos dife-
renciadas para los hombres y las mujeres. Los actos y pensamientos que estn
bien o los que estn mal, lo que es virtuoso y lo pecaminoso. Cada una de las tres
grandes religiones monotestas cuentan con una copiosa doctrina sobre el tema.
El sexo es una fuerza poderosa que moviliza a las personas y a las sociedades.
Quien controle la sexualidad tiene un gran poder. Espaa es un pas con una cul-
tura antiqusima y donde, como es bien sabido, tras un aparentemente frreo
catolicismo existe un complejo sustrato de creencias y actitudes de origen maho-
metano, judaico y precristiano (religiones beras, como por ejemplo el culto al
toro). Por eso el caso hispnico es especialmente complejo donde aparecen
muchos matices al tratar de analizar la relacin existente entre creencias religio-
sas, el tema de la mujer en general y de la prostitucin, en concreto.
En la tradicin cristiana la creacin de la mujer responde a la necesidad de
reproducir personas y bienes
lBB
. En el Antiguo Testamento, en Gnesis (captulo 1,
versculos 1 a 17) se habla de un Ser sin principio ni fin que crea al ser humano: y
lo cre hombre y vio que estaba slo, y le dio una compaa, retirando de su cos-
tilla otro cuerpo, una mujer, para que crecieran y se multiplicaran. A pesar de que
el mito originario de la creacin establece una imagen de sumisin y dependencia
de la mujer sobre el hombre, el mensaje de Jesucristo es profundamente igualita-
rista. El hombre y la mujer tienen alma, son hijos de Dios y son iguales a sus ojos.
Varones y hembras, segn sus actos en vida, pueden ir al cielo o al infierno, pue-
den ser santos o pecadores. Es cierto sin embargo que se mantienen en las dife-
rentes confesiones cristianas discriminaciones de gnero, como ejemplo en el
catolicismo donde no se permite el sacerdocio de mujeres. A pesar de ello en tr-
minos generales el rbol no debe impedirnos ver el bosque y se puede decir que
el cristianismo es una religin de concepcin igualitarista.
Dicho esto, la mujer representara en la tradicin cristiana tanto la tentacin
y el pecado como la virtud y la pureza. Estas figuras, seguramente, tendran ra-
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
ces previas al cristianismo, pero la tradicin judea-cristiana las retoma utilizndo-
las como ejemplos a rechazar o imitar. Eva, la primera mujer segn la Biblia, sufre
el estigma de haber sido la culpable de todas las desgracias humanas al haber
hecho caer en la tentacin del pecado a su compaero masculino Adn. En las
antpodas morales se encuentra la Virgen Mara, que vendra a condensar, sinteti-
zar, todas las caractersticas femeninas deseables. Viene a representar el ideal de
madre buena, amantsima, benevolente, protectora y disponible.
La prostitucin en el cristianismo se puede personificar en la apasionante
figura de Mara Magdalena. En el evangelio de Lucas, captulo 7, se describe el
pasaje en el que Jesucristo y Mara Magdalena se conocen. Llorando, arrepentida
por haber ejercido la prostitucin, se arroja a los pies de Jess suplicando su per-
dn. l le perdona sus muchos pecados porque haba amado mucho. Redimida
ya como mujer virtuosa, la propia Biblia explica cmo Mara Magdalena es una de
las mujeres que seguan a Jess en sus viajes. Ella fue una de las que acompa
a Jess camino del Calvario y, luego, permaneci junto a l en la Cruz. Ella, con
otras mujeres, prepar perfumes y ungentos para ir al sepulcro despus del
sbado, descubriendo que alguien haba quitado la piedra del sepulcro del Seor.
Fue la primera persona que habl con Jess una vez resucitado (Evangelio de
Juan, captulo 20). La importancia, pues, de Mara Magdalena, la prostituta arre-
pentida y redimida en Santa, es muy importante en el cristianismo: otros credos
no pueden decir lo mismo.
Navegando en el imaginario femenino: la chica buena, la traviesa
y el hombre con prostituta
Con el fin de tratar de profundizar en la relacin que las mujeres en general
(no relacionadas con el mundo de la prostitucin) tienen con el estigma de la puta,
hemos ledo parte de la copiosa literatura existente sobre el tema. Tamblen dise-
amos una serie de grupos de discusin IB9, una sofisticada tcnica de anlisis
social consistente en reunir a un grupo variable de personas (entre seis y diez), que
no se conocen previamente. Los grupos deben ser heterogneos entre s, pero
homogneos en su seno. Con personas que respondan a caractersticas socio-
demogrficas bastante parecidas: gnero, nivel de formacin, clase social, etc. En
la convocatoria a la sesin se sealaba que se trataba de charlar en torno a un
tema genrico (las relaciones entre los hombres y las mujeres), pero conforme
251
Nadie "va de putas"
transcurre la sesin el moderador trata de que el hilo de la conversacin evolucio-
ne hasta los asuntos que nos interesan. En nuestro caso las relaciones entre hom-
bres y mujeres, la persistencia o no del estereotipo de puta entre las mujeres que
son sexualmente promiscuas y la opinin que les merece a las asistentes al
mundo de la prostitucin en general.
Como introduccin cabe destacar el gran inters que despierta la prostitu-
cin entre el mundo en general. Saben que existe, que muchos hombres acuden
ms o menos regularmente. En algunas ocasiones incluso algunos conocidos
suyos han llegado a reconocer que son clientes, hablando sobre el asunto. La
mayora de ellas tiene mucha curiosidad y reconocen que les gustara en alguna
ocasin poder entrar a un club a echar un vistazo. Ver cmo es, aunque slo sea
una vez. De hecho, en la mayora de los locales vetan la entrada a mujeres no
prostitutas. Las propias meretrices se niegan a ello por pudor. No quieren mironas,
mujeres que slo entren a ver. Se podra organizar, con xito garantizado, visitas
guiadas slo para mujeres a algunos clubes de alterne de la ciudad.
Para conocer mejor el imaginario femenino en torno a este tema diseamos
tres grupos: uno de mujeres menores de cuarenta y cinco aos. El segundo de
mayores de dicho umbral de edad. El tercero estaba constituido por mujeres que
s que se conocan previamente, jugadoras de un equipo femenino de ftbol, a las
que decidimos convocar al considerarlas, en cierta forma, como transgresoras a
la norma general de la sociedad que considera en Espaa el ftbol como "cosa de
hombres". La moderadora de las sesiones fue la antroploga Kaura Calvo, que uti-
liz un guin de entrevista diseado previamente. Una vez ya iniciada la sesin,
para dinamizar el debate, se mostraron a las presentes tres lminas de apoyo para
que las comentaran (ver metodologa para ms detalles). Estas tres fotografas
representaban: Lmina A, "La chica buena"; Lmina B, "La chica traviesa"; Lmina
C, "El hombre y la prostituta". (Ver lminas en pginas en pgina siguiente).
252
Las mujeres que juegan al fltbo!
El ftbol en Espaa tradicionalmente ha sido considerado como "cosa de
hombres '90". Cada vez es menos as, como muestran los datos de que en torno a
150.000 mujeres practican ms o menos habitualmente el ftbol en nuestro pas.
Tambin como socias, espectadoras, seguidoras y aficionadas ha tenido un nota-
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
Lmina A: "La chica buena"
Lmina B: "La chica traviesa"
Lmina C: "El hombre y la prostituta"
253
Nadie "va de putas"
ble auge. Es por ello cada vez ms frecuente encontrar mujeres en los estadios,
asocindose a peas futboleras o leyendo prensa deportiva. En todo caso, es
cierto que continan siendo minora.
A la hora de reflexionar en torno a la relacin y la visin que las mujeres
tienen sobre la prostitucin en general, pensamos en formar un grupo de discu-
sin formado por futbolistas como smbolo de mujeres Y Sin com-
plejos. Conviene recordar que, todava con frecuencia, a las que
a este deporte en el mundo latino se las suele directamente estigmatizar con ter-
minas como lesbiana o marimacho. Hay quien realiza la relacin mental: ya que
el ftbol es un deporte "de hombres", las mujeres que juegan en el fondo, lo que
quieren, es ser como hombres. Independientemente de las apetencias
de cada uno, nos interesaba saber qu pensaban sobre el tema de la prostltuclon
femenina estas mujeres, audaces y atrevidas. Valientes y pioneras al querer prac-
ticar un deporte que la sociedad en la que viven considera que no les correspon-
de. Lo ms fcil hubiera sido disfrutar con la gimnasia rtmica, el patinaje o la
danza.
En lo que se refiere a su relacin con los hombres, tanto en el labo-
ral y deportivo como en el familiar Y afectivo, estas mujeres parecen cOincidir :m
que contina habiendo diferencias entre ambos sexos. Los temas de conversaClon,
los asuntos que les preocupan o las prioridades de la Vida son diversas. Al moS-
trarles las dos lminas (lmina A, "La chica buena" y lmina B, "La chica traviesa"),
se produce una reaccin consensuada: segn ellas, para los hombres la primera
imagen representara la mujer que ellos consideran como la buena candidata para
novia y presentar formalmente a la familia. La segunda, la mUjer de la a;,entura Y
sexo ocasional con poco compromiso. Una de las mujeres lo expresa aSI:
254
"Para un hombre una implica relacin seria y la otra implica un
"polvo" ... a m me hace gracia que los hombres diferencian el sexo en
follar y hacerles el amor. .. y entonces hay compaeros que cuando ven
una cara maja dicen "iaY, esta es majica para darle un besico!"
(Con respeto a la lmina B, "La chica traviesa"). Que es una chica
fcil. Aunque cada uno se acuesta con quien quiere, no sigue estando
bien visto pero si que est siendo ms habitual cada vez ... A los hombres
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
les parece estupendo cuando ven una chica fcil, creo yo, pero en gene-
ral la quieren para esa noche, para el polvo de una noche, cosa fcil ...
Para novia o para que sea su futura mujer para eso no.
A la hora de hablar de la prostitucin, los discursos muestran un tono com-
prensivo y tolerante hacia la prostituta. La comparacin entre mujer prostituta y
mujer no prostituta se realiza abiertamente:
"(La prostituta) se acuesta no con quien quiere, con muchos, pero
le pagan. La otra (la mujer no prostituta) se acuesta con quien quiere y
no le pagan ... S, ella saca placer y la otra dinero. "
"Habr chicas que se prostituyan por dinero fcil y otras que lo
hagan por necesidad. Tienes gente que realmente es por necesidad por
lo que se prostituyen y otras que lo hacen por un dinero fcil entre comi-
llas, un dinero rpido y que te da para vivir bien. .. Una mujer que se ha
apuntado a un,! empresa de trabajo temporal y lleva esperando un mon-
tn para trabajar y llega un hombre y le dice diez mil el polvo y la mujer
tiene dos hijos y mira ... Maana no s, pero hoy comemos todos."
Cuando se les pregunta a estas jvenes mujeres deportistas sobre porqu
creen que los hombres continan recurriendo a la prostitucin a pesar de que es
mucho ms sencillo antes relacionarse entre hombres y mujeres, la primera res-
puesta es de desconcierto. Denota una alarmante falta de comunicacin entre
. sexos: Es complicado saber por qu lo hacen. Hay cosas que son inexplicables ...
y ellos dirn lo mismo de nosotras: A stas no hay quien las entienda, responde
una de las entrevistadas. A continuacin, los argumentos van adquiriendo matices
diversos:
"A todos nos gusta el sexo por igual pero para ellos creo que el
sexo es su necesidad bsica. "
"Para un machote no es la calidad sino la cantidad. Para ellos no
importa la calidad, no importa que lo hagas bien o mal sino la cantidad. "
"Porque si es hombre seguramente lo que le har a esta chica no
nos lo har a nosotras. Suele pasar eso ... Joder, es la mentalidad de
255
Nadie "va de putas"
antes ... Cuntas mujeres hay que ven programas de sexo y que no saben
donde tienen el cltoris con 50 aos, es verdad... No saben disfrutar del
sexo y sin embargo el hombre es distinto ... Seguramente le pides que te
la chupen y no lo hacen, pues ese hombre lo paga como otra posibilidad".
A la hora de hablar de los hombres de su misma edad, jvenes de menos de
treinta aos, que pagan de forma habitual a prostitutas para tener sexo, las entre-
vistadas sealan que ellos lo hacen para no complicarse la vida o simplemente por
disfrutar. Una de las jvenes futbolistas entrevistadas seala: yo creo que estos chi-
cos jvenes ms que por necesidad lo hacen por decir "Joder pues yo me voy de
putas". Intuyen que parte de sus amigos y familiares hombres acuden ms o menos
habitualmente a la prostitucin. Incluso en algunos casos lo saben a Ciencia cierta
porque han sido ellos mismos quienes se lo han dicho: por ejemplo en una despe-
dida de solteras las mujeres no vamos en grupo a ningn puticlub y los tos en gene-
ral s que van todos a un puticlub ... cuando van todos los tos de cena y tal, t ~ voy
a decir donde acabarn ... en el Crazy Horse
l91
, en el de Streeptease no se que ... o
el que est en la zona que bailan las tas. Yo tengo un compaero de trabajo q ~
me lo viene contando todos los fines de semana. Lo hablamos como gracia, SI
pero las mujeres decimos este no va encontrar novia en su vida ...
Las mujeres de ms de 45 aos
Estas mujeres pertenecen a una generacin que ha sido protagonista en
primera persona de las importantsimas transformaciones que ha vivido la socie-
dad espaola en el ltimo medio siglo. Educadas mayoritariamente en valores tra-
dicionales, vivieron ms o menos intensamente la transicin democrtica, la libe-
racin sexual, la democratizacin de las relaciones de familia as como la progre-
siva incorporacin femenina al mercado del trabajo 192.
Las mujeres que han participada en nuestro grupo de discusin son cons-
cientes de los cambios, aunque muestran su frustracin ante las dificultades por-
que sus respectivas parejas masculinas cambien tambin: Antes las mujeres se
dedicaban a sus faenas, tenan claro que el marido era el rey de la casa y ellas lo
tenan asumido. Ahora trabajamos, vaya hablar por experiencia personal, yo tra-
bajaba y llegaba a casa y tena mi segunda jornada de trabajo y por supuesto ya
256
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
no es que les dijera que me tenan que ayudar, es que no colaboraban en nada ...
con la liberacin de la mujer no s hasta qu punto nos hemos liberado o nos
hemos echado la soga al cuello.
La culpa a veces se dirige contra ellas mismas (son generaciones y genera-
ciones de madres y abuelas las que nos han metido esto en la cabeza), y slo en
ocasiones hacia sus parejas (es que no han estado educados para eso ... Se les ha
focalizado mucho hacia una cosa en concreto que era su carrera profesional o su
trabajo y aparte de eso nada ms ... Yo si fuera un hombre y tengo estos privilegios
a m que me empujen con patadas para quitarme de estas costumbres, porque
si no .. . ).
Al mostrarles las dos lminas (lmina A, "La chica buena" y lmina B, "La
chica traviesa"), la reaccin es bastante similar a la del grupo de fminas futbolis-
tas. Las expresiones utilizadas a veces son casi idnticas, otras ms matizadas.
Conviene tener en cuenta que la totalidad de estas mujeres son tambin madres,
lo que las diferencia de las anteriores. Se entremezclan por ello las imgenes mas-
culinas de sus maridos, hermanos, amigos y compaeros de trabajo con las de sus
propios hijos. La lmina,A, la que representa al ideal de mujer que hemos denomi-
nado como de "chica buena", les sugiere a estas mujeres la chica para presentar-
la a la familia, la novia formal... La oficial, la de presentarla y la de la vicaria, diga-
mos que para una relacin estable ... la madre de sus hijos. El ideal de mujer de la
lmina B, la "chica traviesa", sera para el hombre, sealan, la del tiempo libre, con
la que el hombre suea aunque al final se vaya con la otra, la querida o el rollete, la
que el hombre suea y desea, si ves a un to con una chica as dices "Mir, un rollo
de noche". La primera d ms el prototipo de mujer femenina, ama de casa tradi-
cional, mientras que la segunda es como ms descarada, ms sexy ... Como sinte-
tiza una de las presentes: a sta se la tirara y con la otra formara una familia ...
A pesar de que en los ltimos aos las cosas estn cambiando, Espaa
contina siendo uno de los pases del mundo con menores tasas de divorcios y
separaciones. En muchos casos, las parejas con problemas muy graves de con-
vivencia prefieren continuar casados. Las causas pueden ser mltiples: por los
hijos, por la presin del entorno, debido a la dependencia econmica de la mujer
hacia el hombre asalariado, por el miedo a la soledad. Entre las entrevistadas hay
alguna mujer separada. Una de ellas explica:
257
Nadie "va de putas"
"Yo estoy separada sin ir ms lejos, llevo cinco aos separada y
jams he salido a ligar. Precisamente porque he llevado una vida tan con-
vencional que meterme en un bar de copas es como ... no me gusta,
vamos ...
Como yo, hay muchas mujeres, que se separan, que te quedas en
la mitad de una situacin. Porque yo cuando me cas, me cas para
toda la vida, entonces a los 40 aos me qued sola, todo se me vino
abajo, mi vida cambio por completo y me qued sola. Mis amistades ya
estaban casadas o tenan compromisos y si he ligado ha sido de otras
formas, pero desde luego no saliendo.
Meterme en un bar de copas no me llama porque como haca tan-
tos aos que no lo haca eso, me dedicaba a mi hija, a mi casa ... Yade-
ms muchas veces lo que menos te apetece es despus de tener una
experiencia as es coger a otro hombre. Entonces lo que te apetece es
estar con tus amigas, hablar de cualquier cosa, pero estar relajada y tran-
quila.
Luego para Santa gueda tambin hay muchas mujeres casadas
que salen y se desmadran. Que yo no lo veo mal ... pero a m no me
llama... Deciros que yo tampoco critico a las que salen y se desma-
dran ... al contrario me parece de maravilla. Mira ... ojal maana me
saliera un to que me quitara el hipo."
Para el hombre separado o divorciado la situacin cambia, como explica
otra de las mujeres entrevistadas:
258
"Los hombres salen ms a ligar y sobre todo la situacin que dice
ella que cuando los hombres se separan es que van como locos a bus-
car otra relacin ... Est claro que lo que buscan es otra persona que les
tengan recogidica la casa, les hagan la comida y ellos estn recogidos.
Hay una expresin en Aragn que es " Ya tienes al hijo recogido?" ...
Pero yo creo que con las mujeres es diferente cuando te separas al prin-
cipio necesitas una poca de recogimiento, para superar la depresin,
tiempo para nosotras mismas ... y luego s que hay una poca que te
apetece salir y tal ... "
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
En todo caso existe cierta coincidencia en el grupo de que el sexo tiene un
significado diferente para ambos gneros. Quizs en ambos casos se comparta
una concepcin utilitarista de la relacin, aunque buscan a cambio cosas diferen-
tes. Una de las mujeres participantes seala que: la mujer va al sexo por amor y
elfos van al amor por el sexo. Yo creo que eso es de las cosas ms claras que nos
diferencian. El resto del grupo asiente. Al cliente de prostitucin se le denomina con
un trmino despectivo: el putero. Para la prostituta la palabra utilizada es, quizs,
ms condescendiente: la putiffa. Al comentar la lmina e, que hemos titulado la de
"El hombre y la prostituta", una de las mujeres seala: ese es un cuarentn cin-
cuentn, se le ve toda la pinta, entonces claro necesita volver a tener otra chica, que
se le vea mucho ms joven que l, porque l todava no quiere hacerse mayor, nece-
sita afianzarse, que todava es muy atractivo, y es un macho ...
El sexo es poder y la prostitucin sera una forma como el hombre (al com-
prar sexo) ejerce su dominacin sobre la mujer prostituta. Un tipo de relacin basa-
da en el sometimiento. Dos de las entrevistadas sealan: la relacin de este seor
con chaqueta y todo d una sensacin de poder, La prostitucin si subsiste es por-
que hay alguien que tiene poder y est pagando. La prostitucin se considera una
actividad censurable, sobre todo desde el punto de vista del hombre que paga. De
todas maneras, se 'puede llegar a comprender el porqu lo hace:
"Hay hombres que buscan con la prostituta una atencin, sentir-
se bien tratados y hablar. Hay muchos hombres que no son capaces de
hablar con sus mujeres lo que hablan con una prostituta. Yo creo que
buscan un poco de todo."
"Porque nuestra generacin por ejemplo hay muchas mujeres que
realmente tienen muchos tabs sexuales sobre todo. Entonces al hom-
bre realmente no se atreve decirle a su mujer lo que realmente le apete-
ce y porque sabe que su mujer le va a decir que no, o que no le apete-
ce ... y adems que va a pensar que si es un guarro, que si tal, que si
cual... Y luego hay mucha incomunicacin. Tambin cuando pasan
muchos aos de relacin hay menos comunicacin y estas chicas lo que
hacen muchas veces es un papel de psiclogas Y de escuchar y decir-
les lo maraviffosos que son porque a lo mejor sus mujeres no se lo
dicen."
259
Nadie "va de putas"
"Pues quizs para no comprometerse. Porque con estas no se
comprometen, es un precio, se acaba y punto. A lo mejor lo que buscan
es eso, satisfacer la necesidad que tienen y como tienen en el bolsillo
dinero, pueden hacerlo. Es como comprar una camisa o un kilo de az-
car. As no tienen ningn otro compromiso... Cuando t compras un
perro sabes que lo vas a tener que cuidar y alimentar. De esta manera lo
que buscan es esto, comprar el perro y luego dejarlo abandonado en la
cuneta de una carretera. Empiezan y terminan sin complicaciones".
"Pero hay muchos hombres que no tienen pareja, ms jvenes o
de nuestra generacin y que sin embargo pueden tener relaciones muy
buenas con mujeres a nivel de trabajo, o a nivel de charlar, como
amigo ... pero luego a la hora de ligar no lo consiguen. Pues esos no tie-
nen ningn tipo de relacin con ninguna mujer excepto con las amigas
de toda la vida y las mujeres de sus amigos, entonces terminan yendo a
estos sitios para tener sexo, para charlar con una mujer, para hacer lo
que no pueden hacer por su carcter."
Desde el punto de vista de la mujer que ejerce la prostitucin, no hay con-
senso entre las entrevistadas. Para algunas se podra llegar a considerar como un
trabajo, mientras que para otras no. Bajo ninguna circunstancia. El siguiente inte-
resante dilogo es trascripcin literal del grupo:
260
"-Yo creo que las mujeres prostitutas hacen un trabajo extraordi-
nario ... cubren una parcela que es necesaria ...
-Yo sin embargo me niego a calificar esto como un trabajo ... El
problema est en que la gente se piensa que es un producto que se
puede comprar Y yo creo que esto es como la donacin de rganos, creo
que tendra que ser gratuito.
-La prostituta efectivamente no ejerce ningn trabajo, como aca-
bas de decir, ms que nada porque no tiene ningn derecho. Y si no
tiene derechos no puede estar calificado como trabajo. Pero yo creo que
esto s que es necesario porque mucha gente no puede mantener rela-
ciones sexuales, porque no puede, porque no tiene pareja, porque no
consigue tenerla, por lo que sea ...
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
-Yo creo que es una necesidad. Por qu vas a negarte al sexo si
lo puedes tener y hay alguien que quiere hacerlo. Pero si hay unas con-
diciones como el que trabaja en una empresa, con control sanitario, con
Seguridad Social, pagando impuestos ... Yo de esta forma s que lo con-
sidero trabajo, ahora no se le puede llamar trabajo porque efectivamen-
te es como si yo vendo camisetas de extranjis.
-Yo creo que s que son necesarias y que tendran que cumplir
con la Seguridad Social.
-Pero esto nos lleva a algo ... podemos estar una serie de horas
sin beber y nos morimos deshidratados, podemos estar sin comer y lo
mismo ... es una necesidad prioritaria. Pero podemos pasar sin el sexo?
Desde luego yo me puedo pasar aos sin sexo y sin tener a un seor
delante ni detrs ...
(Risas)
-Es ms y si al final estoy muy desesperada pues me apao. Y no
me muero,. ni me siento mal ... en cambio los hombres son ms depen-
dientes del sexo, hasta tal punto que faltndole se pudieran volver
locos ...
-A ver ... que habr muchos hombres que no irn a prostitutas y
estn en esa situacin, pero s es una cosa que es buena para tu salud,
para tu estado anmico, para tu estado en general y lo puedes tener por
qu vas a decir puedo pasar "Sin" ...
-Pero yo lo veo como algo de lujo, " Cmo vaya pasar yo sin
comprarme la colonia tal?" y adems es una relacin de poder.
_ Claro, de hecho con una prostituta tiene lo que quiere, con su
mujer no.
-Pero habr de todo, habr hombres que vayan por poder y otros
por tener una simple relacin sexual. Habr hombres que elijan a la
prostituta ms rubia, ms guapa y tal por el tema del poder pero habr
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262
Nadie "va de putas"
otros que acudan a la prostitucin por no pasarse la vida sin el sexo ni
perder el calor humano. Habr de todo ... "
Merecedestacarse la profundidad y clarividencia de las reflexiones de estas
mujeres sobre el tema de la prostitucin. Sin ser personas especializadas en el
asunto, dan muchas veces en la diana al exponer y reflexionar entorno a algunos
de los dilemas morales y ticos ms complejos que presenta esta actividad. Si
puede llegar a considerarse bajo ciertas circunstancias como un trabajo o no.
Hasta que punto puede considerarse que una persona ejerce la prostitucin de
forma "voluntaria". En efecto, detrs de la prostitucin aparecen problemticas y
dilemas como la falta de dependencia de algunas mujeres hacia los hombres, las
relaciones de poder, las inseguridades masculinas, la forma como nos llevamos
ambos gneros, los estados de nimo, la personalidad, la sociedad de consumo
o la vida en pareja.
Las mujeres de menos de 45 aos
Sobre este colectivo la sociedad ha levantado grandes expectativas. Son
las mujeres mejor formadas de la historia del pas. Cientos de indicadores socia-
les y econmicos demuestran sus avances con respecto a generaciones anterio-
res. A pesar de que todava sufren de discriminacin por el hecho de ser mujeres
en algunos mbitos, tienen ms posibilidades que nunca de poder desarrollar una
vida satisfactoria. Tanto desde un punto de vista laboral como personal y familiar.
Ya no dependen ni estn subyugadas a ningn hombre (su marido o su padre).
Slo dependen de ellas mismas para triunfar en la vida.
Las mujeres que han participado en este grupo de discusin no son
madres. Parte de ellas tiene pareja estable, mientras que otras no. Como sucede
a menudo con otras mujeres de su generacin, parecen vivir una especie de rela-
cin amor-odio con respecto a sus madres. Sus progenitoras son a menudo amas
de casa, educadas en valores familiares tradicionales donde la principal prioridad
personal consista en trata de preservar el bienestar de su familia. Por lo general
las quieren mucho, las adoran, pero no quieren parecerse a ellas. En muchos
casos, incluso, han sido vvamente animadas por sus madres, que aspiran a redi-
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
mir a travs de sus hijas de una vocacin frustrada por su matrimonio. Conviene
- . d Indo donde los valores de los
recordar que Espana es uno de los paises e mu
jvenes son ms diferentes que los de sus padres 193 Se trata_de una consecu:n-
cia casi inevitable del mpetu del cambio de la sociedad espanola durante las ulti-
mas dcadas.
" .. t I grupo de discusin trabajan
Todas las mujeres Jovenes participan es en e .
fuera del hogar. Su empleo es un aspecto que valoran especialmente. Es mas que
bid . d dencia Si se comparan con sus
una fuente de sustento, un Slm o o e in epen. _ . .
'd -c b'n como senala la pSI colo-
madres, todas reconocen los logros obtenl os. ,am I , ..
ga Mara Asuncin Gonzlez de Chvezl94, a diferencia de antao muchas hlJasde
d d
an nias para seguir un camina
hoy se han sentido muy apoyadas es e que er
. . Por ello tratan de lograr
diverso al tradicionalmente deSignado para las mUJeres. . .
.. . 'ones Sin embargo como inCI-
de modo autnomo y sin culpabilidad sus asplracl. '.
de Gonzlez de Chvez, estas aspiraciones de logro y desarrollo personal autono-
.. d d I aternidad El dilema entre
mo se ponen a veces en cuestlon con la llega a e a m .
vida profesional y vida familiar. En el grupo de discusin se trata el tema, sacan-
. . ue parecen sentir estar
do a relucir algunas de las presiones y frustraciones q
mujeres jvenes. La trascripcin de la conversacin es literal:
"-Luego incluso a la mujer que prefiere desempear su vida labo-
ral y anteponerfa al hogar se le considera una mala madre.
-S (Todas)
-Se le hace ver que puede trabajar y realizarse personal y profe-
- d lIbar de ser madre. Incluso
sionalmente pero siempre desempenan o a a
. d" "O e es que ests dejando de
su propia familia directa siempre te J(an y
lado lo que sera ser madre". Quieras que no el propio entorno hace que
te culpabilices un poco.
" .... rto
-S, lo que sera anteponer la devocJOn a la obllgaclon, cle ...
-Se supone que ser madre es algo por naturaleza, no es algo que
haya que desarrollar.
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Nadie "va de putas"
-S, es que es eso ... todas somos muy liberales pero al final te lo
piensas porque yo pienso que lasociedad no tiene realmente asumido
el cambio. Este rol yo creo que est en una etapa de transicin y por lo
menos, a opinin ma, falta una generacin. Hasta que realmente no
hayas visto a tu padre y a tu madre al 50% y tal ... Creo que nuestra gene-
racin s que puede jugar un papel fundamental porque si realmente ya
ve los cambios asimilados y tal ... pero es que mi generacin todava no
hay visto eso.
-S vale ... todo el mundo es muy liberal pero a la hora de hacer-
lo. La teora la tienen muy asumida pero la practica ... creo que todava
no ... "
Las relaciones de familia y afectivas que representa la madre provoca en
muchas hijas una mezcla de repulsin y atraccin. Los valores tradicionales de
relacionarse de las mujeres con la pareja (y los hijos) y a la inversa; parece que han
cambiado menos de lo que se podra esperar a priori. Los valores y hbitos de
relaciones humanas y de pareja han cambiado sorprendentemente poco estas
ltimas dcadas. Sorprende comprobar que como suceda en los grupos de muje-
res anteriores, se reprocha a los hombres coetneos el no saber adaptarse a la
igualdad entre hombres y mujeres. Algunas de ellas viven ya con sus compaeros
sentimentales, casadas o cohabitando, y todas ellas muestran su frustracin por-
que sus compaeros se resisten a realizar las tareas domsticas en plano de igual-
dad: Se hacen los remolones, no se responsabilizan, lo ven como algo "extra", son
algunas de sus expresiones.
Por qu al hombre espaol parece costarle tanto cambiar?, desligarse de
los papeles tradicionales? Las primeras respuestas, ms cortas y directas, recu-
rren al tpico: al hombre le encanta el papel de machito ibrico en este pas o este
pas es muy ca. Profundizando ms en el argumento, una de las mujeres partici-
pantes en el grupo seala: yo penso que el hombre tiene el concepto de que ha
Visto a su madre depender de su padre y pienso que ellos por alzar su ego o vete
a saber por qu siempre necesitan alguien que dependa de ellos, no? .. s que les
gusta verse as en ese sentido .. . ms fuertes .... Las respuestas despus se hacen
ms generalistas. Ms confusas y vagas. Parece existir una frustracin hacia los
coetneos hombres, pero resulta difcil de expresar con palabras ...
Epflogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
Cuando les mostraron a este grupo las dos lminas que habamos prepara-
do (lmina A, "La chica buena" y lmina S, "La chica traviesa"), pudimos compro-
bar cmo de nuevo se reproduca entre las entrevistadas la dicotoma de la chica
buena y la chica mala. Haba una identificacin generalizada con la imagen de
mujer que representaba la primera figura. Para ello uti lizaron expresiones como:
tiene ms clase, es una chica como para casarse con ella, es monsima, dulce.
Para el estereotipo de mujer que representa la lmina S ("chica traviesa") se utili -
zan palabras como chica de fin de semana, un rollo, pero nada serio a largo plazo,
una ta para tirrsela, para subirle el ego al hombre. Algunas de las presentes uti-
liza expresiones casi calcadas a las aparecidas en otros grupos (una representa al
sexo y la otra a los nios).
De todas formas aqu tambin, por primera vez en nuestra investigacin,
aparecen tambin voces discordantes que ponen en cuestin la divisin clsica
bueno-malo, madre-puta. De hecho, una de las mujeres jvenes entrevistadas
seala que tambin hay hombres para recordar y hombres para casarse con ellos.
Dejando con ello claro que tambin desde el punto de vista femenino se puede
diferenciar entre los hombres con los que tener relaciones espordicas, y con los
que merece la pena t:atar de tener algo ms serio. Otra de las entrevistadas es
todava ms directa, sealando: esta es manejable (por la figura A), aquella no (por
la figura S) ... Por el tema de lo que hablbamos antes de quien lleva el dinero a
casa, todo esto, volvemos a la teora del macho ibrico. Estos son uno de los pri -
meros sntomas que hemos detectado durante nuestra investigacin de que algo
muy profundo est cambiando en la mujer espaola. Tanto en lo relacionado a su
visin sobre s misma as como a su relacin con los hombres. Trataremos este
asunto con algo ms de profundidad en las conclusiones de este captulo.
En lo que se refiere a la prostitucin, las participantes del grupo hablan del
tema con naturalidad. Una de ellas tiene a uno de los amigos de su pandilla liado
con una prostituta. La entrevistada explica que ella es un cielo, aunque la verdad
es que no la conozco mucho, es muy maja pero en cuanto se da la vuelta... es la
comidilla de la pandilla... yo no lo saba, me la presentaron y yo no saba nada, me
enter despus ... El grupo de amigos (tanto hombres como mujeres) parece que
no apoyan la relacin. El problema no parece que tenga que ver con la forma de
ser de ella, sino con su profesin. Como seala: l generalmente dice que va estar
con ella y punto, como una relacin normal. Ese es el tema, lo que pasa es que
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Nadie "va de putas"
delante tampoco ... o sea te quiero decir ... l la defiende siempre a pesar de la que
le viene encima. Ella era para todos una chica encantadora ... hasta que se entera-
ron a lo que se dedicaba. La miran as como ... y luego hay comentarios como
Pero chico como ests con ella? Ella habla poquito, pero se ve claro que l quie-
re estar con ella y que el entorno no ha podido. Pero llegara el da en que tendr
que pegar un puetazo y cerrar la boca a todos.
Como en los otros grupos se entiende e, incluso, se compadece a la mujer
que ejerce la prostitucin. Se la supone pobre o engaada. Para el cliente se uti-
lizan calificativos ms duros: se utiliza el trmino despectivo de putero.
Especialmente censurable es el hombre con pareja estable que contrata los servi-
cios de una prostituta. De todas formas, sera consecuencia de una relacin que
no funciona bien. Una de las entrevistadas seala:
"La gente es muy hipcrita fundamentalmente y no se atreve a
reconocer lo que quiere o no pide lo que necesita. Es mas fcil, coges,
pagas y no tienes que dar explicaciones a nadie. Por muchas libertades
que hay la gente finge, le cuesta mucho expresar y decir lo que quiere.
La gente se casa muchas veces porque no se atreve a decir "hasta aqut'
o porque es muy difcil hablar claro, o la aceptacin de tu grupo y
muchas historias ....
La gente es muy cobarde y es mucho ms fcil seguir a la mana-
da. La vida ya es suficientemente complicada como para que la gente
discuta con su mujer ... Que a m me gusta hacerlo en el armario, pues
voy; pago y punto ... Pero esto como con todo. Es el gran problema de
las relaciones, no?, el tema de la comunicacin ... Como todo el mundo
se calla pues al final es que es normal todo. Es uno de los grandes pro-
blemas de las relaciones.
Es lo de siempre, nadie va a puticlubs pero realmente ah estn,
no? y luego de hecho estn siempre llenos, me caso con sta pero
luego tengo a la otra y miles de historias de esas ... "
Relaciones de pareja insatisfactorias, deseos frustrados, bsqueda de la
aventura (la gente quiere sentirse vivo y sentir emociones) son algunas de las razo-
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
nes aducidas por estas mujeres jvenes para explicar el porqu los hombres con-
tinan comprando prostitucin. En todo caso hemos detectado cmo las mujeres
jvenes continan teniendo dificultades para, por lo menos en grupo, expresarse
abiertamente sobre sus deseos y prcticas sexuales. Justo lo contrario de sus
coetneos hombres. Hay pudor a hablar entre las mujeres sobre este tema. La
sexualidad femenina se contina considerando muchas veces como algo intimo
para una misma o para el entorno ms cercano de amigas.
Entre los hombres jvenes la prostitucin sera una forma de hacerte el
machito delante del grupo. Por eso la necesidad de ir con otros colegas. Si uno va
solo al burdel, no tiene gracia porque nadie ms se entera .... pues a lo mejor tie-
nen una estupendsima vida sexual con su novia pero ... van ... y as fanfarronean y
rompe de alguna forma el ligamento emocional con su pareja ... Si yo la quiero
mucho pero... De ello se deduce que cliente de prostitucin puede llegar a ser
cualquiera, incluso quien tiene una vida afectiva y sexual mente satisfactoria con
su pareja. Para estas mujeres, en definitiva, los hombres jvenes espaoles han
cambiado mucho menos de lo que podra parecer. Se mantienen muchos clichs
y estereotipos clsicos del hombre hispnico con respecto a su relacin con las
mujeres. Los todava altos niveles de consumo de prostitucin entre los ms jve-
nes no vendran ms que a confirmarlo. Como seala una joven: yo creo que
hemos ido muy rpido y ha habido muchos cambios en segn que aspectos, en
otros no. En otros para nada.
Breve conclusin:
en torno al imaginario colectivo de la buena y la mala mujer
Los hombres y las mujeres somos paulatinamente ms iguales. En todos
los mbitos. Tanto en el legal, como cada vez ms en el educativo o poltico. Ms
lentamente en otros como el laboral. De todas formas el gnero contina siendo
relevante. Sobre todo para cuestiones que tratamos en este libro. Los cambios
culturales se producen mucho ms lentamente de lo que imaginaba el materialis-
mo histrico de corte marxista, y el hecho de nacer "hombre" o "mujer" tiene toda-
va toda una serie de connotaciones de muy profundo calado. Las diferencias en
aspiraciones, sensibilidades e itinerarios continan siendo notorias. Estamos, en
definitiva, lejos de la sociedad unisex.
267
Nadie "va de putas"
En nuestra investigacin hemos detectado, en todos los casos, un fuerte
sentimiento de ansia de igualdad de las mujeres con respecto al hombre (a veces
algo frustrada). Sin embargo los modelos tradicionales de cmo "debe" compor-
tarse una mujer parece que cambian con bastante mayor lentitud. O por lo menos
cmo comportarse con respecto a su propio cuerpo y su sexualidad. Los clichs
tradicionales diferenciaban entre dos tipos de mujeres: esposa, mongama y
madre (buena mujer) y la soltera, polgama y sin hijos (mala mujer). Siguiendo este
modelo se supone que los hombres preferirian mantener relaciones sentimentales
estables con las primeras, mientras que con las otras solamente, a lo sumo, rela-
ciones espordicas. Repetidamente y de forma mayoritaria este esquema ha sido
reproducido en todos los grupos realizados. nicamente en el de las mujeres jve-
nes han aparecido las primeras voces discordantes que ponen en tela de juicio
esta imagen clsica. Pensamos que es un hecho muy relevante. Indicios, aunque
todava tmidos, de que la manera como las mujeres se ven a s mismas y en su
relacin con los hombres estn cambiando.
La inhibicin del sexo y/o mostrarlo abiertamente marca la vida de toda
mujer desde que llega a la pubertad, porque es conocedora de la denigracin y
exclusin que puede ser objeto si sexualmente hablando su entorno la considera
como una mala chica. Su imagen, su valoracin social, su capacidad para ser
deseada-amada dependen muy estrechamente de que mantenga ocultos pbli-
camente sus deseos sexuales 195. El hacerse inaccesible para todo hombre, el
hacerse desear por el que pretende tener una relacin estable. En este sentido es
relevante el hecho de que a las mujeres no prostitutas que viven una vida sexual
variada con frecuencia se las contine acusando de forma ms o menos velada
de putas. De comportarse como una puta. En trminos genricos las entrevista-
das muestran una notable tolerancia hacia la sexualidad femenina promiscua,
pero sta disminuye para los casos concretos (hijas, hermanas, amigas, para una
misma). Con la promiscuidad sexual masculina se mantiene lo de antes: se tole-
ra abiertamente. El hombre promiscuo es un machote. En las generaciones de
mujeres ms jvenes las cosas cambian, pero no tanto como se podra imaginar.
La etiqueta de eres como una puta, que contina recayendo sobre la mujer
sexualmente liberada podra considerarse como un resquicio del control y repre-
sin ejercida sobre el cuerpo y la sexualidad femenina. Tras la acusacin de puta,
se esconde el modelo socialmente mejor valorado por la sociedad latina: la
Virgen, la madre.
268
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
Hay mujeres que desearan tener una vida sexual ms variada, pero con fre-
cuencia se (auto) reprimen. Con frecuencia, tras una relacin espordica de tipo
exclusivamente ldico, aparecen los remordimientos por haber obrado mal. El
sentimiento de culpa por no haber reprimido su sexualidad. La mayora de las
mujeres entrevistadas continan prefiriendo que los hombres las vean como posi-
bles novias formales antes que como una chica fcil, con la que slo se puede
tener un rollo espordico.
Del (auto) control femenino de la sexualidad
al (auto) control de la comida
Hay autores que argumentan, sin embargo, que las mujeres jvenes han
desplazado sus miedos, frustraciones Y angustias del mbito del sexo al de la
comida. Una tesis provocativa, pero interesante Y que est bastante de moda por
el incremento de enfermedades como la anorexia y la bulimia. Estos, como la obe-
sidad, en definitiva, los trastornos alimenticios, se estn convirtiendo en una ver-
dadera plaga en los pases occidentales. En concreto las autoras Meadow Y
Weiss 197 sealan que hace treinta aos para ser "matrimoniable", una mujer deba
controlar sus propios instintos sexuales a fin de no ganarse una reputacin de
chica fcil. Sin embargo, resaltan estas autoras, en la actualidad la preocupacin
central por el sexo en las mujeres jvenes se ha desplazado al control de la comi-
da. Las jvenes parecen estar tan obsesionadas con la comida como antes lo
estaban con el sexo. La gordura parece tener para muchas mujeres efectos simi-
lares a lo que antes era ser sexual mente activas.
Meadow y Weiss explican que las mujeres hoy, como antao, continan
suprimiendo sus necesidades para adaptarse a los modelos sociales imperantes
y de esta manera ser aceptadas y deseables. Antes (auto) controlando su sexua-
lidad y ahora (auto) controlando lo que ingieren. Al ser delgada, la mujer joven
busca, entre otras cosas, ser objeto de deseo para el hombre.
269
Nadie "va de putas"
"Amor lquido", prncipes azules y frustraciones
entre la nueva mujer espaola
Escriba Nietzsche que la palabra "amor" significa cosas diferentes para el
hombre y para la mujer. Se puede decir que esto es cada vez menos cierto debi-
do a la democratizacin de la vida amorosa entre los sexos. Las mujeres han
adquirido el derecho de afirmar su ndependencia personal y econmica, de llevar
una vida sexual fuera del matrimonio, de hacer el amor sin la obsesin de quedar-
se embarazadas, de experimentar placer sin avergonzarse por ello, de amar a otra
mujer. Tener sexo sin amar al compaero ya no consttuye un tab femenin0
190
Amores de verano, caprichos pasajeros, ligues de una noche, son experiencias ya
no slo habituales entre los hombres. Cada vez ms en este pas las mujeres dis-
frutan de su cuerpo y sexualidad sin sentimiento de culpa, sin tener que rendirle
cuentas a nadie.
Buena parte de las mujeres que hemos entrevistado para esta investigacin
han reconocido que han visto en alguna ocasin la serie Sexo en Nueva York199
Varias de ellas se declaran adictas. Nos parece relevante ya que esta serie presen-
ta de forma entretenida y con brillantez algunos de los dilemas ante los que se
enfrenta la mujer joven a la hora de encarar su vida personal y sus relaciones con
los hombres. Se dir, con razn, que Estados Unidos no es Espaa, Manhaltan no
es Zaragoza ni las actrces protagonistas se parecen mucho a una mujer media de
la misma edad en nuestro pais. Cierto, pero lo que es seguro es que su xito se
sustenta en buena parte en que la audiencia se siente identificada con las histo-
rias y problemas que tienen las protagonistas. Son temas que preocupan, y estas
series entretienen a la vez que ayudan a reflexionar sobre uno mismo y su entor-
no. iA veces ver uno de estos captulos puede ser ms til que la lectura de varios
libros de auto-ayuda! Por lo menos eso dicen algunas de las espectadoras habi-
tuales de la teleserie, medio en broma medio en serio.
"A m me parece bien, es una manera de darse placer. La chica
que se acuesta con quien quiere es porque el chico le gusta, le transmi-
te algo, y por qu no? A mi me parece estupendo. Pues que le da igual
lo que piensen los dems y si tiene la oportunidad no se lo piensa dos
veces y practica sexo ... yo creo que no hay nada malo, es tu cuerpo y si
una persona te gusta ... " (Grupo mujeres futbolistas).
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
De todas formas, piensan que hay diferencias entre la forma de ver y vivir
el sexo entre los hombres y las mujeres:
"Yo creo que la mujer el sexo lo vive. El sexo es importante para
los dos y sobre todo en una relacin estable el sexo es importante. Pero
la mujer a lo mejor cuando est mal necesita ms abrazos, besos o tal
que no lo que es el sexo. La mujer necesita el contacto con la otra per-
sona y los hombres s que miran mucho ms por el sexo. " (Grupo muje-
res futbolistas).
Las mujeres parecen dar ms importancia a los abrazos, los besos y el ero-
tismo en general. Esto no siempre es as entre los hombres. El erotismo, como
seala Jos Antonio Marina, es al sexo lo que la metfora al lenguaje. Una inven-
cin que aumenta su capacidad expresiva. El erotismo seria algo parecido a la
retrica de la sexualidad, su esttica. Marina, de hecho distingue dos tipos. El pri-
mero seria el erotismo tendente a avivar el deseo. Es instrumental y puede inclu-
so ser solitario. El segundo se integra en la misma actividad amorosa, y supone
un detenimiento, una concentracin en la relacin del cuerpo de las dos personas
implicadas en el acto sexual. Esta forma de erotismo sera un prlogo sensual al
placer genitai2
00
. Muchos hombres parece que slo muestran inters por esta pri-
mera parte (en la que est, por otra parte, especializada la prostitucin).
El feminismo moderno (de segunda generacin) hace ya tiempo que apun-
t el hecho de que los mitos del Principe Azulo del Caballero Blanco no solamen-
te eran falsos, sino que tambin un invento patriarcal dseado para hacer a las
mujeres pasivas, frgiles y necesitadas de un hombre que "las rescate".
Vivimos en la actualidad en lo que se ha llamado la era post-feminista, la de
la "tercera mujer"201, en la va imparable hacia la igualdad de gneros. Las muje-
res ya no tienen porqu adoptar los modelos tradicionales de feminidad, mientras
que muchos hombres se encuentran inseguros sobre lo que las mujeres esperan
de ellos. En este contexto las reglas de las relaciones heterosexuales estn en un
proceso de redefinicin. Surgen las dudas y las inseguridades, incluso en hombres
y mujeres jvenes, preparados, cultos, con don de gentes y xito profesional. Lo
tienen todo en la vida: son guapos y guapas, listos y listas, altos/as, rubios/as y
con Jos ojos azules. Pero a pesar de todo les cuesta tener relaciones afectivas y
271
272
Nadie "va de putas"
de pareja que les satisfagan. Que sacien sus expectativas amatorias. Quin dijo
que vivir libre era sencillo?
La serie de episodios amorosos repetidos se alargan, a la espera del des-
cubrimiento del gran amor. Conforme se acaba una historia y empieza otra se
tiene ms conciencia de la creciente fragilidad y brevedad del amor202. En uno de
los grupos de discusin, una mujer lo sintetiza con estas palabras:
"Hoy en da las chicas que tienen 20 aos no han sido educadas
como nosotras lgicamente. A nosotras nos educaron en aquello de
"estar enamoradsimas" y esas cosas ... ahora las chicas no son as ya ...
Ahora tambin hay muchas cras que tienen muchas relaciones y al final
terminan muy frustradas porque en realidad en el fondo la mujer siempre
tiende a querer tener una relacin sentimental de verdad o sea que haya
algo ms que un rollo y esas cosas... "(Grupo mujeres mayores de 45
aos).
Se busca otra persona con la que obtener una estabilidad amorosa, emo-
cional y afectiva, pero esta cuesta encontrarla. Sobre todo una pareja con la que
lograr establecer una relacin de complicidad. Pero incluso en el caso de que sea
as, con frecuencia llega el aburrimiento y la frustracin por el incumplimiento de
las expectativas. Cuando no la traicin y el desenamoramiento.
La palabra castellana "solterona" tiene un cariz negativo e incluso despec-
tivo. Hoy sin embargo el permanecer soltera sin pareja estable ya no asusta a
muchas de las jvenes mujeres de este pas. Aunque la mayora deseara tenerla
si no se tiene tampoco pasa nada. Casarse tampoco garantiza ya la felicidad. s ~
frecuentes los casos de divorcios a los pocos aos de la boda, incluso en el caso
de contar con un largo tiempo de noviazgo previo. Las jvenes mujeres que
hemos entrevistado cuentan con una amplia red de amistades, disfrutan de inde-
pendencia econmica, cultura y capacidad de decisin propia. El entorno familiar
ms directo en ocasiones presiona. Sin embargo aprieta, pero no ahoga. Algunas
sucumben mientras que otras se resisten. Como sealan dos de las mujeres entre-
Vistadas, a la vez que asiente el resto del grupo:
"Yo lo veo normal que nuestra generacin no quiera tener ningn
tipo de relacin y quiera vivir soltera. Ay, sers una solterona amargada ...
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
Joln, por qu tengo que estar amargada por estar sola. A lo mejor estoy
mucho mejor que t que ests casada ... una cosa es lo deseable, que
por supuesto sera que todo el mundo encontrara a su prncipe azul,
pero luego en la realidad te das cuenta de que ni es prncipe ni es azul,
no? ... hay un libro muy gracioso donde un caballero se dedica a resca-
tar princesas que no quieren ser rescatadas. Eso es lo que pasa a los chi-
cos de hoy en la calle. Las chicas no quieren que se les rescate ... "
" ... otro tema es por qu se casa la gente. Mucha gente esta pen-
diente del entorno y de lo que digan aunque bien es cierto que cada vez
se pasa ms pero seguimos dependiendo mucho de lo que diga el entor-
no. Plantarle cara al entorno y decir yo quiero vivir, as o yo quiero vivir
con esa chica sigue costando." (Grupo de mujeres menores de 45 aos).
Sea cual fuere la fuerza de la "liberacin sexual", muchas mujeres siguen
ligadas a un erotismo sentimental y se muestran mucho menos "coleccionistas"
en sus relaciones de pareja que los hombres. A diferencia de sus colegas mascu-
linos, la mayora de las mujeres que hemos entrevistado continan asociando
muchas veces sexo y sentimiento. Por ello, modelos de mujer como los mostra-
dos en la serie Sexo en Nueva York parece que hacen gracia e interesan, pero no
cautivan tanto a la mujer espaola entre la veintena y la cuarentena como para lle-
varlos finalmente a la prctica. A veces porque es un modelo que no satisface a
la propia mujer, a veces por el miedo a lo que dir el entorno familiar y de amista-
des (Un hombre que est con muchas chicas est bien visto y al revs sin embar-
go no). En ocasiones, se trata de una mezcla de ambos. Una de las mujeres jve-
nes entrevistadas para esta investigacin lo dice abiertamente: ... la historia es que
cuando llevas a la prctica los roles como los que muestra "Sexo en Nueva York"
y tal... es cuando la gente dice "ahh ... esta es como una puta" ...
Es un modelo que se tolera y valora de forma positiva ya que se considera
un sntoma del derecho a la independencia sexual y afectiva femenina pero que,
por una serie de razones, pocas mujeres jvenes espaolas siguen. Sexo en
Nueva York sera la teora, pero la prctica se parece ms a alguna teleserie his-
pnica como Siete Vidas. Picarona, pero mucho ms casta.
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274
Nadie "va de putas"
Tienen sentido los prostbulos para mujeres?
A pesar de todo lo anterior y a la vista de estas profundas transformaciones
recientes cabra preguntarse si tiene sentido la existencia de prostitucin hetero-
sexual masculina, al servicio de mujeres que pagan a cambio de sexo, compaa
y conversacin. Mujeres estresadas por el trabajo, agobiadas por sus parejas y
familia, con problemas para relacionarse con hombres, que se sienten solas o que
simplemente desean tener sexo con un hombre al que consideran carnalmente
apetecible. Hay quien considera que ello ya existe y que de hecho se encuentra
en plena expansin. La idea de fondo ser similar a la de la prostitucin clsica,
pero tomaria vericuetos diferentes. Ejemplo de ello seran los espectculos de
streap-tease para mujeres.
Por los indicios con los que contamos a da de hoy pensamos que es ms
que probable que se produzca un aumento del sexo de pago entre las mujeres hete-
rosexuales espaolas. Sin embargo, la prostitucin para clientas mujeres tendr
diferencias ms que notables con respecto a la masculina. No existirn nunca puti-
clubes masculinos para mujeres como los conocemos en la actualidad pero con los
protagonistas intercambiados. Eso parece claro. Intentos como los realizados en
Estados Unidos, en Nevada, han sido muy publicitados pero parecen condenados
al fracaso. Por lo menos de momento. La prostitucin para mujeres es un mbito
todava poco explorado, muy discreto y semiclandestino en este pas, aunque
existe. Los servicios de acompaamiento o compaa para mujeres, conocidos
como escorts, estn creciendo a un ritmo considerable. Aunque en ocasiones
contratar un escort no connota sexo de pago, a veces s. El turismo sexual ms o
menos explcito, en el Caribe o en el Magreb, tambin es cada vez ms habitual
entre las mujeres heterosexuales de casi todas las edades.
De todas formas la prostitucin para mujeres choca de forma frontal con
algunos de los principios fundamentales de la sexualidad femenina tradicional. A
diferencia de lo que sucede en los hombres, la mayora de las mujeres continan
relacionando el sexo con el compromiso. No es sin embargo siempre as entre los
hombres. Es evidente que los hombres y las mujeres continan tendiendo a atri-
buir significados diferentes a la sexualidad. La sexualidad para un significativo
nmero de mujeres ya no est ms relacionada con el matrimonio y la procrea-
cin. Contina sin embargo estando asociada a la existencia de una relacin afec-
tiva, a un intercambio ntimo con la pareja. Sin embargo, para muchos hombres,
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
la sexualidad no est necesariamente limitada en la relacin ntima de pareja203.
Mientras que las mujeres necesitan la confirmacin de su feminidad a travs del
amor
204
, algunos hombres precisan de una constante confirmacin de su
a travs de las frecuentes o diversas relaciones sexuales. Por ello la prostltuclon
para clientes hombres parece que tiene ms sentido que para las mujeres. Pero
esto parece estar cambiando algo.
Los optimistas hablan de que hay seales de cambio, los pesimistas dicen
que muy poco. De este libro deducimos que la prostitucin, en est en
la lnea de reafirmar los patrones de gnero tradicionales. Desde una cierta pers-
pectiva masculina clsica es una forma de auto-afirmacin de la hombra: pensa-
mos que no es casualidad que la mayora de los hombres que acuden a la proSti-
tucin en Espaa lo hagan en grupo. Un juego, la satisfaccin de un deseo o nece-
sidad pero tambin, ante todo, un rito.
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Nadie "va de putas"
CITAS Eplogo:
183. En contraste, el hombre espaol contemporneo ha despertado escasa curiosidad
entre los cientficos sociales extranjeros estos ltimos aos. Tan slo znganos?
184. Garaizabal, C. Masculinidades y feminismos. Citado en Valcuende del Ro, J. M. Y
Blanco Lpez, J. (2003). Pgina 198.
185. Gonzlez de Chvez Fernndez, M.
a
A. (1998). Pgina 69.
186. Guasch, O. (2000). La crisis de la heterosexualidad. Barcelona, Editorial Laertes.
Pgina 23.
187. La palabra "estigma" (que etimolgicamente significa tatuar) tiene sus orgenes en las
marcas que se les impriman en la antigedad a los esclavos, traidores y malhechores. El estigma
era una seal de infamia --o de deshonra- que provocaba el menosprecio de los portadores. El
ma es considerado un desvalor porque significa el rechazo del grupo: quien lo lleva, es visto como
"marginaJ", un "desviado". Podramos pensar en el estigma como la contraparte del carisma: la per-
sona es considerada "diferente", pero de un modo negativo. El trmino sociolgico (estigma social)
ha sido desarrollado por Goffman. Goffman, E. (1995). Estigma: La identidad deteriorada. Buenos
Aires, Amorrortu Editores.
188. Iturra Redondo, R. La construccin social de la masculinidad. En Valcuende del Ro, J.
M. Y Blanco Lpez, J. (2003). Pginas 27 y 28.
189. Grupos realizados por la antroploga Laura Calvo. El anlisis de Jos mismos fue obra de
los autores.
190. No as en otros pases como Estados Unidos, donde la mayor parte de las licencias de
este deporte son femeninas. En los pases nrdicos tambin hay una larga tradicin de ftbol entre
mujeres. En Espaa se ha creado en Jos ltimos aos una liga femenina de
este deporte. Zaragoza cuenta con un equipo al ms alto nivel: Transportes Alcaine.
191. Un local de alterne del centro de Zaragoza.
192. En el ao 1978 la tasa de actividad femenina por cada 100 habitantes era de 28,1,
mientras que en 2002 ascendi a 42,3. INE (2004). La sociedad espaola tras 25 aos de
Constitucin. Madrid, Publicaciones del JNE. Pgina 128.
193. Inglehart, R. (1998). Madrid, Publicacin CIS. Nmero 161. Pgina 196.
194. Citado por Gonzlez de Chvez Fernndez, M.
a
A. (1998). Pgina 184.
195. Gonzlez de Chvez Fernndez, M.a A. (1998). Pgina 206.
196. El filsofo Michel Foucault vea en la sexualidad moderna un instrumento para discipli-
nar y controlar la reproduccin de la sociedad burguesa. Con la sexualidad las clases dominantes
trataran de controlar cuerpo de los dominados. Especialmente el cuerpo femenino. Foucault, M.
(1987) Historia de la sexualidad (3 volmenes). Madrid, Siglo XXI.
197. Citado por Gonzlez de Chvez Fernndez, M.a A. (1998). Pgina 210. Meadow, R. y
Weiss, L. (1992) Wamen's conflicts abouteating and sexuality. The relationship between foad an sexo
Haworth Press.
Eplogo. La mujer y la prostitucin. Entre la curiosidad y el miedo a comportarse como una puta
198. Lipovetsky, G. (1997).
199. La teleserie Sexo en Nueva York (Sex and the city, original en ingls) es un programa
de televisin que ha tenido un extraordinario xito en Estados Unidos y en Europa. Se emite desde
el ao 1998. En Espaa se ha emitido con gran aceptacin por varias cadenas. Describe las peripe-
cias de Carrie y sus amigas, un grupo de mujeres inteligentes, vitales y con una brillante carrera pro-
fesional. Son solteras, heterosexuales y viven en Nueva York. Cada episodio se estructura en torno
al tema sobre el que va a versar la nueva columna de Carrie (ella es periodista), siempre relaciona-
das con asuntos de moda y tendencias, discusiones sobre sexo, sexualidad y relaciones, a la vez
que debates sobre la feminidad moderna y la mujer soltera. Segn Janet McCabe ("Reading sex and
the city". Nueva York: I.B. Tauris. 2004), esta serie trata algunos de los asuntos con los que tienen
que hacer frente las mujeres en la era "post-feminista". Las mujeres heterosexuales ya no se
encuentran, seala la autora, en un contexto en el que tengan obligatoriamente que adoptar los
modelos tradicionales de feminidad. Adems, los hombres de su edad con frecuencia se encuentran
inseguros acerca de lo que se espera de ellos. Tanto en la esfera pblica como en la privada. Por
eJlo, la serie, tratara de contar historias divertidas en un contexto de una nueva mujer independien-
te y sexual mente liberada, que hace frente a una situacin general de cambio que pone en duda la
hegemona masculina. La provocacin, por tanto, es digna de destacar.
200. Marina, J.A. (2005). Pginas 40-42.
201. Concepto acuado por el socilogo francs Gilles Lipovetsky. Para este autor la
mera mujer" supona la mitad maldita de la humanidad, bruja, a lo sumo un mal necesario. La
"segunda mujer", nacida tras el Renacimiento, es la mujer icono, personificacin suprema de la belle-
za que deba todo su prestigio social a su padre y a su marido. Ahora nos encontrara en la fase de
la "tercera mujer", que puede hacerlo todo igual a los hombres.
202. Bauman, Z. (2005). Amor lquido. Acerca de la fragilidad de los vnculos humanos.
Madrid, Fondo de Cultura Econmica.
203. Giddens, A. (1992). La transformacin de la intimidad. Sexualidad, amor y erotismo en
las sociedades modernas. Madrid, Ediciones Ctedra.
204. Citado por Gonzlez de Chvez Fernndez, M.
a
A. (1998). Pgina 214.
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