D.L Moody - Comentario Biblico Moody - Hageo

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HAGEO

Introduccin Bosquejo INTRODUCCIN Fecha y paternidad. El autor de este libro es la nica persona del Antiguo Testamento con el nombre de Hageo (que significa "festivo" o "alegre"). El nombre puede ser indicativo de la fe de los padres del profeta de que el hijo de ellos tendra el gozo de ver cumplidas sus predicciones de restauracin. Es posible que recibiera este nombre por haber nacido en alguna fiesta del calendario sagrado hebreo. Aunque es uno de los profetas del que se desconocen los detalles de su vida personal, es mencionado por Esdras (Esdras 5:1; 6:14). Fue el primero de los profetas posteriores al exilio que ministraron entre el remanente que haba vuelto de la cautividad babilnica. Su profeca tiene que ser fechada evidentemente en el ao 520 a.C., el segundo ao de Daro rey. Probablemente, Hageo naci en el exilio a principios del siglo sexto. Su contemporneo en el exilio proftico fue Zacaras (cp. Hageo 1:1 con Zacaras 1:1; ver tambin Esdras 5:1; 6:14). Marco Histrico. Los profetas antes del exilio (586 a.C.) haban predicho la cada del reino judo ante el nuevo imperio babilnico. Se revel tambin que despus de setenta aos el Seor restaurara a su pueblo a su patria (Jeremas 25:11, 12; Daniel 9:2). Cuando Ciro el persa destruy el poder de Babilonia, favoreci y promovi el retorno de los judos a la tierra prometida para que reconstruyeran el santuario en Jerusaln. Se hacharon los cimientos del Templo, y se empezaron las obras con grandes esperanzas. Pero pronto los hostiles vecinos emplearon varias argucias para detener la obra. Esta se detuvo, pero la oposicin exterior a la obra era solamente un aspecto del problema. Un estado de indiferencia se haba apoderado de los cincuenta mil exiliados que haban retornado con la resolucin de reconstruir la casa de Dios. Cuando Daro Histspes subi al trono de Persia, el templo haba estado sin tocar por unos diecisis aos. Hageo (y ms tarde Zacaras) fue enviado por Dios para despertar al pueblo y para reprocharles por su letargo en su empresa de llevar a cabo la obra de restauracin. No sera justo considerar que los mensajes de Hageo traten solamente de asuntos de construccin. Empieza desde esta perspectiva, pero prosigue para hablar de la presencia del Seor Captulo 1 Captulo 2

Jesucristo, el futuro establecimiento del reino terrenal de Dios, el juicio de Dios sobre las impas potencias del mundo, y la bendicin que espera a las naciones que se vuelvan a Dios.

BOSQUEJO Captulo 1. I. Reproche de indiferencia. 1:1-4. II. Llamamiento a una seria reflexin. 1:5, 6. III. La disciplina de Dios sobre Israel. 1:7-11. IV. La obediencia de la nacin. 1:12-15. Captulo 2. I. Aliento para emprender la construccin. 2:1-5. II. Promesa de la gloria futura. 2:6-9. III. Pureza e impureza en temas levticos. 2:10-14. IV. La aplicacin de estas verdades. 2:15-19. V. La bendicin futura de Dios para Zorobabel. 2:20-23.

COMENTARIO
CAPTULO 1 I. Reproche de indiferencia. 1:1-4. 1. En el segundo ao. Cp. Introduccin. El profeta fecha todas sus profecas, como si guardara un diario estricto de todos los eventos importantes de la reconstruccin del Templo. En el primer da del mes. La luna nueva era una poca cuando el pueblo se reuna para la adoracin (como lo hacen en la actualidad los judos ortodoxos); as constitua una ocasin apropiada para la predicacin del mensaje divino de Hageo. En el mes sexto. Mes de Elul, este mes cae alrededor de septiembre. El fechado de la profeca en el reinado de un monarca gentil es un elocuente testimonio de que los tiempos de los gentiles haban ya empezado (cp. Lucas 21:24; Esdras 4:24). Al ir progresando las fechas a travs de la profeca, se hace evidente el adelanto en la obra. Zorobabel. Su nombre significa "nacido o engendrado en Babilonia". En los relatos histricos recibe el nombre de Sesbazar (ver Esdras 1:8; 5:14, 16). Era descendiente de la dinasta davdica, nieto de Joaqun (Jeconas; 1 Crnicas 3:17, 19), y fue hecho gobernador de Jud por Ciro (Esdras 5:14). Josu. Era hijo de Josadac, que fue sumo sacerdote en la poca de la invasin babilnica

(1 Crnicas 6: 15). As la profeca de Hageo se dirige a las cabezas civil y religiosa de la nacin. 2. Este pueblo. No es Mi pueblo, sino "este" pueblo, a fin de expresar el enojo del Seor. No ha llegado aun el tiempo. Esta era la excusa que ofreca el pueblo por no reconstruir el Templo. Segn la forma de pensar de ellos, el tiempo no era el apropiado. En realidad, la raz de la dificultad estaba en ellos, no en algunas circunstancias externas ni en factores de tiempo. El subterfugio es evidente; ellos no pretendan que la obra no deba de llevarse a cabo, sino que no era el momento adecuado de emprenderla. Uno pensara que un lapso de diecisis aos hubiera trado a su atencin la necesidad de dedicarse a la obra. Pero los mal dispuestos siempre hallan excusas. Es difcilmente apropiado decir que estaban contando los setenta aos a partir del 586 a.C. La impresin es ms bien que crean que una renovacin de la actividad constructora evocara hostilidad latente de los persas, y que ello les ocasionara problemas. 4. Es para vosotros tiempo? La ASV traduce el pronombre adicional en el original, vosotros mismos. Hageo estaba preguntando a los lderes si es que la hora no era apropiada solamente por lo que concerna a las cosas de Dios. La actividad de ellos en asuntos personales (como la edificacin de casas) daba una impresin totalmente distinta. Qu contraste: el Templo desolado y en ruinas al lado de las moradas ornamentadas de los que haban vuelto del exilio! La pregunta del profeta, con un golpe maestro, puso al desnudo la indiferencia, egosmo y desobediencia de la nacin. Casas artesonadas. Estas eran casas recubiertas de paneles, exquisitamente acabadas. El artesonado con cedro se hallaba en los palacios de los reyes (ver 1 Reyes 7:7; Jeremas 22:14). Ya que el maderamen caro no era comn en Jud, su utilizacin era una marca de lujo. Desierta. All donde estaban sus corazones, tambin se hallaba el tesoro de ellos. Contrstese la indiferencia que manifestaban hacia la casa de Dios con el inters digno de encomio de David (2 Samuel 7:2). II. Llamamiento a una seria reflexin. 1:5, 6. 5. Meditad bien sobre vuestros caminos. La necesidad de la hora era la de considerar (lit., poner su corazn a) sus acciones. En el Antiguo Testamento el corazn representa comnmente la vida pensante. Para ser agradecido uno tiene que mantener las bendiciones en mente. El llamamiento a considerar, o a meditar es un pensamiento constante para este profeta. Lo utiliza en el versculo 7 y despus en dos ocasiones en 2:18. Es una

exhortacin al auto-examen y juicio propio. El pueblo judo poda fcilmente evaluar la naturaleza de sus actos mediante los resultados que tenan. 6. Sembris mucho y recogis poco. Se agotaban hasta el mximo en el tiempo de la siembra. No ahorraban ningn esfuerzo en conseguir prosperidad. Pero sus rendimientos en la cosecha eran totalmente frustrantes. Hubieran podido darse cuenta que no podan enriquecerse a costa de Dios (cp. Levtico 26:26; Oseas 4:10; Miqueas 6:14). Os vests. Nada pareca estar en suficientes cantidades, bien fuera alimento como bebida, o vestido. Saco roto. Los salarios eran tan pequeos que no eran nada ante las necesidades diarias; las ganancias de los trabajadores se iban pronto. No hay contradiccin entre la descripcin de la pobreza aqu y la descripcin de las caras casas artesonadas del v.4. Como en otras sociedades, se hallaban los ricos entre la clase ms pobre (coexistan). Aquella era, como toda era en la historia del hombre, ha demostrado la verdad de Mateo 6:33. Cuando Dios es olvidado, todo trabajo carece de provecho. Las civilizaciones materialistas de nuestros das necesitan ponderar esta verdad en tanta medida como cualquier otra del pasado. III. La disciplina de Dios sobre Israel. 1:7-11. 8. Subid al monte. Despus de otro llamamiento a una seria meditacin acerca de la condicin en que se hallaban, se afirma el remedio. El pueblo tena que dirigirse al monte, a las reas arboladas, para conseguir madera para el Templo. Pondr en ella mi voluntad. O complacencia. Dios prometi de entrada que la obediencia tendra como resultado su aprobacin. Resumiendo, Hageo est afirmando: obedeced a Dios, y Su bendicin y aprobacin sern vuestras. Ser glorificado. Aqu hay pruebas de que Dios estaba interesado, como lo estaba Hageo, con los aspectos espirituales de la reconstruccin. Salomn haba orado (1 Reyes 8:30) que Dios fuera exaltado mediante la adoracin de Su pueblo. Cuando descuidaron esta actividad de su vida espiritual, el resultado fue esterilidad espiritual. El Talmud babilnico afirma que faltaban cinco cosas en el Templo de Zorobabel: (1) La gloria de la Shekin, (2) el fuego santo, (3) el arca del pacto, (4) el Urim y el Tumim, y (5) el espritu de profeca (probablemente el Espritu Santo). Sea lo que fuere que estuviera ausente en el Templo de la restauracin, Dios prometi inequvocamente que su bendicin estara all. 9. Buscis mucho. Hageo vuelve al tema de las desastrosas consecuencias de la indiferencia del pueblo en cosas espirituales. Tal negligencia tena un efecto directo sobre sus intereses personales. Aunque haban tenido las esperanzas ms grandes de obtener abundantes cosechas, estas expectativas quedaron totalmente defraudadas. Eran pocos los frutos en

comparacin con el trabajo invertido. Lo disipar en un soplo. Incluso lo poco que almacenaba en el granero les sera de poca ayuda. Dios se preocupara de que no fuera apto para el consumo o que se dispersara. As, se informaba al pueblo que no podan atribuir los pobres rendimientos de la tierra a ninguna otra causa, tales como el prolongado descuido de la tierra durante el perodo de la cautividad, sino al castigo directo de Dios. Por qu? Cmo se haba de explicar la providencia de Dios? El castigo de Dios tena que estar provocado por los hechos de ellos. En qu haban pecado? Cada uno de vosotros corre. La contestacin est clara. Al buscar sus propias fortunas, haban exhibido una gran actividad; haban corrido, de hecho, para favorecer sus propios intereses egostas, con un descuido total de los intereses del Seor. Se presenta un acusado contraste entre mi casa y su propia casa. 10. Los cielos detienen el roco. (VM). El Seor detuvo el roco que haba sustituido a la lluvia durante los secos meses del verano, de manera que no haba crecimiento en la tierra. As Dios demostraba a las claras que l era el supremo proveedor de alimento para Israel. 11. Y llam la sequa. Ms de una vez en la historia de Israel, Dios vea que haba necesidad de llevar a la nacin a la consciencia de que dependa totalmente de l para las necesidades de la vida. Repetidamente, los maestros y profetas del Antiguo Testamento enfatizaron que en el camino de la obediencia Israel conocera el equilibrio apropiado de las fuerzas de la naturaleza para su beneficio y bendicin. Dios haba advertido al pueblo que si eran desobedientes, los mismos cielos se les volveran como bronce (Deuteronomio 28:23). La sequa que haba enviado sobre la tierra y los montes afectaban al grano (no trigo), al vino, al aceite, y a todos los frutos de la tierra, y a todo el trabajo del hombre y del ganado. El hambre ha sido un azote temido en manos de Dios. Ver 2 Reyes 8:1; Salmos 105:16; cp. Deuteronomio 11:14; 18:4. La creacin inferior se halla siempre ligada a las fortunas del hombre (Romanos 8:19-21). IV. La obediencia de la nacin. 1:12-15. 12. Y oy la voz de Jehov su Dios. Aqu se indica una alentadora cooperacin entre los conductores y el pueblo. El mensaje del profeta tuvo el resultado para el que haba sido destinado. El pueblo estuvo pronto a evaluar el mensaje de Hageo en su verdadero valor: la voluntad de Dios expresada mediante su siervo. Su Dios. Dios es as designado en dos ocasiones. Parece haber aqu una implicacin de que la nacin se haba movido a una conformidad ms estrecha con la relacin que sostena con Dios como Su pueblo elegido del pacto. 13. Mensajero de Jehov, habl por mensaje de

Jehov (VM). Con una nueva percepcin espiritual, el pueblo reconoci a Hageo como el portavoz de Dios, investido de autoridad divina. Yo estoy con vosotros, dice Jehov. El mensaje era corto, pero no hubiera podido ser ms consolador o estimulante. En el pasado este pasaje haba sido utilizado por Dios para alentar a los hombres a poderosas hazaas (p.ej., xodo 3:12; Jeremas 1:8) y sigue siendo la ms alentadora de todas las promesas a los siervos del Seor Jesucristo alrededor del mundo (cp. Mateo 28:20). El retorno al Seor era de corazn; de otra forma esta fuerte palabra de aliento no les hubiera sido dada. 14. Y despert Jehov. Toda buena intencin y propsito del pueblo de Dios emanan del Seor. Es l quien energiza a los hombres para que quieran y hagan Su buena voluntad (Filipenses 2:13). Espritu. La utilizacin triple del trmino indica que la batalla se gana o se pierde en el campo de lo espiritual, no por ninguna condicin favorable o poco favorable. Vinieron y trabajaron. El pueblo empez la obra de recoger los materiales necesarios para la estructura; sin embargo, los cimientos no fueron echados sino hasta tres meses ms tarde. 15. En el da veinticuatro. Hageo es cuidadoso, y provee otra fecha precisa, mostrando la importancia del asunto en el que su corazn est ocupado. Hubo un intervalo de veintitrs das entre esta fecha y la que se da en el v.1. Dios siempre toma nota de todas las caractersticas de la obediencia de sus hijos. CAPTULO 2 I. Aliento para emprender la construccin. 2:1-5. 1. En el mes sptimo, a los veintin das del mes. El segundo mensaje del profeta est fechado en el sptimo da de la Fiesta de los Tabernculos, la final fiesta de la recogida de la cosecha en el calendario hebreo (cp. Levtico 23:39-44). Aquella fiesta estaba marcada por un gran gozo (como lo est en la actualidad), y los sacrificios de accin de gracias eran ms numerosos en el da final que en ningn otro da del ao. Sin embargo, con una cosecha escasa y los humildes del Templo, el contraste con las condiciones anteriores tiene que haber resultado especialmente penoso. Por ello, haba necesidad de dar aliento (cp. Esdras 3:12, 13). A menudo Satans hace su ataque ms poderoso sobre los hombres precisamente despus de que han resuelto firmemente seguir el camino por el que el Seor los quiera conducir. El pueblo se hallaba en gran necesidad de recibir aliento, a fin de ser guardados de la desesperacin. En el primer captulo la necesidad era un mensaje a las

conciencias y a las voluntades de unas gentes indiferentes; aqu se trata de una palabra necesaria de consolacin y de aliento a los corazones de una nacin desesperada. 3. Quin ha quedado entre vosotros. . .? Las palabras se dirigen a los conductores civiles y religiosos del remanente retornado. Dios estaba comparando el Templo de Salomn y el que ahora estaba siendo construido. Por medio de Hageo preguntaba a los lderes y al pueblo cuntos de ellos recordaban la gloria del primer edificio. Despus de setenta aos de exilio, es probable que fueran muy pocos los que hubieran visto el anterior Templo. como nada? La ocasin de esta pregunta del Seor se halla en el relato de Esdras 3:8-13. El registro afirma que en la fundacin del segundo Templo los sacerdotes acompaaron la ceremonia con el cntico de Salmos y el toque de trompetas. La generacin ms joven, sin posibilidad de comparar con lo anterior, estaba entusiasmada ante el logro de la reconstruccin. Pero los ms viejos que haban conocido el primer Templo glorioso lloraban abiertamente debido al acusante contraste entre ambos santuarios. Hageo dirigi esta pregunta al segundo grupo. Desde el punto de Dios solamente haba una casa de Jehov en Jerusaln, bien fuera construida por salomn, Zorobabel, o ms tarde por Herodes. Por ellos Dios se refiri al edificio de Salomn como esta casa en su gloria primera. Los pensamientos de Dios no son los del hombre, y sus juicios se hacen sobre la base de absolutos. 4-2. Esfurzate. En la triple instruccin al prncipe, al sacerdote, y al pueblo, el Seor les orden a todos que fueran fuertes. Dios, que haba primeramente mostrado un vvido contraste entre ambos edificios, ofreca ahora al pueblo una direccin espiritual para la ejecucin de su tarea. Su propsito al establecer la diferencia no era el de desalentarlos, sino hacerles conscientes de la magnitud de la tarea, de lo poco adecuados que eran para llevarla a cabo en sus propias energas, y de la necesidad que tenan de confiarse a la suficiencia de dios. El Seor era su fortaleza. Nuevamente, se les dio la alentadora palabra de que la presencia del Seor sera la constante porcin de ellos. 5. Segn el pacto que hice con vosotros. Si alguna nacin de la tierra pudiera estar segura de la confiabilidad de Dios con respecto a Sus promesas, esta era Israel. l haba pactado (lit., haba cortado un pacto, hablando con respecto a las vctimas que se despiezaban para ratificar un pacto; cp. Gnesis 15:10) entrar en una relacin permanente con los hijos de Israel cuando dejaron Egipto. El pacto que se contempla es el del Monte Sina (cp. xodo 19:5; especialmente 33:12-14). Ya que Dios haba sido fiel a aquella promesa a travs de todos los siglos del pasado de la historia de Israel, desde luego se podra confiar en l en que mantendra Su palabra empeada a los

contemporneos del profeta Hageo. Mi Espritu estar en medio de vosotros. Una prenda de la veracidad de la promesa era la presencia del Espritu de Dios que entonces moraba entre ellos. Dios no los haba abandonado, aunque haba estado sumamente enojado con ellos por la indiferencia que le haban mostrado hacia Su amor y Sus mandamientos. No tenan nada que temer. II. Promesa de la gloria futura. 2:6-9. 6. De aqu a poco. Esta crptica expresin significa, probablemente, que falta solamente un poco de tiempo para que los eventos expuestos se hagan realidad. Yo har temblar los cielos. Este versculo y los tres siguientes son distintivamente mesinicos en su carcter (ver tambin Isaas 61:1-3; Daniel 9:24-27; Zacaras 9:9, 10). Aqu, el mensaje del profeta une detalles de la primera y de la segunda venida de Cristo, como a menudo lo hacen otras profecas del Antiguo Testamento. La prediccin de la conmocin de los cielos, de la tierra, del mar, y de la tierra seca habla ciertamente de algo ms que una desusada exhibicin de la omnipotencia de Dios en el reino de la naturaleza; toda la atmsfera de la profeca introduce al lector en los tiempos apocalpticos. Aqu se ve a Dios una vez ms interviniendo de una manera detectable y manifiesta en los asuntos de los hombres. Cul puede ser la relacin de conceptos entre la afirmacin en este versculo y la del v.5? El profeta alent a los judos a que prosiguieran con toda diligencia la obra del Templo, porque, y as les aseguraba, su Dios, el Seor de todas las naciones, mostrara antes de mucho Su poder a favor de Israel. Hara temblar el universo material y arrojara por tierra reinos terrenos y finitos a fin de establecer el reinado final y definitivo sobre la tierra, el reino del amado Hijo de Dios. 7. Vendr el deseado de todas las naciones. Los traductores no han estado de acuerdo en su tratamiento de las cuatro palabras hebreas de esta seccin del versculo. La LXX traduce: las cosas escogidas de todas las naciones vendrn. La ASV prefiere: las cosas preciosas de todas las naciones, con la lectura marginal: las cosas deseadas (He., deseo) de todas las naciones vendrn. Otros han sugerido: los gentiles vendrn con sus cosas deleitosas, o las preciosas posesiones de los paganos. Cul es el significado que se le tiene que dar a este pasaje, si se siguen estas traducciones? La falta de esplendor y de ornamentacin externa en el Templo de Zorobabel quedara ms que compensada por los dones preciosos que todos los pueblos presentaran para hacer del Templo del seor una cosa hermosa y gloriosa. Naturalmente, este tributo al seor sera ofrecido como un verdadero homenaje a l. Se cita en favor de esta interpretacin que hace justicia a la utilizacin del sujeto femenino singular y al verbo en plural.

Sin embargo, estar bien recordar que desde los das ms tempranos la mayor parte de los intrpretes cristianos sigui la tradicin juda al referirse el pasaje a la venida del Mesas de Israel. Les parece claro a estos intrpretes que el anhelo que todas las naciones tienen en comn debe ser su anhelo por un Liberador, sea que se den cuenta o no de la naturaleza de su deseo o de la identidad de su verdadero cumplimiento en el Seor Jesucristo. Adems, en hebreo se utiliza a menudo un nombre abstracto en lugar del concreto; as, no queda automticamente excluida una referencia al Mesas en base de las consideraciones lingsticas. La utilizacin de un verbo en plural no milita en contra de la interpretacin mesinica, porque hay casos en los que el verbo concuerda con el segundo de dos nombres. Y llenar de gloria esta casa. Es interesante que cada morada terrenal del Dios infinito fue llenada de gloria (ver xodo 40:35 para el Tabernculo de Moiss; 1 Reyes 8:10,11; 2 Crnicas 5:13, 14 para el Templo de Salomn). El Templo de Zorobabel tena todava que ser llenado con la gloria de la presencia de Dios el Hijo en Su encarnacin (Juan 1:14), por no decir nada de la gloria de la Segunda Venida (Malaquas 3:1). El Seor predice que las naciones sern hechas temblar (no redimidas). Esta accin empez preparatoria de la primera venida, y ser consumada en la segunda aparicin (Daniel 2:35, 44; Mateo 21:44). Consiguientemente, Dios llenar su casa, el Templo del futuro, con una gloria sin precedentes. 8. Ma es la plata. A fin de que el remanente no siga vindose entorpecido por la preocupacin acerca de la falta de metales preciosos en el Templo restaurado, el Seor seala a sus recursos inagotables. Se ha conjeturado que en el Templo de Salomn se invirtieron un equivalente a unos veinte mil kilgramos de oro para recubrir el compartimiento interior del santuario. Pero, qu era esto en comparacin con los recursos de Aquel a quien todo le pertenece? (Salmos 50:12). Y ms an que esto, Dios lo hermosear con la venida de Su Hijo. Los pobres exiliados tenan poca cosa con la que decorar el Templo, pero Dios les asegur que l suplira lo que faltaba. 9. La gloria postrera de esta casa. El sentido es que la gloria postrera de la casa excedera con mucho toda la gloria primera. Es vital estar conscientes de que en las Escrituras el Templo de Dios en Jerusaln es concebido como una entidad, existente bajo diferentes formas y circunstancias en diferentes periodos de la historia. La presencia de Cristo dar una gloria al segundo Templo que el primero jams la conoci. Se ha presentado el punto de vista que la gloria postrera tiene referencia a la gloria milenial del Templo que se ve en Ezequiel captulos 40 a 48. Ya que existe una continuidad en los Templos de diferentes eras, esta posibilidad no puede ser excluida. Aunque el Templo

de Zorobabel fue arrasado hasta los cimientos por Herodes cuando procedi a su renovacin, su Templo segua siendo considerado como el segundo Templo. As es mencionado por todas las autoridades judas. Y dar paz a este lugar. Cristo consigui la base para la paz espiritual en Jerusaln (Colosenses 1:20). Concede l ahora paz de corazn y de mente a los creyentes (Romanos 5:1; Filipenses 4:7). Pero traer definitivamente la paz mundial como Prncipe de Paz (Isaas 9:6, 7). Suficiente, y ms que suficiente, entonces, es esta respuesta de Dios a la apariencia poco impresionante del v.3. Dios siempre reserva lo mejor para lo ltimo. Solamente el ojo de la fe puede verlo. III. Pureza e impureza en temas levticos. 2:10-14. 10. A los veinticuatro das del noveno mes. El cuarto mensaje de la profeca de Hageo fue dado dos meses despus de la anterior. Era el mes noveno en que eran de esperar las lluvias tempranas para regar las nuevas cosechas. Habiendo ya experimentado escasez y desaliento en el perodo anterior, el pueblo hubiera estado especialmente preocupado acerca de la cosecha del siguiente ao. Durante el anterior perodo de desobediencia, haban sido castigados en asuntos temporales. Habra ahora un cambio, habiendo obedecido la orden de Dios a travs de Hageo? Esta es la pregunta que pasa ahora a contestar el profeta. 11. Preguntad ahora a los sacerdotes acerca de la ley. El pueblo tena que buscar ayuda legal de los sacerdotes que tenan entonces. Los sacerdotes en Israel eran los maestros autorizados de la Ley de Moiss (ver Deuteronomio 17:8, 9). Estaban puestos por Dios para interpretar la Ley; los profetas eran enviados para aplicarla (p.ej., Hageo 2:13, 14). En los versculos 11 y 13 se describe al pueblo de Israel, indirectamente, como haban estado en su condicin de desobediencia, condicin esta que no deba ser repetida. 12. Si alguno llevare carne santificada. Se hacen dos preguntas definidas. La primera es: si no est llevando carne santificada (sacrificial), y toca otro objeto, este objeto, debido a su contacto con la carne, se volver santo, o consagrado al Seor? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. La respuesta es, en el primer caso, una negativa (cp. Levtico 22:4-6; Nmeros 19:11). 13. Ser inmunda? La segunda pregunta era: Si un hombre que era ceremonialmente impuro debido a haber entrado en contacto con un cuerpo muerto tocara un objeto, se volvera impuro el objeto debido a la impureza ceremonial del hombre? La respuesta a la segunda pregunta es afirmativa. El principio es que la pureza moral no puede ser trasmitida, segn las

regulaciones mosaicas, pero la impureza moral s que puede serlo. Es la impureza legal lo que es trasmitido, y no la pureza legal o levtica. Un hombre no puede trasmitir su salud a un nio enfermo, pero un nio enfermo puede comunicar su enfermedad a un hombre. 14. As es este pueblo. Aunque el pueblo haba estado descuidando la obra del Templo, haban estado ofreciendo sacrificios sobre un altar improvisado en Jerusaln (Esdras 3:3). Estas ofrendas no eran del agrado del Seor; por ello, Dios haba retenido sus bendiciones del pueblo, como se ve claramente en el captulo 1. Todo lo que aqu ofrecen es inmundo. As como el israelita ceremonialmente impuro haca impuro aquello que tocaba, as el pueblo en su desobediencia trasmita los resultados de aquella desobediencia a su obra, que la volva desaprovechable. As como la carne santificada no poda comunicar su consagracin a ningn otro objeto, as las buenas obras externas del pueblo, las mismas ofrendas que tenan el cuidado de presentar en el altar de dios, no podan proveerles la bendicin de Dios ni el gozo de la santidad. Todas sus labores pasadas participaban de su impureza espiritual. La conclusin est clara: no deban volver a su anterior curso de desobediencia, sino que tenan que abandonarlo. Aqu Hageo est interpretando el principio de causa y de efecto desde la perspectiva de la Ley de Moiss, as como lo haba explicado anteriormente (1:6, 9-11) desde la perspectiva de sembrar y segar. Los paralelos son claros entre este pueblo en 1:2 y este pueblo y esta gente aqu. IV. La aplicacin de estas verdades. 2:15-19. 15. Antes que pongan piedra sobre piedra. Se le pidi al pueblo de Dios que consideraran sus difciles circunstancias durante el perodo en que interrumpieron la obra del Templo. 16. Venan al montn de veinte efas. En aquellos das de escasez, cuando uno se llegaba a un montn de grano del que crea poder sacar veinte efas, encontraba que, despus de trillar, solamente le haba rendido la mitad de aquella cantidad. Lagar. Un lagar que pareca que dara cincuenta cntaros de vino daba slo veinte. Las expectativas se vean constantemente destruidas, porque la mano prosperadora de Dios no estaba con ellos. 17. Os her. Como en los das del profeta Ams (cp. Ams 4:9), el Seor azotaba los campos y los viedos de su pueblo con viento solano, una abrazadora sequa, y con tizoncillo, un hongo que era consecuencia de una excesiva humedad. El resto de la obra de las manos de ellos era destruido por el granizo. Toda la naturaleza estaba conspirando contra ellos. Ms no os convertisteis a m. Estas pruebas del enojo de Jehov hubieran debido ser

unas indicaciones lo suficientemente claras de posteriores castigos, pero el pueblo era lento en percibir y no volvieron a Dios en arrepentimiento y confianza. 18. Meditad, pues, en vuestro corazn. Este versculo emite una doble exhortacin a considerar. Qu poco aplican los hombres sus mentes, sus pensamientos, a la relacin que sostienen con el Seor! Antes del da veinticuatro el pueblo no se haba dedicado enteramente a la obra, como hubieran debido hacer. Tenan que comparar las condiciones de antes y despus de aquella obediencia. 19. No est la simiente aun en el granero? El pueblo pudiera haber contrastado fcilmente la verdad o la falsedad de las conclusiones del profeta. Al haberlo hecho hubieran descubierto al cabo de poco tiempo que no haba simiente en el granero, y que las vides y los rboles no haban dado su producto. Mas desde este da os bendecir. Pero ahora, desde la posicin de la obediencia, Israel lo iba a hallar todo diferente. El profeta no estaba hablando como un inteligente experto en agricultura, previendo buenas cosechas, sino como un profeta de Dios pronunciando bendiciones sobre la fe, prosperidad sobre la confianza. El Dios que poda retener la bendicin podra tambin concederla sobre su pueblo fiel. V. La bendicin futura de Dios para Zorobabel. 2: 20-23. 20. A los veinticuatro das del mismo mes. En el mismo da en que haba proclamado el anterior mensaje (v. 10), Hageo proclam su ltimo mensaje, una palabra de aliento personal para el conductor civil, Zorobabel. 21. Habla a Zorobabel. Es posible que Zorobabel, como gobernador y conductor civil, se hubiera preguntado acerca de la anterior prediccin (vv. 6, 7) con respecto a las revoluciones entre los poderes y reinos del mundo. Es posible que hubiera estado preocupado acerca de cmo estos tratos de Dios afectaran al pueblo sobre el que ejerca su autoridad. Yo har temblar los cielos y la tierra. Se puede ver y reconocer fcilmente que el mensaje personal a Zorobabel se une con la proclamacin proftica con respecto a los futuros juicios de Dios sobre las naciones. 22. Trastornar el trono de los reinos. Algunos intrpretes han situado este pasaje en la poca del derrumbamiento, y de la revuelta de las naciones sometidas, en contra del imperio Persa. Esto sucedi cuando Daro Histaspes ascendi al trono en 521 a.C. Pero la profeca de Hageo mira al futuro; no est hablando de algn suceso histrico conocido para todos. Adems hay una pertinencia en la utilizacin de trono en singular. Es mejor ver aqu, juntamente con muchos expositores capaces, una referencia al

derrumbamiento definitivo de este sistema del mundo, dominado por Satans, cuando el Rey cuyo es el derecho, el Seor Jesucristo, vuelva a asumir las riendas del gobierno (cp. Apocalipsis 11:15). Carros. Las naciones, entonces como ahora, estarn dependiendo de las fuerzas y de las armas carnales para conseguir sus objetivos carnales, pero el Seor destruir consumadamente su poder y exhibicin de fuerzas. Cada cual por la espada de su hermano. La destruccin iniciada por el Seor llegar a su fin mediante la locura de una lucha civil (ver tambin Ezequiel 38:21; Zacaras 14:13). Estos eventos estn enmarcados en los das de la Guerra de Armagedn. Los eventos de este versculo no pueden retorcerse mediante ningn salto de la imaginacin para convertirlos en conflictos del pasado ni en movimientos polticos de los grandes imperios del pasado. 23. En aquel da, dice Jehov de los ejrcitos, te tomar. La nota personal es inconfundible. Zorobabel no estaba destinado al juicio, sino a una misin especfica. Dios tena un honor especial reservado para este uno de sus siervos. La promesa pertenece en realidad al oficio que Zorobabel cumpli como gobernador de Jud. No puede referirse al perodo de la existencia de Zorobabel. En su poca no se cumplieron los eventos predichos. El significado es que la descendencia mesinica vendra a travs de Zorobabel, de la lnea de David, tal como si fuese a travs del propio David. El trono seguro de David se contrasta aqu con las tambaleantes dinastas del mundo. Zorobabel se halla en las dos genealogas del Mesas (Mateo 1:12; Lucas 3:27). Los expositores judos relacionaban este pasaje en Hageo con el Mesas. As, en Zorobabel como tipo, se prefigura la figura del antitipo, el mesas. Ambos descendan de David; de ah el paso a esta profeca. Como un anillo de sellar. El anillo de sellar era un objeto de valor y de consideracin para el Oriental. Su sello era una marca de honor y de autoridad (ver Cantares 8:6; Jeremas 22:24). En la antigedad cuando se utilizaba el anillo de sellar para sellar cartas y documentos, representaba al dueo, que siempre lo llevaba (cp. Gnesis 38:18; Jeremas 22:24). Era su posesin apreciada. De ah que el anillo de sellar prefigure al precioso Cristo. Yo te escog. As como otras personas dignas del Antiguo Testamento asumieron su lugar en la lnea de sucesin del Mesas, as Zorobabel recibi este honor de ser situado en esta compaa para sealar al Escogido de Dios, el Seor Jesucristo.
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