martes, 5 de enero de 2021

Los reyes siguen la estrella

 Hola  a todos los que me seguís de vez en cuando. Creo que hoy es menester saludar a dos amigas que siempre están ahí María y Gema, que nunca se olvidan de pasar por el blog y dejar algún mensaje. Intento seguir al día de las publicaciones que hacen en sus respectivos blogs, aunque debo confesar que voy con un poco de retraso por el trabajo y como no, las oposiciones. Resulta que poco tiempo después de escribir mi última entrada ocurrió algo que llevaba mucho tiempo esperando: me adjudicaron una vacante en un centro de Formación profesional. Y ese es el motivo por el que llevo tanto tiempo sin actualizar el blog.

Como os podéis imaginar estoy bastante atareada estos días; trabajar como profesora en tiempos de pandemia no es tarea fácil, pero debo decir que en mi instituto se han puesto todos los medios necesarios y se han implementado una serie de medidas adicionales para evitar brotes, y  que han funcionado muy bien. Todo esto ha sido gracias al esfuerzo del equipo directivo y de todos los compañeros que se esfuerzan día tras día para realizar nuestra tarea superando todas las dificultades con mucho tesón. A pesar de todos los inconvenientes que se pueden dar en una situación como esta, por ejemplo, dar clase con mascarilla es lo más incómodo que os podáis imaginar, yo voy  con mucha ilusión a mi centro y disfruto mucho durante las clases debido a la cercanía con los alumnos, que a siguen viniendo a clase y se esfuerzan por aprender. Y aquí me gustaría defender a los jóvenes, porque mis alumnos se han esforzado de verdad, son participativos y a pesar del frío que han pasado los primeros meses han seguido acudiendo a clase con asiduidad. 

Pero hoy no os quiero hablar de lo que bonita que es la enseñanza en la FP, sino de esta noche mágica de reyes, que será la primera en Navia después de tres años celebrando y viviendo esta noche en Mérida. 

Para mí es una noche especial y llena de recuerdos. La víspera de reyes después de la cabalgata solíamos ir a casa de mi abuela Anita a recoger los regalos de reyes. Vivía en un piso muy pequeño y aunque estábamos un poco apretados se pasaron muy buenos ratos allí. Ella solía cocinar frixuelos, tortilla, también ofrecía mazapanes y polvorones. A veces eran las tías las que llevaban también cosillas para comer, por ejemplo casadiellas.  En los últimos años antes de ir a vivir a Londres yo solía quedarme en la cocina donde nos juntábamos con las tías y algunas primas. Me gustaba más conversar con ellas que ver la televisión en el salón. Será porque dicen que no me callo ni debajo del agua.

El día de reyes íbamos a Candás a casa de mis abuelos, esa tradición siguió celebrándose incluso después de la muerte de mi abuela hace ya casi ocho años. Nos juntábamos todos primero en el Nodo, y luego en el piso nuevo cerca del Casino. Uno de los regalos de reyes que aún conservo es un cuento de La bella durmiente que me regaló mi padrino Jose cuando tenía 5 años. Aunque está un poco maltrecho a mi sobrina le gusta mucho, así que ahora es ella quien lo disfruta.

Vivimos tiempos en los que a veces nos cuestionamos las tradiciones y recelamos de ellas, no sé si será por desconocimiento o simplemente porque hemos adoptado la creencia de que los tiempos actuales son mejores, y puede que lo sean, pero eso no quita valor a nuestras viejas costumbres. Por esa razón he hecho una búsqueda en internet y he encontrado este artículo de National Geographic que me ha parecido muy interesante. En él nos cuentan que la primera mención  a los magos de oriente la podemos encontrar en el Evangelio de San Mateo, si bien este no nos dice sus nombres ni se refiere a ellos como reyes sino como magos de oriente. Si seguís leyendo el artículo descubriréis que la tradición actual data de la edad media, fue ahí cuando se empezó a habar de Melchor, Gaspar y Baltasar, que aparecen descritos en El Auto de los Reyes Magos  del siglo XII que se conserva en la Biblioteca Nacional de España, como "steleros" o astrólogos. La primera mención escrita a sus nombres tal y como los conocemos hoy en día la encontramos en Ravena, Italia. Dice el artículo que en algunos puntos de Europa se escribían sus iniciales, MGB, en las  puertas para proteger tanto a las personas como a los animales de los demonios y las brujas. Esto parece ya un poco pagano, ¿no os parece? Os invito a leer el artículo que es muy interesante.

Sin embargo, la tradición de hacer regalos a nuestros seres queridos es algo que hemos hereadado de nuestros antepasados romanos, como bien explica hoy Emilio del Río en este hilo de Twitter. Los romanos por estas fechas intercambiaban regalos con sus familiares: ropa, perfumes vino o libros, y los acompañaban de pequeños mensajes que encargaban a grandes poetas como Marcial. Os recomiendo que leáis el hilo Emilio del Río porque yo creo que poca gente habrá que sepa más que él de cultura romana- Y todo sea dicho, él lo explica mucho mejor que yo.

En fin, esta noche de reyes es muy atípica, sin cabalgatas, y si las hay serán virtuales. En Gijón se necesitaba una entrada, y por lo que he visto se repartieron tan pocas que muchos niños se han quedado con las ganas de ver a los reyes magos. Pero a mí me sigue pareciendo una noche mágica, una tradición de muchos años cargada de historia como podéis ver se remonta a tiempos muy lejanos. Espero que a pesar de las restricciones sanitarias tengáis una buena noche de reyes tanto si lo celebráis como si no. Por cierto, hay evidencias de que la estrella de oriente sería en realidad la conjunción de Júpiter y Saturno que se ha podido ver recientemente, podéis leer un poco más en este artículo. Si alguien ha podido ver este fenómeno me encantaría que dejase un comentario en el blog. 

Y para terminar me gustaría compartir con todos vosotros esta hermosa pieza compuesta por uno de nuestros más grandes compositores Francisco Guerrero: Los reyes siguen la estrella, es una de esas piezas que solía cantar con el coro Melsos. Espero que os guste. Que tengáis una muy feliz noche de reyes.  



miércoles, 14 de octubre de 2020

No les deis la espalda

 Desde hace algo más de un año me he acostumbrado a escuchar la radio por las mañanas mientras desayuno, o al mediodía mientras preparo la comida. Hace unos meses descubrí un programa en Radio 5 que me gustó mucho, creo que se llama Cinco continentes, no sé si se sigue emitiendo porque hace ya uno o dos meses que no logro sintonizarlo. Este programa suponía una ventana abierta al mundo que me dio a conocer otras realidades, algunas hermosas, otras tremendamente tristes. Una de esas realidades tristes que este programa me dio a conocer fue la de los niños del campo de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos, o la de los niños Rohingya. 

 Justo a principios de verano se produjo un  incendió  en el campo de refugiados de Moria, dejando a todas las familias que allí se encontraban todavía más desamparadas de lo que ya estaban y, no es que su situación no fuese ya suficientemente dramática, que sin duda lo era. Pero la situación que están viviendo en estos momentos es todavía más dolorosa. Hacinados, durmiendo al raso con niños enfermos, así que la dureza de su situación actual es difícil de describir. Hablamos de familias que ya vivían en tiendas de campaña, sin acceso a atención médica y con unas condiciones de higiene muy pobres. Médicos sin frontera explicaba a principios de año que muchos niños con enfermedades graves como diabetes, asma e incluso enfermedades cardíacas no recibían atención sanitaria. Además otros niños con trastorno de espectro autista tampoco recibían la atención necesaria. Y luego como docente me pregunto si estos niños tienen acceso a algún tipo de educación. Mucho me temo que la respuesta es negativa.

He visto un vídeo de Save the Children en el que Zahara una niña de trece años, nos relata su situación. El vídeo dura poco más de un minuto, tiempo más que suficiente para remover mi conciencia, y sí, ya sé que eso es lo que intentan. Evidentemente se trata de una campaña para conseguir socios, pero también es verdad que si no fuera por las ONGs niños como Zahara no tendrían voz, y de eso se trata de devolverles la voz. 

Imagen de Bessi en Pixabay

Los niños como Zahara no quieren hablar en un anuncio de una ONG, quieren tener una infancia como la de otros niños. Quieren jugar, quieren ir al colegio y sobre todas las cosas quieren tener un techo donde dormir y sentirse arropados. No quieren vivir en tiendas de campaña de las que tienen que huir en medio de la noche porque hay un incendio que no se sabe bien si ha podido ser provocado. Como docente no os podéis imaginar lo que siento cuando veo a estos niños que sueñan con ir a la escuela, mientras en el aula me he encontrado con alumnos que no quieren hacer nada y convierten mi trabajo en una misión casi imposible. Tenemos realidades muy duras más cerca de lo que pensamos, no hace falta ir a los campos de refugiados, que por otro lado están mucho más cerca de lo que pensamos. Pero mientras estos pequeños viven  una infancia privados de sus derechos fundamentales, aquí vemos continuamente gestos de egoísmo por parte de algunos menores. 

Creo que debemos enseñar a nuestros alumnos valores de solidaridad, empatía y respeto. Deben entender que nada es gratis, y que para lograr algo siempre tendremos que sacrificar algo. Creo que es imprescindible que nuestros alumnos reciban clases de ética, me gustaría saber el motivo por el que esta asignatura prácticamente ha desaparecido de nuestras escuelas cuando es más necesaria que nunca. Me gustaría que entendiesen que mientras ellos se van de botellón, sin tener en cuenta las consecuencias que podría acarrear para sus allegados, otros niños viven en condiciones infrahumanas. No estoy hablando de llevarles a un campo de refugiados, pero tal vez sea el momento de enseñarles a ponerse en la situación de otras personas para que se den cuenta de lo afortunados que son. Ellos tienen voz, mientras que los niños como Sahara necesitan la ayuda de las ONG para alzar la suya. No se les puede regalar todo, mientras no muy lejos de aquí hay niños que por no tener no tienen ni un lápiz. Y cuando hablo de regalar por supuesto que me refiero a que deben aprobar todas las asignaturas para poder graduarse. ¿Qué futuro les espera si les damos todo echo? ¿Qué sociedad estamos creando así? Dejadme que os lo diga alto claro: una sociedad que mira para otro lado cuando niños como Zahara nos piden ayuda desde un campo de refugiados en Lesbos. Ese no es el mundo que quiero dejar a los que vengan detrás de mí. 

Los que me seguís ya sabéis que siempre acabo mis entradas con alguna canción que me gusta, porque la música es una parte muy importante de mi vida y me gusta conjugar el amor por la escritura con el amor por la música, creo que es una combinación que funciona muy bien. Hoy me estaba resultando difícil encontrar una canción que refleje lo que acabo de expresar. Echando un vistazo en internet he encontrado una de esas canciones que sobrecogen, al menos tiene ese efecto en mí: Tears in Heaven de Eric Clapton y Will Jenning. Clapton le dedicó esta canción a su hijo Conor que falleció al caer desde la ventana del rascacielos donde residía junto a su madre. Lo que expresa Clapton en esa canción es sin duda lo que sienten todos esos padres que han huído de países como Siria dejándolo todo atrás. Muchos de ellos han perdido a sus hijos en esa guerra y al igual que Clapton se preguntan si sus hijos serán capaces de reconocerles en el cielo. La vida ha golpeado con extremada dureza a estas personas, pero debemos recuperar nuestra humanidad y tenderles nuestra mano. No les demos la espalda. 



martes, 8 de septiembre de 2020

Feliz día de Asturias y de Extremadura

 Hola a todos los que os dejáis caer por aquí, espero que estéis pasando un buen día. Hoy al menos en Asturias tenemos un precioso día de sol sin una sola nube en el cielo. Como ya sabéis hace unos meses que nos mudamos a Navia desde Extremadura, y este ha sido mi primer día de Asturias en Navia, que no en el occidente asturiano. Como ya os podéis imaginar este día de Asturias es un poco tristón y deslucido, ya que debido a la pandemia se han tenido que suspender todos los actos que estaban programados. Para los que no sois de Asturias, la fiesta se celebra cada año en un lugar distinto, el año pasado se celebró en el concejo de Cabrales. En este día suele haber diversas actividades como conciertos o juegos tradicionales, entre otras muchas cosas. Pero como ya os podéis imaginar este año todo ha quedado reducido a un pequeño homenaje a las víctimas de la Covid-19. Creo que en Extremadura ha pasado lo mismo, las actividades se han cancelado y tan solo se ha celebrado en Mérida otro pequeño homenaje a las víctimas de esta pandemia. Pero hoy me gustaría mirar a nuestra tierra, Asturias y Extremadura (haber pasado allí tres años y medio de mi vida me dan derecho a considerarla también un poco mi tierra), con un poquito de optimismo. 

De Asturias ya he  hablado muchas veces en otras entradas. Ya sabéis que es el lugar en el que nací, la tierra de mis padres y abuelos. Gente trabajadora y muy luchadora que me  han ayudado mucho en mi camino. Os he contado lo mucho que me gustan lugares como Candás, el pueblo en el que nació mi madre, y también Porcía, donde nació mi padre, que está muy cerquita del lugar en el que vivo ahora. Y yo creo que los recuerdos más bonitos del día de Asturias son los que pasé en este lugar. Allí el 8 de septiembre se celebra la romería de los Remedios con una gran fiesta de prado. Cuando mis hermanas y yo éramos pequeñas solíamos venir a pasar el día con nuestros primos y tíos. Después había verbena hasta altas horas de la madrugada. Si el tiempo acompañaba nos dábamos un baño en la cala, que para mí es mágica. Recuerdo que mi abuela Anita siempre se acordaba de esta playa, que para ella era la más bonita del mundo. Solíamos comer todos juntos en un prado propiedad de Fernando, uno de los hermanos de mi abuela. El día no podía terminar sin ir a ver a los familiares de mi padre que todavía estaban en el pueblo, algunos de ellos todavía viven allí. Solíamos ir a ver a mi bisabuela Teresa, a Fernando, Elda, Cristina y Carmen del Molino, a Oscar, y si nos daba tiempo a ir a Salave se visitaba a Fina y a Paco y a Elena. De las hijas de Fina y Paco también tengo muy buenos recuerdos, sobre todo, de Sefa, que nos dejaba jugar con sus Nancys y sus mariquitas, a las que les confeccionaba ropa ella misma. Como os podréis imaginar cuando mi pareja fue destinada al hospital de Jarrio pensé que era cosa del destino que me hacía volver a mis orígenes. 

Y ahora que ya he narrado mis recuerdos de infancia del día de Asturias me gustaría hablaros de como he vivido ese mismo día en Extremadura. Como ya os he contado en otras ocasiones he pasado tres  años y medio de mi vida en Mérida, donde tengo grandes amigos. Es una tierra llena de gente generosa y trabajadora, con un gran patrimonio artístico y una rica gastronomía. Las grandes dehesas de Extremadura son lugares llenos de belleza. Cerca de Mérida está Cornalvo, uno de los parajes más uno de los más bonitos que visité y que tiene  una gran diversidad de animales y vegetación. Pero también están pueblos como Llerena o Zafra, además de Trujillo y Cáceres, que tienen un gran patrimonio histórico que merece la pena conocer. Siempre se dice que Extremadura es la gran desconocida, y realmente lo es. ¿Habéis oído hablar del treatro Romano de Regina? o ¿de la presa Romana de Proserpina? Pues son lugares que tenemos mucho más cerca que otras ciudades y deberíamos conocer. Al igual que en Asturias, en Extremadura se celebran diferentes eventos. Al igual que se hace en Asturias, se entregan las medallas de la región en un acto solemne que tiene lugar en el teatro romano de Mérida.  No sé si estaré equivocada, pero si no recuerdo mal José Ignacio, antiguo director del colegio concertado en el que trabajé cantó en una ocasión el himno junto a la soprano Carmen Solís en este evento. Extremadura es tierra de conquistadores, eso creo que lo sabemos todos, Pizarro, Hernán Cortés, pero ¿cuántos de vosotros sabéis que también nos ha dado grandes cantantes líricos? María Espada, Carmen Solís, Delia Agúndez, y también grandes escritores como Dulce Chacón o Javier Cercas.  Además es la cuna de uno de nuestros más grandes pintores Zurbarán, en Zafra se puede ver un impresionante retablo obra de este gran pintor. Qué mas os podría decir de Extremadura, tierra que me acogió y donde di mis primeros pasos como profesora. Donde tengo grandes amigos, muy buena gente como Laura, Sole, Julia, Alicia, Irene, Nandi y tantos otros de los que me acuerdo mucho en estos días. 



Lo dicho, feliz día a todos los asturianos y a todos los extremeños. 

Y los que me seguís ya sabéis que siempre acabo mis entradas con una pieza  musical, en esta ocasión he pensado en compartir con vosotros Asturias de Albéniz, que es una de esas composiciones que siempre me emocionan 




jueves, 30 de julio de 2020

Don't keep it to yourself


Dear all,as you may have already noticed,I haven’t written for a long time, . It seems that my muse has deserted me for too long. In addition, I have to admit I’m pretty busy with lots of topics to prepare for a competitive exam next year. But a few days ago, I recalled something that happened when I was twelve years old and, although I had stored it in a dark corner of my mind, it started to trouble me again.
We have to go back to the late eighties, imagine a twelve-year-old girl that wants to dress herself as a very popular singer. This singer had a particularly striking image that deviated from the mainstream one. She challenged stereotypes, she pursued her own dreams and was strongly determined to behave as she wanted and not as she was expected to do, thus she was and advocating for liberty of expression and claiming the right to act as her real self. Furthermore, one of her songs was to become a gay anthem in the following years. Taking into consideration these words about her, I guess you may know what I wanted to dress like her. But let’s go back to that moment.
It was Carnival 1987, still winter, so my mum allowed me to wear mini skirt not too short with black tights, and a jacket as it was winter, although it wasn`t too cold. My mum was a bit conservative, so she allowed a bit of make-up but not too much, and I combed my hair up in a ponytail. That was me, that day. Just a normal twelve-year-old girl with a bit of make-up, a mini skirt not too short and a pony- tail. My mum asked me to go to the supermarket, which I did as usual. So I left my house in a good mood. But then something unexpected happened. As I passed by the park opposite the supermarket two boys, I think they were about ten years old, they started to shout out loud “puta barata” which can be translated as “cheap bitch”. I don’t remember what I told them in response, what I do remember is how embarrassed I felt, although I knew I had done nothing wrong. They were the ones who were trespassing a limit, not me. They were laughing, I guess they didn’t know the implications of their words.  I entered the supermarket in a hurry, hoping no one had heard what they said in case they thought it was all my fault, which it wasn’t.
As the time has passed, I came to realized that it wasn’t my fault, as I did nothing to provoke them, in fact, I hadn’t even noticed that they were there until they started to insult me. They were kids, that’s right, but the fact that they were under age doesn’t change the fact that they thought that calling me a bitch was funny. It makes me wonder about how they were being educated at that time. Did their male relatives used to refer to other women in the same terms? Did they actually understand the implications of what they were saying?
As I did that day, women had to endure sexist insults for too long. We had overcome many gender issues, however, in the public sphere women are still insulted and called unpleasant sexist names. This is something we all must repudiate, exposing those who think they have the right to refer to us in these terms. 
Those kids violated my fundamental rights, so we
need to teach young children to respect young girls

Let me explain you how the twelve-year-old me felt at that time: it was embarrassing and humiliating. I felt vexed and angered at the same time as I hadn’t done anything to deserve those comments. They had no right to humiliate me, and above all I think they are the ones that should have felt embarrassed as their behavior was unacceptable and despicable. Now I’m a secondary teacher and I think if the same thing happened in my classroom, I would supported the girl and punished the perpetrators. As an English teacher I guess I would asked them to write an essay about their actions with the aim of getting them to understand the impact of their words on a girl their same age. Unfortunately, no one was there for me at that time, and this is something that I hope it has changed. Now I'm a grown up woman who has overcome many difficult moments and despite all those troubles I have achieved wonderful things. The past is over now, but I still needed to write about it so if the same thing happens to a young girl my words can be of help. Remember it's not your fault, you should be allowed to wear any clothes or make up and no one has the right to insult you, and if they do it just seek for help, don't keep it to yourself as I did. Expose those who have humilliated you, as they are the ones that must reflect about their behavior. They must learn that insulting women is unacceptable and despicable. 

jueves, 2 de abril de 2020

#LIUB Ilumínalo de azul

Hola a todos de nuevo. Hace mucho tiempo que no escribo en el blog, no tanto por falta de tiempo, como quizá por falta de motivación o incluso de interés. Pero hoy he sentido la necesidad de retomar esa costumbre de expresarme acerca de todo aquello que me preocupa.
Han pasado muchas cosas desde la última vez que publiqué una entrada: me he trasladado de Mérida a Navia, en el occidente de Asturias (de eso hablaré en otro momento), he dejado de trabajar para dedicarme en cuerpo y alma a las oposiciones (sí ya sé que se han pospuesto, pero no puedo dejar que eso afecte a mi motivación) y, bueno, qué os puedo decir de lo que estamos viviendo estos días. Son momentos difíciles para todos, al igual que vosotros, o quizá un poco más, porque mi chico trabaja en el hospital comarcal, vivo a veces con cierta angustia la situación actual. En esos momentos en los que siento que las emociones me abruman, intento hacer cosas que me distraigan, la gran PD James, maestra de la novela negra inglesa es un gran bálsamo para esos momentos de inquietud. También hago cursos del British Council o de Future Learn. Y uno de mis momentos favoritos llega a las ocho de la tarde cuando salgo a aplaudir a todo el personal que trabaja en nuestros hospitales y centros de salud (digo todo el personal porque eso incluye celadores, personal de limpieza, mantenimiento...  de los que  a veces nos olvidamos). Los vecinos, incluido nuestro alcalde, nos asomamos a la ventana y nos saludamos y, si no hace mucho frío charlamos un poquito. En fin, que todos tenemos algo a lo que recurrir en estos momentos de tensión y ansiedad. 

A las 9 de la noche pon algún objeto azul oscuro en tu ventana 
Pero hoy os quería hablar de otra cosa, que ha cobrado especial relevancia estos días.  Para muchos de vosotros hoy 2 de abril de 2020 es un día más de confinamiento y quizá no sepáis que hoy es el día mundial de concienciación sobre el autismo. El trastorno del espectro del autismo (TEA) tiene origen neurobiológico, afecta a la configuración del sistema nervioso y el funcionamiento del cerebro (https://diamundialautismo.com/entender-el-autismo/). Quienes lo padecen tienen dificultades de comunicación e interacción social, flexibilidad del pensamiento y de la conducta. Es decir, que una persona con un trastorno del espectro del autismo no tiene mecanismos de adaptación que le permitan sobrellevar una situación tan dura como la que estamos viviendo. Estas personas no pueden comprender emociones como la ira, la tristeza, por eso a veces cuando vemos ciertas reacciones ante ciertas situaciones, que no se corresponden con lo que nosotros esperamos; por ejemplo, ante una enfermedad, nosotros esperamos que nos conforten, que nos den muestras de apoyo. Sin embargo, una persona con un trastorno del espectro del autismo no tiene mecanismos para identificar la tristeza que nos embarga en ese momento, por lo que no responderá igual que nosotros ante esta nueva situación. Esto a menudo se entiende como una falta de tacto, de empatía, pero no lo es en absoluto, el hecho de que esas personas no puedan expresar su tristeza como nosotros lo haríamos no significa que no le duela tanto como  a nosotros. De hecho posiblemente las ausencias les duelan mucho más a ellos que a nosotros, que sí tenemos mecanismos para adaptarnos a estas situaciones. En cambio ellos lo único que perciben es que alguien que estaba muy presente en su vida en estos momentos ha desaparecido de ella porque está en el hospital, ellos quieren que vuelva ya, y por mucho que les expliques que esa persona estará hospitalizada el tiempo que sea necesario, no lo van a entender. Se pasarán día y noche preguntándose por qué esa persona no está, y eso para quienes conviven con ellos es muy duro porque tienen que vivir con la angustia que provoca la enfermedad de alguien como puede ser un abuelo, un padre, o una esposa, y  mientras tienen que lidiar con el sufrimiento que experimenta quien tiene un trastorno del espectro del autismo. No os podéis hacer una idea de lo que supone para ellos un cambio tan aparentemente insignificante como un simple cambio de peinado, mamá era rubia y hoy es pelirroja, no me gusta, yo quiero que mamá vuelva a ser rubia. Algo que en principio no tendría mayor trascendencia, para ellos es como si se abriese un agujero enorme en la tierra que no saben como sortear. Y mamá  que sigue siendo la misma persona a pesar de su cambio de look, tendrá que  afrontar el drama que supone para su vástago ese pequeño cambio en su rutina. Pues ahora imaginaos lo que supone estar confinado día si y día también. No pueden ver a sus amigos, a sus terapeutas, y para ellos la COVID-19 es un nombre raro que no comprenden, pero que ha puesto patas arriba su rutina diaria. Es un ser malvado que debe irse ya para que puedan volver a su vida diaria. Esta incertidumbre en la que se ha convertido nuestro día a día, para ellos es algo incomprensible, y todo su mundo se ha venido abajo de la noche a la mañana. Por eso el gobierno les ha autorizado a salir a dar un paseo de manera excepcional para que puedan sobrellevar la situación un poco mejor dentro de lo que cabe.
Entonces empiezo a leer que hay gente que insulta desde sus balcones a esas personas que salen con autorización, que además de una falta de empatía es una muestra de poca educación y dice mucho de esa persona. Pero ya no es solo que se esté insultando a personas que salen con sus niños con trastorno del espectro del autismo, es que se está insultando a todo él que sale a la calle y eso incluye a médicos, enfermeras, celadores, personal de supermercado, etc. Hace un par de semanas más o menos a una amiga mía que trabaja en un supermercado en Gijón un energúmeno le gritó con un megáfono que se fuese  a su casa, y a dónde pensaría  este memo qué iba. Si estás leyendo estas líneas quiero que sepas que eres un completo idiota. Las madres y padres con niños con trastorno de espectro autista que están siendo increpadas sufren doblemente por sus hijos y por la incomprensión y la falta de empatía que sigue castigándoles sin motivo. Por eso hoy os pido que a las 9 de la noche salgáis al balcón y pongáis algo azul oscuro, de ahí el título de esta entrada y mostrad vuestra solidaridad con esas personas. Demostremos que somos solidarios y comprensivos porque ninguno estamos libres de vernos en una situación parecida y nos gustaría que nos tendiesen la mano.
Hace un par de años yo trabajaba en un colegio concertado en Mérida, allí teníamos a dos hermanos con trastorno del espectro del autismo, Félx y Sofía, a ellos y a sus profesores que tanto se esforzaban por comprenderles y ayudarles está dedicada esta entrada.

Los que me seguís (si es que me queda algún seguidor) sabéis que siempre termino mi entrada con alguna canción. Hoy no sabía muy bien que canción escoger y de repente he recordado que Lady Crocs, a quien sigo en twitter es muy fan de Amaral, igual que yo.  Entonces me he dado cuenta de que la canción que debería compartir es Mares igual que tú, porque al igual que todos los mares son el mismo mar, los seres humanos a pesar de nuestras diferencias somos iguales o al menos deberíamos serlo, porque todos queremos lo mismo: que pronto pase este momento.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Feliz día del niño

¡Buenos días a todos! Sé que llevo unas cuantas semanas sin actualizar el blog y, que las dos últimas entradas fueron escritas en inglés, por lo que muchos de vosotros no las habréis leído. Lo de no escribir se debe a la falta de tiempo debido a la vuelta al trabajo y las oposiciones. Los que habéis preparado alguna vez oposiciones a secundaria sabéis de lo que hablo. Sin embargo, escribir en inglés responde a una necesidad personal, ya que consigo expresarme mejor en dicha lengua que en español, sobre todo cuando se trata de temas un poco más íntimos. El inglés es la lengua en la que trabajo y me expreso la mayor parte del tiempo de lunes a viernes. En ella he escrito mis dos trabajos de fin de máster y grado, y por supuesto es la lengua de mis temas, programación y unidades didácticas. Por todos estos motivos, me resulta más fácil expresar mis sentimientos más profundos en inglés que en castellano. 
Pero hoy he querido retomar el blog escribiendo en español. Como ya sabéis yo trabajo con niños a los que trato de enseñar inglés. Mis niños tienen cinco, siete y nueve años, y no os podéis imaginar lo mucho que me aportan, tanto que a veces me planteo quién enseña a quién. Da igual que me haya puesto sería con ellos durante la clase, siempre se despiden con una enorme sonrisa y un montón de abrazos. No conocen el rencor ni el egoísmo y, si sienten que han hecho algo mal me piden perdón de manera muy sincera. Eso me da mucho en qué pensar. Nosotros los adultos tenemos no pocas dificultades a la hora de expresar nuestras emociones. Pedir perdón y reconocer nuestra responsabilidad es algo que a menudo se nos hace muy cuesta arriba. Y ahora os pregunto, ¿cuándo ha sido la última vez que le habéis dado a alguien cercano un abrazo? La semana pasada una de mis compañeras le dio un abrazo espontáneo a otra y todas dijimos ¡oh que cariñosa! No debería sorprendernos tanto, ¿verdad? Por eso atesoro todos y cada uno de los abrazos que me dan estos niños, y me considero muy afortunada por poder compartir estos momentos con ellos. 
Hoy es el día internacional del niño y no puedo evitar sentirme muy feliz por tener la oportunidad de celebrarlo con mis niños.
Por desgracia hay muchos niños que no tienen la misma suerte que los míos. Los niños refugiados que viven en tristes campamentos, soportando condiciones muy muy duras. Los niños que se ven obligados a recoger cacao en condiciones de esclavitud o los que recogen basura en Guatemala. Los pequeños que no pueden ir a la escuela o los que han muerto por efecto de las bombas o las armas de los carteles de la droga (esta noticia me sobrecogió hace un par de semanas). También pienso en esas niñas que son casadas a la fuerza con hombres a los que habría que juzgar por un delito (o varios) de pederastia.
Mis niños tienen mucho que celebrar, o tal vez soy yo la que tiene mucho que celebrar con ellos. Todos esos abrazo y besos que ellos me regalan cada día sin pedir nada a cambio, son un regalo que no esperaba, pero que me hacen sentirme feliz.
No sé si conocéis la campaña de la fundación Crecer jugando: un juguete una ilusión, es algo pequeño, un simple bolígrafo que puede servir para llevar un poco de ilusión a algún niño. Intento comprar uno todos los años, sé que no es mucho, pero me gusta pensar que ese pequeño gesto llevará felicidad a algún niño.  En esos momentos pienso en mis juguetes favoritos cuando era niña, ¡tuve tantos! Una de mis favoritas fue la muñeca Chiquitina, mi hermana María tenía a su mellizo Chiquitín , todavía los conservamos. Por supuesto mi Nancy es otra de esas muñecas con la que pasé momentos inolvidables. Y pienso que todos los niños tienen derecho a tener algún juguete que les permita soñar con otra vida en otro lugar más feliz, y más en un día como hoy.
Y no tengo mucho más que contaros hoy, me temo que el deber me llama y tengo que enfrascarme de nuevo con mi temario. No me gustaría despedirme sin compartir con vosotros una canción que he escuchado siempre, no es ningún secreto que me gusta mucho ABBA. Los que tenemos cierta edad recordamos un programa que se llamaba Un mundo para ellos cuya sintonía era Chiquitita, canción que el grupo cedió a UNICEF. Espero que como la niña de la canción todos los niños y niñas del mundo encuentren a quién contarle sus pesares. A todos ellos feliz día del niño. 

domingo, 22 de septiembre de 2019

About My Stealthy Freedom

Dear all,
Today I would like to talk about My Stealthy Freedom, a movement I've been following both in Facebook and Twitter. If you have seen their Facebook web page, you then should know about their struggle to overcome compulsory hijab in Iran. They wear white clothes on Wednesday and they remove their veils. In doing so, they're advocating for their rights and they become champions of the Iranian feminist movement. I've just started to follow Masih Alinejad in Twitter who has become the most visible person of this movement. She is the person who prompted the  "white Wednesdays"initiative, and she is the one who shares the videos these brave women send her from Iran. This might sound quite innocent to you, but it's quite risky for these women, as they might be arrested by the "morality police".
I have seen lots of videos from different women in Iran who have dared to send their videos to Masih Alinejad. I have to say I normally watch them without commenting, and I don't normally share them. However, once I've learned that some of these brave women have been arrested as a result os their innocent actions, I've felt impeled to write openly about their ordeal.
Saba Kord Ashari is one of the women who sent a video to Masih Alinejad, who warn her she might face arrestment if her video was released. However, this young girl was more than willing to take the risk. As a result she got arrested and authorities forced her to confess after her own mother was also detained. She has been sentenced to twenty four years in prison, which at the young age of twenty must be really distressful.
I can't even imagine what this young girl must be feeling, but I guess she must feel extremely anxious and very lonely. I have read about the terrible events going on in the infamous prison of Evin in Iran. In 2003 Zahra Kazemi was brutally raped and murdered there. Consequently, this young girl who now faces a very gloomy future in an Iranian prison must be fearing for her life too.
For women like me who have been born just before the Spanish dictator Franco passed away, freedom might be something we often take for granted. However, as you've just read, for many women freedom is no more than an illusion. They don't have their own voice, and that's the main reason why we have to speak out loud for them. Alinejad has stated that we need to share their stories in order to become their voice. In adittion, she has also complained about the lack of response from the global feminist movement, as they have failed to support Iranian women.  Therefore, I want to state that I am a feminist and I do want to share their stories and become their voice. I don't write a very successful blog, I have to admit that few people share my entries. Nevertheless,  I still want to give voice to the women in Iran who have risked their freedom to denounce the lack of  women rights in their country. I believe that if we all share their stories and combine our voices to support them we'll become a very strong force.
I would like to share a video in which Masih Aljinedad recounts her own story and how she has challenged compulsory hijab.