domingo, 30 de octubre de 2011

¿Cuánto es demasiado?


Este año me propuse ser más austera con mis compras y creo que lo estoy consiguiendo relativamente. Este jesusito de Pilar del Toro es una de mis últimas adquisiciones. Me autoconvencí de que compraría sólo los modelitos que me encantaran. Y en las rebajas habría más tiempo para hacerse con algún otro chollo... Pero ¿cuántos son suficientes, cuántos son demasiados? ¿cuándo se pasa la barrera del capricho y se entra en el consumismo? Hasta Carlota en la foto de arriba parece preguntárselo con esa gestualidad tan italiana jajajja El año pasado mi niña acababa de nacer, era normal que yo quisiera cositas bonitas y entonces... ¿por qué tiene que terminar eso? ¿Es que no quiero que mi niña vaya siempre guapa y bien vestida? Por otra parte, le valen casi todas las prendas del año pasado ¿qué necesidad hay de comprar nada más? Pero miradlo...


¿No os parece monísimo? ¿No os dice: "llévame, llévameeeeee"? Con ese terciopelo suavito en coral, esos bolillos artesanales, esos lazos marrones a los lados... Pues a mí, sí jajaja Pareceré ridícula pero no lo voy a negar. No tengo vicios de ningún tipo: no fumo, no salgo casi, prácticamente no me compro ropa a mí misma, no voy al fútbol ni a conciertos... ¿Creéis que es grave comprar demasiada ropa a mi pequeñaja? ¿Cuántas prendas consideráis que es normal comprar por cada temporada? Como veis, demasiadas dudas y reflexiones...


Una vez leí a una bloguera -no recuerdo quién- que decía que compraba 4 cosas de temporada y otras 4 en rebajas, más otras 4 en verano y otras 4 en las rebajas de julio. Luego hay gente que parece que no gasta pero en un día cualquiera se va a Zara y se deja 200 euros. Pues yo casi prefiero elegir los modelitos que más me gusten. Al fin y al cabo sé que no soy más feliz por comprar pero si no consumimos, quién levanta este país? quién promueve la producción y por ende el empleo? 
Muchas preguntas para esta hora de la noche. A ver qué pensáis vosotras... (no me critiquéis demasiado, porfi!! jejeje)

¡Feliz domingo con hora cambiada!

viernes, 28 de octubre de 2011

¡1 año y medio!



¿Estás de broma? ¿Ya tienes 18 meses? Más despacito, por favor, ¡que voy a perder el tren! El otro día te miraba y me preguntaba cómo se puede aprender tanto en 1 año y medio. Ya no es que andes, ¡es que corres! Si yo fuera a tu velocidad seguro que me caería más de una vez. Eres muy observadora y tienes un vocabulario que a veces me deja sin palabras –valga la redundancia-  Ya empiezas a hablar en los dos idiomas, español e italiano. Desde luego lo entiendes absolutamente todo y dices cosas tan difíciles como “ruido” o “gorro”. Nos morimos de risa cuando algo te sorprende y dices: “¡halaaaaa!”, así, con muchas “a”…

Y nos derretimos cuando nos das esos abrazos y besos tan espontáneos. Eres gamberra pero también muy buena, todo hay que decirlo. ¿Qué padre no quiere que su hijo pequeño duerma y coma bien? Pues tú haces las dos cosas a las mil maravillas. No es que comas bien. Es que… ¡pides la comida a gritos! Y duermes hasta 12 horas seguidas por la noche. Además, la siesta que no falte desde hace meses. Es normal, ¡si es que no paras! En algún momento tienes que descansar…

Bailas dando vueltas, como los derviches, y das patadas a la pelota como toda una futbolista profesional. Te pones mis zapatos, mis pulseras y mis bolsos como si lo hubieras hecho toda la vida. ¡Menuda señorita estás hecha! Y últimamente me avisas cuando vas a hacer pipí o caca. Tendremos que probar el orinal. Te llaman mucho la atención las distintas partes del cuerpo ¡y te partes con mi nariz respingona! Me la manoseas mientras te ríes. No sé por qué te hará tanta gracia…

Ya desde pequeña tenías la risa contagiosa pero es que ahora podemos pasarnos media hora riéndonos. Eres mi terapia cuando las cosas se tuercen. Una vez leí que al terminar el día había que hacer un repaso y quedarse con los dos mejores momentos vividos. Yo suelo practicarlo y en esos dos buenos momentos siempre estás tú, ¿sabes?

Bueno, y no voy a seguir porque me pongo tontorrona pero, en serio chiquitaja, ¡no crezcas tan deprisa! Aunque por otra parte… ¡me muero por ver cómo serán tus próximos 18 meses! Para empezar, en sólo unas semanas vivirás tu primera Navidad ya consciente de casi todo. En nada estaremos preparando el árbol y el belén juntas, como siempre había fabulado desde que jugaba a los papás y las mamás…

Te quiero, Carlota. No imagino un amor más grande.


Vestido: otra preciosidad de El Armario de Inés. Este es del año pasado pero ¡hay que aprovechar que aún le vale!
Capota: Pili Carrera
Leotardos: Cóndor
Zapatos: Zara
Pulsera de la primera foto: obviamente es mía, la compré hace años en Banana Republic (y del difusor de mi secador, ¡mejor ni hablamos! ¿Por qué le gustará tanto? Jajajaja)

domingo, 23 de octubre de 2011

El Otoño ya está aquí

 

El otoño ya está aquí y el dolor de dientes, por desgracia, también. He perdido la cuenta de los dientes que tiene Carlota. creo que ya van 4 muelas, 2 colmillos y 6 dientes. ¡Y yo me preocupaba hace meses porque no le salían! Ahora está con los otros dos colmillos, creo. ¡Lo que tiene que doler eso! La pobre ha pasado el día bastante pachuchilla...

 

He sacado del baúl de los recuerdos un mordedor que compré cuando empezaron a salirle y mirad dónde se lo ha puesto jajaja A esta niña le van las pulseras y los collares más que a una flamenca...

 

El rato que mejor ha estado ha sido obviamente cuando hemos ido a los columpios. Creo que es el paraíso de cualquier niño (al menos lo era para mí de chiquitaja) Hoy ha sido un día de estrenos: le he puesto por primera vez este vestido de Spantajáparos -que lucía bastante más en realidad, todo sea dicho- También estrenaba estas merceditas de terciopelo de Zapy. Últimamente le crece el pie a la velocidad del rayo y le he puesto por primera vez la talla 21, a ver cuánto le dura... También ha sido el primer día que le pongo leotardos. Parece que el otoño por fin ha llegado a Madrid. 

¡Que paséis muy buen domingo!

viernes, 21 de octubre de 2011

De agradecimientos y visitas

 

Empiezo esta entrada por los agradecimientos a Loreto, de El Armario de Inés Desde que vi este vestido para la nueva temporada supe que lo quería para Carlota. Este año me he propuesto ser un poquito más austera con las compras (a ver si lo consigo) pero a este no pensaba renunciar. Y dicho y hecho: se lo encargué. Pero se me olvidó pedirle la capota. ¡Con lo que a mí me gustan!

 

Le comenté mi despiste y ¡cuál fue mi sorpresa cuando al día siguiente me llegó a casa la preciosa capotita! Es tan bonita... Ya te lo he dicho pero te lo repito: ¡mil gracias por el regalo, Lore! No sabes cuánto te lo agradezco...  Todo un detallazao, de verdad. Mientras Carlota sea pequeñina (al menos hasta que no tenga más pelo) y mientras se deje, le pondré capotas con los vestidos.

 

 Y también quería hablaros de visitas, concretamente de la de la madrina de Carlota, mi cuñada Ele. Vino desde Italia para estar unos días con nosotros. Y se ha ido con la satisfacción de que Carlota ya la llama "zia" (tía)


Ele estuvo pocos días con nosotros. Uno de ellos fuimos de compritas y me di cuenta de que a Carlota ¡también le gustan los escaparates!

 

Para muestra un botón. Se quedó prendadita de este de Ralph Lauren para niños. ¡Qué peligro tiene! 


Y tampoco se quería marchar del de Tommy jajajjaa


También tuvimos tiempo para  ver una exposición muy curiosa de esculturas de bulldogs revestidas con distintos materiales y colores. A Carlota le encantan los perritos así que le llamó mucho la atención.


Y a juzgar por su atención, el que más le gustó fue este dorado con plumas de pavo real. ¡Pero qué barroca me has salido, mi niña!


Otro día fuimos de excursión a Soria. Si aún queda alguien que no conozca esta maravillosa provincia, se la recomiendo 100% Nos hizo un solazo maravilloso y disfrutamos un montón del día.

 

Carlota vio por primera vez un pilón y estaba alucinada. No os asustéis, las vacas ya no beben de las fuentes en este pueblo y el agua estaba limpia. O eso espero porque curiosamente desde esa noche empezamos a caer uno tras otro con gastrointeritis

 

Qué look más diferente al del vestidito de El Armario de Inés, ¿eh? Sabéis que soy antivaqueros pero nos han regalado algunos y no los vamos a tirar a la basura, ¿no? Pues claro que no. Siempre son útiles para un día de campo, para pasear y recoger verduras de la huerta. Creo que estos son de Kiabi. La camisa con cuello mao es de Neck and Neck. Y no se ven bien pero las zapatillas son una monada, un capricho de Hogan regalo de los tíos Ele y Andrea.


Y para terminar os dejo con un retrato de mi niña en el que la veo muy mayor. ¡Ay, qué vértigo da esto! ¿Por qué tiene que pasar tan rápido el tiempo?

Besos

PD: en realidad iba a utilizar esta tribuna para expresar mi alegría por el comunicado de ETA pero hasta que no entreguen las armas, las capuchas, el teatro y la parafernalia... paso, sinceramente.

martes, 4 de octubre de 2011

Mis vacaciones en la playa


Parece mentira que hace sólo un mes estuviéramos en la playa. Yo ya había visto el mar el año pasado pero era muy chiquitina y mis papis me llevaron también este año.

 
 Estaba muy contenta. Hacía una temperatura muy agradable para pasear, para bañarse... Sólo me hacían falta unos cuantos bañadores y vestidos fresquitos, como este que me trajeron mis tíos Rodrigo y Carmen de Capri, y voilà!


El primer día que pisé la playa no sabía muy bien qué hacer. Primero me quedé sentadita unos minutos mirando a mi alrededor...


Hasta que decidí que... ¡Era divertidísimo rebozarme cual croquetilla!


...aunque la opción de cubo y pala tampoco estaba mal... ¿Recordáis que mi madre os contó que me valía un bañador de Gocco talla 3 meses? Pues esta es la prenda en cuestión, acompañada de un gorrito de Zara para protegerme de los intensos rayos de sol.

 

No sé si sabéis que ya ando perfectamente. En Italia me solté definitivamente y en la playa me entrenaba todo el día. Ahora ya soy toda una corredora de fondo...

 

Pero creo que lo que más me gustó de estas vacaciones fue la pisci. Y eso que en Madrid también tenemos una pero es demasiado grande y no hago pie. En la de la playa me podía poner de pie, tirarme, nadar... ¡Qué divertido!

 

Mamá me sacaba del agua cuando empezaba a parecer una pasa de Corinto y yo miraba insistentemente la pisci desde el bordillo hasta que la convencía para volver a meterme (aquí con un conjunto de Pasito a Pasito muy coquetón)

 

Mi tía Sara nos dio una sorpresa y vino a pasar unos días con nosotros. Me lo pasé pipa con ella. Una noche nos quedamos solas y mis papis aprovecharon para ir al cine de verano.

 

Mi familia es un poco 'cultureta'. No les vale sólo con sol y playa. Así que hicimos alguna que otra excursión. 

 

Cartagena, con sus edificios modernistas, estaba a un tiro de piedra de casa.

 

Me impactó su teatro romano recién restaurarado. ¡Me sentía tan pequeñita con esos 22 siglos de Historia bajo mis pies...!

 

Como me porté genial mis padres me invitaron a un helado. ¡Mi primer helado! Ya sabréis que tengo alergia a la proteína de la leche y me es muy complicado encontrar helados que pueda tomar. Pero allí en Cartagena había una heladería (italiana, por cierto) con productos naturales y sin leche añadida. Cuando lo probé me asusté mucho y me puse a llorar. ¡Me podían haber avisado de que iba a estar tan frío! Pero luego le cogí el gustillo y me lo comí enterito.

 

¿Creíais que no es posible quedarse dormido de pie? Así me quedé yo al llegar a Madrid después de mis vacaciones. Estaba agotadita...


Ahora sí que puedo decir: adiós, verano, adiós.