Mostrando entradas con la etiqueta Cuentos.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cuentos.. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de abril de 2009

Un cuento de Monstruos!

“Si proyectas para un año siembra grano, si proyectas para diez años planta árboles, si proyectas para cien años cultiva hombres”

Proverbio Popular.
El siguiente monstruo entró al salón dando grandes pisadas.
El suelo se estremeció y dos o tres retratos se cayeron de la pared. Sosteniéndose la corona para no perderla, el Rey de Villaplana le pidió al monstruo que dejara de moverse. Se llamaba Pedroso, y había viajado desde el reino de Cantería para representar una de las texturas más importantes del mundo: ¡la piedra! Pedroso estaba dispuesto a impresionar a todos –incluso al culto Papeloso– con la belleza y la solidez de la piedra.
Quería lanzar un conmovedor discurso capaz de arrancar lágrimas de los presentes, y exponer datos tan interesantes que obligaran a todos a pedirle un autógrafo.
Desgraciadamente, Pedroso no contaba con un pequeño detalle. Él era un monstruo demasiado tonto. Así que cuando llegó el momento de que el rey le concediera la palabra, apenas pudo balbucear: —Hola... Todos soltaron una estruendosa carcajada. ¡Hasta Marmoloso, que era muy educado! Aunque Pedroso no pudo decir gran cosa, todos tuvieron que admitir que su textura era de las más agradables. Cada grieta recordaba enormes y profundos abismos, y todo el conjunto tenía una fuerza imponente.
El rey estuvo a punto de pedirle también a Pedroso que le construyera un palacio nuevo. Al ver que Pedroso no podía hablar, Papeloso se ofreció a decir algunas cosas acerca de la piedra. Habló de los diversos tonos de la superficie, de las formaciones rocosas de Cantería y de sus acantilados. Cuando terminó, el que más aplaudió fue Pedroso.
De hecho, se puso a dar brincos de emoción...lo cual causó grandes apuros, porque estuvo a punto de destruir el salón del trono. En medio de un rumor parecido al de un árbol mecido por el viento, hizo su aparición el monstruo Hojarascoso. Su cuerpo, formado por hojas de árboles, llamó mucho la atención. Hojarascoso no tenía brazos ni cara, pero sí dos grandes ojos que se asomaban en medio de la espesura. Ahora bien, Hojarascoso era un monstruo muy solemne. Le gustaban las ceremonias, los discursos y las formalidades de todo tipo. Desde luego, Nuboso le cayó mal en cuanto lo vio. —Tonterías, eso de las nubes –pronunció. Y su voz era grave y profunda–. Lo que este reino necesita son texturas de verdad, como la mía. — ¿Podrías explicarte un poco más? –dijo el rey. — ¡Claro! Yo soy Hojarascoso, primo en segundo grado de Maderoso, aquí presente. Vengo de Villa Otoñal, en el reino de al lado. ¡Y vengo a abogar por texturas complicadas, por texturas que cambian de color cuando se acerca el invierno! Si mi textura no fuera tan bella, los niños no saltarían dentro de la hojarasca, ni se alegrarían al escuchar el ruido que hacen sus pies sobre las hojas secas. —Qué bonito, eso de los niños –dijo Malvaviscoso. — ¡Otra vez de cursi...! –lo regañó Arenoso. —Nadie duda que tu textura sea hermosa –intervino el rey–. No venimos a pelearnos. Hojarascoso se agitó, y una o dos hojas cayeron de su cuerpo. Estaba algo incómodo, porque se encontraba en pleno otoño y no quería perder la compostura. Aunque Hojarascoso no era muy simpático, todos admiraron la variedad de tonos de verde y los complicados diseños de sus hojas. —Es casi tan hermoso como yo –dijo Marmoloso... pero lo dijo en voz muy baja, no fuera a ser escuchado.

Read more...
Related Posts with Thumbnails

El mensaje de este blog

Llena lo cotidiano de amor, de entrega y cuando la tristeza quiera empezar a caminar en ti, ábrele la puerta y píntala de pájaros y niños, y la magia hará que a través de las lágrimas, brille una sonrisa.

  © Blogger template Ramadhan Al-Mubarak by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP