martes, 28 de diciembre de 2010
SC 146: SANAA siempre huele a Mies. Pabellón de la Seda y del Vidrio
1- Mies van der Rohe + Lilly Reich. Exposición de la Seda, Berlín 1927
2- SANAA. Pabellón de Vidrio en el Museo de Arte de Toledo, Ohio 2006
1- Mies van der Rohe. Proyecto para el Edificio Adam, Berlín 1928
2- SANAA. Tienda Christian Dior en Omotesando, Tokio 2001-2003
Existe cierta retórica semántica en los Sanaa para convocar la obra de Mies. A veces son tan literales...En la instalación de hace un par de años en el Pabellón de Barcelona, el gesto vidriado fue apenas una leve sugerencia.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
domingo, 26 de diciembre de 2010
Mies, Eames y Starck en la casa de Flynn, dentro del Universo Digital TRON
En 1982, Steven Lisberger y la compañía de animaciones Disney apostaron por una película que hacía confluir dos sucesos muy populares por entonces: la primera generación de videojuegos y la trilogía original de la Guerra de la Galaxias. Un personaje dentro de un programa de software, en un micro-universo tan vasto y complejo como el mismísimo espacio. El motherboard (o su imagen saturada de circuitos) se convertía en una gran estructura urbana.¿Cómo podían los personajes y los objetos exponer una apariencia digital? Trajes y planos oscuros de caucho con líneas lumínicas de colores y una gran grilla que marcaba el ritmo general de los cuadros.
Ahora es el turno de su legado, dirigido por Joseph Kosinski. 28 años más de tecnología digital separan claramente las imágenes de pantalla, pero la idea conceptual del diseño se mantiene; es que justamente ese es su mejor legado. Cuando es necesaria una grilla que se despegue de la cuadrícula base, aparece la trama hexagonal, un asomo a las estructuras naturales entre tanto digital. Y los Daft Punk musicalizando con sus típicos cascos a lo Ayrton Senna.
Pero estamos escribiendo sobre esto para decir unas breves palabras acerca del interior de la casa de Kevin Flynn, el personaje de Jeff Bridges. Y del fuerte recuerdo hacia Mies que se huele en el interior. En la imagen más digital posible, un pulcro minimalismo modernista es a estas alturas un lugar común (¿para cuando un universo interespacial, digital o futurista de carácter victoriano, colonial o gótico?, como en Flash Gordon). Aquí dos planos blancos definen el espacio, el inferior una cuadrícula retroiluminada (un solo color allí provocaría unos pasitos a los Michael…) que se desarma parcialmente en vertical marcando los desniveles. El gran ventanal no es de vidrio, sino un plano virtual al natural (¿?). Las esquinas redondeadas y pocas texturas aportan los libros viejos y las paredes de piedra, pocas pero con una textura demasiado fuerte para contraponer su carácter al frío plástico del blanco; hay algo del MAXXI en todo esto... ¿El mobiliario?: la poltrona Eames después de 5 horas de soplete blanco, mucho estilo Starck materializado de vidrio que oficia de contrapunto y, casualmente, la poltrona Barcelona de Mies, sin retocar. Hay también una referencia general a la casa Wall-Less (1997) de Shigeru Ban en Nagano, pero como lo mencionamos anteriormente, Mies trae todos los recuerdos.
El pabellón de Barcelona era una escenografía pictórica para la evocación de lo nuevo, que eran las vanguardias, en particular la radicalización geométrica de las propuestas del grupo De Stijl. La influencia de las casas japonesas también estaba en el origen mismo de la inspiración: la obra de Frank Lloyd Wright. Lo que se veía dentro o fuera del pabellón no era más que el revestimiento montado sobre la verdadera estructura. En la casa de Mr. Flynn, la evocación de lo digital parece ser exactamente lo mismo; inclusive no es casualidad que el personaje aparezca en el medio sentado y “meditando”. Hay planos de agua, texturas naturales y grillas de orden. Los colores de los objetos aportan el sentido del espacio. En el mundo más digital de los mundos, Mies ha encontrado un lugar. Si lo viera Jacques Tati…
Ah, ¿La película? Poca acción y mucho lugar común…aunque no llega a aburrir
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
viernes, 24 de diciembre de 2010
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Santiago Borlasca: Un Casa en el Tigre Inspirada en la Biblioteca de Tama
Santiago fue alumno de la cátedra y cursó Historia 3 en el primer cuatrimestre del 2009. En una época donde todos los trabajos vienen con el trazo incólumne del plotter, el joven arquitecto disfrutaba dibujando con lápices y marcadores, claramente destacándose del resto de sus compañeros. Ahora nos envía un trabajo realizado en poco menos de un mes, para el taller de Arquitectura 4 de la Cátedra Roca. Allí, entusiasmado con el análisis de la Biblioteca de la Universidad de Tama, obra reciente de Toyo Ito, que había realizado con nosotros, volcó geometrías y articulaciones con una coherencia constructiva equilibrada con el emplazamiento seleccionado. Interesante propuesta y ejercicio, y un claro ejemplo de la aplicación como herramienta activa de los talleres que realizamos en historia. Ha sido una alegría encontrarnos con el trabajo. Desde acá, nuestras más humildes felicitaciones.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky
lunes, 20 de diciembre de 2010
Zygmunt Bauman, la Modernidad y la Nueva Relación entre el Espacio y el Tiempo
“…un rasgo de la vida moderna y de sus puestas en escena sobresale particularmente, como "diferencia que hace toda la diferencia", como atributo crucial del que derivan todas las demás características. Ese atributo es el cambio en la relación entre espacio y tiempo. La modernidad empieza cuando el espacio y el tiempo se separan de la práctica vital y entre sí, y pueden ser teorizados como categorías de estrategia y acción mutuamente independientes, cuando dejan de ser –como solían serlo en los siglos premodernos, aspectos entrelazados y apenas discernibles de la experiencia viva, unidos por una relación de correspondencia estable y aparentemente invulnerable. En la modernidad, el tiempo tiene historia, gracias a su "capacidad de contención" que se amplía permanentemente: la prolongación de los tramos de espacio que las unidades de tiempo permiten "pasar", "cruzar", "cubrir" ... o conquistar. El tiempo adquiere historia cuando la velocidad de movimiento a través del espacio (a diferencia del espacio eminentemente inflexible, que no puede ser ampliado ni reducido) se convierte en una cuestión de ingenio, imaginación y recursos humanos…”
Zygmunt Bauman, Modernidad Líquida, 2000
jueves, 16 de diciembre de 2010
Narrar como Habitar: Narrar es un Oficio Inquieto y Antiguo, como las Ciudades...
"Narrar es un oficio inquieto y antiguo, como las ciudades. El contar la vida, la pasada o la posible es una forma de catarsis, una reflexión sobre el ayer, una invocación, un puente hacia el futuro. Al narrar se recuenta y se construye. En torno al narrador (el juglar, el filósofo, el artista, el poeta), la sociedad se congrega en un espacio público a imaginar historias, a pensarlas, a crear las propias.
A través de narraciones vamos viviendo las distintas etapas de la vida. Cuando somos niños nos dirigen al espacio de los sueños con historias, y son éstas las que nos llevamos en la mente no sólo al dormirnos, sino en la vigilia y durante toda nuestra vida.
Cuando crecemos, ya no nos conformamos con que nos cuenten, necesitamos ser ahora nosotros quienes inventemos lo que pasa. Nos volvemos protagonistas y nos hacemos adictos a las anécdotas.
Los griegos pensaban que las cosas ocurrían sólo para que los humanos pudieran contarlas. Así es, necesitamos reconocernos en nuestras mentes, en nuestros espacios, voltear atrás, rememorar y conmemorar. Acordarnos en conjunto de las experiencias propias y las de grupo. Finalmente la palabra “contar” tiene inmersos dos significados: el de narrar, pero también el de enumerar, el de pensar y calcular.
Así, las sociedades también se construyen de historias. Los imaginarios en los cuales están soportadas las mantienen unidas, cohesionadas en un mismo espacio al pasar del tiempo. La historia, las tradiciones, las promesas de campaña, las añoranzas, la idea de prosperidad, son narraciones que generan acciones en lo individual y en lo colectivo. Nos alimentamos de narraciones: la religión, la ciencia, la creación artística, la filosofía, cada una de ellas se expone al mundo también a través de historias.
Sin embargo, las historias dependen mucho de sus personajes, pero también de sus escenarios. Julio Sánchez Juárez, revolucionario en la enseñanza de la arquitectura en el Estado de Veracruz decía “la arquitectura es el escenario para la vida”; y tenía toda la razón. Dependiendo de las calles, los árboles, las luces, los tugurios, los parques, las casas, las azoteas; las historias serán distintas. Así también lo afirma Enrique Vargas, creador del Teatro de los Sentidos: “Se podría decir que la ciudad en que vivimos es nuestra coprotagonista, nuestra pareja de baile. ¿Sería yo el mismo si tuviera que bailar con Londres, con Sao Paulo, con Nairobi o con Bogotá?”1 . La ciudad es escenario pero también es el personaje que acompaña nuestra existencia en el mundo. Vivimos, experimentamos, construimos, destruimos, recordamos y olvidamos, constantemente el acto de habitar se vuelve en un continuo crear historias, las individuales y las colectivas. Es ahí donde se construyen los imaginarios culturales y también sus topografías.
Así, la ciudad se construye a partir de sus muros y sus calles, pero también de sus mitos, sus memorias, olvidos y del deseo de futuro de sus habitantes. La ciudad tiene voz propia, habla a través de los edificios, de los grafittis, de los escaparates, de los artistas callejeros, de los malabaristas, de los tendederos y de las ventanas. Basta con que elevemos la mirada para descubrir una ciudad distinta que empieza a cobrar vida cuando nos fijamos en ella, en sus detalles, y empezamos a reconocer sus mensajes.
Existe siempre una ciudad afuera y otra dentro de nosotros. A veces ambas se vuelven una sola… una ciudad que siempre tiene algo que contar"
1 Vargas, Enrique. Teatro de los Sentidos. www.teatrodelosentidos.com
Texto y Fotografías de:
Harmida Rubio Gutierrez. Xalapa, diciembre 2010
lunes, 13 de diciembre de 2010
Carl Sagan, el CCTV de Koolhaas, el Cuento de la Pera y la 4º Dimensión
Durante años he intentado en algunas teóricas, dar mi propia versión del "Cuento de la Pera" que escribió Carl Sagan en el libro Cosmos para explicar la posible cuarta dimensión física. Al ver las plantas y los cortes de los edificios informes o tipo Cinta de Moebius (aquí en imágenes el CCTV en Beijing de los OMA y el Campus Center en Miami de Oppenheimer) me hicieron recordar aquella historia, cuando la morfología compleja de la fruta atravesaba Flatland. Hoy le dejo el texto original en pos de compartir con todos ustedes un momento de fe. Tómense su tiempo y un Gancia que vale el esfuerzo.
“…Imaginemos que habitamos un país extraño donde todos somos perfectamente planos. De acuerdo con Edwin Abbott, un estudioso de Shakespeare que vivió en la Inglaterra victoriana, le llamaremos Flatland. Algunos somos cuadrados; algunos son triángulos, algunos tienen formas más complejas. Entramos y salimos muy atareados de nuestros edificios planos ocupados en nuestros negocios y nuestras diversiones planas. Todo el mundo en Flatland tiene anchura y longitud pero carece de altura. Conocemos la derecha-izquierda y el delante-atrás, pero no tenemos ni idea, ni pizca de comprensión por el arriba-abajo. Pero los matemáticos planos sí lo entienden. Ellos nos dicen: "Todo es muy fácil. Imaginad el derecha-izquierda. Imaginad el delante-atrás. ¿Seguís? Imaginad ahora otra dimensión que forma ángulo recto con las otras dos." y nosotros decimos: "¿Pero de qué nos hablas'? ¿Cómo puede formar ángulo recto con las otras dos? Sólo hay dos dimensiones. Enséñanos esta tercera dimensión. ¿Dónde está?" Y los matemáticos, desanimados, se largan.
Nadie escucha a los matemáticos. Todo ser plano de Flatland ve a otro cuadrado como un corto segmento de línea, el lado del cuadrado que está más cerca de él. Para poder ver el otro lado del cuadrado ha de dar un corto paseo. Pero el interior del cuadrado permanece eternamente misterioso, a no ser que algún terrible accidente o una autopsia rompa los lados y deje expuestas las partes interiores.
Un día un ser tridimensional, por ejemplo en forma de pera, llega a Flatland y se queda mirándolo desde arriba. Al ver que un cuadrado especialmente atractivo y de aire sociable entra en su casa plana, la pera decide en un gesto de amistad interdimensional saludarlo. "¿Cómo estás?", le dice el visitante de la tercera dimensión. "Soy un visitante de la tercera dimensión." El desgraciado cuadrado mira por toda su casa que está cerrada y no ve a nadie. Peor todavía: se imagina que el saludo que entra desde arriba es una emanación de su propio cuerpo plano, una voz de su interior. La familia ha estado siempre algo chalada, piensa quizás para darse ánimos. La pera, exasperada al ver que la toman por una aberración psicológica, desciende a Flatland.
Pero un ser tridimensional sólo puede existir parcialmente en Flatland, sólo puede verse una sección de él, sólo los puntos de contacto con la superficie plana de Flatland. Una pera deslizándose por Flatland aparecería primero como un punto y luego como rodajas cada vez mayores y aproximadamente circulares. El cuadrado ve que aparece un punto en una habitación cerrada de su mundo bidimensional que crece lentamente hasta formar casi un círculo. Un ser de forma extraña y cambiante ha surgido de la nada. La pera, desairada, irritada por la obtusidad de los muy planos da un golpe al cuadrado y lo proyecta por los aires revoloteando y dando vueltas por esta misteriosa tercera dimensión.
Al principio el cuadrado es incapaz de entender lo que está sucediendo: es algo que escapa totalmente a su experiencia. Pero al final se da cuenta de que está viendo Flatland desde una perspectiva especial: desde "arriba". Puede ver el interior de habitaciones cerradas. Puede ver el interior de sus congéneres planos. Está contemplando su universo desde una perspectiva única y arrolladora. El viaje por otra dimensión ofrece como una ventaja adicional una especie de visión con rayos X. Al final nuestro cuadrado desciende lentamente hasta la superficie como una hoja que cae. Desde el punto de vista de sus compañeros de Flatland desapareció inexplicablemente de una habitación cerrada y luego se materializó penosamente de la nada. "Por Dios", le dicen,"¿qué te ha pasado?" "Me parece", contesta él mecánicamente, "que estuve arriba". Le dan unos golpecitos en los costados y le consuelan. La familia siempre tuvo visiones.
En estas contemplaciones interdimensionales no tenemos que limitamos a las dos dimensiones. Podemos imaginar, siguiendo a Abbott, un mundo de una dimensión, donde cada cual es un segmento de línea, o incluso el mundo mágico de los animales de cero dimensiones, los puntos. Pero quizás sea más interesante la cuestión de las dimensiones superiores. ¿Podría existir una cuarta dimensión física?...”
Carl Sagan. Cosmos, 1980
Seleccionado por el arq. Martín Lisnovsky
sábado, 11 de diciembre de 2010
En Busca de una Identidad Generacional y Digital. Algunas palabras...
“…Flujos urbanos han erosionado las estructuras arquitectónicas que, casi por instinto de supervivencia, absorbieron dentro de sí el caos de la ciudad. Versátiles por necesidad, informes por sensualidad, las morfologías sucumbieron en plasticidad al calor de lo digital. Modernidades líquidas, barrocos revisitados, desde la consciente aldea global anticipada por Marshall McLuhan, el conjunto de los sistemas abrazan al globo con plena cohesión. Todo a gran velocidad. En los diarios de la Chicago de Louis Sullivan y Daniel Burnham, una noticia de tapa era vieja por la tarde. Hoy el concepto de diario ha pasado, al igual que el disquete como forma de almacenamiento y un disco conceptual de música como expresión integral. El máximo capitalismo posible: la necesidad de hoy será antigua en la mañana de un nuevo día. La búsqueda de la información es tan accesible y completa que heredamos la compulsión de guardar sin comprender que en nuestra Era Digital, el problema no es buscar, sino seleccionar; darnos cuenta qué es lo realmente valioso y cómo relacionar estos valores entre sí. Casi todos los procesos informáticos han absorbido las rutinas mecánicas, dejándonos al alcance de un gesto táctil, la artesanal habilidad de sólo tomar decisiones. En la última de las tecnologías, aparecen valores de un mundo pre-industrial. El hombre ha superado la fría saturación de la mera repetición.
Extracto de: EN BUSCA DE UNA IDENTIDAD GENERACIONAL Y DIGITAL. Martín Lisnovsky, Diciembre 2010
jueves, 9 de diciembre de 2010
Breves: Negroponte y las Primeras Reflexiones de la Era Digital
…”Los multimedios interactivos dejan muy poco librado a la imaginación. Como una película de Hollywood, la narrativa de los multimedios incluye representaciones tan específicas, que cada vez es menos lo que se puede imaginar. La palabra escrita, por el contrario, describe imágenes y evoca metáforas cuyo sentido profundo surge a partir de la imaginación y de las experiencias personales del lector. Cuando se lee una novela, gran parte del color, de los sonidos y del movimiento es creado por el lector. Creo que se necesita el mismo tipo de creación personal para sentir y comprender qué significa ser digital en nuestra vida…”
Nicholas Negroponte. Extracto de "Ser Digital", 1995
...Ipad, Kinect, herramientas para la "creación personal" desarrollada desde entonces, con nuevas interfaces, que continúan siendo el centro neurálgico de la relación artesanal entre hombre y herramienta.
Seleccioando por el arq. Martín Lisnovsky
domingo, 5 de diciembre de 2010
Croquis Maestros: Carlos Moreno Refleja la Humanidad de la Historia
El arq. Carlos Moreno continúa destacándose -tras larga trayectoria- en proyectos de investigación, preservación del patrimonio y puesta en valor de los modos de habitar y sus consecuencias físicas en tierras argentinas. Las culturas se perciben a través de sus detalles, y en los trazos de Carlos brillan de un modo muy particular. La Arquitectura, las personas, las herramientas, los modos de construir y las cosas de la vida cotidiana interactúan describiendo una época social, política y económica cuyas relaciones se complementan en textos; los tiempos y las particularidades regionales quedan explícita y claramente desarrollados. Gran parte de este trabajo ha quedado editado en una serie de publicaciones, auspiciadas por la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos y por el Comite Argentino del Icomos. Algunos de los mismos son:
Cosas Del Campo Bonaerense.
De las Viejas Tapias y Ladrillos.
Del Mercado a las Pulperías.
Depósitos, Almacenes y Tiendas.
El Hombre, el Trabajo y los Recursos.
La Casa y sus Cosas.
Las Cosas de la Ciudad.
Ampliamente recomendados, les dejamos el mail de contacto: [email protected]
Agradecemos al arq. Carlos Moreno y envío del material para publicar
Seleccionado por el arq. Martín Lisnovsky
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