Antes que nada, perdón por la demora, hace ya un tiempo que estaba escrita y lista para su publicación está segunda entrega, pero por razones ajenas a mi persona, me había sido completamente imposible hacer público el relato.
Continuemos entonces…
El día estaba lluvioso, era de esos días que definitivamente te motivan e incitan a pasar el día en cama y que mejor que hacerlo con semejante compañía.
Al despertar el lunes ya era cerca del medio día, (afortunadamente día de descanso para ella y que dedicaríamos única y exclusivamente para nosotras), aún ella descansando sobre mi espalda, era casi imposible que nos quisiéramos mover de lo bien que nos sentíamos así, pero había que hacerlo.
Fue entonces que me gire sobre mi propio eje para quedar recostada boca arriba y ella aún continuaba sobre mi, pude sentir en ese momento como al solo roce de nuestros senos, sus pezones endurecían y se ponían rígidos, eso me hizo y reímos a modo de complicidad, acerque mis labios a los suyos para besarlos suave y brevemente, ella quería y necesitaba más que eso y me lo hizo saber con su manera de profundizar aquel contacto de nuestros labios, comenzó a besarme de manera más pasional por llamarlo de alguna manera.
Mientras continuábamos en ese jugueteo de besos, comencé a recorrer el contorno de su cuerpo con mis manos, de manera que apenas podía tocarla, eso calentó más la situación ya que ella sobre mi como estaba bajo su mano hasta mi clítoris y comenzó a masturbarme cada vez con más intensidad, yo comenzaba ya a perder el control sobre mi misma, la abrace fuerte por la cintura y así hice un rápido movimiento hasta quedar sobre ella.
Quería que ella conociera, experimentará y sobre todo que sintiera lo que era estar con una mujer así pase una de mis piernas por debajo de la suya y la otra sobre su otra pierna, así hasta quedar en la famosa posición de la tijera, en la que nuestros clítoris quedaban unidos comencé a moverme de manera que ella me sintiera cada vez más, ella al darse cuenta de lo que estaba yo haciendo comenzó también a moverse (Ufff... que manera de moverse tiene), comenzó a gemir cada vez más fuerte, hasta que un grito ahogado llego hasta su garganta en el momento exacto en que el orgasmo llegaba a nosotras.
Me zafe de la postura que habíamos adoptado hasta quedar sobre ella nuevamente y volví a besarla, está vez con mucha mayor intensidad, casi con desesperación y necesidad de ella, baje hasta sus pezones e introduje uno en mi boca, mientras con la mano jugaba con el otro, está vez la chupaba, la mordía, la succionaba con mucho mayor fuerza que en otras ocasiones, definitivamente eso le gusto a ella que comenzó con un movimiento de caderas, como si la estuviese penetrando hasta que un nuevo orgasmo llego a ella, sin siquiera haberla tocado, únicamente me dedique a esos maravillosos pezones y a esos maravillosos senos de los que es poseedora.
Después de semejante faena y descansar unos minutos, decidimos darnos un baño para refrescarnos un poco, ya que aunque afuera llovía, nosotras sudabamos… Ya dentro de la regadera, me puse debajo del chorro de agua y ella por detrás comenzó a masajearme los senos y a besarme el cuello, lo cuál me calentó de manera descomunal, y mientras con una mano apretaba uno de mis pezones, fue deslizando la otra hasta llegar al clítoris y vagina, en donde comenzó primero a frotar con toda su mano, hasta darse que cuenta que me tenía justo como ella quería, en ese momento me dio la media vuelta, únicamente alcancé a ver como se arrodillaba ante mi y separaba mis piernas, de pronto lo único que puse sentir fue su lengua sobre mi clítoris, una de sus manos en mis nalgas y la otra acariciando mis senos alternando entre uno y otro… Aquello fue la locura para mi y explote entre gemidos y gritos en un maravilloso orgasmo.
El día transcurría y decidimos preparar algo de comer, ya que el apetito de pronto se había apoderado de nosotras, ella enfundada en un diminuto short y un top únicamente me alejo de la cocina, pretextando que ella me quería cocinar, que imagen la que tenía yo frente a mi… Tenía a mi mujer cocinando para mi, con el cabello mojado (lo tiene medio quebradito, y un poco debajo de media espalda), y enfundada en semejante atuendo… (Siempre he dicho que no hay para mi, nada más sensual que ver así a una mujer en la cocina).
Y bueno mientras ella cocinaba, no me quedo más remedio que esperar, por lo cual me dirigí a su lap, la cual puse sobre la mesa del comedor y comencé a checar el correo y algunas otras Págs. que teníamos pendientes por revisar, pasados unos 15 min. llega hasta a mi poniendo sobre la mesa para mi, una buena copa de vino blanco y un cenicero, mientras se agachaba me daba un breve beso, para después regresar a la cocina.
Pasada una hr más o menos (eran ya cerca de las seis de la tarde), llega y así, sin más se monta sobre mi y comienza a besarme muy dulce y tiernamente al tiempo que me decía, que había llegado a cambiar su vida, que nunca pensó que pudiese ser tan feliz como se sentía cada vez que estaba conmigo, que la abrazara fuerte y que nunca, dejará de hacerla tan feliz… Estuvimos un rato así abrazadas sin querer que nada ni nadie nos separase nunca…
Muero de hambre, de pronto me escuche decir, y a cambio en su rostro pude ver esa ya calida y cómplice mirada que tanto me trastorna y una voz que decía yo también muero de hambre… Comimos una deliciosa pasta preparada a las finas hiervas con mantequilla, (Cocina delicioso)…
Después de comer nos fuimos a sentar en el suelo, como la vez anterior a la sala frente a la chimenea, mientras continuábamos bebiendo el delicioso vino blanco… de pronto fui ahora yo la que se monto sobre ella, y la bese nuevamente, pero al calor de las copas, siempre la sensación es diferente (deliciosa por cierto), me quite la playerita que traía yo, tome la botella de vino y comencé a derramarlo sobre uno de mis senos y ella a beberlo al tiempo que daba lengüetazos a mi pezón, así bebió lo que quedaba de la botella sobre mi cuerpo, mientras lo hacía yo me arqueaba hacía atrás, con la intención de que introdujera en su boca, lo más que pudiera de mi seno.
La segunda botella esperaba ya junto a nosotras, la recosté sobre la alfombra y mientras besaba su ombligo, su vientre, la despoje de aquel diminuto short, que era la única prenda que me separaba de su bien recordado y delineado de manera muy sensual vello púbico y así tome aquella botella y comencé a derramar su contenido sobre ella, sobre sus labios vaginales, para saborearlo después de manera lenta y con la punta de la lengua y mientras el pequeño chorro de vino caía, ella se estremecía al sentir el contacto con su piel.
De pronto abriendo sus piernas de par en par, dirigió mi cabeza hasta tenerla entre ellas, mientras me decía (ya utilizando otro tipo de vocabulario), que se la chupara, que se la mamara, que la cogiera con mi boca y con mi lengua, y sin dudarlo con mis manos sobre sus nalgas levantándola un poco para tener mejor acceso empecé a darle lengüetazos en el clítoris y después a chaparlo de manera que lo succionaba, mientras mi lengua jugaba con el, cuando me dí cuenta que ya no podía más la penetre con mi lengua, ella movía con desesperación sus caderas, hasta que con mi lengua dentro de ella comencé a sentir los espasmos de su vagina, lo cual me indicaba que el orgasmo había llegado a ella.
Así pasamos la noche, haciendo el amor, entre besos, caricias, vocabularios cada vez más subidos de tono, hasta que recostadas en la cama abrazadas el amanecer de un nuevo día nos sorprendió… Continuaba lloviendo, y mi partida se acercaba cada momento más, hubiésemos querido detener el tiempo para estar mucho más tiempo así y no tener que separarnos, pero era inminente, yo tenía que partir y ella volver al trabajo.
Con lágrimas en los ojos y la promesa de vernos dos semanas después, nos despedimos (cada vez en más difícil)…
Pero amigos, eso no será todo la promesa que tenemos de vernos al menos cada dos semanas nos motiva a continuar a cada una por su lado con sus actividades, espero que este pequeño gran fragmento de un maravilloso fin de semana les haya gustado, me despido, de ustedes, deseándoles un bonito día y esperando pronto traerles un poco más de mi vida al lado de la mujer que me ha robado, la razón, los sentidos y la misma voluntad…