(2014)
Recuerdo
que entonces
las
mañanas eran largas
los
días tenían muchas horas
y
las horas
se
hacían con un número infinito de miradas
Además
de blanco
el
invierno era delicadamente eterno
y
pasaban muchos días desde un jueves
a
otro viernes
Era
brillo
saberse
en primavera y despertar
y
despertar
y
despertar sobre la tierra
jugando
a algo que duraba muchos sueños
con
toda la vida por delante y a los lados
Ser
estar vivir soñar
sintiendo
que
todo aquello era y sería siempre así
y tuyo
y
tus padres tuyos
y
siempre
Que
el día de tu cumpleaños
distaba
cuatro eternidades del siguiente.
Y
ahora
aquí
no
se
no
sé medir el tiempo
pero
a un instante de la muerte se.
Todos los derechos©Ángeles Fernangómez (texto y foto)
Todos los derechos©Ángeles Fernangómez (texto y foto)