La historia de Lisy es un tanto increíble. La encontramos por una carretera en medio de los campos de naranjos, un día de lluvia que íbamos con nuestra veterinaria a vacunar unos cachorros en acogida. Lisy estaba en la carretera, abrimos la puerta y se subió, sin dudarlo.
Difundimos carteles por la zona y, para nuestra gran sorpresa, nos llamó una señora que decía ser su dueña, pero que ya no la quería. Pensábamos que tenía alrededor de 5/6 años, pero esta señora nos informó que LISY TIENE 13 AÑOS, ¡ CASI 14 ! y que era una cruz tener que ir a darle de comer al chalé cuando ellos no vivían ahí.
Son muchos los comentarios que nos gustaría hacer sobre esa "persona" pero para no extendernos demasiado, seguimos con la historia.
Evidentemente, nos hicimos cargo de la pobre abuelita guapa.
Nos entregaron su cartilla y, otra sorpresa, una de las primeras vacunas puestas varios años atrás estaba sellada por la misma veterinaria que nos acompañaba cuando la encontramos !
Haciendo memoria, esta se acordó de la que fuera la verdadera dueña de Lisy, una señora mayor cuya preocupación principal en sus últimos años era lo que sería de su querida "Mora" (así se llamaba entonces) cuando ella ya no estuviera.
A esa pregunta podemos contestar ahora : sus herederos se quedaron el piso en la ciudad y otros bienes, pero la perrita no cabía en los planes y la han mandado a vivir a un chale, huerfana y sola.
Y ahí esperó Lisy varios años hasta que un día la encontramos.
¿NO ES HORA YA QUE ENCUENTRE UNA VERDADERA FAMILIA PARA SUS ÚLTIMOS AÑOS?