Las mujeres se alzan en solidaridad
Somos mujeres líderes solidarias que tenemos por objetivo salvar vidas y proteger los medios de subsistencia. Le pedimos a los líderes de todos los países y de todos los sectores que hagan frente a la crisis humana del COVID-19. Parar la pandemia y recuperarnos es una responsabilidad compartida que requiere solidaridad mundial. Tenemos que reconstruirnos mejor que éramos antes, y podremos lograrlo si trabajamos unidos.
14 de julio de 2020
8:00 – 10:30 AM (ET)
Evento: "Mujeres se alzan en solidaridad"
Convocado por la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina J. Mohammed
Convocada por la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina Mohammed, "Rise for All" es una iniciativa para apoyar la hoja de ruta de las Naciones Unidas para la recuperación social y económica del COVID-19, y para financiar plenamente el Fondo Fiduciario para la Respuesta y la Recuperación.
SUS PALABRAS
Como en ningún otro momento en la historia reciente, las mujeres se encuentran en la primera línea de la lucha contra el COVID-19 y soportan la mayor parte de esta crisis humana. Trabajan en los servicios de emergencia de hospitales y clínicas, lideran en la ciencia y la investigación, y también se encuentran al frente de la acción política y comunitaria. Estas mujeres son mi inspiración y sé que también motivarán a muchas otras personas. Como mujeres líderes que somos, es hora de actuar para acabar con la pandemia y salir reforzados de esta crisis.
Esta es una crisis global y no actuar a tiempo significa más muertes. Todos nos enfrentamos al mismo enemigo y ganaremos si aunamos toda la fuerza de la humanidad para combatirlo. Al virus no lo venceremos si acabamos con él solo en algunos países. Apoyo el llamamiento a la solidaridad del Secretario General de las Naciones Unidas.
Me alzo en solidaridad, porque con la pandemia actual de COVID-19, en muchas áreas, las mujeres se encuentran en la primera línea en la lucha contra esta enfermedad. Sin su dedicación y su saber hacer, los efectos de la pandemia hubieran sido mucho más dramáticos.
Reconstruyamos, reorganicémonos y readaptémonos, porque este es quizás el mejor recordatorio de por qué debemos luchar en el marco del sistema multilateral, de la comunidad mundial de las naciones en vísperas del 75º aniversario de las Naciones Unidas. Podemos lograrlo, trabajando juntos, pero necesitamos respetarnos los unos a los otros, tenernos en cuenta, escucharnos y trabajar juntos.
En nuestra respuesta a la pandemia de COVID-19 y la recuperación tras la crisis, debemos tener en cuenta los efectos en las cuestiones de género. Tenemos que asegurarnos que las mujeres estén representadas en las fases de planificación y toma de decisiones. Asegurarnos también de que la recuperación sea inclusiva y sostenible. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible deben ser nuestra guía.
El coronavirus no conoce fronteras. Esta pandemia requiere medidas urgentes guiadas por el multilateralismo: una respuesta mundial conjunta, con las Naciones Unidas como núcleo. En nuestra aldea mundial, la solidaridad es la única opción. Pido encarecidamente a los países, así como al sector privado y a las fundaciones, que actúen y contribuyan al Fondo de las Naciones Unidas de Respuesta a la COVID-19 y Recuperación.
Si no se interviene, los efectos de esta crisis tendrán efectos devastadores en la educación y la economía de nuestros jóvenes. Los llevará a la desesperanza y posiblemente al extremismo. Seamos proactivos y pensemos a largo plazo. En lugar de actuar atemorizados, debemos aprovechar esta oportunidad para reducir la brecha digital y aportar soluciones innovadoras para nuestros hijos y para la juventud.
Pido a los Gobiernos, a nuestros socios por el desarrollo y a las organizaciones de la sociedad civil que colaboren para eliminar las barreras que impiden que las mujeres, los niños y las niñas, y las personas que habitan en entornos rurales puedan disfrutar plenamente de sus derechos. Solo así se encontrarán soluciones sostenibles.
Para poner fin a esta pandemia de una vez por todas, es esencial trabajar juntos para dar prioridad a las necesidades de las personas más pobres y vulnerables del planeta. Ha sido extraordinario ver la rapidez con la que gente de todo el mundo se ha puesto en marcha para contribuir y asumir su responsabilidad. Incluso en estos tiempos tan tristes, estas personas generan esperanza: la esperanza de que podemos superar esta situación si actuamos unidos.
Si no decimos nada, los efectos de esta pandemia serán incluso más desastrosos de lo que hemos visto hasta ahora. Tenemos que superar esta crisis juntos para acabar con las prácticas y los problemas estructurales que han marginado a las mujeres.
Necesitamos ver avances rápidos en la protección social, para que las personas puedan recuperarse con el menor sufrimiento posible. Los efectos terriblemente desiguales del COVID-19 han puesto al descubierto las devastadoras desigualdades sociales y económicas existentes. Pero igual que se hacen, se pueden deshacer. Para ello es esencial la participación igualitaria de las mujeres.
La desinformación se propaga a mayor velocidad que el virus y dificulta enormemente la respuesta en el campo de la salud. Tenemos que inundar internet con información científica para que las personas tengan acceso a información veraz. Antes de compartir la información que circula por las redes, para un segundo y ten cuidado con lo que compartes.
La respuesta mundial al VIH nos ha enseñado que sólo un enfoque basado en los derechos humanos y en el principio de la igualdad nos permitirá superar la pandemia de coronavirus y otras que se avecinen. La atención sanitaria no debe ser nunca un bien que se vende. Es un derecho de todas las personas y una inversión compartida en nuestra seguridad y bienestar comunes. Me uno a los activistas y líderes mundiales que piden que cualquier vacuna o tratamiento contra el COVID-19 sea declarado un bien público mundial y se ponga a disposición de todos los países y todas las personas, de forma gratuita.
Las mujeres están siendo los pilares de nuestras sociedades en estos tiempos de pandemia por el COVID-19. Ellas son las que cuidan, protegen y consuelan. Alimentan a sus familias y apoyan nuestras economías. Me alzo en solidaridad por todas las mujeres, para que sepan de nuestro agradecimiento eterno y compromiso firme hacia ellas y hacia toda la humanidad.
A través del COVID-19, el planeta nos ha advertido claramente que debemos cambiar. Mientras reiniciamos nuestro planeta, también es obvio que no podemos abandonar la lucha contra el cambio climático. Los paquetes de estímulo económico pueden generar crecimiento económico, convertir el mundo un lugar más equitativo y reducir nuestra tendencia de emisiones de gases. Se lo debemos a las mujeres, porque ellas son las que mantienen mundo en estos momentos. Son ellas las que están en primera línea combatiendo la pandemia mundial.
Todos los planes de recuperación deberían ser elementos esenciales de un futuro verde, sostenible e inclusivo. Para que el mundo sea más sano y seguro, es fundamental que las medidas climáticas tengan en cuenta las cuestiones de género. La evaluación rápida de cómo han aumentado las diferencias de género debido a COVID-19 es fundamental para garantizar que las políticas y medidas sobre el clima sean eficaces y justas.
Más de mil millones de personas viven en chabolas u otros asentamientos irregulares. Las mujeres y las niñas sufren tremendamente las consecuencias. Nos alzamos en solidaridad con ellas y con las personas marginadas.
COVID-19 es una crisis sanitaria. Pero supone también una crisis para los niños porque afecta a su educación, su protección y su futuro. El Fondo de las Naciones Unidas de Respuesta al COVID-19 y Recuperación es la oportunidad de unir al mundo en torno a nuestro objetivo común de apoyar a las personas más vulnerables del mundo frente a este desafío, y así ayudar a niños, familias, comunidades y países durante y más allá de esta crisis.
Por las víctimas visibles e invisibles, por las que conocemos y las que no, por los héroes a los que aplaudimos y cantamos, y por los que pasan desapercibidos. Nos alzamos por todas estas personas. En el Fondo de Naciones Unidas para la Población, nos alzamos porque podemos y debemos. Es nuestro deber solidarizarnos con el personal sanitario, del cual el 70 por ciento son mujeres, y asegurarnos de que sus voces sean escuchadas y sus necesidades satisfechas.
Las mujeres durante el confinamiento están encerradas junto a sus maltratadores. Tenemos que garantizar que tengan acceso a servicios de prevención de la violencia que sufren las mujeres y los niños... Por eso hago un llamamiento a los gobiernos de todos los países del mundo, para que se tomen medidas y declaren abiertamente que esos son servicios esenciales.
Durante la pandemia hemos podido observar cómo los países, las comunidades y las personas que eran más vulnerables, menos afortunadas y más pobres antes de la pandemia son ahora aún más pobres, menos afortunadas y tienen menos posibilidades de acceder a los servicios sanitarios básicos, o incluso simplemente al agua dulce. Así pues, como resultado de esta crisis, entendemos que necesitamos realizar un esfuerzo extra para alzarnos por todos. Necesitamos un mayor esfuerzo para luchar por la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Estamos viviendo los peores tiempos, pero también hemos visto lo mejor de la humanidad. Creo que con soluciones innovadoras y el compromiso real con la igualdad y la inclusión, podremos lograr un futuro sostenible para todas las personas allá donde se encuentren.
Cada día, jóvenes de todo el mundo, científicos, emprendedores e innovadores, contribuyen en la respuesta al COVID-19. Sin embargo, con demasiada frecuencia, se les deja de lado cuando llega el momento de tomar decisiones… A diez años para hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible, debemos asegurarnos de que ningún joven se queda atrás. Hago un llamamiento a todos para garantizar que la mayor generación de jóvenes de todo el mundo esté al frente y en el centro en el proceso de recuperación de la actual crisis.
Si protegemos a la naturaleza, la naturaleza nos protegerá a nosotros, porque la naturaleza es nuestra farmacia. Proteger la biodiversidad es proteger nuestra salud como seres humanos. Es el momento de luchar por las personas y el planeta
Durante esta experiencia compartida, me mantengo optimista, creo en la humanidad y confio en que superaremos esta pandemia y trabajaremos para construir un mundo más sostenible. No sólo garantizando que adoptamos y cumplimos el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sino también con acciones individuales y vías para convertirnos en mejores habitantes de nuestro planeta.
Tenemos que garantizar que todas las persona disfruten de las mismas oportunidades para desarrollarse, tener éxito y prosperar. Si no apoyamos a las mujeres y a las niñas, será imposible recuperarnos por completo del COVID-19 y de la evidente crisis económica.
Me movilizo por todos, porque todos somos parte de una sola familia, un solo planeta y un solo ecosistema. Hoy, la pandemia de COVID-19 nos está demostrando que debemos cuidarnos los unos a los otros, ya que si nos preocupamos solo por nosotros, no lo conseguiremos, y que solo juntos, en solidaridad, fortaleciendo nuestras comunidades, podemos vencer al COVID-19. En mi llamada a la acción, la igualdad de género debe estar presente en todos los niveles.
Como usuaria de silla de ruedas, quiero hoy expresar mis sentimientos. Las personas con capacidades diferentes son especiales y únicas, y desde siempre han experimentado el distanciamiento social y el autoaislamiento, debido a la falta de empatía, inclusión, accesibilidad y aceptación. Es mi deseo y rezo por que cuando el mundo se cure de esta pandemia, seamos más inclusivos, más amables y menos críticos los unos con los otros.
Nos mantenemos en solidaridad con todos los refugiados y refugiadas. Estamos con todas las organizaciones no gubernamentales y activistas que trabajan por la justicia de género y la racial. Nos alzamos en solidaridad con todas las personas que trabajan en primera línea en la lucha contra la pandemia.
Queremos ver más mujeres ocupando puestos de liderazgo. Debemos asegurar que la pandemia causada por el coronavirus no elimine los avances hacia la igualdad de género conseguidos en los últimos años.
Hago un llamamiento a la acción a todas las personas del mundo para que ayuden a contrarrestar la gran cantidad de información falsa sobre el COVID-19 compartiendo información veraz para que nuestras comunidades estén informadas y se puedan proteger.
Las mujeres son maestras, profesoras, profesoras universitarias, estudiantes, licenciadas. La educación es nuestra fuerza motriz para transformar el mundo. Hagámoslo juntas, todas nosotras, todas vosotras.
Resiliencia es el otro nombre con el que se conoce a una mujer.
Conoce el mundo. Lee libros. Celebra el conocimiento y la información, porque el conocimiento es poder.
Nunca te avergüences de tu fuerza, independencia y poder. No dejes nunca de ser tu yo atrevido, brillante y hermoso. Nunca olvides que este mundo te pertenece.
¡Mujeres eritreas, llegando a las cimas más altas!
Mujeres africanas, sois las agentes para el cambio profundo, vuestra fuerza, empatía y resiliencia son las que han mantenido a las comunidades.
Mi madre ha sido mi modelo a seguir porque me enseñó a concentrarme, manejar mi vida y escuchar a las personas necesitadas. Ella me enseñó a ser amable, educada, pero al mismo tiempo decidida.
En estos tiempos tan difíciles, las mujeres líderes siguen siendo una fuente de inspiración para la generación venidera de mujeres.
Si nos mantenemos unidas, con coraje y determinación, podemos romper el techo de cristal y ser el cambio que todos y todas necesitamos.
Tenemos que buscar maneras de empoderarnos unas a otras. Solo tendremos éxito si nos ayudamos y apoyamos entre nosotras.
Para nosotras las mujeres, imposible no es una opción... El futuro es una mujer valiente.
Hay demasiadas mujeres que sufren en todo el mundo. Me gustaría que todo el mundo recordara que sin mujeres, no hay humanidad.
Porque las mujeres jóvenes no solo dan forma al futuro, sino que definen el ahora.
Ahora es el momento de hacer un cambio para mejor. Para hacer que nuestra recuperación se base en valores, no en el valor.
Debemos alzarnos y hacer todo lo posible para asegurar que las niñas sigan recibiendo una educación durante la pandemia de COVID-19.
Esta pandemia ha revelado la importancia decisiva que juega la perspectiva femenina en la resolución de problemas.
El empoderamiento de las mujeres jóvenes y las niñas es la clave para romper el círculo vicioso de la pobreza y la violencia. Su educación es la respuesta para construir un futuro mejor y sostenible.
No podemos permitirnos excluir al cincuenta por ciento de la población mundial. Debemos asegurarnos de que todos y todas como seres humanos tenemos los mismos derechos, recursos y representación.
Si queremos enfrentar los desafíos del mundo de mañana, si queremos construir puentes, las mujeres tienen que luchar unidas.
A las increíbles mujeres en primera línea de la lucha contra la pandemia: Sois una inspiración para todas y todos nosotros. Os hemos animado todos los días y continuaremos apoyándoos.
Marco de la ONU para la respuesta y la recuperación
Con el fin de apoyar a los países en su camino hacia la recuperación social y económica, las Naciones Unidas hacen un llamamiento extraordinario para aumentar el apoyo internacional y el compromiso político, y asegurar que todo el mundo tenga acceso a los servicios esenciales y a la protección social.
En el Marco de las Naciones Unidad para la respuesta a los impactos socioeconómicos del COVID-19 se hace un llamamiento a la acción para que se aborden las numerosas dimensiones sociales y económicas de la crisis. Es, ante todo, un llamamiento a que nos centremos en las personas: las mujeres, los jóvenes, los trabajadores con salarios bajos, las pequeñas y las medianas empresas, los trabajadores del sector informal de la economía y los grupos vulnerables que ya están en situación de riesgo. Debemos aprovechar la oportunidad para reforzar nuestro compromiso para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y avanzar hacia un futuro más inclusivo y sostenible.