En El Abismo
Desde el umbral de mi insatisfacción y mis dudas puedo ver un horizonte limpio pero incierto en el que hay un abismo que tal vez deba de saltar a pesar de mi temor.
Un día fuiste sin ser y hoy eres siendo lo que quieres ser, todo eso que te hace sentir mal pero que tú alimentas con la carroña que vas dejando pudrirse por ahí y después utilizas para fustigarte.
Y yo aquí, en este triste espacio blanco me pregunto porque fuiste sin ser y quiero escribir algo que llegue a tu gélido bloque de hielo que tú llamas corazón y no encuentro las palabras exactas para describir lo que yo ahora puedo sentir.
La coraza de tu indiferencia ya no sirve, soy demasiado pragmática para creer en tus dolores baratos, en tus penas de saldo y en tu dolor maquillado con desazones que nunca fueron.
Los lamentos de tu voz quebrada penetran mis tímpanos hasta gritar, van a estallar con tus gritos quejicosos que no son otra cosa que tu propia autocompasión. Y yo aquí escribo toda esa película absurda que pasa a velocidad de vértigo por mi mente y que no es otra cosa que tus constantes desatinos.
Por cierto me llamo María, pero no soy la madre de Dios, soy una mujer que un día pensó que creer era una buena idea y la buena idea fue la dejar de creer. Eso me salvó
Dios te salve María. No, no hace falta que ningún dios lo haga porque supe salvarme yo…
Blondie