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Críticas ordenadas por utilidad
24 de marzo de 2023
66 de 85 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante el pase (18:00 en punto, aunque el filme en sí empezó más tarde por los típicos anuncios y tráilers) de esta John Wick 4 no pude evitar pensar en como maneja Keanu Reeves una dualidad en él mismo. Por un lado, tenemos a la persona, un hombre que derrocha sabiduría cuando se pone a reflexionar ("los que nos quieren nos echarán de menos", respondió a Stephen Colbert ante la pregunta de este de que pasa cuando morimos, algo que me gustó por la forma de expresarlo) y humilde a pesar de haber ganado millones de dólares durante su larga trayectoria; por el otro, tenemos a John Wick, un mercader de la muerte metido a antihéroe al que como lo pilles con el día torcido más vale que tengas el testamento preparado. Es esa dualidad una de las cosas que más me llaman la atención de este actor, la capacidad de llevar a la vida a tal personaje intimidando a sus enemigos y al mismo público cuando en su vida diaria es alguien totalmente distinto.
Quedaba una bala más en la recámara (en principio iban a ser dos, pero parece que decidieron unir dos tramas en una sola película) donde ver al humilde y sabio Keanu convertido en uno de los asesinos a sueldo más temibles que jamás hayan pisado este planeta, y veníamos de una entrega que, personalmente, me parecía un poco redundante, si bien permitía conocer más allá del mundillo que rodeaba a John Wick mientras este se encargaba de ir dando la baja a lo salvaje a quien se le pusiera por delante.
Aún con el recuerdo un poquito agridulce de la anterior, venía con muchas esperanzas para esta cuarta que prometía ser el final antes de empezar a presentar los spin-off que deberían venir en un futuro no demasiado lejano. Y mis esperanzas han sido colmadas, aún cuando sabía que iba a ver tiros, y peleas a muerte en su inmensa mayoría, pero las secuencias de acción de esta saga son, sin duda, una maravilla para la vista por lo excelentemente coreografiadas que están y aquí va a haber para dar y tomar casi desde el primer minuto. Sin duda, hay que verla en pantalla grande para apreciarla en todo su potencial.
Más allá de la esperada dosis de acción a diestro y siniestro en los que tenemos envueltos a gente como Hiroyuki Sanada (actor de una presencia corriente, pero imponente a su vez, cosa muy difícil de equilibrar), Donnie Yen aportando hostias y algunas ingeniosas secuencias cómicas o un irreconocible Scott Adkins con un personaje que puede ser fácilmente sobrestimado, pero una vez que explota sus cualidades desde luego que no está por estar, tenemos una historia que a pesar de su duración de casi tres horas está cuidado y no da pasos en falso. Siempre hay tramos más fuertes y otros más flojos, pero creo que sobrar no sobra apenas nada. A veces se recrea demasiado en según que secuencias, aunque es algo que para los iniciados en John Wick ya podemos contar con eso.
Sin duda, eso sí, el mejor secundario de todos es el perro de Don Nadie, ese perro merece su propia película o serie.
No quiero olvidarme de una presencia especial como es la de Lance Reddick, un actor al que mayormente conocía de estas películas y del que, no obstante, sobrecoge verle en pantalla sabiendo que ya no lo veremos más ni aquí ni en ninguna otra cosa. No he sido el mayor seguidor de su carrera, pero su presencia en esta saga ha sido tan importante y valiosa como el del mismo Keanu Reeves aportando un toque de distinción y eficiencia como el conserje Charon. Que en paz descanse.
Curradas secuencias de acción, una historia ejecutada casi sin brechas y una fotografía al nivel de entregas anteriores, aumentando más el nivel de lo que esté pasando entre los personajes, hacen de esta cuarta parte un regreso al listón que pusieron 'John Wick (otro día para matar') y 'John Wick: Pacto de sangre', un listón en el que se saca grandes cantidades de rédito con tramas centradas en la acción y en la muerte. Con sus créditos finales, y su escena post-créditos, se da el broche de oro a una saga que ha vuelto a poner el género de acción en un lugar de honor cuando ya había pasado la edad de oro de los 80 y 90 y ya se tenían pocos baluartes como Jason Statham, Dwayne Johnson o el mismo Scott Adkins.
Lo que muestren los futuros spin-off y si pueden llegar a ser tan notables como lo ha sido esta tetralogía es algo que ya se verá cuando llegue el momento.
Quedaba una bala más en la recámara (en principio iban a ser dos, pero parece que decidieron unir dos tramas en una sola película) donde ver al humilde y sabio Keanu convertido en uno de los asesinos a sueldo más temibles que jamás hayan pisado este planeta, y veníamos de una entrega que, personalmente, me parecía un poco redundante, si bien permitía conocer más allá del mundillo que rodeaba a John Wick mientras este se encargaba de ir dando la baja a lo salvaje a quien se le pusiera por delante.
Aún con el recuerdo un poquito agridulce de la anterior, venía con muchas esperanzas para esta cuarta que prometía ser el final antes de empezar a presentar los spin-off que deberían venir en un futuro no demasiado lejano. Y mis esperanzas han sido colmadas, aún cuando sabía que iba a ver tiros, y peleas a muerte en su inmensa mayoría, pero las secuencias de acción de esta saga son, sin duda, una maravilla para la vista por lo excelentemente coreografiadas que están y aquí va a haber para dar y tomar casi desde el primer minuto. Sin duda, hay que verla en pantalla grande para apreciarla en todo su potencial.
Más allá de la esperada dosis de acción a diestro y siniestro en los que tenemos envueltos a gente como Hiroyuki Sanada (actor de una presencia corriente, pero imponente a su vez, cosa muy difícil de equilibrar), Donnie Yen aportando hostias y algunas ingeniosas secuencias cómicas o un irreconocible Scott Adkins con un personaje que puede ser fácilmente sobrestimado, pero una vez que explota sus cualidades desde luego que no está por estar, tenemos una historia que a pesar de su duración de casi tres horas está cuidado y no da pasos en falso. Siempre hay tramos más fuertes y otros más flojos, pero creo que sobrar no sobra apenas nada. A veces se recrea demasiado en según que secuencias, aunque es algo que para los iniciados en John Wick ya podemos contar con eso.
Sin duda, eso sí, el mejor secundario de todos es el perro de Don Nadie, ese perro merece su propia película o serie.
No quiero olvidarme de una presencia especial como es la de Lance Reddick, un actor al que mayormente conocía de estas películas y del que, no obstante, sobrecoge verle en pantalla sabiendo que ya no lo veremos más ni aquí ni en ninguna otra cosa. No he sido el mayor seguidor de su carrera, pero su presencia en esta saga ha sido tan importante y valiosa como el del mismo Keanu Reeves aportando un toque de distinción y eficiencia como el conserje Charon. Que en paz descanse.
Curradas secuencias de acción, una historia ejecutada casi sin brechas y una fotografía al nivel de entregas anteriores, aumentando más el nivel de lo que esté pasando entre los personajes, hacen de esta cuarta parte un regreso al listón que pusieron 'John Wick (otro día para matar') y 'John Wick: Pacto de sangre', un listón en el que se saca grandes cantidades de rédito con tramas centradas en la acción y en la muerte. Con sus créditos finales, y su escena post-créditos, se da el broche de oro a una saga que ha vuelto a poner el género de acción en un lugar de honor cuando ya había pasado la edad de oro de los 80 y 90 y ya se tenían pocos baluartes como Jason Statham, Dwayne Johnson o el mismo Scott Adkins.
Lo que muestren los futuros spin-off y si pueden llegar a ser tan notables como lo ha sido esta tetralogía es algo que ya se verá cuando llegue el momento.
EpisodioAnimación
2023
30 de diciembre de 2023
38 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta segunda temporada de 'What If?' ha servido para impulsar a una nueva personaje llamada Kahhori, quien es una guerrera Mohawk cuyo nombre significa 'Ella agita el bosque' (según he leído) y que vive en una población donde una parte de las aguas del territorio donde vive adquirió misticismo debido a que el Teseracto acabó en el fondo de dichas aguas.
Los primeros villanos a los que Kahhori se tiene que enfrentar como heroína son unos españoles que también buscan dichas aguas y tienen fama de coger todo lo que quieran por sus santos cojones, cosa que en cuanto vi se me vino el olor de panfleto descarado. No me parece casualidad que hayan elegido como villanos a españoles en una época en la que hay gente que el descubrimiento de América les pareció más un expolio y una conquista que un hecho fundamental para el devenir de la humanidad y este capítulo toma ese discurso sin disimulo.
No solo eso, sino que la misma Kahhori tiene un perfil que tira más hacia lo insoportable por lo radical que es con su pueblo y con su causa y el "yo puedo con todo por mis santos ovarios" en lugar de tener una personalidad con matices y grises que la habrían beneficiado. Por esas dos cuestiones, el episodio me parece el peor de la serie junto al 1x07 que retrataba a Thor como hijo único pareciéndose más a Pocholo que a un superhéroe. Es verdad que las secuencias de acción están bien ejecutadas, me llamó la atención el 'otro mundo' y los superpoderes de Kahhori pueden dar bastante juego; sin embargo, el capítulo en general no deja un balance que me deje del todo contento.
Los primeros villanos a los que Kahhori se tiene que enfrentar como heroína son unos españoles que también buscan dichas aguas y tienen fama de coger todo lo que quieran por sus santos cojones, cosa que en cuanto vi se me vino el olor de panfleto descarado. No me parece casualidad que hayan elegido como villanos a españoles en una época en la que hay gente que el descubrimiento de América les pareció más un expolio y una conquista que un hecho fundamental para el devenir de la humanidad y este capítulo toma ese discurso sin disimulo.
No solo eso, sino que la misma Kahhori tiene un perfil que tira más hacia lo insoportable por lo radical que es con su pueblo y con su causa y el "yo puedo con todo por mis santos ovarios" en lugar de tener una personalidad con matices y grises que la habrían beneficiado. Por esas dos cuestiones, el episodio me parece el peor de la serie junto al 1x07 que retrataba a Thor como hijo único pareciéndose más a Pocholo que a un superhéroe. Es verdad que las secuencias de acción están bien ejecutadas, me llamó la atención el 'otro mundo' y los superpoderes de Kahhori pueden dar bastante juego; sin embargo, el capítulo en general no deja un balance que me deje del todo contento.
2 de octubre de 2023
38 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se sabía desde antes de su estreno que en 'Los Mercen4rios' (que para las redes sociales queda muy bien con la almohadilla, pero para la ortografía queda fatal) Sylvester Stallone no iba a ser el protagonista absoluto y así ha sido; también es verdad que esa misma pasada de antorcha a Jason Statham y la falta de más estrellas ha convertido este fin de fiesta de la era 'Sly' muy desangelada.
Su duración de poco más de hora y cuarenta minutos tampoco invitaba al optimismo, ya que se daba a entender que esto iba a ser una aventura de pasar el rato cuando se suponía que esta saga había nacido para dar un gran homenaje a las viejas estrellas del cine de acción, y lo que tenemos en realidad es un filme pasable con sus tiros, sangre y peleas, mas con falta de mucha chicha, y aunque Megan Fox enseñe parte de la suya alegrando la vista no llega para ponerlo a la altura de las tres restantes, ni de remota casualidad.
Esta saga empezó de la mano de Sylvester Stallone que protagonizó, co-escribió y dirigió la primera, allá por 2010, y es triste ver que aquí cuenta con una participación testimonial que justifican como pueden, si bien no quita que por muchas excusas que quieran poner no contar durante gran parte del metraje con una leyenda del cine de acción en un filme de acción es como robarle el dinero a un ciego, nunca es una buena idea. Al menos, Jason Statham está a la altura de su reputación y demuestra que de este género sigue siendo lo mejor que hay todavía. Es un gustazo verle pelear y su carisma y presencia ante la cámara hacen el resto.
No puedo decir mucho del resto del reparto, los únicos que realmente lucen son Megan Fox en su papel de mercenaria de infarto porque, aunque cueste reconocerlo, tiene sus tablas en la pantalla sin llegar al nivel de la élite de su profesión porque compararla con las grandes como Meryl Streep o Cate Blanchett sería un insulto a la inteligencia y Tony Jaa como aliado de última hora repartiendo el catequismo. Y en el caso de Andy García es criminal el ver como mal usan a un actor de su categoría con un personaje que ni de coña le permite extraer ni la mitad de su talento y cuyas motivaciones se ven venir si sabes sumar 2 y 2.
Es una pena que una saga que se suponía que nació para dar a los viejos dinosaurios del cine de acción unos últimos bailes para recordar que quien tuvo, retuvo, resulte en unas entregas que podrían haber estado bastante mejor si hubiesen llegado a tener la inspiración mostrada en 'Los mercenarios 2', la única de las cuatro que sabe el tono desenfadado que una producción así debe tener y tiene el honor de juntar en un mismo largometraje a Stallone, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis y Chuck Norris. Para este baile final de Stallone se echan en falta estrellas de ese calibre u otras que no hubiesen desentonado como, por poner un ejemplo, Pierce Brosnan, que es cierto que ya tiene su edad, mas en un papel de espía veterano (como guiño a ya saben qué) habría sido un acierto. Sea quien fuere, se palpa una falta alarmante de caché que un mito viviente como Stallone no merece en absoluto.
Su duración de poco más de hora y cuarenta minutos tampoco invitaba al optimismo, ya que se daba a entender que esto iba a ser una aventura de pasar el rato cuando se suponía que esta saga había nacido para dar un gran homenaje a las viejas estrellas del cine de acción, y lo que tenemos en realidad es un filme pasable con sus tiros, sangre y peleas, mas con falta de mucha chicha, y aunque Megan Fox enseñe parte de la suya alegrando la vista no llega para ponerlo a la altura de las tres restantes, ni de remota casualidad.
Esta saga empezó de la mano de Sylvester Stallone que protagonizó, co-escribió y dirigió la primera, allá por 2010, y es triste ver que aquí cuenta con una participación testimonial que justifican como pueden, si bien no quita que por muchas excusas que quieran poner no contar durante gran parte del metraje con una leyenda del cine de acción en un filme de acción es como robarle el dinero a un ciego, nunca es una buena idea. Al menos, Jason Statham está a la altura de su reputación y demuestra que de este género sigue siendo lo mejor que hay todavía. Es un gustazo verle pelear y su carisma y presencia ante la cámara hacen el resto.
No puedo decir mucho del resto del reparto, los únicos que realmente lucen son Megan Fox en su papel de mercenaria de infarto porque, aunque cueste reconocerlo, tiene sus tablas en la pantalla sin llegar al nivel de la élite de su profesión porque compararla con las grandes como Meryl Streep o Cate Blanchett sería un insulto a la inteligencia y Tony Jaa como aliado de última hora repartiendo el catequismo. Y en el caso de Andy García es criminal el ver como mal usan a un actor de su categoría con un personaje que ni de coña le permite extraer ni la mitad de su talento y cuyas motivaciones se ven venir si sabes sumar 2 y 2.
Es una pena que una saga que se suponía que nació para dar a los viejos dinosaurios del cine de acción unos últimos bailes para recordar que quien tuvo, retuvo, resulte en unas entregas que podrían haber estado bastante mejor si hubiesen llegado a tener la inspiración mostrada en 'Los mercenarios 2', la única de las cuatro que sabe el tono desenfadado que una producción así debe tener y tiene el honor de juntar en un mismo largometraje a Stallone, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis y Chuck Norris. Para este baile final de Stallone se echan en falta estrellas de ese calibre u otras que no hubiesen desentonado como, por poner un ejemplo, Pierce Brosnan, que es cierto que ya tiene su edad, mas en un papel de espía veterano (como guiño a ya saben qué) habría sido un acierto. Sea quien fuere, se palpa una falta alarmante de caché que un mito viviente como Stallone no merece en absoluto.
Serie
2023
Jon Favreau (Creador), Rick Famuyiwa ...
19 de abril de 2023
36 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
No había pasado demasiado tiempo desde que vimos a Din Djarin (coloquialmente conocido como 'Mando') y a Grogu/Baby Yoda/personaje adorable para vender juguetes y hacer babear a la gente de ternura en aquella miniserie llamado 'El libro de Boba Fett' que tuvo su aquel, pero no fue ni mucho menos lo que se esperaba de un personaje secundario con tanto status de culto como Boba Fett. Afortunadamente, eso pensaba, estaba al caer una tercera temporada de 'The Mandalorian' que venía precedida de una segunda tanda de episodios notable.
Pues la mediocridad ha vuelto, señoras y señores.
Su primera temporada que vi allá por 2020 no es que me pareciera como si encontrase el reemplazo de la Coca-Cola, pero fue suficiente para no bajarme del barco y darle una oportunidad a nuevas aventuras de Din Djarin y compañía. Su segunda temporada fue una mejora evidente y, desgraciadamente, se ha regresado a ese camino de nivel decente; y, en este caso, incluso peor por tramos.
La temporada arranca de nuevo tomando a Djarin y Grogu como protagonistas viniendo de un gesto de Djarin con Grogu en el 2x08 que para el público quedó muy tierno, pero que para los mandalorianos no les hizo mucha gracia, por lo que el protagonista no tuvo más remedio que ir a redimirse en un arco que era interesante, pero que no daba para justificar toda una temporada. Afortunadamente, no pasó mucho hasta culminarlo; sin embargo, lo que ha venido después no es una mejora. Entra Bo-Katan a escena como personaje femenina protagonista con una trama para ella de búsqueda de lugar en la jerarquía mandaloriana cuyo punto de mayor interés estuvo en el 3x07 con el regreso de un villano conocido por todos (un villano que, por otro lado, creo que le han 'nerfeado', dicho vulgarmente), mas esta narrativa con el personaje de Katee Sackhoff ni mucho menos da para mantenerme pegado al asiento. De hecho, ni siquiera el mencionado séptimo capítulo (el mejor de esta última temporada, para mí) me dejó totalmente satisfecho, pues tenía algunos debes como el ya manido cliché del sacrificio en este universo de Star Wars.
Ignoro los motivos de este bajón. No sé si es por haber relegado a Din Djarin y a Grogu a secundarios en ciertos episodios, si se han preocupado más de situar a la serie en el canon con conexiones con otras obras, una mezcla de ambas o cualquier otro motivo. Da para estar entretenido entre aventuras con algo de acción, peleas marca de la casa y poco más. Lo que está claro es que narrativamente es bastante mejorable. Mantiene, eso sí, una factura técnica (fotografía, dirección artística, efectos...) casi impecable y un reparto que está a la altura del reto de llevar sobre sus hombros el sello Star Wars; pero esta serie puede ser capaz de dar bastante más de lo visto. Si esta fuera la última temporada, desde luego no sería ni mucho menos un broche de oro.
Pues la mediocridad ha vuelto, señoras y señores.
Su primera temporada que vi allá por 2020 no es que me pareciera como si encontrase el reemplazo de la Coca-Cola, pero fue suficiente para no bajarme del barco y darle una oportunidad a nuevas aventuras de Din Djarin y compañía. Su segunda temporada fue una mejora evidente y, desgraciadamente, se ha regresado a ese camino de nivel decente; y, en este caso, incluso peor por tramos.
La temporada arranca de nuevo tomando a Djarin y Grogu como protagonistas viniendo de un gesto de Djarin con Grogu en el 2x08 que para el público quedó muy tierno, pero que para los mandalorianos no les hizo mucha gracia, por lo que el protagonista no tuvo más remedio que ir a redimirse en un arco que era interesante, pero que no daba para justificar toda una temporada. Afortunadamente, no pasó mucho hasta culminarlo; sin embargo, lo que ha venido después no es una mejora. Entra Bo-Katan a escena como personaje femenina protagonista con una trama para ella de búsqueda de lugar en la jerarquía mandaloriana cuyo punto de mayor interés estuvo en el 3x07 con el regreso de un villano conocido por todos (un villano que, por otro lado, creo que le han 'nerfeado', dicho vulgarmente), mas esta narrativa con el personaje de Katee Sackhoff ni mucho menos da para mantenerme pegado al asiento. De hecho, ni siquiera el mencionado séptimo capítulo (el mejor de esta última temporada, para mí) me dejó totalmente satisfecho, pues tenía algunos debes como el ya manido cliché del sacrificio en este universo de Star Wars.
Ignoro los motivos de este bajón. No sé si es por haber relegado a Din Djarin y a Grogu a secundarios en ciertos episodios, si se han preocupado más de situar a la serie en el canon con conexiones con otras obras, una mezcla de ambas o cualquier otro motivo. Da para estar entretenido entre aventuras con algo de acción, peleas marca de la casa y poco más. Lo que está claro es que narrativamente es bastante mejorable. Mantiene, eso sí, una factura técnica (fotografía, dirección artística, efectos...) casi impecable y un reparto que está a la altura del reto de llevar sobre sus hombros el sello Star Wars; pero esta serie puede ser capaz de dar bastante más de lo visto. Si esta fuera la última temporada, desde luego no sería ni mucho menos un broche de oro.
18 de marzo de 2021
77 de 128 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hubo un antes y un después tras el estreno el 17 de noviembre de 2017 de 'Liga de la Justicia'; pero para mal. Entre lo que se adelantó en los trailers previos y lo que se vio en la gran pantalla hubo un mundo de diferencia: regrabaciones de escenas del montaje de Zack Snyder, respetando solo algunas, nuevas escenas introducidas por Joss Whedon, nuevo compositor, menor duración, el bigote de los cojones...Vamos, que lo que se vio no fue la tercera parte del camino trazado por Snyder tras 'El hombre de acero' y Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia', sino un largometraje manoseado hasta casi la extenuación. Yo (sin saber todavía todo lo que se fue revelando después) debo decir que me gustó con reticencias; en un segundo visionado se cayó de forma aplastante.
Afortunadamente, la gente no es tonta y hubo una ola de indignación por muchas partes del globo, consolidándose con el ya mítico 'hashtag' (desde hoy caducado) de #ReleaseTheSnyderCut que corrió como la pólvora por las redes sociales, y el propio director que tuvo que ser reemplazado al no poder soportar más luchar contra Warner Bros, además de que había perdido a su hija, estuvo durante mucho tiempo dando pistas de que su montaje realmente existía, metiendo así un derechazo a la mandíbula de forma virtual a la gente que decía que nunca existió; y no es que solo no existía, sino que ya está aquí tras años de lucha, por los que hay que dar gracias a esa gente que luchó por todo el mundo para que esta película saliera a la luz, no solo para hacer justicia con Zack Snyder, sino justicia por la libertad creativa.
La pregunta del millón es: ¿mereció la pena casi cinco años de lucha continua por este lanzamiento? La respuesta es siempre SÍ visto desde el punto de vista de la libertad de los artistas, un factor que debería ser impepinable para cualquier creativo de cualquier rama artística. Al existir este montaje creo que el público debía juzgar si este metraje recompensaba, empeoraba o dejaba con las mismas sensaciones respecto al estreno de 2017; pero no es solo un triunfo de la libertad de creación, sino un triunfo por sí mismo.
Volviendo al tema #ReleaseTheSnyderCut y las redes sociales, es verdad que es un arma de doble filo. Por un lado, se demostró que Snyder rodó todo con las imágenes que iba publicando; por el otro, tanta imagen y tanto avance en estas últimas semanas ha dejado poco margen de sorpresa. No obstante, no ha sido un impedimento para mí disfrutar de un filme en el que ya sabía a lo que venía y que, aún así, hay espacio para sorpresas. A pesar de su duración de casi 4 horas, la historia es amplificada dando espacio a explorar más las vidas de los superhéroes introducidos de nuevas como Cyborg, Flash y Aquaman (hay que tener en cuenta en el caso de 'Aquaman' que originalmente iba a estrenarse antes esta que su cinta en solitario) y ya no se les ve como personajes desaprovechados rozando la idiotez en ocasiones, Flash especialmente, sino que se hacen valer y demuestran que pueden llenar la pantalla tanto como Batman, Superman y Wonder Woman quienes están en su completa salsa. No obstante, debo confesar mis objeciones con la personalidad de Barry Allen; aunque algo más relajado, conserva un poco de esa vis cómica que parece estar pensado ya originalmente por el director. Sé de todas formas que a Flash aún le queda mucho que caminar, y de correr.
El caso de Superman es espcialmente significativo. Por fin se le ve sin una cara deformada por CGI (con lo guapo que es Henry Cavill le hicieron feo, ya hay que tener mérito) y luciendo en todo su esplendor. Incluso en una escena con él de protagonista he tenido que echar alguna lágrima; aunque ya vendrá para la zona spoilers. En resumen, si viniese algún ejecutivo de Warner Bros y me dijese que con este Superman no merece la pena seguir viéndole como le he visto aquí es para cuestionarle sus gustos.
Steppenwolf ha sido otro gran beneficiado. Ya no es el pelele que no intimidaba de 2017, sino un esbirro de Darkseid que va a por todas, que se lleva todo por delante si hace falta y que tiene por fin el aura amenazante que merecía como habitante de Apokolips que es. Aún sin ser de los mejores villanos de la historia del cine de superhéroes, puede por fin estar en un lugar de honor, un lugar que le ha costado más de tres años ocupar gracias a los villanos en la sombra, los ejecutivos de Warner Bros.
Este tono que Zack Snyder quiere implementar en los superhéroes de DC Comics me parece bienvenido por su toque adulto y respetuoso con los cómics. Con eso no quiero decir que otras formas de aproximación a los superhéroes no merezcan la pena explorarse. Hay espacio para todos los estilos y todas las formas de elaborar un universo de superhéroes, desde el puzzle de Marvel Studios hasta esta presentación y consolidación de bases en Warner Bros/Warner Media. La diversidad de estilos enriquece el panorama en general.
Por mi parte, yo quiero ver culminado el plan de Snyder que originalmente eran tres entregas de 'Liga de la justicia' tras los dos primeros filmes de 2013 y 2016. Por lo que expondré en una zona para spoilers y por la defensa de la libertad de creación, el amigo Zacarías debe tener la oportunidad de completar su idea; quien no quiera subirse al barco siempre tendrá otras producciones de su gusto. No podrá ser perfecto y esta película no lo es como ya expondré en zona spoilers (así como otros aciertos); mas prefiero un producto imperfecto donde la gente haya tenido libertad para hacer lo que quiera que uno perfecto con tejemanejes del estudio por medio y esclavizando bajo unas directrices a sus creadores.
8.5
Afortunadamente, la gente no es tonta y hubo una ola de indignación por muchas partes del globo, consolidándose con el ya mítico 'hashtag' (desde hoy caducado) de #ReleaseTheSnyderCut que corrió como la pólvora por las redes sociales, y el propio director que tuvo que ser reemplazado al no poder soportar más luchar contra Warner Bros, además de que había perdido a su hija, estuvo durante mucho tiempo dando pistas de que su montaje realmente existía, metiendo así un derechazo a la mandíbula de forma virtual a la gente que decía que nunca existió; y no es que solo no existía, sino que ya está aquí tras años de lucha, por los que hay que dar gracias a esa gente que luchó por todo el mundo para que esta película saliera a la luz, no solo para hacer justicia con Zack Snyder, sino justicia por la libertad creativa.
La pregunta del millón es: ¿mereció la pena casi cinco años de lucha continua por este lanzamiento? La respuesta es siempre SÍ visto desde el punto de vista de la libertad de los artistas, un factor que debería ser impepinable para cualquier creativo de cualquier rama artística. Al existir este montaje creo que el público debía juzgar si este metraje recompensaba, empeoraba o dejaba con las mismas sensaciones respecto al estreno de 2017; pero no es solo un triunfo de la libertad de creación, sino un triunfo por sí mismo.
Volviendo al tema #ReleaseTheSnyderCut y las redes sociales, es verdad que es un arma de doble filo. Por un lado, se demostró que Snyder rodó todo con las imágenes que iba publicando; por el otro, tanta imagen y tanto avance en estas últimas semanas ha dejado poco margen de sorpresa. No obstante, no ha sido un impedimento para mí disfrutar de un filme en el que ya sabía a lo que venía y que, aún así, hay espacio para sorpresas. A pesar de su duración de casi 4 horas, la historia es amplificada dando espacio a explorar más las vidas de los superhéroes introducidos de nuevas como Cyborg, Flash y Aquaman (hay que tener en cuenta en el caso de 'Aquaman' que originalmente iba a estrenarse antes esta que su cinta en solitario) y ya no se les ve como personajes desaprovechados rozando la idiotez en ocasiones, Flash especialmente, sino que se hacen valer y demuestran que pueden llenar la pantalla tanto como Batman, Superman y Wonder Woman quienes están en su completa salsa. No obstante, debo confesar mis objeciones con la personalidad de Barry Allen; aunque algo más relajado, conserva un poco de esa vis cómica que parece estar pensado ya originalmente por el director. Sé de todas formas que a Flash aún le queda mucho que caminar, y de correr.
El caso de Superman es espcialmente significativo. Por fin se le ve sin una cara deformada por CGI (con lo guapo que es Henry Cavill le hicieron feo, ya hay que tener mérito) y luciendo en todo su esplendor. Incluso en una escena con él de protagonista he tenido que echar alguna lágrima; aunque ya vendrá para la zona spoilers. En resumen, si viniese algún ejecutivo de Warner Bros y me dijese que con este Superman no merece la pena seguir viéndole como le he visto aquí es para cuestionarle sus gustos.
Steppenwolf ha sido otro gran beneficiado. Ya no es el pelele que no intimidaba de 2017, sino un esbirro de Darkseid que va a por todas, que se lleva todo por delante si hace falta y que tiene por fin el aura amenazante que merecía como habitante de Apokolips que es. Aún sin ser de los mejores villanos de la historia del cine de superhéroes, puede por fin estar en un lugar de honor, un lugar que le ha costado más de tres años ocupar gracias a los villanos en la sombra, los ejecutivos de Warner Bros.
Este tono que Zack Snyder quiere implementar en los superhéroes de DC Comics me parece bienvenido por su toque adulto y respetuoso con los cómics. Con eso no quiero decir que otras formas de aproximación a los superhéroes no merezcan la pena explorarse. Hay espacio para todos los estilos y todas las formas de elaborar un universo de superhéroes, desde el puzzle de Marvel Studios hasta esta presentación y consolidación de bases en Warner Bros/Warner Media. La diversidad de estilos enriquece el panorama en general.
Por mi parte, yo quiero ver culminado el plan de Snyder que originalmente eran tres entregas de 'Liga de la justicia' tras los dos primeros filmes de 2013 y 2016. Por lo que expondré en una zona para spoilers y por la defensa de la libertad de creación, el amigo Zacarías debe tener la oportunidad de completar su idea; quien no quiera subirse al barco siempre tendrá otras producciones de su gusto. No podrá ser perfecto y esta película no lo es como ya expondré en zona spoilers (así como otros aciertos); mas prefiero un producto imperfecto donde la gente haya tenido libertad para hacer lo que quiera que uno perfecto con tejemanejes del estudio por medio y esclavizando bajo unas directrices a sus creadores.
8.5
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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