Cuando parecía que DC tomaba un nuevo impulso de la mano de “Wonder Woman”, aunque realmente a mí tampoco me pareció para tanto, nos llega este nuevo revés, este nuevo zasca en toda la boca que nos deja entre cabreados e impotentes. Y es una pena. Esta película nos lleva a confirmar que siguen los mismos problemas de entregas anteriores pero lo peor es que ahora se cometen errores nuevos.

Efectivamente, el guión, como ya pasó en BVS, “Escuadrón Suicida” o incluso en “El hombre de acero”, tiene no pocos agujeros* que a mí me cuesta bastante explicar; al igual que en Batman Vs Supermán hay personajes metidos con calzador**; el malo, como en otras entregas, es de sainete, aparte de ser una aberración digital***; y luego el montaje otra vez más, comete errores de bulto,**** pero todas estas cosas las comentaré en la zona de spoiler porque no quiero destripar nada a nadie que pueda leer este comentario (algo improbable). En fin, que ya estábamos comprobando que Zack Snyder seguía cayendo en los mismos errores que en películas anteriores de la casa, pero lo que ya acabó de descolocar al personal fue el toque Joss Whedon.

Quién sabe. A lo mejor ha sido la jugada maestra de la major Marvel para dar el golpe de gracia a su rival, haber mandado a un infiltrado, porque hay escenas anticlimáticas y que rompen el tono (?) general del film, si es que lo tiene.

En definitiva, una película con escenas de ordenador a gogó (en algunas pega un cante espectacular), con muchas escenas de acción (algunas más conseguidas que otras, por ejemplo la primera de Batman está realmente bien), con mucho ruido, muchos efectos y poca cosa más. Las relaciones entre los personajes brilla por su ausencia y se pasa de una desconfianza normal a un buenrrollismo de boy scout bastante grimoso.

Las actuaciones tampoco están demasiado allá: una vez superado el efecto sorpresa del buen hacer de Ben Affleck y de Cal Gadot, hay poco que llevarse a la boca. Las nuevas incorporaciones no llegan al espectador: Cyborg es un héroe bastante cutrecillo y se cuenta su historia de forma chapucera, Aquaman no se sabe muy bien qué pinta aquí, porque en el mar tiene algo de poder, pero luego... poca cosa más hace; y “Flash”, que quiere ser el contrapunto cómico, es cargante a más no poder: Ezra Miller es un gran actor de drama pero la comedia no consiste en poner caritas de graciosillo, precisamente. Tampoco es ningún acierto el nuevo traje de Batman, con esos adornos grises que me recordaron al infausto traje que lució George Clooney en “Batman & Robin” (que me da repelús sólo con acordarme) mezclado con el de Búho Nocturno de The Watchmen.

Tampoco me pareció acertada la BSO. Danny Elfman está irreconocible, no encuentro ninguna de las cosas que han hecho de sus composiciones algo digno, con sus constantes y sus personalísimas notas. También me pareció un golpe bajo (aunque quizá lo mejor de esta BSO) esos recuerdos a las míticas partituras de John Williams del Superman de Richad Donner y del Batman de Tim Burton, esta última autorreferencial.

Para terminar (antes de ir al Spoiler), otra película fallida, no era para menos. Las cosas no deben hacerse a la bulla, sino con tiempo y quizá lo peor que se pueda decir del film es que la gran mayoría de los que estábamos en la sala no estábamos decepcionados ni enfadados y mucho menos eufóricos... lo que sentíamos la mayoría, y es lo peor, era indiferencia.