Va a ser difícil olvidar la primera vez que le metí mano a Lars von Trier. Normalmente para realizar este tipo de experimentos tienes que tener las cosas muy claras y saber lo que haces porque si no el resultado puede ser muy lamentable. Mientras avanzaba he dudado si me encontraba ante un fiasco, arriesgar con puestas en escena tan raras tiene su mérito por sí mismo, pero ¿y el contenido? Ahí es donde llegan los golpes, a mi interior claro, a mi alma, más allá de la piel, superando la estética de ese teatro ya perfecto ha conseguido tocarme la fibra a través de la terrible crueldad que muestran esos pervesos habitantes de Dogville. Menos mal que me he liberado con el final (spoiler) porque si no me voy a Dinamarca a buscarlo para pedirle explicaciones.

¿Qué más que no se haya escrito aquí? Poco, está todo dicho, trazar así de bien la maldad del ser humano tiene mucho mérito. Ese lado oscuro y terrible que bien podría presentarse bajo la certeza de que el hombre es un lobo para el mismo hombre es sólo una parte, también creo en la bondad, el altruismo y las buenas intenciones (por eso quizás no le pongo un diez, es mi pequeño homenaje al lado bueno del ser humano) Pero en Dogville sólo encontramos lo peor de lo peor, todo es tan terrible que me ha hecho daño. Por otro lado celebro haber encontrado a una Kidman así, sobresaliente.

No he visto ninguna película de contenido romántico que llegue a este nivel. Y además, pocas supuestamente de acción entretienen tanto.
La unión sentimental de la pareja protagonista echa chispas. Me entra la risa al compararlo con la Pretty Woman y el Richard Gere o el Di Caprio y la otra en Titanic. Esto sí que es amor del que se agradece ver, con pasión y sexo, empujados por la trama a situaciones límite entre la vida y la muerte, personajes con carácter, difrerentes a todo lo que pulula por la gran pantalla. La historia empieza como un torbellino y acaba como un huracán, siempre me quedo con la boca abierta cuando la veo. La suma de excelentes personajes secundarios supone un conjunto en el que ni un minuto está de más, todo es perfecto, de diez, es impecable: acción, sexo, amor, tiros, surrealismo, una banda sonora de miedo. No creo que se pueda hacer mejor.

Ojalá siempre hubiera una primera vez para descubrir "Amor A Quemarropa". No me canso de recomendarla. Me faltan palabras para decirlo todo mejor. Insuperable.

Hacía mucho que no encontraba una película que pudiera ponerle un 10. Lo que sucede es que lo he pasado tan bien que ese 10 es intachable, sin fisuras, es un 10 en números y un diez en letras, desde los primeros minutos me he quedado enganchado como hacía tiempo que no sucedía y me iba preguntado cosas como: ¿qué significan esos personajes?, ¿por qué son así?, ¿cómo puede ser que sea tan buena?, ¿por qué he tardado tanto en descubrirla? He alucinado porque iba machacándome la idea de saber que han pasado 70 años de su realización, he alucinado con su mensaje actualísimo, con su humor excelente, me he reído como un niño y me he rendido, caigo a sus pies señor Capra.

Le doy mil gracias a FA, han habido casos de recomendaciones absurdas con valoraciones incomprensibles, pero todo se ve recompensado gracias a "Vive como quieras". Una joya, un descubrimiento inesperado y gratificante.
Se la recomiendo al universo entero.

Se trata de una sorpresa en toda regla. Son pocas las ocasiones en las que los tiros se pegan bien, pero en este caso no sólo no sobra ni uno de esos tiros sino que encuentro que hay acierto en el cómo, en el cuándo e incluso en el por qué. Todos los personajes son atractivos, el contexto, el cuadro, el ambiente recreado es asombrosamente correcto.

Puedo afirmar que entre tanto tiro bien pegado hasta se me ha caído una lagrimilla.
Y es que cuando las cosas están bien hechas hay que decirlo claro.

Me atreveré contra la historia y diré que Nosferatu tiene demasiados fallos como para valorarla mejor (mucho menos para alzar mi punto de vista hasta la valoración media) Lo gracioso de la cuestión es que prácticamente todas las críticas, incluso las que valoran a Nosferatu como una obra maestra, coinciden al señalar sus defectos. Por citar los evidentes diré que carece de ritmo desde el principio, salvo ese sobrecogedor final en el que todo se acelera de repente, unos efectos de sonido o banda sonora muy lamentables (eso ahora y hace un siglo), los textos que explican demasiado y no desaparecen nunca y una cámara que no se mueve nunca (y en esa época se movía) La puesta en escena en los años veinte se hacía mejor así que... ¿qué es lo que queda? Mi respeto por lo clásico, por ser la primera película de terror de la historia del cine y mi imposibilidad de pestañear las veces que aparece el vampiro, y no porque dé miedo, es admiración.

Y es que esta obra de Murnau me produce una admiración que va más allá de cualquier crítica o cualquier valoración, es la sincera admiración por los pioneros, por los fundadores, seres humanos avanzados que experimentaban y que merecen todo mi respeto.