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Voto de TOM REGAN:
9
6,5
14.031
Thriller
Después de un accidente de coche en el desierto de Arizona, Bobby Cooper (Penn) consigue llegar a un pequeño pueblo habitado por gentes muy extrañas. Allí conoce a un matrimonio formado por un hombre maduro (Nolte) y su atractiva mujer (López). Pronto, el marido le propondrá matar a su esposa. Poco después, ella le propondrá matar a su marido. (FILMAFFINITY)
30 de noviembre de 2017
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
273/17(20/11/17) Arrollador thriller pulp realizado por Oliver Stone, un delirante placer pecaminoso, divertimento en modo chute de peyote, un sui-generis homenaje al cine negro clásico pasado por el filtro del SXXI, una abigarrada propuesta repleta de personajes disfunción ales enmarcando el relato en un pueblo del que no hay salida posible, lugar polvoriento, asqueroso, desolado. El guión de John Ridley adapta su propio libro “Stray dogs” (1997), rebosante de figuras extrañas, de diálogos ingeniosos, humor negro mordaz, situaciones bizarras, con iros constantes de guión que se mueven entre el patetismo y lo jocoso, haciendo que en su increscendo te sientas atrapado en sus malsanas redes, encuadrando el desarrollo en un sub-género “Rube Goldberg Noir”, donde al protagonista no aparan de sucederle acontecimientos encadenados que lo sumen en una cuasi-pesadilla existencial, “Los encantos de la gran ciudad”, “After hours” o “Red Rock West” (de esta dicen tiene más de una semejanza, la tengo pendiente de ver) son ejemplos de ello, y en la que como todo buen cine negro que se precie tiene sus personajes amorales, crímenes, mentiras, femme fatale bella, y tocando temas como la codicia, el deseo, o los sueños de libertad. Delineado la narración como el protagonista sufre una constante caída hacia el infierno arrastrado en una espiral azarística (ya desde que se le rompe la manguera del radiador de su flamante Mustang del 64 frente cerca de Superior, U-Turn; antesala del Averno) ayudado por las vilezas humanas que le rodean, y esto Stone lo ofrece con un ritmo trepidantemente salvaje, estableciendo un estado de ánimo febril fascinante y subyugante. Este escapista y a la par fenomenal relato sirve al combativo políticamente director de obras como “Platoon”, “Salvador”, “nacido el 4 de julio”, “JFK” o “Asesinos natos” para hacer un punzante retrato de la América profunda, sobre la endogamia que la cruza, sobre la violencia latente que anida en ella, sobre la corrupción que palpita en etas comunidades epítomes de lo que es USA, sobre el darwinismo (por ello la alegoría constante de los flashes de animales que intentan sobrevivir en el erial desértico) social tan inherente en los estadounidenses, sálvese el que pueda, da igual los medios, sea la fuerza bruta, el terror, o la seducción, lo importante es medrar y tener más y más, aunque por el camino se dejen reguero de muertos. Stone sabe pasar por su mirada ácida y cínica estecruce entre western, thriller y comedia turbia, donde no hay esperanza para la humanidad, y en su devenir bebe de la violencia sucia de Peckinpah, homenajeando en un turbador plano la icónica imagen de “Duelo al sol” (1946), creando el polémico realizador un microcosmos cuasi-alucinógeno, apoyándose en una seña de identidad suya que tan bien maneja como es la furiosa edición (Hank Corwin y Thomas J. Nordberg) para generar emociones en el espectador esta vez aunándose con la calurosa y pegajosa fotografía (Robert Richardson), en armonía con la vibrante música del maestro italiano Ennio Morricone, que cual western leoniano se adapta al polvo de Arizona.
Bobby (Sean Penn) va por una carretera por el desierto de Arizona, conduce un '64 ½ Mustang, cuando se le estropea el auto, viéndose forado a desviarse al pueblo de U Turn, comienzo de su pesadilla. Lleva el coche al taller Harlin's Garage, allí le deja el Mustang para arreglarlo a un estrafalario mecánico Darrell (Billy Bob Thornton), comenzando una odisea de incalculables consecuencias cuando mientras espera comienza a cruzarse con los disfuncionales lugareños de Superior. Tendrán importancia en esta desventura personajes como Grace (Jennifer López), una bella mujer casada con el rudo Jake (Nick Nolte), también un pedigüeño ciego (Jon Voight) con ínfulas filosóficas, el sheriff del pueblo, Potter (Powers Boothe), el pendenciero niñato Toby N. Tucker (Joaquin Phoenix), y su díscola chica Jenny (Claire Danes).
Oliver Stone despliega todo un tsunami de efectismos que hacen que el espectador se sienta sobrellevado a un estado alucinógeno por momentos, con una cámara que no para, siempre en movimiento, con encuadres singulares, con electricidad en los contra-planos, tanto que la voz llega a desintonizarse de los personajes, creando un sentido extraño turbador, un tsunami de sensaciones que nos sobrelleva, nos arrastra en las malsanas redes ominosas de este pueblo al borde del fin del mundo.
Sean Penn está sensacional en un rol de perdedor, tipo arrastrado por los acontecimientos, vapuleado, engañado, vejado, apalizado, exhibiendo una expresividad sutil, sin histrionismos, maravilloso; Jennifer López jamás ha estado mejor, nunca ha estado más sexy, jamás tan ambigua, nunca más atractiva, una sirena vestida con un vestido rojo que debería estar prohibido por la tentación que supone lo que envuelve, destilando misterio, sabiendo aunar inocencia con picardía, magnífica en su papel de mujer fatal; Nick Nolte está tremendo en un personaje que domina con rotundidad, áspero, seco, brutal, dominados, aterrador, fabuloso; Billy Bob Thornton está Colosal en el rol delirante de Darrell, se nota ha disfrutado, y lo mejor, nos hace disfrutar, con la encarnación de un tipo roñoso, viscoso, grasiento, excelente maquillaje que lo hace irreconocible, con unas gafas de culo de vaso, con dentadura prominente, con gorra asquerosa, con camiseta corta que deja ver su mugriento ombligo, Apoteósico, merecería un spin-off; Jon Voight bajo otro copioso maquillaje está brillante como el ciego con humos metafísicos, teniendo una buena química con Penn; Joaquin Phoenix como el camorrista Toby N. Tucker (lo llaman TNT porque si se enoja, explota), está divertidísimo como un celoso violento e idiota; Claire Danes aprovecha sus segundos en pantalla para dar lustre a su rol de Lolita metomentodo.
Bobby (Sean Penn) va por una carretera por el desierto de Arizona, conduce un '64 ½ Mustang, cuando se le estropea el auto, viéndose forado a desviarse al pueblo de U Turn, comienzo de su pesadilla. Lleva el coche al taller Harlin's Garage, allí le deja el Mustang para arreglarlo a un estrafalario mecánico Darrell (Billy Bob Thornton), comenzando una odisea de incalculables consecuencias cuando mientras espera comienza a cruzarse con los disfuncionales lugareños de Superior. Tendrán importancia en esta desventura personajes como Grace (Jennifer López), una bella mujer casada con el rudo Jake (Nick Nolte), también un pedigüeño ciego (Jon Voight) con ínfulas filosóficas, el sheriff del pueblo, Potter (Powers Boothe), el pendenciero niñato Toby N. Tucker (Joaquin Phoenix), y su díscola chica Jenny (Claire Danes).
Oliver Stone despliega todo un tsunami de efectismos que hacen que el espectador se sienta sobrellevado a un estado alucinógeno por momentos, con una cámara que no para, siempre en movimiento, con encuadres singulares, con electricidad en los contra-planos, tanto que la voz llega a desintonizarse de los personajes, creando un sentido extraño turbador, un tsunami de sensaciones que nos sobrelleva, nos arrastra en las malsanas redes ominosas de este pueblo al borde del fin del mundo.
Sean Penn está sensacional en un rol de perdedor, tipo arrastrado por los acontecimientos, vapuleado, engañado, vejado, apalizado, exhibiendo una expresividad sutil, sin histrionismos, maravilloso; Jennifer López jamás ha estado mejor, nunca ha estado más sexy, jamás tan ambigua, nunca más atractiva, una sirena vestida con un vestido rojo que debería estar prohibido por la tentación que supone lo que envuelve, destilando misterio, sabiendo aunar inocencia con picardía, magnífica en su papel de mujer fatal; Nick Nolte está tremendo en un personaje que domina con rotundidad, áspero, seco, brutal, dominados, aterrador, fabuloso; Billy Bob Thornton está Colosal en el rol delirante de Darrell, se nota ha disfrutado, y lo mejor, nos hace disfrutar, con la encarnación de un tipo roñoso, viscoso, grasiento, excelente maquillaje que lo hace irreconocible, con unas gafas de culo de vaso, con dentadura prominente, con gorra asquerosa, con camiseta corta que deja ver su mugriento ombligo, Apoteósico, merecería un spin-off; Jon Voight bajo otro copioso maquillaje está brillante como el ciego con humos metafísicos, teniendo una buena química con Penn; Joaquin Phoenix como el camorrista Toby N. Tucker (lo llaman TNT porque si se enoja, explota), está divertidísimo como un celoso violento e idiota; Claire Danes aprovecha sus segundos en pantalla para dar lustre a su rol de Lolita metomentodo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La puesta en escena es una columna vertebral manejada de modo cuasi de co-protagonista, empezando por el corrosivo diseño de producción de Victor Kempster (“JFK”, “Asesinos natos” o “Un domingo cualquiera”), rodando en Arizona (Florence; Superior; Globe; Miami; Coachella Valley; Sonoran Desert; Yuma Desert; Winkelman; Picketpost Mountain; Dudleyville; Apache Leap Mountain) y en California (Mecca y Palm Springs), recreando escenarios que mezclan lo real con lo cuasi-apocalíptico, una especie de frontera al abismo, lugares solitarios, decrépitos, desiertos hostiles, carretas desoladas. Y todo esto atomizado por la agresiva fotografía de Robert Richardson (“Shutter Island”, “Kill Bill” o “Malditos Bastardos”), transmitiendo calor, sudor pastoso, suciedad, mugre, con una cámara juguetona, con ángulos singulares, con cromatismos macilentos, resaltando el rojo lujuria del vestido de Jlo, jugando con los simbolismos animales, con tomas aéreas descriptiva y perturbadoras en su extraña belleza, con fueras de plano ingeniosos, con primeros planos abrasantes. Todo esto apoyado en una furibunda edición de Hank Corwin (“Asesinos natos”, “El árbol de la vida” o “La gran apuesta”), y Thomas J. Nordberg (“Un domingo cualquiera”, “Alejandro Magno” o “Philip Morris ¡Te quiero!”), aportando una sensación de hipnotismo sugestivo que te atrapa en su vorágines de idas y venidas, haciéndote sentir tan volátil y vapuleado por los elementos como el protagonista, un chute de peyote en vena. Y todo esto acunado por la deliciosa música del maestro Ennio Morricone (“Hasta que llegó su hora” o “La misión”), componiendo melodías que se entrelazan de modo insidioso a las imágenes conformando una miscelánea punzante y perturbadora, maravillosa.
Spoiler:
Momentos recordables: La primera aparición de Darrel, apocalíptica puerta de entrada en la especie de purgatorio que es U Turn, ser repelente, asqueroso, hilarante; Las arrolladoras apariciones de la ”Lolita” picarona Jenny, a la que sigue TN Tucker para pelearse por celos con Bobby, descacharrante; las sensuales apariciones en vestido rojo tentación de Grace; El modo salvaje en que Jake fornica a lo perro con Grace, con esas visiones; El robo en la tienda que pilla en medio a Bobby y que colateralmente le deja sin el dinero que iba a pagar, sanguinaria mala suerte; El salvaje asesinato de Jake por parte de Bobby primero y luego de modo Indígena por Grace con una lanza; La huida del pueblo por parte de Grace y Bobby, por el camino les para el sheriff, que borracho l echa en cara a Grace que le deje plantado, Bobby se da cuenta entonces de la mujer fatal que es Grace, jugando a varias barajas, acabando con el asesinato del sheriff; El tramo Avernal final, brutal pelea de amantes, se siente el dolor y la angustia mezclada con el vuelo alegórico de los buitres, con ese plano homenaje a “Duelo al sol”, y con ese espléndido epílogo de cuando Bobby parece que por fin puede escapar a su mala suerte, pone en marcha su Mustang y la manguera del radiador explota, tras lo que vemos al nauseabundo Darrell sonreír, el “cabronazo” ha timado a Bobby, condenándolo a morir desangrado en medio de la nada del desierto de Arizona, Épico final.
Film infravalorado, nacido para entretener y dejar poso ameno sobre la codicia y los círculos viciosos de los que no se puede escapar, puede que sin pretenderlo sea lo mejor que el cineasta de Nueva York haya realizado. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Momentos recordables: La primera aparición de Darrel, apocalíptica puerta de entrada en la especie de purgatorio que es U Turn, ser repelente, asqueroso, hilarante; Las arrolladoras apariciones de la ”Lolita” picarona Jenny, a la que sigue TN Tucker para pelearse por celos con Bobby, descacharrante; las sensuales apariciones en vestido rojo tentación de Grace; El modo salvaje en que Jake fornica a lo perro con Grace, con esas visiones; El robo en la tienda que pilla en medio a Bobby y que colateralmente le deja sin el dinero que iba a pagar, sanguinaria mala suerte; El salvaje asesinato de Jake por parte de Bobby primero y luego de modo Indígena por Grace con una lanza; La huida del pueblo por parte de Grace y Bobby, por el camino les para el sheriff, que borracho l echa en cara a Grace que le deje plantado, Bobby se da cuenta entonces de la mujer fatal que es Grace, jugando a varias barajas, acabando con el asesinato del sheriff; El tramo Avernal final, brutal pelea de amantes, se siente el dolor y la angustia mezclada con el vuelo alegórico de los buitres, con ese plano homenaje a “Duelo al sol”, y con ese espléndido epílogo de cuando Bobby parece que por fin puede escapar a su mala suerte, pone en marcha su Mustang y la manguera del radiador explota, tras lo que vemos al nauseabundo Darrell sonreír, el “cabronazo” ha timado a Bobby, condenándolo a morir desangrado en medio de la nada del desierto de Arizona, Épico final.
Film infravalorado, nacido para entretener y dejar poso ameno sobre la codicia y los círculos viciosos de los que no se puede escapar, puede que sin pretenderlo sea lo mejor que el cineasta de Nueva York haya realizado. Fuerza y honor!!!