El desorden que dejasMiniserie
2020
Carlos Montero (Creador), Carlos Montero ...
11.823
Serie de TV. Intriga. Thriller. Drama
Serie de TV (2020). 8 episodios. Con la intención de darle una oportunidad a su matrimonio, Raquel (Inma Cuesta), una joven profesora de literatura, acepta un trabajo en el instituto del pueblo donde creció su marido. "Y tú, ¿cuánto vas a tardar en morir?” Así de contundente es la nota que Raquel encuentra entre los trabajos a corregir el primer día de trabajo. Su ilusión por impartir clases se dará de bruces con unos alumnos que la ... [+]
13 de diciembre de 2020
164 de 226 usuarios han encontrado esta crítica útil
Definitivamente Netflix es un ‘vendehumos’, un maestro del engaño o del marketing, como lo llaman ahora.
Adaptación de la novela homónima del creador de Élite, un tal Carlos Montero, (sí, has leído Élite) con tintes nórdico-gallegos cortesía de unas localizaciones que hablan por sí solas (Galicia Calidade). Todo arropado por una cartelería que evoca a la primera temporada de ’The Sinner’ (2017) y un eslogan intrigante: ‘¿Y tú, cuánto vas a tardar en morir?’ (en respuesta a la pregunta, me temo que antes de terminar los soporíferos ocho episodios). El cebo no es otro que Aron Piper (Élite otra vez), modelo de ropa interior y actor, quien repetirá papel una y otra vez hasta que deje de aparentar diecisiete años y que será el encargado de calentar al personal gracias a sus dotes interpretativas (guiño guiño). Se agradece, que no es poco.
Esta es una historia de intriga con aires de novela negra que quiere jugar al despiste sin mucho éxito y que se va rearmando a medida que transcurren los hechos. Carece de ‘misterios oscuros’ o giros de infarto, como algunos describen pero mantiene cierto suspense, especialmente en los capítulos finales. En mi opinión, hace demasiado hincapié en los paralelismos entre las vidas de las dos protagonistas, a veces muy forzados. El desenlace, que parecía nos iba a llevar al éxtasis, termina revelándose como un suceso anecdótico y sin importancia, como un suspiro. Y a pesar de la insistente retahíla de que “En este pueblo todos se conocen y se protegen” el espectador nunca llega a percibir que exista semejante pueblo porque apenas intervienen un puñado de personajes que apoyen esta consigna.
He de suponer que la serie se permite ciertos atajos argumentales y no tengo claro lo fiel que es a la novela de Montero, pero si ha sido llevada a la pantalla por el mismo autor, pocas ganas tengo de aclarar mis dudas leyendo sus páginas.
Y por favor, no hagáis caso a las reseñas de la ’prensa especializada’ que la encumbran, incluso llegándola a comparar con ‘Fargo’… En fin, Netflix tiene muchos amigos y son de color verde ($).
Adaptación de la novela homónima del creador de Élite, un tal Carlos Montero, (sí, has leído Élite) con tintes nórdico-gallegos cortesía de unas localizaciones que hablan por sí solas (Galicia Calidade). Todo arropado por una cartelería que evoca a la primera temporada de ’The Sinner’ (2017) y un eslogan intrigante: ‘¿Y tú, cuánto vas a tardar en morir?’ (en respuesta a la pregunta, me temo que antes de terminar los soporíferos ocho episodios). El cebo no es otro que Aron Piper (Élite otra vez), modelo de ropa interior y actor, quien repetirá papel una y otra vez hasta que deje de aparentar diecisiete años y que será el encargado de calentar al personal gracias a sus dotes interpretativas (guiño guiño). Se agradece, que no es poco.
Esta es una historia de intriga con aires de novela negra que quiere jugar al despiste sin mucho éxito y que se va rearmando a medida que transcurren los hechos. Carece de ‘misterios oscuros’ o giros de infarto, como algunos describen pero mantiene cierto suspense, especialmente en los capítulos finales. En mi opinión, hace demasiado hincapié en los paralelismos entre las vidas de las dos protagonistas, a veces muy forzados. El desenlace, que parecía nos iba a llevar al éxtasis, termina revelándose como un suceso anecdótico y sin importancia, como un suspiro. Y a pesar de la insistente retahíla de que “En este pueblo todos se conocen y se protegen” el espectador nunca llega a percibir que exista semejante pueblo porque apenas intervienen un puñado de personajes que apoyen esta consigna.
He de suponer que la serie se permite ciertos atajos argumentales y no tengo claro lo fiel que es a la novela de Montero, pero si ha sido llevada a la pantalla por el mismo autor, pocas ganas tengo de aclarar mis dudas leyendo sus páginas.
Y por favor, no hagáis caso a las reseñas de la ’prensa especializada’ que la encumbran, incluso llegándola a comparar con ‘Fargo’… En fin, Netflix tiene muchos amigos y son de color verde ($).
15 de diciembre de 2020
112 de 139 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un pueblecito gallego en el que todo el mundo se conoce y solamente la Guardia Civil habla en gallego (el mundo al revés), cuentan con un instituto público enorme y de interés arquitectónico, digno de ser admitido como facultad en la estructura universitaria de Oxford y en el que inexplicablemente hay más alumnos que habitantes tiene el pueblo. Eso sí, aparte de tener una sala de profesores y aulas desproporcionadamente grandes, lamentablemente la sala donde podría haber información importante para resolver el misterio es un cuchitril afectado por una inundación.
Además de los típicos "adolescentes" protagonistas que rondan los 25 años, si nos fijamos en el resto del alumnado que aparece de fondo, hay unos cuantos que parecen superar los 30 tacos de largo. Por lo visto en dicho instituto la media de cursos repetidos por estudiante asciende a 15 y esto explica por qué un pueblo tan pequeño necesita tamaña infraestructura para albergar a sus pupilos. Aparte de estos estudiantes, también aparece algún que otro figurante racializado (como ya ocurriera en Merlí, dicho sea de paso), porque ya que todos los personajes de la serie van a ser blanquitos, al menos así se disimula un poquiño el racismo.
En las clases de literatura (¿castellana?), las profesoras se saltan el currículo y dan lo que le da la gana al creador de la serie. Esto es mencionar títulos al azar de autores extranjeros y de los que se ha oído hablar cero veces en los últimos 40 años en cualquier instituto público del Estado. Los pobres adultescentes deben repetir tantas veces porque al presentarse a selectividad nada tiene que ver con lo que hacen durante el curso.
Este onanismo con el mismo nombre y apellidos en los apartados de novelista, creador, guionista y autoproclamado profeta de las series, empieza con una introducción copiada descaradamente de True Detective (como si en algún universo paralelo puediesen compararse ambas series), donde en vez de Leonard Cohen, suena la voz de Xoel López (y aquí si que ya no queda otra cosa que reírse en su cara).
Por último, más allá del papel residual de la actriz trans (que parece haber sido escrito para cumplir una cuota) y del carácter reivindicativo inicial de Nerea (que se va diluyendo como un azucarillo, junto a la relevancia de su personaje), la serie reproduce hasta la extenuación los estereotipos de género. Entre otras cosas aparecen una mujer diciendo que fingió una violación (¡menuda frivolidad!) y se hace apología del acoso sexual (deja caer que cuando alguien dice No, se puede insistir hasta que sea un Sí). Continúo en spoilers.
Para acabar, solamente me queda decirte, Carlos Montero, que si se te ha encasillado en las series de adolescentes, seguramente es porque escribes y diriges como uno de ellos. Y no me refiero a uno como los de la serie, sino de los de verdad, los que además de tener 14 ó 17 años, los aparentan.
Además de los típicos "adolescentes" protagonistas que rondan los 25 años, si nos fijamos en el resto del alumnado que aparece de fondo, hay unos cuantos que parecen superar los 30 tacos de largo. Por lo visto en dicho instituto la media de cursos repetidos por estudiante asciende a 15 y esto explica por qué un pueblo tan pequeño necesita tamaña infraestructura para albergar a sus pupilos. Aparte de estos estudiantes, también aparece algún que otro figurante racializado (como ya ocurriera en Merlí, dicho sea de paso), porque ya que todos los personajes de la serie van a ser blanquitos, al menos así se disimula un poquiño el racismo.
En las clases de literatura (¿castellana?), las profesoras se saltan el currículo y dan lo que le da la gana al creador de la serie. Esto es mencionar títulos al azar de autores extranjeros y de los que se ha oído hablar cero veces en los últimos 40 años en cualquier instituto público del Estado. Los pobres adultescentes deben repetir tantas veces porque al presentarse a selectividad nada tiene que ver con lo que hacen durante el curso.
Este onanismo con el mismo nombre y apellidos en los apartados de novelista, creador, guionista y autoproclamado profeta de las series, empieza con una introducción copiada descaradamente de True Detective (como si en algún universo paralelo puediesen compararse ambas series), donde en vez de Leonard Cohen, suena la voz de Xoel López (y aquí si que ya no queda otra cosa que reírse en su cara).
Por último, más allá del papel residual de la actriz trans (que parece haber sido escrito para cumplir una cuota) y del carácter reivindicativo inicial de Nerea (que se va diluyendo como un azucarillo, junto a la relevancia de su personaje), la serie reproduce hasta la extenuación los estereotipos de género. Entre otras cosas aparecen una mujer diciendo que fingió una violación (¡menuda frivolidad!) y se hace apología del acoso sexual (deja caer que cuando alguien dice No, se puede insistir hasta que sea un Sí). Continúo en spoilers.
Para acabar, solamente me queda decirte, Carlos Montero, que si se te ha encasillado en las series de adolescentes, seguramente es porque escribes y diriges como uno de ellos. Y no me refiero a uno como los de la serie, sino de los de verdad, los que además de tener 14 ó 17 años, los aparentan.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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18 de diciembre de 2020
97 de 128 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mí que me expliquen por qué los profes de secundaria de las series van en audis, tienen pisos de más de 100 metros cuadrados, en clase pueden permitirse el lujo de pasar del temario de selectividad para centrarse en debates filosofico-morales y no tienen guardias de patio ni un tercero de ESO horrible que aturar. Luego ya si eso discutimos el resto de detalles inverosímiles de esta superproducción con delirios de grandeza, trufada de clichés galaicos, carente de sentido a nivel de trama y plagada de actuaciones excesivamente forzadas. Carlos Montero, cortita y al pie, hombre, que en Élite ya se sabía lo que había y por eso se disfrutaba, no quieras una estrella Michelin si lo tuyo son los Big Macs.
13 de diciembre de 2020
116 de 178 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terrible, he tenido que registrarme en filmaffinity para escribir mi crítica y, al menos, prevenir a potenciales espectadores ante semejante bodrio
Pues eso, "el desorden que deja", 8 horas de tu vida desperdiciadas esperando que pase algo en esta serie, eso sí que está logrado, no sé cuál será la técnica para hacerte pensar: "tengo que terminar de verla para ver si algo justificó semejante despropósito"
Despropósito de interpretaciones (toda la serie con esas caras constreñidas corriendo de un sitio para otro, entrando y saliendo de casas, de coches..sin ninguna justificación), esas caras de circunstancias como si cada mísero evento significara una pista de nada, pues nada tiene que ver con la trama de la serie, esos hallazgos, revelaciones, relaciones surgidas de la nada, sin ningún tipo de profundidad, desarrollo o sentido
En fin, me cuesta encontrar algo peor que haya visto en los últimos tiempos.
He dudado si poner un 2 por el vestuario, pero sólo por unas décimas de segundo
Reitero, terrible
Pues eso, "el desorden que deja", 8 horas de tu vida desperdiciadas esperando que pase algo en esta serie, eso sí que está logrado, no sé cuál será la técnica para hacerte pensar: "tengo que terminar de verla para ver si algo justificó semejante despropósito"
Despropósito de interpretaciones (toda la serie con esas caras constreñidas corriendo de un sitio para otro, entrando y saliendo de casas, de coches..sin ninguna justificación), esas caras de circunstancias como si cada mísero evento significara una pista de nada, pues nada tiene que ver con la trama de la serie, esos hallazgos, revelaciones, relaciones surgidas de la nada, sin ningún tipo de profundidad, desarrollo o sentido
En fin, me cuesta encontrar algo peor que haya visto en los últimos tiempos.
He dudado si poner un 2 por el vestuario, pero sólo por unas décimas de segundo
Reitero, terrible
20 de diciembre de 2020
63 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que me queda más claro cada día es que la crítica "especializada" de este país, o no es tan especializada o disfruta de maletines porque lo de El desorden que dejas es de auténtica vergüenza. Por partes, la serie está bastante bien rodada, buenos planos, localizaciones espectaculares, se nota que han disfrutado de presupuesto. Las actuaciones, algunas son bastante destacables y otras no tanto y algunas son directamente malas, se habla mucho del acento de Inma Cuesta, pero no se habla nada de la total ausencia del mismo de Bárbara Lennie, todo esto podría haberse solucionado seleccionando actrices gallegas pero bueno, no quiero ir por ahí. Las actuaciones nunca llegan a convencer del todo principalmente porque el guion es un desastre , las motivaciones de los personajes son delirantes, eso los que están medianamente construidos, otros están ahí directamente porque sí. El guionista usa todos los trucos baratos de guionista cutre para hacer avanzar la trama y la mitad de los acontecimientos ocurren porque es necesario para llegar el desenlace. Puede que tenga su público pero a mi me parece que está muy bien envuelta pero el interior está vacío. Continúo zona spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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