Cuando su caso va a pasar a la Fiscalía, Senn Ferrero pide al jugador que firme un anexo a un contrato y se lo envíe por una vía confidencial
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«Necesito que esto esté firmado por Christian y por RC. Urgente. Me vale escaneado. Pero asap!!!! Y por mails alternativos», pedía el fiscalista español Julio Senn el 30 de enero de 2016 y el mensaje iría dirigido a Miguel Marques, el asesor financiero de Jorge Mendes. «RC» sería el cliente de ambos, Ricardo Carvalho, ex jugador del Real Madrid. «Christian» se referiría al administrador de Alda Ventures, la sociedad en las Islas Vírgenes Británicas que resguardaba los derechos de imagen del jugador. Y «esto» era un anexo al contrato que desde 2004 unía a ambas partes. ¿Cuál es el problema? Senn lo reclama el 30 de enero de 2016, 11 días después de que la Agencia Tributaria propusiese elevar el caso Carvalho a delito, sin embargo, está datado, y sin firmar, un mes antes, el 28 de diciembre de 2015.
Así se desprende de los documentos de Football Leaks, obtenidos por el semanario alemán Der Spiegel y compartidos con la red de periodismo de investigación EIC a la que pertenece EL MUNDO.
El 19 de enero de 2016, 11 días antes de la urgente reclamación de Senn a Marques, el expediente abierto por la Agencia Tributaria a Carvalho derivaba en una propuesta de liquidación vinculada a delito. Hacienda consideraba que el jugador había ingresado dinero por publicidad que no había tributado. El conflicto se complicaba y corría riesgo de acabar en manos de la Fiscalía, que este miércoles confirmó que ha denunciado el caso.
El documento sin firma y con fecha anterior al mensaje de Senn ponía por escrito en el contrato de cesión de derechos de imagen entre Carvalho y Alda la referencia a un supuesto pacto verbal alcanzado en 2004. Según éste, el jugador no debía recibir ni un euro de sus ingresos publicitarios hasta un año después de haberse jubilado. «El jugador y la empresa acordaron verbalmente que, para asegurar al jugador una cantidad de dinero suficiente como para mantener un nivel de vida similar al que ha disfrutado durante su etapa como futbolista profesional, la empresa pagaría al jugador todo lo derivado de la explotación de sus derechos de imagen no antes de que hubiera pasado un año desde su retirada oficial como jugador de fútbol profesional», rezaba el anexo.
Con ese documento, el bufete que encabeza Senn podía defender que, antes de que el caso se elevara a la Fiscalía, Carvalho aún no había cobrado nada. Los abogados ya tenían así preparadas sus alegaciones. Y éstas quedaron refrendadas el 4 de febrero de 2016 cuando, tras varios correos entre cuentas alternativas y ya con todas las firmas, el anexo del contrato fue entregado a la Agencia Tributaria.
Esta actuación de los asesores en el expediente de Carvalho recuerda a casos anteriores ya desvelados por EL MUNDO.
En el caso de José Mourinho, por ejemplo, no sólo se entregaron a Hacienda facturas que mostraban un millón de euros en gastos ficticios para Koper, la empresa que gestionaba los derechos publicitarios del entrenador en las Islas Vírgenes Británicas. También, antes, los representantes del técnico se habían propuesto alegar ante los inspectores que el técnico aún no había cobrado nada de Koper. Como finalmente se hizo en el caso de Carvalho, se plantearon aducir que los beneficios se entregarían al entrenador en un futuro. «La inspección va a decir que nadie en su sano juicio haría eso y que todo es imputable a Mou», aconsejaba a los abogados de Senn un asesor externo, D.R., antes de que éstos descartaran la idea.
En el caso de Fabio Coentrao, el problema era otro. El jugador había cedido sus derechos de imagen a Rodinn, con sede en Panamá, por solo un euro. Y para evitar que los inspectores consideraran que no se había respetado el precio de mercado, el abogado de Jorge Mendes, Carlos Osorio, propuso una modificación en el contrato original. «Hacemos una adenda al contrato entre FC y Rodinn, con fecha 1 de julio de 2011, en el que, como contrapartida de la cesión, Rodinn no sólo atribuya un euro como valor nominal [...] sino también el pago de millones de euros», escribió Osorio a la representación legal del jugador en España.
Según fuentes de Hacienda, un pacto verbal por escrito como el que presentó Senn Ferrero en el caso Carvalho tiene pocas posibilidades de ser admitido en la inspección fiscal. Y quien entrega un documento firmado ad hoc corre el riesgo de ser considerado cooperador necesario. Pero, igualmente, es una táctica habitual. En la vía penal, el documento sí puede ser aceptado e incluido en el expediente. Además, si los representantes pueden demostrar que no lo hicieron por iniciativa propia, la presentación del anexo al contrato no tendría por qué suponer un riesgo para ellos. En fases posteriores de la investigación de la Fiscalía habrá que ver si el supuesto pacto verbal ayuda en la defensa de Ricardo Carvalho. Su caso se asemeja a otros protagonizados por clientes del representante Jorge Mendes.
El 15 de septiembre de 2004, después de su llegada al Chelsea procedente del Oporto, Carvalho cedió sus derechos de imagen a Alda, una empresa registrada en el mismo edificio de Road Town que las compañías relacionadas con Cristiano Ronaldo o José Mourinho, todas en el Caribe, en Islas Vírgenes Británicas. Dos días después, y como es habitual en el esquema societario de los representados por el agente, Alda traspasó esos derechos a las empresas irlandesas Multisports & Image Management (MIM) y Polaris Sports.
El 30 de enero de 2015, la Agencia Tributaria abrió expediente a Carvalho por haber ocultado ingresos por derechos de imagen en sus declaraciones de la Renta de 2011 y 2012, dos de sus tres años en el Real Madrid. El organismo pudo comprobar que empresas como Adidas pagaron a MIM en nombre de Carvalho, pero, según los documentos de Football Leaks, no pudo afirmar que MIM revertiera ese dinero a Alda y después al jugador.
El anexo añadido al contrato cuando el caso de Carvalho ya tenía una propuesta de liquidación vinculada a delito podría ayudar a defender que el jugador nunca llegó a cobrar y que lo hará en el futuro.
Las pruebas
19 DE ENERO DE 2016. El inspector que ha llevado la investigación fiscal a Carvalho remite a sus representantes legales la propuesta de liquidación vinculada a delito. La Agencia considera que el jugador no ha declarado los ingresos publicitarios de su tiempo en el Real Madrid y elevará el caso a la Fiscalía. Pero aún se pueden presentar alegaciones.
30 DE ENERO DE 2016. Ya conscientes de que Hacienda ve indicios de delito, Julio Senn escribe a Miguel Marques, socio de Mendes. Hay que firmar un anexo donde quede por escrito un supuesto pacto verbal que demuestra que el jugador no había recibido aún nada por el acuerdo de cesión de sus derechos de imagen a la sociedad offshore Alda.
28 DE DICIEMBRE DE 2015. El anexo a ese contrato de cesión de derechos que envía Senn tenía una fecha pasada. Casualmente, un mes antes, cuando la Agencia Tributaria aún no había comunicado oficialmente su propuesta de elevar el caso de Carvalho a la Fiscalía. La primera firma, de un representante de Alda llegó enseguida.
3 DE FEBRERO DE 2016. Una vez conseguida la primera firma, Senn escribió directamente a Carvalho para pedirle la suya. Bastaron cuatro días para tener el documento listo para entregar en Hacienda. Allí lo presentaron el día 3 de febrero. Siguieron las demás alegaciones contra la consideración de delito fiscal en el caso de Carvalho. No funcionó.