Un anciano al cumplir los noventa años decide regalarse una noche de amor loco con una adolescente virgen, recurre para cumplir su deseo a Rosa Cabarca, dueña de una burdel que él frecuentaba en su juventud. Él se dedica a escribir notas...
moreUn anciano al cumplir los noventa años decide regalarse una noche de amor loco con una adolescente virgen, recurre para cumplir su deseo a Rosa Cabarca, dueña de una burdel que él frecuentaba en su juventud. Él se dedica a escribir notas dominicales en el periódico La Paz, donde trabajo toda su vida, también fue maestro y según él, un mal maestro, jamás tuvo problemas con su vida sexual, el siempre le pago a las mujeres con las que estuvo, fueron muchas, ya que era habitué de los burdeles, fue cliente del año en varias oportunidades y dormía en el barrio chino dos a tres veces por semana. Nunca tuvo grandes amigos. Esta historia es narrada en primera persona y realmente comienza cuando Rosa Cabarca encuentra una niña para él, era virgen, trabajaba en una fábrica pegando botones, su madre estaba enferma y necesitaba el dinero. El anciano se encuentra con ella según lo acordado, la niña estaba dormida y en ese momento descubrió "el placer inverosímil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor". El anciano cambia constantemente de tema cuenta sobre el pasado y luego vuelve al presente. Recuerda que su madre, Florinda de Dios, en su lecho de muerte le pidió que se casara con una mujer blanca y que estuviera por lo menos tres hijos. Y relata la vez que estuvo a punto de casarse con Ximena Ortiz y la dejo plantada en el altar, él dice "las putas no me dejaron tiempo para ser casado" Continuó llamando a la señora Cabarca para acordar citas con Delgadina, como él la había bautizado por la canción que le cantaba mientras ella dormía, le compraba cosas y se las llevaba a la habitación del burdel, siempre esperaba con ansias volver a verla. Aparecen las alucinaciones, cuando comienza a sentir la sensación de que no estaba solo en su casa, veía a Delgadina, hablaba con ella, compartía lecturas, él le decía "la edad no es la que uno tiene sino la que uno siente". El creía que no era una alucinación, sino un milagro, su primer amor a los noventa años. Estaba loco de amor, cambio sus notas dominicales, las escribía para ella, las reía y las lloraba para ella. El decía "el sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor". En una de las visita a la Delgadina hubo un asesinato de uno de los clientes de Rosa Cabarca, él la ayudo a trasladar el cuerpo y a partir de éste el burdel fue clausurado, desesperado por ver a Delgadina sentía se moría de amor, recorrió todos los lugares posibles donde podía llegar a encontrarla pero no tuvo éxito. Cuando Rosa Cabarca vuelve, él le suplica ver a Delgadina, ella la busca y arregla el encuentro. Cuando entro en la habitación ella se veía diferente, enloquece furioso y rompe todo, cree que ella ya no es virgen y que Rosa Cabarca es la culpable. Luego se arrepiente y continúa con esta historia de amor. Es la última novela de García Márquez donde narra una historia romántica basada en la novela "La casa de las bellas durmientes" del escritor japonés Yasunari Kawabata en la que ancianos pagaban