El reinado de Felipe II se considera el momento de consolidación de la familia Habsburgo en territorios españoles (Tenenti, 2012). Durante su gobierno, los territorios que el monarca heredó de Carlos V se vieron incrementados por sus...
moreEl reinado de Felipe II se considera el momento de consolidación de la familia Habsburgo en territorios españoles (Tenenti, 2012). Durante su gobierno, los territorios que el monarca heredó de Carlos V se vieron incrementados por sus conquistas en el sur del continente americano; la ampliación de sus dominios en América del Norte, en los actuales territorios de México y el sur de los Estados Unidos, e incluso, su dominio llegaría al continente asiático, con la integración de Filipinas. El nuevo monarca español, consciente del acrecentamiento de sus posesiones, desarrolló el deseo de dimensionar y ejercer un control de sus potestades, incluso de aquellas tierras tan lejanas como desconocidas; así como la imperiosa necesidad de construir una memoria histórica capaz de consolidar tanto un sentimiento de unidad nacional y, al mismo tiempo evidenciar su poderío ante los monarcas europeos enemigos (Brading, 2000). Ante esta empresa y acorde con el espíritu de la época, la imagen fue empleada como medio propagandístico debido a su poder para justificar el poder y el prestigio (Hernández Abreu, 2016). A causa de lo antes señalado, se considera oportuno realizar un estudio sobre algunos ejemplos del uso de la imagen como herramienta propagandística durante el gobierno filipino. A lo largo de las siguientes líneas se estudiarán a manera de caso, dos tipos de representaciones artísticas que florecieron a mediados del siglo XVI en la sociedad hispánica de la mano de artistas flamencos: la representación de paisajes urbanos de ciudades peninsulares y el grabado flamenco como base importante de la pintura novohispana. La importancia de analizar el papel de los artistas flamencos en la empresa filipina se sostiene en diversas razones. En primera instancia, el escrito nace como proyecto de reflexión sobre las relaciones e intercambios culturales entre los antiguos Países Bajos y la corona española, que, si bien han sido analizados en sus aspectos económicos y sociales, en ámbitos culturales el terreno aun es fértil (Manrique Figueroa, 2008). De igual forma, se persigue como objetivo destacar las aportaciones del pincel flamenco en la legitimación del poder filipino en su imperio