Crítica e interpretación

La conmemoración del Quinto centenario de la Reforma protestante está estrechamente vinculado a la figura de Martín Lutero y a su penetrante búsqueda religiosa, en un momento especialmente complejo y convulso en el contexto europeo, que se ha expresado de manera simbólica recurriendo a las 95 tesis. La reflexión tuvo ya un momento álgido, en 1983, con motivo de la celebración del V Centenario de su nacimiento. Dicha efeméride trajo consigo la publicación de un número amplio de trabajos y visiones. No se puede olvidar que, desde el primer momento, se ha visto que el aniversario tiene también cierto tono triunfalista, leyendo al reformador de manera descontextualizada y liberado de todo tipo de influencias concretas. Es obvio que no podemos desperdiciar la oportunidad que tenemos delante, pero es necesario que esta realidad la pongamos en confrontación con otras experiencias de su momento histórico. Por desgracia, Lutero, al igual que otras grandes figuras de su época, es hoy un gran desconocido, utilizado muchas veces como un recurso retórico, sin una cercanía real a su pensar y sentir. Por lo mismo, se ha querido delinear un contexto con sus múltiples aportaciones y dificultades. Con todo, la intención no es centrarse en Lutero como reformador, sino hacerlo dialogar con otras sensibilidades muy vivas en su época, como es el Humanismo cristiano, con el cual también tuvo relación, aunque no fuera siempre muy positiva.