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Hegel y la Fenomenología del Espíritu

2023, Hegel y la Fenomenología del Espíritu

En Hegel, el idealismo alemán alcanza su punto culminante, ya que acomete la empresa de mostrar el ser, en su totalidad, como una realidad espiritual y como una creación del espíritu. La idea es describir la triada que trabaja, que no es más que el ser, la nada y el devenir. En efecto, comenzando por poner o afirmar el concepto o categoría del ser, tan indeterminado o abstracto que no es nada, se pasa así, por negación de la categoría del ser, a la categoría de la nada, que, siendo categoría, no puede ser algo, lo que equivale a una negación de la negación o nueva posición por la que se pasa del ser a la nada, o a una relación entre el ser y la nada y la nada y el ser que es la categoría del devenir, como surgir o nacer en cuanto relación entre la nada y el ser, como perecer o morir en cuanto relación entre el ser y la nada.

Hegel y la Fenomenología del Espíritu. Haymara Harrington Haymara Harrington [email protected] https://orcid.org/0000-0003-2113-5417 Universidad Pedagógica Experimental Libertador Instituto Pedagógico de Caracas Venezuela Reseña de HEGEL y la Fenomenología del Espíritu En Hegel, el idealismo alemán alcanza su punto culminante, ya que acomete la empresa de mostrar el ser, en su totalidad, como una realidad espiritual y como una creación del espíritu. La idea es describir la triada que trabaja, que no es más que el ser, la nada y el devenir. En efecto, comenzando por poner o afirmar el concepto o categoría del ser, tan indeterminado o abstracto que no es nada, se pasa así, por negación de la categoría del ser, a la categoría de la nada, que, siendo categoría, no puede ser algo, lo que equivale a una negación de la negación o nueva posición por la que se pasa del ser a la nada, o a una relación entre el ser y la nada y la nada y el ser que es la categoría del devenir, como surgir o nacer en cuanto relación entre la nada y el ser, como perecer o morir en cuanto relación entre el ser y la nada. La existencia, el Dasein, es el ser determinado, su determinación es determinación existente, es cualidad, yo le agregaría lo que Hegel indica más adelante, que este Dasein es posibilidad, todas las que tiene al ser arrojado al mundo, es el “estar ahí”, es esa unión que no es posible ver, pero se induce entre el ser y la nada y viceversa, formando el devenir. El ser, puro ser, es igual sólo a sí mismo, y tampoco es desigual a otro, no tiene ninguna diferencia, ni en su interior ni hacia lo exterior, pero este ser, lo inmediato indeterminada, es en realidad la nada, ni más ni menos que la nada. La nada, la pura nada, es la simple igualdad consigo misma, el que pueda ser intuido o pensado algo o nada. La nada es pues la misma determinación y con esto es en general la misma cosa que es el puro ser. El puro ser y la pura nada son, por lo tanto, la misma cosa, lo que constituye la verdad no es ni el ser ni la nada, sino aquello que no traspasa, sino que ha traspasado, esto es el devenir; un movimiento donde los dos 1 Hegel y la Fenomenología del Espíritu. Haymara Harrington son diferentes, pero por vía de una diferencia que al mismo tiempo se ha resuelto inmediatamente. El ser y la nada devienen pero no sólo entre sí, sino que su devenir entre sí es un devenir algo, o ser determinado cualitativamente, o ser cualificado. La Certeza sensible o el Esto y la suposición La realidad es esa percepción que tenemos por medio de nuestros sentidos de las cosas que son o de lo que ES, ésta percepción viene dada por la capacidad que se presenta en los sentidos, ya sea de la vista, el auditivo, para nombrar algunos. Para Hegel en esta parte de la Certeza sensible nos indica que: “el conocimiento más rico e incluso como un conocimiento de riqueza infinita a la que no es posible encontrar límites si vamos más allá en el espacio y en el tiempo en que se despliega. Este conocimiento se manifiesta, además, como el más verdadero pues aún no ha dejado a un lado nada del objeto”1, aquí Hegel manifiesta hablar de lo que es, pero qué es, o a qué puede referirse al querer saber qué es, no podría ser otra cosa que el SER, pues es lo único que se da, ya que esta certeza sensible no es otra cosa que el encuentro que hay con los sentidos. Dentro de este tipo de certeza, Hegel nos habla de la mediación, un puente que conecta al objeto por medio de otro, para concluir en el ser del mismo objeto. En cambio, la inmediatez no requiere de ese otro, sólo basta ver el objeto para tener certeza de él. El yo, o el sujeto de la certeza permanecen, lo que varía sería el ahora o el aquí; por lo que explica que no desaparece es el yo, en cuanto universal, cuando se habla de un yo singular no se hace de suposiciones, porque al decir este aquí, este ahora, algo singular, digo todos los estos, los aquí, los ahora, los singulares y lo mismo con el YO. Se puede decir que la certeza sensible no es más que una proyección del esto, sólo que se toma en cuenta a la totalidad del esto. Esta proyección se verifica en la palabra historia, dado que los sucesos son advertidos en la línea del tiempo, básicamente, el pasado, pues en él ha ocurrido la experiencia del yo. 1 Hegel (1966) Fenomenología del Espíritu. (trad. Wenceslao Roces) FCE: México 2 Hegel y la Fenomenología del Espíritu. Haymara Harrington La experiencia de esta certeza En esta parte nos damos cuenta que la esencia ya no está, ni en el objeto ni en el ser, y que no son la inmediatez, y se llega a la totalidad de la certeza. Resulta que para poder comprender a Hegel hay que entender que es el concepto al cual llegamos por la experiencia de lograr la certeza y su totalidad. Lo único verdadero es el concepto, porque se mueve la potencia del yo, y es necesaria la potencia del yo para tener conceptos. El yo puede abstraerse porque tiene la capacidad, porque puede reflexionar y ubicarse en el aquí y en el ahora, y de esta forma se manifiesta la verdad de la relación inmediata, que no es más que lo que circunscribe a un ahora y a un aquí. Las cosas tienen sobre mí el poder que les concedo, y el yo puro es el vacío, no hay ningún contenido la abstracción total de lo finito. La reflexión absoluta es que no me refiero a las cosas sino a mí mismo. El yo es pura probabilidad negativa; el yo es negatividad en cuanto puedo decir no a todo, lo finito es lo determinado; y el yo que es igual al yo es el que no ha tomado ninguna decisión. Es decir la infinitud sería igual a la nada, determinarse es igual que limitarse. Y solamente en la acción el espíritu va a llegar a saber lo que él es. En la acción el yo puede sacar lo que lleva adentro a través de la acción. El yo puede pasar de la indeterminación a la determinación y la nada es lo que no tiene límites; cuál es el criterio de verdad en Hegel, que no se rige por las cosas y el concepto hace que las cosas se vuelvan iguales a lo que hay en el pensamiento. Pensar es apropiarse de las cosas para transformarlas. Sin embargo, lo que ha sido no es, y se trataba era del ser. Su verdad consiste en haber sido. Se toma como importante el ahora, y los aquí; de aquí que la indicación es el movimiento que expresa lo que el ahora es en verdad. La verdad del esto sensible para la conciencia debe ser experiencia universal, pero es más bien lo contrario y toda conciencia supera a su vez una tal verdad. Habla de los empiristas cuando señala que hablan de la existencia y suponen de las cosas reales, que no es más que la percepción. 3 Hegel y la Fenomenología del Espíritu. Haymara Harrington La percepción, o la cosa y la ilusión La posesión del objeto o del esto viene dada por la idea que cada ser tiene como idea universal del objeto o del esto que desea conocer o percibir. La idea universal viene a ser esa percepción primera que se tiene. Lo esencial es el objeto, y se refiere a Protágoras cuando dice “que puede ser o también no ser, y lo no esencial. La cosa de múltiples cualidades, es en su simplicidad algo mediado; y esta riqueza o abundancia en el conocer está indicada por la percepción y no por la certeza inmediata. Es aquí donde se comienza a conocer el concepto simple de la cosa, con el ejemplo de la sal que tiene color blanco, sabor salitre, y es de forma cúbica, se refiere a las múltiples cualidades. La sal es una sola cosa, lo blanco es la negación de lo cuadrado, la negación de lo salado. Porque son contrarios y tienen propiedades propias cada una. Cada una tiene características propias, el sabor salitre, es cúbica y es blanca. Pero al final forman una sola cosa que es la sal en sí. El esto es el objeto, aquí habla del no como nada, que se refiere al ser igual que la nada. Las propiedades se niegan entre sí. La sal que es una se relaciona entre sí pero es una sola, son indiferentes para sí. La sal, el enlace es también blanca, también cúbica, también cúbica, se compenetran y su aquí es el mismo. Las cualidades no se afectan entre ellas, y se relacionan por el indiferente también que funciona como un puente de una a otra, así salimos un poco de la inmediatez. La universalidad positiva en la sal y sus cualidades es una unidad, pero se niegan entre sí. La unidad determinada seria la sal, y la unidad excluyente es la sal como unidad que no acepta otra propiedad, ni otra unidad, las cualidades determinan la coseidad como cosa o unidad. Y esto da una relación de contraposición que debe existir para que exista la unidad. La unidad sensible enlaza la una con la otra, y esta relación existe por el también, y lleva a la unión de los puros esenciales que consuma la cosa. 4 Hegel y la Fenomenología del Espíritu. Haymara Harrington La percepción contradictoria de la cosa El análisis de la percepción de forma contradictoria de la cosa o del objeto que se observa o que se quiere captar; pensamos en el objeto subjetivamente y la conciencia modifica la cosa de acuerdo a la mente, dependiendo de la forma que lo vea, es un ejemplo que se asemeja a la imagen que nos puede dar un espejo, cuando estamos frente a un espejo, éste capta la imagen, aunque no podemos comparar la mente con el espejo, podemos ver el modo de captar la imagen o mejor dicho el ejemplo seria de la forma en que es captada; es decir, si estamos frente a un espejo cóncavo, o frente a un espejo convexo, cómo sería la imagen, esto lo podemos llevar a la idea que tiene Hegel al decir que depende de la forma que lo veas. La conciencia tiene la capacidad de modificar la cosa, dependiendo del momento, si pone algo de su parte modifica el objeto. La conciencia se encarga de distorsionar el objeto. Tal cual como a mí se me parece, cada quien tiene su propia conciencia, pero se coincide en la cosa “la casa” aunque cada quien la percibe de forma diferente. Lo uno que al principio uno ve como unidad, al estudiarlo deja ser unidad y tiene muchas partes, al descubrir las cualidades, es decir, es una multiplicidad de partes, que nuestra mente ve como unidad, a menos que se quiera desglosar o conocer. Ese ejemplo es cuando la conciencia cambia los objetos o cree verlo de forma diferente, cuando existe el cambio de la imagen como cuando se introduce un palo en el agua, parece distorsionada la imagen pero mi conciencia está clara que esta distorsión no es tal. El cerebro va logrando esa abstracción a pesar de que vea una sola unidad, va desglosando en formas determinadas las cualidades, y de esta forma obtener la verdad y comprender la no verdad. Lo universal deja de ser universal porque comprendo las partes, y las diferencio una de otra. Como el ejemplo de un bosque, que lo veo como idea, pero llega un momento que vamos diferenciando cada una de sus partes, y nos damos cuenta de todas las partes que lo conforman y cada una de esas partes hacen esa unidad. La conciencia muestra que no sólo su captar lo 5 Hegel y la Fenomenología del Espíritu. Haymara Harrington verdadero posee la diversidad, sino más bien que lo verdadero se muestra de este doble modo. Fuerza y entendimiento, fenómeno y mundo suprasensible En esta parte, se dejan de lado los sentidos para comenzar con el pensamiento, en una conciencia que busca conocer ese universal incondicionado, que para Hegel es la fuerza. El verdadero objeto de la conciencia es este universal incondicionado. La conciencia no tiene conciencia de la fuerza, donde el entendimiento ha logrado superar su correcta no verdad y la no verdad del objeto. Para nosotros que leemos la reflexión es en ambos lados la misma. La conciencia deja de participar en su libre realización, para limitarse a contemplarla y aprehenderla. De ahí la conciencia concipiente viene a ser lo que conoce. Cuando Hegel comienza a dar un recorrido en la explicación de la fuerza y el juego de las fuerzas, lo hace refiriéndose a Newton con la fuerza de gravedad, cuando dejamos caer algo, es una fuerza que hala el objeto hacia el centro de la tierra, una fuerza que no vemos pero que existe y actúa en los objetos. Este movimiento es lo que se llama fuerza, donde existe una parte que atrae y otra parte que repele. Por ejemplo: tenemos un marcador y según la percepción podemos descomponerlo en partes, lo que hace que el marcador sea marcador es la fuerza de atracción y eso es lo que ayuda a la cosa lo que es. Aquí está la idea de Newton. Es así como se comienza a notar que la diferencia sólo es por tanto en el pensamiento, y de esta manera se habla de las dos fuerzas la que atrae, la que repele, dos fuerzas que existen en un mismo objeto, de esta manera comienza a explicar las observaciones de un silogismo. Se puede llegar a comprender que lo que solicita es la fuerza al objeto. Hegel explica en esta parte que el lenguaje es la clave, es lo que define el mundo, el concepto define la realidad, es como el correlato de lo que piensas con el objeto y lo que escribes o dices. Cada objeto tiene su fuerza, pero en sí mismo existe una interna además de la de atracción. 6 Hegel y la Fenomenología del Espíritu. Haymara Harrington Lo Interior En esta lectura se comienza hablar del universal incondicionado, donde Hegel se refiere a la fuerza, que viene a ser un concepto del intelecto pero esta no es para sí aun; el segundo universal viene a ser la esencia de la fuerza, que es la fuerza como objeto de la conciencia, donde están mezclados los datos de la sensibilidad pasando a ser fuerza objetiva. Muestra como entrada a esta parte de la explicación el silogismo que existe al hablar de “lo interior, el fenómeno y el entendimiento”, siendo esta fórmula el interior de la conciencia y el fondo verdadero de las cosas. Para luego hablar de la sustancia, donde especifica que el concepto como concepto es la fuerza o el universal incondicionado en el sentido de lo que precede. Para Hegel el concepto es un sujeto y es éste el que hace el recorrido y es el que llega a saber que es concepto como concepto, porque logra sintetizar sus opuestos como dice Eduardo Vásquez es “la razón”. Es la conciencia que construye, el intelecto que construye. Es objeto del entendimiento, la fuerza como sustancia, y se comienza a entender que cuando habla del silogismo, no es otra cosa que el término medio. La conciencia es la fuerza en su interiorización, es a través de la fuerza que se comprenden las cosas, porque la fuerza es el interior de la cosa, la conciencia trata de ver como la cosa. Pero no puede haber ningún conocimiento en el vacío indica Kant, cuando habla de la cosa en sí, donde no hay acceso según él. El silogismo se hace tomando la fuerza como punto mediador. La realidad radica en ser fuerza, y la fuerza viene a ser la mediación. Lo suprasensible es por tanto lo fenómeno como fenómeno, existe duda por el constante movimiento de la cosa. La fuerza, aunque no la podemos ver, ni tocar se manifiesta en el fenómeno. No es ya la nada. Martínez Marzoa, piensa que la fuerza está aislada “La fuerza en sí es diferente que la ley” y quien puede observar esta diferencia, pues la diferencia la observa la conciencia, donde la ley la explica, que la fuerza en sí no es una diferencia, sino que es la explicación de la ley de atracción, donde hay una parte que hala y otra que rechaza. Cuando se llega al punto de hablar de lo suprasensible como la 7 Hegel y la Fenomenología del Espíritu. Haymara Harrington manifestación es donde se puede ir al interior de la cosa, con la reflexión de la cosa. Donde lo verdadero de la ley es la ley de la fuerza. La ley como diferencia y homonimia Hegel está hablando de las diferencias que se pueden conseguir en la ley, que es lo que se ha venido estudiando hasta ahora de la fuerza que hala y la que repele a la cosa o al objeto. Este reino que menciona se refiere es a las leyes que rigen la naturaleza, es decir las leyes de Newton, que se halla presente en el fenómeno, y la única forma de penetrar este fenómeno es el entendimiento. Se busca la comprensión de la ley de gravedad, donde a su vez se reúnen varias, es decir hay una multiplicidad de leyes que buscan la explicación de lo que ocurre en la naturaleza, y todo se reúne en la ley de gravedad, como ley única. Donde la atracción universal es el concepto puro de la ley. Continua la explicación de la ley y la fuerza donde existen las dos partes, donde una es la fuerza que solicita y la otra la fuerza que es solicitada, de manera que la fuerza es lo simple, y no es otra cosa que la gravedad. En esta parte de la ley y la fuerza, Hegel hace una pequeña introducción o busca dar un asomo a su mundo invertido al hablar de la electricidad y de los dos polos que la componen, como lo es la parte negativa y la positiva, más adelante continua hablando del movimiento de las fuerzas, dando a entender que es la gravedad la que lo ocasiona, y la explica indicando que “su ser significaría su existencia en general”. El entendimiento es entonces el que pone la diferencia, donde se supera el mismo como diferencia y se comienza a nombrar nuevamente lo solicitante y lo solicitado como fuerzas exteriorizadas y la repelida. Donde el objeto del entendimiento es la fuerza y esta fuerza es vista como un incondicional. La conciencia es la que construye el juego de la fuerza y mira al fondo de las cosas, para lograr el entendimiento de la conciencia. 8