Educación / Education
Currículo por competencias
en el postgrado de enfermeríaa
Patricia Jara Conchab, Jasna Stiepovic Bertonic
RESUMEN
El presente artículo analiza el impacto de la educación superior en la sociedad y su pertinencia en
un mundo global. Discute algunas nociones de la
formación de enfermería, especialmente en el postgrado, en los nuevos escenarios, para responder a
un paradigma de educación-producción; y analiza
críticamente tanto los componentes de un currículo
con enfoque de competencias en un programa de
Magíster en Enfermería, como sus implicaciones
para el contexto laboral y para el de la academia.
Plantea una propuesta de competencias de postgrado en tres dimensiones esenciales del saber: saber
conocer, saber hacer y saber ser.
Palabras clave: Competencia profesional,
postgrado en enfermería, educación superior.
a
Artículo basado en el trabajo presentado por una de las autoras en
la asignatura “Problemáticas de Enfermería”, del Programa de
Doctorado en Enfermería de la Universidad de Concepción, Chile.
b
Enfermera. Magíster en Enfermería. Alumna del Programa Doctorado
en Enfermería. Departamento de Enfermería-Facultad de Medicina.
Universidad de Concepción, Chile. E-mail:
[email protected]
c
Enfermera. Doctora en Enfermería. Universidad de Concepción,
Chile. E-mail:
[email protected]
Cómo citar este artículo:
Jara Concha P, Stiepovic Bertoni J. Currículo por
competencias en el postgrado de enfermería. Invest
Educ Enferm. 2007; 25(2): 122-129.
Recibido: 24 de noviembre de 2006
Envío para correcciones: 15 de marzo de 2007
Aprobado: 25 de julio de 2007
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INTRODUCCIÓN
L
a sociedad contemporánea enfrenta cada día
un proceso acelerado de cambios en todos los
ámbitos del acontecer político, social, científico y cultural.
Este proceso se manifiesta en las diferentes visiones del
mundo, en los modelos de desarrollo y en los paradigmas
científicos y tecnológicos.
Para sociólogos y pensadores de este tiempo, la sociedad que está emergiendo se denomina learning society
o “sociedad del conocimiento”1, por el papel que juega éste
en el proceso productivo, aún cuando otros prefieren llamarla “sociedad de la información”. Tünnermann2 plantea
que es más apropiado llamarla “sociedad del aprendizaje”,
por el papel clave que el “aprendizaje permanente” está
desempeñando en ella.
Lo anterior implica abordar el impacto de la educación en la sociedad del tercer milenio como un proceso
que requiere ser analizado permanentemente. Los diversos
agentes y complejos factores que componen el sistema
educativo hacen de él un campo inagotable de exploración,
por tanto de investigación.
En la Conferencia Regional de América Latina y El
Caribe se declara que “la educación general, y la superior
en particular, son instrumentos esenciales para enfrentar
exitosamente los desafíos del mundo moderno y para
formar ciudadanos capaces de construir una sociedad más
justa y abierta, basada en la solidaridad, el respeto por los
derechos humanos y el uso compartido del conocimiento
y la información. La educación superior constituye un
elemento insustituible tanto para el desarrollo social, la
producción, el crecimiento económico y el fortalecimiento
de la identidad cultural, como para el mantenimiento de la
cohesión social, la lucha contra la pobreza y la promoción
de la cultura de la paz”2.
Frente a esta demanda que se hace a la educación
general, quienes trabajan en la academia deben preguntarse
¿cuánto de ella le corresponde a la educación superior? y
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Educación / Education
Shool of nursing
competency-based curriculum
Patricia Jara Concha, Jasna Stiepovic Bertoni
dentro de las universidades ¿cómo están respondiendo a
este nuevo paradigma los programas de pregrado, y especialmente los de postgrado? Más aún, ¿cómo la universidad
da cuenta, en la promoción de los estudiantes de pre y
postgrado, del desarrollo de sus capacidades para crear,
utilizar y difundir el conocimiento? En palabras de Delors3,
si la educación constituye un instrumento indispensable
para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales
de paz, libertad y justicia social, ¿de qué manera se está
respondiendo a estos ideales?
Este trabajo se propone: 1. Reflexionar sucintamente
en torno al impacto de la educación superior en la sociedad,
es decir, a su pertinencia. 2. Discutir algunas nociones de
la formación de enfermería, especialmente en el postgrado,
en los nuevos escenarios, para responder a un paradigma
de educación-producción. 3. Analizar críticamente los
componentes de un currículo con enfoque de competencias en un programa de Magíster en Enfermería, tanto
como sus implicancias en el contexto laboral y en el de
la academia.
EL ORIGEN DE LAS COMPETENCIAS
ABSTRACT
We analyze the impact of higher education on
the society and its fitting within a globalized world
and discuss some notions regarding nursing
education particularly at the graduate level in the
current context driven by the education-production
paradigm. We present a critical analysis of the
components of a competence-based curriculum
for a master of nursing program and discuss its
implications for both work and academic contexts.
Finally, we propose three basic competences for
nursing graduate education based on three key
dimensions of knowing: including to know, to know
how and to know being.
Key words: Professional competence,
nursing graduate, higher education
En el caso de enfermería, la universidad prepara graduados
y profesionales para un contexto mundial en el que tienen
lugar la prestación y la gestión de los cuidados dentro
de la atención de salud. En los inicios del siglo XXI, el
Consejo Internacional de Enfermeras afirma que “es ya
una realidad, el mercado mundial incluye la libre y rápida
circulación de las profesionales enfermeras”4.
tiene relación con cambiar el enfoque tradicional de los
currículos por un enfoque basado en competencias. Las
universidades cumplen funciones académicas, esencialmente de: transmisión a sistematización del conocimiento
(docencia), creación del conocimiento (ciencia y tecnología) y aplicación o uso del conocimiento (extensión). La
formación de postgrado es una de sus tareas, y Enfermería
la ha hecho suya; en Chile, los programas de postgrado
tienen una historia de algo más de un cuarto de siglo.
En Chile la educación superior se enfrenta a los
mismos desafíos que a nivel mundial. Se hacen esfuerzos
por transformarla, pero a juicio de algunos educadores se
mantienen patrones más bien tradicionales, especialmente
en el plano de la docencia5. Chile ha suscrito varios tratados internacionales, que dan cuenta de su tendencia a
ser partícipe activo de estos cambios, y se han definido
a nivel gubernamental diversas estrategias; una de ellas
El desafío de la educación chilena hoy es responder
a un paradigma en el cual el conocimiento es el centro de
atención, y el objetivo primordial es desarrollar capacidades para operar con ese conocimiento, mediante el logro de
competencias que el estudiante podría aplicar en diferentes
contextos del ámbito local, nacional o mundial. Si ésta es
una tarea de las universidades, cabe preguntarse ¿cómo
plantear en un Programa de Magíster en Enfermería un
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Educación / Education
currículo por competencias? Una primera respuesta debería tener relación
con la pertinencia. Se sabe que la docencia en la educación terciaria o superior debe incorporar las nuevas demandas sociales, culturales y productivas
del país, lo que implica que debe existir una conexión entre el quehacer
académico y la realidad del entorno. Tünnermann2 asevera que existe la
tendencia a reducir el concepto de pertinencia a la respuesta que ésta debe
dar a las demandas de la economía o del sector laboral. Se entiende que la
pertinencia correspondería a la consistencia que debe existir entre lo que
la sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. Esta situación
implica, para las instituciones de educación, conocer la realidad del mundo
del trabajo y reflejarla en los programas académicos, incorporando nuevas
competencias a los perfiles profesionales de los egresados y pedir a los
docentes el desarrollo de esas nuevas competencias.
La pertinencia se debe examinar no sólo en el trabajo académico,
sino en función de la misión y los objetivos de la institución en el contexto
actual global. Cabe entonces preguntarse: ¿Cuál es la pertinencia que tiene
el actual programa de Magíster en Enfermería? 6
Otra forma de llegar a identificar la pertinencia es determinar la
relación que existe entre economía, conocimiento y competencia. Hoy se
considera que la economía de un país se basa en el conocimiento y, por
lo tanto, se “soporta principalmente en el uso de las ideas, porque el conocimiento se está desarrollando y aplicando en nuevas formas”7. Castro8
dice que éste se referiría más bien a una revolución del pensamiento que
se caracteriza por la complejidad de las construcciones mentales y, en la
estructura misma del conocimiento contemporáneo del ser humano, por
una forma particular de procesar la información y una predisposición del
estudiante para construir su conocimiento.
La Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo
XXI9 plantea que la pertinencia de la educación superior en relación con
el servicio a la sociedad, debe propiciar un análisis que incorpore lo inter
y lo transdisciplinar. Para Morín, “el pensamiento complejo, que está en la
esencia de la interdisciplinariedad, mantiene una tensión permanente entre
la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no reducccionista y el
reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento. La
esencia misma de la educación, en su visión del pensamiento complejo,
radicaría en los siete saberes fundamentales que la educación del futuro
debe tratar en cualquier sociedad y en cualquier cultura. 1. El conocimiento
del conocimiento. 2. Los principios de un conocimiento pertinente. 3. Enseñar la condición humana. 4. Enseñar la identidad terrenal. 5. Enfrentar
las incertidumbres. 6. Enseñar la comprensión y 7. Enseñar la ética del
género humano”10.
¿Cómo lograr estos saberes en el contexto actual? Siendo el conocimiento la materia prima esencial del nuevo paradigma productivo, la educación superior y la investigación forman, hoy en día, parte fundamental
del desarrollo cultural, social, económico y ecológicamente sostenible de
las naciones. Una economía basada en el conocimiento o en el aprendizaje
global está transformando los requerimientos del mercado del trabajo. Lo
anterior plantea nuevas demandas en los ciudadanos, quienes necesitan
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Patricia Jara Concha, Jasna Stiepovic Bertoni
más habilidades y conocimientos para poder desempeñarse en su vida cotidiana.
Equipar a las personas para atender
estas demandas requiere cambios, nuevos
modelos de educación y capacitación, e
incentivar un aprendizaje permanente que
abarque el aprendizaje formal (escuelas,
instituciones, universidades), el aprendizaje no formal (capacitación estructurada
en el sitio del trabajo) y el aprendizaje
informal (habilidades aprendidas de los
miembros de la familia o de personas de
la comunidad). Implica también alcanzar
el dominio, no sólo de habilidades y conocimientos, sino de actitudes, de valores
personales y de vida en sociedad; en síntesis, de competencias de aprendizaje en
cuatro diferentes áreas, que, en opinión de
Delors3, corresponden a los cuatro pilares
de la educación:
1. Aprender a conocer: transitar entre
una cultura general amplia y los conocimientos particulares de las diferentes
disciplinas, en torno a problemas e interrogantes concretos que derivan del actuar profesional. Esto requiere aprender
a aprender, con el fin de aprovechar las
posibilidades que ofrece la educación
a lo largo de la vida, es decir lograr
mantener un aprendizaje permanente.
2. Aprender a hacer: adquirir no sólo una
certificación profesional, sino más bien
competencias que capaciten para hacer
frente a gran número de situaciones
previstas e imprevistas, mediante la
ejecución de procedimientos y rutinas
técnico–profesionales.
3. Aprender a vivir juntos: realizar proyectos comunes y prepararse para
asumir y resolver los conflictos, respetando los valores del pluralismo, el
entendimiento mutuo y la paz, a través
de la comprensión del otro y de las
formas de interdependencia.
4. Aprender a ser: actuar con creciente
capacidad de autonomía, de juicio y
responsabilidad personal, para que
aflore en mejor forma la propia personalidad, el proyecto de vida.
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Currículo por competencias en el postgrado de enfermería
CONTEXTUALIZANDO
EL DESARROLLO
DE COMPETENCIAS
Para la formulación de las competencias
desde una visión global, pueden tenerse
en cuenta los “cuatro pilares de la educación”, recomendados por la UNESCO9
en el informe de Delors. Estas recomendaciones inspiran las transformaciones
socio-educativas actuales. No obstante
pareciera complejo establecer una asociación entre economía y competencias. Es
posible establecer una asociación entre la
formación basada en las competencias y el
surgimiento de una economía basada en el
conocimiento, cuando se plantea el valor
que tiene el conocimiento como producto
para el desarrollo humano (económico,
político y social) y cuando se reconoce que
ese conocimiento no es sólo información,
sino el producto de un procesamiento
intelectual de esa información. Como ese
valor es observable por los desempeños
en una serie de tareas, el planteamiento de
competencias permite identificar ese desempeño que concatena conductas en todas
sus dimensiones (personal, del producto
y el trabajo y social). Cuando se definen
objetivos y/o conductas en los programas,
generalmente se plantea un comportamiento observable en el hacer, que no siempre
permite el alcance del logro esperado,
desde un punto de vista integral.
En el nuevo paradigma productivo
identificado anteriormente, basado en
el poder del conocimiento y el manejo
adecuado de la información, se sostiene
la necesidad de incorporar la educación
permanente para todos y para toda la vida.
Se puede decir, entonces, que la educación
superior, específicamente la universitaria,
es una instancia formadora de capital humano de avanzada.
La educación superior debe preparar
al futuro egresado en tres dimensiones de
competencia profesional: 1. Formación
Personal, asociada a la capacidad para
actuar en el mundo con autonomía, y
crecer permanentemente a lo largo de la
vida; 2. Formación para la Producción y el Trabajo, que corresponde al
desarrollo de capacidades tecnológicas, desarrollo emprendedor, habilidades intelectuales, hábitos de cumplimiento y desempeño laboral, capacidad
reflexiva y crítica frente a la práctica productiva; y 3. Formación para Vivir
en Sociedad, asociada a comportamientos en grupos humanos con los cuales debe interactuar la persona a lo largo de su vida, e incorpora el factor
ético-moral-valórico, que orienta y da sentido al trabajo profesional11.
En Chile, a nivel gubernamental, se ha aumentado la inversión en
formación de capital humano de avanzada; hoy existen más recursos y
becas para la formación de postgrado y una creciente inversión en ciencia
y tecnología, potenciando el apoyo a proyectos de investigación12.
En diversas partes del mundo crece en importancia el enfoque de
competencias y surgen opiniones a favor y en contra. Lo cierto es que
éstas aparecen como exigencias de la época y, por ende, en los criterios
de acreditación de carreras y de programas. El currículo en la educación
superior puede diseñarse tomando como centro de interés las competencias
propias de cada profesión e integrándolas con los conocimientos y demás
competencias (cognoscitivas, comunicativas, socio-afectivas) que se requieren para actuar en un mundo tecno-digital y de permanente evolución
socio-cultural13. La Declaración Mundial sobre la Educación Superior para
el siglo XXI9 declara que ésta desempeñará un papel clave para promover
la capacidad de innovación y creatividad, que es indispensable un adecuado
equilibrio entre la formación general y la especializada, así como el énfasis
en los procesos de aprendizaje más que en los de enseñanza.
EL CONCEPTO DE COMPETENCIA
EN EL ÁMBITO LABORAL
El desarrollo de competencias también puede contextualizarse en un marco
de desarrollo humano, aludiendo al desarrollo integral de cada quien y a un
desarrollo en el marco del aprendizaje permanente. Ello implica cambiar
el modelo mecánico, basado en información que imparte el docente, por
un nuevo tipo de aprendizaje que se centre en generar, aplicar, analizar
y sintetizar conocimiento y comprometerse en aprendizaje colaborativo
durante la vida. El desafío es ¿cómo transformar la educación? ¿cómo
cambiar ahora los currículos hacia un enfoque por competencias?
Una definición general de Competencias es “el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que permiten desempeñar con éxito una
determinada función laboral”13-15. Relacionando esta definición con los
pilares de la educación de Delors3, se pueden reconocer tres dimensiones
esenciales de las competencias: Conocimientos (Saber), Habilidades (Saber hacer) y Actitudes (Saber ser); para algunos educadores y pensadores,
el saber convivir es parte del saber ser.
Esta definición de competencias incorpora el desempeño y la función
laboral. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en conjunto con
la Organización Panamericana de la Salud (OPS), definen competencia
laboral como: “la construcción social de aprendizajes significativos y
útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo, que
se obtiene no sólo a través de la instrucción, sino también, y en gran
Universidad de Antioquia / Facultad de Enfermería / Investigación y Educación en Enfermería / Medellín, Vol. XXV N.º 2, septiembre de 2007
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Patricia Jara Concha, Jasna Stiepovic Bertoni
Educación / Education
medida, mediante el aprendizaje por experiencia en situaciones concretas
de trabajo”16. La principal crítica a esta definición, es que omite o ignora la
formación personal y social. Este último aspecto es recogido muy bien por
Maturana y Nisis, cuando plantean que “la educación es formar seres humanos para el presente, para cualquier presente, seres en los que cualquier
otro ser humano pueda confiar y respetar, seres capaces de pensarlo todo
y hacer lo que se requiera como un acto responsable desde su conciencia
social”17. La UNESCO9, el proyecto Tuning18, Irigoin y Vargas16 y otros,
han definido las competencias y las han clasificado de diferentes formas;
es posible sintetizar esas concepciones en tres ideas fundamentales:
Combinación de conocimientos, habilidades y actitudes.
La idea de movilizar capacidades diversas para actuar logrando un
desempeño.
Este desempeño puede darse en diversos contextos, cuyos significados la persona debe ser capaz de comprender para que la actuación
sea adecuada.
Si el desarrollo de competencias es un proceso de construcción de
capacidades para un mundo global, éstas pueden describirse basándose
en los cuatro (o siete) saberes de la educación planteados anteriormente
en este artículo.
El CIE4 y la OIT /OPS16 han planteado competencias para una enfermera generalista, también el Tuning Europeo19 las ha definido. Ahora se
puede dar una mirada al escenario en el que ocurre la formación profesional
de la enfermera, sus niveles actuales y las posibilidades de articulación. A
nivel internacional, la presencia de los proyectos Bolonia20 y Tuning21 ha
planteado la necesidad de identificar cuatro líneas de trabajo: 1. Competencias genéricas y específicas. 2. Enfoques de enseñanza y aprendizaje.
3. Créditos académicos y 4. Calidad de los Programas.
A nivel nacional gubernamental, el
Mecesup 2 Bicentenario12 presenta coherencia con una sociedad del conocimiento,
y favorece el apoyo a la formación de
postgrado, especialmente la formación de
doctores, e incluye específicamente como
meta, lograr un sistema de educación terciaria articulado desde formación técnica
al doctorado.
Haciendo referencia a los niveles
universitarios de enfermería profesional y
su posible articulación con el postgrado,
Enfermería de la Universidad de Concepción tiene alguna experiencia, aunque aún
no puede mostrar resultados:
— El Licenciado de Enfermería alcanza su
grado a los cuatro años de formación.
La articulación es posible con el primer
nivel de postgrado, que sería un Magíster en Enfermería (profesional o académico) de dos años de duración y, en
su calidad de licenciado, podría optar
directamente a un grado de Doctor en
Enfermería de tres años de duración.
— El título de Enfermera lo obtiene cursando un año más después de la Licenciatura. Este título le permite articular
con los programas de especialización
profesional, el programa de Magíster
en una de las dos líneas planteadas y
el programa de Doctorado.
Respondiendo a la pertinencia del
actual programa de Magíster, hay una
pertinencia interna que se refiere a la
pertinencia institucional en cuanto a
la misión y objetivos. Ésta se plantea
en el Plan Estratégico Institucional22
(2006-2010), en que las estrategias
de la formación de postgrado están
indicando la necesidad de cambiar el
enfoque tradicional de enseñanza por
un enfoque basado en competencias
de aprendizaje y en competencias relacionadas con el desempeño laboral.
En cuanto a la pertinencia externa, el
análisis realizado en el reciente proceso
de acreditación del programa, concluyó
que éste responde a las demandas de un
Pared (detalle). Javier Mauricio Rodríguez Marín
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Universidad de Antioquia / Facultad de Enfermería / Investigación y Educación en Enfermería / Medellín, Vol. XXV N.º 2, septiembre de 2007
Currículo por competencias en el postgrado de enfermería
país que requiere enfermeras de alto
nivel. Se ofrece entonces un programa
de Magíster en Enfermería, actualizado
de acuerdo con las necesidades del país
y del rol de liderazgo que debe cumplir
la Enfermera en su desempeño profesional, como investigadora y docente.
Como en el escenario externo la pertinencia tiene relación con las necesidades
o demandas actuales del mercado, para
esta enfermera, egresada de un magíster
profesional, y para aquella egresada de
un magíster académico, este tema se debe
trabajar en reuniones, con grupos focales
de enfermeras y encuestas de opinión con
empleadores, académicos y enfermeras
asistenciales. Sin tener certeza de esa coherencia, se plantea una propuesta teórica
de competencias en las tres dimensiones
esenciales, basadas en los saberes planteados en el Informe de Delors3.
la prestación del cuidado, que podría orientarse a una especialidad; y
una segunda opción dirigida a la gestión de los cuidados. Esta última
debería contemplar módulos de gestión con énfasis en competencias de
liderazgo, trabajo en equipo interdisciplinar y habilidades investigativas para ese ámbito. En el ámbito académico, un Magíster académico
debiera preparar docentes de excelencia e investigadores en potencia,
capaces de identificar un problema de investigación, de desarrollar un
proceso de análisis de la información para sustentar un proyecto de
investigación, o una monografía.
— En ambos programas, la exigencia final podría ser la solución de un
problema del contexto particular, o bien un diseño, o un análisis crítico
de un tema seleccionado, o un trabajo de investigación.
— Contexto de Enfermería: Necesidades actuales, políticas, metas, planes
nacionales, marco jurídico actual (operacionalización del código sanitario que implica desarrollar estrategias para la gestión del cuidado).
— Teniendo presente el Programa actual de Magíster en Enfermería, sus
objetivos y el perfil del egresado, es posible plantear a nivel teórico
una propuesta de competencias en tres áreas del saber11:
Para plantear competencias en un
programa, es lógico coincidir con el CIE4,
estableciendo un marco de competencias
para el postgrado de enfermería en que
deban estar presentes:
a. Competencias de Naturaleza Cognitiva (Conocimiento): Capacidad
de relacionar lo conceptual y teórico de la disciplina con el ámbito
profesional y de la práctica de la Enfermería. Capacidad para integrar los principios, modelos y teorías de Enfermería en la solución
de problemas de salud, especialmente aquellos orientados a las
líneas de investigación de los programas. Capacidad para aplicar
el conocimiento obtenido a situaciones reales de su campo laboral
con el fin de mejorar el ámbito de su práctica, sea en el cuidado
mismo o en la gestión del cuidado. Capacidad para comunicar el
conocimiento de Enfermería a través de publicaciones, seminarios,
conferencias, entre otros.
— Tendencias mundiales: Economía mundial en rápido desarrollo, velocidad de
la información, globalización, sociedad
del conocimiento. Acuerdos regionales
e internacionales.
b. Competencias de Naturaleza Procedimental (Habilidades): Desarrollar conocimiento de Enfermería a través de la investigación
utilizando diversas metodologías y marcos de referencia. Aplicar
el conocimiento adquirido en la solución de problemas de salud
en el ámbito laboral.
— Contexto de salud y educación: políticas, metas, planes nacionales entre
los que se cuenta Mecesup 2d. En el
ámbito de un Magíster profesional
parece ser necesario diversificar hacia
c. Competencias de Naturaleza Valórica (Actitudes): Capacidad de
una gestión ética del conocimiento de la disciplina y de la profesión. Capacidad de tener una visión crítica global del mundo
y perspectiva de futuro. Capacidad de reconocer y valorizar su
responsabilidad social cómo postgraduado y ciudadano. Capacidad
de emprendimiento en relación con el desarrollo de la disciplina.
Capacidad de autocrítica.
UNA PROPUESTA
DE COMPETENCIAS
PARA EL POSTGRADO
DE ENFERMERÍA
d
Mecesup 2 es un programa que forma parte de los
esfuerzos del gobierno de Chile en las celebraciones del bicentenario el año 210 para apoyar
la transición de su economía a una basada en
el conocimiento, incrementando la equidad y la
efectividad de su sistema de educación técnica.
Muy relacionada con la formulación y desarrollo de competencias,
se plantea la organización de contenidos con base en módulos. Solar define módulo como “el conjunto de actividades planificadas para facilitar
los resultados de aprendizaje”23. El módulo exige ser abordado como una
Universidad de Antioquia / Facultad de Enfermería / Investigación y Educación en Enfermería / Medellín, Vol. XXV N.º 2, septiembre de 2007
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Educación / Education
unidad de sentido que organiza el proceso de interacción
de enseñanza-aprendizaje a partir de objetivos formativos,
claramente definidos y evaluables. De acuerdo con la definición anterior, una propuesta modular para el programa
de Magíster o de asignaturas modulares sería:
— Un primer módulo troncal pudiera contener: El objeto
de estudio en la investigación científica. Búsqueda de
información significativa y lectura selectiva de información en bases de datos. Utilización de programas
de referencias bibliográficas (APA, VANCOUVER,
otros). Generación de un proceso de análisis de un tema
de estudio para el desarrollo de un diseño o proyecto
de investigación.
— Un segundo módulo troncal podría contener: Disciplina, ciencia y profesión. Transdiciplina e interdisciplina.
Contexto de globalización y mundialización. Salud
internacional y nacional.
— Un tercer módulo y los sucesivos deberían agrupar
las orientaciones e intereses particulares (módulos de
especialidad).
CONCLUSIONES
Construir un currículo por competencias para un programa
de postgrado implica, entonces, considerar la pertinencia
tanto interna como externa, la articulación con los diferentes niveles de formación, las diferentes dimensiones del
saber y, fundamentalmente, el trabajo conjunto de quienes
participan de la formación de postgrado.
Hay una frase clave en los diferentes textos de la
reforma educativa que dice: “nuevos profesionales capaces de responder a los requerimientos de una sociedad de
la información y globalizada”; esto exige que los nuevos
profesionales estén dotados de procesos de pensamiento
que no son fáciles de desarrollar sólo con estudios de pre
y postgrado; debe ya haberlos iniciado en etapas anteriores
de enseñanza.
También en enfermería, al igual que en todas las
áreas, sucede que la velocidad de los cambios hace que
los profesionales deban responder acertadamente a situaciones desconocidas e ir más allá del conocimiento conocido o preestablecido y se requiera crear interpretaciones
particulares para determinadas situaciones. Esos mundos
cambiantes requieren adaptación y flexibilidad.
En este nuevo esquema educativo, la gestión docente basada en competencias tiene que asumir estrategias
didácticas que profundicen el proceso como criterio
formativo esencial, y que destaque la importancia de la
función orientadora del profesor. Sin duda se requiere que
todos los niveles de formación de pre y postgrado formu-
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Patricia Jara Concha, Jasna Stiepovic Bertoni
len también su currículo por competencias. En Chile se
está avanzando en ello. El Tuning Latinoamericano está
formulando competencias genéricas y específicas para
egresados de pregrado.
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