LA LECTURA LITERARIA EN EL
PROGRAMA OFICIAL DE ESPAÑOL DE
SECUNDARIA EN MÉXICO
Trabajo final de la Maestría en Libros y Literatura para Niños y Jóvenes
Asesor: Lluís Quintana
Ana Perusquía Suárez
Febrero 2011
INTRODUCCIÓN
Este trabajo tiene como propósito analizar el enfoque sobre la literatura en el
programa oficial de estudios del español en la escuela secundaria en México.
Tomando en consideración las recientes reformas en la educación secundaria
implantadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP), una en 1993 y otra en
el 2006, que nacen de altas cifras de deserción y de calificaciones que se encuentran
muy por debajo del nivel aceptable de la OCDE en exámenes internacionales
aplicados en el país, el análisis del papel del estudio de la literatura (entendida
como obras de ficción) en la materia de español en los últimos años de la
educación oficial básica nos puede aportar algunos datos relevantes para
comprender este rezago y superarlo en el futuro cercano. Este documento intentará
argumentar el resultado de la implementación de estas reformas, que presentan un
enfoque comunicativo y de competencias en el aprendizaje de la lengua materna, y
cómo por ello se corre el riesgo de dejar de lado enseñanzas fundamentales para la
construcción de buenos lectores, sobre todo si no se aclara el papel que tiene la
escuela en dicha formación y hasta qué punto el gusto por la lectura es
responsabilidad de la institución escolar.
El primer capítulo constituye un panorama actual de la situación de la educación
secundaria en México a través de la materia de español. El segundo capítulo
intenta un análisis de los contenidos de lectura del programa que se usa en el ciclo
escolar 2010-2011 en las escuelas. El tercer capítulo integra la descripción de un
buen lector con respecto a distintos estándares aceptados tanto a nivel nacional
2
como internacional, relacionándolos con los contenidos del programa oficial de
español. El último capítulo intenta resolver cómo, a partir del programa existente,
puede el docente lograr un mejor lector a partir de la lectura de obras literarias
durante la adolescencia y cómo esta lectura puede ayudar a los objetivos de las
reformas a los programas de educación secundaria, así como a los alumnos a elevar
sus puntajes en los exámenes de habilidad lectora.
UNO.
PANORAMA
DE
LA
LECTURA
EN
LA
EDUCACIÓN
SECUNDARIA DE MÉXICO
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Lectura realizada en el 20081, los niveles
más altos de lectura de libros se registran entre los jóvenes de 18 a 22 años, con
69.7%, y de 12 a 17 años, con 66.6%. Esto puede explicarse debido a que esta
población se encuentra estudiando (42.5% de los entrevistados acostumbra leer
textos escolares). Es de notar que la literatura se encuentra entre las preferencias de
los lectores actuales, con un 23.3% de lectores que prefiere leer sobre todo novelas.
Son las biografías y los libros de historia, así como los libros de superación y
autoayuda, aquellos que se disputan los siguientes lugares más cercanos a los libros
escolares. Los cuentos aparecen con un pequeño 11.8% y la poesía y el drama no
son nombrados como significativos. Considerando los datos de 1998, Harry Potter
se encuentra nombrado como el libro preferido por los más jóvenes de la encuesta
(entre 12 y 17 años de edad)2. Estos chicos leen alrededor de 4.2 libros al año en
1
A pesar de ser un pequeño muestreo de los hábitos de lectura nacionales, esta encuesta sentó un precedente en
su campo y por ello la tomamos de punto de partida.
2
Debido al año de su publicación, suponemos que cuando los lectores refieren a “Harry Potter” están hablando de
Harry Potter y la piedra filosofal.
3
el país. A pesar de que pareciera alentador el panorama de que los jóvenes son los
más asiduos lectores del país, los resultados de varios exámenes nacionales e
internacionales deshacen el frágil optimismo que la Encuesta Nacional de Lectura
brinda. Los bajísimos resultados en estas examinaciones se contraponen a esta
noción de que nuestros adolescentes sí son buenos lectores, llegando a la
conclusión de que las personas que más leen en México son en realidad lectores
deficientes que se encuentran por debajo de los estándares internacionales. En
pruebas educativas que se aplican a nivel mundial, México se sitúa en los últimos
lugares, además de encontrarse por debajo del estándar mínimo de la OCDE. De
800 puntos en las pruebas de comprensión de lectura del examen PISA3 aplicado
en el 2009, México obtuvo una puntuación de 425 puntos. En la prueba
ENLACE4 2009, la calificación sobre 100 para el examen de español de
secundaria fue de 59.3, la cual se encuentra 20 puntos por debajo de la calificación
obtenida en el mismo examen a nivel primaria. En el examen ENLACE 2010,
sólo 9.6% de alumnos obtuvo una calificación de “excelente‚” en habilidad lectora,
mientras que el 31.2% obtuvo una calificación de lector "elemental" y un 47.7% de
lector "bueno".
A pesar de la revisión de los programas educativos por parte de la SEP en el 2006,
la realidad de la educación mexicana en español a nivel secundaria es grave como
lo muestran los resultados de los exámenes ENLACE 2010 y la prueba PISA de
habilidad lectora 2009. Aunque la secundaria es obligatoria desde 1993 de acuerdo
a la Constitución, su obligatoriedad ahora resalta su honda problemática5 y sobre
3
Programme for International Student Assessment
“La Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) es una prueba del Sistema Educativo
Nacional que se aplica a planteles públicos y privados del País.” en http://www.enlace.sep.gob.mx/gr/?p=quees
5
“En México, al igual que en distintos países de la Región e incluso de Europa, la universalización de la educación
primaria originó un crecimiento también importante en la educación secundaria; con ello se ha hecho más evidente
4
4
todo pone en evidencia su fracaso en la baja calidad educativa de los alumnos que
la logran terminar. De hecho, a pesar de que la educación secundaria mexicana
tuvo un acelerado crecimiento durante los años sesenta y setenta, en la primera
década del siglo XXI solamente un tercio de los alumnos que concluyen la
primaria ingresan a secundaria y sólo 35 de cada 100 estudiantes la terminan, por
lo que en México un 45.1% de la población entre 15 y 19 años de edad no estudia
y solamente el 62% de los adolescentes no escolarizados están empleados. Dicho
fracaso educativo está relacionado de manera directa con la baja capacidad lectora
de los alumnos que abandonan sus estudios. En un estudio de seguimiento
realizado en Canadá con los estudiantes que en el año 2000 obtuvieron
calificaciones por debajo del nivel 2 de lectura de PISA, los resultados mostraron
que el 60% abandonó sus estudios tras la secundaria y no ha vuelto a inscribirse en
ninguna clase de estudios. De aquellos que buscaron trabajo, la mayoría se
encuentra en los niveles más bajos del mercado laboral, sobre todo tras los 21 años
de edad. 6 Así encontramos que en México en el 2009, la mayoría de los estudiantes
obtuvo un nivel 2 de lectura PISA, por lo que la situación se presenta preocupante
tanto por la alta deserción escolar como por los bajos niveles que los jóvenes
mexicanos alcanzan en sus lecturas.
La SEP reconoce su fracaso en la promoción de la lectura entre los jóvenes: “…es
tiempo de que la Secretaría de Educación Pública cambie de estrategia, al
reconocer que estamos ante un problema sistemático de nuestra cultura que no se
la crisis de un modelo curricular y pedagógico que ya no responde a las necesidades de los adolescentes de hoy ni a
las exigencias de una sociedad que se fundamenta cada vez más en el conocimiento.” (Margarita Zorrilla, “La
educación secundaria en México: Al filo de su reforma” en REICE ‐ Revista Electrónica Iberoamericana sobre
Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, España 2004, Vol. 2, No. 1
http://www.ice.deusto.es/RINACE/reice/vol2n1/Res_Zorrilla.htm)
6
PISA Pathways to Success: How Knowledge and Skills at Age 15 Shape Future Lives in Canada, OECD Publishing,
2010.
5
ha podido derrotar‚”7 anunció en julio 2010, al dar a conocer un nuevo proyecto
mediante el cual publicó 18 novelas cortas de autores mexicanos para jóvenes entre
los 18 y 22 años de edad. También se ha impuesto metas concretas. Espera llegar a
la evaluación PISA del 2012 con 492 puntos en la materia de español. Entre los
principales objetivos inmediatos de la educación secundaria en México, la SEP ha
anunciado la universalización de la educación, la permanencia de los alumnos en la
escuela, su egreso oportuno y, a pesar de atender a la diversidad, siempre buscar
“resultados educacionales equiparables en todos los alumnos.”8
DOS. LA LECTURA EN LA ESCUELA SECUNDARIA MEXICANA
Es verdad que la educación nunca ha sido más universal que en estos tiempos. 9 Por
esto mismo, el programa de español de la Secretaría de Educación Pública ha sido
sometido a constantes revisiones por parte de especialistas y ha sufrido cambios
importantes tanto en su enfoque como en las propuestas para los maestros. La
materia de español, principal responsable del desarrollo de la habilidad lectora
entre los alumnos durante su secundaria, se estudia durante cinco horas a la
semana. Su objetivo principal es "preservar las funciones del lenguaje en la vida
social" en los ámbitos del estudio, la participación ciudadana y la literatura. El
programa oficial de la materia de español en secundaria está elaborado de acuerdo
a propuestas novedosas, al menos para nuestro idioma, en educación de la lengua
materna. Este programa nació de la urgencia de revisar el programa anterior desde
7
http://www.sems.gob.mx/aspnv/DetalleNoticia.asp?nivel1=0&nivel2=0&Crit=0&Cve=0&x4=54&x3=43137&x9=&Us
r=0&Ss=)
8
Zorrilla, p.20.
9
Gema Lluch, La literatura juvenil para un lector audiovisual, México, CONACULTA, 2004, p. 23.
6
su enfoque. El origen de este cuestionamiento a los programas educativos de
español, así como su subsecuente cambio de enfoque y modificaciones realizadas,
ha sido explicado por Carlos Lomas en varios de sus trabajos. Lomas afirma que
este discusión en torno al programa anterior surgió porque era conveniente hacerse
la pregunta de qué era lo que se estaba enseñando y qué se aprendía en realidad en
la clase de lengua materna10. Lomas llegó a la conclusión de que la lingüística, la
gramática y la historia literaria realmente no era significativas para el alumnado.
Al menos no lo eran para los nuevos tipos de alumnos que comenzaban a duplicar
el número de estudiantes que podía acceder a la educación secundaria en la
segunda mitad del siglo XX. Así pues, el estudio de estas materias como
disciplinas desapareció prácticamente del programa. Teresa Colomer explica
posteriormente que todavía “nos hallamos aún lejos de establecer cuáles son las
competencias literarias y qué clase de conocimientos e información necesita un
lector común para alcanzar una capacidad interpretativa aceptable con respecto a
las expectativas de la escuela obligatoria.”11 Otra de las razones que se esgrimieron
para estos cambios es la manera en que la mayoría de los maestros de lengua
transmitían a sus alumnos de secundaria la enseñanza de la historia de la literatura
de la misma manera en que ellos la estudiaron en la universidad. Este aprendizaje
se califica de poco significativo para el alumno porque no lee obras completas y
tampoco se ha llegado a un consenso de cuáles clásicos leer. Otra razón que Lomas
da es la falta de interés que los alumnos mostraban en las clases de lengua al notar
que la gramática, la historia literaria, el estudio de la lingüística, no tenía relación
10
Carlos Lomas, Cómo enseñar a hacer cosas con las palabras (I y II): Teoría y práctica de la educación lingüística,
España, Paidós Ibérica, 2002, p.41.
11
Teresa Colomer, Andar entre libros La lectura literaria en la escuela, México, Fondo de Cultura Económica,
Espacios para la lectura, 2005, p. 51.
7
alguna con su quehacer cotidiano. Lomas también reporta por parte del maestro
una falta de credibilidad en lo que enseña.
En la actualidad, el nuevo programa aborda el estudio de la lengua por medio de
prácticas sociales tratando de poner de lado los ejercicios y estudios que no estén
ligados al uso del idioma fuera de la escuela. Detrás de las personas que realizaron
el programa actual, hay una lectura y aplicación de las propuestas esbozadas por
especialistas de la talla de Delia Lerner, Teresa Colomer y Carlos Lomas12, por lo
que el programa está basado en el enfoque comunicativo, donde importan los
procedimientos y las destrezas que implican el dominio de mecanismos verbales y
no verbales. El eje pedagógico tiene un enfoque social. De este modo se busca
situar al alumno en diversos contextos comunicativos y a partir de ellos, enseñarle a
servirse de la función comunicativa de su idioma natal. Por otro lado, el programa
oficial intenta unificar la educación impartida a los alumnos pertenecientes a un
país tan diverso como es México, se interesa por la pluralidad y pone en manos de
los maestros un material que tenga la flexibilidad suficiente para servir a todas las
latitudes de un país marcado por la desigualdad tanto social como geográfica y por
ende, cultural.
El programa incluye, como mencionamos antes, tres ámbitos de estudio: la
participación ciudadana, el estudio y la literatura. Estos tres ejes coinciden
directamente con los tres objetivos de la habilidad lectora que propone PISA:
participar en la sociedad, desarrollar el conocimiento y desarrollar el potencial
personal. 13 En este equiparar objetivos, encontramos entonces que, para la SEP, el
12
Delia Lerner, Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario, México, Fondo de Cultura Económica,
Espacios para la lectura, 2001; Teresa Colomer, Andar entre libros La lectura literaria en la escuela, México, Fondo
de Cultura Económica, Espacios para la lectura, 2005 y Carlos Lomas, Cómo enseñar a hacer cosas con las palabras
(I y II): Teoría y práctica de la educación lingüística, España, Paidós Ibérica, 2002.
13
Ángel Sánz Moreno, “La lectura en el proyecto PISA” en Revista de Educación, núm. extraordinario 2005, p. 100.
8
estudio de la literatura tendrá el peso de desarrollar el potencial del individuo, en
este caso, el adolescente mexicano entre los 12 y 15 años de edad.
La literatura dentro del programa oficial de la SEP está definida como el lugar
donde se realizarán lecturas compartidas de textos literarios. Adicionalmente,
aunque en un apartado no incluido dentro del desglose de actividades del programa
oficial, la SEP pide al docente que comparta su cotidianeidad lectora con los
alumnos, que realice actividades diarias y permanentes de lectura y que cree
espacios para la lectura individual y colectiva. En cuanto a qué leer, el programa
oficial pide diversidad ante todo y para ello sugiere el uso de las Bibliotecas de
Aula. Sin embargo, dentro del programa no se mencionan autores u obras
específicas.
En resumen, este programa se preocupa por no discriminar; en palabras de Lerner,
por “poner en escena […] una versión escolar de la lectura y la escritura más
próxima a la versión social (no escolar) de estas prácticas.”14 Más específicamente,
en el programa se pide leer literatura en la clase de español. A continuación se
puede ver la Tabla I que explica los contenidos únicamente del área de literatura en
los tres años de estudio:
AÑO
Primero de secundaria
Segundo de secundaria
Tercero de secundaria
Mitos y leyendas
• Cuentos latinoamericanos de •
Poemas de tradición
los siglos XIX y XX
oral
• Una novela
•
• Un subgénero narrativo • Un texto para adaptar a
(cuentos de
teatro
•
preferencia)
• Obras que permitan seguir
• Poemas vanguardistas
un tema cualquiera
•
• Breves obras de teatro
contemporáneo
Tabla I. Contenidos del ámbito de literatura del programa oficial de secundaria de la SEP
CONTENIDOS
14
•
•
Lerner, p. 32.
9
Seguir un movimiento
poético
Un texto renacentista o
medieval
Una obra de teatro del
Siglo de Oro
Textos para elaborar una
antología
Encontramos que cada uno de los cinco o cuatro textos a estudiar por año
corresponde a un bimestre del ciclo escolar determinado, componiéndose así la
selección de obras literarias que los alumnos mexicanos deben conocer en el
ámbito de la literatura a lo largo de tres años de enseñanza secundaria.
En conclusión, en comparación con el programa anterior de estudio del español, y
probablemente atendiendo a integrar el enfoque comunicativo de estudio de la
lengua, a atender a la diversidad de estratos sociales y culturales del país y con
miras a reducir la deserción escolar, objetivos ya descritos, el programa 2009 de
español presenta una reducción significativa de contenidos literarios, así como de
autores (en realidad no se menciona la lectura de ningún autor en específico dentro
del programa, más sí en documentos relacionados), géneros y de estudio de
habilidades literarias. De acuerdo a los nuevos objetivos del programa de español y
las cifras que hemos mencionado, existe la intención de que la mayor cantidad de
alumnos, sobre todo aquellos que llegan de entornos familiares alejados de la
cultura escrita, encuentren utilidad al estudio de la materia de español a través del
desarrollo de sus habilidades comunicativas.
La pregunta más importante para este artículo es si este tipo de programa logrará
formar mejores lectores para el mundo de mañana. ¿Podrá el actual programa de
español de la SEP ayudar a cumplir la meta de que los alumnos mexicanos lleguen
a los 425 puntos en PISA 201215?
TRES. EL PROGRAMA OFICIAL Y LA FORMACIÓN DE BUENOS
LECTORES
15
Comunicado SEP 189: “Es fundamental contar con maestros de calidad para el México que queremos: Lujambio”
en Portal SEP, 06‐12‐2010 en http://www.sep.gob.mx/es/sep1/C1891210.
10
Para definir a un buen lector, hemos realizado un cuadro comparativo presentado
al final de este trabajo entre lo que para la SEP mediante ENLACE constituye un
lector excelente, lo que para el examen PIRLS hace un lector avanzado y lo que
constituye el nuevo nivel 6 de habilidad lectora de PISA16. Para todos estos
exámenes, el lector más avanzado es aquel que integra las habilidades de todos los
demás niveles, por lo que se debe entender que el lector más competente en las tres
evaluaciones es el que posea todas estas habilidades. Otra nota importante es que
PIRLS aplica el examen a alumnos de edad promedio 9.5 años de edad, es decir,
alrededor de 6 años menos que los alumnos que toman el examen PISA.
El cuadro comparativo muestra a su vez cómo la diferenciación de niveles varía
notablemente sobre todo entre ENLACE y PISA, y al detallar los conocimientos y
habilidades de los lectores de acuerdo a su nivel, puede servir como un punto de
partida para posteriores investigaciones y desarrollos de materiales didácticos cuyo
fin sea equiparable al de la SEP: llevar a los alumnos a superar los 425 puntos en
el examen PISA 2012. Haría falta también profundizar en otro estudio por qué los
estándares ENLACE y el programa de la SEP insisten en
Gracias a este cuadro comparativo, también podemos llegar a algunas conclusiones
en el actual programa de español para la educación secundaria de la SEP:
• Pocas veces la lectura es considerada como un fin en sí mismo, generalmente
se lee para escribir o producir algún resultado más tangible en forma de otra
actividad.
16
PISA a nivel mundial es un examen reconocido por su marco teórico, así como por su objetivo de contribuir a
formar políticas educativas. Por ello se ha convertido en un referente a cuyas calificaciones aprobatorias aspiran los
ministerios de cultura de varios países.
11
• Los dos primeros grados de secundaria practican casi el doble de actividades
en torno a la lectura que tercero de secundaria.
• Primero y segundo de secundaria practican la mayoría de sus actividades en
el nivel básico de lectura, mientras que tercero de secundaria tiene la
mayoría de sus actividades en un nivel avanzado
• Hay pocas actividades de lectura centradas en los niveles intermedios de
lectura, los cuales cuentan con casi menos de la mitad de actividades que los
otros dos niveles.
• Hay muchas actividades de lectura que no responden a ninguna de las
exigencias de los tres exámenes revisados ni contribuyen a la formación de
un mejor lector, a pesar de estar relacionadas con la lectura directamente17.
• Desde primer año de secundaria se pide al alumno que trabaje a la vez con
varios textos, siendo una actividad recurrente a lo largo de los tres años. Sin
embargo en el examen PISA la comparación entre textos corresponde a un
nivel avanzado, pues antes se pide dominar un texto en solitario.
• No hay una reflexión metalectora, para ayudar al alumno a adquirir
habilidades que le permitan ser un lector más eficiente de acuerdo a sus
propósitos, tantos personales como académicos. Los programas para
actualizar a los maestros en materia de español incluso frenan la actividad
metacognitiva del lector. Por ejemplo, en una de las guías de trabajo de un
taller de actualización para maestros se pide que los docentes reflexionen en
su cuadernillo de trabajo sobre un caso concreto donde un maestro propone
como actividad final de la lectura de varios cuentos de un mismo subgénero
17
Estas actividades están descritas al finalizar el cuadro, e incluyen prácticas como la lectura en atril, la buena
dicción, el comentario de los compañeros para mejorar un texto escrito por el alumno.
12
realizar un cuadro de características comunes entre los cuentos. Los
asistentes al taller deben entonces responder a la pregunta: "¿Por qué
terminar con un cuadro de las nociones literarias distorsiona el sentido que
la lectura tiene fuera de la escuela?" La formulación de la pregunta, de
entrada, ya descalifica una actividad así (sugiriendo entre líneas al docente en
el taller que no la debe realizar en su clase), negando que el alumno lector
pueda hallar en la lectura de cuentos información relevante que puede
sustraer y con la cual formar nuevas conclusiones, es decir, lo que en PISA
se consideraría una lectura más detallada.
A modo de conclusión general, podemos deducir que el programa actual no tiene
claras sus metas en cuanto a formación de lectores respecta. Hay un énfasis mayor
en aplicar un nuevo enfoque dentro del programa, uno que relacione a los alumnos
directamente con la lectoescritura en su ámbito de vida diaria, pero no una claridad
en cuanto a qué significa un lector eficiente.
A continuación, describiremos algunas observaciones emitidas a partir de que lo
que el programa pide a los alumnos como lectores únicamente en el ámbito de la
literatura:
• El programa de español de la SEP se concentra en los géneros literarios
cuento, novela, poesía y teatro de una manera generalizada.
• La lectura de textos literarios no se aprovecha mas que en raras ocasiones y
con poca guía para estudiar algunos aspectos semánticos y sintácticos de la
lengua, a pesar de ser la literatura donde encontramos la diversidad de
expresiones que posee nuestro idioma.
13
• Hay poca diversidad de periodos y subgéneros en la propuesta de lectura
literaria, además de que no existe una propuesta concreta de corpus de
lectura (ni autores ni títulos) dentro del programa a la que el maestro
pudiera acceder para tomar sugerencias. Por tanto tampoco hay una revisión
de versiones accesibles, sobre todo en cuanto a las lecturas que implican una
distancia temporal, por lo que el maestro pudiera llegar a leer versiones
simplificadas y plagadas de errores que actualmente abundan en el mercado
editorial en México.
• No hay una graduación medida de dificultad en las actividades lectoras, es
decir, no se pide al alumno de tercer año que realice tareas de lectura más
complejas que al alumno de primero. Tampoco se le pide que "escale" sobre
su conocimiento previo para complejizarlo y alcanzar metas más difíciles.
Los ejercicios en torno a la lectura son escasos y en general están centrados
en que las modalidades de lectura se enfoquen en las demandas de la vida
cotidiana.
• No se trabaja con terminología literaria ni se profundiza en el estudio de la
literatura. Esto incluye la exclusión del conocimiento que la lectura literaria
puede aportar al alumno para ser un lector que de manera inteligente
encuentre las claves puestas por el autor para entender e interpretar el texto a
niveles más profundos. En resumen, no se usa un enfoque analítico para
trabajar la literatura en el salón de clases de secundaria. Paradójicamente,
como explicamos en el punto siguiente, se piden nociones de literatura para
realizar ejercicios de escritura.
• A pesar de que el programa intenta unificar los ejercicios de escritura con las
lecturas hechas en el salón de clases, se pide a los estudiantes que como
14
escritores identifiquen nociones de literatura que no han estudiado. Por
ejemplo, en el primer año se les pide dentro del área de literatura que
identifiquen tipos de narradores y sus efectos en los temas de reflexión,
cuando en el área de actividades sólo se piden que atiendan a ambiente,
personajes, estructura y trama. En el programa encontramos una pobreza de
elementos literarios a estudiar: acaso los alumnos que terminen su secundaria
tendrán un nivel elemental de conocimiento sobre figuras retóricas, el tono,
puntos de vista y divisiones de la forma teatral (escena, acto) o volverán a
estudiar nociones que conocían desde segundo de primaria como el metro, la
rima y la rítmica del verso. Por un lado son repeticiones casi idénticas de lo
que han visto a lo largo de toda la primaria, por el otro no hay una
evolución en dificultad acerca de los temas vistos en años posteriores.
En conclusión, y obedeciendo a una preocupación nacional reciente, el programa
intenta convertir a los alumnos de secundaria en ávidos lectores a través de una
simplificación de requisitos académicos en comparación con programas anteriores,
desapareciendo prácticamente toda teoría literaria, así como el estudio obligatorio
de determinados autores y/o periodos literarios. Además, al no haber en el
programa sugerencia de éstos se deja en manos de los libros de texto y sus autores
la selección de lecturas que los maestros habrán de realizar en el aula. Los
maestros que tengan acceso a Internet podrán acceder al programa en línea que
cuenta con algunas sugerencias, pero esto no implica que el maestro tenga dichas
lecturas en su salón de clases. En México, los libros de texto para secundaria son
de carácter gratuito. Sin embargo, a diferencia de los de primaria que son idénticos
para todos los niños, los de educación media son realizados por autores y
15
editoriales independientes y son sometidos a concurso. La calidad varía en demasía,
a pesar de que los aprobados deben cumplir con ciertos lineamientos y con el
programa oficial. No hay manera de poner obras completas (novelas, obras de
teatro) dentro de un libro de texto por lo que la lectura llega a los alumnos
recortada y en formatos artificiales. Obedecer a las demandas de la vida social y
leer por placer son las dos consignas que se incluyen en el programa para incitar a
la lectura durante la secundaria, dejando a un lado el estudio sistemático del saber
literario.
CUATRO. Y LA LITERATURA, ¿AYUDARÁ A FORMAR UN BUEN
LECTOR?
En los resultados de PISA 2009, se concluyó que los buenos lectores leen con
frecuencia y por su gusto diversas clases de lecturas, y que al menos la mitad de
ellos lee ficción por gusto propio. ¿Es acaso la literatura entonces un gusto que los
alumnos adquieren cuando ya son buenos lectores? ¿O es la literatura un
acompañamiento necesario para convertirse en un lector excelente? ¿Y es acaso la
historia literaria necesaria dentro del aprendizaje de la escuela básica?
La reforma de la enseñanza oficial del español en México, al preocuparse porque
los adolescentes encuentren uso al estudio de su lengua materna, ha simplificado el
estudio de esta disciplina, a pesar de que reconoce a la literatura como uno de los
tres ámbitos trascendentales para el estudio de la lengua, siguiendo de cerca la
división que PISA hace en sus objetivos de los usos de la lectura. Para PISA la
lectura por placer, además de estar ligada a un fin estético, está más cercana al
logro de los objetivos propios de cada lector individual ¿Es realmente la literatura
16
un instrumento útil para formar buenos lectores? Porque hay que diferenciar entre
la aceptación del supuesto que la lectura sirve para la recreación y el placer, sobre
todo la literatura, y el hecho de que la literatura se convierta en una herramienta
que forme mejores lectores, sobre todo en el caso que nos ocupa, los adolescentes
entre 11 y 15 años de edad.
La pregunta anterior todavía no encuentra respuesta definitiva. Quizá esto se deba a
que aún no resolvemos el dilema de definir qué tipo de lectores queremos en las
escuelas. Este dilema está ligado a una confusión que perdura: ¿La escuela debe
crear lectores por gusto o lectores competentes? Esta pregunta genera toda otra
serie de dudas: ¿Qué se crea primero, un lector por gusto o un lector que entiende
textos cada vez más difíciles? ¿Puede un maestro ser mediador y examinador a la
vez? ¿Puede la lectura por placer generar una evaluación?
PISA e IBO, dos miradas a la lectura competente y placentera
Un vistazo a PISA nos puede ayudar a enfocar con otro lente el estudio de la
comprensión de la lectura. En el examen PISA la lectura se entiende no como una
actividad de entretenimiento, sino como una actividad con objetivos estéticos,
cognitivos y sociales. PISA 2009 ha consultado con expertos en el ámbito de la
lectura en los países participantes para redefinir el objetivo de la habilidad lectora
como la comprensión, uso, reflexión y participación activa de y en textos escritos
para lograr las metas propias, para desarrollar el conocimiento y potencial propios
y para participar en la sociedad18. La habilidad lectora incluye una serie de
18
PISA 2009 Assessment Framework Key competencies in reading, mathematics and science, OECD Publishing, 2010
en http://www.oecd.org/dataoecd/11/40/44455820.pdf, p.24.
17
habilidades de conocimiento muy amplias: desde la decodificación, la gramática y
vocabulario, hasta el conocimiento de las estructuras textuales y también las
competencias metacognitivas. PISA 2009 las define como la conciencia y habilidad
de usar una variedad de estrategias apropiadas al procesar textos19, en otras
palabras, cómo leemos algo a partir de aquello que buscamos, la capacidad de
ajustar nuestra lectura a nuestro objetivo final. En cuanto a la literatura, como ya
mencionamos con anterioridad, dentro de los resultados de PISA 2009 se ha
llegado a la conclusión de que aquellos alumnos que poseen una excelente
habilidad lectora generalmente son los que leen por placer, leen gran diversidad de
materiales y leen con frecuencia. En este análisis la mitad de los buenos lectores
eligen leer por placer obras de ficción sobre las de no ficción. Sin embargo, el
propio examen PISA solamente cuenta con un 15% de textos de ficción y ha
decidido no usar una clasificación tradicional de textos (ficción y no ficción)
debido a que muchos autores en la actualidad deliberadamente borran el límite
entre ambas clases de textos. Podemos concluir entonces que la lectura de ficción
no se encuentra dentro de este examen como una prioridad y el examen muestra
como de [quizá mejor: “considera de”] mayor relevancia la diversidad de material
para leer que en la [“que la”] comprensión de la lectura literaria.
Sin embargo, hay que notar que a partir del 2009, PISA ha integrado a su
evaluación la intervención activa del lector en la lectura, integrando estudios
externos y resultados propios (desde el 2002) donde resulta ser más determinante
para la formación de un lector competente el factor de participación y compromiso
personal con la lectura que las diferencias socioeconómicas entre los alumnos20.
19
20
Ídem, p.23.
Ídem, p.69.
18
Resultados como éste son de interés especial para nuestro país debido a las intensas
diferencias socioeconómicas que parecen imposibles de librar simplemente desde el
ámbito escolar. La participación (engagement) del buen lector incluye la actitud, la
motivación y el comportamiento lector. La lectura para satisfacer una curiosidad o
un placer individual es un valor estimado en PISA 2009 como presente en los
lectores altamente comprometidos y participativos. Aquí es donde la ficción puede
jugar un papel determinante, puesto que el mismo examen PISA señala además que
la mitad de los buenos lectores leen ficción por placer21. Existen, como lo
demuestra PISA 2009, sistemas escolares que asignan horas de estudio a la lectura
por placer, por ejemplo, a través de materias dedicadas al estudio de la literatura.
Esta promoción de la lectura placentera dentro del sistema escolar tiene el poder
de aumentar la lectura incluso en los tiempos libres de los estudiantes22. Por lo
tanto, podemos concluir que a pesar de que PISA no atribuye a la lectura de
ficción un espacio relevante dentro de sus exámenes para señalar a los lectores más
competentes (recordemos que sólo 15% de los textos del examen fueron sacados de
la ficción en el 2009), sí reconoce que los estudiantes que leen por placer son
mejores lectores, y que la escuela puede influir en dicho gusto por medio de
materias que fomentan el estudio de la literatura. En otras palabras, PISA subraya
que la lectura por placer puede ser fomentada dentro de la institución escolar,
incluso incidiendo en los tiempos libres del alumnado.
Otro aspecto que PISA señala como relevante es la capacidad de reflexión
metalectora del buen lector. Los alumnos con calificaciones más altas en lectura
21
Hay otra mitad de lectores, la que lee por placer más textos informativos que literarios, que todavía se encuentra
menos estudiada que los lectores de ficción.
22
PISA 2009 Results: Learning to Learn: Student Engagement, Strategies and Practices (Volume III), OECD
Publishing, 2010, p.66.
19
son aquellos que usan conscientemente habilidades cognitivas destinadas a
profundizar y entender mejor su lectura (hacer resúmenes, por ejemplo, o comentar
sus lecturas). PISA 2009 determinó que es posible formar mejor lectores haciendo
explícitas las habilidades metacognitivas del lector, es decir, trabajando con el
alumno para que éste se vuelva cada vez más consciente de lo que debe realizar al
momento de leer determinado texto de acuerdo a los objetivos específicos que
persigue. Las principales habilidades metacognitivas que se piden al lector son:
• aprender a encontrar información importante dentro del texto
• retomar información previa de manera selectiva conforme vaya siendo
necesario al leer
•
traer de la memoria a largo plazo información relevante a la lectura actual
• identificar las ideas principales
• clarificar continuamente la lectura
Estas habilidades se usan de distinta manera de acuerdo a cuál sea la meta final que
buscamos al leer determinado texto.
Echemos un vistazo a otro sistema de estudio de la lectura para adolescentes, el
programa del Bachillerato Internacional (IBO), donde se propone al alumno el
estudio de al menos dos lenguas, una natal y la otra extranjera. La lengua natal se
conoce como el estudio de la lengua A1, una de las ochenta lenguas en que se
ofrece el programa, aquella con la que el estudiante tenga mayor familiaridad. Los
objetivos del estudio de la lengua A1 son mejorar las habilidades orales y de
escritura del alumno, respetar la herencia literaria de su idioma natal, y proveer
perspectivas internacionales complementarias a través del estudio de literatura
mundial. Se puede observar que, a diferencia de PISA, IBO relaciona directamente
el estudio de la lectura con la lectura de ficción. Por encima de eso, IBO otorga a
20
la lectura literaria el papel de transmisora de una herencia cultural que pertenece al
alumnado y de la cual la escuela tiene obligación de ser transmisora.
En este programa, que se puede cursar a nivel básico y superior, la literatura se
estudia como una disciplina que permite al alumno no solamente profundizar en
sus habilidades comunicativas, sino que también le permite comprender mejor al
ser humano en su diversidad (este aspecto se enfatiza continuamente), comparar
métodos de expresión artística, promover su gusto vitalicio por la lectura, así como
poder analizar a profundidad un texto escrito. El IBO propone una lista de obras y
sus traducciones de las cuales el maestro puede elegir para cumplir con los
requisitos del programa, además de dejar una sección abierta a la elección del
docente en la cual puede incluir obras que considere relevantes de acuerdo a su
cultura. A pesar de que el programa IBO es para alumnos que terminan la
secundaria, por lo que se enfoca a una educación más elevada que la secundaria, su
propuesta de subrayar la importancia de la diversidad está basada en la cantidad de
alumnos de diversas culturas que en todo el mundo lo estudian. Esta diversidad, y
el desarrollo de una tolerancia en torno a ella, en el programa del IBO se abordan
a través de requerimientos específicos de una lista de lecturas selecta y una
temática.
El IBO se sustenta en parte, como los programas estadounidenses de lengua
materna, en la literatura como eje rector de todo el conocimiento del idioma,
argumentando que la riqueza de la literatura es tan extensa que en ella se puede
estudiar cualquier aspecto del lenguaje. Esto se resume en el lema de Scott
Foresman con uno de sus programas del estudio nativo de la lengua inglesa: “La
lectura está en el corazón de todo”. En otras palabras, se subraya el hecho de que a
21
través de la lectura literaria, el programa aborda todos los aspectos del estudio de
la lengua natal.
De vuelta a México
Una vez revisados los enfoques que PISA y el IBO tienen acerca de la enseñanza de
la lectura como una actividad que va mucho más allá de la mera decodificación de
caracteres, se presenta la pregunta acerca de lo que sucede en nuestro país.
México cuenta con una reforma reciente a sus programas de estudio del español y
una secretaría rectora que cuida que se implemente el programa oficial tal y como
está estipulado en los documentos de la SEP. ¿Cómo favorecer la formación de
mejores lectores en México a nivel secundaria a partir del existente programa
oficial? Conviene tomar en consideración las recomendaciones que tanto PISA
como el IBO dan acerca de la participación activa del lector, su capacidad
metalectora, el peso de la literatura como herencia cultural, para proponer a
continuación un posible camino que el docente mexicano hoy día puede poner en
práctica sin dejar de cumplir con el programa oficial. Así pues, la siguiente
propuesta se enfoca a posibles temas y actividades que los docentes mexicanos,
obligados a tomar talleres de actualización, pueden abordar para, sin necesidad de
hacer cambios al programa actual, formar mejores lectores en sus aulas, con vistas
al examen PISA 2012.
Un docente que imparte la materia de español en secundaria, al leer y querer
aplicar el programa, debe tomar en cuenta que es muy difícil que la cara íntima y
personal de la literatura tenga un espacio real en el aula. Hay lecturas de textos
22
prohibidos, lecturas que gustamos de realizar ocultos del mundo23, que no tienen
su espacio en la escuela. Es posible que un maestro pueda compartir su experiencia
lectora con sus alumnos –tal y como pide el programa oficial. Sin embargo, esto
no necesariamente hará que el alumno encuentre en la literatura algo significativo
ni tampoco garantizará la formación de un buen lector. Esta conexión estética no
suele suceder al interior de la escuela, donde los espacios personales quedan
reducidos y se favorece el desarrollo de lo social. Dictada por gustos y necesidades
personales que surgen en diferentes momentos de la vida, la conexión personal con
la literatura tampoco se encuentra entre los objetivos educativos de la institución.
Haría falta desarrollar otra metodología y plantear otros objetivos para que el
cultivo del placer de la lectura se dé dentro del aula, dejar las calificaciones de
lado, sin embargo esto no es tema de este trabajo. Lo más que podemos
argumentar en este campo son los resultados PISA acerca de lo que fomenta el
estudio de la literatura en cuanto al tiempo libre que el alumno dedica a la lectura.
Sin embargo, existen otras formas de abordar la literatura en la escuela secundaria,
puesto que ésta tiene, en la otra cara de la moneda, un aspecto académico: cada
obra literaria habla de una época, de un autor, de un estilo, de un uso de la lengua
y de aspectos relacionados a los múltiples saberes escolares. No se trata solo del
conocimiento literario, sino que prácticamente todas las materias escolares pueden
encontrar un punto de confluencia dentro de la literatura. A pesar de que el
programa actual ya integra trabajos de otras materias para mejorarlos a través de la
materia de español, el ámbito de la literatura permanece totalmente separado del
ámbito de estudio y prácticas ciudadanas. Sin embargo, no debemos olvidar que la
23
Michèle Petit, Lecturas: del espacio íntimo al espacio público, México, Fondo de Cultura Económica, Espacios para
la lectura, 2008.
23
literatura también es una gran transmisora de los conocimientos –tanto concretos
como abstractos- adquiridos por la raza humana a lo largo de los siglos. Un caso
patente es el estudio de la ciencia ficción como preconizadora de varios inventos
que han cambiado el rumbo de la historia. La propuesta de Louise M. Rosenblatt
en su clásico La literatura como exploración ya abogaba en 1938 por: “Una filosofía
de la enseñanza basada en el reconocimiento equilibrado de los muchos elementos
complejos que integran la experiencia literaria, puede nutrir el desarrollo de una
comprensión más fructífera de la literatura.”24
En el programa oficial de la SEP en México se plantea la enseñanza de la
literatura en la escuela secundaria. Sin embargo, hay poca claridad en cuanto al
objetivo de las actividades literarias, sobre todo cuando se toca el tema de la
lectura. Probablemente esta falta de claridad tiene que ver con una yuxtaposición de
objetivos: el programa pide crear buenos lectores y a la vez pide que a los alumnos
les guste leer. El programa se encuentra más bien estructurado para motivar en el
alumno la lectura por gusto de diversos géneros literarios que para hacer de él un
lector a profundidad.
Pongamos por caso la lectura de la obra de teatro del Siglo de Oro propuesta para
tercero de secundaria. El programa oficial propone que “basta con una charla
informal para comentar el texto del Siglo de Oro o preparar un intercambio más
informado”25. Esto presenta una disyuntiva. Aquí hay un campo demasiado extenso
para que el docente trabaje el tema al nivel que crea conveniente, desde uno muy
bajo hasta lo que se considera “más informado”. En todo caso, el nivel de
24
Louise M. Rosenblatt, La literatura como exploración, México, Fondo de Cultura Económica, Espacios para la
lectura, 2002, p.49.
25
Petit, p. 30.
24
tratamiento de la obra de teatro en el programa queda confuso y esto puede
explicar en parte resultados tan disimiles en exámenes nacionales como ENLACE.
Esta falta de claridad en los objetivos para la mejoría de la habilidad lectora de los
estudiantes dentro del programa escolar contribuye, como dice Colomer, a que, a
pesar de tener estructuración, no haya modalidades que pidan propiamente al
docente desarrollar habilidades de lectura profunda en el alumno.
Lo primero que el docente debe hacer es dar al lector herramientas concretas para
entender cualquier tipo de texto al que se enfrente. Sólo después llegará el gusto
por la lectura, que, además de estar atado a una serie de factores sociales y
culturales, es únicamente factible cuando están resueltas las dificultades que un
texto presenta. Ya sorteadas con éxito estas problemáticas, el alumno podrá
disfrutar plenamente de la literatura, hasta llegar a incorporarla dentro de sus
tiempos libres.
Algunas sugerencias que el docente puede aplicar con el actual programa oficial en
el ámbito de la lectura son:
• Hacer consciente al alumno de la metalectura, es decir, una y otra vez
hacerlo ver cómo es capaz de reflexionar acerca de cómo lee cada texto. La
máxima griega “Conócete a ti mismo” se aplica: si sabemos qué nos falla en
nuestra lectura, seremos capaces de mejorarlo.
• Detallar lo más posible el programa oficial, es decir, sobre las indicaciones
ya recibidas, es posible que el docente borde en punto fino la indicación que
dará al alumno. Esto ayudará a que el estudiante se vuelva consciente de la
pregunta: ¿Para qué leo este texto? Si el alumno tiene cada vez mayor
claridad en por qué se le pide leer cierto texto, podrá disponer sus energías
de conocimiento hacia una meta concreta. También de esta manera su
25
memoria retendrá la información que considere pertinente de acuerdo a su
objetivo final como lector.
• Hacer de la memoria un instrumento útil para la lectura. Si sabemos que en
una de las principales habilidades que debe amaestrar un buen lector es su
memoria a corto y a largo plazo, hay que preparar ejercicios y prácticas
donde la memoria juegue un papel oportuno y el alumno descubra su
utilidad. Podrá comenzarse con la memoria más inmediata (preguntas como
¿qué se dijo al comienzo de esta oración? ¿cuál es el sujeto de la oración que
estás leyendo? o incluso ¿qué idea comienza este párrafo?) y ejercitarla hasta
llegar a la memoria que implica un mayor término de tiempo (aquí aplican
preguntas como ¿recuerdas el texto que leímos a comienzos de ciclo escolar?
o ¿qué leyeron el año pasado que les sirva para esta lectura que acabamos de
realizar?)
• No avanzar hacia la comparación de varios textos sin asegurarse que los
alumnos tienen dominio de uno solo. No tiene sentido marchar a pasos
agigantados y pasarse de largo las fases intermedias de la comprensión
lectora que, como señalamos al estudiar la tabla III con anterioridad, es la
fase más descuidada. De hecho en los exámenes el uso de varios textos se da
hasta las fases avanzadas de la compresión lectora, por lo que más vale
detenerse y estudiar a profundidad un solo texto.
• Ayudar al alumno a clarificarse constantemente su lectura. Para ello hay una
serie de recursos que muchos docentes conocen, como el resumen, la
paráfrasis, hasta una discusión en clase, y que pueden aplicar, siempre y
cuando vayan ayudando al alumno a darse cuenta de lo que está haciendo
26
(metalectura) al ponerlos en práctica y que no se le pide hacerlos porque
sean útiles en sí mismos.
Por otro lado conviene no dejar de lado las consideraciones que el examen PISA
hace acerca de los textos y su nivel de dificultad. Así el maestro podrá tener más
claramente a mano una lista útil de características a la hora de elegir qué tipo de
texto deben sus alumnos leer para entender con claridad. Es importante tomar en
cuenta que hay textos con diversos niveles de dificultad por su composición y que
no hay que intentar que un alumno principiante en su comprensión metalectora
acceda de golpe a niveles más altos donde incluso encontramos textos que indican
premisas en contra de la lógica común. Hay que enfatizar que no vale la pena
avanzar hacia la comparación de textos si no se han dominado los niveles más
bajos. En la tabla II encontramos una graduación de textos de acuerdo al nivel
PISA de lectura.
Nivel
Tipo de texto
1b
El texto apoya al lector, repite información y usa imágenes y símbolos familiares
1a
El texto contiene la información requerida, su sintaxis es simple, el contenido familiar (una
narrativa o lista simple), casi no hay información que compita con otra similar
2
En una parte del texto la información requerida no es prominente y el lector debe realizar
inferencias en un nivel bajo
3
La información requerida no está en el texto, hay mucha información que compite, el texto
posee obstáculos, como ideas contrarias a las expectativas o formuladas en negativo
4
Se pide un entendimiento exacto de un texto largo o complejo de contenido o forma no familiar
5
El texto usa ideas complejas que suelen ser contrarias a las expectativas
6
Se trabaja con más de un texto, las ideas no son familiares y hay información competitiva
prominente
Tabla II. Tipos de texto que se usan en el examen PISA de acuerdo al nivel lector
27
Es importante que el docente busque textos que abarquen todas las categorías que
el examen PISA señala: descriptivos, informativos, persuasivos, narrativo,
instruccionales y electrónicos. Se deben incorporar además actividades que ayuden
al alumno a discernir el juego entre la forma y el contenido, de tal suerte que el
lector quede sensibilizado para entender el significado que, a través de una relación
visual, gráfica, un tipo, color y tamaño de letra puede dar a un texto.
Por último, el docente debe intentar flexibilizar al lector en sus modalidades de
lectura. Ya sea que busque una idea principal, una información específica o
simplemente la comprensión global de una noción, el estudio guiado de los textos,
a través de la mediación del maestro, puede ayudar a que el lector se vuelva más
eficiente a la hora de resolver sus necesidades concretas en la lectura.
Ahora bien, a pesar de que la literatura se propone como el campo ideal para que
el lector se ejercite en sus estrategias, éstas no aparecen por sí solas y la metalectura
requiere de una instrucción y reflexión que la escuela y el docente pueden
propiciar. Sin embargo, es necesario que aparezca el ámbito de la metacognición
en materia de lectura como parte integrada de las actividades del programa oficial.
Si repasamos el proceso de la comprensión lectora, encontramos que para que un
lector entienda lo que un texto dice, primero parte de sus conocimientos previos
sobre el tema. Poco puede entender un lector de qué trata un texto si no conoce
nada sobre el tema. Sin embargo, y probablemente una parte más importante que
el conocimiento previo del tema están [sigo sin ver cómo funciona esta frase: quizá
mejor “más importantes que el conocimiento previo son aquellos…” aquellos
conocimientos específicos que nos dan maestría como lectores, lo que podríamos
llamar primeros conocimientos de lectura, que serían todos aquellos que nos
28
indican cómo se organiza la información para ser leída y que por tanto incluyen la
estructura del texto, las relaciones entre sus distintas partes, la propia organización
del párrafo y de la oración y los usos de los signos de puntuación. Nos referimos a
recursos del lenguaje que poseen reglas que el escritor elige seguir (o romper con
conciencia) y que dan las pautas para descifrar un texto a un nivel más profundo.
Son signos ocultos dentro de un texto escrito que, como las piedrecitas blancas de
Hansel, van guiando al lector a descubrir las capas más profundas en su lectura. Y
es el docente quien tiene que ir revelando al alumno su capacidad para descubrir
dichas piedrecitas al formarlo como un lector consciente de sus habilidades
metacognitivas.
CONCLUSIONES. PARA LEER POR PURO PLACER
En los resultados de PISA 2009 se ha concluido que aquellos alumnos que son
lectores profundos, leen con gusto ficción por cuenta propia, por mera curiosidad y
placer [Ya lo has dicho antes: será mejor que lo explicites]. Por otro lado, como
señala Guthrie (2009) debe existir interés por aquello que se lee, de ahí que las
tendencias actuales de la educación lectora se centren en el receptor, quien aviva la
lectura al tomarla entre sus manos y leerla. Podemos ver que la literatura va a
tomar un nuevo cauce como formadora de lectores, sobre todo hacia PISA 2012,
debido a los estudios realizados sobre el papel que demuestran el importante papel
que el interés juega en la formación de lectores.
29
Tal vez como dice García Marquez “un curso de literatura no debería ser
mucho más que una buena guía de lectura”26. Sin embargo, tampoco en
nuestros países de habla española hemos podido (o no hemos querido) alejarnos
del todo del estudio de la literatura como disciplina humanística y como legado y
herencia de nuestro lenguaje. Es posible proponer el estudio de la literatura como
disciplina humanística que tiene siglos de existencia y en cuyo interior hay un
tesoro de sabiduría para acceder a todo tipo de textos. Este puente tendido de esta
manera sí puede hacer a su vez más placentera la lectura, porque entonces el lector
se encontrará detectando el artificio detrás de la obra, la decisión del artista por
situar una palabra determinada que no otra de las miles que hay a su disposición.
Sí, partamos de la lectura por placer, pero reconozcamos que la escuela, en su afán
no discriminador y democratizador, no puede ignorar que hace falta primero
enseñar a leer, o más bien reconocer que hay una etapa intermedia de la lectura,
tras la fase decodificadora e integradora de sentido, donde el conocimiento
metalector se hace presente y que no importa el tipo de texto que se lea, habrá que
primero enseñar a conocerse cómo lector y dominar la metalectura para entonces
poder enfrentar cualquier tipo de texto.
Si lo que queremos es paralelamente cultivar el gusto del lector, sería quizá mejor
dejar a los alumnos durante algunas horas a la semana visitar la biblioteca y leer a
su placer y albedrío el libro que les atraiga. No conviene tampoco hacer que los
alumnos se vuelvan críticos literarios (bastante bien Lerner descalifica una
enseñanza literaria basada en interpretaciones que terminan en disparates), tampoco
se trata de cerrar a los alumnos las puertas a interpretaciones propias que difieran
26
Gabriel García Márquez, “La poesía, al alcance de los niños” en El país, Opinión 27‐01‐1981 en
http://www.elpais.com/articulo/opinion/poesia/alcance/ninos/elpepiopi/19810127elpepiopi_6/Tes
30
de las del maestro (todo buen texto literario es un abanico que se abre a las
interpretaciones). Sin embargo, resulta realmente contraproducente decir al
alumno que puede acceder a un texto sin haberle mostrado las rutas que, a lo largo
de siglos de historia, la literatura ha creado para acceder a una forma de artificio
que llamamos literatura. Dichos caminos tienden a hacer un texto mucho más
disfrutable para el lector.
Idealmente, tras el desarrollo de las experiencias metalectoras y su consiguiente
reflexión, el alumno podrá acceder a la lectura por gusto. El conocimiento, además
de la utilidad que tenga, genera placer, sobre todo cuando accedemos a niveles más
elevados de acuerdo a la edad de los alumnos. Por ejemplo, el estudio de la
comprensión de la ironía literaria verificada a través de la lectura de un cuento con
un final inesperado (pensemos en “El collar” de Guy de Maupaussant) dispara en
el lector la doble sonrisa interna (¿Por qué me estoy riendo? ¿Me duele este final o
la protagonista se lo merece?). Después se accede al siguiente nivel de
comprensión, cuando entendemos la tragedia del personaje femenino: una mujer
que cavó su propia tumba mediante la ambición. Sucede entonces la catarsis y
accedemos al nivel de la compasión. Para llegar a este grado de entendimiento, fue
necesario primero comprender el recurso literario usado por el autor, después verlo
puesto en marcha y finalmente entender el recorrido del personaje para analizar
nuestra respuesta como lectores.
El desarrollo de habilidades metalectoras es esencial para culminar cualquier
programa de formación de lectores, sobre todo si entre los objetivos se encuentra el
desarrollo de lectores que lean por gusto. No podemos saltarnos las fases
intermedias del estudio de la lectura y tampoco podemos dejar cabos sueltos en
programas de estudio que sólo piden a los alumnos comentar sus propias
31
interpretaciones sin rigor ni objetivos claros de por qué se pide leer determinado
texto. Las interpretaciones personales de la lectura pertenecen más al ámbito de la
lectura por gusto y no a la academia. Primero el alumno debe entender que debe
poner mucha atención a las palabras del autor antes que a las suyas, es decir, que
debe escuchar para después emitir. Sólo entonces el estudiante podrá, sorteadas las
dificultades lectoras, acceder al placer que conlleva la lectura.
32