Cincuenta números de Letras1
Sherry E. Gapper2
Universidad Nacional, Costa Rica
resumen
Se ofrece una crónica del desarrollo de Letras, desde su fundación, en
1979, hasta la actualidad. Es un análisis comentado de las políticas editoriales, sus orientaciones académicas generales a lo largo de los años, las
áreas disciplinarias y demás asuntos atinentes a una publicación periódica
de esta índole. Se señala la diversidad de aspectos y factores que han permitido una lenta evolución, desde un primer perfil entre revista literaria y
universitaria, hasta su consolidación como revista académica dedicada a los
estudios lingüísticos, literarios, sobre adquisición y enseñanza de lenguas,
lenguas indígenas y nuevas corrientes en las ciencias del lenguaje.
AbstrAct
The development of Letras is chronicled from its founding in 1979 up to the
present. An analysis is provided of editorial policies, its general academic
orientation as it evolved, the disciplines covered, and other issues characteristic of this type of periodical. Mention is made of a number of aspects and
factors which have contributed to its gradual shift from its first profile as a
university, literary publication to its consolidation as an academic journal
devoted to linguistics, literary studies, language teaching and acquisition,
and indigenous languages, along with new currents in language sciences.
Palabras clave: publicaciones periódicas, revistas literarias, estudios lingüísticos, teoría y crítica literarias
Keywords: periodicals, literary journals, linguistics, literary criticism
and theory
1
2
Recibido: 3 de febrero de 2011; aceptado: 7 de julio de 2011.
Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje. Correo electrónico:
[email protected]
Letras 50 (2011), ISSN 1409-424X
11
Gapper
Letras 50 (2011)
Preámbulo
El hecho de que una revista académica, como Letras, haya persistido a lo largo de más de tres decenios, resulta llamativo, sobre todo si
se tiene en cuenta que prácticamente ha recorrido la historia misma de
la Universidad Nacional. Muchas revistas análogas, en nuestra época,
han tendido a la especialización, puede que excesiva en nuestro medio,
en detrimento de productiva interacción académica entre los diversos
campos afines3. Letras ha procurado conservar ese principio de variedad
disciplinaria, abarcándola en ese nombre original de la revista, quizá
muy genérico pero eficaz para sus propósitos fundacionales. Además,
esa amplia base temática consolidada de Letras propicia la inclusión de
nuevas áreas y fomenta su exploración sistemática.
Para la Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje ha sido
esencial contar con un espacio reconocido para la difusión de los resultados de sus análisis e investigaciones, en un momento de transición en
muchos aspectos de los estudios lingüísticos, literarios y culturales.
Al publicarse ya medio centenar de números, conviene reflexionar sobre los alcances de la revista, como la oportunidad para
identificar áreas importantes no solo de la revista sino de la institución que representa; porque evaluar una parte del trabajo académico
es analizar en forma integral lo que se ha llevado a cabo durante
estos treinta y cinco años de historia. Como una de las primeras publicaciones de la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad Nacional, UNA), desde su creación Letras ha ejercido influencia en
sus unidades académicas por su voluntad editorial interdisciplinaria,
tanto entre las diversos campos de especialización de la Escuela de
Literatura y Ciencias del Lenguaje (ELCL), como entre los de esta
escuela y demás espacios la Facultad. Su pertinencia es palpable y
3
12
También, de manera parcial, da cuenta de este proceso de desarrollo y consolidación la ponencia
sobre la revista Letras, «Letras: una aspiración al diálogo y la integración académica», de Sherry E.
Gapper, presentada el 22 de octubre 2008, durante el Encuentro internacional del universo de las
revistas culturales y académicas en América Latina, auspiciado por la Facultad de Filosofía y Letras.
Letras 50 (2011)
Cincuenta números de Letras
demostrada en los artículos publicados en los diversos números y en
la variedad de campos de especialización de sus autores.
El desarrollo de la revista desde distintos puntos de vista 4
Para esta retrospectiva, se examinaron todos los cincuenta números de la colección así como información que corresponde a hechos
significativos y modificaciones fundamentales que reflejan no solo la
evolución de la revista sino la de las instituciones en ella representadas. Se presenta una crónica del desarrollo de la revista lo cual no se
había realizado hasta ahora en el caso de Letras. La evolución de una
revista se da en el tiempo pero también en diversos espacios temáticos
y se aborda simultáneamente desde ambas perspectivas.
La revista Letras apareció en 1979. Su concepción inicial combinaba aspectos de una revista artística y literaria con los de una
publicación académica. Además de estudios y artículos, publicaba
poesía, y en sus primeros números se le dio atención a lo gráfico.
También se creó una interesante sección de «documentos» (que todavía se conserva), que contiene material significativo para la historia literaria (por ejemplo, la polémica sobre el nacionalismo en los
inicios de la literatura costarricense), así como artículos especializados sobre estudios literarios o lingüísticos y, un poco después, sobre
la enseñanza de lenguas y traducción. Esta última orientación es la
que prevaleció y Letras se empezó a consolidar como revista propiamente académica. Su trayectoria da cuenta de los sucesivos campos
de interés en la investigación y la docencia de la ELCL y en otras
instituciones de enseñanza superior. A la vez, se pueden rastrear en
sus sucesivos números las huellas del estado y del desarrollo de las
corrientes teóricas y metodológicas así como de los temas y de las
disciplinas en el plano internacional.
4
Para seguir de cerca la evolución de la revista, se puede consultar en las bibliotecas de la UNA,
o bien se dispone de la colección de Letras en formato digital en el portal de las revistas de la
Universidad Nacional en: <www.revistas.una.ac.cr/letras>.
13
Letras 50 (2011)
Gapper
Aparte del profesorado de la ELCL o de la UNA, han publicado
especialistas de universidades e instituciones nacionales y de varios países de Europa, Asia, África, América Latina y Norteamérica. Algunos
de los cincuenta números publicados hasta el momento se han dedicado
a actas de los congresos de especialistas o a un tema en especial.
Un repaso de los índices de Letras permite describir el desarrollo
mismo de las disciplinas de la Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje y de la propia Facultad de Filosofía y Letras, y también ha sido
un fiel reflejo de la evolución de los temas de interés de los planes de
estudio. Una unidad académica como la ELCL, en la que convergen variadas disciplinas requiere aprovechar espacios como el que ha propiciado a lo largo de los años esta revista, para buscar puntos de confluencia
entre las diversas especialidades. Un análisis de las revistas publicadas
hasta la actualidad, ilustra el desarrollo de estas áreas disciplinarias.
El cuadro 1 presenta un panorama general de los principales
campos temáticos de la revista y que se retomarán más adelante.
Cuadro 1. Principales campos temáticos de Letras
14
Artes gráficas (solo en los primeros números)
Creación literaria (solo en los primeros números)
Lingüística (y estudios del lenguaje)
Lingüística (y lenguas indígenas)
Lingüística aplicada a la enseñanza de lenguas extranjeras
Lingüística aplicada a la enseñanza del español
Literatura
Literatura costarricense
Literatura en lengua francesa
Literatura en lengua inglesa
Literatura española
Literatura hispanoamericana
Literatura en otras lenguas
Semiótica
Teoría literaria y estética
Traducción e interpretación
Letras 50 (2011)
Cincuenta números de Letras
Letras 1 (1979)
Varios de los autores, e incluso impulsores de este primer número, ya hace más de tres decenios, aún participan en los quehaceres de esta institución5. Los primeros tópicos —el uso de la lengua
materna, estudios sobre poesía latinoamericana y extranjera— son
líneas temáticas que se han retomado una y otra vez. En ese primer
número, Isaac Felipe Azofeifa publica su ensayo «Imagen universal del hombre latinoamericano» (153-164)6, en el que se refiere a
la universalidad de quienes habitan Latinoamérica; Azofeifa afirma
que «el amo europeo y el norteamericano ya no son amos de nuestro
espíritu, de nuestro destino, porque ellos tampoco lo son del suyo.
Todos estamos en busca de nuestro destino. Es hora del encuentro
con nuestro destino universal» (163).
Aparte del ensayo de Azofeifa, el primer número contiene dos
artículos sobre el uso de la lengua, escritos por conocidos lingüistas,
«Problemas aspectuales del uso de hasta», de Ronald Ross (3-19), y
«Consideraciones acerca de la noción de ‘perífrasis verbal’ en español», de Gastón Gaínza (21-54); así como tres estudios literarios «La
indómita palabra», de Carlos Francisco Monge y Guillermo Barzuna
(55-95), «Algunas posibilidades del conocimiento sobre la literatura», de Carlos Aguirre Gómez (97-107) y «La poesía óptica de E. E.
Cummings», de José Otilio Umaña (109-112). Además, en la sección
«Obras literarias, pictóricas y biográficas», se publicaron «Seis dibujos», de Néstor Zeledón Guzmán (113-119), «La tercera alegría»,
poemas de Jorge Charpentier (121-130), «Un punto de partida», de
Mayra Jiménez (131-136), «Ileana», de Eduardo Saxe Fernández
(137-152), y «Autobiografía campesina (fragmento)», de Luis Felipe Hernández Hernández (165-172). Como «documento», se eligió
5
6
Según consta en la contraportada del primer número de la revista, participaron como directores
Antidio Cabal G., Zoraida Ugarte N., Carlos Aguirre G. y David Pinto D.; como miembros del
comité de redacción Oscar Chavarría A., Juan Durán L., Ronald Ross V. y Carlos Salazar R.; y
como colaboradores Gastón Gaínza A., Mayra Jiménez R., Sherry Gapper M. (como traductora) y
Eduardo Saxe F.
En adelante los números de página del número respectivo se consignarán entre paréntesis.
15
Gapper
Letras 50 (2011)
un extracto de «Las categorías literarias», de Roberto Brenes Mesén
(173-218), que su autor cierra con esta afirmación: «…[las letras]
pueden sobrevivir y llevar fruto sólo en la más absoluta libertad,
sin otro gobierno que el de las leyes recónditas que sigue el alma
humana en su obra de creación» (218), frase que aún hoy, tantos
años después, es una advertencia válida en momentos en que existen
amenazas y restricciones en la forma en que debemos expresarnos.
Los años que siguen
El primer número de una revista tiende a fijar sus características y sus derroteros. Tal ha sido el caso de Letras. Siguiendo el
patrón de su primer número, en Letras 2 aparece un artículo sobre
el lenguaje, tres sobre literatura, un documento en la sección «Obras
literarias, pictóricas y biográficas» dos relatos, dos conjuntos de
poemas y una obra pictórica. Uno de los artículos, el de Carlos Rafael Duverrán, «Notas para una reseña de la literatura costarricense»
(187-220), ha contribuido a definir las letras costarricenses, a partir
de una mirada prospectiva:
Es evidente que el aporte de estos movimientos enraíza con los mayores elementos de lo tradicional, y que sobre sus bases se desarrolla, con cierta continuidad, la evolución de esos géneros literarios,
que en el momento actual presentan gran riqueza y diversidad por la
conjunción de escritores de distintas generaciones y tendencias. El
panorama presente, más que al ahora, pertenece al futuro, cuando
los ciclos que aún no se cierran puedan mirarse con la debida perspectiva (219).
Desde ese futuro que ya se vive, se observa que en los años
siguientes, además de los estudios literarios, se publica una serie de
artículos referidos a temas lingüísticos, campo de creciente importancia en la institución. Eran los años en que estaba activo en la
ELCL un programa de doctorado en lingüística, con la participación
16
Letras 50 (2011)
Cincuenta números de Letras
y apoyo de destacados expertos, nacionales y extranjeros. Con el
tiempo se abarcarían temas de lenguas indígenas costarricenses y del
bilingüismo de Limón, asuntos aún vigentes en la actualidad. Ya en
otros números se considera también el español de Costa Rica. Siguen
también los estudios sobre la literatura, con predominio de obras literarias escritas en español.
En el número doble 6-7, se publicó «Limón: educación y bilingüismo», de José Bogarín y Ronald Ross (205-257), el primero de
varios sobre esa temática. Además, dada su importancia, Letras se
encargó de la traducción al español de parte de un estudio realizado
por Anita Herzfeld, profesora visitante en Costa Rica en ese entonces, el cual quedó publicado en Letras 10: «Un ejemplo de la progresión lectal en el contínuum criollo: do en el criollo limonense» (121137). Seguiría otro artículo de la misma autor en el número 25-26
de Letras, «La autoimagen de los hablantes del criollo limonense»
(139-158), en que se cuestiona la aculturación a la que se sometía la
zona atlántica:
El cambio que han sufrido las regiones de la zona atlántica, desde
el tiempo en que el inglés fuera favorecido por la Compañía hasta
que se dio la centralización de las autoridades del Estado, trajo como
consecuencia una intensa aculturación de las minorías a la expansión funcional de las normas nacionales, incluyendo al español, el
idioma oficial (156).
Herzfeld destaca asimismo que esto había sido en parte el resultado de una orden del Ministerio de Educación, que intentó «suprimir toda educación en inglés [en la zona atlántica] y nacionalizar
la región» (155). Letras no se quedó al margen de fundamentales
temas sociales y lingüísticos que influyen en el desarrollo de la calidad de la educación en el país. Mirada ya desde el futuro de aquel
momento, esta situación muestra lo perjudicial que sería que la academia sirviera solo para cumplir con directrices políticas. También
17
Gapper
Letras 50 (2011)
muestra lo esencial que es la autonomía universitaria y la necesaria
independencia de una revista académica, como agentes de cambio y
de generación de conocimientos.
Por otra parte, pese a la importancia que se les prestaba en
las diversas instituciones costarricenses, tardaron un poco más en
llegar a Letras los primeros artículos sobre las lenguas indígenas,
tema que ha cobrado creciente importancia. La lingüista Margaret
Dickemann fue la primera en publicar en Letras, en el número doble 8-9, un estudio sobre una lengua indígena: «El conflicto entre la
sintaxis y el discurso en jacalteco» (259-287). Se trata de una lengua
maya que se habla en el norte de Guatemala. Más adelante en Letras
15-16-17, Juan Santiago Quirós publica el primer estudio sobre una
lengua indígena de Costa Rica, «Términos chorotegas en la toponimia guanacasteca» (161-170); y María Eugenia Villalobos Gamboa,
en Letras 29-30, «Bribri: lengua con cláusulas relativas del núcleo
interno» (225-239). El guatuso también está presente en Letras 37
en «Etnoornitología guatusa» (139-165), de Ginneth Pizarro Chacón. Avanzando aun más se hace presente en Letras 39 una actitud
renovadora hacia las lenguas indígenas en Costa Rica, en «Actitudes
hacia la enseñanza de las lenguas indígenas» (267-273), de Carmen
Rojas Chaves. Seguirán otros artículos más sobre el boruca, el buglere, el guaymí y otros en Letras 43, número temático en el que
se publicaron ponencias seleccionadas del I Simposio de Programa
Lenguas Indígenas de la Baja Centroamérica.
El español de Costa Rica ha sido un tema fundamental y ha
sido abordado desde muy diferentes perspectivas. Desde «El vocabulario del trapiche costarricense», de Jorge Alberto Alfaro Pérez, en
Letras 8-9 (217-257), hasta la de la lingüística histórica de Miguel
Ángel Quesada, «Aspectos del español en Costa Rica en documentos
de la época colonial», Letras 15-16-17 (61-70), Veinte años después,
Quesada publicaría Historia de la lengua española en Costa Rica7 y
7
18
Miguel Ángel Quesada, Historia de la lengua española en Costa Rica (San José, EUCR, 2009).
Letras 50 (2011)
Cincuenta números de Letras
otros valiosos estudios sobre el tema; también publicó en Letras 37
su análisis «El participio con complemento pronominal en el español
de Costa Rica» (5-29). Otros autores más se han referido a temas afines y quizás estos artículos constituyen una base para intensificar en
la ELCL el interés que se desarrollara más adelante en la enseñanza
de la lengua materna.
A partir del los primeros diez números
En el número doble 11-12, de Letras (de 1983), además de
varios estudios literarios, se publica por primera vez un artículo sobre la enseñanza de una segunda lengua, «Teoría y práctica de la
respuesta física total» (7-29), de Wolf Hollerbach, Lelia Villalobos,
Elsa Atencio y Sherry Gapper. Al mismo tiempo, en la Escuela de
Literatura y Ciencias del Lenguaje empezó a cobrar más importancia
el campo de la enseñanza de lenguas, como lo manifestó la fundación de la Licenciatura en la Lingüística Aplicada a la enseñanza del
Inglés como lengua extranjera.
En el siguiente número, se publica un artículo sobre la enseñanza de la lengua materna, producto también de esta nueva orientación, «La enseñanza del español en crisis», Letras 13-14 (7-19),
de Flora Ovares (quien más adelante fungiría de directora de Letras
durante unos años8), junto con Jorge Alfaro, Margarita Rojas y Sonia
M. Mora; ellos presentan los resultados de un estudio más amplio del
que da cuenta la pequeña obra La palabra al margen, en la que intentan «no solo describir la situación problemática sino...explicar sus
componentes, su dinámica, su génesis» (10). Siguen otros más; entre
ellos: «Nuevos contenidos para la enseñanza del español en III ciclo
y educación diversificada», Letras 15-16-17 (145-159), de Rolando
Zamora; y «El manejo del texto y su relación con la comprensión
lectora», Letras 18-19 (5-26), de María del Carmen Ugalde.
8
En orden cronológico, luego del grupo fundador ya señalado, quienes han fungido como directores son:
Faustino Chamorro (a partir de Letras 11-12), Carlos Francisco Monge (a partir de Letras 23-24), Juan
Durán Luzio (Letras 31), Flora Ovares (Letras 32-37) y Sherry E. Gapper (a partir de Letras 38).
19
Gapper
Letras 50 (2011)
Unos años más tarde el área temática de lingüística aplicada
iniciada en Letras 11-12 da nuevos frutos a partir del número 23-24,
en el que Jorge Hernández Villalobos publica «The Socio-Cultural
Content of Textbooks and the Teaching of Culture in Foreign Language Programs» (83-104), referido a la enseñanza del inglés; y en
el siguiente número 25-26, Virginia Vega Carballo ofrece el primer
artículo sobre la enseñanza del francés, «Fonética y enseñanza del
francés» (209-219). Seguirán otros cincuenta títulos más en que se
presentan estudios realizados sobre diversos aspectos de la enseñanza, el aprendizaje y la adquisición de un idioma extranjero, tanto
para el caso del francés como del inglés como lenguas extranjeras.
Entre ellos se eligió también para la sección de «Documentos» un
ensayo de José de Caso «La enseñanza del idioma» en Letras 44
(255-262), viejo estudio en el que ya se ponían en entredicho muchos de los mismos asuntos que se debaten hoy día. En un momento
en que el mundo editorial tiende a fomentar la aparente renovación
por razones comerciales, la sección de «Documentos» permite a la
comunidad académica conocer los estudios de épocas anteriores.
Memorias de congresos
La revista, como publicación, no ha adoptado como programa
influir o promover modificaciones o reorientaciones académicas en
la institución; antes bien, su trayectoria refleja el resultado de los
cambios y la evolución en las diversas especialidades albergadas en
sus páginas. Desde luego, ha habido ocasiones para fomentar cambios, como son los congresos académicos de cuyos estudios la revista se ha alimentado. Bajo la dirección del profesor Faustino Chamorro, se recogió en Letras 15-16-17 (1986) una selección de casi
cuarenta ponencias presentadas en el Segundo Congreso Nacional
de Filología, Lingüística y Literatura, llevado a cabo ese año en la
Universidad Nacional, con participantes nacionales y extranjeros.
Ese congreso marcó el inicio de una etapa de proyección de la institución, así como la introducción de nuevos temas.
20
Letras 50 (2011)
Cincuenta números de Letras
Siguieron otros congresos, como el III Congreso de Sociocrítica, llevado a cabo en Costa Rica en 1993, del que se recogen en
Letras 33 algunas de las ponencias presentadas. En otro número se
reproducen ponencias del X Congreso de Filología, Lingüística y Literatura celebrado en 2003. A eso se suman varios simposios sobre
lenguas indígenas, y las tres ediciones del Congreso Internacional
de Lingüística Aplicada (CILAP, 2007, 2009, 2011), en que se tratan
la enseñanza de la literatura y las lenguas extranjeras y la materna,
la traducción, entre otros asuntos. De las ponencias presentadas, algunos de sus autores han elaborado artículos que llegaron a formar
parte de Letras. Más recientemente el xx Congreso Internacional de
Literatura Centroamericana (CILCA, 2012) ha llegado a nutrir la
revista con artículos basados en algunos de los estudios presentados
(Letras 49-50). El desarrollo de la Escuela de Literatura y Ciencias
del Lenguaje y su ampliación temática ha enriquecido la revista al
igual que lo han hecho los diversos congresos auspiciados por la
Escuela, los cuales han permitido también la interacción con profesionales de otras universidades nacionales e internacionales.
Los estudios literarios
El CILCA versó sobre la literatura centroamericana contemporánea. Este campo ha sido, cuantitativamente, el predominante en
la trayectoria de Letras. Casi la mitad de los artículos publicados se
refieren al análisis de obras literarias: noventa estudios sobre obras
literarias costarricenses, once sobre obras literarias en lengua francesa; doce sobre obras literarias en lengua inglesa; dieciocho sobre
obras literarias españolas; un centenar sobre obras literarias hispanoamericanas y diez sobre literatura en otras lenguas. Los análisis se
han orientado desde muy variadas aproximaciones y dan muestra de
la evolución y de las posibilidades adoptadas por autores particulares sobre los temas y objetos de estudio. Se han introducido nuevos
métodos de análisis y se han dado a conocer obras poco investigadas.
21
Gapper
Letras 50 (2011)
Sobre teoría literaria y estética hay también unos ocho estudios y
sobre aspectos semióticos otros doce.
El primer estudio sobre literatura escrita en inglés, ya señalado, apareció en el primer número y siguieron otros artículos más,
pero hubo que esperar hasta Letras 11-12 para contar con uno referido a una obra literaria en francés: «Sobre tres poemas de Victor
Hugo» (71-101), de Juan Durán Luzio. En ambos casos el interés fue
aumentando con el tiempo, con el fortalecimiento de los programas
de lenguas extranjeras y el creciente interés en el ámbito internacional en general. Sin embargo, se han publicado relativamente pocos
estudios sobre literatura escrita originalmente en otras lenguas, no
como política editorial de la revista, sino resultado de las posibles
contribuciones que le llegaban: algunos referidos a literatura en árabe, en alemán, en griego, y siempre por medio de su versión en español o en francés.
Esta especie de vocación natural de la revista por abrir sus páginas a las letras (en rigor, a las manifestaciones literarias) ha sido una
constante. Desde luego, los estudios sobre las letras costarricenses
ocupan un lugar destacado, no solo porque atienden lo más cercano,
sino porque se responde a unas directrices académicas de estudiar el
patrimonio literario costarricense, el del pasado y el contemporáneo.
Figuran varios estudios sobre autores del canon nacional (Manuel
González Zeledón, Joaquín García Monge, Roberto Brenes Mesén,
Carlos Gagini), pero también los hay sobre nuevas alternativas a
las letras nacionales, con estudios sobre Max Jiménez, Isaac Felipe
Azofeifa, Eunice Odio o Fernando Contreras. Mención aparte merece la recuperación de algunos viejos documentos sobre la literatura
nacional, que se han reunido, en sucesivos números de la revista
en la sección «Documentos», como ha quedado dicho. Vale la pena
mencionarlos, título a título: «Las categorías literarias», de Roberto
Brenes Mesén (Letras 1); la «Polémica entre nacionalismo y literatura», en la que intervinieron varios escritores ilustres en la etapa de
formación de las letras costarricenses (Letras 8-9); «La posición de
22
Letras 50 (2011)
Cincuenta números de Letras
los actuales estudios literarios y lingüísticos y nuestra enseñanza del
castellano», de Isaac Felipe Azofeifa (Letras, 29-30); «Cronología
de la Academia Costarricense de la Lengua» (Letras 40), de Arturo
Agüero; «Carta literaria», de Justo A. Facio (Letras 41); «Literatura
patria», de José Fabio Garnier (Letras 45 y 46), y una «Breve antología de poemas en prosa costarricenses» (Letras 47).
Los otros dos universos mayores de la literatura escrita en español, el peninsular y el hispanoamericano, también han recibido
a lo largo de estos tres decenios, particular atención, no solo por el
valor intrínseco de obras y autores, sino también por su influencia en
las letras costarricenses. Así, Letras ha publicado interesantes estudios sobre clásicos del siglo áureo (el Lazarillo, Lope de Vega, Cervantes), o sobre la poesía española contemporánea (de escritores de
las generaciones del 27 y del 36), y uno sobre las relaciones entre la
poesía costarricense y la española: «Andanzas españolas de la poesía
costarricense» (Letras 47), de Carlos Francisco Monge. De su abundancia y variedad, no faltan meticulosos análisis de las mejores plumas hispanoamericanas: Darío, Rodó, Asturias, Neruda, Carpentier,
Paz, Roa Bastos, Borges, Cortázar, Fuentes, Cardenal. También hay
estudios sobre clásicos como las «Cartas de navegación» de Colón,
el Periquillo Sarniento o el Martín Fierro.
Contactos entre culturas y lenguas
Otro conjunto de estudios son los que se ocupan de traducción literaria, campo que se había desarrollado relativamente poco
en Costa Rica. El estudio «La historia de la traducción como tarea de
investigación de las letras nacionales» (125-142), de Miguel Ángel
Vega Cernuda, da cuenta de esa situación y señala algunas vetas de
interés. Se destacan en particular los recientes análisis de traducciones de literatura costarricense al alemán, al francés y al italiano,
también recogidos en Letras 43: «Recepción y traducción en alemán
de Mamita Yunai de Carlos Luis Fallas», de Vega Cernuda (143156); «La traducción alemana de Marcos Ramírez de Carlos Luis
23
Gapper
Letras 50 (2011)
Fallas», de Pino Valero (157-176); «La traducción del espacio novelesco de Fernando Contreras Castro y su transferencia a la realidad
alemana», de Juan Antonio Albaladejo (177-192), y «La recepción
del Mamita Yunai de Carlos Luis Fallas en Italia y Francia: entre la
proximidad lingüística y la divergencia cultural», de Javier García
Albero (193-205). A estos se suma «Mamita Yunai: una traducción al
húngaro», de Judit Tomcsányi (69-86) en Letras 46, donde se afirma
lo siguiente:
Todas las culturas del mundo tienen en común, por la misma naturaleza humana, ver a otras culturas como «el otro», en el sentido de «lo
diferente», «lo extraño», «lo ajeno», a lo cual las relaciones de poder añaden las connotaciones, o bien de «respetable», «envidiable»,
«apreciable», o por el contrario, «temible» o «despreciable» (71).
Evidentemente, la traducción como ejercicio y una revista académica dedicada a las letras tienen que encontrar puntos de encuentro. Se hacen confluir lenguas, culturas y perspectivas que permiten
tomar distancia y comprender, con más detenimiento, esa tan buscada y al mismo tiempo elusiva otredad. Los estudios sobre traducción
habían comenzado a cobrar más importancia en Letras a partir del
número 15-16-17, con el artículo de Óscar Chavarría: «Reflexiones
sobre la traducción», (21-35). Seguiría otro en Letras 23-24, junto
con diversos estudios del campo de la lingüística aplicada. Publicado
en 1990, ese número da cuenta de las nuevas inquietudes de nuestro
claustro y de nuestra sociedad. Algunos años después se fundaría el
Plan de Licenciatura en Traducción como respuesta a las nuevas
necesidades de mediación cultural y lingüística en el ámbito costarricense. En 2004, se publicó un número dedicado principalmente a la
traducción e interpretación y a la enseñanza de lenguas y literaturas.
No es casual que en años anteriores se habían fundado en la Escuela
de Literatura unos programas de posgrado en sendas especialidades.
24
Letras 50 (2011)
Cincuenta números de Letras
En los números posteriores observamos, en muy diversos campos —literatura, traducción, lingüística, enseñanza de idiomas extranjeros, lenguas indígenas, teoría literaria— el desarrollo continuo
y constante de lo que ya había años antes. Se retoman en cada especialidad temas fundamentales una y otra vez desde muy distintas
perspectivas. Empiezan las referencias a nuevas teorías y conceptos
de la semiótica, del análisis de aspectos culturales y la enseñanza de
nuevos conceptos. Aparecen renovados acercamientos a los diversos
campos de estudio y a una nueva disposición para la generación de
conocimientos.
Quiénes escriben: algunas obligadas estadísticas
Según lo visto, Letras no se ha quedado al margen de los temas que tendrían más adelante importantes repercusiones. Se han
mencionado los estudios sobre lenguas indígenas, la enseñanza de
lenguas extranjeras y maternas, los factores políticos que influyeron
en la situación lingüística de la zona atlántica y la literatura como
un representación de referentes sociales y culturales. Por ello cabe
analizar el perfil de quienes han publicado en Letras desde su inicio:
primordialmente docentes universitarios e investigadores de las diversas áreas disciplinarias de las humanidades.
En los diez primeros números —es decir, durante los primeros
cuatro años— quienes publicaron sus artículos suman ciento nueve
personas, de las cuales veinticuatro son mujeres (menos del 25%),
proporción que ha variado significativamente con el tiempo, hasta
hoy día. Como reflejo de lo que ocurre en su entorno, y sin que la administración de la revista se lo hubiera propuesto, ocurrió un cambio
en la proporcionalidad de contribuyentes, según fueran mujeres o
varones. En los números sucesivos (entre el 11 y el 21, por ejemplo)
ya se manifiestan notables diferencias: de noventa y cinco contribuyentes, cincuenta y dos son varones y cuarenta y tres mujeres. El número doble 11-12 es el primero en que la cantidad de mujeres iguala
25
Gapper
Letras 50 (2011)
la de los varones, y ya en el 18-19 se da una proporción inversa. La
tendencia se mantuvo y en los siguientes conjuntos de números (2230) y (31-40) la cantidad de autoras supera la de hombres, como se
observa en el cuadro 2. En total de casi quinientas personas que han
publicado en Letras, durante estos casi treinta y cinco años, doscientos setenta y tres son varones y doscientos dieciocho mujeres. Sin
embargo, es esencial indicar que en ningún momento ha sido política
de Letras excluir o incluir un artículo por razones de género; las diferencias han sido resultado de cambios externos a la revista.
Cuadro 2. Contribuyentes de artículos (según sexo)
Números de Letras
Varones
Mujeres
Total
1 a 10
85
24
109
11 a 21
52
43
95
22 a 30
23
29
52
31 a 40
53
71
124
41 a 50
60
51
111
273
218
491
Otra perspectiva desde la que debe conocerse a fondo una revista, sobre todo académica, es la que tienen que ver con las políticas
adoptadas con relación a los idiomas. Desde el primer número se
publican estudios, escritos en español, sobre obras literarias en inglés. Aparte de estudios como ese, en esos primeros años era política
editorial traducir artículos, cuando ello se estimaba oportuno. Tal es
el caso de estudios como el de Letras 3, «Épica y soledad en El otoño
del patriarca» (3-45), o como el de Letras 10, «Hacia la búsqueda
de la identidad peruana» (159-189), originalmente en inglés. En ese
momento no se consideraba aún la posibilidad de publicar en otras
lenguas, reflejo de una política lingüística entonces prevalente.
No fue sino hasta la aparición de Letras 13-14 cuando se publicó un artículo en inglés: «A Further Look at the Dramatic Parallels
26
Letras 50 (2011)
Cincuenta números de Letras
in García Lorca and Tennessee Williams: The Poetic Qualities and
Symbolism in Yerma and The Purification» (89-102), de Taño-Manning y Manning. Esta apertura se dio de manera relativamente lenta; el siguiente artículo fue escrito en francés: «Remuer des tonnes
d’annés: Yadira Calvo re-lit la littérature» (217-227), de Letras 1819. En la medida en que se abría paulatinamente la academia costarricense a los contactos efectivos con universidades del exterior
fueron admitidos cada vez más artículos escritos en otras lenguas.
A partir de Letras 23-24, en que figuran dos artículos en inglés, se
ha aceptado en cada número un promedio de dos artículos, en inglés
o en francés, como se indica en una muestra parcial en el cuadro 3.
Cuadro 3. Artículos publicados en inglés o en francés
número
Inglés
Frances
25-26
1
0
número
Inglés
Frances
38
0
1
27-28
2
0
39
1
0
40
2
0
29-30
2
1
41
3
1
31
2
1
42
0
7
32
1
1
43
0
0
33
1
0
44
6
0
34
2
1
45
0
0
35
0
0
46
3
0
36
3
0
47
2
0
37
0
1
48
3
0
Diversos números podrían ser de interés por su integración
temática. El número 42 lo integran siete artículos redactados en
francés, porque se les dedicó a estudios sobre la lengua y la cultura
francesas. Otros, como el número 35, se dedican enteramente a la literatura costarricense; contiene dieciséis artículos sobre su narrativa:
o el 38, que reúnen artículos en torno a la literatura fantástica, analizada desde distintas perspectivas culturales. En 1994, se publica un
número doble —el 29-30— que recoge las charlas y conferencias
con ocasión del vigésimo aniversario de la Escuela de Literatura y
Ciencias del Lenguaje. Versan sobre la narrativa latinoamericana, la
adquisición una segunda lengua y sobre la lengua bribri. Otro caso
particular es el número 22 —único de su índole, por tratarse de un
27
Gapper
Letras 50 (2011)
número enteramente monográfico, y sobre una escritora—, en el que
se publica una extensa bibliografía comentada de la escritora costarricense Carmen Naranjo: contiene una breve biografía y dilatada
información de su obra literaria y de la crítica alrededor de ella.
Letras ha adoptado a lo largo de los años una vocación integradora y dialogante, desde el punto de vista académico, disciplinario y
epistemológico. Eso, dentro de ciertas limitaciones materiales y financieras de la institución, no deja de ser un mérito notable. En otras
circunstancias, pudo haber sido de desear contar con sendas revistas
dedicadas enteramente a los estudios lingüísticos, a los estudios de
crítica y teoría literarias, incluso con una revista estrictamente dedicada a la creación literaria. Con Letras, lejos de excluir, se ha buscado integrar y propiciar la coexistencia de estos variados campos del
saber y del quehacer intelectual y artístico. De ese modo, se da opción a dar con puntos o aspectos en común, aun entre especialidades
tan variadas y, en apariencia, diversas. Hoy día convergen no pocas
áreas de conocimiento, disciplinas y espacios del saber: lingüística
general, lingüística aplicada, estudios traductológicos, monografías
sobre literatura, relaciones entre cine y literatura, corrientes de la fonología contemporánea, acercamientos a las lenguas indígenas costarricenses, estudios sobre el canon artístico y literario, adquisición o
enseñanza de lenguas, estudios sobre variantes del español; incluso,
los denominados hoy día estudios culturales, en su amplia gama de
orientaciones y temas.
Una puerta al espacio internacional
De esa historia, además, conviene mencionar algunas observaciones sobre su desarrollo material. Vista en su conjunto, se observan dos etapas: la primera, de los números 1 a 10, fue una publicación con tomos de más de 200 páginas, que combinó aspectos de una
revista artística y literaria (poesía, cuento, pintura) con los de una
propiamente académica. La segunda, desde el número 11 hasta la actualidad, corresponde a su consolidación institucional; sus entregas
28
Letras 50 (2011)
Cincuenta números de Letras
se concentran en estudios literarios y lingüísticos, la enseñanza de
lenguas, la traducción y la traductología, y las lenguas indígenas.
Esta segunda etapa también ha llevado a novedades, con el tirón de
las nuevas tecnologías y opciones de la comunicación; así, la revista
se sigue difundiendo en su versión impresa convencional y a partir
del segundo semestre de 2011 en una versión digital. Con ello, Letras se acopla a los ritmos de la comunicación contemporánea, y
fortalece sus características como revista académica con estándares
internacionales: un acceso rápido y eficaz a sus contenidos, intercomunicación con sus pares (nacionales e internacionales), y un contacto efectivo y dinámico con la comunidad académica.
La considerable transformación de la actividad editorial ha hecho imperativa la innovación. Durante la etapa de transición tecnológica, también ha sido insoslayable afrontar las nuevas condiciones
y exigencias en los procesos de edición. Estar al día en esa materia
es parte de las tareas de la revista, de sus administradores y de las
políticas generales de la institución.
Epílogo
Como ha quedado dicho, Letras es una de las primeras revistas académicas fundadas por la Universidad Nacional, y sigue tan
activa como durante su etapa inaugural. Ha cumplido su misión de
abrir nuevos espacios al conocimiento y al desarrollo de las áreas
del conocimiento que impulsa, y a la vez fecunda, la actividad académica de la cuna donde nació, la Escuela de Literatura y Ciencias
del Lenguaje. Estos cincuenta números, publicados durante más de
tres decenios son el testimonio material e intelectual de una historia
que empezó con un tomo —aquel primero fue de 218 páginas, en
formato de cuarto de folio, con tapa en verde olivo— y que hoy
se ha convertido en un espacio internacional, ya inserto en una red
de comunicación planetaria, como lo exigen las circunstancias y las
nuevas condiciones de la cultura.
29