Redescubriendo la pedagogía de la
esperanza de Paulo Freire
Enrique Vílchez Quesada1
Escuela de Informática
Universidad Nacional
Costa Rica
[email protected]
Resumen
Este escrito redescubre una importante obra del pensador latinoamericano Paulo Freire, llamada La pedagogía
de la esperanza: un reencuentro con la pedagogía del
oprimido (Freire, 2005) que publicó en el año de 1992.
Después de haber sido objeto de una intensa persecución
ideológica y política en su país de origen Brasil y en el
exilio, Paulo Freire, con una madurez íntegra otorgada
por los años y la experiencia, redefine en la Pedagogía
de la esperanza, los principios de su Pedagogía del oprimido, siendo un testigo fiel de la praxis orientada a la
emancipación del oprimido y del opresor. El presente
ensayo relata, en un marco contemporáneo, las principales reflexiones evocadas por Freire; con la esperanza de
rehabilitar en el acto educativo y su rol esencial de motor
de cambio, el desocultamiento de la verdad y recurso indispensable hacia la búsqueda de la justicia social.
Recibido: 9 de marzo de 2020. Aprobado: 2 de setiembre de 2020.
http://dx.doi.org/10.15359/rep.16-1.5
1 Docente e investigador Catedrático de la Escuela de Informática de la Universidad Nacional
de Costa Rica. Cuenta con una licenciatura en Educación matemática, una maestría en Tecnología e informática educativa ambos títulos emitidos por la Universidad Nacional de Costa
Rica y una maestría en entornos virtuales de aprendizaje por la Universidad Técnica Nacional
de Costa Rica. Es autor de más de cuarenta artículos científicos y de divulgación en las áreas
de matemática e informática educativa y libros relacionados con el uso de software con fines
didácticos. http://orcid.org/0000-0002-2571-5729
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
• 103
Enrique Vílchez Quesada
Palabras clave: aprendizaje, educación, enseñanza, esperanza, pedagogía
Abstract
This essay rediscovers an important work of the Latin
American thinker Paulo Freire called Pedagogy of Hope:
Reliving Pedagogy of the Oppressed that he published in
1992. After having been subject to intense ideological
and political persecution in his country of origin Brazil
and in exile, Paulo Freire, with a full maturity granted
by years and experience, redefines in the Pedagogy of
Hope, the principles of his Pedagogy of the Oppressed,
being a faithful witness of the praxis aimed at the emancipation of the oppressed and of the oppressor. This essay
recounts, in a contemporary framework, the main reflections evoked by Freire with the hope of rehabilitating in
the educational act, and its essential role as an engine of
change, a disregard of the truth, which is an indispensable resource towards the search for social justice.
Keywords:
teaching
1.
education,
hope,
learning,
pedagogy,
Introducción
L
a pedagogía de la esperanza: un reencuentro con la pedagogía del
oprimido (2005) conmemora una fuerte reflexión retrospectiva
sobre el impacto filosófico, ideológico, social, cultural y
educativo que circunscribió la teoría del oprimido como un movimiento
político, impulsado por el educador y pedagogo Paulo Freire desde los
años sesenta hasta los noventa, del siglo pasado; aunque como veremos
más adelante, tan latente en las innumerables injusticias humanas
contemporáneas.
Siendo la pedagogía la ciencia que estudia las técnicas y metodologías vinculadas con la enseñanza desde un campo disciplinar (Heeren,
2019), y, la esperanza, una fe suscita evocadora de un futuro mejor,
de una sociedad más justa, de una economía mundial equilibrada y en
suma, del rescate del humanismo como una reacción posmodernista que
intenta reivindicar los errores trágicos heredados por el capitalismo, la
pedagogía de la esperanza se presenta a sí misma como un llamado
104 •
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
Redescubriendo la pedagogía de la esperanza de Paulo Freire
apocalíptico de cambio, donde cada persona, en el marco de su contexto
sociocultural defina bien sus luchas, comprometidas con una visión de
desarrollo integradora, que favorezca la liberación del oprimido y asimismo, la liberación del opresor.
Paulo Freire reconstituye las bases en este ensayo, como género
literario (Aullón, 2016), de su pedagogía del oprimido con una perspectiva renovada y, más que asumir una conceptualización teórica como
ya lo había hecho en los años setenta, en un libro con ese mismo nombre, entreteje en la pedagogía de la esperanza, la esperanza misma,
reflejada en la práctica de la emancipación, de la cual él fue testigo en
muchos países de Europa, Latinoamérica, el Caribe, Australia y África.
Sus relatos, cargados de la mística de un verdadero educador, entrañan
recuerdos donde la historia se consolida como protagonista de severos
cambios sociales e ideológicos, algunas veces pautados por las fuerzas
dominantes y otras, por las fuerzas recesivas de trabajadores obreros,
campesinos y religiosos, quienes en un despertar ante sus opresores se
convirtieron en mártires y estandartes de la lucha por la libertad.
En Freire, el sueño y la utopía como revelaciones de una práctica
educativa progresista reflejan el importante rol que juega la educación
como un medio movilizador de índole político, al desocultar la verdad
ante las víctimas de un sistema social represor. Sus fundamentos ideológicos inscritos en una época distinta y, en un tiempo y un espacio con
características muy particulares, siguen aún vigentes y casi universales
hacia la búsqueda de una pedagogía social que regenere la esperanza.
2.
Síntesis de las ideas del autor
2.1
Algunas generalidades
Paulo Freire nació el 19 de setiembre de 1921 en Recife, Brasil,
geográficamente inmerso en un ambiente de pobreza. Estudió la carrera
de Derecho en la Universidad de Pernambuco, preparándose también
en los campos de la filosofía y, el lenguaje de manera paralela. Desde
muy joven, tras experimentar el hambre y las carencias económicas por
la muerte prematura de su padre, se sintió ligado a la lucha por los
más vulnerables y necesitados; tanto así, que abandonó sus incipientes
inicios en la abogacía, al comprobar cómo la aplicación de las leyes,
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
• 105
Enrique Vílchez Quesada
en muchas ocasiones, no era consistente con los valores morales y
éticos que daban coherencia a su forma de pensamiento. Creció en un
ambiente familiar muy religioso pluralizado en espiritista y católico
(Sanz, 1998).
En 1947, Paulo fue invitado a incorporarse a la División de Educación y Cultura del Servicio Social de la Industria, conocido como
SESI, en el Departamento Regional de Pernambuco. Este puesto le concedió la posibilidad de comenzar a tener un acercamiento real con lo
que sería para él, la educación como práctica de la libertad. Sus primeras preocupaciones en el ámbito educativo dentro del SESI sentaron las
bases por descubrir, cuáles eran las relaciones entre las escuelas de Pernambuco y otras regiones de Brasil con las familias. Desde esa época,
comenzó a emerger en su ideología la firme certeza de reconocer la educación como un recurso idóneo para la democratización del currículo
escolar, al abrir canales de participación en un ejercicio dialógico, entre
las madres y padres de familia. Se interesó por indagar las relaciones
entre autoridad y libertad manifestadas por el castigo interpuesto por
los padres a sus hijos. A raíz de ello, Freire redactó un texto sobre disciplina escolar, iniciando en sus prácticas de enseñanza populares una
pedagogía que lo acompañaría hasta el final de sus días: el seminario,
cual recurso esencial para garantizar la capacitación y formación tanto
académica como informal.
En sus inicios hacia la construcción de una pedagogía del oprimido, encontró severas diferencias de lenguaje, de naturaleza sintáctica
y semántica, entre el mundo académico, al cual él pertenecía y el de
las personas humildes, a quien era imperioso formar, tanto a padres
como hijos. En este punto, comenzó en su visión de la educación una
transformación revolucionaria de una tradición sistémica en la cual, la
lectura de mundo de los educandos era completamente ignorada. Y de
forma contemporánea, deberíamos cuestionarnos si aún en los sistemas
educativos actuales de muchos de los países en el nivel de Latinoamérica, hemos superado esta concepción mecanicista de la educación. Me
atrevería a aventurarme a decir que no; así lo apuntan distintos autores
como Barrientos (2018) y Mujica (2019). En las universidades del siglo
XXI lamentablemente se aprecia el ejercicio de prácticas educativas de
naturaleza vertical, con muy pocos esfuerzos de aproximación entre los
nuevos contenidos o cosmovisiones del docente y los conocimientos
previos del alumnado. El discurso del profesor es interpretado como
106 •
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
Redescubriendo la pedagogía de la esperanza de Paulo Freire
el único saber posible, como una sabiduría omnipresente capaz de flagelar cualquier otro conocimiento subyacente. Esto para Paulo Freire,
en años posteriores, se convertiría en una dura crítica de la educación
vacía, que no respeta lo que él denominó el saber de experiencia de hecho; además de recoger la importancia política de la educación, al tener,
en este marco, la responsabilidad de evitar la reproducción de cualquier
tipo de autoritarismo intelectual o social.
El contacto de Freire con los hijos de trabajadores rurales y urbanos, durante todo el desarrollo de su pensamiento educativo, lo hizo
sensibilizarse ante el implícito miedo a la libertad mostrado por la clase
trabajadora con respecto a su opresor: el jefe, el patrón, la clase dominante. La conducta de injusticia de los opresores era justificada por los
propios oprimidos, bajo una ideología que les tenía prohibido cuestionar el régimen que les proporcionaba un trabajo y, con ello, un medio
de subsistencia.
2.2
Papel de la educación como motor de cambio social y
político
Paulo siempre demandó la necesaria democratización de la escuela, utilizando como medio principal la formación permanente de
todos sus participantes: profesores, estudiantes, personal administrativo, personal de mantenimiento y la familia. La formación daría a cada
uno la posibilidad de comprender el contexto y de racionalizar, en un
proceso dialéctico reflexivo, una visión de futuro compartida que desembocaría en definir con claridad los objetivos cognitivos, culturales,
políticos y sociales de la institución. Cada uno debía asumir una postura
concientizada de la importancia de su trabajo hacia el logro de estos fines. Aquí cabe mencionar, la actual disparidad existente en los sistemas
educativos formales, donde el currículo es entregado de forma acabada
a los docentes, a los alumnos y a las comunidades. Los principios de
Freire, ya señalados, se mantienen hoy por hoy en el olvido para las
políticas educativas formuladas en el ámbito de los escritorios, en oficinas gubernamentales donde priva aún el poder de las clases elitistas,
quienes definen qué tipos de conocimientos y bajo qué metodologías
deben ser aprendidos por la población en general. Feldfeber y Andrade
(2016), señalan que en los últimos años estas posturas neoliberales han
ido cambiando, pero que, en la actualidad, la hegemonía política de los
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
• 107
Enrique Vílchez Quesada
estados aún prevalece en las realidades educativas de América Latina.
La cúpula de este perverso sistema, de forma muy conveniente, culpa,
ocasionalmente, a las dormidas bases de la estructura educativa, quienes a su vez sienten la incapacidad de comprender su importante rol
protagónico para incentivar un cambio. En este sentido, las autoridades
de gobierno se convierten en represoras del mantenimiento de intereses
políticos particulares, que reproducen una educación bancaria basada
en el repositorio de información, más que en el desarrollo de un pensamiento crítico. Los oprimidos, los docentes que día a día luchan contra
las adversidades de una realidad educativa enmascarada en discursos
que validan su complicidad; sin darse cuenta, asumen la ideología del
progreso modernista que acaba con la esperanza de una pedagogía que
se libere de este autoritarismo organizacional. En él, solo es lícita la participación de especialistas en materia curricular, renunciándose a buscar
una democratización en la elección y la enseñanza de los contenidos.
Ese proceso de liberación, como bien lo apunta Freire (2005), es
doloroso, lento y profundo, necesario, muchas veces, pero no suficiente
para mover la hegemonía de la opresión. Pese a ello, sin él no es posible
la movilización de los sujetos a la acción, que da paso a la transformación de la realidad imperante.
2.3
El exilio de Paulo Freire: un camino retrospectivo de la
pedagogía del oprimido
Paulo Freire fue exiliado de su país nativo, Brasil, en el año de
1964, ante un golpe de Estado, llamado por sus precursores la revolución, que lo perseguiría política e ideológicamente hasta principios de
los años ochenta, tiempo en el cual, tuvo ocasión de regresar de esta
trama, como él la llama, cargada de historia, cultura y pluralizada, a
raíz de su contacto con diversos contextos o realidades prestadas donde
asumió una pedagogía de la esperanza bajo una visión crítica, que le
permitiría, años más tarde, publicar la primera edición de la Pedagogía
del oprimido, en Nueva York, Estados Unidos, ya para el año de 1970.
En 1964, Paulo arribó a La Paz, en Bolivia, donde a razón de
otro golpe de Estado su estancia fue muy corta, abriéndose paso hacia
tierras chilenas que lo abrazarían como asesor del famoso economista
Jacques Chonchol, presidente del Instituto de Desarrollo Agropecuario:
INDAP. Este puesto puso en contacto a Freire con los campesinos que
108 •
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
Redescubriendo la pedagogía de la esperanza de Paulo Freire
proclamaban su derecho a tener tierras y la libertad para producir en
ellas, con la intención de generar el capital indispensable concurrente
hacia una vida digna. Se encontró en un escenario donde los oprimidos
eran más conscientes del perjuicio que les ocasionaban sus opresores,
extrapolando sus necesidades a un ámbito cultural y también cognitivo.
Su labor, a través de cursos de formación con educadores encaminados
a conciliar una reforma agraria, le permitió ser testigo una vez más,
de la radicalidad eclosionada por posiciones políticamente sectarias,
rígidas y dogmáticas que desembocarían para el año de 1969 en serios
disturbios sociales en Chile.
Mientras todo esto ocurría, su pedagogía del oprimido cobraba
vida en la palabra escrita entre los años de 1967 y 1968, como una
respuesta sociocrítica hacia la domesticación operante por parte de las
clases dominantes ante las más desfavorecidas, necesitadas de una pedagogía capaz de encausarlos a una comprensión de su propia opresión,
muchas veces justificada por el miedo. El sueño y la esperanza en la
pedagogía del oprimido constituyen el motor que moviliza el cambio,
no garantiza ese cambio, solamente lo hace visible en el horizonte, un
horizonte nunca pensado, nunca vivido en la imaginación y en las conjeturas hacia un futuro más justo y equitativo. Paulo Freire concedió un
lugar preponderante al desarrollo de una educación popular, es decir,
una enfocada en organizar a las comunidades hacia una movilización
de cambio, que venciera las ideologías y poderes de la clase dominante
a través de una lucha que marcara sus límites de tolerancia.
En 1969, Paulo junto a su familia, retoma el exilio como profesor
invitado en la prestigiosa Universidad de Harvard. En el año de 1970,
pese a todos sus retractores y perseguidores políticos logra publicar la
obra Pedagogía del oprimido en idioma inglés, que posteriormente sería
traducida a otros como: el francés, el italiano, el español y el portugués.
En el año 1971, fundó en Suiza el Instituto para la Acción Cultural auspiciado por el Concilio Mundial de Iglesias, donde, a su vez,
fue profesor en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Ginebra. Más adelante continuó el desarrollo de su pensamiento
trabajando con la UNESCO y como profesor invitado en múltiples
universidades alrededor del mundo, donde se encargó de divulgar y
defender sus propuestas para atender la alfabetización de las clases populares. Hasta el año de 1979 logra regresar a Brasil, específicamente a
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
• 109
Enrique Vílchez Quesada
Sao Paulo, donde ocupó distintos puestos académicos en universidades
y donde falleció el 2 de mayo de 1997 (Ocampo, 2008).
2.4
Aportes de la pedagogía de la esperanza hacia la búsqueda de una educación progresista
La pedagogía de la esperanza (2005) señala la importancia
de la evolución del acto educativo que le transfiere una connotación
progresista. Paulo Freire conceptualiza en este ensayo el progresismo
educativo como un acto rehabilitador, donde el momento particular del
educando, en cuanto a sus posibilidades cognitivas y de comprensión
de la realidad, sean el punto de partida, evitando así, desconocer los
saberes que forman parte inherente de los aprendices cuando llegan a
las instituciones de enseñanza.
La educación mecánica y reproductiva debe ser reemplazada por
un acto que le otorgue al alumnado la oportunidad de analizar su entorno,
su realidad y las posibilidades de su transformación. El estudiante tiene
el deber de asumir con seriedad un rol crítico que la haga trascender de
sus conocimientos iniciales a los objetivos de una enseñanza más plena,
tales como: aprender a hacer, vincular la práctica con la teoría, crear
relaciones conceptuales y analíticas, resolver problemas, entre otras. En
la actualidad, a mi juicio, este es un valor que se ha confundido en la
inmediatez de un mundo plagado de mecanismos de comunicación masiva y ecosistemas de aprendizaje, donde se distorsiona el trabajo duro
con un quehacer insustancial basado en el entrenamiento hueco.
La enseñanza, como bien lo propone Freire, debe estar regulada
por reglas claras y firmes. Aprender y aprehender son procesos exigentes que demandan educadores creativos, orientadores, estimuladores y
disciplinados. Con el ejemplo y la coherencia profesional del maestro,
los estudiantes, de la misma manera, irán incorporando esa rigurosidad a sus prácticas de aprendizaje en un proceso que debería iniciar
en edades muy tempranas en la escuela, como también, el ejercicio de
aprender a aprender, aprender a hacer y a racionalizar los hechos humanos y científicos de forma crítica. Pero, si se piensa en la formación
de los formadores, ¿están las universidades en el nivel de Latinoamérica, realmente asumiendo el reto de germinar y evolucionar ese tipo de
pensamiento divergente?, una renuncia a ello provocaría, como bien
lo dice el dicho popular: “pedir peras al olmo”. La educación superior
110 •
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
Redescubriendo la pedagogía de la esperanza de Paulo Freire
tiene, de manera subyacente, el importante reto de propiciar el desarrollo de un pensamiento crítico, pese a la masificación que en muchos
escenarios devela intereses de naturaleza mercantilistas. El paradigma
positivista, en las instituciones universitarias, propone la urgencia de
renovados enfoques, donde se evidencie en la formación de los educandos la integración del conocimiento, su comprensión, sus relaciones
con el entorno y sus consideraciones éticas con miras a promover una
transformación de la sociedad (Matías y Fernández, 2018).
También, la educación progresista se relaciona en Paulo Freire
con el desafío. La práctica educativa no debe fundamentarse solo en el
planteamiento de conocimientos abstractos e intangibles. Tal acepción
ocultaría las dimensiones históricas, culturales y políticas que acompañan cualquier suceso creativo. Irremediablemente educar exaltando
la capacidad de análisis, indagación, formulación, síntesis, conjetura
y resolución de problemas, demanda un acompañamiento docente no
autoritario, pero sí directivo, ético, transparente, humilde y tolerante,
donde los nuevos conocimientos emerjan no por la transmisión virulenta sino por la significación de sentido. Ha de notarse aquí en el
pensamiento de Freire, una influencia del aprendizaje significativo propuesto por Ausubel.
La educación progresista en la Pedagogía de la esperanza, publicada en el año de 1992, relata un sueño educativo adelantado a su
tiempo histórico, que de manera vivaz vendría, en los años subsiguientes, a alimentar las teorías y enfoques modernos de la educación, al
compartir muchas de sus aristas. El aprendizaje por proyectos, el basado en problemas (ABP), el colaborativo, el aprendizaje basado en casos,
el inverso, por solo mencionar algunos enfoques, buscan incentivar la
incubación de relaciones interdisciplinares teórico-prácticas, donde el
alumnado rescate la aplicabilidad de los conocimientos en la puesta
en marcha de procesos de investigación, de resolución de problemas y
de una construcción social de lo que se aprende (Orozco y Perochena,
2016). Todas estas tendencias educativas contemporáneas rescatan, en
alguna medida, las ideas de Paulo Freire, quien, en su lucha por la clase
trabajadora, se enfocó en desarrollar una pedagogía para la educación
popular (Ocampo, 2008).
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
• 111
Enrique Vílchez Quesada
2.5
Aportes de la pedagogía de la esperanza en los procesos
de enseñanza y aprendizaje
Freire, en su pedagogía de la esperanza, reconoce como esencial
el manejo profundo del conocimiento para una enseñanza efectiva. Un
buen docente debe rehacer su cognoscitividad, al procurar compartir
sus saberes con los estudiantes de manera innovadora, disruptiva y no
mecánica. Bajo esta perspectiva, enseñar es una labor para la cual es
necesario prepararse académica y profesionalmente, por lo tanto, no
cualquiera está en capacidad de poderrealizarla. En este sentido, es interesante observar en nuestras sociedades, cómo la labor académica y
humana de los educadores es vista en muchos contextos con desdén y
menosprecio. La figura del maestro se suele vincular con salarios mal
remunerados, sindicatos que garantizan únicamente derechos absurdos
y abusivos, posturas en la cultura popular que asocian el fracaso de una
persona por solo el hecho de dedicarse a la docencia y, en general, una
visión no científica de la tarea educativa.
La pedagogía de la esperanza (2005) nos invita a tomar una
conciencia más plena sobre la necesaria formación y capacitación del
profesorado bajo una vertiente científica y experiencial, donde el empleo
consistente de los materiales disponibles, los métodos y las técnicas educativas sean la clave. La experiencia para Freire es un aspecto medular en
la condición de un buen docente, que puede librar a la enseñanza de la dicotomía entre los conocimientos expertos y los saberes populares. Estos
últimos tan importantes como los primeros, por el respeto que merece la
percepción particular de mundo proveniente de los educandos.
El diálogo en los procesos de enseñanza y aprendizaje define la
operatividad de una pedagogía basada en la esperanza, donde el hilo
conductor de la trama educativa lo constituya el debate abierto, siendo
este el punto de partida para colisionar las ideas nuevas con los aprendizajes ya adquiridos. Arrastrar al alumnado a una comprehensión
crítica de su propia realidad y de la sociedad circundante, transforma
sus sistemas de codificación y decodificación, en muchos casos dormidos, por las situaciones de opresión y condiciones deshumanizadas
en las que pueden encontrarse. Para Freire, esta fue una constante
vitalicia en sus múltiples visitas a muchos países a lo largo de toda
América Latina y otras partes del mundo, siendo testigo y cómplice
en el exilio, de modelos de enseñanza y aprendizaje positivistas, como
112 •
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
Redescubriendo la pedagogía de la esperanza de Paulo Freire
los que aún imperan en muchas universidades, donde en el currículo
oculto hay una amplia aceptación de ver a los alumnos como un repositorio de información. Patiño (2020), hace referencia al término
currículum oculto y lo define así:
Es el currículo paralelo, currículo vivido, currículo real; asumiendo que el currículo oculto son todos los elementos que, sin
estar contemplados en el currículum formal de la institución, se
inculca a través de la práctica docente cotidiana en la educación
superior, que incluso, puede llegar a tener mayor significación
que los aprendizajes explícitos en el currículo oficial. (p. 64)
Es justo decir, que muchas veces la relación de diálogo en la
enseñanza y el aprendizaje en el nivel superior se rompe, pues el
científico, el investigador, el experto de contenido en la universidad
visualiza en sus clases verticales el único medio que valida el paso
auténtico de la erudición pura, creada y construida para ser transmitida
a las nuevas generaciones.
En cuanto a la tecnología y los procesos educativos, aunque conoció una tecnología muy distinta a la actual, por su muerte en abril de
1997, su posición siempre fue muy cauta. Advirtió en esta pedagogía
de la esperanza (2005), los peligros de posturas radicales, hoy en día,
ya consumadas en hechos. Al “endiosar” (tecnofilia) o “endemoniar”
(tecnofobia) la tecnología, se pierde su verdadero sentido: ponerla al
servicio del bienestar de las personas y de manera más particular, del
entendimiento y criticidad de los estudiantes.
3.
Conclusiones
En la Pedagogía de la esperanza (2005), Paulo Freire, crítico y
decidido, vuelve a reflexionar y analizar los principios que en los años
sesenta y setenta fundaron los cimientos de la pedagogía del oprimido.
Con un tono, en este texto, más maduro, después de haber presenciado
la praxis de sus ideologías y metas en el ámbito educativo como un
redescubrimiento histórico, cultural y político, redefine, de una forma
revolucionaria, los preceptos de una educación progresista, tan progresista que, pese a haber sido publicada esta obra en el año de 1994, sigue
tan vigente como sus otras posiciones liberadoras.
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
• 113
Enrique Vílchez Quesada
Con una misión casi apostólica, expone, en este ensayo, la necesidad de continuar la senda por una democracia que guíe al desafío, al
descubrimiento y al desocultamiento de la verdad. Allí los educadores,
los alumnos, la familia y la comunidad en general tienen un deber insólito con la sociedad, al luchar contra la pobreza de cuerpo y alma, el
racismo, la deshumanización y la falta de tolerancia hacia la multiculturalidad o la simple diferencia de opiniones.
La educación hacia el pensamiento reflexivo es una clara ambigüedad en muchas instituciones de enseñanza en Latinoamérica, sobre
todo en las universidades, las cuales se muestran difuminadas en sus
quehaceres docentes, de extensión y de investigación. Hay una ruptura
evidente del papel social de las universidades con sus marcos de acción,
fragmentados por antagonismos que, lejos de producir una unidad de
diálogo con los sectores humanos más vulnerables, auspician el crecimiento de la brecha causada por las injusticias y las desigualdades.
El culto a la razón, al punto de su idolatría con fines utilitarios,
ha eclosionado lo que algunos denominan la posmodernidad. Según
Hernández (2016), la posmodernidad presenta tres ejes esenciales en
su pensamiento: la negación de la razón, la supresión de la metafísica y
la incapacidad para la transformación. De allí que, está más interesada
en los valores y los sentimientos, concibe lo religioso como un acto del
individuo y no de la sociedad y, se enmarca en un profundo mimetismo
circunstancial que acepta su entorno. Ella, en la mejor de sus visiones, procura reivindicar el espíritu humanista en las concepciones de
lo que se debería entender como modernidad y avance sociocultural.
Paulo Freire no niega la importancia del uso del raciocinio que procura
erradicar las verdades absolutas, sino la aniquilación de los virus propagados por una comprensión del mundo donde unos pocos acumulan la
riqueza. Tampoco niega la plenitud axiológica, ética ciudadana y moral
que es necesario volver a cultivar en una cosmovisión colectiva. Y al
respecto de la modernidad, el mismo Freire (2006) señala:
Yo espero, convencido de que llegará el momento en que, pasada
la estupefacción ante la caída del muro de Berlín, el mundo se
recompondrá y rechazará la dictadura del mercado, fundada en
la perversidad de su ética de lucro. […] Prefiero ser criticado de
idealista y soñador inveterado por continuar, sin vacilar, apostando al ser humano, batiéndome por una legislación que lo defienda
114 •
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
Redescubriendo la pedagogía de la esperanza de Paulo Freire
contra las embestidas agresivas e injustas de quien transgrede la
propia ética. La libertad del comercio no puede estar por encima
de la libertad del ser humano. (p. 128)
En nuestras sociedades contemporáneas, las posturas tecnocentristas al servicio de intereses empresariales e industriales han ocasionado
serios problemas en el ámbito mundial, como: el calentamiento global,
la pobreza extrema, la erosión de los suelos, la contaminación ambiental y la inseguridad del orbe, por solo mencionar algunos de ellos.
La posmodernidad reclama a gritos la urgencia de un nuevo camino. Uno que dignifique la pedagogía de la esperanza a través de una
nueva lectura del mundo, donde se consagre la virtud revolucionaria
hacia la búsqueda de la libertad, la felicidad y el bienestar social.
Referencias
Aullón, P. (2016). Ideas de la literatura y teoría de los géneros literarios. España: Ediciones Universidad de Salamanca.
Barrientos, P. (2018). Modelo educativo y desafíos en la formación docente. Revista Horizonte de la Ciencia, 8(15), 175191. Recuperado de http://revistas.uncp.edu.pe/index.php/
horizontedelaciencia/article/view/275/289
Feldfeber, M. y Andrade, D. (2016). Políticas educativas en América
Latina en el siglo XXI. Balance y perspectivas. Revista Dossier,
39, 7-10. Recuperado de http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/iice/article/download/3994/3580
Freire, P. (2005). Pedagogía de la esperanza. México: Siglo Veintiuno
Editores.
Freire, P. (2006). Pedagogía de la autonomía: saberes necesarios para
la práctica educativa. México: Siglo Veintiuno Editores.
Heeren, M. (2019). Problematización epistémica de la pedagogía: Algunas definiciones y aproximaciones. REIDOCREA, 8, 133-141.
Recuperado de https://digibug.ugr.es/handle/10481/57748
Hernández, G. (2016). Globalización y posmodernidad: Elementos imprescindibles para la reflexión política. Revista STATUS, 1(1),
61-75. Recuperado de http://revista-status.uanl.mx/index.php/
status/article/view/7/7
Matías, A. y Fernández, O. (2018). Desafíos epistemológicos de
la educación superior en el siglo XXI. Revista Cadernos de
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104
• 115
Enrique Vílchez Quesada
Pesquisa, 25(1), 11-22. doi: http://dx.doi.org/10.18764/21782229.v25n1p11-22
Mujica, F. (2019). Análisis crítico del currículo escolar en Chile en
función de la justicia social. Revista Educare, 24(1), 1-14. doi:
http://doi.org/10.15359/ree.24-1.25
Ocampo, J. (2008). Paulo Freire y la pedagogía del oprimido. Revista Historia de la Educación Latinoamericana, 1(10), 5772. Recuperado de https://revistas.uptc.edu.co/index.php/
historia_educacion_latinamerican/article/view/1486/1482
Orozco, V. y Perochena, P. (2016). Trabajo por proyectos. Cambio metodológico para el protagonismo del estudiante en Educación Infantil (2-3 años). Revista de Estudios y Experiencias en Educación, 15(29), 151-164. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/
servlet/articulo?codigo=5738273
Patiño, A. (2020). El Currículum oculto en la educación universitaria:
Un estudio de caso en la Universidad de Panamá. Revista Acción y Reflexión Educativa, 45, 60-85. Recuperado de https://
revistas.up.ac.pa/index.php/accion_reflexion_educativa/article/
view/1142/955
Sanz, F. (1998). Significado histórico de Paulo Freire. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 1(33), 53-59. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=117992
116 •
Revista Ensayos Pedagógicos
Vol. XVI, N.º 1. Enero-junio, 2021
103-116, EISSN: 2215-3330, ISSN: 1659-0104