El Móvil I de Harold
Gramatges
SECCIÓN CENTRAL
Artículo de investigación
Rafael Guzman Barrios
Universidad de las Artes, Ecuador
[email protected]
—
Recibido: 2 de octubre de 2019
Aprobado: 27 de enero de 2020
Cómo citar este artículo: Guzmán, Barrios, Rafael
(2021). El Móvil I de Harold Gramatges. Calle14: revista
de investigación en el campo del arte 16(29). pp. 38-53.
https://doi.org/10.14483/21450706.17400
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
38 // CALLE14 // volumen 16, número 29 // enero - junio de 2021
El Móvil I de Harold Gramatges
Resumen
El presente artículo se propone analizar la obra Móvil I (1969) del compositor cubano Harold
Gramatges (Santiago de Cuba, 1918 - La Habana, 2008). Para alcanzar este propósito,
implementé el modelo analítico de Molino-Nattiez, recurrí al uso de gráficos y tablas que me
auxiliaron a valorar las macros y las microestructuras, y también me apoyé en otras herramientas
como la teoría de conjuntos. Trataré de demostrar que el Móvil I continúa la tradición pianística
cubana, a pesar de la incorporación de los nuevos recursos musicales de los 60.
Palabras clave
Gramatges; vanguardia; música cubana; análisis; móviles
Móvil I by Harold Grammatges
Abstract
This article aims to analyze the piece Móvil I (1969) by Cuban composer Harold Gramatges
(Santiago de Cuba, 1918 - Havana, 2008). To achieve this purpose, I implemented the MolinoNattiez analytical model, and resorted to the use of graphs and tables that helped me to assess
macro and microstructures; as well as other tools such as set theory. I will try to show that Móvil
I continues the Cuban piano tradition, despite the incorporation of the new musical resources of
the 60s.
Keywords
Grammatges; avant-garde; Cuban music; analysis; Móviles
Móvil I par Harold Grammatges
Résumé
Cet article vise à analyser la pièce Móvil I (1969) du compositeur cubain Harold Gramatges
(Santiago de Cuba, 1918 - La Havane, 2008). Pour atteindre cet objectif, j’ai implémenté le
modèle analytique Molino-Nattiez, et j’ai eu recours à des graphiques et des tableaux qui m’ont
aidé à évaluer les macro et microstructures ; ainsi que d’autres outils tels que la théorie des
ensembles. J’essaierai de montrer que Móvil I perpétue la tradition du piano cubain, malgré
l’incorporation des nouvelles ressources musicales des années 60.
Mots clés
Grammatges ; avant-garde ; musique cubaine ; analyse ; Móviles
O Móvil I de Harold Gramatges
Resumo
O presente artigo se propõe analisar a obra Móvil I (1969) do compositor cubano Harold
Gramatges (Santiago de Cuba, 1918 - La Habana, 2008). Para alcançar este propósito,
implementei o modelo analítico de Molino- Nattiez, recorri ao uso de gráficos e tabelas que me
auxiliaram a valorar as macro e micro estruturas e, também, me apoiei em outras ferramentas
como a teoria de conjuntos. Tratarei de demonstrar que Móvil I continua a tradição pianística
cubana, apesar da incorporação dos novos recursos musicais dos anos 60.
Palavras chave
Gramatges; Vanguarda; música cubana; análise; móveis
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Pai kilkaska sug chasa suti Harold Gramatges
Maillallachiska
Kai mailla kilkaskapi ninakumi sug rurai kai watapi aun waranga iskun sugta. Iskun kaura sug iacha
runa Harold Gramatges suti ruraska, llukaskasi achakakunata. Tupuchispa kilkanga sug kunaua
allitukuspa ruraikunata apachingapa. Munaska iuiachinga. Sugta chunga watapikaugsaska.
Rimangapa ministidukuna
Chasa suti runa; kilkaska chasa ninaska; tutai Cuba suti llagtapi; tapuchii Kauai; Nukanchipa
purichidiru
El Móvil I de Harold Gramatges // Rafael Guzman Barrios // 41
Introducción
La tradición pianística cubana comienza en el siglo XIX
con figuras tales como Fernando Arizti (1828-1888),
Nicolás Ruiz Espadero (1832-1890), Rafael Pascual
Salcedo (1844-1917), Ignacio Cervantes (1847-1905),
José Manuel, Lico, Jiménez (1855-1917), entre otros,
hasta los compositores e intérpretes que actualmente
enriquecen el repertorio cubano para piano como José
María Vitier (1954), Andrés Alén (1950), Juan Piñera
(1950) y Jesús (Chucho) Valdés (1941), por solo mencionar algunos ejemplos. En el trayecto se destacan
Alejandro García Caturla (1906-1940), Carlo Borbolla
(1902-1990), Félix Guerrero (1917-2001), Harold
Gramatges, Hilario González (1920-1999), entre otros,
y por supuesto el imprescindible Ernesto Lecuona
(1895-1963).
Las primeras y más representativas obras escritas para
piano en forma no tradicional, es decir, bajo los principios de los nuevos planteamientos estéticos de la vanguardia musical cubana de los 60 fueron: Sonograma
I (1963) para piano preparado, Sonograma III (1968)
para dos pianos y Sonata Piano Forte (1970) para piano
y banda magnetofónica, todas del compositor Leo
Brouwer (1939); Tiento II (1968) para dos pianos y
percusión y Átanos (1979) para piano, ambas de Carlos
Fariñas (1934-2002); Ninfa (1968), para dos piano, de
José Ardévol (1911-1981); Fragmentos (1970) de Héctor
Angulo (1932-2018); y Móvil I e Incidencias (1977)
de Harold Gramatges. ¿Hasta qué punto estas obras
continúan la tradición pianística cubana, iniciada por
Cervantes y retomada por Lecuona, si la ruptura con el
pasado musical era radical y los jóvenes creadores de
aquel entonces (década del 60) incorporaron novísimos
gestos y conceptos musicales? Esta interrogante podrá
ser dilucidada cuando realicemos el análisis musical a
una de las obras representativas del movimiento musical cubano de los 60: el Móvil I de Harold Gramatges.
Para develar el principio de funcionamiento de las
obras elegidas y descubrir las leyes que rigen su
estructura interna se utilizó como base teórica el
modelo analítico tripartito de Molino-Nattiez, donde
se conciben tres fases del proceso musical: el poiético (punto de vista del compositor), el neutro (partitura u objeto musical) y el estésico (punto de vista
del perceptor) (Nattiez, 2005). Posteriormente, el
musicólogo Alfonso Padilla lo amplia a cinco partes,
agregándole el punto de vista del intérprete y un nivel
donde se integran los cuatro anteriores: sintético. Se
considera este último, por su integralidad analítica y
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visión dialéctico-marxista, ideal para abordar las obras
seleccionadas. En su investigación Padilla realiza un
estudio exhaustivo de la obra Eclat (1964) del compositor francés Pierre Boulez (1925) la cual tiene múltiples puntos comunes con las obras escogidas porque
todas incorporan, de una u otra manera, los conceptos
estéticos de la segunda vanguardia musical europea.
También utilizo las clasificaciones que ha realizado
Pierre Boulez del tiempo musical y la dinámica, y que
han sido aplicadas durante el proceso analítico. En ese
sentido, Boulez clasifica el tiempo musical en homogéneo (liso o segmentado) y heterogéneo (mezclas,
superposiciones y alternancias de tiempos lisos y
segmentados). El tiempo musical liso o pasivo no tiene
ritmo, es plano como un telón de fondo sonoro y el
segmentado tiene una estructura rítmica determinada.
Las dinámicas las diferencia como simple, de punto o
grado fijo, de línea y múltiple. Es simple si nos referimos a una sola dinámica, pero cuando se realizan
cambios dinámicos sin gradaciones intermedias, son
de grado fijo; es de línea si la dinámica se transforma
a través de crescendos, decrescendos y sus combinaciones; y si coexisten en el tiempo varios tipos de
dinámicas las denomina múltiples (Padilla, 1999).
Con el objetivo de analizar el espacio musical consideramos los tres tipos de nociones de espacio en la
música expuestos por el musicólogo Rubén López Cano:
espacialidad premusical, intramusical y externomusical
(Vega Rodríguez y Villar-Taboada, 2001). En la primera
el autor comprende dos tipos de fenómenos: los detonantes heurísticos y los instrumentos de control fuera
de tiempo. Los primeros son fenómenos cuya percepción descansa en nociones y habilidades espaciales
pero que son capaces de generar ideas musicales en un
autor. Los segundos son aquellas estrategias compositivas que se valen de representaciones espaciales para
la manipulación de parámetros o elementos musicales durante el proceso de generación de una obra. La
espacialidad intramusical comprende aquellos procesos
de acumulación-densificación de la textura musical. La
corporalización de texturas en el interior de una obra
musical se origina o bien por el número de fuentes
sonoras que interactúan en un momento determinado
o bien por los cambios registrados en otros parámetros
musicales como la intensidad o la organización de los
sistemas de alturas. La espacialidad externomusical se
encarna de la distribución de los focos sonoros en el
espacio, es decir, en la localización instrumental según
la cual instrumentos, grupos de instrumentos u orquestas enteras, son distribuidos en áreas específicas,
preconfiguradas o diseñadas ex profeso.
ESTRUCTURAS
Cantidad de sonidos
Simples
Compuestas
Simetría
Simétricas
Asimétricas
Espacio Intramusical
Cerradas
Semicerradas
Abiertas
Híbridas
Escala
Cromáticas
Tonos enteros
Pentáfonas
Diatónicas
Mixtas
Tabla 1. Clasificación de las estructuras
Para facilitar el proceso descriptivo de los hechos musicales durante el análisis, recurrimos al uso de gráficos
y tablas que nos ayudaron a valorar tanto la totalidad
y los grandes diseños, como las microestructuras y
diferentes detalles del corpus musical. A través de los
gráficos se convirtió el discurso sonoro en representaciones pictóricas. Parámetros fundamentales como
la dramaturgia, el tiempo, el espacio, la intensidad, la
instrumentación, entre otros, serán plasmados en forma
de imágenes en un proceso inverso al realizado por el
compositor, pues la serie Móviles de Harold Gramatges
está inspirada en las piezas homónimas del escultor
Alexander Calder (Gramatges, 2001). La mayoría de los
gráficos portan la mayor cantidad de datos posibles
con el objetivo de sintetizar e integrar mejor el proceso
analítico. Todos los gráficos fueron realizados con el
procesador de hojas de cálculo Excel, y la idea de su
aplicación tiene su origen en la experiencia adquirida
con el manejo de programas destinados a la composición y edición musical de múltiples pistas tales como
Sonar, Cubase, Nuendo, Reason, entre otros.
Ha sido necesario además, auxiliarse de los siguientes
conceptos: gestos composicionales, conjuntos (pitchclass sets) y aislamientos temporales. Los gestos
composicionales son recursos técnicos que utiliza el
compositor y que ayudarán a individualizar su obra y/o
su estilo personal de componer. Estos pueden ser internos y externos; los internos son los que usa el compositor dentro de cada obra y no los exporta hacia las otras
composiciones, y los externos son utilizados en todas o
más de una de las obras que estudiamos. Los aislamientos temporales son fragmentos musicales con una precisa indicación métrico-temporal que están insertados
dentro de otra imperante temporalidad. Los conjuntos
son grupos de sonidos no ordenados, y seleccionados
de acuerdo a su ritmo, altura y registro (Straus, 2005).
Para el análisis a nivel de microestructura se utilizan
dos conceptos fundamentales: estructuras (Tabla 1)
y desplazamientos. Ambos podrán ser externos (se
utilizan en diferentes Móviles de la serie) o internos (si
solo se utilizan en un Móvil). Llamaremos estructuras
a las diferentes organizaciones y distribuciones que
formen dos (simples) o más sonidos (compuestas) en
la vertical del espacio musical audible. También podrán
clasificarse de acuerdo a su colocación en el espacio
intramusical: cerradas (clústeres no necesariamente
cromáticos), semicerradas (quasiclústeres o clústeres con pequeños espacios vacíos), abiertas (cuando
existen grandes distancias entre los sonidos) e híbridas
(pequeños clústeres separados por grandes intervalos). Además, pueden ser catalogados de acuerdo a las
alturas o escala utilizada: cromáticas, por tonos enteros, pentáfonas, diatónicas o mixtas; por último, pueden
clasificarse en simétricas o asimétricas.
Denominamos desplazamientos (Figura 1) a secuencias de dos o más sonidos intercaladas por una pausa
o silencio. Un desplazamiento puede convertirse en
estructura si sus sonidos se mantienen sonando, pero
por razones organizativas-metodológicas lo llamaremos desplazamientos teniendo en cuenta solo sus
condiciones iniciales. Nos auxiliaremos de las siguientes simbologías para los desplazamientos donde los
puntos representan los sonidos y las líneas o curvas
nos informan acerca de la dirección del movimiento
(sin especificar intervalo). El desplazamiento 1 consta
de siete sonidos que primero tienen un movimiento
descendente en la tesitura para luego fluctuar los
ascensos y descensos, sin embargo, el desplazamiento
2 tiene nueve sonidos que ascienden y luego descienden sin fluctuación alguna. De esta manera podremos caracterizar y reconocer los desplazamientos en
cuanto a la forma de manipular la espacialidad interna.
Los Móviles están estructurados por eventos y cada
evento, excepto en el Móvil II, será dividido en escenas.
Esta división en escenas no la propone el compositor
sino el analista, y se justifica por diversas razones:
El Móvil I de Harold Gramatges // Rafael Guzman Barrios // 43
Figura 1. Desplazamientos
cambios en las texturas, en la temporalidad, en la
espacialidad interna, en la concepción de lo aleatorio y
lo indeterminado, bruscos giros tímbricos, entre otras.
Muchas veces coincide la subdivisión temporal (tiempo
físico-real) dada por el compositor con la organización
de las escenas, pero esta coincidencia no siempre se
cumple puesto que nuestra distribución tiene el punto
de vista del analista que persigue un entendimiento
de las estructuras del corpus y la relación de estas a
diferentes niveles, mientras que la organización del
compositor propone una mejor comunicación objeto
musical-intérprete. En el caso de La muerte del guerrillero nos auxiliamos de los tradicionales compases para
determinar los acontecimientos sonoros.
El punto de vista del compositor (poiético) lo hemos
obtenido mediante las entrevistas realizadas al maestro
y a través de sus propios escritos, artículos y publicaciones. Harold Gramatges no ha sido un analista de su
obra. Sin embargo, sus opiniones acerca de su propia
música, obtenidos de su propia voz, son valoraciones de
altísimo nivel testimonial debido a la profundidad de su
pensamiento y gran cultura general.
El criterio de los intérpretes se obtuvo mediante
cuestionarios a los pianistas Nancy Casanova (1941)
y Roberto Urbay (1953). Existen otros instrumentistas
que han ejecutado el Móvil I, pero los escogidos fueron
previamente seleccionados por el compositor para la
grabación del CD Mis versiones favoritas. Además, los
Móviles I y IV fueron dedicados a Nancy Casanova y
Jesús Ortega respectivamente, mientras que el Móvil
III fue escrito especialmente para el dúo de Roberto
Urbay y Alberto Corrales.
El punto de vista estésico lo ofrecen los estudiantes
de primer año del curso regular diurno (2006-2007) del
Instituto Superior de Arte a través de la audición única
de las obras que se analizan. Este grupo fue escogido
debido a su alto rendimiento académico y a la variedad
de especialidades que posee.
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Instrumentación
Harold Gramatges inicia el ciclo de Móviles con el instrumento que mejor domina: el piano. El compositor,
que era excelente pianista, tenía ya un vasto repertorio
escrito para y con el instrumento; desde su primera
obra Pensando en ti (1937), atravesando por la Sonata
para clave (1942), la Pequeña suite (1943), Tres danzas
(1947), Dos danzas cubanas (1948), Preludio para el
Álbum (1950), Tres preludios a modo de tocata (195253), Sonatina hispánica (1957) y toda la producción
para grupo de cámara y voz donde frecuentemente
incluye al piano.
El piano le ha facilitado al compositor sus mutaciones a
lo largo de su proceso evolutivo como creador musical.
Al respecto nos dice:
El piano es mi instrumento, me valgo de el para
la transición entre un momento y otro, el teclado
ha gobernado estos tránsitos. Yo empiezo en esa
primera etapa neoclásica con varias obras entre
ellas la Sonata para clavicémbalo. Después viene
la manera en que yo soy más yo en un primer
momento que son los Tres Preludios a modo de
toccata, porque esos preludios, que son una gran
sonata, tienen un primer movimiento derivado de
la célula del son. El segundo movimiento es un
son con sus disonancias, aunque nunca fuera de
la tonalidad, y el tercero es una guajira desparramada. O sea, parto de fuentes populares que están
ahí y llego a un estado de intelectualidad, de regocijo, de imaginación y de fantasía. Es el piano el
que me facilita realizar estos tránsitos. (H. Gramatges, comunicación personal, septiembre de 2005)
En el Móvil I el compositor explora al máximo las posibilidades tímbricas del instrumento cuando incluye el
mundo sonoro del cordaje, empleando diferentes tipos
de baquetas, percutiendo en las partes metálicas del
cuerpo del piano, utilizando las palmas de las manos y
los brazos del pianista, pellizcando las cuerdas, entre
otros recursos. “Uso una baqueta suave y una dura que
me ayudarán con la atmósfera soñada, un mundo no
definido ni melódica ni armónicamente hablando, un
mundo impreciso. (H. Gramatges, comunicación personal, septiembre de 2005)
Como ya se declaró, Harold Gramatges le dedica el
Móvil I a la pianista Nancy Casanova y ella lo estrena en
marzo de 1971, en la Sala del Museo Nacional de Bellas
Artes, la Habana, Cuba. Sobre la intérprete y su relación
con la obra nos dice el maestro:
El Móvil I fue impulsado por la intérprete que la
realizó primero, Nancy Casanova… Ella no es solamente una pianista de gran calibre, sino además
posee gran inteligencia. Necesitaba una persona
que comprendiera esa obra. Casanova venía saturada de ese mundo sonoro ya que había participado en muchos festivales y eventos de música
vanguardista. La obra la conquista a ella, y ella la
toca de manera regia; realiza una versión fantástica porque maneja la obra de memoria y obtiene
los colores, las sutilezas y los gestos de manera
extraordinaria. (H. Gramatges, comunicación personal, septiembre de 2005)
La maestra Nancy Casanova nos habla sobre esta obra:
“Personalmente puedo decir, que tuve el gran privilegio
de llegar a comprender profundamente el Móvil I y
crear en mi mente el concepto interpretativo sonoro y
estructural de la obra”. (N. Casanova, comunicación por
correo electrónico, septiembre de 2005)
El pianista cubano Roberto Urbay interpretó y grabó la
integral para piano del compositor, y acerca de la obra
nos revela: “Es la obra más completa y novedosa de
todos los compositores de su generación. Cuando se
toca se nota que es un compositor que conoce profundamente las posibilidades del piano como instrumento
de teclado”. (R. Urbay, comunicación por correo electrónico, septiembre de 2005)
Morfología
En la siguiente tabla se muestra la estructura general
de la obra y la cantidad de escenas definidas en cada
evento.
Nos auxiliamos de la organización temporal realizada
por el compositor para definir las escenas, pero también
tenemos en cuenta los giros tímbricos (Evento B, escenas 1 y 2), los cambios de tesitura o espacio intramusical
(Evento A, escenas 1 y 2), diferencias en la concepción
estética (Evento E, escenas 1 y 2) o intervenciones de
gestos composicionales (Evento E, escena 5).
Eventos
A (Teclado
y Cordaje)
B (Teclado)
C (Teclado y
Cordaje)
D (Teclado)
E (Teclado
y Cordaje)
Número
de escenas
5
3
3
3
6
Tabla 2. Estructura Móvil I
Escena 1 ≈ 15’’
• Improvisación controlada (cordaje).
• Desplazamiento
de tres sonidos
adyacentes y escala
cromática. (teclado)
(Desplazamientos
externos)
Escena 2 ≈ 10’’
Escena 3 ≈ 12’’
Escena 4 ≈ 22’’
Escena 5 ≈ 40’’
Estructura cerrada
con efecto accelcresc y/o rit-dim.
(teclado)
(Gesto composicional externo)
Improvisación
controlada
(cordaje).
Improvisación controlada (teclado).
• Improvisación controlada (cordaje).
• Glissandi en el cordaje detrás del puente.
(Desplazamiento
interno)
Tabla 3. Evento A ≈ 1’40’’ (Teclado-cordaje)
El Móvil I de Harold Gramatges // Rafael Guzman Barrios // 45
Escena 1 ≈ 40’’
Escena 2 ≈ 30’’
Escena 3 ≈ 25’’
• Estructuras cerradas con efectos
accel-cresc y/o rit-dim. (Gesto
composicional externo)
• Desplazamientos de tres sonidos
adyacentes (Desplazamientos
externos)
• Clústeres en los extremos de la
tesitura del piano. (Estructura
externa)
• Desplazamiento con efecto
accel-cresc y/o rit-dim. (Gesto
composicional externo).
• Desplazamientos de tres sonidos
adyacentes.
• Escala cromática (Desplazamientos
externos)
Escena 1 ≈ 45’’
Escena 2 ≈ 18’’
Escena 3 ≈ 20’’
• 4 microescenas con improvisación
controlada (cordaje).
• Glissandi en el cordaje detrás del
puente. (Desplazamiento interno)
• Aislamiento temporal (teclado).
• (Gesto composicional externo)
• Desplazamientos derivados del
desplazamiento externo de tres
sonidos adyacentes.
Escena 1 ≈ 20’’
Escena 2 ≈ 20’’
Escena 3 ≈ 20’’
• Desplazamientos y estructuras
abiertas y cerradas.
• Desplazamiento con efecto
accel-cresc y/o rit-dim.(Gesto
composicional externo)
• Estructuras por tonos enteros.
(Estructuras externas).
• Desplazamientos convertidos
en estructuras.
• Desplazamientos y estructuras abiertas. (Motivo interno)
• Estructuras simétricas. (Externa).
Tabla 4. Evento B ≈ 1’35’’ (Teclado)
Tabla 5. Evento C ≈ 1’23’’ (Teclado-cordaje)
Tabla 6. Evento D ≈ 1’00’’ (Teclado)
Escena 1 ≈ 30’’
Escena 2 ≈ 20’’
Escena 3 ≈ 25’’
Escena 4 ≈ 30’’
Escena 5 ≈ 20’’
Escena 6 ≈ 20’’
Improvisación
libre (teclado).
Reexposición del
motivo interno
presentado en
evento B
(teclado)
Improvisación
controlada.
(teclado)
• Improvisación controlada. (cordaje)
• Glissandi en el cordaje detrás del puente.
(Desplazamiento
interno)
Aislamiento temporal
percutido.
(Gesto composicional
externo)
Escala cromática (cordaje).
(Desplazamiento
externo)
Tabla 7. Evento E ≈ 2’25’’ (Teclado-cordaje)
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Figura 3. Gráfica de Tempo, Intensidad y Dramaturgia, Móvil I
El Móvil I posee una rica concepción temporal caracterizada por el quiebre total del sentido del metro y el
pulso regular objetivo. La narrativa unilineal y unidireccional, desde el punto de vista temporal-musical, se
rompe constantemente. Lo importante en el discurso
es el ahora, el presente. Las escenas indeterminadas
total o parcialmente, las indicaciones de accelerandos
y ritardandos, la alternancia de momentos de acción
y contemplación, entre otros elementos, modifican
la respiración estable del flujo musical. Las escasas
referencias metronómicas del compositor solo están
indicadas en las escenas donde quiere una secuencia
rítmica estable (Aislamientos temporales en Evento C,
escena 2 y Evento E, escena 5). Es precisamente esta
secuencia la que rompe aún más el ya roto discurso
establecido, las escenas donde pudiera manifestarse
con alguna claridad la señal de cubanía en la obra. La
línea en la gráfica de Tiempo real vs. Tiempo metronómico que mostramos es una aproximación tomada de la
grabación de la obra realizada por Nancy Casanova.
El tiempo musical del Móvil I es fundamentalmente
una alternancia entre tiempos pasivos y segmentados
(atmósferas diluidas-sonidos puntuales). Generalmente
el compositor genera tiempos pasivos desde el cordaje
y tiempos segmentados desde el teclado. La primera
escena del Evento A (coexistencia del plano pasivo en
el cordaje y el cromatismo en las bajas frecuencias del
teclado), la segunda escena del Evento C (superposición del nervioso desplazamiento rítmico y las consecuencias sonoras del cluster en el registro grave, ambos
sucesos en el teclado), o cuando en el evento final
comienza el intérprete la acción en el cordaje (escena
4), son ejemplos de tiempos heterogéneos ya que se
solapan desplazamientos y estructuras temporales pasivas y segmentadas (activas). La gráfica refleja equilibrio
en el tratamiento temporal de la obra. Los tiempos
heterogéneos en los extremos y el centro (así como los
momentos de mayor indeterminación) y la segmentación en los Eventos B y D contribuyen a la solidez y la
unidad del Móvil I.
Podemos anticipar lo que vendrá a nivel de microestructura, pero imposible saberlo a nivel de eventos. El
Móvil I nos sumerge en una total inseguridad temporal
donde los únicos troncos del náufrago auditor serían
los Aislamientos Temporales de los Eventos C y E. Hay
un juego dialéctico entre continuidad y discontinuidad,
unidireccionalidad y no direccionalidad, unilinealidad y
no linealidad. Estos pares de unidad y lucha de contrarios han sido un denominador común en la creación
musical y sonora de los compositores latinoamericanos
del siglo XX (Herrera, 2005; Añez, 2011).
El Móvil I de Harold Gramatges // Rafael Guzman Barrios // 47
Espacio musical
Dramaturgia
El gráfico Espacio intramusical nos muestra el equilibrio
que tiene el Móvil I en el manejo del espacio musical
interno. En los Eventos extremos A y E se utiliza prácticamente todo el espacio intramusical del piano mediante
extensos desplazamientos, compactos bloques sonoros
(teclado), sonidos aislados (teclado y cordaje) o atmósferas indeterminadas (cordaje). A través del enrarecimiento y la condensación de los sonidos en el teclado
se distribuye el espacio en los Eventos B y D; ahora las
estructuras son abiertas, semicerradas o complejas.
En el Evento central C la balanza del espacio usado se
inclina a las medias-bajas y bajas frecuencias, mientras
que, al igual que en los extremos de la obra, se manifiesta el equilibrio (tímbrico) entre el cordaje y el teclado.
La línea de la dramaturgia musical está regida por todos
los factores que contemplan el tiempo y el espacio musicales. Si desde el punto de vista temporal la narrativa se
rompe, es porque los protagonistas de esta historia son
diferentes a los de la tradición musical. En una visión global, teniendo en cuenta todos los elementos puestos en
acción, la dramaturgia sigue una línea clara y, paradójicamente, sigue los pasos de esa misma tradición.
Sin duda, la gestualidad de los intérpretes amplificará la
dimensión visual de esta obra, así como su espacialidad
externomusical. La acción y los movimientos constituyen una extensión del instrumento para provocar de
forma más efectiva al perceptor.
(…) hay una intención de que el intérprete actué
a través de determinados gestos. Por ejemplo,
se produce un sonido con una baqueta y este
sonido debe prolongarse, entonces el pianista se
tiene que parar con un gesto que corresponda a
la vibración que lleva el sonido emitido. El movimiento desde el asiento hasta el cordaje funciona
en la obra como gesto sonoro al igual que el
regreso a la banqueta. Estoy persiguiendo que el
gesto del intérprete entre en juego. La presencia
humana tiene aquí una participación mucho más
comprometida. Tocar lo que está escrito en el
Móvil I no es suficiente, hay que tocarla y gestuarla. Aunque es válida grabada esta obra necesita de escenario. (H. Gramatges, comunicación
personal, marzo de 2006)
El pianista Roberto Urbay nos dice sobre este punto:
(…) en el Móvil I, que es su primera obra de vanguardia no aparecen indicaciones sobre la gestualidad, sin embargo cuando te paras para utilizar
las baquetas o puntear las cuerdas o algún cluster
muy enérgico, etc., es más agradable verlo con un
ademán artístico cercano a lo que se escucha. En
Incidencias (para piano) y Móvil III sí está indicada la gestualidad. (R. Urbay, comunicación por
correo electrónico, septiembre de 2005)
En el Evento A se exponen los pares de elementos principales que se despliegan en la compleja dialéctica de
contrarios: cordaje-teclado, atmósfera diluida-sonidos
puntuales o masas sonoras compactas y determinación-indeterminación. En el Evento B la línea dramática
baja porque merma el conflicto entre los elementos. No
interviene el cordaje y la determinación en la escritura
se impone. Se desarrollan en el teclado desplazamientos y estructuras cromáticas cerradas y abiertas. Un
tercer elemento (aislamiento temporal) aparece en
el Evento C para, junto con los anteriores, darnos un
segundo conflicto en la obra. Los tres pares de contrarios mencionados arriba se amplifican en su realización y la dramaturgia musical refleja un incremento.
En busca (consciente o inconscientemente) del equilibrio, el Evento D tiene las mismas características del
B: diseño de diferentes estructuras y desplazamientos
bien determinados en el teclado. El clima del Móvil I lo
logra el intérprete en los aproximadamente primeros 30
segundos del evento final: único momento de indeterminación total en la obra. Se plantea el conflicto mayor
entre elementos que el compositor puso en juego en
el Evento A: Compositor-Intérprete, IndeterminaciónDeterminación, Atmósfera sonora-Sonido discreto,
Estructuras-Desplazamientos y Pentafonismo vs.Diatonismo vs. Cromatismo.
La curva dramatúrgica desciende en la medida que
el compositor se va inclinando a favor de algunos de
los elementos que lidiaban: la determinación en la
escritura, la vuelta a la precisión rítmica (aislamiento
temporal), se retoman elementos e ideas ya expuestas
(reexposición en escena 2 y escala cromática final),
así como una cierta estabilidad en la dinámica en las
escenas 4, 5 y 6.
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Figura 4. Gráfica de Espacio Intramusical y Dramaturgia, Móvil I.
Sintaxis
Evento A: Exposición de algunos elementos y conflictos (Teclado-Cordaje y Cromatismo-Pentafonismo vs.
Diatonismo, Atmósfera sonora-Sonido discreto).
Escena 1: Se exponen algunos de los elementos que
van a caracterizar la serie Móviles: la escala cromática
inicial y el racimo de tres sonidos adyacentes (desplazamientos externos) definirán el cromatismo que
imperará a lo largo de la serie. Estas dos unidades y
la pequeña estructura en 2da menor forman las doce
notas del sistema temperado, pero no funcionará como
una serie bajo las leyes del dodecafonismo de Arnold
Schönberg ni bajo el dominio del posterior serialismo
integral. Los doce sonidos son para el compositor
sinónimo de libertad sin yugos legislativos. Acerca de la
escala cromática inicial nos comenta el compositor:
Siempre he sido enemigo de la escala cromática
por semitonos, prefiero los escalones irregulares
e imperfectos. Sin embargo se me ocurre, para
provocarme, una serie de sonidos cromáticos que
será la fuente del Móvil I; es decir una pequeña
escala cromática de siete sonidos. (H. Gramatges,
comunicación personal, marzo de 2006)
La irrupción del cordaje, en una improvisación con
baqueta blanda, constituye otro manifiesto de ruptura
con su propia tradición. Esta técnica extendida aprendida por Gramatges en su periodo de estudios en los
Estados Unidos en la década de los 40, fue introducida
y desarrollada por el compositor norteamericano Henry
Cowell en sus obras Adventures in Harmony (1913), The
Tides of Manaunaun (1917), Aeolian Harp (1923) y Piece
for piano with strings (1924). Años después John Cage
compuso Bacchanale (1940) para piano preparado,
desarrollando y perfeccionando aun más esta técnica,
y llegando a un punto culminante en sus Sonatas e
Interludios (Anderson, 2012).
Escena 2: Se muestra por vez primera un efecto de
intensidad y tiempo (gesto composicional externo) que
el compositor también utilizará a lo largo de este ciclo
de obras (efecto accel-cresc y/o rit-dim). En este caso
lo realiza con una estructura acórdica ambigua: un bloque pentatónico sobre otro diatónico.
Escena 3: El intérprete realiza un paseo discreto
mediante golpes sobre las cuerdas del cordaje, con el
mango de la baqueta dura, a lo largo de la tesitura del
instrumento.
Escena 4: Se incursiona en el teclado para realizar un
desenfrenado y tupido desplazamiento cuasialeatorio
El Móvil I de Harold Gramatges // Rafael Guzman Barrios // 49
que finaliza en un gran cluster en las bajas frecuencias.
Los sonidos escritos al comienzo de esta escena le
informan al intérprete que la mano derecha debe deslizarse por las notas negras (atmósfera pentáfona) y la
izquierda por el teclado blanco (ambiente diatónico).
Escena 5: El evento culmina en una variada improvisación en el cordaje con baqueta dura y uñas, golpeando
y pellizcando las cuerdas dentro de toda la tesitura del
piano. Un glissando detrás del puente, en los sonidos
graves, le da término a este primer segmento.
Evento B: Protagonizan los desplazamientos en el
teclado. Se impone el cromatismo.
Escena 1: El teclado plantea siete desplazamientos
(cuatro de dos sonidos y tres de cuatro sonidos) y dos
estructuras simétricas (estructuras externas por 5tas
justas y 7mas mayores). Estos elementos constituirán el
motivo interno (uno de ellos) que garantizará la coherencia interna de esta pieza. Los desplazamientos se
desempeñan en toda la tesitura (uno de ellos tiene la
disposición de la Figura 5) y las estructuras se manifiestan en el registro medio agudo del espacio intramusical.
Escena 2: En contraste con la primera escena, esta
hace énfasis en las estructuras. Grupos de 2das
mayores se desplazan en movimiento contrario (en
crescendo y accelerando) buscando los extremos del
instrumento, luego se recoge el intérprete para buscar
un tupido cluster en el registro medio, para entonces
acudir a desplazamientos de tres sonidos (desplazamiento externo) que se transponen tres veces a
intervalos de 3ras menores ascendentes. Regresa el
compacto cluster, ahora para acelerarlo y aumentarle
su intensidad (gesto composicional externo); la escena
finaliza con dos grandes y cerrados cluster en los extremos del teclado del piano (estructura externa)
Escena 3: Un desplazamiento de siete sonidos nos
lleva al F# sobreagudo. Este se acelera y se intensifica
simultáneamente (gesto composicional externo), para
volver, mediante el proceso inverso, a su estado inicial.
La escena y el evento culminan con tres desplazamientos de tres sonidos cada uno, y una escala cromática
de siete sonidos (desplazamientos externos). Al igual
que en la primera escena, ahora protagonizaron los
desplazamientos.
Evento C: Vuelven los conflictos Teclado-Cordaje y
Atmósfera sonora-Sonido discreto; aparece uno nuevo:
Indeterminación temporal-Determinación temporal, que
Figura 5.
se manifiesta a través del aislamiento temporal y es un
desprendimiento de un conflicto mayor, DeterminaciónIndeterminación, que incluye todos los parámetros
musicales (altura, intensidad, temporalidad y timbre).
Escena 1: El intérprete improvisa con las yemas de los
dedos y uñas en el cordaje. Esta improvisación tiene
cuatro momentos: con dos o más sonidos en el registro medio, detrás del puente, vuelve al registro medio,
pero con sonidos aislados y se desplaza hacia las bajas
frecuencias con la misma técnica anterior. La escena
finaliza con el mismo glissando detrás del puente indicado al final del Evento A. (desplazamiento interno).
Escena 2: El compositor plantea un aislamiento temporal
(gesto composicional externo) que juega rítmicamente
con los elementos del conjunto {D, Ab, G, Eb, Fb}. Se
diseñan varios subconjuntos de este conjunto y se separan por silencios, lográndose así un resultado sonoro
aparentemente aleatorio. La escena fue iniciada por un
poderoso cluster en las bajas frecuencias del teclado.
Escena 3: También desarrollada en el teclado a través
de cuatro desplazamientos (tres de cuatro sonidos
cada uno, y uno de grandes saltos con cinco sonidos
para finalizar el evento). Los desplazamientos de a cuatro son un desprendimiento de los de a tres ya vistos y
retomados en los eventos anteriores (Desplazamiento
externo. Evento A, escena 1; Evento B, escenas 2 y 3).
Evento D: Se caracteriza por el conflicto EstructurasDesplazamientos y la autoridad del cromatismo. Surge
un nuevo conflicto a nivel microestructural: Cromatismo
vs. Hexatonismo.
Escena 1: Estructuras por 7mas y clústeres, y desplazamientos, de dos, tres y cinco sonidos, desarrollan y enriquecen la escena. En ambos elementos los
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intervalos de 2das, 4tas y 7mas dominan, para garantizar el protagonismo del cromatismo.
E simétricas ≥ D por 9nas m, D escala cromática, D4tas
≥ E simétrica.
Clusters cromáticos
Las estructuras simétricas (estructura externa) acotan
la escena. El desplazamiento por 9nas pudiera considerarse un anticipo del motivo principal que ejecuta la
flauta en el evento A, escena 1 del Móvil III, y la escala
cromática es un desprendimiento del desplazamiento
externo expuesto por el piano en la escena 1 del evento
A de la obra que analizamos.
Escena 2: Se alternan claramente las cerradas estructuras y los extensos desplazamientos. Ambas estructuras
conformadas por bloques de tonos enteros enlazados
por semitonos (estructuras externas), y los desplazamientos con efectos accel-cresc y rit-dim (gesto
composicional externo) utilizando los doce sonidos del
sistema temperado. El contenido de las estructuras
genera un nuevo conflicto a nivel celular: Cromatismo
vs. Hexatonismo.
Escena 2: Se retoman los primeros segundos del Evento
B, escena 1 (motivo interno) a modo de reexposición
(tres primeros desplazamientos).
Escena 3: Los sonidos indicados nos informan la
atmósfera sonora deseada por el compositor. En la
mano derecha el mundo pentatónico, en la mano
izquierda el ambiente diatónico. A continuación, bajo
una temporalidad flexible y alturas aproximadamente
acotadas, se asciende y desciende vertiginosamente.
Esta escena funciona como puente entre los dilatados
y pacíficos desplazamientos de la escena anterior y la
futura Coda que se llevará a cabo en el cordaje.
Escena 4: Una improvisación con baqueta blanda en las
bajas frecuencias está acompañada por discretos golpes
con baqueta dura realizados en las cuerdas del registro
medio-agudo. Finaliza este fragmento con el glissandi
detrás del puente (desplazamiento interno) ya utilizado
en el final del Evento A y en la escena 1 del Evento C.
D dodecafónicos ≥ E (tonos enteros) ≥ D dodecafónicos ≥ E (tonos enteros).
Escena 5: Un aislamiento temporal (gesto composicional externo) caracteriza esta escena constituida por
grupos de uno, dos, tres y cuatro golpes en el travesaño
de hierro del instrumento. Esta exactitud temporal se
desarrolla sobre el remanente pasivo del glissandi ya
ejecutado.
Escena 3: Protagonizada por tres desplazamientos que
generan estructuras cada uno. El primero se organiza
por 2das menores, el segundo por 7mas mayores y el
tercero utiliza los sonidos del aislamiento temporal de la
segunda escena, evento C (desplazamiento interno). Se
enfatiza nuevamente el cromatismo.
Escena 6: El final amarra el Móvil I y lo convierte en una
obra perteneciente a la serie y a su vez independiente de
ella. La provocadora escala cromática de siete sonidos
(desplazamiento externo) se plantea ahora en el sobreagudo del cordaje para crear, como plantea el maestro
Roberto Urbay en la entrevista, un «hermoso éxtasis».
Evento E: Intervienen la mayoría de los conflictos ya
planteados en la obra: Compositor-Intérprete, TecladoCordaje, Indeterminación-Determinación, Atmósfera
sonora-Sonido discreto, Estructuras-Desplazamientos y
Pentafonismo-Diatonismo.
La siguiente tabla muestra, a modo de resumen, los elementos que garantizan la cohesión interna en el Móvil I.
Escena 1: El intérprete improvisa libremente en el
teclado durante aproximadamente 30 segundos. Dentro
del conflicto general Compositor-Intérprete, la balanza
se inclina hacia el segundo en esta singular escena. El
pianista Roberto Urbay nos comenta sobre este fragmento: “En el evento E, si se desea en la improvisación
puedes intercalar algunos ritmos relacionados con
Cuba, pero siempre lógica y coherentemente dentro del
lenguaje de esta magna obra”. (R. Urbay, comunicación
por correo electrónico, septiembre de 2005)
Harold Gramatges nos dice al respecto: «Hay un
momento que con la baqueta dura se realiza un ritmo
que pudiera ser una alusión a un pequeño guaguancó. Al
final de la obra aparece este fragmento rítmico pero pulsado dentro de la estructura metálica del instrumento».1
¿Constituye realmente el elemento rítmico que aparece
en el Evento C la presencia de lo cubano en el Móvil I?
El compositor no lo asegura, nos dice «pudiera ser».
Cubanía
1
Entrevista realizada al compositor en la Habana, septiembre de
2005.
El Móvil I de Harold Gramatges // Rafael Guzman Barrios // 51
El grado de libertad que se le otorga al intérprete es
decisivo para decidir hasta qué punto la obra ejecutada posee o no elementos cubanos. Por ejemplo, en
la escena 5 del Evento A la pianista Nancy Casanova
asciende, en su improvisación en el cordaje, con una
célula rítmica que nos recuerda el llamado del tambor
en la introducción de La Comparsa de Ernesto Lecuona.
En su interpretación el pianista Roberto Urbay realiza este pasaje de manera diferente, y no percibimos
alusión alguna a motivos rítmicos criollos. Sin embargo,
este mismo intérprete nos responde a una de las preguntas sobre la cubanidad en el Móvil I que:
Podemos señalar como elementos cubanos, todos
aquellos lugares donde hay un dibujo rítmico que
recuerde nuestras raíces. El más notable es el que
encontramos en la página 5 y que se extiende
desde el cluster tocado en la izquierda en el registro grave, mientras la derecha se desenvuelve a
través de una célula rítmica entrecortada por los
silencios, con los sonidos {D, Ab, G, Eb, Fb}, hasta
el final de dicha página. Esta célula rítmica está
utilizada de manera genial justo en el final de la
obra, solo que, tocado en el travesaño de hierro en
el registro agudo, antes de sonar las células que
inicia la pieza en el registro grave, pero en esta
ocasión tocada con las uñas en el cordaje, en el
registro sobreagudo, para terminar en un hermoso
éxtasis. La necesidad de utilizar diferentes baquetas para la interpretación en esta obra te permite
y te obliga a convertirte brevemente en un sutil
percusionista. Dicha percusión también nos acerca
al mundo cubano…. (R. Urbay, comunicación por
correo electrónico, septiembre de 2005)
En la encuesta realizada a los estudiantes la mayoría
percibe la cubanía en el Móvil I fundamentalmente a
través del elemento rítmico y el manejo de las sorpresivas acentuaciones. Algunos de los encuestados distinguen, incluso, mayor cantidad de elementos cubanos en
el Móvil para piano que en el segundo, instrumentado
este último con numerosos instrumentos autóctonos
(tumbadoras, bongoes, maracas, claves).
Análisis integral
La obra está edificada sobre múltiples conflictos,
desde los más generales como compositor-intérprete
hasta los que llegan a un alto nivel de precisión como:
diatonismo-cromatismo.
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El timbre, el espacio intramusical y la concepción
temporal de la obra son los protagonistas del Móvil
I. El cromatismo y su serie inicial solo constituyen un
pretexto “melódico-armónico” para diseñar un mundo
sonoro inédito para la pianística tradicional cubana.
Los desplazamientos y estructuras activos (teclado),
los campos sonoros pasivos (cordaje), los Aislamientos
temporales, los efectos en la intensidad y el tiempo,
entre otros, sustituyen a los temas y motivos que tradicionalmente generaron (y generan) la narrativa musical.
La organización que hemos constatado en el Móvil I es
un reflejo de la herencia neoclásica y la preocupación
por la forma que adquiere el compositor en el Grupo de
Renovación. Esta obra no tiene una forma clásica, tradicionalmente hablando, pero constituye una estructura
sólida donde no existen los cabos sueltos y sobran las
pruebas de su coherencia y unidad.
Relacionando factores que fueron analizados independientes, podemos obtener algunas conclusiones:
• La relación dinámica-tempo casi siempre es directa
(un accelerando implica un crescendo y en sentido
contrario), pero en el evento D, escena tres, los
accelerando-ritardando se realizan con la dinámica
estable.
• En los aislamientos temporales la dinámica se mantiene estable. Aquí se evidencia una relación directa
entre tiempo mensurable e intensidad estable.
• La correspondencia entre espacio intramusicaldramaturgia arroja que: el punto climático de la obra
está en las manos del intérprete y no en la pluma
del compositor, las crestas en la curva dramatúrgica
coinciden con las escenas donde el juego dialéctico
determinación-indeterminación asume el rol principal, la línea dramática desciende durante las secciones de desarrollo de estructuras cromáticas en el
teclado, comunicándonos que la armonía, el intervalo, el motivo, entre otros elementos tradicionalmente
protagonistas, constituyen pretextos para llegar a un
nivel diferente de realización musical.
• La heterogeneidad temporal tiene una relación directa con los puntos de mayor conflicto dramático.
El Móvil I continúa la tradición pianística cubana
porque a pesar de que incorpora los nuevos gestos y
conceptos musicales de los 60, mantiene incorporada
la cubanía en sus entrañas. No solo la cubanía de una
u otra determinada secuencia rítmica, sino lo cubano
sentido por el perceptor en única audición y manifestado por el intérprete luego de múltiples sesiones
Eventos
A
Desplazamientos
internos
Glissandi en el cordaje
detrás del puente.
—
Motivo interno:
tres grandes saltos
interválicos.
—
D (cinco primeros
sonidos del Aislamiento
temporal.
B
Escena 5
—
—
C
—
Escena 1 (tres
primeros desplazamientos
en unísono)
—
D
Escena 1
E
—
Escena 4
Escena 2
—
Aislamiento
temporal
—
Escena 3
—
Tabla 8. Elementos internos. Móvil I.
de estudio. Si hablamos de tradición en términos de
armonía, polifonía, o melodía por supuesto que no se
continúa. ¿Cuál es el ingrediente fundamental de nuestra tradición en cualquier manifestación artística sino
es la cubanía y la identidad? En estos últimos términos
no hay duda, el Móvil I es tan cubano como cualquiera
de las danzas de nuestro Ignacio Cervantes, porque ha
contribuido, desde la ruptura y la mutación, a mantener
vivas nuestras ricas tradiciones musicales cubanas.
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El Móvil I de Harold Gramatges // Rafael Guzman Barrios // 53