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Editores:
Universidad Politécnica de Valencia (Vicerrectorado de Cultura)
Fernando Aranda Navarro
Amparo Tarín Maftínez
Mar Alonso Monterde
Lola Gil Collado
Autores:
FRESNEDA+SANJUAN
emilio JIMÉNEZ
ivo VIDAL
tomás SARACENO
iñigo MAGRO
jesús NAVARRO
jorge TORRES
BERENGUÉ+ROLDÁN
carla SENTIERI
LINTERNA 13 ARQS.
GUEDES+VIEIRA
déborah DOMINGO
j.m.LOZANO+a,LOZANO
mathias KLOTZ
NJIRIC+ARHITEKTI
ricardo MERI
aires MATEUS
MEJÍA+DELTELL
josé l. ROS
javier PEÑA GALIANO
vicente MAS
acebo x alonso
BAILO+RULL
juan m. MORENO
manuel LILLO
FONT+MESTRE
Traducciones:
Asunción Jaime Pastor
Diseño, montaje, maquetación:
Mar Alonso Monterde
Francisco Mestre Jordá
Jose Carlos Alonso Monterde
Verónica Cambra Ferrero
@
de los textos e imágenes:
los autores
Edita:
EDITORIAL DE I.A UPV
Camino de Vera, s/n
46071 VALENCIA
Tel. 96-387 70 72
Fax.96-387 79 L2
I.S. B.N. : 84-9705-486-5
D.L.= Y-4761-2003
Y§ffie§p#s w#ffiffiffireffi§
ha sustituido
"La absurda superstición delo nuevo-que enojosamente
u?^qT.1
posteridad
dela
a la creencia antigua y excelente en eljuicio
lo mas
crear
a
y
aplica
los
metas
las
de
la más iluso¡a
to,
"rfr"rrorque
pá*ááto
existe, perecedero por
su misma naturaleza:
la
por los artificios
!""iá.,6n de novedad. Íoa'os tos valores están viciados
de la publicidad..."
PaulValéry.
1935'
Preámbulo de ta Exposición de Nte ltaliano de París'
..Arquitectura hoy, Arquitectura mañana,,,es el tÍtulo propuesto para este curso. Si
arquitectura surgen dos vocablos que
nos fijamos en el enunc¡áOo ttut la palabra
que se qu¡ere tratar' Pero aún así' las
tratan de delimitar, suponemos, el asunto
presente con la de un futuro
dudas persisten. .Se tiáti de confrontar Ia arquitectura
para Ia posteridad? ¿el
próximo? zHay una intención de proponer un'a arquitectura
mañana? o ése trata de dilucidar sobre
curso versa sobre tas ¡Jün"t pioin"'tas del
Y aún cabe otra pregunta iporqué no
Ia importancia del tiempo en la arquitectura?.
incertidumbre, permítanme hablarles
se inicia con "arquitectura ayer"? Ante tanta
del tiemPo.
y
co-ntemporáneos"' Estamos ante la antigua
Queremos ser modernos, actuales,
tiempo
un
entre
de la arquitectura
nueva pregunta soOrelá'condición difereniial
de forma decidida en los albores
pues
Surge
antigua,
y otro en devenir. Cuestión
moOerna' El término "moderno"
del Renacimiento, con tá eclos-ión de ta áOa?
primera vez en el siglo V Oala.,distinguir el mundo
sabemos que aparece por
la oposición entre moderno y
cristiano del mundo pagano,. En este momento
entre una nueva concepción del
antiguo hace referen.iu á ,nu insalvable distancia
tránsito entre un ayer y un hoy se
mundo respecto al pasado. sin embargo, este
que pensar en el dilatado tiempo que
produce muy lentamente. No tenemos más
Florencia -todavía
existe entre las prir"iá, obras de f¡f¡ópo' erünelleschi ,en
y la co-nsolidación de las nuevas
insertadas en la traárción gremial y artesanael Quattrocento' La redacción
formas renacent¡stas que se produce ya mediaáo
Rlberii tiene lugar en 1452 y la
del tratado De Re ned¡f¡catoi¡a de Leon Battista
L
y
la diferencia respecto al tiempo pasado la
Modernusera un neologismo que venía a significar
aparición el término
hace
XI
siglo
el
Ourante
f'',i.ioila.
Ia
conciencia de una épocJpropia inseftada "n
como lo
tt iolt'.30";'¡'91 ^1!,.9*:o" -entendido
modern¡tas v en el lenácimiento se utiliza
a la barbarie precedente'
oposición
en
lo
civilizado
es
moderno
gusto.
Lo
medieval, burdo y de mal
afirmación del clasicismo en el resto de Europa se produce ya en el cinquecento:
ha sido necesario un siglo para afirmarse una época.
La Querelle des Ancients et modernes, iniciada formalmente con Charles perrault y
Fontenelle en 1680, -quien escribe en 1688 su Disgression sur les Ancients et
Modernes- no es sino una reedición ya plenamente consciente de esta misma
cuestión. La confrontación ideológica de aquellos "modernos', que creían que la
situación producida por el arte y los conocimientos científicos probaba la evidente
superioridad del presente frente a una tradición autoritaria que debía ser rechazada.
Los argumentos de Perrault -argumentos de la razón, del gusto y teológico- no
venían a negar la antigüedad clásica, pero sí sus imperfecciones que el p-rogreso
podía solventar, Para los ilustrados, el progreso de la ciencia y de la tétnica
implicaba el desarrollo social, el bienestar y el triunfo de la tolerancia, signos del
nuevo tiempo y del nuevo hombre. Estos dos antónimos -moderno y antiguoasumen desde entonces la estructura básica de una diferenciación estética que
implica el rechazo de los modelos precedentes.
La eclosión de las vanguardias en los inicios del siglo XX supone una fractura
decidida contra el academicismo. Se trata tanto de mostrar la superioridad de lo
moderno frente
a la tradición, como declarar su absoluta
reprobación. son
vanguardias positivas en cuanto que proclaman un nuevo e inmediato futuro. El
mismo concepto de zeitgeist incorpora el término tiempo, que además de significar
época, comienza a adquirir una nueva connotación: rapidez en el transcurso de los
acontecimientos. Esta cuestión, la conciencia del tiempo como un factor decisivo en
la comprensión de la realidad, me parece fundamental. Ello es notorio tanto en la
exaltación de la velocidad en la metrópolis como en Ia definición de la teoría de la
relatividad de Albeft Einstein, enunciada en 1914 y que ha tenido una trascendencia
definitiva en nuestra propia concepción del mundo. Realmente, no ha existido una
decidida voluntad de medir el transcurso temporal hasta hace dos siglos. Una de las
manifestaciones más claras será la imposición de un nuevo calendario en la
Revolución Francesa, otra será la aparición de turnos de trabajo con la Revolución
Industrial: el hombre-tiempo es una realidad de la que se tiene ceteza en los inicios
del siglo XX. En consecuencia, también tendrá un valor determinante entre muchos
de los patrones estéticos que las caracterizaron.
Pensemos, por ejemplo, en el cubismo y su voluntad de ofrecer una nueva manera
de ver la realidad. Esta es representada de forma múltiple, fragmentaria y
yuxtapuesta frente al sistema central y estático del academicismo. Es el propio
tiempo el que introduce visiones -y representaciones- sucesivas y distintas de
aquella misma realidad, haciendo honor a la extendida idea de la "cuarta
dimensión". De la estabilidad de la forma y la perspectiva central clásica se pasa a
una "acumulación de un mundo de experiencias que no remite a lo esencial sino que
sólo puede ofrecer de la realidad una versión coyuntural'n. El conocimiento estático
propío del pasado ya no es válido en un mundo dominado por una realidad dinámica
y fugaz.
Giacomo Balla:
Velocidad abstracta. L9t3
e
Por otra parte, el futurismo estaba ofreciendo imágenes de un mundo técnico
fábricas'
las
o
gran
velocidad
a
lanzado
industrial: la central eléctrica, el automóvil
fervor
Así se expresa Marinetti en su Manifesto futurista: "Cantaremos el vibrante
eléctricas;
por
lunas
violentas
incendiados
y
los astilleros
nocturno de tos arsenales
las estaciones glotonas, devoradoras de serpientes humeantes; las fábricas
iágá¿it de las ñubes por los retorcidos hitos de sus humos"''B' En otra proclama,
trazan un
L'aVchitettura futurista. Manifesto, escrita con Antonio Sant'Elia, ambos
son
y
la
máquina
Ia
ciencia
ciudad,
la
donde
p.gruru para el atte y la arquitectura
de
recursos
¡os
"todos
con
construida
ser
omñipresentes. La .usá frtutista deberá
la ciáncia y de la técnica", lejos de toda "ley de continuidad histórica', con
el
ascensores
hormigón ármado, el acero o el vidrio como materiales primarios, con
para
los nuevos
apta
mecánicas":
vistosi"pasarelas metálicas y rápidas escaleras
y
"acumuladores
como
mecánicos,
hombres concebidos también como sujetos
ruido
el
con
mecánicas,
prolongaciones
generadores de movimiento, con nuestras
y la velocidad de nuestra vida".n
el objeto
Tiempo, velocidad y movimiento son paradigmas de un mundo mlevo. son
Giacomo
o
Boccioni
Humbefto
Oe reprásentación ón las pinturas de Luigi Russolo,
por una
descendiendo
Desnudo
su
del joven Marcel Duchamp en
áalla,'incluso
-riiái"iu.
de la
persistencia
La
en
Dalí
También los relojes blandos de Salvador
Giorgio
de
ferrocarril
de
estaciones
la omnipresenciá de los relojes de las
Marcel DuchamP.
Desnudo descendiendo por una escalera
no 2. L912
memoriao
junto a la máquina, es
De Chirico. Este es el objeto: representar el tiempo que,
no hay ninguna
embargo,
Sin
protagonista destacado dá la vida en la metrópolis,
como el cine.
vetiginoso
tiempo
ái;.'iñ;; u,tírt¡.u que fuera capaz de refleiar este
a través
misma
la
realidad
i¡n drOa alguna, el séptimo art'e fue capaz de interpretar
consciente
fue
Benjamin
Walter
de un procédimiento técnicamente reproductible.
pues
y
de ello y, en ese aspecto, argumentaba la proximidad entre cine arquitectura
simultánea"'
colectiva
ésta tamb¡én "proporciona materia a una recepción
Moderno" en
SoLA-MOMLES, Ignasi de: "Teoría de la forma de la Arquitectura en el .Movimiento
el
ocaso de la modernidad'
y
en
naturaleza
técnica
(ed)
Arquitectura,
Luis
ElarunrrlóeZcÁLtANg,
Servicio de Publicaciones. MOPU. Madrid, 1984. pp' 103'
(1909). Tomado de: DE MICHELI,
MARINETTI, Filippo Tommaso. Manifesto del futurismo itatiano
pp' 232'
uai¡o' ¿us vanguardias aftísticas det sigto XX. Alianza Forma' Madrid, 7995.
MARINETTI, Filippo Tommaso. Lbrchitettura futurista, Manifesto' octavilla
Tomado áe: HEREU, Pere - MONTANER, Joseph Maria - OLIVEMS,
LL-7-tgt4.
Milán,
prOfi.ráá án
pp. L64-I67'
|or:di. Tertos de la arquitedura de la modernidad. Nerea. Madrid, 1994.
SANT,ELIA, Antonio
Salvador Dalí:
La pers¡stenc¡a de la memoria, t93
-
De ahí la admiración de Le Corbusier por los paquebotes, aviones o automóviles,
metáforas de la máquina y de la precisión que debía regir aquel nuevo mundo, pero
también imágenes del tiempo que se quiere atrapar y vencer. No en vano, en estos
momentos se produce la traslación de la idea del tiempo como "cuatta dimensión"
a la arquitectura.
Será Sigfried Giedion en 1941 con su Espacio, tiempo y
arquitectura. El futuro de una nueva tradición, cuando introduce esta idea. Este
asunto ya había sido sugerido por Hitchcoc( explicitado por Sheldon Warren
Cheney en The New World Architecture (Nueva York, 1930) y que Giedion afirma
recoger directamente de las hipótesis formuladas en 1908 por el matemático
Hermann Minkowski -"desde hoy en adelante, espacio como tal, y tiempo como tal,
están condenados a desvanecerse en meras sombras, y solamente una especie de
unión de los dos conservará una realidad imperecederaL para establecer relaciones
entre el Cubismo, Futurismo y arquitectura modernas. El edificio de la Bauhaus se
configura como un correlato físico de esta concepción del "espacio-tiempo'i en la
medida que su comprensión exige un recorrido de sus volúmenes -una sucesión
temporal de percepciones-, asícomo sus planos de vidrio permiten la presentación
simultánea del interior y el exterior del edificio. El tiempo es considerado como un
parámetro fundamental, imprescindible en la experiencia que sobre la arquitectura
se tiene.
Pero si en el periodo de entreguerras la modernidad funda sus esperanzas en un
"tiempo" que está cargado de imágenes de un futuro inmediato6, la guerra mundial
produce una fractura en dicha concepción. Desde la fenomenología Bertrand Russell
estaba reclamando que el tiempo no es únicamente una sucesión, sino que se
constituye como "tiempo vivido". Para Martín Heidegger Ia existencia humana no es
vivencia del tiempo, sino, más elementalmente, es tiempo: el tiempo es la esencla
de la existencia. No es de extrañar una mirada hacia la tradición o la historia donde
se intuye una existencia más auténtica. Lo verdadero está en una arché primigenia,
en el origen del tiempo, o es aquello que esta refrendado por su transcurso: lo
experimentado en lugar de lo experimental. Las revisiones de la historia que se
producen en Italia en la inmediata posguerra constituyen ante todo en una
búsqueda de verdad en otro tiempo no vinculado a la sinrazón de las dos guerras
mundiales. La revisión posmoderna de los años ochenta no fue sino la más grotesca
GIEDION, Sigfried. Space, Time and Architecture. Harvard University Press, Cambridge 1941.
(Traducción castellana: Espac¡o Tiempo y Arqu¡tectura. Editorial Dossat, 1980. pp. 16 y 463).
Para Eric Hobsbawm la modernidad reside en "los tiempos cambiantes y no en las artes que
tratan de expresarlos. Esta es la razón por la que el cine se salvó del fracaso de las vanguardias
de principio de siglo, como la arqu¡tectura lo hace por su inseparable condición técnica. Técnica
y tiempo se alían desde principios de siglo para ser los dos principales intérpretes del mundo
moderno. Véase HOBSBAWM, Eric. Behind the Times. L998. (Edición castellana: A la zaga.
Decadenc¡a y fracaso de las vanguardias del siglo XX. Editorial Crítica. Barcelona, 1999).
Giorglo De Chirico.
La conqu¡sta del filósofo. L9L4
Bergson' por su parte' insiste en
reproposición de un tiempo ya periclitado' Henry
que no remite,a la memoria sino
la durée,la observación áe rá dlración temporaí
el devenir produce la experiencia
a la multiplicidad. En nuestra conciencia interna,
t.-tYl:n la continuidad y
y
flujos'
9u"de lo diverso y cambiante, de las mutaciones
a jerarquías ni categorías fijas
la multiplicidad de los acontecimientos no somitiOós
ésta idea de complejidad tan
Bergson
r, o"t.rre quien recupera de
;;;ü;i¿i.
afín a sus Mille Plateaux,
Sihayalgoquecaracterizalaarquitecturacontemporáneaes,precisamente,la
que nos.diferencia con la vanguardia
intensa implicación .".-ái l"*po. Si hay algo
el transcurso del tiempo -la
moderna es que ,i iqr"il"r'iááoun'de-mo'strar
en el
Alejandro Zaera - FOA.
La Casa Virtual. L997
no se refleja sino la instantaneidad
velocidad- del mundo de la máquina, hoy
en cónstante aceleración' donde la
flujo de acontecimientos. Vivimos en un mundo
aL modo global e inmediato a través
información y et conocimiento se transm¡ten
se ha redutido al instante y lo virtual
de redes y sistemas informáticos. El tiempá
procesos
No hay
y
pur"i.-ru'prántar ta .onJ¡iiOn física de la vida la arquitectura'
experiencia y un
una
ante
estamos
evolutivos, ,ino .o*"o áipiátu fug"nio Trías,
que causal y viene definido por su
mundo intempestivd, que es mas casual
Caroline Constant' Sector Oriental' 1959
Caroline Constant.
New BabYlon Paris. 1963
ffiffi{tr
intrínseca contingencia,
lineales, está marcada por
La temporalidad contemporánea no refleja tránsitos
Las obras de James Joyce' lulio
discontinuidades y yuxtaposición de expeiiencias.
múltiples transcursos temporales
córtazar o Robert Musil nos presentan
propia voluntad' Ya en 1912' Apollinaire
entrelazados que uno puede modificar a su
al paroxismo la fragmentación
en Zoney, sobre toiolln ir,ri¡ nu" Cnr¡siná'tlevó
una nueva estética de la
del suieto v ru ,róiúá del espacio. y tiempo con de la rea|idad a Ser
simultaneidad, anunciando una visión caleidoscópica
la visión de la historia no es
interpretada por el irj"to'. Del mismo modo,
cómo Ia cultura. judeo-cristiana o el
teleológica, no conduie'a un fin determinaáo,
por una
que está surcada por episodios dictados
marxismo habían construido, sino
imagen
una
propone
ptiegue en Gilles Deleuze
casualidad gratuita. ia noción de
el
donde
continua
cinta
es una
muy gráfica sobre esta cuestión, tu-r"ilioad
pliegues
producen
se
produce cuando
encuentro entre lo oUi.i¡ro y lo subjetivo se
u lo indeterminado y carente de
honot
que
hacen
Pliegues
en esa misma realidad.
y fugaces. De ahí también la dificultad
finalidad, t¡empos ururororl discontinuoi
que su mismo pensamiento encierra.
en desentrana, ro ooietivo y subjetivo
*w¡
7
B
George Maciunas' Flux-Kt. 1964
Ariel' Barcelona' 1985'
Véase: TRÍAS, Eugenio: Los tímites del mundo'
Frankfurt am
Epochenwandel der ásthetischen Moderne'
Véase: JAUSS, Hans Robert: studien zum
Estudios sobre las etapas de
moderno.
b
áá
transfórmac¡ones
Main, 1989. (Versión castefiáüi Las
b mbdern¡did estética' visor. Madrid, 1995)'
Plegarse al pliegue parece la consigna de últimas propuestas, recogiendo de
manera literal -y por tanto, poco afortunada- aquella noción de Deleuze. Cierto es
que algunos proyectos asumen esta condición multiforme donde el pliegue
configura espacios que, aún en una misma cinta temporal continua, admiten la
simultaneidad de nuevas y subjetivas experiencias. En este sentido, la Casa Virtual
de Alejandro Zaera se entiende más como una denuncia de la convencionalidad
que invade la actual producción de viviendas que un proyecto concreto de una
casa para vivir. Pero al calor de tales propuestas vemos en nuestras aulas dibujos
que retoman similares estilemas formales acompañados de una jerga
pseudocientífica de difícil compresión: rizomas, cintas de Moebius, cadenas de
ADN o cromosomas, que comienzan a alejarnos de toda realidad arquitectónica'.
Yves Klein. Antropometría. París.
Galeríe Internationale dAt Contemporain.
9 de marzo de 1960
Decía Rafael Moneo que estamos ante "arquitecturas de la acción", que de modo
literal pretenden reflejar una condición fragmentada de un mundo contemporáneo
regido por una transformación incesante. No hay escenarios estables para este
tipo de arquitectura y la deriva parece el sino de los tiempos, como ya definieron
Guy Debord y Caroline Constant desde la Internacional Situacionista. La dérive se
presenta como "una técnica de tránsito fugaz a través de ambientes variados".
Movimientos como Fluxus, inspirado en 1961 por George Maciunas, o artistas
como Yves Klein o Nam June Paik proponían un arte de acción a través de
performances o happeningg donde la acción en sí misma era el objeto artístico
primordial, su carácter era necesariamente efímero y, en consecuencia, ausente
de forma.
OMA- Rem Koolhaas.
Kuntshal.
Rotterdam. Holanda. 1987-92
Tal es la arquitectura que presenta Rem Koolhaas, donde los criterios de concepción
modernos han sido eclipsados por la creación de un escenario para la acción. El
Kuntshal de Rotterdam -"una secuencia de experiencias contradictorias que sin
embargo lleguen a formar una espiral continuan mostraba esta voluntad de permitir
una simultaneidad de acontecimientos a través de sus rampas y paramentos vítreos.
El Educatorium de Ia Universidad de Utrecht, también de Koolhaas, o la villa VPRO
de MVRDV acentuaban esta voluntad mediante planos plegados de hormigón, que
debían permitir un movimiento continuo a través de espacios yuxtapuestos, vacíos,
fracturas y transparencias. Los criterios de concepción no surgen de planteamientos
formales o espaciales, sino de toda una retórica de diagramas de usos, densidades,
circulaciones o magnitudes económicas que simplemente se superponen a una
propensión a producir paisajes donde se den relaciones aleatorias y múltiples entre
sus futuros usuarios.
9
Estas coartadas pseudocientíficas han impregnado también la producción de un buen número de
filósofos, como han demostrado Alan SOKAL y Jean BRICMONT en Infel/ectual ¡mpostures. Profile
Books. Londres, 1998. (Edición castellana: Imposturas intelectuales. Paidós. Barcelona, 1999).
OMA- Rem Koolhaas. Educatorium de la
Universidad de Utrecht, Holanda. 1993-97
MVRDV. Villa VPRO. Hilversum. Holanda.
1993-97
31
En cierto modo, aquel concepto de tiempo como "cuarta dimensión" que Colin Rowe
y Robet Slutzky asociaban a Ia idea de transparencia fenomenaflt tiene su forma
de expresión definitiva en la arquitectura de vidrio actual como "transparencia
literal'l Esa percepción múltiple del espacio y la acción que en él se desarrolla,
resulta definitiva en buena parte de la arquitectura actual. Además, también alude
a la condición de inmaterialidad en una subconsciente voluntad de mostrar y vivir
la complejidad del presente. No otra cosa pretenden algunos proyectos de Toyo lto
como la Torre de los Vientos en Yokohama, cambiante, incorpórea y puramente
energética, o la Mediateca de Sendai, surcada por flujos de información,
transparente e inmaterial. Lo mismo cabría decir de las obras de Herzog & de
Meuron, como el edificio Ricola (1995), donde el manejo de serigrafías o
inscripciones en sus superficies vÍtreas merman su carácter tectónico. Transparencia
e inmaterialidad insinúan el propósito de anular toda condición física y estable, en
disolver los límites de la arquitectura por donde penetra la complejidad del tiempo.
Toyo Ito. Torre de los Vientos.
Yokohama. 1992
Evidentemente, toda búsqueda de estabilidad está proscrita. El desarrollo del
proyecto es confiado a nábiles ingenierías que tratan de hacer construible unas
lábiles imágenes producidas por potentes medios infográficos. La firmitas no parece
tener sentido en un mundo donde se aprecia lo fugaz,lo transitorio y, por tanto, lo
inestable. Pero no nos engañemos, pues una sospecha se cierne sobre este olvido
de la pertinencia técnica de la arquitectura en aras de su representación virtual: una
dejación de una responsabilidad ineludible sobre la consistencia formal y física del
mádio en que existimos en favor de imágenes de alto rendimiento visual y
comercial. Ciefto es que siniestros agentes han ido hurtando al arquitecto su
cometido en el orden y configuración de la ciudad y su arquitectura, para permitirle
únicamente la realización de meras imágenes consoladoras. No es de extrañar que
un hábil pragmatismo -no exento de cierto cinismo- se haya instalado en la
producción aiquitectónica presente. Una imagen vale (engaña) más que mil
palabras. Así se explica la carestía de razonamientos crÍticos bien fundados y la
proliferación de discursos pretendidamente poéticos que, muchas veces/ poco
tienen que ver con el proyecto que pretenden explicar.
Es así como surgen nuevas palabras con inusitada contundencia para vertebrar
nuevas concepciones arquitectónicas. Son palabras-totem que recogen "la idea" del
proyecto, acogidas con entusiasmo por los estudiantes de arquitectura, Y que
muestran el carácter peregrino (énomádico?) de muchas actuaciones. No se si este
fenómeno algo tiene que ver con el requerimiento de Richard Rorty acerca de la
10
-
ROWE, Colin: Transparency: Literal and Phenomenal. "Perspecta", 1963.
ROWE, Robert Sluüky
Traducción castellana en: ROWE, Colin. Manierismo y arqu¡tectura moderna y otros ensayos. Gustavo
Gili. Barcelona, 1978.
necesidad de crear un nuevo léxico personal ante la contingencia de nuestro
propio lenguaje", o con la invitación a crear nuevos conceptos, como reclaman
Gilles Deleuze y Félix Guattari, como labor inexcusable del filósofo1'. Lo dudo. Pero
lo cierto es que una inflación de términos - a ser posible en inglés- definen
actitudes bien divergentes: mobility, flashes, loops, cristalizaciones, complexity,
apilamientos, terrain vague o spirals. Se pone un término tranquilizador y ya se
supone una arquitectura cargada de contenido y lista para su comercialización.
Añádanse unas siglas u otro vocablo extranjero al nombre del equipo y a publicar
sin pausa.
Todo ello concuerda con la misma evolución del pensamiento filosófico que
también parece haber estallado en discursos particulares cada vez menos
sistemáticos. Esta carencia de sistema conceptual es evidente también en la
evolución de la misma elucubración teórica. Si en la Antigüedad el pensamiento
arquitectónico era reglado en el Tratado, la crisis del clasicismo dio paso al
Manual, donde se recogía el compendio de soluciones prácticas sustentadas en
aquel. El Manifiesto, como declaración combativa, provisional y muchas veces
ausente de un corpus ordenado se instituyó como referente de las vanguardias.
Todos ellos poseían un fuerte contenido literario, si bien acompañados por
proyectos u obras canónicas que le otorgaban verosimilitud, y con una
contundente aspiración a la universalidad. Los textos que acompañan las
tendencias actuales tienen un fuerte contenido icónico y responden a posturas
subjetivas, tenazmente personales y se fundamentan en estructuras más
narrativas que reflexivas. No suelen tener aquella aspiración universal, sino que
se remiten a manifestaciones concretas y, por tanto, provisionales. Son múltiples,
contingentes, se redactan y permanecen el tiempo del propio proyecto y, en
ciertos casos, hasta son contradictorios como a la época y realidad a la que
responden.
11 Véase RORTY, Richard. Contingency, irony and solidarity. Cambridge University Press, New York,
1989. (Versiión castellana: Contingencia, ironía y solidaridad Paidós, Barcelona, 1991).
12
DELEUZE, Gilles. Qu'esf-ce que la philosophie?. Les Éd¡t¡ons
castellana: lQué es la filosofía? Anagrama. Barcelona, 1993).
de Minuit. París, 1991.
(Versión
Herzog & de Meuron. Almacén y sede de
la Fábrica Ricola Europe.
Mulhouse-Brunnstatt. Francia. 7992-93
{**&
& i-*S §§?§*É&§'r§§' S*, Á§Qi"':'iiiT;j¡;'á
No quisiera haber dejado la impresión de estar emitiendo un juicio negativo sobre
el tiempo presente, ni mucho menos de ser un retrógado o un nostálgico. Aprecio
la arquitectura de los aquí mencionados y me complazco en vivir en este momento
h¡stóiico donde el pensamiento único ha sido puesto en entredicho para dejar paso
a un pensiero debole en el que la tolerancia debe ser su principal valor' Poseemos
unos medios increíbles para la adquisición de información y conocimiento. Afloran
propuestas de indudable atractivo que nos hacen reflexionar sobre nuestra realidad.
bero deploro el consumo de imágenes, los modismos insustanciales, el olvido del
corprorito con la sociedad, lá gran desafectación hacia una cultura técnica
que
intríñseca al arquitecto, el positivismo extremado ausente de aquella solidaridad
posteridad
Es
la
símisma'
en
esgrimía Rortry, y por Supuesto, el culto a la novedad
á ;;¿ dictará'ál luicio'sobre la arquitectura que nos rodea.. Ella nos permitirá
r,".óno."r. la arquitectura del hoy, separando mena y ganga, olvidando los fuegos
fatuos de los profetas y feriantes que la mercadotecnia del presente peralta ante la
velocidad con que exige un nuevo arquitecto de culto. Ante todo ello, como decía
Deleuze, "sólo pedimoé un poco de orden para protegernos del caos"'3. Y este orden
sólo lo encuentro en la exigencia de precisión y en la técnica, en su concepción
griega -téchne- que en el mundo antiguo era análoga al de cultura.
proponía
Con cierta ironía y como epílogo de un valioso escrito, Alejandro Zaera
prácticas
unas instrucciones de uso para un mapa busca-nichos con el que clasificar
producción
cofto o
a
puede
su
dirigir
y proyectos y así reconocer en qué áreas uno
su
efectividad
de
dudo
íaigo'plazo para ajustarse a las demandas del mercado'*. No
puá fá práitica piivada ni para aventurar la arquitectura del mañana/ pero lo ciefto
br qu" cada vez creo menos los oráculos. El tiempo entre ellroy y el mañana se ha
difuminado. El presente es un ayer y el futuro es un hoy conforme a la celeridad del
tiempo que imprime la sociedad y los procesos de información y producción. Por eso
'perder
más tiempo. Déjenme limpiar mi paralex y encender el
ordenado; no sea que en estos instantes alguien me esté enviando por Internet
algún nuevo encargo.
no les irago
Jorge Torres Cueco
Octubre,2OO2.
13
Ibidem. Pág 202.
74 ZAEM-POLO, Alejandro. LJn mundo lleno de aguieros. "El
croquis" no BB-89. Madrid,
1998.
r,¡r
lsBN 84-9705-486-5
uIillffiu[[[il
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