GUIA DE PRODUCTIVIDAD EMPRESARIAL
Su Gestión y Mejora Continua – Objetivo Estratégico
Mauricio Lefcovich
Consultor en Administración de Empresas y Estrategia de Negocios
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Introducción
Medida de la productividad
Variables de la productividad
Factores que inciden en la productividad de la empresa
Condiciones para la productividad óptima en todo proceso productivo
Barreras a la productividad
Factores que restringen el incremento de la productividad
Técnicas de mejoramiento de la productividad
Métodos y sistemas en base al estudio del Comportamiento Organizacional
Importancia de la Gestión de Calidad
Método de Comparación entre Empresas y las Clínicas de Empresas
Círculos de Mejoramiento de la productividad
Método del Equipo de Acción para Promover el Rendimiento
Gestión por Medio del Análisis de Valor
Sistema de Producción Justo a Tiempo
Bibliografía
1. Introducción
“El tema de la productividad se ha convertido hoy día en algo común en las naciones que
se esfuerzan por alcanzar un desarrollo tal que mejore el nivel de vida de su población,
reduzca sus niveles de inflación, sanee sus finanzas internas y externas, logre niveles de
competencia internacional para enfrentar la globalización comercial, e impulse su nivel
tecnológico. El ser productivo ha venido a ser la llave maestra para que los empresarios
ganen terreno en el mercado internacional, aumenten sus ganancias a través de la
competitividad, reduzcan sus costos de producción e incrementen su rentabilidad”.
La productividad es la relación entre cierta producción y ciertos insumos. La productividad no es
una medida de la producción ni de la cantidad que se ha fabricado. Es una medida de lo bien
que se han combinado y utilizado los recursos para lograr determinados niveles de producción.
El concepto de productividad implica la interacción entre los distintos factores del lugar de
trabajo. Mientras que la producción o resultados logrados pueden estar relacionados con muchos
insumos o recursos diferentes, en forma de distintas relaciones de productividad, cada una de
las distintas relaciones o índices de productividad se ve afectada por una serie combinada de
muchos factores importantes. Estos factores importantes incluyen la calidad y disponibilidad de
los insumos, la escala de las operaciones y el porcentaje de utilización de la capacidad, la
disponibilidad y capacidad de producción de la maquinaria principal, la actitud y el nivel de
capacidad de la mano de obra, y la motivación y efectividad de los administradores. La forma en
que estos factores se relacionan entre sí tienen un importante efecto sobre la productividad
resultante, medida según cualquiera de los muchos índices de que se dispone.
La productividad es importante en el cumplimiento de las metas nacionales, comerciales y/o
personales. Los principales beneficios de un mayor incremento de la productividad son, en gran
parte, del dominio público: es posible producir más en el futuro, usando los mismos o menores
recursos, y el nivel de vida puede elevarse. El futuro pastel económico puede hacerse más
grande mejorando la productividad, con lo cual a cada un de nosotros nos tocará un pedazo más
grande del mismo. Hacer más grande el futuro pastel económico puede ayudar a evitar los
enfrentamientos entre grupos antagónicos que se pelean por pedazos más pequeños de un
pastel más chico.
Desde un punto de vista nacional, la elevación de la productividad es la única manera de
incrementar la auténtica riqueza nacional. Un uso más productivo de los recursos reduce el
desperdicio y ayuda a conservar los recursos escasos o más caros. Sin un aumento de la
productividad que los equilibre, todos los incrementos de salarios, en los demás costos y en los
precios sólo significarán una mayor inflación. Un constante aumento en la productividad es la
única forma como cualquier país puede resolver problemas tan opresivos como la inflación, el
desempleo, una balanza comercial deficitaria y una paridad monetaria inestable. La importancia
de la productividad para aumentar el bienestar nacional se reconoce ahora universalmente. No
existe ninguna actividad humana que no se beneficie de una mejor productividad.
Es importante porque una parte mayor de aumento del ingreso nacional bruto se produce
mediante el mejoramiento de la eficacia y la calidad de la mano de obra, y no mediante la
utilización de más trabajo y capital. En otras palabras, el ingreso nacional crece más rápido que
los factores del insumo cuando la productividad mejora. Por tanto, el mejoramiento de la
productividad produce aumentos directos de los niveles de vida cuando la distribución de los
beneficios de la productividad se efectúa conforme a la contribución.
La productividad determina asimismo en gran medida el grado de competitividad internacional de
los productos de un país. Si la productividad del trabajo en un país se reduce en relación con la
productividad en otros países que fabrican los mismos bienes, se crea un desequilibrio
competitivo. Si los mayores costos de la producción se transfieren, las industrias del país
perderán ventas, dado que los clientes se dirigirán a los abastecedores cuyos costos son
inferiores.
Sin embargo, si el aumento de los costos es absorbido por las empresas, sus beneficios
disminuirán. Esto significa que tendrán que reducir la producción o mantener los costos de
producción estables mediante la disminución de los salarios reales.
Algunos países que no logran seguir el ritmo de los niveles de productividad de los competidores
tratan de resolver esos problemas devaluando sus monedas nacionales. No obstante, de ese
modo se reduce el ingreso real de esos países al resultar los bienes importados más caros y al
aumentar la inflación interna.
Así pues, una baja productividad produce inflación, un saldo comercial negativo, una escasa tasa
de crecimiento y desempleo. Por tanto, es evidente que el círculo vicioso de la pobreza, el
desempleo y la baja productividad sólo puede romperse mediante un aumento de la
productividad. Una mayor productividad nacional no sólo significa un uso óptimo de los recursos,
sino que contribuye también a crear un mejor equilibrio entre las estructuras económicas,
sociales y políticas de la sociedad.
Desde un punto de vista personal, el aumento en la productividad es esencial para elevar el nivel
de vida real y para lograr una óptima utilización de los recursos disponibles para mejorar la
calidad de vida.
En los negocios, los incrementos en la productividad conducen a un servicio que demuestra
mayor interés por los clientes, a un mayor flujo de efectivo, a un mejor rendimiento sobre los
activos y a mayores utilidades. Más utilidades significan más capital para invertir en la expansión
de la capacidad y en la creación de nuevos empleos. La elevación de la productividad contribuye
en la competitividad de una empresa en sus mercados, tanto domésticos como foráneos.
Las utilidades de una empresa pueden aumentarse elevando los precios, reduciendo los costos
o con una combinación de ambos. No es raro que el enfoque de los administradores se incline
por un aumento en el volumen de las ventas y hagan menos hincapié en controlar, sino es que
en reducir, los costos. La venta de unidades adicionales se refleja en un costo fijo unitario más
bajo, lo que aumenta automáticamente la rentabilidad, siempre y cuando no surja un incremento
en los costos variables que contrarreste este efecto positivo.
En algunas empresas, sobre todo las que tienen fuertes necesidades de capital y de maquinaria,
o las que tienen costos fijos muy altos, la utilidad por unidad puede aumentar con el volumen, a
pesar de que se presenten importantes aumentos en los costos unitarios variables.
Los administradores, lo mismo que el público en general, se inclinan a las posiciones más
cómodas. En lugar de enfrentarse al problema de controlar los costos, por lo general parece más
cómodo buscar un incremento en la demanda. Por ello, no se le ha dado la importancia que se
merece a la elevación de la productividad, es decir, a la reducción de los costos unitarios, al
mismo tiempo que se mantiene, y de preferencia se aumenta, el volumen de lo producido.
Lamentablemente mientras no se afecte una disminución en la demanda por los productos o
servicios, o una demanda que crece a un ritmo menor del que se está acostumbrado, tanto la
productividad como el control de costos son temas que ocupan un segundo lugar en
comparación con los esfuerzos por aumentar las ventas.
El control de costos tiene un efecto de apalancamiento sobre las utilidades que pocos
administradores se han puesto a examinar con detalle. Debido a la dependencia de una empresa
en su margen de utilidad, el efecto positivo de una reducción de una unidad monetaria en sus
costos es mucho mayor que el de un incremento de la misma magnitud en las ventas.
En su sentido más amplio, la productividad comprende todos los recursos y sus costos, y como
tal representa la mayor de las oportunidades para mejorar las utilidades en cualquier empresa de
la que se esperen utilidades y para brindar más servicios por unidad monetaria gastado en las
instituciones sin fines de lucrativos.
costo
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100,00
99,00
100,00
90,00
100,00
70,00
100,00
precio vta.
$
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120,00
120,00
121,00
120,00
130,00
120,00
150,00
margen de utilidad
20,00%
21,21%
21,00%
33,33%
30,00%
71,43%
50,00%
Ahora bien, mientras los empresarios y directivos occidentales piensan en éstos términos, desde
el lejano oriente los empresarios nipones han desafiado esta manera de conducir los negocios
mediante la aplicación de la mejora continua en materia de calidad, costos, productividad y
satisfacción del cliente.
Al fijarse como objetivo primordial la reducción de costos siguiendo la “Curva de Experiencia” las
empresas japonesas han puesto en serios apuros a la industria occidental, más aún en algunos
casos la hicieron prácticamente desaparecer.
Hoy día con la globalización de la economía y la caída de las barreras aduaneras muchas
empresas están expuestas a la competencia de productores extranjeros que siguen la filosofía
de mejora continua fijada por los japoneses.
En la medida en que más expuesto éste un producto a la competencia internacional, más
necesario se hace llevar a cabo cambios profundos en la gestión de la productividad. Para las
empresas menos expuestas a la competencia internacional, mejorar los niveles de productividad
las llevará a mejorar su posición competitiva en relación a sus rivales nacionales o locales, con el
consecuente aumento en su participación de mercado.
Una empresa más productiva implica siempre no sólo mayor rentabilidad, sino también mayor
capacidad tanto de liquidez como de solvencia financiera, pues estará haciendo un mejor y más
óptimo uso de sus recursos.
2. Medida de la productividad
En algunos casos, la productividad se mide de forma inmediata. Por ejemplo, puede ser medida
como horas de trabajo necesarias para producir una tonelada de acero específico, o como la
energía necesaria para generar un kilovatio de electricidad. La productividad se mide siempre
por unidad de tiempo. Esto se resume en la fórmula:
Productividad = Unidades producidas / Inputs empleados
La utilización de un solo recurso en input para medir la productividad, como se muestra arriba, se
conoce como productividad monofactorial. Sin embargo, la productividad multifactorial supone
una visión más amplia, que incluye todos los inputs (trabajo, material, energía, capital). La
productividad multifactorial también se conoce como productividad de factor total. La
productividad multifactorial se calcula sumando todas las unidades de input a los efectos de
conformar el denominador:
Productividad = Output / (Trabajo + Material + Energía + Capital + Varios)
Para hacer factible el cálculo de la productividad multifactorial, los inputs individuales
(denominador) pueden expresarse en unidades monetarias y sumarse.
El empleo de ratios de productividad ayuda a los directores a determinar qué tal están actuando.
Los ratios de productividad multifactorial proporcionan una información más completa del
equilibrio entre los factores, pero los problemas fundamentales de medición persisten. Entre
dichos problemas tenemos:
1. La calidad pude variar aunque la cantidad de inputs y outputs sea la misma.
Compárense un receptor de radio de esta época con uno de los años cuarenta. Los dos
son receptores de radio, pero poca gente negará que la calidad ha mejorado. La unidad
de medida (un receptor de radio) es la misma, pero la calidad ha variado.
2. Los elementos externos pueden producir incrementos o descensos de productividad de
los que el sistema que se estudia no es directamente responsable. Por ejemplo, un
sistema eléctrico más fiable puede incrementar notoriamente la producción y, por tanto,
la productividad; y esto gracias al sistema que sirve de base de la producción, y no
debido a las decisiones de gestión que hayan podido tomarse.
3. Pueden faltar unidades de medida precisas. No todos los automóviles necesitan los
mismos inputs. Algunos automóviles son utilitarios, mientras que otros son Ferrari.
4. Estos problemas de medición de la productividad se ven particularmente acentuados en
el sector servicios, en el que el producto final es difícil de definir. Por ejemplo, ni la
calidad de un corte de pelo, ni el resultado de un proceso judicial, ni el servicio de un
comercio minorista se tienen en cuenta en los datos económicos. En algunos casos se
pueden hacer ajustes en la calidad del producto vendido, pero no en la calidad de la
realización de la venta o en una gama más amplia de productos.
La forma en que debe encararse la medición de la productividad tomando en consideración
los aspectos mencionados en los primeros tres aspectos es:
Midiendo la productividad para un bien en particular, y bajo determinadas
condiciones de producción (proceso, métodos, insumos, etc.) a los efectos de poder
representar las variaciones en el ratio de productividad en un gráfico de Control
Estadístico de Procesos, lo cual permitirá a la empresa conocer la capacidad
productiva de un determinado proceso, las variaciones que se producen, e iniciar
acciones tendientes a mejorar la misma.
Midiendo la productividad para un bien bajo determinadas condiciones de
producción, y determinar la variación que se genera al cambiar determinados
factores del proceso o componentes del producto (sin alterar en demasía la calidad
del mismo).
En cuanto al sector servicios, si bien es compleja su medición, sobre todo para
determinados casos en particular, la medición no sólo puede sino que debe ser
realizada. Ejemplos claros de ellos son sectores como los correspondientes a:
telefonía, distribución de energía, bancos, seguros, educación, salud, entre muchos
otros.
3. Variables de la productividad
Los incrementos en la productividad dependen de tres variables, siendo fundamental la buena
gestión de los mismos a los efectos de la mejora en la productividad:
Trabajo
Capital
Gestión
La mejora en la contribución del trabajo a la productividad es consecuencia de tener un personal
laboral más sano, mejor formado y entrenado, y mejor alimentado. Tres variables clave en la
mejora de la productividad laboral son:
1. Formación básica apropiada para una mano de obra efectiva.
2. La alimentación de la mano de obra.
3. Los gastos sociales que posibilitan el acceso al trabajo, como el transporte y la
sanidad.
En cuanto a la importancia del capital, debemos tener en cuenta que los seres humanos hacen
uso de herramientas. Las inversiones en capital proporcionan estas herramientas. La diferencia
entre el capital total invertido y la depreciación se conoce como inversión neta. La inflación y los
impuestos aumentan el coste del capital, haciendo que las inversiones en capital resulten cada
vez más caras. Cuando disminuye el capital invertido por empleado, podemos esperar una caída
en la productividad. Y decimos que podemos, y no que se genere sí o sí dicha caída, pues
mejores diseños de sistemas de trabajo, mayor capacitación y mejor conformación de los
procesos entre otros muchos factores pueden compensar con crecer la menor inversión neta en
bienes de capital.
Por último tenemos a la gestión empresaria como un factor de producción y un recurso
económico. Es la responsable de lograr una óptima combinación de los recursos humanos y
materiales, liderando y motivando al personal a los efectos de un aprovechamiento excelente de
los recursos. Su obligación es asegurar que la tecnología, la formación y el conocimiento se
utilizan de forma efectiva.
4. Factores que inciden en la productividad de la empresa
Se dividen en dos factores fundamentales que son los internos y los externos. Entre los factores
internos tenemos aquellos que podemos calificar de duros, y otros como blandos. Entre los
factores duros tenemos:
Producto
Planta y equipo
Tecnología
Materiales y energía
Y, entre los denominados blandos se encuentran:
Personas
Organización y sistemas
Métodos de trabajo
Estilos de dirección
El clasificarlos como duros y blandos depende de que tan fácil resulta cambiarlos, pero podría
alterarse ello si pensamos que resulta más fácil comprar una nueva máquina que cambiar una
mentalidad, pues es bien sabido que “no hay nada más difícil de abrir que una mente cerrada”.
En cuanto a los factores externos se tienen:
Ajustes estructurales
Económicos
Demográficos y sociales
Recursos naturales
Mano de obra
Tierra
Energía
Materias primas
Administración pública e infraestructura
Mecanismos institucionales
Políticas y estrategia
Infraestructura
Empresas públicas
Entre los factores duros tenemos la planta y equipo. Estos elementos desempeñan un papel
central en todo programa de mejoramiento de la productividad mediante: un buen
mantenimiento; el funcionamiento de la planta y el equipo en condiciones óptimas; el aumento de
la capacidad de la planta mediante la eliminación de los estrangulamientos y la adopción de
medidas correctivas; y, la reducción del tiempo parado y el incremento del uso eficaz de las
máquinas y capacidades de la planta disponibles.
Por otro lado la innovación tecnológica constituye una fuente importante de aumento de la
productividad. Se puede lograr un mayor volumen de bienes y servicios, un perfeccionamiento de
la calidad, la introducción de nuevos métodos de comercialización, entre otros, mediante una
mayor automatización y tecnología de la información. La automatización puede asimismo
mejorar la manipulación de los materiales, el almacenamiento, los sistemas de comunicación y el
control de la calidad.
En cuanto a los materiales pueden lograrse importantes incrementos en la productividad
mediante:
a) La mejora en el rendimiento del material: producción de productos útiles o de energía por
unidad de material utilizado. Dependiendo ello de la selección adecuada del material
correcto, su calidad, el control del proceso y el control de los productos rechazados.
b) Uso y control de desechos y sobras.
c) Mejoramiento de la gestión de existencias para evitar que se mantengan reservar
excesivas.
d) Mejoramiento del índice de rotación de las existencias para liberar fondos vinculados a
las existencias con el fin de destinarlos a usos más productivos.
e) Empleo de materiales sustitutos.
f) Perfeccionamiento de los materiales mediante la Investigación & Desarrollo.
En cuanto a los factores blandos, la correcta gestión del personal toma especial trascendencia
como recurso clave en las empresas competitivas del presente y del futuro. La capacitación, el
entrenamiento, la motivación e incentivos, la participación y la calidad de vida laboral son
fundamentales. La continuidad del personal, expresado en un menor índice de rotación hacen
factible una continuidad en la curva de aprendizaje (contribuyendo ello con la curva de
experiencia) y la formación de conocimientos tácitos, los cuales generan a través de una óptima
gestión de los recursos humanos una ventaja competitiva difícil de imitación por parte de los
competidores.
El mejoramiento de los sistemas de trabajo, un mejor estilo de dirección (gestión), acompañados
de sistemas de información y estructuras organizacionales de alta eficiencia permiten altos
niveles de rendimiento.
Hoy la flexibilidad y polivalencia de los trabajadores, su capacidad para trabajar en equipos, su
capital intelectual (conocimientos + experiencias + actitud) conforman un arma esencial para
hacer factible mayores niveles de productividad acompañados de mejores performances en
materia de calidad y satisfacción del cliente y/o consumidor.
En cuanto a los factores externos éstos deben ser tomados en consideración a los efectos de
analizar la posibilidad de reducir su incidencia mediante la acción de la empresa como tal o bien
y por sobre todas las opciones, actuando conjuntamente a través de organismos u
organizaciones sociales – políticas – profesionales y económicas. De tal forma podrán solicitarse
cambios normativos, reglamentaciones, protecciones arancelarias, la realización de obras
públicas entre muchas otras.
5. Condiciones para la productividad óptima en todo proceso productivo
Lograr el mejor nivel de productividad requiere de un proceso sistemático que debe
cumplimentarse en torno a:
Diseño adecuado del producto o servicio
Selección de la tecnología más idónea
Planificación de la calidad requerida
La utilización óptima de los recursos:
Instalaciones
Materiales e Insumos
Personal
Y, el estudio para tales efectos de métodos y tiempos, programación y
coordinación.
La primera de las condiciones, sin la cual todas las demás serían inútiles, es que el producto a
obtenerse haya sido diseñado de forma que asegure que, básicamente, cumpla de forma óptima
con la función específica que le es propia permitiendo además, su obtención en óptimas
condiciones.
En segundo lugar es indispensable asegurar el aporte de nuevas tecnologías mediante una
continua labor de prospección del futuro, conocimiento y utilización de las fuentes de información
tecnológica existentes, protección de la propia tecnología y todas cuantas acciones permitan
conseguir que en todo momento se utilicen las tecnologías que pueden conducir a una óptima
productividad.
Otro factor trascendental íntimamente ligado al diseño del producto y la tecnología utilizada es el
de la calidad del producto obtenido. Las exigencias del mundo industrial, la apertura a nuevos
mercados, las prescripciones cada vez más rigurosas respecto a la homologación de productos,
han convertido este factor en punto clave para el éxito.
La obtención de productos de diseño adecuado, utilizando la tecnología más idónea, alcanzando
el máximo en calidad, se logra mediante la utilización eficaz y eficiente de las instalaciones,
materiales y recursos humanos, a los efectos de lograr el más alto nivel de productividad. Esta
utilización óptima debe buscarse a través de la utilización de los métodos más adecuados y un
riguroso estudio de los tiempos de las distintas operaciones que integran un proceso. A tal
efectos la planificación, programación y coordinación constituyen la llave que abre las puertas a
la máxima eficacia.
6. Barreras a la productividad
Debemos reconocer cuales son las barreras que impiden mayores niveles de productividad a los
efectos de tomar debida nota de ellas, concientizarnos y actuar en consecuencia.
Entre las barreras más comunes y arraigadas tenemos:
a) Burocracia obsesiva. Se caracteriza por la adherencia ciega a normas, reglas y prácticas
establecidas sin una consideración flexible a intención o propósito, o a la adecuación que
requiere una situación especial, y en todo caso un rigor mortis en respuesta a retos
internos y externos.
b) Arteriosclerosis organizacional. La estructura orgánica con demasiados niveles
jerárquicos, la disociación de las funciones de cada nivel y la incomunicación de
directores, jefes y empleados, así como el exceso de papeleo y de trámites superfluos,
engañosos e inútiles son algunas de las causas que endurecen las arterias de la
comunicación y no permiten la flexibilidad que éstas requieren para acceder a los
cambios de volumen de trabajo y a las situaciones que deben abrirse a la productividad.
c) Feudalismo corporativo. Se da cuando el director de una división, o gerente de un
departamento, no conoce ni le importa conocer los objetivos, las actuaciones y los
problemas de los demás. Tampoco le interesa la productividad total del negocio, sólo se
interesa de su propio beneficio. Es así como cada feudo de la empresa trabaja como
entidad autónoma e independiente y sólo trata de hacer lucir su actuación con sus
propios resultados.
d) Excesiva centralización de los controles. Ello se sostiene en un mando estrictamente
vertical que va desde arriba hasta el último peldaño de la organización. Este sistema por
lo tanto no propia el aprovechamiento máximo del potencial humano, siendo todo lo
contrario de las modernas ideas de empowerment.
e) Mentes cerradas al cambio. En muchas organizaciones la posibilidad de mejorar los
sistemas y procesos, y con ello los niveles de calidad y productividad se ve frustrada
porque sus propietarios, directivos y/o empleados tienen sus mentes cerradas a todo
cambio o innovación. Las reacciones de la gente que pone obstáculos a toda idea nueva
son las siguientes:
Resistencia al cambio. Entre las diversas explicaciones para tal
resistencia se tienen sólo con carácter enunciativo los siguientes:
1. Miedo a lo desconocido, o información inadecuada.
2. Miedo de no poder aprender las nuevas destrezas (o la
vergüenza de ser lento en aprender.
3. Amenazas a los expertos o al poder.
4. Amenazas al pago y otros beneficios.
5. Reducción en la interacción social.
6. Características de la personalidad (ejemplo. el dogmatismo)
7. Falta de participación en el proceso de cambio.
8. Aumento de las responsabilidades laborales.
9. Disminución en las responsabilidades laborales.
10. Ambiente organizacional
Ceguera de taller. Propia de la miopía que se crea con el tiempo al tener
la vista clavada en una sola faena rutinaria sin ver más allá de su
alrededor.
Conformismo. Es clásico de las empresas que han crecido y generaron y
generan ganancias. Es ahí donde los directivos piensan y dicen: “Para
qué cambiar lo que nos ha dado y está dando resultados”. El
conformismo hace que la organización se estanque y no avance al paso
de los adelantos tecnológicos, ni se adecue convenientemente a las
nuevas exigencias del mercado. El conformismo es una actitud muy
cómoda para mentes perezosas, que la prefieren al esfuerzo mental que
requiere el análisis e innovación creativa.
Temor a la crítica. Este temor lo sufren los empleados y trabajadores que
tienen la iniciativa y la creatividad para presentar buenas ideas, pero el
miedo al ridículo ante sus jefes y compañeros y su timidez inhibe su
valor para presentarlas.
Temor a criticar. Este obstáculo se encuentra frecuentemente cuando un
mejor sistema o método de trabajo es presentado a un jefe o alguna
autoridad que diseño lo que se viene haciendo. Se teme ofender a un
superior cuando se le muestra que alguien ha pensado en algo mejor
que lo que él hizo.
Inadecuada perspectiva. Esto es propio del estado mental de apaga
fuegos por parte de sus directivos. De tal modo dedican más tiempo a
resolver las crisis ocasionadas por los problemas, que a prevenir su
aparición. Su proceder es por lo tanto reactivo en lugar de preventivo y/o
proactivo.
7. Factores que restringen el incremento de la productividad
Existen numerosos factores que impiden desarrollar en plenitud las capacidades productivas de
una organización, registrándose entre ellos los siguientes:
1. Incapacidad de los dirigentes para fijar el tono y crear el clima propicio para el
mejoramiento de la productividad.
2. Los efectos negativos que sobre la productividad tienen las trabas impuestas por las
reglamentaciones estatales.
3. El efecto negativo que sobre el aumento de la productividad tiene el tamaño y la
madurez de las organizaciones.
4. La incapacidad para medir y evaluar eficazmente la productividad de la fuerza de trabajo.
5. El diseño de los procesos productivos y la correspondiente organización y distribución de
las máquinas y equipos, con las consecuencias que ello tiene sobre la capacidad de
incrementar los niveles de productividad.
Estas restricciones no son definitorias, pudiendo trabajarse sobre la mayoría de ellas, excepto el
punto 2, mediante una labor de revitalización y rediseño de procesos y estructuras a los efectos
de conferirle a la organización la capacidad de incrementar en gran forma su performance en
materia de productividad.
La búsqueda y cambio de paradigmas deficientes es otra forma moderna y eficaz de lograr en
primer lugar cambios de conductas tendientes a generar transformaciones en el desarrollo y
evolución de los procesos productivos.
8. Técnicas de mejoramiento de la productividad
Comprende una serie de técnicas, herramientas, métodos e instrumentos destinados a generar
un mayor valor agregado en función a los insumos de los cuales se ha hecho uso.
Tenemos en primer lugar a las técnicas de ingeniería industrial y análisis económico, entre las
cuales se encuentran:
Estudio del trabajo
Estudio de métodos
Medición del trabajo
Simplificación del trabajo
Análisis de Pareto
Sistema Just in Time
Mantenimiento Productivo Total
Gestión de Calidad Total
ABC / ABM
Costo de Calidad
Contabilidad Horizontal
Análisis y aplicación de las curvas de aprendizaje y de experiencia
Administración por medio del análisis de valor
Análisis Coste-Beneficios
Presupuesto Base Cero
Asignación de la productividad a los costos
Control Estadístico de Procesos
Entre las técnicas relacionadas con el comportamiento tenemos:
Desarrollo organizacional
Sistema de participación
Actividades grupales
Trabajo en Equipo
Sistema de Sugerencias
Análisis de Campos de Fuerzas
Técnica de Grupo Nominal
9. Métodos y Sistemas en base al estudio del Comportamiento Organizacional
Basados en labores de investigación y análisis la ciencia del Comportamiento Organizacional ha
generado un total de diez tipos diferentes de intervenciones, las cuales pueden ser aplicadas de
manera combinada o no.
Por un lado basándose en el cambio de las características organizacionales proponen:
1. Sistemas de incentivos
Sistemas de pago a destajo
Planes grupales para compartir ganancias
2. Establecimiento de metas
3. Administración por objetivos (APO)
4. Selección del personal
Pruebas
Antecedentes personales
Planeamiento realista del trabajo
5. Capacitación y desarrollo
6. Liderazgo / Participación
7. Estructura organizacional / Descentralización
En cuanto a los métodos que hacen hincapié en las características laborales tenemos:
1. Retroalimentación del desempeño mediante indicadores de objetivos.
2. Diseño del puesto mediante enriquecimiento del puesto y/o simplificación del trabajo.
3. Programas opcionales de trabajo, conformados por sistemas de semana condensada de
trabajo y/o horarios flexibles de trabajo.
10. Importancia de la Gestión de Calidad
Tradicionalmente se han encarado la calidad y la productividad como elementos que deben
hacerse concesiones mutuas. Para alcanzar mejoras significativas en una, hay que aceptar un
deterioro en la otra. La calidad sólo se podía mejorar a expensas de la productividad, y
viceversa. Sin embargo, muchas empresas operan actualmente según la filosofía de que la
mejora en la calidad genera mayores niveles de productividad.
En gran medida es un problema de definición. Si la calidad se encara en un sentido absoluto
puede resultar dificultoso entender cómo mejorar la calidad sin un mayor costo. Por otra parte, si
vemos la calidad como conformidad con las especificaciones, la relación con la productividad
resulta manifiesta. Si el producto o servicio se produce con defectos, entonces hay que repararlo,
reprocesarlo o producirlo de nuevo. El resultado es que se requieren más recursos –personal,
material, equipo- para producir una cantidad dada de productos o servicios que satisfagan las
especificaciones.
Esto nos conduce al concepto de calidad de proceso, que tiene una correlación clara y directa
con la productividad. Aunque los productos terminados (o servicios prestados) de una
organización pueden conformarse a las especificaciones, la calidad del proceso que produjo
esos productos o servicios pueden variar ampliamente y tendrá decisiva influencia sobre la
productividad de la organización. Si es preciso reelaborar o reprocesar cantidades sustanciales
de productos, si las materias primas son defectuosas, si el desperdicio y la pérdida de material
son excesivos, si la pérdida por descartes es elevada, la organización no puede alardear de altos
niveles de calidad o productividad.
El bajo desempeño en calidad incrementa los recursos requeridos para producir una
determinada cantidad de bienes. La reelaboración incrementa la cantidad de mano de obra
requerida, y tal vez el capital, y también los recursos energéticos. Los desperdicios y descartes
incrementan el material requerido para un nivel dado de producción. Y el desempeño de baja
calidad aumenta la necesidad de inspección y control, lo cual requiere de recursos adicionales.
Con la baja calidad, una cantidad sustancial de los recursos de una organización se debe
consagrar a corregir defectos y manipular desperdicios en vez de producir bienes y servicios. Al
mejorar la calidad, los recursos requeridos para producir una cantidad dada de productos
declinan, y eso se traduce en mejor productividad.
La mala calidad cuesta más de lo que se reconoce tradicionalmente. Es coste de la calidad
es calculado rutinariamente por diversas empresas y excediendo en muchos casos el
veinte por ciento de los ingresos.
Hoy debe rechazarse totalmente el argumento de que cierto nivel de defectos es inherente o
aceptable. Los conceptos tradicionales como “niveles aceptables de calidad” lo cual implica la
aceptación de cierto nivel de defectos, y “economías de calidad” que significa que más allá de
cierto punto, las mejoras de calidad no son justificadas por el costo, han desaparecido ya de las
empresas que desarrollan una manufactura de clase mundial. Hoy el objetivo de las empresas
que quieren y desean la excelencia es llegar a un nivel de 6 sigma, lo cual implica no tener más
de 3,4 DPMO (defectos por millón de oportunidades).
11. Método de Comparación entre Empresas y las Clínicas de Empresas
El método de la comparación entre empresas y la clínica de empresas requiere los servicios de
un consultor externo. Utiliza las técnicas de comparación entre empresas como ayuda a los
directores y gerentes participantes para identificar los problemas de sus organizaciones
respectivas. Esas técnicas se complementan con debates en grupo en los que se moviliza la
experiencia acumulada y las técnicas de gestión de todos los participantes para contribuir a
resolver los problemas individuales.
La comparación entre empresas actúa como un punto de ataque, cuando hay que convencer a
los empresarios de que los servicios de un centro de perfeccionamiento del personal de dirección
o un consultor realmente ayudarán a resolver los problemas actuales. Cuando los empresarios y
directivos reciben un informe de comparación entre empresas, casi siempre descubren que el
funcionamiento de su empresa es poco satisfactorio en uno o en varios aspectos.
La comparación entre empresas se utiliza para descubrir en qué aspecto deben concentrar sus
esfuerzos las organizaciones para mejorar su rendimiento. Sin una comparación entre empresas,
un gerente sólo puede conjeturar qué partes de la organización están funcionando bien o mal y
qué prioridades deben establecerse para mejorar el rendimiento. Un conjunto de cifras que
muestre las medias de la industria puede indicar inmediatamente si la organización se está
comportando mejor o peor que la media.
En cuanto a las clínicas de empresas las mismas son grupos de debate en los que los
participantes examinan sus propios problemas y sus progresos para resolverlos. Están dirigidos
por un consultor o un instituto de perfeccionamiento del personal de dirección. Una característica
peculiar del método de la clínica de empresas es que hace hincapié en el aprendizaje basado en
los proyectos. Esto significa que los participantes, que están recibiendo formación en esta
situación, llevan a cabo un cometido en una empresa real, por lo común la suya. El proyecto
debe referirse a un problema real, y el participante es responsable no sólo de analizar el
problema, sino también de adoptar medidas para resolverlo. El aprendizaje basado en un
proyecto se combina de manera natural con la comparación entre empresas. El empresario
utiliza el informe de la Comparación entre Empresas para identificar un sector de deficiencias y
define un problema que ha de resolverse para que la empresa prospere. De tal modo el
aprendizaje basado en un proyecto es una técnica de autoperfeccionamiento. Su eficacia puede
aumentar considerablemente, si se lleva a cabo en el contexto de un grupo, y ésta es la base del
concepto de la clínica de empresas.
La comparación entre empresas (CEE) y la clínica de empresas (CE) se desarrollan en tres
etapas:
Etapa 1: Los participantes reciben un informe en el que se compara el rendimiento de su
empresa respectiva con el de otras empresas análogas.
Etapa 2: Se señalan los campos en donde es necesario introducir mejoras, gracias a la
comparación y el análisis de los informes y del rendimiento de las demás empresas.
Etapa 3: Se adoptan medidas complementarias en forma de clínicas de empresas.
Una de las ventajas de este método es que resulta especialmente atractivo para los empresarios
pequeños y medianos. El método tiene buenas posibilidades de éxito, si se cumplen las
siguientes condiciones:
La industria de que se trata debe estar experimentando cierto grado de presión sobre los
beneficios o la productividad.
Debe haber un “padrino” que se interese por la forma en que evolucionan las cosas, que
perciba la necesidad de aumentar el profesionalismo en la gestión como respuesta a las
amenazas a que hace frente y que esté dispuesto a prestar su apoyo para que se ponga
a prueba este método.
Debe haber un “paladín”, un innovador que esté interesado en este método como un
complemento de su conjunto actual de técnicas de capacitación y asesoramiento.
12. Círculos de mejoramiento de la productividad (CMP)
Los círculos de mejoramiento de la productividad parten de las mismas bases que los círculos de
control de calidad pero abarcan todo el campo del mejoramiento de la productividad y no sólo de
la calidad.
Un CMP es un pequeño grupo de trabajadores del mismo taller que están interesados en el
perfeccionamiento autónomo y mutuo y en las actividades destinadas a resolver problemas. El
objetivo es promover la productividad de la empresa. Los CMP tienen siete características
fundamentales:
1. Es de carácter voluntario. Cada miembro ha decidido participar en las
actividades del CMP, porque proporcionan la posibilidad de promover el
crecimiento.
2. Son de pequeñas dimensiones, pues cuentan de entre tres y diez
miembros.
3. Composición homogénea. Los miembros proceden del mismo talles,
realizan funciones análogas o conexas y afrontan problemas semejantes
o afines.
4. Tarea y objetivos concretos. Los proyectos de los CMP suelen
corresponder al control del círculo y se ajustan a los objetivos de la
empresa.
5. Enfoque sistemático y científico. Al estudiar los problemas del taller, los
círculos siguen una secuencia paso a paso y utilizan instrumentos y
técnicas científicos en el proceso.
6. Actividad constante. Las actividades del círculo pasan de un proyecto o
actividad a otro.
7. Aplicación universa. El concepto se puede aplicar en diversos sectores,
organizaciones y sus dependencias.
Los CMP persiguen como objetivos:
Contribuir a la productividad, estabilidad y crecimiento de la empresa.
Mejorar el taller como lugar de trabajo.
Promover el potencial humano al máximo.
Aumentar la competitividad de la empresa gracias al mejoramiento del
producto y a la reducción de los costos de producción.
Mejorar la capacidad de dirección, los conocimientos prácticos y la
competencia técnica de los supervisores de primera línea, mediante la
instrucción mutua y la práctica.
Dar a los trabajadores posibilidades de ampliar y enriquecer las tareas,
asumir una mayor responsabilidad, tener un mayor sentido de
independencia y cierta participación en la adopción de decisiones.
Promover en la dirección y en los trabajadores una toma de conciencia
de la productividad, la disciplina y los conocimientos prácticos por medio
de una mejor comunicación.
Entre los diversos tipos de problemas sometidos a los CMP podemos enumerar:
La reducción del desperdicio y de los costos.
El mejoramiento de la calidad.
El mejoramiento de los métodos.
La simplificación del trabajo.
El mejoramiento del mantenimiento preventivo.
El mejoramiento de la moral laboral.
En cuanto a los beneficios resultantes de los programas de CMP se pueden mencionar:
El mejoramiento de la calidad.
El aumento de la producción.
La reducción de los costos.
El mejoramiento de la comunicación, la cooperación y la moral de los
trabajadores.
Una definición más precisa y una comprensión más clara de las
funciones de supervisión.
El mejoramiento de la capacidad de los trabajadores para resolver
problemas.
El mejoramiento de la toma de conciencia de la productividad y de la
calidad, el establecimiento de una mejor actitud con respecto a los
problemas del trabajo y del taller.
El mejoramiento de la moral de los miembros de los círculos.
13. Método del Equipo de Acción para Promover el Rendimiento
Este método es una variante eficaz de muchas técnicas de constitución de equipos destinados a
mejorar la productividad. Es un método de gestión participativa y global aplicado de arriba abajo
y constituido por dos componentes principales:
Un proceso de planificación estratégica que se concentra en el logro de
un consenso sobre metas de desarrollo, objetivos y programas de acción
en un plazo de dos a cinco años en todos los niveles de la gestión.
Un proceso participativo y estructural de solución de problemas en el
nivel del grupo primario de trabajo.
Algunas de las características importantes de este método son las siguientes:
Orienta el proceso del presupuesto.
Superpone la formulación de estrategias y políticas.
Suministra los datos y los resultados de cada etapa en dirección descendente.
Mantiene equipos de acción en todos los niveles que responden de la ejecución.
Da transparencia a todo el proceso.
Por último, cabe acotar que el método en estudio debe cumplir con dos condiciones:
1. Debe estar eficazmente vinculado con un sistema de distribución de las ganancias.
2. Debe ir precedido de la planificación estratégica con respecto a los esfuerzos a favor de
la productividad.
14. Gestión por medio del análisis de valor
Constituye ésta una técnica para reducir notablemente los desechos o niveles de desperdicios.
El análisis de valor tiende a lograr muchos ahorros o mejoras pequeños en la eficiencia que,
puntos, serán importantes. Su utilidad ha quedado demostrada en el sector manufacturero y en
muchos otros sectores. Se han logrado reducciones sustanciales de los costos en la
administración de hospitales, la banca, la construcción y también en los servicios públicos y en la
administración pública..
El análisis de valor es un enfoque organizado y creativo para determinar y eliminar todos los
costos innecesarios en un producto o servicio. Todos los costos relacionados con un producto (o
servicio) en su diseño, sus materiales, su proceso de fabricación, y particularmente sus
especificaciones y exigencias, se analizan para descubrir el valor que aporta cada uno de ellos.
Así pues, el análisis de valor es un método para reducir el coste que destaca la función más que
el método, poniendo al descubierto los costos excesivos e innecesarios; mejora el valor del
producto o servicio; proporciona idéntico o mejor rendimiento a un costo inferior, y no reduce la
calidad ni la fiabilidad.
En el proceso de análisis de valor pueden distinguirse tres etapas:
1. Preparación de los organigramas especiales que muestren la ocupación de cada
persona que figura en la nómina. En apoyo de esto, se requiere un plan de taller y un
plan de emplazamiento, en el que se muestre el espacio ocupado por cada sección y el
tipo de equipo utilizado en ella. Con respecto a cada punto del gráfico, son necesarios
cuatro elementos de información:
la función (tarea real, emplazamiento y costo);
la cuantificación de la función (producto, tiempo estimado para cada tarea y
costos importantes realizados);
el desempeño de la función;
la contribución de la función.
2. Comparar los datos relativos a los costos de cada función con los criterios del “valor” –el
precio, el grado de deseabilidad y la utilidad- haciendo las preguntas siguientes:
¿ Es la función esencial para la empresa?
¿Está la función correctamente situada en la estructura de la organización?
¿Es eficaz el método para cumplir la función?
¿Podría la función combinarse con otra para reducir el costo o para ser más
eficaz?
¿Parece razonable el nivel de dotación del personal en relación con las tareas
realizadas?
¿Parece el espacio ocupado razonable en relación con la función ejecutada?
¿Está la función físicamente situada en el mejor lugar?
¿Existe algún otro método para realizar la misma función que resultara menos
costoso y más eficaz?
Estas preguntas ponen de relieve las anomalías manifiestas y sugieren múltiples
líneas de investigación, todas las cuales deberían seguir.
3. Una vez terminado el análisis del valor, deben prepararse un informe en el que figuren
recomendaciones claras y prácticas. Se deben llevar a cabo primero todos los
principales cambios de la organización, en plena consulta con los afectados. A
continuación pueden hacerse cambios pequeños en las funciones en las que existen
menos posibilidades de provocar una desorganización considerable.
15. Sistema de Producción Justo a Tiempo (Just in Time)
El sistema justo a tiempo es la producción (o entrega) de los elementos necesarios en la
cantidad necesaria y en el momento necesario. El principal objetivo del “Just in Time” es reducir
los costos en el proceso de producción, mejorando de ese modo la productividad total de la
organización. Este sistema se concibió y puso en práctica en el Japón y tiene por objeto eliminar
las existencias innecesarias, reducir a un mínimo los costos de mantenimiento de existencias y
aumentar el índice de rendimiento de la inversión. Sin embargo, más importante que la reducción
de las existencias es el mejoramiento de la fabricación que se deriva de la explotación con
existencias reducidas.
El sistema Justo a Tiempo suprime el margen de seguridad de las grandes existencias y pone de
tal modo al descubierto los problemas de funcionamiento.
16. Bibliografía
Organización Liviana – Arata Andreani y Furlanetto – McGraw Hill – 2001
Cambiar para crecer – Carlos Shapira – Editorial Sudamericana – 1998
Nueva Estrategia de Aprovisionamiento para la Fabricación – Giorgio Merli – Díaz de Santos –
1994
Administración de la Productividad en las Organizaciones – Richard Kopelman – McGraw Hill –
1988
Productividad Total – John Belcher – Granica – 1991
Productividad Base de la Competitividad – Mercado Ramírez – Limusa – 1998
Cómo mejorar la productividad en el taller – Castanyer Figueras – Alfaomega / Marcombo – 1999
La Gestión de la Productividad – Joseph Prokopenko – Limusa – 1997
Productividad y Calidad – Adam, Hershauer y Ruch – Trillas – 1995
Productividad – David Bain – McGraw Hill – 1997
Productividad y Reducción de Costos – García Cantú – Trillas – 1995