NÚMERO 16
ENERO-FEBRERO-MARZO DE 2019
REVISTA DE DIVULGACIÓN DEL INSTITUTO DE BIOTECNOLOGÍA DE LA UNAM
El nado del
espermatozoide
en 3D
Luz para estudiar
el cáncer
Probióticos
para camarones
El sistema de paquetería
de la célula
Disponible en
www.ibt.unam.mx
Todo lo que usted
quería saber
sobre patentes…
El miedo a las
serpientes
y la cosmovisión
de reptiles sagrados
Las plantas del amor
Las plantas del amor
USOS Y MITOS
Dra. Damaris Godinez Vidal
raigo yerba santa pa’ la garganta,
traigo jeilimon pa’ la inchazon, traigo
arrecaminos pa’ su destino… ...y con
esta yerba se casa uste!” Tal y como lo
canta en su alegre canción del Yerberito, Celia Cruz, las plantas siempre han estado
vinculadas con el ser humano de innumerables
maneras. Unas de las especialistas en extraer
compuestos químicos de plantas con ciertas propiedades medicinales, fueron las llamadas Brujas
medievales o Curanderas de Hierbatería y Crucifijo (1), quienes aliviaban el sufrimiento de la
mente y el cuerpo. Así, ya en el siglo VIII, comenzaba el tráfico de especias y alcaloides alucinógenos (compuestos orgánicos que poseen una base
nitrogenada), que mediante ungüentos y hierbas
“T
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secas daban sosiego a las almas agitadas que andaban en busca de complacencias personales. De
ese modo comenzó la fama de varios remedios
que hasta el día de hoy se utilizan para obtener
los favores amorosos de alguien, sin tomar en
cuenta el peligro que la ingesta de éstos puede
traer al organismo.
Reportes que datan de la época de la conquista en México, describen la gran diversidad de
plantas con efectos intoxicantes, estimulantes
o narcóticos, que eran utilizadas por los aztecas en prácticas médicas y ceremonias religiosas. Sin embargo, sólo algunas plantas han sido
vinculadas con conceptos mágicos y amorosos,
como por ejemplo el Toloache y el Ololiuhqui
(2), entre otras.
Toloache
El Toloache:
¿la pócima de amor o de veneno?
Cuando una persona enamorada dejar de pensar
por sí misma y pierde el juicio propio, siempre
decimos ¡“Te dieron Toluache”! Lejos de la verdad, el Toloache o mejor conocida como la Planta
del Diablo (Datura innoxia), es una de las plantas
más usadas para atraer el amor y hoy en día es
posible conseguirla con relativa facilidad en los
mercados del centro de la Ciudad de México. Sin
embargo, el Toloache es una de las plantas más
tóxicas conocidas debido al tipo de alcaloides que
contiene, siendo usada como método de tortura
por la Santa Inquisición, principalmente por sus
características alucinógenas. Conocida por los
mexicas asentados en el valle de México como
“Toloatzin” (del Náhuatl que quiere decir cabeza inclinada), el Toloache es una planta herbácea
anual que pertenece a la familia de las Solanáceas,
con frutos capsulares espinosos que contienen
semillas negras en forma de riñón. Unas de las
características principales de las Daturas, son su
alta capacidad de adaptación y su olor desagradable, el cual actúa como barrera repelente pero
también como atrayente de insectos devoradores.
Todas las partes de la planta son un medio
efectivo para inducir alucinaciones intensas, ya
que producen alcaloides tropano (compuestos
bicíclicos nitrogenados) que tienen efectos sobre
la producción de dopamina y norepinefrina, ambos neurotransmisores que actuan sobre algunas
partes del cerebro y el cuerpo durante situaciones placenteras y de estrés o peligro. Un ejemplo
conocido de un alcaloide tropano es la cocaína,
que es un estimulante eufórico y anestésico local,
que a diferencia de otros alcaloides tropanos, no
desencadena alucinaciones.
El Toloache particularmente, produce tres
tipos de alcaloides tropano: la escopolamina,
hiosciamina y atropina. La escopolamina es un
depresor del sistema nervioso central; la histosciamina promueve la vasodilatación y la constricción de la pupila; mientras que la atropina
dilata la pupila, produce estreñimiento y acelera
el ritmo cardíaco.
Toloache
BIOTECNOLOGÍA EN MOVIMIENTO 25
Usos y mitos
El Toloache se ha usado como remedio para
tratar diversos trastornos, desde fiebres ligeras
hasta el tratamiento de huesos rotos y articulaciones inflamadas; para desinfectar heridas,
para los dolores de parto e incluso para tratar
el asma y diarreas. Dependiendo de la dosis,
los efectos pueden ser curativos y afrodisíacos,
llegando a producir visiones chamánicas (3).
La sobredosis puede comenzar con excitación
y terminar en muerte por paro respiratorio. Lo
que sabemos hasta ahora, es que el Toloache ha
sido una planta satanizada por los efectos que
genera, y ha sido vinculada con magia y hechicerías para atraer el amor, desde la época prehispánica hasta la Colonia. Sin embargo, hoy
sabemos que los alcaloides producidos por D.
innoxia se emplean por la industria farmacéutica en diversos medicamentos: la escopolamina
en combinación con la morfina se emplea para
los dolores de parto y para prevenir el mareo;
la hiosciamina es usada para el tratamiento de
espasmos vesiculares y gastrointestinales; y la
atropina usada durante los exámenes oftalmológicos, también se emplea para contrarrestar
el envenenamiento por insecticidas (organofosforados) y por hongos venenosos (Amanita muscaria). Los estudios de hoy en día, ya no sólo
están basados en los efectos que los alcaloides
producen en el humano, ahora se están investigando los efectos sobre los insectos devoradores de las Daturas, la generación de resistencia
contra otros herbívoros y los genes implicados
en la resistencia. Con toda la información generada sobre D. innoxia, ahora el lector ya sabe
que lo popularmente aceptado no siempre es
correcto y que tomar Toloache es más un acto
de odio que de amor.
Ololiuhqui o Gloria de la mañana
Ololiuhqui: Regalo de los dioses
El Ololiuhqui o Gloria de la mañana, abarca 50
géneros y más de 1000 especies de plantas, que
en su mayoría son anuales, herbáceas y ornamentales pertenecientes a la familia de las Convolvuláceas. Turbina corymbosa (Rivea corymbosa)
también llamada Coaxihuitl (planta serpiente) e
Ipomoea violacea o conocida como Tlitlitzin (badoh
negro), fueron consumidas por aztecas y mayas
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Belladona (Atropa belladonna)
durante ceremonias curativas y de adivinación. Se creía
que el Ololiuhqui poseía una deidad propia, que hacía milagros, si se empleaba adecuadamente aliviaba la flatulencia y el dolor,
además de remediar problemas venéreos. Los relatos que describen estados de trance y los efectos alucinógenos del Ololiuhqui datan del siglo
XVI, de los que destacan el de “Ciertas hierbas
que emborrachan” escrito por Fray Bernardino
de Sahagún, y las crónicas de Indias (1591) de
Juan de Cárdenas. En la actualidad, su uso
en ritos ceremoniales y como afrodisíaco
sigue siendo común entre mixtecas y
zapotecas del estado de Oaxaca.
Beleño (Hyoscyamus niger)
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En general el Ololiuhqui posee flores infundibuliformes (o en forma de campanilla) que se
cierran por las noches y se abren por la mañana
como R. corymbosa, o como en el caso de las flores
de I. violacea, que se abren por la noche y su dulce
fragancia perdura hasta que sale el sol. La palabra Ololiuhqui proviene del Náhuatl que significa “cosa redonda” y se refiere a las semillas pequeñas que para R. corymbosa
son de color café (hembras) mientras
que las de I. violacea son negras
(machos). Hasta ahora la ingesta de semillas hembra es realizada por las mujeres, y la
de semillas macho (con un
efecto más potente) por
los hombres. Las semillas molidas e ingeridas con agua,
pulque, mezcal
o aguardiente, provocan
alucinaciones
aterradoras,
ilusiones perceptivas y visuales (tipo caleidoscopio), sinestesias
(sensación que un estimulo aplicado en una parte del cuerpo produce en otra parte del mismo),
euforias y alteraciones en la memoria.
En el patio de Tepantitla en Teotihuacán, se encuentra un mural (500 d.C.) en dónde figura una
diosa azteca y sus sacerdotes con una enredadera de Ololiuhqui, en la que puede verse el néctar
alucinógeno emanando de las flores.
Usos y mitos
El Ololiuhqui, al igual que el Toloache, se ha
asociado con brujerías y fines amorosos, desde
la época prehispánica. Del mismo modo que los
hongos sagrados (como
el peyote), el Ololiuhqui
sigue empleándose en
las sociedades indígenas
mesoamericanas durante
sus rituales ceremoniales. Actualmente se sabe que son de uso
común en tribus de zapotecas, chinantecos, mazatecos y mixtecas,
que viven en las
lejanas montañas
del sur de México
en un aislamiento
poco o nada influenciado por el cristianismo.
Lo que sabemos
es que las semillas de
Ololiuhqui contienen altas concentraciones de
alcaloides indólicos del ácido D-lisérgico. Las
amidas del ácido lisérgico, la ergina e hidroxietilamida, son compuestos similares al LSD
cuya estructura les facilita su unión con receptores de la serotonina. El LSD, dietilamida del
ácido lisérgico, es el alucinógeno semisintético
más potente conocido hasta ahora, y ¡sólo por
el reemplazo de dos átomos de hidrógeno por
dos grupos etilo!! ¡Impresionante! Hoy en día
se sabe que la dosis alucinógena del Ololiuhqui de 2 a 5 mg, es 100 veces menos potente
que el LSD (0.05 mg); sin embargo, los efectos
alucinógenos y la ansiedad que provoca son similares al LSD y duran aproximadamente 6 h.
Sobredosis de Ololiuhqui inducen abortos espontáneos, trastornos hepáticos, emocionales
y psicológicos, desencadenando algunas veces
enfermedades mentales en personas con antecedentes familiares de esquizofrenia. Ahora sabemos que los trances chamánicos, la euforia y
la excitación que embarga a las personas que ingieren la Gloria de la mañana se debe a la relación Ololiuhqui-neurohormonas (serotonina y
norepinefrina), lo que hace posible suponer que
su influencia sobre el sistema nervioso central
provoca la psicosis aguda.
Como el lector puede darse cuenta, existen varias opciones de plantas para “embrujar" o para
“atraer el amor”. En Europa, a diferencia de América, varios miembros de la familia de la belladona se asociaron con las artes amatorias. Las principales plantas intoxicantes usadas para tal fin
fueron el beleño (Hyoscyamus niger), la belladona
(Atropa belladonna) y la mandrágora (Mandragora
officinarum), que al igual que las Daturas su extraordinaria reputación
recayó en
los efectos de psicoactividad
que inducían, principalmente
por la
elevada
concentración
de alcaloides
tropano.
De todas éstas
la mandrágora
ha sido la protagonista a través
de los tiempos,
tomando diversos nombres como: manzana del
amor, raíz mágica, Satan’s apple, mano di gloria,
mala canina, pomo di carne (4), entre otras. Los relatos sobre los usos de la mandrágora se remontan al antiguo Egipto, donde era un símbolo de
amor y un apreciado afrodisíaco; incluso en el
antiguo testamento hay un famoso pasaje que
menciona a las manzanas del amor y sus efectos (Génesis, 30:14-17). La mandrágora ha dado
lugar a innumerables historias, unas afirmaban
que toda la planta estaba rodeada por un aura
secreta, que tenía alma con forma humana y que
podía matar, si era arrancada de la tierra, con un
grito agónico a su recolector. Reportes de pruebas con ungüentos brujeriles que incluyen mandrágora, opio, hachís, betel, belladona, datura y
beleño negro, mencionan que dichas pomadas
provocaban una embriaguez con tintes eróticos.
Hasta ahora la mandrágora se conoce como “la
hierba de la vida y la muerte”, todavía se considera como una planta erótica y un afrodisíaco
par excellence que causa amor, matrimonio y felicidad. ¡Que tal eh!
¡Benditos alcaloides tropano!!
En las culturas indígenas actuales los alucinógenos siguen siendo empleados como instrumento para mantener el chamanismo, la inducción de estados alterados de consciencia y
las ceremonias curativas. Incluso el Ololiuhqui
es uno de los alucinógenos menos conocidos en
el mundo, pero quizás el más utilizado entre los
pueblos indígenas de México. Por eso es importante conocer qué plantas producen los alucinógenos, qué tipos de compuestos producen y
cuales son sus efectos. Hoy en día, el abuso de
alucinógenos con fines hedonistas, es un hecho
que afecta a las sociedades posmodernas por lo
que debemos ser cuidadosos al utilizar alucinógenos. Éstos deben ser empleados sólo con fines
curativos para asegurar la posibilidad de su uso
en el futuro.
Contacto:
[email protected]
La Dra. Godinez, desarrolló su
investigación de Maestría y
Doctorado en el Departamento
de Biología Molecular de
Plantas del IBT bajo la
tutoría del Dr. Mario Rocha.
Posteriormente realizó una
estancia postdoctoral con la
Dra. Alejandra Covarrubias
y el Dr. José Luis Reyes.
Actualmente, la Dra. Godinez es
investigadora en el laboratorio
del Dr. Philip A. Roberts, en el
Departamento de Nematología
de la Universidad de California,
Riverside, EUA, donde
estudia el manejo integrado
de nematodos parásitos
de plantas, empleando
resistencia introgresiva para
la mejora de cultivos y líneas
de reproducción en ambientes
cálidos y áridos.
Referencias
1. Huesca J. y Conesa A.
(1991), Brujas y plantas, Yecla.
Revista de Estudios Yeclanos,
3:127-144.
2. Hofmann A. (1971),
Teonanácatl and Ololiuqui,
two ancient magic drugs of
Mexico. Bulletin on Narcotics,
1:3-14.
3. Rätsch C. (1998), The
Encyclopedia of Psychoactive
Plants: Ethnopharmacology
and its Applications. Rochester,
Park Street Press.
4. Rätsch C. (2011), Las
plantas del amor. Los
afrodisiacos en los mitos, la
historia y el presente. Fondo
de Cultura Económica, México.
Mandrágora (Mandragora
officinarum)
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