La desilusión y el papel de la mujer en Las bicicletas son para el verano
Por Francesca Lippi
En este análisis se quiere razonar sobre el desarrollo de la desilusión de la mujer desde el comienzo de la Guerra Civil hasta su final en Las bicicletas son para el verano. Para hacer esto se ha elegido centrar el estudio en el personaje de Manolita no solo encarna el arquetipo de la mujer moderna y liberal sino también por que representa el reflejo de las enseñanzas y de los valores del protagonista, su padre Don Luis (Ros Berenguer y Cruz Pastor Ferrán, 1997: 717). Manolita ha crecido con la República (1997: 718) y por esto ella misma se convierte en una portavoz de los valores republicanos. Como todas las mujeres españolas en general será afectada por la Guerra Civil aunque, como muchos elementos en el texto, el sufrimiento de Manolita se percibe de una manera sutil. Esta percepción sutil se obtiene por el hecho que esta chica no se queja, sino se adapta siempre con un espíritu lleno de esperanza para el futuro. Sin embargo esta confianza disminuirá poco a poco hasta desaparecer consumida por los acontecimientos históricos.
El personaje de Manolita se opone a todos los otros personajes femeninos de la obra teatral de Fernán-Gómez. En el cuadro I Doña Dolores y Doña Antonia hablan sobre el feliz futuro laboral de Manolita como profesora de universidad ya antes de que ella entre en la escena: ella es culta y tiene una carrera universitaria, pero los acontecimientos históricos la obligan a convertirse en actriz de teatro. En comparación con su madre que es un ama de casa práctica, conservadora (1997: 719) y poco propensa a los cambios, esta chica moderna y abierta se adaptará a la situación sin quejarse:
DOÑA DOLORES: ¿Vienes de la academia?
MANOLITA: Ya no hay academia.
DOÑA DOLORES: ¿Qué dices?
MANOLITA: La han cerrado.
DOÑA DOLORES: Entonces, ¿tu puesto de profesora…?
MANOLITA: Bueno, en cuanto esto pase la abrirán.
DOÑA DOLORES: Sí, pero mientras tanto…
MANOLITA: Mientras tanto yo voy a tener otro trabajo (Fernán-Gómez, 1984: 106)
Como afirman Ros Berenguer y Pastor Ferrán (1997: 719), Manolita es unas de las mujeres más perjudicadas por la guerra, sin embargo siempre se queda valiente, decidida, integra y sin prejudicios. De hecho empieza este camino del teatro siempre con su esperanza hacía el futuro. Al contrario Julio, que no tiene ningún tipo de título ni de trabajo, pretende juzgar la decisión de la chica al principio del libro. El personaje de Manolita se desarrolla de una manera casi triste, de la esperanza a la desilusión de la misma manera circular con que se despliega la obra: al principio es irónica y se ríe de su nacionalista y poco atrayente pretendiente, pero deberá no sólo hacer frente al machismo de éste, sino incluso, tendrá que casarse con él. De hecho se queda embarazada de un miliciano que será matado durante un combate haciendo de todos modos muestra de su madurez como persona y mujer libre como se ve en las frases que dirige a su madre: “Nos queríamos mucho, mamá. No soy ninguna mujer engañada. No nos habríamos casado, porque ninguno de los dos creíamos en eso... Pero habríamos vivido juntos hasta que nuestro amor se hubiese acabado” (Fernán-Gómez, 1984: 164)
Sin embargo Manolita se encontrará obligada hacer todo lo que no deseaba, es decir casarse y además con alguien que no quería: su libertad se va disminuyendo de manera directamente proporcional al hecho que ella tenga que adaptarse a las circunstancias y casi de una manera inútil por que también se quedará viuda. Si comparamos Manolita a mujeres anarquistas y luchadoras como las protagonistas de Tierra y libertad de Ken Loach se puede creer que el personaje de Fernán-Gómez sea lo de una mujer pasiva no encontrándose detrás de una trinchera disparando o no expresando con fuerza sus ideologías como hacen Blanca y Maite. Pero así no es porque como todos los personajes de Las bicicletas son para el verano, lo que intenta hacer Manolita es vivir lo más normal posible a pesar de la guerra pues -como dice su padre- “hay que vivir siempre” (1984: 131). Manolita lucha y hace lo posible, pero los acontecimientos históricos han destrozado sus ilusiones a causa de una guerra que ella nunca ha querido.
Bibliografía
Fernán-Gómez, Fernando. (1984) Las bicicletas son para el verano. Barcelona: Austral
Platas Tasende, Ana María. (2012) Diccionario de términos literarios. Barcelona: Espasa
Ros Berenguer, Cristina y Pastor Ferrán, María Cruz. (1997) Las mujeres de la guerra: cine y cultura en la clase de español/LE. En: VIII Congreso Internacional de la ASELE. La Enseñanza del Español como Lengua Extranjera: del Pasado al Futuro. (1997) Alcalá de Henares. [En línea]. Disponible en https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/asele/pdf/08/08_0711.pdf [Fecha de consulta: 8 de febrero de 2019]
“Taller de lectura” (2018). Fernán-Gómez, Fernando. (1984) Las bicicletas son para el verano. Barcelona: Austral
Tierra y libertad. (2005) Película. Dirigida por Ken Loach. Reino Unido, España, Alemania, Italia: PolyGeam Filmed Entertainment
Segunda entrega
3