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AMLO: LA FILOSOFIA DE CO-CONSTRUCCION

Abstract

It is a Philosophic perspective about the new mexican´s President. Es una perspectiva filosófica sobre el nuevo Presidente de los mexicanos

AMLO: LA FILOSOFIA DE CO-CONSTRUCCION Quienes supieron leer los signos de los tiempos, no se sorprendieron con el arribo del presidente que por nocaut fulminó al partido fundado por Plutarco Elías Calles. Contrario a las críticas de sus adversarios, no es un éxito improvisado, ni ocurrente, mucho menos carente de fundamentos. La filosofía que hoy apreciamos en los discursos de Andrés Manuel López Obrador, es ante todo, la ascención de una confluencia atiborrada de ideologías de la izquierda. Arriban con toda su fuerza y vitalidad, los anhelos de intelectuales, muchos ya fallecidos. Un primer esbozo deja al descubierto una FILOSOFIA SOCIAL, que podemos llamar una FILOSOFIA DE CO-CONSTRUCCION. Algunas características son: RUPTURA EPISTEMOLOGICA. El primer mandatario de la nación nos propone mirar el país desde otro ángulo, el de los pobres, los indígenas, marginados, migrantes, obreros, estudiantes, pensionados. Es la lista de excluidos del sistema tradicional; no son conceptualmente muchos, pero numéricamente son la mayoría de la población. Fueron los millones de votos que arrasaron en las urnas. Eso supone una ruptura en la manera de “conocer” la realidad, sus nutrientes, sus fuentes, sus elementos primordiales. Se refunda la república no con un “comité al servicio de los más poderosos” o de una “minoría rapaz” que mantiene “secuestrado” al poder ejecutivo. No es socialismo, ni comunismo, sino una respuesta (ya veremos qué tan radical), al Neoliberalismo. DECONSTRUCCION CONCEPTUAL DE LA REPUBLICA NEOLIBERAL. Se trata más bien, de evidenciar las contradicciones y los falsos paradigmas que sostenían la República neoliberal. Específicamente los discursos y las ideologías que la sostenían y que hemos visto derrumbarse bajo el mandato popular de “cambio”. Las “mal llamadas” reformas estructurales que fueron impuestas de forma autoritaria, asestaron un duro golpe a la población y carecían de respaldo popular; no serán derogadas, sino “revisadas”, esto es, deconstruidas, para aprobar lo que se adecúe al “interés de la nación”. GIRO EN LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA LATINOAMERICANA. Una novedad del Presidente López Obrador, es poner en el centro de su discurso la HISTORIA. X. Zubiri la llama tradición tradente, es decir, entrega de posibilidades. Historia es entrega de realidad. Mirar el proyecto de nación desde dos cimas filosóficos, el de la historia (entendida como el conglomerado de hechos pasados) y el de la construcción de la historia (entendida como posibilitante de futuro). El poder (dynamis) de la nueva República está en la capacitación que nos da la realidad social. Ignacio Martín Baró proponía desde centroamérica una epistemología del oprimido: “Frente a la tortura y el asesinato… hay que tomar partido”. El rector de la ibero, el jesuita David Fernández lo definía como “no cerrar los ojos a los temas sensibles de la sociedad”. Con esta visión se recurre a la historia nacional para “leerla” a partir de los héroes agrupados en cuatro grandes hitos: la Independencia, la Reforma, la Revolución… y la cuarta transformación, a la que se conceptualiza “regeneración”. Equivale a decir, que estamos de frente a lo que Zygmunt Bauman denominó “retrotopía”. El líder de Morena, supo dibujar al pueblo mexicano, su gran elector, la idea de volver a fundar una República en base a las grandes ideas del pasado que habían sido abandonadas, sólo que sin pesimismo; antes bien, con una renovada esperanza: “El futuro es moldeable, pero el pasado es sólido macizo e inapelablemente fijo” (Z. Bauman). En la retrotopía, el filósofo debe centrarse en descubrir lo que trae “lo nuevo”. ¿Cuál es el novum? ¿Qué novedad traerá este gobierno para el país? Al centrar una visión de soberanía nacional, Andrés Manuel López Obrador, propone mirar a México, en la línea de las potencias del mundo, como un país “para sí”, no “para otro” (J. Guisi). Recobrar la soberanía nacional a partir de nuestra historia y recursos con una propuesta de desarrollo que permita a quien quiera irse del país “migrar por deseo, no por necesidad”. ETICA POLITICA TUMBAPATOS. El gentilicio de los nacidos en Macuspana (Tepetitán es pueblo del Presidente López Obrador) es TUMBAPATOS. Una ética política oriunda de un pueblo rural, que conoció la persecución religiosa de 19261929, el boom petrolero y la debacle del mismo, es una ética que nace de las organizaciones populares, campesinas e indígenas. Es una ética inspirada en la lucha de las organizaciones sociales, que no significa necesariamente la visión marxista de la lucha de clases. La ética política que propone el que será el primer mandatario, es combatir la corrupción de raíz. “No robar, no mentir y no traicionar al pueblo”. Se trata de una moral que retoma en perspectiva histórica, la filosofía socrática, las virtudes de la República de Platón, las de Adela Cortina (ética cívica), Fernando Savater (ética Política) y de Enrique Dussel (Ética de la Liberación). No es una filosofía especulativa, sino aplicada. Una filosofía de la Realidad Histórica (X.Zubiri). Mas cercano a los “viejos rebeldes” como Pepe Mujica, Elena Poniatowska, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano o Carlos Monsiváis (+). El Presidente Andrés Manuel, no elucubra ni figura en las lumbreras academicistas a pesar de sus 14 libros escritos con una sobrada sociología fruto del conocimiento íntimo que tiene del país. Es un filósofo de la práctica histórica. REPUBLICA LAICA. La historia de los presidentes de México en su mayoría católicos, evidenció la crisis de la moral religiosa que pudrió la inmaculada silla presidencial hasta derrumbarla. Robar, mentir y asesinar, entregar los recursos naturales y después ir a misa y recibir los sacramentos de la santa madre iglesia, invitando a los Papas Romanos para consolidar un círculo vicioso de simulación. El Señor Presidente Electo en una sencilla expresión de Ignacio Ramírez, “el nigromante” ha dicho “yo me hinco donde se hinca el pueblo”. No es una república católica confesional. Tampoco es la “simulación” religiosa que por una parte perseguía a sacerdotes -este sexenio va en casi una treintena de sacerdotes asesinados!- y obispos -Samuel Ruíz, Pepe Llaguno, Sergio Méndez Arceo, el P. Solalinde, Fray Tomás, los jesuitas, etc- y por otra pedía la bendición para sus hijos, bodas y ceremonias pomposas incluso a despecho de las leyes eclesiásticas (Vicente Fox) para enderezar lo torcido de sus relaciones humanas. El Presidente López Obrador, viudo y por derecho vuelto a casar, es un creyente respetuoso de las ceremonias religiosas. He constatado su participación creyente en ceremonias católicas en Tabasco. También ha recibido la bendición de pastores de diversa índole. Como Presidente de México, ha dicho, gobernará para católicos, evangélicos y no creyentes, incluso para los masones. Hasta donde sabemos, rompiendo mitos y estereotipos NO SERA UN PRESIDENTE MASON (por más que cite al Nigromante, masón confeso), ni ATEO. Sino un presidente a la altura de las democracias liberales del mundo ultramoderno: RESPETUOSO. El Presidente de México se encuentra mucho más en consonancia filosófica con Jacques Maritain, demócrata y precursor de la declaración universal de los derechos del hombre, autor del “humanismo Cristiano” y de “Humanismo Integral”. Al reconocer el liderazgo del Papa Francisco y enaltecer su carácter “franciscano” (amor por los pobres, testimonio de austeridad y de pobreza, no superficialidad, no hipocresía, no corrupción), AMLO traza una línea de un modelo espiritual, un sensei, un gurú, un líder mundial que le inspira. El episcopado católico cerró filas en torno al Presidente electo y reiteró su respeto y “CERCANIA”. La mayoría católica del país, ha recibido línea de sus pastores: “colaborar de forma positiva con nuestras autoridades electas”. LA FAMILIA DE LA REPÚBLICA REGENERADA. Existe un proyecto de familia que se topará de frente con la moral de sacristías, las buenas conciencias (Carlos Fuentes) y los ultraconservadores. El modelo de familia tradicional, entró en crisis con las nuevas estructuras familiares posmodernas y de la globalización, muchas de ellas multiparentales, que aceptan la diversidad sexual y que en una moral “laxa”, concede una serie de libertades a los ciudadanos según una visión amplia de la DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, antes que de esquemas religiosos. La cuarta República, tiene una visión de familia congruente con el mundo contemporáneo, que no mira a la familia inserta en procesos ahistóricos en contextos descontextualizados, sino con dinámicas históricas con fuertes contenidos sociales (L.S. Vygotsky). Para el Presidente López Obrador, es claro que la descomposición del tejido social, tiene su origen en la pobreza, en la violencia y en la corrupción. Su programa de jóvenes “BECARIOS SI, SICARIOS NO”, hunde sus raíces en esta visión de la familia a la que Estado debe proteger. En este sentido, ya se deja ver en redes sociales, el contragolpe de sectores ultraconservadores, al nuevo Presidente de la nación, sin fundamento (aun no toma posesión!) por temas como el aborto, las uniones de diversidad, etc. A la par de la euforia de la mayoría que llevó a la silla presidencial a López Obrador, se están moviendo rápidamente quienes quieren imponerle al señor Presidente electo, una agenda de moral de la familia ad hoc a sus preceptos religiosos. FILOSOFIA DE LA CO-CONSTRUCCION. La propuesta filosófica es construir desde la base, desde abajo, a ras de suelo, desde la historia nacional, no de arriba hacia abajo. Se trata de una visión de poder compartido, un liderazgo inter pares, con un “único mando”, un líder fuerte, visible, presente, en equipo. Un Estado fuerte y un Presidente con una calidad moral poderosa. Se fortalece así, el maltrecho poder presidencial que fue durante los últimos años, motivo de burla y escarnio. “Tengo la aspiración legítima de ser un Buen presidente de México”, no es un presidente encerrado en la casa presidencial con su gabinete, sino en conexión emocional y social con las familias gobernadas. Es la sinergia virtuosa que anunciaba Sócrates en su República, San Agustín en su Ciudad de Dios. Al parecer, el nuevo Presidente mexicano, está decido a responder a la disyuntiva del “Príncipe” de Maquiavelo: ES MEJOR SER UN PRESIDENTE AMADO, QUE UNO TEMIDO POR SU PUEBLO. Sabe que se logra más con miel, que con hiel. Que el pueblo espera programas sociales y una economía pujante a base de trabajo digno y bien remunerado, que un Estado policiaco, militarizado, a merced de la delincuencia y en total impunidad, tal como lo recibirá en diciembre, un país sanguinoliento. Lopéz Obrador propone un Estado fuerte, juarista “nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho”. En la línea de Thomas Hobbes, el Presidente de México busca una estrecha relación entre la “moralidad y la ley”: UN LEVIATAN MEXICANO, un sistema social que salve al hombre de su propia individualidad. Pero también toma aspectos filosóficos del Papa Francisco y de los curas liberacionistas Hidalgo, Morelos, Bartolomé de las casas, Vasco de Quiroga o Francisco Xavier Clavijero. Esta filosofía no nace de una universidad en la Sorbona, Salamanca, o Harvad, ni siquiera en la Ibero (con perdón de los jesuitas). Esta filosofía TUMBAPATOS, de la CO-CONSTRUCCION emerge de TEPETITAN, Macuspana, se refina en las luchas sociales y se forma ideológicamente en la UNAM. El presidente López obrador llama a co-construir junto con la familia, un país regenerado con un alto nivel de resistencia política, con una herencia histórica imponente, con una sólida cultura e intelectualismo con lo mejor de la izquierda mundial. López Obrador, hizo que la filosofía europea volteara sorprendida a reconocer el triunfo de un luchador social que en cuatro años fundó un partido y derrotó a sus adversarios limpiamente. Los intelectuales del mundo hoy, toman como referencia filosófica el triunfo de López Obrador. Sin duda que los vientos filosóficos son buenos para México, aún con quienes se resisten o añoran las cadenas de un sistema que por años restringió nuestra libertad. Hoy es la oportunidad de alcanzar el bienestar social de múltiples, formas. REPUBLICA AMOROSA. El amor es el fundamento de lo humano, ergo, de lo social. No hay amor sin perdón. Las polémicas escenas que estamos viendo en torno al perdón de expresidentes, o la aún poco estudiada propuesta de amnistía, dejan ver un afán de reconciliación. Es una vía de tantas que pudo ofrecer el Presidente López Obrador. Repite hasta el cansancio “Yo no sé odiar”. Humberto Maturana piensa que “El amor es la emoción central en la historia evolutiva humana desde su inicio… es una condición necesaria para el desarrollo físico.. y espiritual”. Tal vez esto fue lo que captaron los cientos de ancianos que acudieron a votar. Me llamó la atención de las casillas abarrotadas de los adultos mayores, en una fila especial, llena de cabecitas blancas, andadores, bastones y sillas de ruedas. Ese voto, fue particularmente emocional y si bien vale lo mismo en una urna, ¡significan tanto! El Papa francisco les llama la reserva de “sabiduría” de los pueblos. La elección del Presidente Andrés Manuel López Obrador, fue sin duda fruto de la sabiduría del pueblo. El tiempo dará la razón a la sabiduría. ¿Cuánto de esta filosofía de Co-construcción se realizará? La respuesta depende del nivel de involucramiento que tengamos como ciudadanos responsables y libres, con el nuevo Gobierno. No podemos exigir si no estamos dispuestos a colaborar ¡Abonemos a la filosofía de la CO-CONSTRUCCION! Libemos pues, con la nueva República que surge con la belleza del amor a la sabiduría, la verdadera Filosofía. M.E.E. Roberto del Carmen Valencia Aguirre Filósofo y Teólogo [email protected]