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La Apicultura y Factores
que Influyen en Producción,
Calidad, Inocuidad y
Comercio de la Miel
Investigación Intersectorial
de la Sanidad Apícola en
el Occidente de Nicaragua
MV. Dra. Christiane Duttmann, MSc.
MV. Dr. Jorge Demedio Lorenzo, PhD.
MV. Dra. Mayda Verde Jiménez.
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Créditos
Elaborado por el Equipo de Investigador@s:
Índice
MV Dra. Christiane Duttmann MSc.
MV Dra. Gladys Liseth Castillo Paguaga Lic.
Medicina Veterinaria
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-León
MV Dr. Jorge Demedio Lorenzo PhD
Medicina Veterinaria
UNAN - LEÓN
UNIV
ER
SI
A
BAN
HA
Universidad Nacional Agraria, Habana, Cuba, UNAH
GRARIA DE
DA
L
DA
A
MV Dra. Mayda Verde Jiménez
Sociedad de Higiene de los Alimentos, CCV
Financiado por:
UNAH
Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, FIDA
Co-ejecutores:
Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria, INTA
Alianza Estratégica:
Ministerio de Agricultura de Nicaragua, MAG-FOR
Mesa Apícola del Occidente de Nicaragua, MAPIO
Edición:
INTA
Instituto Nicaragüense de
Tecnología Agropecuaria
No 1, León - Nicaragua 2013
Diseño:
Marijke Düttmann
Projekt-Marketing, Eschweiler, Alemania
LA DE O
CC
CO
I
P
TE
EN
ID
MESA
Impresos TESORO
A
Impresión:
MAPIO
La abeja melífera - Clasificación - Morfología y fisiología
Biología de la abeja melífera
Organización de la colmena
Alimentación y floración
Las abejas en la polinización
Regulaciones para la tenencia de colmenas
Los productos de la colmena - Composición y usos
Miel de abejas
Cera de abejas
El polen
El propóleos
La jalea real
Veneno de abejas
Producción, calidad, inocuidad y comercio de la miel
Manejo integral sanidad apícola - producción
Manejo integrado para el control de las enfermedades
Guía para la toma de muestras
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Introducción.
Este manual está dirigido a apicultor@s para dar respuesta a
preguntas básicas sobre la abeja, su vida y la producción de la
miel. Se elaboró como material didáctico en el marco del proyecto: Investigación Intersectorial de Sanidad Apícola en
el Occidente de Nicaragua.
El documento constituye una selección de contenidos actualizados, enriquecidos con la experiencia de l@s autor@s. Recorre aspectos básicos sobre la biología y el manejo de la abeja
melífera, de manera que permita comprender las buenas prácticas del manejo zootécnico y el impacto de las enfermedades,
sustentando criterios para prevenir o recuperar la producción y
salud en la especie aplicando medidas que no comprometan la
calidad ni la inocuidad de los productos de la colmena, de manera que sea una garantía para el inicio y consolidación de un
negocio que debe rendir buenos beneficios a quien lo emprende
y a la naturaleza. Pero mal manejada la apicultura, lo conducirá
a la frustración y hasta al endeudamiento.
En cualquier cadena, la falla en un eslabón repercute negativamente en el éxito del conjunto, pero en casos como el de la
miel, los errores en el eslabón básico, que es el trabajo con las
colmenas, puede demeritar todo lo bueno que se haga en el
resto del sistema, porque allí es donde se deciden los volúmenes de producción y la calidad e inocuidad primarias del producto, casi imposibles de corregir de ahí en adelante. Por ello,
el fin primero de toda capacitación dirigida a l@s productor@s
es fomentar la cultura apícola, que es decir, las BUENAS
PRÁCTICAS en el manejo zootécnico y de la salud, y el control
financiero, aunque se trate de un pequeño negocio familiar.
Los autores
León, Nicaragua, Mayo de 2013
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La abeja melífera. Clasificación. Morfología y fisiología.
La cabeza y sus principales estructuras externas
Ocelos u ojos simples
La apicultura moderna, de explotación intensiva, representa una
fuente de alimentos y medicamentos naturales para el ser humano, sin subestimar el valor comercial que alcanzan la miel,
la cera, el polen, el propóleos y la jalea real, en el mercado internacional. Otros renglones como la venta de abejas reinas,
paquetes de abejas y elementos de colmenas, forman parte del
mercado, con ingresos estables y ascendentes para sus proveedores.
El papel de la abeja en la polinización de cultivos entomófilos,
los usos industriales de la cera, el desarrollo de la apiterapia
con miel, polen, propóleos y veneno, forman parte de los beneficios que la apicultura reporta al ser humano. Sin embargo, el
propio desarrollo de esta rama, con la intensidad que conlleva
la explotación moderna, introduce riesgos sanitarios que hacen
al animal más susceptible a las enfermedades. Tal es el caso
de la varroosis, por solo citar un ejemplo.
Se reconocen unas 30 razas de abejas, pero las principales se
consideran:
•
•
•
•
•
A. mellifera ligústica (Italiana)
A. mellifera mellifera (Negra Alemana)
A. mellifera cárnica (Cárnica)
A. mellifera caucásica (Caucásica)
A. mellifera scutellata (Africana)
Las cuatro primeras son las razas de más demanda para la producción, mientras que la africana, que se explotaba en regiones
del Continente Africano, se introdujo en América y su cruce con
la abeja existente, originó un híbrido o las sustituyó, y al expandirse por el continente, cobró importancia económica y social.
El manejo de estos híbridos obligó a adecuar la explotación apícola a su conducta defensiva y enjambradora, aunque su rusticidad y tolerancia a muchas enfermedades son cualidades
positivas que aprecian l@s apicultor@s.
Ojo compuesto
Antena
Labro
Mandíbula superior
Para evitar o controlar las enfermedades, l@s apicultor@s
deben conocer las enfermedades que padecen las abejas y las
normas de producción y manejo, manteniendo al mismo tiempo
el equilibrio con el medio, para lograr ascensos de sus producciones, expresión fehaciente de la salud de sus colmenas.
Palpo maxilar
Palpo labial
Lengua
Nociones de morfología y fisiología.
La abeja melífera (Apis mellifera L.) posee el exoesqueleto y la
segmentación propia de los artrópodos, con numerosos pelos
en toda la superficie corporal. Como un insecto típico, presenta
su cuerpo dividido en cabeza, tórax y abdomen, tres pares de
patas articuladas y dos pares de alas membranosas.
Cabeza.
Extremidades o patas.
Contiene la mayor parte de los órganos de los sentidos y en
ella se pueden distinguir: Los ojos, las antenas y los órganos
bucales.
La probóscide de la abeja está formada por un conjunto de
estructuras anatómicas que temporalmente se unen y conforman un tubo que le permiten al animal la ingestión de líquidos
(miel, néctar o agua), por lo que se afirma que es una de las
más complejas y especializadas en el mundo de los insectos.
La abeja posee seis patas, insertadas, un par en cada uno de
los primeros tres segmentos del tórax y además de caminar,
realizan otras funciones. El primer par posee una estructura
destinada a limpiar las antenas y cepillar y reunir los granos de
polen de la superficie del cuerpo; en el segundo se encuentra
un espolón que la abeja utiliza para llevar el polen desde las
“cestillas”(corbícula) de las extremidades posteriores hacia las
celdas del panal. La más compleja constitución es la del último
par de patas de la obrera, resultando de mayor interés la cestilla
del polen, situada en la cara externa de la tibia, en forma de
concavidad y rodeada por una abundante hilera de pelitos que
arrastran el polen o propóleos hacia la cestilla. En esta
estructura, la obrera almacena el polen o el propóleos durante
el pecoreo para llevarlos a la colmena. En la reina y los zánganos, obviamente, no se encuentran formaciones para la recogida y transporte del polen.
Tórax.
El tórax consta de cuatro segmentos fusionados y lleva los tres
pares de patas y dos pares de alas. Su interior está ocupado
en casi su totalidad por los músculos que mueven las alas.
Corbícula
Apariencia externa de la abeja melífera (Obrera)
Último par de patas de una abeja obrera
corbícula o cestilla del polen
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La abeja melífera. Clasificación. Morfología y fisiología.
Alas.
La reina
Se articulan en el segundo y tercer segmento torácico y durante
los vuelos largos se mueven juntas, como si fueran una sola,
para alcanzar mayor eficiencia, gracias a la unión temporal entre
el borde posterior de la delantera y el anterior de la trasera.
Abdomen.
El abdomen contiene las principales vísceras del insecto, los
órganos digestivos, reproductores, circulatorios, así como las
glándulas cereras y el veneno. Lo conforman seis segmentos
(en el zángano, siete) cada uno de los cuales está formado a
su vez por una pieza dorsal (terguita) y otra ventral (esternita).
Tienen el máximo interés en esta porción del cuerpo las glándulas de la cera, que desembocan en los espejos o placas situados en las cuatro primeras esternitas, y el aparato picador.
Glándulas de la cera.
Externamente, en la parte anterior de cada una de las cuatro
últimas esternitas, se encuentran dos áreas relativamente extensas, lisas y brillantes, de forma ovalada, separadas por una
banda oscura. Esas áreas pulidas son los llamados “espejos o
placas de la cera” bajo las cuales se encuentran las glándulas
productoras de esta sustancia. La cera, líquida, brota a la superficie de los espejos a través de numerosos y diminutos poros
y se solidifica al contacto con el aire; formando pequeñas escamas. Como los segmentos abdominales se encuentran imbricados, es conveniente extender el abdomen moderadamente
para observar mejor lo descrito. Estas formaciones aparecen
sólo en las obreras.
Aguijón.
El aguijón de la abeja es similar en su estructura y mecanismo
a un órgano ponedor de huevos, conocido como ovipositor, que
poseen muchas otras hembras de insectos, incluyendo la mayoría de los himenópteros. En el caso de la abeja se ha modificado para inyectar veneno y sin abordarlo en detalle, se
aprecia externamente en el último segmento abdominal de la
obrera y la reina, dentro de una cámara de donde sólo sale la
filosa lanceta de color oscuro, provista de diez dientecillos curvos, dirigidos en sentido contrario a la punta de la lanceta y son
los responsables de que se retenga en la piel al picar y provoque el desprendimiento de este aparato del abdomen de la
abeja. Dos glándulas situadas en el abdomen producen el veneno.
La reina es casi siempre única en la colonia y se diferencia de
la abeja obrera por ser casi dos veces más grande y 2,8 veces
más pesada que ésta. Su peso oscila entre 210 y 280 mg
(promedio 250 miligramos), en tanto que su longitud es de 20 a
30 mm. El abdomen alcanza un gran desarrollo, sobresaliendo
por detrás de las puntas de las alas, con una longitud considerable.
Con mayor número de individuos presentes en una colonia, las
obreras tienes longitud de 12 a 14 milímetros y peso promedio
de 100 miligramos, por lo que un kg de abejas comprende unos
10 mil insectos. Posee, como la reina, un aparato picador, que
le permite defender a la familia. La bolsa del veneno en las abejas europeas, contiene como promedio 0,147 gramos de veneno
y se inyecta a la víctima por el aguijón. Entre varios compuestos,
contiene la llamada “sustancia de alarma”, que estimula las acciones de ataque de la colonia. Algunos estudios afirman que
el veneno de la abeja africanizada la contiene en mayor proporción que las europeas.
Los zánganos miden entre unos 15 mm, no poseen aguijón y
su lengua es corta, sólo útil para alimentarse. No recoge néctar
ni polen de las flores, no tiene cestillas para el polen, ni glándulas cereras o productoras de olor.
Castas de la abeja melífera
(Obrera, reina y zángano)
Sistema digestivo.
Bolsa con veneno
Esofagus
Buche
Tubos secretorios
Faringe
Recto
Aguijón
I. medio
Válvula pro-ventricular
Aguijón
Aparato picador de la obrera
Además, anexo al sistema digestivo existe un sistema glandular
que segrega enzimas, feromonas y jalea real.
La abeja, en condiciones normales, defeca durante el vuelo, e
incluso cuando inverna, acumula las excretas hasta que llega
la primavera, momento en que realiza el llamado “vuelo de limpieza”. Sólo en estados patológicos o cuando existen temperaturas cálidas unidas a mal tiempo que imposibilita salir da la
colmena, la defecación se hace incontrolable y puede ocurrir
allí. Estas heces fecales son dulces y aromáticas, por lo que
abejas jóvenes se las comen, siendo un mecanismo para higienizar el interior de la colmena y al mismo tiempo, una forma de
difusión de agentes etiológicos que causan enfermedades,
como Nosema spp.
Sistema digestivo de la abeja obrera
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La abeja melífera. Clasificación. Morfología y fisiología.
Sistema respiratorio.
Alimentos y agua.
Las tráqueas parten de los espiráculos y son tubos de estructura
anillada y revestidos de quitina. Se dividen y hacen cada vez
más finos, para formar las traqueolas de constitución semejante.
Estas se ramifican hasta alcanzar un diámetro mínimo y llegar
a todos los órganos y tejidos. De particular interés resultan los
sacos aéreos, formados por ensanchamientos traqueales.
Se distribuyen por todo el cuerpo de forma irregular y juegan
un papel esencial en la respiración.
Espiráculos
En estado de reposo la frecuencia respiratoria es de
unos 40/min, pero después del vuelo se pueden elevar
hasta 150/min lo que indica el intenso desgaste a que
se somete el insecto, en función de las distancias de
vuelo hasta sus fuentes de néctar, polen, propóleos y
agua. (¿Cómo podemos ayudarlas?)
Sacos aéreos
Tráquea
Sistema resperatorio
de la abeja obrera
Sistema reproductor.
En una familia de abejas, solo la reina y los zánganos poseen
el sistema reproductor desarrollado, mientras que las obreras
son hembras infértiles, debido al restringido suministro de jalea
real que reciben durante su etapa del desarrollo larval indicado
por la presencia de las feromonas de la abeja reina. Cuando
por alguna razón la colmena pierde a su reina y no hay huevos
disponibles para convertirlos en otra reina, algunas obreras comienzan a poner y originan solo zánganos, porque no están fecundadas.
Morfológicamente la espermateca es un saco esférico de 1,2 a
1,3 milímetros de diámetro, donde se almacenan de cinco a
siete millones de espermatozoides, para la fecundación de los
óvulos durante toda la vida de la reina. Los espermatozoides
depositados en la espermateca, son nutridos y oxigenados a
través de este tejido por lo que pueden continuar viviendo varios
años durante la vida reproductiva de la reina.
Sistemas reproductores de la reina y el zángano
Zángano
Reina
Aguijón
Espermateca
Endofalo
Semen
Oviducto
Ovario
SISTEMAS REPRODUCTORES: MACHO Y HEMBRA EN COPULA
Los alimentos naturales de la abeja melífera son el néctar, solución azucarada que segregan los nectarios florales y extraflorales y en ocasiones, las secreciones azucaradas de insectos
parásitos de las plantas, constituyendo la única fuente de energía para su actividad. Las abejas rechazan cualquier alimento
que contenga grasas, lo cual es explicable porque su organismo
no posee enzimas capaces de permitir su digestión, y la presencia de una pequeña cantidad de aceite vegetal en cualquier
torta de azúcar u otro sucedáneo alimentario, retarda o impide
su consumo, en dependencia de la proporción.
El polen es la fuente única de proteínas y vitaminas, además
de proveer la mayor parte de los minerales, en tanto el agua,
es utilizada por las abejas, principalmente las más jóvenes, para
elaborar la jalea real o la papilla con polen para alimentar a las
larvas. Cuando la temperatura ambiental es muy alta, las abejas
acarrean agua a la colmena, humedecen los panales y después
la evaporan, con lo que logran el necesario refrescamiento, ayudado por el movimiento continuo de sus alas. En un día caluroso
una colmena puede consumir de 3,7 a 4 litros de agua, lo cual
requiere un elevado gasto energético a expensas del consumo
de más miel. (¿Cómo podemos reducir el gasto energético,
que equivale a reducir el consumo del combustible miel?)
Ante la escasez del líquido vital, la familia extrae el agua de las
larvas más jóvenes para suplir a las de mayor edad, lo que condiciona a la colmena para que se desarrollen procesos morbosos. Con el agua se incorporan también sales minerales que no
contienen en cantidades suficientes el néctar y el polen, y que
resultan fundamentales para el normal funcionamiento del
organismo de estos animales. La distancia de una colmena
a la fuente de agua no debe ser mayor de 1,5 km y en climas
cálidos, no exceder los 500 metros, pero cuanto más cerca,
tanto mejor. (¿Por qué?)
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Biología de la abeja melífera.
La colmena como individuo.
La reina.
En la explotación apícola moderna, l@s apicultor@s son l@s
intermediari@s entre la abeja y el medio donde ésta se desarrolla, continuamente modificado por el ser humano. Es por
ello que, para comprender de qué manera y cuándo pueden intervenir en la vida del insecto sin provocar desajustes que conduzcan a la enfermedad o muerte de la colonia, requiere
conocer la biología, hábitos de vida, conductas y formas de interrelación del animal con su entorno. Una abeja independiente,
no representa productivamente nada. Es la colmena, con todos
sus individuos la que constituye la unidad básica, fisiológica y
funcional para l@s apicultor@s.
Se puede definir como colmena a “la habitación hecha por el
ser humano para las abejas”. No obstante, para la mayoría de
l@s apicultor@s, es además, “el conjunto formado por las abejas, los panales y el recinto que las contiene”. El enjambre está
constituido por las tres castas de individuos descritas, las que
no sólo se diferencian entre sí por su morfología y fisiologismo,
sino también por su papel biológico en la colmena. Tiene una
población cuya cantidad fluctúa en dependencia de las condiciones de alimentación disponible, pero se estima desde ninguno hasta tres mil zánganos (cuando hay néctar abundante),
de 50 mil a 80 mil obreras y una reina, esto es, una COLMENA
PRODUCTIVA.
La función biológica de la abeja reina en la colmena, es la reproducción y cohesión del enjambre, ovipositando diariamente
entre 1 500 y 3 000 huevos. Cuando una colonia queda sin reina
o la población crece tanto que la feromona de la reina no llega
a todos los individuos de la colmena, las obreras comienzan a
criar nuevas reinas. Para ello seleccionan huevos fecundados,
puestos por la reina (puede o no hallarse aún en la colmena).
Durante su desarrollo, todas las castas pasan un proceso de
metamorfosis completa, enmarcada en etapas que van de
huevo a larva, pre-pupa, pupa e imago (adulto) y presentan diferencias en el número de días en que transcurren los estadios
para cada una.
Tabla 1. Duración de las etapas de desarrollo, por castas.
Abeja reina
celdas reales
Días
Estadios de desarrollo
Obrera
Reina
Zángano
Incubación del huevo
3
3
3
Operculación de la larva
9
8
10
Duración de fase operculada
11-12
7-8
14
Salida del adulto de la celda
20-21*
15-16*
24*
---
23
38
Alcance de fertilidad
* Para abejas europeas (y para las africanizadas
de aquí ¿Cuáles son los números y en especial,
cuál es su significado para la sustitución natural
de las reinas?)
Entre cinco y siete días después de nacida, la abeja reina sale
de la colmena para hacer su primer vuelo de orientación y se
acopla un día más tarde con varios zánganos, tiempo que
puede prolongarse hasta el décimo día de nacida. Si la reina
no se logra de fecundar, pone solamente huevos de zánganos.
Huevo
Larva
Pupa
Estadios de desarrollo
(No aparece la pre-pupa o larva extendida.)
Adulta
El proceso de la cópula
falsos panales
con cría de
zánganos
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Biología de la abeja melífera.
La mayoría de las reinas se aparean entre siete y doce veces
con otros tantos machos durante más de un vuelo nupcial, pero
cabe la posibilidad de que la reina efectúe un solo vuelo cuando
las condiciones atmosféricas sean adversas. Se realiza generalmente a media tarde y bajo condiciones ambientales favorables como día despejado, con vientos no mayores a 20-28 km/h
y temperaturas por encima de 20°C. (Estos y otros detalles
deben ser tenidos en cuenta por quienes pretendan incursionar en la crianza de abejas reinas.)
El apareamiento tiene lugar durante el vuelo, entre los doce y
quince metros de altura y en unos lugares llamados puntos de
congregación de zánganos PCZ, donde suelen reunirse los machos de una amplia zona, de hasta 16 km a la redonda y son
relativamente estables año tras año. (¿Este lugar es favorable
o no para situar un centro de crianza de abejas reinas en
su cercanía?)
Se ha observado que los machos reunidos pueden ser de origen europeo, africano, de los apiarios vecinos, de los criaderos
de abejas reinas o silvestres, así que cuando una abeja reina
sale a su vuelo de apareamiento, no se sabe con qué zánganos
puede acoplarse. Los PCZ generalmente se forman cerca de
líneas de árboles, de arroyos secos, quebradas y muy especialmente a lo largo de las líneas eléctricas de alta tensión,
donde se han detectado alteraciones electromagnéticas que parecen propiciar la reunión de los zánganos. Estos lugares se
describen como sitios aéreos de unos 100 metros de diámetro,
donde gran cantidad de zánganos se congregan a una altura
de 7 a 35 metros.
Usando una abeja reina virgen la atracción de los zánganos es
inmediata, comienza a escucharse un zumbido característico
de su vuelo que cada vez se va haciendo más intenso, hasta
que es posible verlos agrupados formando una nube compacta,
de 100 a 150 zánganos volando tras ella e intentando acoplarla.
Las reinas vírgenes atraen más zánganos cuando tienen 6-10
días de nacidas, porque entonces producen la mayor cantidad
de feromona sexual. Los apareamientos duran casi cuatro horas
y son más frecuentes en los períodos activos de enjambrazón
natural. (Sería ideal establecer el criadero de reinas cercano
a un PCZ y saturar el área con zánganos de colmenas locales seleccionadas PATERNAS.)
La abeja reina vive entre tres y seis años en forma natural, pero
en explotación intensiva, l@s apicultor@s deben reemplazarla
una vez al año.
El cambio anual de reinas en las colmenas
modernas sometidas a producción intensiva
garantiza:
• Mantener un alto nivel de postura y por tanto, una elevada
población de abejas, condición indispensable para obtener
altos rendimientos. Las reinas menores de un año ponen
hasta un 30% más de huevos que las mayores y esto repercute en un 15-30% más de producción
• Seleccionar genéticamente su descendencia, según
los rasgos que se desee
• Reducir la enjambrazón en los apiarios
• Mantener uniformidad y estabilidad productiva
• Reducir la producción de cría de zánganos, porque según
envejecen, las reinas producen más huevos sin fecundar
En una apicultura intensiva y moderna, la abeja reina debe ser
identificada, a fin de poder distinguirla rápidamente cuando se
manipula la colmena, evitar accidentes y poder precisar su
edad, aunque los métodos conocidos (mutilaciones de alas y
pinturas) no se permiten en la apicultura orgánica.
Existe un Código Internacional para el marcaje de las reinas,
recomendado por el IBRA:
Tabla 2. Colores anuales para el marcaje de la reinas.
Años
Este código de colores fue diseñado originalmente en Europa,
donde las reinas viven más tiempo que en los países tropicales, porque la postura abundante las agota en menos de un
año, por lo que se sugiere que las marcas sean por semestres,
pero la experiencia de l@s autor@s les permite afirmar que
el marcaje de las reinas es una asignatura pendiente en casi
toda la apicultura del mundo subdesarrollado y en buena parte
del desarrollado, porque se ha pretendido realizarla de manera fragmentada, atendiendo a las individualidades, y no de
manera masiva, lo cual también es objeto de debate, y depende de factores tales como el nivel técnico de l@s apicultor@s, sus objetivos y posibilidades, y la calidad, costo y
disponibilidad de la oferta de reinas fecundadas.
El zángano.
Los zánganos dependen de las obreras para su alimentación; la madurez sexual la alcanzan entre los ocho y catorce
Color
2015 y 2020
0-5
Azul
2016 y 2021
1-6
Blanco
2012 y 2017
2-7
Amarillo
2013 y 2018
3-8
Rojo
2014 y 2019
4-9
Verde
La obrera.
Las obreras viven entre 30 y 45 días. Se desarrollan en celdas
de algo más de 5 mm de diámetro por 12 mm de profundidad
(europeas), pero de menor diámetro en las africanizadas (aprox.
4,8 mm). Poseen glándulas para la producción de jalea real
cuando son jóvenes (4-10 días de edad) y realizan diferentes
tareas, diferentes de las que corresponden a la reina y los zánganos (Tabla 3).
Tabla 3. Funciones de la reina, los zánganos y las obreras.
Reina
Zángano
Obrera
grande
mediano
pequeña
# / colmena
1
0 - 4 000 ±
10 000 - 80 000 ±
Longevidad
Dos años
(Puesta máxima hasta 1 año)
45-60 días
20-40 días (según desgaste físico por trabajo)
Hembra fértil
Macho haploide
Hembra estéril (¿?)
- copula y fecunda
a la reina virgen
- construye panales
- produce jalea real
- atiende a las larvas
- atiende a los zánganos jóvenes
- atiende a la reina
- limpia la colmena
- saca cría enferma y muerta
- evapora agua del néctar
- opercula celdas
- defiende la colmena
- elimina zánganos
- pone huevos de zánganos
- mueve larva para hacer nueva reina
- recolecta néctar, polen, propóleos y agua
Tamaño relativo
Sexo
Terminación
del año
días de edad, en dependencia del clima y la calidad del alimento durante su desarrollo. Viven aproximadamente tres
meses, pero cuando la colonia no dispone de un suministro
adecuado de alimentos, realiza la matanza masiva de los
zánganos, para economizar las reservas. (Para lograr que
las colmenas paternas de un centro de crianza de abejas reinas jueguen su papel, deben estar bien alimentadas y tomarse otras medidas para favorecer su
producción en abundancia.)
Funciones
- mata a hermanas y madre
- copula con los machos
- pone ≈ 1 500 huevos/día
(+ 500 000 huevos/año)
- secreta la feromona ácido
9-hidroxidecenoico
(HOOC=C-C-C-C-C-C-C-C-OH),
que cohesiona a la colonia
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Biología de la abeja melífera.
Determinación del sexo en las abejas.
La inseminación instrumental.
En la familia de abejas existen hembras y machos con marcado
dimorfismo sexual y particularidades que son características de
estos animales para la determinación del sexo. En el oviducto
medio de la abeja reina, se lleva a cabo la fecundación de los
óvulos, justamente a nivel de la abertura del conducto de la espermateca. En dependencia de la salida de espermatozoides
en ese momento (de los cuales uno penetra en el óvulo) se
forma el huevo o cigoto.
El huevo fecundado origina una hembra solamente cuando los
2 cromosomas X (responsable para la determinación del sexo)
se ubican en diferentes sitios de la información genética (alelos).
En el caso de la ubicación en un solo alelo se desarrolla un
macho XX que se considera malformado. Las obreras detectan
este error genético en estadío de huevo o larva y lo devoran rápidamente. Una razón predeterminante para ésta combinación
inviable es la consanguinidad y se manfiesta en forma de "cría
salteada".
Así, cuando la reina pone huevos en celdas de obreras, estos
son fecundados y llevan una dotación diploide de cromosomas
(32), resultando hembras, que en dependencia de la celda en
que se críen y la alimentación recibida, serán obreras o reinas.
Los huevos destinados a la formación de reinas, son los mismos
que dan origen a las abejas obreras, por lo que el mecanismo
de determinación del sexo es el descrito para esa casta.
Es un hecho conocido que la poligamia característica de las reinas y su utilización sucesiva de paquetes de espermatozoides
de diferentes zánganos, puede provocar cambios morfológicos
y conductuales apreciables en las poblaciones de obreras de
sus colonias, considerándose que una colmena es una familia,
hija de una reina y a su vez, compuesta de varias subfamilias
con distintos padres.
La inseminación instrumental o artificial es un método para controlar la fecundación de la reina, quiere decir se realiza la selección de la información genética de los zánganos y de la reina
para un proceso de mejoramiento genético.
Primeramente se recolecta el semen de 8 zánganos extrayéndolo con una microjeringa la cantidad de 1mm3 por zángano
para obtener en total aproximadamente 60 millones de espermatozoides. La segunda parte es la inseminación de reina anestesiándola con bióxido de carbono (CO2) montándola en una
apertura que permite de separar las placas abdominales para
depositar el semen con la microjeringa en la abertura vaginal.
El equipo para realizar la inseminación artificial es muy caro y
la práctica para hacerlo debería que ser muy bien dominado
para tener resultados viables.
Si la puesta tiene lugar en celdas de zánganos, las que son más
anchas, estos óvulos no se detienen al nivel del orificio de la
espermateca, por lo que no son fecundados y llevan una dotación haploide de cromosomas (16). Esto determina que los individuos que se originen sean machos sin tener la información
genética del padre.
D
Determinación
eterminación d
del
el ssexo
exo een
nA
Apis
pis m
mellifera
elliifera L.
L.
R
eina ((ab
Reina
ab)
((32
32 ccromosomas)
romosomas)
aa)) Huevos
Huevos fecundados
fecundados (ab)
(ab)
((32
32 ccromosomas)
romosomas)
HEMBRA
HEMBRA
Z
Zángano
ángano (a
(a)
((16
16 ccromosomas)
romosomas)
b
uevo ffecundado
ecundado ((aa)
aa)
b)) H
Huevo
((32
32 ccromosomas)
romosomas)
M
MACHO
ACHO ((inviable)
inviable)
El panal.
Es el conjunto formado por el marco, la lámina de cera obrada
con la miel, el polen y la cría. Es la unidad básica del nido de la
abeja melífera y su estructura está construida con la cera que
segregan las obreras, preferiblemente sin material adicional de
otros materiales como parafina.
cc)) H
uevo n
o ffecundado
ecundado ((aa o b
Huevo
no
b))
((16
16 ccromosomas)
romosomas)
M
MACHO
ACHO ((zángano
zángano nnormal)
ormal)
Huevo comido
por las obreras
D
Desarrollo
esarrollo p
posterior:
osterior:
special + ccelda
e l da R
eal ==>> R
e i na
limentación eespecial
xA
Alimentación
Real
Reina
x Alimentación
Alimentación ccorriente
orriente + celda
celda p
equeña ==>> O
brera
pequeña
Obrera
Enjambre silvestre
Panal
cría enroscada
y huevos
-LaAbeja_Letter Correcciones_Layout 1 06/09/2013 03:57 p.m. Página 16
Biología de la abeja melífera.
Organización de la colmena.
La caja o aro comprende la parte externa de la colmena y en
su interior se colocan los marcos alambrados con las láminas
de cera estampada, con el fin de evitar pérdidas de tiempo a
las abejas en la construcción del futuro panal y desestimular la
construcción de celdas para zánganos.
El primer cuerpo constituye la cámara de cría y es la zona de la
colmena donde la reina despliega mayor actividad de ovoposición. Se conforma con diez panales y mantiene una temperatura
estable de 35°C (± 1 °C). En ella se encuentra miel, polen, cría
desoperculada, cría operculada y gran cantidad de abejas nodrizas. Cuando la colonia es fuerte y tiene una buena reina, la
cámara de cría se extiende hasta el segundo cuerpo. Para que
una colmena alcance un crecimiento de tres o cuatros cuerpos,
Pegueta o falso panal con
entrada de néctar y polen
requiere como mínimo de 12 a 14 panales con cría, los cuales
se disponen en el centro de la cámara de cría y del segundo
cuerpo, a fin de garantizar una temperatura estable.
En climas tropicales, por lo menos 8 de 10 panales deben ser
renovados anualmente, para lo cual en la época de pre-cosecha, l@s apicultor@s introducen en el segundo cuerpo las láminas de cera (nunca más de cuatro a la vez), de manera que
las abejas las obren. Si la temperatura ambiente es alta, se recomienda intercalar las láminas con panales de cría, para acelerar el obrado; con esta renovación anual se garantiza su
higiene y el tamaño adecuado de las abejas que en ellos se
crían.
panal de media alza con
miel operculada
1/2
Las celdas de obreras de la abeja africanizada son menores
que las de razas europeas, aunque se ha observado que las
obradas por africanizadas sobre láminas estampadas para europeas, que son las que habitualmente se utilizan, tienen un
diámetro similar; a qué costo y consecuencias para ellas, está
por determinar. (Analice las posibles consecuencias de colocar láminas de cera para abejas europeas en colmenas
de africanizadas, utilizando sus experiencias.)
La colmena. Estructura,
organización y funcionamiento.
1/2
Si nos atenemos a la definición de colmena como “una habitación hecha por el ser humano para las abejas”, debemos apuntar que esta ha ido evolucionado con el decursar del tiempo.
Desde las primeras, en troncos huecos (o rústicas), hasta las
actuales, construidas de madera con elementos móviles.
1/2
Las celdas están orientadas hacia arriba, formando un ángulo
de aproximadamente 13° con la horizontal, para que el néctar
y la miel almacenados no caigan debido a su fluidez.
La apicultura fue revolucionada cuando un investigador de Filadelfia, Lorenzo L. Langstroth (1810 - 1895), ideó la colmena
de cuadros móviles, aunque el primero y más rústico diseño
había sido hecho por el ruso Prokopovich, años antes. Su fundamento principal consiste en mantener un espacio fijo de
nueve milímetros entre cada marco y entre el piso y las paredes
de la colmena, de manera que las abejas no construyan panales
adicionales y puedan pasar libremente de un lado a otro dentro
de la colmena. Si este espacio es menor, las abejas lo sellan
con propóleos y si es mayor, tienden a construir panales en
falso.
La suma de todas las acciones de las abejas constructoras da
como resultado un panal de precisión y solidez considerables:
un kilogramo de cera, es decir, aproximadamente 77 mil celdas, pueden contener hasta 22 kilogramos de miel. En colmenas modernas se considera que la producción de
cera/colmena/año representa del 1,5 al 3% de la producción
de miel.
1/2
Cámara
de cría
Piso
Colmena tipo Langstroth
modificada (Jumbo),
con cuatro medias alzas
para incrementar
y facilitar la cosecha
esquema de una
Langstroth típica,
a cuatro cuerpos
-LaAbeja_Letter Correcciones_Layout 1 06/09/2013 03:57 p.m. Página 18
Organización de la colmena.
A partir del segundo cuerpo, se almacena miel. En el segundo
cuerpo se colocan, como máximo, nueve panales. Después de
éste, los restantes cuerpos se mantienen con ocho, de manera
que se logre un grosor adecuado del panal que almacenará la
miel y que en cosecha llega a pesar, como promedio 2,2 kilogramos. El sistema de alzas o cuerpos móviles le permite a l@s
apicultor@s incursionar en la organización de la colmena, detectar cualquier anomalía y decidir sobre su desarrollo oportunamente. De igual forma, permite conocer cuándo la familia ha
perdido su reina, la calidad o abundancia de su postura, las reservas de miel y polen, la presencia de propóleos y la situación
sanitaria. Pero uno de los aspectos más importantes que reviste
este sistema, es la posibilidad de retornar el panal, una vez castrado, y ubicarlo en la parte de la colmena que resulte más conveniente, lo que hace más económica y racional la explotación,
ahorrando trabajo y tiempo a la familia, que aprovecha rápidamente la obra para depositar miel o para la postura de la reina.
El crecimiento vertical que admite una colmena depende de la
población de abejas presente, la que logra a expensas de la
flora melífera disponible en su radio de acción y con un manejo
adecuado. Adicionando panales obrados, l@s apicultor@s
dotan a la colonia de espacio suficiente para que la reina ponga
y que las procreadoras puedan almacenar miel. Sin embargo
mantener o hacer un crecimiento vertical forzado, impide la regulación estable de la temperatura en la cámara de cría y ocasiona la desatención a la alimentación de las larvas, lo que
propicia enfermedades o la muerte de la colonia.
La colmena moderna permite el suministro individual de alimentos en épocas de hambruna, pero l@s apicultor@s deben ser
cuidados@s en todos los aspectos relacionados con su manejo.
Si la reina es deficiente en su postura o calidad genética, no
podrá garantizar la cantidad de cría suficiente y disminuirá el
número de abejas adultas, por lo que no dispondrá del ejército
de nodrizas y pecoreadoras requeridas para buscar el alimento,
afectándose la salud, la producción y hasta llegar a morir.
La enjambrazón.
(no confundir con evasión)
La colonia, como unidad funcional se multiplica mediante la enjambrazón, que consiste en la salida de numerosas abejas (varios miles), acompañada de la vieja reina de la “colmena
madre”, para establecer una nueva familia. El instinto de enjambrar varía con la raza y es un mecanismo que aparece en
la familia condicionado por:
• Raza de las abejas: En general, alta propensión en las
africanizadas
• Abundancia o escasez extrema de alimentos
• Espacio reducido del recinto que contiene a la colonia, con
respecto a la cantidad de abejas que la conforman
• Población de abejas mayor que las posibilidades de producción de feromonas por la abeja reina, favorecido esto por
su envejecimiento
Ante cualquiera de estas circunstancias, las obreras alistan
cierta cantidad de celdas reales con intervalo de uno a uno y
Reina
medio días. Aproximadamente una semana antes de eclosionar
la primera de las nuevas reinas, se produce la salida del enjambre con la vieja reina, después de haber llenado sus buches de
miel.
Como esta reina es muy pesada no vuela muy lejos y las abejas
se posan en una rama de un árbol cercano, terminando por
agruparse todas las obreras acompañantes en forma de una
pelota colgante. Si el enjambre no es capturado por el ser humano, pronto las abejas exploradoras encuentran un lugar resguardado para ellas, dan la señal al enjambre y lo ocupan,
formándose así una colmena silvestre. Puede ocurrir que en la
misma medida que van naciendo las nuevas reinas, estas también salgan y enjambren (“enjambre jabardo”), volando a mayor
distancia por ser reinas vírgenes. Pueden salir incluso, enjambres sin reina. Finalmente, una de las reinas jóvenes se queda
en la colmena y la situación se normaliza. Si la colmena queda
abandonada completamente, quiere decir que las condiciones
no son favorables para las abejas, se produce una evasión.
Cámara de cría
Polen
Néctar
Agua
Temperatura
Agentes biológicos nocivos
Humedad relativa
Manejo correcto
Parte de un enjambre gigante con
varios centenares de miles de abejas
(Las abejas se ven más pequeñas debido a la distancia que se tomó la foto)
Factores, que se deben mantener
en equilibrio en una colmena moderna
para garantizar alta producción
Enjambre normal
(unas 20 000 abejas)
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Organización de la colmena.
Alimentación y floración.
El apiario o colmenar.
Las necesidades de alimentos de las colonias de abejas son
grandes, donde se sitúe un apiario, que ofrezca condiciones de
explotación ininterrumpidas todo el año y aunque en ocasiones
esto se suple con la trashumancia en busca de nuevas fuentes
polinonectaríferas, no siempre se puede realizar un traslado
oportuno, incluso cuando la carencia incluye el abasto de agua
potable. El azúcar no es un alimento completo, pues sólo aporta
carbohidratos, como fuente energética. Las proteínas las obtiene el insecto del polen de las flores, el que está constituido
por compuestos nitrogenados, grasas, vitaminas y minerales,
fundamentales para el desarrollo de las larvas.
Se denomina apiario o colmenar, al conjunto de colmenas situadas en determinado lugar y cuyo número está en dependencia del potencial de flora apícola disponible en el radio de acción
que abarquen las abejas.
En países donde existe legislación apícola, para proponer un
nuevo emplazamiento de colmenas resulta obligatorio reflejar
los apiarios existentes en el territorio sobre un cartográfico a
escala 1:50 000, y con base en el potencial de la flora melífera,
determinar si las densidades de colmenas se corresponden con
las disponibilidades de flora melífera y polinífera en el área.
El método sugerido permite además:
• Determinar las zonas subexplotadas o sobre explotadas,
dando criterios precisos para orientar la disminución o
aumento de colmenas, incluso cuando, por la acción del
ser humano o de forma natural, existan variaciones en el
entorno
• Proponer las especies melíferas adecuadas para la reforestación, ajustando éstas a las características del suelo y
dirigiendo la siembra a las áreas menos pobladas
• Recomendar con mayor precisión y eficacia las tareas contraepidémicas preventivas y para la recuperación de la salud
colectiva, en casos de brotes de enfermedades transmisibles
de la especie
¿Africanizadas?
Abeja híbrida no africanizada
Apiario “europeo” en semi-sombra
La alimentación con azúcar se suministra en dos modalidades,
según su objetivo: como líquido (estimulante) en jarabe, y sólida
(sostenimiento) como azúcar humedecida, en dependencia del
estado físico de la colmena y la época del año. En época de no
cosecha y hasta seis semanas antes de comenzar esta, se recomienda el uso del azúcar humedecido, colocado en el interior
de la colmena en alimentadores individuales. Próximo a la cosecha, se suministra jarabe preparado a razón de dos partes
de agua hervida y una de azúcar o miel, a fin de estimular la
postura de la reina y la secreción de cera por las obreras, para
acelerar el proceso de obrado de panales sobre las láminas de
cera introducidas.
Los suplementos proteicos son más difíciles de encontrar, pues
en la práctica, nada ha logrado sustituir al polen en la colmena.
Sin embargo, en aquellos lugares donde hay deficiencia de floraciones polínicas se han utilizado tortas hechas con soya,
leche en polvo y polen. Se recomienda colectar polen de colmenas sanas y suministrarlo en alimentadores individuales a
las familias con carencia, en el momento que lo requieran. Toda
alimentación debe darse de forma individual, teniendo en cuenta
que la alimentación colectiva en esta especie tiene las desventajas siguientes:
• Logran alimentarse mejor las colmenas que tienen más
fortaleza (mayor cantidad de individuos), no siendo éstas
precisamente las más necesitadas
• Concurren al alimentador mariposas, abejorros y otros
insectos que gustan del azúcar, con lo que disminuye el
consumo para las abejas
• Constituye una vía de transmisión de agentes etiológicos
L@s apicultor@s, durante la cosecha, no deben esquilmar la
colmena de sus reservas de miel y polen. Al renovar las cámaras de cría, los panales que contengan miel y polen se pasan a
los cuerpos superiores, desechando sólo los más viejos o deteriorados. La alimentación suplementaria a la colmena es una
actividad que demanda de l@s apicultor@s un manejo cuidadoso.
Con el alimento pueden llegar agentes patógenos e incluso bacterias y levaduras inespecíficas que rompen el equilibrio orgánico, deterioran la calidad de los productos o predisponen a la
colmena para padecer enfermedades.
Cuando se suministra polen deteriorado por deficiente manipulación, el tenor de enterobacterias y clostridios aumenta, creando un desequilibrio bacteriano que se refleja en el producto.
Resulta igualmente perjudicial, suministrar volúmenes de alimento mayores a las posibilidades de consumo o mantener
dentro de la colmena alimentadores con abejas muertas, lo que
incrementa la humedad, procesos de fermentación y agentes
patógenos en circulación.
La cosecha.
La cosecha es la operación más anhelada por l@s apicultor@s.
Refleja el resultado del comportamiento climático y el acertado
manejo dado a la colmena para obtener su producción. Significa
tomar los panales de miel operculada y madura para su extracción. Esta operación se debe hacer a todas las colmenas de un
mismo apiario, en un mismo día de trabajo y sin interrupción.
L@s apicultor@s tienen que evitar cualquier descuido que le
incorpore agua o impurezas, como pueden ser:
• Cosechar cuando está lloviendo
• No higienizar y secar las vasijas de acopio después de
lavadas
• Cosechar en locales húmedos, con pisos deteriorados donde
se acumula agua o residuos de materia orgánica
• Alimentación líquida (jarabe) frecuente y en cantidades
mayores que las posibilidades de consumo de la colonia
La humedad de las mieles no debe superar el 19% y cuanto
menor sea este valor, mayor será el precio de la miel.
Existen condiciones ambientales de alta humedad relativa y determinadas floraciones que tienden a favorecer la producción
de mieles con más altos contenidos de humedad (ej. miel del
jícaro). Como regla, la miel cosechada de panales no operculados contiene más de 19% de humedad, lo que favorece la fermentación. Por esta razón l@s apicultor@s deben evitar
cosechar panales que las abejas aún no han operculado ni
mantener la miel expuesta innecesariamente al aire, porque
estaría favoreciendo el incremento de su humedad y haciéndola
más vulnerable a la fermentación. Aunque en algunos países
se utilizan equipos que permitan reducir el contenido de agua
en la miel sin alterar sus propiedades, el proceso es costoso y
repercute en un menor precio de tales mieles cuando se venden
a las plantas de beneficio.
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Alimentación y floración.
Para que una especie vegetal se considere de cosecha, debe
cumplir los siguientes parámetros:
• Abundar en la región
• Florecer en masa y de preferencia, durante un tiempo
prolongado
• Las flores deben secretar néctar abundante
• El néctar debe estar al alcance de las abejas y tener una
concentración de azúcar elevada, resultando así atractivo y
útil para el insecto y l@s apicultor@s
c-d) La hermosa inflorescencia del elequeme (Erythrina berteroana Urb.). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)
Carao (Cassia grandis L.). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)
Mamón (Melicoccus bijugatus). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)
Genízaro (Pithecellobium saman). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)
Madero negro (Gliricidia sepium Jacq.)
a-b) La hermosa inflorescencia del elequeme (Erythrina berteroana Urb). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)
Guayaba (Inga vera Willd.). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)
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Alimentación y floración.
Campanita (Ipomoea spp).
Existen varias especies de plantas ornamentales o de jardín
que si se propagan con una adecuada densidad son capaces
de sostener colmenas en la época de hambruna e incluso, aportar cosecha, constituyendo un ejemplo señalado la lipia, cuya
propagación en Nicaragua puede ser un proyecto exitoso, considerando las desatendidas recomendaciones de los estudiosos
Gonzalo Ordetx y Darío Espina en su excelente trabajo “Flora
Melífera de la América Tropical”, editado en Costa Rica.
Otra planta interesante es el coralillo (Antigonon leptopus Hook
& Arn.), enredadera que una vez establecida, al igual que la lipia
florece a lo largo de casi todo el año, siempre que recibe cierta
cantidad de agua.
Campanita o campanilla blanca (Rivea corymbosa [L.] Hall).
Por último, no se puede subestimar el aporte de numerosas y
modestas plantas cultivadas y silvestres que no son aportadoras
directas a las cosechas de miel, pero juegan un importante
papel en el sostenimiento de las colonias en los períodos intercosechas. Tampoco los cítricos, eucaliptus, ajonjolí, girasol, etc.,
que pueden contribuir, siempre que se tenga en cuenta el peligro que representan las actividades fitosanitarias (fumigación
con pesticidas) que se realizan en muchos cultivos con total
ignorancia o negligencia respecto a la protección de estos valiosos polinizadores.
A pesar de las condiciones ecológicas favorables para la floración de las especies melíferas, ocurre el fenómeno sistemático
conocido como “la alternancia en la secreción del néctar”. Pudiera definirse este término, como aquella manifestación por la
cual las especies de plantas nectaríferas secretan, en determinados años, una cantidad de néctar mayor a la de otros años.
En un mismo año, incluso, esta secreción puede llegar a ser
nula para una o varias especies de plantas.
Las causas del comportamiento señalado deben buscarse, precisamente, en el complejo ecológico que actúa en la región y
puede influir positiva o negativamente en la conducta nectaria
de las plantas silvestres o cultivadas. Así, l@s apicultor@s, al
hacer el resumen productivo del año, éste resulta bueno, regular
o malo.
Howes planteó que en Inglaterra, los años buenos, regulares y
malos se suceden en ciclos de ocho años de forma que, dos
serán buenos, dos serán malos y los cuatro restantes serán regulares, concluyendo que para otros países de Europa se ha
encontrado esta misma relación. (¿Qué comportamiento en
la ecología de la fauna podemos observar en Nicaragua?
¿Cuáles son los efectos negativos por la intervención del
ser humano?)
Tabla 4. Principales floraciones de cosecha en Nicaragua.
Especies Nectaríferas
Lipia (Lipia virgata) flor melífera en Cuba. (¿posible alternativa para apiarios en Nicaragua?)
Sardinillo (Tecoma stans) en la zona del volcán Cerro Negro, León.
Dormilona (Mimosa pudica L).
Flor amarilla (Baltimora recta).
% de Producción
Meses
Campanita
Madroño
Mangle blanco
Sardinillo
Marango
Cortez
Laurel
Madero negro
Espino negro
Brasil
Poro poro
(Ipomoea spp)
(Calycophyllum candidissimum)
(Bravaisia integerrima)
(Tecoma stans)
(Moringa oleifera)
(Tabebuia chrysantha)
(Cordia alliodora)
(Gliricidia sepium)
(Acacia pennatula)
(Haematoxylon brassiletto)
(Cochlospermum vitifolium)
Mangle blanco
Poro poro
Cítricos
Tamarindo
Jobo
Tigüilote
Jiñocuabo
Guácimo
Cinco negritos
Sangre drago
Botoncillo
Jicaro
(Bravaisia integerrima)
(Cochlospermum vitifolium)
(Citrus spp)
(Tamarindus indica)
(Spondias mombin)
(Cordia dentata)
(Bursera simarouba)
(Guazuma ulmifolia)
(Lantana camara)
(Croton spp)
(Gomphrena spp)
(Crescentia alata)
20
2da. Quincena de Abril
Mayo
Junio
1era. Quincena de Julio
Flor amarilla
Ajonjolí
Aromo
Frijolillo
Escoba blanca
Escoba lisa
Espino de playa
(Baltimora recta)
(Sesamum indicum)
(Acacia farnesiana)
(Leucaena spp)
(Waltheria americana)
(Sida acuta)
(Pithecellobium dulce)
10
2da. Quincena de Julio
Agosto
1era. Quincena de Septiembre
Campanita
Madroño
Jalacate
Marango
(Ipomoea spp)
(Calycophyllum candidissimum)
(Tithonia diversifolia)
(Moringa oleifera)
40
2da. Quincena de Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
30
Enero
Febrero
Marzo
1er. Quincena de Abril
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Las abejas en la polinización.
Se entiende por polinización, al paso del gameto masculino de
la flor (el polen) al órgano femenino de la misma (ovario) y depende de varios factores:
• Separación de los sexos de la planta en espacio y tiempo
• Los agentes vectores (agua, viento, animales)
• Las adaptaciones recíprocas flores vectores polínicos
Afortunadamente, ya casi nadie duda de los beneficios que proporcionan las abejas, tanto a las plantas cultivadas como en la
conservación de la flora silvestre. La introducción de colmenas
en cultivos, no sólo conlleva a un aumento de las cosechas,
sino que en muchos casos, aumenta el tamaño y regularidad
de los frutos, el número de semillas y el rendimiento en aceite
de las semillas de plantas oleaginosas.
Polinización entomófila, es aquella que llevan a cabo diversos
tipos de insectos: moscas, mariposas, escarabajos, avispas,
etc. De ellos, la abeja es el polinizador más eficaz y numeroso,
representa entre el 73 y 88% de la polinización por insectos,
mientras el 6 hasta 21% de otros himenópteros (abejorros, abejas solitarias, etc.) y 6 hasta 14% de otros insectos se desempeñan como polinizadores. Las flores ofrecen alimentos
buscados por el polinizador: néctar o polen. A cambio, el insecto
realiza el transporte del polen.
La parte reproductiva de las plantas ha desarrollado mecanismos de atracción: colores vivos, aromas que pueden ser similares a las feromonas y una morfología, que permite fácil acceso
del insecto al alimento; entre otros. Sin embargo no todos los
insectos polinizadores guardan tan estrecha relación con la flor
como ocurre con la abeja. Baste señalar que ésta requiere del
polen para su alimentación lo que no ocurre con otros polinizadores.
Los elementos de relación de la abeja con la flor se basan en:
• Tienen un aparato bucal especialmente desarrollado para
libar los nectarios sin dañarlos, llegando al fondo del receptáculo floral y a su vez, impregnar el polen
• Poseen pelos por todo el cuerpo, donde se fija el polen o lo
recogen en sus cestillos, y lo transportan de flor en flor
• Mantienen una marcada fidelidad recolectora a una determinada especie vegetal, por el período de tiempo que dura
la floración
La fidelidad a la flor es el factor más importante para conseguir
una polinización eficaz, ya que visitarán de forma consecutiva
flores de la misma especie, asegurando la polinización cruzada
sin que se pierda el polen depositado.
• Visitan un elevado número de flores al día. Para conseguir
una carga de néctar en su buche. Una abeja debe acudir a
mil o mil quinientas flores, con una media de diez viajes diarios, esto arroja una cifra de 10 000/flores/abeja/día o más
• Conseguir un kilogramo de polen, representa aproximadamente 60 mil viajes
• Viven en colonias grandes, por lo que es fácil renovar y garantizar el número necesario de polinizadores
• Su fácil manejo y transportación permite llevarlas al cultivo
en el momento de la floración
• Son los insectos más abundantes en la actualidad, sobre
todo en áreas de cultivo donde la utilización de plaguicidas
y las prácticas agrícolas, han hecho desaparecer los nidos
naturales de muchos otros insectos polinizadores
• La comunicación social desarrollada por estos insectos,
asegura que, una vez descubierta la floración atractiva, otras
abejas acudan a pecorearla
Requisitos de la colmena para la polinización.
• Buen estado constructivo, evitando así la pérdida de abejas
en la operación de traslado o trashumancia
• Bien poblada de abejas y cría, de manera que se sienta
estimulada al pecoreo, especialmente de polen
• Disponer de alimento energético y en caso necesario, suministrarlo, para asegurar que el mayor número de abejas se
dedique a la recolección de polen
• Poseer una reina vigorosa que garantice cría desoperculada
(como mínimo dos panales), durante la etapa de polinización
• Mantener un estado sanitario óptimo
• Ubicarla adecuadamente en la plantación, considerando que
la actividad recolectora de polen de una colonia abarca un
radio de hasta 800 metros, aunque la distancia óptima para
este servicio está entre los 20 y 100 metros
Resulta importante, en el momento de ubicar las colmenas en
el cultivo, tener en cuenta los factores meteorológicos: vientos
dominantes, orientación respecto al sol, lluvias, etc. Debe asegurarse que la abeja, cuando regrese cargada a la colmena, lo
haga a favor del viento.
Producción de semillas e incremento
de las cosechas.
Las abejas aumentan la producción de semillas y los rendimientos en los cultivos de cebolla, zanahoria, pepino, melón, sandía,
calabaza, tomate, fresa, berenjena, cítricos y otros frutales. En
el caso de las cucurbitáceas, los cítricos y algunos frutales, incrementan además la calidad y cantidad de los frutos. Para el
mango (Mangifera indica) y el aguacate (Persea americana), la
abeja resulta el polinizador más efectivo, en particular para el
aguacate, al que garantiza imprescindible fecundación cruzada.
Se señala con especial énfasis que el polen pesado y pegajoso
de las cucurbitáceas debe ser transportado por insectos, en
especial las abejas, y no cabe esperar buenos rendimientos sin
su presencia abundante.
En la práctica agrícola actual, se utilizan las abejas para la producción de semillas en plantas leguminosas y oleaginosas,
entre ellas alfalfa (Medicago sativa), haba (Vicia fava), girasol
(Helianthus annuus) y soya (Glycine max), esta última la oleaginosa más cultivada del mundo; una planta de este cultivo
puede llevar hasta 800 flores y su floración dura entre cuatro y
seis semanas. Sin embargo, algun@s apicultor@s refieren que
no es atractiva para el insecto y su secreción de néctar es baja.
Adicionalmente, la existencia de variedades transgénicas de diversos cultivos son una amenaza para la comercialización de
las mieles, porque aunque no existen evidencias documentadas
de su efecto nocivo sobre la salud humana, el hecho de que
existan tan solo unos pocos granos de polen de tales plantas
en la miel, permite que, con las sofisticadas técnicas analíticas
actuales, se detecte la presencia del “intruso” y eso basta para
que el importador rechace un lote de miel, con grave perjuicio
económico y la desconfianza del mercado hacia el país exportador. Otro tanto ocurre con los plaguicidas que con frecuencia
se utilizan en los cultivos no transgénicos y que pueden llevar
a lo mismo.
Much@s productor@s desestiman la polinización de las abejas
en los cítricos, por el incremento de semillas que ocasiona, aunque se sabe que de una buena polinización depende el tamaño
y amarre del fruto, los rendimientos y su conservación adecuada. En numerosos países como Estados Unidos, Canadá,
Argentina, Australia, México y otros, la actividad polinizadora se
le paga a l@s apicultor@s y se considera ésta más importante
aún, que la propia producción de miel y otros productos de la
colmena. En Nicaragua, sin embargo, se ha instaurado la
práctica conceptualmente ilógica de que son l@s apicultor@s
quienes pagan renta al dueño de la tierra con cultivos, algo así
como que el medico pague por visitar al enfermo. Además con
ánimo de un mayor lucro, autorizan la acumulación de apiarios
en cantidades excesivas, algo así como arrendar una manzana
metiendo allí 100 vacas.
Cada cultivo demanda una densidad determinada de colmenas
por manzana, en dependencia del fin que se persiga: producir
miel o polinizar. Por ejemplo, para la producción de miel de cítrico, en una plantación ya en plena producción, se emplean
dos colmenas por manzanas, mientras que para la polinización
se requieren hasta cinco. Hay que precisar, por variedades, las
colmenas que garantizan con eficacia estos objetivos, concientizando a l@s agricultor@s con la importancia de la abeja para
aumentar los rendimientos de sus cosechas.
(Consultar Manual de Polinización Apícola, de los autores
José L. Reyes Carrillo y Pedro Cano Ríos, editado por la
SAGARPA, México).
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Regulaciones para la tenencia de colmenas.
Miel de abejas.
La apicultura en Latinoamérica se desarrolló de forma anárquica, ubicando cada propietari@ su apiario donde consideraba
y con la cuantía de colmenas que estimaba. Por no existir regulaciones para el control sobre la especie, proliferaron las colmenas rústicas, sin atención sanitaria e incluso, muchas
colmenas que, aunque modernas, adolecían de un adecuado
manejo zootécnico veterinario. De esta forma, la competencia
de los enjambres por las floraciones y el aumento de las colmenas enfermas amenazaban con la merma de las producciones, limitando las posibilidades para una explotación tecnificada
de la especie. Con seguridad esta situación animó a mejoradores brasileños para buscar una mejora genética en pos de
mayor productividad y resistencia, y una idea prometedora fue
traer de África reinas de Apis mellifera scutellata, con la consiguiente africanización de las abejas en gran parte del continente.
La miel es una sustancia dulce y viscosa que producen las abejas a partir del néctar de las flores, exudaciones de otras partes
vivas (mielato) o de la excreción de insectos, y que estas recogen, transforman, combinan y almacenan en los panales.
Aunque en Cuba desde la década de 1960 se comenzó a dar
categoría de actividad económica importante a la apicultura y
se fueron estableciendo regulaciones, constituyó un hito importante el Decreto No. 176, de diciembre de 1992, emitido por el
Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, donde se establece
la “Protección a la Apicultura y los Recursos Melíferos y sus
Contravenciones”. Este documento dicta regulaciones para la
tenencia de colmenas y todos los aspectos relacionados con el
cumplimiento de las normas zootécnicas para la explotación de
la especie, incluidas las posibilidades de poseer colmenas rústicas sólo por un tiempo, a fin de obligar a l@s apicultor@s que
decida ser productor@, a la modernización de sus colonias.
Contempla, entre otras, las medidas de sanción para aquellos
que contaminen con plaguicidas el medio ambiente dañando al
insecto, o los que talen, poden y deterioren de forma indiscriminada los recursos melíferos del territorio. Además, el país
cuenta con regulaciones sanitarias, dictadas por el Instituto de
Medicina Veterinaria (IMV) del Ministerio de la Agricultura, recogidas en el Manual de Salud Apícola y vigente a partir de
1992, las que refieren el manejo que debe tener la colmena o
población enferma y la conducta a seguir para la recuperación
de la salud individual y colectiva en la especie, las medidas para
los traslados de colmenas, abejas reinas, productos apícolas y
su exportación o importación. Como complemento, se creó el
Registro Central de Plaguicidas el que, entre otras funciones,
decide la importación, dosis, modo de empleo y cultivos a tratar,
y evalúa el impacto que causará un producto sobre las abejas,
disponiendo su uso bajo las menores condiciones de riesgo posibles.
Los productos fitosanitarios autorizados se reflejan en un manual donde cada ingrediente activo se agrupa teniendo en
cuenta la toxicidad o el valor de la Dosis Letal Media (DL50),
modo de aplicación y residualidad en el campo. Estos elementos constituyen un arma de trabajo para los funcionarios de sanidad vegetal y apicultura, aportando elementos para prevenir
las contaminaciones, si se cumplen las recomendaciones señaladas.
¿Cuáles son las posibles consecuencias de no poseer tales
instrumentos legales ni existir la conciencia de su necesidad?
Los productos de la colmena. Composición y usos.
En las tabletas de arcilla de la cultura mesopotámica, 2700 años
antes de nuestra era, aparecen las primeras referencias de la
miel como medicamento. Los antiguos egipcios conocían las
propiedades laxantes de la miel y en el papiro de Ebers (escrito
aproximadamente en el 1700 a.n.e.), se hace alusión a la cera
y al propóleos, también con fines medicinales.
Durante años, el ser humano ha ido atesorando conocimientos
sobre los productos de la colmena y a pesar de que su interés
por la miel es marcado, las sustancias naturales destinadas a
alimentos y a fármacos, comienzan a desplazar los productos
de síntesis, retomando este acervo. El polen, el propóleos, la
jalea real y el veneno constituyen actualmente importantes renglones, por sus valores nutracéuticos (dietéticos, bioestimulantes y medicinales). La apicultura incorpora nuevas producciones
en su proceso productivo que, por ser de origen animal, deben
estar sometidas al control veterinario con los objetivos siguientes:
• Proteger a la población apícola de agentes etiológicos u
otros factores que debiliten o dañen la salud, adoptando medidas preventivas generales o específicas
• Proteger el medio ambiente y los territorios epizootiológicamente no deficientes
• Proteger la calidad sanitaria de los productos obtenidos
• Para poder materializar estos propósitos, resulta imprescindible conocer en qué puntos del proceso industrial se
pueden contaminar los productos, obviamente, a partir del
conocimiento de la composición de cada uno de ellos,
en condiciones óptimas de obtención
Composición.
Varía según su origen (floral, extrafloral o animal), especies de
plantas, momento del día y época del año, humedad del aire y
temperatura, entre otros factores.
Tabla 5. Composición media aproximada de la miel.
COMPUESTOS
Azúcares
Las levaduras presentes en la miel soportan medios hipertónicos (muy concentrados en azúcares) por lo que se llaman osmotolerantes y para impedir su reproducción se debe:
• Mantener limpios los equipos de extracción y locales
• Obtener mieles poco húmedas
• Beneficiar adecuadamente el producto (colado y decantación)
• Impedir contaminaciones en el proceso de extracción
• Los ácidos: A pesar de representar un porcentaje pequeño,
determinan el aroma, sabor y estabilidad del producto.
La acidez de la miel proviene de la reacción:
Diastasa
GLUCOSA
GLUCOLACTONA + ÁCIDO GLUCÓNICO
% (Aproximado)
76,90 - 77,00
Glucosa
22 - 40
Fructosa
28 - 44
Maltosa
2 - 16
Sacarosa
0,2 - 7
Otros azúcares
0,1 - 8
Agua
17
- 18
Cenizas
0,2
-
1
Proteínas
0,30 -
2
Minerales
0,5
Ácidos orgánicos
0,10 -
Enzimas, hormonas y vitaminas
0,68 - 1,2
HMF (después procesamiento)
No mayor de 40mg/kg miel
- 1,5
1
Los carbohidratos son las sustancias de mayor concentración,
siendo la fructuosa más abundante que la glucosa. Por su parte,
la sacarosa es el disacárido que, por la acción de las invertasas
da origen a los dos monosacáridos antes citados.
A medida que la miel envejece, pierde su actividad la invertasa,
impidiendo el desdoblamiento de la sacarosa. Es por ello que
generalmente valores de sacarosa por encima de un 5%, denotan un proceso negativo en la miel. Una miel bien madura,
rara vez contiene más de un 2% de sacarosa.
El encima que está responsable para la apariencia de los ácidos
está aumentada por la presencia de propóleos o fermentaciones.
Proteínas, aminoácidos y compuestos afines.
En la miel se encuentran coloides y suspensiones (partículas
en suspensión, proteínas, enzimas y aminoácidos). Las proteínas determinan la formación de espuma, retención de partículas de aire, oscurecimiento (por calentamiento o períodos largos
de conservación), granulación y turbidez u opacidad. A su vez,
las enzimas intervienen en la maduración de la miel, siendo
éstas: invertasa, glucosa oxidasa, catalasa y amilasa o diastasa.
El polen es un componente natural de la miel de abejas sin el
cual se descalifica el producto.
La diastasa es la más termoresistente de todas las enzimas presentes en la miel. Es por ello que su desactivación indica calentamientos excesivos en el proceso
industrial o la adulteración. Se expresa en unidades
Gother y su índice no debe ser inferior a 20 unidades.
Los aminoácidos forman parte de las proteínas y también se encuentran de forma libre, destacándose la
prolina, cuya presencia denota su verdadero origen floral, cuando está contenido en valores superiores a
20mg/100g de miel. Si la miel se somete a temperaturas altas o tiempos de almacenaje prolongados, se
puede “caramelizar” por la combinación de los aminoácidos con los azúcares y tornarse más oscura, por la
elevación del hidroximetilfurfural (HMF), indicador negativo en la calidad de la miel.
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Miel de abejas.
Aroma, color y sabor.
Efectos del calentamiento y almacenaje.
Dependen de la relación azúcares aminoácidos, origen floral y
valor del 5 hidroximetilfurfural. Estos parámetros pueden variar
también por enfermedades de las abejas como la loque americana y los hongos. Las mieles procedentes de colmenas enfermas, sufren cambios organolépticos. Temperaturas superiores
a 25°C incrementan el color. Esto es válido para el almacenamiento prolongado. En la Norma Ramal “Miel de abejas. Materia
Prima” (Cuba, 1989), se establecen cinco grados de calidad teniendo en cuenta el color de la miel. Son estos:
Cuando en la manipulación de la miel, ésta se almacena o calienta por un tiempo prolongado, se acelera su envejecimiento
y varían en el producto los siguientes indicadores:
Tabla 6. Grados de calidad de la miel, con base en el color.
Grado
de calidad
Color (mm)
(Escala PFUND)
Color
A
• 0 - 34,0
• Blanco
B
• 34,1 - 50,0
• Ámbar extra claro
C
• 50,1 - 85,0
• Ámbar claro
D
• 85,1 - 114,0
• Ámbar
E
• Más de 114,0
• Ámbar oscuro
Nota: El color también depende del néctar de la flor pecoreada.
Granulación y cristalización.
La miel se granula o cristaliza por el crecimiento de los cristales
de glucosa, en lo que pueden influir los factores siguientes:
•
•
•
•
•
Temperaturas bajas
Humedad baja
Excesiva agitación
Alta concentración de glucosa
Alta viscosidad de la miel
En condiciones arriba mencionadas la miel cristaliza naturalmente, sin haber realizado procesos de desnaturalización como
el recalentamiento o agregación de azucares. Una miel azucarada de forma espontánea, es más propensa a la fermentación.
El proceso de cristalización controlado industrialmente se utiliza
en la fabricación de la miel pasta.
•
•
•
•
•
Acidez
Actividad diastásica
5 hidroximetilfurfural
Color
Aroma y sabor
aumenta
disminuye
aumenta
aumenta
varía
La aparición del 5 hidroximetilfurfural está dada por la acción
de los ácidos sobre la fructosa, la que a su vez, origina éste aldehído. Se establece en la Norma Cubana antes citada, que el
producto no debe estar en cifras superiores a 20 mg/kg de miel.
El almacenamiento por un tiempo prolongado y a la intemperie
(bajo la acción directa del sol), es una mala práctica de manipulación de l@s apicultor@s y se detecta con facilidad por el
aumento del 5 hidroximetilfurfural hasta valores superiores a la
cifra señalada.
Adulteraciones y contaminaciones.
Es el ser humano quien deteriora la calidad de la miel en la
mayoría de los casos, ya bien sea cuando la abeja está produciéndola o después de cosechada. Los factores que con mayor
frecuencia ocasionan esto son:
• Suministrar suplementos alimenticios ricos en carbohidratos
y en proporción tal que le permita a la colonia elaborar la
miel. El producto obtenido carece de los componentes
propios procedentes de las flores y tiende rápidamente a
fermentar o cristalizar. El indicador fundamental de esta
adulteración es la ausencia de la prolina
• Aplicar medicamentos, sean antibióticos u otros quimicopreparados durante el período de cosecha. Esta práctica
conduce a contaminaciones de la miel con residuos que
pueden permanecer activos por períodos mayores de tres
años, como es el caso del cloranfenicol; durante doce
meses, como ocurre con la oxitetraciclina y clortetraciclina
o invalidarlo para el consumo cuando el producto es un
plaguicida. Teniendo en cuenta que cada día se exige mayor
pureza del producto y que los antibióticos son prohibitivos
como contaminantes en la alimentación del ser humano, es
sin duda una de las más importantes
• Cuando la miel no se somete a pasteurización (única forma
para destruir algunos antibióticos de los empleados en la
apicultura), se recomienda efectuar una castra de limpieza
a la colmena tratada con antibiótico, antes del período de
cosecha (cada antibiótico posee un tiempo de residualidad
específico)
• Aun cuando un producto químico tenga un efecto letal alto
para la abeja, en ocasiones esta logra trasladar a la colmena
importantes cantidades, contaminando la miel. En casos de
muertes por intoxicación, se recomienda (entre otras medidas), eliminar toda la miel no sellada (inmadura) de la
colmena afectada, desechando lo obtenido
• Los tratamientos para la conservación de panales con
productos de alta residualidad y sustancias empleadas para
la conservación de la madera (pentaclorofenol), contaminan
la miel
• Utilizar métodos de extracción no higiénicos (tanto en la nave
como en el campo) e introducir panales con restos de miel
de la cosecha anterior, propician la granulación (en el propio
panal)
• L@s apicultor@s contribuyen a las contaminaciones groseras cuando vierten la miel en recipientes que contienen otros
productos como aceites o hidrocarburos, utiliza envases no
laqueados o envases plásticos no aptos, los que pueden
variar el color, sabor y hasta invalidar totalmente su
consumo
• Situar las colmenas próximas a estancamientos de aguas
albañales, lagunas de oxidación o pantanos, pueden propiciar altos niveles de enterobacterias en la miel
• La adición de azúcares invertidos por medios químicos como
glucosa comercial, mezcla de almíbares u otras adulteraciones son de fácil detección y menos frecuentes
Durante el proceso tecnológico y para no incorporar a la miel
humedad levaduras y contaminantes diversos, l@s apicultor@s
deben tener en cuenta:
• Perfeccionar el utillaje industrial
• Acortar los tiempos de calentamiento
• Perfeccionar el filtrado o colado
• No extraer panales con huevos o larvas durante la cosecha
• No extraer miel en un momento lluvioso
• No extraer miel en centrífugas mal higienizadas
• Colar la miel desde la nave
• Extraer solamente miel madura
ganismos no se pueden reproducir en la miel, a excepción de
las levaduras osmófilas. No obstante, numerosos microorganismos se mantienen vivos, algunos de ellos, incluso, patógenos
para la abeja. Tales son los casos de Paenibacillus larvae, P.
alvei, B. apirium, Ascosphaera apis y otros, con predominio de
los gérmenes esporulantes. Es por esto que no se recomienda
alimentar a las abejas con mieles no conocidas. Las mieles con
alto contenido de coliformes o presencia de Salmonella spp.
deben ser decomisadas.
Medidas para garantizar la higiene de la miel.
• Suministrar agua de bebida a las colmenas, garantizando
que sea potable y preferentemente corriente
• Impedir el pillaje de las colmenas
• No suministrar alimentación complementaria con miel
procedente de colmenas sin control sanitario
• No llevar panales procedentes de colmenas enfermas al
proceso de cosecha, mezclándolos con las sanas
• Higienizar diariamente los locales y el utillaje. Guardar en
lugares protegidos de ratas, insectos y polvo
• Evitar, en lo posible, el intercambio de panales de una
colmena a otra
• Tapar los tanques de escurrido y de cera de opérculos
• Impedir el acceso de abejas a las naves de cosecha
mediante mallas zarandas en puertas y ventanas
• Emplazar adecuadamente las colmenas para evitar el
exceso de humedad
• Los locales de extracción deben tener paredes y pisos que
permitan la desinfección trimestral con formol al 6%, deben
ser encalados semestralmente, como mínimo
• El piso debe ser anti-resbalante y que permita el escurrido
• No debe barrerse sin antes adicionar agua, para evitar
la contaminación por el polvo que se suspende en el aire
• El agua empleada en la limpieza debe escurrir con facilidad,
directamente en canales o en orificios inaccesibles al insecto
• Debe facilitarse una buena ventilación del local, pero con
malla anti-insectos es las ventanas
• Para cosechar en el campo se necesita asegurar las condiciones más adecuadas: Utilizar mosquiteros para evirtar la
entrada de insectos y otras partículas contaminantes; bancas
para colocar los panales antes y después de cosechar
Almacenaje.
Microorganismos de la miel.
La miel tiene una microflora particular que aumenta o disminuye
con su manipulación y está formada por esporas de bacilos,
hongos filamentosos y levaduras comunes u osmotolerantes.
Por ser una solución sobresaturada de azúcares, los microor-
• Se recomienda para almacenar la miel, una temperatura
no superior a 30°C y por un período no mayor de 30 días
• El envase debe poseer un cierre hermético e impedir
espacios de aire
• El lugar, seco y fresco, con una humedad ambiental de
50-65%, y libre de malos olores
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Cera de abejas.
La cera es una secreción del cuerpo de las abejas, producida
por las glándulas cereras que se ubican en la parte ventral del
abdomen, entre la tercera y sexta esternita. Sólo la producen
las abejas obreras adultas de 10-15 días de edad. En el momento de secretarse es líquida y solidifica al contacto con el
aire para formar pequeñas escamas de 0,10 a 0,25 mg de peso.
Su color es variado con predominio del blanco hueso o el amarillo, de acuerdo con el polen que en ese momento consume el
insecto. Se sintetiza a partir de los carbohidratos y resulta imprescindible para la abeja disponer, además, de las proteínas
del polen, por ser un proceso que abarca su metabolismo integral. Para elaborar un kilogramo de cera se requieren de cinco
a siete kilogramos de miel y una temperatura superior a 25°C.
Tabla 7. Composición de la cera de abejas.
COMPUESTOS
% aproximado
Hidrocarburos
35
Monoésteres
14
Diésteres
14
Ácidos libres
12
Hidroxipoliésteres
Indicadores de calidad.
Usos de la cera de abejas.
Constituyen indicadores de calidad, aquellos que reflejan la pureza del origen de la cera y de la forma que l@s apicultor@s
trabajaron para obtenerla, durante el proceso de producción.
Los principales son:
El uso principal dado por el ser humano a la cera ha sido el
alumbrado. Sin embargo, con el propio desarrollo ha ampliado
el empleo a diversas ramas: farmacéutica, electrónica, óptica,
radiotécnica, transporte, textil, industria de pieles, cosmética y
aviación. La cera de abejas es un excipiente idóneo para preparar cremas, crayones de labio, mascarillas faciales y otros
cosméticos. Sirve como molde en el trabajo estomatológico;
como pulimento para muebles y otras superficies laqueadas.
Con ellas se recubren frutas destinadas a almacenar o para realzar su presentación en el mercado; se confeccionan encerados, flores y figuras ornamentales.
•
•
•
•
Índice de acidez: refleja la cantidad de ácidos grasos libres
Índice de saponificación: da la cantidad total de ácidos
Índice de éster: informa la cantidad de ácidos ligados
Índice de relación: indica la proporción de ácidos libres
con respecto a los ligados
• Índice de iodo: expresa los compuestos insaturados presentes
• Punto de fusión: permite detectar adiciones o contaminaciones del producto con materias extrañas
Factores que deterioran la calidad sanitaria de
la lámina de cera en el proceso de producción.
Tabla 8. Índices de calidad para la cera de abejas.
Indicador
Valores
Mínimo
Máximo
Punto de fusión (°C)
61
65
8
Índice de acidez (mg KOH/g)
17
22
Hidroximonoésteres
4
Índice de saponificación (mg KOH/g)
86
102
Triésteres
3
Índice de éster (mg KOH/g)
71
80
Ácidos poliésteres
2
Índice de relación (éster/acidez)
3,6
4,3
Ácidos ésteres
1
Índice de Iodo (g /100 g)
8
15
Alcoholes libres
1
Sin identificar
6
De las sustancias identificadas,
tres son las principales:
El compuesto más abundante es el palmitato de miricilo
(8% de la cera), combinación del ácido palmítico y el alcohol miricílico, no siendo despreciable además, la proporción de ácido cerótico libre. Tiene su punto de fusión
entre 63,5 y 64,5°C, con un peso específico de 0,960 0,970 g/cm 3 a 15°C, por lo que es más ligera que el
agua. Arde con llama luminosa y es insoluble en agua,
pero soluble en cloroformo, sulfuro de carbono y esencia
de trementina. Puede ser blanqueada por la acción de
los rayos solares o por agentes oxidantes como el agua
oxigenada, el permanganato de potasio y otros. Para la
industria farmacéutica, el blanqueado de la cera suele
realizarse con tierra de infusorios.
Factores que afectan la calidad.
• Calentamiento excesivo durante la fusión de los panales
(más de 60°C), o en el proceso de laminado
• Contaminación con propóleos, parafina, productos plaguicidas, medicamentos u otros como tierra, madera, etc.
• Alto contenido de sales en el agua usada para la fusión,
lo que provoca la saponificación
• Agitación excesiva durante la fusión de los panales,
formando un coloide por incorporar exceso de agua
• Fusión de panales viejos o de colmenas enfermas, mezclando la cera obtenida con panales nuevos o procedentes
de colmenas sanas
• Moldeado en recipientes de hierro u otros que pueden incorporarle óxidos
La lámina de cera es un elemento de vital importancia para la
colmena moderna. A partir de ella, las abejas obran el panal
donde almacenan la miel y el polen y se desarrolla la cría. Pero,
por ser hecha por el ser humano, cuando en su elaboración no
adopta medidas adecuadas, se constituyen en una fuente de
entrada de agentes infecciosos.
Errores más comunes:
• Deficiente selección de la materia prima, utilizando cera
oscura con estos fines. Mientras más oscura sea una cera,
más viejo será el panal que le dio origen. Esto a su vez
le confiere una mayor carga de gérmenes contaminantes
• En la cera se encuentran numerosos microorganismos esporulantes, tales como Bacillus (Paenibacillus) spp,
Ascosphaera spp y Aspergillus spp. Cuando se fabrican
láminas con una materia prima sanitariamente deficiente,
se incorporan estos agentes a la colmena y pueden quedar
libres por la acción de las polillas o por las propias abejas,
desencadenando brotes de enfermedades infectocontagiosas
• Higiene deficiente de los locales, los cuales se recomienda
desinfectar trimestralmente con formol al 6%, previa
limpieza mecánica. En apicultura orgánica, se deben extremar las medidas y utilizar el calor como medio de desinfección
• Diariamente se requiere lavar la laminadora e higienizar
el piso. No se deben acumular en ésta área desperdicios,
agua ni otros objetos ajenos al proceso. Almacenar el
producto terminado en la fábrica o naves apícolas por tiempos prolongados, favorece la contaminación con polillas
de la cera y otros insectos, que posteriormente se incorporan
a la colmena por l@s apicultor@s
Algunas consideraciones sanitarias
para la cera, materia prima.
El ser humano constituye el factor más importante para obtener
una cera beneficiada sin deterioro de la calidad y, a su vez, impedir que ésta se convierta en un vehículo de agentes etiológicos para la colonia. La selección adecuada y la separación de
la cera de opérculo, la de panales viejos y la de panales nuevos,
respectivamente, es el primer eslabón del trabajo. Resulta de
sumo interés para l@s apicultor@s que, cuando se manipulen
los panales en la nave o locales de trabajo, no se esparzan restos del producto en la instalación o sus alrededores. Una vez
separada del marco de madera, ésta se almacene tapada hasta
el momento de ser fundida, a fin de impedir el contacto con insectos, aunque debe trabajarse lo antes posible, porque en temperaturas por encima de los 20°C el desarrollo de las larvas de
polillas es muy rápido.
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El polen.
El polen es el gameto masculino de las flores, recogido por las
abejas pecoreadoras y aglutinado por éstas con néctar y sustancias salivares hasta formar gránulos, que luego transportan
a la colmena en las cestillas de sus patas posteriores y que l@s
apicultor@s pueden recolectar con las llamadas “trampas”.
Constituye la única fuente natural de proteínas, grasas y vitaminas de que dispone una colonia para alimentar a la familia y
su carencia inhibe la postura de la reina y provoca la muerte de
las larvas y la aparición de enfermedades bacterianas.
Al examinar los panales de una colmena, hay un número de
celdillas que, en lugar de miel, han sido llenadas de una sustancia amarillenta y sólida: el pan de abejas.
Este es el polen que recogen las abejas de las flores y que almacenan mezclado con pequeñas cantidades de miel y de los
ácidos 9-oxo-2-decenoico y 10-hidroxi-2-decenoico segregado
por las glándulas salivares. El pan de abejas tiene como componente principal los granos de polen que las pecoreadoras impregnan con saliva e introducen en la colmena. Una vez en la
celda, compactada o ensilada, es recubierto por una fina película de propóleos que facilita las condiciones de anaerobiosis
que permiten el proceso de fermentación láctica y lo convierten
en el “pan de abejas” que será la base del alimento larval (jalea
real, papilla alimenticia).
Composición del polen.
Cien gramos de polen aportan de cinco a nueve miligramos de
carotenoides activos, lo que permite asegurar que se cubren
las necesidades diarias mínimas para el ser humano, con una
dosis de 15 gramos.
Tabla 10. Contenido de vitaminas en 1 gramo de polen.
VITAMINA
Tabla 9. Composición del polen.
COMPUESTO
Entre los minerales, los macro y microelementos se encuentran
todos presentes, destacándose el hierro (Fe) y el zinc (Zn) por
sus proporciones elevadas, mientras que del cobre (Cu), sólo
se observan trazas. Predominan los azúcares reductores y son
de escasa importancia los no reductores y el almidón.
Su valor biológico o nutritivo, expresado por el “Índice de OSER”
(IO) es de 86, superior a la carne de ternera (IO=85) y a la torta
de soya (IO=80), estimándose como una fuente inmejorable de
metionina, histidina y triptófano, que refuerzan la importancia
de su valor nutritivo y su función como suplemento equilibrador
y bioestimulante. Resulta significativo que sea uno de los pocos
productos del mundo vegetal en el que se ha encontrado de
forma libre el aminoácido triptófano. Es significativo el efecto
beneficioso de su consumo en el mejoramiento de afecciones
de la próstata del hombre.
Tiamina (B1)
%
18,50
Piridoxina (B6)
5
Ácido nicotínico
200
50
15 - 30
Ácido pantoténico
• Proteínas, aminoácidos libres
10 - 36
Vitamina C
13 - 19
• Minerales (macro y microelementos)
3 - 14
2
Estos valores pueden variar, en dependencia de la composición
botánica del polen, pero se ha podido constatar por divers@s
autor@s, que contiene todos los aminoácidos esenciales (20
de forma libre) para la vida del ser humano.
Las “trampas” pueden ser de variados diseños, pero su principio
consiste en hacer pasar a las abejas por los orificios de una
placa activa de 5mm, de forma tal que pasen sus cuerpos, pero
se desprendan las peloticas de polen que acarrean en sus
“cestillas”, antes de depositar o almacenarlo en las celdas. El
polen colectado debe ser retirado del apiario todos los días para
evitar excesos de humedad o temperaturas altas que contribuyen a su rápida degradación.
A su vez, el traslado desde el apiario hasta el local de beneficio,
requiere recipientes de escasa altura y amplia superficie, con
rejillas de aireación, evitándose la exposición al sol durante su
manejo y transporte.
Teniendo en cuenta que el polen de la colmena tiene del 12 al
20% de humedad, es necesario eliminar el agua hasta que contenga solo 7 - 8%, exigencia que demanda el mercado actual.
Esto se logra sometiendo los granos a una temperatura nunca
mayor de 40°C, ya que temperaturas más altas disminuyen su
contenido en tiamina y propician la desnaturalización de los
componentes termolábiles.
5-10
El polen en la dieta humana.
Propiedades terapéuticas.
28
• Grasa
• Vitaminas
9,2
Riboflavina (B2)
• Agua
• Carbohidratos
MILIGRAMOS
Constituyen objeciones importantes para el comercio, las
contaminaciones con plaguicidas, productos tóxicos y medicamentos en general, por lo que los emplazamientos seleccionados, deben estar alejados de áreas agropecuarias de frecuentes
contactos con productos químicos. Igualmente, las fuentes de
abasto de agua para el consumo de las abejas, deben estar
libres de contaminaciones con bacterias patógenas, tales como
Escherichia coli, Salmonella spp, Proteus vulgaris, Shigella spp,
y otras, que se aislan de las aguas albañales. Al igual que la
miel, la presencia de trazas que indiquen origen o contaminación con polen de plantas transgénicas lo descalifica para el
mercado de exportación.
Recolección del polen.
La recolección del polen se realiza en el campo, directamente
de la colmena y demanda un conjunto de requisitos higiénicos
y sanitarios que garanticen el éxito de los pasos posteriores.
Dentro del apiario, no todas las colmenas deben ser destinadas
a la obtención del producto. Deben ser discriminadas aquellas
familias de escasa población o que hayan padecido enfermedades de la cría o adultas seis meses antes. Las trampas se
colocan en colmenas con reinas jóvenes y prolíferas. Es factible
obtener más de 10 kg por colmena al año, en dependencia de
la flora polinífera y las condiciones de la colonia.
Por su contenido en vitaminas, proteínas, glúcidos y lípidos,
constituye una excelente oferta para la dieta del ser humano.
Puede consumirlo mezclado con miel o encapsulado. De 100
gramos de polen se obtienen tantos aminoácidos como cuando
se ingiere medio kilogramo de carne de res o siete huevos, por
lo que con solo 30 gramos se aseguran las necesidades diarias.
Sus propiedades nutricionales y medicamentosas han sido estudiadas por divers@s investigador@s, los que señalan como las
más importantes:
• Acelera el funcionamiento del hígado y contribuye a la
desintoxicación del organismo
• Previene la arteriosclerosis por la acción del ácido linoleico
• Los flavonoides y en particular la rutina,
mejoran la respiración celular y el aprovechamiento de las
vitaminas
• Protege los epitelios, porque contiene 20 veces más
vitamina A que la zanahoria
• Se ha comprobado que un sólo gramo de este producto
contiene suficiente rutina, como para asegurar la prevención
a varias personas de hemorragias a nivel de cerebro, corazón y retina
• Su consumo contribuye a mejorar la fórmula sanguínea
al aportar hierro y ácido fólico
• Es una fuente de vitalidad para el ser humano contemporáneo, expuesto a los efectos de la contaminación
• Con éxito se suministra a adultos, por su acción regeneradora en las personas que envejecen, contribuyendo también a la recuperación de l@s niñ@s con bajo peso corporal y talla sub - normal
• En los adultos y niñ@s de edad escolar previene el cansancio; mejora la irrigación del cerebro y mejora a su vez,
el rendimiento del esfuerzo intelectual. Normaliza el sueño
y contrarresta los síndromes depresivos
• Tanto en el hombre como en la mujer, tiene efecto beneficioso sobre las irregularidades hormonales
• Mejora la actividad visual y retiene a un nivel estacionario
la caída del pelo
• Es probada su acción curativa en las prostatitis, con recuperaciones a veces sorprendentes para los propios médicos
que han seguido casos benignos avanzados
• Acciona como bacteriostático y como normalizador de las
funciones intestinales. Regula el peristaltismo
• Se recomienda para tratar a personas que padecen enteritis rebeldes o esteatorreas
• El polen o el “pan de abejas” debe verse, ante todo, como
un producto nutracéutico de amplio beneficio para el fisiologismo del organismo y que por tanto, debería tener una
amplia demanda, especialmente entre los hombres, habida
cuenta de la alta frecuencia de presentación de procesos
inflamatorios, hiperplásicos y neoplásicos (cancerosos)
de la próstata, y el comprobado efecto beneficioso de este
producto sobre dicha glándula. Desde hace medio siglo
se conoce esto, pero la medicina alopática tradicional se
ha enfocado siempre a los tratamientos medicamentosos,
quirúrgicos y antitumorales, con modestísimos avances en
la prevención, de manera que la apicultura puede divulgar,
educar y suministrar una alternativa que, de seguro, reducirá la incidencia de este importante problema de salud, aliviando los padecimientos y reduciendo los gastos sociales
por esta causa
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El propóleos.
El propóleos es una sustancia resinosa de color amarillo, pardo,
rojizo o rojo o verde, que tiende a oscurecer con el tiempo. Esta
resina contiene sustancias minerales, bálsamos aromáticos,
ceras, aceites esenciales y granos de polen. Es recogido por
las abejas de los brotes de las yemas terminales o axilares de
los árboles y de las ramas partidas, troncos y raíces que por alguna causa han sufrido daños con la consiguiente producción
de resinas. Es muy apreciado por sus propiedades antiinflamatorias, antitóxicas, antioxidantes, anestésicas, estimulantes,
bacteriostáticas, bactericidas, antisépticas y cicatrizantes. Tiene
amplio uso en medicina humana y veterinaria, en la agricultura,
la ebanistería y la conservación de alimentos. Su utilización por
las abejas permite:
• Cerrar las grietas que se forman en el interior de la colmena,
para evitar las corrientes de aire con la pérdida de su regulación térmica
• Reducir las piqueras de la colmena o crear un obstáculo que
impida la entrada de enemigos
• Embalsamar el cadáver del enemigo que se introduce en
la colonia y que, una vez muerto, no pueden sacar por ser
demasiado grande
• Aumentar la resistencia de la colmena contra los agentes
biológicos
La jalea real.
Durante su colecta l@s apicultor@s deben tener en cuenta no
contaminarlo y eliminar las partículas extrañas tales como: abejas, cera, astillas de madera, larvas de polillas, etc. No debe ser
calentado, pues el calor desnaturaliza algunos de sus componentes, restándole valor medicinal. Se recomienda no hacer
“bolas” comprimidas y compactas, pues esto propicia el deterioro por la acción de depredadores e impide detectar posibles
contaminaciones. Una misma colmena no es recomendable que
aporte más de 20 gramos en una recogida, ya que se reduce
su protección frente a la acción de diversos gérmenes.
En Cuba, el propóleos es uno de los productos de la colmena
que más se ha estudiado en el campo apiterapéutico, con resultados importantes para el tratamiento de asma, hepatitis, hipercolesterolemia, infecciones en garganta, nariz y oídos,
afecciones en la piel como acné, heridas, úlceras varicosas,
quemaduras y otras, hipertensión, obesidad, úlceras gastrointestinales, infecciones uterinas y afecciones bucales. Se han
obtenido buenos resultados en tratamientos contra giardiosis y
amebiosis. Pudieran calificarse de espectaculares algunos resultados de la tintura de propóleos en la cicatrización de heridas
en animales, observados por l@s autor@s.
Como la composición y propiedades del propóleos dependen
de su origen botánico, se requiere determinar su composición
para valorar sus posibilidades de utilización.
La jalea real es una sustancia blanquecina, con reflejos nacarados y de consistencia gelatinosa que segregan las glándulas
hipofaríngeas y mandibulares de las abejas nodrizas (de cinco
a catorce días de edad) y constituye la alimentación de los siguientes individuos de la colmena:
• Las larvas de obreras y zánganos, hasta el tercer día de
nacidas.
• Las larvas de reinas y la abeja reina, durante toda su vida.
Hay además una diferencia de calidad en la jalea real que recibe
la cría de obrera respecto a la de la reina, determinada por dos
componentes fundamentales de la jalea real: la biopterina
(24 mg/g) y la neopterina (3 mg/g).
El alimento o jalea de la obrera contiene seis veces menos
neopterina y siete veces menos ácido pantoténico que la jalea
real que reciben las larvas de reina.
Tabla 11. Composición general de la jalea real.
Principios nutritivos
%
Agua
68,0
Azúcares
8,5
Proteínas
12,0
Lípidos
5,6
Cenizas
0,8
Otros
5,1
Según la Norma Ramal de Cuba “Jalea Real. Materia Prima.
Especificaciones de Calidad” (1990), el producto debe cumplir
los parámetros físico químicos siguientes:
El contenido proteico y graso está dado por el polen que consuman las nodrizas. Posee además vitaminas y sustancias
como hormonas, antibióticos naturales y microelementos. Las
vitaminas determinadas en la jalea son: Tiamina (B1), Riboflavina (B2), Piridoxina (B6), Ácido nicotínico (P10), Ácido pantoténico, Biotina, Ácido fólico e Inositol.
Para su obtención industrial se realiza una cría artificial de reinas en colmenas horfanizadas al efecto. De las copas celdas
preparadas, se extrae la jalea real 72 horas después del traslado de las larvas. Esto se hace con la ayuda de una pequeña
espátula de madera o con una bomba de extracción al vacío.
Se estima que una colmena puede producir 5 gramos de jalea
real cada 72 horas.
Propiedades medicinales de la jalea real.
Cuando se hace alusión al consumo por el ser humano de la
jalea real, en general se le asocia con “poderes afrodisíacos”
atribuidos al producto. A pesar de que mejora los estados asténicos y los cuadros de impotencia sexual, ésta no es la única
acción beneficiosa de la jalea en el organismo humano.
Se emplea con éxito en el tratamiento de la arteriosclerosis,
coronarioesclerosis, hipotonía y distonía vegetativa vascular,
endoarteritis espasmódica, hipotensión, distrofia infantil y en
estados convalecientes en general. Disminuye la emotividad,
mejora el metabolismo basal, aumenta la vitalidad, longevidad,
resistencia al frío y a la fatiga. Da una sensación de euforia con
recuperación de fuerzas y del apetito.
Es efectiva para contrarrestar el estrés. Con ella se preparan
cremas nutritivas y tonificantes, champús para pelo seco,
cremas para las manos y cremas para después de afeitarse,
teniendo en cuenta sus propiedades regeneradoras de los
epitelios.
Tabla 12. Parámetros físico-químicos de la jalea real.
Para recolectar el propóleos se recomienda utilizar una trampa plástica que se coloca bajo de la tapadera, porque así el propóleos
tiene una mayor calidad que el obtenido por raspado. Se almacena en un recipiente limpio y seco en temperatura ambiental o en una
tinción con alcohol de 30, 60, 70 ó 90% según su posterior uso.
Índice
Unidad
Especificaciones
Mínimas
Máximas
%
58
70
-
3,4
4,5
meq/100 g
32
53
• Contenido de azúcares reductores
%
7
13
• Contenido de ácido 10-hidroxidecenoico
%
14
-
• Humedad
• pH (Sol. al 5 % 8/v 20 °C)
• Acidez
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Veneno de abejas.
Es un líquido transparente, con olor a miel acentuado y de sabor
amargo acre. Se cristaliza al entrar en contacto con el aire y
tiene una reacción ácida en papel tornasol. Es soluble en agua
y estable a temperatura de 4°C o ambiental, manteniendo sus
propiedades por períodos de tiempo prolongados (hasta 5
años). Años atrás, l@s investigador@s comenzaron a acumular
pruebas en favor del efecto beneficioso de las picadas de abejas, llegando a la conclusión de que el veneno posee importantes propiedades terapéuticas. Estas propiedades coincidían con
el uso que de las picadas hacían los egipcios y babilonios, por
ejemplo tratar dolencias en las articulaciones.
En los últimos años, el veneno, en forma de inyecciones y pomadas se utiliza en el tratamiento de enfermedades reumáticas,
de los músculos, los nervios y las articulaciones.
Tabla 13. Composición del veneno de abejas.
COMPUESTO
%
Melitina
50
Apamina
3
Fosfolipasa A2
14
Hialurodinasa
2
Histamina
1
Otros compuestos
30
En general, casi no existe proceso fisiológico que no sea
afectado por el veneno de abeja, principalmente por su acción
vasodilatadora que localmente implica un aumento de la permeabilidad de los tejidos en base a la liberación de serotonina.
L@s investigador@s soviétic@s consideraban que contribuye
también a estimular el sistema productor de glóbulos rojos, aumentando la cantidad de hemoglobina en sangre; estimula al
corazón y normaliza la presión arterial.
Cuba está desarrollando la producción de este renglón apícola,
utilizando trampas colectoras cuyo fundamento se basa en la
estimulación eléctrica a la abeja, la que pica sobre un cristal,
donde se deposita y cristaliza el veneno. Retirado el cristal, se
raspa cuidadosamente, para lo cual es fundamental proteger al
operario con careta y espejuelos y manipular el producto en un
local donde no existan corrientes de aire.
A pesar de que se han realizado avances en la cosecha, caracterización y evaluación nutricional y farmacológica de los diferentes productos de la colmena, en nuestros países existen
todavía amplias posibilidades de utilización, lo cual requiere, en
primer lugar, trabajar en la divulgación, de manera que se promueva una demanda cuya satisfacción exija la diversificación
de las producciones, con beneficio neto para la salud de l@s
consumidor@s y la economía de l@s apicultor@s.
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Producción, calidad, inocuidad y comercio de la miel.
A continuación se esbozan un conjunto de
factores que interactúan para favorecer o perjudicar el resultado final del proceso productivo y
la cadena de valores de la actividad apícola.
1. Capacitación: No es posible iniciar una empresa, aunque
sea micro, sin un conocimiento mínimo que garantice la conducción del negocio. Iniciarse en un proceso de producción apícola, aunque sea con cinco (5) colmenas, sin la capacitación
requerida, es un boleto seguro hacia el fracaso.
2. Recursos naturales: Base alimentaria para las abejas que
garantice disponibilidad de néctar, polen y agua, en cantidades
tales que, como mínimo, permitan una cosecha no menor de
25 kg de miel por colmena al año. La trashumancia siempre
debe considerarse como la oportunidad de obtener mayores
producciones.
3. Recursos materiales: Materiales fijos: instalaciones,
maquinaria, apiarios…, duraderos más de un año y materiales
circulantes: azúcar, cera (láminas), medicamentos (¿?) y otros
que se consumen en el proceso productivo. La carencia de alguno de los recursos imprescindibles puede llevar al fracaso
del proceso, si no en el plano cuantitativo, sí en el cualitativo,
al repercutir negativamente en los parámetros de calidad o haciendo que se pierda la inocuidad de los productos al propiciar
la presencia de sustancias prohibidas y por tanto, dañinas para
la salud de l@s consumidor@s.
4. Recursos humanos: La mano de obra y el personal técnico
y administrativo deben recibir una capacitación suficiente. Como
se trata del trabajo con animales vivos y de una altísima sensibilidad en su relación con l@s productor@s y el entorno social,
se debe lograr que, más que “mano de obra”, sean conscientes
y por qué no, “enamorados” del trabajo que realizan.
5. Recursos financieros: Pueden ser propios o externos, aunque en un entorno de crecimiento a partir de principiantes de
bajos recursos, casi siempre hay participación de apoyos iniciales que pueden consistir en recursos financieros y/o materiales tales como colmenas, elementos de colmenas o utillaje
apícola.
6. Objetivo: Aunque existen diferentes variantes, la más favorable para iniciar un proyecto productivo es la producción de
miel, continuando con las otras producciones (polen, propóleos)
solo después de haber consolidado la primera. Para quienes
ya estén a este nivel, la diversificación puede ser una perspectiva prometedora.
7. Política: La política de la empresa deberá orientarse en una
primera etapa al crecimiento horizontal (cantidad de colmenas),
cuanto sea posible, y a continuación, teniendo en cuenta el ciclo
de floraciones, crecer hacia arriba (número de cuerpos). Según
la Ley de Farrar, 10 colmenas a cuatro (4) cuerpos producen el
doble de la cosecha que 20 a dos (2) cuerpos. En general, debe
basarse en las BUENAS PRÁCTICAS DE MANEJO.
8. Programa: En el programa se indican las actividades en secuencia y tiempo para desarrollar las líneas de producción elegidas. Aunque se trate de cinco (5) colmenas, es necesaria una
programación mínima de las actividades y previsión de eventos
negativos.
9. Presupuesto: Como mismo se confecciona un programa de
trabajo, es elemental presupuestar y luego controlar los gastos
e ingresos, de manera que se puedan tener datos fidedignos
de cómo marcha el proceso y poder tomar a tiempo las decisiones que más convenga.
10. Asociatividad: Hoy más que nunca, la asociación de l@s
productor@s pueden considerarse un objetivo estratégico, de
cara a los desafíos que representan los factores antrópicos que
ante nuestros ojos “modifican” el medio ambiente en que se desarrolla la actividad apícola, las necesidades de capacitación,
la gestión y canalización de apoyos, los requerimientos de comercialización y las elevadas exigencias del más atractivo, pero
muy exigente mercado de exportación. Realizando un símil con
la familia apícola, un productor solitario es casi como un zángano que, al margen de la cooperación que sólo encuentra en
la colonia, estaría condenado a sucumbir.
11. Marco legal: Al igual que las demás ganaderías, la apícola
requiere de leyes y regulaciones que ordenen la actividad productiva y sanitaria; sin ello, imperan la anarquía, el descontrol
y el alto riesgo epidemiológico.
Aun cumpliendo todas las premisas ya expuestas, el proceso
productivo requiere el “cómo se hace” o más conocido en la
jerga de los proyectos por su expresión en inglés “know how”.
De forma documental, esto se encuentra explicado, hasta cierto
nivel, en las llamadas BUENAS PRÁCTICAS, aunque siempre
faltaría el conocimiento tácito, es decir, lo no dicho o escrito,
que es el conjunto de detalles que solo se pueden transmitir directamente, de persona a persona. Un ejemplo ilustrativo de
esto pudiera ser el traslarve en el proceso de crianza de abejas
reinas, minuciosamente explicado en muchos libros, pero lleno
de pequeños “secretos” que solo puede transmitir directamente
l@s “expert@s” y que se va enriqueciendo día a día con la propia experiencia de trabajo.
La experiencia de trabajo de l@s autor@s en varios países, el
intercambio con numeros@s colegas y el estudio de literatura
publicada nos inducen a compartir algunas ideas sobre transgresiones de las BUENAS PRÁCTICAS y su repercusión en la
eficiencia del proceso productivo y la calidad e inocuidad de los
productos de la colmena, con su inevitable repercusión en la
comercialización.
1. ¿Cuál es la mejor abeja? → Todavía bastantes apicultor@s
y por suerte, ya poc@s estudios@s de la materia, ven siempre
la mejor abeja en la casa del vecino, y hay historia documentada
de esto. Los españoles trajeron a América, primero, la abeja
negra de Europa Occidental, más rústica y por ende, más resistente que la italiana (amarilla), pero luego a muchos pareció
que esta última, más productiva, era una buena solución, y también fue traída. Sin trabajar mucho en el mejoramiento y selección de las ya existentes, fueron en busca de abejas carniolas,
caucásicas, etc, para al final obtener un híbrido espontáneo en
que predominaban las características de las dos primeras. Ahí
no termina la historia, porque en los años 50 del siglo XX, genetistas de Brasil, convencidos de que una solución prometedora para elevar los rendimientos y mejorar la salud era la
importación de una abeja “tropical”, importaron reinas de la
“raza” africana Apis mellifera scutellata y se desarrolló un inesperado y espontáneo proceso de hibridación-sustitución de la
abeja pre-existente que llevó a la nueva abeja “africanizada” o
africana como una ola indetenible por todo el continente, hasta
el sur de los EE.UU. Esta es hoy, con sus virtudes y defectos,
la abeja con que debemos trabajar y la que estamos obligados
a mejorar y seleccionar. Aunque se alargue el párrafo, hay más.
Un buen día, apicultor@s sudamerican@s viajaron a Japón y,
encantad@s con las aparentemente excelentes características
de abejas reinas de aquel país - que para nada es líder mundial
en la actividad. Obviando o desconociendo los riesgos que tal
acto entrañaba, trajeron reinas y sus acompañantes cargando
parásitos: el ácaro Varroa destructor, que hoy se mantiene como
una de las entidades patológicas fundamentales que afectan la
apicultura en este continente. A continuación y hace poco
tiempo, siguen las acciones imprudentes de l@s apicultor@s y
son ahora l@s portugueses quienes vienen a EE.UU. y enamorad@s también de las fabulosas reinas de este país, las llevan
a la península y con ellas, al pequeño coleóptero de las colmenas Aethina tumida. (¿Cuántos de quienes lean este material
han acarreado reinas desde EE.UU., Canadá o Costa Rica
para Nicaragua, porque pretenden elevar la productividad
y reducir las características indeseables de sus abejas?)
2. ¿Cuál es la mejor colmena? → Aunque se ha generalizado el uso de la colmena Langstroth, sería conveniente
ensayar con otros modelos, en particular la Jumbo, utilizada en
algunas regiones de México. Sin embargo, resulta esencial el
manejo del crecimiento de la colonia, considerando el suministro
estratégico de las alimentaciones de sostenimiento y estimulante, de manera que, siempre que se inicie una floración de
cosecha importante, exista una alta población de nodrizas y pecoreadoras jóvenes que garanticen suficientes días/abeja de
trabajo. Si iniciando la floración hay muchas pecoreadoras, pero
con una edad relativamente avanzada (30-45 días), el trabajo
intenso causará una elevada mortalidad natural y la población
obrera describirá una curva descendente cuando la disponibilidad de néctar está en ascenso, y eso solo puede llevar a una
menor producción. A manera de ilustración, si una buena reina
comienza a elevar su puesta estimulada por el suministro de jarabe diluido, digamos, el día 1ro del mes X, en 30 días podría
poner 45 000 huevos. A cada día se le deben sumar 21 días
para que las jóvenes abejas comiencen el pecoreo y cuando
las últimas inicien el trabajo, ya las primeras se pudieran considerar “en la tercera edad”. En resumen, con la mirada en una
gran floración, se debe iniciar la estimulación alimenticia 5 - 6
semanas antes de su comienzo.
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Manejo integral sanidad apícola - producción.
3. Pero para tener un buen levante de la puesta al estimular,
la reina debe estar en capacidad de responder a esa fuerte exigencia y como media en el trópico, las reinas que sobrepasan
el año de ovoposición comienzan un declive más o menos marcado en su productividad. Al igual que con las gallinas ponedoras, que son renovadas en su totalidad por pollonas cuando la
puesta desciende del 50 % diario, la no sustitución de las reinas
o su cambio ocasional y no programado repercute negativamente en la fortaleza y por supuesto, en la productividad de las
colonias.
4. Todavía falta otro factor decisivo, la calidad de la cámara
de cría, porque esa buena y joven reina requiere un lugar adecuado para depositar sus grandes cantidades de huevos todos
los días. En el trópico, las celdas de cría son utilizadas repetidamente a lo largo de todo el año y se considera que a los 1218 meses se han reducido significativamente y producen abejas
cada vez más pequeñas, a lo que se une la propolización y el
acúmulo de material fecal de las larvas con incremento de los
tenores microbianos. Es frecuente que tales cámaras de cría
envejecidas sean rechazadas por la reina, que se va a poner a
la primera alza, quedando los panales viejos de abajo mal atendidos, susceptibles al ataque de las larvas de polillas de la cera
y otros intrusos, y entorpeciendo la termorregulación de la colonia. En el proceso de renovación de panales, la introducción
de láminas debe irse realizando desde el centro hacia afuera,
evitando colocar dos láminas juntas y subiendo los panales retirados de la cámara de cría hacia arriba, siempre que estén en
condiciones de continuar funcionando como reservorios de miel
durante un tiempo. Es preciso recordar que sin flujo de néctar
o alimentación estimulante no hay producción de cera, por lo
que esta es una condición indispensable para la introducción
de láminas.
5. La colmena no es almacén de panales vacíos.
Todavía quedan apicultor@s que sucumben a la tentación de
conservar panales para utilizarlos en el momento del flujo de
néctar, pero la conservación de panales, especialmente en climas cálidos, tiene la gran limitante del ataque de las polillas,
por lo que se pretende a veces que las abejas actúen como vigilantes que protejan la integridad de tan valioso material. Sin
embargo, los panales vacíos significan crecimiento forzado, con
un exceso de espacio que las abejas no pueden proteger adecuadamente y que a la vez ejerce un efecto perturbador en la
regulación térmica de la colonia, con enfriamiento de la cría,
propensión a enfermedades y un gasto energético insostenible,
a partir del combustible MIEL.
6. ¿Cuál es el mejor apiario? Emplazado en lugar de abundante flora melífera, un apiario con abejas africanizadas es más
manejable con 20-25 colmenas, además de lograrse un mejor
aprovechamiento de la floración y mayor productividad con dos
apiarios de 25 colmenas separados por una distancia de 3 km
que uno solo de 50 colmenas. Con frecuencia se alude a los
costos de transporte y la accesibilidad, pero si se diseñan rutas
de trabajo eficientes, se pueden compensar los supuestos gastos, con una mayor productividad y por tanto, un balance económico positivo a favor de la primera variante. En otro sentido,
el recomendado término SEMISOMBRA para proteger a las colmenas de la radiación solar excesiva encuentra los extremos
de quienes prefieren ubicarlas a pleno sol y otros, a la sombra
tupida de árboles frondosos. Sin embargo, un ejemplo ilustrativo
puede verse en la semisombra que se facilita a los cafetales.
Exceso de sombra equivale a exceso de humedad y condiciones para el desarrollo de enfermedades fungosas; la ausencia
de sombra provoca un gasto energético superfluo (combustible
miel), en los procesos de termorregulación, por el incrementado
acarreo de agua y el aletear intenso de gran número de abejas.
7. La colmena es una fábrica y l@s apicultor@s son trabajador@s de la industria alimenticia. Se requiere: la higiene
ambiental y de los elementos de colmena, el utillaje apícola,
todos los procedimientos del trabajo y personal de l@s apicultor@s, desde el campo florido hasta el barril. La demanda nunca
es excesiva, porque se trabaja con un alimento de consumo directo, que no es sometido normalmente a procesos de saneamiento, excepto el filtrado y decantación encaminados a reducir,
sobre todo, algunos sólidos insolubles, pero nunca el polen
acompañante, que es un componente normal e indicador del
origen floral de la miel de abejas. Siendo la miel un producto
natural, toda sustancia extraña que se le incorpore desde el
campo o el proceso de cosecha, NO PODRÁ SER YA REMOVIDA por ningún medio en cualquiera de los siguientes eslabones de la cadena. Tod@s l@s trabajador@s del sector apícola
deben ser estimad@s por l@s consumidor@s como una persona honesta, higiénica y con un alto sentido de su responsabilidad en la manipulación de este valioso alimento. Esa
confianza también se requiere por parte de l@s importador@s
externos y como diría un viejo campesino, “gana fama y acuéstate a dormir”, a lo que cabría añadir, sí, pero con un eficiente
sistema de vigilancia y trazabilidad que permita rastrear el producto desde la colmena hasta la mesa de l@s consumidor@s.
El objetivo es dar una idea de cómo el bienestar de la colmena,
a partir de las Buenas Práctica de Manejo, contribuye a que
esos mecanismos funcionen más eficientemente.
Mecanismos colectivos de defensa propia
de las abejas.
1. Conducta higiénica. También conocida como comportamiento higiénico o instinto de limpieza, es la habilidad que poseen las obreras para detectar, desopercular y remover de sus
celdas a las crías enfermas, parasitadas o muertas, interrumpiendo la multiplicación, maduración o dispersión de enfermedades en la colmena. Esta actitud de las abejas confiere
resistencia a enfermedades como las micosis, las loques y la
varroosis, y posee una variabilidad entre colmenas y una heredabilidad que la convierten en una de las características más
prometedoras en cualquier programa de mejoramiento y selección.
► Las abejas jóvenes resistentes eliminan todas las larvas
enfermas en cualquier condición de cosecha, mientras
las abejas que tienen más de cuatro semanas no expresan este carácter y eliminan las larvas solamente en
presencia de cosecha abundante
► Una colmena higiénica es la que remueve el 80% o más
de las crías muertas, en 24 horas, si el método empleado
es el pinchado
► Este es el mecanismo de resistencia colectiva más
universal y de más fácil evaluación
2. Conducta de acicalamiento: Conocida también como comportamiento de desparasitación. Las abejas pueden manifestar
esta conducta de dos maneras diferentes: acicalamiento social,
que se desarrolla sobre una compañera, la cual realiza una
danza-temblor solicitando ayuda, y “auto acicalamiento” o comportamiento de autolimpieza para remover ellas mismas los parásitos sobre la superficie de su cuerpo, realizando un cepillado
por su propia cabeza, tórax y abdomen, con la ayuda de sus
primer y tercer pares de patas.
3. Baja atractividad de la cría. Este es un mecanismo cuya
base no es conductual, sino química, y consiste en el hecho observado de que existen diferentes niveles de atracción que demuestra la cría de las abejas para los ácaros Varroa destructor.
En sí, la cría de los zánganos resulta más atractiva para el ácaro
que la cría de las obreras. Hay colmenas que indican una menor
intensidad del estímulo para el ácaro de entrar aproximadamente 20 horas previas a la operculación (celdas en las cuales
se desarrollan las obreras), sino entran a las celdas aproximadamente 40 horas previas de la operculación, las cuales son
las celdas en que se desarrollan los zánganos. Por esta razón
se utiliza el método de "trampa de zánganos" para captar gran
cantidad de ácaros y eliminar los panales de zánganos junto
con los ácaros de la colmena. Pero este método puede ser un
arma de doble filo, aumentando la presencia de varroa, si no
se realiza adecuadamente.
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Manejo integrado para el control de las enfermedades.
I. Meta:
Lograr el equilibrio colmena – medio ambiente – agentes etiológicos, respetando los ecosistemas lo cual se expresa en una
producción limpia y trazable para tener productos inocuos.
II. Estrategia:
1. Conocer y controlar la población de colmenas y la situación
sanitaria en cada punto del proceso productivo. El Servicio Veterinario se apoya en el reordenamiento y modernización previo
de la apicultura y el control de la estructura epidemiológica de
las poblaciones por el sistema de vigilancia epidemiológica.
Licencia veterinaria
Registro de l@s apicultor@s
Numeración de las colmenas
Expediente epidemiológico del apiario
Registro “Control de Apiario”
Certificado veterinario de procedencia de la abeja reina,
cera de abeja, colmenas y otros materiales
Normar la transhumancia
Certificado veterinario que asegura el origen de la
producción, calidad sanitaria y destino
Identificación del envase
2. Buenas prácticas de manejo. Deben garantizar las mejores
condiciones de confort, alimentación e higiene en las colmenas,
propiciando un microambiente lo mejor posible y el desarrollo
armónico de la colonia.
Cambio oportuno de la abeja reina utilizando animales
obtenidos por selección genética, buscando líneas resistentes a las enfermedades y con hábitos higiénicos
marcados, que favorezcan la eliminación de las crías
enfermas o muertas
Renovación de la cámara de cría
Crecimiento de la colmena acorde con la población de
abejas presente en la colonia
Alimentación en cantidad, calidad y en el momento oportuno, incluyendo el agua de bebida
Mantener la higiene interior de la colonia y la del apiario
Desinfección
Evitar que se presenten condiciones estresantes para
la familia, lo que invariablemente predispone a la colmena para que se desarrolle la enfermedad
Adecuar el número de colmenas al potencial melífero
de la zona en explotación
Mantener una alimentación energética y proteica
adecuada, en dependencia de la demanda de la colonia
Impedir el crecimiento vertical forzado, de manera que
la colonia disponga sólo del espacio vital que es capaz
de atender
Mantener la colonia con una población de individuos alta
o lo que comúnmente se llama “colonia fuerte”
Renovar anualmente no menos de ocho panales de
la cámara de cría
Desinfectar los materiales
Ubicar las colmenas en terrenos altos que no se aneguen, con suficiente soleado y al resguardo de fuertes
corrientes de aire en las piqueras
Levantar la parte posterior del fondo de la colmena uno
a tres centímetros con respecto a la piquera, de modo
que no se acumule agua de lluvia en su interior
Colocar las colmenas sobre bases, con una altura
respecto al suelo, no menor de 20 cm
Retirar del interior de la colmena el alimentador o la
bolsa, una vez consumido el alimento
Aplicar alimentación individual, nunca colectiva
Manipular la colmena sólo en los casos que se requiera
Colocar, siempre que sea posible, los panales de cría en
la misma posición en que se encontraban cuando
se abrió la colonia
Mantener materiales desinfectados y en buen estado
constructivo, para impedir piqueras adicionales. Las grietas en las tapas favorecen la entrada de agua
de lluvia
3. Selección y mejoramiento genético. Tiene como base los
centros especializados para la crianza de abejas reinas que
transmitan elevados valores de conducta higiénica, e índices
favorables de salud y productivos, todo ello enmarcado, de ser
posible, en un programa nacional, departamental o municipal.
Para ello, identificar cada colmena, lo que permitiría:
Seleccionar las colmenas más productivas, y que mantengan las tasas más bajas de infestación por varroa
(< 5%), y por tanto, también las más sanas
Eliminar las colmenas con recidivas de enfermedades
bacterianas y/o micóticas
Controlar las labores de campo, entre ellas, la introducción de láminas de cera estampada
4. Aplicación de medidas biotécnicas y sanitarias para el control
de la varroosis y de las enfermedades infectocontagiosas.
El uso del panal trampa de zánganos
Mantener separadas las colmenas para impedir la
deriva
Renovar la cámara de cría
La desinfección de la madera (cajas, marcos) se realiza
preparando un barril de agua hirviendo con sosa cáustica al 1% (mucho cuidado con contacto en la piel o los
ojos)
Medidas de buenas prácticas para impedir el pillaje
Sanear las colonias, eliminando los panales viejos o
en mal estado
Controlar la enjambrazón.
Controlar el crecimiento de la colonia en correspondencia con la población
Toda acción de saneamiento, a partir de la prohibición
del uso de antibióticos y otros medicamentos, excepto
los varroicidas autorizados
5. Uso adecuado de medicamentos varroicidas. Debe ejecutarse bajo el control del Servicio Veterinario, priorizando los productos orgánicos y siguiendo las indicaciones del fabricante. La
determinación de la pertinencia o no de la aplicación de un tratamiento ha sido un tema muy discutido. Se han estimadas infestaciones de más de 5% hasta 20% en diferentes zonas del
pais, pero se tiene que garantizar la vigilancia activa de esta
parasitosis y estudiar la productividad de las colmenas tratadas
y las sin tratar. ¿Se realiza la vigilancia en los apiarios?
La estrategia para aplicar un varroicida debe contemplar:
Tratar los territorios “al barrer”, de modo que no queden
colmenas sin tratar, las que, finalmente, se convierten
en reservorios del parásito, reinfestando a las colmenas
tratadas
Realizar los tratamientos por campañas y durante estas,
utilizar un solo medicamento: químico u orgánico
Hay que rotar con diferentes tratamientos en campañas
seguidas para evitar la resistencia del ácaro
Seguir rigurosamente las indicaciones del fabricante,
cuidando no contaminar los productos de la colmena
o el medio ambiente
Evaluar la tasa infestación del parásito antes y después
del tratamiento
Seleccionar productos de impacto (químicos) o tampón
(orgánicos), en correspondencia con las tasas de infestación
Hay que tomar en cuenta que la varroosis solamente se
puede controlar no erradicar
-LaAbeja_Letter Correcciones_Layout 1 06/09/2013 03:57 p.m. Página 46
Guía para toma de muestras.
Toma de muestras.
Consideraciones generales.
Modelo de Reseña.
Existe una gran diversidad de material apropiado para su examen microbiológico. Este puede proceder de abejas vivas, moribundas o muertas, pero también puede ser de panales de cría,
miel y cera de abejas, láminas de cera estampada, etc.
Durante la inspección de apiarios con menos de 50 colmenas
para el diagnostico de enfermedades, se deberán muestrear 3
colmenas. En apiarios con más de 50 colmenas, se tomará
como mínimo muestras del 10% de las mismas. Las colmenas
a muestrear deben seleccionarse al azar, pudiendo sumarse
muestras de colmenas que presenten alguna anormalidad,
especificando siempre que no fue tomada al azar. Entre otras,
algunas de las referidas anomalías podrían ser:
• Elevada mortandad de abejas y cría
• Baja producción de la colonia respecto a la media zonal
• Abandono de la colmena por parte de las abejas
• Rastros de diarrea
• Abejas con dificultad para volar
Durante la toma de muestras se inspeccionará visualmente, “in
situ”, para determinar síntomas clínicos de alguna patología, en
esas mismas colmenas.
En todos los casos de envío al laboratorio de muestras, independientemente del tipo de investigación que se desee, éstas
se acompañaran por un modelo de reseña en el que se consignarán los siguientes datos:
• Identificación del apiario y de la colmena
• Localización geográfica (zona, finca, municipio, comarca)
• Fecha de la toma de las muestras
• Nombre del remitente y responsable (cargo que ocupa)
• Tipo y cantidad de la muestra (panales, abejas, zánganos,
larvas, miel, cera, etc.)
• Sintomatología clínica observada
• Diagnóstico presuntivo
• Tipo y fecha de aplicación del último tratamiento
• Observaciones
Conservación de las muestras.
Existen numerosos métodos conservadores. Cada uno tiene
sus propias ventajas y limitaciones, sin embargo, mediante una
selección cuidadosa del más apropiado para el caso, no debe
estropearse ninguna muestra. Por ejemplo se deberían guardar
las muestras de abejas adultas en alcohol al 90% y los panales
de cría en refrigeración.
La refrigeración es un conservador sumamente efectivo y es
particularmente útil para muestras destinadas a exámenes
bacteriológicos y estudios anatomo-patológicos. Para mayor seguridad debe utilizarse el hielo natural.
Se coloca la muestra en un refrigerador en un recipiente de vidrio para la muestra de abejas adultas y envuelto en papel periódico para la muestra de cría en panales. Se debería que
evitar el uso de bolsas plásticas.
Cada muestra tiene que tener su propia reseña, para que sea
bien identificada.
La toma de muestras para estudios microbiológicos (bacteriológicos, micológicos y virológicos) y parasitológicos tiene varias
formas, que están en dependencia del tipo de la muestra y de
la finalidad de la investigación.
En continuación se presenta el método de la toma de muestras
en abejas adultas y en panales de cría para determinar las diferentes enfermedades:
Muestra de abejas adultas:
Varroa. Para evaluar la prevalencia de varroa sobre abejas
adultas (estado forético) idealmente deberá tomarse una muestra de 200 a 300 abejas tomándolas de 3 a 4 panales en la cámara de cría. Debe tenerse en cuenta que el ácaro presenta,
al igual que muchos ectoparásitos, una distribución en forma
agregada. Esto quiere decir que dentro de la colmena tendremos áreas con gran cantidad de ácaros y áreas libres de estos.
Por lo que un grupo de abejas adultas tendrá un alto nivel de
parasitismo y otro grupo niveles de infestación muy bajos. Para
corregir esto, en el momento de recolección de la muestra se
tomaran las abejas de tres cuadros diferentes que presenten
cría y nodrizas, raspando hacia abajo con el frasco ambas caras
de estos cuadros. De esta manera estaremos asegurando una
muestra representativa.
Nosema. Proceder de la siguiente manera:
1. Al llegar al apiario seleccionar las colmenas a muestrear
2. Tapar las piqueras y cualquier otro acceso a la colmena
3. Esperar que se acumulen en la entrada las abejas pecoreadoras que retornan del campo
4. Recolectar unas 70 u 80 abejas por colmena. Puede utilizarse una escobilla, cepillo u otro elemento adecuado para
tal fin, coloque las abejas dentro de un frasco de boca ancha,
de plástico, con buen cierre y rotulado.
5. Las muestras son INDIVIDUALES, por colmena. Cada colmena debe estar identificada y corresponder al rótulo del
frasco utilizado. No mezclar abejas de diferentes colmenas
6. El conservante elegido puede estar previamente en el frasco
o agregarse una vez tomada la muestra
7. Para conservar las muestras se podrá usar alcohol etílico
al 90%, manteniendo las muestras en buen estado por unas
3 semanas
Acarapis. Se debería tomar al azar una muestra de 150 abejas
de la cámara de cría de la colonia sospechosa, ya que el diagnóstico en las abejas jóvenes es más fácil, porque sus esperáculos de la traquea todavía no se han endurecidos; incluso se
toma muestras de abejas que se arrastran e incapaces de volar,
que se encuentren dentro de un área de unos 3 metros del
frente de la colmena. Las abejas pueden ser vivas, moribundas
o muertas. Los ácaros se pueden observar bien en las abejas
mayores por su edad y tamaño. Se pueden utilizar muestras de
abejas reinas, zánganos u obreras, pero Acarapis prefiere los
zánganos. Las vivas se matan primero con spray de éter; las
abejas no deben llevar muertas más de 2–3 días a menos que
se hayan mantenido a 4°C.
Muestra en panales de cría:
Varroa. Se debería cortar un pedazo de panal (larvas y pupas)
de 10 x 10 cm, que contenga cría (preferiblemente de zángano)
en todos los estados de desarrollo y a la vez asegurarse que
esta sección lleve cría afectada (muerta, cambio de color, etc).
Esta porción del panal se debe envolver en papel periódico
seco, nunca debe envolverse en plástico, ya que en estos casos
puede ocurrir el desarrollo de hongos normalmente presentes
en forma de esporas. Una vez envuelto en periódico se coloca
en un sobre de papel, los cuales se depositan finalmente en un
termo sin dejar mojar el papel incluso la muestra. Si las muestras no se envían el mismo día, se deben guardar en refrigeración o mantenerlas en un cuarto fresco preferiblemente con aire
acondicionado.
Loque americana y europea. Cuando se observan signos
típicos de la enfermedad en el apiario, se recomienda enviar al
laboratorio una porción del panal de cría de aproximadamente
20 cm2, que contenga el mayor número posible de crías muertas
y descoloridas. Si es posible enviar un panal completo. En la
muestra no debe haber miel.
La muestra puede envolverse en papel, sin apretarla, y deben
evitarse envoltorios tales como bolsas de plástico, papel de aluminio, papel parafinado, lata o cristal, dado que con dichos materiales las muestras se enmohecen, lo que casi imposibilita la
realización de un diagnóstico preciso. Las muestras pueden enviarse en una caja de cartón grueso o de madera. Si no se
puede enviar una parte del panal, la sonda utilizada para examinar el contenido de las celdas debe contener suficiente material para realizar cualquier prueba. Ésta también puede
envolverse en papel o colocarse en un tubo apropiado.
Sin embargo, sólo puede tenerse en cuenta una muestra de
tamaño tan pequeño, cuando la persona que la toma es
suficientemente experta o está bien entrenada para identificar
las áreas enfermas en el panal.
Muestra de panal:
Envolver en un papel periódico seco
Se coloca en un sobre de papel
Guardar en refrigeración
No utilizar bolsas plásticas
Remisión de muestras:
a) Proporcionar información adecuada en cuanto al historial,
los síntomas, las lesiones post mortem, el medio ambiente
y la pérdida económica.
b) Recoger una muestra adecuada.
c) Poner atención cuidadosa en el empleo de recipientes
químicamente limpios y en el sellado, etiquetado y conservación apropiados de las muestras.
d) Es necesario que las muestras extraídas se conserven
en refrigeración.
e) Es imprescindible que toda remisión de muestras al laboratorio se acompañe del modelo de reseña correspondiente.