El mito es la verdad

EL PACTO. REPTILIANOS Y GOBIERNOS: UN MITO CONTEMPORANEO. Juan Jose SanchezOro, 2017. PRÓLOGO El mito es la verdad Mónica Cornejo Valle Nada es lo que parece. ¿O sí? “El Pacto” es un libro sobre secretos velados y desvelados en el que se analiza la coreografía de las mentiras y las verdades de los gobiernos y las de los cultivadores de anomalías, a veces cazadores y a veces cazados. Valga la metáfora cinegética para enmarcar el caso de los reptilianos como un mito sobre la pugna entre especies que emerge en los años noventa del siglo XX, creciendo en el ya muy fértil campo de la exopolítica. Esa recién conocida especie se encuentra entre nosotros, o por encima de nosotros, o por debajo de nosotros y, en cualquier caso, la incertidumbre sobre su localización bien podría ser el fruto deliberado del encubrimiento de los gobiernos (que tal vez sean ellos mismos una aristocracia de lagartijas). Cuando se trata de conspiraciones y secretos, nada es lo que parece, o justamente sí. Juanjo Sánchez-Oro nos advierte que “en la lógica de la conspiración, la contradicción no es incompatible con la verdad”. En la lógica del mito tampoco. La materia de los mitos es la narración, y su sustento son las emociones sociales. Como muestra Juanjo Sánchez-Oro en su análisis, el mito de los reptilianos se alimenta de los más inquietantes miedos políticos de nuestro tiempo: que los gobiernos engañen una y otra vez, que el terrorismo o el narcotráfico sean estrategias gubernamentales de control de su población, que las libertades civiles se recorten como consecuencia de esos engaños orquestados, que los medios desinformen, que la tecnología escape a nuestro control, que una élite económica esté sacando partido de nuestras miserias y, sobretodo, el miedo a no poder hacer nada (no poder ejercer nuestros derechos, no poder vivir sin que nos vigilen, no conocer la verdad, no poder defendernos…). Aunque los mitos sean mitos, las inquietudes que los alimentan traen consigo incómodas verdades emocionales que nos impelen a intentar comprender. A partir de ahí, las explicaciones más creativas a los hechos más insólitos han hallado su fertilizante. Antropólogos cognitivistas como Pascal Boyer sostienen que explicar los hechos más insólitos como resultado de la acción de personajes asombrosos es la cosa más natural del mundo y, además, es el origen del pensamiento religioso (The Naturalness of religious Ideas, 1990). Así pues, y a la vista de cómo va el mundo, quizá es algo natural pensar que una o varias especies de reptiles bípedos campan a sus anchas por el planeta, sembrando el absurdo a discreción. En “El Pacto” se aborda la arqueología de esta chocante idea y sus más peregrinas ramificaciones, desde negociaciones con alienígenas a liberaciones espirituales, pasando por bases militares multiespecies. Todas las ramificaciones y versiones son buenos testimonios de la sociedad contemporánea porque, como decía Claude Lévi-Strauss, no existe una versión más auténtica o fehaciente, todas ellas son el mito y componen la verdad de quienes narran las historias más extraordinarias (Anthropologie Structurale Deux, 1973).