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LAS SINFONÍA TONTAS.docx

Charla dictada por mí en El Café con Notas do Ateneo Mar de Arousa, el día 4 de octubre, como parte de un grupo de apreciación musical, donde quise mostrar el uso inicial que hizo Walt Disney del cine sonoro, que había inaugurado en 1927, "El Cantante de Jazz" ¿Se deben hacer los dibujos animados antes que la música o visceversa? Enigma que se queda sin contestar; pero, podemos disfrutar de la belleza de estos pequeños cortometrajes.

https://www.google.es/search?q=Sinfonías+tontas+título&client=opera&hs=9yH&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ved=0ahUKEwjkpvby0OvVAhVHtRoKHVftAVkQsAQILA&biw=1127&bih=837#imgrc=Lb5iONCUP--h_M: las sinfonías tontas de walt disney por Jesús María Dapena Botero En 1927, El cantante de jazz mata el silencio, que había acompañado al invento de los hermanos Lumière, abandonó el mutismo, que lo había estado, del lado de los personajes, muchas veces más mimos, que actores, lo que los haría pasar de un rotundo éxito, muchas veces, a convertirse en un franco fracaso, tras la aparición del sonido, por causa del ingenio de Alan Crosland, el director se da ese gran salto cualitativo en la historia del cine gracias al mecenazgo de la Warner Brothers, la cual declaraba el logro de un triunfo supremo. https://es.wikipedia.org/wiki/The_Jazz_Singer_(película_de_1927) Veamos la transición del cine mudo al sonoro y la famosa canción de este filme iniciático: https://www.youtube.com/watch?v=PIaj7FNHnjQ La estación pasa; el tiempo, que todo lo cura, permitió, que el show continuara, de acuerdo con mi traducción libre del exergo de este fragmento, que acabo de mostrarles. Y, al año siguiente, Mickey Mouse se consagraría con la película distribuida por Walt Disney, dibujada por Ub Iwerks, en la que pondría al ratón Miguelito a darnos todo un espectáculo cómico-musical con la cinta titulada Steamboat Willie: https://www.youtube.com/watch?v=_oveNzcrf5c#t=173.646528 Aunque tal corto, había sido precedido por Plane Crazy, unos meses antes, con ribetes tragicómicos, con música del compositor, arreglista, animador musical de las películas mudas, Carl Stalling, con un estilo, inspirado en las canciones populares de su Missouri natal. Veamos la transición del cine mudo al sonoro y la famosa canción de este filme iniciático: : https://www.youtube.com/watch?v=kCZPzHg0h80 Las discusiones de Disney con este músico acerca de qué debía ser primero si debía ser creada primero la música para después hacer los dibujos animados, animaría a Walt a hacer las Sinfonías Tontas, con Wilfred Jackson, otro animador, arreglista, compositor y director, quien tras la ruptura entre el famoso dibujante y cineasta y Stalling, siempre lo acompañaría hasta su retiro en 1961, por asuntos de salud. Entonces, Disney y Jackson se lanzarían en el proyecto de las Sinfonías Tontas, un año después de la cinta sobre el botero Willie. https://www.youtube.com/watch?v=DufqiFYva40 Y, así, se iniciarían esta gran serie de dibujos animados y melodías con la Danza de los esqueletos, en 1929, aún con dibujos de Ub Iwerks y música de Stalling, una moderna reviviscencia de las danzas de la muerte o las danzas macabras del medioevo europeo, con base en La danza macabra de Camille Saint-Saëns: https://www.youtube.com/watch?v=PhvpoM4rNoo Mucha gente quedaría impresionada porque los personajes no hablaran y de que no fuera precisamente para un público infantil, ya que era un verdadero esperpento, cuando el cine a color no existía. No podemos dejar de pensar La danza de los esqueletos como un trabajo pionero, por su enfoque musical, que prescinde de la palabra y se realiza a base de dibujos y música para narrar una historia. El movimiento de los esqueletos es fluido, en un ambiente muy bien logrado, con algo del terror del expresionismo alemán, mezclado de cierto humor negro, por lo que esta pequeña anécdota ha pasado a la historia del cine como un verdadero clásico, que no deja de producir cierto deleite, dada su originalidad encantadora, desenvuelta, elegante y natural, brotada de la mano de Ub Iwerks, entre la fabulación y el realismo, entre lo macabro y lo festivo, que nos lleva a enfrentar con risa el que seamos, según Martín Heidegger, seres-para-la-muerte, en un cortometraje, que suma la furia de los elementos, la campana de la iglesia los sonidos animales, con el fondo musical, en el que se hacía una parodia de varios fragmentos de la música clásica, como esta Danza Macabra de Camille Saint-Saëns, como marcha fúnebre por antonomasia, aunque estaría por verse si Disney es fiel al compositor francés o no, apelo a mejores conocedores de música, que yo. https://www.youtube.com/watch?v=YyknBTm_YyM Este era un buen momento para la creatividad de Walt Disney y sus colaboradores, a finales de los locos años veinte, en un momento en el que el cine sonoro, causaba toda una revolución en relación con los esquemas estéticos del séptimo arte, ahora con un enfoque musical, como el empleado en esta anécdota cinematográfica. La naturalidad del movimiento de los esqueletos nos sorprende, al ser un producto del relativamente recién estrenado siglo XX, con un tema, en el que, por vez primera se unieran el cine de terror, tan propio del expresionismo alemán, con la comedia, loa gags extraordinarios, mientras la música es pertinente para cada escena, entre la verisimilitud y la fantasía. El pequeño corto resulta consistente, ingenioso y espectacular. Y ¿qué tal les parece ésta versión de la Carmen de Bizet? https://www.youtube.com/watch?v=k59-RnBvxsQ Aún es Carl W. Stalling el recreador musical y la animación y ambientación de Ub Iwerks, aunque la productora de Mickey Mouse, ya no les reconoce los créditos y se saca en el mismo año, que La danza de los esqueletos, con toda una serie de gags juguetones e infantiles, como un verdadero espectáculo para niños, que nos hacen olvidar de la tragedia del triángulo amoroso entre Carmen, Escamillo y Don José, aunque la animación no sea de tan buena calidad, como la de la primera sinfonía tonta, de tal modo, que esta segunda sinfonía resultaría para algunos críticos de lo peor de la producción de Disney; pero, a mí, me resulta suficientemente divertida, ya que sí que es verdaderamente tonta. La música de Georges Bizet, Disney la retomará, en la época del color y los largometrajes, en Los Aristogatos en esta divertida escena: https://www.youtube.com/watch?v=4x_Wsg1zjEw Muy famosa ha sido Springtime, producida ese mismo año, dirigida por Ub Iwerks y con música de Stalling; pero, con otros dibujantes y ambientadores, tema, que retoma el productor en Los 101 dálmatas, como podemos constatar aquí: Se trataba de una especie de consagración de la primavera, con toda su exuberancia, en un espacio darwiniano, donde los unos se comen a los otros. Veamos esa sinfonía tonta: https://www.youtube.com/watch?v=maWZDqpSwR4 ¿Reconocen la melodía fundamental? En la última sinfonía tonta en blanco y negro introduce por primera vez a un Pluto, al que yo creo que había insinuado ya en La danza de los esqueletos y aquí va Just dogs, una auténtica vida de perros, repleta de simpáticos gags: https://www.youtube.com/watch?v=n7MKw-laW98 Las demás, en blanco y negro, las omito porque realmente son bastante repetitivas; pero otra cosa es cuando viene el color, el cual, si bien fue inventado en 1916; vino, realmente a consagrarse con la aparición del Thecnicolor, más saturado en su acuarela, que se fue desarrollando por etapas entre 1917 hasta 1928, cuando se hicieran películas como éstas, que nos narra algún historiador del cine: https://www.youtube.com/watch?v=U3o3h1eJdug En 1932, cuando Walt Disney tuvo derecho al uso del color, hizo Árboles y Flores, dirigido por Burt Gillet y distribuido por Artistas Unidos, con Technicolor de tres bandas; la nueva cinta tuvo un éxito tremendo, que haría que se le diera el primer Óscar al mejor cortometraje de animación, lo que, a su vez haría que las despreciadas sinfonías tontas en blanco y negro, los resultados económicos de la serie se multiplicaran, en la medida que el colorido añadía todo un plus visual a la cinematografía: https://www.youtube.com/watch?v=Jkh5ojRXKYM Todo un love-story, en la que una Venus arbórea, con toda la coquetería de la Carmen, que vimos antes, genera un conflicto entre dos rivales, que llega a amenazar todos aquellos predios, donde al menos yo reconozco, La marcha nupcial del Lohengrin de Richard Wagner, tocada de una forma menos solemne y más ligera: https://www.youtube.com/watch?v=AM4LNuyooLw Y, en 1933, se repetiría el Óscar, cuando se llevase a la pantalla la famosa fábula el siglo XIX Los tres cerditos, la cual se haría famosa por la versión de Walt Disney, bajo la dirección de Frank Churchill y los arreglos no acreditados de Stalling. Walt estaba feliz mientras la producía porque sentía que, al fin, había logrado darles a los personajes una mejor caracterización: https://www.youtube.com/watch?v=FIncBenShck&list=PLHeurcKbkh6ZwJCsA0FmPyf2vBUyRk8lJ Entusiasmado con el nuevo logro de dotar de personalidad a sus criaturas, en el contexto de las sinfonías tontas, se atreve a lanzarse a narrar un primer cuento popular tradicional, documentado por los hermanos Grimm, El flautista de Hamelin: https://www.youtube.com/watch?v=sN4mnznx5No Moraleja: Hay que ser serios, las promesas son deudas y mal las pagarían los politiqueros, si acaso, tuvieran su castigo en un macrocontexto de corrupción y abuso del Poder. Y, al año siguiente, se aventura con una historia cargada de dramatismo, que se considera todo un avance, porque el inicio de esta narración, por lo demás, bastante divertida, con el lento movimiento de un vejete aletargado, supone todo un contraste con el exagerado movimiento de una noche mágica, con amplios movimientos, titulado La tienda de porcelanas (The China Shop): https://www.youtube.com/watch?v=8goyxTvAEHc Y la condición de fabulista de Disney se prolonga con la fábula de Esopo de La cigarra y la hormiga: Fábula, que la escritora colombiana Rocío Vélez de Piedrahíta, en algunos cursos, que recibimos con ella de literatura para niños y adolescentes, nos la criticaba como filistea y reaccionaria, porque se desprecia al artista, para decirnos que sólo hay que ser industriosos trabajadores, como si el arte no fuera de los oficios más sublimes, aunque en la versión de Disney las hormigas, sí resultan solidarias y más humanas, les basta que la supuesta holgazana aprenda la lección y convierta su arte en productivo, como deben hacerlo los trabajadores de la cultura: https://www.youtube.com/watch?v=BNOvj5fS-sE Y el rey Midas, por ambicioso, como tanto político corrupto, si bien mereciera la condena a morir de hambre, en el mundo que se le convierte oro, Disney resulta un tanto más misericordioso, aunque lo condene a la miseria a cambio de la muerte por inanición: https://www.youtube.com/watch?v=dKYEXRQSWEk E introduce al Pato Donald en otra de estas sinfonías tontas, quien aparece como otro flojo perezoso, en La gallinita sabia: https://www.youtube.com/watch?v=VSQGq7xH_h4 Un buen cuento moral. En 1937, nos recrea al Pequeño Hiawatha, el gran jefe iroqués, quien había tenido el nacimiento de un héroe, tal como lo planteara el psicoanalista Otto Rank, destinado a ser un pacificador y creador de la Confederación Iroquesa, quien en la versión de Disney se convierte en el buen hombre, que fuese: https://www.youtube.com/watch?v=EpT5l4PvE0w Al año siguiente vino Ferdinando, el toro, una de las que más me gustaban cuando era pequeño y siempre que la veo me reproduce un cariño por el personaje protagónico: https://www.youtube.com/watch?v=XjN2Ly2VhH4 En 1939, después del Flautista de Hamelin, deja a los hermanos Grimm, para mostrarnos un hermoso y lleno de colorido Patito Feo de Hans Christian Andersen, personaje con el que se identificaba a causa del malestar, que sentía por su escolaridad tardía: file:///C:/Users/jesus/Documents/ACTIVIDADES%20EN%20GALICIA/HANS%20CHRISTIAN%20ANDERSEN.html https://www.youtube.com/watch?v=dA6duPi72wU Tales sinfonías tontas, que se dan entre el nacimiento del sonoro y principios de la Segunda Guerra Mundial, eran la creación de un Walt Disney, que acudía a acciones rápidas, repletas de fantasía; pero ya ese Disney triunfante, pasaría de esta labor, casi artesanal a la gran industria cinematográfica, con un gran Poder económico y un marketing asegurado, aún después de su muerte, lo que sacrificaría la frescura de sus obras, hasta que el antroporfismo amable y sonriente se volvió empalagoso con sus diseños redondeados, dada la ambición comercial; entonces a partir de 1937 se dedicaría al largometraje, una era, que se inicia con Blanca Nieves y los siete enanitos, que de todas formas, no dejan de fascinarme, independientemente de su perfección técnica. Pinel, V. Los géneros cinematográficos. Géneros, escuelas, movimientos y corriente en el cine. Ediciones Robinbook, Barcelona, 2009, p. 97. Pero, Disney era un hombre de éxito, que detestaba el fracaso, un narrador nato, que hacia cine para niños, adolescentes y adultos con una gran capacidad innovadora increíble, a quien no le interesaban como a otros industriales del cine el glamour y el oropel y el roce con las grandes estrellas de cine del que, a diferencia de Pinel, no le interesaba tanto que su creación se convirtiera en mercancía, sino que lo que lo apasionaba era el diseño y la calidad de las atracciones, que ofrecía en su Disneylandia; parece que era un hombre bastante inconforme, con un imperio distinto, porque lo que le importaba era el desarrollo de la imaginación, tal como lo describe Peter Bart en su libro El secreto de los films, que triunfaron. Bart, P. El secreto de los films, que triunfaron. Cómo se forjaron los grandes éxitos del cine. Ediciones Robinbook, Barcelona, 2009, pp. 248 Con sus personajes se había ganado el cariño de la gente, como cine de evasión en los amargos años 30 del siglo XX; la gente amaba a Mickey Mouse, Minnie, a Tribilín o Goofy, a Pluto, al Pato Donald; pero la demanda de cortos iba decreciendo, por lo que para abrirse al futuro Disney tenía que pasar al largometraje con cintas que, sin centrarse sólo en los protagonistas, le permitiera abrirse a su propio mundo, con personajes muy bien caracterizados y dar la sensación de que realizaba audiovisualmente los cuentos de hadas y así al hacer uso del encantamiento, como diría Bruno Bettelheim, nos embelesaría con su magia y la crítica lo aceptaría clamorosa, por lo emocionante de su obra y el gran interés, que causaba, con una factura inspirada e inspiradora, como nos lo señala el mismo Bart, aunque quizás algunos consideraran la películas demasiado violentas y aterradoras para niños; pero, esa es la gracia de los cuentos populares tradicionales, según lo señala el propio Bruno Bettelheim, porque permite la elaboración de los conflictos infantiles, a diferencia de lo que opinaba el famoso pediatra Benjamin Spock, que criticaba lo aterrador de la cinta; pero grandes directores como el ruso Serguei Eisenstein diría que la Blancanieves de Disney era la mejor película jamás: rodada. Ibid. pp. 252-256. Bettelheim, B. The uses of enchantment: The meaning and importance of Fairy Tales. Penguin, London. 1991, 339 pp. Y para terminar, recordemos que en 1945, Disney acoge al gran pintor catalán Salvador Dalí, en una obra como realizada para Pink Floyd, en la que el metrónomo parece dar cuenta de lo ineludible del paso del tiempo, ese en el que vamos realizando nuestro proyecto en tanto seres-para-la-muerte, como bien lo señalara Martin Heidegger, en medio de un paisaje onírico, al que es lanzada una mujer, donde parece imposible la comunicación y el encuentro con el otro, en el que ella se convierte en una figura etérea, que sale de la unión de dos rostros monstruoso un poco a la manera de la famosa copa de la teoría de la Gestalt, cuya cabeza se convierte en pelota de baseball, disparada por el bate del hombre, que se transforma en un corazón cuasi ilusorio, al que el hombre se aferra, pero se esfuma de sus brazos para devenir en una mujer idealizada, de la que no se sabe si viene o se va, como si nos repitiera el verso de Leopardi: Fratelli, a un tempo stesso, Amore e Morte ingenerò la sorte. que pudiéramos traducir: Hermanos, a un mismo tiempo, al Amor y a la Muerte los engendró la suerte. Con la muerte empezamos con la muerte terminamos; es ley de vida, siempre presente, en medio de la vida. Los siguientes largometrajes fueron Pinocho y, el culmen de las sinfonías tontas, Fantasía, que a mí me parece excelente, a pesar de todo lo cuestionable, que pueda ser para muchos. Y para despedirnos cabe mencionar un corto que hiciera con Salvador Dalí, con ilustraciones del pintor catalán: https://www.youtube.com/watch?v=BO8ffgDbM80 Jesús María Dapena Botero, Vilagarcía de Arousa 6 de octubre de 2017 :