1
Total
18 -29 años
Participación
política y consumo
de medios entre los
jóvenes chilenos
+30 años
En los últimos doce meses, ¿usted…?
(Sólo quienes responden afirmativamente)
44 %
32 %
27%
24 %
17%
14 %
16 %
15 %
10 %
Ha expresado
su opinión sobre
algún tema de
interés público
en redes sociales
27%
Ha participado
en manifestaciones en la
vía pública
10 %
14 %
10 %
Ha difundido
información de
interés público
por medio de su
correo electrónico
13 %
9%
8%
10 %
Ha expresado
su opinión sobre
temas de interés
público en un blog
Ha firmado
alguna petición
hecha a una
autoridad
7%
6%
Ha asistido
a algún debate
sobre temas de
interés público
7%
7%
Ha participado
en alguna reunión
con autoridades
Si tuviera que elegir, ¿cuál de las siguientes cosas
diría que es la más importante para usted?
38%
35%
25%
Mantener el
orden en el país
25% 28% 24%
Luchar contra el
alza de precios
23%
29%
21%
Dar a la gente más
oportunidades de
participar en las decisiones
políticas importantes
17% 19% 16%
Proteger la libertad
de expresión
1%
0%
1%
NS-NR
En una escala de 1 a 10, donde 1 significa “nada” y 10 significa
“mucho”, ¿cuánto influyen sus acciones en las decisiones
que toman las siguientes autoridades? (Sólo alternativas entre 7 y 10)
17% 18% 17%
El Presidente de la República
12% 14% 12%
Los senadores
12% 12% 12%
Los diputados
17% 15% 18%
Los alcaldes
7
Mucha opinión, pocas ideas
FERNANDO PAULSEN
Periodista
No se puede empoderar tanto al
líderes universitarios? Hay esca-
ca, que permite a representantes
ciudadano, a través del tiempo,
sez de ideas en la interlocución
y ciudadanía estar conectados las
dotándole de medios que le per-
entre la masa y el poder.
24 horas del día. Un canal capaz
miten registrar y difundir lo que
Creo que no se ha producido una
de convocar a 50 mil personas
siente, piensa y ve, y esperar
revalorización de la democracia,
para marchar por las calles. Un
que éste no cambie su compor-
como piensan algunos. Si bien
punto no menor para el gobierno,
tamiento ante la sociedad. Hoy
hoy ha aumentado la participa-
que ve cualquier movilización
nos encontramos con una ciuda-
ción política de los jóvenes entre
como una amenaza. Las autori-
danía capaz de comunicarse ho-
18 y 30 años, también ha surgido
dades deberán ajustarse a estas
rizontalmente con quien quiera,
y se ha manifestado con mayor
nuevas formas de vinculación.
que le cree a líderes de opinión
fuerza un desprecio por la clase
Los medios de comunicación
que jamás ha visto en su vida
política. La generación movilizada
tradicionales no se escapan a
y sólo conoce por sus nombres,
se inserta en el sistema no para
esta transformación y también
avatares y nicknames, pero que
entenderlo ni modificarlo, sino
tendrán que ajustarse a las de-
aún así generan en las personas
para tomar posición ideológica-
mandas y necesidades de esta
la sensación de que no están so-
mente y desacreditar la única for-
generación movilizada, que se
las, pues comparten una opinión
ma de representación que incor-
aleja cada vez más de los diarios
que se asocia a la de otros.
pora el parecer de la ciudadanía.
y se acerca a los contenidos digi-
Se trata de una generación
Las redes sociales son vitrinas
tales. Así se profundiza la crisis
empoderada tecnológicamente,
de este desprecio. “Que se vayan
del actual modelo de negocios
plataforma sin la cual, probable-
todos” es una frase que muchos
de estos medios, generalmente
mente, se habría dilatado mucho
suelen compartir en Facebook
regidos por personas educadas
más el grado de movilización
y Twitter cuando, por ejemplo,
en el sistema antiguo.
social que se vio el año pasado.
los parlamentarios suben sus
Es necesario un nuevo diálogo
Una ciudadanía movilizada
asignaciones presupuestarias o
entre la ciudadanía y los medios
contra temas que solían acep-
dan una opinión impopular. ¿Se
tradicionales. Se hace cada vez
tarse y hoy no se toleran más.
habrán preguntado quienes así se
más urgente una aproximación
Una generación que, se dice, es
manifiestan, quiénes quedarían
de estos últimos hacia las nue-
opinante y no tiene miedo a dar
si efectivamente se van todos? ¿O
vas generaciones, que vienen
su punto de vista; al contrario,
a quién le conviene que la imagen
todas alfabetizadas digital-
teme no darlo. Pero, ¿no hace
de los políticos esté por los sue-
mente. O estos medios hallan la
falta algo más?
los? Esta forma de participación,
forma de integrarse al proceso o
Opinar es gratis y no se necesi-
en la que se critica y no se propo-
mueren en la pasada.
ta mucho para hacerlo. Pero la
ne, está provocando que todo el
Todos somos parte de esta trans-
opinión debe estar asociada a
andamiaje democrático vaya en
formación que, me parece, no
elementos que requieren de un
retroceso y no evolucione.
tendrá vuelta atrás. Cambios que
esfuerzo extra: ideas. A la gene-
Pese a todo esto, hemos sido tes-
traen nuevas formas en el uso de
ración movilizada le faltan ideas y
tigos del surgimiento de nuevos
la individualidad, en la capacidad
pareciera que tampoco hay quie-
modelos de vinculación entre
de ejercerla, así como también en
nes puedan darlas. En los años se-
la ciudadanía y el poder, gracias
la de hacerse parte de un agre-
senta había una intelectualidad
a la intrínseca relación de esta
gado colectivo de distintos ma-
pensante, propositiva y capaz de
generación movilizada y las redes
tices y sin grandes barreras de
articular una relación entre poder
sociales. Modelos que recién se
entrada. Es una transformación
y ciudadanía, mediante ideas ma-
insinúan, pues no están estruc-
sustentada por un andamiaje
trices. ¿Quiénes son hoy los gran-
turados como tales. Un estilo que
tecnológico gigantesco, cada vez
des intelectuales? ¿Qué visiones
tiene entre sus principales armas
más disponible para la gente y
de sociedad guían a los actuales
la consulta ciudadana tecnológi-
cada día a menor precio.
Capítulo 1: Participación política y consumo de medios entre los jóvenes chilenos
8
Jóvenes, postmaterialismo
y consumo de medios
ANDRÉS SCHERMAN
ARTURO ARRIAGADA
Escuela de Periodismo Universidad Diego Portales
I. Introducción
Si bien gran parte de las últimas dos décadas estuvo caracterizada por cierto inmovilismo en términos de participación ciudadana, el año pasado
(2011) pasará a la historia por la movilización de
miles de jóvenes a lo largo de todo el país. Gran
parte de la discusión pública y de la agenda legislativa se estructuró en torno a las demandas
de los jóvenes respecto a introducir una serie de
cambios en el sistema educacional. Debido al amplio respaldo que las solicitudes de los estudiantes secundarios y universitarios lograron en la
opinión pública, el sistema político tuvo que volcar importantes esfuerzos a procesar las demandas del movimiento estudiantil y negociar con
sus representantes distintas vías de solución.
La magnitud del movimiento registrado en
2011 significó un quiebre de tendencia respecto
de años anteriores, el cual se observa al revisar
los resultados de la Encuesta Jóvenes, participación y consumo de medios 2011, de la Escuela de
Periodismo de la Universidad Diego Portales y
Feedback. En ella, un 33% de la población entre
18 y 29 años declaró haber asistido a una manifestación callejera en los últimos doce meses,
cifra que supera por más del doble los resultados obtenidos en estudios similares realizados
en 2009 y 2010. Ahora bien, los jóvenes no sólo
decidieron salir con más frecuencia a la calle,
también desplegaron con mayor frecuencia
otras formas de vinculación con los asuntos de
interés público, como la expresión de opiniones
en medios sociales online (44% en 2011 versus
36% en 2010).
Sin embargo, el resurgimiento de la participación cívica juvenil se está produciendo en el
contexto de una fuerte desconexión entre los jóvenes y la participación política electoral. Desde
que Chile retornó a la democracia el peso del segmento etario entre 18 y 29 años no hizo más que
disminuir en el padrón electoral. Si en 1988, cuando se reabrieron los registros de votantes clausurados tras el Golpe de Estado de 1973, los jóvenes
representaban 35% de la población electoral, en
2009 esa cifra llegó a 9%1. Junto a esta baja concurrencia a las urnas, los jóvenes muestran una
altísima desconfianza en los actores políticos
tradicionales (Gobierno, parlamentarios y partidos políticos) y menos de la mitad de ellos declara
interés de participar en las próximas elecciones
presidenciales (Periodismo UDP-Feedback, 2011).
En síntesis, se puede afirmar que la población
juvenil tiene una elevada –y creciente– inquietud por los asuntos de interés público, pero que
las vías para expresar estas preocupaciones
están muy alejadas de los canales institucionales tradicionales, especialmente de los procesos
electorales. En tal contexto, el objetivo de este
artículo es analizar cuáles son los principales
factores relacionados con la participación electoral y cívica de los jóvenes chilenos. Con especial énfasis se indagarán dos tipos de vínculos:
1) la posible influencia en la participación de los
medios de comunicación tradicionales y de los
medios sociales online; 2) si la presencia de valores postmaterialistas –siguiendo la definición
de Ronald Inglehart– incide en las formas de relacionarse con los asuntos públicos.
1 Hasta 2011, en Chile funcionó un sistema conocido como “inscripción voluntaria y voto obligatorio”. Este mecanismo permitía que los mayores
de 18 años pudieran decidir voluntariamente si se inscribían en los registros electorales, pero una vez que resolvían hacerlo estaban obligados a
sufragar en todas las elecciones. Como los jóvenes que cumplían 18 años empezaron a optar masivamente por no inscribirse, el padrón electoral
comenzó a envejecer. Con el objetivo de revertir esta tendencia se adoptó un sistema de “inscripción automática y voto voluntario”, en que las
personas automáticamente ingresan al padrón electoral al cumplir 18 años y en cada elección deciden voluntariamente si sufragan. En las elecciones municipales de 2012 funcionará por primera vez este nuevo sistema.
Encuesta Jóvenes, participación y consumo de medios. Periodismo UDP - Feedback.
9
Se discutirán estos dos aspectos debido a que
es esperable que algunos de los cambios que ha
tenido la sociedad chilena en los últimas décadas –como el elevado crecimiento económico
registrado desde mediados de los ochenta y la
fuerte penetración de los medios de comunicación y los medios sociales online– hayan afectado las formas de vida de la población más joven,
incidiendo en la construcción de sus valores y
formas de comunicación. Lo que finalmente podría reflejarse en sus prácticas cotidianas en el
espacio público.
II. Marco teórico y situación en Chile
PARTICIPACIÓN POLÍTICA
La participación política es el principal insumo
para el funcionamiento de los sistemas democráticos. Tradicionalmente se asocia la participación política al voto en elecciones, pero si los
procesos políticos involucran una dimensión
colectiva de deliberación de los asuntos públicos, la participación política involucra otras
motivaciones y acciones —más o menos efectivas— que van más allá de votar en una elección
(Hay, 2008; Dalton, 1996). Verba et al. (1978)
propusieron un modelo para explicar la participación política y sus múltiples dimensiones,
argumentando que las personas se involucran
en actividades que calzan con sus motivaciones
y objetivos. Para ello utilizan distintas plataformas que constituyen los “modos de participación democrática” (Dalton, 1996; Verba et al.,
1978). Por ejemplo, para algunas personas puede ser más efectivo participar mediante el voto,
en tanto para otros, se puede participar políticamente con otras prácticas y en otros espacios
como organizaciones estudiantiles, sindicales,
juntas de vecinos, entre otras. De este modo,
las formas en que se materializa la participa-
ción —siguiendo el modelo de Verba— serían:
votar, participar en campañas, formar parte de
actividades comunales, contactar a políticos
y protestar. Esta distinción también es coincidente con el trabajo de Robert Putnam, quien
sostiene que existen dos grandes formas de
participación política: 1) la electoral, que incluye acudir a votar, informarse sobre asuntos políticos, identificarse con un partido, participar
en campañas y asistir a mítines políticos; y 2) la
cívica-comunitaria, que considera, entre otras
actividades, firmar peticiones, asistir a asambleas públicas y entregar servicios voluntarios
en organizaciones locales (Putnam, 2000).
Siguiendo la argumentación de Almond y
Verba (1989) y Putnam (2000), en este artículo se considerará la participación política como
aquellas actividades que tienen el objetivo de
impactar en las decisiones gubernamentales
y los procesos de diseño e implementación de
políticas públicas. Por eso, junto a la participación electoral, también se considerará la participación cívica, entendida como la asistencia a
manifestaciones públicas, la firma de peticiones o la solicitud para reunirse con autoridades.
Como plantean Verba, Schlozman y Brady, “entender la participación ciudadana únicamente a
través del voto es un punto de vista incompleto
y engañoso” (1995).
En Chile los niveles de participación electoral
de los jóvenes son bajos. No sólo la asistencia
a las urnas en la última elección presidencial
de la población entre 18 y 29 años fue reducida –sólo 21% estaba inscrito para votar– también su disposición a sufragar en el futuro está
muy por debajo del resto de la población. Como
muestra la Encuesta Jóvenes, participación y
consumo de medios 2011, entre los jóvenes la
disposición a participar en la próxima contien-
Gráfico 1. Disposición a votar de jóvenes y adultos
Utilizando una escala de 1 a 5, donde 1 significa “no está dispuesto” y 5 significa “está totalmente
dispuesto”, ¿cuán dispuesto está usted a votar en las próximas elecciones presidenciales?
70%
64%
48%
42%
9%
Dispuesto (4+5)
Total
8%
Indiferente (3)
18 -29 años
10%
26%
No Dispuesto (1+2)
19%
1%
2%
0%
NS-NR
+30 años
Capítulo 1: Participación política y consumo de medios entre los jóvenes chilenos
10
da presidencial llega a 48%, en tanto en la población de 30 años o más alcanza el 70% (Ver
Gráfico 1).
Sin embargo, esta diferencia en los niveles de
participación electoral no se reproduce al preguntar por el interés en la política (o los asuntos públicos) de jóvenes y adultos. Los datos del
mismo estudio reflejan un nivel de preocupación similar en ambos grupos etarios por conversar con amigos y familiares sobre asuntos
políticos y consumir noticias de temas políticos
(Ver Gráfico 2).
Adicionalmente, al dejar de analizar la participación política desde una perspectiva exclusivamente electoral, se observa que los jóvenes
son más activos que el resto de la población en
actividades como la asistencia a manifestaciones en la vía pública, la firma de peticiones dirigidas a autoridades y la asistencia a debates
sobre temas de interés público (ver Gráfico 3). La
diferencia más significativa ocurre en la participación en marchas callejeras, variable en que
las personas entre 18 y 29 años triplican al resto de la población.
PARTICIPACIÓN Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
La influencia de los medios de comunicación sobre la participación ciudadana es un tema que
ha generado un amplio debate. Los sistemas de
medios de comunicación permiten que en las
democracias representativas se hagan visibles
los asuntos públicos y las demandas ciudadanas. En ese contexto, los medios tienen como
tareas principales fiscalizar la actuación de las
instituciones públicas y poner en el espacio público las distintas posiciones y propuestas sobre
los temas de interés común. Estos intercambios
de información entre medios y ciudadanía permiten que las personas se organicen, movilicen
y participen de los procesos políticos (Keum
et al., 2004; Norris, 2000). Así se construye el
compromiso cívico de los ciudadanos con los
asuntos públicos, es decir, el interés de ser parte de los procesos políticos (Norris, 2000).
Se considera que los medios contribuyen a
la existencia de sistemas democráticos ya que
permiten que las personas interesadas en política incrementen sus niveles de información,
que se traducen en una mayor participación.
Gráfico 2. Interés en política de jóvenes y adultos
En una escala de 1 a 5, donde 1 significa que “no está interesado” y 5 significa que está “muy
interesado”, ¿cuán interesado diría usted que está en…? (Sólo alternativa “4+5”)
47% 49% 46%
43% 42% 43%
Conversar con sus amigos y
familiares acerca de la situación y los
actores políticos de nuestro país
Total
18 -29 años
Las noticias políticas
+30 años
Gráfico 3. Participación política no electoral (jóvenes y adultos)
En los últimos doce meses ¿usted…?
(Sólo quienes responden afirmativamente)
32%
16%
10%
Ha participado en
manifestaciones en la vía pública
Total
18 -29 años
10% 14%
9%
Ha firmado alguna petición
que los ciudadanos hayan
hecho a una autoridad
8%
13%
6%
Ha asistido a algún foro o
debate sobre temas políticos
o de interés público
+30 años
Encuesta Jóvenes, participación y consumo de medios. Periodismo UDP - Feedback.
7%
7%
7%
Ha participado en alguna
reunión con autoridades
11
Un 33% de la población entre 18 y 29 años declaró
haber asistido a una manifestación callejera
en los últimos doce meses, cifra que supera
por más del doble los resultados obtenidos en
estudios similares realizados en 2009 y 2010.
Los medios harían posible la generación de un
“círculo virtuoso” en que la participación política y el consumo de noticias se refuerzan mutuamente (Norris, 2000; Rojas, 2006). Sin embargo,
otros autores plantean que la forma en que actualmente operan los sistemas de medios –y los
contenidos que ofrecen– no permitirían esta
relación virtuosa (Sartori, 2000). Por el contrario, esta línea teórica plantea que los medios son
responsables de parte de la desafección política de los ciudadanos. Es lo que se conoce como
“media malaise” o el malestar hacia los medios.
Acá, los dardos apuntan especialmente a la televisión, la que se considera que tiene consecuencias negativas sobre el capital social de los
individuos, lo que finalmente se traduce en un
menor compromiso cívico (Putnam, 2000).
El debate respecto al papel de los medios en la
participación ciudadana se ha trasladado a internet y a los medios sociales online. Investigaciones recientes han encontrado una relación
positiva entre el uso de medios sociales online
como Facebook y las prácticas de participación
política de los individuos, especialmente los jóvenes. En esta línea, Boulianne (2009) sugiere
que no hay evidencia que permita afirmar que
el uso de internet potencie el declive de la participación política en las personas.
En el caso de Chile, hay investigaciones previas que muestran que el uso de internet por
parte de los individuos tiene un efecto positivo
en la participación. En el caso de jóvenes chilenos, el consumo de diarios y revistas en internet incrementa la posibilidad de participar en
política, al igual que el uso de Facebook (Scherman & Arriagada, 2010). También se ha encontrado una relación positiva entre el uso de Facebook y los niveles de participación en protestas
(Valenzuela et. al., 2012).
CAMBIO CULTURAL: VALORES MATERIALISTAS/
POSTMATERIALISTAS
Como ha establecido la extensa investigación
realizada por Ronald Inglehart a través de la
Encuesta Mundial de Valores (World Values
Survey) –y más allá del ámbito de los medios de
comunicación que revisamos en el apartado anterior– a partir de la década de los setenta se ha
generado un proceso de reconfiguración de valores en las sociedades democráticas occidentales. Comparando los resultados de estudios
de opinión pública en distintos países durante
el periodo 1970-1987, Inglehart establece que
se ha generado un cambio intergeneracional
en la cultura política de los países democráticos
de Occidente. A su juicio, el impulso económico
sin precedentes que vivieron estas naciones
durante las décadas posteriores a la Segunda
Guerra Mundial modificó la forma en que los ciudadanos se relacionan con los temas públicos y
permitió la emergencia de “valores postmaterialistas”, como una mayor preocupación por la
calidad de vida, la protección del medioambiente, la participación en la comunidad o la autoexpresión (Inglehart, 1990: 47).
A diferencia de sus padres, que debieron enfrentar la guerra y la incertidumbre económica,
la generación que creció en medio de la bonanza
presentaba un menor aprecio por valores como
la seguridad física y económica, lo que Inglehart
denomina como “valores materialistas”. La tesis
de este giro hacia valores postmaterialistas se
sustenta en torno a dos hipótesis: de escasez y
de socialización. La primera (escasez) propone
que las personas dan mayor valor a aquellos
bienes que son más difíciles de encontrar en su
entorno socioeconómico, que le entregan “un
mayor valor subjetivo a lo escaso” (Inglehart,
1990: 48). De aquí se desprende que los jóvenes
Capítulo 1: Participación política y consumo de medios entre los jóvenes chilenos
12
de la década de los setenta comenzaron a darle
cada vez más importancia a la participación política y la calidad de vida, ya que consideraban
que la seguridad física y económica estaban
garantizadas. La segunda hipótesis (socialización) apunta a que los valores de las personas
reflejan la formación que tuvieron en el periodo previo a convertirse en adultos (Inglehart,
1990: 47). Son las condiciones imperantes en
el proceso de socialización las que marcarán
los valores que forman la cultura política de los
individuos. Los adultos cuentan con una personalidad ya cristalizada, y que generalmente sufre cambios pequeños durante el resto del ciclo
vital (Inglehart, 1990: 63).
Cuando estas dos situaciones –escasez y socialización– ocurren simultáneamente es posible un cambio intergeneracional en el terreno
de los valores.
De acuerdo a Inglehart, este cambio en la
evaluación subjetiva de bienestar viene acompañado por la introducción de nuevos temas
en la agenda política (como la protección del
medioambiente) y nuevos movimientos sociales que buscan una mayor participación en las
decisiones de la comunidad. En Chile, la evidencia disponible de la Encuesta Mundial de Valores no muestra que se haya producido un giro
hacia valores postmaterialistas. Pese al fuerte
desarrollo económico que ha tenido el país en
los últimos 25 años2, los resultados reflejan un
escenario de alta estabilidad en esta materia.
De hecho, entre 1990 y 2006, el indicador de
valores postmaterialistas prácticamente no
varió (ver Tabla 1). s3)
Los resultados de la Encuesta Mundial de
Valores en Chile (1990-2006) muestran que
la presencia de valores postmaterialistas no
creció en el segmento más joven de la población. En realidad este indicador se mantuvo
prácticamente estancado: mientras en 1990 un
20,5% del segmento entre 18 y 29 años podía
clasificarse de esa forma, en 2006 la cifra llegó
Tabla 1. Valores postmaterialistas en Chile
(Índice de 4 ítems) 3
1990
18-29
años
30-49
años
50 años
y más
Total
Materialistas
20,8 %
22,5 %
35,5 %
25,0 %
Mixtos
58,7 %
55,8 %
52,9 %
56,2 %
Postmaterialistas
20,5 %
21,7 %
11,6 %
18,8 %
523
568
344
1435
Total (N)
Fuente: Encuesta Mundial de Valores 1990
1996
18-29
años
30-49
años
50 años
y más
Total
Materialistas
20,9 %
26,4 %
33,8 %
26,6 %
Mixtos
61,8 %
60,4 %
54,9 %
59,4 %
Postmaterialistas
17,3 %
13,2 %
11,3 %
14,0 %
414
254
981
Total (N)
314
Fuente: Encuesta Mundial de Valores 1996
2000
18-29
años
30-49
años
50 años
y más
Total
Materialistas
22,8 %
26,1 %
36,7 %
28,3 %
Mixtos
56,5 %
54,2 %
53,7 %
54,6 %
Postmaterialistas
20,7 %
19,7 %
9,6 %
17,0 %
324
505
349
1177
Total (N)
Fuente: Encuesta Mundial de Valores 2000
2006
18-29
años
30-49
años
50
años y
más
Total
Materialistas
22,3 %
28,8 %
34,6 %
29,9 %
Mixtos
58,0 %
61,0 %
54,5 %
57,5 %
Postmaterialistas
19,6 %
10,2 %
10,9 %
12,6 %
345
417
972
Total (N)
210
Fuente: Encuesta Mundial de Valores 2006
a 19,6% (una diferencia que no es estadísticamente significativa ya que se encuentra dentro del margen de error de la medición). Para el
mismo periodo de tiempo, al considerar a toda la
población, se observa un descenso de la presencia de valores postmaterialistas desde 18,8% a
12,6%. La nula variación de la presencia de valores postmaterialistas entre los jóvenes entre
1990 y 2006 impide hablar de un cambio intergeneracional. Al menos hasta 2006.
2 En el periodo 1986-2011, la economía chilena tuvo un crecimiento promedio de 5,4% anual. En ese mismo lapso la población en situación de
pobreza cayó desde 38,6% (1990) a 15,1% (2009). En tanto, el Producto Interno Bruto per cápita (PPT) se incrementó de US$ 3.350 (1986) a US$
15.800 (2011).
3 Este índice mide la escala materialismo-postmaterialismo incorporando cuatro ítems. Dos de ellos tienen una orientación materialista y
los otros dos una postmaterialista. Se presentan estos cuatro ítems a los entrevistados y se les pregunta cuál de ellos es el objetivo más
importante que debe lograr el país en los próximos años y cuál es el segundo objetivo más importante A la población que escoge los dos ítems
con orientación postmaterialista se los clasifica como “postmaterialistas”, a aquéllos que eligen uno materialista y otro postmaterialista se
les denomina “mixtos”, y a los que eligen los dos ítems materialistas se les llama “materialistas”. Los cuatro objetivos que se consideran en la
escala son: 1) Mantener el orden en el país; 2) Dar a la gente más oportunidades de participar en las decisiones políticas importantes; 3) Luchar
contra la subida de precio; 4) Proteger la libertad de expresión. El primero y el tercero son de orientación materialista, y el segundo y el cuatro
tienen orientación postmaterialista (Díez, 2000).
Encuesta Jóvenes, participación y consumo de medios. Periodismo UDP - Feedback.
13
Aunque aún no contamos con los resultados
de la versión 2011 de la Encuesta Mundial de
Valores, la información que arroja la Encuesta
Jóvenes, Participación y Consumo de Medios
2011 permite plantear, todavía con bastante
cautela, que el tardío auge de los valores postmaterialistas en Chile ha comenzado a producirse (ver Tabla 2).
Tabla 2. Valores postmaterialistas en Chile en 2011
(Índice de 4 ítems)
Materialistas
18-29
años
30-49
años
50 años
y más
Total
22,2%
21,4%
39,5%
29,8%
Mixtos
51,5%
55,7%
45%
51%
Postmaterialistas
26,4%
22,4%
15,5%
21,2%
474
670
569
1713
Total (N)
Fuente: III Encuesta de Jóvenes y Participación, 2011. Periodismo UDP-Feedback.
Replicando el mismo índice de cuatro ítems de
Inglehart, se observa una presencia significativamente mayor de los valores postmaterialistas en comparación con los resultados de la
Encuesta Mundial de Valores de 1990. Esta alza
ocurre tanto en el grupo entre 18 y 29 años
como en la población general (Ver Tabla 2). Sin
embargo, esta diferencia todavía debe ser analizada con cautela debido a que ambos estudios
no son estrictamente comparables. Aunque la
Encuesta Jóvenes, Participación y Consumo de
Medios tiene una muestra de mayor tamaño,
sólo incluye a los habitantes de los tres principales centros urbanos del país. En cambio, la
Encuesta Mundial de Valores incorpora casos de
ciudades con más de 40.000 habitantes. Si bien
ambos estudios incluyen sólo a zonas urbanas,
es posible que en las ciudades más pequeñas
–que se consideran en la Encuesta Mundial de
Valores– se observen en menor medida valores
postmaterialistas que en los grandes centros
urbanos que contempla la encuesta Participación y Jóvenes.
Por cierto que parte de la diferencia entre los
dos estudios puede explicarse por razones metodológicas, pero la magnitud del cambio (sobre
todo respecto a los resultados de 2006) y las
características de las movilizaciones de 2011
permiten al menos plantear la hipótesis de un
cambio en la cultura política y las formas de
participación, especialmente entre los jóvenes.
III. Método e hipótesis
El objetivo principal de este artículo es analizar
la relación entre la participación política de los jóvenes y dos fenómenos: 1) el uso de los medios de
comunicación y las redes sociales; 2) la presencia
de valores postmaterialistas en la sociedad chilena. Estos aspectos serán abordados utilizando la
información entregada por la Encuesta Jóvenes,
Participación y Consumo de Medios 2011. El estudio es de carácter probabilístico y se realizó en los
tres principales centros urbanos de Chile: Gran
Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción,
entre el 19 de agosto y el 6 septiembre de 2011. El
tamaño total de la muestra fue de 1.737 casos de
individuos de 18 años y más.
Específicamente, queremos explorar las siguientes hipótesis:
H1: El consumo de noticias en los medios de comunicación está positivamente relacionado con la
participación política de los jóvenes chilenos.
H2: El consumo de contenidos no informativos está
negativamente relacionado con la participación
política de los jóvenes chilenos.
H3: El uso de redes sociales está positivamente
relacionado con la participación política de los jóvenes chilenos.
Adicionalmente, abordaremos la siguiente pregunta de investigación: En comparación al resto
de la población, ¿cómo afecta la mayor presencia
de valores postmaterialistas entre los jóvenes
en sus decisiones de participar políticamente?
Para abordar estas tres hipótesis y la pregunta
de investigación, se usaron distintos métodos de
análisis de regresión, de acuerdo a las características de la variable dependiente utilizada en cada
caso4. Para evitar sesgos de selección atribuibles
a una muestra sólo formada por población joven,
todos los análisis estadísticos de este artículo se
replicaron en la población de 30 años y más. De
esta manera, es posible diferenciar si los factores
relacionados con la participación son exclusivos
de los jóvenes, o son más bien características
compartidas con el resto de la sociedad chilena.
Esto es posible ya que la muestra está compuesta
por 1.014 casos de jóvenes y 723 de la población
4 En el caso de variables dependientes ordinales se utilizó el método de regresión ordinal múltiple, en tanto, en el caso de variables dependientes
binarias se optó por regresiones logísticas.
Capítulo 1: Participación política y consumo de medios entre los jóvenes chilenos
14
Mientras para los votantes de menor edad una
alta valoración de la libertad de expresión y de la
participación aumenta la posibilidad de ir a las urnas,
entre los adultos es la creencia en la importancia del
orden y de la estabilidad de los precios lo que incrementa
la posibilidad de que ocurra esa misma acción.
de 30 años o más, tamaños suficientes para poder analizar por separado los comportamientos
de cada grupo y posteriormente compararlos.
Debido a las diferencias existentes al interior
de los jóvenes –entre la participación electoral
(muy reducida) y formas de participación cívica
como la asistencia a protestas (bastante más
extendida)– se optó por analizar las variables
relacionadas con cada una de estas formas de
participación política por separado. Para estudiar los factores vinculados con la participación
electoral se utilizó como variable dependiente
la predisposición a participar en las próximas
elecciones presidenciales. En tanto, para testear la participación cívica se construyó una
variable dicotómica, en que se considera que
cumplen con esta característica los individuos
que durante los últimos doce meses han llevado
a cabo, al menos, una de las siguientes acciones:
asistir a manifestaciones en la vía pública, firmar peticiones dirigidas a una autoridad, reunirse con una autoridad o acudir a foros sobre
temas de interés público. Esta separación de las
formas de participación política permite extender el análisis no sólo a la acción de votar, sino
también hacia otras actividades que buscan incidir en las decisiones de las autoridades.
Junto con analizar el impacto de los medios de
comunicación, los medios sociales online y los
valores culturales, esta investigación también
incorporó otras variables independientes que
los estudios previos han considerado relevantes para entender la participación política. Se
trata de elementos que se concentran en tres
grandes grupos: 1) variables políticas; 2) capital
social; y 3) características sociodemográficas.
IV. Resultados
Los resultados de los análisis de regresión efectuados no muestran que exista un vínculo entre el consumo de noticias en los medios de comunicación (tradicionales y online) y la participación electoral y cívica de los jóvenes. De esta
forma, no se cumple lo planteado en la primera
hipótesis (Tablas 3 y 4).
5
Tabla 3. Análisis de regresión ordinal para predecir
participación electoral (disposición a votar) 5
Jóvenes
(18-29 años)
B
Adultos
(30 años y más)
B
Sexo (Mujer)
Hombre
-0,139
0,202
Edad
0,032
0,050**
Región (Metropolitana)
V Región-VIII Región
0,025
0,450*
GSE (D-E)
ABC1
C2
C3
0,650
0,311
0,214
1,043**
1,312**
1,032**
Valores (Materialismo)
Mixto
Postmaterialismo
0,329
0,603*
-0,209
-0,710**
-0,299
-0,301*
Asociatividad (Participa)
No participa en organizaciones
0,690**
0,405**
Eficacia política
0,048
0,110**
Confianza en instituciones
0,257
-0,044
Consumo de
noticias en medios
0,061
-0,018
Consumo de material no
informativo en medios
-0,005
-0,105**
Interés en política
Uso de Facebook
0,038
0,002
Pseudo R2 Nagelkerke
22,8%
21,6%
*p<0,05; **p<0,01
5 En este modelo de regresión ordinal los coeficientes negativos disminuyen la participación electoral, en tanto, los coeficientes positivos la
aumentan.
Encuesta Jóvenes, participación y consumo de medios. Periodismo UDP - Feedback.
15
Tabla 4. Análisis de regresión logística para predecir
6
participación cívica (no electoral) 6
Jóvenes
(18-29 años)
Exp B
Adultos
(30 años y más)
Exp B
1,160
1,672**
0,898**
0,998
0,613
0,789
0,876
2,042
0,847
1,842
4,047**
0,595
Valores (Materialismo)
Mixto
Postmaterialismo
2,007*
3,542**
1,558
2,658**
Asociatividad (No Participa)
Participa en organizaciones
6,414**
3,549**
Interés en política
1,698**
1,331**
Eficacia política
1,149*
1,042
Confianza en instituciones
0,235**
0,306**
Consumo de
noticias en medios
1,062
1,077*
Consumo de material no
informativo en medios
0,997
1,087**
Uso de Facebook
1,345**
1,207**
Pseudo R2 Nagelkerke
48,9%
39,9%
Sexo (Mujer)
Hombre
Edad
Región (V Región-VIII
Región)
Metropolitana
GSE (D-E)
ABC1
C2
C3
*p<0,05; **p<0,01;
En tanto, en el caso de los adultos, el consumo
de noticias sólo está relacionado con la participación cívica (como asistencia a marchas callejeras o la firma de peticiones dirigidas a las autoridades) pero no con la predisposición a votar
en las próximas elecciones.
El análisis estadístico tampoco arroja evidencia
para sostener la segunda hipótesis: que el consumo de contenidos no informativos disminuye
la participación política de los jóvenes chilenos.
El consumo de entretención en medios no parece vinculado, ni positiva ni negativamente, con
el interés en votar en las próximas elecciones o
protagonizar distintas maneras de participación
cívica (no vinculadas al sufragio o a las campañas
electorales). Para el caso de los adultos, la situación es distinta. En este segmento el consumo de
entretención en los medios sí está relacionado negativamente con la participación electoral.
El análisis de las dos primeras hipótesis da
cuenta de que, pese a los altos niveles de consumo de medios de comunicación –tradicionales y
digitales– por parte de los jóvenes, la influencia
que éstos tienen sobre sus decisiones de participación política es muy débil. Distinta es la situación de otras variables analizadas, como el uso
de los medios sociales online. De hecho, la mayor
frecuencia en el uso de Facebook sí muestra una
relación positiva con la participación cívica de los
jóvenes, dando un apoyo parcial a nuestra tercera hipótesis. Decimos que parcial, porque el uso
de esta red social –lejos la más extendida entre
los jóvenes chilenos7– no muestra estar vinculada con la participación electoral. En el caso de la
población adulta (30 años y más), también se observa un vínculo entre la frecuencia del uso de
Facebook y la participación política no electoral.
En cuanto a la pregunta de investigación sobre
cómo incide la presencia de valores postmaterialistas en las decisiones de participación política de
los jóvenes, los resultados muestran que se trata
de dos variables altamente relacionadas. Creer
en valores postmaterialistas es una característica que incrementa la participación electoral de
los jóvenes. De hecho, esta variable y poseer un
alto interés en la política son las únicas que están
vinculadas con la predisposición a votar del segmento entre 18 y 29 años. En la dirección inversa,
los resultados muestran que para el caso de los
adultos es la presencia de valores materialistas lo
que está vinculado con acudir a votar.
Esta diferencia podría dar cuenta de que estamos frente al inicio de un proceso de reconfiguración de la cultura política en Chile, cambio
que estaría comenzando con la conducta de los
ciudadanos más jóvenes. Mientras para los votantes de menor edad una alta valoración de
la libertad de expresión y de la participación
aumenta la posibilidad de ir a las urnas, entre
los adultos es la creencia en la importancia del
orden y de la estabilidad de los precios lo que incrementa la posibilidad de que ocurra esa misma acción. Es, por lejos, la diferencia más significativa que se observa entre ambos grupos en
términos de participación política.
6 En este modelo de regresión logística, los exponenciales de los coeficientes B que son inferiores a 1 disminuyen la chance de tener participación
cívica, en tanto los exponenciales superiores a 1 la incrementan.
7 De acuerdo a los datos de la Encuesta de Jóvenes, Participación y Consumo de Medios 2011, 86% de la población entre 18 y 29 años está registrado en Facebook.
Capítulo 1: Participación política y consumo de medios entre los jóvenes chilenos
16
La investigación también muestra que existe una
relación entre la cultura política de jóvenes y adultos y
su disposición a participar políticamente. Tener valores
postmaterialistas incrementa la probabilidad de que los
jóvenes acudan a votar, mientras que, por el contrario,
defender valores materialistas está relacionado con
la decisión de los adultos de acudir a las urnas.
Respecto a las otras variables incorporadas
en los modelos, hay varios hallazgos que destacan. Para el caso de la participación electoral
juvenil, la mayor parte de las variables que la
investigación previa ha identificado como relevantes (eficacia de las acciones propias sobre
las decisiones de las autoridades, confianza en
instituciones, membresía en organizaciones)
no presentan ninguna incidencia. La única excepción es el interés en política que sí tiene un
fuerte vínculo con el interés de acudir a votar.
En el caso de la participación cívica, las variables políticas y el capital social sí presentan una
incidencia relevante.
V. Conclusiones
El objetivo de este artículo ha sido indagar en
los factores que inciden en la participación electoral y cívica de los jóvenes chilenos. Específicamente, 1) la posible influencia de los medios de
comunicación tradicionales y los medios sociales online; 2) si la presencia de valores postmaterialistas determina la relación con el espacio
público. Para ello analizamos la participación
política de los jóvenes desde dos dimensiones:
la participación electoral, entendida como acudir a votar en una elección y la participación
cívica, como asistir a una manifestación en
la vía pública y otras variables. De acuerdo al
análisis presentado, podemos concluir que no
existe relación –positiva o negativa– entre el
consumo de medios de los jóvenes y sus prácticas de participación política (electoral y cívica).
Sin embargo, el uso de medios sociales online
como Facebook, sí está vinculado con la participación cívica de los jóvenes chilenos, fundamentalmente con su asistencia a protestas. En
este caso, con los datos presentados no podemos afirmar que los jóvenes participan por el
hecho de tener una cuenta o utilizar con cierta
frecuencia Facebook, pero sí que existe una relación entre ambas variables.
La investigación también muestra que existe
una relación entre la cultura política de jóvenes
y adultos y su disposición a participar políticamente. Tener valores postmaterialistas incrementa la probabilidad de que los jóvenes acudan
a votar, mientras que, por el contrario, defender
valores materialistas está relacionado con la decisión de los adultos de acudir a las urnas.
Los datos nos permiten sugerir que la sociedad chilena parece lentamente empezar a girar
hacia el postmaterialismo. Los jóvenes encuestados –en comparación con los adultos– están
transitando hacia la incorporación de valores
postmaterialistas en su vida cotidiana. Este
proceso se da al mismo tiempo en que los jóvenes están incorporando el uso de distintas
tecnologías a sus prácticas de participación política. No intentamos en este artículo plantear
un efecto lineal de estas tecnologías sobre el
repertorio de acciones que configuran la participación política de los jóvenes. Lo que sugerimos es que este proceso de transición hacia
valores postmaterialistas que los jóvenes se
encuentran llevando a cabo –acompañados de
distintos usos de tecnologías como los medios
sociales online– estaría abriendo un espacio de
interacción donde aquellos jóvenes interesados
en participar de procesos electorales y cívicos
refuerzan sus intereses y predisposiciones.
Podemos sugerir que este espacio político se
configura a través de las prácticas cotidianas
de aquellos jóvenes interesados en interactuar
Encuesta Jóvenes, participación y consumo de medios. Periodismo UDP - Feedback.
17
en función de lo que ellos consideran como “lo
político”. Quizá esta sea una razón por la cual el
uso de medios sociales online como Facebook
está más vinculado con la participación política de los jóvenes que los medios tradicionales,
aunque el consumo de estos últimos sea más
frecuente.
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Capítulo 1: Participación política y consumo de medios entre los jóvenes chilenos